Logo Studenta
¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Universidad Nacional de Luján 
 
 
 
 
Machicote Maria Clara 
Legajo 84910 
 
Estado y Políticas Sociales. 
Una mirada reflexiva en torno al Programa Ingreso Social con Trabajo 
“Argentina Trabaja” 
 
 
 
Equipo Tutorial 
Docente Responsable: Dra. Laura MASSA 
Equipo Docente: Mgr. Ximena LÓPEZ. Lic Silvia MALDONADO; Lic Silvana 
RODRIGUEZ; Lic Martin RAGGI; Lic Vanesa VILLETA; Lic Laura VDOVSOV 
 
 
TRABAJO FINAL DE GRADUACIÓN 
LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL 
SEDE: SAN MIGUEL 
-01 de DICIEMBRE de 2016- 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Autorizo, exclusivamente para fines académicos y científicos, la reproducción total 
o parcial de éste Trabajo Final de Graduación por medios fotocopiadores o 
electrónicos. 
 
 
 
Firma: 
 
Lugar y Fecha: 
 
 
 
 
Resumen 
 
A principios de la década del 1970, en América Latina, comenzaron a instaurarse 
procesos dictatoriales que potenciaron e incentivaron políticas neoliberales. En 
donde se reposicionó al Mercado por sobre el Estado. Es decir, que se 
descalificó al Estado como planificador y agente económico, calificándolo si, como 
Ineficiente, generador de déficit fiscal. Durante la década de los 90 se fue 
incrementando la tasa de desempleo y la reducción de los ingresos reales; por lo 
que las organizaciones sindicales y numerosos movimientos sociales, 
comenzaron a reaccionar ante el proceso recesivo que comenzaba a acentuarse. 
Con lo cual, comienzan a observarse los primeros presupuestos teóricos, que 
fundamentan las nuevas concepciones, en torno a la economía social y el 
desarrollo Local 
A partir del año 2003, en la Argentina, se inició un proceso de recuperación del 
Estado como herramienta de desarrollo y bienestar; en donde se intentó reactivar 
la economía, el reposicionamiento de la inversión pública en infraestructura, la 
promoción del empleo genuino, la mejora de los salarios reales. De acuerdo a lo 
mencionado por Vilas (Vilas, 2011) comienzan a revertir el hasta hace poco 
imparable crecimiento de la pobreza y la desigualdad social. 
Paralelamente, y en virtud del contexto social, económico y político, el Estado 
redirecciona sus intervenciones, en el marco de éste paradigma de Políticas 
Sociales Productivas. Por lo que desde el Estado se comenzaron a diseñar 
estrategias de integración y promoción social, tendientes a fortalecer y 
recomponer las economías locales y regionales; con la participación de 
instituciones públicas y los distintos actores sociales. Entre ellas, el Programa 
Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”; que será analizado en términos 
teóricos. 
 
 
 
 
 
 
A mi hijo y a mi gran compañero. 
A mi familia, mis padres, hermanas y hermano. 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
A todo el colectivo docente, no docente y a los estudiantes, que son parte de ésta 
Universidad. ¡Ésta Universidad Pública! 
Y a todos lxs compañerxs que me acompañaron durante el paso por la 
Universidad... 
 
 
 
 
INDICE 
 
INTRODUCCIÓN………… .................................................................................... 10 
 
CAPITULO I 
Planificar desde el Estado 
intervenciones en las Cooperativas de Trabajo como expresiones de las 
Políticas Sociales en la contemporaneidad. ..................................................... 14 
1.-El Estado, las Políticas Públicas y las Políticas Sociales. ............................. 15 
1.2- Nuevos desafíos para la Argentina, y la región. ............................................ 19 
1.3.-Nuevas concepciones en la intervención del Estado 
fundamentos político-ideológicos .......................................................................... 23 
1.4.-La Economía Social y el Desarrollo Local ...................................................... 26 
1.5.-Las Cooperativas de Trabajo y la territorialidad ............................................. 29 
 
CAPITULO II 
Escenarios en los cuales se constituyen las Cooperativas de Trabajo, en 
el Marco del Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja” ..... 33 
2.1.- Escenarios y coyunturas 
periodo 1999 y 2009 ............................................................................................. 34 
2.2.-Intervención del Estado, Políticas Sociales y nuevas experiencias 
cooperativistas ...................................................................................................... 41 
2.2.1.-El Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja” .................... 45 
2.3.2.-Marco Normativo del Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina 
Trabaja” ................................................................................................................. 51 
 
CAPITULO III 
Las Cooperativas de Trabajo del Programa Ingreso social con Trabajo 
“Argentina Trabaja” experiencias en primera persona. ....................... 54 
3.1.-Características Generales de la Población usuaria del Programa ................. 56 
3.2.-Actividades de Formación y capacitación. Su impacto en la vida cotidiana 
de los sujetos ........................................................................................................ 61 
3.3.-Análisis en torno a la relación entre la perspectiva de los sujetos y la 
intervención del Estado ......................................................................................... 66 
 
 
 
REFLEXIONES FINALES..................................................................................... 79 
ANEXOS ....................................................................................................... ….…86 
ANEXO I .Ley de Cooperativas Nº 20.337………………...................................... 87 
ANEXO II. Normativa de creación del Programa Ingreso Social con Trabajo, 
“Argentina Trabaja”. Resolución Nº 3182/2009…… ............................................. 90 
ANEXO III .Instrumento Entrevista…. .................................................................. 99 
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 102 
 
 
 
 
Siglas utilizadas 
ENHOSA: Ente Nacional regulador de Obras Hídricas y Saneamientos. 
EPH: Encuesta Permanente de Hogares 
MDS: Ministerio de Desarrollo Social 
PMO: Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la Obra” 
PJJHD: Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados 
INAES: Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social 
 
 
 
 
10 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 El presente Trabajo Final de Graduación, requisito para la obtención del 
título de grado de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Nacional 
de Luján, tiene como problema de investigación conocer el modo de 
intervención del Estado, a través de las Políticas Públicas en el fortalecimiento 
de las Cooperativas de trabajo. Cuyo propósito general es comprender el modo 
de desarrollo de las Cooperativas de trabajo, en el marco del Programa Ingreso 
Social con Trabajo “Argentina Trabaja”, en la provincia de Buenos Aires, en el 
periodo 2009-2014. 
 Para ello, se analiza el contexto particular, en el cual surgen nuevos 
interrogantes que, contribuyen a las nuevas concepciones del Estado y cómo 
éste se va reconfigurando a partir de éstos preceptos. Consecuentemente, se 
hace mención al proceso en el cual, a principios de la década de los`70, 
comienzan a instaurarse en América Latina procesos dictatoriales que 
incentivaron políticas de corte neoliberal. En el cual, se descalificó al Estado 
como planificador y agente económico, calificándolo como ineficiente o 
generador de déficit fiscal. 
 En sintonía con las reconfiguraciones que adquirió el Estado, durante la 
década del ´90 el proceso de políticas neoliberales, fue profundizando e 
incrementando la tasa de desempleo, la reducción de los salarios; sumado al 
proceso de desmantelamiento – que se continuaba-del aparato del Estado por 
el cual se privatizaron los servicios de salud, energía, seguridad social y 
transporte. Por su parte, las organizaciones sindicales y numerosos 
movimientos sociales comenzaron a reaccionar, ante el proceso recesivo y la 
crisis social, que se acentuaba. 
 A partir del año 2003, en la Argentina, se inició un proceso de 
recuperación del Estado como herramienta de desarrollo y bienestar; en el cual 
el eje de la intervención del Estado, a través de las políticas sociales se 
oriento a la promoción del empleo genuino, a la diversificación de la matriz 
productiva y a la mejora de los salarios reales de la población 
 
 
11 
 
 En dicho marco, las organizaciones asociativas, cobran vital relevancia; 
particularmente el Programa Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”, 
emergen como alternativa para el desarrollo de las personas en situación de 
vulnerabilidad social y de sus comunidades. 
Con el fin de dar respuesta al interrogante planteado en tanto problema 
de investigación, se han identificado una serie de propósitos, cristalizados en 
los siguientes objetivos específicos 
 Conocer los alcances de las intervenciones del Estado, a través 
de las Políticas Sociales, para el fortalecimiento de las 
Cooperativas de Trabajo. 
 Comprender el contexto en el cual se constituyen las 
Cooperativas de Trabajo, en el marco del Programa Ingreso 
Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”. 
 Indagar acerca de cómo perciben los actores, involucrados en 
las Cooperativas de Trabajo, las intervenciones del Estado. 
 
