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Relaciones tróficas del calamar gigante (Dosidicus gigas)en la región central del Golfo de California. Dr. Agustín Hernández Herrera CICIMAR ‐ IPN SIP 20080945 INTRODUCCIÓN En México, la pesquería del calamar gigante (Dosidicus gigas) tiene sus inicios desde 1974, sin embargo, la gran variabilidad en su abundancia no permitió que se estableciera la pesquería hasta 1995 año a partir del cual se ha establecido de forma permanente en la región central del Golfo de California. Desde entonces, la pesquería de calamar gigante se ha convertido en una importante fuente de empleos e ingresos económicos para las poblaciones de la región. De acuerdo a estudios recientes con marcado y recaptura realizado por Markaida et al., (2005), se confirmo movimientos migratorios de esta especie en la región central del Golfo de California entre la costa de Guaymas, Son. (de noviembre a mayo) y la de Santa Rosalía, B.C.S. (de mayo a noviembre), aparentemente siguiendo los patrones de surgencias. Los desplazamientos de la población de calamar entre zonas, su alta tasa de crecimiento y su ciclo de vida corto permiten inferir que los requerimientos energéticos individuales son altos por lo que es importante conocer los principales componentes de la dieta y sus cambios a través del tiempo. De acuerdo a lo que se ha observado los cefalópodos en general son organismos de hábitos carnívoros, que se alimentan de presas vivas en todo su ciclo de vida. Son depredadores rápidos, activos y de hábitos nocturnos (Nesis, 1983; Boucher‐Rodoni et al., 1987; Ehrhardt et al., 1983). Son además consumidores oportunistas que pasan fácilmente de una presa a otra, aunque tienen preferencias por algunas especies (Boucher‐Rodoni et al., 1987). En particular, D. gigas se alimenta de cualquier presa mientras se mueva, sea abundante y de tamaño adecuado (Nesis, 1983; Clarke y Paliza, 2000; Hanlon y Messenger, 2002). En algunos trabajos realizados en el Hemisferio Sur, se ha mencionado que el calamar adulto se alimenta sobre todo de peces, en segundo lugar de cefalópodos y en menor grado de crustáceos (Fusejima, 1993; Mariátegui et al., 1997; Kuroiwa, 1998). También se ha descrito que conforme van aumentando de talla creciendo la frecuencia de ocurrencia del plancton decrece, siendo dieta secundaria en calamares mayores a 30 cm de longitud de manto (LM); mientras que la del canibalismo aumenta con la talla, siendo secundario en individuos menores a 35 cm LM, lo que resulta en un mayor grado de llenado del estómago conforme aumenta la talla del calamar (Nesis, 1970). En el Hemisferio Norte, Fitch (1976) distingue que la alimentación en los calamares de menor talla es principalmente de crustáceos, los de talla mediana, de peces y los más grandes, de calamar. En estudios más recientes se ha confirmado esta misma proporción de grupos presa observado en el Hemisferio Sur: principalmente peces, después cefalópodos y en menor porcentaje de crustáceos (Koronkiewicz, 1988; García‐Domínguez y González‐Rodríguez, 1988; Markaida y Sosa‐Nishizaki, 2003). Por otro lado, hay autores que mencionan a la langostilla pelágica como componente principal en la dieta de D. gigas. Markaida y Sosa‐Nishizaki (2003) son los únicos en mencionar la presencia de este crustáceo en calamares dentro del Golfo de California con un porcentaje de frecuencia (0.4‐ 17.5 %). Solamente se han realizado dos estudios detallados de la dieta de D. gigas en el Golfo de California en los cuales se menciona como elemento principal de la dieta a las sardinas (en 1980) y a los mictófidos (1995‐1997) (Ehrhardt et al., 1986, 1991; Markaida y Sosa‐Nishizaki, 2003). Aun cuando el calamar sea oportunista y tenga la capacidad cambiar su dieta a lo largo del tiempo (Boucher‐Rodoni et al., 1987). Su alta abundancia en la zona va a depender no sólo de que existan las presas, sino que se encuentren en volúmenes necesarios. De aquí deriva la importancia de ampliar el conocimiento sobre su biología y específicamente en este caso, de los hábitos alimenticios. Este estudio permite reconocer las relaciones tróficas del calamar gigante con otras especies y detectar los cambios de preferencia sobre las principales presas a través del tiempo y sus posibles efectos en la población. El registro de la composición