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FONOAUDIOLOGÍA PSICODINÁMICA DELGADO – MAZZOCCO – VIDETTA Segunda edición revisada y ampliada por Luis Carlos H. Delgado LA PROPUESTA DE UNA FONOAUDIOLOGÍA PSICODINÁMICA Cuando en abril de 1981 se creó en la Universidad del Salvador la Licenciatura de Fonoaudiología, asumí la programación y conducción de la cátedra de Psiquiatría Dinámica, materia que hasta ese momento no había tenido un espacio pertinente en el diseño curricular. Nuestros alumnos eran fonoaudiólogos egresados de distintas Universidades y aún profesores de la Carrera de Fonoaudiología, con amplia experiencia profesional y docente. La cátedra intentó brindarles el mejor aporte posible interesándolos en la perspectiva psicodinámica y ampliando la comprensión sobre las complejidades psicosomáticas de los problemas y afecciones propias de la Otorrinolaringología y la Foniatría. El hecho de transitar con cada grupo dos años lectivos en forma continuada, nos permitió reelaborar los programas gracias a la retroinformación sobre los contenidos ofrecidos. De esta manera fueron privilegiándose los elementos psicoanalíticos, psiquiátricos y psicosomáticos y desarrollándose la serie de núcleos de investigación que hoy pueden ser recopilados como los contenidos de una Fonoaudiología Psicodinámica. La primera edición de un texto surgió en el año 2000, de la reelaboración de artículos individuales y producciones compartidas, de los docentes de la Cátedra de Psiquiatría Dinámica en aquellos años, Profesores Adjuntos Luis Mazzocco, y Myriam Gladys Videtta y Titular Luis Carlos H. Delgado. Una mención especial merece nuestro fallecido compañero de claustro, Dr. Rubén Alberto Vera así como la extinta Directora de la Carrera Ethel Wells de Piccoli que siempre nos brindara su apoyo. Hoy ocupa su cargo la Licenciada Mónica Rodríguez, dispensadora en todo momento de cordialidad y confianza. Asimismo deseo expresar un reconocimiento especial por el Dr. Jorge L. Montonati quien nos abrió las puertas de la Facultad. Me cupo continuar su enseñanza hasta el presente, debiendo adaptarla unos años atrás a los nuevos diseños curriculares de la Licenciatura, integrada como materia cuatrimestral con la denominación de Psicodinamia en Fonoaudiología. A tal fin retomo la actualización y ampliación de la obra, que si bien puede ser reeditada próximamente por la Universidad del Salvador, sirve este acceso mientras tanto, a los alumnos del futuro curso. L.C.H.D. ÍNDICE Definiciones preliminares La formación del fonoaudiólogo La propuesta de una fonoaudiología psicodinámica Núcleos de investigación en fonoaudiología psicodinámica Orígenes y evolución de los sistemas audio-fonéticos El grito y el llanto del recién nacido La etapa pre-oral respiratoria Función olfativa La interacción materno-infantil El esfínter laríngeo Bibliografía Sublimaciones y progresión de los sistemas audio-fonéticos La voz Progresiones de la voz hablada Progresiones actorales Progresiones de la oratoria Progresiones del canto Bibliografía Trastornos conversivos Concepto freudiano de conversión Discusión Bibliografía Enfermedades psicosomáticas en otorrinolaringología Tipología y fonoaudiología Personalidad y enfermedad psicosomática Adecuación o dialecto de órgano Deglución atípica: Modelo de afección psicosomática Bibliografía Función y campo de la palabra Código lingüístico y personalidad Bibliografía Desarrollos psicoanalíticos sobre la cuestión del lenguaje Cuando un cuerpo habla El signo lingüístico Subversión del signo lingüístico. Preeminencia del significante La enunciación y la escucha Divertimentos Formalizaciones El deseo y la demanda La puntada El Ciudadano Kane El goce y su caída El sujeto inconsciente del deseo La cuestión del goce y lo imaginario Un texto de Eduardo Saíd: “ajó ajó, el significante de la fonación” El comienzo del lenguaje según Sigmund Freud Esquema de la hipótesis freudiana según “El Proyecto…” Las características del discurso y el problema de la verdad Parresiastas - (Parrehesía) Rétores (Retórica) Athyroglossos (Athyrostomía) Ubicación del lenguaje en el aparato psíquico Inscripción mnémica Lenguaje de los símbolos, sueños y actos fallidos El ejemplo Signorelli. Olvido de nombres propios Para una comprensión del fenómeno onírico El test de asociación de palabras de Jung La metáfora y la metonimia La lalengua Bibliografía Hermenéutica del lenguaje Hermenéutica Representación esquemática del análisis hermenéutico Bibliografía Aspectos psicológicos de la voz La voz no es un órgano Evaluación de la voz Relaciones entre la voz y la personalidad Estilos comunicativos Bibliografía Tartamudez Concepciones teórico-etiológicas Las tentativas de integración psicoanalítica con las teorías del aprendizaje Teorías de la escuela norteamericana Síntesis e integración Tartamudez en la infancia, Evaluación estadística Bibliografía Psiquiatría y lenguaje Análisis formal de los aspectos verbales Semiología del lenguaje psicótico Hipótesis del lenguaje y pensamiento psicótico Aplicación del modelo de Merril Garret al lenguaje psicótico Conclusiones: Conciencia, pensamiento y lenguaje. Bibliografía Autismo Criterios señalados para establecer el cuadro de autismo infantil Aportes de la psicología a la entrevista Fonoaudiológica Definiciones Referencia a la formación universitaria del fonoaudiólogo Consideraciones teóricas sobre las variables del contexto de la entrevista Variable espacio Variable tiempo Variable relación paciente terapeuta Indagación de la derivación del paciente o de la resolución de consultar Vivencias negativas frente a la entrevista Capacidad de disociación instrumental y distancia óptima del terapeuta con respecto al paciente Momentos de la consulta Otros problemas técnicos Desarrollo de la consulta La cuestión de los honorarios Bibliografía Medios auxiliares de valor terapéutico utilizados por el fonoaudiólogo La idoneidad psicológica del fonoaudiólogo Visión de conjunto de los medios auxiliares Bibliografía La transferencia como recurso técnico auxiliar La transferencia en el paido-tratamiento Biblioterapia Metodología Proyección, introyección, incorporación, identificación, identidad. La biblioterapia como alternativa en la atención de un paciente oncológico Bibliografía Estabilidad interna y externa Apéndice. Presentación de casos Dora, un caso clásico de conversión Mariela, un caso de deglución atípica AV (Ave), el poder alusivo del signo lingüístico Ricardo, un niño autista Análisis estructural del dibujo libre en trastornos del lenguaje Luisa, paciente disfónica Mariano, un caso de tartamudez Zulema, vocación y tartamudez Afasia e impacto familiar Por una formación de lectores Profesionales y Biblioterapeutas Psicoterapia y Biblioterapia en un paciente oncológico Bibliografía general. DEFINCIONES PRELIMINARES FONOAUDIOLOGÍA PSICODINÁMICA: Proponemos esta designación para denominar el abordaje a la fonoaudiología, desde la perspectiva de la psicología, la psiquiatría dinámica y la medicina psicosomática. PSICOLOGÍA; Disciplina de formación terciaria especializada en el estudio de la conducta, teorías de la personalidad y métodos psicodiagnósticos y psicométricos. PSIQUIATRÍA: Rama de la medicina,especialidad post-grado, que se ocupa esencialmente del estudio, prevención y tratamiento de todos los tipos de enfermedad mental. PSICOANÁLISIS: Disciplina fundada por Sigmund Freud en la que es posible distinguir tres niveles: a - Un método de investigación b - Un método psicoterapeútico c - El conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas mediante las que se sistematizan los datos aportados por el método psicoanalítico de investigación y tratamiento. PSIQUIATRÍA DINÁMICA: El resultado del impacto de la teoría, el método, la investigación y la terapia psicoanalítica sobre la psiquiatría en su conjunto. PSICODINAMIA: Explicación de los fenómenos mentales como resultantes de oposiciones o conflictos entre las áreas de la personalidad entre sí y/o con el mundo externo. MEDICINA PSICOSOMÁTICA: Desarrollo de la medicina como consecuencia de evoluciones conceptuales y replanteos del saber organicista que conduce a la investigación de la interioridad biológica y a una consideración exhaustiva de la vinculación paciente terapeuta. LA FORMACIÓN DEL FONOAUDIÓLOGO El campo fonoaudiológico implica un cruce de caminos entre lo corporal y lo psicológico. Basta atender a la emisión fónica para hacer patente como esta función orgánica se entrelaza íntimamente con el pensamiento, el sentimiento, la emoción, la voluntad, todos ellos objetos de estudio de la psicología y la psicopatología. En sus órganos de estructura mecánica y delicada confluyen el sistema nervioso central, periférico y autónomo, el sistema endocrino, factores tipológicos y determinantes sexuales, como asimismo la respiración tan ligada a lo emocional y de cuyas variaciones depende. En este campo se ejerce la sensorialidad alta y discriminativa de la audición y a su vez la olfativa, heredera de la más antigua y fundamental de la filogenia. Son órganos de enlaces regresivos y sublimatorios, nexos entre el pasado ancestral y las progresiones del desarrollo. Si es posible corroborar en algún nivel las influencias profundas del inconsciente y la conciencia, del Yo y las obscuras fuerzas que lo gobiernan, será precisamente en el nivel fono audiológico que está al alcance de la observación fenoménica en la trama misma de la voz y de las palabras: forma y contenido, interioridad y externalización. El adentro y el afuera del presupuesto psicosomático, esto es: lo que objetivamente se constata y lo que en lo interno le corresponde. Seeman de Praga y Tarneaud de París propusieron los nombres de Foniatría y Foniatra para señalar la disciplina y el profesional que se ocupa de la terapia de la voz y por extensión del habla. Médicos y no médicos se sumaron a esta senda hasta desembocar en la formación del vasto territorio que abarca hoy la Fonoaudiología. La especialidad estableció sus conexiones además de la otorrinolaringología, con la neurología y la psiquiatría, la pediatría, la psicología evolutiva y la pedagogía, la fonética instrumental y la psicolingüística, la odontoestomatología y la kinesiología, etc.; excediendo el diagnóstico y tratamiento clínico hasta desarrollar una ciencia de la comunicación humana. A decir del Profesor Renato Segre, “Sin estos conocimientos el audio-foniatra se encuentra en situación de inferioridad”. NÚCLEOS DE INVESTIGACIÓN EN FONOAUDIOLOGÍA PSICODINÁMICA NÚCLEOS DE INVESTIGACIÓN EN FONOAUDIOLOGÍA PSICODINÁMICA 1 Los puntos seleccionados a continuación deben interpretarse como una propuesta que no agota ni categoriza plenamente el campo de la investigación psicodinámica en Fonoaudiología, pero reúnen aquellos capítulos más fecundos para una indagación. 