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Facultad de psicología 
 
Trabajo de Fin de Grado 
 
Estilos de Apego y Relaciones de Pareja: los 
vínculos afectivos que nos caracterizan. 
 
Marc Martorell Morell 
 
Grado de Psicología 
 
Año académico 2021-2022 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Trabajo tutelado por Miriam Kefauver Silva 
 
Departamento de Psicología 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Palabras claves del trabajo: Teoría del pego, apego adulto, teoría triangular del amor de 
Sternberg, relaciones románticas de larga duración. 
 
 
 
 Índice 
Estilos de Apego y Relaciones de Pareja: los vínculos afectivos que nos 
caracterizan ..................................................................................................................... 6 
La vinculación afectiva es fundamental para nuestro desarrollo .................................. 6 
Nuestro estilo de apego se desarrolla durante la infancia ............................................. 9 
Los estilos de apego adulto tienen necesidades afectivas determinadas .................... 11 
El estudio de las relaciones de pareja ......................................................................... 14 
El estilo de apego y las relaciones de larga duración: objetivos del trabajo .............. 16 
Metodología ................................................................................................................... 16 
Procedimiento de búsqueda........................................................................................ 16 
Criterios de inclusión y exclusión .............................................................................. 17 
Resultados...................................................................................................................... 19 
Discusión ........................................................................................................................ 26 
Funciones del apego adulto o apego romántico ........................................................ 26 
Estilos de apego y su compatibilidad dentro de la pareja ......................................... 27 
Estilos de apego y su relación con las conductas de cuidado .................................... 29 
Estilo de apego y estilo comunicativo dentro de la pareja ......................................... 31 
Estilos de apego y tipo de relación romántica según las dimensiones de Sternberg . 31 
La relación apego-tipo de relación presenta diferencias entre sexos ........................ 34 
Temporalidad y duración de la relación en el modelo de Sternberg ......................... 35 
Conclusiones .................................................................................................................. 36 
Referencias .................................................................................................................... 38 
 
 
 
Resumen 
La teoría del apego explica de qué manera establecemos relaciones afectivas 
desde la infancia hasta la edad adulta mediante determinadas estrategias que 
caracterizan nuestro estilo de vinculación y satisfacen nuestras necesidades afectivas 
como seres humanos. El objetivo de este trabajo es ver de qué manera se relacionan los 
diferentes estilos de apego con los diferentes tipos de relaciones de pareja a partir de la 
teoría triangular del amor de Sternberg. Los resultados sugieren que los estilos de apego 
inseguros se corresponden con relaciones de pareja con bajos niveles de intimidad y 
compromiso, mientras que el apego seguro se relaciona con niveles elevados en las tres 
dimensiones (intimidad, pasión y compromiso). Así mismo, se plantea la necesidad de 
llevar a cabo estudios longitudinales o con relaciones de larga duración al respecto para 
poder plantear predicciones sobre las relaciones estables a largo plazo. 
Palabras clave: Teoría del pego, apego adulto, teoría triangular del amor de Sternberg, 
relaciones románticas de larga duración. 
Abstract 
Attachment theory explains how we establish affective relationships from 
childhood to adulthood through certain strategies that characterize our bonding style and 
satisfy our affective needs as human beings. The objective of this work is to see how 
different attachment styles relate to different types of relationships from Sternberg's 
triangular theory of love. The results suggest that insecure attachment styles correspond 
to relationships with low levels of intimacy and commitment, while secure attachment is 
related to elevated levels in all three dimensions (intimacy, passion and commitment). 
Likewise, the need to carry out longitudinal studies or with long-term relationships in 
this regard is raised in order to be able to propose predictions about stable long-term 
relationships. 
 
Keywords: Attachment theory, adult attachment, Sternberg's triangular theory of love, 
long-term romantic relationships. 
 
