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PosadaMonsalveManuelAlejandro2018

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I 
 
 
INCIDENCIA DE LAS REDES SOCIALES SOBRE LA IDENTIDAD EN 
ADOLESCENTES Y JÓVENES: UNA METASÍNTESIS CON ENFOQUE DE 
DESARROLLO HUMANO 
 
 
 
 
 
 
 
MANUEL ALEJANDRO POSADA MONSALVE 
CÓDIGO: 20172176020 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Universidad Distrital Francisco José de Caldas 
Facultad de Ciencias y Educación 
Especialización en Desarrollo Humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad 
Bogotá, D.C., Julio de 2018 
II 
 
 
INCIDENCIA DE LAS REDES SOCIALES SOBRE LA IDENTIDAD EN 
ADOLESCENTES Y JÓVENES: UNA METASÍNTESIS CON ENFOQUE DE 
DESARROLLO HUMANO 
 
 
 
 
MANUEL ALEJANDRO POSADA MONSALVE 
CÓDIGO: 20172176020 
 
Trabajo de grado para optar al Título de Especialista en Desarrollo Humano con énfasis en 
Procesos Afectivos y Creatividad. 
 
 
 
YURY FERRER FRANCO 
Asesor 
 
 
 
 
 
Universidad Distrital Francisco José de Caldas 
Facultad de Ciencias y Educación 
Especialización en Desarrollo Humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad 
Bogotá, D.C., Julio de 2018 
 
III 
 
 
 
 
Nota de Aceptación 
____________________________________ 
____________________________________ 
____________________________________ 
____________________________________ 
____________________________________ 
 
 
 
_______________________________ 
Jurado 
 
_______________________________ 
Jurado 
 
Bogotá D. C. 
 
IV 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dedicatoria 
Este trabajo está dedicado a mi maravillosa novia Angélica Vera, quien me impulsó a 
continuar mi formación y me brindó su cariño, ingenio y paciencia a lo largo del último año. 
 
V 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
Agradezco en primer lugar a mi madre, padre, hermana y hermano. Por último, y no menos 
relevantes, agradezco a mis compañeros y docentes por los momentos de fraternidad y calidez. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
VI 
 
 
 
 
 
 
 
 
Exoneración de responsabilidad institucional 
 
 
La universidad no se hace responsable de las ideas, ni del contenido del presente trabajo 
debido a que estas hacen parte única y exclusivamente de la autora. 
“Cap. XV, art 117, acuerdo No. 29 de 1998 del Consejo Superior de la Universidad Distrital 
Francisco José de Caldas. 
 
VII 
 
Resumen 
La presente investigación tiene como objetivo central analizar la mediación de las redes sociales 
virtuales sobre la construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes entre los 15 y 24 años a 
través de una metasíntesis, la cual incorpore reflexiones en torno al desarrollo humano. La 
metodología utilizada fue el enfoque cualitativo de diseño bibliográfico, específicamente 
metasíntesis, desde la cual se recopiló, analizó y reflexionó sobre los hallazgos de ocho trabajos 
investigativos seleccionados. La investigación permitió reflexionar acerca de que la construcción 
identitaria en las etapas de desarrollo de la adolescencia y juventud, es impactada por la 
participación activa en las redes sociales, pues al momento de publicar información, con un 
carácter eximo, la mirada de los otros en actos de retroalimentación se transforma en 
reconocimiento y aprobación de la percepción que se tiene de sí mismo. Se propone un ejercicio 
de campo de permita ampliar y generar una reflexión más amplia y abarcadora del fenómeno de 
las redes sociales y construcción de la identidad. 
Palabras clave: Identidad, redes sociales, desarrollo humano, adolescentes 
 
Abstract 
The main objective of this research is to analyze the mediation of virtual social networks on the 
construction of the identity of adolescents and young people between 15 and 24 years old 
through a meta-synthesis, which incorporates reflections on human development. The 
methodology used was the qualitative approach of bibliographic design, specifically 
metasynthesis, from which was collected, analyzed and reflected on the findings of eight selected 
research works. The investigation made it possible to reflect on the fact that the construction of 
identity in the stages of development of adolescence and youth is impacted by active 
participation in social networks, since at the moment of publishing information, with an eximo 
character, the gaze of others in acts of feedback is transformed into recognition and approval of 
the perception you have of yourself. A field exercise is proposed to broaden and generate a 
broader and more comprehensive reflection of the phenomenon of social networks and identity 
construction. 
 
Key Words: Identity, social networks, human development, adolescents. 
 
VIII 
 
RESUMEN ANALÍTICO ESPECIALIZADO 
 
1) NOMENCLATURA INTERNA: 
 
FECHA DE ELABORACIÓN AUTOR DEL RAE: 
Manuel Alejandro Posada Monsalve DÍA MES AÑO 
06 07 2018 
 
2) TIPO DE DOCUMENTO: 
 
LIBRO INFORME FINAL DE INVESTIGACIÓN 
PROFESIONAL 
 
ARTÍCULO DE REVISTA ESPECIALIZADA 
(indexada) 
 TRABAJO DE GRADO (MONOGRAFÍA) X 
ARTÍCULO DE REVISTA DE MISCELÁNEA 
(indexada) 
 TESIS DE MAESTRÍA 
ARTÍCULO DE REVISTA ESPECIALIZADA (no-
indexada) 
 TESIS DE DOCTORADO 
ARTÍCULO DE REVISTA DE MISCELÁNEA (no-
indexada) 
 RELATORÍA 
DOCUMENTO GRIS PONENCIA 
PAPER ESTADO DEL ARTE 
DOCUMENTO OFICIAL OTRO (especifique): 
 
 
PERIÓDICO 
 
3) TIPO DE SOPORTE: 
 
TEXTO IMPRESO 
PUBLICACIÓN VIRTUAL (DIGITAL) X 
FOTOCOPIA 
MANUSCRITO 
OTRO (especifique): 
 
 
 
4) TIPO DE EDICIÓN: 
 
EDITORIAL COMERCIAL DATOS ESPECÍFICOS DEL REFERENTE: 
EDITORIAL UNIVERSITARIA Posada Monsalve, Manuel Alejandro (2018), Incidencia de las redes 
sociales sobre la identidad en adolescentes y jóvenes: una metasíntesis 
con enfoque de desarrollo humano, Bogotá, D.C., Universidad Distrital 
Francisco José de Caldas, Facultad de Ciencias y Educación, 
Especialización en Desarrollo Humano con énfasis en Procesos 
Afectivos y Creatividad, Trabajo de grado (monografía). 
EDICIÓN INSTITUCIONAL 
(especifique) 
 
PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE 
(especifique) 
 
OTRO (especifique): 
Trabajo de grado en edición digital. 
X 
TIPO DE CIRCULACIÓN 
GENERAL (ABIERTA) 
RESTRINGIDA X 
 
 
IX 
 
 
5) ACCESO AL DOCUMENTO: 
 
ESPECIFIQUE LA UBICACIÓN FÍSICA O VIRTUAL (ENLACE WEB) DE LA FUENTE O EL REPOSITORIO: 
 
Repositorio Universidad Distrital Francisco José de Caldas, RIUD. 
 
 
 
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Identidad, redes sociales, desarrollo humano, adolescentes. 
 
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Esta monografía de orden cualitativo-bibliográfico aborda la posible mediación de las redes 
sociales virtuales como Facebook y Twitter sobre la construcción de la identidad en 
adolescentes y jóvenes. Para ello, se definen conceptos relevantes sobre dicho fenómeno, se 
rastrean y seleccionan investigaciones previas que lo aborden, y se analizan sus hallazgos 
para que emerjan categorías. 
El objeto de estudio se considera un tópico necesario para el paradigma del desarrollo 
humano, pues como un fenómeno contemporáneo, las redes sociales han procurado abrir 
puertas hacia el desarrollo de la plenitud; de aquí que son muchos son los debates en torno a 
si las redes sociales han potenciado o debilitado la calidad de vida, y si ellas han impactado 
de manera positiva o negativa la construcción identitaria. 
Los temas identidad, redes sociales virtuales y desarrollo humano cobran importancia a la luz 
de la pauta cibercultural en que nos encontramos sumergidos actualmente y porque éstos se 
alojan en el debate sobre la relación sujeto-sociedad. Esta relación temática es un nuevo 
‘problema humano’ del cual se busca una comprensión critica, integradora y holística, que 
contribuya en ultimas a mejorar la autonomía y apropiación de valores humanos. 
 
 
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Barbosa, W. (2017). Construcción de subjetivación en los jóvenes a partir del contactocon 
los anuncios y las imágenes publicitarias transmitidas a través de la red social 
Facebook. Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas. 
Garcia, M. (2013). Construcción de identidad y subjetividad en los jóvenes a través de las 
redes sociales virtuales. Cali: Universidad de San Buenaventura . 
Gortaire, J., & Huerta, J. (2014). El yo, su identidad, intimidad y espectáculo: Facebook y 
Twitter desde una perspectiva contemporanea. Quito: Pontificia Universidad Católica 
del Ecuador. 
Guzman, C., Leon, C., & Velez, D. (2015). Construcción de identidad de los y las jóvenes en 
las redes virtuales. Bogotá: Universidad Piloto. 
Leon, K., & Quiroga, S. (2009). El espacio virtual como escenario en la construcción de 
identidad: caso de Facebook. Bogotá: Universidad Piloto de Colombia. 
Muñoz, R. (2013). La construcción de la identidad de los adolescentes a través de la 
presentación del sí mismo en Facebook. Concepción: Universidad de Concepción. 
Renau, V., Carbonell, X., & Oberst, U. (2012). Redes sociales on-line, género y construcción 
del self. Revista de Psicologia, Ciències de l’Educació i de l’Esport, 97-107. 
Renau, V., Oberst, U., & Carbonell, X. (2013 Renau, Vanessa; Oberst, Ursula; Carbonell, 
Xavier). Construcción de la identidad a través de las redes sociales online: una mirada 
desde el construccionismo social. Revista de Estudios Sociales , 159-170. 
Ruiz, M., & De Juanas, A. (2013). Redes sociales, identidad y adolescencia: nuevos retos 
educativos para la familia. Estudios sobre Eduación, 95-113. 
Vargas, A. (2016). Redes sociales, literacidad e identidad: el caso de Facebook. Colombian 
Applied Linguistcs Journal, 11-23. 
 
