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El_Nacimiento_de_los_Dioses_y_el_Orígen_de_la_Agricultura_Jacques

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NUEVOS ESTUDIOS EN ARQUEOLOGÍA 
 
 
 
 
 
El nacimiento de los dioses y los orígenes de la 
agricultura 
 
Jacques Cauvin ha trabajado en los comienzos del Neolítico en el Cercano Oriente 
durante veinte años, excavando sitios clave y desarrollando nuevas ideas para explicar 
los cambios culturales, sociales y económicos enormemente significativos 
involucrados en la transformación de los cazadores-recolectores móviles en las 
primeras sociedades aldeanas y agricultores en el mundo. Este libro es la síntesis 
segura de su comprensión madura del proceso que comenzó hace unos 14.000 años. 
Cauvin desafía las interpretaciones ecológicas y materialistas, y aboga por un tipo de 
comprensión bastante diferente que está influenciado por las ideas de arqueólogos 
estructuralistas como André Leroi-Gourhan y miembros de la escuela de historiadores 
francesa Annales. Él define la Revolución Neolítica como esencialmente una 
reestructuración de la mentalidad humana que se expresa en términos de nuevas ideas 
y símbolos religiosos. El estudio finaliza hace unos 9.000 años, cuando la ideología 
religiosa desarrollada, la práctica social de la vida en las aldeas y la economía de la 
agricultura mixta se habían establecido en todo el Cercano Oriente y el este del 
Mediterráneo, y ya se estaban extendiendo poderosamente por Europa. 
 
JACQUES CAUVIN es Directeur de Recherches émérite del CNRS. Es el fundador de un equipo de 
investigación multidisciplinar financiado por el CNRS que ha trabajado en el Institut de Préhistoire Orientale de 
Jales durante más de veinte años sobre los comienzos de la vida sedentaria en las aldeas y los orígenes de la 
agricultura en Oriente Próximo. 
 
 
PUBLICADO POR EL SINDICATO DE PRENSADELA 
UNIVERSIDADDECAMBRIDGE 
Edificio Toe Pitt, Trumpington Street, Cambridge, Reino Unido 
 
PRENSA DE LA UNIVERSIDAD DE CAMBRIDGE 
Edificio Toe Edinburgh, Cambridge CB2 2RU, Reino Unido 
40 West 20th Street, Nueva York, NY I00II-42II, EE. UU. 
477 Williamstown Road, Port Melbourne, vrc 
3207, Australia Ruiz de Alarcón 13, 28014 Madrid, 
España 
Dock House, The Waterfront, Ciudad del Cabo 
8001, Sudáfricahttp://www.cambridge.org 
Publicado originalmente en francés como Naissance des divinités, 
naissance de l'agriculture. La révolution des symboles au Néolithique por 
CNRS ediciones 1994 
 
Publicado por primera vez en inglés por CNRS editions y 
Cambridge University Press como El nacimiento de los dioses y 
los orígenes de la agricultura 2000 
Traducción en inglés©Ediciones CNRS y Cambridge University Press 
2000 Reimpreso 2002 
Este libro está en derecho de autor. Sujeto a excepción legal 
y a las disposiciones de los convenios colectivos de 
licencia pertinentes, no se puede realizar la 
reproducción de ninguna parte sin 
el permiso por escrito de Cambridge University Press. 
 
Impreso en el Reino Unido en University Press, Cambridge 
 
Jj¡pefacePlantin ro/13 pt. Sistema QuarkXPress™ [SE] 
 
Un registro de catálogo para este libro está 
disponible en la Biblioteca Británica Datos de 
catalogación en publicación de la Biblioteca del 
Congreso 
Cauvin, Jacques. 
Toe El nacimiento de los dioses y los 
orígenes de la agricultura / Jacques Cauvin; 
traducido por Trevor Watkins. 
pags. cm. - (Nuevos estudios 
en arqueología) Incluye 
referencias bibliográficas. 
ISBN o 521 65135 2 hb 
R.Período Neolítico - Medio Oriente. 2. Religión 
Prehistórica - Medio Oriente. 3. Agricultura - Origen. 4. 
Medio Oriente - Antigüedades. 
I. Watkins, Trevor, 1938-. II. 
Título. tercero Serie. 
GN776.32.N4C38 2000 
939.4 - dc21 99-33530 CIP 
1 ISBN o 521 65135 2 tapa dura 
ISBN 2 271 05151 7 en rústica (solo en Francia) 
 
http://www.cambridge.org/
 
CONTENIDO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lista de platos página viii 
Lista de Figuras viii 
nota del traductor xi 
Prólogo a la segunda edición francesa XIII 
Prólogo a la edición en inglés xiv 
Prefacio XV 
Tabla cronológica xvii 
Introducción r 
Parte I LOS ORÍGENES DE LA AGRICULTURA 9 
r Natural Medio ambiente y culturas humanas en vísperas del Neolítico. rr 
2 Primeros pueblos preagrícolas: los natufienses 15 
3 La revolución de los símbolos y los orígenes de la religión neolítica 22 
4 Los primeros agricultores: el contexto sociocultural 34 
5 Dedo del pie primeros agricultores: estrategias de subsistencia 51 
6 Agricultura, población, sociedad: una evaluación 62 
7 Revolución neolítica del dedo del pie: una transformación de la mente 
Parte II LOS COMIENZOS DE LA DIFUSIÓN DEL NEOLÍTICO 73 
8 Un marco geográfico y cronológico de las primeras etapas de 
difusión 75 
9 Toe nacimiento de una cultura en el norte de Levante y la 
neolitización de Anatolia 
Ro Difusión en el centro y sur. Levante 
rr La evidencia del simbolismo en el sur. Levante 
12 Dinámica del dedo del pie de una cultura dominante 
 
105 
121 
 
 
 
 
V 
Contenido VI 
Parte III EL GRAN ÉXODO 135 
13 El problema de la difusión en el Neolítico 137 
14 La culminación del proceso neolítico en el 'núcleo levantino' 143 
15 La llegada de los agricultores al litoral mediterráneo y a Chipre 154 
16 Los pueblos sedentarios empujan hacia el este: el este de Jezirah y el sirio 
Desierto 171 
17 Nomadismo pastoril 189 
18 Hipótesis para la expansión del Neolítico 199 
Posdata de 
la 
conclusión 
207 
212 
notasBibliogra
fíaÍndice 
 
221 
239 
255 
PLATOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
entre paginas72 y 73 
 
I yoCasa redonda Natufian de Eynan-Mallaha, Israel.©Centre de 
recherche fram;ais de Jérusalem. 
2y 3 Rouse y santuario en Nevah Cori, Turquía, PPNB. Fotografía M. 
Schaeffer, con permiso de R. Rauptmann. 
II 4 y 5 Jarrones de piedra pulida del PPNB en Cafer Royük, Turquía. 
Museo Malatya. Fotografía B. Bireaud, misión arqueológica francesa 
en Cafer Royük. 
III 6 Bajorrelieve de piedra caliza con tres figuras humanas, PPNB, Nevah 
Cori, Turquía. Museo Urfa. Fotografía M. Schaeffer, con permiso de 
rRauptmann. 
7Unárea en Khirokitia, Chipre: en el centro, una escalera de acceso 
zigzaguea por la cara del rampari:. Fotografía Misión arqueológica 
francesa en Khirokitia. 
IV y estatuas de yeso V 8-11 PPNB de 'Ain Ghazal, Jordania. Museo de Ammán. 
Fotografías P. Dorrell y S. Laidlaw, con permiso de 
G. Rollefson. 
VI 12Calavera con rostro modelado en yeso, PPNB, Jericó. Museo de la 
Ciudadela, Amman. Escuela Británica de Arqueología en Jerusalén. 
Fotografía P. Dorrell. 
VII 13 Cráneo cubierto con betún, PPNB, Nahal Remar, Israel. Museo de 
Israel, Jerusalén. Fotografía N. Slapak, con permiso de O. Bar-Yosef. 
Derechos reservados. 
14 Máscara de piedra de Rebron. Museo de Israel, Jerusalén. Fotografía 
y permiso, J. Perrot. 
15 Máscara de piedra pintada, PPNB, Nahal Remar, Israel. Museo de 
Israel, Jerusalén. Fotografía N. Slapak, con permiso de O. Bar -Yosef. 
Derechos reservados. 
VIII 16 Raro y erizo en piedra pulida, final PPNB, Bouqras, Siria. Deir-ez-
Zor. Fotografías T. Waterbolk y M. van Loon, con autorización de M. 
van Loon. 
 
 
 
 
viii 
 
 
 
CIFRAS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
yo 
dieciséisLas primeras estructuras rectangulares en el Éufrates medio en el noveno milenio 
antes de Cristo. 43 
17 Armas de pedernal de Mureybet de la fase mureybetiense. 45 
18Objetos de arcilla ligeramente cocida para el dátil mureybetiense. 46 
19Los signos y figuras grabados de Mureybetian datan de Jerf el Ahmar. 47 
20Objetos simbólicos realizados en piedraen la tradición de l Éufrates Medio. 49 
21Dibujo esquemático de una espiga de trigo silvestre. 53 
viii 
1 Mapas de la distribución actual de los cereales silvestres. 6 
2 Mapa de los sitios natufienses,12,500-10,000ANTES DE CRISTO,12,000-
10,300BP. 
diecis
éis 
3 Objetos de arte de los primeros natufienses en el sur de Levante que 
representan pequeños rumiantes. 
 
 
18 
4 Mapa de los sitios de Khiamian con figurillas femeninas y de 
toros,10,000-9500ANTES DE CRISTO, 
 
 10,300-10,000BP. 23 
5 Industria de Khiamian de Mureybet (Siria). 24 
6 Estatuillas de piedra de la cultura Khiamian del décimo milenio antes de Cristo. 26 
7 Estatuillas femeninas en piedra de principios del período mureybetiense 
(Siria, finales del décimo milenio a. C.). 
 
