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Perspectivas Revista de Ciencias Sociales 
ISSN 2525-1112 | Año 6 No. 12 Julio - Diciembre 2021, pp. 216-242 
 
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Política y ocultismo en Latinoamérica 
y el Perú 
Politics and occultism in Latin America and Peru 
 
Héctor Cáceres Bejarano1 
 
Resumen 
El ocultismo es una práctica de orígenes ancestrales que se ha desarrollado en todo 
el mundo desde sus diferentes culturas. Este artículo nos introduce al contexto de la 
historia de su práctica desde tiempos precolombinos para luego enfocarse en las 
actividades y creencias mágico-religiosas ocultistas por parte de diferentes 
personajes políticos latinoamericanos, y particularmente del Perú. Se da cuenta de 
ello a partir de la información brindada por la investigación periodística, las fuentes 
documentales y académicas. Así, se desarrolla el análisis del fenómeno cultural 
mágico religioso y sus prácticas desde una perspectiva teórica y conceptual, para 
luego abordar diferentes casos. Asimismo se plantea, desde un enfoque sociocultural 
y antropológico, la plena vigencia de estas prácticas ocultistas y en las más altas 
esferas del poder en las sociedades, siendo pues una práctica todavía muy vigente 
dentro del sistema de creencias de muchas personas de toda condición económica y 
sociocultural. Se hace necesario desarrollar metodologías de estudio que permitan 
abordar de una manera interdisciplinaria un tema tan complejo, que involucra 
aspectos antropológicos, históricos, sociológicos y psicológicos. 
 
Palabras clave: Religión, ocultismo, política, Latinoamérica, Perú 
 
Abstract 
Occultism is a practice of ancestral origins that has developed throughout the world 
from different cultures. This article introduces us to the context of the history of its 
practice since pre-Columbian times and then focuses on the occult magical-
religious activities and beliefs of different Latin American and particularly Peruvian 
 
Recibido: 10 de septiembre de 2021 ~ Aceptado: 20 de diciembre de 2021 ~ Publicado: 7 de enero de 
2022 
1 Mg (c) Epistemología de las Ciencias y Arqueología Andina. Universidad Nacional Mayor de San Marcos 
(UNMSM). Lima, Perú. Correo electrónico: hector.caceres@unmsm.edu.pe 🆔 https://orcid.org/0000-
0002-7501-5843 
 
 
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional 
 
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political figures. The information provided by journalistic research, documentary 
and academic sources is used as a basis. Thus, the analysis of the cultural 
phenomenon of religious magic and its practices is developed from a theoretical and 
conceptual perspective; to then approach different cases. Likewise, it is proposed 
from a sociocultural and anthropological approach, the full validity of these occult 
practices and in the highest spheres of power in societies, being therefore a practice 
still very much in force within the belief system of many people of all economic and 
sociocultural conditions. It is necessary to develop study methodologies that allow 
an interdisciplinary approach to such a complex subject, which involves 
anthropological, historical, sociological and psychological aspects. 
 
Keywords: Religion, occultism, politics, Latin America, Peru. 
 
1. Introducción 
El ocultismo en un sentido general es un conjunto de creencias mágico-religiosas 
que poseen un arraigo ancestral a lo largo de la historia de la Humanidad y hasta el 
día de hoy. Así, en diferentes medios de comunicación social se han hecho 
referencias a las vinculaciones ocultistas que han tenido diferentes políticos, entre 
ellos jefes de Estado, congresistas, alcaldes, etc. Existen políticos quienes de una 
manera muy personal han mostrado un interés en dichas actividades para poder 
conseguir ciertos objetivos. Dichas prácticas se realizan sin el aparente 
conocimiento del público y de manera soterrada generalmente. Para ello, se recurre 
a diversos personajes especialistas, llámese chamanes y/o brujos, adivinos, videntes, 
astrólogos, etc. Por ello es de interés el conocer estas dinámicas que vinculan la 
religión y la política, pero particularmente el pensamiento mágico y el ocultismo, 
más aún en personajes con un alto nivel de estatus, poder y prestigio, que asumen 
decisiones con efectos directos o indirectos en la sociedad. 
Para el desarrollo de este artículo se ha contemplado el estudio desde una 
perspectiva de investigación exploratoria y descriptiva, metodológicamente 
cualitativa. Se ha tomado como referencia información documental, histórica y 
periodística, para luego hacer una integración de los datos comparándose entre 
diversas fuentes. Del mismo modo, se realiza un marco conceptual que nos permita, 
en un sentido general, abordar la complejidad del fenómeno ocultista y sus 
diferentes tipos de actividad mágico-religiosas, específicamente en lo que respecta al 
chamanismo, la brujería y la futurología. 
Nos hemos focalizado en el espacio de experiencia política y ocultista mágico-
religiosa latinoamericana, particularmente del Perú contemporáneo. Esto es debido 
a que, como se dijo, esta investigación tiene un carácter exploratorio y descriptivo, 
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siendo un tema muy complejo y de poco trato para el ámbito político, esperando ir 
sumando más información y análisis de casos en investigaciones posteriores. 
 
2. Antecedentes históricos y antropológicos de los 
estudios sobre el ocultismo 
La Real Academia de la lengua Española (2021), define el ocultismo como el 
conjunto de conocimientos y prácticas mágicas y misteriosas con las que se pretende 
penetrar y dominar los secretos de la naturaleza. También lo define como la 
dedicación a las ciencias ocultas. Y estas en particular son descritas en cuanto a 
las prácticas y conocimientos misteriosos, como la magia, la alquimia, la 
astrología, etc., que se desarrollan desde la antigüedad. 
Por otra parte, la Enciclopedia Universal Salvat (2009), tiene como 
definición de ocultismo lo siguiente: 
 
Doctrina que pretende conocer y utilizar todos los secretos y 
misterios de la naturaleza. Doctrina y prácticas misteriosas, 
relacionadas con la magia, por las cuales, y según ciertos métodos, se 
supone que las fuerzas ocultas se ponen al servicio del hombre. 
(Enciclopedia Universal Salvat, 2009) 
 
