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Crisis de representatividad y falta de participación en instancias de representación tradicional de la política chilena

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2021 
Crisis de 
representatividad 
y falta de 
participación en 
instancias de 
representación 
tradicional de la 
política chilena. 
Estudiante: Carolina Hernández 
Curso: 4°A EM. 
Palabras claves: democracia representativa, participación ciudadana, representatividad, 
confianza. 
Resumen. 
El objetivo de este ensayo es poder reflexionar sobre la crisis de representatividad y la baja 
participación ciudadana que existe actualmente en nuestro país, en donde abarco en primera 
instancia el tema en general de la democracia representativa, en donde se indican 
fundamentalmente el ¿qué es?, como esta funciona y la importancia de la participación 
ciudadana y la legitimidad que la ciudadanía percibe de sus representantes. Como segunda 
instancia desarrollo un poco el tema del cómo funciona en realidad la política, para luego 
poder desarrollar los temas principales que corresponden a la crisis de representatividad y la 
baja participación ciudadana junto con soluciones que permitirían resolver poca a poco estas 
problemáticas. 
Introducción 
La democracia representativa es un sistema político donde el poder procede del pueblo, pero, 
a diferencia de la democracia directa, este no es ejercido por él sino por sus representantes 
electos mediante el voto. Este sistema político es el más común entre las democracias 
occidentales modernas y existen buenas razones para ello. La democracia representativa es 
una forma eficiente para resolver los conflictos y abordar los desafíos en materia legislativa. 
El tener representantes con dedicación exclusiva profesionaliza el oficio legislativo, 
permitiendo tener un proceso deliberativo de mejor calidad. Los partidos políticos son el 
fundamento del sistema democrático representativo y tienen por objeto articular los distintos 
intereses de la ciudadanía, que se expresan en las diferentes posiciones políticas, para 
representarlos en el poder legislativo. 
Pero ¿qué pasa cuando los parlamentarios dejan de representar a la ciudadanía? ¿Qué 
ocurre cuando el nivel de la deliberación en el Congreso es más bajo que el de una persona 
común y corriente, que no tiene ni el tiempo ni los medios para estudiar las materias en 
profundidad? ¿Qué sucede cuando la democracia representativa deja de ser más eficaz que 
la democracia directa? 
La participación ciudadana es fundamental para la democracia. El involucramiento de la 
ciudadanía en la vida pública y en el control de la actividad de sus autoridades y 
representantes es esencial para una democracia sólida e inclusiva. Así, el funcionamiento de 
la democracia requiere necesariamente del ejercicio de derechos, en la medida en que estos 
sustentan tanto los mecanismos de representación y competencia por el poder (elecciones) 
como los mecanismos de deliberación y participación en la toma de decisiones. Una de las 
formas de participación ciudadana más sustantivas y cruciales de una democracia 
representativa es la participación electoral, pues permite dotar de legitimidad y estabilidad al 
sistema político, y a la vez, permite otorgar igualdad de oportunidades de expresión política. 
El derecho universal al sufragio es un elemento constitutivo del sistema democrático: toda 
democracia requiere de la realización de elecciones libres y competitivas. Este derecho está 
consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y es profundizado en el Pacto 