 El diseño del Trabajo Final de Graduación es de tipo cualitativo y 
descriptivo. En consonancia con los objetivos planteados, se decidió emplear 
técnicas de entrevistas en profundidad y observaciones. Asimismo, se 
utilizaron tanto fuentes primarias (entrevistas y observaciones), como 
secundarias (acceso a materiales bibliográficos disponibles en la Biblioteca 
de la Universidad de Luján y en sitios web de investigaciones). En cuanto a 
las entrevistas, las mismas se realizaron a titulares del Programa, que 
residen en los Distritos de Moreno, San Miguel, San Martin y Malvinas 
Argentinas. Se realizaron un total de diez entrevistas, en los lugares a 
donde concurren los y las titulares a realizar actividades o en las oficinas, 
que dispone el Ministerio de Desarrollo Social en los Distritos para la 
atención, referida al Programa. 
El desarrollo del presente trabajo está organizado en un total de tres 
capítulos, los cuales intentan dar respuesta al problema de investigación. 
El primero de los capítulos da cuenta del contexto en el cual emergen los 
postulados que orientaron las intervenciones del Estado, en las Cooperativas 
 
 
12 
 
de Trabajo como expresiones de las Políticas Sociales. Para lo cual, se 
mencionan las nociones de Estado, Políticas Sociales y Políticas Públicas; 
también, se identifican algunas concepciones entorno a este tipo de 
organizaciones asociativas, además de los fundamentos políticos ideológicos 
en las nuevas concepciones del Estado. 
El segundo capítulo se traza a partir de los escenarios en los cuales se 
constituyen las Cooperativas de Trabajo, particularmente del Programa Ingreso 
Social con Trabajo “Argentina Trabaja”. Para ello, se distinguen los alcances 
de las intervenciones del Estado y las nuevas experiencias cooperativistas que 
dieron origen al Programa, la implementación del Programa Manos a la Obra, 
impulsado en el año 2004, el Plan “ Agua + Trabajo” y las normativas que 
impulsaron la creación del Programa. 
El tercer capítulo examina las Cooperativas de Trabajo del Programa 
Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”, desde la perspectiva de los 
actores involucrados. Con lo cual, se distinguen las características generales de 
lxs titulares del Programa, las actividades que realizan y cómo las perciben en 
su vida cotidiana; a su vez, se expone la relación entre la perspectiva de los 
sujetos y la intervención del Estado. 
En términos generales se pretende valorar la reconfiguración de las 
intervenciones del Estado durante el periodo señalado, a través de las Políticas 
Sociales, en virtud del paradigma imperante, no solo en el país sino también en 
la región. Se desprende que, en contraposición, durante años anteriores, ante 
el aumento sostenido de la desigualdad social y con el objetivo de re-
estigmatizar las situaciones de pobreza y desocupación, los Organismos 
internacionales comenzaron a dar respuestas a través de financiamientos a 
microemprendimientos a municipios, en desmedro del debilitamiento del rol del 
Estado central. Por lo que, ante las crecientes condiciones de empobrecimiento, 
comienzan a surgir experiencias de trabajadores organizados En tanto, con el 
fin de dar respuestas a quienes se encontraban en situación de vulnerabilidad 
social, desde el Estado Nacional, se impulsa en el año 2009 el Programa 
Ingreso Social con Trabajo “Argentina Trabaja”, el cual supone la promoción del 
autoempleo, a través de la creación de Cooperativas de Trabajo. En 
concordancia, surgen interrogantes acerca de si las Cooperativas, en el marco 
del Programa, podrán producir sus bienes y servicios, por fuera del Programa- 
sin percibir los incentivos económicos- o bien continuarán en el mismo, en el 
 
 
13 
 
marco de una Política Social, tendiente solo a paliar situaciones de pobreza. 
Asimismo, se manifiesta la duda, acerca de si lxs asociadxs de las 
Cooperativas, son considerados dentro del mercado de empleo y si, 
efectivamente, ésta Política Social tiene como objetivo la generación de empleo 
o, bien, contribuye solo a paliar la pobreza. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14 
 
 
 
CAPITULO I 
 
 
 
Planificar desde el Estado: Intervenciones en las 
Cooperativas de Trabajo como expresiones de las 
Políticas Sociales en la contemporaneidad 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
15 
 
 En el presente capítulo, se realiza un recorrido en el cual se recuperan 
las diferentes formas y concepciones en torno a las Políticas Públicas. En la 
misma línea, se expone cómo el Estado se reconfigura y, concibe las 
herramientas de intervención a partir del contexto económico, político y social. 
Lo cual supone un debate, en torno a la actual coyuntura, la concepción 
del Estado y cómo, éste, interviene a través de las Políticas Sociales. En tal 
sentido, además, se destaca el contexto particular y general, de la Argentina y 
Latinoamérica, en el cual la orientación del Estado se funda en el mejoramiento 
de la calidad de vida de los ciudadanos, a través de organizaciones 
asociativas. En dicho marco, se pondrán en debate los enfoques de Economía 
Social y Desarrollo Social, y en función del contexto social económico y 
político, estos enfoques se fueron reconfigurando. 
 
1. El Estado, las Políticas Públicas y las Políticas Sociales. 
 Para desarrollar el concepto de Políticas Sociales, es necesario diferenciar 
entre Políticas Públicas y Políticas Sociales. De acuerdo a lo mencionado por 
Carlos Vilas (2011) las primeras, se constituyen como el conjunto de objetivos 
prioritarios, que considera un gobierno en un momento dado, para dar respuesta 
a las demandas y necesidades de los ciudadanos. En tanto, las políticas sociales 
son aquellas medidas que el Estado garantiza para lograr el bien común; es 
decir, que son consideradas como un conjunto de acciones públicas y/o 
privadas relacionadas con la distribución de recursos de todo tipo en una 
sociedad cuyo principal objetivo es el bienestar individual y colectivo. El autor 
mencionado, sostiene además que las políticas públicas consisten en el conjunto 
de acciones de gobierno que orientan el ejercicio del poder político; en tanto 
considera, que la instrumentalizaciónde las políticas públicas, forman parte de 
un conjunto de concepciones y decisiones de mayor alcance que expresan los 
intereses, fines y percepciones que orienta la gestión gubernamental. 
Para continuar ahondando en las definiciones de Políticas Públicas y 
Políticas Sociales, resulta imprescindible comprender el contexto histórico, 
político y social que contribuye al análisis de las nuevas concepciones y, en 
particular, al rol del Estado. 
 
 
16 
 
 Para comprender, entonces, las diversas concepciones de las Políticas 
Sociales, es necesario diferenciar dos definiciones contrapuestas de Estado. Por 
un lado, de acuerdo a lo postulado por Sergio De Piero (2005:53) se instala el 
Estado de Bienestar, a partir de los “cambios de industrialización y crecimiento 
de las ciudades”; lo cual supone que, el Estado comienza a promover a través 
de sus intervenciones, políticas de regulación y protección para el pleno 
empleo y la seguridad social. Con lo cual, desde ésta perspectiva el Estado 
busca asegurar la protección social y garantizar el cumplimiento de derechos 
tales como a la vivienda digna, la salud, la educación, los servicios sociales, la 
seguridad social y la protección del empleo. 
 En contraposición a lo mencionado, desde la perspectiva neoliberal el 
objetivo de bienestar general se contrae, tal como lo define Sergio Ilari (2001) 
agregando que, las políticas sociales- desde ésta concepción- son concebidas 
en función de “aliviar la situación de los marginados del mercado”. En tanto, el 
autor, destaca que el bienestar general será producto del desarrollo económico 
alcanzado, a través de la reducción de la intervención estatal en el Mercado. Es 
decir que, el Estado tiende a desentenderse de tales responsabilidades y su 
accionar se encuentra fundamentalmente subordinado al mercado y a la 
especulación financiera; y, por ende, su rol se presenta como mero gestor de 
las políticas y recetas económicas de los organismos internacionales. En dicho 
marco, José Luis Coraggio (2007: 53) define que: “las políticas sociales se 
concentran en repartir cosas, sobre todo alimentos o accesos a servicios 
esenciales (…) otorgados como favores”, y agrega que, de éste modo, se 
genera una dependencia de la asistencia pública. 
 El contexto en el cual se puede identificar la implementación del 
neoliberalismo en nuestro país, data a partir de la dictadura de 1976 y que se 
continuó durante la década del 1990. Es el mismo período en que dicho 
proyecto se extiende por América Latina. En consecuencia, el resultado fue: 
pobreza, desocupación, exclusión y desmembramiento de los lazos de 
solidaridad. 
 Dicho proceso de implementación y profundización del proyecto neoliberal 
en la Argentina y en América Latina, fue posible en función del contexto de 
globalización que se desarrolló, en donde se le dio un rol de excesiva 
 
 
17 
 
importancia al mercado, desestimando las necesidades vitales como la salud, la 
educación y la infraestructura. Es decir que en el Estado mínimo, el conflicto 
social y la resolución de las demandas sociales -particularmente aquellas cuya 
legitimidad se fundaba en el principio de igualdad, en términos de bienestar 
social o de atención a esos derechos sociales consolidados en el tiempo- se 
fueron acotando progresivamente. Esta reducción, se produce respecto al 
aparato estatal; particularmente en términos de los procesos de privatización de 
empresas y servicios públicos, de descentralización, de eliminación y 
reorganización de organismos estatales, de reducción de personal, etc. En tal 
sentido, es menester destacar, el aporte que realiza Laura Pautass1(2009:93) al 
mencionar, que “la Política social sigue definiéndose en América Latina, en el 
seno de los organismos de asistencia crediticia”. Asimismo, la autora, agrega 
que “de éste modo, se promueven intervenciones ligadas a reafirmar al 
mercado como ámbito- y modelo- de coordinación económica por excelencia”. En 
la misma línea, Andrenacci (2002) señala que ante el debilitamiento económico, 
el Estado comienza a ser condicionado por Organismos multilaterales (Banco 
Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, FMI) con el propósito de financiar 
las intervenciones sociales del Estado, y a su vez, condicionando y 
monitoreando éstas intervenciones. Por lo que, en dicho marco, el objetivo de la 
Política Social tiende a considerar el bienestar de la población, a partir del 
desarrollo económico a través de la intervención del Estado en el mercado. Por 
su parte, el autor agrega que en la década de los `90, las intervenciones 
sociales del Estado se encontraban ligadas a los fenómenos de detrimento del 
empleo y de las condiciones de vida de un sector importante de la población. 
 En rigor, las políticas sociales comenzaron a ser utilizadas como meras 
herramientas de intervención por parte del Estado, diseñadas bajo una lógica 
estructural y diferente a la realidad territorial. Por lo que, no sólo se las consideró 
como meros subsidios de ayuda económica, sino que también anuló toda 
posibilidad de generar crecimiento económico con impacto real y social en el 
territorio. Con lo cual, las políticas sociales estuvieron subordinadas a la 
participación del mercado y en virtud de ello, las políticas universalistas –salud y 
 
1
 Asimismo, Laura Pautassi, destaca, como otro inconveniente a considerar en el marco de las Políticas y 
Programas en América Latina, la falta de claridad al conceptualizar los problemas, o desde una visión 
asistencialista e instrumental de las Políticas Sociales, ha generado círculos viciosos que impiden 
articular políticas integrales de seguridad y efectivizar Derechos Sociales. 
 