Éstas llamadas “ciencias ocultas”, se hallan en conexión con buen número 
de escuelas filosóficas, por ejemplo las del antiguo Egipto, las cabalísticas y 
neoplatónicas. En el Siglo XIX se relacionaron con la teosofía. 
Sin embargo, según el Diccionary of Gnosis & Western Esotericism (2006), el 
término ocultismo apareció por primera vez en el Dictionnaire des mots nouveaux 
de Jean Baptiste Richard de Randonvilliers (1842), dentro de un artículo del 
autor A. de Lestrange relacionado al "Ésotérisme chrétien", pero además fue 
utilizado por Éliphas Lévi en el “Discours préliminaire” de su Dogme et rituel de la 
haute magie (1856), y de allí se hizo extensivo en su uso. El término también ha 
sido utilizado de manera genérica como sinónimo de esoterismo, o como 
ciencias ocultas. Cabe mencionar que el término ocultismo ha tenido una 
influencia muy marcada dentro del contexto social y cultural del materialismo 
del Siglo XIX, dentro de la historia general del esoterismo occidental y su 
desarrollo en diferentes variedades a lo largo del Siglo XX. Esto se dio en 
respuesta a su búsqueda de integración a un mundo industrial desencantado, tal 
es el caso de las corrientes esotéricas francesas del fin de siglo XIX y otras como 
la teosofía moderna, el espiritismo, el desarrollo más reciente del movimiento de 
la “Nueva era”, entre otros. 
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Desde un enfoque histórico hay una diferenciación entre las prácticas 
tradicionales de la antigüedad, relacionadas con los mitos, ritos, la magia y la 
religión dentro de sus respectivas cosmovisiones en sus culturas. Esto respecto 
de aquellas corrientes aparecidas desde mediados del Siglo XIX en la Europa 
industrial más secularizada, y específicamente en Francia, donde surgen 
diferentes grupos espiritistas, de prácticas parapsicológicas, astrológicas, 
hipnóticas, además de organizaciones de estudio y prácticas en ello, como la 
Teosofía, los Rosacruces, etc., los cuales se fueron extendiendo por todo el 
mundo, incluyendo EEUU y América Latina. Tal es el caso en particular de 
Alberto Santini Sgaluppi, o Conde de Das, quien viajó por Buenos Aires y Lima a 
fines del Siglo XIX, según nos refieren Palma, P. y M. Vallejo (2019). 
Por otra parte, los estudios sobre la brujería en particular, desde la 
perspectiva académica profesional de la historia moderna, podemos encontrarlos 
desde fines de la década de los sesenta más específicamente, pues anteriormente 
el tema era tratado de forma muy marginal, a diferencia de la antropología en 
donde los estudios son muy amplios. Puede mencionarse a historiadores 
investigadores como Hugh Trevor-Roper (1967), quien introdujo el tema de la 
brujería dentro de la historia de las ideas en su obra “The European With – Craze 
of the sisteenth and seventeenth centuries and other essays”. Luego tenemos a Keith 
Thomas (1971) y su libro “Religion and the decline of magic”. Esta obra según 
James S. Amelang (2008) supuso un punto de inflexión para este tipo de estudios 
dentro de la historia cultural. También cabe mencionar los estudios de Fabian 
Campagne (2009) quien desarrolla una investigación muy exhaustiva sobre la 
religiosidad, la salud y la cultura de la Europa moderna, y particularmente de 
España, pero abordando temas como la demonología, el folklore, las artes de 
curación y la brujería. También tenemos a Brian Levack (1995), quien hace un 
estudio sobre la cacería de brujas en la Europa moderna entre los años 1450 a 
1750, y el italiano Carlo Ginzburg (1991), quien en su obra “Historia nocturna. 
Un desciframiento del aquelarre” se focaliza en las creencias, actitudes y 
comportamientos en estas actividades, entre otros. 
Por otro lado, desde una perspectiva antropológica, uno de los estudiosos más 
importantes sobre la historia de las religiones, y particularmente sobre el 
chamanismo, es Mercia Eliade, quien nos dice lo siguiente: 
 
En todas partes del mundo hay magia y hay magos, mientras que el 
chamanismo entraña una "especialidad" mágica particular, acerca de la 
cual insistiremos largamente: el "dominio del fuego", el vuelo mágico, 
etc. De aquí que, aunque el chamán sea, entre otras cosas, un mago, no 
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importa que el mago no pueda ser calificado de chamán. Idéntica 
distinción se impone a propósito de las curaciones chamánicas; cualquier 
medicine-man es curandero, pero el chamán utiliza un método de su 
exclusiva pertenencia. En cuanto a las técnicas chamánicas del éxtasis, 
desde luego no agotan todas las variedades de la experiencia extática 
atestiguada en la historia de las religiones y la etnología religiosa; pero 
no se puede considerar a un extático cualquiera como chamán; este es el 
especialista de un trance durante el cual su alma se cree abandona el 
cuerpo para emprender ascensiones al Cielo o descendimientos al 
Infierno (Eliade, 1976, pp. 22-23). 
 
Entre otros diferentes estudiosos internacionales sobre el chamanismo, 
tenemos a Evon Vogt (1979) con su obra “Ofrendas para los dioses”, en donde 
estudia los chamanes tzotziles en México, los cuales manipulan un sutil sistema de 
símbolos que revela buena parte de sus tradiciones. En el caso del Perú tenemos la 
obra “Chamán. La búsqueda…” (2000), en donde arqueólogos y antropólogos como 
Walter Alva, Mario Polia, Fabiola Chávez, Luis Hurtado, y otros, desarrollan desde 
una perspectiva integral el fenómeno del chamanismo en el Perú. Para ello eligen 
tres casos de estudio, concentrándose particularmente en Piura, Cusco y Loreto, 
casos de la costa, sierra y selva respectivamente. Otro estudio, desde una perspectiva 
arqueológica, es el de Walter Alva (2000), uno de los descubridores del señor de 
Sipán2, este describe el chamanismo abordando la evidencia en la cultura 
precolombina de la cultura Moche en Perú. Además, tenemos los estudios del 
arqueólogo, antropólogo e historiador italiano Mario Polia Meconi (1994), con su 
libro “Cuando Dios lo Permite: Encantos y Arte curanderil”. En esta obra Polia 
expresa todo su conocimiento y experiencia sobre la riqueza de la naturaleza del arte 
tradicional de curar en el mundo andino. También tenemos la obra de Ana 
Llamazares y Carlos Martínez (2004), “El lenguaje de los dioses. Arte, chamanismo y 
cosmovisión indígena en Sudamérica”, quienes junto con la perspectiva de 
diferentes especialistas, desarrollan una serie de estudios indagando la profunda 
interrelación existente entre el arte, el chamanismo y las concepciones acerca del 
cosmos y la divinidad en los pueblos originarios de América, particularmente 
ejemplificado en la platería, los textiles, la cerámica y la simbología del color entre 
los mapuches. También merece mencionarse el trabajo de los editores Carlos Sierra 
 
2 El señor de Sipán es uno de los descubrimientos más importantes de la arqueología peruana 
contemporánea. Se trata de entierros funerarios intactos en una pirámide que se encuentra al este de la 
ciudad e Chiclayo en Sipán. Esta perteneció a la cultura Moche (100 – 800 d.C.). Se encontró una caja fúnebre 
con un personaje de la realeza cubierto de objetos de oro, plata, cobre y piedras preciosas, además de otros 
elementos de importancia arqueológica. 
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y Hernando Bernal (2014), denominado “Chamanismos en el mundo actual”, en 
donde encontramos a Andrei Znamenski, quien desarrolla el tema sobre el 
chamanismo en Rusia, Antonio Doménech quien aborda el estudio del chamanismo 
en Corea, Pedro Ceinós Acontes y el chamanismo en China, Koji Suga y el 
chamanismo shinto en el Japón Meiji, entre otros. En los últimos años tenemos, por 
ejemplo, los estudios de J. Scuro (2018) con su artículo sobre chamanismo 
contemporáneo denominado “(Neo)chamanismo. Aspectos constitutivos y desafíos 
analíticos”. En el 2019 G. Scarpa desarrolla su estudio denominado “Plantas para 
‘volar’, ‘enfermar’ o ‘transformarse’: Etnobotánica del chamanismo chorote”. 
A un nivel epistemológico se trata de un tema muy controversial, y donde 
hay todavía muchos prejuicios y desconocimiento. Se mencionan estas diferentes 
perspectivas entre tradiciones disciplinarias para prevenir la confusión en un 
tema tan complejo y no caer en reduccionismos disciplinares, ya sea de tipo solo 
arqueológico, antropológico, histórico, sociológico o psicológico, así como en un 
etnocentrismo cultural, ya sea de tipo occidental eurocentrista o tradicional 
indigenista. Y de la misma forma en el uso adecuado, claro y preciso de los 
términos. 
Para efectos de esta investigación exploratoria y descriptiva es necesario 
desarrollar mejor el objeto de estudio, los límites y capacidades que tenemos para 
abordarlo adecuadamente. Por ello pondremos mayor énfasis en las actividades 
relacionadas con el chamanismo o la brujería, y el futurismo o la astrología, ya 
que según la información documental disponible de los diferentes casos políticos 
latinoamericanos observados, hay una mayor recurrencia a este tipo de 
actividades. Se ha tomado el caso del Perú como referencia por contar con una 
mayor cantidadde información disponible, esperando que posteriormente se pueda 
ir ampliando con mayor detalle para otros países en posteriores investigaciones. 
 
