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ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
109Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
Análisis crítico de las teorías del desarrollo
económico
José Guadalupe Vargas Hernández
Universidad de Guadalajara (México)
Recibido: 22/01/08 Aceptado: 15/04/08
Resumen
En este trabajo se analizan desde una perspectiva crítica, algunos alcances de las 
principales teorías del desarrollo económico: dependencia, modernización, neoins-
titucionalista, sistema mundo, sustentabilidad, y la teoría de la globalización. En la 
discusión, se sustentan algunas premisas para una reformulación de las políticas diri-
gidas al desarrollo económico bajo un modelo que presupone que las funciones de un 
Estado deben complementar los mercados mediante una coordinación de las interac-
ciones de intercambio y la movilización de los agentes de desarrollo económico de la 
sociedad para alcanzar un mayor nivel de justicia social y calidad de vida.
Palabras clave: Dependencia, globalización, modernización, neoinstitucionalista, 
sistema mundo, sustentabilidad.
Abstract
This paper analyzes from a critical perspective, some scopes of the main economic 
development theories: Dependency, modernization, neo institutionalism, world sys-
a Doctor en Administración Pública, Columbia States University; Doctor en Economía, Keele University, England; Maestro en Admi-
nistración de Empresas, Pacifi c States University; Marketing Certifi cate, The British Institute of Marketing; Diplomado en Filosofía, 
Universidad Panamericana; Licenciado en Relaciones Comerciales, Instituto Politécnico Nacional. Profesor Investigador Universidad 
de Guadalajara, México; Consultor Externo; Premios Internacional de Allies Academies nominado por la International Business Aca-
demy y el Global Business and Economic Development. Instituto Tecnológico de Cd. Guzmán, Jalisco, México. E-mail: jgvh0811@
yahoo.com
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
110 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
tem, sustainable and globalization theory. In the discussion, there are sustained some 
premises for a reformulation in politics for the economic development under a model 
which presupposes that State functions must complement the markets through a co-
ordination of exchange interactions and to mobilize the agents of economic develop-
ment of society to achieve a major level of social justice and life quality.
Key words: Dependency, globalization, modernization, neo institutionalism, World 
system, sustainability.
Resumo
Neste trabalho analisam-se desde uma perspectiva crítica, alguns alcances (segui-
mentos) das principais teorias do desenvolvimento econômico: Dependência, moder-
nização, neo-institucionalista, sistema mundo, sustentabilidade, e a teoria da globa-
lização. Na discussão, sustentam-se algumas premissas para uma reformulação das 
políticas dirigidas ao desenvolvimento econômico baixo, um modelo que pressupõe 
que as funções de um Estado devem complementar os mercados mediante uma co-
ordenação das interações de intercâmbio e a mobilização dos agentes de desenvol-
vimento econômico da sociedade para alcançar um maior nível de justiça social e 
qualidade de vida.
Palavras chaves: Dependência, globalização, modernização, neo-institucionalista, 
sistema mundo, sustentabilidade.
JEL: B20, N16, 011
1. Introducción
El concepto de desarrollo es un concepto más 
amplio que el de crecimiento, aunque no es 
del todo aceptable un concepto puramente 
economicista sino involucra el desarrollo hu-
mano y social, así como una adecuada acción 
política. El desarrollo humano y el social son 
el resultado de variables determinadas por las 
instituciones que condicionan las interaccio-
nes sociales. Se considera que el desarrollo 
es un proceso que enriquece la libertad de los 
individuos en la búsqueda de sus valores pro-
pios. 
El concepto de desarrollo es ambiguo, se 
usa en forma descriptiva o normativa y puede 
hacer referencia a los medios o fi nes del cam-
bio social, como visión de mejores condicio-
nes de vida o como proceso para lograr la mo-
dernidad de las sociedades, la cual implica su 
desarrollo democrático en consideración que 
la democracia es verdaderamente requisito 
del desarrollo.
ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
111Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
La estrategia de desarrollo es la forma de 
ordenamiento de las relaciones económicas, 
políticas y sociales en que una sociedad vi-
sualiza la obtención de sus propios objetivos 
y metas. Lebret and Moreux defi nen el desa-
rrollo como
«Las series de transiciones, para una 
población dada y para todos los gru-
pos de población comprendidos, desde 
un patrón menos humano a otro más 
humano de la existencia, al ritmo más 
rápido posible, al más bajo costo posi-
ble, mientras se toman en cuenta todos 
los lazos de solidaridad que existen 
(deben de existir) entre estas pobla-
ciones y los grupos poblacionales.» 
(Lebret and Moreux, 1942, pp. 3).
Louis-Joseph Lebret fue el fundador del 
movimiento de la economía y el humanismo, 
una de las primeras voces del desarrollo ba-
sado en la ética. Las expresiones normativas 
relacionadas con el término humano se en-
tienden en las distinciones que existen entre 
“tener más” (plus avoir) y “ser más” (plus 
étre); y es en este sentido que una sociedad 
es más desarrollada o humana, no cuando sus 
ciudadanos tiene más sino cuando todos tie-
nen capacidades para ser más.
«El desarrollo es la satisfacción de ne-
cesidades de unidades como el indivi-
duo, el pueblo, la ciudad o el grupos 
social identifi cado por factores tales 
como el origen étnico, clase, género, 
sexualidad o edad.» (Sutcliffe, 1995, 
pp. 45). 
Para Tarapuez Chamorro el desarrollo se 
refi ere a:
«Cambios inducidos en forma cons-
ciente e intencional, a través de po-
líticas que en forma deliberada son 
impulsadas por diferentes agentes del 
desarrollo, de lo cual se infi ere que 
el desarrollo es un proceso colectivo 
y dinámico que no se realiza en for-
ma aislada (...)». Tarapuez, 2001, pp. 
423)
El desarrollo es un proceso multidimen-
sional que implica cambios en las conductas 
y actitudes individuales que impactan las es-
tructuras institucionales de los sistemas eco-
nómicos, sociales y políticos cuya fi nalidad 
es la persecución del crecimiento económico 
y el mejoramiento social mediante la reduc-
ción de la desigualdad y la reducción de la 
pobreza. En otras palabras, es multidimen-
sional porque implica todos los componentes 
del bienestar humano. Goulet (2000) enume-
ra como dimensiones del desarrollo el com-
ponente económico, el ingrediente social, la 
dimensión política, el elemento cultural y el 
paradigma de vida completa.
Por último, es mediante mecanismos ins-
titucionales que el desarrollo se traduce en el 
logro de objetivos de crecimiento económico, 
equidad, democracia y estabilidad, que a su 
vez, mejoran a gran escala los niveles de vida 
de los individuos.
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
112 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
2. Teorías del desarrollo económico
La teoría del desarrollo sugiere la necesidad 
de considerar el impacto sectorial de libera-
lización para caracterizar las políticas dife-
renciadoras de los sectores, a fi n de asegurar 
que los benefi cios del cambio de la política 
alcancen a las comunidades pobres y que los 
costos no descansen solamente en quienes 
menos pueden aportar.
Se examinan a continuación las princi-
pales teorías sobre el desarrollo socioeconó-
mico: la teoría de la modernización, la depen-
dencia, la neoinstitucional, la globalización, 
los sistemas mundiales y el desarrollo susten-
table.1
2.1 Teoría de la modernización
La teoría de la modernización sostiene que el 
desarrollo es un proceso sistemático, evoluti-
vo, progresivo, transformador, homogeneiza-
dor y de “americanización”inminente; tam-
bién que el desarrollo social y político ocurre 
en el cambio de racionalidad de una sociedad 
basada en los afectos a una sociedad basada 
en los logros individuales. Por otro lado, la 
teoría identifi có etapas evolutivas de desarro-
llo de los pueblos.
