Vista previa del material en texto
Universidad Nacional de Luján Machicote Maria Clara Legajo 84910 Estado y Políticas Sociales. Una mirada reflexiva en torno al Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja” Equipo Tutorial Docente Responsable: Dra. Laura MASSA Equipo Docente: Mgr. Ximena LÓPEZ. Lic Silvia MALDONADO; Lic Silvana RODRIGUEZ; Lic Martin RAGGI; Lic Vanesa VILLETA; Lic Laura VDOVSOV TRABAJO FINAL DE GRADUACIÓN LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL SEDE: SAN MIGUEL -01 de DICIEMBRE de 2016- Autorizo, exclusivamente para fines académicos y científicos, la reproducción total o parcial de éste Trabajo Final de Graduación por medios fotocopiadores o electrónicos. Firma: Lugar y Fecha: Resumen A principios de la década del 1970, en América Latina, comenzaron a instaurarse procesos dictatoriales que potenciaron e incentivaron políticas neoliberales. En donde se reposicionó al Mercado por sobre el Estado. Es decir, que se descalificó al Estado como planificador y agente económico, calificándolo si, como Ineficiente, generador de déficit fiscal. Durante la década de los 90 se fue incrementando la tasa de desempleo y la reducción de los ingresos reales; por lo que las organizaciones sindicales y numerosos movimientos sociales, comenzaron a reaccionar ante el proceso recesivo que comenzaba a acentuarse. Con lo cual, comienzan a observarse los primeros presupuestos teóricos, que fundamentan las nuevas concepciones, en torno a la economía social y el desarrollo Local A partir del año 2003, en la Argentina, se inició un proceso de recuperación del Estado como herramienta de desarrollo y bienestar; en donde se intentó reactivar la economía, el reposicionamiento de la inversión pública en infraestructura, la promoción del empleo genuino, la mejora de los salarios reales. De acuerdo a lo mencionado por Vilas (Vilas, 2011) comienzan a revertir el hasta hace poco imparable crecimiento de la pobreza y la desigualdad social. Paralelamente, y en virtud del contexto social, económico y político, el Estado redirecciona sus intervenciones, en el marco de éste paradigma de Políticas Sociales Productivas. Por lo que desde el Estado se comenzaron a diseñar estrategias de integración y promoción social, tendientes a fortalecer y recomponer las economías locales y regionales; con la participación de instituciones públicas y los distintos actores sociales. Entre ellas, el Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”; que será analizado en términos teóricos. A mi hijo y a mi gran compañero. A mi familia, mis padres, hermanas y hermano. Agradecimientos A todo el colectivo docente, no docente y a los estudiantes, que son parte de ésta Universidad. ¡Ésta Universidad Pública! Y a todos lxs compañerxs que me acompañaron durante el paso por la Universidad... INDICE INTRODUCCIÓN………… .................................................................................... 10 CAPITULO I Planificar desde el Estado intervenciones en las Cooperativas de Trabajo como expresiones de las Políticas Sociales en la contemporaneidad. ..................................................... 14 1.-El Estado, las Políticas Públicas y las Políticas Sociales. ............................. 15 1.2- Nuevos desafíos para la Argentina, y la región. ............................................ 19 1.3.-Nuevas concepciones en la intervención del Estado fundamentos político-ideológicos .......................................................................... 23 1.4.-La Economía Social y el Desarrollo Local ...................................................... 26 1.5.-Las Cooperativas de Trabajo y la territorialidad ............................................. 29 CAPITULO II Escenarios en los cuales se constituyen las Cooperativas de Trabajo, en el Marco del Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja” ..... 33 2.1.- Escenarios y coyunturas periodo 1999 y 2009 ............................................................................................. 34 2.2.-Intervención del Estado, Políticas Sociales y nuevas experiencias cooperativistas ...................................................................................................... 41 2.2.1.-El Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja” .................... 45 2.3.2.-Marco Normativo del Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja” ................................................................................................................. 51 CAPITULO III Las Cooperativas de Trabajo del Programa Ingreso social con Trabajo “Argentina Trabaja” experiencias en primera persona. ....................... 54 3.1.-Características Generales de la Población usuaria del Programa ................. 56 3.2.-Actividades de Formación y capacitación. Su impacto en la vida cotidiana de los sujetos ........................................................................................................ 61 3.3.-Análisis en torno a la relación entre la perspectiva de los sujetos y la intervención del Estado ......................................................................................... 66 REFLEXIONES FINALES..................................................................................... 79 ANEXOS ....................................................................................................... ….…86 ANEXO I .Ley de Cooperativas Nº 20.337………………...................................... 87 ANEXO II. Normativa de creación del Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”. Resolución Nº 3182/2009…… ............................................. 90 ANEXO III .Instrumento Entrevista…. .................................................................. 99 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 102 Siglas utilizadas ENHOSA: Ente Nacional regulador de Obras Hídricas y Saneamientos. EPH: Encuesta Permanente de Hogares MDS: Ministerio de Desarrollo Social PMO: Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la Obra” PJJHD: Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados INAES: Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social 10 INTRODUCCIÓN El presente Trabajo Final de Graduación, requisito para la obtención del título de grado de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Nacional de Luján, tiene como problema de investigación conocer el modo de intervención del Estado, a través de las Políticas Públicas en el fortalecimiento de las Cooperativas de trabajo. Cuyo propósito general es comprender el modo de desarrollo de las Cooperativas de trabajo, en el marco del Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”, en la provincia de Buenos Aires, en el periodo 2009-2014. Para ello, se analiza el contexto particular, en el cual surgen nuevos interrogantes que, contribuyen a las nuevas concepciones del Estado y cómo éste se va reconfigurando a partir de éstos preceptos. Consecuentemente, se hace mención al proceso en el cual, a principios de la década de los`70, comienzan a instaurarse en América Latina procesos dictatoriales que incentivaron políticas de corte neoliberal. En el cual, se descalificó al Estado como planificador y agente económico, calificándolo como ineficiente o generador de déficit fiscal. En sintonía con las reconfiguraciones que adquirió el Estado, durante la década del ´90 el proceso de políticas neoliberales, fue profundizando e incrementando la tasa de desempleo, la reducción de los salarios; sumado al proceso de desmantelamiento – que se continuaba-del aparato del Estado por el cual se privatizaron los servicios de salud, energía, seguridad social y transporte. Por su parte, las organizaciones sindicales y numerosos movimientos sociales comenzaron a reaccionar, ante el proceso recesivo y la crisis social, que se acentuaba. A partir del año 2003, en la Argentina, se inició un proceso de recuperación del Estado como herramienta de desarrollo y bienestar; en el cual el eje de la intervención del Estado, a través de las políticas sociales se oriento a la promoción del empleo genuino, a la diversificación de la matriz productiva y a la mejora de los salarios reales de la población 11 En dicho marco, las organizaciones asociativas, cobran vital relevancia; particularmente el Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”, emergen como alternativa para el desarrollo de las personas en situación de vulnerabilidad social y de sus comunidades. Con el fin de dar respuesta al interrogante planteado en tanto problema de investigación, se han identificado una serie de propósitos, cristalizados en los siguientes objetivos específicos Conocer los alcances de las intervenciones del Estado, a través de las Políticas Sociales, para el fortalecimiento de las Cooperativas de Trabajo. Comprender el contexto en el cual se constituyen las Cooperativas de Trabajo, en el marco del Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”. Indagar acerca de cómo perciben los actores, involucrados en las Cooperativas de Trabajo, las intervenciones del Estado. El diseño del Trabajo Final de Graduación es de tipo cualitativo y descriptivo. En consonancia con los objetivos planteados, se decidió emplear técnicas de entrevistas en profundidad y observaciones. Asimismo, se utilizaron tanto fuentes primarias (entrevistas y observaciones), como secundarias (acceso a materiales bibliográficos disponibles en la Biblioteca de la Universidad de Luján y en sitios web de investigaciones). En cuanto a las entrevistas, las mismas se