Definición de Depresión

Vista previa del material en texto

Definición de Depresión 
Los especialistas en el tema, la entienden como un Trastorno del estado del ánimo 
que se caracteriza por la presencia, durante al menos dos semanas, de un conjunto 
de síntomas (síndrome) que interfieren en el mantenimiento y desarrollo de las 
actividades de la vida diaria y que afectan significativamente la calidad de vida de 
las personas que la experimentan. 
La depresión puede presentar síntomas tales como la tristeza y la apatía; una baja 
autoestima; pérdida de interés, de concentración y de la capacidad de disfrute; 
cambios en el ritmo del sueño y del apetito; la presencia de pensamientos intrusivos 
negativos y la sensación de impotencia, decaimiento y fatiga. Sin embargo, también 
hay afecciones orgánicas, como las patologías de la glándula tiroides o la anemia, 
que pueden causar síntomas parecidos a los de la depresión. Por esto y porque una 
de las consecuencias más peligrosas de la depresión es la aparición de pensamientos 
asociados a la muerte y el riesgo concomitante del acto suicida, es importante que 
ante la presencia de algunos de los síntomas mencionados previamente se consulte 
tempranamente con un profesional y no se autodiagnostique. 
Abordar la comprensión de la depresión es muy complejo porque es una patología 
en la que se conjugan cambios en todos los niveles vitales: fisiológicos, 
neurobiológicos, endocrinológicos, neuroquímicos, somáticos y psíquicos, por 
mencionar algunos, que ponen en evidencia la complejidad del fenómeno. Es 
relevante saber que hay disponibles tratamientos eficaces, comprobados 
científicamente, para la depresión. Entre ellos se encuentran en primera línea de 
intervención para las depresiones leves las psicoterapias cognitivas (como la MBCT), 
la activación conductual y la psicoterapia interpersonal. Mientras que, para las 
depresiones mayores se recomienda el tratamiento psicoterapéutico en conjunto con 
el farmacológico. 
 
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la patología con mayor 
prevalencia en toda la población, se estima que más de trescientos millones de 
personas en el mundo la padecen. A pasear de ser la más frecuente y de representar 
la principal causa de discapacidad en el mundo, las personas con depresión son las 
que menos solicitan ayuda y tratamiento psicológico o psiquiátrico; lo que puede 
deberse tanto a los síntomas propios de la enfermedad como al desconocimiento y 
los prejuicios sociales asociados. Además, la depresión es de los trastornos mentales 
más mal diagnosticados en el mundo, ya que frecuentemente está sobre 
diagnosticado en la población que en realidad no lo padece y sub diagnosticado 
entre quienes sí lo padecen. 
 
La depresión en la infancia y adolescencia 
Un informe de UNICEF señala que el suicidio es la segunda causa de muerte entre 
las chicas y los chicos de diez a diecinueve años en Argentina. Los profesionales que 
realizaron la investigación señalan que los intentos y actos suicidas se vinculan 
fuertemente con patologías mentales tales como la depresión. Entre los factores de 
riesgo para la conducta suicida, que se identifican en el mencionado estudio, se 
señala la falta tratamiento de los padecimientos mentales y la falta de contención 
institucional y de personas significativas. De hecho, la estadística señala que en los 
adolescentes con menos nivel de educación hay tasas de suicidio más altas que entre 
los que permanecen escolarizados. Por ello, poder detectar los síntomas depresivos 
y acudir a un profesional de la Salud para iniciar un tratamiento temprano y 
adecuado previene el intento suicida y contribuye al mejoramiento de la Salud 
Mental. 
 
Depresión perinatal 
El período perinatal es el que comprende desde el embarazo hasta doce meses luego 
del parto. Los cambios producidos en el cuerpo y en la mente durante esta etapa son 
múltiples y muy complejos y pueden ser potenciales generadores de estrés, lo cual 
sitúa a la persona gestante en una situación de extrema vulnerabilidad a la aparición 
y desarrollo de trastornos mentales tales como la depresión y los episodios psicóticos 
breves. Los trastornos depresivos durante este período tienen una prevalencia alta: 
una investigación realizada por Woldorf en 2017 estima que al rededor del veinte 
porciento de las personas gestantes presentan síntomas depresivos, los cuales 
continúan, en muchos casos, luego del parto. 
Los síntomas de la depresión perinatal y de posparto son los mismos que los 
descritos en los demás ciclos vitales. La Asociación Americana de Psiquiatría 
establece que la depresión posparto es aquella que ocurre específicamente durante 
el primer mes del puerperio, es decir, del nacimiento.