Sin embargo, no predijo otras conse-
cuencias de los procesos de difusión. Faltó 
sistematización teórica para fundamentar el 
papel del derecho en el desarrollo económico, 
pues solamente se apoyaron en los trabajos de 
Weber (1984) sobre los análisis de moderni-
zación y en la jurisprudencia sociológica. La 
reacción de los errores predictivos al acerca-
1 Las dos principales teorías del desarrollo son la basada en mo-
noeconomía y la de benefi cios mutuos.
miento de la modernización no surgió prime-
ro de la sociología Norteamericana sino de su 
contraparte Latinoamericana fuertemente in-
fl uenciada por la economía política marxista.
Desde este punto de vista alternativo, la 
modernización fue la veneración ideológica 
del capitalismo occidental cuyas incursiones 
en el resto del mundo lo mantuvo en un per-
manente retraso. Habermas puntualiza que:
«El vocablo modernización se intro-
duce como término técnico en los 
años cincuenta; caracteriza un enfo-
que teorético que hace suyo el proble-
ma del funcionalismo sociológico.» 
(Habermas, 1994, pp. 63)
El concepto de modernización se refi ere 
a una gavilla de procesos acumulativos que 
se refuerzan mutuamente: a la formación de 
capital y a la movilización de recursos; al 
desarrollo de las fuerzas productivas y el in-
cremento de la productividad del trabajo; a la 
implantación de poderes políticos centraliza-
dos y al desarrollo de identidades nacionales; 
a la difusión de los derechos de participación 
política, de las formas de vida urbana y de la 
educación formal; a la secularización de los 
valores y normas; etc.
Pero, en la sociedad del Tercer Mundo, 
en vez de sostener el crecimiento económico y 
una mayor igualdad social, la modernización 
produjo varias consecuencias negativas no 
esperadas como el prematuro incremento de 
los patrones de consumo con poca relación a 
los niveles locales de productividad, la bifur-
cación estandarizada entre las élites capaces 
de participar en el consumo moderno y las 
masas conscientes de ello pero excluidas, las 
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presiones migratorias de los individuos y sus 
familias que buscan acceder a la modernidad 
moviéndose hacia los países modernos (Por-
tes, 1997).
Uno de los enfoques de la moderniza-
ción, el estructuralista, acepta los costos so-
ciales como exigencias de la implementación 
del modelo y apuesta a la gobernabilidad que 
acota la subjetividad. El estructuralismo in-
corpora las relaciones e interacciones entre el 
centro y la periferia, las condiciones y carac-
terísticas estructurales económicas, sociales 
y políticas del sistema capitalista que deter-
minan el desarrollo y el subdesarrollo de los 
pueblos. 
Las corrientes neoliberales y neoestruc-
turalistas, por su parte, alcanzaron un cierto 
nivel de consenso en sus propuestas sobre las 
funciones del mercado y del Estado, esto en la 
década de los noventa del siglo pasado, sobre 
la base del reconocimiento de complementa-
riedad más que de antagonismo, capaces de 
desarrollar una relación armónica facilitadora 
de procesos de desarrollo. Estado y mercado 
existen para representar los intereses de lo 
público y lo privado de una misma realidad 
social. En una sociedad más desarrollada se 
fortalecen el Estado, el mercado y la socie-
dad civil, como instrumentos del desarrollo 
mismo.
El neoliberalismo considera que la exal-
tación del individualismo es una característica 
de los procesos de modernización capitalista, 
que tiene implicaciones en las instituciones 
democráticas, la familia, etc. La expansión de 
los procesos de una globalización mitifi cada 
ha contribuido a la formulación de un nuevo 
individualismo asociado a la disfunción de 
la tradición y de la costumbre en las vidas 
(Giddens, 1999), un fenómeno del impacto 
de la globalización que va más allá de la in-
fl uencia en los mercados.
El nuevo institucionalismo se cimienta 
en un individualismo metodológico el cual se 
fundamenta en el principio de que todos los 
resultados de las acciones humanas se expli-
can por la acción individual cuyas, interaccio-
nes en las estructuras legitiman las institucio-
nes. Este individualismo metodológico tiende 
a incentivar a los individuos en función de sus 
acciones.
Los procesos de modernización implican 
el cálculo y control de las dinámicas sociales 
y naturales que corresponden al desarrollo de 
la racionalidad instrumental, la cual se contra-
pone al concepto de racionalidad normativa 
que corresponde con la modernidad orientada 
a la autonomía moral y a la autodetermina-
ción política. No menos importante entre estas 
predicciones era la respuesta de los factores 
demográfi cos a la modernización, se espera-
ba que las tasas de fertilidad declinaran, sin 
embargo, resultados recientes invalidan tales 
expectativas. La modernización puede lograr 
la sustentabilidad social si se acerca a los fun-
damentos culturales de la sociedad. 
Los procesos de modernización generan 
aprendizajes rápidos y traen consigo un incre-
mento en las demandas de bienes y servicios 
e infl ación de las expectativas para satisfacer 
las necesidades y deseos, lo cual no siempre 
desarrolla la infraestructura y capacidad para 
lograrlo. Por lo cual, Hungtington (1993) 
plantea que la modernización provocaba ines-
tabilidad, entonces antes de tener gobiernos 
democráticos son necesarios los que centrali-
zaran el poder para llevar a cabo los procesos 
de modernización.
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
114 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
Los ámbitos de la modernización del Es-
tado implican cambios en las tareas tradicio-
nales, el funcionamiento de las instituciones 
políticas, la productividad del sector privado 
y la formulación e implementación de polí-
ticas públicas en las diferentes áreas. Los 
procesos de modernización del Estado no ne-
cesariamente signifi can debilitamiento ya que 
deben comprender sus funciones tradicionales 
de seguridad, impartición de justicia, defensa, 
relaciones exteriores, etc., responsabilidades 
del funcionamiento de las instituciones po-
líticas, creación de un ambiente propiciador 
de la actividad productiva del sector privado, 
formulación e implementación de una polí-
tica social y políticas públicas apoyadas por 
decisiones políticas.
2.2. Teoría de la dependencia
La teoría de la dependencia centra el desarro-
llo en los mercados domésticos, en el papel del 
sector industrial nacional y en la generación 
de demanda agregada mediante incrementos 
salariales. Con estas raíces teóricas fi rmemen-
te plantadas en la economía política marxista, 
los trabajos sobre la dependencia dejaron de 
lado las consideraciones de valores e ideas 
y responsabilizaron de la pobreza del Tercer 
Mundo a las corporaciones multinacionales y 
sus gobiernos protectores. La debilitada cul-
tura de la dependencia del pobre es sustituida 
por el impresionante proyecto hegemónico de 
expansión del capitalismo, alentado por los 
grandes intereses económicos de los grupos 
corporativos. 
La marcada herencia colonial en las es-
tructuras económicas, sociales, políticas y 
culturales de los pueblos colonizados sugiere 
que el discurso de la globalidad se está usan-
do para una reconversión de la dependencia. 
Estos problemas incluyen un pronunciado 
grado de explotación económica, desigual-
dad social y económica, injusticia social 
y política que ha caracterizado a la región 
desde la dominación colonial europea en el 
siglo XVI. El cuadro en general es el de un 
pequeño grupo de dueños que posee grandes 
extensiones de tierra.
La teoría de la dependencia dela di-
visión internacional del trabajo (Cardozo y 
Faletto, 1969) considera que las regiones y 
países tienen intercambios desiguales, mien-
tras que unos concentran los recursos tecno-
lógicos, la manufactura, la educación y la ri-
queza, otros se remiten a ser proveedores de 
mano de obra y materia prima baratas. Por su 
parte, la teoría del desarrollo (Lerner, 1958; 
Rostow, 1960 y Germani, 1966) de la divi-
sión internacional del trabajo considera la 
importancia de que las denominadas “socie-
dades parciales” se modernicen en tecnología 
y valores tradicionales.
