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PRÓLOGO En la teoría y práctica del entrenamiento de alto rendimiento de un deportista, deben contemplarse las dos formas constitutivas. La primera de ellas es el entrenamiento optimizador, es decir, aquél que se ocupa de la planificación, diseño, realización y control de todas las tareas de entrenamiento que el deportista debe practicar, y que tiene como objetivo optimizar el rendimiento de éste en las competiciones a lo largo de su vida deportiva. La segunda es el entrenamiento coadyuvante, compuesto por todas las prácticas que permiten al deportista gozar de un estado de salud que le posibilita realizar cada día las tareas propuestas por el entrenamiento optimizador y participar en todas las competiciones de su especialidad, siempre en el nivel de rendimiento esperado, para así poder lograr los objetivos propuestos en cada temporada de competiciones. Este entrenamiento es de la misma importancia e interés que el optimizador. Sin embargo, en ocasiones, se ignora su práctica, debido a que se considera que no participa directamente en el rendimiento de los deportistas. Esta consideración es errónea, ya que en sus contenidos se contemplan varias categorías de entrenamientos que deberán aplicarse como procesos yuxtapuestos al proceso del entrenamiento optimizador, algunas de ellas cuando el deportista no está lesionado, y otras cuando está intentando superar un proceso lesivo, de mayor o menor duración e importancia, que no le permite participar en el entrenamiento optimizador. Entre los entrenamientos de la primera categoría, se encuentra el entrenamiento preventivo, que es en el que se centra este magnífico libro. Es importante tener en cuenta que este tipo de entrenamiento comparte su aplicación con el entrenamiento optimizador y con otros también necesarios, como el regenerativo; el poscompetición; el formativo específico, aplicado a jóvenes de gran talento inmersos en la alta competición; el complementario, que completa las necesidades individuales específicas de la práctica de deportes de equipo, y otros que no es necesario enumerar, pero hacen valorar al entrenamiento coadyuvante. Así pues, el entrenamiento optimizador y el preventivo son procesos de entrenamiento necesarios para todos los deportistas de alto rendimiento, constituyéndose en la estrella del entrenamiento coadyuvante, algo que pretende mostrar este trabajo ejemplar. En él se suceden propuestas con bases experimentales que asombrarán al lector, debido a la sencillez con la que se presentan y a la lógica aplastante del conocimiento científico en el que se basan. Es especialmente atractiva la forma de analizar las lesiones y los mecanismos que las producen; esto se lleva a cabo desde una perspectiva multifactorial, y relatando el carácter multicausal de cada uno de los factores lesivos. Esta propuesta abre caminos de investigación más complejos, que ayudan a producir procedimientos y metodologías preventivas de mayor eficacia, gracias a su especificidad. Todo ello está tratado de una forma tan lógica como la que siguieron los investigadores del músculo más específico e importante de nuestro cuerpo, el corazón, cuando vieron que las enfermedades (lesiones) coronarias eran la principal causa de muerte en el humano en todo el mundo. Poco a poco, fueron descubriendo factores, a los que catalogaron como “de riesgo”, e investigaron causas poligenéticas que se tratan según sus orígenes. Por poner un ejemplo, no se trata del mismo modo la hipercolesteremia que la homocisteinemia. Los orígenes de ambas determinan su tratamiento selectivo cuando se conocen, aunque las dos proporcionen efectos similares al músculo cardíaco. Esto es lo que faltaba en nuestro campo. Así pues, el reto de este trabajo es proponer programas preventivos que se ajustan al control multifactorial específico de cada deporte y que, a su vez, son poligenéticos y atienden a la génesis con la que la lesión aparece. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no sólo estos procedimientos serán los conductores de esos programas, ya que al encontrarnos en el ámbito del deporte de alto rendimiento, éstos deben ser diseñados como verdaderos procesos de entrenamiento y llevarse a cabo con la intensidad, secuencia, alternancia y demás principios del entrenamiento, para obtener el efecto deseado. ¡Gran novedad que compartimos! El segundo aspecto que convierte a este ejemplar en único es que presenta un enfoque metodológico de los programas preventivos. En los programas preventivos actuales aparecen series de ejercicios analíticos, relatados como programas cerrados que tienen una aplicación universal para prevenir una u otra lesión concreta y que son válidos para todos los deportistas que estén en peligro de sufrirla. Dichos programas casi siempre son de fuerza y se realizan analíticamente comprometiendo los grupos musculares y articulaciones que supuestamente presentan peligro de lesión. La novedosa propuesta que presentan los autores pretende optimizar el estado en que se encuentran los mecanismos efectores originarios de las actuaciones motoras, es decir, de los movimientos que constituyen las técnicas de los diferentes deportes interpretados por los diferentes deportistas. Esto obliga a mantener en un estado de máxima funcionalidad a la capacidad de movimiento humano, maltratada y ultrajada por el entrenamiento convencional y la desmedida competición. Así pues, los autores recurren a una metodología basada en los componentes del movimiento humano, la sensibilidad propioceptiva o kinestésica, que se conecta con la exteroceptiva, con el fin de reconocer todo lo externo o interno deseado; la capacidad coordinativa para ajustar, reproducir o crear un movimiento, y la fuerza que permite la realización motriz en los parámetros de interacción y espacio-temporales que los deportistas necesitan realizar en sus actuaciones competitivas. La propuesta preventiva de los autores interviene en los tres pilares de la ejecución motriz humana y, por lo tanto, tiene un valor irrefutable. Para ello, proponen y exponen, con la clarividencia que aporta la experiencia y el conocimiento, métodos y procedimientos para optimizar cada uno de los tres aspectos por separado, si bien, deberán secuenciarse y dosificarse interactivamente para obtener su optimización simultánea. La optimización propioceptiva sólo es posible a través de un ejercicio que provoque el control por aferencias o reaferencias, que enfocado como entrenamiento, aporta la fuerza propioceptiva que proporciona soluciones a los movimientos policéntricos que aparecen en los diferentes deportes. Los modelos de Hewett, Lloyd y los trabajos sobre plataformas inestables y el entrenamiento en circuito propioceptivo son ejemplos claros propuestos en este libro, pues permiten a los diferentes grupos musculares su coactivación intra y periarticular o su activación recíproca de manera selectiva, dependiendo de cuáles sean las articulaciones comprometidas en las ejecuciones técnicas de cada deporte y deportista. El entrenamiento coordinativo que aportan los autores se centra en el fútbol, aunque con ese ejemplo se puede intuir que para cada especialidad deportiva es necesario “refrescar” las capacidades coordinativas básicas que dan soporte a las habilidades técnicas específicas de cada deporte, ya que la reglamentación de cada especialidad empobrece la inmensa capacidad motriz que posee el ser humano y debe ser renovada con asiduidad. Para ello, se proponen tareas que incluyan la motricidad básica que soporta la técnica, con una variación polimórfica que involucre a los neurocentros de ejecución, producción y control motor, para, de esta forma, comprometer a la capacidad coordinativa básica que aporta la fluidez, plasticidad, economía y eficacia a cada ejecución, siempre y cuando se realicen pocas repeticiones en idénticos términos motrices. La propuesta se cierra con las condiciones de realización de la fuerza preventiva, parala que se establecen una serie de metodologías de alta prestación que previenen las lesiones tendinosas y musculares. Con una gran profusión de bibliografía, se contempla la forma de actuar sobre los grupos musculares de riesgo en varias especialidades deportivas, lo que hace a este documento único e imprescindible para todos los profesionales del entrenamiento deportivo. ¿Quién puede ser capaz de no utilizar las técnicas YoYo, las poleas cónicas, los tirantes musculadores o las máquinas de vibraciones para mantener alejados a sus deportistas del entorno lesivo? Gracias a esta obra, se podrá apreciar la eficacia de todas estas técnicas, cuando se aplican siguiendo las indicaciones que, magistralmente, los autores exponen con todo lujo de detalles. Asimismo, se facilita su aplicación práctica con ejemplos concretos para la prevención de los complejos musculares más dañados en varias especialidades. Aún así, sabemos que por el maldito “efecto mariposa” o algo parecido, una pequeña disputa familiar promovida por qué canal de TV veremos, se almacena en el hipotálamo, se transfunde lentamente al tálamo por casualidad o el estrés competitivo y a través posiblemente del circuito de Renshaw altera el tono muscular, lo que ocasiona una microrotura fibrilar en el segundo sprint del partido. Pese a ello, ésta presunta contingencia no minimiza la prevención que se haya realizado en absoluto, ya que ésta proporciona una recuperación del músculo dañado más rápida. Gracias, muchas gracias por vuestro trabajo y por lo que en él nos habéis ofrecido. Francisco Seirul-lo Vargas Profesor Titular INEFC Barcelona Preparador Físico FC Barcelona PREFACIO La verdadera historia que da motivo a la realización de esta obra se encuentra en el trabajo que desde hace años