27 
8 Figurillas femeninas de barro cocido de principios del periodo mureybetiense 
(Siria, finales del décimo milenio a. C.). 
 
 
28 
9 Toe diosa madre de <;::ataihi:iyük (Turquía, séptimo milenio antes de Cristo). 30 
JO Fresco pintado de <;::atalhi:iyük: toro y hombres armados (Turquía, 
séptimo milenio a. C.). 
 
 
31 
11 Mapa de los pueblos mencionados en el texto pertenecientes al periodo PPNA, 
9500-8300B ,10,000-9600BP. 
 
 
35 
12 Industria sultaniana (sur de Levante, noveno milenio antes de Cristo). 37 
13 Figurilla femenina esquemática en barro cocido de época sultaniana en Netiv 
Hagdud (Israel), noveno milenio antes de Cristo. 
 
14 Industria del pedernal de Aswadian (región de Damasco, Siria, noveno milenio 
antes de Cristo). 
40 
15 Vista isométrica y reconstrucción de la Casa XLVII de Mureybet111 
(Fase III A, Mureybetian, Siria). 
 
42 
 
Listade figuras zx 
22 Figuras orantes del Neolítico sahariano. 70 
23 Mapa de los pueblos referidosaen el texto, perteneciente al PPNB temprano y 
medio,8700-7500ANTES DE CRISTO,9600-8600BP. 77 
24 Las armas de los primeros PPNB datan de Mureybet. 79 
25 Las armas de los primeros PPNB datan de Mureybet. 80 
26 Armas del PPNB del Taurus. 83 
27 Armas de Nevah <;:ori (Turquía) de fecha PPNB. 84 
28 Arquitectura desde el PPNB del Tauro. 85 
29 Agujas de hueso con ojos formados por incisiones, en el Éufrates medio 
tradicion. 86 
30 Tauro PPNB '<;:ayi:inü herramientas'. 87 
31 Dos técnicas para quitar cuchillas. 88 
32 Figuras y colgante de PPNB. 90 
33 Toe difusión de obsidiana en el Cercano Oriente entre14,000y 
7000ANTES DE CRISTO. 94-5 
34 Arquitectura PPNB del sur de Lévant. 99 
35 Casas redondas del nivel basal de PPNB en Beidha Gordan). 100 
36 Armas del PPNB medio del sur de Levante. 103 
37 Figurillas de barro cocido del sur de Levante. 107 
38 Figurillas de barro cocido de chismoso del PPNB levantino sur. 108 
39 Cabezas de PPNB sur levantino en hueso y barro. 109 
40 Estatuas de yeso del PPNB medio del Levante sur. 110 
41 Hoyo de estatuas del PPNB medio en 'Ain Ghazal. 111 
42 Estatuilla de escayola y calaveras con rasgos modelados de Ramad (Siria). 116 
43 Anthropomoi: deidad fisica montada sobre un toro. 124 
44 Objetos geométricos de fecha neolítica. 131 
45 Mapa de sitios PPNB tardíos, diferenciando sitios nómadas (7500-7000ANTES DE 
CRISTO, 
8600-8000BP). 145 
46 Armas PPNB tardías de Ramad (Siria). 146 
47 Herramientas PPNB tardías de Ramad (Siria). 148 
48 Arte tardío de PPNB de Ramad (Siria). 149 
49 Casa PPNB tardía de Abu Hureyra (Siria). 151 
50 Mapa de sitios neolíticos finales de PPNB y cerámica en el Cercano Oriente 
(7000-6300ANTES DE CRISTO,8000-7600BP), diferenciando los sitios nómadas.
 156 
51 Puntas de flecha de pedernal del 'Neolítico temprano' de Biblos (Líbano, 
séptimo milenio antes de Cristo). 158 
52 Dagas de pedernal del 'Neolítico temprano' de Biblos (Líbano). 159 
Listade figuras X 
 
53 Ceremonial(?)hacha en basalto del 'Neolítico Temprano' de Biblos 
(Líbano). 
54 Ejemplos de arquitectura aglutinante de Anatolia central. 
55 Mapa de sitios neolíticos en Chipre en el séptimo milenio antes de 
Cristo. 
56 Figurillas antropomórficas de piedra de Khirokitia (Chipre). 
57 Mapa de los sitios mencionadosenel texto de la región de Sinjar de la 
parte superior 
 
 
160 
163 
166 
168 
Mesopotamia. 172 
58 Cabezas de rapaces en piedra de Nemrik (Sinjar, Irak). 174 
1 59 Piedra astillada de Maghzaliyeh (Sinjar, PPNB tardío). 175 
1, 
60 casas del PPNB tardío de Bouqras (Siria). 177 
1 61 Vasijas de piedra pulida del período tardío y final del PPNB en zonas semiáridas 
Siria. 179 
1 
62 Vista isométrica y vista de reconstrucción de una casa de fecha final de PPNB 
de El Kowm (desierto de Siria). 181 
63 Representaciones de torosenhueso de Bouqras (finales PPNB, Siria). 184 
64 Decoración en relieve sobre cerámica del norte de Irak (séptimo 
milenio antes de Cristo). 185 
65 Arte del séptimo milenio antes de Cristoenla zona árida. 186 
66 animalesenpiedra pulida de la zona semiárida de Siria. 187 
67 Recinto de tienda utilizado por nómadas contemporáneos en el sur del Sinaí; 
estructuras de piedra utilizadas por los nómadas neolíticos del Wadi Tbeik. 191 
68 Armas y herramientas del PPNB final nómada de Qdeir (Siria). 195 
69 La arquitectura Mureybetian de uno de los estratos en Jerf el Ahmar. 213 
70 Pilares esculpidos de piedra de Gobekli Tepe. 218 
¡ 
NOTA DEL TRADUCTOR 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El propósito de esta edición en inglés del libro de Jacques Cauvin es hacerlo accesible 
a un público internacional más amplio. Si bien muchos de nosotros leemos un artículo 
o un breve informe en un idioma que no es el nuestro, estoy seguro de que la mayoría 
de nosotros se resiste a leer un libro completo. Conozco la obra de Jacques Cauvin 
desde hace mucho tiempo. He estado muy interesado en el mismo campo de 
investigación durante muchos años, y ha sido un placer y un gesto de homenaje 
traducir su importante libro. La obra de Jacques Cauvin es siempre original, basada en 
un vasto saber, profundamente pensado, profundamente sentido y apasionadamente 
escrito. 
¿Cual es mejor? ¿Tener una traducción realizada profesionalmente por alguien que no 
conoce el tema del autor en absoluto, o una escrita por un traductor aficionado que está 
bastante familiarizado con los sitios, la literatura técnica, las ideas y los argumentos? Esta 
traducción es la última. Y dado que el libro de Jacques se ocupa centralmente de una 
relectura de una gran cantidad de información detallada para criticar muchas de las ideas 
del resto de nosotros y proponer un caso para algunas ideas propias muy individuales, me 
parece que tiene sentido que el traductor debe ser sensible a lo que el autor está pensando y 
hablando, tanto como a las palabras específicas que usa. 
Tuve la gran ventaja de poder discutir esta traducción con Darren Noyes, cuyo 
conocimiento del francés es mucho mayor que el mío. Y f inalmente, en una visita de 
regreso al Institut de Préhistoire Orientale en Jales en Ardéche, pude trabajar en la 
traducción con el mismo Jacques Cauvin, haciendo las correcciones finales, ajustes y 
adiciones para asegurar que el texto es exactamente como él lo desea. ser - estar. 
Cuando la traducción al inglés se aparta de la edición francesa en aras de la claridad y 
la legibilidad en inglés, el lector puede estar seguro de que el autor ha leído la 
traducción con meticuloso cuidado y la ha aprobado: también ha salvado al traductor de 
una serie de errores e infortunios. . Estaba particularmente interesado en que Jacques 
tuviera la oportunidad de tomar nota de la nueva información y las publicaciones 
importantes que habían aparecido desde que revisó la edición francesa (terminada en 
1996). Algunas de estas nuevas referencias y otras piezas de información relevante se 
han incluido en el texto. Y Jacques también ha agregado una Posdata (terminada el 13 
de noviembre de 1998) que resume otras consideraciones que han surgido desde que se 
publicó el original en francés. 
Las únicas libertades que me he tomado han sido sustituirla ortografía de los 
nombres de los sitios que se ven más comúnmente en los libros en inglés que en 
algunas de las versiones francófonas del árabe y, muy ocasionalmente, usar un término 
equivalente en lugar de un término literal. 
 
XI 
nota del traductor xn 
 
 
traducción. Hay muchos lugares en el texto donde, como arqueólogo, hubiera querido 
poner las cosas de otra manera, pero eso equivale a adoptar una perspectiva diferente a 
la de Jacques Cauvin, que no es tarea del traductor. También he añadido un pequeño 
número de referencias a publicaciones más recientes que la segunda edición francesa, 
donde los autores citados por Jacques Cauvin han publicado información más 
actualizada o avances a cuenta de sus propios puntos de vista. 
Una o dos palabras del vocabulario de Jacques Cauvin merecen comentario. Él usa la 
palabra neolitización con frecuencia para referirse al proceso de convertirse en 
Neolítico, esencialmente comenzandoacultivar cultivos y pastorear animales, y el 
término 'neolitización' es el equivalente inglés prácticamente impronunciable. Debido a 
que Cauvin define el Neolítico en términos de estrategia de subsistencia, se queda con 
un período que no es ni Paleolítico (o Epi-paleolítico para los últimos milenios del 
Paleolítico) ni Neolítico, porque el Paleolítico termina convencionalmente al mismo 
tiempo que el Pleistoceno geológico. . Por lo tanto, usa el término Mesolítico, como se 
usa en Gran Bretaña y Europa, para los tiempos preagrícolas al comienzo del período 
Holoceno. Otros usan el término Mesolítico para los milenios finales del Pleistoceno, 
porque consideran las culturas equivalentes a las culturas mesolíticas europeas del 
Holoceno temprano, pero Cauvin observa la convención más habitual de etiquetar estas 
culturas paleolíticas finales Epi-paleolítico. También he optado por utilizar la ortografía 
Catal Huyuk, la forma preferida en Turquía y en uso por el nuevo Catal Huyuk Research 
Project, para el sitio más conocido en la literatura arqueológica como 
<;::atal Hüyük. El sitio del dedo del pie de 'Ain Mallaha o Eynan, con un nombre árabe y 
hebreo, siempre causa dificultades para aquellos que no están familiarizados con él. Cauvin 
generalmente usa el nombre árabe, pero creo que el sitio es más conocido entre los arqueólogos 
de habla inglesa como Eynan, y generalmente he usado esa forma. 
 