1. Orígenes prenatales y antecedentes evolutivos de las funciones audiofonéticas. Las estructuras perceptivas se remontan a la vida intrauterina. Desde tempranos estadios los órganos nerviosos registran estímulos y se impregnan de engramas mnésicos; a su vez se troquelan las respuestas motoras tendientes a la descarga de la tensión energética generada por ellos. La típica expresión postnatal de estas circunstancias está constituida por el grito y llanto del recién nacido. Las funciones introyectivas y proyectivas son mecanismos básicos de los procesos psicodinámicos cuya existencia y complejidad sigue el curso de esta línea genético - evolutiva. El feto incorpora el suministro “madre” y escucha su voz y sus latidos. Percibe sonidos y accede al olor de su madre. Tales aperturas comunicativas no serán ajenas al desarrollo estructural y funcional, cumpliéndose la homeostasis o equilibrio de los procesos, de los cuales dependerán al fin las posibilidades de adaptación, integración e identidad así como la salud futura del organismo en formación. 2. Sublimaciones y progresiones del sistema audiofonético. El desarrollo de las funciones fonoaudiológicas no concluye con la maduración normal del sistema. Su capacidad funcional puede ser exigida y llevada a nuevas adaptaciones y rendimientos que sobrepasan los desarrollos habituales de otros sujetos sanos. El fonoaudiólogo que asista en tareas de entrenamiento y soporte profiláctico de los profesionales de la voz tendrá en cuenta que todo rendimiento incrementado puede tener por contrapartida modificaciones en la personalidad y desarrollos conflictivos. Por otra parte el movimiento energético se cumple mediante vaivenes de progresiones y regresiones que no implican involución. La regresión tiene desde este punto de vista un valor positivo, participando en la coordinación de los contrarios y representando la necesidad de adaptación a lo interior en tanto la progresión se funda en la necesidad de adaptación externa. Esfuerzo y fatiga, voluntad y reacción emotiva, sentido de realidad y conciencia de lo íntimo, son la sístole y la diástole de un mismo suceder vital en la libre y plena disponibilidad para la vida en el mundo y del espíritu. 3. Trastornos conversivos de la voz y el oído. En tanto la conversión es un mecanismo psicopatológico que compromete fundamentalmente a la sensoriomotricidad dependiente del sistema nervioso central, constituye un núcleo de interés para la investigación fonoaudiológica. Descrito primariamente como patognomónico de la histeria de conversión, aparece también, en otros tipos de neurosis y psicosis. Es protagonista de historiales clínicos famosos y a través de sus deslizamientos y deslindes nos conduce al problema de la organoneurosis, somatizaciones y al más abarcativo de la medicina psicosomática. 4. Las enfermedades psicosomáticas en otorrinolaringología. 1 Sobre un artículo publicado en la Revista de la Asociación Argentina de Logopedia, Foniatría y Audiología (ASALFA). 35/1 enero-abril 1989. L.C.H.Delgado. Las enfermedades psicosomáticas se diferencian de los trastornos somatomorfos por tratarse de afecciones realmente orgánicas cuya naturaleza sólo puede ser comprendida cuando se investigan los hechos psicológicos además de los físicos; definición que sugiere que hay enfermedades más psicosomáticas que otras. Es una cuestión compleja responder cuál es la medida exacta y el cómo de la participación emocional. Para un cabal enmarcamiento del problema deben investigarse aspectos tales como: factores tipológicos, psicogenéticos, estructura de la personalidad previa, problemas ambientales y conflictos, movilización de defensas, la participación de la agresividad, tensión y angustia. Interesará además la adecuación de los órganos en tanto su valor expresivo y simbólico, la fantasía inconsciente de órgano y los niveles de expresiónde la psiquis en tanto condicionen manifestaciones biológicas. Se examinarán también los condicionamientos reflejos, las situaciones de estrés, las corrientes de adaptación endocrina, inmunológica y vegetativa. Importarán los procesos de endoculturación, beneficios secundarios, factores precipitantes y los cambios y configuraciones psicosomáticas condicionados por la vinculación con el terapeuta. 5. Función y campo de la palabra. La antropología cultural y filosófica, la sociología y la lingüística, la fenomenología y las ciencias exactas, entre otras direcciones y disciplinas del saber, concurren a la dilucidación de este problema. La investigación psicodinámica, respetuosa y esclarecida por todas estas discusiones necesarias, se desliza a las cuestiones creadas por la concepción de un inconsciente, su manifestación en el lenguaje de los símbolos, sueños y actos fallidos, los fenómenos psicosociales de la sugestión, la seducción y el hipnotismo, el lenguaje del cuerpo, las modalidades vinculares, la dialéctica entre los objetos introyectados, los mandatos superyoicos, los discursos delirantes, y la estructura alucinatoria, etc., situaciones todas relacionadas con el proceso lingüístico, sus funciones y sus alcances. 6. Habla y hermenéutica. Entendida el habla como conducta se convierte en objeto de análisis psicológico; el lenguaje es entonces expresión y proyección del sujeto hablante. Es una forma de conducta altamente diferenciada que materializa fónicamente pensamientos y actitudes. La hermenéutica del lenguaje alude a la verbalización de actitudes del sujeto que habla y exige un esfuerzo interpretativo; concibe a tales actitudes como formas de la pre- conducta del sujeto en su totalidad que matizan las acciones del mismo de una manera relativamente constante. Por tal razón apunta más allá de los procesos neurofisiológicos que hacen factible al habla y con un interés distinto al del análisis lógico de sus contenidos. No se detendrá en el estudio de la relación estricta entre los significantes y sus significados, ni en lo denotado en general. La persona que habla es para el hermeneuta un signo que al propio tiempo emite signos lingüísticos. 7. Psiquiatría y lenguaje. El interés de la psiquiatría por el lenguaje del paciente psicótico se demoró un tiempo en establecer su semiología, la relacionó con alteraciones neurológicas y trastornos del pensamiento y posteriormente intentó algunas metodologías de análisis lingüístico para comprender el discurso psicótico. Con todo no cumplimentó aún su tarea. Al aporte de análisis formales sobre los aspectos verbales la Fonoaudiología Psicodinámica integra el estudio de los trastornos del a priori de la conciencia, de las fallas de la interpretación desarrolladas a posteriori de la experiencia y de la insuficiente adecuación del pensamiento al lenguaje como instrumento decodificador de la realidad, entre otras aproximaciones. 8. Autismo y génesis del lenguaje. Esta relación se presenta como una vía provechosa para estudiar el desarrollo del lenguaje a partir de un trastorno primordial, el mutismo autista y su superación. A su vez nos aproxima a uno de los más apasionantes problemas de la clínica psiquiátrica y fonoaudiológica. Obligada a establecer razones psicodinámicas para comprender la estructura gramatical e inmadura y fenómenos tales como la ecolalia, la inversión pronominal, la afasia nominal, las entonaciones anormales y expresiones idiosincrásicas como su desadecuado uso ajeno a los fines de la comunicación. 9. La voz, una aproximación al estudio de la personalidad. El estudio de la voz en tanto forma independiente de su contenido, nos aproxima al conocimiento de la personalidad y se relaciona con patologías específicas. Cada sujeto la ajusta expresándose dentro de parámetros que siente propios, pero también se conjugan en ella singularidades que escapando a su control ponen de manifiesto su naturaleza más íntima. 