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DOMINA TUS EMOCIONES UNA GUÍA PRÁCTICA PARA SUPERAR LA NEGATIVIDAD Y CONTROLAR MEJOR TUS EMOCIONES THIBAUT MEURISSE Traducido por PAULA IZQUIERDO ALTAREJOS Editado por JUAN MANUEL GIMENEZ SIRIMARCO ÍNDICE Por Qué Elegir Este Libro Introducción Domina Tu Vida Con La Colección “Domina Tu(s)...” Cómo Usar Este Libro Tu Libro de Ejercicios I. Qué Son Las Emociones 1. Cómo Afecta A Tus Emociones Tu Mecanismo De Supervivencia 2. Qué Es El Ego 3. La Naturaleza De Las Emociones II. Qué Afecta A Tus Emociones 4. El Impacto Del Sueño En Tu Humor 5. Utilizar Tu Cuerpo Para Cambiar Tus Emociones 6. Utilizar Tus Pensamientos Para Cambiar Tus Emociones 7. Utilizar Tus Palabras Para Cambiar Tus Emociones 8. Cómo Afecta Tu Respiración A Tus Emociones 9. Cómo Afecta Tu Entorno A Tus Emociones 10. Cómo Afecta La Música A Tus Emociones III. Cómo Cambiar Tus Emociones 11. Cómo Se Forman Las Emociones 12. Cambiar Tu Interpretación 13. Liberar Tus Emociones 14. Condicionar Tu Mente Para Experimentar Más Emociones Positivas 15. Cambiar Tus Emociones Modificando Tu Comportamiento 16. Cambiar Tus Emociones Modificando Tu Entorno 17. Soluciones A Corto Y A Largo Plazo Para Lidiar Con Las Emociones Negativas IV. Cómo Utilizar Tus Emociones Para Crecer 18. Cómo Pueden Las Emociones Guiarte En La Dirección Correcta 19. Llevar Un Registro De Tus Emociones 20. No Ser Lo Suficientemente Bueno 21. Estar A La Defensiva 22. Estrés Y Preocupación 23. Preocuparse De Lo Que La Gente Piensa De Ti 24. Resentimiento 25. Envidia 26. Depresión 27. Miedo/Incomodidad 28. Procrastinación 29. Falta De Motivación Conclusión ¿Qué piensas? Domina Tu Vida Con La Colección “Domina Tu(s)...” Sobre El Autor Bibliografía © 2020 Thibaut Meurisse Título original: Master your emotions: A Practical Guide to Overcome Negativity and Better Manage Your Feelings Traducción: Paula Izquierdo Altarejos Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción en cualquier formato de cualquier parte de este libro sin el permiso del autor. POR QUÉ ELEGIR ESTE LIBRO Muchos libros hablan sobre emociones y sobre cómo afectan tu vida, pero no suelen proporcionar una visión clara de lo que son las emociones, de dónde vienen, cuál es su papel o cómo afectan tu vida. Las emociones son uno de los elementos más complejos con los que lidiar y, desafortunadamente, tanto tú como yo seremos presa de su poder místico demasiado a menudo. Muchas veces nos damos cuenta de que no podemos escapar de su hechizo. Puesto que las emociones afectan todos los aspectos de nuestras vidas y determinan su calidad, nuestra incapacidad de entender cómo funcionan las emociones puede impedir que diseñemos nuestra vida ideal y alcancemos nuestro máximo potencial. Cuando acabes de leer este libro, sabrás cómo funcionan las emociones y, lo que es más importante, estarás mejor equipado para lidiar con ellas. Si luchas para controlar tus emociones negativas, o quieres aprender cómo funcionan tus emociones y cómo puedes utilizarlas como herramienta para promover tu crecimiento personal, este libro es para ti. INTRODUCCIÓN El espíritu vive en sí mismo, y en sí mismo puede crear un cielo del Infierno, y un infierno del Cielo. — JOHN MILTON, POETA. Todos nosotros experimentamos un amplio abanico de emociones durante nuestras vidas. Tengo que admitir que yo mismo he experimentado altibajos mientras escribía este libro. Al principio estaba muy emocionado e ilusionado con la idea de proporcionar a la gente una guía para ayudarles a entender sus emociones. Imaginaba cómo mejorarían las vidas de los lectores al aprender a controlar sus emociones. Estaba muy motivado y no podía evitar pensar lo maravilloso que sería el libro. O eso es lo que pensaba al principio. Después de la ilusión inicial, llegó el momento de sentarse y ponerse a escribir el libro real, y en este punto es cuando desapareció rápidamente la emoción. Mi escritura me parecía aburrida, y me sentía como si no tuviera nada significativo o valioso que aportar. Sentarme en mi escritorio y escribir era cada vez más difícil para mí con el paso de los días. Empecé a perder la confianza en mí mismo. ¿Quién era yo para escribir un libro sobre emociones si ni siquiera podía dominar mis propias emociones? ¡Qué ironía! Incluso consideré tirar la toalla. Ya existen un montón de libros sobre este tema, así que, ¿para qué añadir uno más? Al mismo tiempo, me di cuenta de que este libro era una oportunidad perfecta para trabajar mis propias emociones. ¿Y quién no sufre emociones negativas de vez en cuando? Todos pasamos por altibajos emocionales, ¿no es cierto? La clave es qué hacemos con nuestros momentos bajos. ¿Estamos utilizando nuestras emociones para nuestro crecimiento personal? ¿Estamos aprendiendo algo de ellas? ¿O estamos atormentándonos a causa de ellas? Hablemos ahora de tus emociones. Déjame empezar haciéndote esta pregunta: ¿Cómo te sientes ahora mismo? Saber cómo te sientes es el primer paso para poder tomar el control de tus emociones. Puede que hayas pasado mucho tiempo internalizando la idea de que has perdido la conexión con tus propias emociones. Puede que hayas respondido algo así como: “Siento que este libro puede ser útil”, o “De verdad siento que podría aprender algo de este libro”. No obstante, ninguna de estas respuestas refleja cómo te sientes. Tú no ‘sientes que’, simplemente ‘sientes’. No ‘sientes que’ este libro podría ser útil, sino que ‘piensas’ o ‘crees’ que este libro podría ser útil, y esto genera una emoción que te hace ‘sentir’ motivado para leerlo. Los sentimientos se manifiestan como sensaciones físicas en tu cuerpo, no como una idea en tu mente. Quizá, la razón por la que la palabra ‘sentir’ se usa en exceso o de forma inadecuada es porque no queremos hablar sobre nuestras emociones. Así que, ¿cómo te sientes ahora? ¿Por qué es importante hablar sobre las emociones? Cómo te sientes determina la calidad de tu vida. Tus emociones pueden hacer que vivas una vida miserable o verdaderamente mágica. Esta es la razón por la que son uno de los aspectos de la vida más importantes en los que centrarse. Tus emociones dan color a todas tus experiencias. Cuando te encuentras bien, todo parece o sabe mejor. También tus pensamientos son mejores. Tu nivel de energía es más alto y las posibilidades parecen ilimitadas. Por el contrario, cuando te sientes deprimido, todo parece triste. Tienes poca energía y te sientes desmotivado. Te sientes estancado en un lugar en el que no quieres estar (tanto mental como físicamente), y el futuro parece oscuro. Tus emociones también pueden actuar como una poderosa guía. Pueden decirte que algo está mal y permitirte realizar cambios en tu vida. Por ello, son una de las herramientas de crecimiento personal más poderosas que tienes a tu alcance. Por desgracia, lo más probable es que ni tus profesores ni tus padres te hayan enseñado cómo funcionan tus emociones ni cómo controlarlas. Me parece irónico que hoy en día casi cualquier cosa venga con un manual de instrucciones, excepto tu mente. Porque, ¿nunca has recibido un manual de instrucciones que te enseñe cómo funciona tu mente y cómo controlar mejor tus emociones, no? Yo no lo he recibido. De hecho, dudo que haya existido un manual así, hasta ahora. Qué aprenderás en este libro Este libro es el manual de uso que deberían haberte dado tus padres al nacer. Es el manual de instrucciones que deberías haber recibido en el colegio. En él, compartiré contigo todo lo que necesitas saber sobre tus emociones para que puedas superar tus miedos y limitaciones y convertirte en la persona que realmente quieres ser. Aprenderás qué son las emociones, cómo se forman y cómo puedes utilizarlas para tu crecimiento personal. También aprenderás a controlar las emociones negativas y a condicionar tu mente para crear emociones más positivas. Mi esperanza y mi expectativa sinceras son que, cuando acabes de leer el libro, tengas una visión clara de lo que son las emociones y las herramientas que necesitas para empezara dominar tus emociones. De forma más específica, este libro te ayudará a: Entender lo que son las emociones y cómo afectan tu vida Identificar las emociones negativas que dominan tu vida y aprender a superarlas Cambiar tu historia para tomar el control de tu vida y construir un futuro mejor, y Reprogramar tu mente para experimentar emociones más positivas. Aquí tienes un resumen más detallado de lo que aprenderás en este libro: En la Parte I, hablaremos sobre qué son las emociones. Aprenderás por qué estás programado para centrarte en la negatividad y qué puedes hacer para contrarrestar este efecto. También descubrirás cómo tus creencias afectan tus emociones. Por último, aprenderás cómo funcionan las emociones negativas y por qué son tan complejas. En la Parte II, repasaremos los elementos que afectan de forma directa tus emociones. Entenderás la importancia de tu cuerpo, tus pensamientos, tus palabras o tu sueño en tu vida y cómo puedes utilizarlos para cambiar tus emociones. En la Parte III, aprenderás cómo se generan las emociones. También descubrirás cómo condicionar tu mente para experimentar emociones más positivas. Por último, en la Parte IV, veremos cómo utilizar tus emociones como una herramienta de desarrollo personal. Aprenderás por qué experimentas emociones como el miedo o la depresión y cómo funcionan. A continuación, descubrirás cómo utilizarlas para tu crecimiento personal. Empecemos. ¿Quieres dominar tu motivación también? “Domina tu Emociones” es el primer libro de la colección “Domina Tu(s)...”