 
18 
 
educación- padecieron el desfinanciamiento y deterioro en sus prestaciones 
como consecuencia de la descentralización de los establecimientos. Es decir 
que, “se deslegitimó el rol del Estado como proveedor de protección social y 
principal protagonista de las políticas sociales”, tal como lo describe Olga 
Nirembreg,(2003:26). 
 Como se viene sosteniendo, se acota la acción del Estado, y el rol central 
es asumido por el mercado como único regulador de los riesgos sociales, 
focalizando acciones sólo en aquellas personas capaces de demostrar su 
condición de pobreza; quienes a su vez eran concebidos como objetos de 
asistencias. José Luis Coraggio (2007:53,54) reflexiona que, con éstas 
Políticas Sociales “se asigna a cada aspecto el problema social, una respuesta: 
un subsidio, una beca; sin cuestionar ni mirar las estructuras económicas y 
políticas que generan y reproducen la pobreza y la exclusión”. 
Por otro lado, y en contraposición a lo argumentado, Adriana Rofman 
(2005:7) hace mención al surgimiento de un nuevo enfoque de la Política 
Social que, se vincula al “mejoramiento de las condiciones de vida de las 
poblaciones empobrecidas, distinguiéndose claramente del modelo 
asistencialista propio de los ´90, a partir de la ampliación de oportunidades” 
refiere, además que se observan éstos indicios en la promoción de actividades 
productivas. Con lo cual, desde ésta perspectiva, el denominado Estado de 
Bienestar -que conlleva a la quiebra de las lógicas paternalistas y 
asistencialista de las políticas sociales- sienta sus fundamentos desde una 
mirada integral, territorial, y desde una perspectiva de derechos, el desarrollo de 
las personas, las familias y las comunidades. 
 José Luis Coraggio (2007a) reafirma ésta postura, al destacar la 
importancia del mejoramiento de las condiciones de vida de la población, y 
propone, ante las condiciones de empobrecimiento, activar las capacidades de 
todos los ciudadanos excluídos del trabajo. Como así también, propiciar el 
desarrollo de lazos sociales vinculados a la satisfacciónde una amplia variedad 
de necesidades materiales y sociales. 
 En dicho marco, y ante la necesidad de políticas que promuevan la 
generación de empleos genuinos, hacia fines del año 2003 y 2004, desde el 
 
 
19 
 
Estado se comienzan a promover mecanismos socioeconómicos de 
redistribución de ingresos y de formación de agentes sociales, centrándose en el 
trabajo como principal recurso. 
 Se trata pues, de la reconfiguración del Estado en torno a la intervención 
que lleva a cabo a través de las Políticas Sociales; como describe Laura 
Pautassi (2009) el Estado comienza a estimular el mercado de trabajo, a partir 
de asumir políticas de formación y capacitación laboral y generar medidas 
transitorias de empleo para aquellos trabajadores expulsados del mercado. 
 Por su lado, José Luis Coraggio (2004: 286) argumenta que desde el 
Estado, “se trata de poner límites sociales al mercado capitalista”. En particular, 
el autor pone especial énfasis, al concepto de economía social, la cual supone 
una nueva redistribución del poder, con un sentido político, en donde lo 
económico y lo social, son simultáneamente interdependientes, y la política 
intervine conscientemente en el interior de las estructuras de las relaciones de 
poder, para transformarlas hacia una sociedad centrada en el trabajo libremente 
asociado y orientada hacia el principio de la reproducción de la vida de las 
personas y sus capacidades. No obstante, destaca que lo económico, lo social y 
lo político se encuentran relacionados, y la sinergia de éstos tres factores son 
fundamentales para avanzar hacia un proceso de planificación participativa con 
intervención colectiva y democrática en las decisiones a mediano plazo. Por lo 
que, en virtud del contexto, social, económico y político, se va reconfigurando 
una nueva matriz, que requiere de decisiones políticas, para transformar desde 
lo colectivo, lo político y privado, en pos de garantizar a todas las personas el 
acceso a los derechos, a través de extender nuevas formas de participación y 
gestión, entre la Sociedad y el Estado. 
 
 
1.2- Nuevos desafíos para la Argentina, y la región. 
Hacia fines de los años `90 las presiones de los sectores concentrados 
de la economía y de los organismos multilaterales, sumado al recorte del gasto 
público y la aprobación del la reforma laboral; encontró la reacción de los 
 
 
20 
 
trabajadores desocupados que comenzaron a organizarse y manifestarse en 
reclamo de la situación de desempleo. Paralelamente, las medidas económicas 
continuaban profundizándose, el Presidente Fernando de la Rúa continuó 
insistiendo con el rumbo económico promovido desde el sistema financiero 
internacional provocando el denominado “el corralito” de los depósitos, lo cual 
significo la confiscación por parte de los bancos, de los ahorros que tenían 
muchas personas en cuentas bancarias; impidiéndoles disponer de ellos. En 
consecuencia de lo mencionado, se continúo incrementando la protesta social: 
de quienes se encontraban desocupados y en situaciones de empobrecimiento, 
por un lado, y por el otro, los llamados “ahorristas”, a quienes hacia mediados del 
año 2001, a través de anuncios oficiales- Boletín Oficial- se los ponía en 
conocimiento que sus ahorros se encontraban a disposición de los Bancos. La 
situación se fue enardeciendo, y comenzaban a incrementarse los 
enfrentamientos con la policía. Hacia mediados del mes de Diciembre del año 
2001, la policía desplegó sus fuerzas de represión, en la Plaza de Mayo y sus 
alrededores, provocando la muerte de más de treinta personas. Por lo que, el 
Presidente, declara el Estado de Sitio, y, luego, termina presentando su renuncia 
al cargo. 
 Luego de la caída del Presidente Fernando De la Rúa, asumió primero el 
presidente de la Cámara de Senadores Ramón Puerta, continuó Adolfo 
Rodríguez Saá, luego Eduardo Camaño y , finalmente, asume la Presidencia 
Eduardo Duhalde. Quien ante la crisis político Institucional es elegido por la 
Asamblea Legislativa asumiendo el 2 de enero de 2002. No obstante, hacia el 
mes de Julio de ese mismo año, son asesinados por el aparto policial, dos 
jóvenes que se encontraban manifestándose en el Puente Avellaneda -Kosteki y 
Santillán; por lo que el entonces Presidente Eduardo Duhalde, llama a anticipar 
las elecciones presidenciales. 
 En el mes de Mayo del año 2003, después que el Ex presidente Carlos 
Menem abandonara el ballotage, el cual encabezaba con el 24,4% de los votos; 
asume Néstor Kirchner, quien había obtenido en primera ronda 22,2 % de los 
votos. 
 En dicho marco, y de acuerdo a lo mencionado por Carlos Vilas (2011), a 
partir del 2003, se comienza a impulsar una reactivación económica, en un 
https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1mara_de_Senadores_de_la_Naci%C3%B3n_Argentina
https://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Puerta
https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Cama%C3%B1o
 
 
21 
 
contexto internacional de sostenida elevación de los principales precios 
exportables; siendo fundamental, la recuperación del empleo y los ingresos. . De 
acuerdo a datos de la CEPAL (2015), la tasa de desempleo en la Argentina era 
de 17,3% en el año 2003, de 13,6% en 2004 y de 7,9% en 2008 y 8,7% en 2009. 
Éste proceso, en cual comenzaban a descender los índices de desocupación 
son el resultado, como refiere Carlos Vilas( 2011:70) de “ la reactivación 
económica, el reposicionamiento de la inversión pública en infraestructura, la 
promoción del empleo genuino, la mejora de los salarios reales” Por lo que, el 
redireccionamiento del Estado, contribuyo a que las personas y sus 
comunidades comenzaran a mejorar sus condiciones de vida. 
Paralelamente, en la región, países como Venezuela, Brasil y Bolivia 
también comenzaban a dar indicios de cambios; dado que habían ganado las 
elecciones partidos de centroizquierda críticos del desarrollo del modelo 
neoliberal (y de ajustes). Los principales postulados, que prevalecieron entre 
estos países, fueron la integración y la unidad de la región como bloque, el 
intercambio regional, la creación de la Unasur y el fortalecimiento del Mercosur. 
 En particular, la Argentina, en términos económicos se inició un periodo de 
inyección al consumo, a la producción del mercado interno y fortalecimiento las 
exportaciones. Es decir, el Estado empieza a asumir un rol más activo en la 
regulación y orientación, de áreas que tradicionalmente pertenecieron al sector 
público de la economía y que fueron privatizadas durante los años anteriores. 
Asimismo, el Estado inicia una etapa en la cual modera el proceso de 
concentración económica, generando la necesidad de estimular la creación de 
pequeñas y medianas empresas dedicadas a producir y comercializar nuevos 
bienes. A través de la promoción de líneas de créditos para las empresas, y de 
subsidios para los emprendimientos familiares que comenzaban a surgir, se fue 
incentivando la demanda. El objetivo principal, de ésta línea de acción, fue la de 
promover la diversificación de la estructura industrial. 
 En este contexto, el Estado adquiere un rol estratégico; en donde se 
reposiciona y asume procesos de conducción política. Carlos Vila (2011) destaca 
que se origina un proceso en el cual se imponen modificaciones en el patrón de 
acumulación y asignación de recursos, y se articulan las relaciones sociales y 
económicas. Ya que comienzan a prevalecer los impulsos generados desde el 
 