realizaron a titulares del Programa, que residen en los Distritos de Moreno, San Miguel, San Martin y Malvinas Argentinas. Se realizaron un total de diez entrevistas, en los lugares a donde concurren los y las titulares a realizar actividades o en las oficinas, que dispone el Ministerio de Desarrollo Social en los Distritos para la atención, referida al Programa. El desarrollo del presente trabajo está organizado en un total de tres capítulos, los cuales intentan dar respuesta al problema de investigación. El primero de los capítulos da cuenta del contexto en el cual emergen los postulados que orientaron las intervenciones del Estado, en las Cooperativas 12 de Trabajo como expresiones de las Políticas Sociales. Para lo cual, se mencionan las nociones de Estado, Políticas Sociales y Políticas Públicas; también, se identifican algunas concepciones entorno a este tipo de organizaciones asociativas, además de los fundamentos políticos ideológicos en las nuevas concepciones del Estado. El segundo capítulo se traza a partir de los escenarios en los cuales se constituyen las Cooperativas de Trabajo, particularmente del Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”. Para ello, se distinguen los alcances de las intervenciones del Estado y las nuevas experiencias cooperativistas que dieron origen al Programa, la implementación del Programa Manos a la Obra, impulsado en el año 2004, el Plan “ Agua + Trabajo” y las normativas que impulsaron la creación del Programa. El tercer capítulo examina las Cooperativas de Trabajo del Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”, desde la perspectiva de los actores involucrados. Con lo cual, se distinguen las características generales de lxs titulares del Programa, las actividades que realizan y cómo las perciben en su vida cotidiana; a su vez, se expone la relación entre la perspectiva de los sujetos y la intervención del Estado. En términos generales se pretende valorar la reconfiguración de las intervenciones del Estado durante el periodo señalado, a través de las Políticas Sociales, en virtud del paradigma imperante, no solo en el país sino también en la región. Se desprende que, en contraposición, durante años anteriores, ante el aumento sostenido de la desigualdad social y con el objetivo de re- estigmatizar las situaciones de pobreza y desocupación, los Organismos internacionales comenzaron a dar respuestas a través de financiamientos a microemprendimientos a municipios, en desmedro del debilitamiento del rol del Estado central. Por lo que, ante las crecientes condiciones de empobrecimiento, comienzan a surgir experiencias de trabajadores organizados En tanto, con el fin de dar respuestas a quienes se encontraban en situación de vulnerabilidad social, desde el Estado Nacional, se impulsa en el año 2009 el Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”, el cual supone la promoción del autoempleo, a través de la creación de Cooperativas de Trabajo. En concordancia, surgen interrogantes acerca de si las Cooperativas, en el marco del Programa, podrán producir sus bienes y servicios, por fuera del Programa- sin percibir los incentivos económicos- o bien continuarán en el mismo, en el 13 marco de una Política Social, tendiente solo a paliar situaciones de pobreza. Asimismo, se manifiesta la duda, acerca de si lxs asociadxs de las Cooperativas, son considerados dentro del mercado de empleo y si, efectivamente, ésta Política Social tiene como objetivo la generación de empleo o, bien, contribuye solo a paliar la pobreza. 14 CAPITULO I Planificar desde el Estado: Intervenciones en las Cooperativas de Trabajo como expresiones de las Políticas Sociales en la contemporaneidad 15 En el presente capítulo, se realiza un recorrido en el cual se recuperan las diferentes formas y concepciones en torno a las Políticas Públicas. En la misma línea, se expone cómo el Estado se reconfigura y, concibe las herramientas de intervención a partir del contexto económico, político y social. Lo cual supone un debate, en torno a la actual coyuntura, la concepción del Estado y cómo, éste, interviene a través de las Políticas Sociales. En tal sentido, además, se destaca el contexto particular y general, de la Argentina y Latinoamérica, en el cual la orientación del Estado se funda en el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, a través de organizaciones asociativas. En dicho marco, se pondrán en debate los enfoques de Economía Social y Desarrollo Social, y en función del contexto social económico y político, estos enfoques se fueron reconfigurando. 1. El Estado, las Políticas Públicas y las Políticas Sociales. Para desarrollar el concepto de Políticas Sociales, es necesario diferenciar entre Políticas Públicas y Políticas Sociales. De acuerdo a lo mencionado por Carlos Vilas (2011) las primeras, se constituyen como el conjunto de objetivos prioritarios, que considera un gobierno en un momento dado, para dar respuesta a las demandas y necesidades de los ciudadanos. En tanto, las políticas sociales son aquellas medidas que el Estado garantiza para lograr el bien común; es decir, que son consideradas como un conjunto de acciones públicas y/o privadas relacionadas con la distribución de recursos de todo tipo en una sociedad cuyo principal objetivo es el bienestar individual y colectivo. El autor mencionado, sostiene además que las políticas públicas consisten en el conjunto de acciones de gobierno que orientan el ejercicio del poder político; en tanto considera, que la instrumentalizaciónde las políticas públicas, forman parte de un conjunto de concepciones y decisiones de mayor alcance que expresan los intereses, fines y percepciones que orienta la gestión gubernamental. Para continuar ahondando en las definiciones de Políticas Públicas y Políticas Sociales, resulta imprescindible comprender el contexto histórico, político y social que contribuye al análisis de las nuevas concepciones y, en particular, al rol del Estado. 16 Para comprender, entonces, las diversas concepciones de las Políticas Sociales, es necesario diferenciar dos definiciones contrapuestas de Estado. Por un lado, de acuerdo a lo postulado por Sergio De Piero (2005:53) se instala el Estado de Bienestar, a partir de los “cambios de industrialización y crecimiento de las ciudades”; lo cual supone que, el Estado comienza a promover a través de sus intervenciones, políticas de regulación y protección para el pleno empleo y la seguridad social. Con lo cual, desde ésta perspectiva el Estado busca asegurar la protección social y garantizar el cumplimiento de derechos tales como a la vivienda digna, la salud, la educación, los servicios sociales, la seguridad social y la protección del empleo. En contraposición a lo mencionado, desde la perspectiva neoliberal el objetivo de bienestar general se contrae, tal como lo define Sergio Ilari (2001) agregando que, las políticas sociales- desde ésta concepción- son concebidas en función de “aliviar la situación de los marginados del mercado”. En tanto, el autor, destaca que el bienestar general será producto del desarrollo económico alcanzado, a través de la reducción de la intervención estatal en el Mercado. Es decir que, el Estado tiende a desentenderse de tales responsabilidades y su accionar se encuentra fundamentalmente subordinado al mercado y a la especulación financiera; y, por ende, su rol se presenta como mero gestor de las políticas y recetas económicas de los organismos internacionales. En dicho marco, José Luis Coraggio (2007: 53) define que: “las políticas sociales se concentran en repartir cosas, sobre todo alimentos o accesos a servicios esenciales (…) otorgados como favores”, y agrega que, de éste modo, se genera una dependencia de la asistencia pública. El contexto en el cual se puede identificar la implementación del neoliberalismo en nuestro país, data a partir de la dictadura de 1976 y que se continuó durante la década del 1990. Es el mismo período en que dicho proyecto se extiende por América Latina. En consecuencia, el resultado fue: pobreza, desocupación, exclusión y desmembramiento de los lazos de solidaridad. Dicho proceso de implementación y profundización del proyecto neoliberal en la Argentina y en América Latina, fue posible en función del contexto de globalización que se desarrolló, en donde se le dio un rol de excesiva 17 importancia al mercado, desestimando las necesidades vitales como la salud, la educación y la infraestructura. Es decir que en el Estado mínimo, el conflicto social y la resolución de las demandas sociales -particularmente aquellas cuya legitimidad se fundaba en el principio de igualdad, en términos de bienestar social o de atención a esos derechos sociales consolidados en el tiempo- se fueron acotando progresivamente. Esta reducción, se produce respecto al aparato estatal; particularmente en términos de los procesos de privatización de empresas y servicios públicos, de descentralización, de eliminación y reorganización de organismos estatales, de reducción de personal, etc. En tal sentido, es menester destacar, el aporte que realiza Laura Pautass1(2009:93) al mencionar, que “la Política social sigue definiéndose en América Latina, en el seno de los organismos de asistencia crediticia”. Asimismo, la autora, agrega que “de éste modo, se promueven intervenciones ligadas a reafirmar al mercado como ámbito- y modelo- de coordinación económica por excelencia”. En la misma línea, Andrenacci (2002) señala que ante el debilitamiento económico, el Estado