10. Alteraciones de la estabilidad interna en el discapacitado. Comprender la dificultad que significa alcanzar la plenitud de la vida ante la presencia de una discapacidad, nos exige contar con un modelo de una psicología de la totalidad del desarrollo del ser humano. El ser-distinto del defectivo no es consustancial con la disposición, sino que la interfiere. El estigmatizado por un trastorno sensorial es un sujeto que ha contado con las posibilidades del desarrollo normal, pero su realización se encuentra dificultada porque tiene mayores obstáculos ante sí. La estabilidad interna, comprendida como el dispositivo de desarrollo que hace posible el proceso de hacerse hombre y alcanzar la plenitud, es algo multiforme. Su fragilidad se expone en el camino hacia su despliegue. Por lo regular sólo un hombre sano y bien dotado en un ambiente favorable es capaz de una completa maduración. Por ello el rehabilitador necesita haber integrado una psicología de la totalidad del ser humano que sirva a los intereses de una reeducación o pedagogía terapéutica. De esta manera conjeturará los peligros que amenazan a su paciente en su desarrollo integral y arbitrará los medios para evitarlos o reducirlos. 11. Trastornos de la comunicación inducidos por el paciente al entorno. La estabilidad externa - familia, pedagogos, reeducadores - es el complemento obligado de una estabilidad interior indigente, débil o en desarrollo. El entorno del paciente, forzado a aceptar y adaptarse a las peculiaridades del disminuido, así como a sostenerlo, puede sufrir también alteraciones significativas, tanto más cuanto la lectura de las necesidades del enfermo están dificultadas por sus propios problemas de comunicación. Atentos a estas circunstancias, la interacción entre el paciente y la estabilidad externa constituye otro tema de investigación. 12. La Biblioterapia y el Lector Profesional Calificado tema de estudio que hace a la ampliación del área profesional. Nuestra Biblioterapia es entendida como lectura en voz alta, dirigida a la psique con fines terapéuticos y de rehabilitación. Por extensión los es también con propósitos de higiene mental, profilaxis, remotivación, esparcimiento y alivio para todo aquél que padece alguna forma de tensión intrapsíquica, aislamiento, soledad, pena. Estudia las posibilidades de la palabra en cuanto producto de elaboración expresiva, apelativa, esclarecedora, ideológica, estética, etc., tal como ha quedado plasmada en los escritos, recogida y engalanada por la voz humana que en su capacidad transmisora agrega a la existencia llana de aquélla, la nota viva de una presencia reconquistada y comunicada. 13. Aspectos psicológicos de la entrevista fonoaudiológica 14. Medios auxiliares de valor psicoterapéutico utilizados por el reeducador. 15. La presencia de la transferencia en las reeducaciones y su instrumentación La consideración conjunta de estos tres últimos ítems justifica por sí misma la importancia del aporte psicodinámico al especialista. Las tareas de rehabilitación se inician a partir de la relación personal del eventual paciente con un adulto permisivo y comprensivo, en un clima cálido, orientado hacia el trabajo correctivo y madurativo, alejado de toda evocación de experiencias traumáticas de aprendizaje. Para alcanzar esta finalidad, el profesional intentará lograr la disminución de temores y ansiedades, desarrollando simultáneamente el juicio de realidad. La primera consulta y entrevistas subsiguientes requieren de una organización espacio temporal y vincular que se enriquece desde la perspectiva teórica y que junto al registro anamnésico suma el estudio y la utilización del comportamiento total del sujeto en el curso de la relación establecida. Asimismo, las actividades lúdicas, plásticas y gráficas, el uso de material literario y las dramatizaciones,elementos todos a los que se recurre con el objeto de motivar y animar las sesiones de rehabilitación, son por otra parte instrumentos habituales de las técnicas psicodiagnósticas y psicoterapéuticas y portadores, por tanto, de significados profundos para la mejor compresión de los pacientes. Por medio de ellos podrán captarse sentimientos subyacentes, variaciones comportamentales, conflictos y disposiciones transferenciales que orienten la actuación y respuestas adecuadas del profesional. ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS AUDIOFONÉTICOS Hay suficiente yo al nacer. Según la teoría del psiquismo fetal el yo existe desde la célula huevo como un yo corporal, perceptor y efector. La memoria evolutiva de la especie o filogenia y el plan particular de formación de un individuo u ontogenia están radicados en los genes; estos órganos, en la imaginería analítica, se equipararían a la corporalidad de un Yo. A su vez, este Yo tendría capacidad de lectura o transducción de las estructuras genéticas realizando su programa con absoluta fidelidad de no mediar causas perturbadoras. Para el desarrollo material de este programa contaría con los suministros que le llegan por el cordón umbilical de manera continua: hidratos de carbono, aminoácidos, ácidos grasos, agua, minerales, vitaminas, anticuerpos, oxígeno, calor, etc. Su medio externo y proveedor es el cuerpo de la madre que lo protege del exterior y le aporta todo lo que requiere a través de la placenta. La madre respira, termorregula, come para el feto, aunque éste desconozca el mundo en el cual ella se mueve y sus esfuerzos. La teoría del psiquismo fetal ha querido ver en esto una posición maníaca o de negación de la realidad por la cual esa psiquis estaría animada por la omnipotencia que consiste en que basta desear para tener. Como consecuencia, no existirían esperas ni desniveles metabólicos, lo que pudiera percibirse como placer o displacer. El embrión está instalado en una forma del Nirvana el cual al fin se desestabilizaría con las ansiedades del parto. Con todo, la indemnidad embrionaria y fetal es relativa. Cientos de sustancias pueden afectarlo negativamente, así como las radiaciones, el tabaquismo o la desnutrición de la madre. El cordón umbilical no tiene inervación, no obstante, el desarrollo de los sentidos fetales lograrán un alcance que va más allá de su continente biológico; tal la escucha 2 . La acción de la gravitación es moderada por la hidrodinámica de la bolsa fetal y en cuanto al olfato anticipará los mecanismos de adaptación postnatal gracias a la información previa de los olores maternos. Con el corte del cordón el yo fetal se escinde y de esta disociación una parte seguirá operando con los objetos ideales internos en tanto que la otra intentará entrar 2 Entre los trabajos pioneros en tal sentido figuran: L.W.Sontag, año 1936. Primera experiencia sobre el tema por la cual se registraba notable aumento de los movimientos fetales y ritmo cardíaco por la aplicación de sonidos intensos sobre vientre de ocho mujeres embarazadas durante los tres últimos meses del embarazo. J.C.Grimwade, año 1971. Ensordeciendo a la madre reveló que las respuestas ocurrían a los 5 segundos de la aplicación del sonido, por estimulación directa a través del vientre de la embarazada. D.Walker, año 1971. Registros de sonidos uterinos a través de la introducción de micrófonos minúsculos en el cérvix. Sonido rítmico, como de agua fluyente, pulsado por el latido cardíaco. L.Salk, año 1973. Sobre los efectos positivos, nutricios y tranquilizantes de los latidos del corazón materno en recién nacidos. en contacto con sus equivalente externos: el oxígeno aéreo que reemplace al que recibió hasta entonces por vía sanguínea, el olor del cuerpo de la madre con el cual re- fusionarse y el equivalente alimenticio oral. El estado de Nirvana es reemplazado por un ritmo cíclico de acumulación y descarga del cual dependerá la insatisfacción y la satisfacción. EL GRITO Y LLANTO DEL RECIÉN NACIDO Implican la descarga de las tensiones primitivas acumuladas durante el trabajo de parto. Desde el punto de vista del aparato psíquico tales procesos corresponden a los mecanismos fundamentales de la introyección y la proyección. El freudismo había destacado que el acto de nacer es el prototipo de toda situación de angustia, resultando significativo que la primera angustia sea de naturaleza anóxica y corresponda a la separación del cuerpo de la madre. M. Klein, por su parte, interpreta esta angustia como la acción interna del instinto de muerte y remarca su vivencia persecutoria. Por ella, la pérdida del estado intrauterino y las primeras relaciones con el mundo exterior quedarán registradas como un ataque de fuerzas hostiles. Estos modelos implican la pérdida de algo imprescindible para el metabolismo y la existencia de un Yo perdedor que responde, incapaz de toda defensa, con excitación explosiva y difusa. LA ETAPA PRE-ORAL RESPIRATORIA La inhibición de la actividad respiratoria prenatal es superada al nacer gracias a estímulos sensoriales y químicos que dirigen el cambio adaptativo actuando al borde mismo de la asfixia. A los primeros días de insuficiencia metabólica le sigue un período de estabilización de los mecanismos respiratorios, circulatorios, de excreción, etc. que sirven a la recuperación hídrica y plástica y ponen al neonato en las condiciones de un lactante. Pero antes de lograrlo se desarrolla un período de desorganización yoica de la cual surge un conglomerado de protoyoes, cada uno ligado y desarrollándose sobre la base de experiencias de calidad diferente e independiente entre sí, que van desde la terrible imagen persecutoria de la asfixia a la gratificante vivencia de la oxigenación. Los núcleos de estas experiencias residentes en el yo reorganizado posibilitarán una oportunidad de experimentación respiratoria, en un juego donde lo apostado es la deuda de oxígeno. Sus límites son el miedo y el llanto con producción de