 
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El documento se encuentra compuesto inicialmente por el marco introductorio, del cual hacen 
parte la pregunta de investigación, objetivos y estado del arte del fenómeno de interés de la 
construcción de la identidad y las redes sociales. Seguido a esta primera parte, es abordado, 
en el marco teórico, teorías y conceptos fundamentales de la investigación como son el de 
identidad, comunicación, desarrollo humano, entre otros. Desde el marco contextual, se ubica 
el contexto de la investigación desde la definición de las redes sociales virtuales y uso en 
Colombia. En cuanto a los aspectos metodológicos, estos se consignan en el marco dispuesto 
para ello, en el cual se aclara cómo fue el proceso para comprender el objeto de estudio. Por 
último, se presenta un análisis y discusión acerca de los hallazgos. 
 
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Para este trabajo de investigación formativa, la metodología utilizada fue el enfoque 
cualitativo de diseño bibliográfico de tipo exploratorio-descriptivo, específicamente 
metasíntesis, desde la cual se recopiló, analizó y reflexionó sobre el fenómeno de interés de 
la construcción de la identidad en adolescentes y jóvenes y las redes sociales virtuales. Se 
recopilaron en total 37 documentos de diferentes fuentes, de los cuales se seleccionaron 8 
para ser objeto de análisis. Los hallazgos fueron sometidos a un proceso de codificación, que 
permitieron emergieran tres categorías de análisis. 
 
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La identidad con soporte de las redes sociales se configura de forma activa y apoyada en un 
lenguaje audiovisual; los procesos comunicativos que emergen de participar en ella marcados 
en un devenir de constante búsqueda de la mirada de los otros para la confirmación de la mera 
existencia, hacen que la identidad se haga visible de un modo continuo, agregado, 
fragmentado, almacenable y no controlado, donde la introspección pierde peso a favor de la 
extroversión y la conexión permanente. Se asume la construcción de la identidad como una 
realización compleja, un logro situado en los procesos ciberculturales contemporáneos. La 
identidad, en las etapas de desarrollo de la adolescencia y juventud, se constituye en una 
relación dialéctica sujeto-sociedad, y cuenta con rasgos de flexibilidad y multiplicidad; es 
una construcción social producto de las relaciones entre los seres humanos, en donde el 
contexto virtual desempeña un rol fundamental. 
De la interacción social producto del uso de una red social, las personas desarrollan 
capacidades que permiten llegar a funcionamientos complejos. En el acto libre, de un 
adolescente o joven de participar en ellas, por ejemplo, buscan valorarse y llegar a un estado 
valioso de bienestar consigo mismo legitimando imágenes y percepciones que están 
asociados o no a sí mismos. De igual forma, de ellas es posible emerjan zonas de desarrollo 
próximo grupales o sociales, que sostienen procesos de aprendizaje individual y colectivo. 
 
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Como este trabajo monográfico fue un ejercicio documental de recopilación y análisis de 
investigaciones anteriores sobre el fenómeno de interés, los hallazgos y conclusiones se 
consideran de carácter limitado, por lo cual se sugiere un ejercicio de campo que involucre el 
uso de técnicas participativas con adolescentes y jóvenes, donde además se contemple un 
abordaje diferenciado para las redes sociales más populares, que permitan entrañar aún más 
la mediación de estos espacios virtuales sobre la construcción identitaria. 
 
 
XII 
 
Tabla de contenido 
Introducción. ...................................................................................................................... 1 
Pregunta de Investigación. ................................................................................................. 7 
Justificación. ....................................................................................................................... 7 
Objetivos. ......................................................................................................................... 10 
Objetivo General .......................................................................................................... 10 
Objetivos Específicos ................................................................................................... 10 
Estado del Arte ................................................................................................................. 11 
Marco Teórico. ................................................................................................................. 14 
Identidad como construcción socio-narrativa. .............................................................. 14 
Comunicación. .............................................................................................................. 21 
Redes Sociales y Cibercultura. ..................................................................................... 23 
Adolescentes y jóvenes en tiempos posmodernos. ....................................................... 27 
Enfoque del Desarrollo humano. .................................................................................. 29 
Marco Contextual. ............................................................................................................ 32 
¿Qué son las redes sociales? ......................................................................................... 32 
Uso de las redes sociales en Colombia. ........................................................................ 33 
Marco Metodológico. ....................................................................................................... 35 
Enfoque de la Investigación ......................................................................................... 35 
Diseño de la Investigación ............................................................................................ 36 
Discusión. ......................................................................................................................... 46 
Conclusión. .......................................................................................................................52 
Referencias. ...................................................................................................................... 54 
 
 
1 
 
Introducción. 
El presente proceso de investigación formativa se centra en la posible mediación de las redes 
sociales sobre el desarrollo humano adolescente en una importante dimensión, que es su 
identidad. Desde su aparición, ellas han tenido un gran impacto en los procesos comunicativos y 
de interacción social, lo que ha desembocado en la aparición de transformaciones gravitantes 
alrededor de la construcción del sí mismo en los sujetos quienes las usan, particularmente en 
adolescentes y jóvenes. 
Hoy resulta complejo determinar la marca que las tecnologías de la información están dejando 
sobre la sociedad actual. La globalización, el auge de las redes virtuales y la información juegan 
un rol fundamental en el desarrollo de patrones y modelos para el sujeto en la construcción de 
identidad e influyen en la producción de sus expresiones, opiniones, formas de vestir y otros 
aspectos que dan cuenta de su identidad dentro de la sociedad (Barbosa, 2017). De esta manera 
se puede decir que las redes sociales se convierten en referentes de materiales simbólicos que 
utiliza el individuo en el proceso de formación del yo; el individuo, como usuario, lo utiliza para 
dar una idea coherente de quien es él o ella a los otros usuarios en la red (García, 2010). 
Lo anterior conduce a preguntarse ¿median las redes sociales en la construcción de la 
identidad en adolescentes y jóvenes? Esta pregunta guía la siguiente indagación y se propone 
como punto de partida que cualesquiera sean las formas actuales de formación de la identidad, 
ellas requieren de un auxilio de las tecnologías de la información y comunicación. 
Diferentes estudios realizados durante los últimos años han abordado la forma en la que las 
redes sociales han influido y modificado el proceso de subjetivación y configuración de la 
identidad en los jóvenes (Aguilar & Said, 2010; Dieguez, 2008; Catri, s.f., León & Quiroga, 
2009). 
2 
 
La investigación nace con el fin de analizar un fenómeno del desarrollo humano que 
experimentan adolescentes y jóvenes con respecto al uso de las redes sociales. Se plantea la 
posibilidad de que exista un vínculo entre las redes sociales y una construcción de identidad en 
los adolescentes y jóvenes, en el cual las redes sirven como un vehículo de retroalimentación 
tanto de sí mismo como de las relaciones interpersonales (Corrales & Velásquez, 2014). 
Este trabajo tiene como objetivo central analizar la mediación de las redes sociales sobre la 
construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes entre los 15 y 24 años a través de una 
metasíntesis, la cual incorpore reflexiones en torno al desarrollo humano. Para este proceso, 
inicialmente, se indaga y recopila investigaciones cualitativas que aborden el fenómeno de 
estudio, en los cuales se identifiquen conceptos relevantes y se analicen relaciones entre ellos y 
con el desarrollo humano. Lo anterior para dar paso a una reflexión teórica la cual describa e 
interprete la posibilidad de la mediación de las redes sociales sobre la construcción de la 
identidad en adolescentes y jóvenes. 
La identidad es un concepto complejo de abordar por la variedad de posturas teóricas que la 
definen. En la presente investigación se le define como una realidad existente, caracterizada por 
ser una construcción con infinitas posibilidades de constitución, formación y configuración 
(Escobar & Román, 2011). Por identidad se entiende, al mismo tiempo, “un sentimiento 
consciente de singularidad personal, un reconocimiento de permanencia temporal de la 
personalidad, y también un nexo de unión de un individuo con otras personas con las que 
comparte una serie de características” (p. 6). La identidad es definirse a uno mismo en el 
transcurso de la vida, hacerse a uno mismo mediante el medio familiar y socio-cultural; es dar 
una apreciación de uno mismo en todo aspecto de la vida, saber cómo se va a reaccionar frente a 
3 
 
determinados estímulos y tener voz propia en las decisiones importantes que se tomen en el 
transcurso del habitar en el mundo (Gortaire & Huerta, 2014). 
Se considera la identidad tiene un carácter intersubjetivo y relacional; significa el resultado de 
un proceso en el sentido de que surge y se desarrolla en la interacción cotidiana con los otros 
(Turpo, 2010). Se considera el juicio de los otros es crucial, tanto como la relación consigo 
mismo, que supone una relación con los otros. El otro me confirma en mi modo de ser, desde la 
semejanza y también desde la diferencia. En este proceso de interdependencia social, nos 
estamos recreando permanentemente desde nuestra subjetividad y junto a los otros (Seidman, 
2015). 
En nuestra contemporaneidad ciberconectada hay muchos otros que nos otorgan 
reconocimiento, son ellos los amigos y seguidores de las cuentas en las redes sociales; “estos son 
muchos más que los que encerraba el núcleo familiar o social de las generaciones pasadas” 
(Gortaire & Huerta, 2014, p. 28). A estos otros se les atribuye poder de opinión y juicio, lo cual 
mantiene al yo en construcción. 
Castro, Guevara & Jaramillo (2016) sostienen las redes sociales se han convertido en la ruta 
más fácil para comunicarse y darse a conocer al mundo; por medio de estas se logran establecer 
vínculos de todo tipo ya sean personales o profesionales. Estos autores argumentan los usuarios 
sienten que a través de estos dispositivos pueden trasmitir información de una manera más 
espontánea y sincera, incluso que en un dialogo directo y personal con el receptor de la 
información. Este escenario de nuevas tecnologías de la información y la comunicación dentro 
de las cuales están inmersas las redes sociales “ofrecen a los usuarios acceso a la comunicación 
en tiempo real, inmediata, lo que facilita y hace que el uso de estas sea llamativo para toda clase 
de personas” (p. 3). 
4 
 