3. Las Creencias Religiosas 
Ciertamente antes de desarrollar esta temática es importante conocer qué son las 
creencias. 
Entre las definiciones más conocidas sobre las creencias tenemos a la de M. 
Rokeach (1968, 1969a, 1969b, 1976, 1979), quien sostiene que las creencias son 
proposiciones simples conscientes o inconscientes, inferidas de lo que las personas 
dicen o hacen, capaces de ser precedidas por la frase: “yo creo que”. En ese sentido, 
lo que una creencia puede significar puede ser: a) la descripción del objeto de la 
creencia como verdadero o falso, correcto o incorrecto; b) la evaluación de lo bueno 
y lo malo; c) el propugnar un cierto curso de acción o un cierto estado de existencia 
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como indeseable. La creencia funciona como marco de orientación o norma de 
acción (Arraya, 2002). 
También tenemos a Bertrand Russell (1952), quien aborda la definición de las 
creencias de la siguiente manera: 
 
Creencia […] denota un estado, físico o espiritual, o ambos, por el cual 
un animal actúa con referencia a algo no presente de modo sensible […]. 
Sin embargo, las creencias, como nos repiten constantemente los 
psicólogos modernos, rara vez están determinadas por motivos 
racionales, y lo mismo ocurre con la incredulidad, aunque los escépticos 
frecuentemente pasan este hecho por alto […] es una forma de 
conciencia real o falsa […]. Pero necesitamos acentuar otro punto, a 
saber, que la creencia de que una cosa es deseable tiende frecuentemente 
a originar el deseo motivado por la creencia. Esto es lo que hace 
complicado el efecto de la “conciencia” del deseo […]. Yo llamo “hecho” a 
lo que hace que una creencia sea verdadera o falsa. Al hecho particular 
que hace una creencia dada verdadera o errónea lo llamo su “objetivo”, y 
a la relación de la creencia con su objetivo la llamo “referencia” o 
“referencia objetiva” de la creencia. (Pp. 55 a 56) 
 
Por otro lado, Mario Bunge (2001) desarrolla una definición global e 
interesante: 
 
Un estado de la mente o proceso mental que consiste en asentir a una 
proposición o conjunto de proposiciones. En la vida cotidiana, con 
frecuencia, la creencia es independiente de la verdad. En la matemática, 
la ciencia, la tecnología y en la propia filosofía, se cree únicamente lo que 
puede demostrarse de un modo concluyente o plausible, o que implica 
proposiciones verdaderas. En otros dominios, sobre todo la religión y la 
política, la mayoría de personas cree acríticamente lo que se les ha 
enseñado: no se molestan en averiguar si es verdad o eficaz. Por tanto el 
concepto de creencia es una categoría psicológica, no semántica ni 
epistemológica. Sin embargo, esto no disminuye la importancia de la 
creencia justificable (bien fundada) en todos los campos del 
conocimiento y la acción. Los investigadores creen que vale la pena 
repetir determinadas observaciones o someter a prueba determinadas 
corazonadas. Los ciudadanos solo se movilizarán si creen que sus 
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intereses están en juego, o si se les hace creer determinados slóganes. (P. 
41) 
 
Aún hoy en día la discusión sobre la definición, alcance y naturaleza de las 
creencias es amplia desde las diferentes disciplinas como la antropología, la 
sociología y la psicología, cuestiones a distinguir entre lo que son las creencias y el 
conocimiento, las falsas creencias, los aspectos afectivos, entre la cognición y la 
motivación, el plano del tiempo y la lógica o racionalidad misma. Es decir, aspectos 
individuales respecto a la psicología y los aspectos sociales. Es un tema abierto al 
debate. Lo mismo sucede con las diferencias entre magia y religión (García, 1993; 
Bailey, 2006; Lindeman & Aarnio, 2007; Österholm, 2010; Subbotsky, 2014; Garret 
& Cutting, 2017). 
Otro concepto importante, muy usado, es el de “pensamiento mágico”, este 
está relacionado con actividades que son practicadas en las diferentes culturas según 
sus propios sistemas de creencias y valores dentro de una cosmovisión. Estos son el 
mito, el rito, la magia y la religión. Personajes como el referido Mircea Eliade (1982, 
1983, 1997, 2000); Bronislaw Malinowski (1987); y otros, dan cuenta en sus trabajos 
de investigación sobre ello. 
De acuerdo con esto, se puede decir que tanto lo mágico como lo religioso 
denotan todo aquello que liga al hombre a unas creencias y cosmovisiones de tipo 
trascendental o sobrenatural, así como a la manipulación o incidencia que el 
individuo puede llegar a tener en este orden supraterrestre. Se trata de un manejo 
diferente frente a la cercanía o comunión con aquella divinidad desde la magia o la 
religión. La magia “se refiere a las técnicas sobrenaturales orientadas a conseguir 
propósitos, específicos. Estas técnicas incluyen conjuros, fórmulas y encantamientos 
utilizados con deidades o fuerzas impersonales” (Kottak, 2007. P. 210). 
Según lo planteado anteriormente, se puede afirmar que la actividad de la 
creencia religiosa cumple una función adaptativa, invocada en todas las sociedades 
para satisfacer una o varias necesidades universales humanas. Por tanto, y desde el 
punto de vista antropológico y sociológico, el rasgo más destacado de la religión es 
su universalidad. Además, dichas conductas son compartidas con otros miembros de 
la sociedad, conformando un imaginario colectivo. Esto se hace más plausible en las 
situaciones críticas de la vida. Y al parecer, la religión y su práctica brindan fortaleza 
emocional, seguridad y pertenencia a las personas o a los grupos ante los temores, el 
estrés y la ansiedad de las vicisitudes existenciales. Cabe mencionar la particularidad 
del fenómeno ocultista y su expresión en las creencias mágicas, en el sentido de ser 
una práctica de un tipo más soterrado y que es practicado por grupos minoritarios, 
no siendo algo institucionalizado, o incluso del todo no bien visto socialmente en 
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algunos casos, y que se orienta a la búsqueda de la manipulación directa e indirecta 
de diferentes fuerzas no materiales, es decir espíritus, energías, dioses, santos, etc., 
para obtener un propósito o beneficio personal, ya sea información, poder, dinero, 
control sobre determinadas personas o eventos, etc. 
Uno de los personajes de interés es el brujo y/o chamán. Este término se ha 
universalizado, pero puede tener una denominación particular según cada cultura e 
idioma, ya sea el caso del chamanismo asiático, africano, caribeño, sudamericano, 
etc. El término identifica y describe determinadas prácticas muy propias que lo 
caracterizan dentro de su sistema de creencias. Así, el chamanismo implica todo el 
conjunto de actividades socioculturales y religiosas que engloban las diferentes 
funciones chamánicas, como son la intermediación entre esta realidad y otras 
esferas o espacios inmateriales, lo cual incluye a las entidades, dioses o espíritus que 
habitan dichas dimensiones, y que pueden asistir al chamán en sus propósitos. Y ello 
también supone las actividades de diagnóstico en las personas y de la comunidad, ya 
sea en las temáticas de la salud, el bienestar material u otros, eso implica poder hacer 
las curaciones terapéuticas respectivas, así como adivinaciones. Todo ello para el 
manejo y equilibrio de la realidad social y cultural de la comunidad donde se 
encuentra. En ese sentido, el chamán es la persona con capacidades y cualidades 
especiales o particulares que le otorgan un gran status social en su comunidad. 
Se considera,por tanto, que el chamán, dentro de este sistema de creencias, 
tiene un poder muy estimado por su comunidad, y es llamado, además, el Hombre 
medicina (Almendro, 2008). Así, este asume ser un intermediario con los dioses, 
con los entes o espíritus auxiliares/cooperadores y los muertos. Y asimismo cree 
poder traspasar los límites del espacio y tiempo, ya sea mediante sueños o en estado 
de trance extático, haciendo viajes o vuelos mágicos en los cuales realiza este 
contacto ultraterreno, obteniendo así la información que necesita o asistiendo en las 
enfermedades o terapias, en la recuperación de las sombras o espíritus de las 
personas que atiende en sus sesiones ritualísticas. También cree que puede curar 
determinadas enfermedades y realizar adivinaciones e incluso realizar daños a otras 
personas, siendo este el caso de los brujos maleros. 
Así, el reconocido estudioso internacional Mercia Eliade (1976) nos dice al 
respecto: 
 
