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Facultad de psicología Trabajo de Fin de Grado Estilos de Apego y Relaciones de Pareja: los vínculos afectivos que nos caracterizan. Marc Martorell Morell Grado de Psicología Año académico 2021-2022 Trabajo tutelado por Miriam Kefauver Silva Departamento de Psicología Palabras claves del trabajo: Teoría del pego, apego adulto, teoría triangular del amor de Sternberg, relaciones románticas de larga duración. Índice Estilos de Apego y Relaciones de Pareja: los vínculos afectivos que nos caracterizan ..................................................................................................................... 6 La vinculación afectiva es fundamental para nuestro desarrollo .................................. 6 Nuestro estilo de apego se desarrolla durante la infancia ............................................. 9 Los estilos de apego adulto tienen necesidades afectivas determinadas .................... 11 El estudio de las relaciones de pareja ......................................................................... 14 El estilo de apego y las relaciones de larga duración: objetivos del trabajo .............. 16 Metodología ................................................................................................................... 16 Procedimiento de búsqueda........................................................................................ 16 Criterios de inclusión y exclusión .............................................................................. 17 Resultados...................................................................................................................... 19 Discusión ........................................................................................................................ 26 Funciones del apego adulto o apego romántico ........................................................ 26 Estilos de apego y su compatibilidad dentro de la pareja ......................................... 27 Estilos de apego y su relación con las conductas de cuidado .................................... 29 Estilo de apego y estilo comunicativo dentro de la pareja ......................................... 31 Estilos de apego y tipo de relación romántica según las dimensiones de Sternberg . 31 La relación apego-tipo de relación presenta diferencias entre sexos ........................ 34 Temporalidad y duración de la relación en el modelo de Sternberg ......................... 35 Conclusiones .................................................................................................................. 36 Referencias .................................................................................................................... 38 Resumen La teoría del apego explica de qué manera establecemos relaciones afectivas desde la infancia hasta la edad adulta mediante determinadas estrategias que caracterizan nuestro estilo de vinculación y satisfacen nuestras necesidades afectivas como seres humanos. El objetivo de este trabajo es ver de qué manera se relacionan los diferentes estilos de apego con los diferentes tipos de relaciones de pareja a partir de la teoría triangular del amor de Sternberg. Los resultados sugieren que los estilos de apego inseguros se corresponden con relaciones de pareja con bajos niveles de intimidad y compromiso, mientras que el apego seguro se relaciona con niveles elevados en las tres dimensiones (intimidad, pasión y compromiso). Así mismo, se plantea la necesidad de llevar a cabo estudios longitudinales o con relaciones de larga duración al respecto para poder plantear predicciones sobre las relaciones estables a largo plazo. Palabras clave: Teoría del pego, apego adulto, teoría triangular del amor de Sternberg, relaciones románticas de larga duración. Abstract Attachment theory explains how we establish affective relationships from childhood to adulthood through certain strategies that characterize our bonding style and satisfy our affective needs as human beings. The objective of this work is to see how different attachment styles relate to different types of relationships from Sternberg's triangular theory of love. The results suggest that insecure attachment styles correspond to relationships with low levels of intimacy and commitment, while secure attachment is related to elevated levels in all three dimensions (intimacy, passion and commitment). Likewise, the need to carry out longitudinal studies or with long-term relationships in this regard is raised in order to be able to propose predictions about stable long-term relationships. Keywords: Attachment theory, adult attachment, Sternberg's triangular theory of love, long-term romantic relationships. Estilos de Apego y Relaciones de Pareja: los vínculos afectivos que nos caracterizan La capacidad de vinculación afectiva no solo nos caracteriza como seres humanos, sino que nos permite satisfacer una necesidad biológica fundamental para tener una vida plena. Para satisfacer esta necesidad, cada persona aprende unas estrategias determinadas desde la infancia (con los padres), hasta la edad adulta (con sus parejas) que definen su estilo de vinculación o, como lo trataremos en este trabajo, su estilo de apego. Según cada estilo de apego, las personas buscan durante su etapa adulta un determinado tipo de relación de pareja que les permita satisfacer sus necesidades de vinculación afectiva. La idea que plantea este trabajo es que, conociendo las demandas emocionales de cada estilo de apego y sus estrategias particulares para satisfacerlas, podemos saber en gran medida qué tipo de relación de pareja se ajusta más a sus necesidades afectivas a largo plazo. La vinculación afectiva es fundamental para nuestro desarrollo Cuando la psicología empezó a interesarse por las relaciones afectivas, las perspectivas dominantes de la época le concedieron una importancia secundaria, pero, finalmente se demostró que la vinculación afectiva es fundamental para el desarrollo integral de las personas, pues se trata de una necesidad innata imprescindible para la supervivencia de la especie. Desde el punto de vista del conductismo, la vinculación afectiva era una necesidad secundaria que aparecía a partir de la asociación entre la satisfacción de necesidades primarias y la figura de apego que cubría dichas necesidades. Desde esta perspectiva el vínculo de apego era un proceso asociacionista que se establecía, por una parte, por condicionamiento clásico, al presentarse simultáneamente los estímulos que satisfacen estos impulsos primarios y la figura de apego que los proporciona y, por otra parte, por condicionamiento operante en la medida en que la presencia misma de esta figura de apego disminuye la tensión que provocan estos impulsos, teniendo lugar un proceso de reforzamiento negativo. El estilo de apego, según los conductistas, se desarrollaba a partir de contingencias ambientales, como cualquier otro proceso de aprendizaje, por lo que el estilo afectivo dependía de la manera en que se habían reforzado las conductas de interacción entre el infante y el cuidador durante las primeas etapas del ciclo vital. El problema que presenta esta perspectiva es que no explica por qué se mantiene el vínculo afectivo cuando ya no hay presencia de reforzadores y ya no se cubren necesidades primarias o incluso cuando se trata de relaciones de maltrato en las que predomina el castigo positivo (Melero, 2008). En este sentido, el marco cognitivo-conductual optó por considerar la importancia, a parte de las contingencias ambientales, de los esquemas mentales (y las