La multiplicación y densificación cotidiana de las tecnologías comunicativas e 
informacionales han aparecido con gran potencia para viabilizar nuevas sensibilidades, lenguajes 
y escrituras que transforman los procesos identitarios, pues los adolescentes y jóvenes, con sus 
empatías cognitivas y expresivas con las tecnologías, suelen aprender a través del internet y las 
redes sociales las herramientas y la retórica de sus selves (Mesa & Páez, 2016; Barbero, 2002). 
Esta investigación soportada en el paradigma del desarrollo humano desde un marco 
contextual, lo entiende en estrecha imbricación con el contexto social. El desarrollo humano se 
comprende en términos de una interacción entre múltiples niveles contextuales y procesos 
individuales y grupales (Silva & M, 2017). Se toman para desarrollar la reflexión aquí propuesta 
los enfoques de Amartya Sen, el cual se denomina Teoría de las Capacidad Humanas y la Teoría 
Bioecológica de Bronfenbrenner. 
Sen es un autor reconocido no solo por analizar problemas sociales que afectan al bienestar 
humano, como la desigualdad, la pobreza, la calidad de vida, la ausencia de desarrollo humano y 
la injusticia social, sino también por avanzar en la creación de una nueva mirada de estos 
problemas destacando a las personas –y sus capacidades, como la preocupación principal del 
desarrollo (Schuldt, 1995). Urquijo (2014) argumenta la pretensión de la Teoría de las 
capacidades de Sen es evaluar el bienestar y la libertad de la persona que realmente tiene para 
hacer esto o aquello, es decir, las cosas que le resulta valioso ser o hacer. 
El postulado básico del modelo ecológico que propone Bronfenbrenner es que el desarrollo 
humano supone la progresiva acomodación mutua entre un ser humano activo, que está en 
proceso de desarrollo, por un lado, y por el otro las propiedades cambiantes de los entornos 
inmediatos en los que esa persona en desarrollo vive(García F. , 2001). En este marco contextual 
5 
 
del desarrollo humano, los procesos identitarios o del sí mismo se entienden en estrecha 
imbricación con los contextos en los que se desarrollan. 
Este trabajo investigativo se dirige hacia una línea temática significativa del desarrollo 
humano –la identidad, para realizar un acercamiento y contribuir en la reformulación de los 
diversos problemas sociales trascendentales que giran alrededor de adolescentes y jóvenes 
actualmente. Los nexos constitutivos entre identidad, relaciones sociales y de poder, pautas de 
vida cotidiana, interacción social y contexto sociocultural, abren un campo necesario de mayor 
exploración de temas sociales complejos que requieren ser abordados desde una ética social 
liberadora, desmitificadora y comprometida con las necesidades de la vida y su desarrollo, ante 
las cuales las elaboraciones y el ejercicio de las prácticas psicológicas y pedagógicas no pueden 
resultar ajenas (D’Angelo, 2002). 
El problema de la identidad y el desarrollo humano no se agota en la comprensión conceptual 
y de funcionamiento, se proyecta hacia el campo de las ciencias educativas, con intenciones 
formativas y emancipatorias (D’Angelo, 2002). Por ello se busca abrir un debate amplio sobre la 
posible incidencia de las redes sociales en la construcción de la identidad, por tanto, sobre el 
desarrollo humano. 
Por otra parte, como el objetivo de esta investigación es analizar la incidencia de las redes 
sociales en la construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes, el diseño que se utilizará es 
de orden bibliográfico de tipo exploratorio-descriptivo situado específicamente en la 
metasíntesis. 
Se entiende metasíntesis como una forma de integración de hallazgos de investigaciones 
cualitativas con el fin de lograr nuevas interpretaciones, que explica un fenómeno con un nivel 
mayor de evidencia científica. Puede definirse como las teorías, narrativas globales, 
6 
 
generalizaciones o traducciones interpretativas producidas para integrar o comparar los hallazgos 
obtenidos a partir de estudios cualitativos; es una forma de revisión sistemática o integración de 
hallazgos de estudios cualitativos (Carreño & Chaparro, 2015). Carrillo, Gomes & Vargas (2007) 
afirman que el propósito de una metasíntesis es aumentar la interpretación de los resultados de 
estudios cualitativos generando impacto en la asistencia, la investigación y dando respuesta a los 
problemas de la práctica. Ésta constituye una metodología novedosa de gran utilidad que brinda 
elementos para construir, describir o explicar teorías en relación a los fenómenos de interés para 
las disciplinas. 
El documento se encuentra estructurado de la siguiente manera: en la primera parte se platea 
la pregunta de investigación, los objetivos a alcanzar a través de este trabajo, justificación e 
importancia dentro de la perspectiva del desarrollo humano. En el apartado del estado del arte se 
abordan los estudios cualitativos elaborados previamente, con relación al fenómeno de estudio, 
que servirán como punto de partida y fundamentación para el análisis y discusión de este trabajo 
de investigación. En el marco contextual se define el contexto sobre el cual se desarrolla el 
presente trabajo apuntando a la definición y uso de las redes sociales en Latinoamérica y 
Colombia, describiendo su utilizando en adolescentes y jóvenes. A continuación, en el marco 
teórico se describen los términos de identidad, comunicación, redes sociales y desarrollo humano 
para servir de sustento teórico a este trabajo. En el marco metodológico se describe el tipo y 
diseño de investigación enmarcados en lo exploratorio-descriptivo bibliográfico situado en la 
metasíntesis. De manera consecutiva se presentan los resultados del análisis e interpretación de la 
información. En el apartado de discusión y conclusiones se discuten los resultados y se formulan 
las conclusiones y recomendaciones, resultando en los aportes de este trabajo de investigación al 
campo del desarrollo humano. 
7 
 
1. Pregunta de Investigación. 
El punto focal sobre el cual gira esta investigación se orienta bajo la pregunta: 
¿Median las redes sociales en la construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes entre los 
15 y 24 años? 
2. Justificación. 
Esta investigación pretende por medio de una metodología cualitativa y ejercicio bibliográfico 
metasintético, analizar la mediación de las redes sociales virtuales en la construcción de la 
identidad de adolescentes y jóvenes entre los 15 y 24 años. De esta forma se busca reclamar en 
buena medida una emergente aproximación teórica, al relacionar este fenómeno con el 
paradigma del desarrollo humano, entendiendo las redes sociales como propiciadoras de éste, a 
razón de que promueve el diálogo intergrupal y social, potencia el pensamiento y las relaciones 
de construcción conjunta de los saberes y decisiones compartidas y consensuadas (D'Angelo, 
2008). 
Actualmente la organización social-cultural se ha flexibilizado, dando lugar a nuevas formas 
de movimientos, procesos y prácticas alternativas (D'Angelo, 2008), que emergen de los 
contextos virtuales, particularmente de las redes sociales, en donde los adolescentes y jóvenes 
buscan formas de configurarse a sí mismos y comprender a los demás. Lo anterior evidencia la 
necesidad de reorientar y reenfocar las prácticas y diseños escolares y sociales (D'Angelo, 2004), 
desde una re-conceptualización esencial del concepto de aprendizaje hacia uno ligado al 
desarrollo humano (Molerio, Otero, & Nieves, 2007), para favorecer la comprensión de los 
procesos de homogeneidad y heterogeneidad, y las direcciones necesarias de las 
transformaciones posibles. 
8 
 