Trevor Watkins 
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN EN FRANCÉS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La presente edición apareció sólo tres años después de la primera. El marco del libro y sus 
conclusiones generales apenas han sido modificados. Sin embargo, que ya era necesaria 
una edición revisada es una medida de cómo "las cosas cambian rápidamente" en la 
prehistoria del Cercano Oriente y cómo las excavaciones y los descubrimientos continúan 
acumulándose rápidamente. 
Los principales acontecimientos desde 1994 que inciden en el Neolítico de Oriente 
Próximo han sido, por un lado, la renovación de las excavaciones de salvamento en 
asentamientos neolíticos cerámicos en el Éufrates Medio, en el norte de Siria, donde 
se estaba construyendo otra nueva presa, y donde españoles , franceses y franquistas -
Los equipos sirios han trabajado; y por otro lado el descubrimiento de una fase de 
ocupación en la isla de Chipre varios siglos anterior a la cultura Khirokitia, que antes 
se pensaba que era la ocupación más antigua de la isla, lo que es muy importante para 
comprender la difusión del Neolítico; y finalmente, los espectaculares avances en 
investigación en Anatolia logrados por equipos turcos y alemanes. Estos nuevos 
hechos nos han llevado a revisar ciertos capítulos de manera bastante significativa, en 
particular los capítulos 4, 9 y especialmente el 15. De lo contrario, 
Agradezco a Thomas Mourier, editor de CNRS Editions, su comprensión y su 
paciencia ante todas las correcciones y a Jacqueline Traincat que se encargó de la 
finalización del texto en nuestro Instituto de Prehistoria del Cercano Oriente, Jales. 
También agradezco a mis colegas Jean Guilaine, Miguel Molist, Eric Coqueugniot, 
Danielle Stordeur, Harald Hauptmann y Paul Sanlaville por haberme mantenido 
periódicamente informado sobre los avances de sus investigaciones y sus resultados 
aún inéditos. 
JACQUES CAUVIN 
Jales, diciembre de 1996 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
xui 
 
 
PRÓLOGO A LA EDICIÓN EN INGLÉS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Es importante para mí tener esta oportunidad de presentar esta síntesis a los lectores 
anglosajones, que generalmente están acostumbrados a una interpretación de la 
prehistoria que es más estrictamente socioeconómica que esta. Sin pretender 
cuestionar los resultados que se han obtenido a través de esa perspectiva, he intentado, 
por el contrario, incorporar una perspectiva cultural sobre la revolución neolítica en el 
Cercano Oriente que se preocupa por las propensiones de la mente humana. Este 
componente complementario es importante: otorga un mayor lugar en la 
transformación de los asuntos de nuestra especie a la agencia humana ya las 
disposiciones cognitivas y psicológicas humanas. De alguna manera puede servir 
como un correctivo útil para el "fatalismo" económico actual, que es la fuente de tanto 
pesimismo sobre el futuro. 
Cuando se publicó la segunda edición en francés en 1997, fue necesario actualizar el 
libro, y esta edición actual requiere algo más de actualización. Ahora hay muchos 
arqueólogos trabajando en el Cercano Oriente, y sus descubrimientos y publicaciones más 
recientes deben incluirse aquí. He optado por el camino de no modificar el texto de la 
edición de 1997, salvo algunas referencias nuevas aquí y allá entre las notas al final de 
cada capítulo. Se ha aumentado la bibliografía general, y los avances más importantes en 
investigación durante los últimos dos o tres años se han tratado en una 'Posdata' al final del 
libro. En general, han dado apoyo a las opiniones que había expresado y sólo han 
requerido algunas correcciones de detalle a la tesis esencial de este trabajo. 
Estoy especialmente contento de que esta edición en inglés haya sido traducida por 
mi colega y amigo Trevor Watkins. También trabaja sobre la prehistoria reciente del 
Cercano Oriente y también se preocupa por los indicios menos materiales de los datos 
que recupera. Conoce muy bien el tema tratado aquí, y he encontrado acuerdo y 
confianza en la posibilidad de discutir libremente con él algunos de los pasajes 
franceses que son difíciles de traducir. Tiene mi cálido agradecimiento por su 
eficiencia y paciencia. 
jacques cauvin 
Jales, noviembre de 1998 
 
 
 
 
 
 
 
 
xiv 
PREFACIO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Entre los grandes puntos de inflexión de la historia humana, el llamado Revolución 
Neolítica es uno de los más críticos: se refiere al comienzo de las primeras 
manipulaciones del entorno natural por parte de nuestra especie, y se encuentra 
directamente en los orígenes de nuestro poder actual. El análisis de esta metamorfosis, 
sus circunstancias y sus causas, es por tanto una primera etapa indispensable para 
quienes se interesan por cómo se inició la civilización. Este evento ocurrió primero en 
el Cercano Oriente, antes de irradiarse directamente a otras regiones, o dar lugar a 
imitaciones posteriores en otros lugares. 
Este libro es, por lo tanto, ante todo, la síntesis de investigaciones recientes sobre el 
Neolítico del Cercano Oriente. Por 'Próximo Oriente', región cuya extensión varía según el 
autor, entiendo el territorio designado con ese nombre por la UNESCO, es decir, el 
Levante (Siria, Líbano, Israel y Jordania) y la península de Anatolia (Turquía) . 
El período cubierto es de aproximadamente 12.000 a 6300 a. C., cuando la 
transición de las comunidades prehistóricas de cazadores-recolectores a los primeros 
agricultores y primeros pastores se efectuó por etapas, antes en esta parte del mundo 
que en cualquier otra parte, junto con técnicase ideológicas. cambios que 
acompañaron ya veces precedieron al proceso. 
Para los lectores que ya están algo familiarizados con este tema, estas fechas serán una 
sorpresa: parecerán más antiguas que las que han leído en otros lugares, incluso en mi 
propio trabajo Les premiers villages de Syrie-Palestine, publicado en 1978. La cronología 
prehistórica se basa en fechas de radiocarbono, que ahora sabemos necesitan ser 
'calibradas', es decir, corregidas en función de la historia de la radiación cósmica y su 
variación (ver la Tabla cronológica, pp. xvii). 
Ahora bien, las tablas de calibración se han extendido recientemente a períodos tan 
antiguos como el Neolítico del Cercano Oriente: esta síntesis es, por lo tanto, la 
primera en tener en cuenta esta revisión. Agradezco a Jacques Evin, director del 
laboratorio de radiocarbono de la Universidad de Lyon-1, por haber hecho todas las 
correcciones necesarias a mi texto. 
Como toda historia, la del Neolítico es ante todo una narración, pero quería plantear 
una discusión teórica sobre esta narración, en la medida en que los hechos descritos 
han tenido un impacto en el resto de la evolución humana y su trascendencia hasta el 
presente. nuestra forma de civilización hoy. Fue Goery Delacote, entonces director de 
información científica y técnica del CNRS, quien me animó en 1989 a emprender esta 
tarea de elucidación. Estoy profundamente agradecido por su confianza y su interés: 
este trabajo no hubiera visto la luz sin él. 
Marie-Claire Cauvin y Danielle Stordeur me han ayudado continuamente con sus 
 
XV 
 
Prefacio XVI 
 
lectura de lo que he escrito, sus correcciones y sus consejos. He podido aprovechar a mi 
amigo Raymond Vogel con su amplio conocimiento de la filosofía y la epistemología para 
asegurarme del trasfondo teórico sobre el que se fundaron mis análisis de la arqueología. 
También estoy en deuda con Patricia Anderson, 
li Olivier Aurenche, Nur Balkan-Atli, Claude Boisson, Daniel Helmer, Jacobus Roodenberg, 
Paul Sanlaville y George Willcox, consultaron sobre tal o cual parte de 
todos el trabajo, por reducir los errores que cometí. A todos ellos les expreso mi gratitud. 
i Claudine Maréchal tuvo la tarea más sostenida e insustituible de hacer el 
texto en la computadora personal y, habiendo hecho eso, haciéndome consciente de 
los errores básicos en los que había caído. Su esfuerzo en la terminación del texto y su 
saberborde de la prehistoria del Cercano Oriente han sido invaluables. Los mapas se los 
debo a Christine Chataigner ya Gérard Deraprahamian el resto de las ilustraciones, tanto 
las originales como las redibujadas de otros lugares. Tienen mi reconocimiento y gratitud. 
Finalmente agradezco a mis colegas Ofer Bar-Yosef, Harald Hauptmann, Alain Le Brun, 
Jean Perrot, Gary Rollefson, Maurits van Loon y Fran ois Valla, quienes amablemente 
me permitieron reproducir fotografías. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TABLA CRONOLÓGICA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fechas calibradas y14C fechas 
Desde alrededor de 1950 se sabe que se pueden proponer fechas absolutas, basadas en 
el principio de la descomposición continua del radiocarbono (14 C) que está contenido 
en toda la materia orgánica. Poco a poco, tras la muerte del organismo, este carbono 
radiactivo se transforma en carbono no radiactivo (12C). Durante mucho tiempo se 
consideró que la cantidad de carbono radiactivo en la atmósfera y absorbido por los 
organismos vivos era constante, por lo que se pensó que la radiactividad residual de 
las muestras medidas en el laboratorio podría dar una medida de edad absoluta, dentro 
de un cierto margen de error. 
Los métodos de datación como la dendrocronología han revelado posteriormente 
que el flujo de radiación cósmica que es el origen de la formación de carbono 
radiactivo ha variado a lo largo de los milenios. Esto requiere una calibración de las 
fechas de 14C para tener en cuenta estas variaciones. Esta calibración ha resultado en 
fechas 'BC' que son absolutamente exactas, lo que no es el caso de las fechas 'BP' 
(antes del presente) y 'be' (antes de Cristo, pero no calibrado). Hasta hace muy poco 
tiempo, la imposibilidad de calibrar sólo mediante dendrocronología fechas tan 
antiguas como las del Neolítico de Oriente Próximo ha hecho necesario mantener una 
cronología del s. XIV 'tradicional', es decir, no calibrada. Esta es la situación en todas 
las síntesis de la prehistoria de Oriente Próximo que han aparecido hasta ahora . 
Hace poco tiempo, gracias a la aplicación de otros métodos, se hizo posible la 
calibración hasta 20.000 años antes del presente. Esta síntesis es, por lo tanto, la 
primera en dar fechas verdaderas para el Cercano Oriente para el período cubierto. 
 