creencias) que se forman durante las primeras interacciones de la infancia, a partir de los cuales aparecen las expectativas, las atribuciones y los sesgos atencionalesque se corresponderían con un determinado estilo de apego, es decir, un determinado estilo de procesamiento de la información en todas las relaciones afectivas. No obstante, pese a completar la perspectiva conductista teniendo en cuenta la importancia de estos factores cognitivos, sigue sin considerar la vinculación afectiva como una necesidad primaria para el desarrollo psicológico integral de las personas. De hecho, el marco cognitivo- conductual tiende a considerar que lo más sano es ser emocionalmente independiente e incluso ve el apego como una relación de dependencia disfuncional que debe abordarse a partir de unos esquemas mentales que permitan vivir las relaciones afectivas como algo innecesario para una vida plena en la que, lejos de ser una necesidad básica, se considera opcional. Entonces se fomentan aquel tipo de esquemas que permitan tolerar el malestar de los conflictos cognitivos que puedan aparecer en las relaciones afectivas, según lo que deseamos, lo que esperamos y lo que finalmente obtenemos de estas relaciones (Melero, 2008). El psicoanálisis, por otra parte, e independientemente de acertar o no en sus teorías explicativas, fue importante por el hecho de centrar la atención en el estudio de la afectividad y empezar a considerar las relaciones afectivas como algo fundamental para el desarrollo psicosocial de las personas. Es a partir de la teoría psicoanalítica de las relaciones objetales que se empieza a contemplar la posibilidad de que la relación con la figura de apego sea una necesidad en sí misma y no algo secundario como proponían el conductismo y el cognitivismo (Melero, 2008). Fueron las investigaciones de Konrad Lorenz acerca de la impronta las que empezaron a proporcionar datos empíricos que sugerían que el vínculo con la figura de apego era independiente de la satisfacción de necesidades primarias, siendo este un indicio de que dicho vínculo era una necesidad primaria en sí misma. También observó cómo, al condicionar la respuesta social y sexual de diferentes aves durante el denominado período crítico, estas aprendían a buscar el contacto de humanos y no de otros miembros de su misma especie. Así que, por una parte, la vinculación era una necesidad innata para fomentar la supervivencia de la especie y, por otra parte, el tipo de vínculos que se desarrollaran durante ese período crítico que denominó de impronta determinarían en gran medida los vínculos que establecerían en el futuro (Melero, 2008). En la misma línea se dirigían los resultados obtenidos en los populares experimentos de Harlow, en los que, al aislar a las crías de mono de sus madres, estas terminaban muriendo o desarrollando patrones conductuales anormales, pese a estar bien alimentadas. Esto parecía reforzar la idea de que, al fin y al cabo, el establecimiento de vínculos afectivos era una necesidad primaria para la supervivencia y el desarrollo saludable de los primates. Entonces, para investigar de qué manera se establecí este vínculo afectivo, diseñaron dos madres sustitutivas que satisfacían por igual las necesidades de alimentación de las crías al poseer un biberón, pero eran diferentes en cuanto a los materiales y su tacto: una estaba hecha de trapos suaves que resultaban cálidos y confortables al tacto, y la otra estaba hecha de alambre, siendo más fría y artificial. Los resultados tras comparar las diferentes condiciones experimentales mostraron que la variable fundamental en el desarrollo del vínculo afectivo con la madre era el contacto físico, más que la satisfacción de sus necesidades alimenticias. De hecho, las crías pasaban la mayor parte del tiempo con la madre de trapo y solo se acercaban a la madre de alambre para alimentarse momentáneamente. Más adelante veremos que la búsqueda de proximidad es una de las características del apego. Con estos resultados, Harlow y su equipo demostraron la importancia de las variables afectivas en el establecimiento del vínculo con la figura de apego. Ya no se trataba de aquella figura que satisfacía impulsos o cubría necesidades, sino de aquella figura que proporcionaba el calor y el apoyo emocional necesarios durante las primeras etapas del ciclo vital para que las crías se desarrollaran de manera sana e integral (Melero, 2008). Nuestro estilo de apego se desarrolla durante la infancia Es a partir de estas investigaciones que John Bowlby desarrolla la teoría del apego en la que la vinculación afectiva es una necesidad primaria que se mantiene desde que nacemos hasta que morimos y que es fundamental para desarrollarnos de manera integral como personas. Se trata de una tendencia innata a establecer vínculos afectivos como mecanismo de supervivencia y no como aprendizaje asociativo. Lo que sí se aprende son las estrategias para satisfacer esta necesidad de vinculación, que se desarrollan durante las primeras etapas del ciclo vital a partir de la relación con los cuidadores principales. Durante este período el bebé debe establecer una relación de dependencia segura con sus cuidadores mientras aprende a autorregular su estado emocional, de manera que este vínculo funciona como una base de seguridad y protección a partir de la cual puede explorar el mundo e ir desarrollando su personalidad y sus estrategias de interacción con las personas que le rodean. De esta manera también se forman los primeros esquemas mentales a partir de los cuales se procesa la información de las relaciones afectivas. Estos esquemas son bastante estables a lo largo del ciclo vital, por lo que influirán en la manera de establecer relaciones de apego en la etapa adulta (Melero, 2008). Fue Mary Ainsworth quien puso a prueba la teoría del apego mediante “La Situación Extraña” e hizo un estudio metodológico para evaluar la calidad del vínculo. A partir de aquí estableció diferentes estilos de apego según las estrategias de vinculación que los infantes habían desarrollado a partir de la relación con su figura de apego principal: En el apego seguro el cuidador principal se muestra disponible e implicado con el niño, es sensible a sus necesidades afectivas y las interpreta correctamente por lo que puede responder ante ellas de manera adecuada, generalmente positiva y contingente. De esta manera, la figura de apego actúa como regulador externo cuando se producen desequilibrios emocionales y el niño siente la confianza para explorar su entorno mientras desarrolla estrategias internas para autorregular sus emociones (Melero, 2008). En los apegos inseguros, por otra parte, nos encontramos con estrategias de vinculación deficientes que se traducen en problemas de autorregulación emocional en el futuro. En el caso del apego ansioso o ambivalente, los cuidadores se muestran emocionalmente inaccesibles e indiferentes a las necesidades afectivas del niño y las pautas de interacción dependen más del estado de ánimo del cuidador que del estado de ánimo del niño. Esto da lugar a un reforzamiento intermitente de sus necesidades afectivas y supone una falta de consistencia en el apoyo emocional del niño, que desarrolla una hiperactivación y una ansiedad que le dificultan el desarrollo de estrategias internas de autorregulación (Melero, 2008). En el caso del apego evitativo, los cuidadores se muestran emocionalmente distantes e incluso rechazan el contacto corporal con el niño cuando expresa sus emociones, sobre todo las negativas, de manera que rechazan las muestras de desregulación emocional. Al no mostrarse accesibles como fuente