vienen desarrollando los autores, tanto desde un ámbito académico como desde una perspectiva aplicada al entrenamiento deportivo. De hecho, estos dos campos de dedicación provocan un estímulo diario de mejora en la profesión. Por una parte, el trato con los estudiantes en la Universidad lleva a una reflexión continua desde el punto de vista científico, siempre en la búsqueda de respuestas contrastadas y razonadas desde el sentido más crítico y razonable posible. Por otra parte, la puesta en escena diaria ante deportistas que muestran un sacrificio continuo, hace que dudemos, reflexionemos y decidamos las opciones que pensamos más oportunas en la búsqueda de la superación permanente. El primer paso para un incremento del rendimiento es que un atleta se encuentre en condiciones de entrenar continuamente. Desde esta perspectiva, la prevención de lesiones se erige como una de las claves primarias que juegan un papel determinante en el rendimiento deportivo. La obra se encuentra distribuida en ocho capítulos. El primero, explica los llamados pilares de la prevención de lesiones en el deporte, es decir, aquellos parámetros que siempre han de introducirse en un programa de prevención. A continuación, los tres capítulos siguientes, ofrecen al lector un conocimiento actualizado sobre el entorno de la lesión: la incidencia lesiva y las lesiones más comunes, los mecanismos lesivos más habituales, y los factores de riesgo existentes en cada entorno deportivo. El análisis de estos puntos por parte del profesional en su realidad deportiva concreta va a permitir conocer las prioridades del plan de prevención. El quinto capítulo se centra en la valoración de los aspectos más necesarios de la condición física con relación a la existencia de lesiones, algo fundamental para conocer el estado en que se encuentran nuestros deportistas. Los tres capítulos siguientes describen la metodología de trabajo propuesta en este libro. El primero de ellos se centra en el trabajo neuromuscular, refiriéndonos con este término a los aspectos de la prevención que tienen como objetivo el aprendizaje o variación de los patrones motores que nos interesen. La relación de este capítulo con el concepto de coordinación neuromuscular es importante. A continuación se desarrolla el entrenamiento de la fuerza desde una perspectiva metodológica muy actual como es la sobrecarga excéntrica, sobre todo desarrollada mediante resistencias inerciales. Este tipo de trabajo se evidencia como uno de los preferentes en la prevención de lesiones musculares y tendinosas especialmente. Por último, dentro de esta parte dedicada a la metodología de trabajo, se incide en el entrenamiento preventivo mediante plataformas vibratorias y el concepto de vibración de cuerpo completo, traducido del anglosajón whole body vibration. Este último método de trabajo es uno de los que habitualmente utilizan los autores y en las páginas que se dedican a este tema se explicarán los motivos de ello. El lector se beneficiará, especialmente, de un guión poco común en las obras que tratan el rendimiento deportivo y la prevención de lesiones. El motivo de ello es que esta obra permite, por una parte, actualizarse y adquirir un método de trabajo que posibilite la planificación de un plan preventivo y, por otro lado, llevarlo a su ejecución gracias a los conocimientos e ideas de los capítulos centrados en metodología. Es muy importante para los autores dejar claro que la obra está hecha con la idea fundamental de despertar la creatividad del lector. No ha sido intención desarrollar protocolos cerrados que lleven puramente a la imitación, sino que los numerosos ejemplos de ejercicios y situaciones aquí planteadas han de adaptarse en todo momento a las necesidades de cada entorno. En este sentido, este libro está enfocado a los profesionales de las diferentes áreas de las ciencias del deporte, especialmente a preparadores físicos, fisioterapeutas, entrenadores y médicos del deporte, al igual que aquellos profesionales especializados en la readaptación a la competición de los deportistas que han sufrido una lesión. Esta orientación no descarta, evidentemente, los beneficios que los estudiantes de grado de las diferentes profesiones mencionadas pueden extraer de esta lectura. ÍNDICE DE CONTENIDOS Prólogo .......................................................................................................................... VII Prefacio .......................................................................................................................... XI SECCIÓN I CONOCIMIENTO Y VALORACIÓN DEL ENTORNO DE LA LESIÓN 1. Nuestra clave en la prevención de lesiones Daniel Romero Rodríguez ........................................................................................... 3 2. Incidencia y características de la lesión en el deporte Daniel Romero Rodríguez ........................................................................................... 11 3. El mecanismo de lesión Daniel Romero Rodríguez ........................................................................................... 57 4. Factores de riesgo de lesión en el deporte Daniel Romero Rodríguez ........................................................................................... 103 5. La valoración de los factores de riesgo de lesión. El análisis neuromuscular Julio Tous Fajardo ....................................................................................................... 147 SECCIÓN II METODOLOGÍA DEL TRABAJO PREVENTIVO 6. El control neuromuscular Daniel Romero Rodríguez ........................................................................................... 165 7. Entrenamiento de la fuerza mediante sobrecargas excéntricas Julio Tous Fajardo ....................................................................................................... 217 8. Entrenamiento por medio de vibraciones mecánicas Julio Tous Fajardo .......................................................................................................241 Índice analítico .............................................................................................................. 257 CAPÍTULO 1. NUESTRA CLAVE EN LA PREVENCIÓN DE LESIONES Daniel Romero Rodríguez LA PREVENCIÓN DE LESIONES: FACTORES EN LOS QUE INCIDIR En este apartado se expondrá la idea principal de esta obra. Al hablar de la prevención de lesiones en el mundo del deporte, es muy fácil caer en la absurda repetición de una serie de medidas que ya de por sí son lógicas para cualquier profesional con sentido común. Por consiguiente, esta no es la idea que aquí se quiere desarrollar. Los factores de riesgo de lesión se clasifican en intrínsecos y extrínsecos. Esta obra va a centrarse en los factores intrínsecos, ya que los factores extrínsecos son externos al deportista y, por tanto, la actuación del preparador físico y/o fisioterapeuta es más limitada que en el caso de trabajar los factores intrínsecos del atleta (Fig. 1-1) 1,2 . No se trata de afirmar que factores como la climatología, la superficie del terreno de juego y el equipamiento, por citar algunos casos, no son importantes, sino que simplemente la actuación que se vaya a tener al respecto está muy ligada a la lógica. Por ejemplo, si el terreno de juego está mojado o está seco, el calzado a utilizar será FIGURA 1-1. Los factores extrínsecos al deportista han de estar totalmente controlados y adaptados a cada situación. No deberíamos basar nuestra estrategia de prevención en este tipo de parámetros, pues la incidencia lesiva por estas causas es mucho menor que la provocada por los factores inherentes al deportista. diferente, y es evidente que hemos de conocer cuál elegir en cada momento. Al llevar a cabo una revisión bibliográfica (no necesariamente exhaustiva) del porcentaje de lesiones, es evidente que la mayoría de ellas están causadas por factores intrínsecos. Se puede escribir sobre el tema, pero hacerlo en profundidad puede llevar a un terreno que no es propio de los profesionales a los que van dirigidas estas líneas. Al hablar de la calidad o de las características de una superficie de juego, o bien del material de un calzado, se topa con un área de acción muy enfocada al campo de la ingeniería. Por ello, es importante centrar la atención en factores que realmente son determinantes para la prevención del deportista, y dejar de lado aspectos como la idoneidad del tipo de tejido con el que debería confeccionarse la ropa interior de los futbolistas, por poner un ejemplo, tema en el que es preferible que el profesional no centre sus esfuerzos. PRINCIPIOS Y PILARES DEL PROGRAMA DE PREVENCIÓN A la hora de planificar un programa de prevención de lesiones en el deporte, es importante tener en cuenta una serie de puntos, que se definen como principios y se dividen en dos bloques. En el primero de ellos se presentan unos ítems extraídos de los principios de la teoría del entrenamiento deportivo (Tabla 1-1), que se han adaptado al trabajo de prevención. Por otra parte, en el segundo se desarrollan los tres pilares en los que se tiene que basar la intervención de prevención (Tabla 1-2), sobre todo si se hace referencia a deportes en los que las capacidades coordinativas adquieren la máxima importancia. Los principios presentados intentan consolidar la base de la planificación del plan de prevención una vez que se ha hecho un análisis del problema. En realidad, tal y como se ha dicho, se trata de adaptar principios dirigidos sobre todo al rendimiento deportivo y llevarlos al campo de la prevención. Esta idea de transferencia va a influir, si el plan es acertado y se ejecuta adecuadamente, en un mayor rendimiento deportivo (entre otros aspectos y, como mínimo, en una disminución del número y