. Puedes consultar el Segundo libro “Domina tu Motivación” en el siguiente enlace: Haz clic aquí ahora para convertirte en el maestro de tu motivación. http://mybook.to/dtm http://mybook.to/dtm CÓMO USAR ESTE LIBRO Te recomiendo que leas todo el libro al menos una vez. Después de eso, te invito a que repases el libro con más tranquilidad, centrándote en las partes en las que quieras profundizar más. En este libro he incluido varios ejercicios. Aunque no espero que los realices todos, mi esperanza es que elijas algunos de ellos y los apliques en tu vida. Recuerda que los resultados que obtengas de este libro dependerán de cuánto tiempo y esfuerzo estés dispuesto a invertir. Si crees que este libro podría ser de utilidad para alguno de tus familiares o amigos, no dudes en compartirlo con ellos. Las emociones son complejas y creo que profundizar nuestra comprensión en este tema nos puede beneficiar a todos. Tu Libro de Ejercicios Paso a Paso Gratuito Para ayudarte a dominar tus emociones, he creado un libro de ejercicios como guía complementaria a este libro. Te recomiendo encarecidamente que lo descargues en el siguiente enlace: http://whatispersonaldevelopment.org/domina-tus-emociones También te enviaré un libro electrónico gratuito que te será de gran ayuda en tu viaje de desarrollo personal. Si tienes algún problema para descargar el libro de ejercicios, puedes escribirme a: thibaut.meurisse@gmail.com y te lo enviaré lo más pronto posible. PARTE I QUÉ SON LAS EMOCIONES ¿Te has preguntado alguna vez qué son las emociones y para qué sirven? En esta sección, trataremos el tema de cómo afecta a tus emociones tu mecanismo de supervivencia. A continuación, explicaremos qué es el ‘ego’ y qué influencia tiene sobre tus emociones. Por último, desvelaremos el mecanismo que se esconde tras las emociones y aprenderemos por qué puede ser tan difícil controlar las emociones negativas. 1 CÓMO AFECTA A TUS EMOCIONES TU MECANISMO DE SUPERVIVENCIA Por qué tendemos hacia la negatividad Tu cerebro está diseñado para la supervivencia, lo que explica por qué puedes leer este libro en este momento. Si lo piensas bien, las probabilidades de que nacieras eran extremadamente escasas. Para que ocurriera este milagro, todas las generaciones anteriores a ti tuvieron que sobrevivir lo suficiente para procrear. En su lucha por la supervivencia y la procreación, seguramente se enfrentaron a la muerte cientos o incluso miles de veces. Por suerte, al contrario que tus ancestros, lo más probable es que tú no tengas que enfrentarte a la muerte cada día. De hecho, la vida nunca había sido tan segura como ahora (en muchas partes del mundo). Sin embargo, tu mecanismo de supervivencia no ha cambiado demasiado. Tu cerebro sigue escaneando tu entorno en busca de potenciales peligros. En cierta manera, algunas partes de tu cerebro se han quedado obsoletas. Aunque ya no existe el peligro de que pueda comerte un depredador en cualquier momento, tu cerebro sigue dándole más importancia a los sucesos negativos que a los positivos. Por ejemplo, el miedo al rechazo es un ejemplo de la tendencia hacia la negatividad. En el pasado, ser rechazado de tu tribu reducía significativamente tus probabilidades de supervivencia. En consecuencia, hemos aprendido a buscar cualquier señal de rechazo, y esto ha quedado arraigado en nuestro cerebro. Actualmente, ser rechazado suele conllevar pocas o ninguna consecuencia sobre tu supervivencia a largo plazo. Puede que te odie todo el mundo y aun así sigas teniendo trabajo, una casa y comida de sobra en tu mesa, pero tu cerebro sigue estando programado para percibir el rechazo como una amenaza para tu supervivencia. Esta es la razón por la que el rechazo puede ser tan doloroso. Aunque sabes que la mayoría de los rechazos no tienen mucha importancia, no puedes evitar sentir dolor emocional. Si haces caso a tu mente, puedes crear todo un drama por un rechazo. Puedes pensar que no mereces el amor y obsesionarte con el rechazo durante días o incluso semanas. Aun peor, puedes sumirte en la depresión a causa de ese rechazo. De hecho, una sola crítica puede valer más que cientos de opiniones positivas. Este es el motivo por el que un autor con opiniones de 5 estrellas puede sentirse tan mal cuando recibe una opinión de 1 estrella. Aunque el autor entiende que la opinión de 1 estrella no supone ninguna amenaza para su supervivencia, su cerebro no lo percibe así. Más bien interpreta la opinión negativa como una amenaza a su ego, lo que desencadena una reacción emocional. El miedo al rechazo también puede hacer que dramatices en exceso los sucesos negativos. Si tu jefe te critica en el trabajo, tu cerebro puede entenderlo como una amenaza y puedes pensar, “¿Y si me despiden? ¿Y si no puedo encontrar otro trabajo y mi mujer me abandona? ¿Qué pasará con mis hijos? ¿Y si no los puedo volver a ver?” Aunque eres afortunado por contar con un mecanismo de defensa tan efectivo, también es tu responsabilidad distinguir entre las amenazas reales y las imaginarias. Para superar esta tendencia hacia la negatividad, tienes que reprogramar tu mente. Una de las capacidades más poderosas del ser humano es nuestra habilidad para utilizar nuestros pensamientos para dar forma a nuestra realidad e interpretar los sucesos de una manera que nos empodere. Este libro te enseñará cómo hacerlo. Actividad Práctica Completa el ejercicio correspondiente en el libro de ejercicios (Sección I. Qué son las emociones – I. Tendencia hacia la negatividad). Por qué el objetivo de tu cerebro no es hacerte feliz El objetivo principal de tu cerebro no es hacerte feliz, sino asegurar tu supervivencia. Por lo tanto, si quieres ser feliz, debes tomar el control de tus emociones en vez de suponer que serás feliz con ellas porque es tu estado natural. En la siguiente sección, veremos qué es la felicidad y cómo funciona. Cómo puede impedir tu felicidad la dopamina La dopamina es un neurotransmisor que, entre otras funciones, juega un papel esencial en recompensar ciertos comportamientos. Cuando se libera dopamina en áreas específicas de tu cerebro – los centros del placer – experimentas una sensación de euforia. Esto es lo que sucede cuando haces ejercicio, cuando haces apuestas, practicas sexo o disfrutas de una comida. Una de las funciones de la dopamina es asegurarse de que buscas comida para no morirte de hambre, y de que buscas compañero/a para reproducirte. Sin la dopamina, muchas especiesse habrían extinguido. ¿Está bastante bien, no? Bueno, sí y no. En el mundo actual, este sistema de recompensa se ha quedado obsoleto en muchos casos. Mientras que en el pasado la dopamina estaba ligada a nuestro instinto de supervivencia, hoy en día se puede generar una liberación de dopamina de forma artificial. Un buen ejemplo de este efecto son las redes sociales, que utilizan la psicología para hacer que pases todo el tiempo posible en ellas. ¿Te has dado cuenta de todas esas notificaciones que te llegan constantemente? Su función es generar una liberación de dopamina para que permanezcas conectado, ya que cuanto más tiempo pases conectado a una red social, más dinero gana ésta. Ver pornografía o apostar también induce una liberación de dopamina, lo que puede hacer que estas actividades se vuelvan muy adictivas. Por suerte, no estamos obligados a actuar cada vez que nuestro cerebro libera dopamina. Por ejemplo, no hace falta que revisemos constantemente nuestra sección de noticias de Facebook solo porque esto nos produce un placentero aumento de dopamina. La sociedad actual nos vende una versión de la felicidad que en realidad nos puede hacer infelices. En gran medida, nos hemos vuelto adictos a la dopamina porque los vendedores han descubierto formas efectivas de explotar nuestros cerebros. Recibimos múltiples dosis de dopamina durante el día y nos encanta. Sin embargo, ¿equivalen realmente a la felicidad? Peor aún, la dopamina puede crear verdaderas adicciones con consecuencias graves para nuestra salud. Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Tulane demostró que, cuando se les permitía autoestimular sus centros de placer a voluntad, los participantes lo hacían un promedio de cuarenta veces por minuto. ¡Preferían estimular sus centros de placer que comer, incluso renunciando a la comida cuando estaban hambrientos! El coreano Lee Seung Seop es un caso extremo de este síndrome. En 2005, Seop falleció tras jugar a un videojuego durante cincuenta y ocho horas seguidas sin apenas comer ni beber, y sin dormir. La investigación posterior concluyó que la causa de la muerte fue un fallo cardíaco debido al cansancio y la deshidratación. Seop tenía tan solo veintiocho años. Para tomar el control de tus emociones, es esencial entender el papel que juega la dopamina y cómo afecta a tu felicidad. ¿Eres adicto al teléfono móvil? ¿Vives pegado a la televisión? O quizás pasas demasiado tiempo jugando a videojuegos. La mayoría de nosotros somos adictos a algo. Para muchas personas, la adicción resulta obvia, pero para otras, es más sutil. Por ejemplo, puede que seas adicto a pensar las cosas en exceso. Para controlar mejor tus emociones, es importante conocer tus adicciones, ya que pueden robarte tu felicidad. El mito de “algún día lo haré” ¿Eres de los que piensan que algún día lograrán sus sueños y por fin serán felices? Es poco probable que esto suceda. Puede que logres cumplir tu sueño (eso espero), pero probablemente no vivirás ‘siempre feliz después de conseguirlo’. Esta es solo otra de las ilusiones que crea tu mente. Tu mente se aclimata rápidamente a nuevas situaciones, lo que probablemente es el resultado de la evolución y de nuestra necesidad de adaptarnos continuamente para sobrevivir y reproducirnos. Esta también es la razón por la que tu nuevo coche o tu nueva casa solo te harán feliz por un tiempo. Una vez que se acaba la emoción inicial, seguirás adelante para buscar tu nuevo objetivo. Este fenómeno se conoce como ‘adaptación hedónica’. Cómo funciona la adaptación hedónica Déjame compartir contigo un interesante estudio que probablemente cambiará tu forma de entender la felicidad. Este estudio, que fue llevado a cabo en personas que habían ganado la lotería y en personas parapléjicas, fue revelador para mí. Esta investigación, realizada en 1978, evaluó cómo afectaba a la felicidad el hecho de ganar la lotería o de convertirse en parapléjico. El estudio mostró que, un año después de cualquiera de los dos sucesos, ambos