de apoyo y protección externa, se da un proceso de extinción en la activación de los esquemas afectivos de apego que intervienen en el procesamiento de información emocional. Lo que sí se refuerza en el estilo evitativo es la consecución de objetivos independientes de sus necesidades afectivas, que cumplen con las expectativas de los cuidadores. De esta manera, el niño aprendeque para mantener un buen vínculo con los cuidadores debe satisfacer sus expectativas de logro al mismo tiempo que controla sus emociones sin contar con el apoyo de ninguna figura de apego (Melero, 2008). Main y Solomon (1986) también identificaron un estilo de apego desorganizado que se desarrollaba a partir de relaciones muy disfuncionales entre los cuidadores y el niño, caracterizadas por la negligencia, el maltrato o incluso el abuso infantil. La falta de estabilidad en las estrategias de regulación emocional de este estilo de apego, hacen que sea más adecuado estudiar sus dinámicas de interacción de manera específica, por lo que no se abordaran en este trabajo (Ballester, Mañes y Llario, 2014). Los estilos de apego adulto tienen necesidades afectivas determinadas Como ya hemos visto, el vínculo de apego es esa relación afectiva que se establece con personas determinadas (que no son intercambiables por otras) con las que existe un deseo de proximidad y contacto personal y representan una base de seguridad psicológica y apoyo emocional, de manera que el hecho de separarse de ellas provoca malestar. Al principio se trata de una relación asimétrica con los cuidadores, pero poco a poco van apareciendo nuevas figuras de apego que se establecen de manera jerárquica. Es a partir de la adolescencia cuando la jerarquía empieza a cambiar para dar paso a los amigos y a las parejas románticas como vínculos de apego principales. Ya en la edad adulta, la figura principal de apego es la pareja estable. Pero ¿qué necesidades afectivas debe cubrir esta relación de pareja? En este sentido encontramos ciertas diferencias entre los estilos de apego adulto. Los adultos con apego seguro han desarrollado una buena autoestima que les permite confiar en sí mismos y en su figura de apego, por lo que se muestran emocionalmente accesibles y disfrutan tanto de la intimidad con la pareja, como de su autonomía al explorar cosas nuevas. Entonces, para satisfacer sus necesidades buscan relaciones basadas en una interdependencia horizontal que les permite el equilibrio entre su autonomía y la satisfacción de sus necesidades afectivas, buscando el apoyo de su pareja solo cuando sea necesario (Melero, 2008). Las personas con apego adulto preocupado o ambivalente han desarrollado sus estructuras de apego a base de intentos frustrados por conseguir la implicación emocional de cuidadores inaccesibles, por lo que su baja autoestima las predispone a buscar la aprobación de los demás, fomentando relaciones de dependencia en las que raramente se sienten suficientemente queridas y necesitan muestras de afecto constantes por parte de su pareja. Esto se debe a la falta de autoeficacia percibida, pues debido al desarrollo de su apego infantil sienten que nada de lo que hagan puede impedir que su figura de apego los abandone en cualquier momento (Melero, 2008). En el caso del apego adulto evitativo, ya hemos visto que, durante su desarrollo infantil, aprendían a distanciarse emocionalmente de la figura de apego para gestionar su malestar y evitar expresar sus emociones negativas. De esta manera, la capacidad de autocontrol se vuelve fundamental para inhibir su sistema de apego como mecanismo de defensa ante el posible rechazo por parte de su figura de apego que les genera malestar y los desestabiliza emocionalmente (Melero, 2008). Pero no todos los evitativos consiguen controlar la activación de su apego. En este sentido, el modelo de Bartholomew y Horowitz (1991) establece una diferenciación importante entre dos tipos de apego evitativo: el alejado y el temeroso. El evitativo alejado es aquel que ha logrado inhibir su sistema de apego exitosamente, aunque no inhibe sus reacciones fisiológicas ante las emociones negativas, sino que ha conseguido disociar entre estas sensaciones y su percepción subjetiva. Sus relaciones se basan en una representación mental positiva de sí mismos pero negativa de los demás, por lo que evita la intimidad en las relaciones interpersonales y prefiere implicarse en actividades de logro en los otros ámbitos individuales que solo dependen de él, fomentando su sentimiento de autosuficiencia al mismo tiempo que niega tener necesidades afectivas. Al desviar la atención hacia la autosuficiencia personal para sentirse emocionalmente seguros, valoran su autonomía y su independencia por encima de todo, por lo que es probable que los vínculos que establezcan sean más bien instrumentales o secundarios y tengan relaciones independientes (Bartholomew, y Horowitz, 1991). El evitativo temeroso, en cambio, no ha logrado desactivar su sistema de apego centrándose en los logros y, al mismo tiempo que tiene un modelo mental negativo de los demás que le hace rechazar la intimidad, también tiene una percepción negativa de sí mismo que le hace buscar la aprobación externa para sentir seguridad. Es un estilo que comparte elementos con el apego ansioso generando una ambivalencia entre dependencia y evitación: necesitan la aprobación de los demás, pero evitan establecer vínculos con ellos por miedo al rechazo. Son personas externamente evitativas e internamente dependientes, por lo que buscan relaciones en las que puedan tener cierto control sobre la disponibilidad de la pareja para sentirse seguros. En este sentido, la relación que más se ajustaría a sus necesidades sería más bien dominante (Melero, 2008). El estudio de las relaciones de pareja Los beneficios de tener una relación sana de pareja se han demostrado en diversos estudios en los que el nivel de satisfacción con la relación aparece como una variable de protección al reducir el riesgo de padecer trastornos psicológicos como ansiedad o depresión y enfermedades físicas como la hipertensión, e incluso estaría relacionada con la mejora de la respuesta del sistema inmunológico. Esto sucede, en parte, gracias a una dinámica de interacción que mantiene niveles bajos de estrés físico y emocional, y que fomenta el cuidado mutuo de los miembros de la pareja. En estos casos, el vínculo afectivo se convierte en una fuente de apoyo que contribuye al bienestar psicológico (Gottman y Silver, 2012). El estudio científico de las relaciones románticas de pareja desde la psicología es relativamente reciente y empieza durante los años 70, cuando se establecen las diferencias entre la atracción interpersonal y el amor. Este último incluye el apego como elemento fundamental. A partir de este momento aparecen múltiples teorías explicativas sobre el amor y las relaciones románticas que establecen diferentes componentes como la pasión, la confianza, el compromiso, la satisfacción, etc. Hasta llegar a los modelos más elaborados como el que propone Lee (1973) que sugiere la existencia de tres tipos de amor primarios (Eros o amor pasional, Ludus o amor lúdico y Storge o amor de amistad) y tres secundarios que surgen de la combinación de los primeros: Pragma o Amor pragmático (Ludus más Storge), Manía o amor obsesivo (Eros más Ludus) y Agape o Amor desinteresado (Eros más Storge). Lee afirmaba que la calidad óptima de las relaciones se alcanzaba cuando los miembros de la pareja tenían el mismo estilo (Melero, 2008). La teoría triárquica del amor de Sternberg aparece luego como una propuesta integradora del modelo de Lee y