 
22 
 
Estado para el desarrollo económico, y social, y no la sumisión a recetas 
impuestas por Organismos multilaterales, como aconteció durante años 
anteriores 
 Por su parte, Sergio De Piero (2005) hace hincapié, en las condiciones de 
empobrecimiento y exclusión social que dieron origen a nuevos actores 
sociales y colectivos, que buscan atender desde la organización, estascondiciones que se encontraban deterioradas. Con lo cual, comienzan a 
emerger los movimientos de trabajadores desocupados; quienes fueron 
incrementando el posicionamiento público, poniendo en evidencia el deterioro 
del mercado de trabajo. En consecuencia, la respuesta desde el Estado 
comenzó a tener una orientación hacia la promoción de actividades productiva, 
con el objeto de activar las capacidades de los ciudadanos excluidos del trabajo 
y propiciar el desarrollo de lazos sociales, vinculados a la satisfacción de 
necesidades materiales y sociales. En tanto, se comenzó a reconfigurar desde 
el Estado la apropiación de nuevas formas de autoorganización del trabajo 
asociado. José Luis Coraggio, refiere al respecto que, comienzan a: 
“proliferar programas de fomento a `emprendimientos mercantiles 
sociales´ o `cooperativas´ (…) en donde éstos son una política social 
focalizada en los pobres con una nueva matriz de sentido: integrarlos 
como trabajadores autónomos al mismo mercado que los excluyó”. 
(José Luis Coraggio, 2007:57) 
 Con lo cual, las nuevas políticas socioeconómicas, continuando en la 
misma línea del autor, requieren de inversiones planificadas, créditos, 
conocimientos y métodos, en los cuales los sujetos sociales colectivos perciban 
el acompañamiento técnico, en pos de las propias potencialidades. 
 En tal sentido, resulta importante destacar cómo el Estado, a través de las 
políticas sociales interviene, particularmente, en: la asistencia financiera 
(microcréditos, subsidios, capacitaciones y el apoyo técnico a promotores y 
emprendedores). Como así también, las reformas normativas tendientes a 
facilitar la formalización de las actividades y la generación de formas alternativas 
de comercialización, como las ferias y la creación de grupos asociativos. 
 
 
 
23 
 
1.3.-Nuevas concepciones en la intervención del Estado: fundamentos 
político-ideológicos 
Como se mencionó en el apartado anterior, ante la creciente crisis del 
aparato productivo, se comenzaron a gestar indicios del fenómeno de la 
autogestión productiva, de microemprendimientos y recuperación de fábricas (ya 
sea abandonadas por sus dueños, vaciadas, en proceso de convocatoria de 
acreedores o directamente en quiebra). 
 Tal como se viene desarrollando, en consecuencia de la crisis del aparato 
productivo, y con ello el deterioro de las condiciones de vida de la población; 
también, se vieron afectadas las instituciones (educación pública, salud pública, 
sistemas de Justicia). Por su parte, José Luis Coraggio (2006) hace referencia 
a que prevalece un desgaste, en las condiciones de confianza, de convivencia 
y en las expectativas, por parte de los ciudadanos para con el Estado. Por lo que, 
para revertir ésta situación desacreditada del Estado, destaca el autor que, “hay 
que favorecer las voluntades colectivas, dirigidas a recuperar, generar y 
movilizar racionalmente recursos y capacidades que la crisis ha erosionado” (J.L 
Coraggio,2006:25) a través de acciones concretas del mismo Estado. Es decir, 
que el Estado comienza a dar señales que originan confianza, legitimando sus 
intervenciones a partir de las mejoras en la calidad de vida de las personas y las 
comunidades, en èste proceso de redireccionamiento. 
 A propósito del aporte que realiza el autor, se distinguen aquellas 
estrategias que reconozcan los saberes y conocimientos de técnicos, 
trabajadores, dirigentes y organizaciones sociales; a fin de consolidar 
experiencias colectivas y asociativas. José Luis Coraggio (2006) sostiene que 
para ello, es sustancial –como lo postuló el Ministerio de Desarrollo Social- la 
participación de universidades, institutos tecnológicos, empresas, ONG; para el 
acompañamiento de asesorías, de sistematización y reflexiones sobre las 
prácticas para que haya un aprendizaje, que contribuya a una plataforma 
cooperativa destinada a proveer de servicios a los emprendedores colectivos y 
a los gobiernos 
 En tal sentido, el autor menciona que se requiere de a un modelo político, 
coherente entre el discurso y la práctica, en donde la prioridad sea atender las 
 
 
24 
 
necesidades legítimas. De este modo, se refuerza la importancia de la política 
en la toma de decisiones, para la transformación de las relaciones sociales y 
de las instituciones a través de respuestas multisectoriales., José Luis 
Coraggio(2006:32), fundamenta que, “no se trata que el Estado redistribuya 
ingresos solo para que la gente pueda acceder a bienes que produce la misma 
estructura económica, sino que el Estado genere nuevas estructuras”. Con lo 
cual, resulta importante que el propio Estado asuma, un rol de redistribución y le 
dé sentido económico a las sociedades. 
 En paralelo, y retomando lo mencionado anteriormente por el autor, se 
destacan la extensión de subsidios de desempleo, o de avance de salarios para 
el empleo autónomo asociativo para quien lo requiera, y garantiza que su nivel 
sea el adecuado y llegue hacia los circuitos de la economía local. Lo cual 
supone la articulación e integración de las organizaciones intermedias, las de 
"apoyo" (ONG, Fundaciones, Institutos, etc.) y las de "base" (Juntas vecinales, 
Centros comunitarios, etc.) para la formulación y planificación de programas y 
estrategias que luego serán evaluados, a partir de los resultados alcanzados. 
Daniel Soria define la participación ciudadana en la gestión como "la 
implementación de diversos procedimientos y estructuras para articular la 
intervención de personas y grupos sociales en la toma de decisiones públicas y 
su control"(citado en Tecco, 1998:9). 
 A propósito de lo mencionado, se destaca la creciente presencia de la 
sociedad civil -bajo distintas modalidades y dimensiones- en relación a: en 
primer lugar, las transformaciones que se vienen operando en la conformación 
misma de la ciudadanía orientada, entre otras características; y , en segundo 
lugar, al control de la acción de gobierno y al reclamo de eficiencia y eficacia en 
la gestión 
 En la misma línea, se distinguen las apreciaciones de Gabriela Merlinsky y 
Adriana Rofman (2004) quienes argumentan que a partir de la crisis del 2001, 
comienzan a cobrar mayor relevancia las experiencias organizativas, tales como: 
los microemprendimientos, gestionados por los movimientos desocupados, las 
experiencias de las empresas recuperadas gestionadas por los propios 
trabajadores a partir de las capacidad instalada de empresas en quiebra, los 
clubes del trueque, y la “proliferación de distintas experiencias vinculadas al 
 
 
25 
 
cuentapropismo y el trabajo informal, que desplegaron los que quedaron 
excluidos del empleo”. Las autoras, Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004) 
ponen especial énfasis al resaltar que éstas experiencias forman parte de 
actividades económicas generadas por los propios trabajadores y cuyo objetivo 
principal es contribuir a la reproducción de la fuerza de trabajo; y como tales, se 
combinan con prácticas de la economía doméstica que se evidencian en la 
agenda pública. . 
 Otro posicionamiento que se pone en discusión, es la reconfiguración que 
van adquiriendo los municipios. Para ello, Adriana Rofman(2006:40,41) describe 
que los municipios pasaron a ser “subsidiarios de la falta de asunción de 
responsabilidades del Gobierno nacional”. Ya que los Estados municipales se 
vieron obligados a impulsar estrategias locales, en respuesta a la no 
intervención del Estado Nacional, que como se viene sosteniendo, en el marco 
de las políticas de corte neoliberal se fueron desmantelando sus estructuras; 
como consecuencia del ajuste fiscal impuesto por los organismos de crédito 
internacional, originando la descentralización de las funciones básicas que se 
fueron transfiriendo a los gobiernos locales (servicios básicos,como salud y 
educación) sin remitir fondos para el mantenimiento Con lo cual, el rol de los 
Municipios, para fortalecer la gestión del desarrollo local, resultó subordinada, 
en términos económicos, a la propia capacidad de financiamiento de cada 
jurisdicción. 
 En síntesis, el Estado se va reposicionando, a partir a las demandas de la 
comunidad, y con la comunidad, en el diseño y planificación de estrategias; que 
intentan, en principio, satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Es decir, 
ante las transformaciones en el plano económico y social, que se han generado; 
se ha reformulado el rol del Estado, el cual cobra relevancia, al asumir nuevas 
formas de políticas asociadas con prácticas más eficientes, tendientes a 
plantear nuevos esquemas de articulación. . 
 