Estilos de Apego y Relaciones de Pareja: los vínculos afectivos que nos 
caracterizan 
 La capacidad de vinculación afectiva no solo nos caracteriza como seres 
humanos, sino que nos permite satisfacer una necesidad biológica fundamental para 
tener una vida plena. Para satisfacer esta necesidad, cada persona aprende unas 
estrategias determinadas desde la infancia (con los padres), hasta la edad adulta (con sus 
parejas) que definen su estilo de vinculación o, como lo trataremos en este trabajo, su 
estilo de apego. Según cada estilo de apego, las personas buscan durante su etapa adulta 
un determinado tipo de relación de pareja que les permita satisfacer sus necesidades de 
vinculación afectiva. La idea que plantea este trabajo es que, conociendo las demandas 
emocionales de cada estilo de apego y sus estrategias particulares para satisfacerlas, 
podemos saber en gran medida qué tipo de relación de pareja se ajusta más a sus 
necesidades afectivas a largo plazo. 
La vinculación afectiva es fundamental para nuestro desarrollo 
Cuando la psicología empezó a interesarse por las relaciones afectivas, las 
perspectivas dominantes de la época le concedieron una importancia secundaria, pero, 
finalmente se demostró que la vinculación afectiva es fundamental para el desarrollo 
integral de las personas, pues se trata de una necesidad innata imprescindible para la 
supervivencia de la especie. 
 Desde el punto de vista del conductismo, la vinculación afectiva era una 
necesidad secundaria que aparecía a partir de la asociación entre la satisfacción de 
necesidades primarias y la figura de apego que cubría dichas necesidades. Desde esta 
perspectiva el vínculo de apego era un proceso asociacionista que se establecía, por una 
parte, por condicionamiento clásico, al presentarse simultáneamente los estímulos que 
satisfacen estos impulsos primarios y la figura de apego que los proporciona y, por otra 
parte, por condicionamiento operante en la medida en que la presencia misma de esta 
figura de apego disminuye la tensión que provocan estos impulsos, teniendo lugar un 
proceso de reforzamiento negativo. El estilo de apego, según los conductistas, se 
desarrollaba a partir de contingencias ambientales, como cualquier otro proceso de 
aprendizaje, por lo que el estilo afectivo dependía de la manera en que se habían 
reforzado las conductas de interacción entre el infante y el cuidador durante las primeas 
etapas del ciclo vital. El problema que presenta esta perspectiva es que no explica por 
qué se mantiene el vínculo afectivo cuando ya no hay presencia de reforzadores y ya no 
se cubren necesidades primarias o incluso cuando se trata de relaciones de maltrato en 
las que predomina el castigo positivo (Melero, 2008). 
En este sentido, el marco cognitivo-conductual optó por considerar la 
importancia, a parte de las contingencias ambientales, de los esquemas mentales (y las 
creencias) que se forman durante las primeras interacciones de la infancia, a partir de 
los cuales aparecen las expectativas, las atribuciones y los sesgos atencionalesque se 
corresponderían con un determinado estilo de apego, es decir, un determinado estilo de 
procesamiento de la información en todas las relaciones afectivas. No obstante, pese a 
completar la perspectiva conductista teniendo en cuenta la importancia de estos factores 
cognitivos, sigue sin considerar la vinculación afectiva como una necesidad primaria 
para el desarrollo psicológico integral de las personas. De hecho, el marco cognitivo-
conductual tiende a considerar que lo más sano es ser emocionalmente independiente e 
incluso ve el apego como una relación de dependencia disfuncional que debe abordarse 
a partir de unos esquemas mentales que permitan vivir las relaciones afectivas como 
algo innecesario para una vida plena en la que, lejos de ser una necesidad básica, se 
considera opcional. Entonces se fomentan aquel tipo de esquemas que permitan tolerar 
el malestar de los conflictos cognitivos que puedan aparecer en las relaciones afectivas, 
según lo que deseamos, lo que esperamos y lo que finalmente obtenemos de estas 
relaciones (Melero, 2008). 
El psicoanálisis, por otra parte, e independientemente de acertar o no en sus 
teorías explicativas, fue importante por el hecho de centrar la atención en el estudio de 
la afectividad y empezar a considerar las relaciones afectivas como algo fundamental 
para el desarrollo psicosocial de las personas. Es a partir de la teoría psicoanalítica de 
las relaciones objetales que se empieza a contemplar la posibilidad de que la relación 
con la figura de apego sea una necesidad en sí misma y no algo secundario como 
proponían el conductismo y el cognitivismo (Melero, 2008). 
Fueron las investigaciones de Konrad Lorenz acerca de la impronta las que 
empezaron a proporcionar datos empíricos que sugerían que el vínculo con la figura de 
apego era independiente de la satisfacción de necesidades primarias, siendo este un 
indicio de que dicho vínculo era una necesidad primaria en sí misma. También observó 
cómo, al condicionar la respuesta social y sexual de diferentes aves durante el 
denominado período crítico, estas aprendían a buscar el contacto de humanos y no de 
otros miembros de su misma especie. Así que, por una parte, la vinculación era una 
necesidad innata para fomentar la supervivencia de la especie y, por otra parte, el tipo 
de vínculos que se desarrollaran durante ese período crítico que denominó de impronta 
determinarían en gran medida los vínculos que establecerían en el futuro (Melero, 
2008). 
En la misma línea se dirigían los resultados obtenidos en los populares 
experimentos de Harlow, en los que, al aislar a las crías de mono de sus madres, estas 
terminaban muriendo o desarrollando patrones conductuales anormales, pese a estar 
bien alimentadas. Esto parecía reforzar la idea de que, al fin y al cabo, el 
establecimiento de vínculos afectivos era una necesidad primaria para la supervivencia 
y el desarrollo saludable de los primates. Entonces, para investigar de qué manera se 
establecí este vínculo afectivo, diseñaron dos madres sustitutivas que satisfacían por 
igual las necesidades de alimentación de las crías al poseer un biberón, pero eran 
diferentes en cuanto a los materiales y su tacto: una estaba hecha de trapos suaves que 
resultaban cálidos y confortables al tacto, y la otra estaba hecha de alambre, siendo más 
fría y artificial. Los resultados tras comparar las diferentes condiciones experimentales 
mostraron que la variable fundamental en el desarrollo del vínculo afectivo con la 
madre era el contacto físico, más que la satisfacción de sus necesidades alimenticias. De 
hecho, las crías pasaban la mayor parte del tiempo con la madre de trapo y solo se 
acercaban a la madre de alambre para alimentarse momentáneamente. Más adelante 
veremos que la búsqueda de proximidad es una de las características del apego. Con 
estos resultados, Harlow y su equipo demostraron la importancia de las variables 
afectivas en el establecimiento del vínculo con la figura de apego. Ya no se trataba de 
aquella figura que satisfacía impulsos o cubría necesidades, sino de aquella figura que 
proporcionaba el calor y el apoyo emocional necesarios durante las primeras etapas del 
ciclo vital para que las crías se desarrollaran de manera sana e integral (Melero, 2008). 
Nuestro estilo de apego se desarrolla durante la infancia 
Es a partir de estas investigaciones que John Bowlby desarrolla la teoría del 
apego en la que la vinculación afectiva es una necesidad primaria que se mantiene desde 
que nacemos hasta que morimos y que es fundamental para desarrollarnos de manera 
integral como personas. Se trata de una tendencia innata a establecer vínculos afectivos 
como mecanismo de supervivencia y no como aprendizaje asociativo. Lo que sí se 
aprende son las estrategias para satisfacer esta necesidad de vinculación, que se 
desarrollan durante las primeras etapas del ciclo vital a partir de la relación con los 
cuidadores principales. Durante este período el bebé debe establecer una relación de 
dependencia segura con sus cuidadores mientras aprende a autorregular su estado 
emocional, de manera que este vínculo funciona como una base de seguridad y 