El esquema cronológico establecido por la Maison de l'Orient 
Una empresa colectiva está en marcha desde 1975 en la Maison de l'Orient de Lyon 
con el objetivo de ofrecer una síntesis actualizada de la evolución de todo el Cercano 
Oriente desde la época del último cazador-recolector. comunidades del Paleolítico 
Superior hasta el surgimiento de la civilización urbana. Esta empresa ha producido un 
esquema de períodos cronológicos. Estos son de longitud desigual, y han sido 
determinados en base a criterios arqueológicos y radiométricos. Cada uno de los 
primeros períodos de este esquema representa una etapa en el proceso de 
neolitización. 
 
 
 
 
xvii
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El hombre, el 'rey de la creación' que manipula el resto de la creación para su 
beneficio, el pináculo de la evolución biológica, 'amo y poseedor' de los demás 
órdenes biológicos, que ha multiplicado las especies que ha domesticado y diezmado 
las que han quedado salvaje, extrayendo energía de la materia inerte, volcando 
paisajes enteros y transformando el planeta: este es nuestro retrato de nosotros 
mismos a fines del siglo XX, cuando el abuso de nuestros privilegios ha comenzado a 
generar inquietud. 
Pero el surgimiento de la especie humana se remonta al menos a tres millones de 
años. Los orígenes de esa supremacía se encuentran por supuesto en aquellas épocas 
remotas, donde el desarrollo de determinadas facultades humanas lo hizo posible, en 
la capacidad de mantenerse erguido, que liberó las manos y favoreció el crecimiento 
del cerebro y en las primeras herramientas gracias a lo que el ingenio de nuestra 
especie empezó poco a poco a compensar por las minusvalías físicas del 'mono 
desnudo'. Hubo entonces un enorme período de latencia, el del Paleolítico en su 
totalidad, cientos de milenios que separan el surgimiento del hombre de su toma de 
posesión de su entorno, que hoy parece normal. Este es el fruto de un proceso de 
última hora que se desarrolló en Oriente Próximo hace apenas 12.000 años, cuando se 
produjo lo que, desde Gordon Childe, 
Sea cual sea el período considerable que separa las torpes herramientas hechas 
sobre adoquines que constituyen la cultura africana del guijarro de hace 2 millones de 
años de la mucho más elaborada industria de herramientas hechas de piedra o hueso y 
los productos artísticos de la cultura magdaleniense de hace sólo 18.000 años, existe 
un rasgo común entre estos dos extremos en el Paleol ítico: los grupos humanos 
cazaban, pescaban y recolectaban. Es decir, extraían de la naturaleza los alimentos 
básicos necesarios para su supervivencia según sus necesidades, como cualquier otra 
especie depredadora. Las 'microbandas' de base familiar usaban su movilidad para 
compensar el agotamiento temporal de los recursos silvestres en un área, excepto 
quizás donde estos recursos, especialmente las plantas, estaban disponibles durante 
todo el año; sabiendo que eran particularmente fértiles y capaces de rec uperarse año 
tras año; aún no crearon instalaciones fijas, ni alternaron las estrategias de adquisición 
según las estaciones. 
Pero solo podían adquirir lo que la naturalezales presentaba. La abundancia y la 
escasez eran fenómenos espontáneos cuyo origen se pensaba que estaba más allá del 
control del hombre y entre los azares de la vida. A pesar del desarrollo de la capacidad 
mental y de la capacidad tecnológica, ya pesar de la observación que debió hacer de 
los procesos naturales de reproducción, el hombre paleolítico nunca emprendió por sí 
mismo la proliferación de los animales y plantas que consumía. 
 
yo 
El nacimiento de los dioses 2 
 
 
Sin embargo, su superioridad única dentro del reino animal se manifestó desde una 
etapa temprana. Los humanos han estado enterrando a sus muertos durante más de 
roo,ooo años. Ya sea que esto sea evidencia de una creencia en la supervivencia más 
allá de la extinción física, o simplemente la capacidad de mantener un recuerdo de los 
difuntos por algún tiempo, uno siente que ya existía aquí el poder del pensamiento 
humano para separarse del ciclo natural de las generaciones, para meditar sobre su 
propia condición y testimoniar con prácticas únicas entre los animales que el hombre 
no es un animal como los demás. Además, los pueblos del Paleolítico Superior 
demuestran con su arte que para ellos la naturaleza se había convertido en un 
espectáculo de observación, que los bisontes, los caballos o los mamuts no eran sólo 
alimentos en última instancia, sino también "formas". que sus manos podían 
reproducirse en las paredes de las cuevas para constituir una imaginería que expresara 
algún sentido para ellos. Debajo de estas yuxtaposiciones de imágenes surge una 
concepción de su mundo que no es simple coincidencia y azar: un acto de ordenar la 
abundancia natural de las formas vivas. En resumen, aunque hacía mucho tiempo que 
no nos dejaba huellas visibles, el hombre ya era capaz de dar y transmitir sentido. 
Pero si volvemos de esa supremacía mental a las exigencias de la vida cotidiana, el 
cazador tiene que ir a buscar animales y plantas allá donde los encuentre para poder 
sobrevivir, seguir a las manadas de bisontes, como hacían los indios americanos hasta 
hace muy poco tiempo. en sus espontáneos cambios de campamento; necesita ir a 
vigilar cerca del peñón de Solutré las manadas de caballos salvajes que migran por un 
paso imprescindible y estrecho, para cobrarles su precio; o, como pescador, necesita 
esperar en su refugio rocoso en el valle de Vézere a los salmones que regres an al río 
cada año en un momento determinado. En resumen, mientras utiliza para su beneficio 
los fenómenos naturales de los que tiene gran experiencia, no tiene poder para 
cambiarlos, ni siquiera para intervenir en su curso. Su supremacía en el seno de la 
naturaleza es una especie de certificado de excelencia; 
Desde hace mucho tiempo hemos apreciado, por el contrario, la extraordinaria 
revolución que representa en este contexto la invención neolítica del cultivo y el 
pastoreo. El análisis de pies a cabeza de sus efectos se ha convertido en un lugar 
común: los recursos que eran a partir de este momento 'productos', es decir, en gran 
medida alejados de los peligros de competir en su entorno (hasta cierto punto, porque 
el clima y los desastres naturales nunca se han dominado). ); una reserva de alimentos, 
constituida por plantas cultivadas y animales domesticados, extensible y renovable, y 
por tanto dependiente de la simple iniciativa humana y en función de las necesidades y 
posibilidades técnicas de las cada vez más numerosas comunidades humanas; un 
nuevo dominio del tiempo representado por la elección preferencial entre las especies 
de plantas así explotadas de aquellas, como los cereales, que pueden almacenarse, 
asegurando así la provisión regular de suministro a lo largo de las estaciones; la 
posibilidad que tienen ciertas especies animales naturalmente gregarias y migratorias, 
una vez que el pastoreo les permite el control y la dirección de sus movimientos de 
rebaño, para el dominio del espacio tal como lo ejercen los pastores nómadas. Podrían 
detallarse las nuevas posibilidades que abría la producción de subsistencia: en 
resumen, consistían en un aumento rápido y considerable del poder de la humanidad 
frente a las limitaciones ecológicas de las que ahora podía empezar a emanciparse 
paso a paso. Poco a poco una porción de 'suelo fue apartada de su estado salvaje, al 
principio una vez que el pastoreo permite su control y la dirección de sus movimientos 
de manada, para el dominio del espacio tal como lo ejercen los pastores nómadas. 
Podrían detallarse las nuevas posibilidades que abría la producción de subsistencia: en 
resumen, consistían en un aumento rápido y considerable del poder de la humanidad 
frente a las limitaciones ecológicas de las que ahora podía empezar a emanciparse 
paso a paso. Poco a poco una porción de 'suelo fue apartada de su estado salvaje, al 
principio una vez que el pastoreo permite su control y la dirección de sus movimientos 
de manada, para el dominio del espacio tal como lo ejercen los pastores nómadas. 
Podrían detallarse las nuevas posibilidades que abría la producción de subsistencia: en 
resumen, consistían en un aumento rápido y considerable del poder de la humanidad 
frente a las limitaciones ecológicas de las que ahora podía empezar a emanciparse 
paso a paso. Poco a poco una porción de 'suelo fue apartada de su estado salvaje, al 
principio en resumen, consistieron en un aumento considerable y rápido del poder de 
la humanidad frente a las limitaciones ecológicas de las que ahora podría comenzar a 
emanciparse paso a paso. Poco a poco una porción de 'suelo fue apartada de su estado 
salvaje, al principio en resumen, consistieron en un aumento considerable y rápido del 
poder de la humanidad frente a las limitaciones ecológicas de las que ahora podría 
comenzar a emanciparse paso a paso. Poco a poco una porción de 'suelo fue apartada 
de su estado salvaje, al principio 
Introducción 3 
 