gravedad de lesiones). A continuación se comentarán los pilares en los que debe sustentarse un plan de prevención de lesiones en el deporte: Tabla 1-1. Principios de la planificación de la prevención de lesiones. La multilateralidad y polivalencia de la carga. Se debe identificar el conjunto de cualidades físicas más importantes que se deben trabajar con el objetivo de disminuir el riesgo de lesiones, además de tener en cuenta las habilidades técnico- tácticas del deporte en cuestión. La especialización. las cargas diseñadas en un plan de prevención han de estar orientadas de forma especifica a cada especialidad deportiva. Se deben diseñar tareas con las que se trabaje en condiciones cercanas a la competición. La individualización. La prevención ha de adaptarse de forma específica al deportista, a sus tecnopatías más frecuentes, a sus gestos más deficientes, a la mejora de sus cualidades físicas menos desarrolladas y a los requerimientos metabólicos necesarios, entre otras cosas. La alternancia cíclica o periodización. Se debe distribuir la multilateralidad de las cargas en el tiempo. También es preciso repetir sistemáticamente dichas cargas y sus variaciones en intervalos de duración variable. Al hablar de prevención, es necesario estudiar la adaptabilidad de la prevención al propio entrenamiento del atleta centrado en su rendimiento deportivo. Tabla 1-2. Pilares neuromusculares en los que se sustenta el plan de prevención. Sistema Propioceptivo-Visual-Vestibular. La fuerza entendida como cualidad neuromuscular. Coordinación neuromuscular. Sistema Propioceptivo-Visual-Vestibular (PVV): se suele incidir en el trabajo propioceptivo. Para ello hay que eliminar el componente visual del sujeto (es muy difícil disociar el componente ves- tibular). Es necesario realizar un trabajo con per- turbaciones para estimular de forma óptima los receptores propioceptivos, hecho que posibilitará la adquisición de patrones motores mediante la facilitación e inhibición de la musculatura necesa- ria en cada situación (Fig. 1-2). Trabajo de fuerza: se trata de la cualidad física por excelencia en la prevención de lesiones dentro del ámbito de la competición deportiva. Es preciso diseñar específicamente su planificación para conseguir las adaptaciones deseadas. Esto se muestra en la figura 1-3. Para ello es necesario, entre otros aspectos también importantes, planificar de forma correcta sus distintas expresiones, así como el tipo de combinaciones a realizar, teniendo en cuenta los diferentes tipos de acciones musculares (isométrica, concéntrica, excéntrica). Ligada a esta cualidad, se debe hacer incapié en la propiedad de extensibilidad y elasticidad de la musculatura. Esto va a permitir una mayor deformación muscular y un aumento de la potencia desarrollada, al mismo tiempo que favorece la formación de un músculo capaz de soportar cargas potencialmente lesivas. Trabajo de coordinación: entendida como la capacidad abstracta que permite el control y regulación del cuerpo en la realización de un movimiento. Según dicha definición, esta cualidad únicamente puede ser entendida desde un concepto muy amplio, y su trabajo va a permitir adaptar al organismo de la forma más óptima a la mayor cantidad posible de acciones deportivas. Este trabajo también va a permitir soportar cargas lesivas diversas con mayor éxito. FIGURA 1-2. El receptor tendinoso de Golgi envía una orden inhibidora al músculo flexor donde se encuentra ubicado, a la vez que provoca una respuesta facilitadora para que la motoneurona del músculo extensor (antagonista) estimule dicho músculo. Los estímulos mecánicos que provoquemos influyen en la modulación de las respuestas motoras, objetivo a conseguir en un trabajo propioceptivo. FIGURA 1-3. Las adaptaciones de la fuerza a nivel muscular son necesarias para poder realizar acciones tan específicas como la que muestra la imagen de la izquierda. Asimismo, se debe tener en cuenta la correcta traducción del trabajo de fuerza en la prevención de lesiones según los requerimientos de cadadeportista. El incremento de fuerza depende de las adaptaciones que van dirigidas a aumentar la sincronización del reclutamiento del mayor número posible de unidades motoras. Las figuras 1-2, 1-3 y 1-4 muestran esquemáticamente estos factores neuromusculares en los que se va a actuar. En líneas generales, se pueden buscar adaptaciones periféricas y adaptaciones centrales para prevenir lesiones. Por una parte, el trabajo de la coordinación neuromuscular busca adaptaciones centrales, aunque va a depender de los progresos desarrollados a nivel periférico. En cuanto a las adaptaciones periféricas, éstas van a estar centradas en el desarrollo de las siguientes cualidades de la musculatura: Sensibilidad: referida a los receptores propioceptivos insertados tanto en la parte contráctil como tendinosa del músculo, y también en estructuras como ligamentos y cápsula articular. Viscoclasticidad: ligada a la extensibilidad y a la capacidad de recuperación de la longitud normal muscular después de que dicha estructura haya sido elongada. Contractibilidad: vinculada totalmente al desarrollo de la fuerza muscular desde el componente contráctil. FIGURA 1-4. Vías motoras desde su origen a nivel cerebral hasta su finalización mediante la placa motora en las fibras musculares. Es importante tener en cuenta que el trabajo de coordinación incidirá a nivel central, y esto se consigue gracias al aprendizaje de nuevas acciones motrices y a la variación de las ya existentes. El trabajo coordinativo influye positivamente en la activación selectiva de las unidades motoras necesarias para la realización de una acción. EL PLAN DE PREVENCIÓN La figura 1-5 esquematiza las fases para el correcto desarrollo de un plan de prevención de lesiones, inspirado en la propuesta de Van Mechelen 3 . Dicha propuesta explica de forma sistemática los pasos a seguir para que un plan de prevención satisfaga las necesidades específicas del problema que se presenta. FIGURA 1-5. Fases del plan de prevención. El esquema está inspirado en la idea de Van Mechelen. Estudio de la lesión El primer paso en la prevención de lesiones consiste en hacer un estudio previo de la realidad lesiva en el ámbito en que nos encontremos (ya sea un club deportivo, una federación, un particular, etc.). Para ello, es preciso recoger la incidencia lesiva existente, ya que de este modo se conocerá hasta qué punto es importante esta problemática en un determinado deporte. Además de esto, es necesario determinar los tipos de lesiones más habituales, teniendo en cuenta la ubicación anatómica, el tipo de estructura lesionada y la gravedad de las mismas. Por último, dentro de las características de la lesión, se debe determinar la repercusión social y económica que pueden provocar determinados tipos de lesión según el entorno deportivo y social. Una misma afectación puede repercutir de forma diferente según las características del deporte que se practique. Lo mismo sucede con las pérdidas económicas, que se traducirán también en tensiones a nivel emocional, y dependen del nivel de profesionalización en el que se produzcan. Conclusiones sobre la repercusión del problema Este segundo punto consiste en establecer una serie de ítems que resuman el problema existente en el ámbito deportivo analizado. Esto permitirá apreciar el problema de forma operativa, relacionándolo también con la bibliografla existente. Análisis sobre la etiología del problema En esta fase van a identificarse los factores de riesgo a los que están sometidos los deportistas y que se relacionan con la causa de las lesiones detectadas. Más adelante se analizarán los factores intrínsecos al deportista. Asimismo, es importante registrar los mecanismos de lesión desde el punto de vista del gesto deportivo, ya que esto va a ser determinante en el momento de diseñar las tareas específicas de prevención. Preparación y aplicación del plan de prevención Una vez que se ha analizado el problema y se han identificado los factores de riesgo de lesión existentes en el ámbito de estudio, se debe diseñar una intervención óptima que disminuya la existencia de lesiones. Después de conocer en profundidad la problemática, se marcarán unos objetivos (han de ser lo más operativos posible). Además de esto, hay que ser muy consciente de las posibilidades económicas de las que se dispone. Este aspecto se refiere a que en la planificación del trabajo a realizar se debe tener en cuenta de qué equipamiento e instalaciones se dispone y, en el caso de que no se disponga del material que se precise, será necesario introducirlo en un posible apartado de presupuesto del programa de prevención de lesiones. Asimismo, no se debe olvidar desarrollar la programación de acuerdo a los principios de la prevención que ya se han explicado. En este punto del proceso también es preciso planificar el período de la temporada en el que ha de ubicarse el trabajo preventivo, o bien si es necesario alargarlo durante la totalidad de la misma. Evaluación del plan ejecutado Poder captar objetivamente los resultados obtenidos para valorar su repercusión es una necesidad evidente. Este hecho debería estar unido al desarrollo de una metodología científica que testara tanto la pre como la postintervención, para así poder ir aumentando el conocimiento sobre la prevención de lesiones en el mundo deportivo. Por último, es importante saber que, recientemente, Van Tiggelen et al.' han realizado una nueva propuesta para el diseño de planes de prevención de lesiones con la intención de mejorar el modelo planteado en 1992. Es destacable el hecho de que este último grupo de trabajo incida en la necesidad de tener en cuenta determinados factores muy necesarios a la hora de diseñar un plan preventivo. Si no es así, puede darse el caso de diseños eficaces desde el punto de vista científico pero imposibles de implementar debido a determinadas realidades deportivas. En este contexto aparece la necesidad de tener en cuenta, en el diseño de un plan de prevención, a los llamados stakeholders (enumeran entidades gubernamentales, federaciones deportivas y empresas patrocinadoras, entre otras). Es decir, aquellos estamentos que tienen implicaciones de diferente índole en un club deportivo o en un atleta. Además, y del todo imprescindible, es necesario exponer los planes propuestos a los deportistas. El diseño preventivo desarrollado siguiendo estas apreciaciones puede convertir un plan científicamente efectivo en un plan además absolutamente eficiente, pues su implicación será mucho más real después de tener en cuenta en su desarrollo los factores citados. Siguiendo la terminología de estos autores, la suma de la eficacia y la eficiencia puede hacer que el plan propuesto llegue a cumplir con el concepto de efectividad, objetivo último a conseguir por un plan de prevención de lesiones en el deporte. REFERENCIAS 1. Dvorak J, Junge A, ChomiakJ, Graf-Baumann T, Peterson L, Rosch D, Hodgson R. Risk factor analysis of injuries in football players. Possibilities for a prevention program. Am J Sports Med 2000; 28(5 Supl):s69-74. 