La escuela de la dependencia falla al 
predecir dos importantes tendencias que con-
tradijeron sus expectativas originales: prime-
ro, el errático desempeño de los modelos de 
desarrollo basados en la sustitución de im-
portaciones, los que intentaron contraatacar 
la penetración capitalista externa con la inter-
vención vigorosa del Estado y la promoción 
de industrialización autónoma; y segundo, la 
experiencia exitosa de algunos de los más de-
pendientes. (Portes, 1997)
En este sentido, el nacionalismo econó-
mico se orienta hacia la autosufi ciencia más 
que a las relaciones económicas interdepen-
dientes, y surge como protección de la ten-
dencia de los mercados a concentrar el poder 
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económico y establecer relaciones de depen-
dencia de las economías débiles a las fuertes.
La política de industrialización de la pe-
riferia capitalista, llamada del Tercer Mundo, 
bajo el modelo de sustitución de importacio-
nes, se llevó a cabo con una fuerte interven-
ción del Estado, posición que surgió como 
una crítica a la teoría liberal del comercio in-
ternacional. Esta teoría ordena a cada nación 
explotar sus ventajas comparativas y condena 
la tardanza de la producción de materias pri-
mas y bienes primarios, manteniendo y pro-
fundizando así, la división centro – periferia 
(países industriales – países agrícolas/minera-
les) del sistema de producción capitalista.2
Para la década de los noventa, la crisis de 
los Estados Latinoamericanos se agudiza de-
bido a la ruptura de las alianzas con los secto-
res populares para incorporarse a los procesos 
económicos y socioculturales de la globaliza-
ción; de aquí se obtienen la desarticulación 
de las economías locales y la ampliación de 
la dualidad social: sectores socioeconómicos 
instalados en la modernidad y los procesos de 
globalización, y sectores marginados con baja 
competitividad, sin posibilidades de mejorar 
su desarrollo y dependientes tecnológica y fi -
nancieramente.
La CEPAL (2002) recomienda que para 
subsanar las defi ciencias de los procesos de 
globalización, estos deben orientarse a la me-
jora de las relaciones de interdependencia y 
los niveles de equidad, lo que se puede lo-
grar con la concentración en tres objetivos: 
garantizar el adecuado suministro de bienes 
2 El tamaño y expansión de los mercados son formas de inter-
pretar la interdependencia económica de las diferentes socie-
dades.
públicos globales, reconocimiento de una ciu-
dadanía mundial y los derechos humanos y la 
superación de las asimetrías del actual siste-
ma económico. 
Por su lado, George Soros argumenta la 
necesidad de reformar el sistema: 
«Fortaleciendo la función del FMI 
como prestamista de último recurso 
para los países que no pueden obtener 
crédito del sector privado y animando 
a los países en desarrollo a buscar un 
crecimiento más orientado a su mer-
cado interno y reducir así su depen-
dencia del crecimiento dirigido por 
Estados Unidos.» (Soros, 2002, pp.8)
Aunque por un lado, este tipo de ayuda 
se otorga únicamente a los países que cum-
plen con la condición de la democratización, 
por otro, tal medida favorece el manteni-
miento de las relaciones de dependencia y 
de subsistencia bajo la hegemonía del capital 
transnacional, la concentración en empresas, 
sectores de la economía y regiones determi-
nadas arrastran a las de menor desarrollo. Las 
transnacionales y multinacionales buscan, por 
ejemplo, la reducción de las regulaciones en 
los países que penetran y así operar en “man-
ga ancha”. 
Las condicionalidades de la coopera-
ción destinan a los pueblos a una relación de 
dependencia y desconfi anza en su capacidad 
para solucionar los propios problemas. Al res-
pecto Stiglitz (1998) escribe:
«En vez de aprender cómo razonar y 
desarrollar capacidades analíticas, el 
proceso de imponer condicionalida-
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
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des socava tanto los incentivos para 
adquirir esas capacidades como la 
confi anza en la habilidad de usarlas. 
En vez de implicar a amplios segmen-
tos de la sociedad en el proceso de 
discusión del cambio –incentivando 
con ello el cambio en el modo de pen-
sar– refuerzan las relaciones jerárqui-
cas tradicionales. En vez de fortalecer 
a quienes pueden actuar como catali-
zadores del cambio en esas socieda-
des, se demuestra su impotencia. En 
vez de promover el diálogo abierto 
que es central en toda democracia, se 
argumenta que tal diálogo es innece-
sario cuando no contraproductivo.» 
(Stiglitz, 1998, pp.3)
La teoría de la dependencia de recur-
sos establece los procesos competitivos en 
los recursos o insumos que implican cambio 
en respuesta a un estándar; así por ejemplo, 
la escasez de recursos determina el uso de 
ciertos estándares, y estos a su vez implican 
cambios en los procesos competitivos. En el 
plano concreto, la presión de la escasez, lleva 
a las organizaciones a diferenciarse, a buscar 
la mayor posición de competitividad para ad-
quirir recursos o para innovar en el uso de re-
cursos alternativos.
La integración de las teorías institu-
cional y de dependencia de recursos contri-
buye a predecir el cambio institucional. Los 
teóricos de la dependencia de recursos ven a 
la organización como un sistema abierto de-
pendiente de organizaciones externas y de 
contingencias ambientales. En esta teoría, la 
función de provisión se refi ere a la habilidad 
de la organización para obtener sus recursos, 
que pueden ser cualquier cosa en términos de 
fortaleza o debilidad organizacional.
Una crítica al neoinstitucionalismo con-
siste en la adaptación en los países menos de-
sarrollados de los arreglos institucionales im-
plantados con criterios óptimos en países más 
desarrollados3. Fue así como las defi ciencias 
institucionales de los mercados fi nancieros 
bloquearon el desarrollo en algunos países; 
y también como las instituciones disfuncio-
nales que no alcanzaban los niveles óptimos, 
permanecían durante largos periodos de tiem-
po prolongando el subdesarrollo, debido a 
causas fundamentalmente de mecanismos de 
auto-refuerzo en procesos de dependencia.
La globalización de esta manera profun-
diza las relaciones de dependencia y desarro-
llo entre los pueblos, mediante procesos de 
devastación de recursos naturales, humanos y 
fi nancieros. Al respecto, González Casanova 
ha dicho que:
«La actual globalización mantiene 
y reformula las estructuras de la de-
pendencia de origen colonial y las no 
menos sólidas del imperialismo de 
fi nes del siglo XX, y del capitalismo 
central y periférico que se estructuró 
entre 1930 y 1980.» (González, 1997, 
pp. 27)
Se plantea como solución a la dependen-
cia de Latinoamérica el desarrollo de un ca-
pitalismo proteccionista dentro de un bloque 
comercial que facilite la formación de empre-
sas transnacionales bajo diferentes regímenes 
3 Los cuales son seriamente cuestionados por el path dependen-
ce.
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de propiedad y nuevas formas de governance, 
considerando la estrategia de desarrollo que 
Dieterich (2002) denomina Complejos de In-
vestigación, Producción y Comercializaciónglobal (CIPC), la cual se alcanzan a través 
de la unión de holdings, una parte del surplus 
mundial en su segmento de mercado.
2.3. Teoría del sistema mundo
La teoría de sistemas mundiales se centra en 
el estudio del sistema social y sus interrela-
ciones con el avance del capitalismo mundial, 
como fuerzas determinantes entre los diferen-
tes países, incluyendo a los pequeños. Dos 
Santos escribe que en la teoría del sistema 
mundo capitalista se analiza:
«La formación y la evolución del 
modo capitalista de producción como 
un sistema de relaciones económico 
sociales, políticas y culturales, que 
nace a fi nes de la edad media europea 
y que evoluciona hasta convertirse en 
un sistema planetario (…), [y en cuyo 
enfoque] se distingue la existencia de 
un centro, una periferia y una semi-
periferia, además de distinguir entre 
economías centrales, una economía 
hegemónica que articula al conjunto 
del sistema.» (Dos Santos, 1998, pp. 