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dentro de las problemáticas que podemos encontrar en ámbitos de la política están la falta 
de participación dentro de las instancias formales como lo son las votaciones de cargos 
públicos, la cual va de la mano con la crisis de representatividad, ambas se pueden explicar 
por la falta de confianza que existe entre la ciudadanía y sus representantes, pero ¿Por qué 
suceden estos tipos de situaciones y qué es lo que debemos tener en cuenta? 
Al hablar en términos generales podemos definir el concepto de democracia representativa 
como un sistema político del cuál el poder procede del pueblo, pero este es ejercido por 
representantes los cuales son electos mediante el voto, todo esto lo podemos ver desde un 
punto de lo ideal, pero cuando lo llevamos a la práctica Robert Michels sostiene que “la 
democracia se convierte –irremediablemente– en un gobierno de directivos que gobernarían 
sobre una mayoría de dirigidos.” Por lo que cuando la sociedad se complejiza, existe un 
mayor poder de las elites, dada la diferenciación de funciones y los requerimientos técnicos 
que se deben tomar. 
“¿Hasta qué punto el pueblo, la ciudadanía, tiene capacidad de incidir en las decisiones?, 
¿Puede la ciudadanía controlar a sus gobernantes más allá de premiarlos o castigarlos con 
el voto?” 
“Involucrar a la ciudadanía en procesos de participación vinculante es renunciar a cuotas 
relevantes de poder.” 
Eso corresponde a uno de los problemas fundamentales que enfrenta el sistema democrático 
chileno postdictadura, debido a que se advierte un progresivo distanciamiento de la 
ciudadanía respecto del sistema político, el que se verifica en crecientes niveles de 
insatisfacción con la democracia, en la desconfianza social hacia los partidos y en la acelerada 
reducción de la militancia en los partidos. De este modo toma más fuerza la noción de una 
“clase política” separada y distante de la sociedad, la cual goza de privilegios y que se resiste 
a terminar con ellos. Por lo que nos encontramos en un sistema cerrado, en donde la calle, la 
protesta social, se pueden constituir como una de las pocas formas en la que la ciudadanía 
puede obtener beneficios, resolver conflictos y redistribuir la riqueza y el poder. 
Esta tendencia es acompañada por la resistencia de los actores políticos de abrir el juego 
político a mecanismos de democracia directa, esto es, a incorporar instrumentos que 
permitirían que ciertas decisiones políticas fueran consultadas de forma vinculante o más 
bien decididas por la propia ciudadanía. Con esto de manera general me refiero a aumentar 
estas instancias que favorecen la participación, como plebiscitos vinculantes y/o consultivos, 
referéndums propuestos por la ciudadanía o iniciativas populares de ley. 
Y no a estas consultas que en lo ideal son vinculantes, pero en la práctica no lo son, ya que 
lo único que se consigue con esto es aumentar la desilusión y desconfianza del sistema. 
Por lo que, si intentamos entender esta situación, la resistencia que tienen las elites con la 
capacidad de ceder el poder e involucrar a la ciudadanía en estos procesos equivaldría a 
renunciar a cuotas relevantes de poder, pero también al entenderlo de esta manera podemos 
notar una visión oligárquica de la sociedad en donde al ocupar una posición de privilegio se 
tiene acceso a las complejidades de los procesos de toma de decisiones, por lo que poco a 
poco se van internalizando prejuicios respecto de la gente común, tales como que el resto de 
la ciudadanía no comprende, no entiende y menos es capaz de racionalizar las complejidades 
que involucra la cosa pública. 
 