grupos eran igual de felices que antes de experimentarlo. Has leído bien, igual de felices (o de infelices). Puedes descubrir más sobre el estudio viendo el video Ted Talk de Dan Gilbert titulado ‘The Susprising Science of Happiness’ (‘La Sorprendente Ciencia de la Felicidad’). Puede que pienses que serás feliz ‘cuando lo consigas’. Sin embargo, tal y como nos muestra el estudio anterior sobre la felicidad, esto no es cierto. No importa lo que te ocurra. Una vez que te adaptes al nuevo suceso, volverás a tu estado predeterminado de felicidad. Así es como funciona tu mente. ¿Significa esto entonces que no puedes ser más feliz de lo que eres ahora? No. Lo que quiere decir es que, a largo plazo, los eventos externos que te pueden suceder tienen muy poco impacto sobre tu nivel de felicidad. De hecho, según Sonja Lyubomirsky, autora de ‘The How of Happiness’ (‘El Cómo de la Felicidad’), el cincuenta por ciento de nuestra felicidad está determinada por la genética; el cuarenta por ciento por factores internos; y solo el diez por ciento por factores externos. Estos factores externos incluyen si estamos solteros o casados, si somos ricos o pobres, y factores de influencia social similares. Esto sugiere que solo el diez por ciento de tu felicidad depende de factores externos, lo que seguramente es mucho menos de lo que pensabas. En conclusión: Tu felicidad depende de tu actitud hacia la vida, no de lo que te ocurre. Por ahora, hemos visto cómo tus mecanismos de supervivencia afectan negativamente a tus emociones y te impiden experimentar más alegría y felicidad en tu vida. En la siguiente sección aprenderemos más sobre el ego, pero primero aquí tienes una: Actividad Práctica Utiliza el libro de ejercicios para anotar las cosas que te aportan ‘inyecciones de dopamina’ (Sección I. Qué son las Emociones – 2. Felicidad) 2 QUÉ ES EL EGO Tu mecanismo de supervivencia no es el único factor que afecta a tus emociones. Tu ego también juega un papel esencial en determinar cómo te sientes. Por ello, para adquirir un mayor control sobre tus emociones, es fundamental que entiendas qué es el ego y cómo funciona. En primer lugar, vamos a definir a qué nos referimos con ego. Es habitual decir que alguien tiene un “gran ego”, refiriéndonos al ego como algo similar al orgullo. Aunque es cierto que el orgullo es una manifestación del ego, solo es una parte de él. Puede que no muestres ningún orgullo y parezcas una persona humilde y aun así estés controlado por tu ego. Así que, ¿qué es el ego? El ego se refiere a la identidad propia que has ido construyendo a lo largo de tu vida. ¿Cómo se ha creado esta identidad? Explicándolo de forma simple, el ego se ha creado a partir de tus pensamientos y, puesto que es una identidad creada por la mente, no tiene una realidad concreta. Los sucesos que te ocurren no tienen ningún significado en sí mismos. Solo adquieren un significado a través de la interpretación que les das. También puedes aceptar hechos sobre ti según las opiniones de la gente. Es más, te identificas con tu nombre, tu edad, tu religión, tus creencias políticas o tu trabajo de una forma similar. Esta identificación tiene sus consecuencias. Como veremos más adelante en este libro, los vínculos generan creencias, y estas creencias pueden llevarte a experimentar ciertas emociones. Por ejemplo, puedes sentirte ofendido cuando la gente critica tu religión o tus principios políticos. Ten en cuenta que, en este libro, nos referiremos al ego como tu ‘historia’ o ‘identidad’, utilizando estos términos de forma indistinta. ¿Eres consciente de tu ego? Tu comprensión de la forma en la que funciona tu ego depende de tu nivel de autoconciencia. La gente con menor nivel de conciencia ni siquiera sabe de la existencia del ego y, en consecuencia, vive subyugada por él. Por otra parte, la gente altamente consciente puede ver a través del ego. Entienden cómo funcionan las creencias y cómo el apego excesivo hacia un conjunto de creencias puede causar sufrimiento en su vida.En efecto, estos individuos se convierten en los dueños de su mente y viven en paz consigo mismos. Ten en cuenta que el ego no es ni bueno ni malo en sí mismo, solo es consecuencia de una falta de autoconciencia. Desaparece a medida que te das cuenta de que existe, puesto que el ego y la conciencia no pueden coexistir. La necesidad de tu ego de tener una identidad Tu ego es una identidad egoísta, que solo se preocupa de su propia supervivencia. Curiosamente, se parece mucho a tu cerebro en cuanto a la forma en la que funciona. Tiene su propio mecanismo de supervivencia y está dispuesto a hacer cualquier cosa para sobrevivir. Al igual que ocurre con tu cerebro, el objetivo principal del ego no es ni tu felicidad ni tu paz interior. Más bien al contrario, tu ego es persistente y nunca se calma. Quiere que seas ambicioso. Quiere que hagas, tengas y logres cosas maravillosas para que te conviertas en ‘alguien’ en la vida. Como ya hemos mencionado, tu ego necesita una identidad para existir. La manera en la que logra una identidad es a través de la identificación con objetos, personas, ideas o creencias. A continuación, vamos a repasar algunas de las cosas con las que se identifica tu ego para reforzar su identidad: Objetos físicos Al ego le gusta identificarse con los bienes materiales. No hace falta decir que esto es lo habitual en el mundo actual. Podríamos decir que el capitalismo y la sociedad de consumo en la que vivimos se han creado a partir del conjunto de egos de la sociedad, y esta es la razón por la que se han mantenido como modelo económico dominante en las últimas décadas. Los vendedores y empresarios entienden perfectamente la necesidad de la gente de identificarse con objetos materiales. Saben que la gente no solo compra un producto, sino que también compran las emociones o la historia ligada a ese producto. Muchas veces compras una ropa determinada o un coche en particular porque quieres contar una historia al mundo sobre ti mismo. Pongamos por caso que quieres mejorar tu estatus social, tu apariencia o expresar tu personalidad única y, en consecuencia, eliges los productos que más se asocien con estos ideales. Así es como funciona el ego. Utiliza los bienes materiales para crear un relato con el que te puedes sentir identificado. Esto no quiere decir que los objetos físicos sean malos per se. Solo es negativo cuando te sientes demasiado unido a las cosas, pensando que pueden hacerte sentir pleno – lo cual no es cierto. Tu cuerpo Mucha gente asocia su valía con su apariencia física. A tu ego le encanta fijarse en tu apariencia, ya que es con lo que te identificas más fácilmente. Lo malo es que cuando te asocias en exceso con tu apariencia física, tiendes a identificarte más fácilmente con el dolor físico y emocional. Lo creas o no, también es posible observar tu cuerpo sin ‘identificarte’ con él. Amigos/familiares El ego también genera su sentido de identidad a partir de tu relación con los demás. Al ego solo le interesa qué puedes conseguir de los demás. Dicho de otra forma, el ego crece cuando puede utilizar a otras personas para reforzar su identidad. Si eres honesto contigo mismo, te darás cuenta de que muchas de las cosas que haces son intentos de obtener la aprobación de los demás. Esperas que tus padres estén orgullosos de ti, que tu jefe te respete y que tu pareja te quiera. Ahora vamos a ver más en detalle cómo funciona el ego en las siguientes situaciones: Relaciones entre padres e hijos Los egos de algunos padres crean un fuerte vínculo y sentido de identificación con sus hijos. Esto se basa en la falsa creencia de que sus hijos son sus ‘posesiones’. Como resultado, intentan controlar las vidas de sus hijos y los ‘usan’ para vivir la vida que a ellos les hubiera gustado vivir cuando eran más jóvenes – esto se conoce como vivir indirectamente a través de tus hijos. Sucede en muchas familias. La próxima vez que veas a un jugador joven de fútbol o de baloncesto, fíjate en cómo reaccionan sus padres ante las jugadas. Intenta identificar qué padres están viviendo su vida de forma indirecta a través de sus hijos – son los que gritan más alto, y no solo para animar a su hijo. Esto puede ocurrir muchas veces de forma inconsciente. Parejas El sentimiento de necesitar a alguien también tiene mucho que ver con el ego. Anthony de Mello tiene una bonita manera de describirlo cuando dice: La soledad no se cura con la compañía humana. La soledad se cura entrando en contacto con la realidad y entendiendo por qué no necesitamos a otro. Una vez que te das cuenta de que en realidad no necesitas a nadie, puedes empezar a disfrutar de la compañía de los demás. Puedes verlos como realmente son en vez de estar intentando conseguir algo de ellos. Tus creencias Tu ego también se vale de las creencias para reforzar su identidad. En casos extremos, ciertas personas se sienten tan unidas a sus creencias que están dispuestas a perder la vida para protegerlas. Lo que es peor, están dispuestas a matar a la gente que no está de acuerdo con ellas. La religión es un ejemplo perfecto para ilustrar los peligros del apego excesivo a las creencias. El ego utilizará cualquier creencia para reforzar su identidad, sin importar que sean creencias religiosas, políticas o metafísicas. Otros elementos de identificación Déjame mencionar una lista de cosas (sin profundizar en ellas) de las que tu ego suele derivar su identidad: Tu cuerpo Tu nombre Tu género Tu nacionalidad Tu cultura Tu familia/amigos Tus creencias (políticas, religiosas, etc.) Tu relato personal (tu interpretación del pasado y tus expectativas sobre el futuro) Tus problemas (enfermedades, situación económica, mentalidad de víctima, etc.) Tu edad Tu trabajo Tu estatus social Tu rol (como empresario, empleado, amo de casa, padre, etc.) Bienes materiales (casa, coche, ropa, teléfono móvil, etc.) Tus deseos Las principales características del ego Aquí tienes una lista de las principales características del ego: El ego tiende a equiparar ‘tener’ con ‘ser’, y esta