plantea la existencia de tres dimensiones principales que están presentes en todas las relaciones de pareja: la pasión, la intimidad y el compromiso. La pasión haría referencia a la búsqueda de proximidad con la pareja, motivada por la atracción física y el deseo sexual. La intimidad representa la accesibilidad emocional y personal que permite conocer a la pareja, fomentando el apoyo, el cuidado y la búsqueda de su bienestar mutuo. Y el compromiso, es la decisión de implicarse emocionalmente en la relación y mantenerla en el tiempo a pesar de los conflictos que puedan surgir, eligiendopermanecer en una relación con la pareja por encima de otras alternativas (Melero, 2008). La representatividad de cada una de estas dimensiones varía según el tiempo de relación. Por otra parte, Sternberg planteó estas dimensiones como independientes entre sí, de manera que mientras la pasión es la más importante en las primeras etapas de la relación, luego disminuye dando paso al desarrollo de la intimidad y el compromiso hasta llegar a estabilizarse con el tiempo, generalmente a partir de los 10 o 15 años según indican algunos estudios (Villar, Villamizar & López-Chivrall, 2005). No obstante, es importante hacer ciertas matizaciones respecto al modelo original de Sternberg. Por una parte, sugería que la pasión disminuía hasta desaparecer por completo mientras la intimidad y el compromiso se convertían en las bases de la relación. Pero los resultados indican que la pasión no decae tanto como cabría esperar y termina por estabilizarse a un nivel intermedio (Villar et al., 2005; Yela, 1996). Por eso debemos diferenciar la pasión erótica (fisiológica), más relacionada con el impulso sexual, y la pasión romántica (psicológica), relacionada con la novedad, las experiencias en pareja y las necesidades afectivas. Así, mientras la motivación sexual disminuye, la pasión romántica amortigua la caída de la dimensión pasional propuesta por Sternberg (Yela, 1996). El estilo de apego y las relaciones de larga duración: objetivos del trabajo Hemos visto cómo cada estilo de apego adulto tiene unas necesidades afectivas determinadas que tratan de satisfacer en sus relaciones de pareja. El objetivo de este trabajo es explorar las características de las relaciones estables de larga duración a partir del modelo de Sternberg y relacionarlas con los diferentes estilos de apego de la pareja. De esta manera, la teoría del apego permitiría obtener información acerca del tipo de relación romántica más adaptativa a la hora de satisfacer las necesidades afectivas de cada persona. Entonces, las hipótesis que se plantean son, en primer lugar, que los estilos de apego evitativo no mantendrán relaciones estables de larga duración a no ser que influyan otras variables externas, y que, si lo hacen, estarán caracterizadas por niveles muy bajos de intimidad y compromiso. En segundo lugar, se espera que el estilo de apego seguro tenga relaciones lo más cercanas al amor consumado que propone Sternberg, en las que se encuentran niveles elevados de pasión, intimidad y compromiso. Y, por último, en caso de encontrar relaciones de larga duración asimétricas, caracterizadas por la dominancia-sumisión y/o el maltrato, se espera que el estilo de apego de las personas implicadas sea ambivalente y/o evitativo temeroso. Metodología Procedimiento de búsqueda Para recopilar la información académica y científica necesaria para abordar los objetivos del presente trabajo, se realizó una revisión bibliográfica sistemática en las bases de datos CatàlegPlus, Scopus y Web of Science que se empezó el 18 de mayo hasta el 15 de junio de 2022. Las palabras clave utilizadas para realizar la búsqueda en cada una de las bases de datos mencionadas fueron “adult attachment”, “Sternberg” y “long-term relationship”, aplicando marcadores booleanos para encontrar aquellos documentos que incluyeran los estilos de apego, la teoría de Sternberg y las relaciones de pareja: adult attachment AND Sternberg AND long-term relationship. Criterios de inclusión y exclusión Los criterios utilizados para incluir los artículos en el presente trabajo son, en primer lugar, la fecha de publicación que se establece a partir del 2012 hasta el 2022 y el idioma de publicación, descartando aquellos artículos en otros idiomas diferentes del inglés, el español y portugués. En segundo lugar, se seleccionarán únicamente aquellos artículos que establezcan una relación entre los estilos de apego y los estilos de amor propuestos en la teoría triárquica de Sternberg. Y, por último, los artículos incluidos deberían permitirnos abordar principalmente las relaciones de pareja de larga duración que, partiendo de estudios como el anteriormente mencionado de Villar et al. (2005), se establecen a partir de los 10 años de duración. La selección de las publicaciones se llevó a cabo de manera cualitativa y sistematizada, revisando en primer lugar el título de los documentos y luego el resumen, así como las palabas clave, para evaluar si eran congruentes con el tema de este trabajo. Por último, se revisaron las características de la muestra para corroborar que se trataba de parejas de larga duración siguiendo el criterio antes mencionado. Aplicando los criterios de búsqueda establecidos a las bases de datos mencionadas, se obtuvieron un total de 990 artículos: 986 en CatàlegPlus, 2 en Scopus y 2 en Web of Science. En una primera selección a partir de la revisión del título de cada documento, se descartaron un total de 920 artículos por estar duplicados, por no contener las palabras clave o por describir temas que no guardaban ninguna relación que fuera de utilidad para abordar los objetivos de este trabajo. Como resultado de esta primera selección, se obtuvieron 70 artículos (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 67 de CatàlegPlus) que pasaron a la siguiente fase de selección en la que se revisaron los abstracts y las palabras clave. Tras este último proceso de selección se descartaron 52 artículos, obteniendo 18 documentos (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 15 de CatàlegPlus) cuya información se consideró relevante para contrastar las hipótesis planteadas y tratar la temática del trabajo. El proceso de selección se puede ver representado en la Figura 1. Figura 1: Proceso de selección de los estudios incluidos en la revisión. *Véase Tabla 1. Artículos encontrados en las bases de datos revisadas según los criterios de búsqueda: 990 (986 en CatàlegPlus, 2 en Scopus y 2 en Web of Science). Artículos seleccionados mediante revisión del título: 70 (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 67 de CatàlegPlus). Artículos seleccionados mediante revisión del abstract y las palabras clave: 18 (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 15 de CatàlegPlus). Artículos finalmente incluidos en el trabajo*: 16 (1 de Web of Science, 2 de Scopus y 13 de CatàlegPlus). Artículos descartados: 920. Artículos descartados: 52. Artículos descartados: 2 Por último, tras haber realizado la selección final de los artículos, se procedió a revisar su contenido para seleccionar aquella información relevante que se incluye en el apartado de discusión (Tabla 1). Resultados Los artículos que finalmente se seleccionaron para llevar a cabo este trabajo de revisión [n=16] fueron publicados entre el año 2012 y 2022, abarcando las publicaciones de los últimos diez años acerca de la teoría del apego y su conexión con las relaciones románticas de pareja: año 2012 [n=3]; año 2013 [n=2]; año 2015 [n=2]; año 2016 [n=1]; año 2017 [n=1]; año 2018 [n=2]; año 2020 [n=3]; y año 2021 [n=2]. En cuanto al idioma