protección a partir de la cual puede explorar el mundo e ir desarrollando su personalidad 
y sus estrategias de interacción con las personas que le rodean. De esta manera también 
se forman los primeros esquemas mentales a partir de los cuales se procesa la 
información de las relaciones afectivas. Estos esquemas son bastante estables a lo largo 
del ciclo vital, por lo que influirán en la manera de establecer relaciones de apego en la 
etapa adulta (Melero, 2008). 
Fue Mary Ainsworth quien puso a prueba la teoría del apego mediante “La 
Situación Extraña” e hizo un estudio metodológico para evaluar la calidad del vínculo. 
A partir de aquí estableció diferentes estilos de apego según las estrategias de 
vinculación que los infantes habían desarrollado a partir de la relación con su figura de 
apego principal: 
En el apego seguro el cuidador principal se muestra disponible e implicado con 
el niño, es sensible a sus necesidades afectivas y las interpreta correctamente por lo que 
puede responder ante ellas de manera adecuada, generalmente positiva y contingente. 
De esta manera, la figura de apego actúa como regulador externo cuando se producen 
desequilibrios emocionales y el niño siente la confianza para explorar su entorno 
mientras desarrolla estrategias internas para autorregular sus emociones (Melero, 2008). 
En los apegos inseguros, por otra parte, nos encontramos con estrategias de 
vinculación deficientes que se traducen en problemas de autorregulación emocional en 
el futuro. En el caso del apego ansioso o ambivalente, los cuidadores se muestran 
emocionalmente inaccesibles e indiferentes a las necesidades afectivas del niño y las 
pautas de interacción dependen más del estado de ánimo del cuidador que del estado de 
ánimo del niño. Esto da lugar a un reforzamiento intermitente de sus necesidades 
afectivas y supone una falta de consistencia en el apoyo emocional del niño, que 
desarrolla una hiperactivación y una ansiedad que le dificultan el desarrollo de 
estrategias internas de autorregulación (Melero, 2008). 
En el caso del apego evitativo, los cuidadores se muestran emocionalmente 
distantes e incluso rechazan el contacto corporal con el niño cuando expresa sus 
emociones, sobre todo las negativas, de manera que rechazan las muestras de 
desregulación emocional. Al no mostrarse accesibles como fuente de apoyo y 
protección externa, se da un proceso de extinción en la activación de los esquemas 
afectivos de apego que intervienen en el procesamiento de información emocional. Lo 
que sí se refuerza en el estilo evitativo es la consecución de objetivos independientes de 
sus necesidades afectivas, que cumplen con las expectativas de los cuidadores. De esta 
manera, el niño aprendeque para mantener un buen vínculo con los cuidadores debe 
satisfacer sus expectativas de logro al mismo tiempo que controla sus emociones sin 
contar con el apoyo de ninguna figura de apego (Melero, 2008). 
Main y Solomon (1986) también identificaron un estilo de apego desorganizado 
que se desarrollaba a partir de relaciones muy disfuncionales entre los cuidadores y el 
niño, caracterizadas por la negligencia, el maltrato o incluso el abuso infantil. La falta 
de estabilidad en las estrategias de regulación emocional de este estilo de apego, hacen 
que sea más adecuado estudiar sus dinámicas de interacción de manera específica, por 
lo que no se abordaran en este trabajo (Ballester, Mañes y Llario, 2014). 
Los estilos de apego adulto tienen necesidades afectivas determinadas 
Como ya hemos visto, el vínculo de apego es esa relación afectiva que se 
establece con personas determinadas (que no son intercambiables por otras) con las que 
existe un deseo de proximidad y contacto personal y representan una base de seguridad 
psicológica y apoyo emocional, de manera que el hecho de separarse de ellas provoca 
malestar. Al principio se trata de una relación asimétrica con los cuidadores, pero poco a 
poco van apareciendo nuevas figuras de apego que se establecen de manera jerárquica. 
Es a partir de la adolescencia cuando la jerarquía empieza a cambiar para dar paso a los 
amigos y a las parejas románticas como vínculos de apego principales. Ya en la edad 
adulta, la figura principal de apego es la pareja estable. Pero ¿qué necesidades afectivas 
debe cubrir esta relación de pareja? En este sentido encontramos ciertas diferencias 
entre los estilos de apego adulto. Los adultos con apego seguro han desarrollado una 
buena autoestima que les permite confiar en sí mismos y en su figura de apego, por lo 
que se muestran emocionalmente accesibles y disfrutan tanto de la intimidad con la 
pareja, como de su autonomía al explorar cosas nuevas. Entonces, para satisfacer sus 
necesidades buscan relaciones basadas en una interdependencia horizontal que les 
permite el equilibrio entre su autonomía y la satisfacción de sus necesidades afectivas, 
buscando el apoyo de su pareja solo cuando sea necesario (Melero, 2008). 
Las personas con apego adulto preocupado o ambivalente han desarrollado sus 
estructuras de apego a base de intentos frustrados por conseguir la implicación 
emocional de cuidadores inaccesibles, por lo que su baja autoestima las predispone a 
buscar la aprobación de los demás, fomentando relaciones de dependencia en las que 
raramente se sienten suficientemente queridas y necesitan muestras de afecto constantes 
por parte de su pareja. Esto se debe a la falta de autoeficacia percibida, pues debido al 
desarrollo de su apego infantil sienten que nada de lo que hagan puede impedir que su 
figura de apego los abandone en cualquier momento (Melero, 2008). 
En el caso del apego adulto evitativo, ya hemos visto que, durante su desarrollo 
infantil, aprendían a distanciarse emocionalmente de la figura de apego para gestionar 
su malestar y evitar expresar sus emociones negativas. De esta manera, la capacidad de 
autocontrol se vuelve fundamental para inhibir su sistema de apego como mecanismo de 
defensa ante el posible rechazo por parte de su figura de apego que les genera malestar y 
los desestabiliza emocionalmente (Melero, 2008). Pero no todos los evitativos 
consiguen controlar la activación de su apego. En este sentido, el modelo de 
Bartholomew y Horowitz (1991) establece una diferenciación importante entre dos tipos 
de apego evitativo: el alejado y el temeroso. El evitativo alejado es aquel que ha logrado 
inhibir su sistema de apego exitosamente, aunque no inhibe sus reacciones fisiológicas 
ante las emociones negativas, sino que ha conseguido disociar entre estas sensaciones y 
su percepción subjetiva. Sus relaciones se basan en una representación mental positiva 
de sí mismos pero negativa de los demás, por lo que evita la intimidad en las relaciones 
interpersonales y prefiere implicarse en actividades de logro en los otros ámbitos 
individuales que solo dependen de él, fomentando su sentimiento de autosuficiencia al 
mismo tiempo que niega tener necesidades afectivas. Al desviar la atención hacia la 
autosuficiencia personal para sentirse emocionalmente seguros, valoran su autonomía y 
su independencia por encima de todo, por lo que es probable que los vínculos que 
establezcan sean más bien instrumentales o secundarios y tengan relaciones 
independientes (Bartholomew, y Horowitz, 1991). 
El evitativo temeroso, en cambio, no ha logrado desactivar su sistema de apego 
centrándose en los logros y, al mismo tiempo que tiene un modelo mental negativo de 
los demás que le hace rechazar la intimidad, también tiene una percepción negativa de sí 
mismo que le hace buscar la aprobación externa para sentir seguridad. Es un estilo que 
comparte elementos con el apego ansioso generando una ambivalencia entre 
dependencia y evitación: necesitan la aprobación de los demás, pero evitan establecer 
vínculos con ellos por miedo al rechazo. Son personas externamente evitativas e 
internamente dependientes, por lo que buscan relaciones en las que puedan tener cierto 
control sobre la disponibilidad de la pareja para sentirse seguros. En este sentido, la 
relación que más se ajustaría a sus necesidades sería más bien dominante (Melero, 
2008). 
El estudio de las relaciones de pareja 
Los beneficios de tener una relación sana de pareja se han demostrado en 
diversos estudios en los que el nivel de satisfacción con la relación aparece como una 