comienza a ser condicionado por Organismos multilaterales (Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, FMI) con el propósito de financiar las intervenciones sociales del Estado, y a su vez, condicionando y monitoreando éstas intervenciones. Por lo que, en dicho marco, el objetivo de la Política Social tiende a considerar el bienestar de la población, a partir del desarrollo económico a través de la intervención del Estado en el mercado. Por su parte, el autor agrega que en la década de los `90, las intervenciones sociales del Estado se encontraban ligadas a los fenómenos de detrimento del empleo y de las condiciones de vida de un sector importante de la población. En rigor, las políticas sociales comenzaron a ser utilizadas como meras herramientas de intervención por parte del Estado, diseñadas bajo una lógica estructural y diferente a la realidad territorial. Por lo que, no sólo se las consideró como meros subsidios de ayuda económica, sino que también anuló toda posibilidad de generar crecimiento económico con impacto real y social en el territorio. Con lo cual, las políticas sociales estuvieron subordinadas a la participación del mercado y en virtud de ello, las políticas universalistas –salud y 1 Asimismo, Laura Pautassi, destaca, como otro inconveniente a considerar en el marco de las Políticas y Programas en América Latina, la falta de claridad al conceptualizar los problemas, o desde una visión asistencialista e instrumental de las Políticas Sociales, ha generado círculos viciosos que impiden articular políticas integrales de seguridad y efectivizar Derechos Sociales. 18 educación- padecieron el desfinanciamiento y deterioro en sus prestaciones como consecuencia de la descentralización de los establecimientos. Es decir que, “se deslegitimó el rol del Estado como proveedor de protección social y principal protagonista de las políticas sociales”, tal como lo describe Olga Nirembreg,(2003:26). Como se viene sosteniendo, se acota la acción del Estado, y el rol central es asumido por el mercado como único regulador de los riesgos sociales, focalizando acciones sólo en aquellas personas capaces de demostrar su condición de pobreza; quienes a su vez eran concebidos como objetos de asistencias. José Luis Coraggio (2007:53,54) reflexiona que, con éstas Políticas Sociales “se asigna a cada aspecto el problema social, una respuesta: un subsidio, una beca; sin cuestionar ni mirar las estructuras económicas y políticas que generan y reproducen la pobreza y la exclusión”. Por otro lado, y en contraposición a lo argumentado, Adriana Rofman (2005:7) hace mención al surgimiento de un nuevo enfoque de la Política Social que, se vincula al “mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones empobrecidas, distinguiéndose claramente del modelo asistencialista propio de los ´90, a partir de la ampliación de oportunidades” refiere, además que se observan éstos indicios en la promoción de actividades productivas. Con lo cual, desde ésta perspectiva, el denominado Estado de Bienestar -que conlleva a la quiebra de las lógicas paternalistas y asistencialista de las políticas sociales- sienta sus fundamentos desde una mirada integral, territorial, y desde una perspectiva de derechos, el desarrollo de las personas, las familias y las comunidades. José Luis Coraggio (2007a) reafirma ésta postura, al destacar la importancia del mejoramiento de las condiciones de vida de la población, y propone, ante las condiciones de empobrecimiento, activar las capacidades de todos los ciudadanos excluídos del trabajo. Como así también, propiciar el desarrollo de lazos sociales vinculados a la satisfacciónde una amplia variedad de necesidades materiales y sociales. En dicho marco, y ante la necesidad de políticas que promuevan la generación de empleos genuinos, hacia fines del año 2003 y 2004, desde el 19 Estado se comienzan a promover mecanismos socioeconómicos de redistribución de ingresos y de formación de agentes sociales, centrándose en el trabajo como principal recurso. Se trata pues, de la reconfiguración del Estado en torno a la intervención que lleva a cabo a través de las Políticas Sociales; como describe Laura Pautassi (2009) el Estado comienza a estimular el mercado de trabajo, a partir de asumir políticas de formación y capacitación laboral y generar medidas transitorias de empleo para aquellos trabajadores expulsados del mercado. Por su lado, José Luis Coraggio (2004: 286) argumenta que desde el Estado, “se trata de poner límites sociales al mercado capitalista”. En particular, el autor pone especial énfasis, al concepto de economía social, la cual supone una nueva redistribución del poder, con un sentido político, en donde lo económico y lo social, son simultáneamente interdependientes, y la política intervine conscientemente en el interior de las estructuras de las relaciones de poder, para transformarlas hacia una sociedad centrada en el trabajo libremente asociado y orientada hacia el principio de la reproducción de la vida de las personas y sus capacidades. No obstante, destaca que lo económico, lo social y lo político se encuentran relacionados, y la sinergia de éstos tres factores son fundamentales para avanzar hacia un proceso de planificación participativa con intervención colectiva y democrática en las decisiones a mediano plazo. Por lo que, en virtud del contexto, social, económico y político, se va reconfigurando una nueva matriz, que requiere de decisiones políticas, para transformar desde lo colectivo, lo político y privado, en pos de garantizar a todas las personas el acceso a los derechos, a través de extender nuevas formas de participación y gestión, entre la Sociedad y el Estado. 1.2- Nuevos desafíos para la Argentina, y la región. Hacia fines de los años `90 las presiones de los sectores concentrados de la economía y de los organismos multilaterales, sumado al recorte del gasto público y la aprobación del la reforma laboral; encontró la reacción de los 20 trabajadores desocupados que comenzaron a organizarse y manifestarse en reclamo de la situación de desempleo. Paralelamente, las medidas económicas continuaban profundizándose, el Presidente Fernando de la Rúa continuó insistiendo con el rumbo económico promovido desde el sistema financiero internacional provocando el denominado “el corralito” de los depósitos, lo cual significo la confiscación por parte de los bancos, de los ahorros que tenían muchas personas en cuentas bancarias; impidiéndoles disponer de ellos. En consecuencia de lo mencionado, se continúo incrementando la protesta social: de quienes se encontraban desocupados y en situaciones de empobrecimiento, por un lado, y por el otro, los llamados “ahorristas”, a quienes hacia mediados del año 2001, a través de anuncios oficiales- Boletín Oficial- se los ponía en conocimiento que sus ahorros se encontraban a disposición de los Bancos. La situación se fue enardeciendo, y comenzaban a incrementarse los enfrentamientos con la policía. Hacia mediados del mes de Diciembre del año 2001, la policía desplegó sus fuerzas de represión, en la Plaza de Mayo y sus alrededores, provocando la muerte de más de treinta personas. Por lo que, el Presidente, declara el Estado de Sitio, y, luego, termina presentando su renuncia al cargo. Luego de la caída del Presidente Fernando De la Rúa, asumió primero el presidente de la Cámara de Senadores Ramón Puerta, continuó Adolfo Rodríguez Saá, luego Eduardo Camaño y , finalmente, asume la Presidencia Eduardo Duhalde. Quien ante la crisis político Institucional es elegido por la Asamblea Legislativa asumiendo el 2 de enero de 2002. No obstante, hacia el mes de Julio de ese mismo año, son asesinados por el aparto policial, dos jóvenes que se encontraban manifestándose en el Puente Avellaneda -Kosteki y Santillán; por lo que el entonces Presidente Eduardo Duhalde, llama a anticipar las elecciones presidenciales. En el mes de Mayo del año 2003, después que el Ex presidente Carlos Menem abandonara el ballotage, el cual encabezaba con el 24,4% de los votos; asume Néstor Kirchner, quien había obtenido en primera ronda 22,2 % de los votos. En dicho marco, y de acuerdo a lo mencionado por Carlos Vilas (2011), a partir del 2003, se comienza a impulsar una reactivación económica, en un https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1mara_de_Senadores_de_la_Naci%C3%B3n_Argentina https://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Puerta https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Cama%C3%B1o 21 contexto internacional de sostenida elevación de los principales precios exportables; siendo fundamental, la recuperación del empleo y los ingresos. . De acuerdo a datos de la CEPAL (2015), la tasa de desempleo en la Argentina era de 17,3% en el año 2003, de 13,6% en 2004 y de 7,9% en 2008 y 8,7% en 2009. Éste proceso, en cual comenzaban a descender los índices de desocupación son el resultado, como refiere Carlos Vilas( 2011:70) de “ la reactivación económica, el reposicionamiento de la inversión pública en infraestructura, la promoción del empleo genuino, la mejora de los salarios reales” Por lo que, el redireccionamiento del Estado, contribuyo a que las personas y sus comunidades comenzaran a mejorar sus condiciones de vida. Paralelamente, en la región, países como Venezuela, Brasil y Bolivia también comenzaban a dar indicios de cambios; dado que habían ganado las elecciones partidos de centroizquierda críticos del desarrollo del modelo neoliberal (y de ajustes). Los