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LAS FRONTERAS EXTERIORES DE LA UNIÓN EUROPEA Y EL COMERCIO EXTERIOR

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EUROPA
EUROPA
EUROPA EN MOVIMIENTO
EUROPAEUROPA
EUROPA
LAS FRONTERAS EXTERIORES DE LA UNIÓN 
EUROPEA Y EL COMERCIO EXTERIOR
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EUROPAEUROPAEUROPA
EUROPAEUROPA
EUROPA EN MOVIMIENTO
LAS FRONTERAS EXTERIORES DE LA UNIÓN 
EUROPEA Y EL COMERCIO EXTERIOR
ÍNDICE
1. Introducción: Un espacio geográfico con límites imprecisos 5
2. Globalización y fronteras económicas 8
3. Las fronteras exteriores de la Unión 11
4. La política comercial común y las relaciones económicas exteriores 13
5. Las actuales fronteras económicas exteriores de la Unión Europea. 
 La política de vecindad 16
6. Política comercial común en el marco de la organización mundial 
 de comercio (OMC) 22
7. A modo de conclusión: Europa en el mundo 23
8. Bibliografía 25
5
1. INTRODUCCIÓN: UN ESPACIO 
GEOGRÁFICO CON LÍMITES 
IMPRECISOS
El continente europeo es uno de los continentes peor delimitados, ya que no es nada fácil 
saber dónde acaba. Esto induce a interrogantes sobre sus límites geográficos y, en con-
secuencia, sobre los límites de la Unión Europea. En efecto, es fundamental saber si tal 
Estado es o no europeo, porque esto podría justificar o no su adhesión a la Unión Europea. 
En este sentido, las condiciones de adhesión de un nuevo estado se precisan claramente 
en el Tratado de la Unión Europea (Maastricht 1992): “Cualquier Estado Europeo que respe-
te los principios enunciados en el apartado I del artículo 6 podrá solicitar el ingreso como 
miembro en la Unión” (art. 49).
Hasta 1989, la geopolítica regía la geografía de Europa. Se podía distinguir de forma pre-
cisa la Europa del Oeste de la del Este, no sólo en el campo geográfico, sino también por 
razones políticas e ideológicas. El telón de acero fue una frontera artificial, pero de efectos 
reales, al dividir Europa en dos partes. Existía entonces una organización concurrente de 
dos Europas en torno a dos ideologías bien distintas: la Europa del Este, organizada alre-
dedor de la Unión Soviética y del comunismo, con estructuras específicas; la Europa del 
Oeste, ligada a los Estados Unidos de América, preconizando el liberalismo político y eco-
nómico. El muro de Berlín simbolizaba esa división y fijaba las fronteras. A partir de 1989, 
una sola Europa existe de nuevo. El conjunto de sus componentes comparte los mismos 
valores. La cuestión de la frontera europea se plantea desde ese momento de manera muy 
diferente.
Al Norte, el Océano Ártico delimita el continente europeo, que integra naturalmente el 
conjunto de los países escandinavos, como Noruega, Suecia o Finlandia. Sin embargo, la 
integración dentro de la Unión Europea sólo es posible si los pueblos de estos países lo 
quieren y el pueblo noruego rechazó por referéndum esta integración en dos ocasiones. No 
así Suecia y Finlandia, que son Estados miembros de la Unión Europea.
 >>El pueblo noruego 
rechazó por referéndum 
esta integración en dos 
ocasiones. No así Suecia y 
Finlandia, que son Estados 
miembros de la Unión 
Europea
Al Sur, Europa se extiende hasta el Mediterráneo, que constituye una delimitación natural respecto al continente africano. 
Efectivamente, los países que bordean este mar en la orilla septentrional pertenecen a África y no a Europa. Así, los países del 
Magreb no son Estados europeos. Eso explica que la candidatura de Marruecos en 1987 no se examinase, al no ser un país 
geográficamente europeo. A la inversa, las diferentes grandes islas del Mediterráneo, como Chipre o Malta, son europeas y 
pueden integrarse –como así ocurre desde mayo de 2004- en la Unión Europea. Esta concepción actual de Europa no impide, 
evidentemente, cooperaciones entre la Unión Europea y los Estados mediterráneos, como muestran el Proceso de Barcelona, 
Unión para el Mediterráneo y el Programa MEDA.
Al Oeste, Europa está bordeada por el Atlántico, el mar del Norte y el Océano Ártico, lo que induce entonces a que los países 
costeros sean considerados como europeos, desde Portugal a Noruega, incluyendo Irlanda y Reino Unido. Se admite que Islan-
dia pertenece a este conjunto europeo.
6
Al Este, la delimitación es mucho más delicada, desde el fin de la separación geopolí-
tica del Este y del Oeste, especialmente desde la implosión y la disolución de la Unión 
Soviética. Célebres afirmaciones y algunas interrogaciones muestran las conviccio-
nes y dudas sobre este tema, como por ejemplo cuando el General De Gaulle evocaba 
la Europa del Atlántico a los Urales. Declaraciones que tratan de fijar las fronteras Este 
de Europa. Efectivamente, con la ola de las nuevas candidaturas a la Unión Europea, 
la cuestión de la frontera es esencial a la hora de fijar el lugar que ocupan los países 
de Europa Central y Oriental. Por otro lado, Rusia, con una gran parte considerada 
europea teniendo en cuenta su población y su territorio, está más destinada a ser la 
cabeza de un conjunto euro-asiático que convertirse en uno de los Estados miembros 
de la Unión Europea. Cuestiones algo análogas plantean la situación geográfica de 
Turquía, país europeo y país asiático. En este flanco del Este, como en la ribera Sur 
del Mediterráneo, la cuestión de los idiomas, de las culturas y de las religiones está 
estrechamente ligada a la de las fronteras de Europa. 
Una nueva figura de la Unión Europea se dibuja desde que se constituye con 27 Esta-
dos miembros, abarcando ya una gran parte del continente europeo. Una nueva fron-
tera traza los contornos del espacio de la Unión Europea. Nunca, posiblemente, tuvo 
que enfrentarse la Europa comunitaria a desafíos como el de la desaparición del Muro 
de Berlín, la transformación de los países de la Europea Central y Oriental, la disolu-
ción de la Unión Soviética, la integración de la Asociación Europea de Libre Comercio 
(European Free Trade Association, EFTA) o la demanda de adhesión de Turquía. Al 
mismo tiempo que se ha producido esta gran ampliación a la Europa de los 27, la 
profundización del proceso de construcción europeo no puede estancarse, debiendo 
avanzar en su cohesión interna y fijar con claridad sus relaciones exteriores.
7
 >>Una nueva figura de 
la Unión Europea se dibuja 
desde que se constituye con 
27 Estados miembros, abar-
cando ya una gran parte del 
continente europeo
8
2. GLOBALIZACIÓN Y FRONTERAS ECONÓMICAS
Hoy, más que nunca, debemos ser conscientes de que vivimos en 
un ecosistema global. La atmósfera, el clima, los océanos, no son 
solamente internacionales, sino mundiales, y la sociedad también se 
mueve hacia una economía única y global, de forma que todas las 
economías nacionales del mundo están interconectadas. Los proble-
mas en cualquier parte de la comunidad económica mundial, tienen 
consecuencias económicas globales. En este contexto, las institucio-
nes y organizaciones internacionales y, especialmente la Organización 
Mundial de Comercio (OMC), tratan de remover las barreras al comer-
cio e impulsar una economía global. No obstante, a pesar de esta tendencia, cada nación tiene el derecho de mantener aquellos 
aspectos locales y nacionales de su economía que son necesarios para proteger sus recursos y su población de los riesgos de 
una mayor dependencia y vulnerabilidad económicas, así como favorecer y amparar algún sentido de identidad y de diversidad 
entre diferentes grupos o comunidades. 