anoxia, la angustia y el espasmo del sollozo, el falso crup, el asma; formas condicionadas por el reclamo de seguridad. LA FUNCIÓN OLFATIVA Aunque en las primeras horas de la vida la respiración constituye una función fundamental de sobrevivencia y aún no poniendo en duda su trascendencia biológica y fantasmática; es la olfacción la que al nacer puebla en el psiquismo -un paso más allá de la necesidad- las imágenes elementales asociadas al el goce y al deseo. El olfato precede a la respiración aérea en la función adaptativa. Como sentido químico es independiente y obra desde antes, preparando al feto para el reconocimiento postnatal de la madre. Los primeros intercambios significativos para la vida afectiva del bebé se dan en el mundo de aromas exclusivos que hacen de su "madre olorosa" el primer eslabón de conocimiento, la primera forma de incorporar al mundo con un inicial criterio de realidad. Si al momento de nacer se le brinda la oportunidad de que lo acerquen al cuerpo de su madre, el niño podrá tranquilizarse, serenarse, organizarse. El placer de oler a la madre eleva a la mucosa olfativa a la categoría de zona erógena, potencializándose como tal en la nutrición. Luego será por la erotización del olor del padre, como distinto y defusionante, con todas las implicancias conflictivas que esta experiencia ocasiona. LA INTERACCIÓN MATERNO-FILIAL Todo lo afectivo y social se troquela en el primer período de la vida. Del estudio minucioso de las interacciones establecidas entre los lactantes y aquellas personas encargadas de su atención surge: Los recursos propios de una madre para la apertura de esta interacción son sus expresiones faciales, vocalizaciones, miradas,presentación de la cara y otros movimientos de su cabeza y su aproximación. El niño nace con un grado sorprendente de madurez neuromuscular y facial y en poco tiempo habrá incorporado estimulaciones y presencia respondiendo a ellas con expresión atenta e interesada y el recurso de la sonrisa. Del estudio comparado de la voz materna se llegó a la conclusión que aún perteneciendo a distintos continentes las madres proceden de manera muy semejante: utilizan una sintaxis simplificada, párrafos breves, muchos sonidos desprovistos de sentido. Aunque el contenido vocal sea diverso importan los rasgos prosódicos. Utilizan tonos altos, parrafadas en tono de falsete, a veces para hablar realmente y otras para lanzar chillidos o exclamaciones mezcladas con palabras. Para delicia del niño las madres producen cambios súbitos de la voz a un tono gutural, hablan en broma con voz de bajo, mezclan palabras y sonidos de tipo onomatopéyico. El bebé aprende a invitar a su madre a jugar iniciando una interacción con ella a partir de la cual se va adiestrando en el modo de mantener y modular una corriente de intercambio. Las madres exageran el tono de su voz como si lo estuvieran preparando para todos los registros; expresan emociones enfatizadas y fingidas, exuberantes exclamaciones. Crescendos, decrescendos, glisandos, diálogos imaginarios. El bebé sabe también como moderar o suspender el juego. Utiliza el desvío de la mirada, el cambio de la emoción positiva a negativa con una mueca o gesto serio. Hacia finales del sexto mes ha concluido la misión de esta etapa. Ya el lactante tiene esquemas del rostro, de la voz y del tacto humano. Ha llegado a conocer la cara, la voz, el contacto y los movimientos de la persona que le proporciona los primeros cuidados. Ha captado el comportamiento humano y el significado de los cambios y variaciones. A los seis meses aparece el interés por la manipulación de los objetos que se constituyen en intermediarios de la relación con ella. EL ESFÍNTER LARÍNGEO A las funciones respiratoria y fonadora de la laringe debe sumarse su intervención en la ingesta, micción y defecación. Se trata de concebir la laringe como esfínter y ubicarla evolutivamente en los psicodinamismos del yo incipiente. A la edad de dos años el niño ha logrado vencer la fuerza de la gravedad con la estación bípeda, la marcha, la carrera y el salto; utiliza adecuadamente la pinza dígito- pulgar y goza de otras muchas adquisiciones, pero aún sus contenidos fecales y urinarios se le aparecen bruscamente e imponen. La oposición voluntaria a la evacuación señala un nuevo paso evolutivo que implica el aumento del tono esfinteriano uretral y rectal así como la tensión vesical y defecatoria. La inquietud motora o bailoteo se manifiesta como reacción sensitiva generalizada junto al descubrimiento de poder influir activamente sobre ella mediante el control esfintereano, prolongando o acortando la excitación. La laringe ejerce actividad esfinteriana durante la retención y luego sobre el pujo evacuatorio, reapareciendo su acción en toda situación de esfuerzo generalizado. El mecanismo coordina detención de la respiración, cierre de la glotis, retención de aire en la caja torácica, contracción diafragmática y abdominal. El pujo es más intenso, prolongado y repetido cuando se aplica a los contenidos rectales. Depende de la capacidad respiratoria y de la sensibilidad informativa de la mucosa de la zona esfinteriana. La participación de un órgano en diversas funciones así como sus improntas evolutivas se integran a otras experiencias con consecuencias psicológicas; por tal razón han de ser tenidas en cuenta en el momento de diagnosticar la pluricausalidad de un síntoma. Desde el llanto de un recién nacido por hambre dolor o miedo a las gratificaciones que moviliza su llamada, desde los gorjeos de satisfacción y el jolgorio del juego a los arrullos del sueño, desde las formas sonoras a las formas verbales, la integración laringo-gloso-labial, a medida que enriquece el lenguaje, atenúa las tensiones interiores y participa en la configuración de la vida afectiva. La descarga tensional laríngea, intensa en el llanto o suave y grave en la satisfacción, sigue también la vía centrífuga de los emuntorios. Con la discriminación de las funciones los sólidos pasarán a ser patrimonio de lo rectal, los líquidos de lo vesical, el aire de lo pulmonar, la espiración de la fonación. Más en lo profundo del psiquismo quedan asociadas con la ingesta y la expulsión. Tensiones mentales y tensiones fisiológicas se vinculan a la función del lenguaje, siendo la laringe vehículo de estos contenidos y esfínter que los controla y regula. BIBLIOGRAFÍA Castelnuovo, A.P.: "Función respiratoria, angustia y función del Yo". Revista de Psicoanálisis. Tomo XXVIII. N.2. Argentina. 1971. Delgado, L.C.H. - García, G.V.: La etapa nasal. Galerna. Buenos Aires. 1992. _ : El amor ciego. Grafi-k. Buenos Aires. 2009. _ : La etapa nasal. Indicadores olfativos en la clínica y el psicodiagnóstico. 2010. Internet: Mozillia Firefox Delgado, L.C.H. : "La etapa nasal". Revista Fonoaudiológica (ASALFA) Tomo 39, N.1. Buenos Aires. ! 993. Fenichel, O.: Teoría psicoanalítica de las neurosis. Paidós. Buenos Aires. 1957. Ferenczi, S.: Teoría y técnica del psicoanálisis. Paidós. Buenos Aires. 1967. Macfarlane, J.A.: Psicología del nacimiento. Morata. Madrid. 1978. Rascovsky, A.: El psiquismo fetal. Paidós. Buenos Aires. 1967. _ : Curso del Doctorado de Psicología Clínica. Universidad de Belgrano 1982-1983. Rojas Bermúdez: Núcleo del Yo. Genitor. Buenos Aires. 1979. Stern, D.: La primera relación madre hijo. Morata. Madrid. 1978. Tallaferro, A: Curso básico de psicoanálisis. Paidós. Buenos Aires. 1965 Vera, R.A.: Psicología Clínica. Teoría de la técnica. Tesis doctoral. Universidad del Museo Social Argentino. 1971. PROGRESIONES Y SUBLIMACIONES DE LOS SISTEMAS AUDIOFONÉTICOS Es de esperar que el desarrollo fisiológico de las funciones biológicas alcance un óptimo. Al concepto de salud se le suma el de plenitud funcional, y es por este último factor que la capacidad potencial pueda ser exigida y llevada a nuevas adaptaciones y rendimientos que sobrepasen los desarrollos habituales que alcanzan en otros sujetos sanos. La cuestión de una progresión en cualquier sistema, tal el fonoaudiológico, puede estar enmarcada dentro de los presupuestos de un buen organismo, como suponer una dotación o talento especial que ponga a ese organismo en el ápice de las variaciones normales; pero también estas progresiones pueden llevarlo al límite de su equilibrio, requerir adaptaciones compensatorias dudosas y generar una serie de patologías específicas. Por tal razón la progresión de un sistema requiere del entrenamiento dirigido y el soporte profiláctico de los especialistas. La psicología profunda señaló que el movimiento energético tiene una dirección, diferenciando en ella un movimiento progresivo y otro regresivo. Ambos debieran ser interpretados como movimientos vitales y no el primero como desarrollo y el segundo como involución. La progresión se relaciona con el continuo y libre avance del proceso de adaptación a las exigencias de la vida y a la diferenciación necesaria del tipo de actitud y función. La regresión puede poseer también un valor positivo participando en la coordinación de los contrarios y representando la necesidad de adaptación a lo interior. A todo rendimiento incrementado debería corresponderle la correcta solución de los conflictos que genera. La auténtica involución se produce por fallosde la adaptación consciente tanto a lo externo como a lo interno. El estancamiento del movimiento regresivo puede ser causa de neurosis, pero también lo será el de la progresión si rechaza la regresión necesaria para el examen de los correlatos inconscientes