principales postulados, que prevalecieron entre estos países, fueron la integración y la unidad de la región como bloque, el intercambio regional, la creación de la Unasur y el fortalecimiento del Mercosur. En particular, la Argentina, en términos económicos se inició un periodo de inyección al consumo, a la producción del mercado interno y fortalecimiento las exportaciones. Es decir, el Estado empieza a asumir un rol más activo en la regulación y orientación, de áreas que tradicionalmente pertenecieron al sector público de la economía y que fueron privatizadas durante los años anteriores. Asimismo, el Estado inicia una etapa en la cual modera el proceso de concentración económica, generando la necesidad de estimular la creación de pequeñas y medianas empresas dedicadas a producir y comercializar nuevos bienes. A través de la promoción de líneas de créditos para las empresas, y de subsidios para los emprendimientos familiares que comenzaban a surgir, se fue incentivando la demanda. El objetivo principal, de ésta línea de acción, fue la de promover la diversificación de la estructura industrial. En este contexto, el Estado adquiere un rol estratégico; en donde se reposiciona y asume procesos de conducción política. Carlos Vila (2011) destaca que se origina un proceso en el cual se imponen modificaciones en el patrón de acumulación y asignación de recursos, y se articulan las relaciones sociales y económicas. Ya que comienzan a prevalecer los impulsos generados desde el 22 Estado para el desarrollo económico, y social, y no la sumisión a recetas impuestas por Organismos multilaterales, como aconteció durante años anteriores Por su parte, Sergio De Piero (2005) hace hincapié, en las condiciones de empobrecimiento y exclusión social que dieron origen a nuevos actores sociales y colectivos, que buscan atender desde la organización, estascondiciones que se encontraban deterioradas. Con lo cual, comienzan a emerger los movimientos de trabajadores desocupados; quienes fueron incrementando el posicionamiento público, poniendo en evidencia el deterioro del mercado de trabajo. En consecuencia, la respuesta desde el Estado comenzó a tener una orientación hacia la promoción de actividades productiva, con el objeto de activar las capacidades de los ciudadanos excluidos del trabajo y propiciar el desarrollo de lazos sociales, vinculados a la satisfacción de necesidades materiales y sociales. En tanto, se comenzó a reconfigurar desde el Estado la apropiación de nuevas formas de autoorganización del trabajo asociado. José Luis Coraggio, refiere al respecto que, comienzan a: “proliferar programas de fomento a `emprendimientos mercantiles sociales´ o `cooperativas´ (…) en donde éstos son una política social focalizada en los pobres con una nueva matriz de sentido: integrarlos como trabajadores autónomos al mismo mercado que los excluyó”. (José Luis Coraggio, 2007:57) Con lo cual, las nuevas políticas socioeconómicas, continuando en la misma línea del autor, requieren de inversiones planificadas, créditos, conocimientos y métodos, en los cuales los sujetos sociales colectivos perciban el acompañamiento técnico, en pos de las propias potencialidades. En tal sentido, resulta importante destacar cómo el Estado, a través de las políticas sociales interviene, particularmente, en: la asistencia financiera (microcréditos, subsidios, capacitaciones y el apoyo técnico a promotores y emprendedores). Como así también, las reformas normativas tendientes a facilitar la formalización de las actividades y la generación de formas alternativas de comercialización, como las ferias y la creación de grupos asociativos. 23 1.3.-Nuevas concepciones en la intervención del Estado: fundamentos político-ideológicos Como se mencionó en el apartado anterior, ante la creciente crisis del aparato productivo, se comenzaron a gestar indicios del fenómeno de la autogestión productiva, de microemprendimientos y recuperación de fábricas (ya sea abandonadas por sus dueños, vaciadas, en proceso de convocatoria de acreedores o directamente en quiebra). Tal como se viene desarrollando, en consecuencia de la crisis del aparato productivo, y con ello el deterioro de las condiciones de vida de la población; también, se vieron afectadas las instituciones (educación pública, salud pública, sistemas de Justicia). Por su parte, José Luis Coraggio (2006) hace referencia a que prevalece un desgaste, en las condiciones de confianza, de convivencia y en las expectativas, por parte de los ciudadanos para con el Estado. Por lo que, para revertir ésta situación desacreditada del Estado, destaca el autor que, “hay que favorecer las voluntades colectivas, dirigidas a recuperar, generar y movilizar racionalmente recursos y capacidades que la crisis ha erosionado” (J.L Coraggio,2006:25) a través de acciones concretas del mismo Estado. Es decir, que el Estado comienza a dar señales que originan confianza, legitimando sus intervenciones a partir de las mejoras en la calidad de vida de las personas y las comunidades, en èste proceso de redireccionamiento. A propósito del aporte que realiza el autor, se distinguen aquellas estrategias que reconozcan los saberes y conocimientos de técnicos, trabajadores, dirigentes y organizaciones sociales; a fin de consolidar experiencias colectivas y asociativas. José Luis Coraggio (2006) sostiene que para ello, es sustancial –como lo postuló el Ministerio de Desarrollo Social- la participación de universidades, institutos tecnológicos, empresas, ONG; para el acompañamiento de asesorías, de sistematización y reflexiones sobre las prácticas para que haya un aprendizaje, que contribuya a una plataforma cooperativa destinada a proveer de servicios a los emprendedores colectivos y a los gobiernos En tal sentido, el autor menciona que se requiere de a un modelo político, coherente entre el discurso y la práctica, en donde la prioridad sea atender las 24 necesidades legítimas. De este modo, se refuerza la importancia de la política en la toma de decisiones, para la transformación de las relaciones sociales y de las instituciones a través de respuestas multisectoriales., José Luis Coraggio(2006:32), fundamenta que, “no se trata que el Estado redistribuya ingresos solo para que la gente pueda acceder a bienes que produce la misma estructura económica, sino que el Estado genere nuevas estructuras”. Con lo cual, resulta importante que el propio Estado asuma, un rol de redistribución y le dé sentido económico a las sociedades. En paralelo, y retomando lo mencionado anteriormente por el autor, se destacan la extensión de subsidios de desempleo, o de avance de salarios para el empleo autónomo asociativo para quien lo requiera, y garantiza que su nivel sea el adecuado y llegue hacia los circuitos de la economía local. Lo cual supone la articulación e integración de las organizaciones intermedias, las de "apoyo" (ONG, Fundaciones, Institutos, etc.) y las de "base" (Juntas vecinales, Centros comunitarios, etc.) para la formulación y planificación de programas y estrategias que luego serán evaluados, a partir de los resultados alcanzados. Daniel Soria define la participación ciudadana en la gestión como "la implementación de diversos procedimientos y estructuras para articular la intervención de personas y grupos sociales en la toma de decisiones públicas y su control"(citado en Tecco, 1998:9). A propósito de lo mencionado, se destaca la creciente presencia de la sociedad civil -bajo distintas modalidades y dimensiones- en relación a: en primer lugar, las transformaciones que se vienen operando en la conformación misma de la ciudadanía orientada, entre otras características; y , en segundo lugar, al control de la acción de gobierno y al reclamo de eficiencia y eficacia en la gestión En la misma línea, se distinguen las apreciaciones de Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004) quienes argumentan que a partir de la crisis del 2001, comienzan a cobrar mayor relevancia las experiencias organizativas, tales como: los microemprendimientos, gestionados por los movimientos desocupados, las experiencias de las empresas recuperadas gestionadas por los propios trabajadores a partir de las capacidad instalada de empresas en quiebra, los clubes del trueque, y la “proliferación de distintas experiencias vinculadas al 25 cuentapropismo y el trabajo informal, que desplegaron los que quedaron excluidos del empleo”. Las autoras, Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004) ponen especial énfasis al resaltar que éstas experiencias forman parte de actividades económicas generadas por los propios trabajadores y cuyo objetivo principal es contribuir a la reproducción de la fuerza de trabajo; y como tales, se combinan con prácticas de la economía doméstica que se evidencian en la agenda pública. . Otro posicionamiento que se pone en discusión, es la reconfiguración que van adquiriendo los municipios. Para ello, Adriana Rofman(2006:40,41) describe que los municipios pasaron a ser “subsidiarios de la falta de asunción de responsabilidades del Gobierno nacional”. Ya que los Estados municipales se vieron obligados a impulsar estrategias locales, en respuesta a la no intervención del Estado Nacional, que como se viene sosteniendo, en el marco de las políticas de corte neoliberal se fueron desmantelando sus estructuras; como consecuencia del ajuste fiscal impuesto por los organismos de crédito internacional, originando la descentralización de las funciones básicas que se fueron transfiriendo a los gobiernos locales (servicios básicos,como salud y educación) sin remitir fondos para el mantenimiento Con lo cual, el rol de los Municipios, para fortalecer la gestión del desarrollo local, resultó subordinada, en términos económicos, a la propia capacidad de financiamiento de cada jurisdicción. En síntesis, el Estado se va reposicionando, a partir a las demandas de la comunidad, y con la comunidad, en el diseño y planificación de estrategias; que intentan, en principio, satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Es decir, ante las transformaciones en el plano económico y social, que se han generado; se ha reformulado el rol del Estado, el cual cobra relevancia, al asumir nuevas formas de políticas asociadas con prácticas más eficientes, tendientes a plantear nuevos esquemas de articulación. . 