Históricamente, las fronteras culturales y políticas tendían a coincidir con las fronteras naturales. Las fronteras económicas, sin 
embargo, al menos durante el último siglo, han sido las mismas que las fronteras políticas de las naciones. El Imperio Británico 
de principios del siglo XIX podía considerarse como una unidad económica y, más recientemente, la Unión Europea (UE) o el 
Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA), representan intentos de unir a varias naciones dentro de una misma fron-
tera económica.
En la actualidad, el propósito de la integración económica regional es el de promover el libre comercio entre los Estados miem-
bros y realizar un comercioselectivo con aquellos grupos o Estados separados de esas fronteras económicas. De esa forma, las 
fronteras económicas son vistas como obstáculo al comercio global, a la globalización de la actividad económica, lo cual limita 
la capacidad del capital y de los inversionistas de maximizar la eficiencia económica. Al mismo tiempo, también es cierto que, 
en su conjunto, la economía global no aborda el tema de la equidad y la justicia social, por lo que el conflicto eficiencia-equidad 
 
 >>Todavía no se ha logrado una 
buena gobernanza medioambiental, 
teniendo en cuenta que es una 
cuestión de suma trascendencia
GLOBALIZACIÓN
9
sigue estando latente, e, incluso, parece 
más bien primar el hecho de que el co-
mercio desemboque en un crecimiento 
de la economía, sin valorar demasiado 
sus efectos sobre las personas. 
Sin entrar en este posible dilema, se ex-
presa cada vez más el objetivo de que las 
fronteras económicas sean eliminadas 
y, con el tiempo, también todas las ta-
sas, borrando las fronteras económicas 
entre las economías nacionales o regio-
nales. El comercio internacional opera-
ría presumiblemente de forma parecida 
a una economía nacional. La innegable 
existencia de un ecosistema global daría 
paso también, a medio y largo plazo, a 
una sociedad global y a una economía 
mundial, con la eliminación de todas las 
fronteras económicas.
Mientras tanto, surgen manifestaciones 
en la mayoría de los ámbitos de la acti-
vidad económica que hacen vislumbrar 
ese escenario de mundialización de la 
economía, con el consiguiente hundi-
miento de las fronteras. En ese contexto, 
¿cómo deben entenderse hoy las fron-
teras económicas exteriores? Desde 
luego, no como una mera relación de 
separación económica entre un lado 
y otro de una demarcación geográfica 
separados por un simple arancel, sino 
como los obstáculos, diferencias, difi-
cultades, e, incluso, riesgos que existen 
entre una determinada región económi-
ca y el espacio exterior, cualquiera que 
sea la distancia a éste.
Hoy día, el proceso de mundialización 
nos hace más interdependientes, de for-
ma que se van consolidando sociedades 
multiculturales y abiertas. Esa es la no-
vedad que obliga a redefinir determina-
dos planteamientos clásicos e integrar 
aspectos transversales y horizontales 
de la convivencia planetaria como, por 
ejemplo, la economía ó el medio am-
biente, a través de una gobernanza mun-
dial que se dote de un aparato normati-
vo que la haga operativa frente al vacío 
jurídico actual. Estas gobernanzas son 
relativamente jóvenes, pero ante los pro-
cesos de globalización que se siguen en 
la actualidad, puede augurarse sin temor 
a equivocaciones, que su vida será larga.
En estas condiciones, el marco interna-
cional no se va a ir simplificando, sino 
todo lo contrario, y, paralelamente, cada 
vez se hace más patente que los Esta-
dos miembros de cualquier proceso de 
integración regional no pueden hacer 
frente por si solos a los retos actuales, 
ni siquiera los más fuertes de entre los 
que lo forman. Se requiere una gober-
nanza eficaz y para ello es necesaria una 
voluntad política que sepa apreciar que 
las cosas han cambiado, asumiendo rá-
pidamente la nueva situación a través de 
compromisos políticamente vinculantes 
de las partes.
Todavía no se ha logrado, por ejemplo, 
una buena gobernanza medioambiental 
–teniendo en cuenta que es una cues-
tión de suma trascendencia-. En este 
sentido, es necesaria la aceleración de 
las decisiones políticas para asegurar 
la gobernanza mundial futura en mate-
ria medioambiental, un ámbito de na-
turaleza transversal en el que la Unión 
Europea ejerce un liderazgo indiscutible 
a nivel mundial desde principios de los 
años noventa, y que ha consolidado con 
el anticipo de nuevos compromisos en 
materia de reducción de emisiones en un 
horizonte próximo. Es precisamente esa 
actitud de liderazgo y creciente compro-
miso de la UE, la que permite ir apre-
ciando determinadas reacciones y cam-
bios de actitud en algunos países como 
Sudáfrica, Australia, China e, incluso, 
entre alguno de los Estados Federales 
americanos, como California. Ello obliga 
a la UE a seguir avanzado en competen-
cia y nivel de persuasión si quiere seguir 
desempeñando su liderazgo.
Habrá que superar muchas dificultades 
en ese camino, que exige, por una parte, 
una coordinación de las políticas inter-
nas (políticas comunes) y externas (po-
lítica exterior), a través de la adopción 
de procedimientos internos de coordina-
ción que permitan a la UE actuar con una 
sola voz, y, de otro lado, seguir avanzan-
do con una visión a largo plazo de este 
gran desafío que la gobernanza climáti-
ca supone. Además, habrá que tener en 
cuenta que dirigir el reto medioambiental 
por parte de la UE exige recursos que 
deberán ser previstos antes que se inicie 
 
 >>Hoy día, el proceso de mundialización nos hace más 
interdependientes, de forma que se van consolidando socie-
dades multiculturales y abiertas
CONSECUENCIAS DE LA GLOBALIZACIÓN
la nueva ronda de negociaciones presupuestarias para fijar el 
marco de las próximas perspectivas financieras. 
En materia de relaciones exteriores, la UE presenta la imagen 
de una organización intergubernamental más que suprana-
cional, y mientras no haya una mayor emancipación del con-
trol que ejercen actualmente los gobiernos nacionales y se 
alcance un cierto papel autónomo en asuntos internacionales 
por parte de la Unión Europea, no habrá auténtica integración 
global. Para la creación de una comunidad internacional que 
esté a la altura de los desafíos actuales de la globalización, no 
bastan las alianzas defensivas, ni las relaciones diplomáticas, 
ni los tratados sobre el uso del espacio aéreo o la mar, a pesar 
de que son, sin duda, aspectos importantes y habituales en las 
relaciones internacionales. Hacen falta unas nuevas relaciones 
de naturaleza económica, pragmáticas y graduales, ya que 
ofrecen una plataforma eficaz para una auténtica comunidad 
internacional que pueda actuar más allá de las limitaciones 
impuestas por las fronteras.
Ni la política, ni el derecho, ni tampoco las organizaciones 
gubernamentales o no gubernamentales, han garantizado la 
creación de una comunidad internacional hasta la fecha. La 
globalización económica parece ser, pues, la ocasión gene-
ratriz de una verdadera aldea global. Se trata de aprovechar 
el propio dinamismo de la realidad histórica, en su vertiente 
económica, para vincular de modo creciente a los países a 
través de mecanismos económicos, entre los que destaca el 
comercio internacional. 