Estimamos que merece la pena limitar el uso de los vocablos “chamán” y 
“chamanismo”, justamente para evitar los equívocos y poder ver con más 
claridad en la propia historia de la “magia” y de la “hechicería”. Porque 
desde luego, el chamán es, él también, un mago y un hombre – médico: 
se cree que puede curar, como todos los médicos, y efectuar milagros 
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fakíricos, como todos los magos, sean primitivos o modernos. Pero es 
además psicopompo, y puede ser también sacerdote, místico y poeta. En 
la masa gris y “confusionista” de la vida mágico – religiosa de las 
sociedades arcaicas considerada en su conjunto, el chamanismo – 
tomado en su sentido estricto y exacto – ofrece ya una estructura propia 
y descubre una “historia” que conviene precisar. (P. 21) 
 
Y también en el caso del Perú, el antropólogo y arqueólogo italiano Mario 
Polia (1994) refiere el término chamán fuera de su contexto histórico geográfico, 
distinguiendo al operador terapeuta de la medicina tradicional andina, ya que 
algunas de sus funciones son también desarrolladas por chamanes asiáticos. Así, más 
específicamente son dos las funciones principales del chamán andino: la función 
terapéutica y la función adivinatoria. Así, en este marco de sistema de creencias, 
Polia nos indica las siguientes capacidades del chamán: 
 
La capacidad visionaria por medio del trance. 
La capacidad de extraer voluntariamente de su propio cuerpo el doble 
anímico o “sombra”. 
La capacidad de desplazar su propia conciencia fuera del cuerpo a través 
del tiempo y del espacio (temática del viaje o vuelo) 
La función ritual exorcística y profiláctica 
La función propiciatoria 
La función adivinatoria 
La función propiamente terapéutica que incluye prácticas rituales, 
prácticas psicoterapéuticas y suministración de remedios vegetales o 
animales. (Polia, 1994, pp. 34 a 36) 
 
En la actualidad, según las referencias documentales revisadas hasta ahora en 
diferentes países latinoamericanos de manera introductoria y exploratoria, ya sea de 
tipo periodístico o de investigación política y social, hay una mayor referencia a la 
actividad chamánica y la brujería, además de la astrología y alguna otra corriente 
esotérica más moderna en sus diferentes manifestaciones culturales. Y esto implica a 
distintos personajes políticos, empresarios, etc. 
En suma, para efectos de este artículo, conceptualmente podemos decir que el 
ocultismo consiste en la práctica de actividades relacionadas con la magia, la 
astrología, la futurología, la videncia, el chamanismo y la brujería (ya sea de tipo 
africano-caribeño, andino, etc.), además de otras. Estas prácticas tienen un carácter 
minoritario entre la población y en su mayoría no se encuentran necesariamente 
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institucionalizadas. Dichas actividades implican el intento de apelar, manipular o 
invocar fuerzas de la misma naturaleza o ultraterrenas como entes, espíritus, dioses, 
etc., a los cuales se les asigna en sus creencias un cierto poder desde el respectivo 
marco cultural. Y esto se hace para lograr algún tipo de control, beneficio o ventaja 
personal o social, ya sea en salud, de tipo afectivo, económico o incluso político. 
Dichas prácticas se han realizado a lo largo de la historia de la Humanidad, según los 
registros arqueológicos, históricos, antropológicos y sociológicos. Pasemos ahora a 
una revisión de los diferentes casos de políticos latinoamericanos que han estado 
vinculados con el ocultismo y particularmente con el chamanismo y/o brujería, y la 
futurología o astrología. 
 
4. Las prácticas ocultistas en la política 
latinoamericana contemporánea 
Pueden observarse casos de la historia contemporánea en donde las relaciones entre 
políticos y el ocultismo ha sido manifiesta. Tenemos por ejemplo al dictador de 
Haití François Duvalier, más conocido como Papa Doc, que tomó el poder en 1957 
y solo fue interrumpido por su muerte en 1976, siguiéndolo en su mandato su hijo 
llamado Baby Doc. Cabe mencionar que el dictador F. Duvalier fue médico, pero al 
mismo tiempo un devoto practicante del vudú3, este se autoproclamaba como 
sacerdote del mismo. Estuvo también muy relacionado con prosélitos y sacerdotes 
de esta religión de origen africano, e instauró un gobierno de terror y de culto hacia 
él mismo, con miles de asesinatos y otros crímenes. Su megalomanía lo llevó a 
cometer excesos con terribles consecuencias para su país y su pueblo. 
Por otro lado, en México, diferentes políticos, entre ellos presidentes, 
congresistas, etc., han recurrido a brujos para hacerse sus “limpias”, y de esta forma, 
según sus sistemas de creencias, poder tener mejores “vibras” o energías para sus 
actividades políticas, sociales, económicas y personales. 
En ese sentido, según José Gil4 (2007) (citado en Nájar, 2014), autor del libro 
“Los Brujos del Poder”, los políticos “necesitan confianza para ganar elecciones y 
 