 
 
 
 
 
 
26 
 
1.4.-La Economía Social y el Desarrollo Local 
A fin de continuar esclareciendo algunos conceptos, y tal como se viene 
sosteniendo, las políticas económicas neoliberales han llevado a una 
concentración de las riquezas, en manos de privados, afectando la capacidad 
adquisitiva, de los trabajadores. Con lo cual, el salario medio descendió, en un 
60% entre el año 1998 y 2001, y en consecuencia de ello, se han producido 
cambios en el modelo productivo y, por ende, en la demanda de la fuerza de 
trabajo. Es en éste contexto, los organismos internacionales, como la 
Organización Internacional del Trabajo y el Programa de las Naciones Unidas 
para el Desarrollo, en virtud de la conservación del sistema basado en el 
predominio del capital, “comienzan a impulsar políticas de asistencia dirigidas 
para aliviar la pobreza” tal como lo menciona José Luis Coraggio (2007:62-64). 
Es importante destacar que, para la comprensión del proceso en el cual 
se fueron consolidando nuevas formas asociativas, surgen diversos aportes y 
críticas que fueron sustentando e interpelando, en términos teóricos, éstas 
concepciones de Desarrollo Local y Economía Social. Por lo que, brevemente, se 
detallarán, algunas de éstas visiones. 
 En dicho contexto, surge el enfoque del Desarrollo Local, como paradigma; 
el cual destaca los valores territoriales, de identidad, diversidad y flexibilidad de 
un territorio determinado; tal como lo define Enríquez Villacorta Alberto, al 
mencionar, que: 
“en el enfoque de desarrollo Local se requiere incorporar a: en primer lugar a 
agentes institucionales; ya que resulta importante la Institucionalidad Local, del 
poder político para poder llevar a cabo una adecuada gestión de los recursos 
locales, tendientes a articular con otros agentes que participan en las acciones 
de desarrollo. En segundo lugar, a agentes sociales, en términos de la 
participación de los grupos sociales y de los agentes económicos locales, a fin 
de reforzar la legitimidad del poder local. Tercero, desarrollar la capacitación 
de los recursos humanos necesarios para acompañar el proceso. Cuarto, es 
esencial que el objetivo del desarrollo local trascienda el ámbito de crecimiento 
económico, para centrarse en la mejora de la calidad de vida de la población. 
Quinto, la autonomía relativa de los procesos de desarrollo local deriva en una 
nueva articulación de los procesos productivos. Y por último la productividad y 
la mejora en la competitividad, definidas a escala local microeconómica, 
contribuyen a los logros de los objetivos generales para el desarrollo local. Con 
lo cual, y siguiendo al mismo autor, la nueva concepción del desarrollo local, 
puede definirse como un complejo proceso de concertación entre los agentes- 
sectores y fuerza- que interactúan dentro de los límites de un territorio 
determinado con el propósito de impulsar un proyecto común que combine la 
 
 
27 
 
generación del crecimiento económico, equidad, cambio social y cultural, 
enfoque de género, calidad y equilibrio espacial y territorial con el fin de elevar 
la calidad de vida y bienestar de cada familia y ciudadano que vive en ese 
territorio” (Enriquez Villacorta Alberto en Llorens y Alburquerque,2002:10) 
 En torno a las nuevas reconfiguraciones que fueron tomando las 
intervenciones del Estado, a través de las Políticas Sociales, en el marco del 
proceso de globalización y, en la cual se han originado crisis sociales, 
económicas y políticas, arrojando incrementos en la pobreza y en las 
desigualdades sociales en los territorios; comienzan a ponerse en discusión, los 
modelos de desarrollo que emergen como alternativas a dichos resabios que 
afectan a las poblaciones. Partiendo entonces, de la premisa de los modelos que 
surgen como alternativas; en concordancia con ello, Enrique Gallicchio (2006) 
destaca seis perspectivas, que aportan a las caracterizaciones del Desarrollo 
Local. Por un lado, se encuentran aquellos postulados, que asocian al Desarrollo 
Local con los procesos de recuperación de la democracia, en donde destacan la 
participación de los actores involucrados en la toma de decisiones de los 
asuntos territoriales. 
 Por otro lado, se encuentra la postura neoliberal en torno al desarrollo local. 
La cual supone la mera transferencia de recursos económicos por parte de 
organismos internacionales de financiación a microemprendimientos con el 
argumento de combatir la pobreza; empero su principal objetivo radica en el 
debilitamiento del Estado, a nivel central. 
 Otra perspectiva, referida por el autor hace referencia al rol de los 
municipios. Por lo que, se vincula el desarrollo local en virtud de mejorar la 
gestión municipal, asociado al proceso de descentralización de las competencias 
que le fueron conferidas desde el Estado nacional. 
 El postulado que hace referencia al Desarrollo Local como desarrollo 
económico local, destaca y pondera el carácter meramente económico en 
términos de competitividad y productividad. Por lo que, en términos de brindar 
respuesta a las demandas de las comunidades, y contribuir al bienestar de 
éstas; quedan debilitados éstos supuestos. 
 Impulsado desde la cooperación europea, surge el proyecto de 
reordenamiento territorial en virtud de contribuir al desarrollo local. Esta 
 
 
28 
 
perspectiva propone, para ello, una mirada estratégica partiendo de la premisa, 
de que en el territorio no se puede generar un nuevo modelo de desarrollo. En 
definitiva, ésta visión se vincula a una visión urbanística, por sobre el desarrollo 
local. 
 Por último, la concepción de análisis social para el desarrollo local, concibe 
el análisis de diversos estudios y la utilización de sistemas de información. 
 No obstante, todas las visiones y enfoques mencionados suponen que el 
ámbito de intervención de las políticas de desarrollo local, se encuentran 
delimitadas y condicionadas por las dinámicas territoriales. En tal sentido, surge 
el interrogante, de cómo se concibe a la economía social, y cómo se vincula con 
los procesos y concepciones referidas. 
 Dos corrientes contrapuestas, según Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman 
(2004), definen a la economía social, desde dos enfoques. Por un lado, el 
enfoque que pone vehemencia en valores y proyectos en torno a la 
organización de la economía social, lo cual supone para su abordaje a las 
cooperativas, las mutuales y asociaciones; cuya intención es la de satisfacer las 
necesidades de las comunidades a través de diversas formas de producción e 
intercambio – monetario y no monetario; y , motivar valores de participación 
democrática en donde se involucran sectores comunitarios, sindicales, públicos y 
privados. 
 En la segunda corriente, se distingue el agrupamiento de las personas y la 
existencia de una empresa; sin considerar los valores fundacionales de 
solidaridad y economía social. Con lo cual, ésta corriente destaca el fin, por el 
cual se agrupan las personas. Según Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman, en 
ésta corriente,adquiere mayor relevancia el concepto de empresa social, 
entendido como: 
 “el doble papel de agente de adaptación de las actividades de los miembros a 
las reglas de la economía de mercado y de agente de transformación de los 
miembros haciéndolos acceder colectivamente al poder del empresario” en 
Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004:169). 
 Particularmente, ésta corriente se asocia a la implementación de 
programas sociales y de empleo, en el marco de la promoción de la economía 
social. 
 
 
29 
 
 Por su lado, José Luis Coraggio (2007) destaca que, en la economía social 
el sujeto es la clase trabajadora y las comunidades. En tanto, la define como una 
propuesta transicional de prácticas económicas de acción transformadora, en 
términos de planificación estratégica, en donde los sujetos destinatarios de las 
acciones del Estado son parte de la toma de decisiones 
 En resumen, los presupuestos teóricos y debates, a los cuales se hizo 
referencia, no son más que aportes que fueron sustentando y consolidando la 
importancia del contexto económico, social y político, y como fueron incidiendo, 
en virtud de las estrategias de supervivencia desarrolladas por las comunidades 
para el mejoramiento de la calidad de vida. Asimismo, estos aportes fueron 
consolidando los ejes para el diseño de las Políticas Públicas, desde un modelo 
de desarrollo productivo y social. 
 
1.5.-Las Cooperativas de Trabajo y la territorialidad 
En función de lo argumentado y dadas las características económicas, 
sociales y políticas a las cuales se hizo referencia en los apartados anteriores, se 
considera relevante, desde estas nuevas concepciones teóricas, el análisis de 
las Cooperativas de Trabajo. 
En particular, recuperando las experiencias concretas de fábricas 
recuperadas por trabajadores, como el caso de la Ceràmica Zannon, el Hotel 
Bauen, la Cooperativa Avícola Moreno, la Cooperativa Ghelco de confituras, dan 
cuenta de ésta forma asociativa: Las Cooperativas de Trabajo. Resulta, para ello, 
destacar el rol de los trabajadores quienes aceptaron y se empeñaron en 
desafiar las fábricas que en muchos casos, habían sido vaciadas por la 
patronal. La intención radicaba, principalmente, en recuperar la fuente de trabajo. 
Por lo que comenzaron a hacerlas funcionar nuevamente, gestionadas por ellos 
mismos bajo la figura legal de cooperativas de trabajo. Asimismo, surgió, que 
muchas- cooperativas- comenzaron a relacionarse entre sí para salir adelante, 
otras se vincularon con movimientos sociales y algunas con el acompañamiento 
técnico de las universidades, pudieron evolucionar exitosamente. 
 