En definitiva, entre la serie de procesos de carácter global 
que se están produciendo en la actualidad, destacan los de 
naturaleza económica, y, de manera especial, los relaciona-
dos con los mercados financieros. Estos procesos económi-
co-financieros son fenómenos que rebasan los límites de las 
economías nacionales e, incluso, regionales ó supranaciona-
les. Sin embargo, la internacionalización y globalización de la 
economía, tal como se está llevando a cabo, presenta graves 
peligros asociados precisamente a la pérdida de realismo de la 
economía financiera, lo que se debe tener siempre presente. 
En cualquier caso, son precisamente las relaciones económi-
cas y la globalización económica la fuerza generatriz de un 
mundo sin fronteras, en el que cada vez es más difícil es-
tablecer la inviolabilidad o intangibilidad del territorio. En ese 
contexto, la hegemonía de la economía va determinando la 
relatividad de los poderes territoriales del Estado, que se dilu-
yen en la fluidez de la noción de frontera. Así, la frontera es un 
concepto que va tomando un significado diferente en función 
de las épocas y su plasticidad constituye una garantía de su 
adaptabilidad a un entorno internacional, en evolución cons-
tante, y movido en la actualidad, de manera hegemónica, por 
las relaciones económicas y la mundialización de la actividad 
económico-financiera.
10
 
GLOBALIZACIÓNAnvances tecnológicos Apertura comercial
CONSECUENCIAS
• Oportunidades de crecimiento, pero efectos desestabilizadores. 
• Necesidad de gobernanza global: normas e instituciones multilaterales para garantizar unas condiciones de igualdad y una mejor 
distribución de los beneficios.
• Necesidad de reforzar la posición competitiva de la economía de la UE.
3. LAS FRONTERAS EXTERIORES DE LA UNIÓN
La seguridad y prioridad de Europa no dependen sólo de lo que ocurre dentro de nuestras fronteras. Nuestra estabilidad eco-
nómica se define por la reforma económica general en Europa, pero también depende de la estabilidad económica más allá de 
los límites geográficos de la Unión. Para que Europa funcione mejor y sea capaz de actuar más eficazmente fuera de nuestras 
fronteras, debe desempeñar un importante papel ante los grandes desafíos internacionales, todos ellos en un contexto cambian-
te que está modificando lentamente las relaciones económicas internacionales, y en el que destacan el auge de las economías 
emergentes y el nuevo nacionalismo energético de algunos exportadores de hidrocarburos.
Es evidente que si Europa desea estabi-
lidad dentro de sus fronteras, tiene que 
proyectarse más allá de las mismas. La 
construcción de una Europa próspera y 
segura requiere necesariamente la cola-
boración firme en el tratamiento y bús-
queda de soluciones de los nuevos problemas y peligros existentes fuera de nuestras fronteras. Aspectos económicos, sociales 
y político-institucionales se entremezclan para ofrecer un panorama en el que aparecen, como ya se ha indicado, nuevas eco-
nomías emergentes, nacionalismos económico-energéticos, desigualdad global, terrorismo, cambio climático, debilidad de las 
organizaciones internacionales, etc., que son problemas cuya solución exige una Europa y una Unión Europea que sepa estar 
a la altura de estas nuevas circunstancias. Para ello, al igual que en el caso del proceso de construcción europea, el gobierno 
mundial necesita también que los negocios y los mercados abiertos sean esa fuerza que promueva y sostenga el progreso 
político y económico internacional.
Una Europa más efectiva en el mundo se hace cada vez más necesaria, en la medida que estamos ante una entidad supranacio-
nal que, junto con los Estados Unidos de América, viene a representar el sesenta por ciento del comercio global, generándose 
en estas dos potencias, además, más de las tres cuartas partes de la inversión extranjera internacional. Ambas cuentan con 
la mayoría de los votos en los organismos financieros internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco 
11
 >>Nuevas economías emergentes, nacionalismos 
económico-energéticos, desigualdad global, terrorismo, cambio 
climático, debilidad de las organizaciones internacionales...
EXTERIORES
Mundial, poseen las dos únicas monedas de reserva interna-
cional y tienen un poder de decisión cuasi pleno en la G-8 y un 
peso muy relevante en la Organización Mundial de Comercio.
Para ello, es imprescindible una decidida voluntad política en 
el seno de las instituciones comunitarias que trascienda la si-
tuación actual, en la que cada uno de los Estados miembros 
de la Unión Europea tiene problemas y conflictos bilaterales 
con países terceros, lo que repercute en las relaciones de la 
Unión como un todo. De no existir una sólida alianza y acuerdo 
interno, se vería afectado éxito del conjunto y el papel que la 
Unión Europea debe y quiere desempeñar en el mundo, y que 
el mundo necesita también que la Unión Europea desempeñe.
En consecuencia, en ese contexto de globalización y cambio 
permanente, las fronteras económicas de la Unión Europea de-
penden tanto de las cosas que pasan dentro como de las que 
están ocurriendo fuera. El proceso de supresión de las fronte-
ras, tanto interiores como exteriores, se ha llevado a cabo en la 
UE a través del denominado método comunitario basado en el 
progreso gradual de las relaciones funcionales, especialmente 
de naturaleza económica. El proceso de integración europeo 
que se ha venido desarrollando desde hace cincuenta años, 
ha tenido el éxito de basarse en las relaciones económicas, 
teniendo en cuenta que la interdependencia económica condu-
ce a la interdependencia en muchos otros aspectos y dimen-
siones de los sistemas sociales. Los acuerdos sucesivos en 
materia económica han conducido, finalmente, a la adopción 
de una moneda única, a la creación de un Banco Europeo, a 
la libertad de circulación de bienes, servicios y personas y, 
progresivamente, están conduciendo a otras convergencias en 
las dimensiones social y política del proceso de construcción 
europea.
Como ya se ha indicado, lo que presenta mayores dificulta-
des, hasta el momento, es la convergencia y la adopción de 
políticas comunes en materia de política exterior, además de la 
política fiscal y la de seguridad y defensa, en la medida en que 
se encuentran asociadas al fortalecimiento de instituciones 
políticas, porque eso significa una nueva distribución de po-
der, aunque no se puede dejar de tener en cuenta que la UE ha 
avanzado mucho en los últimos años. Puede que la lentitud en 
estos ámbitos se haya debido no sólo a la voluntad política de 
los Estados, sino también al hecho de que la integración polí-
tica requiere que los ciudadanos europeos conozcan y practi-
quen su ciudadanía europea, puesto que como advertía Jean 
Monnet, la construcción europea es un proceso que requiere 
la unión entre las personas y no sólo de los Estados. Al tiempo 
que se avanza en la integración económica, social y política, 
también debe producirse la integración de las personas.