es la razón por la que el ego se identifica con los objetos. El ego vive en un mundo de comparaciones. A tu ego le gusta compararse con el ego de otros. Para el ego, nada es suficiente. Siempre quiere más. Más fama, más posesiones, más reconocimiento, etc. Para el ego, el valor de uno mismo suele depender de cómo te vean los demás. Tu ego necesita la aprobación de los demás para sentirse valorado. La necesidad del ego de sentirse superior Tu ego quiere sentirse superior a otros egos. Quiere destacar y necesita crear distinciones artificiales para conseguirlo. Aquí tienes algunas de las estrategias que utiliza: Aumentar su valor mediante las personas con las que te relacionas. Si tienes amigos famosos o importantes, tu ego se asociará con ellos para reforzar su identidad. Es por ello que a mucha gente le encanta contarle a los demás lo ricos, famosos o inteligentes que son sus amigos. Cotillear. La gente cotillea porque, de alguna manera, les hace sentirse diferentes y superiores. Este es el motivo por el que a algunas personas les gusta hablar mal de los demás a sus espaldas; les hace sentir superiores, como también a todos aquellos que estén en el grupo del cotilleo. Manifestar un complejo de inferioridad. Esto en realidad esconde un deseo de ser mejor que los demás. Sí, incluso en este caso, la gente quiere sentirse superior. Manifestar un complejo de superioridad. Esto oculta el miedo a no ser lo suficientemente bueno. Buscar la fama. La fama ofrece una ilusión de superioridad, por lo que mucha gente sueña con ser famosa. Tener razón. Al ego le encanta tener razón. Es la forma perfecta de reafirmar su existencia. ¿Te has fijado alguna vez en que todo el mundo, desde Adolf Hitler a Nelson Mandela, piensa que lo que está haciendo es lo correcto? Mucha gente cree que tiene razón. Pero, ¿podemos estar todos en lo cierto? Quejarse. Cuando la gente se queja, por definición creen que ellos tienen razón y los demás están equivocados. También es válido con losobjetos. ¿Alguna vez has dado algún golpe a la mesa o incluso la has insultado? Yo lo he hecho y la culpa era de la mesa por estar en el sitio equivocado, ¿o no? Llamar la atención. Al ego le gusta destacar. Le encanta el reconocimiento, los elogios y la admiración. Con el fin de llamar la atención, la gente puede realizar actividades tan dispares como cometer un crimen, llevar ropa estrafalaria o cubrir su cuerpo de tatuajes. El impacto del ego en tus emociones Entender cómo funciona tu ego puede ayudarte a controlar mejor tus emociones. Para ello, primero debes ser consciente de que tu historia actual es el resultado de un conjunto de identificaciones con personas, objetos o ideas. Estas identificaciones son el origen de muchas de las emociones negativas que experimentas a lo largo de tu vida. Por ejemplo: Cuando la vida no sigue tu propio relato personal te llevas una decepción. Cuando algo desafía una de tus creencias te sientes atacado y te pones a la defensiva. Resumiendo, muchas de tus emociones se basan en tu historia personal y en cómo percibes el mundo. Cuando cambies tu historia actual por una que te empodere – y que, al mismo tiempo, disminuya tu apego excesivo a las cosas materiales, las personas o las ideas – experimentarás más emociones positivas. Más adelante en este libro veremos cómo puedes cambiar la forma en la que interpretas los sucesos. Actividad Práctica 3 LA NATURALEZA DE LAS EMOCIONES Las emociones pueden ser complejas y engañosas. En esta sección, veremos en detalle cómo funcionan. Entendiendo el mecanismo subyacente a las emociones, serás capaz de controlarlas de manera más efectiva cuando aparezcan. Lo primero que tienes que entender es que las emociones vienen y van. Puedes sentirte feliz y al momento siguiente, sentirte triste. Aunque tienes cierto grado de control sobre tus emociones, debes reconocer que su naturaleza es impredecible. Si esperas sentirte feliz todo el tiempo, te estás condenando a ti mismo al fracaso. El peligro es que después te culpes a ti mismo por haber ‘fallado’ en tu objetivo de ser feliz o, aún peor, que te atormentes por ello. Para empezar a tomar el control de tus emociones debes aceptar que éstas son transitorias. Tienes que aprender a dejarlas pasar sin sentir la necesidad de identificarte fuertemente con ellas. Debes permitirte a ti mismo sentirte triste sin añadir comentarios o pensamientos tales como, ‘No debería estar triste’ o ‘¿Qué es lo que está mal en mí?’ En vez de eso, debes aceptar la realidad. Aunque seas fuerte mentalmente, en algún momento de tu vida vas a experimentar tristeza, pena o depresión – esperemos que no al mismo tiempo y que no sea de forma continuada. En ciertos momentos te sentirás decepcionado, traicionado, inseguro, resentido o avergonzado. Dudarás de ti mismo y dudarás de tu capacidad de ser la persona que quieres ser. Pero todo esto es normal y está bien, puesto que las emociones vienen pero, lo que es más importante, también se van. Tus emociones negativas no son malas ni inútiles Puede que te culpes por experimentar emociones negativas, o que te veas como una persona débil mentalmente. Incluso puedes llegar a creer que hay algo mal en ti. Sin embargo, a pesar de lo que diga tu voz interior, tus emociones no son malas. Las emociones son simplemente emociones. Nada más. Por ello, estar deprimido no te hace peor persona que hace tres semanas, cuando te sentías feliz. Sentirse triste en un momento determinado no significa que no vayas a ser capaz de reír nunca más. Recuerda esto: la forma en la que interpretas las emociones, así como el sentimiento de culpa, es lo que crea sufrimiento, no las emociones en sí mismas. De hecho, las emociones negativas pueden ayudarte. A veces, necesitas tocar fondo antes de alcanzar la cima. Incluso las personas más duras del mundo sufren depresión. Elon Musk nunca imaginó que caería en la depresión, pero la tuvo y salió de ella. Tras perder a su prometida, Abraham Lincoln estuvo deprimido durante meses. Este suceso trágico no le impidió llegar a ser presidente de los Estados Unidos. Las emociones negativas suelen tener un propósito. Pueden servir de alerta. Pueden ayudarte a aprender algo positivo de ti mismo. Por supuesto, cuando las estás sufriendo puede resultar difícil ver el lado bueno de las cosas pero, si las miras en retrospectiva, puedes darte cuenta de que las emociones – incluso las negativas – juegan un papel en tu éxito. El papel positivo de las emociones negativas Tus emociones no están aquí para hacer tu vida más difícil, sino para decirte algo. Sin ellas, no podrías crecer. Piensa en tus emociones negativas como en el equivalente emocional del dolor físico. Aunque odies sentir dolor, es probable que estuvieras muerto si no fueras capaz de sentirlo. El dolor te envía una señal poderosa de que algo está mal, impulsándote a realizar algún tipo de acción. Esta acción puede ser ir al médico, lo que puede llevarte a una operación quirúrgica, a cambiar tu dieta o a realizar más ejercicio. Sin el dolor físico, no habrías hecho ninguna de estas cosas y tu situación habría empeorado, con consecuencias que podrían llevarte a una muerte prematura. Las emociones funcionan de la misma manera. Te alertan sobre tu situación actual para que hagas algún cambio. Quizá necesitas dejar ir a ciertas personas, dejar tu trabajo o dejar atrás una historia que crea sufrimiento en tu vida. La naturaleza efímera de las emociones No importa cuán deprimido estés, cuánta pena estés experimentando o qué tan mal te sientas en un determinado momento, todo acaba pasando. Repasa algunas de las emociones negativas que has experimentado en el pasado. Recuerda los peores momentos de tu vida. Durante estos momentos tan difíciles, probablemente te hayas sentido tan abrumado por tus emociones que has pensado que nunca podrías escapar de ellas. No podías imaginarte volver a ser feliz. Pero incluso estos episodios llegaron a su fin. Al final, las nubes se disiparon y volviste a brillar de nuevo. Tus emociones vienen y van. Tu depresión se irá, tu tristeza desaparecerá y tu enojo se desvanecerá. Ten en cuenta que si experimentas las mismas emociones de forma repetida, probablemente significa que tienes pensamientos que no te empoderan y que necesitas cambiar algo en tu vida. Hablaremos sobre este tema más adelante. Si sufres de depresión crónica o severa, es recomendable que visites a un especialista. La complejidad de las emociones ¿Alguna vez has sentido que nunca volverás a ser feliz? ¿En alguna ocasión te has sentido tan atrapado por tus emociones que pensabas que nunca desaparecerían? No te preocupes, son sentimientos habituales. Las emociones negativas actúan como un filtro que contamina la calidad de tus experiencias. Durante un episodio negativo, cada experiencia se percibe a través de este filtro. Aunque el mundo exterior es el mismo, lo vivirás de una manera completamente diferente en función de cómo te sientes. Por ejemplo, cuando estás deprimido no disfrutas de la comida que estás comiendo, de la película que estás viendo o de las actividades que realizas. Solo ves la parte negativa de las cosas, te sientes atrapado y con poco poder. Por el contrario, cuando estás de buen humor, todo parece mejor. La comida sabe deliciosa, eres amable con los demás y disfrutas de todo lo que haces. Puedes pensar que, armado con el conocimiento que vas a adquirir con este libro, no volverás a sentirte deprimido nunca más. ¡Incorrecto! Seguirás experimentando tristeza, frustración, depresión o resentimiento pero, con suerte, cada vez que esto ocurra, te volverás más y más sabio, recordando que esto también pasará. Tengo que admitir que a menudo me siento atrapado por mis emociones. Aunque soy consciente de que yo no soy mis emociones, sigo dándoles mucha importancia y me cuesta darme cuenta de que solo son visitantes temporales. Lo que es más importante, me cuesta recordar que no son yo. Las emociones surgen y desaparecen, pero yo permanezco. Una vez que pasa la tormentaemocional, suelo sentirme