26 1.4.-La Economía Social y el Desarrollo Local A fin de continuar esclareciendo algunos conceptos, y tal como se viene sosteniendo, las políticas económicas neoliberales han llevado a una concentración de las riquezas, en manos de privados, afectando la capacidad adquisitiva, de los trabajadores. Con lo cual, el salario medio descendió, en un 60% entre el año 1998 y 2001, y en consecuencia de ello, se han producido cambios en el modelo productivo y, por ende, en la demanda de la fuerza de trabajo. Es en éste contexto, los organismos internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en virtud de la conservación del sistema basado en el predominio del capital, “comienzan a impulsar políticas de asistencia dirigidas para aliviar la pobreza” tal como lo menciona José Luis Coraggio (2007:62-64). Es importante destacar que, para la comprensión del proceso en el cual se fueron consolidando nuevas formas asociativas, surgen diversos aportes y críticas que fueron sustentando e interpelando, en términos teóricos, éstas concepciones de Desarrollo Local y Economía Social. Por lo que, brevemente, se detallarán, algunas de éstas visiones. En dicho contexto, surge el enfoque del Desarrollo Local, como paradigma; el cual destaca los valores territoriales, de identidad, diversidad y flexibilidad de un territorio determinado; tal como lo define Enríquez Villacorta Alberto, al mencionar, que: “en el enfoque de desarrollo Local se requiere incorporar a: en primer lugar a agentes institucionales; ya que resulta importante la Institucionalidad Local, del poder político para poder llevar a cabo una adecuada gestión de los recursos locales, tendientes a articular con otros agentes que participan en las acciones de desarrollo. En segundo lugar, a agentes sociales, en términos de la participación de los grupos sociales y de los agentes económicos locales, a fin de reforzar la legitimidad del poder local. Tercero, desarrollar la capacitación de los recursos humanos necesarios para acompañar el proceso. Cuarto, es esencial que el objetivo del desarrollo local trascienda el ámbito de crecimiento económico, para centrarse en la mejora de la calidad de vida de la población. Quinto, la autonomía relativa de los procesos de desarrollo local deriva en una nueva articulación de los procesos productivos. Y por último la productividad y la mejora en la competitividad, definidas a escala local microeconómica, contribuyen a los logros de los objetivos generales para el desarrollo local. Con lo cual, y siguiendo al mismo autor, la nueva concepción del desarrollo local, puede definirse como un complejo proceso de concertación entre los agentes- sectores y fuerza- que interactúan dentro de los límites de un territorio determinado con el propósito de impulsar un proyecto común que combine la 27 generación del crecimiento económico, equidad, cambio social y cultural, enfoque de género, calidad y equilibrio espacial y territorial con el fin de elevar la calidad de vida y bienestar de cada familia y ciudadano que vive en ese territorio” (Enriquez Villacorta Alberto en Llorens y Alburquerque,2002:10) En torno a las nuevas reconfiguraciones que fueron tomando las intervenciones del Estado, a través de las Políticas Sociales, en el marco del proceso de globalización y, en la cual se han originado crisis sociales, económicas y políticas, arrojando incrementos en la pobreza y en las desigualdades sociales en los territorios; comienzan a ponerse en discusión, los modelos de desarrollo que emergen como alternativas a dichos resabios que afectan a las poblaciones. Partiendo entonces, de la premisa de los modelos que surgen como alternativas; en concordancia con ello, Enrique Gallicchio (2006) destaca seis perspectivas, que aportan a las caracterizaciones del Desarrollo Local. Por un lado, se encuentran aquellos postulados, que asocian al Desarrollo Local con los procesos de recuperación de la democracia, en donde destacan la participación de los actores involucrados en la toma de decisiones de los asuntos territoriales. Por otro lado, se encuentra la postura neoliberal en torno al desarrollo local. La cual supone la mera transferencia de recursos económicos por parte de organismos internacionales de financiación a microemprendimientos con el argumento de combatir la pobreza; empero su principal objetivo radica en el debilitamiento del Estado, a nivel central. Otra perspectiva, referida por el autor hace referencia al rol de los municipios. Por lo que, se vincula el desarrollo local en virtud de mejorar la gestión municipal, asociado al proceso de descentralización de las competencias que le fueron conferidas desde el Estado nacional. El postulado que hace referencia al Desarrollo Local como desarrollo económico local, destaca y pondera el carácter meramente económico en términos de competitividad y productividad. Por lo que, en términos de brindar respuesta a las demandas de las comunidades, y contribuir al bienestar de éstas; quedan debilitados éstos supuestos. Impulsado desde la cooperación europea, surge el proyecto de reordenamiento territorial en virtud de contribuir al desarrollo local. Esta 28 perspectiva propone, para ello, una mirada estratégica partiendo de la premisa, de que en el territorio no se puede generar un nuevo modelo de desarrollo. En definitiva, ésta visión se vincula a una visión urbanística, por sobre el desarrollo local. Por último, la concepción de análisis social para el desarrollo local, concibe el análisis de diversos estudios y la utilización de sistemas de información. No obstante, todas las visiones y enfoques mencionados suponen que el ámbito de intervención de las políticas de desarrollo local, se encuentran delimitadas y condicionadas por las dinámicas territoriales. En tal sentido, surge el interrogante, de cómo se concibe a la economía social, y cómo se vincula con los procesos y concepciones referidas. Dos corrientes contrapuestas, según Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004), definen a la economía social, desde dos enfoques. Por un lado, el enfoque que pone vehemencia en valores y proyectos en torno a la organización de la economía social, lo cual supone para su abordaje a las cooperativas, las mutuales y asociaciones; cuya intención es la de satisfacer las necesidades de las comunidades a través de diversas formas de producción e intercambio – monetario y no monetario; y , motivar valores de participación democrática en donde se involucran sectores comunitarios, sindicales, públicos y privados. En la segunda corriente, se distingue el agrupamiento de las personas y la existencia de una empresa; sin considerar los valores fundacionales de solidaridad y economía social. Con lo cual, ésta corriente destaca el fin, por el cual se agrupan las personas. Según Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman, en ésta corriente,adquiere mayor relevancia el concepto de empresa social, entendido como: “el doble papel de agente de adaptación de las actividades de los miembros a las reglas de la economía de mercado y de agente de transformación de los miembros haciéndolos acceder colectivamente al poder del empresario” en Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004:169). Particularmente, ésta corriente se asocia a la implementación de programas sociales y de empleo, en el marco de la promoción de la economía social. 29 Por su lado, José Luis Coraggio (2007) destaca que, en la economía social el sujeto es la clase trabajadora y las comunidades. En tanto, la define como una propuesta transicional de prácticas económicas de acción transformadora, en términos de planificación estratégica, en donde los sujetos destinatarios de las acciones del Estado son parte de la toma de decisiones En resumen, los presupuestos teóricos y debates, a los cuales se hizo referencia, no son más que aportes que fueron sustentando y consolidando la importancia del contexto económico, social y político, y como fueron incidiendo, en virtud de las estrategias de supervivencia desarrolladas por las comunidades para el mejoramiento de la calidad de vida. Asimismo, estos aportes fueron consolidando los ejes para el diseño de las Políticas Públicas, desde un modelo de desarrollo productivo y social. 1.5.