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA POLÍTICA COMERCIAL DE LA UE
POLÍTICA COMERCIAL DE LA UE Y GLOBALIZACIÓN
12
Preferencia
Comunitaria
1
Bilateral/
Regional
3
Multilateral
4
Unilateral
2
DIMENSIONES
4
La globalización ha situado los temas 
comerciales entre las principales 
preocupaciones de los ciudadanos
La apertura de los mercados 
puede crear oportunidades…
...si la economía de 
la UE sostiene la 
competitividad 
… si esta controlada 
por normas 
colectivas
Hacia un comercio más justo…
4. LA POLÍTICA COMERCIAL COMÚN Y LAS 
RELACIONES ECONÓMICAS EXTERIORES 
A pesar del crecimiento experimentado en los inter-
cambios comerciales, la explosión de las tecnologías 
de la Información y la Comunicación, etc., en la ma-
yor parte de las regiones del planeta este crecimiento 
económico no ha venido acompañado por una re-
ducción de la pobreza. La cuestión que se plantea en 
la actualidad es saber cuáles son las condiciones o 
mecanismos necesarios para que los beneficios de la 
intensificación del comercio y el crecimiento econó-
mico se extiendan a toda la población del planeta. 
En primer lugar, se necesitan ciertas “reglas del juego”, es decir, la existencia de instituciones nacionales que pongan en marcha 
políticas de redistribución de los beneficios generados por la globalización y, en segundo lugar, es necesario que los países 
en desarrollo tengan las mismas oportunidades de insertarse en el comercio internacional que los desarrollados, pudiendo así 
explotar a nivel global las ventajas comerciales de que dispongan (materias primas, manufacturas, etc.).
La evolución del comercio de la UE siempre ha ido en ascenso. La progresiva apertura y liberalización de nuestro mercado ha 
sido objetivo de la UE desde su constitución, lo que ha contribuido con una positiva evolución de las cifras comerciales. 
Así, desde los años 60, se construye una unión aduanera que implica que un país miembro podía comerciar con cualquier otro 
país miembro sin tener que pagar derechos de aduana. Más adelante se adoptó un «arancel externo común», lo que significa 
que se aplicaba el mismo derecho de aduana en cualquier Estado miembro a los productos importados procedentes de países 
no miembros de la Unión Europea. 13
 
 >>Desde los años 60, se construye una unión 
aduanera que implica que un país miembro podíacomerciar con cualquier otro país miembro sin tener 
que pagar derechos de aduana
POLÍTICA
14
Pero, pese a que se eliminaron los obstáculos arancelarios, 
siguió habiendo obstáculos no arancelarios, tales como trá-
mites administrativos y las normas sobre diversos aspectos, 
tales como el envasado y el etiquetado, que variaban de un 
país a otro. En 1992, la UE puso en marcha el Mercado Único, 
eliminando de este modo los obstáculos «no arancelarios» al 
comercio de mercancías y abriendo también el comercio de 
servicios dentro de la UE.
Paralelamente, la UE viene trabajando en la liberalización de 
su comercio con el resto del mundo, a través de su acción en 
el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y sus 
relaciones bilaterales con países y regiones. En la actualidad, 
la UE es la primera potencia comercial del mundo, con más del 
20% de las importaciones y las exportaciones mundiales.
El comercio fue uno de los primeros campos en que los Estados 
de la UE acordaron unir su soberanía, transfiriendo a la Comisión 
Europea la responsabilidad de ocuparse de los asuntos comer-
ciales, incluída la negociación, en nombre de dichos Estados, 
de los acuerdos de comercio internacionales, de manera que 
los quince Estados miembros de la UE negocian como uno solo, 
tanto con sus socios comerciales como en la OMC, con lo que 
maximizan su influencia en el ámbito internacional. 
Con la ampliación de la UE en 2004 y 2007 a los 12 nuevos 
Estados, la UE se convierte en la economía de mayor peso a 
nivel mundial, con un PIB de 9,7 billones de euros, que supera 
el alcanzado por EE.UU. La UE cuenta con una población de 
casi 500 millones y su Producto Interior Bruto es el 30% del 
PIB mundial. El grado de inserción de la UE es el mayor del 
resto de bloques económicos, a excepción de China. Respecto 
al comercio que mantiene la UE con los países en desarrollo, 
ésta se sitúa claramente a la cabeza.
Una de las principales consecuencias del proceso de integra-
ción de la UE ha sido la creación y perfeccionamiento de una 
política comercial común para el conjunto de los 27 Estados 
miembros de la Unión. El Tratado de Roma estableció como 
objetivo crear entre los Estados miembros una unión aduanera 
donde los intercambios estarían libres de todo obstáculo y se 
aplicaría un arancel exterior común a las importaciones proce-
dentes de terceros estados. Paulatinamente, la expansión del 
comercio internacional hizo de la Política Comercial Común de 
la Unión Europea una de las más importantes de la comunidad 
internacional, como polo de atracción e influencia sobre las 
negociaciones comerciales, bilaterales con terceros Estados o 
multilaterales en el marco del Acuerdo General sobre Arance-
les Aduaneros y Comercio (General Agreement on Tariffs and 
Trade, GATT), y actualmente dentro de la Organización Mun-
dial del Comercio. Progresivamente, la Unión ha ido tejiendo 
una intensa red de relaciones comerciales a escala mundial.
Sin embargo, la capacidad de la Unión para desempeñar un 
papel clave en las negociaciones globales depende más de la 
eficacia de su Política Comercial Común que del volumen de 
sus intercambios. Desde el 1 de enero de 1970, las decisiones 
que dependen de la Política Comercial Común se toman por 
mayoría cualificada en el Consejo.
El artículo 133 del Tratado constitutivo de la Comunidad Euro-
pea, regula el ejercicio de la Política Comercial Común de la UE y 
confía un papel de negociador único a la Comisión Europea en el 
marco de los mandatos específicos que le concede al consejo. 
En la práctica, una serie de procedimientos de coordinación ad 
hoc permiten asociar los Estados miembros a cada una de las 
fases de la negociación llevada a cabo por la Comisión.
La Política Comercial Común de la UE responde a unos inte-
reses básicos:
1. Es un medio para difundir valores europeos: demo-
cracia, Estado de derecho, medio ambiente, respeto de 
los derechos sociales, etc.
2. Busca la apertura de los mercados al comercio mun-
dial: eliminación de barreras al comercio.
3. Pretende la inserción de todos los países en el siste-
ma de comercio internacional.
La globalización ha hecho que las cuestiones comerciales pre-
ocupen a los ciudadanos más que nunca, aunque la apertura 
de los mercados, gestionada de manera eficiente, puede crear 
oportunidades para los países si está controlada por una nor-
mativa colectiva, contribuyendo al crecimiento económico y la 
reducción de la pobreza.
Los desafíos futuros a los que se enfren-
ta la Política Comercial Común de la UE 
hacia el exterior podrían resumirse en 
los siguientes puntos: 
a) La continuación del trabajo en torno al 
lazo entre comercio y desarrollo y la in-
tegración de los países en desarrollo, 
b) La conclusión de la Ronda de Doha 
(negociación entre los países de la 
OMC para avanzar en la liberaliza-
ción del comercio mundial), 
c) La reducción de la protección inter-
na en la UE, y 
d) El apoyo a estándares y normas in-
ternacionales. 
La Política Comercial se encuentra en 
la esfera de las relaciones económicas 
exteriores de la Unión Europea, como lo 
están también los suministros energéti-
cos, la Cooperación al Desarrollo, el reto 
del cambio climático y las alternativas 
energéticas o también la competitividad 
derivada de las nuevas tecnologías.
El caso de la política comercial puede 
servir para ilustrar la necesidad de lograr 
una clara capacidad de actuación de la 
Unión Europea en la escena económica in-
ternacional, sobre todo porque se trata de 
una competencia comunitaria exclusiva. 