El proceso de construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes mediatizada por las 
redes sociales brinda grandes oportunidades para el paradigma del Desarrollo Humano, con 
vistas al logro de espacios de convivencia social y autorrealizadora de las personas y grupos 
sociales, que tome en cuenta “la diversidad y las posibilidades reales de cada momento-contexto 
para el afrontamiento constructivo de los conflictos y tensiones y se proyecte en concertaciones 
sociales más humanizadas y desarrolladoras” (D'Angelo, 2008, pág. 10). 
Tomando como referente la postura de D’Angelo (2004) el interés pedagógico de esta 
perspectiva puede ser importante, en tanto provee de una comprensión holística, dinámica y 
contradictoria de las articulaciones complejas del individuo y su contexto social mediato e 
inmediato en los ámbitos político, de género, étnico y generacional (Muñoz G. , 2007), 
perspectiva en que las acciones educativas tienen que tomar otras direcciones. 
El presente trabajo de investigación se enmarca dentro de la sub-línea de investigación de 
Procesos pedagógicos, cultura y sociedad, donde el paradigma del desarrollo humano se proyecta 
con intenciones formativas y emancipatorias, y de comprensión de los sujetos como seres 
holísticos, dinámicos y complejos. Pretende servir como punto de referencia para padres de 
familia, docentes y la sociedad en general, en pro de generar un debate amplio sobre la 
incidencia de las redes sociales sobre la construcción identitaria, a partir de que frente a las 
culturas letradas, ligadas a la lengua y al territorio, las virtuales ligadas a las redes sociales 
producen comunidades hermenéuticas que responden a nuevos modos de percibir y narrar la 
identidad (Muñoz G. , 2007) 
La realidad cotidiana cibercultural en que están inmersos los adolescentes y jóvenes es el 
punto de partida para proceder a un examen profundo sobre temas vinculados a la formación de 
la identidad, que dice D’Angelo (2004) abarcan aspectos como el aprendizaje, bienestar, la 
9 
 
actividad social, las relaciones interpersonales y el sentido de vida. De aquí se desprende, como 
sostiene este autor, que el desarrollo de un nuevo tipo depersona social autónoma, responsable y 
comprometida con su entorno social y cultural, con la conformación de una identidad con 
matices transformadoras, abierta al desarrollo de la plenitud de la esencia humana y a la posible 
creación de un orden social reflexivo, creativo y solidario, requiere de formas emergentes 
reconocidas de interacción que acepten las condiciones materiales y espirituales de existencia. 
Los adolescentes y jóvenes participan espontánea y/o intencionalmente de las redes sociales 
como parte de sus experiencias donde desarrollan habilidades cognitivas, socioemocionales y 
comunicativas permitiendo que ocurran procesos complejos de reconocimiento y comprensión 
del sí mismo y del otro desde una perspectiva de continuo ascenso del bienestar. 
 
10 
 
3. Objetivos. 
3.1. Objetivo General 
Analizar la mediación de las redes sociales sobre la construcción de la identidad de adolescentes 
y jóvenes entre los 15 y 24 años a través de una metasíntesis de investigaciones cualitativas, la 
cual incorpore reflexiones en torno al desarrollo humano. 
 
3.2. Objetivos Específicos 
 Realizar una investigación documental, en la que se indague, recupere y recopile 
investigaciones de orden cualitativo, donde se aborde el fenómeno de la construcción 
identitaria en adolescentes y jóvenes y las redes sociales. 
 Identificar conceptos relevantes sobre el fenómeno de interés, analizando relaciones entre ellos 
y con el desarrollo humano. 
 Elaborar una reflexión teórica la cual describa e interprete la posibilidad de la mediación de 
las redes sociales sobre la construcción de la identidad en adolescentes y jóvenes. 
 
11 
 
4. Estado del Arte 
Con el fin de brindar una perspectiva sobre el fenómeno de interés, el estado del arte de esta 
investigación exploratoria-descriptiva busca realizar un acercamiento a trabajos investigativos con 
afinidad temática. En este sentido se han rastreado diversos proyectos elaborados en países 
hispanoamericanos en los últimos cinco años, en los cuales se ha vinculado el uso de redes sociales, 
principalmente Facebook, sobre procesos de formación, construcción y configuración de la 
identidad en adolescentes y jóvenes desde una metodología cualitativa. 
En primer lugar, Vanessa Renau, Úrsula Oberst y Xavier Carbonell (2013) en el trabajo 
Construcción de la identidad a través de las redes sociales online: una mirada desde el 
construccionismo social, buscaron explicar cómo y de qué manera las redes sociales intervienen 
en la formación de la identidad de los usuarios tomando como referencia el construccionismo 
social de Kenneth Gergen. El trabajo concluye que las redes sociales representan un contexto más, 
en el cual los adolescente y jóvenes pueden proyectar y experimentar con diferentes selves, 
pasando de una manipulación estratégica a un self relacional; las variaciones descritas en los 
diferentes estudios en la identidad de los usuarios y en su presentación social se ven como un 
proceso natural, ya que presentar diferentes selves no implica una amenaza para el proceso de 
construcción identitario. 
En segundo lugar, Capetillo y Alvarado (2016) en el artículo La formación de la identidad a 
través de las redes sociales: Análisis mediante la etnografía virtual, al plantearse el objetivo de 
conocer de qué manera los estudiantes construyen su identidad a través de Facebook, conciben que 
la identidad se construye a partir de la interacción social, pues sin el otro es imposible entender y 
construir una identidad; los otros le dan significado y dotan al sujeto de los elementos que le 
12 
 
permiten inscribirse en el seno de una sociedad, dotada de un sinfín de características que la hacen 
única y la diferencian de los demás grupos sociales. 
García (2013) en su investigación Construcción de identidad y subjetividad en los jóvenes a 
través de las redes sociales, se propone como objetivo comprender algunas formas como se 
construye identidad y subjetividad a partir de la red social virtual del Facebook. El texto encuentra 
que Facebook como red social funciona como un dispositivo de subjetividad social donde es 
posible escribirse y reescribirse a sí mismo mediante la publicación de material audio-visual, que 
traen consigo infinidad de sentidos subjetivos. La autora se cuestiona sobre cómo esta red social 
llegar a ser una “experiencia de transformación” en tanto permite que los usuarios puedan, a partir 
de la interacción constante e inmediata, acceder a información de sí mismo, que es creada y 
modificarlas las veces que quieran; es una forma estética en la que un sujeto organiza sus 
particularidades para mostrárselas a un público, pero además un público elegido por él mismo, un 
“otro”, al que elige para dar testimonio mediante su perfil de un alguien. 
Por otro lado, Barbosa (2017) en su investigación Construcción de subjetivación en los jóvenes 
a partir del contacto con los anuncios y las imágenes publicitarias transmitidas a través de la red 
social Facebook, se hace un examen sobre las formas en las que la publicidad dentro de la red 
social Facebook agencia la construcción de la identidad en el joven, configurando su forma de 
vestir, de hablar, de relacionarse con los demás, y a su vez desarrolla y fomenta modelos que 
afectan a este sujeto en su proceso de construcción de identidad. Se observó que un elemento como 
un “me gusta” está cargado de un simbolismo y de un poder de configuración identitario que refleja 
no solamente un gusto o preferencia ante determinado producto, sino que se convierte en un 
referente de aceptación y estatus dentro de un grupo social. Se encontró, también, la identidad se 
configura a partir de la necesidad de sentirse y verse bien, de tener aprobación y reconocimiento 
13 
 
de pares, y de diferenciarse de otros grupos sociales, en la cual, los anuncios publicitarios 
transmiten mensajes sobre nuevas formas de estatus relacionados con unos ciertos ideales. 
Por último, Vargas (2016) en su trabajo Redes sociales, literacidad e identidad (es): el caso de 
Facebook, buscaron analizar el papel que juegan las prácticas letradas en una red social como 
Facebook y cómo éstas inciden en la construcción de las identidades individuales y colectivas de 
los sujetos informantes. Entre sus hallazgos destacan que en las redes sociales las personas cuentan 
a través de una variedad de artefactos y textos multimodales sus historias de vida; en otras palabras, 
construyen identidades fluidas, fragmentarias, diversas que dan cuentan de quiénes son y qué 
desearían ser, es decir, cómo desean presentarse ante los demás, cómo desean ser vistos y valorados 
como sujetos y como se resisten a ser considerados como piezas intercambiables de un 
rompecabezas cultural hegemónico. 
 
14 
 
5. Marco Teórico. 
Un estudio sobre la construcción de la identidad y su relación con las redes sociales implica 
articular las nociones de identidad, comunicación y redes sociales. Se hace necesario entonces 
reseñar qué se entiende por cada concepto, articulando también la de desarrollo humano, eje 
temático central del proceso investigativo. 
5.1. Identidad como construcción socio-narrativa. 
Cuando se habla de identidad se cuestiona sobre una pregunta cuya respuesta no es clara, 
¿quién soy yo? Intentar darle soluciones ocupa un espacio de tiempo en intentar encontrar algún 
camino que posibilite dar cuenta de sí mismo (Gortaire & Huerta, 2014). 
Para Castells (2005) la identidad es la forma que tenemos de entendernos nosotros mismos y a 
la sociedad; es “el proceso mediante el cual un actor social se reconoce así mismo y construye el 
significado en virtud sobre todo de un atributo o conjunto de atributos culturales determinados” 
(p. 48). 
La identidad es una realidad existente, caracterizada más como una construcción con infinitas 
posibilidades de constitución, formación y configuración, que como una realidad objetivay pre-
configurada (Escobar & Román, 2011). Por identidad se entiende, al mismo tiempo, “un 
sentimiento consciente de singularidad personal, un reconocimiento de permanencia temporal de 
la personalidad, y también un nexo de unión de un individuo con otras personas con las que 
comparte una serie de características” (p. 6). La identidad es definirse a uno mismo en el 
transcurso de la vida, hacerse a uno mismo mediante el medio familiar y socio-cultural; es dar 
una apreciación de uno mismo en todo aspecto de la vida, saber cómo se va a reaccionar frente a 
determinados estímulos y tener voz propia en las decisiones importantes que se tomen en el 
transcurso del habitar en el mundo (Gortaire & Huerta, 2014). 
15 
 