-Las Cooperativas de Trabajo y la territorialidad En función de lo argumentado y dadas las características económicas, sociales y políticas a las cuales se hizo referencia en los apartados anteriores, se considera relevante, desde estas nuevas concepciones teóricas, el análisis de las Cooperativas de Trabajo. En particular, recuperando las experiencias concretas de fábricas recuperadas por trabajadores, como el caso de la Ceràmica Zannon, el Hotel Bauen, la Cooperativa Avícola Moreno, la Cooperativa Ghelco de confituras, dan cuenta de ésta forma asociativa: Las Cooperativas de Trabajo. Resulta, para ello, destacar el rol de los trabajadores quienes aceptaron y se empeñaron en desafiar las fábricas que en muchos casos, habían sido vaciadas por la patronal. La intención radicaba, principalmente, en recuperar la fuente de trabajo. Por lo que comenzaron a hacerlas funcionar nuevamente, gestionadas por ellos mismos bajo la figura legal de cooperativas de trabajo. Asimismo, surgió, que muchas- cooperativas- comenzaron a relacionarse entre sí para salir adelante, otras se vincularon con movimientos sociales y algunas con el acompañamiento técnico de las universidades, pudieron evolucionar exitosamente. 30 De acuerdo a un Informe realizado por la Universidad de Buenos Aires (Ruggeri: 2014) se estima que existen alrededor de 200 fábricas recuperadas en todo el territorio nacional, la mayor parte se encuentra en la provincia de Buenos Aires, seguida de Capital Federal, Santa Fe y Córdoba entre otras, y los rubros más importantes son, en orden decreciente: metalúrgico, electrodoméstico, frigorífico, alimentación, imprenta, transporte, vidrio, textil, cerámica, papel y plástico. No obstante, el proceso de recuperación de empresas no es fácil, de acuerdo a lo mencionado por diversos autores, los trabajadores viven un “calvario” antes de apoderarse de su centro laboral. En la inmensa mayoría de los casos, tal como postula Raúl Zibechi (2002), la decisión de ponerse a producir llega luego de un proceso de maduración del colectivo de trabajadores. Casi nunca es una decisión automática, sino obstaculizada por múltiples dudas, inseguridades y temores. Asimismo, dicho autor, destaca además que muchas veces demoran más de un año en volver a poner la fábrica en marcha, y en muchos casos cuentan con insumos que dejaron los dueños, pero otras deben salir a buscar la materia prima, la cual es obtenida como consecuencia de donaciones o del apoyo popular, y casi nunca obtienen préstamos, por lo menos en las primeras etapas. Es decir que recuperar una fábrica, y convertirla en cooperativa, es una tarea que se debe entender como un proceso de consolidación de grupo; en donde debe primar el objetivo común y la solidaridad mutua entre sus asociados. Por lo que, el rasgo distintivo de la cooperativa es la forma de organizarse para hacer cosas en común, resultando una asociación de personas que se unen voluntariamente para resolver de manera conjunta alguno de sus problemas. Otra característica de ésta forma asociativa, radica en que las propiedades son de todos los socios y las autoridades también son elegidas por todos. Además, es una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades comunes y aspiraciones económicas, sociales y culturales por medio de una empresa de propiedad conjunta, democráticamente gobernada. En la cual, todos los hombres y las mujeres-asociados- tienen derecho a participar activamente en todas las decisiones que se deban tomar. 31 Retomando, el recorrido realizado en cuanto a las particularidades y características del contexto general y local, que propician el desarrollo de las Cooperativas de Trabajo; es menester destacar la mirada territorial que se desarrolla no sólo desde la generación de empleo en el marco de la economía social, sino desde la construcción de otras relaciones sociales. Es decir que, en la implementación de éste tipo de Programas, en donde la asistencia directa se lleva a cabo en situaciones de alta vulnerabilidad social, el Estado busca promover espacios de participación y organización comunitaria para trabajar en conjunto con los actores sociales, para la generación de empleo, la elaboración de emprendimientos de economía social, el fortalecimiento de lazos de solidaridad que mejoren la calidad de vida de las personas, concibiendo a éstas como “ titulares de derecho” y no beneficiarios pasivos. A propósito de lo mencionado, Adriana Rofman (2006:263)2, destaca que a partir de la implementación del Programa “Manos a la Obra”, en el año 2004, se comienza a “institucionalizar el intento de adaptación del modelo de desarrollo local hacia políticas de promoción de actividades y emprendimientos ligados a la economía social, en el marco de un nuevo enfoque político social”. Agrega, además que ésta política consiste en destinar recursos públicos para fomentar el desarrollo de las capacidades productivas de la población destinaria, con el objetivo de revalorizar la fuerza de trabajo y contribuir a la “superación de ingresos de los amplios sectores empobrecidos”. En la misma línea, destaca que éste programa, las intervenciones del Estrado Nacional , se enmarcan en la consolidación de políticas de promoción para el desarrollo de las comunidades; a fin de contribuir al mejoramiento de los ingresos y de las condiciones de vida, de los sectores sociales carenciados, . En tal sentido, y de acuerdo al postulado que realiza la autora, se pone especial relieve en cómo el Estado, busca establecer -de acuerdo a las características propias de cada territorio o región, desde el financiamiento- 2 Adriana Rofman, destaca que:“el Programa “ Manos a la Obra” específicamente se dedica a la promoción del desarrollo local sobre la base de la promoción de pequeños emprendimientos. Asimismo, la autora hace referencia a las cinco líneas de financiamiento: En primer lugar se basan en: apoyo económico y financiero a emprendimientos productivos, ya sean individuales o cadenas productivas. En segundo lugar, a fondos solidarios que comprenden líneas para construir fondos de microcrédito y crédito. En tercer lugar, Subsidios, para la compra de herramientas para proyectos productivos En cuarto lugar, proyectos estratégicos especiales para el desarrollode polos articuladores de actividades productivas. Y por último el fortalecimiento institucional, la asistencia técnica y capacitación de los organismos implicados en la ejecución”. 32 estrategias acordes a los actores involucrados, promoviendo la participación y organización para el mejoramiento de los ingresos y por ende, de la calidad de vida. En resumen, y en concordancia con lo argumentado, el basamento de éste tipo de políticas reposiciona al Estado como promotor, presente, activo y lo reubica en un lugar protagónico en la toma de decisiones. Para finalizar, y de acuerdo a lo mencionado en el Capitulo, se destaca la importancia del Estado y la intervención que realiza, a través de las Políticas Sociales, para la promoción y desarrollo de las Cooperativas de Trabajo. No obstante, surgen nuevos interrogantes que se abordarán en los próximos capítulos; tales como: cuál es el contexto particular, en que se constituyen las Cooperativas de Trabajo, en el marco del Programa Ingreso Social con Trabajo, y cómo conciben los y las titulares, asociados y asociadas, las intervenciones del Estado. Éstas, serán entonces algunas de las preguntas que fueron surgiendo en el desarrollo del trabajo, y que serán abordadas. 33 CAPITULO II Escenarios en los cuales se constituyen las Cooperativas de Trabajo, en el Marco del Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja” 34 En concordancia, con lo que se desarrolló en el Capítulo I en donde se destacó el proceso, en donde la Argentina, hacia el año 2003 comenzó a dar indicios de recuperación del Estado; particularmente, al impulsar políticas sociales para el desarrollo social y productivo, y en el diseño de Políticas Públicas, tendientes a la promoción del empleo, la mejora de los salarios reales, en virtud de promover el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. De acuerdo a lo mencionado por Carlos Vilas (2011:156) “comienzan a revertir el hasta hace poco imparable crecimiento de la pobreza y la desigualdad social”. En la misma línea, desde el Estado se comenzaron a diseñar estrategias de integración y promoción social que aspiran a “incidir en el punto nodal de la situación social: la cuestión del trabajo y la producción, lo cual supone vincular estrechamente las políticas económicas con las políticas sociales”, tal como lo definen Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004:187) en función de fortalecer y recomponer las economías locales y regionales, con la participación de instituciones públicas y los distintos actores sociales. Ahondaremos en el presente Capitulo, los alcances de las intervenciones del Estado para el fortalecimiento de las Cooperativas de Trabajo haciendo hincapié, en el contexto particular y en la coyuntura en la cual se impulsa el Programa Ingreso Social con Trabajo. Asimismo, se toman los datos recabados de las entrevistas realizadas a titulares; en donde, en combinación con las referencias bibliográficas, se intenta dar cuenta de cómo a partir de la implementación del Programa se procuró dar respuesta a situaciones de desempleo y pobreza. 2.1.