de la intención progresiva. Esfuerzo y fatiga, volición y reacción emotiva, intención y agotamiento, conciencia de situación y conocimiento de lo propio, son la diástole y la sístole de un mismo suceder vital, que implican en última instancia a la dinámica energética enriqueciéndose en la libre y plena disponibilidad para la vida del mundo y del espíritu. LA VOZ Su multidimensionalidad no puede ser determinada de un modo preciso. Considerada en las distintas actividades del hombre integrará con magnitudes diferentes los elementos básicos de la respiración, tono laríngeo, resonadores y la actividad del sistema nervioso central. El Dr. F. S. Augspach proponía el siguiente orden entre la voz coloquial y la voz cantada, estableciendo sus distintos requerimientos y poniendo en claro la necesidad de entrenamiento para no correr riesgos desde el punto de vista vocal y de la integridad del aparato fonador: Voz coloquial recepcionista telefonista docente docente de música orador locutor pregonero actor recitador cantante En lo tocante a la personalidad y a las características emocionales del paciente, subraya la importancia de los perfiles psicológicos y la relación entre la tensión muscular y los hechos de la civilización moderna, entre los cuales la atmósfera de competencia afecta negativamente a los órganos vocales. Al respecto afirma que la gran vulnerabilidad funcional del sistema se encuentra en la situación en que laringe y la faringe, por su origen esfintereano, se hacen paradójicamente más accesibles al cierre que a la emisión vocal frente a desequilibrios causados por tensiones internas o como protección contra la hostilidad. Insiste en la necesidad de diálogo con el paciente para un doble diagnóstico: El de las condiciones de su voz El de los aspectos de su personalidad. Estos últimos incluyen, junto a lo emocional, los niveles de intelectualidad y estética que requieren las actividades que desea desarrollar. Determina que de existir un componente emocional éste debe ser tratado previa o simultáneamente al trabajo técnico. PROGRESIONES DE LA VOZ HABLADA: En el habla cotidiana no se presta mucha atención a las palabras y se escucha en función del interés por el proceso coloquial en el cual uno se encuentra. Hay rituales estereotipados y fugaces como el saludo, temas que sirven de pasatiempos y en los cuales poco se arriesga, intimidad libre de defensas y hasta un hablar solitario. Sin embargo tiene sentido y efectividad aún en la mera sociabilidad. La situación cambia cuando el que habla es un docente. No sólo se trata de transmitir o estimular el conocimiento sino ofrecer un modelo del buen decir. Actividad próxima a la actoral en cuanto al uso de entonaciones, ritmos e intensidades, aunque también amenazada por la sonoridad burocrática. El docente ha de tener conciencia de la proyección social de su voz y a la vez ser capaz de retornar, en su medio personal, al decir natural consustanciado con la vida en familia. La progresión profesional de la voz encuentra frecuentemente límites biológicos que deberán ser compensados con la técnica foniátrica y una higiene vocal y estrategias contra los peligros ambientales y el esfuerzo que demanda la tarea. PROGRESIONES ACTORALES: La actividad teatral hace del habla una actuación donde sus entonaciones, pausas, arrebatos quedan sometidos a las vicisitudes del texto. A favor de la dotación y talento actoral está la capacidad del dominio de los sonidos para transmitir los menores detalles y matices de la obra, ordenar el parlamento creando la ilusión y el desarrollo dramático que mantenga constante la atención del auditorio y sin perder su timbre flexibilidad y expresión alcanzar la intensidad suficiente para cubrir la escucha del teatro. El contenido del texto obliga a una alienación de los sentimientos, valores, propósitos y acciones propias; aparentar y fingir. Y al fin, por las exigencias de los ensayos y las múltiples representaciones, superar el doble peligro del desgaste de la autenticidad del personaje o de una identificación excesiva. PROGRESIONES DE LA ORATORIA: El orador, ubicado en el punto de emisión de un amplio espacio puede contar con progresiones de audio que simplifiquen su esfuerzo, pero en general se verá obligado a desarrollar un poder respiratorio que le permita por sí mismo proyectar sonidos de gran potencia. Más allá de los aspectos foniátricos vinculados a estas actividades el logopeda debe estar preparado para trabajar con una personalidad de acción que privilegia la función apelativa del lenguaje inclinado a la exaltación y a la persuasión y susceptible de perturbaciones pragmáticas. Las implicaciones transferenciales y contratransferenciales de esta relación, que tiene su punto de partida en los conflictos de apreciaciones ideológicas, exigen una actitud atenta para la libre instrumentación de sí mismo y el beneficio del cliente. Por otra la parte la tensión es un elemento constante, no sólo en su forma reactiva sino intencionalmente al crear atmósferas que faciliten la inoculación de sus ideas. Surge de ello la hiperfunción vocal. PROGRESIONES DEL CANTO: La voz es el instrumento musical connatural al hombre, dependiente a su vez de los componentes psicológicos del individuo y su medio ambiente. Tal dependencia compromete al psicólogo y al fonoaudiólogo a un mayor conocimiento del estilo de vida y las exigencias que pesan sobre un cantante clásico o un actor, aspectos para los cuales aquellos profesionales no están habitualmente preparados. Ésta podría ser la razón por la cual los artistas se confían más en el profesor de canto o en el director teatral plenamente identificado con su existencia pero no siempre idóneo en la profilaxis y educación vocal. Será fundamental dominar una terminología de contacto, tener conocimientos de música y teatro y hasta haber intentado uno mismo aproximarse al ejercicio de esa labor. La Fga. J.T.A Davaroff enumera una serie de situaciones vinculadas al stress profesional: Exigencias de directores Puesta en escena Vestimenta Lugares con mucha polución Humo Trabajo exagerado en números de horas Giras Viajes en avión Cambios constantes de clima Falta de sueño Uso de máscaras que alteran la resonancia Uso continuo de espray para mantener el cabello Prótesis bucales para forzar cambios en la articulación La amplia gama de emociones que deben representar La ambición ,el deseo de agradar , la fuerte competencia Estrechez de tiempo para la preparación del repertorio El miedo paralizante al escenario Enfermedades imaginarias y adicciones Trastornos nerviosos autónomos La fatiga crónica Tensiones musculares El cantante popular suele identificarse con características que entrañan vicios y defectos tales como la nasalización, el vibrato excesivo, el trémolo, pero que aportan a su éxito. Puede que rechace la impostación por temor de alejarse de su propio tono o timbre vocal, entrando en conflicto con la posibilidad de mayor rendimiento con menor esfuerzo. Llegar a comprender que la tarea fonoaudiológica lo beneficiará al atenerse a su real extensión vocal y tesitura, emparejando el timbre de sus registros, es muchas veces trabajo de persuasión, así como el de aceptar la corrección de la voz hablada apuntando a una correcta y cómoda relación con el tono fundamental que le corresponde. Las expectativas de avancesprogresivos y continuos en el rendimiento vocal deben conjugar los aspectos regresivos relativos al descanso y recuperación del esfuerzo, la prevención de patologías tales como la fatiga vocal y el esbozo nodular. La elaboración de los deseos y ambiciones, la solución de los conflictos externos por la competencia o por exigencias de los contratos, prestigio o subsistencia, así como la profundización de la vocación y el amor por el arte, haciendo que el aprendizaje sea placentero y distendido durante los varios años que conlleva. El concepto de progresión en los sistemas audiofonéticos también incluye el desarrollo de aparatos, tales como lo de Audio y Computación que sirven a la creación de un correcto Esquema Corporal Vocal como los que integran los laboratorios de análisis de sonidos del habla y que permiten la graficación y medición de los principales contornos acústicos del habla y canto: forma de onda, frecuencia, energía, armónicos, resonancia, etc. A la psicología profunda le corresponde también el concepto de sublimación que evoca la palabra "sublime" como designación de producciones artísticas, sugiriendo grandeza y elevación. Este concepto psicoanalítico ha promovido arduas discusiones ya que lo que en realidad sostiene es, que la cultura ha extraído sus productos más preciados de la energía sustraída a las pulsiones sexuales parciales o perversas. La definición precisa presupone que tales pulsiones se subliman en la medida en que son derivadas hacia un nuevo fin u objeto no sexual, socialmente valorado. La sublimación sería una adaptación lógica y activa (creativa) a las normas del medio ambiente, de los impulsos del ello rechazados por el yo en conjunción con el superyo, pero permitiendo un cierto provecho para uno mismo y la sociedad. Tales la utilidad y el goce por sus obras. En cada etapa libidinal -oral, anal, fálica, latencia- existiría una actividad sublimatoria característica; podría interpretarse según esto que los profesionales de la voz -cantantes, locutores, oradores- subliman tendencias orales. Lo trascendente y controvertido del tema exige una mayor profundización, con mayor motivo cuando a pesar de las frecuentes alusiones falta en la obra de Freud un tratamiento específico. Provisoriamente, la cuestión esencial ligada al tema puede expresarse en los siguientes términos: ¿Lo sublime rige la sublimación o la propia sublimación produce lo sublime? En "Tótem y Tabú" Freud afirma: "Sólo en el arte sucede que un hombre devorado por deseos hace algo que se aproxima a una satisfacción y que, gracia a la ilusión artística, ese juego produce una acción sobre los afectos, como si fuera algo real." BIBLIOGRAFÍA Augspcah, F.S.: "La voz en la comunicación humana. Los oradores y la voz hablada." Fonoaudiológica. ASALFA. T.38, N.2. Buenos Aires. _ :"La voz cantada. Los profesionales del canto y sus problemas." Fonoaudiológica. ASALFA T. 38, N.3. Buenos Aires. Berne, E.: Juegos en que participamos. Diana. México. 