130)
Es el mercado el eje de un sistema mun-
dial único inducido por procesos de globali-
zación bajo principios del liberalismo econó-
mico que eleva las libertades del individuo 
hasta lograr su aislamiento.
Según Wallerstein la economía-mundo 
capitalista es un sistema que:
«Incluye una desigualdad jerárquica de 
distribución basada en la concentración 
de ciertos tipos de producción (pro-
ducción relativamente monopolizada, 
y por lo tanto de alta rentabilidad), 
en ciertas zonas limitadas [las cuales] 
pasan a ser sedes de la mayor acumu-
lación de capital (…) que permite un 
reforzamiento de las estructuras esta-
tales, que a su vez buscan garantizar 
la supervivencia de los monopolios»4 
(Wallerstein, 1998, pp. 52)
De las perspectivas sociológicas exis-
tentes la escuela del sistema-mundo llegó 
a predecir más cerca la tendencia general 
de eventos durante el último cuarto de siglo 
pasado. El fundador de la escuela Immanuel 
Wallerstein y sus seguidores nunca trataron de 
argumentar que sólo la unidad de análisis real 
era la economía mundial capitalista origina-
da en el sistema del Estado europeo del siglo 
XVI. Pese a estas aclaraciones, la evolución 
de este sistema global dio lugar a las nacio-
nes incluyendo aquéllas del tercer Mundo y 
determinó su posición relativa en la jerarquía 
internacional.5
Aquí, tiene poco sentido hablar de desa-
rrollo nacional si la entidad que realmente se 
desarrolla es la economía mundial capitalista. 
El centro de atención permanece fi rmemente 
dirigido a variables como los fl ujos comercia-
les entre las naciones, sus ventajas geopolíticas 
4 Las decisiones político-económicas permean la economía 
mundo.
5 Analistas sostienen que el derrumbe del liberalismo se presen-
tó con el fi n del comunismo en su versión marxista leninista 
en 1989. Por lo que, el periodo que comprende el liberalismo 
como ideología global, pilar del sistema mundial moderno, va 
desde sus inicios en 1789 a su derrumbe en 1989.
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
118 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
relativas y sus fortalezas militares e ideológi-
cas. El intercambio de mercancías y los fl ujos 
de capital en los mercados internacionales in-
tegrados vincula a las naciones con articula-
ciones de los diferentes modos de producción 
sociales que forman un sistema mundial.
Los mercados internacionales de capital 
dan forma a un nuevo poder fáctico suprana-
cional que sobrepasa la soberanía de los Esta-
dos y les fi scaliza e impone una disciplina de 
política económica. Los procesos de produc-
ción globalizados se estandarizan para inte-
grarse a un solo sistema global, supeditando 
la “lógica de la geografía a la lógica de la pro-
ducción” en una “compresión espacio-tempo-
ral”. La estandarización y homogeneización 
de las normas es un paso ineludible para 
profundizar los procesos de globalización. 
El sistema mundial propone la separación 
de las superestructuras políticas y culturales 
conectadas por una división internacional del 
trabajo. Profundizando las, ya existentes, des-
igualdades entre los Estados nacionales inte-
grantes del sistema mundo.
2.4. Teoría neoinstitucional
El neoinstitucionalismo estudia los rasgos 
de las estructuras institucionales económicas 
que posibilitan el desarrollo. El diseño insti-
tucional de un país es determinante para su 
desarrollo económico, social y político. El 
capital institucional tiene como marco de re-
ferencia la totalidad de las instituciones que 
son relevantes en el análisis de los procesos 
del desarrollo económico y en general para 
las actividades económicas. 
El neoinstitucionalismo que aglutina en-
foques históricos, sociológicos y de elección 
racional, surge a principios de la década pa-
sada como un conjunto de reglas que deter-
minan los procesos de reforma institucional a 
partir de marcos de incentivos y restricciones 
impuestos a los comportamientos de los agen-
tes y actores económicos, sociales y políticos; 
esto, para la formulación e implantación de 
políticas públicas, cuyos resultados son medi-
dos en términos de crecimiento y desarrollo.
Williamson (1985) y North (1998 y 
1990) resaltan la importancia del rol que las 
instituciones juegan en el desarrollo económi-
co y sugieren que la evolución de las estructu-
ras de gobernabilidad de las instituciones po-
líticas y económicas generan ambientes que 
contribuyen al aumento de la productividad y 
el crecimiento, las instituciones políticas son 
el sustento del desarrollo económico y social. 
De acuerdo al estudio de Campos y Nugent 
(1998),6 las instituciones relevantes para el 
crecimiento económico son modifi cadas de-
liberadamente.
En consecuencia, la transformación eco-
nómica es un proceso que depende de condi-
ciones iniciales, como la capacidad institucio-
nal, la política y el contexto externo. Existen 
similitudes entre la transformación basada en 
el conocimiento y la transformación institu-
cional, en los países del tercer mundo. (Eller-
man, 1999). El conocimiento implícito en el 
6 Un trabajo posterior de Campos (1999) sugiere la existencia 
de un grupo de variables institucionales fundamentales para la 
promoción del desarrollo económico, entre las que destacan 
la calidad de la burocracia y el Estado de derecho. Este últi-
mo crea un conjunto de incentivos infl uyentes en el desarrollo 
económico a través de un marco institucional dirigido al con-
trol y la accountability del poder público. Aunque es innegable 
la infl uencia recíproca y directa entre Estado de derecho y de-
sarrollo económico, social y político, existen análisis (López 
Pérez, 2007) que explican algunos impedimentos del desarro-
llo jurídico en un Estado de derecho, esto es, el ejercicio de los 
derechos civiles y político democráticos.
ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
119Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
capital humano7 es visto como el factor com-
petitivo clave de las organizaciones basadas 
en el desarrollo tecnológico, y a su vez, como 
la palanca del desarrollo económico de los 
Estados-nación.
El neoinstitucionalismo económico ana-
liza las fallas de los mecanismos del Estado, 
considera que el subdesarrollo es resultado 
de la falta de estructuras de governance ne-
cesarias para garantizar las instituciones que 
apuntalan el desarrollo de los pueblos y los 
acuerdos y compromisos sobre la propiedad. 
El neoinstitucionalismo económico relaciona 
en forma inextricable la economía y la políti-
ca. Las instituciones políticas deben promo-
ver el cambio institucional, manifi esto en el 
papel que juegan los factores políticos e ins-
titucionales en el desarrollo económico y so-
cial, hacia formas más democráticas dirigidas 
a maximizar los intercambios entre los acto-
res; así, los regímenes políticos son arreglos 
institucionales que facilitan tal intercambio. 
Por tanto, recomienda un Estado fuerte pero 
limitadoen sus funciones.
El neoinstitucionalismo enfatiza las ins-
tituciones que defi nen el comportamiento de 
los actores frente a su medio social. Procura 
ordenar la esfera pública a través de un esque-
ma de instituciones orientadas a lo privado, 
aniquilando toda pretensión de igualdad eco-
nómica, social y política, a partir del supuesto 
de que ya han sido obtenidas por el régimen 
democrático. 
La teoría neoinstitucionalista argumenta 
que la importancia de los marcos de referen-
cia normativos y las reglas de comportamien-
7 El capital humano representa el potencial económico del con-
junto de capacidades y competencias que poseen las personas.
to para guiar, constreñir, y crear poder en las 
instituciones, las que se consideran consisten 
de estructuras y actividades cognitivas, nor-
mativas y regulativas, dan signifi cado al com-
portamiento social. El papel de los valores 
es central al viejo institucionalismo pero el 
neoinstitucionalismo se orienta a los procesos 
cognitivos. El enfoque neoinstitucional en 
instituciones cognitivas, se centra en determi-
nar cómo se reemplazan o transforman prác-
ticas legítimas cognoscitivamente. El apren-
dizaje es el recurso de cambio institucional 
fundamental, el cual es limitado por la falta 
de sistemas confi ables de comunicación en-
tre las organizaciones, su indisposición para 
compartir información y la falta de datos en 
los requerimientos de la implementación.