variable de protección al reducir el riesgo de padecer trastornos psicológicos como 
ansiedad o depresión y enfermedades físicas como la hipertensión, e incluso estaría 
relacionada con la mejora de la respuesta del sistema inmunológico. Esto sucede, en 
parte, gracias a una dinámica de interacción que mantiene niveles bajos de estrés físico 
y emocional, y que fomenta el cuidado mutuo de los miembros de la pareja. En estos 
casos, el vínculo afectivo se convierte en una fuente de apoyo que contribuye al 
bienestar psicológico (Gottman y Silver, 2012). 
El estudio científico de las relaciones románticas de pareja desde la psicología es 
relativamente reciente y empieza durante los años 70, cuando se establecen las 
diferencias entre la atracción interpersonal y el amor. Este último incluye el apego como 
elemento fundamental. A partir de este momento aparecen múltiples teorías explicativas 
sobre el amor y las relaciones románticas que establecen diferentes componentes como 
la pasión, la confianza, el compromiso, la satisfacción, etc. Hasta llegar a los modelos 
más elaborados como el que propone Lee (1973) que sugiere la existencia de tres tipos 
de amor primarios (Eros o amor pasional, Ludus o amor lúdico y Storge o amor de 
amistad) y tres secundarios que surgen de la combinación de los primeros: Pragma o 
Amor pragmático (Ludus más Storge), Manía o amor obsesivo (Eros más Ludus) y 
Agape o Amor desinteresado (Eros más Storge). Lee afirmaba que la calidad óptima de 
las relaciones se alcanzaba cuando los miembros de la pareja tenían el mismo estilo 
(Melero, 2008). 
La teoría triárquica del amor de Sternberg aparece luego como una propuesta 
integradora del modelo de Lee y plantea la existencia de tres dimensiones principales 
que están presentes en todas las relaciones de pareja: la pasión, la intimidad y el 
compromiso. La pasión haría referencia a la búsqueda de proximidad con la pareja, 
motivada por la atracción física y el deseo sexual. La intimidad representa la 
accesibilidad emocional y personal que permite conocer a la pareja, fomentando el 
apoyo, el cuidado y la búsqueda de su bienestar mutuo. Y el compromiso, es la decisión 
de implicarse emocionalmente en la relación y mantenerla en el tiempo a pesar de los 
conflictos que puedan surgir, eligiendopermanecer en una relación con la pareja por 
encima de otras alternativas (Melero, 2008). La representatividad de cada una de estas 
dimensiones varía según el tiempo de relación. Por otra parte, Sternberg planteó estas 
dimensiones como independientes entre sí, de manera que mientras la pasión es la más 
importante en las primeras etapas de la relación, luego disminuye dando paso al 
desarrollo de la intimidad y el compromiso hasta llegar a estabilizarse con el tiempo, 
generalmente a partir de los 10 o 15 años según indican algunos estudios (Villar, 
Villamizar & López-Chivrall, 2005). No obstante, es importante hacer ciertas 
matizaciones respecto al modelo original de Sternberg. Por una parte, sugería que la 
pasión disminuía hasta desaparecer por completo mientras la intimidad y el compromiso 
se convertían en las bases de la relación. Pero los resultados indican que la pasión no 
decae tanto como cabría esperar y termina por estabilizarse a un nivel intermedio (Villar 
et al., 2005; Yela, 1996). Por eso debemos diferenciar la pasión erótica (fisiológica), 
más relacionada con el impulso sexual, y la pasión romántica (psicológica), relacionada 
con la novedad, las experiencias en pareja y las necesidades afectivas. Así, mientras la 
motivación sexual disminuye, la pasión romántica amortigua la caída de la dimensión 
pasional propuesta por Sternberg (Yela, 1996). 
El estilo de apego y las relaciones de larga duración: objetivos del trabajo 
Hemos visto cómo cada estilo de apego adulto tiene unas necesidades afectivas 
determinadas que tratan de satisfacer en sus relaciones de pareja. El objetivo de este 
trabajo es explorar las características de las relaciones estables de larga duración a partir 
del modelo de Sternberg y relacionarlas con los diferentes estilos de apego de la pareja. 
De esta manera, la teoría del apego permitiría obtener información acerca del tipo de 
relación romántica más adaptativa a la hora de satisfacer las necesidades afectivas de 
cada persona. 
Entonces, las hipótesis que se plantean son, en primer lugar, que los estilos de 
apego evitativo no mantendrán relaciones estables de larga duración a no ser que 
influyan otras variables externas, y que, si lo hacen, estarán caracterizadas por niveles 
muy bajos de intimidad y compromiso. En segundo lugar, se espera que el estilo de 
apego seguro tenga relaciones lo más cercanas al amor consumado que propone 
Sternberg, en las que se encuentran niveles elevados de pasión, intimidad y 
compromiso. Y, por último, en caso de encontrar relaciones de larga duración 
asimétricas, caracterizadas por la dominancia-sumisión y/o el maltrato, se espera que el 
estilo de apego de las personas implicadas sea ambivalente y/o evitativo temeroso. 
Metodología 
Procedimiento de búsqueda 
 Para recopilar la información académica y científica necesaria para abordar los 
objetivos del presente trabajo, se realizó una revisión bibliográfica sistemática en las 
bases de datos CatàlegPlus, Scopus y Web of Science que se empezó el 18 de mayo 
hasta el 15 de junio de 2022. Las palabras clave utilizadas para realizar la búsqueda en 
cada una de las bases de datos mencionadas fueron “adult attachment”, “Sternberg” y 
“long-term relationship”, aplicando marcadores booleanos para encontrar aquellos 
documentos que incluyeran los estilos de apego, la teoría de Sternberg y las relaciones 
de pareja: adult attachment AND Sternberg AND long-term relationship. 
Criterios de inclusión y exclusión 
Los criterios utilizados para incluir los artículos en el presente trabajo son, en 
primer lugar, la fecha de publicación que se establece a partir del 2012 hasta el 2022 y 
el idioma de publicación, descartando aquellos artículos en otros idiomas diferentes del 
inglés, el español y portugués. En segundo lugar, se seleccionarán únicamente aquellos 
artículos que establezcan una relación entre los estilos de apego y los estilos de amor 
propuestos en la teoría triárquica de Sternberg. Y, por último, los artículos incluidos 
deberían permitirnos abordar principalmente las relaciones de pareja de larga duración 
que, partiendo de estudios como el anteriormente mencionado de Villar et al. (2005), se 
establecen a partir de los 10 años de duración. 
La selección de las publicaciones se llevó a cabo de manera cualitativa y 
sistematizada, revisando en primer lugar el título de los documentos y luego el resumen, 
así como las palabas clave, para evaluar si eran congruentes con el tema de este trabajo. 
Por último, se revisaron las características de la muestra para corroborar que se trataba 
de parejas de larga duración siguiendo el criterio antes mencionado. 
Aplicando los criterios de búsqueda establecidos a las bases de datos 
mencionadas, se obtuvieron un total de 990 artículos: 986 en CatàlegPlus, 2 en Scopus y 
2 en Web of Science. 
 En una primera selección a partir de la revisión del título de cada documento, se 
descartaron un total de 920 artículos por estar duplicados, por no contener las palabras 
clave o por describir temas que no guardaban ninguna relación que fuera de utilidad 
para abordar los objetivos de este trabajo. Como resultado de esta primera selección, se 
obtuvieron 70 artículos (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 67 de CatàlegPlus) que 
pasaron a la siguiente fase de selección en la que se revisaron los abstracts y las palabras 
clave. Tras este último proceso de selección se descartaron 52 artículos, obteniendo 18 
documentos (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 15 de CatàlegPlus) cuya información 
se consideró relevante para contrastar las hipótesis planteadas y tratar la temática del 
trabajo. El proceso de selección se puede ver representado en la Figura 1. 
Figura 1: Proceso de selección de los estudios incluidos en la revisión. 
*Véase Tabla 1. 
Artículos encontrados en las bases de datos 
revisadas según los criterios de búsqueda: 990 
(986 en CatàlegPlus, 2 en Scopus y 2 en Web 
of Science). 
 
