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UNIDAD DE ATENCIÓN TEMPRANA
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TA OPINIÓN TERAPIA ACUÁTICA
RECIENTEMENTE encontré un artículo de An-
tonio Bretones Fernández, diplomado en fisioterapia, 
que publica los siguientes resultados en una encuesta 
pasada a 3.000 padres que acudían a clases de matro-
natación. La pregunta realizada era “¿Por qué acuden 
a natación para bebés junto a sus hijos?” La respuesta 
ha sido la siguiente: un cuarto de población lo hace por 
ayudar al infante en la adaptación al agua, aunque las 
razones eran tan diversas como: el posible miedo que 
los infantes puedan tener al agua, el aprendizaje de la 
natación, para evitar el posible miedo al agua en un 
futuro, proponer una actividad de placer y relajación 
para el infante y los padres. Pero lo que más llamó mi 
atención es que solo cerca de un 15 por ciento lo hace 
por influir en el desarrollo psicomotor y en la estimula-
ción temprana del niño.
La terapia acuática, y todo trabajo en medio acuático 
aporta, muy diversos beneficios al niño de cualquier 
edad, pero en este artículo, nos centraremos en aquellos 
de 4 a 36 meses, grupo de edad que trabajamos en 
la Fundación Salud Infantil, mediante estimulación 
grupal o matronatación, según la terminología que 
queramos utilizar. Estas clases metodológicamente se 
basan en el juego, con el apoyo de uno de los padres, 
intentando que ambos participen en el desarrollo y 
aprendizaje motor del bebé.
La edad para la práctica difiere según autores pero en 
muy poco tiempo, según Cirigliano (1989), la actividad 
acuática temprana crea un efecto integrador entre la 
base refleja primaria, los condicionamientos facilitados 
al niño desde el primer trimestre de vida sobre todo y 
una actividad más liberada y consciente. Consecuencia 
de un aumento de la madurez neurológica. 
Como la edad no está totalmente definida, y el de-
sarrollo de los bebés no es exacto en todos los casos, la 
edad de inicio en la Fundación es de 4 meses, cuando 
el sistema inmune termina de madurar. Es importante 
empezar antes de cumplir el primer año de vida, puesto 
que después de este, el reflejo de protección de la respi-
ración ya ha involucionado y nos costará un poco más 
realizar cierto ejercicios. Aun así recordemos que los 
beneficios son tantos, que aún empezando después de 
ese primer año, los bebés tendrán mejoras notables.
En la bibliografía revisada sobre los beneficios de 
la natación para bebés encontramos coincidencias de 
diversos autores en sus artículos. Por ejemplo, A. Her-
nández en un artículo (www.i-natacion.com) enumera 
los siguientes beneficios:
1 Desarrollo psicomotor: El bebé que aún no 
camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse 
tridimensionalmente, siendo mucho mayor la liber-
tad y continuidad de movimientos. A muy temprana 
edad comienzan a tener nociones de desplazamiento 
y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que 
redundará en una mayor coordinación motriz.
2 Fortalecimiento del sistema cardiorrespirato-
rio: La natación fortalece el corazón y los pulmones. 
Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua 
se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de 
la sangre.
3 Ayuda al sistema inmunológico.
4 Aumenta el coeficiente intelectual: Está demos-
trado que los bebés que han hecho natación en los dos 
primeros años de vida desarrollan una percepción mayor 
del mundo que los rodea, con lo que ya están aprendien-
do a ser más creativos y observadores. El agua estimula 
la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá 
muy positivamente en los aprendizajes futuros.
5 Mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva 
entre bebé-mamá-papá: La realización de un pro-
Me he decidido a tratar este tema debido al gran desconocimiento que 
parece haber por parte de los padres respecto a los beneficios de la 
natación en sus bebés. Esta necesidad de información siempre me pareció 
evidente en mis interacciones con estos padres, como coordinador en 
varios centros con servicios de actividades acuáticas. 
grama acuático para un bebé le llevará, junto con sus 
papás, a compartir situaciones ricas y profundas que 
no sucederán de otra forma, pues se van a juntar las 
reacciones innatas e instintivas del bebé con las propias 
vivencias que genera la práctica de la natación, que, sin 
duda, ayudarán al conocimiento mutuo, alimentando el 
amor y orgullo de mamá y papá.
6 Inicia la socialización sin traumas en un ambien-
te lúdico y recreativo: Desarrollándose como personas 
y su entorno de una forma natural. La convivencia en 
la piscina con otros niños les ayudará a relacionarse 
mejor, además de que aprenderán a compartir y realizar 
actividades junto a otras personas. El niño adquiere 
más confianza para comunicarse y desarrollarse en gru-
po, ya que estará en constante contacto con instructores 
y otros niños.
7 Desarrolla las habilidades vitales de superviven-
cia. Un ejemplo de ello es el aprender a girarse sobre su 
espalda y flotar ante una caída al agua.
8 Ayuda al bebé a relajarse.
9 Ayuda al bebé a sentirse más seguro.
Una vez aclarados los beneficios de la actividad en 
el bebé, nos centraremos en la actividad, que llamamos 
Estimulación Acuática para bebés, una actividad que 
difiere mucho del entrenamiento de natación típico, 
porque las características físicas y mentales del niño 
todavía no son idóneas para empezar un trabajo basado 
en la repetición, la flotación y el desplazamiento. Por lo 
tanto, debemos adaptar la metodología a la capacidad 
de aprendizaje de cada bebé, siempre mediante el juego 
y con el apoyo de sus padres.
Mediante el uso de una metodología muy indivi-
dualizada, los bebés mejoraran sus aptitudes de forma 
progresiva desde la adaptación al medio acuático en los 
primeros años de vida, al realizar ejercicios basados en 
la repetición y el desplazamiento con un componente 
lúdico como base del aprendizaje desde los 4 años. 
Esta progresión es la habitual, aunque todo depende 
del niño en cada caso particular. 
Según un artículo del Departamento de Educación 
Física del Colegio Miramadrid, el cual encontramos en 
la revista digital ‘i-natación’, “los recién nacidos están 
perfectamente dotados de una variedad de reflejos que 
hacen posible el progresivo desarrollo de una conducta 
adaptada al medio en que se desenvuelvan, en este caso 
el agua. Limitar las experiencias del primer año a la 
estancia en la cuna o en el cochecito de paseo significa 
reducir el desarrollo tanto físico como intelectual de 
nuestro bebé, en un período crítico de su vida. Todos 
los psicólogos y pedagogos reconocen la importancia 
de los primeros años en la vida del individuo y, a pesar 
de ello, seguimos sin prestar la atención necesaria hasta 
la entrada en la escuela”.
Como conclusión, solamente espero haber difun-
dido y aclarado un poco más a padres y madres los 
beneficios de la estimulación en bebés y los beneficios 
que esta puede aportar a sus hijos. Recordemos, que 
la estimulación en agua de bebés, evita “limitar las ex-
periencias del primer año a la estancia en la cuna o en 
el cochecito” como leímos en el párrafo anterior. Solo 
queda animar a los padres a que aportemos nuevas 
experiencias, vivencias que ayudarán al bebé en su de-
sarrollo físico, emocional y social, en un entorno nuevo 
que les ofrece nuevos desafíos que no tienen en la vida 
limitada de movimiento que les ofrecemos sobre todo 
en los primeros años de vida.
Efectos y beneficios 
de la estimulación acuática 
en bebés de 4 a 36 meses
lorenzo romera lópez
licenciado en ciencias de la actividad física y del deporte
UNIDAD DE ATENCIÓN TEMPRANA
PJ Zamora Fotógrafos