Hablar de identidad implica hablar de movilidad, desplazamiento, redes y flujos (Hidalgo, 
2012). Según Toshi (2014) la identidad se asume como un fluido, un conjunto de flujos, que 
aparecen como una puesta en movimiento que el individuo “pone en juego”, moviliza, interactúa, 
y co-construye. Esta autora plantea la metáfora de elaboración de una obra de arte: 
El tratar de hacer una obra de arte, de modo de modelar la propia existencia es lo que se 
denomina identidad. El proceso de construcción constante de la identidad implica un 
intento por detener el flujo, por solidificar lo fluido por dar forma a lo informe. El 
individuo que hace una introspección encuentra que toda solidez de la propia experiencia 
biográfica parece frágil, vulnerable, incoherente y desgarrada por fuerzas cortantes, que 
dejan al desnudo su fluidez y amenazada con ser desplazada en cualquier intento de 
cobrar alguna forma (p. 23). 
La cualidad de la identidad es la disponer la actuación de una manera particular, determinada 
por factores internos y subjetivos, donde el medio social y cultural juega un rol fundamental en 
su construcción (Turpo, 2010), donde la síntesis de elementos identitarios provienen de un estado 
constitutivo de diversidad y hasta de posible contradicción (D'Angelo, 2008). Hidalgo (2012) 
sostiene que para poder entender la identidad se debe tener en cuenta las relaciones de poder que 
se sostienen y reproducen en las concepciones que se manejan de lo personal y lo subjetivo. 
Existen agentes externos que pueden influir en el comportamiento, como la educación y la 
tecnología; asimilados como dispositivos de trasformación cultural, campos de mediación 
“donde se generan nuevas prácticas, formas de interacción y, por tanto, nuevas formas de 
construcción de identidad” (p. 20). 
Si bien la construcción de la identidad se inscribe como una tarea que individualmente ha de 
realizarse (Toshi, 2014), ésta se sitúa en un entorno multicultural y globalizado que va 
sustituyendo costumbres por estilos de vida, generando procesos de exclusión e inclusión y 
convirtiendo la cultura en un espacio estratégico que recompone los nuevos sentidos que 
adquiere el lazo social como lugar de producción de diversas manifestaciones en busca de 
16 
 
reconocimiento y sentido (Hidalgo, 2012). Frente a esto, D’Angelo (2008) afirma el individuo 
construye su identidad a partir de un contexto macro cultural-social y del entorno cotidiano más 
cercano en el que se expresa; “la construcción de la propia identidad, como categoría de la 
subjetividad, requiere de su interpretación contextual en las relaciones objetivo-subjetivas, pero 
también en el marco de otras dimensiones de las relaciones constitutivas la praxis social” (p. 
10). 
La identidad nos confiere la apropiación de un espacio intangible, la cual se desenvuelve y 
pertenece a la sociedad; aquella que el sujeto se adjudica y que la construye constantemente, se 
ve envuelta en una mediación por parte de los otros que se posicionan como demandantes y 
como audiencia de lo que el yo construye, en el caso de las redes sociales en el perfil y mediante 
la interacción en internet (Gortaire & Huerta, 2014). 
Se considera la identidad tiene un carácter intersubjetivo y relacional; significa el resultado de 
un proceso en el sentido de que surge y se desarrolla en la interacción cotidiana con los otros 
(Turpo, 2010). Se considera el juicio de los otros es crucial, tanto como la relación consigo 
mismo, que supone una relación con los otros. El otro me confirma en mi modo de ser, desde la 
semejanza y también desde la diferencia. En este proceso de interdependencia social, nos 
estamos recreando permanentemente desde nuestra subjetividad y junto a los otros (Seidman, 
2015). 
La identidad es en gran medida una formación que el sujeto elige ante el mundo a modo de 
presentación, quién deseo ser y cómo me doy a conocer ante quienes me perciben en una 
sociedad, donde todo puede ser visto y retratado en imágenes. En otras palabras, ella “se 
escenifica para el otro, ya no sólo se construye en la interioridad del sujeto, sino que es la imagen 
que cada sujeto adopta como buena o mala, real o ficticia, la que marca en la exterioridad de lo 
17 
 
percibido la identidad del yo, al tiempo que se cuestiona si aquello servirá para llegar a ser y 
estar en la contemporaneidad” (Gortaire & Huerta, 2014, p. 27). 
En los procesos identitarios está presente el otro, como aquél que define la posibilidad de ser, 
de autorreconocimiento, es el otro quien me reconoce y me da identidad (Seidman, 2015). En la 
medida en que el individuo se concibe a sí mismo, requiere de los otros para conformar su 
identidad, por lo que ella sólo cobra existencia y se verifica a través de la interacción, es decir, en 
el ámbito relacional, en el inter-reconocimiento donde las distintas identidades personales vienen 
delineadas por una determinada estructura social (Turpo, 2010). En suma, como plantea 
Seidmann (2015), las posiciones subjetivas son producto de la construcción de conocimientos 
sobre el mundo y sí mismos, pero en su relación con otros: 
La noción del sí mismo está indisolublemente ligada al reconocimiento del otro, en tanto atribución de 
significados compartidos en el espacio social compartido; el otro me reconoce y me constituye como 
persona, brindándome su mirada que me personifica y me permite ver el mundo tal como lo ven los 
demás. Incorporo así los significados más importantes de mi mundo social, cuya presencia me 
permitirá orientarme y desenvolverme en el mundo (p. 348). 
Según Jodelet (2006, citado por Seidmann, 2015) la consideración de la problemática de la 
identidad se constituye a partir de la reflexión sobre el otro o los otros, como representantes de la 
diversidad entre las personas y de la alteridad, como un gradiente que va de la cercanía a la 
diferencia y a la exclusión; “el yo se forma siempre en relación a un otro, una persona diferente 
que me constituye desde el inicio, la alteridad involucra ya un espacio de discriminación 
atribuida a algún personaje social” (p. 353). 
Gortaire & Huerta (2014) sostienen los sujetos tienen la necesidad de apropiarse de eso que el 
otro reconoce. En nuestra contemporaneidad ciberconectada hay muchos otros que nos otorgan 
reconocimiento, son ellos los amigos y seguidores de las cuentas en las redes sociales; “estos son 
muchos más que los que encerraba el núcleo familiar o social de las generaciones pasadas” (p. 
18 
 
28). A estos otros se les atribuye poder de opinión y juicio a lo que el yo mantiene en 
construcción producto de la exhibición de cuestiones personales en Facebook y Twitter. 
En este contexto, la identidad se constituye a partir de la otredad –el reconocimiento de otro 
diferente de mí– y a partir de la alteridad –como producto y proceso de construcción y de 
exclusión social. Taub (2008, citado por Seidmann, 2015) señala que la construcción de la 
identidad impone al hombre la tarea de imaginar otro, edificar las construcciones simbólicas, los 
valores y las formas que hacen a uno mismo y a las relaciones de alteridad. 
Autores como Seidmann (2015) y Gortaire & Huerta (2014) subrayan quela cuestión 
identitaria no es sólo una cuestión de semejanza o diferencia, sino sobre todo de 
interdependencia e interacción, que nos transforma en el campo social: todo ser humano se hace 
con los otros, en un grupo, el cual facultará al sujeto para desenvolverse y le permitirá asumir 
parcialmente su identidad, a partir de las percepciones configuradas sobre sí mismo en 
complemento con las del grupo de referencia y sus prácticas; el resultado de esta 
complementación establece parámetros de comparación entre la exigencia social de los demás y 
la construcción de medidas de valoración propias para permitir al sujeto identificarse y 
desidentificarse. 
Por otra parte, la construcción identitaria emerge de un contexto y de un dominio discursivo. 
Para Gergen (en Lopez, s.f.) el empleo del lenguaje es fundamental para la constitución del sí 
mismo – del self-, al posibilitar la incorporación de roles de los demás, que viabiliza que la 
persona se pueda observar a sí misma desde la perspectiva de otro, y tomarse a sí misma como 
sujeto y objeto de la experiencia (Seidman, 2015). 
López (s.f.) sostiene que para Gergen el sujeto identifica un sentido de sí mismo mediante las 
formas conversacionales; contamos historias sobre nosotros mismos, para los otros y para 
19 
 
nosotros mismos, vivimos nuestras relaciones con otros en forma narrativa en el contexto de 
continuas conversaciones (Seidman, 2015). La historia narrada es un ingrediente esencial en la 
formación de la identidad ya que las narrativas sirven como instrumento cultural que permiten 
crear y recrear la idea de quiénes somos, qué queremos y quiénes son los otros (Esteban, Nadal, 
& Vila, 2008). 
Es a través de la narración como podemos penetrar en el tejido de la acción y la 
intencionalidad humana, como podemos comprender aquello que nos es desconocido y cómo 
podemos enseñar, conservar u olvidar recuerdos y de este modo alterar el pasado y proyectar el 
porvenir (Esteban, Nadal & Vila, 2008). La narrativa, como sostienen López & Plazas (2013) es 
la actividad inherente al ser humano desde la cual se generan las historias, experiencias y relatos 
identitarios que permiten la emergencia de sujetos. 
El acto narrativo, da sentido a la configuración y construcción de una trama que da forma a la 
experiencia de narrar y ser narrados por otros. La recursividad entre el lenguaje, la narración y la 
identidad, surgen como potencial de transformación, pluralidad y actualización en lo 
multifacético del sí mismo y del lenguaje como constructor de realidades (López & Plazas, 
2013). 
Así pues, entiende la identidad como una negociación intersubjetiva narrativa inestable 
dependiente del contexto. Se le reconoce como una posibilidad emergente, cambiante y en 
progreso, que remite a un yo inacabado en un sujeto enunciado en el relato en nociones de 
flexibilidad y panoramas experienciales, generadores de novedad e incertidumbre (López & 
Plazas, 2013). 
La identidad se configura producto de la significación entre las narrativas sobre el yo y las 
afirmaciones de otros. Desde esta perspectiva significacional, nos ubicamos contextualmente 
20 
 