2. Murphy DF, Connolly DAJ, Beynnon B. Risk factors for lower extremity injury: a review of the literature. Br J Sports Med 2003; 37:13-29. 3. Van Mechelen W, Hlobil H, Kemper HC. Incidence, severity, aetiology and prevention of sports injuries. A review of concepts. Sports Med 1992; 314:82-89. 4. Van Tiggelen D, Wickes S, Stevens V, Roosen P, Witvrouw E. Effective prevention of sports injuries: a model integrating efficacy, efficiency, compliance and risk-taking behaviour. Br J sports Med 2008; 42:648-652. CAPÍTULO 2. INCIDENCIA Y CARACTERÍSTICAS DE LA LESIÓN EN EL DEPORTE Daniel Romero Rodríguez Los estudios sobre deportistas que participan en deportes de equipo son mucho másnumerosos que los centrados en deportes individuales. Aunque muchos de ellos se centran en la prevención de lesiones en el deporte, muy pocos analizan el efecto que una intervención puede tener en la prevención de lesiones. Es decir, si una actuación disminuye o no las mismas dentro de un contexto deportivo. Además de esto, existe el problema de que normalmente los diseños metodológicos planteados son de poca calidad. Por poner un ejemplo, se han detectado defectos importantes en la metodología de trabajos efectuados sobre la prevención de esguinces de tobillo en el deporte 1 . Entre estos déficit se enumeran, entre otros, la falta de explicación de la aleatorización efectuada en los denominados ensayos clínicos randomizados. Asimismo, tampoco se detalla si la adjudicación de participantes a un grupo u otro de estudio se realizó de forma ciega o no. Además, presentan problemas en los análisis estadísticos aplicados. Más recientemente 2 , en una revisión sobre estrategias de prevención de lesiones en fútbol (deporte sobre el que más se ha publicado), se comenta que de los 44 estudios potencialmente relevantes que se encontraron tan sólo cuatro 3,4,5,6 cumplían los requisitos que estos revisores establecieron. El principal criterio de exclusión fue que los trabajos no evaluaran la efectividad de ninguna intervención de prevención. De este modo, se demuestra la falta de investigaciones que valoren planes de prevención con buenos diseños metodológicos. Existen otros trabajos críticos con la metodología utilizada habitualmente. La literatura sobre epidemiología de lesiones en fútbol ha mostrado datos conflictivos en cuanto a la incidencia, la severidad y la etiología 7 . Esto ha llevado a la obtención de resultados diferentes que podrían explicarse en parte por las distintas definiciones de lesión y los también heterogéneos diseños metodológicos utilizados. Otro estudio posterior desarrolla una revisión sobre el tema con el objetivo de estandarizar al máximo los trabajos sobre lesiones en el deporte. Para ello se apoya en el modelo de la UEFA y proporciona una serie de líneas que pueden guiar futuras investigaciones en este campo 8 . Entre dichas directrices destacan la preferencia por el diseño de estudios prospectivos (los retrospectivos pueden tener problemas en la recogida de datos), la necesidad de realizar una recogida de datos sistematizada y de acotar la definición, severidad y clasificación de los tipos de lesión (Tabla 2-1), además de la definición de la lesión recidivante. Está claro que, con todos estos parámetros, es necesario estar atento a lo que se lee. Ya no es suficiente con estudiar literatura científica, sino que es importante ser muy críticos (especialmente con el método de trabajo desarrollado), para comprobar realmente qué aplicación tienen los resultados de los estudios en el entorno que trabajamos. Dejando aparte el tema de la calidad de los trabajos publicados, es necesario pensar que, para poder iniciar un planteamiento serio sobre la prevención en el deporte, lo primero que se debe conocer es el tipo de lesiones que se producen y la incidencia de éstas. Tabla 2-1. Clasificación de los diferentes tipos de lesión 8 . Clasificación e los diferentes tipos de lesión Traumáticas: Esguince: lesión consistente en una distensión aguda de ligamentos o de cápsula articular. Distensión: lesión aguda consistente en la elongación de músculos y tendones. Contusión: equimosis del tejido sin existencia de una lesión relacionada clasificada en algún otro apartado. Fractura: rotura traumática de un hueso. Luxación: desplazamiento parcial o completo de partes óseas de una articulación. Otras: lesiones no recogidas en otros puntos, como por ejemplo, heridas, contusiones en la cabeza, etc. Por sobreúso: un síndrome doloroso del sistema músculo-esquelético con un inicio insidioso y sin ningún traumatismo o enfermedad conocido que pueda haber presentado sintomatología previa (modificado por los autores de la tesis doctoral de Orava S. Exertion injuries due to sports and physical exercise. A clinical and statistical study of nontraumatic overuse injuries of the musculoskeletal system of athletes and keep-fit athletes. Thesis: University of Oulu, Finland,1980). INCIDENCIA LESIVA La repercusión lesiva en el deporte profesional La prevención de lesiones es un tema muy importante, sobre todo en aquellos deportes en los que existen inversiones e intereses económicos de gran magnitud. Tradicionalmente, uno de los máximos exponentes de dichas especialidades es el fútbol, deporte en el que las lesiones conllevan un perjuicio económico muy importante. En la liga profesional inglesa, por ejemplo, se ha llegado a estimar una pérdida de 74,7 millones de libras por lesiones durante el seguimiento de dos temporadas 9 . Asimismo, se ha descrito la incidencia de lesiones en este deporte, cifrándola en un intervalo de 17-24 lesiones por cada 1.000 horas de juego, lo que representa grandes costes económicos para Gran Bretaña cada año 10 (Fig. 2- 1). Teniendo en cuenta éstos y otros trabajos que se irán comentando y que informan de la gran incidencia de lesiones en el deporte, es muy importante considerar la necesidad de realizar una recogida sistemática de las mismas y de lo que éstas comportan en un ámbito deportivo concreto. Según el número de jugadores de un club, las proporciones de la lesión y el valor monetario correspondiente a cada grado de severidad lesiva, es posible llegar a un cálculo relativamente simple de los costes asociados a la lesión. Y gracias a esto se puede hacer una evaluación de cada situación específica y una optimización de la distribución de las inversiones 11 . Por otra parte, este punto también alerta de la necesidad de estudiar cómo se puede llegar a prevenir una lesión FIGURA 2-1. Es necesario registrar el total de las lesiones que se producen en un deporte, incluso las que tienen lugar durante un entrenamiento. realmente, analizando las estrategias óptimas y seleccionando los profesionales más cualificados para tales tareas. Esto podría ser un buen punto de partida para intentar disminuir el número de lesionados en un club deportivo, hecho especialmente relevante desde el punto de vista económico si se habla de deporte profesional. Pero, ¿qué decir después de leer la publicación de Waddlngton et al.? 12 Este trabajo, lejos de ser un ensayo clínico o una revisión sobre un tema de prevención, trata de investigar la forma en la que habitualmente se contrata a los médicos y fisioterapeutas de los clubes del fútbol profesional inglés. En este estudio los autores realizaron entrevistas a 12 médicos y 10 fisioterapeutas, y recibieron 58 de los 90 cuestionarios que enviaron a médicos de fútbol. Además, también hicieron entrevistas a 27 jugadores y exjugadores sobre sus experiencias sobre lesiones y tratamientos de rehabilitación, reservando de forma permanente su anonimato. A continuación se expondrán una serie de conclusiones que se extraen en este trabajo: La mayoría de médicos no tenían dedicación completa en el club al que pertenecían, lo que quiere decir que se tenían que dedicar a otros trabajos para conseguir un salario razonable. Los salarios son más modestos de lo que se podría pensar en principio. Muchos médicos realizaron su fichaje mediante contactos personales: el médico anterior era su jefe (cuando desarrollaban medicina general), un familiar, o bien obtenían el puesto de trabajo gracias a un contacto personal relacionado con el club. Por otra parte, en el mismo estudio se habla de la contratación de los fisioterapeutas, y vuelve a darse el caso de que la mayoría de ellos había realizado el contrato laboral con el club gracias a contactos personales y no a través de