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Desarrollo y migración: desafíos y oportunidades en los países del norte de Centroamérica 149 países del NCA en condición irregular aumentó de 493.000 en 1990 a 525.000 en 2000, para luego saltar a 1.535.000 en 2013 (Rosenblum y Soto, 2015). Parte de este aumento puede atribuirse a que se redujo fuertemente la salida de inmigrantes indocumentados, puesto que las nuevas medidas restrictivas condujeron a migrantes temporales a volverse permanentes. Pone de manifiesto el resultado no deliberado de las políticas migratorias que, de acuerdo con Massey y Pren (2012), ha sido una característica de la política migratoria norteamericana. En síntesis, hubo un aumento de un millón de migrantes indocumentados en tres años (2000 a 2003), de los que más de 0,5 millón provenía de Guatemala, cerca de 300.000 de El Salvador y casi 200.000 de Honduras (Rosenblum y Soto, 2015). Este fue un aumento similar al de las personas migrantes procedentes de Asia, que también aumentaron de 500.000 a 1,5 millones de migrantes no documentados entre 2000 y 2003 (Rosenblum y Soto, 2015), lo que sugiere causas vinculadas con la demanda de mano de obra migrante en los Estados Unidos, que generó auges migratorios similares para Centroamérica, Asia y Europa en esos años. Este aumento pone de manifiesto la responsabilidad compartida de países de origen y de destino en materia de flujos migratorios internacionales. La evidencia disponible señala flujos registrados de aproximadamente 50.000 migrantes centroamericanos por año posteriormente, mientras que las migraciones desde México se ralentizaron, con una tendencia que ha combinado menor inmigración irregular con mayor uso de visas de trabajo para inmigrantes mexicanos temporales (Giorguli-Saucedo y otros, 2016). Ello se ha reflejado en que, mientras la proporción de indocumentados de México en los Estados Unidos se redujo de 59% a 55% del total de migrantes indocumentados entre 2007 y 2014, aumentó de 5% a 6% del total en el caso de los salvadoreños, de 4% a 5% en el de los guatemaltecos, y de 2% a 3% en el de los hondureños (Baker, 2017). iii) Aprehensiones y deportaciones de migrantes centroamericanos Tanto el número de aprehensiones como de deportaciones aplicables a ciudadanos de El Salvador, Guatemala y Honduras aumentaron después de 2010. En el gráfico II.8 se observa la creciente presencia de migrantes procedentes de los países del NCA aprehendidos entre el 2010 y el 2016, mientras que en el caso de México se observa una clara tendencia descendente. De acuerdo con Capp y otros (2018), el total de aprehensiones habrían continuado aumentando en 2017, en concordancia con la política de migraciones mucho más restrictiva del gobierno del presidente Trump.
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