idiota por haberme tomado mis emociones tan en serio. ¿Te ha pasado a ti esto alguna vez? Curiosamente, los factores externos pueden no ser – y habitualmente no son – la causa directa de un cambio repentino en tu estado emocional. Puedes encontrarte en la misma situación, con el mismo trabajo, la misma suma de dinero en el banco y tener los mismos problemas de siempre y, sin embargo, experimentar estados emocionales radicalmente distintos. De hecho, si miras hacia atrás y recuerdas tu pasado, esto es lo que suele suceder. Lo habitual es sentirte deprimido durante unas horas o unos pocos días, antes de volver a tu estado emocional predeterminado. Durante este periodo de estrés emocional, tu entorno no cambia. La única cosa que cambia es tu diálogo interno. Te animo a que hagas un esfuerzo consciente para reconocer cuándo te ocurren estos eventos y empezar a entender lo engañoso de tus emociones. Puede que quieras ir más allá y anotar estos sucesos en un diario. Al hacerlo, adquirirás un mayor conocimiento de cómo funcionan las emociones y, como resultado, tendrás más herramientas para controlarlas. El poder malvado de las emociones Una emoción suele representar un patrón de pensamiento fuertemente amplificado y, debido a su alta energía, no resulta sencillo inicialmente mantenerse lo suficientemente estable como para verlo. Quiere tomar el control, y normalmente lo consigue – a no ser que tu presencia sea más fuerte. — ECKHART TOLLE, E, PODER DEL AHORA. Las emociones negativas son como un hechizo. Mientras te encuentras bajo su influencia, liberarte de ellas parece imposible. Puede que sepas que darle vueltas a los mismos pensamientos no sirve de nada, pero aun así no puedes evitar seguir pensando en ellos. Sientes algo que te empuja hacia ellos, sigues identificándote con estos pensamientos y cada vez te sientes peor y peor. Cuando esto ocurre, ningún argumento racional parece surtir efecto. Cuanto mejor encajen estas emociones con tu historia personal, mayor será el poder de este círculo vicioso. Por ejemplo, si crees que no eres lo suficientemente bueno en algo, puedes experimentar emociones negativas como la culpa o la vergüenza cada vez que te juzgas y consideras que lo que haces ‘no es lo suficientemente bueno’. Debido a que ya has experimentado muchas veces estas emociones anteriormente, se acaban convirtiendo en una respuesta automática. Para más información sobre cómo funciona el proceso de identificación con las emociones, consulta la sección “Identificación”. El poder de filtrado de las emociones Tu estado emocional puede afectar drásticamente a tu visión de la vida, haciendo que actúes y te comportes de forma diferente. Cuando te encuentras en un estado positivo, tienes más energía disponible. Esto te aporta: Más confianza en todo lo que haces La posibilidad de considerar nuevas acciones que podrían mejorar tu vida La capacidad de salir de tu zona de confort Más capacidad emocional para perseverar en situaciones difíciles Mejores ideas y una mayor creatividad, y Un acceso más sencillo a emociones positivas similares a las que estás experimentando. Por el contrario, cuando tu mente se encuentra en un estado emocional negativo, tienes menos energía, y esto se traduce en: Una falta de confianza que afecta todo lo que haces Una falta de motivación que reduce el abanico de acciones que estás dispuesto a realizar Reticencia a aceptar nuevos desafíos que te saquen de tu zona de confort Una reducción en la habilidad de perseverar ante situaciones negativas, y Propensión a atraer pensamientos negativos que se encuentren en el mismo rango emocional de tus emociones actuales. A continuación, vamos a ver un ejemplo en la vida real. Ejemplo de la vida real: Déjame compartir contigo un ejemplo real de mi propia vida. Ambos casos sucedieron bajo las mismas condiciones externas. La única diferencia entre ellos fue mi estado emocional. Caso I – Sentirme emocionado por mi negocio online Más confianza en todo lo que hacía: sentía que mis ideas eran buenas. Estaba ilusionado por trabajar en mis libros y con ganas de escribir artículos. Estaba abierto a compartir mi trabajo y a promoverlo. Apertura para considerar nuevas líneas de acción: estaba abierto a nuevas ideas y a trabajar en nuevos proyectos. Pensaba en formas de colaborar con otros autores y en empezar a desarrollar un nuevo programa de ayuda para ofrecerlo a mi audiencia. Capacidad para salir de mi zona de confort: se volvió más fácil para mí salir de mi zona de confort. Me sentía con ganas de contactar con gente nueva o de publicar vídeos en directo en Facebook, por ejemplo. Más capacidad emocional para perseverar: continuaba con mis proyectos aun en los momentos en los que me faltaba motivación. Mejores ideas y más creatividad: estaba abierto a nuevas ideas. Se me podían ocurrir nuevas ideas para futuros libros, artículos u otros proyectos creativos. Acceso más sencillo a otras emociones positivas: mi estado de ánimo atraía más emociones positivas, mientras que mi mente rechazaba los pensamientos negativos más fácilmente, renunciando a identificarse con ellos. Caso II – Sentirme deprimido por mi falta de resultados Una falta de confianza: empecé a dudar de mí mismo y de todos los proyectos en los que estaba trabajando. De repente, todo lo que hacía me parecía inútil o ‘no lo suficientemente bueno’. Pensamientos como ‘¿Para qué sirve lo que estoy haciendo?’, ‘No voy a conseguirlo’, o ‘Soy un estúpido’, cruzaban mi mente. No hace falta decir que difundir mi trabajo se convertía en un desafío. Una falta de motivación: no me apetecía hacer nada. Estaba abrumado por los pensamientos negativos y era incapaz de escapar de ellos. Tenía los mismos pensamientos una y otra vez, repitiéndose como un disco rayado. Parecían tan reales que nublaban todas mis experiencias. Una dificultad para enfrentarse a nuevos desafíos: me quedaba poca energía para salir de mi zona de confort y dedicarme a proyectos difíciles. Una capacidad reducida para perseverar: me resultaba difícil acabar mis tareas y postergaba los trabajos en los que ‘debería’ estar trabajando. Propensión a atraer pensamientos negativos: cada vez atraía más y más pensamientos negativos. Aunque esos pensamientos no se me hubieran pasado por la mente nunca antes, ahora aparecían y permanecían en ella fácilmente. Al sentirme identificado con esos pensamientos, generaba más emociones negativas. Ambos casos me ocurrieron hace solo unos pocos días atrás. El entorno externo era exactamente el mismo, pero mi estado emocional era radicalmente diferente y me llevaba a tomar diferentes acciones. El magnetismo de las emociones Tus emociones actúan como imanes. Atraen pensamientos de la misma ‘onda’. Esta es la razón por la que cuando te encuentras en un estado negativo atraes fácilmente otros pensamientos negativos y, al aferrarte a estos pensamientos, solo empeoras la situación. Como dijo Eckhart Tolle en El Poder del Ahora: A menudo se crea un círculo vicioso entre tus pensamientos y tus emociones: cada uno alimenta al otro. El patrón de pensamiento crea un reflejo amplificado de sí mismo en forma de emociones, y la frecuencia de vibración de las emociones sigue alimentando el patrón de pensamiento original. A continuación, vamos a ver qué puedes hacer para liberarte de este poder de atracción. Romper el poder de atracción de las emociones Imaginemos que has tenido un mal día en el trabajo y estás de mal humor. El estado negativo en el que te encuentras hace que atraigas más pensamientos negativos. De repente, empiezas a fijarte en que sigues soltero a los treinta años y empiezas a atormentarte por ello. Después, te culpas por tener sobrepeso. También te acuerdas de que tienes que ir a la oficina el próximo sábado y eso te recuerda que tu trabajo es horrible. ¿Has visto lo fácil que es atraer pensamientos negativos cuando te sientes mal? Para evitar que esto ocurra, es esencial que elimines la costumbre de agrupar pensamientos negativos.Ejemplo de la vida real: Tengo problemas en la rodilla, lo que me impide practicar muchos deportes. Puesto que siempre me han encantado los deportes, estas lesiones me han causado un dolor emocional. Por suerte, no suelo sentir dolor en mis rodillas, pero, cuando me ocurre, desencadena emociones negativas. Un día, mientras estaba fijándome en mi proceso de pensamiento – todos tenemos hobbies, ¿no es así? – me di cuenta de que sentir dolor en mis rodillas afectaba negativamente a mi humor, desencadenando más emociones negativas en un bucle de retroalimentación de pensamientos negativos. El dolor me hacía fijarme en todas las cosas que iban mal, desde mi trabajo hasta mi vida personal. Como resultado, experimentaba emociones negativas durante horas, o incluso días. Lo que quiero decir es que, sin importar lo fantástica que sea tu vida, si dedicas la mayor parte del tiempo a centrarte en tus problemas, acabarás sintiéndote deprimido. Por ello, para reducir las emociones negativas, tienes que aprender a separar las cosas que te ocurren. No dejes que tu mente dramatice agrupando sucesos que no están relacionados entre sí. Esto solo hará que te sientas peor. En su lugar, recuerda que las emociones negativas solo existen en tu mente. Si los consideras por separado, la mayoría de tus problemas no son tan importantes, y no hay ninguna regla que diga que debes solucionarlos todos a la vez. Empieza a fijarte en cómo te sientes. Registra tus emociones negativas. Fíjate qué las desencadena. Cuanto más hagas esto, descubrirás más patrones. Por ejemplo, si te encuentras triste durante un par de días, plantéate las siguientes preguntas: ¿Qué ha desencadenado mis emociones? ¿Qué las ha alimentado durante estos días? ¿Qué historia estoy contándome a mí mismo? ¿Cómo y cuándo he caído en esta depresión? ¿Qué puedo aprender de este suceso? Responder a estas preguntas tendrá un valor incalculable y te ayudará a lidiar con problemas similares en el futuro. La accesibilidad a tus emociones Previamente, hemos visto cómo atraes