Crisis de representatividad y falta de confianza 
 
Durante los últimos 20 el descenso en el apoyo o la percepción de legitimidad de los partidos 
políticos por parte de la ciudadanía ha ido en picada constante hasta llegar a niveles de 
confianza de 3 % en 2015, de 4 % en 2016, de 6 % en 2017 y 2 % en diciembre de 2019, 
según la encuesta nacional de opinión pública del CEP. El sistema de partidos políticos 
chileno se encuentra en una profunda crisis de legitimidad. 
Según los datos del CEP el cuál lleva más de dos décadas midiendo la confianza en las 
instituciones se presenta un paulatino declive en la confianza tanto en los partidos políticos 
como en las distintas organizaciones públicas, en las que tradicionalmente existía una mayor 
confianza. Un ejemplo de esto es que Chile al ser un país católico,55%. Podemos encontrar 
que la confianza en la iglesia ha decaído significativamente, también, así como lo que pasa 
con las fuerzas armadas, la Policía de Investigaciones de Chile (PDI); los carabineros, que se 
explican en los tres casos por las investigaciones relacionadas con apropiación indebida de 
fondos estatales. 
“A la vista de los resultados, se tiene la certeza de que se vive una crisis institucional, una 
crisis de la democracia representativa y por eso la inmensa mayoría de los encuestados por 
el CEP cree que la democracia funciona mal en Chile y un 72% no se identifica con ninguna 
opción política.” 
Con estos datos nos damos cuenta de que no más del 14% de la población se identifica con 
algún partido político, la cifra más baja desde el año 1990 (el del retorno democrático). 
Con la ayuda de las redes sociales, los medios, encuestas y la educación nos hemos podido 
dar cuenta de los grandes grados de desconfianza que existen, los cuales los podemos ver 
representados en los problemas que se dan en la política, episodios pasados de corrupción en 
esta ultima como en las empresas tales como los casos de colusión, elusión y evasión 
tributaria además del financiamiento de la política y tampoco tenemos que olvidarnos de las 
decepciones de las figuras públicas. La forma en la que entendemos la democracia 
representativa ha cambiado lo que se da principalmente porque los ciudadanos están mucho 
más educados e informados, y como sabemos la educación es poder, además de que se espera 
que las autoridades que son electas con el fin de representarnos puedan gobernar con más 
transparencia, cumpliendo con lo que prometen, por lo que al momento de votar y ser electo 
un candidato o candidata, se respete su voluntad y no se imponga la voluntad del partido por 
el cual se postuló y además que exista una mayor comunicación vinculante entre la 
ciudadanía y sus representantes. 
"Cuando desconfiamos de las instituciones, nos damos cuenta de que solo quedamos 
nosotros y que nosotros tenemos que hacernos cargo" 
Pero y entonces ¿Qué soluciones pueden existir para poder restaurar la confianza? 
Primero que todo sería ideal el poder acabar con las brechas existentes, pero esto en la 
práctica no se puede realizar del todo, por lo que podemos ir disminuyéndolas poco a poco. 
Además del tener la disposición de poder cambiar en una primera instancia, para luego poder 
escuchar 
“En relación con lo que debiese ser reforzado para una efectiva participación ciudadana, 
los entrevistados se inclinan por la descentralización (71%) y la apertura al diálogo (70%)” 
Con el pasado “estallido social” también podemos dilucidar la urgente necesidad de 
repensar en una descentralización efectiva en el país, reconociendo así que las localidades 
pueden pensar por sí mismas, lo que lleva al llamado de la generación de instrumentos que 
puedan establecer mecanismos que puedan dar paso crear instancias para la toma de 
decisiones que permitan la inclusión de una participación ciudadana de manera permanente, 
lo que garantiza la conformidad de las mayorías pasando de una democracia representativa 
como hoy a una más participativa, haciendo también responsable a los ciudadanos del 
progreso de sus espacios territoriales 
“En los años ‘90 bastaba con la participación resumida en el acto de sufragar, hoy los 
ciudadanos quieren ir más allá y quieren formar parte de la toma decisiones, no quieren 
cocinas, quieren que las decisiones se tomen de cara al país (…), y ahí me parece que la 
clase política está al debe” 
 
¿Cuáles son los problemas que se presentan en la participación ciudadana? 
A menudo podemos escuchar comentarios como ¿Por qué voy a participar si no voy a lograr 
cambios? o ¿Qué pasa si solamente se abren estos canales de comunicación, pero estos no 
están dispuestos a cambiar?, con esto nos damos cuenta de que la gente en general percibe 
que los canales que se dan par la comunicación son solamente de uso informativo o para 
opiniones, ya que estos no sirven para producir cambios, o sea que no son vinculantes, lo que 
en gran parte inhibe la participación ciudadana. 
Un ejemplo actual que se dio de baja participación ciudadana es el de las votaciones de 
constituyentes el pasado 15 y 16 de mayo, el cual presento una participación del 43%, lo 
cual equivale a ocho puntos porcentuales menos de lo que se registró en el referendo del 
pasado 25 de octubre del año 2020 en cual se aprobó el cambio de nuestra constitución. 
“De acuerdo con datos del Servicio Electoral chileno, Servel, en la inédita doble jornada 
electoral que se desarrolló entre el sábado y el domingo, votaron un total de 6.458.760 
personas, sobre un techo de 14.900.190 electores, lo que implicó una participación total del 
43,35%.” 
Con estos datos nos encontramos que la cifra de esta elección es menor a los 7.569.082 de 
votantes (un 50,9% del padrón total) que participaron en el plebiscito en el que se decidió 
redactar una nueva Constitución para reemplazar la heredada de la dictadura de Augusto 
Pinochet (1973-1990). 
 