El neoinstitucionalismo se fundamenta 
en el razonamiento deductivo, dividiéndo-
se en dos grandes vertientes: la elección de 
las estructuras de governance de los actores 
privados en un determinado medio ambien-
te, objeto del análisis económico; y el cambio 
institucional en función de los efectos que los 
diferentes medios ambientes tienen en el des-
empeño económico y en el desarrollo de las 
instituciones con el apoyo de modelos menta-
les compartidos e ideologías.
De acuerdo a Burgos (2002) el análisis 
económico neoinstitucionalista defi ne la ins-
titucionalidad jurídica y el desarrollo econó-
mico, cuestiona el derecho como instrumento 
del desarrollo económico y reconoce a las 
instituciones informales; considera que el 
derecho es un instrumento del Estado cons-
tituido por un sistema de incentivos y obstá-
culos que encausan los comportamientos de 
conformidad con los objetivos planteados por 
el sistema económico y social. 
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
120 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
El “movimiento de derecho y desarrollo” 
de los años setenta, analizó desde un etnocen-
trismo la vinculación de los sistemas de de-
recho al proceso de desarrollo económico, se 
valía del instrumental jurídicos, especialmen-
te del derecho público, y del funcionamien-
to del mercado. A partir de los fundamentos 
teórico-metodológicos de las relaciones entre 
el desarrollo económico y las instituciones 
jurídicas que establece la Nueva Economía 
Institucional, se superan las limitaciones del 
análisis del “movimiento del derecho y el 
desarrollo” y se establecen las bases para la 
construcción de un Estado de Derecho que 
promueve el desarrollo económico.
Por lo tanto, el derecho establece los lí-
mites a la capacidad de intervención del po-
der estatal, posibilita el diseño de los arreglos 
institucionales que facilitan la predictibilidad 
en las interacciones sociales e incentivan los 
comportamientos que concurren al modelo de 
desarrollo deseado. Existe una relación estre-
cha entre la institucionalización de las normas 
y el comportamiento individual, es decir, las 
instituciones se legitiman cuando incentivan a 
los individuos.
De acuerdo a la ideología del liberalis-
mo, el motor del desarrollo es el libre mer-
cado, el cual tiene al sistema de precios por 
la forma mas efi ciente de asignación de re-
cursos, de aquí deriva una intervención mí-
nima del Estado, necesaria únicamente para 
cubrir las fallas del mercado en la provisión 
y aseguramiento de los bienes públicos. Los 
mercados efi cientes, desde la economía ne-
oinstitucionalista, requieren de costos bajos 
de transacción y de producción y cumplen 
con una serie de factores y características bá-
sicas, tales como la existencia de un Estado 
de Derecho y de capital social8 (confi anza) y 
la protección de derechos de propiedad. En-
tre el enfoque neoinstitucionalista y el de re-
gulación democrática emerge el concepto de 
gobernabilidad como una relación existente 
entre los procesos de libre mercado y los de 
la democracia.
De acuerdo con Prats (2002)
«El mensaje del neoinstitucionalismo 
económico es una buena nueva para la 
democracia liberal: en las condiciones 
actuales las instituciones necesarias 
para defi nir y garantizar los derechos 
individuales requeridos para el mayor 
y mejor desarrollo económico no sólo 
son compatibles sino que son las mis-
mas necesarias para disponer de una 
democracia duradera.» (Olson, 1993 
citado por Prats, 2002, pp. 1).
Bajo un esquema neoinstitucionalista 
la democracia latinoamericana se considera 
como un instrumento de la tecnología política 
que disuelve el diálogo social para convertir-
lo en política de un nuevo orden público. El 
Estado ya no es concebido como el conjunto 
de mecanismos de poder y de dominación. La 
acción política es tecnología para el control 
político y social a través de las instituciones. 
Este nuevo orden político democrático es ca-
racterizado como contingente y coyuntural, 
se fundamenta en el consenso social a partir 
8 El capital social contribuye al desarrollo económico y social, 
y está compuesto por las instituciones y el conjunto de rela-
ciones, actitudes y valores que determinan las interrelaciones 
entre las personas (Banco Mundial, 1998, pp. 1). El vínculo 
social es un recurso del capital social para el desarrollo econó-
mico, el cual se presenta en forma neutral para ser aprovecha-
do mediante diferentes estrategias.
ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
121Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
del desarrollo histórico-cultural de la confi gu-
ración del sistema de partidos.
El Banco Interamericano de Desarrollo 
(2000) reconoce que:
«La asociación entre calidad de las 
instituciones y desarrollo económico, 
humano y social, es especialmente 
estrecha, en parte porque las institu-
ciones están infl uidas por el mismo 
proceso de desarrollo.» (BID, 2000, 
pp. 36)
Entre desarrollo e instituciones existe 
una relación estrecha, la cual señala A. Sen: 
(2000) cuando señala que:
«Los individuos vivimos y operamos 
en un mundo de instituciones de las 
que no somos siempre conscientes, 
muchas de las cuales trascienden hoy 
las fronteras nacionales. Nuestras 
oportunidades y perspectivas depen-
den en gran medida de las institucio-
nes que existen y de cómo funcionan. 
Las instituciones no sólo contribuyen 
a nuestras libertades, sino que deben 
ser evaluadas en su función de su con-
tribución a nuestras libertades. Así lo 
exige el contemplar el desarrollo hu-
mano como libertad.» (Sen, 2000, pp. 
83)
2.5. Teoría de la globalización
La teoría de la globalización enfatiza en las 
transacciones económicas y sus vínculos po-
líticos y fi nancieros realizados con la com-
plicidad del desarrollo de la tecnología de la 
información y la comunicación, desde una 
perspectiva de los elementos culturales. Sin 
embargo, las naciones que han alcanzado ni-
veles altos de desarrollo económico son aque-
llas que mantienen sus mercados fi nancieros 
regulados.
De hecho los organismos transnacionales 
como la UNCTAD consideran que el desarro-
llo es un tema multifuncional y complejo en 
el que el sector privado es el actor principal, 
clave para el progreso de las naciones menos 
desarrolladas. Precisan que al invertir en na-
ciones pobres, las compañías extranjeras jue-
gan un rol vital en la superación de la trampa 
de la riqueza. (AFP y DPA, 2001) 
La complejidad de las relaciones entre lolocal y lo global es enfatizada por contribu-
ciones a la teoría de la globalización, como 
por ejemplo, Robertson (1995) ha acuñado 
el término “glocalización” que se asocia a la 
globalización de los fenómenos pero al mismo 
tiempo a la localización de relaciones econó-
micas y políticas derivadas de los gobiernos 
nacionales a los gobiernos locales. Las ins-
tituciones fallan porque no representan los 
arreglos institucionales y las negociaciones 
establecidas a largo plazo entre los diferentes 
actores económicos y porque no se ajustan a 
las condiciones de desarrollo local integral 
adaptándose el modelo global propuesto por 
los organismos multilaterales. 
El colapso de la economía socialista 
y la implosión estratégica de las economías 
de mercado que abandonaban el modelo de 
desarrollo centrado en el Estado-nación y la 
sustitución de importaciones, dieron lugar a 
una transformación cualitativa de los proce-
sos de desarrollo económico impulsados por 
una competencia abierta entre localizaciones 
ubicadas en distintas partes del mundo, es 
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
122 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
decir, se da paso a una globalización de los 
procesos económicos. 