1964. Conte de Cragno, R.: Higiene vocal en el futuro docente. Fonoaudiológica. ASALFA. T.38, N.3. Buenos Aires. Davaroff, J.T.: "La voz en el arte. Canto y actuación." Fonoaudiológica. ASALFA. T.41, N.1. Buenos Aires. Delauro,R. - Manno de Delauro, M. : "La voz y el habla en el lenguaje teatral". Fonoaudiológica. ASALFA. T.38, N.1. Buenos Aires. Facal, M.L.: "La voz del cantante". Fonoaudiológica. ASALFA. T.40, N.2. Buenos Aires. Freud, S.: Moralidad sexual civilizada y enfermedad de neurosis moderna. 1908. OC. _ : El malestar de la cultura. 1930. OC. _ : Totem y tabú. 1913. OC. Jacobi, J.: La psicología de C.G. Jung. Espasa Calpe. Madrid. 1963. Lapanche, J.: Pontalis, J.B.: Diccionario de psicoanálisis. Labor Barcelona. 1971. Pace, A.C. -Iñiguez, M.: "Capacitación de docentes sobre el cuidado de la voz". Fonoaudiológica. ASALFA. T.43,N.2. Buenos Aires. _ : "La voz en la capacitación docente" Fonoaudiológica. ASALFA. T.42, N.3. Buenos Aires TRASTORNOS CONVERSIVOS 3 Basta un rápido repaso de las afecciones fonoaudiológicas para observar el apreciable grado de incidencia psicopatológica en su producción: afonías, disfonías, rinolalias histéricas o psicogenéticas, trac vocal, fonofobias, disfonías espásticas y obsesivas, sordera psicógena, pseudo Meniere, bolo histérico, etc. La mayor parte de estos trastornos puede incluirse en la categoría de trastornos somatomorfos con la cual la DSM IV (IV Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales) designa los síntomas psíquicos que sugieren desórdenes físicos sin base anatómica y fisiológica demostrable, con una fuerte presunción de estar relacionados con factores o conflictos psicológicos pero por fuera del control voluntario del sujeto. Según esta clasificación, la conversión, es una subclase de los trastornos de somatización cuando éstos son de carácter pseudoneurológico -alteraciones de la coordinación psicomotora o del equilibrio, parálisis o debilidad muscular localizada, dificultad para deglutir, sensación de nudo en la garganta, afonía, retención urinaria, alucinaciones, pérdida de la sensibilidad táctil y dolorosa, diplopía, ceguera, sordera, visión borrosa o doble, convulsiones, desmayos, síntomas disociativos como amnesia. Por otra parte el trastorno conversivo aparece también incluido en el mismo capítulo de trastornos somatomorfos en forma independiente. En rigor, “conversión” es una expresión metafórica que significa un pasaje de lo psíquico a lo físico y entraña la hiperexpresividad somática de ideas, imágenes o afectos. Su diagnóstico implica para el profesional: a) Comprometerse a desechar en la interpretación del síndrome o síntoma físico la presencia de una enfermedad médica general, los efectos directos de una sustancia o un comportamiento culturalmente normal; b) presuponer la simulación de una enfermedad aunque el paciente no actúe intencionalmente y esté autoconvencido del origen orgánico de su afección; c) atribuir el desplazamiento de la atención sobre sus síntomas - ya sea como malestar clínicamente significativo o deterioro social y laboral- a un propósito de rehuir la toma de conciencia de un conflicto subyacente. d) y al fin, descontextuar el proceso conversivo de la neurosis histérica, ya que en el concepto moderno no es sinónimo ni patognomónico de ella. Los seres humanos pueden comunicar sus sentimientos e ideas a otros y a sí mismos de modos muy variados, utilizando ya sea el lenguaje común ordinario, signos, sueños, símbolos particulares autísticos, y aún estas reacciones somáticas conversivas que operan como un código analógico. En este último sentido el cuerpo sirve a la escenificación de un mensaje. El cuerpo fenoménico está incluido en el complejo representativo de la sexualidad y de la agresividad, que son dimensiones de las motivaciones instintivas; responde también al sentido de dirección de estas pulsiones, ya sea hacia los otros (relación objetal) o hacia sí mismo (introversión narcisista). De acuerdo a estas posibilidades el cuerpo aparecerá dramatizando el goce, el daño, su desvalorización o su engreimiento; todo esto en función de articulaciones ambientales, 3 Artículo publicado en la Revista Fonoaudiológica (ASALFA) Tomo 42, N 3. Agosto/Noviembre 1996, con el título "Trastornos Conversivos en Fonoaudiología". Delgado-Mazzocco-Videtta. comunicativas, personales o consigo mismo; traduciendo en última instancia su estar afectado por una situación estresante o conflictiva. El sistemafonoaudiológico se presta de una manera privilegiada para la dramatización de estos vínculos. Sabemos que la voz revela aspectos de la personalidad de los individuos normales; los cambios de las distintas características de la voz, aunque no conduzcan directamente al diagnóstico, son por sí mismos reveladores de estados emocionales, estrés ambiental o trastornos psicopatológicos. Por otra parte, si bien los desórdenes psicógenos de la voz incluyen mutismo, afonía, disfonía en ausencia de patología laríngea, o de existir, insuficiente para justificar la intensidad del síntoma, no están libres de otros componentes somáticos y funcionales que complican el diagnóstico y la elección del tratamiento. La tensión debida al estrés se manifiesta en la hipercontracción de la musculatura intrínseca y extrínseca de la laringe; si se combina con abuso vocal se sumarán reacciones inflamatorias y tisulares reactivas que pueden conducir a la formación de nódulos y úlceras de contacto fijando las disfonías más allá de las razones emocionales. Los factores de la edad, sexo, ocupación y preexistencia de trastornos foniátricos pesan en la frecuencia y desarrollo de los trastornos conversivos por las distintas modalidades del uso y abuso vocal que predisponen al órgano a ser elegido en la manifestación sintomática. De la misma manera en lo referente a los hábitos como el tabaco, alcohol o la permanencia en ambientes contaminados. Quiere decir que frente a un paciente foniátrico sometido a tensiones inter o intrapersonales y estrés ambiental, la aparición y desarrollo de su trastorno conversivo dependerá frecuentemente de la fragilidad, importancia y modalidad que asume la expresión oral en su existencia. Esto le da, por otro lado, un margen mayor de operatividad al foniatra que encuentra razones objetivas de intervención. Lo que no debe perder de vista es que la formación del síntoma está ligada fundamentalmente a la acción inconsciente defensiva y que las actitudes terapéuticas habituales, como la de mantener reposo vocal, pueden ser perjudiciales para el sujeto en razón de su alta sugestionabilidad, reforzamiento de los beneficios primarios y secundarios o por motivos funcionales en tanto incremento de la hipotonía de las cuerdas vocales. A la mejor comprensión de este tipo particular de paciente dedicamos las páginas siguientes. CONCEPTO FREUDIANO DE CONVERSION Surge tempranamente en su obra, definiéndolo como el proceso histérico por el cual “la representación intolerable queda hecha inofensiva por la transformación de su magnitud de estímulo en excitación somática” (1894, “Las psiconeurosis de defensa”). De acuerdo al concepto económico de la teoría freudiana, la carga de un suceso traumático no elaborado puede desprenderse de su imagen intrapsíquica pero no desaparecer, quedándole el recurso de desplazarse a lo somático generando un síntoma alejado de la representación intolerable. Inmediatamente señala una segunda característica de la conversión por la cual el suceso traumático que se intenta desconocer persiste en lo somático bajo la forma de la simbolización: “el yo... carga con el símbolo mnémico, que en calidad de inervación motora insoluble o de sensación alucinatoria de continuo retorno, habita como un parásito en la conciencia y perdura hasta que tiene lugar una conversión opuesta”. Esta última transformación, “la conversión opuesta”, corresponde al momento terapéutico por el cual el paciente alcanza la interpretación del síntoma y hace consciente el trauma reprimido retornando la carga a la representación y logrando su descarga por las vías adecuadas. A través de esta abreacción desaparece el síntoma. Su teoría sobre la conversión puede esquematizarse de la siguiente manera: 1- VALOR DETERMINANTE DEL FACTOR ACCIDENTAL COMO TRAUMA CAUSAL “Llamamos trauma a una experiencia vivida que aporta, en poco tiempo, un aumento tan grande de excitación a la vida psíquica, que fracasa su liquidación o elaboración por los medios normales habituales, lo que inevitablemente da lugar a trastornos duraderos en el funcionamiento energético”. La conexión de los síntomas con esa experiencia a veces resulta evidente, pero la mayor parte de los casos ofrece dificultades a la investigación clínica, ya sea por no sospechar el paciente su importancia etiológica, o por una natural reticencia a rememorar tales hechos desagradables o porque realmente los ha olvidado. Cualquier suceso que provoque los efectos penosos de miedo, angustia, vergüenza o dolor psíquico puede actuar traumáticamente y promover la aparición del síntoma. Pero también éste puede originarse por una acumulación de traumas parciales o sucesos sin apariencia motivante que en su oportunidad fueron enfatizados por alguna razón interna. 