Al lado de las competencias exclusivas 
sobre materias previstas en los Tratados, 
la adopción de decisiones sobre ámbitos 
comerciales sobrevenidos ha caracteri-
zado también el proceso de elaboración 
y ejecución de la política comercial, lo 
que ha permitido un notable avance en 
las relaciones económicas exteriores de 
la Unión Europea. 
La esencia de la política comercial co-
munitaria se encuentra en el art. 133 
(antiguo art. 113) del TCE, al que se 
han ido incorporando nuevos apartados 
(regulación de los intercambios de ser-
vicios o de la protección de la propiedad 
intelectual), en un intento de adaptarse a 
las transformaciones habidas en el sistema 
comercial multilateral, a partir, sobre todo, 
de la creación de la OMC y las negociacio-
nes habidas en sus sucesivas rondas. 
Sin embargo, la Política Comercial Co-
munitaria no ha dispuesto hasta ahora 
en los Tratados de un fundamento jurídico 
adaptado a las exigencias de un cambiante 
entorno internacional, aunque las pecu-
liares características de los procesos 
negociadores en el seno de la OMC 
han permitido que no se haya resentido 
grandemente la ejecución de la Política 
Comercial Comunitaria y sus relaciones 
económicas exteriores, a pesar de los 
cambios en el contexto de la globaliza-
ción.
En resumen, si bien la política comer-
cial agotó su ciclo en la construcción 
europea con la culminación de la Unión 
Aduanera y, más tarde, del Mercado 
Único, lo cierto es que, a partir ahí, la 
dinámica de la construcción europea 
y del propio proceso de globalización 
a escala mundial exigían adentrarse en 
nuevos ámbitos de negociación, en los 
cuales se han podido encontrar solucio-
nes pragmáticas para superar el conflic-
to entre competencias comunitarias y 
competencias nacionales. 
 >>La UE cuenta 
con una población de casi 
500 millones y su Producto 
Interior Bruto es el 30% 
del PIB mundial
Fuentes: Ministerio de Economía y Hacienda y elaboración propia
EL COMERCIO EXTERIOR SE POLARIZA HACIA LA U.E.
UE 15-1
UME 12-1
OCDE sin UE
EEUU
Latinoamérica
China
Este Europa
Nor te África
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 
1985
2005
1994
Destino de las exportaciones españolas Origen de las importaciones españolas
% total % total
UE 15-1
UME 12-1
OCDE sin UE
EEUU
Latinoamérica
China
Este Europa
Nor te África
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 
15
5. LAS ACTUALESFRONTERAS ECONÓMICAS 
EXTERIORES DE LA UNIÓN EUROPEA.
 LA POLÍTICA DE VECINDAD 
16
Con las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea han ido 
apareciendo nuevas fronteras exteriores de la Unión Europea 
y, como consecuencia, se ha venido desarrollando una Política 
Europea de Vecindad con el objetivo de evitar nuevas líneas 
divisoras entre la UE ampliada y los nuevos vecinos, y de con-
solidar la estabilidad, la seguridad y el bienestar para todos.
La UE ofrece a los vecinos del otro lado de sus fronteras ex-
teriores una relación privilegiada, creando un compromiso 
mutuo con los valores comunes de democracia, derechos 
humanos, Estado de Derecho, buen gobierno, principios de 
economía de mercado y desarrollo sostenible. En relación con 
estos países, la UE desea ir más allá de las relaciones exis-
tentes para ofrecerles una relación política y una integración 
económica más profundas.
Con las limitaciones establecidas en el art. 49 del Tratado de la 
Unión Europea para los países que desean adherirse a la UE en 
relación a su pertenencia al continente europeo, la Política de 
Vecindad quiere ser la antesala de futuras ampliaciones de la 
construcción europea. Así, un país sólo puede convertirse en 
miembro si cumple todos los criterios de adhesión definidos 
por el Consejo Europeo de Copenhague en 1993, posterior-
mente ratificados en 1995. Estos criterios son:
1. Políticos: instituciones estables que garanticen la demo-
cracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y el 
respeto y la protección de las minorías.
2. Económicos: una economía de mercado viable y la capa-
cidad de hacer frente a las presiones de la competencia y 
a las fuerzas del mercado en la UE.
3. La capacidad de asumir las obligaciones de la adhe-
sión, incluidos los objetivos de la unión política, económi-
ca y monetaria.
4. La adopción de todo el corpus legislativo europeo y 
su aplicación efectiva mediante estructuras administrati-
vas y judiciales apropiadas.
VECINDAD
17
El proceso de entrada de nuevos miembros a la integración 
europea implica que la Unión se encuentre en condiciones de 
asimilar nuevas incorporaciones de países más o menos ho-
mogéneos, por lo que se reserva el derecho de decidir cuando 
se encuentra preparada para aceptarlos.
A pesar de haber formulado su candidatura de adhesión desde 
hace más o menos tiempo, algunos países europeos aún no han 
hecho realidad su perspectiva europea. La situación actual en la 
que se desenvuelven las relaciones exteriores de la Unión Euro-
pea, tanto en lo que se refiere a los países vecinos como a los 
demás bloques económicos mundiales, se sintetiza a continua-
ción, con especial referencia a la Política Europea de Vecindad.
• En primer lugar, los tres países candidatos –Croacia, la 
Antigua República Yugoslava de Macedonia y Turquía- , 
siguen avanzando hacia el cumplimiento de los criterios 
de adhesión, pero continúa sin cumplirse la aplicación 
de forma completa y no discriminatoria del protocolo de 
Ankara, en lo que atañe a Turquía. En estas condiciones, 
prosiguen las negociaciones de adhesión a la espera de 
que Turquía avance en el desarrollo de instituciones de-
mocráticas, respeto de los derechos humanos, promo-
ción de la mujer, situación de las cárceles, etc. Mientras 
tanto, no será posible su adhesión a la Unión Europea. 
• En segundo lugar, en los Balcanes occidentales se lleva 
a cabo la aplicación del denominado Proceso de Estabi-
lización y Asociación, más conocido como Acuerdos de 
Estabilidad, para configurar una zona de estabilidad po-
lítica y económica antes de iniciar la candidatura y con-
siguiente integración. Así, Montenegro, Albania, Bosnia 
y Herzegovina negocian con la Comisión Europea sus 
Acuerdos de Estabilización y Asociación. Por su parte, 
Kosovo declaró unilateralmente su independencia de Ser-
bia el 17 de febrero de 2008, con el apoyo de Estados 
Unidos y parte de la Unión Europea, pero con el rechazo 
de España, entre otros países. En cuanto a Serbia, el Par-
lamento serbio ha ratificado el Acuerdo de Estabilización 
y Asociación con la Unión Europea (UE), primera etapa de 
acercamiento que concluirá con la adhesión. El Acuerdo 
entrará en vigor sólo cuando la Unión Europea considere 
plenamente satisfactoria la colaboración de Serbia con el 
Tribunal Internacional de La Haya para los crímenes de 
guerra en la ex Yugoslavia. 
• En tercer lugar, Rusia, Ucrania, Moldavia y la mayoría de 
los países del Cáucaso y Asia Central mantienen acuer-
dos comerciales, de cooperación política, protección del 
medio ambiente y cooperación en el ámbito científico y 
cultural con la Unión Europea. Además, por su condición 
de vecino mayor y de particular influencia en la zona, la 
Unión está preparando con Rusia un sistema completo de 
cooperación en diferentes sectores. Este grupo de países 
reciben, además, la ayuda del programa comunitario TA-
CIS, a través del cual se financian proyectos de reforma ins-
titucional, redes de infraestructura, desarrollo de la empresa 
privada, protección del medio ambiente y economía rural.