Así, las economías nacionales, que tie-
nen como referente los procesos económicos 
mundiales, se integran a los mercados globa-
les y no estos a las instituciones de la sociedad 
local. Pero los procesos de globalización eco-
nómica, empujados por la competencia abier-
ta de los mercados globales bajo el modelo 
neoliberal de desarrollo, desafían las formas 
de gobernabilidad institucional de los esta-
dos nación, presionan para la liberalización 
y desregulación de los sistemas económicos 
y fi nancieros, promueven la privatización de 
amplios sectores de empresas públicas e ins-
tituciones de investigación y educación supe-
rior, adaptaciones de políticas ambientalistas 
y sociales, etc. 
El actual modelo neoliberal de desarro-
llo es responsable de una política social que 
prioriza las medidas correctivas de los indi-
cadores macroeconómicos en detrimento del 
bienestar social. Con su estrategia que favore-
ce a los capitalistas, estimula la formación y 
funcionamiento de una sociedad civil motiva-
da en los valores democráticos que se contra-
pone a las decisiones autoritarias del Estado. 
Propende por la reducción en las funciones 
estatales y un mayor campo de acción del li-
bre mercado.
«La globalización es un término que 
da cuenta de una doble realidad: de 
un lado, la internacionalización de 
bienes, servicios y factores de pro-
ducción; de otro, el surgimiento de 
empresas industriales capaces de con-
cebir su desarrollo en escala mundial 
y formular para ello estrategias globa-
les de producción, comercialización y 
gestión.» (Cohen, 1995, pp. 62)
Para C. Vilas la globalización:
«Es un proceso de desarrollo desigual 
en sus diferentes niveles o dimensio-
nes. En su etapa actual se encuentra 
mucho más desarrollada en materia 
fi nanciera que en materia de produc-
ción o de comercio.»9 (Vilas, 1997, 
pp. 48)
El concepto de globalización, que co-
menzó a emplearse con fi nes académicos a 
mediados de los años ochenta, es ambiguo y 
sólo trata de expresar las evidencias empíri-
cas. Sin embargo, se debe revisar desde sus 
fundamentos, contenidos y procesos que ca-
racterizan al capitalismo mundial y las socie-
dades contemporáneas. (Aguirre, 2000)
El desarrollo en la globalización ha sido 
en general capitalocéntrico porque sitúa al ca-
pitalismo,
«En el centro de las narrativas de 
desarrollo, tendiendo en consecuen-
cia, a devaluar o marginar cualquier 
posibilidad de desarrollo no capita-
lista (…) la naturalidad de la identi-
dad capitalista como plantilla de toda 
identidad económica puede ser puesta 
en cuestión.» (Gibson-Graham, 1996, 
pp. 146)
9 Bajo el principio de la ventaja comparativa el desarrollo es 
considerado como un juego de suma no cero donde todos los 
actores ganan del comercio.
ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
123Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
La cuestionan las diversas opciones de 
desarrollo económico propias del mismo pos-
desarrollo que valoran los modelos locales no 
necesariamente complementarios, ni opues-
tos ni subordinados al capitalismo. Estos 
modelos locales desafían “lo inevitable” de 
la penetración capitalista con los procesos de 
globalización.
Chua (1998) propone que el modelo de 
desarrollo debe ser de mercadización, demo-
cratización y etnonacionalismo el cual explo-
ra las consecuencias del libre mercado y la 
democracia. Este modelo tiene en cuenta el 
subdesarrollo económico, las divisiones étni-
cas, la presencia dominante de una minoría 
étnica y la de una mayoría empobrecida que, 
como en el caso de los indígenas, reconstru-
yen su identidad y claman ser los dueños ver-
daderos de la nación.
Stiglitz (1998) explora las dimensiones 
éticas del desarrollo económico, desde una 
perspectiva pragmática propone cinco precep-
tos éticos para la conducta de las relaciones 
económicas internacionales: honestidad, jus-
ticia, justicia social (dirigida a los pobres), ex-
ternalidades y responsabilidad. Cuestiona la 
ética de las políticas asociadas a la reducción 
de la pobreza impuesta por los intereses ca-
pitalistas, que denomina “trickle down plus”, 
porque aumenta los riesgos para los pobres 
mientras que los poderosos toman ventaja, 
erosionan el capital social y por lo mismo son 
mayormente responsables de los resultados.
Un fatalismo económico es alentado 
por el discurso mediático-político sobre las 
necesidades ineluctables de la globalización, 
el imperio de los mercados fi nancieros gober-
nados por socialdemócratas prolongan la po-
lítica conservadora, haciendo que parezca la 
única posible. Los sistemas económicos dis-
funcionales conducen a mecanismos perver-
sos de crecimiento y desarrollo económico.
Para mantener sus ventajas, los países 
desarrollados cancelan las oportunidades y 
prácticas que utilizaron para alcanzar altos 
niveles de crecimiento económico y conti-
núan la explotación mediante la formulación 
ahistórica de políticas para el desarrollo eco-
nómico. Mientras, los países en desarrollo, 
especializados en sectores de bajo crecimien-
to, estimulan los sectores mas adelantados a 
efecto de incrementar la productividad y los 
países con atrasos tecnológicos, se ven pre-
sionados por el comercio a especializarse en 
bienes tradicionales que los lleva, en el largo 
plazo, a una reducción en la tasa de creci-
miento.
Bajo una perspectiva pragmática, John 
Williamson acuñó el término “Consenso de 
Washington” en 1990 (Williamson, 1990) 
para denominar el conjunto de políticas eco-
nómicas recomendadas, como un fi n en sí 
mismas y no como medios, como única receta 
para que los gobiernos latinoamericanos im-
pulsaran el desarrollo económico y social de 
sus pueblos. No obstante la implantación de 
estas políticas, los resultados son negativos: 
mayor desigualdad social y económica, bajos 
niveles de crecimiento económico e inestabi-
lidad macroeconómica. El mismo autor revi-
só la actualidad del término en 1997 en su tra-
bajo “The Washington Consensus Revisited” 
(Williamson, 1997), señalando ciertos logros 
y avances optimistas en lo político y social, 
pero que al mismo tiempo han dado lugar a 
que se analicen ampliamente desde diversas 
aristas que demuestran que existen alternati-
vas para el desarrollo.
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
124 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
A partir de datos históricos sobre el 
crecimiento económico de Latinoamérica se 
puede dudar de la conveniencia del modelo 
de desarrollo económico neoliberal y de la 
aplicación forzosa de la globalización; así, en 
las décadas 1960 y 1970 el ingreso per cápita 
creció 73%, mientras que en las dos últimas 
décadas de comercio neoliberal la región cre-
cióun 6% per cápita.
2.6. Desarrollo sustentable
La ecología política analiza las sociedades en 
pequeña escala, también la división interna-
cional del trabajo y contribuye al debate del 
desarrollo presentando conceptos como desa-
rrollo sustentable y ambiente global.
Desde el punto de vista del desarrollo 
sustentable, hay preocupación por la expan-
sión económica de la economía mundial que 
causa daños irreparables al planeta. En los úl-
timos años, varios estudios señalan la relación 
de U invertida existente entre la escala de la 
actividad económica y el nivel de contami-
nación, denominada como “Curva ambiental 
Kuznets”, lo que implica que en bajos niveles 
de ingreso per cápita, las emisiones o concen-
traciones per capita tienden a incrementarse 
a menor ritmo. Simon Kuznet (1955; 1966) 
encontró que esta relación entre desigualdad 
de ingreso per capita y niveles de contami-
nación, dependía del tamaño de la economía, 
la estructura sectorial, la composición de la 
demanda de energía, la tecnología, la deman-
da de la calidad ambiental, el nivel de gastos 
de protección de la calidad ambiental, entre 
otros.