2- MECANISMOS NORMALES PARA ANULAR LOS EFECTOS DE UN TRAUMA PSIQUICO. DERIVACION ADECUADA: a) Descarga por reacción: Reacción enérgica al suceso estimulante. Descarga por la palabra como subrogado del hecho. Llanto. b) Yuxtaposición del recuerdo del trauma a otros sucesos, quizá opuestos a él. c) Por elaboración asociativa. La descarga de excitación depende de la reacción del sujeto, ya sea a través de reflejos involuntarios o conductas dirigidas, lamentaciones o llanto, verbalizaciones y protestas. Si la reacción es inhibida o insuficiente, la carga es conservada en la psiquis. Todavía es posible anular sus efectos a posteriori por la yuxtaposición de experiencias positivas neutralizantes. 3- LA HIPOTESIS SOBRE UNA CONDICION PARTICULAR DEL PACIENTE HISTERICO: Pierre Janet influyó en los trabajos de Josef Breuer con su teoría de que existe un rasgo primario en el histérico, responsable de la producción de síntomas: la disposición disociativa de su conciencia dependiente de una debilidad congénita para la síntesis psíquica. Tal característica facilitaría la persistencia y acción de las representaciones patógenas. A partir de esta concepción, Breuer postuló la existencia de estados oniriformes responsables de la disminución de la facultad asociativa. Bajo estos estados hipnoides las representaciones traumáticas se introducirían en la conciencia disociada ejerciendo su acción en la producción del cuadro. Freud, a su vez, no conforme con esta interpretación, desarrolló la concepción de un conflicto dinámico de oposiciones entre los montantes de excitación de las representaciones traumáticas y el desarrollo de defensas. 4- DESARROLLO DEL CONCEPTO DE DEFENSA La defensa dispone de la carga de la representación para utilizarla en la conformación del síntoma. En la histeria la representación intolerable queda hecha inofensiva por la transformación de su magnitud de estímulo en inervación somática. Este es el beneficio primario del síntoma, huida en la enfermedad. Al situar en primer plano esta noción de defensa que habría de hacer extensiva a otras neurosis y a la psicosis, Freud se distanciaba de sus contemporáneos. 5- INEFICIENCIA DEL DESGASTE POR OLVIDO Aquellos sucesos que por su intensidad o insuficiente reacción, llegaron a constituirse en causas de fenómenos histéricos, se conservan psíquicamente a pesar de su aparente olvido o de la represión que sobre ellos se ejerce, y aún despojados de su carga afectiva desplazada y transformada en inervación somática. La represión o la reticencia dificultan la posibilidad de una elaboración posterior, la que requiere para la resolución traumática, la reaparición del recuerdo del suceso y el retorno de la carga como afecto sobre el mismo. 6- CONDICIONES CAUSALES PARA LA CONVERSION a) Fuerza traumática suficiente b) Adecuación determinante c) Conexiones auxiliares. Desde la concepción de Breuer, asimilada por Freud, los síntomas de la histeria nos revelan de un modo aproximadamenteanálogo la génesis de la enfermedad. Se ha visto que su determinación deriva de ciertos sucesos de efecto traumático, en asociación comprensible con una configuración simbólica: memoria codificada de ellos. Para que esto ocurra el trauma habrá encontrado en el órgano la plasticidad suficiente para su inscripción. Freud llevó más lejos la comprensión de la causación del síntoma, a través de concatenaciones asociativas que lo convencieron de que ningún síntoma histérico podía surgir de un solo suceso real. Se internó por este camino en el terreno de la vida sexual de la historia lejana del sujeto. 7- TIPOS DE CONVERSION a) Total b) Parcial Según el porcentaje de la intensidad traumática que haya sido desplazado, lo que está conectado con la persistencia o no de angustia en el sujeto. Si la carga fue puesta en su totalidad en el plano somático el sujeto se manifestará indiferente con respecto al plano psicológico y estará libre de angustia. Esta situación está relacionada con lo que Charcot bautizó como “la belle indifference des hystèriques”, por la cual los mismos síntomas son vividos sin angustia. 8- ELECCION DEL ORGANO a) Conversión simbolizante b) Simbolización mnemónica c) Conexión por facilitación o complacencia somática. Unas veces el órgano se presta a expresar como una forma de lenguaje el contenido del conflicto inconsciente; otras, retrotrae a una escena antigua como sí el síntoma la repitiese. Por último se da el caso donde un trastorno previo real del órgano facilita la expresión del conflicto a su nivel. 9- RELACION DE LA CONVERSION CON LA IDENTIFICACION Constituye un interés especial discernir en el síntoma las posibilidades de identificación del paciente con los sujetos vinculados a su conflictiva, ya sea: con un rival afortunado a quien se envidia por no poder ocupar su lugar, con un objeto amado, con otro con el cual no se tiene una vinculación auténtica pero que ofrece el modelo de conversión, con múltiples personas en forma simultánea, con uno mismo en una regresión a situaciones infantiles, y aún con manifestaciones deseadas o temidas. 10- LA EROGENEIDAD DEL CUERPO HUMANO A los conceptos previos sobre la conversión, sumaremos ahora uno de carácter físico: la erogeneidad general del cuerpo humano, en virtud de la cual todo órgano y toda función tiene la posibilidad de expresar la excitación sexual. Charcot llamaba zonas histerógenas a aquellas regiones del cuerpo asiento de fenómenos sensitivos especiales sobre las cuales la estimulación era capaz de desencadenar las manifestaciones sintomáticas de las histerias. Freud determinaría que responden a la excitación libidinal. A partir del concepto de zona histerógena desarrollará el de zona erógena, mostrando que cualquier parte del cuerpo puede comportarse como tal respondiendo al desplazamiento de las carga del placer sexual, subrayando que este proceso de erogenización actúa especialmente en el histérico: “La importancia de las zonas erógenas como aparatos accesorios y subrogados de los genitales aparece en la histeria más claramente que en ninguna otra de las psiconeurosis”. Y más adelante: “Existen zonas erógenas predestinadas, como nos enseña el ejemplo del chupeteo; pero el mismo ejemplo nos demuestra también que cualquier otra región de la epidermis o de la mucosa puede servir de zona erógena, esto es, que posee a priori una determinada capacidad para serlo. Una capacidad de desplazamiento análoga reaparece después en la sintomatología de la histeria. En esta neurosis, la represión recae principalmente sobre las zonas genitales propiamente dichas y éstas transmiten su excitabilidad a las restantes zonas erógenas que en la vida adulta han pasado a segundo término y que ahora vuelven a comportarse como genitales. Pero además, como en la succión, toda otra parte del cuerpo puede llegar a adquirir igual excitación que los genitales y ser elevada a la categoría de zona erógena. Las zonas erógenas y las histerógenas muestran los mismo caracteres.” Al prerrequisito de la conversión se agrega el prerrequisito psicológico de la introversión de la libido, que abandona los objetos sexuales externos reales sustituyéndolos por fantasías representativas de objetos infantiles, o dicho más simplemente, fantasías internas o intrapsíquicas. Objetos imaginarios que compensan de la frustración con la realidad y que pueden llevar al sujeto regresivamente a antiguas formaciones de deseo de su vida sexual infantil latente u olvidada. Rescataremos un fragmento revelador: “La enferma comenzó sorprendiéndome al anunciarme que ella sabía ahora por qué razón los dolores comenzaban siempre por un punto determinado del muslo derecho y alcanzaban allí la máxima intensidad. Era precisamente allí donde, cada mañana, su padre apoyaba su pierna hinchada cuando ella le cambiaba los vendajes. Esto le había ocurrido por lo menos un centenar de veces y, cosa notable, hasta este momento no había pensado en tal relación; de este modo la paciente me ofreció la explicación de la formación de una zona histerógena atípica.” Freud, accede, de esta manera, al descubrimiento de la conexión sexual superando la fijeza de las descripciones topográficas anteriores y gana el terreno donde florecería luego la hipótesis sexual de la neurosis, la sexualidad infantil, el complejo de Edipo, la introversión de la libido y el conflicto sustitutivo del deseo y la censura en el síntoma conversivo. 