pensamientos negativos que concuerden con tu estado emocional. Lo contrario también es cierto. No puedes atraer pensamientos que no estén en sincronía con cómo te sientes en un momento determinado. Incluso si intentas pensar cosas positivas, tu mente no estará receptiva a ellas. Es por esto que durante los periodos de tristeza, aunque pueden pasarte por la cabeza pensamientos positivos, no eres capaz de sentirte identificado con ellos y no puedes cambiar tu estado emocional. Tu estado emocional ¿Alguna vez te han dicho que te animes cuando sientes dolor, o que expreses gratitud cuando estás deprimido? ¿Te ayudó en algo? Probablemente no. Esto sucede porque el estado emocional en el que estabas no te permitía acceder a estas emociones. En su libro, Pide y Se Te Dará, Esther y Jerry Hicks ofrecen un modelo para explicar cómo están conectados los rangos emocionales y cómo podemos subir por la escalera desde las emociones negativas a las positivas. Por ejemplo, en este modelo, la depresión o la desesperanza se encuentran en la parte baja de la escalera, seguidas por la rabia. Esto quiere decir que, cuando te sientes deprimido, los signos de rabia indican que estás subiendo por la escalera de las emociones. Tiene sentido. Cuando estás enfadado tienes más fuerzas que cuando estás deprimido, ¿no? Recientemente, después de haberme sentido deprimido durante un tiempo, empecé a sentir rabia. Por alguna razón, estaba cansado de las historias y excusas que recorrían mi mente, y utilicé esta rabia para completar las tareas que había estado evitando hasta el momento. Como resultado, fui capaz de tomar impulso y subir por la escalera de las emociones. Cuando experimentes emociones negativas, fíjate en las emociones que te aportan más energía. Las emociones ‘negativas’ como la rabia pueden ayudarte a superar emociones aún más negativas, como la desesperación. Solo tú sabes cómo te sientes. Por lo tanto, si te sientes mejor sintiendo rabia, acéptalo. Las emociones y el sufrimiento mental ¿Sabías que creas mucho sufrimiento innecesario a lo largo de tu vida? Cada vez que te aferras a un pensamiento o que no dejas ir una emoción, estás sufriendo. Un buen ejemplo de esto es cómo reaccionas al dolor físico. Cuando sientes dolor, la primera reacción es interpretarlo. Al hacerlo, generas pensamientos negativos. Tu identificación con estos pensamientos es lo que crea el sufrimiento mental. A continuación, resumo algunos de los pensamientos que pueden cruzar tu mente en estas situaciones: ¿Y si el dolor nunca desaparece? ¿Y si ya no puedo hacer X, Y, Z nunca más a causa del dolor? ¿Y si empeora? ¿Qué pasará si necesito que me operen? ¿Qué ocurrirá si ya no puedo volver al trabajo? Tengo un proyecto importante que debo acabar a tiempo Con este dolor, el día de hoy va a ser un reto No tengo dinero. ¿Cómo voy a pagar los gastos en medicinas y médicos si empeoro? Este diálogo interno genera sufrimiento, pero no hace nada para ayudar a solucionar el problema. Puedes seguir viviendo con normalidad y tomar las decisiones adecuadas sin caer en ninguna de las preocupaciones anteriores. Las emociones negativas no son el problema, pero el sufrimiento mental que generas a partir de estas emociones sí lo es. Otro ejemplo del sufrimiento mental es la procrastinación. ¿Alguna vez has estado aplazando el comienzo de una tarea durante días o semanas y, una vez que la has terminado, te has dado cuenta de que no era para tanto? A mí me ha pasado. ¿Qué fue lo más agotador, la tarea en sí o el tiempo que pasaste preocupándote por ella? O quizás no has dormido lo suficiente y aun así sigues diciéndote a ti mismo que el día de hoy va a ser duro. Solo de pensar todas las cosas que tienes que hacer, ya te sientes exhausto. Los psicólogos han demostrado que el sufrimiento mental es lo que consume la mayor parte de tu energía. Después de todo, sentarte en tu escritorio todo el día no debería ser tan agotador, aunque muchos de nosotros nos sentimos cansados al final del día. En su libro, Cómo Dejar de Preocuparse y Comenzar a Vivir, Dale Carnegie escribió lo siguiente: Uno de los psiquiatras más prestigiosos de Estados Unidos, el Dr. A. A. Brill, va aún más lejos. Él declara, “El cien por ciento del cansancio del trabajador sedentario con una buena salud se debe a factores psicológicos, es decir, factores emocionales. La gente se causa una cantidad desorbitada de sufrimiento a sí misma. Cuando progreses con la lectura de este libro, te darás cuenta de lo inútil de esta actividad. Te darás cuenta de la gente a tu alrededor lamentándose por un pasado que no pueden cambiar. Verás a tus familiares y amigos preocupándose por un futuro impredecible. Serás testigo de los pensamientos repetitivos de la gente, dando vueltas para luchar contra un problema que solo existe en sus mentes. Durante miles de años, los pensadores nos han dicho que los problemas están en nuestra mente. Nos han invitado repetidamente a mirar dentro de nosotros. Sin embargo, ¿cuánta gente los ha escuchado? Muchos de nosotros nos volvemos adictos a nuestros problemas. En vez de dejarlos marchar, nos quejamos, jugamos a ser la víctima, culpamos a otras personas, o hablamos sobre nuestros problemas sin hacer nada para solucionarlos. Para reducir este sufrimiento mental, debemos renunciar a interpretar nuestras emociones de una forma negativa y que no nos está empoderando. Por qué los problemas no existen Si vamos un paso más allá y miramos la realidad de forma objetiva, podemos decir que los problemas, en realidad, no existen. Aquí tienes los motivos: Aquello en lo que no te enfocas no existe: un problema solo existe si le prestas atención. Desde la perspectiva de tu mente, aquello a lo que no dedicas ni un solo pensamiento no existe. Pongamos un ejemplo hipotético. Imagina que has perdido tus piernas. Si aceptas este hecho inmediatamente y renuncias a pensar en él, no existirá ningún problema ni sufrimiento mental. Simplemente vivirás en la realidad (obviamente,esto no suele ocurrir así). Los problemas existen solo en ciertos momentos: un problema solo puede existir en el pasado o en el futuro. Y, ¿dónde residen el pasado y el futuro? En tu mente. Para reconocer un problema como tal, utilizas tus pensamientos, y estos pensamientos se refieren al pasado o al futuro, no al momento presente. Un problema necesita ser clasificado como tal para existir realmente: un problema solo existe cuando interpretas una determinada situación como un problema. Si no, el problema no existe. Este concepto puede ser difícil de entender al principio, pero es una teoría fundamental. En la siguiente sección, veremos cómo afectan distintos componentes a tus emociones. Actividad Práctica Explora la naturaleza de las emociones usando el libro de ejercicios (Sección I. Qué son las Emociones – 4. La naturaleza de las emociones). PARTE II QUÉ AFECTA A TUS EMOCIONES Tu mente opera según el famoso principio de la computación GIGO – si lo que entra es basura, saldrá basura (garbage in, garbage out). Si te comportas, hablas y piensas como si estuvieras enfermo, al final vas a ponerte enfermo. Si te comportas, hablas y piensas bien, el resultado va a ser bueno. — OM SWAMI, UN MILLÓN DE PENSAMIENTOS. Las emociones son complejas, y diversos factores influyen en cómo te sientes. En esta sección, veremos algunos de los elementos que afectan a aquello que dirige tus emociones. La buena noticia es que tienes algo de control sobre ellos. Si excluimos las reacciones emocionales espontáneas que surgen de tu mecanismo de supervivencia, la mayoría de las emociones las generas tú mismo. Surgen de tu manera de interpretar los pensamientos o los sucesos. Sin embargo, éstos no son los únicos elementos que afectan a tu estado emocional. Tu cuerpo, tu voz, la comida que comes o cuánto duermes también juegan un papel en determinar la calidad de tus emociones y, por tanto, la calidad de tu vida. Vamos a ver cómo afectan a tus emociones cada uno de estos elementos. 4 EL IMPACTO DEL SUEÑO EN TU HUMOR La calidad de tu sueño y cuánto duermes afecta a tu estado emocional. Probablemente has experimentado los efectos secundarios de la falta de sueño en ti mismo. Quizá te has sentido malhumorado, incapaz de concentrarte, desanimado o has tenido problemas para controlar las emociones negativas. La falta de sueño puede afectar a tu humor de muchas maneras diferentes. Según una encuesta realizada en personas que sufrían ansiedad o depresión, la mayoría de los encuestados señalaron que dormían menos de seis horas al día. La falta de sueño también aumenta el riesgo de mortalidad. Un estudio realizado en 2016 por investigadores de una organización sin ánimo de lucro denominada RAND Europe, calculó que las personas que dormían menos de seis horas al día tenían un treinta por ciento más de riesgo de mortalidad que las personas que dormían entre siete y nueve horas. Este mismo estudio reveló que la falta de sueño tenía un costo estimado de 411 billones de dólares al año en la economía de Estados Unidos. Curiosamente, la falta de sueño también parecía reducir la capacidad de las personas para disfrutar de las experiencias positivas. Un estudio mostró que las personas que dormían lo suficiente sentían un efecto positivo al tener estas experiencias, mientras que este efecto no se generaba en las personas con privación de sueño. Cómo mejorar la calidad de tu sueño Hay muchas maneras de mejorar la calidad de tu sueño. Vamos a repasar algunas de ellas: Asegúrate de que tu habitación está a oscuras. Muchos estudios muestran que, cuanto más oscura es la habitación, mejor tendemos a dormir. Si tu habitación no está totalmente a oscuras, ¿qué puedes hacer? Puedes probar a dormir con antifaz, o poner cortinas que impidan el paso de la luz. Evita utilizar dispositivos electrónicos antes de dormir. Esto incluye teléfonos inteligentes, tabletas, televisiones y aparatos similares. Según SleepFoundation.org, “Los estudios demuestran que incluso los dispositivos electrónicos más pequeños emiten suficiente