 
30 
 
De acuerdo a un Informe realizado por la Universidad de Buenos Aires 
(Ruggeri: 2014) se estima que existen alrededor de 200 fábricas recuperadas en 
todo el territorio nacional, la mayor parte se encuentra en la provincia de Buenos 
Aires, seguida de Capital Federal, Santa Fe y Córdoba entre otras, y los rubros 
más importantes son, en orden decreciente: metalúrgico, electrodoméstico, 
frigorífico, alimentación, imprenta, transporte, vidrio, textil, cerámica, papel y 
plástico. 
 No obstante, el proceso de recuperación de empresas no es fácil, de 
acuerdo a lo mencionado por diversos autores, los trabajadores viven un 
“calvario” antes de apoderarse de su centro laboral. En la inmensa mayoría de 
los casos, tal como postula Raúl Zibechi (2002), la decisión de ponerse a 
producir llega luego de un proceso de maduración del colectivo de trabajadores. 
Casi nunca es una decisión automática, sino obstaculizada por múltiples dudas, 
inseguridades y temores. Asimismo, dicho autor, destaca además que muchas 
veces demoran más de un año en volver a poner la fábrica en marcha, y en 
muchos casos cuentan con insumos que dejaron los dueños, pero otras deben 
salir a buscar la materia prima, la cual es obtenida como consecuencia de 
donaciones o del apoyo popular, y casi nunca obtienen préstamos, por lo menos 
en las primeras etapas. 
 Es decir que recuperar una fábrica, y convertirla en cooperativa, es una 
tarea que se debe entender como un proceso de consolidación de grupo; en 
donde debe primar el objetivo común y la solidaridad mutua entre sus asociados. 
Por lo que, el rasgo distintivo de la cooperativa es la forma de organizarse para 
hacer cosas en común, resultando una asociación de personas que se unen 
voluntariamente para resolver de manera conjunta alguno de sus problemas. 
 Otra característica de ésta forma asociativa, radica en que las propiedades 
son de todos los socios y las autoridades también son elegidas por todos. 
Además, es una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente 
para satisfacer sus necesidades comunes y aspiraciones económicas, sociales y 
culturales por medio de una empresa de propiedad conjunta, democráticamente 
gobernada. En la cual, todos los hombres y las mujeres-asociados- tienen 
derecho a participar activamente en todas las decisiones que se deban tomar. 
 
 
31 
 
Retomando, el recorrido realizado en cuanto a las particularidades y 
características del contexto general y local, que propician el desarrollo de las 
Cooperativas de Trabajo; es menester destacar la mirada territorial que se 
desarrolla no sólo desde la generación de empleo en el marco de la economía 
social, sino desde la construcción de otras relaciones sociales. Es decir que, en 
la implementación de éste tipo de Programas, en donde la asistencia directa se 
lleva a cabo en situaciones de alta vulnerabilidad social, el Estado busca 
promover espacios de participación y organización comunitaria para trabajar en 
conjunto con los actores sociales, para la generación de empleo, la elaboración 
de emprendimientos de economía social, el fortalecimiento de lazos de 
solidaridad que mejoren la calidad de vida de las personas, concibiendo a éstas 
como “ titulares de derecho” y no beneficiarios pasivos. A propósito de lo 
mencionado, Adriana Rofman (2006:263)2, destaca que a partir de la 
implementación del Programa “Manos a la Obra”, en el año 2004, se comienza a 
“institucionalizar el intento de adaptación del modelo de desarrollo local hacia 
políticas de promoción de actividades y emprendimientos ligados a la economía 
social, en el marco de un nuevo enfoque político social”. Agrega, además que 
ésta política consiste en destinar recursos públicos para fomentar el desarrollo 
de las capacidades productivas de la población destinaria, con el objetivo de 
revalorizar la fuerza de trabajo y contribuir a la “superación de ingresos de los 
amplios sectores empobrecidos”. En la misma línea, destaca que éste programa, 
las intervenciones del Estrado Nacional , se enmarcan en la consolidación de 
políticas de promoción para el desarrollo de las comunidades; a fin de 
contribuir al mejoramiento de los ingresos y de las condiciones de vida, de los 
sectores sociales carenciados, . 
 En tal sentido, y de acuerdo al postulado que realiza la autora, se pone 
especial relieve en cómo el Estado, busca establecer -de acuerdo a las 
características propias de cada territorio o región, desde el financiamiento- 
 
2
 Adriana Rofman, destaca que:“el Programa “ Manos a la Obra” específicamente se dedica a la 
promoción del desarrollo local sobre la base de la promoción de pequeños emprendimientos. Asimismo, 
la autora hace referencia a las cinco líneas de financiamiento: En primer lugar se basan en: apoyo 
económico y financiero a emprendimientos productivos, ya sean individuales o cadenas productivas. En 
segundo lugar, a fondos solidarios que comprenden líneas para construir fondos de microcrédito y 
crédito. En tercer lugar, Subsidios, para la compra de herramientas para proyectos productivos En cuarto 
lugar, proyectos estratégicos especiales para el desarrollode polos articuladores de actividades 
productivas. Y por último el fortalecimiento institucional, la asistencia técnica y capacitación de los 
organismos implicados en la ejecución”. 
 
 
32 
 
estrategias acordes a los actores involucrados, promoviendo la participación y 
organización para el mejoramiento de los ingresos y por ende, de la calidad de 
vida. En resumen, y en concordancia con lo argumentado, el basamento de éste 
tipo de políticas reposiciona al Estado como promotor, presente, activo y lo 
reubica en un lugar protagónico en la toma de decisiones. 
Para finalizar, y de acuerdo a lo mencionado en el Capitulo, se destaca la 
importancia del Estado y la intervención que realiza, a través de las Políticas 
Sociales, para la promoción y desarrollo de las Cooperativas de Trabajo. No 
obstante, surgen nuevos interrogantes que se abordarán en los próximos 
capítulos; tales como: cuál es el contexto particular, en que se constituyen las 
Cooperativas de Trabajo, en el marco del Programa Ingreso Social con Trabajo, 
y cómo conciben los y las titulares, asociados y asociadas, las intervenciones del 
Estado. Éstas, serán entonces algunas de las preguntas que fueron surgiendo 
en el desarrollo del trabajo, y que serán abordadas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
 
 
 
CAPITULO II 
 
 
 
Escenarios en los cuales se constituyen las 
Cooperativas de Trabajo, en el Marco del Programa 
Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja” 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
 
 En concordancia, con lo que se desarrolló en el Capítulo I en donde se 
destacó el proceso, en donde la Argentina, hacia el año 2003 comenzó a dar 
indicios de recuperación del Estado; particularmente, al impulsar políticas 
sociales para el desarrollo social y productivo, y en el diseño de Políticas 
Públicas, tendientes a la promoción del empleo, la mejora de los salarios 
reales, en virtud de promover el mejoramiento de la calidad de vida de las 
comunidades. De acuerdo a lo mencionado por Carlos Vilas (2011:156) 
“comienzan a revertir el hasta hace poco imparable crecimiento de la pobreza 
y la desigualdad social”. 
 En la misma línea, desde el Estado se comenzaron a diseñar estrategias 
de integración y promoción social que aspiran a “incidir en el punto nodal de 
la situación social: la cuestión del trabajo y la producción, lo cual supone 
vincular estrechamente las políticas económicas con las políticas sociales”, tal 
como lo definen Gabriela Merlinsky y Adriana Rofman (2004:187) en función 
de fortalecer y recomponer las economías locales y regionales, con la 
participación de instituciones públicas y los distintos actores sociales. 
 Ahondaremos en el presente Capitulo, los alcances de las 
intervenciones del Estado para el fortalecimiento de las Cooperativas de 
Trabajo haciendo hincapié, en el contexto particular y en la coyuntura en la 
cual se impulsa el Programa Ingreso Social con Trabajo. Asimismo, se toman 
los datos recabados de las entrevistas realizadas a titulares; en donde, en 
combinación con las referencias bibliográficas, se intenta dar cuenta de cómo 
a partir de la implementación del Programa se procuró dar respuesta a 
situaciones de desempleo y pobreza. 
 