En años recientes uno de los debates eco-
nómicos se centra en el concepto sustentabi-
lidad como criterio único y comprensible que 
guíe el desarrollo global. Defi ne sustentabili-
dad como una distribución inter temporal, que 
es equidad inter generacional. Pero lo cierto, es 
que la mayor parte de los economistas ven a la 
sustentabilidad10 como un elemento del camino 
deseable del desarrollo.
Un camino sustentable del desarrollo es 
uno que efi ciente y que no decrece la utilidad 
en el tiempo. Tanto como una potencial mejora 
de Pareto en el sentido de Kaldor-Hicks puede 
conducir a la optimalidad de Pareto cuando se 
combina con una apropiada compensación a los 
perdedores por los ganadores, de tal forma que 
la efi ciencia dinámica conduce a una ambiciosa 
meta de sustentabilidad cuando se combina con 
transferencias intergeneracionales apropiadas. 
La implicación es que de los análisis de la eco-
nomía práctica buscan potenciales mejoras de 
Pareto cuando los análisis económicos intetem-
porales se enfocan en la efi ciencia dinámica, 
conduciendo a la posibilidad de sustentabili-
dad.
El desarrollo es la condición de satis-
facción de las necesidades de la población 
de una nación mediante el uso racional y 
sustentable de los recursos naturales. El de-
sarrollo sustentable atiende a las necesidades 
del presente sin comprometer la capacidad de 
las generaciones futuras de atender a sus pro-
pias necesidades, como modelo de desarrollo 
intenta resolver las contradicciones entre los 
proponentes de los límites del crecimiento y 
los economicistas. 
El Estado de Derecho sustentable en 
una democracia radical se defi ne como el 
ideal en el que la ley se aplica igualmente a 
10 Un concepto más amplio de sustentabilidad combina la efi -
ciencia dinámica y la equidad intergeneracional.
ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
125Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
todos los individuos, a gobernantes y gober-
nados por igual. El concepto del desarrollo 
humano sostenible o lo socialmente susten-
table intenta ordenar las respuestas críticas al 
concepto tradicional de desarrollo (Sutcliffe, 
1995, pp. 38); mientras que el “nuevo desa-
rrollo” o “post desarrollo” intenta igualar el 
bienestar humano y la sustentabilidad am-
biental. La política social, entonces, identifi -
ca los medios del desarrollo sustentable para 
construir la capacidad de las instituciones 
públicas, privadas y cívicas que responderían 
y darían cuenta de las necesidades sociales. 
El desarrollo humano se concreta en sistemas 
de gobernabilidad que no tienen relación ne-
cesariamente con las formas democráticas de 
gobierno.
El desarrollo centrado en los paradigmas 
del crecimiento no es sustentable, por lo que 
es necesario considerar la relación crecimien-
to con equidad, es decir, pensar en las genera-
ciones futuras. Los “bienes públicos globales” 
aseguran las capacidades para el desarrollo 
sustentable pero sus costos son evadidos por 
los pueblos más avanzados.
El modelo instrumental y tecnocrático 
del desarrollo basado en la disponibilidad de 
los recursos prevaleció hasta mediados de los 
ochenta, se fundamentaba en el falso supuesto 
de que las sociedades poseían el conocimien-
to experto que podía ser aplicado sin cambios 
institucionales. No obstante, las naciones con 
altos ingresos per cápita no necesariamente 
son desarrolladas y no todo avance en el de-
sarrollo es sustentable.
Las teorías de la sustentabilidad del desa-
rrollo dieron lugar a los modelos neoliberales 
que impusieron el mercado como regulador 
de las relaciones entre producción y medio 
ambiente, mediante instrumentos económicos 
aniquilaron las políticas públicas de control 
estatal. Los capitales corporativos transnacio-
nales invirtieron en naciones pobres, requeri-
das para acelerar su desarrollo, a cambio de 
la explotación de los recursos naturales y la 
mano de obra con resultados desastrosos para 
el medio ambiente; los países industrializados 
en aras del crecimiento económico, a través 
de la industria, debilitan la sustentabilidad del 
desarrollo a largo plazo.
Los proponentes de los límites del cre-
cimiento advierten que los incrementos ex-
ponenciales del uso de recursos, de la pro-
ducción de desperdicios y de la población 
mundial conducirían a la escasez, la conta-
minación y la hambruna a gran escala. Los 
economicistas por su parte argumentaban que 
una correcta política económica asegura el 
sostenimiento del medio ambiente, a través 
del equilibrio entre relaciones de producción 
y entorno natural.11
La primera generación de reformas es-
tructurales fue insufi ciente en lo laboral y lo 
fi scal. La segunda generación promovió cam-
bios institucionales en los sistemas educati-
vos, judiciales de capacitación e innovación, 
reguladores, etc., pero se descuidaron las 
políticas de desarrollo productivo, dirigidas 
a pequeñas y medianas empresas y a la for-
mación de clusters en la explotación susten-
table de recursos naturales, creyendo que el 
desarrollo productivo sería una consecuencia 
natural de las reformas.
11 Los procesos de globalización mercantil devastan el ambien-
te y la biosfera, sin embargo, son costos que no entran en la 
contabilidad de sus sistemas, se consideran en economía como 
externalidades por el fuerte impacto que tienen en la sustenta-
bilidad.
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
126 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
El impacto de las crisis fi nancieras en la 
pobreza, la desigualdad y el desarrollo sus-
tentable ha aumentado en la misma propor-
ción en que las crisis se han profundizado y 
se han hecho más frecuentes. La pobreza, la 
desigualdad social y la exclusión son amena-
zas a la seguridad humana y obstáculos para 
obtener el desarrollo humano sustentable. En 
términos generales, hay necesidad de fortale-
cer la sustentabilidad de las capacidades indi-
viduales e institucionales de los pobres para 
establecer las demandas de acuerdo a sus ne-
cesidades.
La teoría del desarrollo sustentable ha 
fracasado porque entre algunos de sus resul-
tados está dejando a más de una tercera parte 
de la humanidad con algún tipo de hambre y 
sin condiciones sanitarias, una deforestación 
creciente que aniquila las selvas amazónicas 
y africanas, daños irreparables a la capa de 
ozono, agrandamiento de los hoyos negros 
en el Ártico, lluvia ácida creciente y cambios 
climáticos son algunas de las causas que afec-
tarán la supervivencia de las generaciones fu-
turas.
Para que los ciclos económicos sean sus-
tentables, se requiere de regulaciones y segu-
ros sociales anticíclicos, equilibrios fi scales y 
mejora del gasto público, regulaciones de los 
ingresos de capitales, fl exibilidad cambiaria, 
uso del encaje y fondos de estabilización y 
promoción de exportaciones.Para que la sus-
tentabilidad tenga sentido se requieren acción 
y cambio en todos los niveles conjuntamente 
(Sutcliffe, 1995), se necesita de coherencia y 
agregación entre ellos para que las acciones 
nacionales tengan correspondencia con las 
decisiones locales y respaldo de acuerdos in-
ternacionales.
La creación de espacios para la toma de 
decisiones mediante mecanismos de goberna-
bilidad que democráticamente informen del 
bienestar, de los principios de derechos hu-
manos, del desarrollo sustentable y del social 
es un rol importante de la sociedad civil. El 
desarrollo social se sustenta en las interrela-
ciones entre Estado, mercado y sociedad.
La transferencia de conocimientos y ex-
periencias fortalece a la sociedad civil y les 
otorga capacidad y autonomía para ejercer 
sus funciones en las nuevas formas de go-
bernabilidad, es un componente para el de-
sarrollo sustentable que mejora la calidad de 
vida y les da mayor control a las personas, es 
también, instrumento de apoyo a las comu-
nidades para neutralizar y combatir políticas 
negativas a la promoción del desarrollo social 
sustentable de los gobiernos. 