3 Según Arango (2015) existió una estrecha relación entre las dictaduras, ya sea de regímenes políticos o 
militares haitianos, y la religión vudú, esto fue motivo de conflictos por su uso indebido para el terror y 
control de la sociedad haitiana. Así nos dice Arango: “…fue motivo de discordia y terror en una sociedad 
creyente y temerosa de los ‘ougan’ y las ‘mambos’ (sacerdote y sacerdotisa respectivamente, oficiales de los 
rituales y cuerpos que sirven de contenedor a los espíritus y fuerzas que viajan desde África), y los ‘Iwa’, 
espíritus o genios sobrenaturales que pueden intervenir en el cuerpo de los individuos, pero que también 
están presentes en todos los elementos de la naturaleza”. (P. 2) 
4 José Gil es periodista de la revista semanal “Proceso”, y ha documentado un recorrido histórico de las 
relaciones entre el espiritismo, brujos, ritos y conjuros en la política mexicana. Referencias de ello y otros 
elementos también los encontramos en un artículo de la periodista Elia Baltazar (2018). 
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gobernar”. Así nos dice también Antonio Vázquez, denominado el brujo mayor de 
México: “Estamos en el equipo de muchos candidatos. Les quitamos las malas 
vibraciones que les ponen para hacer daño o bloquear su carrera”. Puede decirse que 
desde hace mucho tiempo la magia y los espíritus acompañan la política en México 
(Nájar, 2014). 
También en diferentes regiones o localidades de la geografía mexicana se 
pueden encontrar diferentes manifestaciones de la actividad ocultista. Tal es el caso 
de los “templos” de los hechiceros Isabel Aguirre y Tito Gueixpal, quienes exhiben 
con orgullo fotos de sus visitantes ilustres, entre ellos artistas, políticos, algún 
obispo emérito, y candidatos presidenciales(Elejalde, 2007). 
Por otro lado, en Argentina también encontramos referencias del ocultismo 
en la política. Según el periodista Gisell Rumeau (2016), puede mencionarse el caso 
de Juan Domingo Perón y su consejero ocultista José López Rega5, este incluso llegó 
a ser ministro de Estado. Estos estuvieron involucrados en una etapa de violencia 
política en los años setenta. Del mismo modo está el caso del expresidente Carlos 
Menem, quien tenía una marcada preferencia por recurrir a adivinos, videntes y 
astrólogas tales como Blanca Curi, Lily Sullos e Ilda Evelia Romanelli. En el caso de 
Fernando de la Rúa, este tenía como astróloga a Mabel Iam, y en el caso de Eduardo 
Duhalde a la vidente Herminda Pifarre. Con Néstor Kirchner tenemos sus vínculos 
ocultistas con Alí Hindie. Y en el caso del presidente Alberto Ángel Fernández, 
según sus propias declaraciones en medios de comunicación en agosto del 2020, 
recurre a los consejos de una astróloga de nombre Vilma Ibarra, la cual le hizo su 
“carta astral” (Cagl.tv, 2020) 
En el caso de Venezuela se conoce de los vínculos del expresidente Carlos 
Andrés Pérez y sus consultas con una ocultista. Pero también son de interés 
particular las relaciones entre Nicolás Maduro6 y la santería7. Esta fue practicada por 
 
5 Llamado cariñosamente “Lopecito” por Juan Domingo Perón y como “El Brujo” para la sociedad argentina. 
Llegó a tener mucho poder siendo uno de los principales “consultores” del presidente argentino en cuestiones 
de esoterismo, y luego como ministro de Bienestar social. Escribió los libros: “Astrología esotérica alpha y 
omega” en 1962 y “El sabio hindú” en 1977. Cabe mencionar que la esposa de Perón (su tercera esposa) 
llamada María Estela Martínez de Perón también compartía dichas actividades esotéricas y fue vicepresidenta 
de Argentina. Tanto María Estela y López Rega se hicieron cargo del cuerpo de Evita Perón (segunda esposa 
de Domingo) al regreso del exilio de éste. El gobierno de Perón y sus consultores esotéricos cayeron con el 
golpe de Estado del general Jorge Rafael Videla en 1976. 
6 Nicolás Maduro según David Placer (2015), ha adoptado la santería cubana y la doctrina del gurú indio Sai 
Baba como si fuera política de Estado. Existe un reportaje de Francisco Sanz (2019) en donde se da cuenta de 
estas prácticas. 
7 Se trata de una religión sincrética entre las creencias de dioses de origen africano y las creencias religiosas 
católicas o del protestantismo, estas fueron desarrolladas por los esclavos traídos de África a América. De tal 
manera que, en diferentes países latinoamericanos como Haití, República Dominicana, Cuba y Brasil, entre 
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Hugo Chávez, quien también estuvo muy involucrado en ello, y a su vez de Fidel 
Castro, quien aprovechaba las creencias supersticiosas de Chávez (Bravo, 2019). En 
ese sentido, se conoce de las inclinaciones supersticiosas del difunto Chávez, así 
como sus aficiones por la lectura de cartas, videntes y el espiritismo, los cuales 
compartía con sus seguidores más fieles. Entre sus “videntes” favoritas estuvieron 
Herman Marskman y la denominada bruja Cristina8. Así, Chávez, luego de llegar a 
la presidencia, adoptó todas las creencias y sus particularidades como bañarse en las 
cascadas de Sorte, dejarse leer el tabaco, pedir en televisión el poder de los rayos de 
los brujos de la revolución, celebrar rituales por medio de los babalawos (santeros) 
ante los huesos de Simón Bolívar, y continuar de manera reiterada dicha práctica en 
el palacio de gobierno de Miraflores. Ciertamente Chávez se convirtió en una figura 
hasta de culto para muchos de sus allegados también (Placer, 2015). 
Gracias a diferentes trabajos periodísticos de investigación, y académicos, se 
puede conocer la plena vigencia de estas actividades, aún después de tantos siglos. 
Así por ejemplo, en un artículo periodístico de la BBC News Mundo, denominado 
“La brujería, una realidad del Siglo XXI” (2013), se indica que la práctica de la 
brujería se extiende por todo el mundo. También Bubello et al. (2017) desarrollan 
en su investigación la compleja temática sobre la historia del ocultismo occidental 
en América Latina. 
 
5. Ocultismo y política en el Perú contemporáneo 
Respecto a estas actividades ocultistas, en Perú encontramos ciertos candidatos o 
autoridades de diferente nivel, como jefes de Estado, que han estado involucrados 
en dichas prácticas9. Estos presidentes han tenido sus respectivos asesores 
espirituales, adivinos o brujos. Tal es el caso del expresidente o renunciante al cargo 
en el mes de diciembre del 2020, Martín Vizcarra Cornejo10, quien además fue 
acusado en febrero del 2021 en un programa de televisión por el expresidente del 
 
otros que tuvieron influencia migratoria africana, se generaron diferentes prácticas de religión tales como el 
candomblé, la macumba, la umbanda y la santería. 
8 Galván, en su trabajo periodístico, describe las prácticas espiritistas de Hugo Chávez y su particular interés 
por el espiritismo. Especialmente menciona a sus videntes muy cercanas en vida, como fueron en su 
momento Herma y Cristina Marskman. Estas solían leerle las cartas y pronosticar su futuro. 
9 En el reportaje del programa televisivo “Al sexto día”, R. Victorio hace una investigación sobre “Brujería 
electoral: el pacto secreto entre la hechicería y el poder político”. Y se da cuenta de dichas prácticas por parte 
de “especialistas”, los cuales atienden a sus clientes, entre ellos algunos candidatos a un cargo público según 
manifiestan. 
10 El expresidente Martín Vizcarra Cornejo renunció a la presidencia en noviembre del 2020, después de 
amplios conflictos políticos con el Congreso. El presidente del Congreso, Manuel Merino, lo sucedió en el 
cargo por muy poco tiempo y meses después acusó este a Vizcarra de hacerle brujería en un programa de 
televisión (Perú 21, 2021). 
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congreso Manuel Merino, de estar comprometido en prácticas ocultistas y de 
haberle hecho brujería. Se sabe además, según diferentes investigaciones 
periodísticas y otras publicaciones, como veremos, que el expresidente Vizcarra 
tuvo como “asesor” a un vidente llamado Hayimy11. Este personaje así lo confirmó 
también ante la televisión. Dicho “asesor” además fue a palacio de gobierno hasta en 
veinte veces según esta registrado en el libro de ingresos a la casa de gobierno, 
según lo indica el reconocido semanario periodístico de investigación en el Perú 
“Hildebrant en sus trece”. A su vez, el periodista Carlos Paredes (2021) también lo 
expone en su libro de investigación sobre el expresidente Vizcarra denominado “El 
perfil del lagarto”. Veamos en este pasaje algunas referencias del “asesor” Hayimy: 
 