específica de la dieta para esta especie es de utilidad como contribución al conocimiento de su biología y comportamiento en esta región. MATERIAL Y METODOS. Para llevar a cabo el presente proyecto se plantearon muestreos quincenales a la zona de Santa Rosalía, B. C. S. La periodicidad de los muestreos está relacionada con los cambios que puede presentar la población de calamar debido a su ciclo de vida corto. El esfuerzo de muestreo se hizo todo el año. Los muestreos provienen de la pesca comercial, la cual se realiza en pangas con motores fuera de borda, en la cual viajan normalmente dos pescadores. Se utiliza como arte de pesca la potera, la cual consiste en una serie de cuatro o cinco coronas metalicas las cuales están unidas a un señuelo de material luminiscente para que atraiga la atención de los calamares. Cada muestreo comprende dos etapas, la primera, es el muestreo biológico que nos permite tener una muestra de calamares enteros de los cuales se les toman una serie de medidas y pesos, así como también nos permiten obtener material biológico que en el caso de nuestro objetivo fue el estómago, mismo que se congelo para posteriormente separar, identificar y cuantificar la dieta del calamar. La segunda etapa es el muestreo masivo, el cual considera medir y pesar la captura comercial del calamar en puerto. Cabe señalar que lo que la flota comercial descarga en puerto se denomina ¨sabana¨, la cual es una parte del manto. Con el fin de hacer comparable las medidas y pesos del muestreo biológico y el muestreo masivo se calcula un factor de corrección utilizando una regresión lineal. Se analizó la distribución de la longitud de manto y de peso de manto en el año. Para cuantificar la dieta se hace una separación, identificación y cuantificación de la dieta utilizando el índice de importancia relativa. Para este estudio el índice considera dos aspectos de la dieta de un organismo. La abundancia (N) de una presa en los estómagos del depredador que se expresa en número de organismos y la frecuencia con que aparece una presa en los estómagos con alimento del depredador (FO). El índice de importancia relativa (IIR) relaciona lo que representan los porcentajes de cada tipo de presa en cada uno de los aspectos mencionados con respecto del total de la dieta, de la siguiente manera: IIR = %N * % FO Este índice permite ponderar diferentes aspectos de la dieta y expresarlos en porcentajes para hacerlos comparables con otros estudios de la misma especie o especies similares. RESULTADOS El periodo de muestreo comprendió del mes de abril al mes de Noviembre. Se registraron un total de 1245 calamares, de los cuales 1008 fueron en el muestreo masivo y 237 en el muestreo biológico. La proporción de sexos fue de 0.64:1 (M:H). El intervalo de la longitud de manto comprendió de los 19 –761 cm con un longitud de Manto promedio de 38.3 cm. El intervalo del peso de manto fue desde 0.35 – 13.8 kg con un peso de manto promedio de 2.83 kg. De acuerdo a la distribución de tallas se observa una moda entre las tallas de 30 – 55 cm de LM (Fig. 1). En cuanto a la distribución del peso de manto se observó un grupo modal entre 2‐ 3 kg (Fig. 2). 0 50 100 150 200 250 300 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 N úm er o de o rg . Longitud de Manto (cm) Figura 1. Distribución de frecuencia de la longitud demanto (cm) de D. gigas en la zona de Santa Rosalía. 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 N úm er o de o rg . Peso total de Manto (Kg) Figura 2. Distribución de frecuencia del peso total del manto (kg) de D. gigas en la zona de Santa Rosalía. En este estudio se identificaron 25 tipos de presas en el contenido estomacal de D. gigas; siete especies, cinco géneros, tres familias y un orden de peces; tres especies, dos géneros y una familia moluscos; y una especie, una familia y un orden de crustáceos. También se encontraron restos de peces y de calamares. Según el método Numérico los peces con un 47.4 %, presentan el mayor porcentaje en la dieta del calamar gigante para las dos localidades en los años 2002 y 2003, seguido de los cefalópodos con 30.9 %, siendo de menor importancia los crustáceos con 19.3 % y de materia orgánica no identificada (MONI) con 2.0 % (Figura 3a). Según la Frecuencia de Ocurrencia, al igual que en el método Numérico el grupo con mayor