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Salud Pública de México ISSN: 0036-3634 spm@insp.mx Instituto Nacional de Salud Pública México Lazcano, Eduardo César; Hernández, Mauricio Cáncer: frecuencia, factores de riesgo y medidas de prevención Salud Pública de México, vol. 39, núm. 4, julio-agosto, 1997, pp. 251-252 Instituto Nacional de Salud Pública Cuernavaca, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10639401 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto http://www.redalyc.org/revista.oa?id=106 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10639401 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=10639401 http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=106&numero=4926 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10639401 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=106 http://www.redalyc.org 251salud pública de méxico / vol.39, no.4, julio-agosto de 1997 EDITORIAL Cáncer: frecuencia, factores de riesgo y medidas de prevención el ámbito mundial. Asimismo, se estima que cerca de veinte millones de personas presentarán algún tipo de cáncer cada año, de las cuales cerca de nueve mi- llones corresponderán a casos incidentes. Al respecto, se estima que en 25 años, de no implementarse in- tervenciones poblacionales de prevención de cáncer, se presentarán 15.5 millones de nuevos casos anual- mente.1 México no es la excepción; el cáncer constituye un problema importante de salud pública, ya que es la segunda causa de mortalidad, después de las enfer- medades cardiovasculares, con una tasa cercana a 51.6 por 100 000 habitantes.2 Actualmente se acepta que el proceso de carcino- génesis es un evento múltiple. Diversas evidencias sus- tentan este hecho: a) observaciones histopatológicas en neoplasias revelan múltiples estadios de progresión tumoral, tal como displasia, carcinoma in situ y cáncer invasor; b) en modelos experimentales se ha demos- trado que diferentes carcinógenos químicos pueden afectar cualitativamente el proceso carcinogénico, de acuerdo con el estadio del cáncer; c) existe predisposi- ción genética en algunos tipos de cáncer (retinoblas- toma, mama, adenomatosis de colon y recto; entre otros); d) modelos matemáticos sobre curvas de inci- dencia del tumor son consistentes con la hipótesis de que son necesarios de tres a siete eventos indepen- dientes (de algún tipo de exposición) para iniciar el proceso de carcinogénesis; e) estudios con carcinóge- nos químicos en cultivo de células revelan que diferen- tes propiedades de las células tumorales son adquiridas por un mecanismo progresivo; f) estudios con onco- genes en cultivos de células muestran que la conversión neoplásica de células normales generalmente requiere de cooperación oncogénica múltiple; en contraste, cier- tas células inmortales (preneoplásicas) son transfor- madas por un simple oncogén; y, g) existe evidencia de que la activación de proto-oncogenes en ratones en su línea germinal produce tumores focales de origen monoclonal, lo que sugiere que hay eventos somáticos adicionales que se requieren para alcanzar una plena progresión maligna.3 En resumen, el cáncer es una en- fermedad crónico-degenerativa, su desarrollo es ge- neralmente lento y se lleva a cabo a través de cambios biológicos en secuencias de eventos variados, lo que condiciona alteraciones genéticas múltiples que invo- lucran la activación de oncogenes y la pérdida de genes supresores del crecimiento.4 La base para identificar diversos factores de riesgo asociados a cáncer ha sido la investigación epidemio- lógica; tal es el caso de tabaquismo y cáncer pulmonar; virus y cáncer (papiloma humano y cáncer cervical, vi- rus de hepatitis B y carcinoma hepatocelular, virus de Epstein Barr y tumor de Burkitt, entre otros); la corre- lación mejor conocida entre enfermedad parasitaria y cáncer es la esquistosomiasis, asociada a cáncer de ve- jiga, así como la presencia de clonorquiasis y opistor- quiasis y el cáncer de vías biliares; recientemente el cáncer gástrico se ha asociado a una infección bacteria- na por Helicobacter pylori. Existen evidencias de predis- posición genética y cáncer (Síndrome de Li-Fraumeni); algunos estudios epidemiológicos y de análisis molecu- lar identificaron al gen BRCA1, que predispone a cáncer de mama pre-menopáusico, en la región del cromo- soma 17q21. En pacientes con inmunodeficiencias genéticas y adquiridas se desarrolla cáncer más fre- cuentemente y en cortos periodos de tiempo, con