la presentación de un currículo profesional quedemostrara sus aptitudes para ocupar un determinado cargo. Un hecho curioso es que muchos de ellos son ex jugadores. En base a estos datos parece ser que, al menos en cuanto a la forma de contratación y al momento en que se desarrolló el estudio, no está realmente garantizada la competencia profesional de los médicos y fisioterapeutas de los clubes profesionales de la liga inglesa. Esto adquiere una especial relevancia si se tiene en cuenta que es una de las competiciones deportivas más profesionalizadas del mundo, lo que permite entrever qué ocurre en otros países. FIGURA 2-2. Un gran número de futbolistas profesionales debe abandonar debido a la cronificación de lesiones. Evidentemente, el dinero no es tampoco el único problema de los deportistas profesionales. Algunos datos, como el de que el 47% de los futbolistas en el Reino Unido se retira por una lesión crónica o aguda 11 , demuestran que existe un problema de salud (Fig. 2-2). Además, este riesgo de lesión es en realidad mayor, ya que no se informa correctamente a los futbolistas sobre cómo realizar una buena prevención. Generalmente los clubes no ofrecen estos servicios o bien los ofrecen sin la mínima calidad deseada. Se podría ahondar en este tema y mostrar más y más datos para recordar lo mal que se hace, seguro que más de una persona se ruborizaría. De hecho, ¿cómo se le puede explicar a un deportista que ha tenido una lesión que posiblemente se hubiera podido evitar con los medios adecuados? Con la intención de evitar esto y dedicarnos a este campo que tanto puede apasionarnos, se irán mostrando trabajos y estudios con actuaciones que proporcionen herramientas para quien realmente quiera afrontar con garantías la prevención de lesiones en el deporte. Y para que pueda extraerse el máximo partido, se realizará una escritura crítica para que se pueda obtener el máximo partido. CONCEPTOS CLAVE: Existe un gran impacto de salud y económico en el deporte profesional debido a la gran incidencia lesiva existente. Es necesario realizar una evaluación completa de los aspectos físicos, emocionales, sociales y económicos que conlleva la existencia de lesiones en un entorno deportivo concreto. Es importante analizar la competencia y situación profesional de los diversos recursos humanos implicados en el análisis, planificación, ejecución y evaluación de un plan de prevención de lesiones. Costes económicos y de salud en el deporte amateur Además de la repercusión lesiva en el mundo profesional, y dejando ya atrás el paréntesis insertado sobre esa curiosa forma de firmar contratos, es importante conocer que la práctica del fútbol también es un problema de costes sanitarios en la seguridad social de un país donde dicho deporte es el más practicado por la población 7 . Un estudio realizado en los Países Bajos incide en la necesidad de dividir a los futbolistas en subgrupos según el riesgo que presenten de sufrir lesiones, para así desarrollar una estrategia de prevención adecuada que reduzca gastos (Tabla 2-2). Tabla 2-2. Características de las 14 lesiones serias de rodilla encontradas por Hewett et al. 15 Grupo Tipo de lesión Deporte Mecanismo de lesión Período de ausencia (días) No entrenado LCA Fútbol No contacto, torsión Pérdida de la temporada No entrenado LCA Baloncesto No contacto, recepción en varo Pérdida de la temporada No entrenado LCA Baloncesto No contacto, torsión y valgo Pérdida de la temporada No entrenado LCA Fútbol No contacto, torsión Pérdida de la temporada No entrenado LCA Baloncesto No contacto, hiperextensión y torsión Pérdida de la temporada No entrenado LLI Baloncesto Contacto, cara lateral en la recepción 7 No entrenado LLI Fútbol No contacto, hiperextensión 5 No entrenado LLI Fútbol Contacto, contusión valguizante en la tibia 5 No entrenado LLI Fútbol No contacto, torsión 20 No entrenado LLI Baloncesto No contacto, estrés valguizante repetido Pérdida de la temporada Entrenado LCA Baloncesto Contacto, contusión lateral Pérdida de la temporada Entrenado LCA/LLI Baloncesto Contacto, contusión valguizante Pérdida de la temporada Hombre control LCA Fútbol No contacto, torsión Pérdida de la temporada Hombre control LLI Baloncesto Contacto, contusión valguizante 10 Como puede verse una vez más, la salud y la economía están constantemente relacionadas, La National Collegiate Athletic Association (NCAA), entidad que engloba gran cantidad de colleges y universidades estadounidenses que rigen sus competiciones deportivas, estima que en un año se producen más de 10.000 lesiones de rodilla en atletas femeninas de educación secundaria y bachillerato. De estas lesiones, aproximadamente unas 2.200 son rupturas del LCA (Ligamento Cruzado Anterior). El coste del tratamiento asciende, incluyendo la intervención quirúrgica y la rehabilitación de las lesiones de LCA, a unos 17.000 dólares por paciente, lo que eleva la cifra a más de 37 millones de dólares anuales; estos datos son de hace ya unos años 13 . Según datos más actuales, estas cifras son muy bajas, ya que se estiman alrededor de 250.000 lesiones de LCA anualmente, que conllevan un gasto de más de 2.000 millones de dólares aproximadamente (se tienen en cuenta los gastos de pruebas, cirugía, férulas postoperatorias y rehabilitación) 14 . Se debe tener cuenta que estas cifras de costes se refieren a la lesión y al tratamiento, pero no recogen el coste que representa la pérdida de sesiones de entrenamiento y competición ni tampoco el efecto psicológico que puede derivarse. Relacionado con este último trabajo, se han recogido datos entre 1.263 jóvenes mujeres deportistas de diferentes especialidades (fútbol, baloncesto y voleibol), en los que se han observado 14 lesiones clasificadas como serias durante un año. Tal y como muestra la tabla 2-2, ésta no es una cifra demasiado alta de incidencias, pero si se tiene en cuenta la gravedad de las mismas y que tan sólo se recogen las ocurridas en una articulación, se deduce que el problema puede ser considerable 15 . CONCEPTOS CLAVE: Existe una gran incidencia lesiva en el deporte amateur, lo que conlleva un gasto económica muy importante para a salud pública y privada. Incluso fuera del deporte profesional, se producen unos efectos psicológjcos en el individuo lesionado. Este hecho viene provocado por la frustración que conlleva no poder practicar un determinado deporte, lo que puede comportar efectos emocionales negativos. Ausencia del entrenamiento y competición por lesión También se han realizado estudios sobre la incidencia lesiva y el tipo de alteración sufrida. Uno de ellos es el que se llevó a cabo entre 1994 y 1997 en una muestra de 138 futbolistas. Se obtuvieron 744 lesiones que impedían entrenar o competir, con un promedio de ausencia de 14,7 días, mayor en las recidivantes (18,2 días, conformando el 22,3% del total) en comparación con las nuevas lesiones (13,7 días). Esto se traducía en una ausencia de 39,6 días por jugador y año, lo que supone el 13% de la temporada 11 . Como puede observarse, estas cifras pueden ser calificadas como alarmantes. En cuanto a la metodología utilizada para reco- ger datos en torno a la lesión, se ha desarrollado un sistema para captar la incidencia, circunstancias y características de las lesiones en el fútbol. Dicho sistema se aplica en diferentes torneos internacio- nales de la FIFA y de los JJOO. Las cifras que se recogieron gracias a él fueron de 901 lesiones, lo que equivale a una incidencia de 2,7 lesiones por partido u 88,7 lesiones por cada 1.000 horas de juego. De estas lesiones, las que provocaron que el deportista se ausentara de los entrenamientos o la competición suponían una incidencia de 35 por cada 1.000 horas de juego, lo que aproximadamen- te corresponde a una lesión por partido 16 . En otro de los trabajos que muestra la variedad de los diseños metodológicosutilizados y la dificultad que esto provoca a la hora de comparar datos, se ha obtenido una incidencia lesiva en futbolistas de entre 10 y 35 por cada 1.000 horas de juego 17 . CONCEPTOS CLAVE: La existencia de lesiones se traduce en una gran pérdida del número de entrenamientos y competiciones por deportista lesionado. Además, dicha falta se traduce en pérdida de la condición física, lo que conlleva períodos más prolongados sin estar con las cualidades adecuadas para poder afrontar una competición. La gran variedad de diseños metodológicos existente a la hora de plantear un estudio relacionado ton la prevención de lesiones hace que frecuentemente la comparación entre trabajos sea difícil de realizar. El registro de lesiones Como se ha podido comprobar, existe un aspecto, positivo en la evolución de los registros relacionados con la incidencia de lesiones. Actualmente la recogida de datos se realiza por cada 1.000 horas de juego, ya que esto permite comparar datos entre diferentes estudios 18,19 . Este método considera la frecuencia de la incidencia de lesiones, el número de nuevas lesiones que se dan en una población de riesgo durante un período de tiempo determinado y el número de nuevas lesiones que se producen durante un período dividido por el número total de deportistas. El concepto epidemiológico de incidencia lesiva ha de tener en cuenta la exposición al riesgo (competición y/o entrenamiento). En el caso de que no sea así, resulta imposible comparar estadísticamente los distintos trabajos, ya que, además de tener en cuenta la exposición al riesgo relacionada con el tiempo, se debe prestar atención al número de jugadores que compiten en los distintos deportes y, entre otros factores, definir muy bien el concepto de lesión. Debido a esto es cada vez más corriente hablar de datos de lesiones por cada 1.000 horas de juego, teniéndose así en cuenta el tiempo de