- Escenarios y coyunturas: periodo 1999 y 2009 Como se hizo mención, anteriormente, el proceso de transformación del Estado y la profundización de la brecha entre economía y sociedad, ocasionaron un incremento en la precarización de las condiciones de trabajo, agravando la situación de empleabilidad y por ende, afectando a la población en general, pero principalmente a los sectores más relegados que encontraron serias dificultades para insertarse en el mercado de trabajo. Por lo que, tal como lo define Sergio 35 del Piero (2005:54) “las condiciones de empobrecimiento y exclusión social derivaron necesariamente en cambios en las relaciones sociales en general y en particular actúa como cuna para el surgimiento de nuevos actores sociales y colectivos que buscan atender o representar la realidad”. Con lo cual, la proliferación de las organizaciones sociales, se desarrollan a partir de un contexto histórico determinado en el cual diversos grupos sociales con culturas y prácticas diferentes, convergen con una misma demanda. En 1999 hubo otro cambio de gobierno debido al descontento generalizado por la gestión anterior, entonces llegó al poder la Alianza entre radicales y progresistas. No obstante, la situación económica y social, continuaba profundizándose. Por lo que, la crisis atravesada por el país, en particular, impactó de un modo especial en el área del Conurbano3. En la Provincia de Buenos Aires, la evolución de la pobreza está estrechamente relacionada con el impacto de la crisis del mercado laboral, mencionada anteriormente: contribuyendo esto al declive de los ingresos familiares producida por la inflación posterior a diciembre de 2001. Según datos del Censo 2001, el 13% de los hogares y el 15,8% de la población total de la provincia tenían necesidades básicas insatisfechas (NBI). En relación a la población adolescente en la Provincia de Buenos Aires hay dos millones de adolescentes de 14 a 21 años, de los cuales el 50 % vive bajo la línea de pobreza y de ellos, un 38,8 % es indigente; uno de cada cinco de ellos no estudia ni trabaja; el 55 % no posee ninguna cobertura social y el 23,18 % habita viviendas precarias. Otro indicador, que pone en relieve la crisis social, es la tasa de desocupación en el aglomerado del Gran Buenos Aires (unidad urbana medida por las encuestas de empleo locales) que creció entre el 6,3% y el 16,4% de la 3 La palabra “conurbano” es la traducción castellana del neologismo inventado por Patrick Geddes a comienzos del SXX - “conurbation”-, utilizado para describir a las regiones urbanas, a las nuevas formas de agrupamientos de la población y también de gobierno y administración. Surge como un concepto que intenta superar la tradición geográfica “campo-ciudad”, y que relaciona y homogeniza el territorio con la sociedad y sus formas de gobierno (http://www.cippec.org). Particularmente, cuando se menciona al Conurbano bonaerense, se hace referencia al conjunto de municipios que rodean a la Ciudad de Buenos Aires, conformando en conjunto, el Área Metropolitana de Buenos Aires, (AMBA) una gran mancha urbana que alberga actualmente cerca de 12.000.000 de habitante. http://www.cippec.org/ 36 Población Económicamente Activa entre 1991 y el 20034 (en base a la Encuesta Permanente de Hogares-Instituto Nacional de Estadísticas y Censos). Por lo que, el desempleo en el Gran Buenos Aires, registró un fuerte incremento en los índices de destrucción de empleos. Por lo que a comienzos del año 2002, en respuesta a la crisis consustanciada a propósito de los índices señalados anteriormente y en reclamo de las organizaciones de desocupados, se impulsa el Plan Jefes y Jefas de hogares desocupados (PJJHD) en la Provincia de Buenos Aires. El objetivo principal, se orientó a la generación de microemprendimientos, a través de la contraprestación en trabajo o en capacitaciones. Es importante señalar que, cuando se impulsó dicho Plan, desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, se crearon a cada una de las Jurisdicciones, los Consejos Locales Económicos- Sociales; con el fin de monitorear y realizar seguimientos al el PJJHD en los Municipio. Hacia el año 2002, “el Plan llegó a cubrir a más de 2.000.000 personas, y la obligación de contraprestación quedó sujeta a la decisión política y a la capacidad institucional de los municipios para organizar las actividades” tal como indica Adriana Rofman(2006: 262). Por lo tanto, la ejecución del Plan,se vio sujeto a las estrategias territoriales que potenciaron los Municipios, para el desarrollo local. En concordancia, y tal como se viene sosteniendo, la implementación de dicho plan, contribuyó a la reformulación -de una nueva experiencia, de un nuevo Programa tendiente a promocionar el desarrollo Local sobre la base de la promoción de pequeños emprendimientos. Hacia fines del año 2003, se crea el Plan Manos a la Obra, impulsado desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En sintonía con lo señalado, Adriana Rofman (2005:7) menciona que: “el basamento estratégico de esta política consiste en destinar recursos públicos para fomentar el desarrollo de la capacidad productiva de la población con el objeto de valorizar la fuerza de trabajo de este sector social”. 4 La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) es una encuesta de propósitos múltiples que releva información sobre hogares y personas en torno a las siguientes temáticas: situación laboral, características demográficas básicas (edad, sexo, situación conyugal, etc.), características migratorias, habitacionales, educacionales e ingresos. Más allá de su gran amplitud temática, los aspectos laborales adquieren una relevancia central. Entre los conceptos principales que permiten dar cuenta de la relación de la población con el mercado de trabajo se encuentra el de condición de actividad, categoría ocupacional, subempleo, informalidad, entre otros. 37 En la misma línea Gabriela Merlinsk y Adriana Rofman (2004) subrayan que con la implementación del Programa, “Manos a la Obra”, el Estado comienza a reposicionarse, impulsando acciones tendientes al apoyo y desarrollo de actividades productivas; abandonando su mero rol de proveedor de bienes y servicios. Con lo cual, “la intervención social del Estado recupera (…) su orientación hacia el ámbito del trabajo”, tal como lo afirman Gabriela Merlinsk y Adriana Rofman (2004:172). Por su parte, las políticas vinculadas al ámbito del trabajo constituyen un instrumento fundamental para lograr mayores niveles de inclusión social y en virtud de ello, contribuyen a incrementar la integración social y de la expansión de las coberturas sociales. Hacia principios del año 2007 el desempleo registraba una caída, de un 9,8%.; no obstante, en términos de recuperación del trabajo formal el avance sería más lento. Durante el periodo 2003 y 2008 el promedio de crecimiento anual de la Argentina fue de 8,5%, evitando el crecimiento negativo en 2009 a pesar del impacto de la crisis internacional (0,9%) (CEPAL, 2010), y volviendo a un crecimiento de 9,1% en el año 2010. Amerita destacar que, desde 2007 junto con el aumento de los precios de los alimentos a nivel internacional, el fuerte y acelerado crecimiento, al producir un desfasaje entre oferta y demanda, ha contribuido a la aparición de tensiones de tipo inflacionario. De todos modos, los índices registrados de empleo, que se venían incrementando, comenzaron a descender levemente, producto de la crisis internacional. Durante el año 2008, los niveles de desocupación, comenzaban a incrementarse. De acuerdo a los datos arrojados por la EPH, durante el último trimestre del año 2008 la desocupación pasó del 7,8% al 9,1%, en el 2009. Y, el empleo, del 42,1% al 41,9% durante el mismo periodo. En el mismo sentido, es importante precisar que: “hacia el año 2011, la expansión productiva post-convertibilidad en el mercado de trabajo, trajo consigo consecuencias en el empleo; dado que la tasa de desocupación pasó a ser de 7,8% de la población activa (EPH-INDEC, segundo trimestre del 2011). Asimismo, agrega que, ésta expansión descansó en una tasa de crecimiento del empleo registrado por encima del empleo precario, lo que supuso una caída de la precariedad laboral, que en el Gran Buenos Aires alcanza 38 ahora al 34,8% del total de asalariados (EPH-INDEC, segundo trimestre del 2011). Sin embargo, la situación del mercado de trabajo no ha sido uniforme durante todo el período considerado; dado que, la autora destaca en su análisis un estancamiento en el empleo, durante 2008-2009, producto del impacto de la crisis internacional”. (Verónica Maceira, 2012:7) En dicho contexto, en el cual los indicadores de empleo se mantenían con leves descensos, el Estado continuaba reintensificando sus intervenciones, impulsando Políticas Sociales tendientes a revertir la falta de trabajo y la reducción de las actividades productivas. En paralelo a lo mencionado y en virtud de los programas en los cuales el Estado, a través de las Políticas Sociales hizo foco, se destaca el Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”, impulsado a partir del año 2009, por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En término generales, y de acuerdo a la Resolución 3182/095 de creación, el propósito del Programa se inscribe en la Promoción del desarrollo económico y la inclusión social, a partir de la generación de nuevos puestos de trabajo, con igualdad de oportunidades. A su vez, destaca que se promoverá el Trabajo organizado y comunitario; y se, incentivara e impulsará, la formación de Organizaciones sociales de Trabajo. Asimismo, la Resolución hace mención a que el trabajo generado redundará en el desarrollo e incremento de la calidad de vida de los sectores más vulnerables, a través del apoyo a las comunidades más desprotegidas. Por otro lado, en dicha normativa se cita a modo de líneas Centrales la familia y la generación de empleo, a través de la Economía Social, y hace hincapié en el acompañamiento que brindará el Estado, aportando para las capacitaciones, los insumos y las herramientas. Otro punto importante, al que se hace mención en la normativa- 3182/09-, se vincula a la conformación de Cooperativas de Trabajo; a fin de que éstas realicen obras vinculadas a la obra pública, con el fin de contribuir al mejoramiento de las instituciones y de los barrios. Por su parte, se describe que para ingresar al Programa la persona tiene que ser mayor de 18 años, no poseer empleo formal, ni percibir jubilación o pensión. 