mínima pero siempre extendida, trabajada, 'civilizada' y remodelada por la actividad y 
explotación humana; se puso en marcha un proceso de extensión del control que con el 
tiempo se ha traducido en lo que los geógrafos dicen del mundo actual, un mundo en el 
que casi nada de nuestro paisaje se parece al entorno natural que debió haber sido 
alguna vez. La destrucción total de la selva amazónica que ahora está en marcha es sin 
duda el último e inquietante avatar de ese proceso. 
En la escala temporal de la historia de nuestra especie, muy poco tiempo separa de 
hecho las primeras comunidades campesinas de las primeras civilizaciones urbanas, y 
luego de las primeras sociedades industriales. Si se admite que, en nuestra dominación 
del mundo, el paso decisivo se dio en el Neolítico y que somos los herederos y el 
resultado directo de ese punto de inflexión crítico, es a ese punto al que debemos llevar 
nuestra "historia". ' espalda. 
Es habitual, por supuesto, oponer las civilizaciones 'históricas', las que han conocido 
la escritura, a los 'pueblos sin historia' que les precedieron o que permanecieron 
ignorantes de la escritura. Por eso, como algunos creen, 'La historia comienza en 
Sumer'. Sin embargo, ese es un presupuesto de los epigrafistas e historiadores que están 
totalmente absortos en su interpretación de los textos, recubriendo el estudio del pasad o 
con las cuidadosas distinciones que existen entre las disciplinas universitarias. EnDe 
hecho, antes y después de escribir, tenemos otros métodos de investigación. El 
arqueólogo prehistórico, sin la ayuda de textos escritos, recurre a otras disciplinas, 
incluidas las ciencias naturales, físicas y químicas,aayudar en la datación y el análisis 
del cambio. Ahora bien, estos cambios en el Neolítico son importantes y rápidos. Por 
encima de todo, una de las intenciones de este libro será demostrar que es precisam ente 
en la Revolución Neolítica donde encontramos las raíces del estado actual de la raza 
humana, no sólo en su dominacióny explotación del medio ambiente, sino también en 
su se sugerirá, en los cimientos mismos de nuestra cultura y mentalidad. 
Por eso la interrogación del pasado, en la prehistoria no menos que en otros tiempos, 
no es neutra. Toda civilización, especialmente en tiempos de crisis, busca sus orígenes 
en las profundidades del pasado para comprenderse a sí misma. Para nosotros en 
Occidente, la antigüedad clásica ha desempeñado durante mucho tiempo este papel de 
fundamento justificador y origen fascinante: es bien sabido hasta qué punto la 
imaginación de los revolucionarios franceses de 1789 extrajo sus modelos de esa 
fuente, exactamente de la misma manera que los tradición humanista que durante tanto 
tiempo ha nutrido nuestras ideas educativas. 
Ante nuestros miedos y nuestro cuestionamiento incluso de los supuestos 
fundamentales de nuestros tiempos milenarios, ¿hay algo más que un fenómeno de 
moda en boga para la prehistoria? ¿Es necesario retroceder cada vez más para 
comprender dónde estamos, es decir, dónde se produjo la mutación que es fuente de 
nuestro poder? Esto se acerca a hacer del prehistoriador el instrumento de un recuerdo, 
una anamnesis en un sentido casi psicoanalítico. 
Esta analogía entre la arqueología y el psicoanálisis no es nada nuevo. El propio 
Freud recurrió a la prehistoria para comprender la naturaleza del psicoanálisis. Se 
atiende a una neurosis, dijo, a través de una 'arqueología' del individuo, que trae de 
vuelta a la mente consciente los recuerdos olvidados de la infancia, cuando se fijaron 
las actitudes mentales y emocionales que con el tiempo se han convertido en 
 
El nacimiento de los dioses 4 
repetitivo y perturbador, precisamente porque su fuente se ha vuelto inconsciente. La 
diferencia entre el psicoanálisis y la arqueología, agregó, sin embargo, es que Agamenón y 
Clitemnestra ya no están aquí para sacar provecho de este retroceso de la anamnesis. Se 
podría responder que la humanidad, en tanto que verdadero sujeto colectivo de este 
descenso a sus orígenes, está siempre aquí, y que poniendo en paralelo lo propio del 
individuo y lo propio de la especie, como también se hace a menudo en otros dominios, es 
necesario mantener los dos lados de la analogía en posición y distintos hasta el final. Por lo 
tanto, se puede decir que existe una función de "psicología colectiva" en la investigación 
arqueológica, 
Sin embargo, no es suficiente, en efecto, situar las premisas y el proceso de la 
Revolución Neolítica en el tiempo y el espacio, ni enumerar los efectos ecológicos de 
estas nuevas estrategias: este trabajo ya está muy avanzado. La transformación que 
nos ocupa no consiste únicamente en la producción de subsistencia y las consecuentes 
modificaciones del paisaje. Todos los sectores de la vida humana estaban 
involucrados, desde los más materiales hasta los más simbólicos. El habitar, la 
tecnología, la demografía, la organización social, el poblamiento y us o del espacio, y 
las expresiones artísticas y religiosas estuvieron igualmente involucradas. Estos 
numerosos parámetros de lo que fue una metamorfosis total están profundamente 
entrelazados entre sí hasta el punto de que es muy difícil ordenarlos en signif icado 
relativo, distinguir los efectos de las causas, o hacer sus relaciones inteligibles. La 
dificultad aumenta por el hecho de que la 'neolitización' de varias partes del mundo se 
efectuó de diferentes maneras, en parte por cambios localizados y decisivo s en centros 
particulares de innovación, y en parte por la difusión de sus atributos muy lejos de los 
centros. de origen. La neolitización de Europa, por ejemplo, es de hecho el resultado 
de una de estas difusiones, y fue allí donde el Neolítico fue definido y estudiado por 
primera vez por los investigadores occidentales a principios de este siglo. Todos sus 
rasgos procedían de otros lugares, ya fueran económicos, como el cultivo y el 
pastoreo, o técnicos, como la piedra pulida y molida o la cerámica, y aparecieron 
simultáneamente, combinados con una superposición de persistencia cultural local y 
creaciones estilísticas autónomas, formando un todo difícil de descifrar. En la medida 
en que puede decirse que es un ejemplo típico de 'neolitización secundaria', el 
Neolítico europeo proporciona todos los elementos que nos permiten investigar los 
mecanismos de difusión, pero nos ofrece mucha menos ayuda para dar cuenta de la La 
Revolución Neolítica en sí misma, de la misma manera que la industrialización de 
Japón, no nos dice mucho sobre la Revolución Industrial Europea, que fue su fuente. 
De esa observación surge el interés por estudiar el fenómeno en el Cercano Oriente, 
pues fue en esa parte del mundo donde surgió por primera vez, sin ninguna ayuda o 
influencia externa para desencadenarlo o precipitarlo. Los otros focos de neolitización 7 
que existen en el mundo parecen todos posteriores, dado el estado actual de nuestro 
conocimiento. 
Sobre todo, si en 1925 Gordon Childe pudo situar "los albores de la civilización europea" 
en Oriente Próximo, es porque es allí donde podemos ver sus orígenes y, al mismo tiempo, 
los orígenes de un modelo de civilizaciones que no ha dejó de difundirse 
Introducción 5 
 
desde entonces hasta el punto de volverse global, tanto desde el punto de vista de sus 
atributos intelectuales y técnicos como de sus últimos efectos 'neuróticos': el malestar 
de un tercer mundo progresivamente desarraigado de su propio pasado nos 
proporciona una ilustración espectacular de esto en nuestros tiempos. Por eso se puede 
hablar de una anamnesis colectiva que interesa a toda la humanidad moderna cuando 
nos centramos en el recuerdo de la infancia de nuestra civilización. 
Desde las primeras excavaciones en los niveles neolíticos de Jericó, ya pesar de 
cincuenta años de investigación en el Cercano Oriente, todavía estamos lejos de ver 
las cosas con claridad. Para empezar, como en toda investigación en la que la 
documentación sigue siendo deficiente, las explicaciones siguen siendo en gran 
medida hipotéticas, y los investigadores tapan las lagunas en su conocimiento fáctico 
con un aparato teórico que refleja con mayor frecuencia la ideología y las ideas 
populares de la época. Así, Childe ya podía sostener la tesis plenamente defendible de 
que el origen del Neolítico europeo era oriental, porque allí se encontraban los 
progenitores salvajes de las principales especies que fueron domesticadas: pero para 
explicar la domesticación misma , sólo podía seguir el modelo entonces en boga, un 
"materialismo histórico" simplificado, 
Ahora bien, en ese momento se disponía de numerosos datos sobre el Neolítico 
europeo, mientras que el Cercano Oriente se conocía solo a partir de escasas 
excavaciones de sitios en Egipto o Mesopotamia posteriores al sexto mileni o antes de 
Cristo, que por lo tanto no podían proporcionar información sobre los orígenes reales. 
del proceso, que fue más de 3.000 años antes. 
Esta situación ha cambiado. Desde aproximadamente 1950, relanzado por los 
descubrimientos de Jericó así como por el pensamiento de Gordon Childe, la 
investigación en el Cercano y Medio Oriente no ha dejado de intensificarse. Equipos 
de muchos países han contribuido con sus esfuerzos, siendo la región un escenario 
privilegiado y universalmente atractivo para el estudio de la neolitización, al igual que 
África Oriental lo es para la evolución humana. Antes bastante escasa y dispersa, 
ahora la base de información arqueológica se ha vuelto densa, sobre todo para los 
países del Levante que son el foco de este trabajo. 
¿Qué pasa con nuestros enfoques teóricos? Implícitamente e imponiendo tantas 
restricciones, el mismo viejo modelo 'materialista' sigue siendo dominante en la 
actualidad. Su fuerza se ve en la forma en que rige las preguntas que se plantean más 
que en las respuestas. Lo que se investiga sobre todo son los hechos de la naturalezaque pueden haber estimulado a los humanos a recurrir al cultivo y al pastoreo para 
sobrevivir. Las expediciones estadounidenses dirigidas por Robert Braidwood desde 
1950 asociaron por primera vez a numerosos científicos naturales con los arqueólogos 
en este objetivo en el Cercano Oriente. Los cereales silvestres se encuentran hoy en 
día creciendo espontáneamente en una franja semiárida que bordea el 'Creciente Fértil' 
desde el Mar Muerto hasta la meseta iraní (Fig. 1), y estaba en la parte central de la 
'zona nuclear', es decir decir en las montañas Zagros en el noreste de Irak, que 
Braidwood eligió para investigar las huellas de los primeros experimentos agrícolas. 
No los encontró, o al menos no encontró nada tan antiguo como Jericó o las otras 
comunidades campesinas que se han encontrado. 
 