• En cuarto lugar, los países del Mediterráneo con los 
que, en virtud del Proceso de Barcelona, la Unión Europea 
se ha comprometido a crear una zona de libre cambio en 
2010. Se trata de un proceso que es necesario revitalizar, 
al que Albania se ha adherido recientemente, y que incluye 
a los países árabes del Mediterráneo Meridional y Oriental, 
además de Israel y los territorios palestinos. El comercio 
se está liberalizando entre la Unión y cada uno de sus 
socios mediterráneos, mientras que, al mismo tiempo, 
estos últimos están tomando medidas para incrementar 
los intercambios entre ellos. Algunos ejemplos ya se han 
producido como el Acuerdo de Agadir (Marruecos) por el 
que se establece una zona de libre comercio entre Egipto, 
Jordania, Túnez y Marruecos. 
• En quinto lugar, la Unión Europea ha negociado en Orien-
te Medio un acuerdo de libre comercio con los seis países 
del Consejo de Cooperación del Golfo -Bahrein, Kuwait, 
Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos-. 
En esta zona, la Unión también lleva a cabo un apoyo a 
 
 >>Por su condición de vecino mayor 
y de particular influencia en la zona, la Unión 
está preparando con Rusia un sistema com-
pleto de cooperación en diferentes sectores
los esfuerzos para la reconstrucción de Irak. Igualmente, 
dentro de las prioridades de la política energética interna-
cional de la Unión Europea, se encuentra profundizar el 
diálogo y las relaciones con estos países por tratarse de 
los principales productores de energía, tanto a través del 
mencionado Consejo del Golfo como de la OPEP.
• En sexto lugar, con el objetivo de evitar la aparición de 
nuevas líneas divisorias entre la Unión Europea ampliada 
y nuestros nuevos vecinos a partir de 2004, la Unión Eu-
ropea desarrolló, en el contexto de la quinta ampliación, la 
Política Europea de Vecindad (PEV) que pretende consoli-
dar la estabilidad, la seguridad y el bienestar, consecuen-
temente con los objetivos estratégicos establecidos en la 
Estrategia Europea de Seguridad.
El Documento Estratégico de la PEV, publicado en mayo de 
2004, expone de forma concreta el modo en que la Unión 
Europea se propone trabajar más estrechamente con estos 
países y, en diciembre de 2006, se hicieron propuestas para 
el reforzamiento de esta política. Se adoptó para ello un instru-
mento de financiación especializado, el Instrumento Europeo 
de Vecindad y Asociación (IEVA), que mejorará la calidad de 
la ayuda de la Unión y proporcionará, al mismo tiempo, más 
fondos para apoyar las reformas en los países vecinos.
La Política Europea de Vecindad de la UE concierne a los paí-
ses con fronteras terrestres o marítimas (Argelia, Armenia, 
Azerbaiyán, Bielorrusia, Egipto, Georgia, Israel, Jordania, Lí-
bano, Libia, Moldavia, Marruecos, la Autoridad Palestina, Si-
ria, Túnez y Ucrania), por lo que quedan incluídos también los 
países del Cáucaso Sur (Armenia, Azerbaiyány Georgia), que 
comparten fronteras marítimas o terrestres con Bulgaria, Ru-
manía o la candidata Turquía.
Por su parte, con Rusia, que es el mayor vecino de la Unión 
Europea, las relaciones se desarrollan en el marco de una Aso-
ciación Estratégica que, por el momento, cubre cuatro espa-
cios comunes, si bien, en la actualidad, se está preparando 
un sistema completo de cooperación en numerosos sectores, 
como ya se ha mencionado.
La Unión Europea ofrece a estos países una relación privilegia-
da, creando un compromiso mutuo con los valores comunes: 
democracia y derechos humanos, Estado de Derecho, buen 
gobierno, principios de economía de mercado y desarrollo 
sostenible. El objetivo último de la PEV no es sólo fortalecer 
las relaciones existentes, sino ofrecer una relación política 
y, de forma inmediata, una integración económica gradual y 
cada vez más profunda.
El elemento central de la PEV son los Planes de Acción bila-
terales que son convenidos mutuamente entre la Unión Euro-
pea y cada uno de los países vecinos según sus necesidades. 
Estos planes establecen una agenda de reformas políticas 
y económicas con prioridades a corto y medio plazo. En la 
actualidad, se lleva a cabo la puesta en práctica de algunos 
Planes de Acción que, desde 2005, han sido convenidos con 
Israel, Jordania, Moldavia, Marruecos, la Autoridad Palestina, 
Túnez, Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Egipto y Líba-
no. Algún país, como Argelia, tiene establecido un Acuerdo 
de Asociación, sin que por el momento se haya negociado un 
Plan de Acción, y, con otros, como Bielorrusia, Libia y Siria, 
todavía no se ha alcanzado un Acuerdo.18
 >>Kosovo declaró 
unilateralmente su independencia de 
Serbia el 17 de febrero de 2008, con el 
apoyo de Estados Unidos y parte de la 
Unión Europea, pero con el rechazo de 
España, entre otros países
19
POLÍTICA EUROPEA DE VECINDAD: SITUACIÓN DE PLANES DE ACCIONES PEV POR PAÍS
SOCIOS DE LA PEV INFORME PEV POR PAÍSES PLAN DE ACCIÓN PEV ADOPCIÓN POR LA UE ADOPCIÓN POR SOCIO
Argelia
Armenia Marzo 2005 Otoño 2006 13.11.2006 14.11.2006
Azerbaiján Marzo 2005 Otoño 2006 13.11.2006 14.11.2006
Belarus
Egipto Marzo 2005 Otoño 2006 6.3.2007
Georgia Marzo 2005 Otoño 2006 13.11.2006 14.11.2006
Israel Mayo 2004 Final 2004 21.02.2005 11.04.2005
Jordania Mayo 2004 Final 2004 21.02.2005 11.01.2005 - 02.06.2005
Líbano Marzo 2005 Otoño 2006 17.10.2006 En espera
Libia
Moldavia Mayo 2004 Final 2004 21.02.2005 22.02.2005
Marruecos Mayo 2004 Final 2004 21.02.2005 27.07.2005
Autoridad Palestina Mayo 2004 Final 2004 21.02.2005 04.05.2005
Siria
Túnez Mayo 2004 Final 2004 21.02.2005 04.07.2005
Ucrania Mayo 2004 Final 2004 21.02.2005 21.02.2005
La interdependencia tanto política como económica de la 
Unión y sus vecinos es ya una realidad. Consolidándose entre 
las grandes divisas internacionales, el euro ha abierto nuevas 
perspectivas de intensificación de las relaciones económicas. 
La proximidad geográfica significa que la Unión ampliada y 
sus nuevos vecinos tendrán un interés similar en apoyar los 
esfuerzos desplegados para favorecer los flujos transnacio-
nales de comercio y de inversión y un interés común todavía 
más intenso en trabajar conjuntamente para luchar contra las 
amenazas transfronterizas. 
La Unión Europea tiene el deber, para con sus ciudadanos y 
también para con sus vecinos presentes y futuros, de mante-
ner la cohesión social y el dinamismo económico. Para ello 
debe promover la cooperación y la integración regional y subre-
gional, como condiciones previas al desarrollo económico, a 
la reducción de la pobreza y a las divisiones sociales en su 
medio ambiente común.