Hayimy dice que dos veces hizo ceremonias de limpia y florecimiento en 
el despacho presidencial, llevó espadas, flores, y toda la parafernalia 
propia de su oficio. Que otras dos veces ingresó a la residencia 
presidencial, en el segundo piso de Palacio, donde fue recibido por el 
presidente y su esposa. Que Martín Vizcarra siempre se reunía a solas 
con él, unas veces en la sala Bolognesi, que es el mismo despacho 
Presidencial, y otras en la sala Grau, que está al costado, destinada a las 
reuniones de trabajo del presidente, porque tiene una mesa para diez 
personas. El presidente Vizcarra le consultaba de todos los actos de 
gobierno y de las personas de su entorno, ministros, vicepresidenta, 
asesores y hasta secretarias. Su pregunta más recurrente era qué tan leal 
le eran a él. (Paredes, 2021, pp. 186 a 187) 
 
Pero además, también se conoce de otros ex presidentes que eran muy asiduos 
consultantes del mundo ocultista, así tenemos el caso del ex presidente Alberto 
Fujimori Fujimori,actualmente en prisión, quien acudió en ocasiones a las lagunas 
de las Huaringas12 para hacerse unas “limpias” (actividad realizada por chamanes y 
otras personas vinculadas al ocultismo, que consiste en hacer un ritual de 
purificación, ya sea cubriendo el cuerpo con hierbas, huevo, recitando y haciendo 
invocaciones u oraciones a los espíritus o entes que asisten al operador ocultista, 
entre otras formas), y consultar a los brujos. Esto sucedió durante su gestión 
 
11 Hayimi es un personaje que se autodefine como vidente y que da asesoría “espiritual” a diferentes 
personajes del mundo artístico, de la política, etc. Suele aparecer en diferentes medios comunicacionales 
haciendo consultas sobre la vida personal y el futuro de los mismos. De la misma forma ha habido otros 
personajes esotéricos como Rosita Chung (Hinojoza, 2021). 
12 Son un conjunto de lagunas de agua dulce ubicadas en la localidad de Huancabamba, Piura, en el norte del 
Perú. Es considerada “la capital” del chamanismo o de los brujos en el Perú. Se conoce de este lugar por ser 
muy frecuentado por los chamanes y sus “pacientes” para realizar sus diferentes rituales. 
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gubernamental en la década de los noventa. Asimismo, también continuó con su 
práctica su hijo, el ex congresista Kenyi Fujimori13 en el año 2017, cuando era un 
potencial candidato presidencial. 
 
Empero, Fujimori padre también andaba con diferentes contactos del 
ocultismo, y lo hacía muy asiduamente; entre ellas una conocida y ya 
difunta astróloga de la farándula llamada Rosita Chu, conocida en los 
medios de la farándula como la “brujita blanca”, siendo esta su confidente 
esotérica favorita en su momento. Entre otros consejeros también esta 
una “adivina” llamada Carmela Polo Loayza, denominada Madame 
Carmelí, así como Coty Zapata. Esto lo indica el sociólogo y especialista 
en ciencias políticas Carlos Meléndez (2018), en su libro titulado “El 
informe Chinochet”, en donde dice lo siguiente: “Alberto Fujimori solía 
obsesionarse con su destino. La leyenda urbana cuenta que contrataba 
los servicios de parapsicología, astrólogos y chamanes, entre los que 
destacaban figuras renombradas de la cultura popular limeña”. (Paredes, 
2021, p. 13) 
 
Además, nos dice Meléndez (2018), Fujimori hizo varios o asiduos viajes a las 
alturas de la sierra de Piura. Según uno de sus familiares cercanos solo fueron un par 
de visitas. Esto para darse baños de “florecimiento” en las lagunas de las Huaringas, 
por recomendación de los curanderos de la zona. Por otro lado, Fujimori en sus 
inicios escuchaba a dos videntes, una llamada Doña Bertha, quien le dijo que sería 
presidente tres veces, y esto se lo manifestó cuando solo era catedrático de la 
Universidad Agraria La Molina y no estaba involucrado en la política nacional. Y la 
otra vidente de nombre “Jennifer”, que ya siendo Jefe de Estado le fue recomendada 
por Gonzalo Sánchez de Lozada (presidente de Bolivia dos veces) y por Jamil 
Mahuad (expresidente de Ecuador y derrocado en enero del 2000). 
Asimismo, como se dijo anteriormente, la practicante de ocultismo 
perteneciente al entorno de Fujimori de nombre Carmela Valenzuela, conocida 
como Madame Carmelí, es también un personaje mencionado por Mario Vargas 
Llosa en su libro “El pez en el agua” (libro donde narra su experiencia como 
candidato político líder del partido de coalición FREDEMO en el año 1990), 
diciendo lo siguiente respecto a Alberto Fujimori: 
 
13 Kenji Fujimori, hijo del expresidente en prisión, Alberto Fujimori, fue candidato al Congreso y viajó a 
Huancabamba de Piura en el año 2017, al igual que su padre años atrás. Un pueblo con una tradición desde la 
antigüedad asociado a las actividades chamánicas (Perú21, 2017). También Kenji Fujimori participó en un 
reportaje televisivo en Frecuencia Latina en donde el periodista Armando Avalos da cuenta de dicha 
actividad. 
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Entre sus candidatos había muchos pastores de iglesias evangélicas y 
eran todos, sin excepción, desconocidos. Y después descubrimos que 
había incluido entre ellos a su propio jardinero y a una adivinadora y 
quiromántica, embarrada en un proceso de drogas, Madame Carmelí 
(Mario Vargas Llosa, 1993, p. 264). 
También el periodista de investigación Umberto Jara (2019), menciona en su 
libro “Ojo por Ojo”14 a dicho personaje, diciendo que esta persona fue una astróloga, 
y que en febrero de 1992 se le ordenó de manera prioritaria al mayor Santiago 
Martín Rivas (después sentenciado por las matanzas del grupo Colina durante la 
dictadura de Alberto Fujimori), asistir a Madame Carmelí para recogerla desde el 
Cusco y traer unos sacos con hierbas. En esos días se tomaba la decisión del 
autogolpe del cinco de abril que dio inició a la dictadura de Alberto Fujimori, y que 
después se mantuvo en el poder durante diez años al controlar las diferentes 
instituciones del Estado. 
Pero además, ya algunas décadas después, Fujimori también contó con otro 
grupo de “consultoras”, una de ellas fue Salomé Ibarguen15, quien lo visitaba al 
centro de reclusión y lo acompañaba a las audiencias judiciales. Ésta, además de ser 
su vidente, estaba vinculada a la brujería, llegó a amenazar a abogados como Gloria 
Cano, representante legal de las víctimas de las matanzas de Barrios altos, uno de los 
delitos por el cual se juzgaba a Alberto Fujimori. Cuenta Cano al respecto: “A mí 
una vez [Ibarguen] me amenazó… se acercó, y me dijo la vas a pagar con tus hijos y 
tus nietos” (Infobae, 2008; Diario Correo, 2014) 
Una declaración interesante es la del exprocurador del Estado Jorge Ugaz 
(2016), quien en su libro denominado “Caiga quien caiga”, además de exponer su 
experiencia como procurador ad hoc para los casos de corrupción del gobierno de 
Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, cuenta lo siguiente sobre una entrevista 
que le hizo al todavía en aquél entonces presidente Fujimori en noviembre del año 
2000: 
 