predominio de tumores linforreticulares. Por otra parte, se considera que la radiación ionizante puede producir cáncer virtualmente en todos los órganos, atribuyén- dosele una proporción de 2 a 3% de las neoplasias. La exposición ocupacional ocurre más frecuentemente por contacto directo con agentes carcinogénicos, con cual- quiera de sus metabolitos activos durante su absorción (piel, tracto respiratorio), o durante su excreción (tracto ada año se presentan más de seis millones de muertes por algún tipo de neoplasia maligna enC 252 salud pública de méxico / vol.39, no.4, julio-agosto de 1997 urinario). Existen algunos tumores que son hormo- nodependientes (mama y próstata), y algunos su- plementos y anticuerpos hormonales potencialmente carcinógenos (el consumo de dietilestilbestrol en ma- dres gestantes y riesgo de adenocarcinoma de células claras de vagina documentado en la década de los 70s); a ciertos patrones de consumo de alimentos, diversos autores le atribuyen entre 10 y 70% del incremento de riesgo en cánceres particularmente de origen epitelial; el consumo de bebidas alcohólicas se asocia causal- mente a cánceres de la cavidad oral, faringe, laringe, esófago e hígado; sin embargo, no se conoce su meca- nismo de acción carcinogénica. Recientemente se ha postulado que el riesgo de cáncer se incrementa con la exposición a campos magnéticos producidos por la electricidad. Cierto tipo de exposiciones potencialmente carci- nógenas pudieran ser eliminadas en su totalidad, tal es el caso del hábito tabáquico. La Organización Mun- dial de la Salud estima que existen 1 100 millones de fumadores en el mundo, exposición a la que se atri- buyen por diversas causas seis muertes por minuto, y se esperan 10 millones de muertes atribuibles a ésta en el año 2020. Se ha estimado que cerca del 20% de entre 7 y 10 millones de muertes por cáncer en el ámbito mundial, estimadas para el año 2000, pudieron haber sido prevenidas si el consumo de tabaco hubiera sido eliminado. Las muertes por cáncer de cérvix, pueden ser sustancialmente reducidas al introducir un pro- grama organizado de detección oportuna de cáncer. En este entorno, se configura un número especial de la revista Salud Pública de México donde se ha logrado integrar a algunos de los principales exponentes inter- nacionales en el estudio del cáncer, desde una pers- pectiva de la salud pública. Así, se describen diversas bases del conocimiento en los tipos de cáncer con ma- yor incidencia y mortalidad en México y en el mundo, algunas de las estrategias para implementar prevención primaria y secundaria, así como pautas para estable- cer las principales líneas de investigación epidemio- lógica actual. Temas como epidemiología descriptiva de cáncer en México, exposiciones a tabaco, contaminación am- biental, estrógenos, ocupación, dieta, virus de papiloma humano; así como potenciales medidas de prevención en cáncer gástrico, quimioprevención en diversos tipos de cáncer, el uso de vacunas preventivas y terapéuti- cas en neoplasia cervical, y un estudio de costo bene- ficio en la reorganización del programa de detección oportuna de cáncer cervical en el ámbito nacional son los temas expuestos por líderes de investigación en cada una de las áreas descritas. Su contribución permite configurar un número especial, que sin duda será de gran relevancia en el desarrollo de investigaciónen esta área. Finalmente, existe una gran evidencia de que los servicios preventivos han llegado a ser la más alta prio- ridad en salud en los países. Actualmente, el control del cáncer en México, debe ser una política de salud, en la que la premisa debe ser que el estado impone la prevención sobre la práctica. Eduardo César Lazcano-Ponce* Mauricio Hernández-Avila* Referencias 1. The World Health Report 1995. Bridging the gaps. Ginegra: World Health Organization, 1995. 2. Dirección de Estadística, Informática y Evaluación. Estadísticas de mor- talidad en México, 1994. México: D.F.: Secretaría de Salud, 1995. 3. Barret JC. Mechanisms of action of known human carcinogens. En: Vainio H, Magee PN, McGregor DB, McMichel AJ, ed. Mechanisms of car- cinogenesis in risk identification. Lyon: IARC, 1992:115-134. 4. Ramel C. Genotoxic and non-genotoxic carcinogens: Mechanisms of action and testing strategies. En: Vainio H, Magee PN, McGregor DB, McMichel AJ, ed. Mechanisms of carcinogenesis in risk identification. Lyon: IARC, 1992:195-209. * Editores Huéspedes
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