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Boom latinoamericano

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Boom latinoamericano se entiende un fenómeno literario y editorial que tuvo lugar entre las décadas de 1960 y 1970, cuando las obras literarias de un conjunto de jóvenes escritores latinoamericanos fue ampliamente distribuida y apreciada en Europa y gran parte del mundo.
Estas obras cambiaron los paradigmas de lo que hasta entonces se esperaba literariamente de la región. O como lo describe el autor chileno José Donoso: “…había irrumpido una docena de novelas que eran por lo menos notables, poblando un espacio antes desierto”.
Así, se convirtieron en un gesto de vanguardia, especialmente en Europa y otras latitudes, dominadas entonces por consideraciones más bien de tipo conservador. El primer paso en dicha internacionalización fue, en ese sentido, el triunfo de estos autores en España.
Algunos nombres del Boom son más conocidos que otros, y algunos de sus autores gozaron de mayor reconocimiento formal que otros. Sin embargo, no existen realmente fechas de inicio y de cierre del Boom, ya que no se trató realmente de un movimiento literario organizado, sino de un fenómeno editorial.
Al mismo tiempo, el Boom latinoamericano abrió grandes puertas a la literatura latinoamericana. Se convirtió rápidamente en referencia literaria en el mundo hispano y fuera de él, mediante sucesivas traducciones y ediciones a lo largo del globo.
En particular el público estadounidense fue impactado por las obras del Boom, en un contexto político mundial muy retador como lo fue la Guerra Fría, cambiando incluso paradigmas del momento respecto a la interpretación y el rol de los escritores en la sociedad.
Origen del Boom Latinoamericano
El boom inicia en la década de 1960. Fue una época particularmente conflictiva en América Latina debido a la Guerra Fría y sus tensiones entre movimientos revolucionarios, como la triunfante Revolución Cubana de 1959, y las interferencias políticas y diplomáticas estadounidenses en su contra, que financiaron cruentas dictaduras derechistas en América Latina.
En este contexto surgieron las novelas del Boom, aprovechando el repentino interés en América Latina que la época había suscitado. Desde el coloso editorial Seix-Barral, Carlos Barral y la agente literaria Carmen Balcells, tomaron la iniciativa de la difusión de las obras latinoamericanas.
Ambos estaban instalados en Barcelona y definieron una particular proyección hacia los mercados de habla francesa. Incluso se ha afirmado que las masivas ventas de estas novelas latinoamericanas revivieron prácticamente a la moribunda industria editorial española, sometida a las censuras del régimen franquista.
Características del Boom Latinoamericano
El boom fue un fenómeno esencialmente editorial y centrado sobre todo en el género de la novela. Se destacaron los proyectos novelísticos que tendían a la experimentación formal, a la innovación del lenguaje y a ciertos atrevimientos sociales y políticos.
Un rasgo común de estas novelas es su deseo de vanguardia: tratamientos del tiempo de forma no lineal, apuesta por la polifonía o la aparición de múltiples voces en el relato, uso abundante de neologismos y juegos de palabras. Se enfatizaba cierto internacionalismo o identidad regional y nacional que no se alejaba del relato histórico, sino que lo usaba de telón de fondo.
Sus temáticas y perspectivas renovaron un notorio estancamiento en el realismo literario de la época, y supusieron la emergencia de nuevos nombres a la palestra editorial hispana. Por otro lado, el boom ha sido criticado por consistir en su totalidad de escritores varones, en cuyas novelas el tratamiento de lo femenino evidencia el machismo imperante en América Latina.
Además, en su mayoría provenían de sectores ilustrados y universitarios de la sociedad, con un importante acceso a la cultura universal. Es decir que eran poco representativos del pueblo latinoamericano de la época.
Temas del Boom Latinoamericano
No existe una unidad temática en las novelas del boom. Esto se debe a que sus apuestas responden siempre al universo de intereses y al estilo personal del autor.
Sin embargo, a grandes rasgos puede decirse que el Boom prefirió temas vinculados a lo nacional, lo regional o lo que aspirara a una nueva identidad latinoamericana. En consecuencia, estas obras apuntaban a reemplazar antiguos lugares comunes con arquetipos que, a su vez, se convertirían en clásicos con mucha rapidez.
Algo importante es la ruptura de las barreras entre lo fantástico y lo cotidiano. Así aparecieron vertientes como el Realismo Mágico, por un lado, valiéndose de cierto aire de exotismo latinoamericano para narrar eventos maravillosos desde una perspectiva realista.
Por otro lado, la ficción histórica, fuertemente anclada en las tensiones políticas de lo real, tuvo su espacio en las novelas del Boom. Muchas de ellas exploraron la temática del Dictador latinoamericano, como Yo, El Supremo (1974) del paraguayo Augusto Roa Bastos.

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