Más ceremonioso que lo acostumbrado, nos confesó que hacía mucho 
tiempo que consultaba con una bruja, mujer con facultades paranormales 
a quien recurría no sólo para asuntos personales, sino en muchas 
 
14 “Ojo por Ojo” es el libro que describe la historia del grupo Colina, un destacamento militar clandestino que 
hacía ejecuciones extrajudiciales a miembros y simpatizantes del grupo terrorista Sendero Luminoso. Los 
casos más sonados fueron las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Por ello fue también procesado y 
sentenciado Alberto Fujimori. 
15 Se trata de un personaje ya también fallecido en el 2014, muy cercano al fujimorismo, vidente personal del 
expresidente Fujimori y practicante de actividades ocultistas (Infobae, 2008). 
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ocasiones antes de adoptar determinadas decisiones importantes de 
gobierno. Como quiera que la adivina había acertado siempre en sus 
predicciones (…) No podía creer lo que escuchaba. ¡El país había sido 
gobernado en los últimos años en base a decisiones que consultaban con 
una bruja! (Pp. 55 a 56) 
 
Así, como vemos, diferentes personajes de la política y de la sociedad en 
general, continúan dichas prácticas, siguiendo una tradición muy arraigada que se 
remonta hasta la antigüedad de los tiempos precolombinos y que se resiste a 
desaparecer. 
Según el historiador Juan Pablo Bubello (2017), esto se debe a que se trata de 
prácticas esotéricas que constituyen herramientas culturales en donde las personas 
intentan dar sentido al hombre, al futuro, a la salud o a la enfermedad, en general, a 
todo aquello que no controlan o que más bien desean controlar. 
 
6. Alcances sociológicosy psicológicos sobre las 
prácticas del ocultismo en las sociedades 
contemporáneas 
Cabe preguntarse el porqué de la recurrencia de estas prácticas en las personas, y 
específicamente en quienes poseen aparentemente una mentalidad más secularizada, 
progresista, académica y hasta científica. Para ello debe asumirse que esto se da 
dentro de una dinámica cultural en movimiento con sus constantes adaptaciones, y 
que permea la sociedad. 
 
Estamos en una época de cambios culturales en medio de los cuales las 
formas convencionales de creencias ceden paso a las formas heterodoxas, 
sincréticas y neomágicas. […] Adicionalmente, con la crisis de los 
grandes metarrelatos, de las utopías de los movimientos históricos que 
tuvieran tanta vigencia durante el siglo XX, el panorama religioso se ha 
visto sustancialmente modificado. Y una de las cuestiones fundamentales 
de este cambio es el agotamiento del paradigma progresista clásico que 
postulaba desde la Ilustración que lo religioso pertenece al mundo 
tradicional que debe necesariamente ser superado. Desde la revolución 
cultural del Iluminismo, en el siglo XVIII, se identifican las tendencias 
progresistas con el libre pensamiento, el anticlericalismo y el ateísmo. 
Hoy, por el contrario, no sólo encontramos a personas de posiciones 
izquierdistas que declaran ser muy religiosas, sino también a derechistas 
que se dicen ateos […] Vivimos una época de grandes transformaciones, 
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en la que junto con el incremento exponencial de los flujos de 
información -gracias a las nuevas tecnologías de la información y la 
comunicación (NTIC)-, las influencias de corrientes culturales y 
religiosas se han multiplicado crecientemente. En la actualidad, el sujeto 
religioso tiene muchas más oportunidades de escuchar doctrinas y 
prédicas, que emiten una gama muy variada de púlpitos. (Parker, 2008, 
p. 338) 
 
En lo que respecta específicamente a la política, también los procesos y 
dinámicas de cambio se manifiestan. 
 
La política en la región latinoamericana se caracteriza por su desencanto. 
Y esto está relacionado con la fragmentación de los partidos políticos 
además de las elecciones de liderazgos populistas. Y esto también se 
evidencia en la debilidad que exhibe el sufragio electoral, la poca 
efectividad de los sistemas de frenos y contrapesos, el constante abuso de 
las élites dirigentes y la transformación de los controles interpoderes en 
habituales pactos entre políticos que en vez de ejercer una fiscalización 
se protegen mutuamente. (Gargarella, 2020, p. 11) 
 
No es de sorprender que, por lo menos hasta donde se ha podido recoger 
referencias documentales de personajes políticos involucrados en el ocultismo, 
como los mencionados anteriormente, estos estén comprometidos en dictaduras o 
regímenes autocráticos, gobiernos populistas ya sea de izquierda o derecha y de 
escasa fortaleza institucional democrática. Pero además, dichas prácticas ocultistas 
se encuentran cada vez más accesibles y de forma creciente por diferentes medios. 
 
La crítica social a las supersticiones en la época contemporánea, que 
podemos también denominar como ‘consumo de magia, videncia y 
futurología’ ha sido objeto desde hace ya bastante tiempo de interés por 
parte especialmente de historiadores, antropólogos culturales y 
sociólogos. El ocultismo o futurología, como se denomina 
comercialmente, se ha ido convirtiendo en los últimos lustros en un 
negocio amplio y difuso, sobre todo por la progresiva integración que ha 
tenido a la programación cotidiana de revistas de masas y también a la 
televisión e internet, además de representar un capítulo importante de la 
intercomunicación en secciones comerciales y demanda de estos 
servicios (Roiz, 2002, p. 36) 
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Al respecto, Horkheimer y Adorno (1998), desde su teoría crítica desde 
mediados del siglo XX, refieren la problemática de las contradicciones de la razón y 
su deterioro en la modernidad, siendo el conocimiento racional y la verdad, junto 
con todas sus bases del iluminismo de la razón instrumental, la lógica formal y, en 
suma, desde el pensamiento de Bacon hasta el positivismo y el neopositivismo del 
siglo XX, tradiciones y fundamentos que pierden vigencia, el desencantamiento de 
la razón. Cabe mencionar la obra de Adorno (1951), “Nuevas tesis sobre el 
ocultismo”, y el artículo de 1957 “Supersticiones de segunda mano”, en donde el 
autor acusa la regresión o vuelta masiva al animismo y el pensamiento mágico, con 
expresiones como el horóscopo y la astrología en pleno capitalismo tardío. 
Mención especial tiene el psiquiatra David Owen con su concepto del 
síndrome de Hybris. Este hace referencia a la fiebre por el poder, su origen 
lingüístico procede de la antigua Grecia, y de manera específica describe un acto en 
particular: 
 
