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GINECOLOGIA (147)

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126 Ginecología general
SECCIÓ
N
 1
miento específi co de este trastorno sea mejor que otro. En general, 
se necesita una combinación de varios regímenes médicos para 
estabilizar el estado de la mujer y mejorar sus síntomas. Si con el 
tratamiento médico no se obtiene mejoría, la opción fi nal puede 
ser la extirpación quirúrgica. Haefner et al. (2005) revisaron las 
estrategias terapéuticas de la vulvodinia y el tema fue revisado por 
Landry et al. (2008).
Enseñanza de la paciente y cuidados de la vulva. La 
información médica puede ser un complemento útil para disipar 
muchos de los temores y dudas que surgen con este trastorno. En 
Estados Unidos, la National Vulvodynia Association brinda infor-
mación y apoyo a las pacientes y se puede establecer comunicación 
en Internet con: www.nva.org
El primer elemento para tratar todas las vulvopatías compren-
den los cuidados de la vulva resumidos en el cuadro 4-2.
Retroalimentación y fisioterapia. Si se identifi can compo-
nentes, como dorsalgia, espasmo de músculos del suelo pélvico 
o vaginismo, una fi sioterapia especializada en trastornos vulvares 
puede mejorar los síntomas y la frecuencia del coito por el empleo 
de masaje interno y externo, técnicas de liberación mioaponeuró-
tica, acupresión y rehabilitación de los músculos del suelo pélvico 
(Bergeron, 2002). En el capítulo 11 (pág. 313), se describen e ilus-
tran las bases para completar una exploración minuciosa de los 
músculos del suelo pélvico.
Tratamiento conductual. Muchos especialistas piensan que 
la vulvodinia es más bien un problema psicosexual. En compara-
ción con lo observado en la población general, no se identifi caron 
diferencias en la satisfacción marital ni en el desasosiego psíquico 
(Bornstein, 1999). Sin embargo, la orientación inicial debe incluir 
una valoración básica de las relaciones íntimas con el cónyuge y 
de la función sexual. Conviene brindar orientación en cuanto a las 
caricias previas, las posiciones sexuales, la lubricación y otras téc-
nicas en vez de la penetración vaginal, si se consideran apropiadas.
Fármacos tópicos. Se ha demostrado que la aplicación conser-
vadora de pomada de lidocaína al 5% en el vestíbulo 30 min antes 
del coito disminuye en grado notable la dispareunia (Zolnoun, 
2003). El empleo por largo tiempo puede inducir la curación, al 
llevar al mínimo la amplifi cación retroalimentaria del dolor. Según 
señalamientos, se han obtenido resultados variables con otros pre-
parados anestésicos locales. Sin embargo, hay que tener gran cui-
dado con el uso de lidocaína, porque se ha vinculado con una tasa 
mayor de dermatitis por contacto.
Eva et al. (2003) observaron en mujeres con vulvodinia una 
menor expresión del receptor de estrógeno; sin embargo, la admi-
nistración tópica o intravaginal de tal hormona generó resultados 
mixtos.
Como señalaron Boardman et al. (2008), la aplicación de crema 
de gabapentina es tolerada de forma satisfactoria, es efi caz para 
tratar la vulvodinia generalizada y circunscrita y con ello se ahorra 
la mujer las posibles reacciones adversas de la administración sis-
témica de tal fármaco. En su estudio, se aplicaron tres veces al día 
0.5 ml de una crema de gabapentina al 2, 4 o 6%, durante ocho 
semanas como mínimo en las áreas vulvares.
Fármacos orales. Las dos categorías principales de este tipo de 
fármacos que son útiles en la vulvodinia comprenden antidepre-
sivos y anticonvulsivos. Los antidepresivos tricíclicos (TCA, tri-
debe interrogar en cuanto a candidosis recurrente; traumatismos 
previos de genitales, incluidas las lesiones propias del parto y prác-
ticas de aseo vulvar actuales. De manera específi ca son útiles las 
preguntas sobre el uso de productos femeninos, revestimiento de 
pantaletas, jabones y perfumes y tipo de telas para ropa interior. 
Como aspecto importante, también se documentan los tratamien-
tos previos para evitar la repetición innecesaria de los mismos.
Exploración física. Por defi nición, la vulvodinia no genera sig-
nos físicos específi cos para el diagnóstico. Por tal causa, se necesita 
una exploración minuciosa para descartar otras entidades patoló-
gicas posibles. Después de la inspección del exterior de la vulva, se 
revisa el tejido vestibular en busca de eritema focal poco intenso en 
los orifi cios en que desembocan las glándulas vestibulares. Los estu-
dios colposcópicos de la vulva y la obtención “dirigida” de material 
para biopsia, aunque no son esenciales, pueden ser útiles. Bowen et 
al. (2008) identifi caron dermatosis importantes desde el punto de 
vista clínico en 61% de mujeres con vulvodinia resistente, enviadas 
a la clínica de nivel terciario para trastornos vulvovaginales.
El operador completa la localización topográfi ca sistemática 
del dolor en el vestíbulo, el perineo y la cara interna del muslo 
para que sirvan como puntos de referencia para comparar con los 
resultados obtenidos con el tratamiento (fi g. 4-1). Se utiliza un 
aplicador de algodón para buscar alodinia e hiperestesia; su punta 
en primer lugar se puede desenrollar para contar con una fi bra 
de algodón (“un mechón”). Más adelante, la varita de madera se 
rompe para contar con una punta punzante para valorar de nuevo 
las mismas áreas. El operador registra la intensidad del dolor en 
una escala de cinco puntos y la vigila en el transcurso del tiempo.
Pruebas de laboratorio. Ningún estudio específi co de labora-
torio puede diagnosticar la vulvodinia, pero son útiles para descar-
tar vulvovaginitis primaria (cap. 3, pág. 82) algunas preparaciones 
húmedas con solución salina hechas con secreciones vaginales, cuan-
tifi cación del pH vaginal y cultivos en busca de bacterias aeróbicas, 
levaduras y virus herpético. La presencia de úlceras u otras anoma-
lías focales obliga a la obtención de muestra para biopsia y pensar 
en la práctica de un cultivo en busca del virus del herpes simple.
Tratamiento
En promedio 1 de cada 10 mujeres con vulvodinia muestra remi-
sión espontánea de su trastorno (Reed, 2008a). Al no contar con 
datos de estudios clínicos perfectamente diseñados y con asigna-
ción al azar, al parecer no puede considerarse que algún trata-
CUADRO 4-8. Preguntas adecuadas para la investigación 
de la vulvodinia
¿En qué fecha comenzó el dolor? ¿Hubo algún hecho 
desencadenante?
¿El dolor comenzó de forma gradual o repentina?
Describa el dolor y su intensidad
Describa su sitio: ¿circunscrito?, ¿generalizado?
¿Hay factores que lo agravan? ¿Es provocado o no provocado?
¿Qué factores lo alivian?
¿Cuáles han sido los tratamientos aplicados?
¿Existen síntomas concomitantes del aparato urinario, el tubo 
digestivo o la piel?
¿El dolor menoscaba la calidad de vida? ¿Las actividades?
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