de los artículos: inglés [n=15]; y portugués [n=1]. Se seleccionaron según el estudio de diversas variables: estilos de apego [n=8]; relaciones de pareja [n=4]; y teoría triangular del amor de Sernberg [n=4]. Tabla 1 Artículos finalmente incluidos en el trabajo. Artículo Año Título Variables Resultados Barbaro, N. 2020 The nature of attachment systems. Apego infantil y apego romántico. Se considera la existencia de dos sistemas de apego etiológicamente diferentes: el infantil y el romántico. Tienen distintos objetivos afectivos. Bergeron, S., Brassard, A., Mondor, J., & Péloquin, K. 2020 Under, Over, or Optimal Commitment? Attachment Insecurities and Commitment Issues in Relationally Distressed Couples. Estilos de apego inseguro y compromiso. Las personas con apego inseguro(evitativo y ansioso) presentan mayor predisposición a mantener relaciones con niveles de intimidad por debajo de los percibidos como óptimos. Campbell, K., & Cabrera, S. 2020 The New Psychology of Love. Diferentes teorías psicológicas del amor romántico. El amor es universal pero su expresión difiere entre culturas colectivas e individualistas. La teoría triangular del amor de Sternberg es un modelo que destaca por encima de los demás por su carácter heurístico y, al mismo tiempo, por su simplicidad. Artículo Año Título Variables Resultados Conradi, H. J., Noordhof, A., Dingemanse, P., Barelds, D. P. H. & Kamphuis, J. H. 2017 Actor and Partner Effects of Attachment on Relationship Satisfaction and Sexual Satisfaction Across the Genders: An APIM Approach. Diferencias de género entre estilos de apego y satisfacción sexual y con la relación de pareja en parejas heterosexuales. En ambos géneros el apego evitativo disminuye la satisfacción. La diferencia fundamental entre sexos es que la evitación de las mujeres solo afecta a la satisfacción sexual de los hombres, mientras que la evitación de los hombres afecta a la satisfacción tanto de la relación como la sexual en las mujeres. Ĉopková, R. & Lörincová, E. 2021 The dark triad, love components, and attachment styles in romantic relationship experiencing during young adulthood. Tríada oscura de la personalidad, Teoría triangular el amor de Sternberg y estilos de apego. El narcisismo está significativamente relacionado con el estilo de apego evitativo, pero también con el estilo de apego ansioso, en forma de narcisismo vulnerable. El maquiavelismo y la psicopatía están relacionados con ambos estilos de apego inseguros por igual. Artículo Año Título Variables Resultados De Andrade, A. L., Rech Wachelke, J. F., & Carnielli, A. B. 2015 Howat-Rodrigues, A. B. Relationship Satisfaction in Young Adults: Gender and Love Dimensions. Género, componentes de la relación según Sternberg y satisfacción con la relación. En las mujeres, las variables pasión, intimidad y compromiso son predictores significativos de satisfacción. En los hombres, el compromiso no es una variable significativa. Ináncsi, T., Láng, A., & Bereczkei, T. 2015 Machiavellianism and Adult Attachment in General Interpersonal Relationships and Close Relationships. Estilos de apego y relaciones instrumentales, maquiavelismo. Existe una relación entre estilo de apego evitativo y maquiavelismo. Julal, F. S., & Carnelley, K. B. 2012 Attachment, perceptions of care and caregiving to romantic partners and friends. Respuestas de cuidados parentales y cuidados románticos en adultos. La representación mental de los cuidados recibidos por los cuidadores durante la infancia está relacionada con las respuestas y la búsqueda de cuidados en la edad adulta. Artículo Año Título Variables Resultados Martins-Silva, P. de O. 2013 Teorias sobre o amor no campo de Psicología Social: Teorias sobre el amor en el campo de la Psicología Social = Theories about love in the field of Social Psychology. Estudio del amor, Teoría del Apego y Teoría Triangular del amor de Sternberg La Teoría triangular de Sternberg se ha mostrado consistente como modelo de las relaciones amorosas. McNeil, J., Rehman, U. S., & Fallis, E. 2018 The Influence of Attachment Styles on Sexual Communication Behavior. Estilo de apego y comunicación dentro de la pareja. El apego evitativo se relaciona con un estilo de comunicación negativo tanto a nivel individual como de pareja. Mizrahi, M., Hirschberger, G., Mikulincer, M., Szepsenwol, O., & Birnbaum, G. E. 2016 Reassuring sex: Can sexual desire and intimacy reduce relationship-specific attachment insecurities? Relación entre intimidad y deseo sexual y las inseguridades del apego. El deseo sexual de los hombres se relaciona con la disminución de las inseguridades de la relación de la pareja, mientras que en el sentido inverso, es la intimidad por parte de la mujer lo que disminuye las inseguridades afectivas de la pareja masculina. Artículo Año Título Variables Resultados Péloquin, K., Brassard, A., Delisle, G., & Bédard, M.-M. 2013 Integrating the attachment, caregiving, and sexual systems into the understanding of sexual satisfaction. Estilos de apego, estilo de cuidados y satisfacción sexual en pareja Los estilos de apego bajos en ansiedad y evitación utilizan conductas de cuidado más adaptativas basadas en la proximidad y la sensibilidad con su pareja. Sina, F., Najarpourian, S., & Samavi, S. A. 2018 The prediction of marital satisfaction through attachment styles and love story. Estilos de apego, historias de amor y satisfacción de pareja. La relación entre estilo de apego y historia de amor propuesta por Sternberg es un buen predictor de satisfacción en las parejas. Sorokowski, P., Sorokowska, A., Karwowski, M., 2021Groyecka, A., Aavik, T., Akello, G., Alm, C., Amjad, N., Anjum, A., Asao, K., Atama, C. S., Atamtürk Duyar, D., Ayebare, R., Batres, C., Bendixen, M., Bensafia, A., Bizumic, B., Boussena, M., Buss, D. M., & Butovskaya, M. 2021 Universality of the Triangular Theory of Love: Adaptation and Psychometric Properties of the Triangular Love Scale in 25 Countries. Validación psicométrica intercultural de la escala STLS de Sternberg. Los resultados obtenidos confirman los supuestos básicos de la teoria triárquica del amor de Sternberg. Artículo Año Título Variables Resultados Strauss, C., Morry, M. M., & Kito, M. 2012 Attachment styles and relationship quality: Actual, perceived, and ideal partner matching. Compatibilidad de estilos de apego y satisfacción de las relaciones de pareja. Las personas tienden a elegir parejas con apegos con un nivel de seguridad similar al suyo o superior. La semejanza en los estilos de apego predice el nivel de satisfacción con la relación. Tarabulsy, G. M., Girard, D., Vargas, M., Larose, S., Noël, C., Bernier, A., & Trottier-Sylvain, K. 2012 Attachment states of mind in late adolescence and the quality and course of romantic relationships in adulthood. Estado mental y estilo de apego durante adolescencia tardía y relaciones románticas durante edad adulta. Aquellas personas que mostraron más preocupación por el apego durante su adolescencia tuvieron mayor probabilidad de estar solteras o tener relaciones de corta duración en la edad adulta. Discusión Los estudios que relacionan la teoría del apego adulto con el amor permiten predecir en gran medida el tipo de relación que tendremos en el futuro, así como nuestro grado de satisfacción con ella (Tarabulsy et al., 2012). Estos estudios presuponen que los esquemas de vinculación aprendidos durante la infancia tienden a mantenerse en la etapa adulta, viéndose reforzados a partir de las experiencias de las relaciones interpersonales, sin haber diferencias significativas entre sexos en este aspecto (Martins- Silva, 2013). Funciones del apego