11- COMPLEJO DE EDIPO, MASTURBACION Y PREGENITALIDAD DE LOS SINTOMAS DE CONVERSION. El descubrimiento de la sexualidad infantil y del complejo de Edipo brindó más profunda comprensión sobre los mecanismos y significados de los síntomas conversivos. Por lo pronto, el determinar la regresión y fijación del histérico a la etapa fálica con sus característicos objetos incestuosos de deseo. Toda sexualidad es para el histérico el amor edipiano de la infancia y el impulso que lo lleva a reprimirlo obra indefectiblemente sobre la sexualidad. Su libido introvertida y en función inconsciente de aquellos deseos, suspende la acción aloplásticas: sus posibilidades de actuar gratificatoriamente con los objetos de la realidad. Se emprende, en cambio, una perjudicial autoplastia sobre las funciones fisiológicas, materializando las fantasías en los trastornos sintomáticos, un modo de acción a la larga que pasa inadvertido para el observador y para el propio paciente. En una atenta lectura se descubrirá que tales síntomas representan expresiones deformadas del complejo de Edipo y sus derivados, incluyendo expresiones masturbatorias y orgásmicas como regresiones libidinosas más profundas. Pero la anticipación de las acciones represoras en la constitución del síntoma impide la gratificación sustitutiva y produce en cambio un verdadero sufrimiento. DISCUSIÓN Desde la teoría freudiana el complejo de Edipo sería la estructura básica de la histeria y la conversión el paradigma de la histeria del mismo nombre. Sin embargo, la existencia de cuadros conversivos en ausencia del típico patrón edípico, es decir producidos por conflictos diferentes al mismo, avalarían la existencia de síntomas conversivos en cuadros definidos pero no histéricos, como la esquizofrenia, la neurosis obsesiva y la paranoia. Otras objeciones no se centran sólo en la relación obligada entre histeria y conversión sino que se hacen extensivas al concepto mismo de conversión ya que el enlace mente cuerpo se halla lejos de estar dilucidado. Sabemos a partir de Freud de la eficacia simbólica para movilizar mecanismos cerebrales que ponen en marcha procesos somáticos, pero de este proceso sólo conocemos el eslabón inicial y el terminal. La idea central es la transmutación, el cambio de estado, el algo psíquico que se convierte en algo físico. Delconjunto del bagaje teórico freudiano se acepta casi sin confrontación, la concepción simbólica de la conversión: el síntoma somático es la expresión simbólica, debidamente disfrazada por los mecanismos de condensación y desplazamiento de ideas reprimidas. Esta particularidad -la de guardar una relación simbólica precisa con la historia del sujeto - es lo que distinguiría la conversión de otros procesos de formación de síntomas en los cuales también existe vinculación de lo psíquico con lo somático, tales las enfermedades llamadas psicosomáticas. Estas entidades se presentan más herméticas al intento de aislar un sentido simbólico específico y determinante. Retomando la conversión, algunos autores se interrogan si es posible sostener siempre la presencia de una fantasía inconsciente que mantenga con el síntoma un enlace simbólico y en tal caso qué tipo de enlace se hallaría en juego. La respuesta a esta cuestión no sólo encuadra y orienta la labor del psicoterapeuta sino también de otras especialidades médicas y paramédicas, como el caso de la Fonoaudiología, ya que significa la necesidad de una intervención que aunque no pretenda ser interpretativa, sirva al abordaje y a la terapéutica. Por último, si la alteración psicogénica fuera por otros motivos distintos a los de base sexual, se estaría ante la situación de ampliar el campo interpretativo y operacional. Modificación conceptual que adquiere relevancia cuando el sujeto es un niño, ya que permite encuadrar los síntomas en mecanismos más próximos al “aprendizaje” que a fenómenos simbólicos profundos. La clínica demuestra que frecuentemente el niño utiliza síntomas físicos como recurso eficaz para contener y controlar dificultades interpersonales familiares sin más motivaciones que el deseo de llamar la atención afectiva. Estos dilemas epistemológicos se prolongan en la consideración del beneficio primario y secundario del síntoma. Habría acuerdo que el beneficio secundario corresponde a las ventajas obtenidas en el orden narcisista; es el caso del niño que sufre alteraciones nerviosas para evitarse otras ansiedades, como las que le producirían las discusiones de sus padres. Ahora bien, el interrogante continúa del siguiente modo: ¿Una motivación narcisista, es siempre secundaria y posterior a otra de carácter sexual (beneficio primario) o puede tener autonomía y concebirse como motivo suficiente para desencadenar una conversión? Esta es la posición adoptada por la Asociación Psiquiátrica Americana para la elaboración del DSM al establecer el beneficio secundario como uno de los dos motivos posibles en la producción de un síntoma conversivo. No debería sorprendernos; el mismo Freud, que concibió la coexistencia de mecanismos intrasubjetivos (beneficios primarios) e interpersonales (beneficios secundarios) en el seno de un mismo síntoma psíquico, dio una especial trascendencia a estos últimos según se desprende del caso Dora. “Los motivos de la enfermedad comienzan ha actuar muchas veces ya en la infancia. La niña, ansiosa de cariño y que solo a disgusto comparte con sus hermanos la ternura de sus padres, observa que esta ternura se prodiga exclusivamente sobre ella cuando está enferma. Descubre así un medio de provocar el cariño de sus padres y se servirá de él en cuanto disponga del material psíquico necesario para producir una enfermedad”. (ST. Ed... Vol. VII. pág. 44 Si se elimina la imprescindible presencia del fantasma (simbolismo sexual) como condición única de producción de síntoma conversivo surgiría una real posibilidad de confusión con la enfermedad psicosomática, los límites parecerían desdibujarse especialmente para los síntomas que implican objetivamente algún grado de alteración orgánica, aunque dicha alteración pudiera ser considerada de carácter funcional y pasajero como son la frecuentes disfonía y la tos espasmódica en la clínica fonoaudiológica. El DSM contempla y resuelve quizás pragmáticamente esta situación al introducir la categoría Trastornos Somatomorfos. Estos trastornos pueden comprometer cualquier aparato, reduciendo lo conversivo a las quejas que se refieren al sistema neurológico. A su vez, al describir la conversión, se aclara que el mecanismo productor puede ser tanto el beneficio primario, o sea una fantasía específica, o el beneficio secundario en forma independiente y exclusiva. Desde una perspectiva psicodinámica o profunda, la propuesta de un distinto clivaje para una u otra condición - por un lado, sistema nervioso voluntario, motricidad y órganos de los sentidos para la conversión, y por el otro, el sistema nervioso autónomo endocrino e inmunológico para la enfermedad psicosomática - no resuelve el rol jugado por la anatomía y la fisiología imaginaria en el proceso de conversión, ya que si bien esta distinción acerca nuestro entendimiento a una más fácil comprensión de lo simbolizado por el sistema nervioso central sobre los órganos voluntarios, no alcanza para negar las posibilidades de una patoplastia semejante en las alteraciones de los órganos más profundos de la economía. La marcha, la palabra, los sentidos, expresan una gramática fantasmal de más fácil traducción que la patología de los órganos viscerales; parecería entonces que el sistema nervioso voluntario tiene mejor disponibilidad para la canalización de la defensa haciendo de los órganos por él inervados los más aptos para la configuración de contenidos representacionales y la expresión de deseos y temores. Sin embargo, a partir de estudios psicoanalíticos en pacientes psicosomáticos, diversos investigadores establecieron que sus síntomas eran tributarios de la expresión simbólica. La discusión acerca de, si los órganos vegetativos serían ajenos a la simbolización o de acceso improbable a la misma, no fue cerrada; persiste la cuestión de si el enfermar psicosomático elige su órgano no por el lenguaje o valor simbólico de éste, sino por una tendencia propia de las reacciones adaptativas del vegetativo o por ofrecer aquéllos afección previa o un punto de menor resistencia para las tensiones y el estrés. En tanto se esclarezcan definitivamente estas discusiones el terapeuta tendría que precaverse de no enrolarse de una manera exclusiva en las nuevas corrientes que implican el olvido de la comprensión psicodinámica de los trastornos conversivos y del lenguaje profundo de los órganos y aún del simple hecho de que cualquier síntoma somático sea cual fuese su etiología puede ser incorporado a una trama fantasmal. BIBLIOGRAFIA Aronson, A: Clinical voice disorders. Brian Decker. N.York. 1980. Bleichmar, E.D.: El feminismo espontáneo de la histeria. Adotraf. Madrid. 1985. Dagnostic and Statistical Manual of Mental Dissorders (DSM-IV) American Psychiatric Association. Washington. 1994. Fenichel, O.: Teoría psicoanalítica de las neurosis. Paidos. Bs.As. 1957. Freud, S.: Obras Completas. Kaplan - Saddock : Comprehensive text book of Psychiatry/V. Williams & Williams. 1989. ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS EN OTORRINOLARINGOLOGÍA La medicina psicosomática no se circunscribe a la labor de algún creador o escuela sino que se desarrolla como consecuencia de evoluciones conceptuales y de replanteos al saber organicista. Sin embargo, pese a la diversidad de escuelas en los enfoques psicosomáticos, algunas temáticas se repiten de continuo y permiten reducir el número de la cuestiones a investigar: Interrelaciones entre psique y soma. Vínculo médico-enfermo. El problema de la especificidad, expresado en la pregunta de “si existen realmente enfermedades psicosomáticas con correlaciones claramente tipificadas o tan sólo enfermos psicosomáticos. Mientras
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