2.1.- Escenarios y coyunturas: periodo 1999 y 2009 
Como se hizo mención, anteriormente, el proceso de transformación del 
Estado y la profundización de la brecha entre economía y sociedad, ocasionaron 
un incremento en la precarización de las condiciones de trabajo, agravando la 
situación de empleabilidad y por ende, afectando a la población en general, pero 
principalmente a los sectores más relegados que encontraron serias dificultades 
para insertarse en el mercado de trabajo. Por lo que, tal como lo define Sergio 
 
 
35 
 
del Piero (2005:54) “las condiciones de empobrecimiento y exclusión social 
derivaron necesariamente en cambios en las relaciones sociales en general y en 
particular actúa como cuna para el surgimiento de nuevos actores sociales y 
colectivos que buscan atender o representar la realidad”. Con lo cual, la 
proliferación de las organizaciones sociales, se desarrollan a partir de un 
contexto histórico determinado en el cual diversos grupos sociales con culturas 
y prácticas diferentes, convergen con una misma demanda. 
 En 1999 hubo otro cambio de gobierno debido al descontento generalizado 
por la gestión anterior, entonces llegó al poder la Alianza entre radicales y 
progresistas. No obstante, la situación económica y social, continuaba 
profundizándose. Por lo que, la crisis atravesada por el país, en particular, 
impactó de un modo especial en el área del Conurbano3. 
 En la Provincia de Buenos Aires, la evolución de la pobreza está 
estrechamente relacionada con el impacto de la crisis del mercado laboral, 
mencionada anteriormente: contribuyendo esto al declive de los ingresos 
familiares producida por la inflación posterior a diciembre de 2001. Según datos 
del Censo 2001, el 13% de los hogares y el 15,8% de la población total de la 
provincia tenían necesidades básicas insatisfechas (NBI). En relación a la 
población adolescente en la Provincia de Buenos Aires hay dos millones de 
adolescentes de 14 a 21 años, de los cuales el 50 % vive bajo la línea de 
pobreza y de ellos, un 38,8 % es indigente; uno de cada cinco de ellos no estudia 
ni trabaja; el 55 % no posee ninguna cobertura social y el 23,18 % habita 
viviendas precarias. 
 Otro indicador, que pone en relieve la crisis social, es la tasa de 
desocupación en el aglomerado del Gran Buenos Aires (unidad urbana medida 
por las encuestas de empleo locales) que creció entre el 6,3% y el 16,4% de la 
 
3
 La palabra “conurbano” es la traducción castellana del neologismo inventado por Patrick Geddes a 
comienzos del SXX - “conurbation”-, utilizado para describir a las regiones urbanas, a las nuevas formas 
de agrupamientos de la población y también de gobierno y administración. Surge como un concepto que 
intenta superar la tradición geográfica “campo-ciudad”, y que relaciona y homogeniza el territorio con la 
sociedad y sus formas de gobierno (http://www.cippec.org). Particularmente, cuando se menciona al 
Conurbano bonaerense, se hace referencia al conjunto de municipios que rodean a la Ciudad de Buenos 
Aires, conformando en conjunto, el Área Metropolitana de Buenos Aires, (AMBA) una gran mancha 
urbana que alberga actualmente cerca de 12.000.000 de habitante. 
http://www.cippec.org/
 
 
36 
 
Población Económicamente Activa entre 1991 y el 20034 (en base a la Encuesta 
Permanente de Hogares-Instituto Nacional de Estadísticas y Censos). Por lo que, 
el desempleo en el Gran Buenos Aires, registró un fuerte incremento en los 
índices de destrucción de empleos. 
 Por lo que a comienzos del año 2002, en respuesta a la crisis 
consustanciada a propósito de los índices señalados anteriormente y en reclamo 
de las organizaciones de desocupados, se impulsa el Plan Jefes y Jefas de 
hogares desocupados (PJJHD) en la Provincia de Buenos Aires. El objetivo 
principal, se orientó a la generación de microemprendimientos, a través de la 
contraprestación en trabajo o en capacitaciones. Es importante señalar que, 
cuando se impulsó dicho Plan, desde el Ministerio de Desarrollo Humano y 
Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, se crearon a cada una de las 
Jurisdicciones, los Consejos Locales Económicos- Sociales; con el fin de 
monitorear y realizar seguimientos al el PJJHD en los Municipio. Hacia el año 
2002, “el Plan llegó a cubrir a más de 2.000.000 personas, y la obligación de 
contraprestación quedó sujeta a la decisión política y a la capacidad institucional 
de los municipios para organizar las actividades” tal como indica Adriana 
Rofman(2006: 262). Por lo tanto, la ejecución del Plan,se vio sujeto a las 
estrategias territoriales que potenciaron los Municipios, para el desarrollo local. 
 En concordancia, y tal como se viene sosteniendo, la implementación de 
dicho plan, contribuyó a la reformulación -de una nueva experiencia, de un nuevo 
Programa tendiente a promocionar el desarrollo Local sobre la base de la 
promoción de pequeños emprendimientos. Hacia fines del año 2003, se crea el 
Plan Manos a la Obra, impulsado desde el Ministerio de Desarrollo Social de la 
Nación. En sintonía con lo señalado, Adriana Rofman (2005:7) menciona que: “el 
basamento estratégico de esta política consiste en destinar recursos públicos 
para fomentar el desarrollo de la capacidad productiva de la población con el 
objeto de valorizar la fuerza de trabajo de este sector social”. 
 
4
 La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) es una encuesta de propósitos múltiples que releva 
información sobre hogares y personas en torno a las siguientes temáticas: situación laboral, 
características demográficas básicas (edad, sexo, situación conyugal, etc.), características migratorias, 
habitacionales, educacionales e ingresos. Más allá de su gran amplitud temática, los aspectos laborales 
adquieren una relevancia central. Entre los conceptos principales que permiten dar cuenta de la relación 
de la población con el mercado de trabajo se encuentra el de condición de actividad, categoría 
ocupacional, subempleo, informalidad, entre otros. 
 
 
37 
 
 En la misma línea Gabriela Merlinsk y Adriana Rofman (2004) subrayan 
que con la implementación del Programa, “Manos a la Obra”, el Estado 
comienza a reposicionarse, impulsando acciones tendientes al apoyo y 
desarrollo de actividades productivas; abandonando su mero rol de proveedor 
de bienes y servicios. Con lo cual, “la intervención social del Estado recupera 
(…) su orientación hacia el ámbito del trabajo”, tal como lo afirman Gabriela 
Merlinsk y Adriana Rofman (2004:172). 
 Por su parte, las políticas vinculadas al ámbito del trabajo constituyen 
un instrumento fundamental para lograr mayores niveles de inclusión social y 
en virtud de ello, contribuyen a incrementar la integración social y de la 
expansión de las coberturas sociales. 
 
 Hacia principios del año 2007 el desempleo registraba una caída, de un 
9,8%.; no obstante, en términos de recuperación del trabajo formal el avance 
sería más lento. Durante el periodo 2003 y 2008 el promedio de crecimiento 
anual de la Argentina fue de 8,5%, evitando el crecimiento negativo en 2009 a 
pesar del impacto de la crisis internacional (0,9%) (CEPAL, 2010), y volviendo 
a un crecimiento de 9,1% en el año 2010. Amerita destacar que, desde 2007 
junto con el aumento de los precios de los alimentos a nivel internacional, el 
fuerte y acelerado crecimiento, al producir un desfasaje entre oferta y 
demanda, ha contribuido a la aparición de tensiones de tipo inflacionario. 
 
 De todos modos, los índices registrados de empleo, que se venían 
incrementando, comenzaron a descender levemente, producto de la crisis 
internacional. Durante el año 2008, los niveles de desocupación, comenzaban a 
incrementarse. De acuerdo a los datos arrojados por la EPH, durante el último 
trimestre del año 2008 la desocupación pasó del 7,8% al 9,1%, en el 2009. Y, el 
empleo, del 42,1% al 41,9% durante el mismo periodo. 
 En el mismo sentido, es importante precisar que: 
 “hacia el año 2011, la expansión productiva post-convertibilidad en el mercado de 
trabajo, trajo consigo consecuencias en el empleo; dado que la tasa de 
desocupación pasó a ser de 7,8% de la población activa (EPH-INDEC, segundo 
trimestre del 2011). Asimismo, agrega que, ésta expansión descansó en una tasa 
de crecimiento del empleo registrado por encima del empleo precario, lo que 
supuso una caída de la precariedad laboral, que en el Gran Buenos Aires alcanza 
 
 
38 
 
ahora al 34,8% del total de asalariados (EPH-INDEC, segundo trimestre del 2011). 
Sin embargo, la situación del mercado de trabajo no ha sido uniforme durante todo 
el período considerado; dado que, la autora destaca en su análisis un 
estancamiento en el empleo, durante 2008-2009, producto del impacto de la crisis 
internacional”. (Verónica Maceira, 2012:7) 
 En dicho contexto, en el cual los indicadores de empleo se mantenían 
con leves descensos, el Estado continuaba reintensificando sus 
intervenciones, impulsando Políticas Sociales tendientes a revertir la falta de 
trabajo y la reducción de las actividades productivas. 
 
 En paralelo a lo mencionado y en virtud de los programas en los cuales el 
Estado, a través de las Políticas Sociales hizo foco, se destaca el Programa 
Ingreso Social con Trabajo, “Argentina Trabaja”, impulsado a partir del año 2009, 
por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. 
En término generales, y de acuerdo a la Resolución 3182/095 de creación, el 
propósito del Programa se inscribe en la Promoción del desarrollo económico y 
la inclusión social, a partir de la generación de nuevos puestos de trabajo, con 
igualdad de oportunidades. A su vez, destaca que se promoverá el Trabajo 
organizado y comunitario; y se, incentivara e impulsará, la formación de 
Organizaciones sociales de Trabajo. Asimismo, la Resolución hace mención a 
que el trabajo generado redundará en el desarrollo e incremento de la calidad de 
vida de los sectores más vulnerables, a través del apoyo a las comunidades más 
desprotegidas. Por otro lado, en dicha normativa se cita a modo de líneas 
Centrales la familia y la generación de empleo, a través de la Economía Social, y 
hace hincapié en el acompañamiento que brindará el Estado, aportando para 
las capacitaciones, los insumos y las herramientas. 
Otro punto importante, al que se hace mención en la normativa- 3182/09-, se 
vincula a la conformación de Cooperativas de Trabajo; a fin de que éstas 
realicen obras vinculadas a la obra pública, con el fin de contribuir al 
mejoramiento de las instituciones y de los barrios. 
Por su parte, se describe que para ingresar al Programa la persona tiene que 
ser mayor de 18 años, no poseer empleo formal, ni percibir jubilación o pensión. 
 