Artículos seleccionados mediante revisión del 
título: 70 (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 
67 de CatàlegPlus). 
 
Artículos seleccionados mediante revisión del 
abstract y las palabras clave: 18 (1 de Web of 
Science, 2 de Scopus y 15 de CatàlegPlus). 
 
Artículos finalmente incluidos en el trabajo*: 
16 (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 13 de 
CatàlegPlus). 
 
Artículos descartados: 
920. 
 
Artículos descartados: 
52. 
 
Artículos descartados: 
2 
 
Por último, tras haber realizado la selección final de los artículos, se procedió a 
revisar su contenido para seleccionar aquella información relevante que se incluye en el 
apartado de discusión (Tabla 1). 
Resultados 
 Los artículos que finalmente se seleccionaron para llevar a cabo este trabajo de 
revisión [n=16] fueron publicados entre el año 2012 y 2022, abarcando las 
publicaciones de los últimos diez años acerca de la teoría del apego y su conexión con 
las relaciones románticas de pareja: año 2012 [n=3]; año 2013 [n=2]; año 2015 [n=2]; 
año 2016 [n=1]; año 2017 [n=1]; año 2018 [n=2]; año 2020 [n=3]; y año 2021 [n=2]. En 
cuanto al idioma de los artículos: inglés [n=15]; y portugués [n=1]. Se seleccionaron 
según el estudio de diversas variables: estilos de apego [n=8]; relaciones de pareja 
[n=4]; y teoría triangular del amor de Sernberg [n=4]. 
 
Tabla 1 
Artículos finalmente incluidos en el trabajo. 
Artículo Año Título Variables Resultados 
Barbaro, N. 2020 
The nature of attachment 
systems. 
Apego infantil y apego 
romántico. 
Se considera la existencia de dos sistemas de 
apego etiológicamente diferentes: el infantil y el 
romántico. Tienen distintos objetivos afectivos. 
Bergeron, S., Brassard, A., Mondor, J., & 
Péloquin, K. 
 