En general podemos destacar 3 puntos fundamentales, que entre los cuales nos pueden ayudar 
a comprender el por qué de la baja participación ciudadana. 
En una primera instancia, hay que tener en cuenta que en Chile el voto fue, durante mucho 
tiempo, obligatorio y solo hasta el 2012, con la aprobación de la Ley 20.568, se reformó el 
sistema de sufragio universal, instaurándose el voto voluntario. 
En Chile, la disminución en la participación electoral ha sido sistemática desde principios de 
la década de 1990. Por ejemplo, si se analiza el resultado de elecciones municipales tomando 
como base la población en edad de votar, se aprecia que el porcentaje de votantes disminuyó 
del 79% en 1992 al 45% en 2012 y al 36% en 2016. Lo mismo sucede en las elecciones de 
diputados, en las que se ha pasado de una participación en elecciones del 87% en 1989 al 
51% en 2013 Pese a esta caída sostenida en términos porcentuales, en términos absolutos el 
número de votantes se mantuvo relativamente estable entre 1989 y 2010, con variaciones 
dependiendo del tipo de elección. La gran disminución en el número de votantes ocurre luego 
de aprobado el voto voluntario, en las elecciones de alcaldes y concejales de 2012, cuando el 
total de votantes pasó de 6.959.012 en la elección de alcaldes de 2008 a 5.790.916 en la de 
2012. En las elecciones de diputados y presidencial (primera vuelta) de 2013 el número de 
votos disminuyó respecto de la elección de 2010, pero no tan drásticamente como en el caso 
de las elecciones municipales. Los resultados de las últimas elecciones municipales muestran 
que la tendencia a la baja se mantiene: en octubre de 2016 la proporción de votantes cayó a 
su mínimo histórico, situándose en el 36% en relación con la población en edad de votar. En 
la última elección municipal (2016) participaron 4.926.297 personas, es decir, nueve 
millones de personas decidieron no ejercer su derecho a voto 
 
De esta forma podemos observar que este problema lo podríamos considerar como 
generacional, debido a que la gente mayor está acostumbrada a ir y ejercer su derecho a voto, 
en cambio los jóvenes podríamos decir que pueden ver este ejercicio como una imposición 
esto junto con la falta de representatividad y confianza genera esta abstinencia a tener que 
votar. 
Como segundo punto encontramos el descontento generalizado del quehacer político, en 
particular con los partidos tradicionales de derecha y de izquierda. Y si seguimos con el 
ejemplo de la votación de los constituyentes podemos entender de mejor manera la gran 
mayoría de votos que recibieron los candidatos independientes, por lo que la gente está en 
busca de rostros nuevos que puedan subsanar esta desconfianza y además se da que la 
mayoría de los candidatos independientes no eran necesariamente políticos, sino personas 
que nosotros consideraríamos máscercanas ya que conocen nuestras realidades. 
Y como por último punto, enfocándonos más en lo que es nuestra situación actual de 
pandemia está el constante “miedo” o preocupación de la posibilidad de contagio por covid-
19, por lo que, si bien no explica de manera general una baja participación ciudadana, en 
cierto modo influye en una menor afluencia de participación. 
"Hay muchas comunas que aún están en cuarentena. Las condiciones del covid-19, a pesar 
de que ha aumentado la vacunación, pueden haber dificultado que muchas personas 
asistieran a sus locales de votaciones" 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Conclusiones. 
A lo largo de este ensayo uno se puede dar cuenta de la importante crisis de representatividad 
que se vivencia en nuestro país, lo cual se ve representado fundamentalmente en la capacidad 
de representación con la sociedad, como también la capacidad de realización de expectativas 
de políticas que sean vinculantes, lo que provoca que esta situación vaya de la mano con la 
baja participación de instancias tradicionales como lo son el ir a sufragar, además nos hemos 
podido dar cuenta que esta situación es un problema generacional, el cual ha venido 
disminuyendo sistemáticamente desde finales de la década de los noventa, situación que se 
acentúo desde la reforma al sistema de inscripción electoral en el año 2012. 
Pero a pesar de la presencia de estas problemáticas existen soluciones que tal vez no 
resuelvan el problema al 100%, pero si ayudan a que esta participación y representación vaya 
aumentando poco a poco y por lo mismo se vaya reconstruyendo esta confianza que ha sido 
quebrantada. Dentro de estas soluciones que he mencionado durante el transcurso del ensayo 
están el fomento de consultas vinculantes, además de la difusión de información a la 
ciudadanía, la cual se fomenta con la educación con asignaturas como historia y educación 
ciudadana, permitiéndole a la ciudadanía y personas tener un mayor bagaje de conocimiento 
y por consiguiente conseguir que sean más cultos e informados. Además de estas existen las 
candidaturas independientes que lo hemos podido observar de más cerca con las votaciones 
de los constituyentes, las cuales tienen como finalidad estimular la participación ciudadana 
en procesos que en las últimas décadas han quedado en manos de los partidos, lo que en cierta 
forma permite poder abrir un nuevo abanico de posibilidades dentro de las contiendas 
electorales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Referencias bibliográficas 
Crisis de representación - Centro de Estudios Públicos (cepchile.cl) 
 