luz como para confundir al cerebro y hacer que nos desvelemos. Los adultos estamos sujetos a estas influencias y los niños son particularmente susceptibles”. Un estudio de 2014 publicado en PNAS mostró que la melatonina, una sustancia química que ayuda a regular los patrones de sueño, se encontraba reducida en un cincuenta por ciento en los participantes que leían libros electrónicos frente a los que leían libros convencionales. Estos individuos tardaban diez minutos más en quedarse dormidos y perdían diez minutos de sueño profundo (este proceso se lo conoce como sueño paradójico o fase REM, por sus siglas en inglés). Los participantes también afirmaban sentirse menos despejados por las mañanas. Aunque tus dispositivos tengan una opción de modo nocturno, aún pueden causar un impacto negativo en tu sueño, pero lo mejor es que compruebes por ti mismo si este modo nocturno tiene algún impacto en tus patrones de sueño. Si estás obligado a utilizar dispositivos electrónicos por la noche, considera ponerte unas gafas que filtren la luz azul que emiten las pantallas. Lo mejor es usar estas gafas durante unas horas antes de irse a dormir. Relaja tu mente. Si eres como yo, probablemente tengas todo tipo de pensamientos en la mente a la hora de irse a dormir. Yo tengo tendencia a sentirme emocionado con nuevas ideas o con cosas que quiero hacer. En consecuencia, a menudo siento que hay muchas cosas que podría haber hecho durante el día y que no he podido completar, y estos pensamientos hacen que me cueste quedarme dormido. Aparte de apagar los dispositivos electrónicos antes de irme a la cama, he descubierto que escuchar música tranquila me ayuda. Leer un libro en papel también me ayuda a relajarme (siempre que no me sienta demasiado emocionado con el libro, lo que a veces me ocurre). Evita beber demasiada agua dos horas antes de dormir. Esto es bastante obvio pero vale la pena mencionarlo. Si te despiertas en mitad de la noche porque tienes que ir al baño, tu patrón de sueño va a alterarse. Probablemente, esto hará que te sientas más cansado al día siguiente. Crea una rutina para irte a dormir. Este simple hecho te ayudará a quedarte dormido más fácilmente. Lo mejor es intentar irse a la cama a la misma hora todas las noches, incluyendo los fines de semana. Si te gusta salir de fiesta durante el fin de semana y quedarte despierto hasta tarde, esto te parecerá un desafío, pero te animo a intentarlo y ver qué tal te va. Seguir una rutina nocturna también te ayudará a continuar con tu rutina matutina. Te será más fácil despertarte por la mañana a la misma hora sin sentirte cansado si sigues una rutina tanto de noche como por la mañana. Si sales de noche y te acuestas tarde los fines de semana, lo que puedes hacer es seguir levantándote temprano durante el fin de semana y dormir un par de siestas durante el día si es necesario. Si tienes problemas para dormir bien, intenta aplicar alguno de los consejos que acabamos de mencionar. El mejor consejo que puedo darte es que sigas probando diferentes estrategias hasta que descubras cuál funciona mejor para ti. 5 UTILIZAR TU CUERPO PARA CAMBIAR TUS EMOCIONES Nuestros cuerpos cambian nuestras mentes, nuestras mentes cambian nuestro comportamiento y nuestro comportamiento cambia nuestros resultados. — AMY CUDDY, PSICÓLOGA SOCIAL. Lenguaje corporal y postura del cuerpo Puedes alterar la forma en la que te sientes cambiando tu lenguaje corporal y tu postura. Cuando te sientes seguro o feliz, expandes tu cuerpo, y te haces más grande. ¿Te has dado cuenta de cómo los hombres ponen recta su espalda, expanden su pecho y esconden la barriga cuando ven a una mujer atractiva? Este es un comportamiento inconsciente diseñado para demostrar confianza y poder (de la misma manera que los gorilas se golpean el pecho). En uno de sus experimentos, Amy Cuddy, una psicóloga social de la Escuela de Negocios de Harvard, mostró que los participantes que adoptaban una postura de mayor poderdurante tan solo dos minutos, mostraban características similares a las personas poderosas y con confianza en sí mismas. En concreto, ella detectó los siguientes cambios hormonales. Tras adoptar una postura de poder durante dos minutos: La testosterona aumentaba un 25% El cortisol se reducía un 10%, y La tolerancia al riesgo aumentaba, con un 86% de los individuos dispuestos a participar en un juego de azar. Tras adoptar una postura de poco poder durante dos minutos: La testosterona disminuía un 10% El cortisol se incrementaba en un 15% y La tolerancia al riesgo disminuía, con solo el 60% de los individuos dispuestos a participar en un juego de azar. Como puedes ver, realmente puedes cambiar la forma en la que te sientes simplemente modificando tu postura corporal o tu expresión facial. Es lo que alguna gente denomina “fíngelo hasta que lo consigas”. Por ejemplo, puedes sonreír de forma forzada para hacerte sentirte más feliz. Y a la inversa, puedes causar un impacto negativo en tu humor e incluso una depresión modificando tu postura corporal. David K. Reynolds, en su libro Vida Constructiva, explica cómo cambió su identidad por su alter ego, David Kent, y creó un paciente depresivo y suicida. Su objetivo era ser aceptado como paciente anónimo en varias instituciones psiquiátricas para evaluarlas desde adentro. No es que simulara la depresión, él estaba realmente deprimido. Las pruebas psicológicas lo demostraron. Aquí tienes el testimonio de cómo generó la depresión: La depresión puede crearse sentándose encorvado en una silla, con los hombros caídos, la cabeza mirando al suelo. Repite las siguientes palabras una y otra vez: “No hay nada que nadie pueda hacer. Nadie puede ayudarme. No hay esperanza. Nadie puede ayudarme. Renuncio”. Sacude tu cabeza, solloza, llora. En general, actúa como si estuvieras deprimido y el sentimiento auténtico aparecerá con el tiempo. Los beneficios del ejercicio Según Michael Otto, profesor de piscología en la Universidad de Boston, “No hacer ejercicio cuando te sientes mal es como no tomarte una aspirina cuando te duele la cabeza”. Cuando llegó el momento en el que ‘David Kent’ tenía que volver a ser David K. Reynolds, ¿qué crees que tuvo que hacer? Necesitaba cambiar su postura corporal. Algo fácil de decir pero difícil de hacer cuando tienes una depresión como la suya. Por supuesto que él lo sabía mejor que nadie. Aun así, tuvo que obligarse a sí mismo a ser físicamente activo, aunque no quisiera. A medida que aumentaba su actividad física e iba estando más ocupado, se fue sintiendo cada vez mejor hasta que se recuperó por completo. La historia de David Kent muestra que practicar ejercicio de forma regular mejora no solo nuestro físico y nuestra salud, sino también nuestro humor. Los estudios muestran que el ejercicio puede tratar depresiones leves y moderadas de forma tan efectiva como los fármacos antidepresivos. En uno de los estudios, James Blumenthal, un psicólogo clínico de la Universidad de Duke, asignó a los adultos sedentarios con trastornos depresivos mayores a uno de estos cuatro grupos: ejercicio supervisado, ejercicio en casa, terapia con antidepresivos y placebo. Después de cuatro meses, Blumenthal observó que los pacientes en los grupos de ejercicio y de antidepresivos presentaban las mayores tasas de remisión. En sus conclusiones, él afirmó que el ejercicio tenía más o menos los mismos efectos que los antidepresivos. Cuando realizó el seguimiento de los pacientes un año después, Blumenthal descubrió que aquellos que seguían practicando ejercicio de forma regular presentaban menores niveles de depresión que aquellos que solo hacían ejercicio de forma esporádica. El ejercicio parecía no solo ayudar a tratar la depresión, sino también a prevenir las recaídas. Así que cuando se trata de dominar tus emociones, asegúrate de que incluyes el ejercicio en tu vida. Por suerte, no hace falta que corras quince kilómetros al día para disfrutar de los beneficios del ejercicio. Simplemente caminar treinta minutos al día, durante cinco días a la semana, puede hacer maravillas. Según una investigación publicada en PLoS Medicine, dos horas y media de ejercicio moderado a la semana pueden añadir tres años y tres meses a tu esperanza de vida. Otro estudio realizado en Dinamarca con cinco mil personas mostró que los individuos que practicaban ejercicio con regularidad vivían entre cinco y siete años más que los que eran sedentarios. Respecto a los beneficios del ejercicio en tu humor, existen tanto beneficios inmediatos como a largo plazo. El profesor de psicología Michael Otto afirma que, normalmente, puedes notar un efecto de mejoría en tu humor en los primeros cinco minutos de estar practicando un ejercicio moderado. Y, como acabamos de ver, el ejercicio regular mejora tu salud mental a largo plazo y puede ser tan efectivo como los antidepresivos. ¿Y tú? ¿Qué actividad vas a realizar para mejorar tu salud física y mental? 6 UTILIZAR TUS PENSAMIENTOS PARA CAMBIAR TUS EMOCIONES Te conviertes en aquello en lo que estás pensando durante todo el día. — RALPH WALDO EMERSON, ENSAYISTA Y POETA. Tus pensamientos definen quién eres y construyen tu realidad. Esta es la razón por la que debes canalizar tus pensamientos hacia lo que quieres, no hacia lo que no quieres. Como dice el experto en éxito Brian Tracy, “La clave del éxito reside en enfocar nuestra mente consciente en las cosas que deseamos, no en las cosas que tememos.” Los beneficios de la meditación En el Budismo, a menudo se hace referencia a la mente como la “mente de los monos”, debido a que los budistas creen que los pensamientos humanos se parecen a monos saltando incansablemente de un árbol a otro. La meditación ayuda a calmar a esos “monos”. Mientras meditas, te vuelves consciente del flujo incesante de pensamientos que aparecen en tu mente. Con la práctica, aprenderás a distanciarte de tus pensamientos, reduciendo su poder y su influencia. Como resultado, experimentarás menos emociones negativas y te sentirás más en paz contigo mismo. Los beneficios de la visualización ¿Sabías que el subconsciente no puede distinguir claramente las experiencias reales de las falsas? Esto significa que puedes engañar a tu mente simulando las experiencias deseadas mediante la visualización. Cuantos más detalles visualices, más le parecerá a tu cerebro que la experiencia es real. Utilizando la visualización para generar sentimientos positivos como la gratitud, la ilusión o la alegría, puedes condicionar tu mente para experimentar emociones más positivas, como veremos con más detalle en la sección “Condicionar tu mente”. 