“como seres lingüísticos y relacionales que emergen y se reconfiguran en las historias “propias” 
construidas y mediadas en la interacción y el lenguaje” (López & Plazas, 2013, p. 133). Estos 
autores citados entienden la identidad bajo una óptica relacional y narrativa en la dimensión 
compleja del self, ligada a nociones de cambio, movimiento y flexibilidad en la actualización y 
diversificación de la experiencia en escenarios conversacionales. 
Entender la identidad como fenómeno narrativo conlleva asumir que ella toma forma en 
interacciones concretas, locales y específicas; se encuentra distribuida entre los agentes activos y 
los recursos textuales que éstos utilizan; es un fenómeno público y social; a través de la 
socialización los miembros de una determinada comunidad se van apropiando de los recursos y 
artefactos culturales que configuraran su identidad; y es ante todo un acto retórico de 
comunicación y diálogo realizado en un contexto, con unos valores de interlocución definidos 
por los protagonistas del diálogo, en que uno intenta persuadir al otro sobre algo o alguien 
(Esteban, Nadal & Vila, 2008). 
Para López & Plazas (2013) el lenguaje y la comprensión que de él se ha hecho como 
fundador del sujeto ha situado al ser humano en una dimensión comunicativa, que implica la 
comprensión de los fenómenos lingüísticos y cómo los discursos se articulan o corporizan 
generando realidades. 
Un evento comunicativo, retomando a Esteban, Nadal & Vila (2008) es considerado cultural 
en su forma y contenido. De modo que la comunicación “no es un acto convencional que traduce 
una intención individual, sino que es una actividad compleja que implica una constitución mutua 
entre hablantes que comparten o disputan intenciones y modos de ver la realidad” (p. 136). 
21 
 
5.2. Comunicación. 
Puede afirmarse la emergencia del sí mismo se ha transformado desde los procesos de 
comunicación e interacción social, enmarcados en el crecimiento de la autopista de la 
información gracias a la tecnología y la rápida aceptación de las redes sociales, y sostenidos en la 
revolución en las oportunidades que presenta la comunicación liquida. Este concepto atribuido 
por Musso (2016) a partir de la definición de modernidad líquida de Bauman, describe una 
comunicación flexible que se desparrama rápidamente, que se filtra y penetra pero que también 
se evapora a gran velocidad. El autor citado señala que el estado líquido de la comunicación que 
conforman las redes sociales han creado un escenario fértil para poner en práctica acciones de 
socialización alternas a la familia y la escuela. Las nuevas tecnologías de información y 
comunicación influyen de manera crucial en los estilos de vida, las visiones de mundo y la 
imagen de sí mismos que se forman los jóvenes; ellas condicionan no solo las maneras de 
vivenciar y verbalizar su vida cotidiana, sino las formas de concebirse a sí mismos y sus 
proyectos de vida (Mesa & Páez, 2016). 
Hoy las computadoras interconectadas mediante redes digitales de alcance global se han 
convertido en medios de comunicación, germinando en el llamado ciberespacio nuevas prácticas 
de socialización. Paula Sibilia (2008) afirma que el uso de las redes sociales, en crecimiento 
desarrollo, ha pasado a ser un ritual que brota en todos los rincones del mundo y no cesan de 
ganar nuevos adeptos día tras día; ellas han transformado las pantallas de los equipos de cómputo 
y teléfonos celulares en ventanas siempre abiertas y conectadas, donde jóvenes de todo el mundo 
las frecuentan. 
Es enorme la variedad de estilos y asuntos tratados en las redes sociales hoy en día, aunque 
los adolescentes y jóvenes siguen el modelo confesional del diario íntimo o éxtimo, término 
22 
 
acuñado por Sibilia (2008), el cual es un juego de palabras que busca dar cuenta de las paradojas 
de la exposición de la propia intimidad en las vitrinas globales de la red. 
Sibilia (2008) se cuestiona sobre ¿cómo influyen estas mutaciones en las comunicaciones en 
la creación de "modos de ser"? y ¿cómo alimentan la construcción de sí? En otras palabras, ¿de 
qué manera estas transformaciones contextuales afectan los procesos mediante los cuales se llega 
a ser lo que se es? Argumenta que no hay duda de que esas fuerzas históricas imprimen su 
influencia en la conformación de cuerpos y subjetividades: “todos esos vectores socioculturales, 
económicos y políticos ejercen una presión sobre los sujetos de los diversos tiempos y espacios, 
estimulando la configuración de ciertas formas de ser e inhibiendo otras modalidades” (p. 19). 
La multiplicación y densificación cotidiana de las tecnologías comunicativas e 
informacionales han aparecido con gran potencia para viabilizar nuevas sensibilidades, lenguajes 
y escriturasque transforman los procesos identitarios, pues los adolescentes y jóvenes, con sus 
empatías cognitivas y expresivas con las tecnologías, suelen aprender a través del internet y las 
redes sociales las herramientas y la retórica de sus selves (Mesa & Páez, 2016; Barbero, 2002). 
El desarrollo de las sociedades modernas y los medios de comunicación, crearon nuevas 
formas de acción e interacción y nuevos tipos de relaciones sociales, basadas en materiales 
simbólicos. Estas formas de interacción han enriquecido en gran medida la autoformación del yo, 
gracias a las posibilidades que tiene el individuo para acceder a la información general o 
detallada sobre sus intereses y reflexionar críticamente sobre la manera en que él o ella está 
construyendo su identidad y lo que quiere para sí mismo (García, 2010). 
Sibilia (2008) sostiene la subjetividad se encuentra encarnada en un cuerpo que a su vez esta 
embebida en una cultura intersubjetiva, ya que nuestra
 
experiencia está modulada por la 
interacción con los otros y con el mundo. La cultura es fundamental sobre lo que se es. Así, 
23 
 
cuando ocurren cambios en esas posibilidades de interacción y en esas presiones culturales, 
como en las practicas comunicativas, el campo identitario se altera en un juego por demás 
complejo y múltiple. 
En medio de los vertiginosos procesos de globalización de los mercados, en el seno de una 
sociedad altamente mediatizada, fascinada por la incitación a la visibilidad y por el imperio de las 
celebridades, se percibe un desplazamiento de aquella subjetividad "interiorizada" hacia nuevas 
formas de autoconstrucción. En un esfuerzo por comprender estos fenómenos, algunos ensayistas 
aluden a la sociabilidad líquida o a la cultura somática de nuestro tiempo, donde aparece un tipo 
de yo más epidérmico y dúctil, que se exhibe en la superficie de la piel y de las pantallas (p. 28). 
Los jóvenes articulan hoy sensibilidades en las comunidades virtuales y cibernéticas que 
responden a nuevas maneras de sentir y expresar la identidad. Barbero (2002) sostiene estamos 
ante identidades más precarias y flexibles, de temporalidades menos largas y dotadas de una 
flexibilidad que les permite amalgamar ingredientes provenientes de mundos culturales distantes 
y heterogéneos, y por lo tanto atravesadas por dis-continuidades en las que conviven gestos 
atávicos con reflejos modernos, secretas complicidades con rupturas radicales. 
Las identidades, en este presente cibercultural y producto del auge de las redes sociales como 
dispositivos que movilizan a los sujetos contemporáneos a responder a las demandas que surgen 
de ellas, se han dirigido y orientado hacia la mirada ajena o externa, no más introspectivas o 
intimas, sino alterdirigidas hacia afuera en nuevas formas de ser y estar en el mundo. Aquí se 
destaca que la comunicación no soporta totalmente el proceso de formación del yo, pero sí actúa 
como una pieza social importante en cuanto a las prácticas y discursos. 
5.3. Redes Sociales y Cibercultura. 
El dinamismo de la sociedad en aspectos como tecnología y comunicación movilizan 
continúas transformaciones, algunas superficiales otras profundas, en la forma en cómo se 
piensa, actúa, siente, comunica, representa, identifica, etc. Bajo esta premisa se entiende la 
aparición y auge de las nuevas tecnologías de la comunicación, representadas primordialmente 
24 
 
por las redes sociales virtuales, destacando Facebook y Twitter como las más populares, las 
cuales se han configurado como entornos virtuales de interacción (Renau, Carbonell, & Oberst, 
2012). Ellas, según Gortaire & Huerta (2014) espacios particulares y subjetivamente 
privilegiados en los que los sujetos pueden interactuar, analizar, criticar y, sobre todo, hacer 
presencia significante. Para estos autores allí convergen las miradas, los deseos de ser y poseer a 
los otros, los deseos de saber cómo es el otro, hacia dónde nos invita a estar, la tolerancia e 
intolerancia en cuanto a lo que se exhibe y se percibe; sostienen “estos mundos de Facebook y 
Twitter están siendo estudiados, analizados y trabajados por los teóricos de la postmodernidad, 
debido a que son constructores de identidades” (p. 3). 
Las redes sociales, como dispositivos indispensables en la cotidianidad, parecen haber 
atrapado a adolescentes y jóvenes, absorbiendo gran parte de su tiempo y espacio, suministrando 
el contexto necesario para la construcción de sus identidades, asumiendo que es posible hacerlo a 
partir de la influencia virtual que se tejen con los otros (Hidalgo, 2012). 
Las redes sociales virtuales de un momento a otro han pasado a formar parte de nuestro 
mundo de manera rápida (Molina & Toledo, 2014). Su actual posicionamiento, en un presente 
cibercultural, ha hecho un llamado a hacer transformaciones gravitantes en el proceso de 
construir la identidad. En este sentido Barbosa (2017) afirma que “la emergencia de las redes 
sociales ha tenido un gran impacto no solo en la forma en que las personas se comunican sino 
también ha tenido una gran influencia en la forma del proceso de construcción de identidad” (p. 
17). Muñoz (2007) argumenta que las redes sociales son polos alrededor de los cuales se 
articulan identidades y/o subjetividades, lógicas y comportamientos; las cuales asumen funciones 
de integración a órdenes sociales, proponen mundos valorativos y estilos, modelos de 
pensamiento y diversas formas de vida. 
25 
 