Las decisiones en el ámbito comunita-
rio local involucran e incrementan el grado 
de compromiso de los individuos en tareas 
colectivas, en el resguardo de recursos no re-
novables que aseguran la sustentabilidad del 
medio ambiente mediante su uso más racional, 
efi ciente y estable, y en el cuidado de los bie-
nes y servicios públicos con una orientación 
de benefi cio social que respeta las diversida-
des biológicas, económicas y culturales. En 
este sentido, comunidad y gobierno local se 
encuentran en un espacio común y trabajan en 
un campo compartido en el que, a través de la 
concertación social, garantizan la sustentabili-
dad de los proyectos.
La convergencia de normas, arreglos 
institucionales y programas inciden en la 
coherencia y sustentabilidad del desarrollo. 
Los gobiernos nacionales requieren de ase-
soría para diseñar políticas comerciales y 
ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
127Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
para lograr acuerdos comerciales que estén 
orientados a reducir la pobreza y promover el 
desarrollo sustentable de sus recursos natura-
les, igualmente, los acuerdos internacionales 
deben ser evaluados en función de sus contri-
buciones a estos dos tópicos.
La implementación de los procesos de 
globalización ha traído consigo una degrada-
ción ambiental sin que exista un movimiento 
social lo sufi cientemente fuerte que le haga re-
sistencia. Sin embargo, existe un movimiento, 
el altermundista, que considera al modelo de 
desarrollo económico neoliberal como invia-
ble y a los proceso de globalización en crisis 
de legitimidad, por lo cual, urge cambiar el 
rumbo económico. Los altermundistas pro-
ponen una organización mundial de comercio 
equitativo que reemplace a la actual OMC 
para que formule una política comercial mun-
dial igualitaria sobre las premisas de respeto 
a los derechos humanos y al interés público 
de los pueblos que buscan el desarrollo sus-
tentable. El incremento notable en los últimos 
años de las organizaciones sociales y las no 
gubernamentales, consolidan la participación 
activa de los movimientos de liberación, de 
derechos humanos y de democratización, en 
amplios programas de desarrollo económico, 
político y social.
Para concluir, es necesario que las em-
presas transnacionales latinoamericanas ac-
cedan al plus de la aldea global, producto de 
su poder económico-político-cultural, de las 
tecnologías de punta y de la ciencia de ex-
celencia; de tal manera que empresas trans-
nacionales, tecnología de punta y excelencia 
científi ca forman una unidad indisoluble que 
determina la sustentabilidad y las condiciones 
de vida de una nación.
3. Discusión
El desarrollo económico, político y social 
global comprende el equilibrio de todos los 
actores políticos y sociales y económicos. Los 
procesos de democratización representan un 
paso signifi cativo para la resolución de pro-
blemas del desarrollo económico, social, po-
lítico y la consolidación de la gobernabilidad 
mediante cambios profundos que implican 
la defi nición de los límites entre los sectores 
público y privado, principios y procesos de 
las funciones del Estado. La promoción de los 
procesos de democratización debe considerar 
las condiciones locales y asegurar su cumpli-
miento con las actividades que benefi cian a 
los ciudadanos.
La nueva gobernabilidad supranacional 
que se ejerce en las estructuras de poder in-
ternacionalizadas implica un orden basado en 
acuerdos negociados para la coordinación de 
políticas normativas y estrategias de desarrollo 
económico, social y político conjunto que su-
pera el impulso cautivador de los grandes inte-
reses que buscan sus ventajas y benefi cios.
De acuerdo a Weaver y Rockman se 
puede observar que los sistemas democráti-
cos también tienen limitaciones para ofrecer 
políticas públicas sustentables:
«Las respuestas que los países recien-
temente democratizados tengan ante 
los retos y desafíos que les plantea 
el desarrollo económico y la integra-
ción política y social de sus pueblos, 
dependerán en medida importante de 
la opción de diseño institucional que 
adopten.» (Weaver y Rockman, 1993, 
pp. 81)
JOSÉ GUADALUPE VARGAS HERNÁNDEZ
128 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
Existe una relación signifi cativa entre la 
democracia consolidada, la confi anza en las 
instituciones y el desarrollo económico y so-
cial. Si se considera el orden político como 
una condición necesaria para el desarrollo 
económico, se reconoce que el sistema polí-
tico garantiza los derechos de la ciudadanía 
que sirven de fundamento al modelo de creci-
miento económico. Por lo tanto, el crecimien-
to económico requiere de un orden político 
que puede ser establecido en forma consen-
sual, en forma autoritaria e incluso mediante 
procesos de desorden. Así, un elevado desa-
rrollo económico puede coexistir con un de-
bilitamiento de las relaciones de confi anza y 
cooperación cívica. (Grootaert, 1998)
La capacidad de respuesta de los gobier-
nos locales está asociada a las capacidades 
de formulación e implantación de políticas 
públicas que promuevan el desarrollo eco-
nómico mediante el incremento de las con-
tribuciones de las actividades económicas, 
políticas y sociales. Para Tarapuez (2001) el 
desarrollo económico local es un proceso que 
reactiva la economía y dinamiza la sociedad 
local, se aprovechan los recursos endógenos 
existentes a efecto de estimular el crecimiento 
económico, crear empleo y mejorar la calidad 
de vida. 
Para que este proceso de desarrollo eco-
nómico local sea efi caz requiere de una es-
tructura institucional capaz de diseñar e im-
plantar programas de formación de capital 
humano y social, para mejorar los niveles de 
productividad. 
La formulación de políticas sociales que 
alientan las capacidades sociales y humanas 
para el desarrollo económico, previene la 
erosión de valores sociales y mueve a las so-
ciedades hacia un desarrollo más equitativo 
y sustentable. El diseño e implantación de 
planes y programas de desarrollo económico 
local deben tomar en consideración la plurali-
dad e inclusión de los intereses de diferentes 
agentes económicos y actores políticos para 
lograr los compromisos y coordinar efi caz-
mente los esfuerzos.
La organización del conocimiento mas 
un sistema de información dentro de una co-
munidad despliegan las potencialidades de 
esta y apoyan la racionalización de los re-
cursos para el desarrollo económico y social 
local.
Es necesaria la presencia del mercado y 
de la intervención de los gobiernos. Las fun-
ciones del Estado deben complementar los 
mercados mediante una coordinación de los 
intercambios y la movilización de los agentes 
de desarrollo económico. El Estado regulador 
o subsidiario, expropiado por el podereconó-
mico, inutiliza al Estado responsable directo 
de los sectores estratégicos para el desarrollo 
económico, el social y la justicia social (que 
no tiene que ver con el sólo crecimiento).
Para atender las diferencias locales, el 
Estado debe formular e implementar políticas 
diferenciales que consideren sistemas de in-
centivos a los comportamientos de los actores 
sociales y políticos, con esto lograr que ope-
ren como articuladores del desarrollo local y 
desactivar la relación existente entre la clase 
política y el clientelismo.
En cuanto a la corrupción, las diferentes 
teorías asocian las variaciones entre tradicio-
nes históricas y culturales de las naciones, los 
niveles de desarrollo económico, la institucio-
nalidad y las políticas gubernamentales. Hay 
evidencias de que los procesos de desarrollo 
ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
129Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 6 109 - 131 Diciembre - 2008
económico reducen los niveles de corrupción, 
junto con la racionalización de los papeles 
privados y del Estado, así como del avance 
educativo.
La literatura en economía neoliberal ob-
serva que la mercantilización de los servicios 
públicos empuja a la corrupción a nuevos 
extremos benefi ciando a economías en de-
sarrollo, cuya expansión esta limitada por el 
mismo Estado. Sin embargo, el análisis no es 
completo pues el neoliberalismo mide bajo el 
parámetro de valor comercial sin considerar 
los conceptos de servicio público e interés 
general.
En este sentido el concepto de desarrollo 
es sustantivo, requiere de condiciones políti-
cas propicias para el ejercicio de la libertad, 
la cual proporciona a las personas ser las de-
positarias de los benefi cios del crecimiento 
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