adulto o apego romántico Aunque hablemos de apego infantil y apego adulto, la teoría original del apego concibe su funcionamiento a partir de un único sistema, de manera que lo que diferencia el apego infantil del adulto, es básicamente la figura de apego de referencia: en el primero es el cuidador principal y en el segundo es la pareja. Ambos tipos de apego son adaptaciones psicológicas que se han desarrollado evolutivamente para responder a presiones de selección natural, pero existe cierto debate acerca de las diferencias entre ellos. Los dos tipos de apego se caracterizan por la búsqueda de proximidad, el estrés por separación, y la figura de apego como base de seguridad y apoyo emocional,pero sus funciones evolutivas son diferentes según cada etapa de desarrollo. El apego infantil con el cuidador principal (generalmente la madre) tiene como objetivo la supervivencia del bebé hasta que logre valerse por sí mismo, pero el apego adulto no está tan claro qué objetivo evolutivo tiene, puesto que no es imprescindible para sobrevivir. Todo parece indicar que su función evolutiva es la de contribuir a la perpetuación de la especie, aumentando las probabilidades de reproducción y de cuidado mutuo entre los miembros de la pareja. Así pues, la diferencia fundamental entre apegos es la dirección que toma el vínculo en la satisfacción de necesidades: mientras el apego infantil es una relación vertical y unidireccional (en términos de cuidados), en el apego adulto la relación es horizontal y ambos contribuyen a satisfacer las necesidades del otro (Barbaro, 2020). Por lo tanto, la teoría del apego explicaría la importancia biológica y evolutiva de establecer relaciones románticas en la edad adulta. Estilos de apego y su compatibilidad dentro de la pareja Como ya hemos comentado antes haciendo referencia al libro de Gottman y Silver (2012), tener una relación de pareja satisfactoria es un aspecto fundamental para el desarrollo de una vida plena. En este sentido, el estilo de apego adulto juega un papel fundamental en estas relaciones ya que contiene sus expectativas, necesidades, emociones, etc., e influye tanto en el apoyo emocional y los cuidados que se le ofrecen a la pareja, como en el temor ante su posible abandono o rechazo. Estas expectativas sobre las relaciones románticas se van formando desde la infancia y derivan de lo que Sternberg denomina las “historias de amor” de cada persona, que contienen los esquemas a partir de los cuales procesamos la información en nuestras relaciones. Partiendo de este planteamiento, las investigaciones parecen indicar que lo que buscamos en una pareja es el equilibrio entre similitud de historias y la complementariedad en los roles desempeñados en ellas (Sina, Najarpourian & Samavi, 2018). Es decir, compartir unos aspectos en común que permitan conectar con la pareja y que nos hagan compatibles, al mismo tiempo que nos complementamos con las distintas funciones desempeñadas dentro de la relación. La compatibilidad dentro de la pareja se ha estudiado según los diferentes estilos de apego de sus miembros y los resultados indican que aquellas parejas en que ambos tienen el mismo estilo de apego (ya sea seguro, evitativo o ambivalente) tienen niveles más altos de satisfacción que las parejas con apegos diferentes (Sina et al., 2018; Strauss, Morry & Kito, 2012). Strauss et al., (2012) se refiere a esta característica como la “hipótesis de semejanza” que afirma que tendemos a elegir a aquella pareja cuyo apego comparte niveles de ansiedad y evitación semejantes al nuestro. En la combinación de apegos diferentes, la peor combinación parece ser la que tiene lugar entre estilo evitativo y estilo ambivalente. Las personas con apego evitativo tienen inseguridades que las hacen desconfiar de las demás personas (mientras que las que tienen apego ambivalente desconfían de sí mismas). Eso hace que les sea muy difícil establecer intimidad en sus relaciones e incluso se incomodan cuando su pareja promueve la proximidad en la relación. Entonces evitan mostrar sus emociones, e incluso experimentarlas, porque eso las haría sentir vulnerables ante el malestar que les provocaría el posible rechazo por parte de sus parejas (Sina et al., 2018). Las personas con estilo de apego ambivalente, por otra parte, muestran altos niveles de estrés emocional en sus relaciones. Al tener muy baja autoestima y sentir que no merecen ser amados, experimentan una tensión constante ante la incertidumbre de no saber si las van a abandonar, por lo que reaccionan con celos, irritación y ansiedad (Sina et al., 2018). De esa manera, la búsqueda de proximidad constante del apego ambivalente entraría en conflicto con el distanciamiento que caracteriza al apego evitativo, retroalimentando su tensión y malestar mutuamente. En el apego seguro, en cambio, son personas que se sienten cómodas generando intimidad, pues su alta autoestima las hace sentir que merecen ser amadas y que pueden confiar en las buenas intenciones de los demás al mismo tiempo. Eso les permite relacionarse desde una actitud más relajada, presentando niveles más bajos de estrés y ansiedad (Sina et al., 2018). Estilos de apego y su relación con las conductas de cuidado El sistema de apego determina en gran medida el sistema de cuidado de cada persona, es decir, sus estrategias para responder a las necesidades afectivas de la pareja cuando su sistema de apego está activado. Por norma general, nuestro sistema de cuidado solo puede funcionar de manera óptima cuando nuestro sistema de apego se encuentra desactivado y podemos atender las necesidades de las personas que nos rodean. De lo contrario, si experimentamos malestar o ansiedad por separación, nuestra atención se dirige a las sensaciones internas (Péloquin, Brassard, Delisle & Bédard, 2013). Parece de sentido común que, para cuidar a otras personas de la mejor manera posible, debemos cuidarnos a nosotros mismos primero. En este sentido, los cuidados parentales percibidos durante la infancia determinan en cierta medida el tipo de cuidados que ofrecemos a la pareja, así como los cuidados que buscamos en ella (Julal & Carnelley, 2012). Las dimensiones o diferentes estrategias del sistema de cuidado son la proximidad, la sensibilidad, el control y el cuidado compulsivo. La proximidad, es la disponibilidad física cuando la pareja necesita apoyo emocional; la sensibilidad, es la capacidad para percibir las necesidades afectivas de la pareja; el control, por otra parte, tiene lugar cuando se actúa sobre los problemas de la pareja sin cooperar con ella, tratando de controlar sus propias necesidades afectivas; y el cuidado compulsivo, por último, se da cuando el cuidado que se proporciona a la pareja es demasiado intrusivo y se ofrece constantemente sin que la pareja lo necesite (Péloquin et al., 2013). Las investigaciones que abordan la relación entre el estilo de apego y los sistemas de cuidado muestran que el apego seguro (con baja ansiedad y evitación) es más sensible a las necesidades de la pareja y está disponible cuando necesita apoyo, manifestando altos niveles de sensibilidad y proximidad en el cuidado de la pareja. Por el contrario, los apegos inseguros (evitativo y ambivalente) muestran menos proximidad y sensibilidad (Péloquin et al., 2013). El apego ambivalente concretamente, muestra una mayor tendencia a utilizar conductas de cuidado compulsivo o basadas en el control (Julal & Carnelley, 2012). Según muestran investigaciones como la de Feeney & Collins (2001), el apego evitativo presenta una mayor tendencia al control (Péloquin et al., 2013). En esta misma línea, otros estudios han