El nacimiento de los dioses 6 
 
 
Higo.yoMapas de la distribución actual de cereales silvestres, según D. Zohary: r Cebada 
(Hordeum spontaneum);2escarcha (Triticum dicoccoides); 3 Einkorn (Triticum boeoticum). 
Las áreas sombreadas definen las zonas donde las especies están masivamente presentes. 
Introducción 7 
 
más recientemente en el Levante. Algún parámetro importante debe haber faltado en 
su pronóstico. Ante la manifiesta tardanza de la domesticación en relación con el 
surgimiento de un clima . ambiente botánicamente favorable hace unos 15.000 años, 
sí supuso que había cierta autonomía en los factores culturales y su propia evolución, 
pero no pudo ver lo que implicaba esta interesante intuición. 
Alrededor de 1970, se produjo una intensa renovación teórica a cargo del 
movimiento anglófono de la Nueva Arqueología. Introdujo las preocupaciones de la 
antropología estadounidense sobre los procesos que operan en las sociedades humanas 
y la evolución de sus sistemas sociales en una arqueología que hasta ese momento 
había sido demasiado simplemente descriptiva. Sin embargo, nada nuevo apareció con 
respecto a nuestro tema central. Cuando uno de los principales teóricos afirma que la 
cultura en el hombre es sólo 'la suma de sus medios extrasomáticos de adaptación a su 
medio',1 no sorprende que el medio natural tome la iniciativa en el diálogo. Eso 
significa que los cambios sociales y culturales deben ser provocados por aquello que 
dentro de nosotros está enraizado más profundamente en nuestra naturaleza biológica 
y es más sensible a sus cambios, es decir, nuestro cuerpo y su necesidad de alimento. 
Esta 'ecología', que sólo confirmó la dirección de la investigación iniciada por Childe, 
sigue estando en la base de la mayor parte de las preguntas que se plantean. 
Así que esta concepción, fundada en premisas 'materialistas' no verificadas sobre 
naturaleza humana, no es más que una postulación, es decir, en una perspectiva 
verdaderamente científica, no es más que una hipótesis a examinar. Se sabe que los 
principales avances científicos provienen no tanto de la acumulación lineal de nuevos 
hechos como del cuestionamiento periódico de sus premisas menos criticadas. la 
arqueología sólo que confirma lo que ya 'sabíamos' desde mediados del siglo XIX, o 
se confunde ciencia con ideología. Se puede agregar que tal estancamiento en el 
conocimiento es de poco valor para la filosofía y la historia, ya que no es al proyectar 
nuestras propias obsesiones económicas por una línea punteada hacia el pasado como 
comprenderemos mejor qué las trajo a la existencia. 
Ahora, sin embargo, se hacen oír varias voces que subrayan que el modelo 
dominante no lo explica todo. A partir de 1955, Jean Perrot excavó en el valle del 
Jordán (Eynan Mallaha) una aldea de cazadores-recolectores, un asentamiento dos 
milenios más antiguo que cualquier cultivo o pastoreo; Siguieron otros 
descubrimientos del mismo tipo. Un fenómeno sociológico importante, el 
asentamiento en comunidades aldeanas, se vio así apartado de su estatus teórico 
tradicional como consecuencia de la economía productiva de la agricultura. Hemos 
demostrado que cambios importantes en la ideología, una especie de "revolución del 
simbolismo", también precedieron a la adopción de una economía agrícola. La 
Revolución Neolítica, una reacción en cadena donde cada sector de la vida humana en 
algún momento se encuentra transmutado, cuando se estudia dónde nació, ya no 
parece seguir la secuencia esperada en la sucesión de componentes cambiantes: las 
transformaciones culturales en particular se niegan a mantener su lugar en una 
'superestructura' basada en cambios económicos, una estratigrafía enloquecida a veces 
infligida a lo esperado orden de causa y efecto. Este 
 
El nacimiento de los dioses 8 
hace esencial una relectura general de la información disponible en lugar de enyesar a 
corto plazo las grietas en la teoría existente. 
A través de esta relectura intentaré esbozar en las páginas que siguen una opción 
teórica muy diferente, sin ocultar que quedará mejor sustentada en el futuro, pues los 
hechos que podrían sustentarla no siempre han sido observados con atención. atención 
suficiente. Es cierto que a menudo se puede 'ver' sólo lo que se cree que se busca, y 
nada nos inhibe más a este respecto que un presupuesto dogmático tan sumergido en el 
inconsciente del buscador que su veracidad ni siquiera plantea un problema. Si 
logramos sacudir algunos de estos pseudo-hechos a medida que avanzamos, la empresa 
habrá logrado su objetivo. 
PARTE 1 
Los orígenes de la agricultura. 
 
1 
 
 
Entorno natural y culturas humanas en vísperas 
del Neolítico 
 
 
Cuando la gente busca explicar la precocidad de la Revolución Neolítica en el 
Cercano Oriente en relación con otras regiones del mundo, son las condiciones 
ambientales notablemente favorables las que se invocan con mayor frecuencia. Lo que 
todavía se llama el 'Creciente Fértil', los mansos van desde el Mar Muerto hasta la 
meseta iraní, entre las cumbres de las montañas Líbano y Amanus y las montañas 
orientales Tauro y Zagros por un lado y el interior del desierto por el otro, es una zona 
intermedia de llanuras sedimentarias y serranías muy propicias para la vida humana, 
cubierta por una densa vegetación esteparia ya menudo boscosa, y frecuentada por 
una abundante y variada fauna silvestre. Allí se encuentran la mayoría de las especies 
botánicas y zoológicas que domesticaron los pueblos del Neolítico: no sólo los 
cereales, 
Sin embargo, si bien esta concentración de especies útiles es notable en sí misma, la 
Cercano Oriente está lejos de poseer derechos exclusivos sobre muchos de ellos: la 
escanda salvaje ha cruzado los estrechos entre Asia y Europa y también se encuentra 
en Macedonia, los uros y los jabalíes eran prácticamente omnipresentes a finales del 
Pleistoceno en casi toda la cuenca del Mediterráneo. , y las lentejas silvestres 
avanzaban en la Europa templada. Sin embargo, estas especies no parecen haber sido 
domesticadas en estas otras regiones. En el mismo Cercano Oriente, fueron 
explotados durante mucho tiempo por las estrategias tradicionales de caza y 
recolección, mucho antes de que la gente comenzara a controlar su reproducción. 
 
El cambio climático en vísperas del Neolítico 
El componente biológico del dedo del pie del medio ambiente, es cierto, no es la única 
causa. Es en sí mismo el producto del cambio climático.1 Los cereales, que son 
particularmente importantes, sólo podrían haber ocupado su hábitat ecológico actual 
desde el final del período Pleistoceno, hace unos 15.000 años, como una consecuencia 
entre otras de un proceso más general. : el calentamiento global del clima al final del 
período glacial. Sin embargo, si esta evolución climática fue mundial, el Cercano 
Oriente experimentó una versión singular del evento. Por un lado, teniendo en cuenta 
su latitud y la distancia a las zonas glaciares, el Near. Oriente nunca había conocido 
los rigores del frío que se sentía más al norte en el Paleolítico europeo. Por otra parte,Yo 
 