exposición al riesgo 19 . A continuación se mostrará un ejemplo para entender esta última idea de exposición al riesgo en horas de juego y su forma de cálculo. En la liga española de fútbol un partido dura 90 minutos, que representan 1,5 horas. Si en un equipo existen 11 jugadores compitiendo de forma simultánea, las horas de riesgo resultarán de multiplicar 11 por 1,5 y esto hace un total de 16,5 horas de exposición durante un partido. Si se quiere conocer el riesgo real de partido, es preciso multiplicar esto por dos (los equipos que disputan el mismo), y esto son 33 horas de exposición. Si se tiene en cuenta el conjunto de la liga de fútbol, se debe pensar que existen 20 equipos que disputan 38 jornadas y que en cada jornada hay 10 partidos. Esto quiere decir que existen 380 partidos a disputar en una temporada. Por tanto, el número de horas de exposición al riesgo en la liga española de fútbol es de 12.540 horas. Para obtener el índice por cada 1.000 horas de juego, se divide la variable que se quiera (Por ejemplo, el total de lesiones o bien una lesión en particular) por el conjunto de horas de exposición al riesgo, para después multiplicarlo por 1.000 (Fig. 2-3). FIGURA 2-3. Ejemplo del cálculo de las horas de exposición al riesgo durante una temporada de la 1ª división de la liga española de fútbo. Para resaltar la importancia de referir la incidencia por horas de juego, Hodgson et al. 19 llevaron a cabo un estudio 20 , en el que se muestra una representación gráfica del número absoluto de lesiones que los autores registraron durante cuatro temporadas de competición. La primera conclusión que se extrae es que cada año se producían más o menos el mismo número de lesiones. No obstante, tras registrar los mismos datos en relación con el índice de 1.000 horas de exposición al riesgo, la realidad cambia de manera radical. En la temporada 1996, este índice era mucho más elevado que en la temporada 1993-94, y el simple análisis indica que en este período de 1993-94 se jugaron 35 partidos (605,15 horas de exposición), mientras que en 1996 sólo se jugaron 21 (363,09 horas de exposición). CONCEPTOS CLAVE: La recogida de datos que hacen referencia a los estudi- os sobre prevención de lesiones en el deporte se realiza en base a un número determinado de horas de práctica. Este hecho ha facilitado que, al menos en relación a la forma de registro de lesiones, los datos de diferentes investigaciones sean más fáciles de comparar. Es necesario estudiar epidemiológicamente las lesiones en el deporte, y para ello es fundamental el tener en cuenta la cantidad de exposición al riesgo de sufrir lesiones. La dificultad en la definición de lesión Además de la problemática que todavía persiste en la recogida de datos, existe un desacuerdo a la hora de definir qué es una lesión 19 . No existe un estándar a partir del cual se acepte de forma unánime una clasificación de lesión y, por consiguiente, el código de diagnóstico de ésta varía en los diversos estudios publicados. Es posible encontrar clasificaciones estándares como la de la International Classification of Diseases, aunque normalmente éstas no tienen una buena aplicación en las lesiones deportivas. Por el contrario, el sistema Orchard Sport Injury Classification System (OCICS) es muy descriptivo y extenso y puede utilizarse en este tipo de investigaciones 19,21 . Éste destaca la importancia de registrar todas las lesiones ocurridas en el período estudiado, incluso aquéllas que aún requiriendo atención médica no provocan pérdida de horas de entrenamiento ni de competición, así como es igualmente imprescindible controlar el tiempo perdido en días, semanas y competiciones (o partidos de una competición). Este hecho es muy importante debido a que se debe controlar si las lesiones menores pueden llevar o no a provocar afecciones de mayor entidad a posteriori. A pesar de esta intención de controlar la interpretación de lesión (hecho que puede facilitar la comparación de estudios), en la actualidad se adoptan definiciones todavía muy vagas, como es el caso de registrar la lesión en una investigación como “cualquier traumatismo que provoca alguna alteración o dolor” 22 . Incluso no ya en el deporte profesional, sino también en la población adolescente deportista, la definición y el método de registro de las lesiones deportivas es un tema que continúa presentando problemas importantes para poder comparar diferentes investigaciones 23 . El mismo grupo de trabajo que señaló los progresos de la citada clasificación comenta las limitaciones de la misma 24 . Por este motivo, en un trabajo posterior al que ya se ha hecho referencia (Tabla 2-3) 21 , estos autores mejoran el estudio realizado y exponen las dos razones principales de la necesidad de una buena clasificación: determinar de manera precisa los diagnósticos de las lesiones deportivas para la investigación, permitiendo a la vez una fácil agrupación para poder sintetizar resultados, y crear una base de datos de la que se pueda extraer información para así estudiar lesiones concretas. Asimismo, es importante relativizar consideraciones tan generales como el hecho de entender la lesión como “cualquier problema músculo-esquelético que provoca una parada del entrenamiento al menos durante un día, reducción en el kilometraje de entrenamiento, ingesta de medicamentos o solicitación de ayuda médica” 25 . Con esta definición los autores realizan un trabajo retrospectivo para conocer lesiones en atletas que se dedican a deportes de aventura. Este estudio es una evidencia de las limitaciones que tienen algunos trabajos a la hora de interpretar los resultados obtenidos, a pesar de utilizar muestras grandes como en este caso (300 atletas). Esto se debe a que realizaron un cuestionario que los deportistas rellenaban en el momento en que se inscribían en la prueba. Entre otras preguntas se les pedía que indicaran su niveldeportivo y que señalaran el número y tipo de lesiones que habían sufrido en los últimos 18 meses. Esto demuestra el escaso control que existió en la recogida de datos de este estudio, ya que estas preguntas difícilmente pueden reflexionarse en poco tiempo y es muy probable que algunas lesiones no se hubieran recogido. La utilización en diferentes trabajos del término lesión adoptado por la Australian Football League, provocó interpretaciones muy subjetivas entre los diferentes clubes. Este hecho generó una diversidad irreal de datos sobre incidencia lesiva. Para solventar este problema se estableció la siguiente definición de lesión: “cualquier condición física o médica que impide a un jugador participar en un partido”, y se categorizaron las lesiones según la clasificación ya comentada de Orchard (OCICS) 18 . Tabla 2-3. Categoría de las lesiones en el fútbol (Orchard Sport Injury Classification System, OCICS). 21 Área corporal Categoría de la lesión Ejemplos de diagnósticos específicos Cabeza Cuello Conmoción cerebral Conmoción cerebral, migrañas por conmoción Fracturas faciales Fractura de nariz, fractura de mandíbula Distensiones del cuello Latigazo cervical, prolapso discal cervical Otras lesiones de la cabeza y el cuello Laceración facial, lesión del ojo Hombro Brazo Codo Distensión y dislocaciones del hombro Subluxación del hombro, dislocación Lesión de la articulación acromioclavicular, dislocación A/C disrupciones articulares Fractura de clavícula Fractura de clavícula Distensiones de codo o lesiones articulares Distensiones ligamentosas del codo, cuerpo libre Otras lesiones del hombro / brazo / codo Ruptura del tendón del bíceps Antebrazo Muñeca Mano Fracturas del antebrazo / muñeca / mano Fractura de escafoides, fractura metacarpiana, fractura de radio Otras lesiones del antebrazo / muñeca / mano Ruptura del tendón flexor, dislocación de dedos Tronco Espalda Lesiones de las costillas y de la caja torácica Fractura de las costillas, lesiones osteocondrales Lesiones de la columna dorsal y lumbar Distensión lumbar, prolapso discal Otras lesiones del tronco / espalda / nalgas Transplantes, traumatismos del bazo Cadera Ingle Muslo Distensiones de la zona inguinal y osteítis de pubis Distensiones musculares de aductores Distensiones isquiosurales Distensiones de isquiosurales, tendinopatías Distensiones del cuádriceps Distensiones del recto femoral Hematomas del muslo y de la cadera Hematomas del muslo Otras lesiones de la ingle, cadera y muslo Lesión de la ceja cotiloidea Rodilla LCA de la rodilla LCA de la rodilla ( otras patologías) Ligamento lateral interno de la rodilla Lesión aislada del LLI de la rodilla LCP de la rodilla LCP de la rodilla Cartílago de la rodilla Desgarros meniscales, lesiones condrales Lesiones de la rótula Dislocación de la rótula, dolor de la articulación femoropatelar Área corporal Categoría de la lesión Ejemplos de diagnósticos específicos Rodilla Lesiones tendinosas de la rodilla y la patela Tendinopatías patelares, tendinopatías popliteas Otras lesiones de rodilla Disrupciones de la articulación tibiofemoral, hematomas de la rodilla Espinilla Tobillo Pie Distensiones de tobillo, lesiones articulares Distensión de tobillo, distensión de la sindesmosis Distensiones de la zona de la pantorrilla Distensión de gastrocnemios, distensión de sóleo Lesiones tendinosas aquíleas Ruptura del tendón aquíleo, tendinopatía Fracturas de la pierna y del pie Fractura de tibia, fractura de peroné Fracturas de la pierna y del pie por estrés Fractura metatarsiana por estrés, fractura escafoidea por estrés Otras lesiones de la pierna / pie / tobillo Fascitis plantar Lesiones médicas Enfermedad médica Estrés por calor, gastroenteritis, asma Este último apunte invita a reflexionar sobre la relación que existe entre la incidencia lesiva y las horas de exposición al riesgo. La mayoría