En la primera parte del siglo XXI nos hemos visto inundados por un sin fin de mejoras 
tecnológicas que han contribuido a acercarnos a los sujetos en un espacio que trasciende lo físico 
presencial, y al mismo tiempo construir identidades e imágenes que necesitan ser relatadas, 
teatralizadas, integradas, reconstruidas y provistas de significado (Gortaire & Huerta, 2014). 
Hidalgo (2012) aclara que el auge de Facebook y Twitter está cambiando la manera cómo 
interactúan los adolescentes y jóvenes, la forma en que se acercan a la información, así como los 
mecanismos que utilizan en la construcción de la identidad, donde están presentes factores como 
la integración espacial, temporal y social. Este autor sostiene que la familia, la escuela, la moda y 
el contexto sociocultural son modelos que se intentan seguir para configurar la identidad, donde 
en efecto la interacción con el medio y el funcionamiento individual propio del sujeto, forman 
una tensión dinámica que guía aquella configuración hacia una dirección determinada. 
Antes, durante y después de la vida somos inscritos en la cultura mediante la palabra, los 
significantes que nos anteceden nos son dados por nuestros padres y familiares y posteriormente 
por la educación escolar, el conocimiento del mundo y los lazos sociales y sentimentales que se 
tejen a lo largo de la vida. Estos significantes logran construir ciertas pautas de vida y 
sociabilidad, para que el sujeto se pueda desenvolver en los aspectos socio-culturales externos 
(Gortaire & Huerta, 2014, pág. 23). 
Las redes sociales pueden ser consideradas elementos emergentes, que incrementan la 
diversidad social, las identidades múltiples, la multiplicidad de actores sociales, sobre las cuales 
se tejen esquemas de interacción virtual, que operan bajo la reflexión de las conciencias 
vinculadas y otros fenómenos inconscientes (D'Angelo, 2008). 
Mediante el uso de las redes sociales Facebook y Twitter se da paso a la edificación de 
identidades. El ser humano tiene contacto con la red virtual a tal punto que en ella se expresa 
todo lo que el sujeto hace suyo y permite que sea visto por los demás, se “ha abierto la puerta 
para que el sujeto construya su yo más allá de lo dispuesto por la cultura en el sentido de la 
26 
 
educación, la familia y la sociedad y esté en capacidad de anudar nuevas identidades” (Gortaire 
& Huerta, 2014, pág. 24). 
En la cotidianidad tendemos a pensarnos a nosotros mismos como seres estables,que nuestros 
límites son los que marca nuestro cuerpo y nuestra subjetividad posee un fuerte sentimiento de 
coherencia y estabilidad a lo largo del tiempo y del espacio; nos sentimos seres autónomos, 
independientes y dueños de nuestros actos e incluso de nuestras vivencias (Gil, 2002). Este 
discurso se vuelve relativo en la medida en que las formas actuales de construcción de nuestra 
identidad, mediatizadas por la tecnológica y comunicación, son dinámicas y cambiantes; su 
formación se lleva a cabo desde la posibilidad que tiene el sujeto de crearse a sí mismo, en un 
proceso que comienza a partir de ciertas condiciones, experiencias e interacciones con los otros, 
determinadas por el contexto social, cultural y tecnológico (Hidalgo, 2012; Barboza, 2017). En 
este sentido, la construcción de la identidad ocurre a través de la mediación socio-cultural, es 
decir, de componentes simbólicos y de interacción real entre las personas, transcurriendo en 
espacios complejos de retroacciones, conflictos y no linealidad y expresión de diversidad 
(D'Angelo, 2008). 
De lo anterior se desprende que las redes sociales se han convertido en unos dispositivos 
ineludibles que, de manera directa o indirecta, influyen y median en el proceso de construcción 
identitaria pues se disponen a favorecer un conocimiento de sí mismo y una interacción con otras 
identidades. Estas posibilitan el hecho de pensar la identidad, no ya como una esencia o 
estructura psíquica contenida en los límites de nuestro cuerpo, sino como construida mediante 
estrategias contextuales mediatizadas por las interacciones con los otros (Gil, 2002). 
Renau, Carbonell y Oberst (2012) entienden que las redes sociales contribuyen a la formación 
de la identidad y al desarrollo personal y social, porque ofrecen múltiples posibilidades de 
27 
 
mostrarse, intercambiar información sobre uno mismo y de interactuar con los demás, en tanto 
que son un medio social en que el individuo es partícipe, exponiendo información relevante a 
partir de fotografías, comentarios, estados, etc., de las cuales se recibe un feed-back. 
En las redes sociales, la identidad se determina desde la puesta en escena de la información 
perteneciente a la vida y sus expresiones, las cuales necesitan ser mostradas y teatralizadas 
(Gortaire & Huerta, 2014); “el yo contemporáneo es, en gran medida, una entidad colectiva 
teatral sostenida en la pérdida de la singularidad y particularidad, por ende, de la individualidad, 
para dar lugar a un yo eminentemente colectivo, y público” (p. 1). Para los autores citados, en 
Facebook y Twitter se edifican identidades en las que, los adolescentes y jóvenes plasman algo 
de sí mismos y son reconocidos gracias a la mirada de los otros y de sus comentarios; la 
identidad termina nutriéndose con la espectacularización de las imágenes, las propias y las de los 
otros. 
5.4. Adolescentes y jóvenes en tiempos posmodernos. 
El proceso de identificación en la etapa vital de la adolescencia se trata de una búsqueda 
dubitativa e incluso inconsciente, donde el sujeto narra un relato que sea coherente para él 
mismo: quiere saberse único y protagonista de una historia que comparte en relaciones de 
intimidad (Dans, 2015). Como es sabido, la etapa de la adolescencia es un periodo evolutivo 
extremadamente complicado para la configuración de la dado que se experimentan procesos 
madurativos en los que los jóvenes buscan percibirse a sí mismos y a su propia actividad dando 
sentido a su mundo social con el fin de determinar su propia individualidad (Ruiz & De Juanas, 
2013). 
Durante el tránsito de la adolescencia a la edad juvenil se dan las condiciones de maduración 
interna y sociales para la conformación de formaciones psicológicas de alto nivel de integración 
28 
 
de procesos y de gran complejidad funcional, donde se cristaliza la formación del pensamiento 
conceptual, se diversifica y amplía la actividad y la experiencia social, se acerca la perspectiva 
de una inserción en el mundo adulto y se avanza hacia mayores niveles de autoconciencia 
(D'Angelo, 1999). Se ha de considerar que la adolescencia es el momento vital clave para la 
configuración de la identidad personal. 
La adolescencia se presenta como una etapa compleja en la que el sujeto debe construir y 
definir su yo e iniciar su proceso como adulto dentro de la pluralidad de mundos en los que está 
creciendo, y en los que busca poder participar con otros en sociedad. Ruiz & De Juanas (2013) 
entienden que por ello no son indiferentes las amistades, los grupos en los que se inserta, los 
intereses, su capacidad de relación con los adultos y con sus pares, etc. El adolescente se sabe un 
“yo” y un “nosotros”, que comienza a explotar fuera del círculo familiar, en las relaciones de 
amistad (Vázquez & Fernandez, 2016). 
Un adolecente tiene conciencia de su pertenencia a un grupo y es quizá este el rasgo más 
sobresaliente que ofrece la integración en una red social virtual como Facebook y Twitter. La red 
social se presentará, así como una oportunidad de reafirmación de su “yo” y su “nosotros”. La 
identidad individual está al servicio de un molde social. Esa identidad que el adolescente busca a 
toda costa como algo irrepetible y, al mismo tiempo, establece dentro de un proceso de 
identificación en el “nosotros”, le llevará al reconocimiento por los demás, lo que precisamente 
reafirma su yo (Vázquez & Fernandez, 2016). 
Los adolescentes de hoy, también llamados nativos digitales (Vázquez & Fernandez, 2016), 
“son jóvenes que nacieron con dispositivos tecnológicos al alcance de su mano, los cuales 
constituyeron su modo de vincularse; ellos crecieron con nuevas concepciones de tiempo y 
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espacio, no necesitan adaptarse a la inmediatez ni al devenir caótico, porque éste es su mundo” 
(p. 44). 
Los adolescentes sienten la necesidad de participar en las redes sociales; pertenecer a ellas ha 
dejado de ser una opción de ocio para convertirse en un requerimiento que permite estar en 
contacto con los iguales, en cada instante, más allá del espacio físico (Ruiz & De Juanas, 2013). 
Por tanto, la utilización de estos medios sociales está afectando a la configuración de la identidad 
durante la adolescencia. 
5.5. Enfoque del Desarrollo humano. 
A partir de aquí se dará cuenta del complejo, polisémico y emergente concepto de desarrollo 
humano, vinculando apartes de las propuestas de Amartya Sen y la Teoría Bioecologia de 
Urie Bronfenbrenner. 
Para Mesa & Páez (2016), el término desarrollo humano aparece en múltiples campos y 
escenarios bajo nociones políticas, económicas, comunicativas, psicológicas, filosóficas y 
pedagógicas. Se entiende como un proceso de expansión de las libertades de las personas para 
llevar una vida prolongada, saludable y creativa; conseguir las metas que se consideran valiosas 
y participar activamente en darle forma al desarrollo de manera equitativa y sostenible en un 
planeta compartido. Este paradigma se hace necesario en la actualidad, ya que “crea 
oportunidades para la expansión de las capacidades humanas y la mejora de la calidad de vida” 
(p. 102). 
Martínez (2009) afirma que llevar a un ser humano a su pleno desarrollo y madurez, en su 
realidad integral, constituye la empresa más difícil y ambiciosa que pueda proponerse una 
persona, una institución e, incluso, una sociedad completa. Sin embargo, argumenta caminar en 
30 
 