encontrado una relación entre el maquiavelismo y el estilo de apego evitativo. El maquiavelismo es un rasgo psicológico con un patrón de relación interpersonal caracterizado por mantener vínculos instrumentales basados en la manipulación y el control de la otra persona para satisfacer sus propias necesidades. En el ámbito de la pareja, se trata de personas que perciben a su figura de apego de manera más negativa que el resto de los estilos de apego y se perciben a sí mismos como personas con más autoconfianza que sus parejas al mismo tiempo que muestran menos confianza en ellas. Como es característico del estilo evitativo, lo que más valoran es su independencia y autonomía, por lo que la proximidad les incomoda. Además, son personas que muestran niveles muy bajos de ansiedad por separación (Ináncsi, Láng & Bereczkei, 2015). Podríamos plantearnos la idea de que una persona maquiavélica se caracterizapor un estilo de apego evitativo llevado al extremo, e incluso, que este tipo de apego está relacionado también con la psicopatía. De hecho, así lo indican otros estudios que relacionan maquiavelismo y psicopatía con los apegos evitativo y ambivalente (Ĉopková & Lörincová, 2021). En el trabajo que nos ocupa, nos limitaremos a sugerir que, aquellas relaciones de pareja con un estilo de dominancia- sumisión, muy probablemente están formadas por una pareja en la que sus miembros tienen estilos de apego evitativo o ambivalente y tienden a aplicar conductas de cuidado basadas en el control de la pareja. Estilo de apego y estilo comunicativo dentro de la pareja El estilo de apego también influye en la manera en que expresamos nuestras necesidades. En este sentido, McNeil, Rehman & Fallis (2018) establecen dos estilos de comunicación entorno a la sexualidad dentro de la pareja: uno positivo, caracterizado por ofrecer soluciones, ser responsivo y estar dominado por la afectividad positiva; y otro negativo, con hostilidad, afectividad negativa y una marcada falta de habilidades comunicativas. Así, observaron que el apego evitativo estaba relacionado con el estilo comunicativo negativo y que, al mismo tiempo, fomentaba el estilo comunicativo negativo de la pareja, independientemente de su estilo de apego. Puesto que se trataba de información referente a su vida sexual, este es otro claro ejemplo de lo incómodos que se sienten las personas con apego evitativo en situaciones de elevada intimidad. Estilos de apego y tipo de relación romántica según las dimensiones de Sternberg Ya hemos visto como el estilo de apego está muy relacionado con nuestras expectativas acerca de las relaciones románticas, las necesidades afectivas que tratamos de satisfacer, así como nuestro estilo comunicativo al expresarlas y nuestro estilo de cuidado al satisfacer las de nuestra pareja. También hemos comentado cómo influye a la hora de buscar un tipo determinado de pareja y de qué manera afecta la combinación de los diferentes tipos de apego entra los miembros de la pareja en el grado de satisfacción de esta. Todo ello influye en el tipo de relación de pareja que se mantiene durante la etapa adulta. La teoría de Sternberg (1988; 1997) propone tres dimensiones presentes en todas las relaciones románticas. La primera es el compromiso, a corto plazo y a largo plazo. El compromiso a corto plazo se refiere a la decisión de establecer la relación, mientras que a largo plazo se trata de mantenerla en el tiempo. La segunda dimensión que propone es la intimidad, que se refiere a la proximidad afectiva y a la conexión emocional con la pareja. Y la tercera, es la pasión, que se basa en la atracción física y sexual hacia la otra persona (Martins-Silva, 2013). Otra manera de interpretar estos componentes es la de entender el amor como un fenómeno psicológico que incluye elementos conductuales (intimidad), emocionales (pasión) y cognitivos (compromiso) (Sina, Najarpourian & Samavi, 2018). Al ser una perspectiva dimensional, la organización triangular que propone Sternberg permite establecer combinaciones según la importancia que tiene cada uno de estos elementos en la relación, dando lugar a siete tipos de amor (Martins-Silva, 2013): - Cariño (intimidad): es la relación más parecida a la amistad. Hay mucho sentimiento de proximidad y confianza, pero poca pasión y compromiso a largo plazo. - Amor pasional (pasión): es la relación más superficial, generalmente de sexo casual, caracteriza por una gran excitación física y mental (recordemos la diferenciación entre pasión erótica y romántica que proponía Yela, (1996)). - Amor vacío (intimidad): se da sobre todo en relaciones de conveniencia en las que no hay pasión ni intimidad pero que, por diferentes motivos, se toma la decisión de mantener la relación a largo plazo. - Amor romántico (pasión e intimidad): la atracción física se convierte en atracción emocional y coexisten el deseo sexual y la confianza, aunque se centra más en el momento presente que en un futuro conjunto. Con el tiempo puede fomentar el compromiso. - Amor compañero (intimidad y compromiso): es la relación que denominaríamos de “mejores amigos” cuando se mantiene una amistad a largo plazo y se desarrolla un alto nivel de confianza. Al mismo tiempo, puede darse en aquellas parejas que llevan mucho tiempo juntas, en las que la pasión ha disminuido notablemente. - Amor fatuo (pasión y compromiso): son aquellas relaciones que se establecen por atracción sexual entre personas que no tienen nada en común, por lo que cuando la pasión decrece, la relación puede que llegue a su final. - Amor consumado (pasión, intimidad y compromiso): es el amor ideal que contiene niveles elevados de las tres dimensiones en equilibrio y se caracteriza por la atracción sexual, la conexión emocional y la confianza, así como la visión a largo plazo de la relación. Cuando se relacionan los estilos de apego con estas dimensiones, se observa que los apegos inseguros (evitativo y ambivalente), se corresponden con bajos niveles en las tres dimensiones del amor propuestas por Sternberg, sobre todo en el caso del evitativo. Por otra parte, Madey & Rogers (2009) asociaron el apego seguro con altos niveles en los tres componentes. En cambio, no parece haber una relación significativa entre apego ambivalente y pasión (Ĉopková & Lörincová, 2021; Tarabulsy et al., 2012). El apego ambivalente estaría relacionado con desajustes en el nivel de compromiso que tienen los miembros de la pareja: las mujeres ansiosas muestran niveles de compromiso desajustados, o demasiado bajos o demasiado altos bajos. En los hombres ansiosos, ese desajuste se manifiesta con niveles de compromiso demasiado elevados. Al mismo tiempo, estos desajustes influyen en el nivel de compromiso de la pareja, disminuyéndolo. En el caso del apego evitativo, pasa lo contrario, relacionándose con niveles bajos de compromiso, pero sin influir en el nivel de sus parejas (Bergeron, Brassard, Mondor & Péloquin, 2020). La relación apego-tipo de relación presenta diferencias entre sexos Se han observado algunas diferencias entre los distintos sexos, entre el apego y las dimensiones de Sternberg, descubriendo que la relación más significativa se da entre mujeres con apego evitativo y bajos niveles de intimidad y compromiso, mientras que, en el caso de los hombres evitativos, afecta más a los niveles de pasión (Ĉopková & Lörincová, 2021). Estos resultados son coherentes con el estudio realizado por Conradi, Noordhof, Dingemanse, Barelds & Kamphuis (2017) en el que se vio que el estilo evitativo de la pareja, que dificulta la intimidad, afecta al nivel de satisfacción de manera diferente según el sexo en parejas