de autores coincide en esto, pero pocas veces se da la importancia necesaria a un aspecto que desde aquí consideramos crucial al describir la incidencia lesiva: la pérdida de entrenamientos y de competiciones que las lesiones provocan. Este aspecto es fundamental en la repercusión real de las lesiones en el contexto deportivo (Fig. 2-4). Es importante preparar estrategias de prevención no sólo para evitarlas, sino para que las estructuras del aparato locomotor tengan las adaptaciones necesarias para que una posible afección sea lo más leve posible. FIGURA 2-4. Número de partidos por lesión en la totalidad de equipos de la serie A del fútbol italiano durante la temporada 2006-07. Los datos han sido cedidos por Roberto Sassi (www.robertosassi.it). CONCEPTOS CLAVE: La clasificación de lesiones ha de atender a la realidad deportiva. Es decir, se han de adaptar a las entidades clínicas que normalmente se registran y a las variaciones de las mismas (sistema Orchard Sport Injury Classification System, OCICS). Para poder ver la repercusón real de una lesión, es muy importante registrar no tan sólo el número de días que el deportista permanece apartado del deporte, sino también el número de sesiones de entrenamiento y el número de competiciones que se pierden por una lesión. Localización más habitual: la articulación del tobillo Algunos estudios señalan que la articulación del tobillo es la que suele resultar más lesionada (como es el caso de los jugadores de baloncesto, por ejemplo) 2 . Otros afirman que es la rodilla, sobre todo el LCA, la zona más vulnerable, al menos si se hace referencia a lesiones de gravedad, y sobre todo en deportes como el fútbol y el baloncesto 27,28 . Datos más recientes se decantan por la articulación del tobillo como la zona que alberga la mayoría de lesiones en fútbol femenino (34% del total de lesiones agudas registradas) 29 . Las lesiones del tobillo se han estudiado en profundidad. Éstas presentan una incidencia elevada en fútbol, analizando el período de tiempo perdido que provocan, su mecanismo lesivo y la utilización de soportes externos para así poder desarrollar un plan de prevención y rehabilitación 30 . Tropp et al. 31 observaron que el 75% de las lesiones de tobillo eran esguinces ligamentosos, normalmente del complejo lateral. Lo que está claro a raíz de los trabajos mencionados y de los que se verán a continuación, es que la extremidad inferior es la que sufre una mayor afectación en el deporte en general, tal y como se advierte en otras investigaciones realizadas con futbolistas 10,17 . La investigación de Woods et al. 30 , que aplica la misma metodología que la utilizada por los autores citados anteriormente 9 , recoge los cuestionarios obtenidos por fisioterapeutas y médicos de clubes profesionales ingleses. En ella se explica que el 11% de las lesiones estaban localizadas en el tobillo, lo que proporciona un valor inferior a otros trabajos. Tal y como ya se ha comentado (también lo han hecho otros autores) 7,17 , es posible que esto se deba a la metodología utilizada, en la que no se incluyen lesiones que necesitan menos de 48 horas para volver a la actividad. Estos autores también vieron que la mayoría de alteraciones se producían en el complejo externo (77%) de dicha articulación. Otros datos interesantes que los mismos autores exponen es que el 83% de las lesiones de tobillo tenían una recuperación de menos de un mes, lo que sugiere que la mayoría de esguinces no eran severos, siendo así más importante la incidencia que la gravedad. Tabla 2-4. Revisión realizada sobre las lesiones de tobillo. 32 Deporte Género Total nº de lesiones Lesiones de tobilo (%) Referencia Año Todos los deportes Hombres y mujeres 15.212 20 Steinbrück (1987) 1987 Todos los deportes Hombres y mujeres 10.496 17 Segesser y Nigg (1993) 1993 Béisbol Hombres 525 12 NCAA (1991) 1989-90 BaloncestoHombres 769 31 NCAA (1991) 1989-90 Baloncesto Mujeres 638 26 NCAA (1991) 1989-90 Baloncesto Hombres y mujeres 658 28 Pfeifer et al. (1992) 1992 Hockey hierba Mujeres 187-349 10-18 NCAA (1991) 1987-91 Fútbol americano Hombres 1.543-4.956 15-16 NCAA (1991) 1988-90 Balonmano Hombres 540 21 Leidinger et al. (1990) 1990 Fútbol Hombres 112-288 17-21 Ekstrand y Tropp (1990) 1990 Fútbol Hombres 527-981 17-21 NCAA (1991) 1986-91 Fútbol Mujeres 288-473 18-27 NCAA (1991) 1986-91 Voleibol Mujeres 149-465 26-33 NCAA (1991) 1984-91 Softball Mujeres 192 18 NCAA (1991) 1989-90 Tenis Hombres y mujeres 2.481 11 Nigg et al. (1989) 1989 NCAA: National Collegiate Athletic Association La tabla 2-4 muestra el porcentaje de incidencia lesiva en el tobillo en distintos deportes. Por orden de volumen destacan el baloncesto, el voleibol, el fútbol y el balonmano 32 . En esta línea, otra investigación concluye que la distensión ligamentosa del tobillo es la afección de mayor incidencia, en este caso en una población de jugadores universitarios de baloncesto, tal y como muestra la tabla 2-5 33 . Tabla 2-5. Existencia de mayor número de lesiones en el tobillo en jugadores universitarios de baloncesto 33 Lesión Total %del total Esguince de tobillo 34 15,8 Distensión muscular del muslo 12 5,6 Conmoción cerebral 8 3,7 Contusión del cuádriceps 7 3,3 Distensión del psoas iliaco 5 2,3 Contusión de la rodilla 5 2,3 Ruptura completa del LCA, aguda 4 1,9 Otras 140 65,1 Total 215 100,0 CONCEPTOS CLAVE: La articulación del tobillo es la zona anatómica que registra un mayor número de lesiones. Este dato es importante a la hora de desarrollar planes de prevención para lesiones específicas. La extremidad inferior en su conjunto es la región corporal que experimenta mayor incidencia lesiva, prácticamente en la totalidad de los deportes. Otras zonas corporales de gran incidencia lesiva Los trabajos que se están comentando informan sobre la gran cantidad de lesiones existentes fundamentalmente en tres zonas: dos articulares, como son la rodilla y el tobillo, y una muscular, la del muslo (Fig. 2-5). Es importante reflexionar al respecto, pues tan sólo el hecho de idear un plan de prevención ajustado a nuestras necesidades, según el entorno deportivo que se trate y enfocado en dichas zonas, puede repercutir en la incidencia lesiva que se registre. Por ejemplo, es un hecho conocido que un desequilibrio de fuerza es un factor de riesgo importante (tal y como se verá más adelante) para tener una lesión muscular. Pues bien, está claro que desarrollar un trabajo preventivo de fuerza en toda la musculatura del deportista es complicado, pues hay temas con los que hay que contar, como el hecho de no interferir en la propia planificación deportiva del atleta. Pero, ¿y si añadimos a su trabajo un programa específico tan sólo de la musculatura isquiosural? ¿Y si, además variando de día de entrenamiento, aprovechamos para realizar un trabajo propioceptivo enfocado a estimular los propioceptores de la rodilla y el tobillo fundamentalmente? Estos temas se tratarán más adelante, pero no está de más adelantar que será necesario idear medidas, en ocasiones, muy específicas y de fácil aplicación, a pesar de que lo preferible es darle mayor relevancia a los planes de prevención. FIGURA 2-5. Localización habitual de la incidencia lesiva según diversos estudios. Destaca un estudio prospectivo sobre la inci- dencia de lesiones y molestias en futbolistas de diferente edad y categoría 34 . La muestra, de 264 individuos, se clasificó en cuatro niveles según la categoría de los equipos donde jugaban. Se regis- traron 558 lesiones durante el año en que se siguió a este grupo, lo que resultó en 2,1 lesiones por ju- gador y año (Tabla 2-6), y resulta realmente intere- sante que se hable de gravedad. Este parámetro muestra cómo el tobillo, a pesar de que continúa siendo la articulación más castigada por las lesio- nes, registra el menor porcentaje de casos graves. Si se combina la incidencia lesiva y la gravedad, la articulación que resulta más dañada es la rodilla. La mayor parte de lesiones lumbares, inguinales y de la pierna fueron debidas a sobrecarga, lo que quiere decir que la mayoría de las producidas en la columna lumbar y la ingle se dieron sin contacto. Está claro que los datos de este trabajo muestran también una gran incidencia de lesión en la extre- midad inferior (representa el 79,4% del total de lesiones), así como una tendencia a una mayor gravedad (en cuanto a porcentaj e relativo a cada zona lesionada) en la columna lumbar, cabeza y, sobre todo, en la extremidad superior. CONCEPTOS CLAVE: El muslo es otra de las zonas corporales, además de las articulaciones del tobillo y la rodilla, con gran incidencia de lesión muscular. Es importante destacar que la articulación del tobillo tiende a padecer afecciones leves y moderadas. Si se une incidencia lesiva y gravedad, es la articulación de la rodilla la que reviste mayores problemas. Las lesiones musculares Se ha realizado un estudio de la incidencia lesi- va de los futbolistas comparando los períodos de pretemporada y de compefición 9 . En este trabajo los autores encontraron que las lesiones más frecu- entes y de mayor gravedad durante la pretempora- da son las distensiones musculares (19%), segui- das de fracturas (15%), distensiones ligamentosas (13%) y desgarros meniscales (10%). En relación con la gravedad, las lesiones moderadas más fre- cuentes fueron las distensiones (52%), los esguin- ces (25%) y las tendinitis (8%). La tabla 2-7 mues- tra los datos obtenidos en este trabajo. En este mismo trabajo también se estudiaron las lesiones musculares y se llegó a la conclusión de que las que se producían en el cuádriceps se producían más frecuentemente durante la pretem- porada. De éstas, la más habitual era la del recto femoral, que representaba el 29% de las lesiones musculares, mientras