2020 
Under, Over, or Optimal 
Commitment? Attachment 
Insecurities and Commitment 
Issues in Relationally Distressed 
Couples. 
Estilos de apego inseguro 
y compromiso. 
Las personas con apego inseguro(evitativo y 
ansioso) presentan mayor predisposición a 
mantener relaciones con niveles de intimidad 
por debajo de los percibidos como óptimos. 
Campbell, K., & Cabrera, S. 2020 The New Psychology of Love. 
Diferentes teorías 
psicológicas del amor 
romántico. 
El amor es universal pero su expresión difiere 
entre culturas colectivas e individualistas. La 
teoría triangular del amor de Sternberg es un 
modelo que destaca por encima de los demás 
por su carácter heurístico y, al mismo tiempo, 
por su simplicidad. 
Artículo Año Título Variables Resultados 
Conradi, H. J., Noordhof, A., Dingemanse, 
P., Barelds, D. P. H. & Kamphuis, J. H. 
 
2017 
Actor and Partner Effects of 
Attachment on Relationship 
Satisfaction and Sexual 
Satisfaction Across the Genders: 
An APIM Approach. 
Diferencias de género 
entre estilos de apego y 
satisfacción sexual y con 
la relación de pareja en 
parejas heterosexuales. 
En ambos géneros el apego evitativo disminuye 
la satisfacción. La diferencia fundamental entre 
sexos es que la evitación de las mujeres solo 
afecta a la satisfacción sexual de los hombres, 
mientras que la evitación de los hombres afecta 
a la satisfacción tanto de la relación como la 
sexual en las mujeres. 
Ĉopková, R. & Lörincová, E. 2021 
The dark triad, love components, 
and attachment styles in romantic 
relationship experiencing during 
young adulthood. 
Tríada oscura de la 
personalidad, Teoría 
triangular el amor de 
Sternberg y estilos de 
apego. 
El narcisismo está significativamente 
relacionado con el estilo de apego evitativo, 
pero también con el estilo de apego ansioso, en 
forma de narcisismo vulnerable. El 
maquiavelismo y la psicopatía están 
relacionados con ambos estilos de apego 
inseguros por igual. 
 
Artículo Año Título Variables Resultados 
De Andrade, A. L., Rech Wachelke, J. F., 
& Carnielli, A. B. 
2015 
Howat-Rodrigues, A. B. 
Relationship Satisfaction in 
Young Adults: Gender and Love 
Dimensions. 
Género, componentes de 
la relación según 
Sternberg y satisfacción 
con la relación. 
En las mujeres, las variables pasión, intimidad y 
compromiso son predictores significativos de 
satisfacción. En los hombres, el compromiso no 
es una variable significativa. 
Ináncsi, T., Láng, A., & Bereczkei, T. 2015 
Machiavellianism and Adult 
Attachment in General 
Interpersonal Relationships and 
Close Relationships. 
Estilos de apego y 
relaciones instrumentales, 
maquiavelismo. 
Existe una relación entre estilo de apego 
evitativo y maquiavelismo. 
Julal, F. S., & Carnelley, K. B. 2012 
Attachment, perceptions of care 
and caregiving to romantic 
partners and friends. 
Respuestas de cuidados 
parentales y cuidados 
románticos en adultos. 
La representación mental de los cuidados 
recibidos por los cuidadores durante la infancia 
está relacionada con las respuestas y la 
búsqueda de cuidados en la edad adulta. 
 
Artículo Año Título Variables Resultados 
Martins-Silva, P. de O. 2013 
Teorias sobre o amor no campo 
de Psicología Social: Teorias 
sobre el amor en el campo de la 
Psicología Social = Theories 
about love in the field of Social 
Psychology. 
Estudio del amor, Teoría 
del Apego y 
Teoría Triangular del 
amor de Sternberg 
La Teoría triangular de Sternberg se ha 
mostrado consistente como modelo de las 
relaciones amorosas. 
McNeil, J., Rehman, U. S., & Fallis, E. 2018 
The Influence of Attachment 
Styles on Sexual Communication 
Behavior. 
Estilo de apego y 
comunicación dentro de la 
pareja. 
El apego evitativo se relaciona con un estilo de 
comunicación negativo tanto a nivel individual 
como de pareja. 
Mizrahi, M., Hirschberger, G., Mikulincer, 
M., Szepsenwol, O., & Birnbaum, G. E. 
2016 
Reassuring sex: Can sexual 
desire and intimacy reduce 
relationship-specific attachment 
insecurities? 
Relación entre intimidad y 
deseo sexual y las 
inseguridades del apego. 
El deseo sexual de los hombres se relaciona con 
la disminución de las inseguridades de la 
relación de la pareja, mientras que en el sentido 
inverso, es la intimidad por parte de la mujer lo 
que disminuye las inseguridades afectivas de la 
pareja masculina. 
 
 
Artículo Año Título Variables Resultados 
Péloquin, K., Brassard, A., Delisle, G., & 
Bédard, M.-M. 
2013 
Integrating the attachment, 
caregiving, and sexual systems 
into the understanding of sexual 
satisfaction. 
Estilos de apego, estilo de 
cuidados y satisfacción 
sexual en pareja 
Los estilos de apego bajos en ansiedad y 
evitación utilizan conductas de cuidado más 
adaptativas basadas en la proximidad y la 
sensibilidad con su pareja. 
Sina, F., Najarpourian, S., 
& Samavi, S. A. 
 
2018 
The prediction of marital 
satisfaction through attachment 
styles and love story. 
Estilos de apego, historias 
de amor y satisfacción de 
pareja. 
La relación entre estilo de apego y historia de 
amor propuesta por Sternberg es un buen 
predictor de satisfacción en las parejas. 
Sorokowski, P., Sorokowska, A., 
Karwowski, M., 2021Groyecka, 
A., Aavik, T., Akello, G., Alm, C., 
Amjad, N., Anjum, A., Asao, K., 
Atama, C. S., Atamtürk Duyar, D., 
Ayebare, R., Batres, C., Bendixen, 
M., Bensafia, A., Bizumic, B., 
Boussena, M., Buss, D. M., & 
Butovskaya, M. 
2021 
Universality of the Triangular 
Theory of Love: Adaptation and 
Psychometric Properties of the 
Triangular Love Scale in 25 
Countries. 
 
Validación psicométrica 
intercultural de la escala 
STLS de Sternberg. 
Los resultados obtenidos confirman los 
supuestos básicos de la teoria triárquica del 
amor de Sternberg. 
Artículo Año Título Variables Resultados 
Strauss, C., Morry, M. M., & Kito, M. 2012 
Attachment styles and 
relationship quality: Actual, 
perceived, and ideal partner 
matching. 
Compatibilidad de estilos 
de apego y satisfacción de 
las relaciones de pareja. 
Las personas tienden a elegir parejas con apegos 
con un nivel de seguridad similar al suyo o 
superior. La semejanza en los estilos de apego 
predice el nivel de satisfacción con la relación. 
Tarabulsy, G. M., Girard, D., Vargas, M., 
Larose, S., Noël, C., Bernier, A., 
& Trottier-Sylvain, K. 
2012 
Attachment states of mind in late 
adolescence and the quality and 
course of romantic relationships 
in adulthood. 
Estado mental y estilo de 
apego durante 
adolescencia tardía y 
relaciones románticas 
durante edad adulta. 
Aquellas personas que mostraron más 
preocupación por el apego durante su 
adolescencia tuvieron mayor probabilidad de 
estar solteras o tener relaciones de corta 
duración en la edad adulta. 
 