heterosexuales: mientras la evitación de los hombres afecta a la satisfacción, tanto sexual como de la relación de las mujeres, la evitación de intimidad por parte de las mujeres tan solo afecta negativamente a la satisfacción sexual de los hombres. También existen diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la capacidad predictiva que tienen las dimensiones de Sternberg respecto a su satisfacción con la relación. Algunos resultados muestran que, mientras la pasión y la intimidad son importantes predictores de satisfacción con la relación de pareja tanto en hombres como mujeres, el compromiso solo sería relevante respecto a la satisfacción por parte de las mujeres (De Andrade, Rech & Carnielli, 2015). Pero la relación entre apego y relación romántica también funciona en el sentido inverso. En estudios con relaciones heterosexuales, si aumentan las muestras de deseo sexual y, por tanto, el nivel de pasión dentro de la relación por parte de los hombres, esto mejora la seguridad afectiva de las mujeres respecto a la relación. Por otro lado, las muestras de intimidad emocional por parte de las mujeres,y no el deseo sexual, es lo que disminuye la inseguridad de los hombres en la pareja (Mizrahi, Hirschberger, Mikulincer, Szepsenwol, & Birnbaum, 2016). Temporalidad y duración de la relación en el modelo de Sternberg La aportación fundamental de Sternberg a la teoría del amor, no son solamente sus características dimensionales e integrativas, sino el hecho de añadir la variable temporal que permite abordar el esquema de cada relación romántica según su duración (Campbell & Cabrera, 2020). Una validación intercultural de la escala del modelo triangular del amor (STLS) (Sternberg, 1986, 1997) evaluó las puntuaciones obtenidas en cada dimensión según la duración de la relación y confirmó el curso de las relaciones que proponía Sternberg en su teoría: los niveles de intimidad son bajos en las relaciones de corta duración (hasta 1 año) y aumenta hasta alcanzar su máxima puntuación en relaciones de hasta 6 años de duración. Luego tiende a estabilizarse. Los niveles de pasión son los más elevados en relaciones de corta duración y los más bajos en relaciones de larga duración de hasta más de 21 años. El nivel de pasión empieza a disminuir progresivamente al alcanzar los niveles máximos de intimidad, entre los 3-6 años, hasta estabilizarse. Y el compromiso obtiene el nivel más bajo en las relaciones de corta duración y aumenta a medida que las relaciones son más duraderas hasta estabilizarse junto a las demás dimensiones (Sorokowski et al., 2021). Estos estudios permiten establecer conexiones entre el estilo de apego y la estructura de la relación de pareja, pero en lo que se refiere a la representación de las dimensiones a lo largo del tiempo, faltan estudios longitudinales para saber qué ocurre entre los diferentes apegos cuando la relación se estabiliza en términos de la teoría triangular de Sternberg. De todas formas, los datos sugieren que las relaciones estables a largo plazo tienen mayor probabilidad de darse entre parejas con estilos de apego seguro o, que al menos, tengan estilos de apego similares entre ambos, sin tener en cuenta el estilo evitativo. Conclusiones El objetivo de este trabajo era explorar de qué manera el estilo de apego puede proporcionar información acerca de las características de las relaciones estables de larga duración a partir del modelo de Sternberg. Por una parte, se esperaba que los estilos de apego evitativo no se implicaran en relaciones estables de larga duración y que las relaciones que mantuvieran tendrían niveles bajos de intimidad y compromiso. Esta primera hipótesis se ha confirmado parcialmente: las investigaciones revisadas insisten en la relación negativa del apego evitativo y ambivalente con la intimidad y el compromiso de las relaciones de pareja (Bergeron et al., 2020; Sina et al., 2018). Sin embargo, serían necesarios estudios longitudinales o con parejas estables de larga duración como el de Villar et al., (2005) para ver qué sucede con las personas con apego evitativo que mantienen este tipo de relaciones, si es que lo hacen. Por otra parte, se predecía que el estilo de apego seguro estaría relacionado con vínculos románticos caracterizados por niveles elevados de pasión, intimidad y compromiso (amor consumado de Sternberg). Los datos revisados así lo confirman (Ĉopková & Lörincová, 2021; Tarabulsy et al., 2012). Además, gracias a sus esquemas de apego se relacionan de manera más saludable y adaptativa (Sina et al., 2018). También se planteaba que las relaciones de dominancia-sumisión y/o el maltrato tendrían lugar de manera más probable entre estilos de apego ambivalente y/o evitativo de tipo temeroso. En este sentido, aunque no podemos corroborarlo de manera firme mediante relaciones causales, la información revisada al respecto sugiere que este tipo de relaciones disfuncionales se corresponderían con estos tipos de apego, puesto que ambos estilos de apego inseguros se han relacionado con estilos de comunicación negativos caracterizados por la hostilidad, la afectividad negativa y déficits en habilidades comunicativas (McNeil et al., 2018), al mismo tiempo que hacen un uso más probable de conductas de cuidado basadas en el control y en el cuidado compulsivo (Péloquin et al., 2013) e incluso están relacionados con características personales patológicas como el maquiavelismo y la psicopatía (Ĉopková & Lörincová, 2021). Por otra parte, no se han encontrado diferenciaciones del apego evitativo (alejado y temeroso) en los artículos revisados, lo que resulta un aspecto interesante a tener en cuenta. Los estudios revisados aportan información relevante acerca del apego y las relaciones románticas, no obstante, presentan ciertas limitaciones. Aquellos estudios que evaluaban las diferencias entre sexos se basaban exclusivamente en parejas heterosexuales, diádicas y monógamas por lo que los resultados no podrían extrapolarse a la inmensa diversidad de configuraciones de pareja que existen hoy en la actualidad. No sabemos pues, de qué manera operan sus sistemas de apego ni en qué medida influyen en sus relaciones afectivas. Por otra parte, ninguno de los resultados obtenidos se basa en parejas de larga duración, de manera que no podemos trasladar las conclusiones a largo plazo en parejas estables con la evidencia suficiente. Por último, se echa en falta alguna investigación que relacione el estilo de apego con cada una de las configuraciones de amor que propone Sternberg, puesto que lo único que podemos decir al respecto, es que el amor consumado se corresponde con el apego seguro. Este trabajo ha permitido mostrar evidencias de la importancia de la teoría de apego en las relaciones de pareja adultas y se plantea como un punto de partida a tener en cuenta a la hora de evaluar y tratar las estrategias de vinculación afectiva disfuncionales y, así, fomentar relaciones de pareja satisfactorias y adaptativas. Referencias Ballester, C. G., Mañes, R. J. M., y Llario, M. D. G. (2014). Desorganización del apego y el trastorno traumático del desarrollo (ttd). Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology., 3(1), 375- 384. Barbaro, N. (2020). The nature of attachment systems. Social &Personality Psychology Compass, 14(12), 1-12. Bartholomew, K., y Horowitz, L. M. (1991). Attachment styles among young adults: A test of a four-category model. Journal of Personality and Social Psychology, 61, 224-226. Bergeron, S., Brassard, A., Mondor, J., & Péloquin, K. (2020). Under, Over, or Optimal Commitment? 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