al aductor mayor le corres- pondía el 12% y al bíceps femoral el 11%. Por otra parte, el músculo con más porcentaje de lesión durante el período competitivo era el bíceps femoral (21%), seguido del aductor mayor (15%) y del recto femoral (14%). Tabla 2-6. Localización y severidad de las lesiones encontradas por Peterson et al. 34 Localización Total Leve Moderada Grave N (%) N (%) N (%) N (%) Tobillo 114 (20,4) 54 (47) 49 (43) 11 (10) Rodilla 99 (17,7) 45 (45) 33 (33) 21 (21) Muslo 81 (14,5) 50 (62) 23 (28) 8 (10) Pie, dedos 56 (10,0) 34 (61) 16 (29) 6 (11) Pierna 53 (9,5) 27 (51) 19 (36) 7 (13) Ingle 41 (7,3) 23 (56) 11 (27) 7 (17) Columna lumbar 33 (5,9) 15 (44) 9 (27) 9 (27) Extremidad superior 30 (5,4) 13 (43) 4 (13) 13 (43) Cabeza 20 (3,6) 14 (70) 2 (10) 4 (20) Otras 31 (5,6) 16 (52) 15 (48) 0 (0) Tabla 2-7. Naturaleza de las lesiones durante los períodos de pretemporada y competición en el trabajo de Woods et al. 9 Naturaleza de la lesión Todas las lesiones Lesiones en pretenporada Lesiones en período competitivo Rupturas musculares / distensiones 2.217 (37) 381 (37) 1.836 (37) Esguinces ligamentosos/rupturas 1.152 (19) 194 (19) 958 (19) Otras 547 (9) 100 (11) 447 (8) Contusiones musculares 418 (7) 53 * (5) 365 (7) Equimosis de los tejidos 349 (6) 43 * (4) 306 (6) Fracturas / disocaciones 333 (5) 50 (5) 283 (4) Tendinosas 292 (5) 89 ** (9) 203 (4) Sinovitis inflamatorias 192 (3) 34 (3) 158 (3) No clasificadas 153 (3) 9 (1) 144 (3) Roturas meniscales 148 (3) 25 (2) 123 (3) Hernias 120 (2) 14 (1) 106 (2) Sobreuso 109 (2) 33 ** (3) 76 (2) Total 6.030 (101) 1.025 (100) 5.005 (98) * p < 0,05 Proporciones diferentes entre pretemporada y período competitivo. ** p < 0,05 Proporciones diferentes entre pretemporada y período competitivo. Los porcentajes totales pueden estar sujetos a errores de redondeamiento asociados con componentes individuales. Estos datos confirmanque, incluso en un mismo deporte y en un contexto geográfico determinado, los planes de prevención podrían variar según el período de la temporada para el que estén diseñados. Según esta reflexión, resulta interesante el hecho de que cambie la musculatura predominantemente lesionada entre la pretemporada y el período competitivo. Los autores explican que esto sucede porque la mayoría de lesiones en pretemporada están debidas a un gran volumen de carrera y a la gran cantidad de ejercicios de chute, pues en ambas tareas el recto femoral tiene una gran participación. Con la intención de alertar a los profesionales responsables de las tareas de prevención, los autores insisten en la necesidad de desarrollar planes específicos orientados a evitar las lesiones por sobrecarga, las lesiones de la pierna (especial- mente la tendinitis aquílea) y las distensiones del recto femoral. A pesar de estas recomendaciones, y tal como sucede en la mayoría de artículos que hablan sobre incidencia lesiva y factores de riesgo, los autores no exponen ni en esta publicación ni en ninguna posterior algún plan específico de preven- ción de lesiones en jugadores de fútbol. Por otra parte, sí es cierto que los datos que exponen han de dar una idea bastante aceptable de cómo reali- zar un plan de prevención coherente con el objeti- vo, por ejemplo, de organizar una planificación pre- ventiva para evitar este tipo de lesiones en pretem- porada. Más adelante se hablará de ello, pero no es complicado llegar a la conclusión de que el recto femoral, músculo biarticular y muy involucrado en acciones propias del fútbol, necesitará ejercitar sus propiedades de fuerza, extensibilidad y elasticidad, por poner un ejemplo. En fútbol femenino se ha registrado que el tipo de lesión más frecuente es la distensión muscular (32%), seguida del esguince ligamentoso (18%) y la contusión (17%); la rodilla es la zona más afecta- da 35 . Este es otro de los temas con los que se debe ser ciudadoso a la hora de hablar de incidencia lesiva y de la identificación de estas lesiones. El término contusión hace referencia a un mecanismo lesivo, aunque determina qué lesión existe, y esto sucede en éste y en otros trabajos que se pueden leer. Estos investigadores, en la clasificación de las lesiones que describen, sí hablan, por ejemplo, de fracturas y rupturas musculares, y éstas sí son enti- dades patológicas, independientemente del meca- nismo que las haya provocado. CONCEPTOS CLAVE: Los períodos de pretemporada y de competición registran predominancia diferente de la musculatura lesionada en un mismo deporte. Es necesario no mezclar los términos que se refieren a entidades clínicas, por una parte, y a mecanismos lesivos, por otra. Esto se debe de tener en cuenta especialmente a la hora de registrar las lesiones para un estudio. Más datos de incidencia lesiva de diferente ubicación corporal En el mundial de fútbol del año 2002 se llevó a cabo un estudio en el que se registraron 171 lesiones, lo que equivale a una incidencia de 2,7 lesiones por partido u 81 lesiones por cada mil horas de juego 36 . Las partes del cuerpo más afectadas fueron el tobillo (17%), el muslo (16%), la pierna (15%), la rodilla (12%), la cabeza y el cuello (16%). La mitad del total de lesiones se debieron a contusiones, mientras que las distensiones representaban el 15% y los esguinces el 14%. Se diagnosticaron diez lesiones como rupturas musculares, cinco como tendinosis, cuatro como contusiones, tres como fracturas, una como ruptura ligamentosa y otra como lesión meniscal. Las de extremidad superior (6%) y las de tronco (8%) tuvieron menor aparición. Volviendo al trabajo en que se comparan las lesiones producidas en la pretemporada y en el período competitivo en fútbol, se observa que en la pretemporada el tobillo fue la articulación más lesionada (59%), sobre todo el complejo lateral (74% en comparación con el 21% del complejo interno) 9 . En cambio, durante la temporada competitiva fue la rodilla la que sufrió más lesiones (30%), sobre todo en el LLI (Ligamento Lateral Interno) (77% de dichas lesiones), mientras al LLE (Ligamento Lateral Externo) le correspondió un 15% y al LCA un 8%. No obstante, los valores de ambas articulaciones entre pretemporada y período competitivo no difieren en exceso. En cuanto a la lesión tendinosa que más se produjo fue la del tendón aquíleo; el 32% de dichas lesiones tuvieron lugar durante la pretemporada (3,5 lesiones por semana), y durante el período competitivo existió un promedio de una lesión por semana (Fig. 2-6). Estos datos, conjuntamente a lesión muscular del recto femoral comentada en el punto anterior, son también importantes para poder entender las diferencias lesivas encontradas entre los dos períodos estudiados durante una temporada. Obviamente, durante la pretemporada, momento en el que existe un gran volumen de trabajo cardiovascular en forma de carrera, se somete al tendón aquíleo a un tipo de actividad de la que le es difícil recuperarse. Este hecho se acentúa si no se controla la carga de entrenamiento, no se prepara específicamente al tendón mediante el trabajo de sus cualidades intrínsecas o no se emplea el calzado apropiado para este tipo de trabajo. En este mismo estudio las lesiones producidas durante la pretemporada constituyeron una quinta parte del total de la temporada (Tabla 2-8). Es posible que esto suceda porque en este período se juegan menos partidos y ninguno de ellos es de carácter competitivo (al menos es lo habitual). Por FIGURA 2-6. Las carreras de larga distancia favorecen la aparición de tendinitis qe volucionan a su cronificación. Asimismo, el gran volumen de este tipo de trabajo cardio- vascular desarrollado durante la pretemporada de multitud de deportes puede favorecer la aparición de lesiones ten- dinosas, especialmente en deportistas que no estén adap- tados a este tipo de ejercicio. Las imágenes ecográficas de la derecha facilitan el diganóstico de las lesiones tendi- nosas, como la que se muestra en el tendón rotuliano. este motivo, los autores decidieron seguir el estudio epidemiológico de Hawkins et al. 37 y realizar un análisis detallado de las lesiones de pretemporada y los factores extrínsecos asociados a ellas. De esta manera, se cita el terreno de juego duro, la vuelta al entrenamiento, el gran volumen de éste y un calzado inadecuado, como los factores de riesgo a tener en cuenta en lesiones por sobrecarga durante la pretemporada. La inflamación del tendón de Aquiles, por ejemplo, es la lesión más representativa de este mecanismo. Está claro que el hecho de no planificar bien una pretemporada es un factor de riesgo de lesión. Sin embargo, es importante confiar en el excelente conocimiento del profesional que programe las cargas de un deportista. Por otra parte, y a pesar de que estos mismos autores 9 reconocen la importancia de factores intrínsecos como la existencia de lesiones previas 38 , no resaltan la mayor relevancia de dichos factores inherentes al deportista. Así pues, y a pesar de que este trabajo se centra en los factores extrínsecos, no es conveniente hablar de ellos como si fueran los responsables más destacables de las lesiones que registraron, ya que hemos comentado que son numerosos los trabajos que hablan de los factores intrínsecos como los verdaderos desencadenantes de una lesión. Tabla 2-8. Naturaleza de las lesiones de la pierna provocadas durante los períodos de pretemporada y de competición en el trabajo de Woods et al. 9 Naturaleza de la lesión Total de lesiones Lesiones en pretenporada Lesiones en período competitivo Distensiones musculares 362 (48) 58 (38)* 304 (50) Contusiones musculares 136 (18) 24 (16) 112 (19) Tendinosas 95 (13) 36 (23)** 59 (10) Equimosis de los tejidos / cortes / abrasiones 48 (6) 8 (5) 40 (7) Fracturas 46 (6) 8
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