porcentaje, fue el de los peces con 81.1 %, seguido de los cefalópodos con 63.5 %, de materia orgánica no identificada (MONI) con 20.3 % y los crustáceos con 8.1 % (Figura 10a) De acuerdo al Índice de Importancia Relativa, los peces fueron el grupo más importante con un 64 %, seguido de los cefalópodos con 32.7 %, crustáceos con 2.6 % y MONI con 0.7 % (Figura 3b). a) 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 0 10 20 30 40 50 % N % F O , Peces Cefalópodos Crustáceos MONI b) MONI 1% Crustáceos 3% Cefalópodos 33% Peces 63% Figura 3. Grupos principales de presas en la dieta de Dosidicus gigas en todos los estómagos. (a) Relación entre porcentaje de Frecuencia de Ocurrencia (% FO) y % Numérico (% N); (b) porcentaje de Índice de Importancia Relativa (% IIR). Las especies presa más abundantes según el método Numérico fueron: el calamar Pterygioteuthis giardi con 19.0 %, seguido de los engráulidos o anchovetas con 18.0 % y restos de peces no identificados con 10.5 % y el pez mictófido Benthosema panamense con 9.9 % (Figura 11a). Las presas presentes en un mayor número de estómagos (% FO) fueron los restos de peces, 42.5 % y los restos de calamares, 35.6 %, seguidas de engráulidos, 30.1 %, connespecíficos, 23.9% y P. giardi, 21.9 % (Figura 4a). Las presas con mayor porcentaje de IIR fueron los engráulidos con 26.1 %, los restos de peces con 21.3 %, P.giardi con 19.9 %, restos de calamares con 14.2 % y B. panamense con 9.1 % (Figura 4b). a) 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 0 5 10 15 20 % N % F O , Engraulididae Restos de peces Pterygioteuthis giardi Restos de calamares Bentosema panamense Dosidicus gigas Merluccius productus MONI Pleuroncodes planipes Triphoturus mexicanus Otras presas b) 21% 9%4% 1%1% 2% 20% 1% 1% 26% 14% Figura 4. Presas de Dosidicus gigas en todos los estómagos. (a) Relación entre Frecuencia de Ocurrencia (% FO) y % Numérico (% N); (b) porcentaje de Índice de Importancia Relativa (% IIR). El canibalismo estuvo presente en casi todos los intervalos de talla, el cual tendió a incrementar con la talla (Figura 5). 0 20 40 60 80 100 30-39 40-49 50-59 60-69 70-79 80-89 Intervalo de tallas (LM en cm) Fr ec ue nc ia % - Figura 5. Porcentaje de canibalismo por intervalos de talla. IMPACTO Los resultados de este trabajo nos permiten conocer la interacción del recurso calamar gigante con otras especies en la región central del Golfo de California específicamente en Santa Rosalía. Los últimos 10 años la pesca comercial en esta zona ha promediado 35,000 t/año. Lo anterior es evidencia indirecta de la abundancia del calamar. Ya se ha descrito que D. gigas tiene un metabolismo acelerado por lo que es muy voraz. Esto hace que dependan de grandes cantidades de alimento, por lo que generalmente se alimentan sobre especies que forman cardúmenes como se observo en este estudio. También, cabe señalar que algunas de las presas de D. gigas no están sujetas a pesca comercial, lo que tiene importancia ecológica ya que este recurso se vuelve en un muestreador de las mismas Otro componente de la dieta del calamar gigante fue el propio calamar gigante, ya sea como presa identificada por medio de los picos, o bien por la repetida presencia de músculo fresco de calamar en los estómagos. El canibalismo en cefalópodos se ha mencionado como una alternativa a reducir las tasas metabólicas cuando la comida no está disponible (Amaratunga, 1983; O´dor y Wells, 1987). Como generalmente los organismos se obtienen por medio de la pesca, es difícil saber hasta que punto el canibalismo es fomentado por las mismas áreas de pesca. Por un lado es posible que se trate de un comportamiento natural en cierta medida, así como lo es para otros miembros de su misma familia (y de su misma clase en general), y otro tanto que el canibalismo sea fomentado por la misma zona de pesca, al ser un lugar atractivo para los calamares hambrientos por su luminosidad y por el alimento que otorgan los calamares lastimados por las poteras. Es importante mantener el monitoreo de la población de calamar en la zona debido a que es el soporte de la pesquería a nivel artesanal más importante del país. Además, cualquier cambio en sus parámetros poblacionales puede estar asociado con cambios en su distribución y abundancia.
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