esa dirección, abriendo horizontes e iluminando caminos, es la meta que se propone, en general, 
toda verdadera educación y desarrollo pleno del ser humano. 
Amartya Sen es un autor pionero en abordar con una perspectiva humana el desarrollo. Su 
interés gira alrededor de lo que las personas son capaces de hacer o ser realmente. Este es un giro 
significativo para pensar la sociedad, pues no se preocupa por las necesidades básicas, los bienes 
primarios o los recursos con que cuenta un individuo, sino por suscapacidades que le permiten 
llegar a hacer o ser (Urquijo, 2014). Sen concibe al ser humano de forma dinámica y con un 
potencial propio, donde el bienestar se valora desde el punto de vista de la habilidad para hacer 
actos o alcanzar estados valiosos que exprese libertad (Sen, 1995). 
Al realizar una lectura de la propuesta de Sen, Mesa & Páez (2016) establecen groso modo 
que el desarrollo humano se centra directamente en el progreso y valoración de la vida y el 
bienestar humanos; este “se vincula con el fortalecimiento de capacidades que le permiten a una 
persona ser y hacer (…), tiene que ver con la libertad de poder vivir como nos gustaría hacerlo 
conforme el uso de oportunidades habilitadoras (…), y (…) está asociado a la posibilidad de que 
todos los individuos sean sujetos y beneficiarios del desarrollo” (p. 101). 
Desde una mirada evolutivo contextual, se entiende el desarrollo humano en estrecha 
imbricación con el contexto social, a diferentes niveles del sistema (Silva & M, 2017). Desde 
este enfoque sustentado en la postura de Bronfenbrenner, para los autores citados, se comprende 
el desarrollo humano en términos de una interacción entre múltiples niveles contextuales (e. g. 
macro económico político, cultural, socio-espacial) y procesos individuales y grupales, tales 
como procesos de desarrollo individual (e. g. transiciones de rol, identitarios, cognitivos), y 
grupales (e. g. dinámicas familiares, participación, etc.). 
31 
 
Según Roja & Arias (2013) el modelo Ecológico del Desarrollo Humano de Bronfenbrenner 
se caracteriza por ubicar el desarrollo ecológico del ser humano bajo su relación directa e 
indirecta con el ambiente que les rodea, incluso teniendo en cuenta el tiempo socio-cultural al 
que éstos pertenezcan. La estructura bajo la cual Bronfrenbrenner planteó su modelo, según estas 
autoras, se basó en los conceptos de sistemas, conducta y ambientes, los cuales todos son 
interdependientes y hacen que su modelo tenga sentido y solidez 
Se asume la construcción de la identidad como una realización compleja, un logro, que es 
valorado desde el desarrollo humano como un proceso contextual necesario del ciclo vital y del 
bienestar individual y colectivo, donde se pone en juego el ejercicio de la libertad de 
adolescentes y jóvenes. De aquí la importancia de evidenciar si las redes sociales como 
Facebook y Twitter suponen transformaciones significativas gravitantes en los estados y 
actividades de ser del ser humano. 
 
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6. Marco Contextual. 
La globalización y el constante avance de las nuevas tecnologías de la comunicación han 
modificado la forma en la que los niños, las niñas y los adolescentes estudian, se relacionan y 
entretienen. Internet y las redes sociales virtuales, tales como Facebook y Twitter, entre otras, 
han comenzado a ocupar un lugar cada vez más preponderante en el proceso de socialización y 
se han convertido cada vez más en un elemento esencial para su vida (De la Torre & Fourcade, 
2012), resultando indiscutible que sus consecuencias comportan un cambio que las trascienden. 
Según García, Del Hoyo & Fernández (2014) las redes sociales no deben entenderse como 
simples herramientas tecnológicas para el intercambio de mensajes o historias sino como 
auténticos medios para la comunicación, la interacción y la participación global. 
6.1. ¿Qué son las redes sociales? 
Las redes sociales hacen alusión a plataformas virtuales que permiten la interacción entre 
grupos de gente. Los jóvenes son, por excelencia, los usuarios de estas plataformas (Torres & 
Iglesias, s.f.). Muchas de ellas por la accesibilidad y facilidad del uso público y colectivo pueden 
convertirse en una carta de presentación ante los demás porque el usuario decide qué mostrar y 
de qué forma hacerlo. Como afirman Almansa, Fonseca & Castillo (2013) las redes sociales 
permiten una nueva forma de comunicarse, de relacionarse y de crear comunidades. 
Rodríguez & Fernández (2014), retomando a Luengo (2004), sostienen las redes sociales son 
comunidades virtuales que funcionan como una plataforma de comunicaciones y formas de 
interacción social, definidas como un intercambio dinámico entre personas, grupos e 
instituciones. Ellas suponen una superación de las barreras espaciotemporales, por lo que se hace 
necesario reconocer los cambios que se dan en el desarrollo social y cognoscitivo. 
33 
 
A groso modo, una definición global de un sitio de red social consiste en un servicio basado 
en Internet que permite a los individuos construir un perfil público o semi-público dentro de un 
sistema delimitado, articular una lista de otros usuarios con los que comparten una conexión, y 
ver y recorrer su lista de las conexiones y de las hechas por otros dentro del sistema (Boyd & 
Ellison, 2008). 
6.2. Uso de las redes sociales en Colombia. 
Según la revista Dinero el auge en el desarrollo de las nuevas tecnologías, sumado a la 
democratización en su acceso, tiene a las redes sociales como uno de los protagonistas de los 
últimos años. 
Durante los últimos 10 años, el uso de la Internet como herramienta de trabajo y 
comunicación ha crecido rápidamente, alcanzando cada vez más espacios en la sociedad. Sin 
embargo, desde hace cuatro años, particularmente, las llamadas comunidades virtuales han 
tomado cada vez más fuerza, perfeccionado su operatividad y ofreciendo servicios y aplicaciones 
que atraen cada vez más adeptos, lo que se evidencia a través de los miles de personas que día a 
día se afilian en todo el mundo (Aguilar & Said, 2010). 
Se calcula que para agosto de 2017 el número de usuarios activos en redes sociales en el 
mundo alcanzó los 3.000 millones, cuando se esperaba que en 2018 la cifra apenas se acercara a 
los 2.500 millones. Facebook, Twitter, Instagram, canales de YouTube y la generación de 
contenidos y de interacción con las comunidades se han convertido en medios complementarios 
a los tradicionales. 
En el caso particular colombiano, el consumo de dichos portales ha tomado una gran fuerza, a 
pesar de que el acceso a Internet es más limitado que en países mayormente industrializados, al 
punto de que Colombia está entre los 10 países con más usuarios de Facebook. 
https://www.dinero.com/noticias/redes-sociales/102
https://www.dinero.com/noticias/redes-sociales/102
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Colombia no ha estado ajena a esta dinámica. Los resultados de la Primera Gran Encuesta 
TIC/2017, reseñada por la revista Dinero1, deja en evidencia la tendencia: entre los encuestados, 
88% utiliza Facebook, 87% WhatsApp, 48% YouTube, 34% Instagram y 20% Twitter. Para el 
90% estas herramientas son de uso diario. 
Según la primera gran encuesta TIC realizada por el Ministerio de Tecnologías de la 
Información y las Comunicaciones (MinTIC)2, 64% de los colombianos ya usa internet. La 
actividad que más toma fuerza en los usuarios que utilizan internet es el uso de redes sociales. De 
acuerdo con el estudio de consumidores digitales 2017, realizado por el Centro de Investigación 
de las Telecomunicaciones (Cintel) la actividad que más realizan los usuarios colombianos en la 
web es usar redes sociales, con una participación de 88%. 
Según Almansa, Fonseca & Castillo (2013) en Colombia, la mayoría de los jóvenes de 12 a 
15 años utiliza Facebook para relacionarse con sus amigos y amigas. Es un medio más de 
socialización, tan importante o más que otros. En ambos países los jóvenes tienen necesidad de 
«estar» en la Red y de mostrarse en ella de la forma más original posible. 
En suma y con adherencia a la postura de Aguilar & Said (2010) el desarrollo de nuevas 
herramientas de comunicación, a partir de la plataforma tecnológica ofrecida por la Internet, ha 
permitido desarrollar redes sociales virtuales, en las cuales los adolescente y jóvenes ven 
inmersos sus identidades, donde pueden adquirir nuevos matices y manifestaciones. Los espacios 
virtuales de socialización, o redes

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