Los orígenes de la agricultura. 12 
 
 
el proceso hacia la situación climática actual fue progresivo, es decir, menos 
traumático para la humanidad que en algunas otras partes del planeta. 
En Europa, el proceso de calentamiento había comenzado hace unos 20.000 años, 
pero se vio frenado por el mantenimiento de las condiciones climáticas frías que 
caracterizan el episodio glacial final, conocido como Würm IV o simplemente Glacial 
Final. Se piensa que el derretimiento de los mares interiores de hielo polar, que habían 
atrapado enormes cantidades de agua en forma de hielo hasta ese momento, habría 
tenido el efecto no solo de elevar el nivel del mar y de sumergir grandes superficies de 
la tierra habitada, sino también, a través de la multiplicación de los icebergs, del 
enfriamiento del propio océano y de la tierra que bordea los ríos. Fue así como 
Francia, por ejemplo, conoció un paisaje de tundra, frecuentado por manadas de renos, 
la fauna típica de la Glaciación Final, y fue así como la cultura magdaleniense 
desarrolló una notable adaptación a este nuevo paisaje, bastante comparable con la de 
los pueblos inuit de hoy. El reno toe, la especie más cazada y que se volvió bastante 
familiar, fue seguida en sus migraciones estacionales. Esta adaptación fue 
aparentemente demasiado absoluta, porque los magdalenienses no sobrevivier on a 
posteriores cambios de clima. A medida que avanzaba el regreso a un clima más 
cálido, en lugar de quedarse donde estaban, los magdalenienses prefirieron seguir a los 
renos mientras sus rebaños se retiraban hacia las llanuras escandinavas. En la Europa 
templada, ya bastante boscosa y dividida por lagos y marismas, se vería que la forma 
de vida mesolítica sobrevive, en pequeños grupos culturales aislados, en comunidades 
que fueron forzosamente reducidas por el éxodo magdaleniense. seguido en sus 
migraciones estacionales. Esta adaptación fue aparentemente demasiado absoluta, 
porque los magdalenienses no sobrevivieron a posteriores cambios de clima. A medida 
que avanzaba el regreso a un clima más cálido, en lugar de quedarse donde estaban, 
los magdalenienses prefirieron seguir a los renos mientras sus rebaños se retiraban 
hacia las llanuras escandinavas. En la Europa templada, ahora bastante boscosa y 
dividida por lagos y marismas, se vería que la forma de vida mesolítica sobrevive, en 
pequeños grupos culturales aislados, en comunidades que fueron forzosamente 
reducidas por el éxodo magdaleniense. seguido en sus migraciones estacionales. Esta 
adaptación fue aparentemente demasiado absoluta, porque los magdalenienses no 
sobrevivieron a posteriores cambios de clima. A medida que avanzaba el regreso a un 
clima más cálido, en lugar de quedarse donde estaban, los magdalenienses prefirieron 
seguir a los renos mientras sus rebaños se retiraban hacia las llanuras escandinavas. En 
la Europa templada, ya bastante boscosa y dividida por lagos y marismas, se vería que 
la forma de vida mesolítica sobrevive, en pequeños grupos culturales aislados, en 
comunidades que fueron forzosamente reducidas por el éxodo magdaleniense. los 
magdalenienses prefirieron seguir a los renos mientras sus rebaños se retiraban hacia 
las llanuras escandinavas. En la Europa templada, ya bastante boscosa y dividida por 
lagos y marismas, se vería que la forma de vida mesolítica sobrevive, en pequeños 
grupos culturales aislados, en comunidades que fueron forzosamente reducidas por el 
éxodo magdaleniense. los magdalenienses prefirieron seguir a los renos mientras sus 
rebaños se retiraban hacia las llanuras escandinavas. En la Europa templada, ya 
bastante boscosa y dividida por lagos y marismas, se vería que la forma de vida 
mesolítica sobrevive, en pequeños grupos culturales aislados, en comunidades que 
fueron forzosamente reducidas por el éxodo magdaleniense. 
Nada de este tipo ocurrió en el Cercano Oriente. Entre el 20.000 y el 16.000 a. C., 
el clima frío de la fase Glacial Final se hizo sentir, pero con menos fuerza que en 
Europa, y fue seguido por un recalentamiento constante e ininterrumpido. Sin 
embargo, los procesos particulares son apropiados en el norte de África y el oeste de 
Asia: dependen de fenómenos ciclónicos y un régimen de vientos que en sí mismos 
determinan los patrones de lluvia, en lugar de la temperatura global general. Estos son 
de gran importancia en esta latitud; y debido a ellos, las 'crisis climáticas'2 regionales 
pueden hacer que diferentes subregiones sean bastante singulares desde el punto de 
vista de sus niveles de precipitación. Así, el Cercano Oriente, desde las montañas 
Zagros hasta el Golfo, permanecería semidesértico hasta hace unos 9.000 años, no 
solo porque la región del Golfo, un conservador natural de las precipitaciones, había 
estado seco durante mucho tiempo, sino también por la ausencia del monzón de 
verano que trae las lluvias del Océano Índico.3 Más al oeste, en cambio, el Levante, 
mejor regado gracias a los vientos del Mediterráneo, había escapado a esta aridez. Un 
episodio mucho más húmedo que el actual continuó entre el 16.000 y el 13.000 a. C., 
cuando regiones normalmente muy áridas, como el Sinaí, el Negev y el desierto de 
Siria, vieron aflorar innumerables campamentos de cazadores-recolectores de la 
cultura 'Geometric Kebaran'. Cuando los climatólogos coinciden en detectar una 
desecación climática en el período natufiense hacia el 12.500 aC, en realidad se estaba 
instaurando una situación bastante similar a la actual. mejor regada gracias a los 
vientos del Mediterráneo, había escapado a esta aridez. Un episodio mucho más 
húmedo que el actual continuó entre el 16.000 y el 13.000 a. C., cuando regiones 
normalmente muy áridas, como el Sinaí, el Negev y el desierto de Siria, vieron aflorar 
innumerables campamentos de cazadores-recolectores de la cultura 'Geometric 
Kebaran'. Cuando los climatólogos coinciden en detectar una desecación climática en 
el período natufiense hacia el 12.500 aC, en realidad se estaba instaurando una 
situación bastante similar a la actual. mejor regada gracias a los vientos del 
Mediterráneo, había escapado a esta aridez. Un episodio mucho más húmedo que el 
actual continuó entre el 16.000 y el 13.000 a. C., cuando regiones normalmente muy 
áridas, como el Sinaí, el Negev y el desierto de Siria, vieron aflorar innumerables 
campamentos de cazadores-recolectores de la cultura 'Geometric Kebaran'. Cuando 
los climatólogos coinciden en detectar una desecación climática en el período 
natufiense hacia el 12.500 aC, en realidad se estaba instaurando una situación bastante 
similar a la actual. Cultura geométrica de Kebaran. Cuando los climatólogos coinciden 
en detectar una desecación climática en el período natufiense hacia el 12.500 aC, en 
realidad se estaba instaurando una situación bastante similar a la actual. Cultura 
geométrica de Kebaran. Cuando los climatólogos coinciden en detectar una 
desecación climática en el período natufiense hacia el 12.500 aC, en realidad se estaba 
instaurando una situación bastante similar a la actual. 
En ese momento, hace 12.000 años, la gente del Cercano Oriente hasta su neolito 
En lo que se refiere a la civilización, ya conocían desde hacía varios milenios 
condiciones naturales excepcionalmente clementes: estaban al abrigo de las más 
severas variaciones de temperatura, de las destructivas transgresiones marinas que en 
otros lugares acompañaron el ascenso 
Entorno natural y culturas humanas. yo 
 
en los niveles del mar, porque la cadena costera de colinas del Levante protegía las 
tierras del interior, y estaban protegidas de la persistente aridez del Medio Oriente. Sin 
embargo, este entorno benévolo no explica en modo alguno la transformación 
fundamental que describiremos. De hecho, puede haber favorecido una economía 
prolongada de caza y recolección en lugar de la estrategia de producción agrícola que 
seguiría. La historiaclimática, como la lista de posibles domesti cados, explica hasta 
cierto punto ciertas modalidades del proceso de neolitización en esta parte del mundo 
más que lo que realmente desencadenó el proceso en sí. Así se puede entender por qué 
se puede decir que las montañas Zagros y la Baja Mesopotamia están retrasadas en 
relación con las regiones de la fachada mediterránea: el Creciente Fértil tardó mucho 
en extenderse hasta su extremo oriental. Un terreno demasiado árido constituye un 
obstáculo, pero las condiciones favorables juegan un papel permisivo. Recapitulemos 
ahora una vez más los últimos milenios del período Pleistoceno, esta vez examinando 
lo que la gente hizo con esas circunstancias. 
 
Evolución cultural antes del 12.500 a. C. 
La importancia del dedo del pie del Cercano Oriente en la prehistoria no comienza 
con el Neolítico. Soldado a África por la península arábiga, hace un millón de años el 
Cercano Oriente fue adoptado por la primera humanidad (Hamo erectus) en su 
difusión hacia Asia y Europa y alejándose de su cuna africana. También por el 
Levante debió transitar nuestro prójimo Hamo sapiens sapiens. Tenía una morfología 
completamente moderna, también había venido de África y está bien fechado en Israel 
(en Qafzeh) hace unos 90.000 años. En el área de la evolución de la habilidad técnica, 
se le atribuye la invención de las industrias de cuchillas en piedra tallada, datadas en 
el sitio del oasis sirio de El Kowm hace 80.000 años, el comienzo mismo del 
Paleolítico Medio. Este método de trabajar el pedernal produjo espacios en blanco 
largos de lados paralelos, llamados cuchillas por los arqueólogos; 
En el Paleolítico Superior, el Auriñaciense levantino, fechado entre 45.000 y 20.000 
años, muestra estrechos paralelismos con el Auriñaciense europeo, con el que 
debieron existir contactos. Las herramientas y armas de piedra y hueso comenzaron a 
diversificarse y especializarse para tareas particulares. Está claro, sin embargo, que la 
'tendencia microlítica' apareció en el Cercano Oriente desde el período Auriñaciense, 
mucho antes que en cualquier otro lugar. La producción de Microlitos es una técnica 
avanzada que se encuentra en muchas partes del mundo y que reduce el peso de las 
armaduras de pedernal, reduciéndose los pedernales a elementos muy pequeños que se 
montaban como compuestos en herramientas de otros materiales (madera o hueso). 
Sin embargo, en el período siguiente, Cuando la cultura solutrense florecía en el oeste 
de Europa con sus brillantes habilidades en tecnología lítica y creatividad artística, el 
Kebaran del Levante estaba muy lejos de lograr un florecimiento comparable. 
Encontrado más a menudo hasta ahora en cuevas y refugios naturales en la fachada 
mediterránea del Levante y el sur de Anatolia que en las regiones del interior, que 
fueron quizás menos hospitalarias durante un episodio climático relativamente frío y 
seco, el Kebaran perpetúa y desarrolla la tradición microlítica que había heredado: casi 
toda su caja de herramientas estaba formada por finas hojas o 
 