5 Resolución 3182/09 del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, de creación del Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”. Para ampliar, ver ANEXO II. 39 En cuanto a las actividades que desarrollan como contraprestación, ya sean de mejoramiento de infraestructura o mantenimiento urbano, en su mayoría son acompañadas por Responsables Técnicos de los Entes Ejecutores, que colaboran y acompañan las mismas. En éste sentido, es fundamental destacar el rol que cumplen los Entes Ejecutores, ya que son los encargados de suscribir convenios marco con el MDS la ejecución del Programa en los Distritos; con el fin de administrar los fondos que transfiere el Estado Nacional, para la compra de los insumos, las herramientas, los honorarios de Técnicos de obra, Técnicos sociales y Técnicos administrativos, por una lado, y por el otro, son quienes organizan las tareas y monitorean la concurrencia de lxs titulares a las actividades. En tal sentido, cabe señalar que de acuerdo a la normativa que dio impulso al Programa, quienes pueden ser Ente Ejecutor, son: Municipios, Estados Provinciales y Municipales, Universidades Nacionales, Mutuales y Cooperativas. Por otro lado, lxs titulares del Programa, una vez que comienzan a percibir el incentivo económico, a través de las tarjetas bancarias individuales, el MDS comienza a abonar el Monotributo Social. Lo cual implica, de acuerdo a la normativa del Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y Economía Social (REDLES6) el pago del total de la Obra social y los aportesjubilatorios correspondientes. Amerita poner énfasis, en el contexto particular en el cual se impulsa el mismo desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Tal como se señaló anteriormente, por un lado, los índices de empleabilidad a partir de la crisis internacional, comenzaban a registrar un leve descenso; mientras que los niveles de desocupación continuaban estancados. En consecuencia de lo argumentado, y con el objetivo de conocer la mirada de los y las titulares del Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”, se realizaron diez entrevistas, en los lugares en los cuales concurren a desarrollar las actividades-en el marco del Programa-. Por lo que, los datos arrojaron que: cuando ingresaron al Programa- en el año 2009-, de cuatro (4) 6 Es importante hacer mención que el REDLES, que pertenece al Ministerio de Desarrollo Social, se impulso a través del Decreto 189/04 del año 2004; con el objetivo de ofrecer a los pequeños y medianos emprendimientos que desde el Plan “Manos a la Obra” se intentaba impulsar, para que pudieran acceder a una categoría de bajo costo del Monotributo, en las primeras facturaciones impositivas. 40 titulares- masculinos- entrevistados, dos(50%) refirieron estar desempleados. En cuanto a las seis mujeres entrevistadas, cuatro de ellas, refirieron ser amas de casa, y dos de ellas, realizar trabajos temporarios (al menos una vez a la semana cuatro horas). Por lo que, los datos obtenidos, además, refuerzan la idea de Verónica Maceira (2012), en cuanto al estancamiento en el empleo y el contexto de crisis. Es importante resaltar, el aporte que realiza Estela Grassi al considerar que: “en las sociedades fundadas en el trabajo, la manera legítima de evitar (o superar) las carencias es a través del propio esfuerzo, de donde no trabajar deviene la primera de todas las privaciones. Cuando el motivo supera la voluntad del sujeto (por sus otras carencias, para procurarse su empleo, por ejemplo), el trabajo se cuenta entre aquello que el pobre no posee y se trasforma en un recurso a suministrar por la política, que de éste modo asiste, compensa y promociona”(Grassi, 2004:197) Continuando con lo postulado por Estela Grassi (2004), es menester destacar cómo las escasa posibilidades de acceder al trabajo, contribuyen al incremento de la pobreza; en términos de acceso a recursos, en pos de mejorar la calidad de vida de las personas, o como bien menciona la autora superar las carencias. Con lo cual, y en consecuencia de lo mencionado, se destaca cómo el contexto social, se encuentra subordinado a lo económico; en donde resultan fundamental, la intervención del Estado, a fin de regular y compensar, la exclusión de éstos sectores desfavorecidos, en el acceso al trabajo. En virtud del contexto, económico y social, en donde se incrementaron los índices de desempleo y la precarización de las condiciones de contratación laboral; desde el Estado, se promovieron intervenciones en pos de alcanzar niveles altos de empleabilidad, y por ende mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, en particular de los sectores más relegados. En éste marco, distingue: “el retraimiento del Estado, induce la emergencia de experiencias organizativas populares que buscan promover soluciones a los problemas sociales de los sectores más marginados, a través de iniciativas autónomas y fundadas en principios de solidaridad, autogestión y participación. Por lo 41 que, agrega, que el escenario fue quien le confirió a aquellas experiencias organizativas una mayor visibilidad” (Francisco Cantamutto, en el 4° Foro Federal de Investigadores y Docentes,2007:58). En la misma línea, José Luis Coraggio (2007ª) refieren que, desde el Estado se comienza a plantear la posibilidad y necesidad de un proceso de transformación económica, en donde se impulse desde el Estado, nuevas formas de gestión participativa, y de concepción del trabajo, trabajo asociado como forma de realización de las capacidades humanas, pero articulado en un sistema de integración solidaria, cuyo fin es el de resolver de la mejor manera, las “necesidades legitimas de todos”(Coraggio, 2007ª:23) Por otra parte, Paolo Di Pietro (2007), describe que en la región, Latinoamérica, el escenario social que se presenta a fin de siglo, se revela con profundos contrastes.; como consecuencia de , por un lado, el crecimiento desmedido de la macroeconomía y por otro lado, a la exclusión social, la pobreza y a la desintegración de los principios de la solidaridad. En concordancia a lo que argumenta el autor, se destaca la importancia en la implementación de programas sociales que contribuyan al crecimiento económico de las comunidades; lo cual implica: el fomento de la actividad productiva, generación de empleos genuinos, y generación de sentimientos de identidad y pertenecía hacia la comunidad. Continuando en la misma línea, resulta importante destacar la injerencia que va tomando el Estado; pero a su vez, la necesidad de redefinirse constantemente, con el objeto de dar respuestas a las demandas que se presente. 2.2.-Intervención del Estado, Políticas Sociales y nuevas experiencias cooperativistas Continuando en la misma línea, se resfuerza la idea de un Estado activo, en donde sus intervenciones por medio de las políticas sociales se van modificando y reconfigurando, para dar respuestas a las demandas de las 42 comunidades. Como se viene desarrollando, el incremento de experiencias de participación democrática, de nuevos grupos sociales, tales como los movimientos de trabajadores de desocupado, fue poniendo en evidencia el deterioro del mercado de trabajo, e incrementando los índices de pobreza. Al respecto, Laura Pautassi(2009) señala que, para el diseño de políticas en materia de empleo, resulta fundamental incorporar a la agenda política y a la agenda estatal, la necesidad de nuevos diseños institucionales acordes a las necesidades y particularidades de los ciudadanas; a fin de evitar así continuar promoviendo la expulsión de ciudadanos “vulnerables o informales” (2009:103). A propósito de lo argumentado se infiere en el reposicionamiento del Estado, en pos de orientar sus intervenciones hacia la promoción de actividades productivas y el desarrollo de lazos sociales. En tal sentido, Carlos Vilas(2011:154) hace referencia a la experiencia del Programa “Agua + Trabajo”7 en donde a partir de la demanda de servicios básicos, se impulsó la inversión pública en infraestructura. Agrega, que el objetivo radica en un Plan que dote de agua potable a hogares que carecen de ella, en zonas de pobreza y vulnerabilidad social. Como también, genere empleo genuino al incorporar cooperativas de trabajo, constituidas por desocupados y en condición de pobreza Con lo cual, se considera importante resaltar indicios que contribuyen a la intervención del Estado y a nuevas formas asociativas que adquieren relevancia, a través de las Políticas Sociales. En éste sentido, se destaca, la creación del Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y Economía Social 8 en el año 2004, el cual faculta al Ministerio de Desarrollo Social a favorecer los emprendimientos productivos o de servicios; a fin de permitir otorgar a éstos sujetos (individuales o colectivos) capacidad para instalarse a la economía formal. Se agrega, luego, con la Resolución firmada conjuntamente entre el Ministerio de 7 El Programa “Agua + Trabajo” comenzó a ejecutarse a principios del año 2003, en el Distrito de La Matanza; a raíz de la gran cantidad de ciudadanos que no tenía acceso a la red cloacal. A partir de la experiencia