A través de sucesivas declaraciones -ver Consejo Europeo de 
Copenhague, diciembre 2002-, la Unión Europea ha reafirma-
do su voluntad de evitar la formación de nuevas líneas de de-
marcación en Europa, promoviendo la estabilidad y la prospe-
ridad en el interior y más allá de sus nuevas fronteras. Para ello 
la UE trata de ofrecer a sus vecinos nuevas perspectivas de 
integración económica como contrapartida a sus progresos 
concretos en el respeto de los valores comunes y de la puesta 
en marcha efectiva de reformas políticas, económicas e insti-
tucionales, a través de una participación en el mercado interior y 
sus cuatro libertades económicas fundamentales –libre circula-
ción de personas, de bienes, de servicios y de capitales-.
Las implicaciones financieras de la nueva Política de Vecindad 
se han traducido en propuestas presupuestarias concretas, 
como la creación del Instrumento Europeo de Vecindad y Aso-
ciación, destinado a asegurar el buen funcionamiento y una 
gestión segura de las fronteras orientales y mediterráneas, y 
a favorecer el desarrollo económico y social sostenible de las 
regiones fronterizas. En este sentido, la contribución que pres-
ten los nuevos Estados miembros de la quinta ampliación será 
esencial para el desarrollo de la nueva Política de Vecindad.
20
• En séptimo lugar, sin duda que las relaciones más intensas que mantiene la Unión Europea son con sus cuatro vecinos 
de la Europa Occidental: Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, todos ellos miembros de la Asociación Europea de Libre 
Comercio (AELC o EFTA). Estos países han incorporado gran parte de la normativa comunitaria -el denominado Acervo 
Comunitario sobre el Mercado Interior-, y siguen puntualmente algunas políticas comunes de la Unión Europea. Así, salvo 
Suiza, estos países participan junto a la Unión Europea en el Espacio Económico Europeo (EEE).
MARCO FINANCIERO ORIENTATIVO PARA EL INSTRUMENTO DE AYUDA PREADHESIÓN (IPA) HASTA 2010 
(EN MILLONES DE EUROS Y A PRECIOS CORRIENTES)
PAÍSES CANDIDATOS Y CANDIDATOS POTENCIALES 2007 2008 2009 2010
Turquía 497,2 538,7 566,4 653,7
Croacia 138,5 146,0 151,2 154,2
Antigua República Yugoslava de Macedonia 58,5 70,2 81,8 92,3
Servia 186,7 190,9 194,8 198,7
Montenegro 31,4 32,6 33,3 34,0
Kosovo (de conformidad con la Resolución 1244 del CSNU) 68,3 64,7 66,1 67,3
Bosnia y Herzegovina 62,1 74,8 89,1 106,0
Albania 61,0 70,7 81,2 93,2
Total 1260,2 1383,3 1480,4 1621,7
Miembros fundadores en 1957
Miembros que accedieron a la UE entre 1973 y 2007
Paises candidatos
Paises candidatos potenciales
21
• En octavo lugar, la relación transatlántica con los Es-
tados Unidos es un elemento central de las relaciones 
económicas exteriores de la Unión Europea. No en vano 
el futuro de la economía mundial depende en gran medida 
de cómo se comporten la Unión Europea y los Estados 
Unidos, tanto en su relación bilateral como en su papel de 
actores clave en los organismos internacionales. Ambos 
bloques, que han sido los principales impulsores de la 
globalización, son los responsables, como ya se ha indi-
cado, de casi el 60% del comercio global. En ellos se ge-
nera más del 75% de la Inversión Extranjera Directa (IED), 
cuentan con la mayoría de los votos en los organismos 
financieros internacionales (FMI y BM), poseen las dos 
únicas monedas de reserva internacional (Dólar y Euro), 
tienen un poder de decisión casi absoluto en el G-8 y un 
peso significativo en la Organización Mundial de Comer-
cio. De ahí la importancia de la relación transatlántica a 
través de la Asociación Económica Transatlántica (AET) 
entre la Unión Europea y los Estados Unidos, que cubre 
tanto las relaciones económicas y comerciales como las 
de seguridad y defensa. Esas relaciones económicas entre 
la UE y EEUU, bilaterales y multilaterales, quieren basarse 
progresivamente en un principio de desarrollo sostenible, 
que exige que las cuestiones medioambientales estén in-
tegradas en la política común y que las evoluciones del 
impacto ambiental cumplan una función de mayor impor-
tancia, a la luz del liderazgo mundial en esta materia que 
desempeña y quiere desempeñar la UE.
El impulso del Dialogo Económico Transatlántico en el marco 
de la AET y la intensificación de las relaciones económicas 
transatlánticas son cuestiones importantes para la UE, yaque 
Estados Unidos es el socio comercial más importante de la 
Unión Europea y ambos son los agentes inversores más im-
portantes el uno para el otro.
Por otra parte, la relación económica transatlántica es, por 
lo general, poco conflictiva, incluso cuando los gobiernos a 
ambos lados del Atlántico se enfrentan por motivos no eco-
nómicos. Al margen de las disputas puntuales en el sector 
del acero, en el de la aviación civil (Boeing versus Airbus), o 
en algunos productos alimenticios, las relaciones económicas 
son fluídas y los conflictos, cuando se producen, son llevados 
al panel de resolución de diferencias de la OMC.
El área transatlántica, sin embargo, dista todavía mucho de 
ser un área de integración económica, ya que no existe un 
mercado único con libre movilidad de bienes y servicios y de 
factores de la producción. Cada bloque –UE y EEUU- mantiene 
intacta su capacidad de regular en materias como la propiedad 
intelectual, la fiscalidad, la inmigración, la legislación laboral, 
contable y financiera o la política de competencia, la energéti-
ca o la medioambiental.
• En noveno, en lo que se refiere a las relaciones de la 
Unión Europea con Iberoamérica, se encuentran en una 
situación poco alentadora debido a que los procesos de 
integración económica latinoamericanos no están funcio-
nando en la actualidad. Ni el Mercado Común Centroame-
ricano, ni la Comunidad Andina de Naciones, como tam-
poco MERCOSUR ofrecen buenas perspectivas, ya que 
no está claro que va a ser de ese bloque comercial que, si 
bien está sirviendo para oponerse a la ALCA -la Asocia-
ción de Libre Comercio de las Américas, propuesta por 
los Estados Unidos-, no es capaz de dinamizar el proyecto 
ALCSA, es decir, la pretendida Área de Libre Comercio 
Sudamericana.
La Acción Exterior de la Unión Europea trata de llevar a cabo 
propuestas prácticas para una mayor coherencia, eficacia y 
visibilidad, y para reforzar el vínculo entre las políticas inter-
nas y externas, en particular en áreas tales como la seguridad 
energética, el cambio climático, la emigración, la prevención 
del terrorismo y la política económica y financiera, que consti-
tuyen, al mismo tiempo, las verdaderas fronteras económicas 
exteriores de la Unión Europea. Junto a las reformas en los 
aspectos financieros, otras como las de naturaleza energética, 
medioambiental, comercial, etc., irían configurando un nuevo 
orden económico internacional que minimizaría la presencia 
de fronteras económicas exteriores a nivel global.