Discusión 
 Los estudios que relacionan la teoría del apego adulto con el amor permiten 
predecir en gran medida el tipo de relación que tendremos en el futuro, así como nuestro 
grado de satisfacción con ella (Tarabulsy et al., 2012). Estos estudios presuponen que 
los esquemas de vinculación aprendidos durante la infancia tienden a mantenerse en la 
etapa adulta, viéndose reforzados a partir de las experiencias de las relaciones 
interpersonales, sin haber diferencias significativas entre sexos en este aspecto (Martins-
Silva, 2013). 
Funciones del apego adulto o apego romántico 
Aunque hablemos de apego infantil y apego adulto, la teoría original del apego 
concibe su funcionamiento a partir de un único sistema, de manera que lo que diferencia 
el apego infantil del adulto, es básicamente la figura de apego de referencia: en el 
primero es el cuidador principal y en el segundo es la pareja. Ambos tipos de apego son 
adaptaciones psicológicas que se han desarrollado evolutivamente para responder a 
presiones de selección natural, pero existe cierto debate acerca de las diferencias entre 
ellos. Los dos tipos de apego se caracterizan por la búsqueda de proximidad, el estrés 
por separación, y la figura de apego como base de seguridad y apoyo emocional,pero 
sus funciones evolutivas son diferentes según cada etapa de desarrollo. El apego infantil 
con el cuidador principal (generalmente la madre) tiene como objetivo la supervivencia 
del bebé hasta que logre valerse por sí mismo, pero el apego adulto no está tan claro qué 
objetivo evolutivo tiene, puesto que no es imprescindible para sobrevivir. Todo parece 
indicar que su función evolutiva es la de contribuir a la perpetuación de la especie, 
aumentando las probabilidades de reproducción y de cuidado mutuo entre los miembros 
de la pareja. Así pues, la diferencia fundamental entre apegos es la dirección que toma 
el vínculo en la satisfacción de necesidades: mientras el apego infantil es una relación 
vertical y unidireccional (en términos de cuidados), en el apego adulto la relación es 
horizontal y ambos contribuyen a satisfacer las necesidades del otro (Barbaro, 2020). 
Por lo tanto, la teoría del apego explicaría la importancia biológica y evolutiva de 
establecer relaciones románticas en la edad adulta. 
Estilos de apego y su compatibilidad dentro de la pareja 
Como ya hemos comentado antes haciendo referencia al libro de Gottman y 
Silver (2012), tener una relación de pareja satisfactoria es un aspecto fundamental para 
el desarrollo de una vida plena. En este sentido, el estilo de apego adulto juega un papel 
fundamental en estas relaciones ya que contiene sus expectativas, necesidades, 
emociones, etc., e influye tanto en el apoyo emocional y los cuidados que se le ofrecen a 
la pareja, como en el temor ante su posible abandono o rechazo. Estas expectativas 
sobre las relaciones románticas se van formando desde la infancia y derivan de lo que 
Sternberg denomina las “historias de amor” de cada persona, que contienen los 
esquemas a partir de los cuales procesamos la información en nuestras relaciones. 
Partiendo de este planteamiento, las investigaciones parecen indicar que lo que 
buscamos en una pareja es el equilibrio entre similitud de historias y la 
complementariedad en los roles desempeñados en ellas (Sina, Najarpourian & Samavi, 
2018). Es decir, compartir unos aspectos en común que permitan conectar con la pareja 
y que nos hagan compatibles, al mismo tiempo que nos complementamos con las 
distintas funciones desempeñadas dentro de la relación. 
La compatibilidad dentro de la pareja se ha estudiado según los diferentes estilos 
de apego de sus miembros y los resultados indican que aquellas parejas en que ambos 
tienen el mismo estilo de apego (ya sea seguro, evitativo o ambivalente) tienen niveles 
más altos de satisfacción que las parejas con apegos diferentes (Sina et al., 2018; 
Strauss, Morry & Kito, 2012). Strauss et al., (2012) se refiere a esta característica como 
la “hipótesis de semejanza” que afirma que tendemos a elegir a aquella pareja cuyo 
apego comparte niveles de ansiedad y evitación semejantes al nuestro. 
En la combinación de apegos diferentes, la peor combinación parece ser la que 
tiene lugar entre estilo evitativo y estilo ambivalente. Las personas con apego evitativo 
tienen inseguridades que las hacen desconfiar de las demás personas (mientras que las 
que tienen apego ambivalente desconfían de sí mismas). Eso hace que les sea muy 
difícil establecer intimidad en sus relaciones e incluso se incomodan cuando su pareja 
promueve la proximidad en la relación. Entonces evitan mostrar sus emociones, e 
incluso experimentarlas, porque eso las haría sentir vulnerables ante el malestar que les 
provocaría el posible rechazo por parte de sus parejas (Sina et al., 2018). 
Las personas con estilo de apego ambivalente, por otra parte, muestran altos 
niveles de estrés emocional en sus relaciones. Al tener muy baja autoestima y sentir que 
no merecen ser amados, experimentan una tensión constante ante la incertidumbre de no 
saber si las van a abandonar, por lo que reaccionan con celos, irritación y ansiedad (Sina 
et al., 2018). 
De esa manera, la búsqueda de proximidad constante del apego ambivalente 
entraría en conflicto con el distanciamiento que caracteriza al apego evitativo, 
retroalimentando su tensión y malestar mutuamente. 
En el apego seguro, en cambio, son personas que se sienten cómodas generando 
intimidad, pues su alta autoestima las hace sentir que merecen ser amadas y que pueden 
confiar en las buenas intenciones de los demás al mismo tiempo. Eso les permite 
relacionarse desde una actitud más relajada, presentando niveles más bajos de estrés y 
ansiedad (Sina et al., 2018). 
Estilos de apego y su relación con las conductas de cuidado 
 El sistema de apego determina en gran medida el sistema de cuidado de cada 
persona, es decir, sus estrategias para responder a las necesidades afectivas de la pareja 
cuando su sistema de apego está activado. Por norma general, nuestro sistema de 
cuidado solo puede funcionar de manera óptima cuando nuestro sistema de apego se 
encuentra desactivado y podemos atender las necesidades de las personas que nos 
rodean. De lo contrario, si experimentamos malestar o ansiedad por separación, nuestra 
atención se dirige a las sensaciones internas (Péloquin, Brassard, Delisle & Bédard, 
2013). Parece de sentido común que, para cuidar a otras personas de la mejor manera 
posible, debemos cuidarnos a nosotros mismos primero. 
En este sentido, los cuidados parentales percibidos durante la infancia 
determinan en cierta medida el tipo de cuidados que ofrecemos a la pareja, así como los 
cuidados que buscamos en ella (Julal & Carnelley, 2012). 
Las dimensiones o diferentes estrategias del sistema de cuidado son la 
proximidad, la sensibilidad, el control y el cuidado compulsivo. La proximidad, es la 
disponibilidad física cuando la pareja necesita apoyo emocional; la sensibilidad, es la 
capacidad para percibir las necesidades afectivas de la pareja; el control, por otra parte, 
tiene lugar cuando se actúa sobre los problemas de la pareja sin cooperar con ella, 
tratando de controlar sus propias necesidades afectivas; y el cuidado compulsivo, por 
último, se da cuando el cuidado que se proporciona a la pareja es demasiado intrusivo y 
se ofrece constantemente sin que la pareja lo necesite (Péloquin et al., 2013). 
Las investigaciones que abordan la relación entre el estilo de apego y los 
sistemas de cuidado muestran que el apego seguro (con baja ansiedad y evitación) es 
más sensible a las necesidades de la pareja y está disponible cuando necesita apoyo, 
manifestando altos niveles de sensibilidad y proximidad en el cuidado de la pareja. Por 
el contrario, los apegos inseguros (evitativo y ambivalente) muestran menos proximidad 
y sensibilidad (Péloquin et al., 2013). El apego ambivalente concretamente, muestra una 
mayor tendencia a utilizar conductas de cuidado compulsivo o basadas en el control 
(Julal & Carnelley, 2012). 
 Según muestran investigaciones como la de Feeney & Collins (2001), el apego 
evitativo presenta una mayor tendencia al control (Péloquin et al., 2013). En esta misma 
línea, otros estudios han encontrado una relación entre el maquiavelismo y el estilo de 
apego evitativo. El maquiavelismo es un rasgo psicológico con un patrón de relación 
interpersonal caracterizado por mantener vínculos instrumentales basados en la 
manipulación y el control de la otra persona para satisfacer sus propias necesidades. En 
el ámbito de la pareja, se trata de personas que perciben a su figura de apego de manera 
más negativa que el resto de los estilos de apego y se perciben a sí mismos como 
personas con más autoconfianza que sus parejas al mismo tiempo que muestran menos 
confianza en ellas. Como es característico del estilo evitativo, lo que más valoran es su 
independencia y autonomía, por lo que la proximidad les incomoda. Además, son 
personas que muestran niveles muy bajos de ansiedad por separación (Ináncsi, Láng & 
Bereczkei, 2015). Podríamos plantearnos la idea de que una persona maquiavélica se 
caracterizapor un estilo de apego evitativo llevado al extremo, e incluso, que este tipo 
de apego está relacionado también con la psicopatía. De hecho, así lo indican otros 
estudios que relacionan maquiavelismo y psicopatía con los apegos evitativo y 
ambivalente (Ĉopková & Lörincová, 2021). En el trabajo que nos ocupa, nos 
limitaremos a sugerir que, aquellas relaciones de pareja con un estilo de dominancia-
sumisión, muy probablemente están formadas por una pareja en la que sus miembros 
tienen estilos de apego evitativo o ambivalente y tienden a aplicar conductas de cuidado 
basadas en el control de la pareja. 
Estilo de apego y estilo comunicativo dentro de la pareja 
El estilo de apego también influye en la manera en que expresamos nuestras 
necesidades. En este sentido, McNeil, Rehman & Fallis (2018) establecen dos estilos de 
comunicación entorno a la sexualidad dentro de la pareja: uno positivo, caracterizado 
por ofrecer soluciones, ser responsivo y estar dominado por la afectividad positiva; y 
otro negativo, con hostilidad, afectividad negativa y una marcada falta de habilidades 
comunicativas. Así, observaron que el apego evitativo estaba relacionado con el estilo 
comunicativo negativo y que, al mismo tiempo, fomentaba el estilo comunicativo 
negativo de la pareja, independientemente de su estilo de apego. Puesto que se trataba 
de información referente a su vida sexual, este es otro claro ejemplo de lo incómodos 
que se sienten las personas con apego evitativo en situaciones de elevada intimidad. 
Estilos de apego y tipo de relación romántica según las dimensiones de Sternberg 
Ya hemos visto como el estilo de apego está muy relacionado con nuestras 
expectativas acerca de las relaciones románticas, las necesidades afectivas que tratamos 
de satisfacer, así como nuestro estilo comunicativo al expresarlas y nuestro estilo de 
cuidado al satisfacer las de nuestra pareja. También hemos comentado cómo influye a la 
hora de buscar un tipo determinado de pareja y de qué manera afecta la combinación de 
los diferentes tipos de apego entra los miembros de la pareja en el grado de satisfacción 
de esta. Todo ello influye en el tipo de relación de pareja que se mantiene durante la 
etapa adulta. 
La teoría de Sternberg (1988; 1997) propone tres dimensiones presentes en todas 
las relaciones románticas. La primera es el compromiso, a corto plazo y a largo plazo. 