5
 Resolución 3182/09 del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, de creación del Programa Ingreso 
Social con Trabajo “Argentina Trabaja”. Para ampliar, ver ANEXO II. 
 
 
39 
 
 En cuanto a las actividades que desarrollan como contraprestación, ya sean 
de mejoramiento de infraestructura o mantenimiento urbano, en su mayoría son 
acompañadas por Responsables Técnicos de los Entes Ejecutores, que 
colaboran y acompañan las mismas. En éste sentido, es fundamental destacar 
el rol que cumplen los Entes Ejecutores, ya que son los encargados de 
suscribir convenios marco con el MDS la ejecución del Programa en los 
Distritos; con el fin de administrar los fondos que transfiere el Estado Nacional, 
para la compra de los insumos, las herramientas, los honorarios de Técnicos de 
obra, Técnicos sociales y Técnicos administrativos, por una lado, y por el otro, 
son quienes organizan las tareas y monitorean la concurrencia de lxs titulares a 
las actividades. 
En tal sentido, cabe señalar que de acuerdo a la normativa que dio impulso al 
Programa, quienes pueden ser Ente Ejecutor, son: Municipios, Estados 
Provinciales y Municipales, Universidades Nacionales, Mutuales y Cooperativas. 
Por otro lado, lxs titulares del Programa, una vez que comienzan a percibir el 
incentivo económico, a través de las tarjetas bancarias individuales, el MDS 
comienza a abonar el Monotributo Social. Lo cual implica, de acuerdo a la 
normativa del Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y Economía 
Social (REDLES6) el pago del total de la Obra social y los aportesjubilatorios 
correspondientes. 
 Amerita poner énfasis, en el contexto particular en el cual se impulsa el 
mismo desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Tal como se señaló 
anteriormente, por un lado, los índices de empleabilidad a partir de la crisis 
internacional, comenzaban a registrar un leve descenso; mientras que los niveles 
de desocupación continuaban estancados. 
 En consecuencia de lo argumentado, y con el objetivo de conocer la 
mirada de los y las titulares del Programa Ingreso Social con Trabajo “Argentina 
Trabaja”, se realizaron diez entrevistas, en los lugares en los cuales concurren 
a desarrollar las actividades-en el marco del Programa-. Por lo que, los datos 
arrojaron que: cuando ingresaron al Programa- en el año 2009-, de cuatro (4) 
 
6
 Es importante hacer mención que el REDLES, que pertenece al Ministerio de Desarrollo Social, se 
impulso a través del Decreto 189/04 del año 2004; con el objetivo de ofrecer a los pequeños y medianos 
emprendimientos que desde el Plan “Manos a la Obra” se intentaba impulsar, para que pudieran acceder 
a una categoría de bajo costo del Monotributo, en las primeras facturaciones impositivas. 
 
 
40 
 
titulares- masculinos- entrevistados, dos(50%) refirieron estar desempleados. 
En cuanto a las seis mujeres entrevistadas, cuatro de ellas, refirieron ser amas 
de casa, y dos de ellas, realizar trabajos temporarios (al menos una vez a la 
semana cuatro horas). Por lo que, los datos obtenidos, además, refuerzan la 
idea de Verónica Maceira (2012), en cuanto al estancamiento en el empleo y el 
contexto de crisis. 
 Es importante resaltar, el aporte que realiza Estela Grassi al considerar 
que: 
“en las sociedades fundadas en el trabajo, la manera legítima de evitar (o 
superar) las carencias es a través del propio esfuerzo, de donde no trabajar 
deviene la primera de todas las privaciones. Cuando el motivo supera la 
voluntad del sujeto (por sus otras carencias, para procurarse su empleo, por 
ejemplo), el trabajo se cuenta entre aquello que el pobre no posee y se 
trasforma en un recurso a suministrar por la política, que de éste modo asiste, 
compensa y promociona”(Grassi, 2004:197) 
 Continuando con lo postulado por Estela Grassi (2004), es menester 
destacar cómo las escasa posibilidades de acceder al trabajo, contribuyen al 
incremento de la pobreza; en términos de acceso a recursos, en pos de mejorar 
la calidad de vida de las personas, o como bien menciona la autora superar las 
carencias. 
 Con lo cual, y en consecuencia de lo mencionado, se destaca cómo el 
contexto social, se encuentra subordinado a lo económico; en donde resultan 
fundamental, la intervención del Estado, a fin de regular y compensar, la 
exclusión de éstos sectores desfavorecidos, en el acceso al trabajo. 
En virtud del contexto, económico y social, en donde se incrementaron los 
índices de desempleo y la precarización de las condiciones de contratación 
laboral; desde el Estado, se promovieron intervenciones en pos de alcanzar 
niveles altos de empleabilidad, y por ende mejorar la calidad de vida de la 
ciudadanía, en particular de los sectores más relegados. 
 En éste marco, distingue: 
 “el retraimiento del Estado, induce la emergencia de experiencias 
organizativas populares que buscan promover soluciones a los problemas 
sociales de los sectores más marginados, a través de iniciativas autónomas 
y fundadas en principios de solidaridad, autogestión y participación. Por lo 
 
 
41 
 
que, agrega, que el escenario fue quien le confirió a aquellas experiencias 
organizativas una mayor visibilidad” (Francisco Cantamutto, en el 4° Foro 
Federal de Investigadores y Docentes,2007:58). 
 En la misma línea, José Luis Coraggio (2007ª) refieren que, desde el 
Estado se comienza a plantear la posibilidad y necesidad de un proceso de 
transformación económica, en donde se impulse desde el Estado, nuevas 
formas de gestión participativa, y de concepción del trabajo, trabajo asociado 
como forma de realización de las capacidades humanas, pero articulado en un 
sistema de integración solidaria, cuyo fin es el de resolver de la mejor manera, 
las “necesidades legitimas de todos”(Coraggio, 2007ª:23) 
 Por otra parte, Paolo Di Pietro (2007), describe que en la región, 
Latinoamérica, el escenario social que se presenta a fin de siglo, se revela con 
profundos contrastes.; como consecuencia de , por un lado, el crecimiento 
desmedido de la macroeconomía y por otro lado, a la exclusión social, la 
pobreza y a la desintegración de los principios de la solidaridad. En concordancia 
a lo que argumenta el autor, se destaca la importancia en la implementación de 
programas sociales que contribuyan al crecimiento económico de las 
comunidades; lo cual implica: el fomento de la actividad productiva, generación 
de empleos genuinos, y generación de sentimientos de identidad y pertenecía 
hacia la comunidad. 
 Continuando en la misma línea, resulta importante destacar la injerencia 
que va tomando el Estado; pero a su vez, la necesidad de redefinirse 
constantemente, con el objeto de dar respuestas a las demandas que se 
presente. 
 
 
2.2.-Intervención del Estado, Políticas Sociales y nuevas experiencias 
cooperativistas 
Continuando en la misma línea, se resfuerza la idea de un Estado 
activo, en donde sus intervenciones por medio de las políticas sociales se van 
modificando y reconfigurando, para dar respuestas a las demandas de las 
 
 
42 
 
comunidades. Como se viene desarrollando, el incremento de experiencias de 
participación democrática, de nuevos grupos sociales, tales como los 
movimientos de trabajadores de desocupado, fue poniendo en evidencia el 
deterioro del mercado de trabajo, e incrementando los índices de pobreza. 
 Al respecto, Laura Pautassi(2009) señala que, para el diseño de políticas 
en materia de empleo, resulta fundamental incorporar a la agenda política y a la 
agenda estatal, la necesidad de nuevos diseños institucionales acordes a las 
necesidades y particularidades de los ciudadanas; a fin de evitar así continuar 
promoviendo la expulsión de ciudadanos “vulnerables o informales” (2009:103). 
 A propósito de lo argumentado se infiere en el reposicionamiento del 
Estado, en pos de orientar sus intervenciones hacia la promoción de actividades 
productivas y el desarrollo de lazos sociales. En tal sentido, Carlos 
Vilas(2011:154) hace referencia a la experiencia del Programa “Agua + Trabajo”7 
en donde a partir de la demanda de servicios básicos, se impulsó la inversión 
pública en infraestructura. Agrega, que el objetivo radica en un Plan que dote de 
agua potable a hogares que carecen de ella, en zonas de pobreza y 
vulnerabilidad social. Como también, genere empleo genuino al incorporar 
cooperativas de trabajo, constituidas por desocupados y en condición de pobreza 
 Con lo cual, se considera importante resaltar indicios que contribuyen a la 
intervención del Estado y a nuevas formas asociativas que adquieren 
relevancia, a través de las Políticas Sociales. 
 En éste sentido, se destaca, la creación del Registro Nacional de 
Efectores de Desarrollo Local y Economía Social 8 en el año 2004, el cual 
faculta al Ministerio de Desarrollo Social a favorecer los emprendimientos 
productivos o de servicios; a fin de permitir otorgar a éstos sujetos (individuales 
o colectivos) capacidad para instalarse a la economía formal. Se agrega, 
luego, con la Resolución firmada conjuntamente entre el Ministerio de 
 
7
 El Programa “Agua + Trabajo” comenzó a ejecutarse a principios del año 2003, en el Distrito de La 
Matanza; a raíz de la gran cantidad de ciudadanos que no tenía acceso a la red cloacal. A partir de la 
experiencia