 >>El futuro de la economía mundial 
depende en gran medida de cómo se compor-
ten la Unión Europea y los Estados Unidos
22
6. POLÍTICA COMERCIAL COMÚN EN EL MARCO DE 
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO 
La apertura de los mercados en otras partes del mundo, con arreglo a unas normas equitativas, es la base para la competitividad 
europea. A nivel externo, la UE mantiene su compromiso a favor del multilateralismo en el marco de la OMC, apoyando decidida-
mente la reanudación de la Ronda de Doha, cuyas negociaciones se bloquearon a mediados de 2006. Igualmente, en el marco 
de sus relaciones bilaterales, los Acuerdos de Libre Comercio (ALC) presentan las ventajas de poder cubrir ámbitos no abarca-
dos ni por la normativa internacional ni por la OMC. Gracias a su papel en el desarrollo económico, la Unión Europea desempeña 
hoy un indiscutible liderazgo en muchos foros internacionales en los que se debate el futuro de nuestra civilización. 
REGÍMENES PREFERENCIALES DE LA UNIÓN EUROPEA
La Unión Europea constituye hoy en día el mercado más importante para los productos procedentes de los países en desarrollo. Esto se 
consigue gracias a los variados esquemas preferenciales de que dispone la UE. El Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG), el Acuerdo de 
Cotonú y los Acuerdos de Libre Cambio con las diferentes zonas del mundo contribuyen a que el tratamiento preferencial comunitario sea el más 
generoso de los que otorgan todos los países desarrollados.
No obstante, los mecanismos de preferencias no siempre se traducen en efectos reales sobre las exportaciones de los países beneficiarios en el sentido 
de que produzcan incrementos de renta y mejoren su desarrollo. Por ello, la UE, tras consultar a todas las partes implicadas, ha emprendido una reforma 
que simplificará y flexibilizará las reglas de origen, comenzando por las del SPG.
Las estadísticas también muestran las enormes divergencias existentes entre los países en desarrollo comercialmente más competitivos y los países 
menos avanzados y especialmente vulnerables. Por este motivo, las preferencias que concede la Comunidad son adaptadas a los beneficiarios en función 
de su necesidad. Con todo, los más débiles necesitan más ayuda. Por ello, el nuevo SPG comunitario, que entrará en vigor en breve, además de 
mejorar las preferencias ofrecidas, se ha diseñado para concentrarlas aún más en los pobres y vulnerables, así como en simplificar las 
disposiciones del reglamento.
Finalmente, no hay que olvidar que todas las medidas comerciales, si bien son importantes, no conseguirán por sí solas sacar de la pobreza a los países 
en desarrollo. Se hace necesario complementar esta política con otras actuaciones, como la asistencia técnica relacionada con el comercio, la 
ayuda al desarrollo directa y, en los propios países beneficiarios, el buen gobierno y una políticas internas que estimulen la diversificación y la eficiencia 
productiva.
AGENDA DE LA POLÍTICA COMERCIAL DE LA UE EN 2008
La Unión Europea se enfrenta a una ambiciosa agenda de política comercial en todos los ámbitos. En cualquier caso, se trata de una agenda dinámica, con 
muchas de las acciones enmarcadas en procesos de negociación que llevan tiempo en marcha y que en ocasiones requerirán todavía más tiempo.
De particular trascendencía para España serán los avances que se registren en la Ronda de Doha y en la negociación de los acuerdos con Centroamérica 
y la Comunidad Andina, así como en las negociaciones con la India, país que forma parte del Plan Integral de Desarrollo de Mercados. Forma parte de 
esta agenda el seguimiento de la evolución del proceso de adhesión de Rusia a la OMC y la respuesta de China a las demandas europeas en el marco del 
diálogo económico y comercial.
 
COMERCIO 
7. A MODO DE CONCLUSIÓN: EUROPA EN EL 
MUNDO
23
MUNDO
Como conclusión, se destacan cuatro aspectos principales sobre lo que hoy se entiende 
como fronteras exteriores económicas de la Unión Europea:
 
1) La Unión Europea no buscó crear o fundar su proyecto sobre un territorio natural, sino 
que se trataba, y se trata, de un proyecto portador de ideales democráticos que se 
construyó sobre fragmentaciones, en algunos casos seculares, y, sobre una división 
profunda, resultado de la Segunda Guerra Mundial y simbolizada física y geopolítica-
mente por el llamado telón de acero. La Unión Europea nace de un proyecto y de una 
voluntad de crear, como subrayaba Jean Monnet, una unión cada vez más estrecha 
entre los Estados y los ciudadanos. A lo largo de su más de medio siglo de existencia, 
la Unión Europea se ha ido ampliando sucesivamente, redefiniendo sus fronteras polí-
ticas y económicas, y redefiniendo también el marco de sus relaciones con los países 
próximos.
2) La cuestión de las fronteras económicas está ligada al debate sobre política de segu-
ridad y a la relación existente entre política interior y exterior en la Unión Europea. La 
acción exterior de la UE trata de llevar a cabo propuestas prácticas para reforzar el 
vínculo ente políticas internas y externas, en particular en áreas tales como la seguri-
dad energética, el cambio climático, la inmigración y la prevención del terrorismo, que 
constituyen, al mismo tiempo, las verdaderas fronteras económicas exteriores de la 
Unión Europea.
 >>La Unión Europea 
se ha ido ampliando suce-
sivamente, redefiniendo sus 
fronteras políticas y económi-
cas, y redefiniendo también el 
marco de sus relaciones con 
los países próximos3) Las diferentes interpretaciones de la realidad comunitaria destacan la conti-
nuidad entre las estructuras internas y las relaciones exteriores de la Unión 
Europea, que convergen alrededor de la idea de que los objetivos y los instru-
mentos de la política exterior tienen tendencia a reflejar los de la política inter-
na de la Unión. Esta interpretación sobre las continuidades entre las políticas 
internas y las relaciones exteriores de la Unión Europea nos lleva a la cuestión 
de las fronteras.
 La propia multiplicidad y el carácter inestable de las fronteras de la Unión 
Europea permite distinguir entre cuatro conceptos de frontera:
 a) Una frontera geopolítica que separa las zonas de estabilidad y seguridad.
 b) Una frontera institucional-legal.
 c) Una frontera cultural, y 
 d) Una frontera económica, principalmente transaccional.
 El Grupo de Reflexión creado en la Cumbre de Lisboa, presentará un informe 
en junio de 2010 sobre el futuro de la Unión Europea, que contemplará ne-
cesariamente la determinación de sus últimas fronteras o, por el contrario, si 
la Unión debe estar siempre abierta a potenciales ampliaciones hacia países 
vecinos. 
4) La Unión Europea puede ser considerada como un actor clave de la gober-
nanza mundial, ya que su acción se desarrolla a través de su influencia so-
cioeconómica, el multilateralismo, las ampliaciones, el interregionalismo y 
una gobernanza que se proyecta sobre determinados niveles de la escena 
internacional.
 Su propia experiencia de integración regional, y el éxito que, en buena me-
dida, se ha derivado de la misma, convierte a la Unión Europea en un poder 
civil a nivel mundial y en un proceso que se percibe como un modelo para el 
resto del mundo. 
24
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WILKINSON, P (2007): International relations. Oxford University Press. Oxford.
25
Este documento ha sido elaborado por el Centro de Documentación Europea de la Universidad de Córdoba, en el marco del Plan de Formación de 
los Empleados Públicos de Andalucía en Materia Comunitaria, FORMANUE, promovido por la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía 
a través de la Secretaría General de Acción Exterior, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo.
Diseño gráfico y maquetación: María Sabater| www.mariasabater.com
Fotografía: Antonio Pérez
Impresión: Escandón Impresores S.A.
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