El compromiso a corto plazo se refiere a la decisión de establecer la relación, mientras 
que a largo plazo se trata de mantenerla en el tiempo. La segunda dimensión que 
propone es la intimidad, que se refiere a la proximidad afectiva y a la conexión 
emocional con la pareja. Y la tercera, es la pasión, que se basa en la atracción física y 
sexual hacia la otra persona (Martins-Silva, 2013). Otra manera de interpretar estos 
componentes es la de entender el amor como un fenómeno psicológico que incluye 
elementos conductuales (intimidad), emocionales (pasión) y cognitivos (compromiso) 
(Sina, Najarpourian & Samavi, 2018). Al ser una perspectiva dimensional, la 
organización triangular que propone Sternberg permite establecer combinaciones según 
la importancia que tiene cada uno de estos elementos en la relación, dando lugar a siete 
tipos de amor (Martins-Silva, 2013): 
- Cariño (intimidad): es la relación más parecida a la amistad. Hay mucho 
sentimiento de proximidad y confianza, pero poca pasión y compromiso a 
largo plazo. 
- Amor pasional (pasión): es la relación más superficial, generalmente de sexo 
casual, caracteriza por una gran excitación física y mental (recordemos la 
diferenciación entre pasión erótica y romántica que proponía Yela, (1996)). 
- Amor vacío (intimidad): se da sobre todo en relaciones de conveniencia en 
las que no hay pasión ni intimidad pero que, por diferentes motivos, se toma 
la decisión de mantener la relación a largo plazo. 
- Amor romántico (pasión e intimidad): la atracción física se convierte en 
atracción emocional y coexisten el deseo sexual y la confianza, aunque se 
centra más en el momento presente que en un futuro conjunto. Con el tiempo 
puede fomentar el compromiso. 
- Amor compañero (intimidad y compromiso): es la relación que 
denominaríamos de “mejores amigos” cuando se mantiene una amistad a 
largo plazo y se desarrolla un alto nivel de confianza. Al mismo tiempo, 
puede darse en aquellas parejas que llevan mucho tiempo juntas, en las que 
la pasión ha disminuido notablemente. 
- Amor fatuo (pasión y compromiso): son aquellas relaciones que se 
establecen por atracción sexual entre personas que no tienen nada en común, 
por lo que cuando la pasión decrece, la relación puede que llegue a su final. 
- Amor consumado (pasión, intimidad y compromiso): es el amor ideal que 
contiene niveles elevados de las tres dimensiones en equilibrio y se 
caracteriza por la atracción sexual, la conexión emocional y la confianza, así 
como la visión a largo plazo de la relación. 
Cuando se relacionan los estilos de apego con estas dimensiones, se observa que 
los apegos inseguros (evitativo y ambivalente), se corresponden con bajos niveles en las 
tres dimensiones del amor propuestas por Sternberg, sobre todo en el caso del evitativo. 
Por otra parte, Madey & Rogers (2009) asociaron el apego seguro con altos niveles en 
los tres componentes. En cambio, no parece haber una relación significativa entre apego 
ambivalente y pasión (Ĉopková & Lörincová, 2021; Tarabulsy et al., 2012). 
El apego ambivalente estaría relacionado con desajustes en el nivel de 
compromiso que tienen los miembros de la pareja: las mujeres ansiosas muestran 
niveles de compromiso desajustados, o demasiado bajos o demasiado altos bajos. En los 
hombres ansiosos, ese desajuste se manifiesta con niveles de compromiso demasiado 
elevados. Al mismo tiempo, estos desajustes influyen en el nivel de compromiso de la 
pareja, disminuyéndolo. En el caso del apego evitativo, pasa lo contrario, 
relacionándose con niveles bajos de compromiso, pero sin influir en el nivel de sus 
parejas (Bergeron, Brassard, Mondor & Péloquin, 2020). 
La relación apego-tipo de relación presenta diferencias entre sexos 
Se han observado algunas diferencias entre los distintos sexos, entre el apego y 
las dimensiones de Sternberg, descubriendo que la relación más significativa se da entre 
mujeres con apego evitativo y bajos niveles de intimidad y compromiso, mientras que, 
en el caso de los hombres evitativos, afecta más a los niveles de pasión (Ĉopková & 
Lörincová, 2021). Estos resultados son coherentes con el estudio realizado por Conradi, 
Noordhof, Dingemanse, Barelds & Kamphuis (2017) en el que se vio que el estilo 
evitativo de la pareja, que dificulta la intimidad, afecta al nivel de satisfacción de 
manera diferente según el sexo en parejas heterosexuales: mientras la evitación de los 
hombres afecta a la satisfacción, tanto sexual como de la relación de las mujeres, la 
evitación de intimidad por parte de las mujeres tan solo afecta negativamente a la 
satisfacción sexual de los hombres. 
También existen diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la capacidad 
predictiva que tienen las dimensiones de Sternberg respecto a su satisfacción con la 
relación. Algunos resultados muestran que, mientras la pasión y la intimidad son 
importantes predictores de satisfacción con la relación de pareja tanto en hombres como 
mujeres, el compromiso solo sería relevante respecto a la satisfacción por parte de las 
mujeres (De Andrade, Rech & Carnielli, 2015). 
Pero la relación entre apego y relación romántica también funciona en el sentido 
inverso. En estudios con relaciones heterosexuales, si aumentan las muestras de deseo 
sexual y, por tanto, el nivel de pasión dentro de la relación por parte de los hombres, 
esto mejora la seguridad afectiva de las mujeres respecto a la relación. Por otro lado, las 
muestras de intimidad emocional por parte de las mujeres,y no el deseo sexual, es lo 
que disminuye la inseguridad de los hombres en la pareja (Mizrahi, Hirschberger, 
Mikulincer, Szepsenwol, & Birnbaum, 2016). 
Temporalidad y duración de la relación en el modelo de Sternberg 
La aportación fundamental de Sternberg a la teoría del amor, no son solamente 
sus características dimensionales e integrativas, sino el hecho de añadir la variable 
temporal que permite abordar el esquema de cada relación romántica según su duración 
(Campbell & Cabrera, 2020). Una validación intercultural de la escala del modelo 
triangular del amor (STLS) (Sternberg, 1986, 1997) evaluó las puntuaciones obtenidas 
en cada dimensión según la duración de la relación y confirmó el curso de las relaciones 
que proponía Sternberg en su teoría: los niveles de intimidad son bajos en las relaciones 
de corta duración (hasta 1 año) y aumenta hasta alcanzar su máxima puntuación en 
relaciones de hasta 6 años de duración. Luego tiende a estabilizarse. Los niveles de 
pasión son los más elevados en relaciones de corta duración y los más bajos en 
relaciones de larga duración de hasta más de 21 años. El nivel de pasión empieza a 
disminuir progresivamente al alcanzar los niveles máximos de intimidad, entre los 3-6 
años, hasta estabilizarse. Y el compromiso obtiene el nivel más bajo en las relaciones de 
corta duración y aumenta a medida que las relaciones son más duraderas hasta 
estabilizarse junto a las demás dimensiones (Sorokowski et al., 2021). 
Estos estudios permiten establecer conexiones entre el estilo de apego y la 
estructura de la relación de pareja, pero en lo que se refiere a la representación de las 
dimensiones a lo largo del tiempo, faltan estudios longitudinales para saber qué ocurre 
entre los diferentes apegos cuando la relación se estabiliza en términos de la teoría 
triangular de Sternberg. De todas formas, los datos sugieren que las relaciones estables 
a largo plazo tienen mayor probabilidad de darse entre parejas con estilos de apego 
seguro o, que al menos, tengan estilos de apego similares entre ambos, sin tener en 
cuenta el estilo evitativo. 
Conclusiones 
El objetivo de este trabajo era explorar de qué manera el estilo de apego puede 
proporcionar información acerca de las características de las relaciones estables de larga 
duración a partir del modelo de Sternberg. Por una parte, se esperaba que los estilos de 
apego evitativo no se implicaran en relaciones estables de larga duración y que las 
relaciones que mantuvieran tendrían niveles bajos de intimidad y compromiso. Esta 
primera hipótesis se ha confirmado parcialmente: las investigaciones revisadas insisten 
en la relación negativa del apego evitativo y ambivalente con la intimidad y el 
compromiso de las relaciones de pareja (Bergeron et al., 2020; Sina et al., 2018). Sin 
embargo, serían necesarios estudios longitudinales o con parejas estables de larga 
duración como el de Villar et al., (2005) para ver qué sucede con las personas con apego 
evitativo que mantienen este tipo de relaciones, si es que lo hacen. 
Por otra parte, se predecía que el estilo de apego seguro estaría relacionado con 
vínculos románticos caracterizados por niveles elevados de pasión, intimidad y 
compromiso (amor consumado de Sternberg). Los datos revisados así lo confirman 
(Ĉopková & Lörincová, 2021; Tarabulsy et al., 2012). Además, gracias a sus esquemas 
de apego se relacionan de manera más saludable y adaptativa (Sina et al., 2018). 
También se planteaba que las relaciones de dominancia-sumisión y/o el maltrato 
tendrían lugar de manera más probable entre estilos de apego ambivalente y/o evitativo 
de tipo temeroso. En este sentido, aunque no podemos corroborarlo de manera firme 
mediante relaciones causales, la información revisada al respecto sugiere que este tipo 
de relaciones disfuncionales se corresponderían con estos tipos de apego, puesto que 
ambos estilos de apego inseguros se han relacionado con estilos de comunicación 
negativos caracterizados por la hostilidad, la afectividad negativa y déficits en 
habilidades comunicativas (McNeil et al., 2018), al mismo tiempo que hacen un uso 
más probable de conductas de cuidado basadas en el control y en el cuidado compulsivo 
(Péloquin et al., 2013) e incluso están relacionados con características personales 
patológicas como el maquiavelismo y la psicopatía (Ĉopková & Lörincová, 2021). Por 
otra parte, no se han encontrado diferenciaciones del apego evitativo (alejado y 
temeroso) en los artículos revisados, lo que resulta un aspecto interesante a tener en 
cuenta. 
Los estudios revisados aportan información relevante acerca del apego y las 
relaciones románticas, no obstante, presentan ciertas limitaciones. Aquellos estudios 
que evaluaban las diferencias entre sexos se basaban exclusivamente en parejas 
heterosexuales, diádicas y monógamas por lo que los resultados no podrían extrapolarse 
a la inmensa diversidad de configuraciones de pareja que existen hoy en la actualidad. 
No sabemos pues, de qué manera operan sus sistemas de apego ni en qué medida 
influyen en sus relaciones afectivas. Por otra parte, ninguno de los resultados obtenidos 
se basa en parejas de larga duración, de manera que no podemos trasladar las 
conclusiones a largo plazo en parejas estables con la evidencia suficiente. Por último, se 
echa en falta alguna investigación que relacione el estilo de apego con cada una de las 
configuraciones de amor que propone Sternberg, puesto que lo único que podemos decir 
al respecto, es que el amor consumado se corresponde con el apego seguro. 
Este trabajo ha permitido mostrar evidencias de la importancia de la teoría de 
apego en las relaciones de pareja adultas y se plantea como un punto de partida a tener 
en cuenta a la hora de evaluar y tratar las estrategias de vinculación afectiva 
disfuncionales y, así, fomentar relaciones de pareja satisfactorias y adaptativas. 
 
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exhaustivo sobre las relaciones y la convivencia. DEBOLS! LLO. 
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