Era aquel en el cual un personaje poderoso, hinchado en desmesurado 
orgullo y confianza en sí mismo, trataba a los demás con insolencia y 
desprecio. Para él era como una diversión usar su poder para tratar así a 
los otros, pero esta deshonrosa conducta era severamente censurada en 
la antigua Grecia. (Owen, 2009, p. 26) 
 
Se trata de una conducta que se hace recurrente según David Owen (2009) en 
algunos jefes de Estado y de gobierno hasta hoy en día, ya sea que se trate de líderes 
democráticos o no. 
Por otra parte tenemos el concepto de la “Tríada oscura de la personalidad”. Se 
trata de un constructo de rasgos desarrollado por los psicólogos de la Universidad 
de la Columbia británica Delroy Paulhus y Kevin Wiliams, quienes en el año 2002 
publicaron un artículo denominado “The Dark Triad of personality: Narcissism, 
Machiavellianism, and psychopathy”, en donde plantearon a las tres grandes 
dimensiones de la personalidad que son dañinas para las personas con quienes se 
relacionan, siendo dichas dimensiones posibles de encontrar entre la población, no 
habiendo necesariamente una patología. Dicho constructo se define como la 
expresión de las características de ciertas personas que poseen rasgos narcisistas, 
maquiavélicos y psicopáticos. Siendo así, estas personas son sumamente 
egocéntricas, ya que por un lado el narcisista puede mostrarse arrogante con 
grandes deseos de ser admirado y adulado, el psicópata con grandes muestras de 
agresividad e insensibilidad, y el maquiavélico con unos grandes deseos de poder, 
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siendo manipulador e inescrupuloso para ello y con disposición para hacer uso de 
todo medio para conseguir sus objetivos. 
Existen indicios de varios de estos elementos actitudinales, en mayor o menor 
medida, en diferentes personajes políticos observados. Por ello, la disposición o 
pocos escrúpulos incluso para la realización de prácticas ocultistas mientras se tenga 
al alcance toda posibilidad de acrecentar el poder y control. 
 
7. Discusión 
Es cierto que en general las actividades ocultistas se caracterizan por desarrollarse, 
en un sentido general, dentro de un plano de reserva en su práctica, especialmente 
si se realizan para personajes importantes de la política, los negocios, etc. 
Ciertamente estas características pueden plantear algunas dificultades para superar 
algunos aspectos de la investigación en cuanto a la indagación de determinados 
personajes relacionados con el poder, y nos referimos en el sentido de identificar 
claramente y con mayor precisión qué tipos de operadores ocultistas, qué prácticas y 
procedimientos y para qué propósitos específicamente, son los que contactan 
determinados políticos, si se trata de adivinos, curanderos, chamanes, brujos, etc.Como marcos epistemológicos y de metodologías de trabajo para abordar este 
tema, que puede ser esquivo en su alcance ante determinadas figuras, se tiene que 
hacer uso principalmente de enfoques cualitativos. Así, mucha de la evidencia se 
basa en investigaciones periodísticas, estudios históricos, denuncias públicas, 
testimonios de personas cercanas a los personajes políticos en cuestión, o en alguna 
referencia indirecta ante los medios, ya sea una declaración o reconocimiento de 
alguno de los “consejeros espirituales”, videntes o chamanes, la acusación de alguna 
“víctima”, etc. Por lo que cualquier referencia hacia las prácticas mismas por parte 
del actor político con su vidente, brujo o chamán y otros tipos solo se puede 
referenciar en sus posibilidades de comprensión en un plano comparativo e 
ilustrativo con la evidencia ya existente de dichas prácticas, sea por el trabajo 
etnográfico de antropólogos, historiadores y arqueólogos, que permiten acercarnos 
a los sentidos simbólicos y las dinámicas de dichas actividades a lo largo del tiempo. 
Se hace necesario desarrollar un trabajo interdisciplinario para no caer en 
reduccionismos ideológicos, prejuicios o restricciones disciplinares al abordar estos 
fenómenos. Es importante avanzar en el desarrollo de más estudios y otras 
aproximaciones o metodologías para abordar mejor este complejo tema de 
investigación. 
 
 
 
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8. Conclusiones 
A partir de diferentes relatos, testimonios e investigaciones periodísticas y 
académicas desde la antropología y la historia principalmente, se ha podido dar 
cuenta de la existencia de las prácticas ocultistas y sus expresiones mágico-religiosas 
vinculadas al poder político. Así, encontramos a diferentes personajes de 
Latinoamérica y del más alto nivel, estar recurriendo a dichas prácticas. Sin 
embargo, se trata de una actividad muy antigua que data desde tiempos 
precolombinos, pero que se encuentra aún vigente y en crecimiento. 
El ocultismo consiste en la práctica de actividades relacionadas con la magia, la 
alquimia, la astrología, el futurismo, la videncia, el chamanismo, la brujería, y otras 
que sean ajenas al racionalismo occidental y al proceso del conocimiento científico. 
Y estas se orientan, dentro de sus sistemas de creencias, a la búsqueda de la 
manipulación directa e indirecta de diferentes fuerzas, es decir espíritus, energías, 
dioses, santos, etc., y que poseen cierto poder. Ello para obtener un propósito o 
beneficio personal, ya sea de salud, afectos, información, poder político, dinero, 
control sobre determinadas personas o eventos, etc. Sus prácticas se circunscriben a 
personas o grupos minoritarios que no tienen una legitimidad institucional y que se 
realiza de manera soterrada o reservada en muchos casos. 
Los políticos que han hecho uso de las prácticas ocultistas, según los casos 
observados, se trata de personas con grandes deseos de poder y control, tal es el caso 
de François Duvalier en Haiti, Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros en 
Venezuela, Juan Domingo Perón en Argentina, Alberto Fujimori Fujimori y Martín 
Vizcarra Cornejo en Perú, entre otros. Todos estos personajes pertenecen a 
tendencias políticas de izquierda o derecha, entre gobiernos dictatoriales y 
democráticos populistas, indistintamente, lo que refleja sistemas sociopolíticos con 
democracias endebles que posibilitan el acceso a personajes autocráticos, populistas, 
etc. Sin embargo, esto debe ser materia de una investigación más amplia. 
Es de interés advertir sobre esta realidad en la política latinoamericana, ya que 
se trata de personajes con una gran responsabilidad sobre muchas personas. No deja 
de ser por lo menos controversial que las decisiones políticas para estos personajes 
se basen más bien en recurrencias al ocultismo que al trabajo racional, objetivo y 
transparente. Las razones pueden encontrarse en la sociología y la psicología. Por 
un lado, los grandes cambios sociales y culturales en donde formas tradicionales y 
convencionales de creencias dentro de la modernidad dan paso a formas 
heterodoxas sincréticas y neomágicas que se han vuelto más crecientes y accesibles 
por diferentes medios en un mundo ya posmoderno. Y por otro lado, rasgos de 
personalidad específicos que expresan disposiciones actitudinales para usar 
cualquier medio para obtener más poder y control. 
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Es importante desarrollar investigación sobre estos temas contemporáneos 
tan controversiales, y definir metodologías para una adecuada aproximación a estos 
fenómenos antropológicos, psicológicos y socioculturales desde una perspectiva 
interdisciplinaria, y así poder superar los límites de la hermenéutica y los sesgos 
disciplinares en el estudio de casos dentro del trabajo de investigación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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