7 UTILIZAR TUS PALABRAS PARA CAMBIAR TUS EMOCIONES Tus palabras tienen más impacto en tus pensamientos y tu comportamiento de lo que podrías imaginar. Puesto que tus pensamientos, palabras y emociones están interconectados, se influencian unos a otros. Por ejemplo, cuando te falta confianza en ti mismo, tiendes a utilizar ciertas palabras o expresiones como “Lo intentaré”, “Espero que”, “Deseo que”. Por el contrario, utilizar determinadas palabras puede hacerte sentir menos seguro de ti mismo. Pero esto también significa que puedes aumentar tu confianza utilizando palabras o expresiones como “Lo haré”. Por ejemplo, decir “Cambiaré de profesión” o “Completaré este proyecto a final de mes”, te harán sentir más seguro de ti mismo que si dices “Espero poder cambiar de trabajo” o “Intentaré terminar este proyecto a final de mes”. Para promover tu confianza, sustituye las expresiones que expresan dudas sobre ti mismo por expresiones que muestren más confianza, tal y como se muestra a continuación. Palabras a evitar: Haría/debería/podría/puede que Intentar/esperar/desear/ Quizás/a lo mejor Si todo está/va bien Palabras por las que sustituirlas: Lo haré Seguro Definitivamente Por supuesto Obviamente Sin ninguna duda Sin problema El poder de las afirmaciones positivas Las afirmaciones positivas son frases que te repites a ti mismo de forma continuada hasta que tu mente subconscientelas acepta como verdaderas. Con el tiempo, ayudan a condicionar tu mente para que experimente más emociones positivas como la confianza o la gratitud. Para más información sobre cómo condicionar tu mente, consulta el apartado “Condicionar tu mente”. Cómo utilizar las afirmaciones positivas Utiliza el presente y no el futuro en tus frases (“Soy” en vez de “seré”). Evita las formas negativas tales como “No soy tímido”. Por ejemplo, en este caso podríamos sustituirla por “Tengo confianza en mí mismo”. Repite las frases durante cinco minutos. Hazlo cada día sin excepciones durante un mes, preferiblemente durante más tiempo. Utiliza la visualización al mismo tiempo para involucrar a tus emociones. Algunos ejemplos de afirmaciones poderosas: Me encanta estar seguro de mí mismo. Soy independiente de las opiniones de los demás, buenas o malas. Estoy al mismo nivel que los demás. Te adoro... (añade tu nombre y dilo mirándote a los ojos en un espejo, por ejemplo, “Te adoro, Thibaut” – suena extraño, ¿no?). Gracias. Ejercicio Utiliza las afirmaciones positivas durante cinco minutos al día. Fíjate en las palabras que muestran una falta de compromiso, confianza o asertividad. Revisa tus correos electrónicos antes de enviarlos y elimina frases como “Lo intentaré”, “Debería”, “Espero”, etc. Sustitúyelas por “Lo haré” o expresiones con una asertividad equivalente. Durante las siguientes tres semanas, plantéate el reto de evitar palabras que muestren falta de confianza. Consejo extra: El famoso mentor personal Tony Robbins lleva utilizando lo que él llama “encantamiento” durante décadas antes de reunirse con un cliente o dar un seminario. Él utiliza tanto su cuerpo cómo ciertas frases para lograr un estado de absoluta confianza y seguridad. Mientras realizas tus propias afirmaciones, intenta involucrar también a tu cuerpo. Recuerda que tanto tus palabras como tu cuerpo afectan a tus emociones. 8 CÓMO AFECTA TU RESPIRACIÓN A TUS EMOCIONES Puedes pasar varios días sin comer o sin dormir, pero no puedes sobrevivir más de unos minutos sin oxígeno. Aunque la respiración es algo que ocurre de forma natural, la verdad es que la mayoría de la gente no sabe cómo respirar correctamente. Como resultado, no generan tanta energía como podrían. Estos individuos se cansan más fácilmente que otros, lo cual afecta a su humor y los vuelve más propensos a experimentar emociones negativas. Respirar de forma adecuada puede proporcionarte diferentes beneficios. Ralentizar tu respiración ayuda a calmar tu ansiedad. En Respira Vida: La Respiración en su Camino Hacia un Cuerpo, una Mente y un Espíritu Revitalizados, Gurucharan Singh Khalsa y Yogi Bhajan mencionan los siguientes beneficios de una respiración lenta: Ocho ciclos de respiración por minuto: alivia el estrés y aumenta la conciencia. Cuatro ciclos de respiración por minuto: intensifica los sentimientos de conciencia, aumenta la claridad visual, eleva la sensibilidad corporal. Un ciclo de respiración por minuto: optimiza la cooperación entre ambos hemisferios cerebrales, calma de forma drástica la ansiedad, el miedo y las preocupaciones. Por otra parte, la respiración rápida como la “Respiración de Fuego”, te permite liberar estrés, estar más alerta y tener más energía, entre otros beneficios (puedes ver un video tutorial buscando “Respiración de Fuego – “Breath of Fire” – en YouTube). Para más información sobre cómo utilizar la respiración para cambiar tu humor, puedes consultar el libro Respira Vida: La Respiración en su Camino Hacia un Cuerpo, una Mente y un Espíritu Revitalizados, o buscar otros libros sobre la respiración. 9 CÓMO AFECTA TU ENTORNO A TUS EMOCIONES Tu entorno también modifica la forma en que te sientes. Por entorno me refiero a cualquier cosa a tu alrededor que pueda afectarte de alguna manera. Puede ser la gente con la que sales, las series de TV que miras o el lugar donde vives. Por ejemplo, los familiares negativos pueden hacer que estés deprimido, o un escritorio caótico puede hacer que te sientas desmotivado. Yo me he dado cuenta de que organizar mi escritorio, limpiar mi habitación o reorganizar archivos en mi ordenador aumenta mi motivación cuando me siento desmotivado. Para saber más sobre cómo puedes utilizar tu entorno para cambiar tus emociones, consulta la sección “Cambiar tu Entorno”. 10 CÓMO AFECTA LA MÚSICA A TUS EMOCIONES Todos sabemos que la música afecta a nuestro estado de ánimo. ¿Quién no ha escuchado la canción de Rocky mientras hacía ejercicio? Aquí tienes algunos ejemplos de los efectos que puede tener la música: Te ayuda a relajarte cuando estás cansado Te motiva cuando te sientes decaído Te ayuda a perseverar en el gimnasio o cuando haces ejercicio Genera sentimientos de gratitud, y Te pone de buen humor Algunos estudios muestran que escuchar música positiva puede ayudar a mejorar el humor de las personas. En un estudio llevado a cabo en 2012, los participantes afirmaron que estaban de mejor humor después de escuchar una canción positiva durante doce minutos, cinco veces durante un periodo de dos semanas. Curiosamente, solo funcionaba con participantes a los que se les decía que hicieran un esfuerzo por mejorar su humor. El resto de los participantes no mostraban tal efecto de mejoría en su humor. Otro estudio realizado en 2014 mostró que la música puede ayudar a reducir el mal humor y mejorar la autoestima, tal y como se recoge a continuación: Concretamente, los resultados más significativos de las intervenciones musicales en el aspecto psicológico pueden identificarse con los aspectos más cercanos al humor, específicamente con la reducción del componente depresivo y de la ansiedad, y con la mejoría de la expresión emocional, la comunicación y las habilidades interpersonales, la autoestima y la calidad de vida. La Dra. Valerie N. Stratton y Annette H. Zalanowski, de la Universidad de Penn State, también estudiaron los efectos de la música en el estado de ánimo. Les pidieron a los estudiantes que escribieran un diario musical durante dos semanas. Stratton concluyó que: Nuestros estudiantes no solo indicaron que sentían más emociones positivas tras escuchar música, sino que las emociones positivas que ya tenían también se intensificaban con la música. Resulta interesante que el género musical y el contexto en el que los estudiantes escuchaban música no afectaban al resultado. El humor de los estudiantes mejoraba sin importar si escuchaban música rock o música clásica, o si escuchaban música mientras iban a casa, mientras conducían o mientras socializaban. Utilizar la música para condicionar tu mente Puedes ir un paso más allá y utilizar el poder de la música para condicionar tu mente creando listas de reproducción adaptadas a tus necesidades emocionales. Crear las listas de reproducción puede llevarte tiempo, pero el esfuerzo vale la pena. El atleta de resistencia y entrenador de talla mundial, Christopher Bergland, utiliza la música para mantenerse motivado y dar el máximo de sí mismo. Esto es lo que escribió en un artículo publicado en Psychology Today: Como atleta, he desarrollado mi mente para conseguir un rendimiento máximo y tengo un arsenal de canciones que he ido probando con el tiempo para fortalecer este alter ego y un estado mental de invencibilidad. Durante mi entrenamiento y mis carreras se fue volviendo obvio el hecho de que, incluso bajo condiciones climatológicas adversas o cuando estaba sufriendo físicamente, podía utilizar la música (y mi imaginación) para crear un universo paralelo que tuviera poco que ver con la realidad. Utilizo la música para mantenerme optimista y ver siempre el vaso medio lleno durante las carreras de alta resistencia. Tú también puedes utilizar la música como una herramienta cuando haces ejercicio o en tu vida diaria de la misma manera que yo. A Christopher también le gusta escuchar ciertas canciones antes de una entrevista importante o cuando tiene que hablar en público. Personalmente, a mi me gusta escuchar canciones que me hagan sentir agradecido.
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