Un diagnóstico a la crisis social en Chile (noticiaslosrios.cl) 
Los conflictos sociales en Chile y la crisis de representatividad (diarioconcepcion.cl) 
Crisis de la democracia en Chile: ¿y ahora qué? | openDemocracy 
Participación ciudadana: la eterna desconfianza – CIPER Chile 
Desconfianza crónica y baja participación en Chile, ¿por qué pasa y qué hacer? (eldefinido.cl) 
Baja participación electoral en Chile: ¿qué pasó? | El Nuevo Siglo 
Abstención electoral y participación política - Universidad de Chile (uchile.cl) 
undp_cl_gobdem_DIAGNÓSTICO SOBRE LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL EN 
CHILE.pdf 
¿Para qué sirven los partidos políticos? (milenio.com) 
Estadísticas de participación por partido político – Servicio Electoral de Chile (servel.cl) 
 
 
https://www.cepchile.cl/cep/opinan-en-la-prensa/sylvia-eyzaguirre/crisis-de-representacion
https://www.noticiaslosrios.cl/2019/11/17/un-diagnostico-a-la-crisis-social-en-chile/
https://www.diarioconcepcion.cl/politica/2019/06/23/los-conflictos-sociales-en-chile-y-la-crisis-de-representatividad.html
https://www.opendemocracy.net/es/democraciaabierta-es/crisis-de-la-democracia-en-chile/
https://www.ciperchile.cl/2018/06/14/participacion-ciudadana-la-eterna-desconfianza/
https://eldefinido.cl/actualidad/pais/5708/Desconfianza-cronica-en-Chile-por-que-pasa-y-que-hacer/
https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/05-17-2021-con-mucha-expectativa-constituyente-de-chile-tuvo-poca-participacion-que-paso
https://www.uchile.cl/noticias/127887/abstencion-electoral-y-participacion-politica
file:///C:/Users/HP/Downloads/undp_cl_gobdem_DIAGN�STICO%20SOBRE%20LA%20PARTICIPACI�N%20ELECTORAL%20EN%20CHILE.pdf
file:///C:/Users/HP/Downloads/undp_cl_gobdem_DIAGN�STICO%20SOBRE%20LA%20PARTICIPACI�N%20ELECTORAL%20EN%20CHILE.pdf
https://www.milenio.com/opinion/mauricio-valdes/comentario-debate/para-que-sirven-los-partidos-politicos
https://www.servel.cl/estadisticas-de-participacion-por-partido-politico/

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