Los orígenes de la agricultura. 14 
 
láminas que comenzaron a tomar formas geométricas (triángulos escalenos en 
particular), en una línea directa de descendencia que conduce, hacia el 15.000 aC, al 
'Geometric Kebaran'. Pero sus comunidades parecen haber sido pequeñas, sus 
creaciones materiales de rango limitado, su trabajo con huesos raro y la producción de 
obras de arte ausente. El Cercano Oriente parece dar testimonio en ese momento de 
nada más que una etapa evolutiva avanzada. Al menos eso es lo que parece si 
seguimos los criterios que se utilizan generalmente para evaluar las culturas humanas 
en términos de su desempeño técnico. 
El Kebaran geométrico, que sigue al Kebaran entre aproximadamente 15.500 y 
12.500 a. C., lleva hasta el punto de la extravagancia, como sugiere su nombre, la 
tendencia a la geometría, sus armaduras microlíticas están formadas principalmente en 
forma de rectángulos o trapecios. La mejora climática, como hemos visto, abre todo el 
Levante a esta cultura, presente desde el Éufrates hasta el Sinaí, y desde el 
Mediterráneo hasta los oasis del desierto. Los campamentos en cuevas se vuelven 
raros, pero existen numerosos sitios al aire libre, lo que sugiere la existencia de 
comunidades más sólidas que antes y menos móviles: los 'campamentos base' alcanzan 
áreas de 2.000 m2, con indicaciones de zonificación de actividades que sugieren 
relativa estabilidad.5 Se conocen varios ejemplos de estructuras habitacionales 
construidas en depresiones circulares, especialmente en Kharaneh en Jordania y en el 
Sinaí. Hasta ahora, estas 'casas redondas' se han encontrado solo una vez en lo que se 
considera el territorio central de Kebaran, a saber, en Ein Gev en Israel y en la cueva 
de Jiita en el Líbano. Todavía no son suficientemente numerosos para formar pueblos, 
pero prefiguran lo que serán los pueblos natufienses del período siguiente. Al mismo 
tiempo, los equipos para machacar y moler (morteros), que durante mucho tiempo se 
pensó que eran una innovación natufiana, hacen su primera aparición en el período 
Geométrico Kebaran. 
Todo esto es testigo de una maduración cultural progresiva, donde la mejora en el 
conjunto de herramientas de piedra está, naturalmente, acompañada de una mejora en 
el entorno de vida. Lo que 'caracteriza' un período está casi siempre prefigurado en el 
período que lo precede. El florecimiento cultural de las últimas culturas cazadoras-
recolectoras que contribuirían a la cultura natufiense fue producto de esta continuidad. 
2 
 
 
Los primeros pueblos preagrícolas: los 
natufienses 
 
 
Entre aproximadamente 12.500 y ro.000 a. C., la cultura natufiense se extendió por 
casi todo el Levante, desde el Éufrates hasta el Sinaí (Fig. 2). Toe Natufian ha sid o 
considerado durante mucho tiempo como el período fundamental en el que se preparó 
el proceso de neolitización. Eso ha sido tradicionalmente entendido como el proceso 
en el curso del cual las comunidades humanas pasaron de la caza y la recolección a la 
producción de su base de subsistencia. En la década de 1930, el cambio directo y 
precoz a la agricultura se atribuyó a los natufienses. La excavación de Eynan-Mallaha, 
una aldea en el alto valle del Jordán, iniciada en 1955, mostró que la subsistencia aún 
dependía de la caza y la recolección, pero introdujo la nueva idea del sedentarismo 
preagrícola en el Cercano Oriente. Otros descubrimientos en el sur de Levante y en el 
valle del Éufrates pronto produjeron confirmación. La ausencia de información 
paleobotánica sobre la estrategia de subsistencia de los natufianos en ese momento fue 
compensada por su aparente concentración en la zona semiárida donde los cereales 
silvestres tenían su hogar. Eso, junto con la presencia de pozos de almacenamiento en 
Eynan, sugería que estos pueblos debían definirse no solo como las primeras 
comunidades sedenarias del Levante, sino como 'cosechadores de cereales', es decir, 
auténticos especialistas que al hacer estas plantas un recurso esencial se había 
preparado para su próximo paso adelante. 
Se intensificó la investigación. Equipos de muchos países diferentes multiplicaron 
el número de excavaciones y presentaron sus resultados. Se perfeccionó su análisis de 
la cultura material y se comenzó a realizar el análisis de los restos paleobotánicos. 
Como resultado, ahora tenemos una imagen de Natufian que ha cambiado mucho. 1 
Primero, en el plano cultural: cuando se describió por primera vez como restringida 
a una zona que incluía solo el sur de Levante (Monte Carmelo y el valle del Jordá n), la 
cultura natufiana parecía presentar un conjunto definido de características asociadas 
regularmente. se descubrieron estaban en asentamientos abiertos y agrupados, 
calificándose así como 'aldeas'; eran semisubterráneos y se construían en pozos 
circulares poco profundoscuyos lados estaban sostenidos por muros de contención de 
piedra seca; tenían uno o dos hogares y rastros de círculos concéntricos de postes que 
atestiguan (en Eynan-Mallaha) la construcción de un armazón realmente robusto para 
sostener el techo (lám. 1). En el conjunto de herramientas líticas, los microlitos 
geométricos ahora toman la forma de segmentos de un círculo, en estricto contraste 
con los trapecios o triángulos del Geométrico Kebaran, pero siguen armando 
herramientas compuestas para la caza o la pesca. Un componente importante son las 
herramientas pesadas de piedra molida (morteros profundos, manos de mortero y 
ocasionalmente piedras de molino) que fueron diseñadas para machacar y moler. Por 
encima de todo, hay una notable industria ósea 
 
15 
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Damasco 
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250km 
SINAI 
Los orígenes de la agricultura. dieciséis 
Fig. 2 Mapa de yacimientos natufienses, 12.500-10.000 a. C., 12.000-10.300 a. C. 
 
(anzuelos, arpones tanto de púas como simples, los cuerpos de herramientas 
compuestas, instrumentos de corte y varios objetos perforados) que solo pueden 
compararse con el Magdaleniense de Europa por su alto grado de elaboración. Los 
entierros individuales o colectivos, tanto primarios como secundarios, se enterraban 
debajo de las casas o se agrupaban al aire libre en cementerios genuinos. Toe dog, el 
único animal domesticado en este momento, algunos 
 
 
 
La primera preagricultura/pueblos: los natufienses 17 
 
veces acompañó a su amo en la tumba, tanto en Mallaha como en Hayonim, 
permitiéndonos una visión de entierros que por primera vez son apoyados por 
prácticas sacrificiales.3 Algunos de los cuerpos enterrados también produjeron 
elaborados ornamentos compuestos de conchas (especialmente de dentalium ) y 
hueso. A finales del período natufiense se realizan algunos ornamentos en piedra 
pulida, donde aparece precozmente la técnica del pulido por abrasión que siempre se 
ha tomado como característica del Neolítico.4 Existen objetos de arte portátiles, 
algunos naturalistas, algún esquema, en hueso o en piedra, cuyo tema es 
esencialmente zoomórfico (Fig. 3); representan pequeños herbívoros, ciervos o 
gacelas, pero muy raramente formas humanas, estas últimas representadas de forma 
resumida sin indicación de sexo. 
Se notó muy temprano que, en el transcurso de los 2.500 años que los Natufian 
duró, hubo un claro desarrollo de la cultura a través del tiempo en la dirección de la 
simplificación. Por ejemplo, se produjo una reducción progresiva de sus elementos 
más sofisticados5, que se manifiesta tanto en la forma de retoque de los útiles 
microlíticos como en el empobrecimiento de la industria ósea, que pierde sus útiles 
más complejos, y en la casi desaparición del arte portátil. objetos. Este desarrollo 
cultural ha sido confirmado por un trabajo reciente en la zona mediterránea del sur de 
Levante. 6 Aún más evidencia ha venido de la extensión de la investigac ión al Negev, 
Jordania y el norte de Levante, que ha demostrado que estas regiones pueden 
proporcionar un indi comparable cation7 y también sugiere la extensión de una cultura 
única y única a todo el Levante. Es cierto que solo las fases recientes y finales del 
Natufian son bien conocidas en estas regiones, gracias a la excavación de sitios en el 
Negev (Rosh Zin y Rosh Horesha) y en la región del Éufrates medio sirio (Abu 
Hureyra y Mureybet). La fase más antigua de la cultura, aunque se conoce su 
presencia a partir de estudios de superficie en el Líbano y Siria,8 es mucho menos 
conocida. 
A medida que se avanza desde la zona mediterránea relativamente bien regada, 
donde los arqueólogos definieron inicialmente el Natufiense, hacia el país estepario 
del interior, es de esperar que la forma de vida cambie con el paisaje. Si bien está bien 
establecido para las zonas más húmedas de Israel, la ocupación de aldeas sedentarias 
es menos segura para los sitios del Negev o del sur de Jordari (Beidha), que se 
encuentran en un ambiente más árido y que carecen de entierros; quizás estos sitios 
fueron ocupaciones estacionales. Es muy probable que sea el caso contrario en el 
Éufrates medio, donde la ausencia de enterramientos en Abu Hureyra y Mureybet 
podría explicarse por la excavación de áreas demasiado pequeñas de estos períodos 
tempranos. 
Sin embargo, la retención de los 'primeros pueblos' como un rasgo esencial del 
natufiense se justifica por la evidencia y la relativa novedad del fenómeno. Pero eso 
no significa que todos los natufianos fueran aldeanos. En la zona costera muchos 
pequeños sitios de superficie indican campamentos efímeros utilizados por pequeños 
grupos. Estos grupos podrían haber emanado de los pueblos donde, dado que su 
territorio estaba fijado, la búsqueda de alimentos debía permanecer relativamente 
itinerante, por falta de cultivo. Pero es más probable que en 
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1 
 
Los orígenes de la agricultura. 18 
 
 
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Fig. 3 Objetos de arte de los primeros natufienses en el sur de Levante que representan pequeños rumiantes: 
empuñaduras para cuchillos del Monte Carmelo (r, 3, 5); estatuilla de hueso de Nahal Oren (2);estatuilla de 
piedra del desierto de Judea (4). Después de D. Garrod, M. Stekelis yrNeuville. 
 
las zonas esteparias, más secas y menos ricas en alimentos vegetales, habría seguido 
siendo la regla un nomadismo más radical. Además, es allí donde los segmentos de 
pedernal, que se relacionan con actividades cinegéticas,9 son los más numerosos y 
donde se muestran las 'cuchillas lustradas' que se relacionan con el corte de tallos de 
plantas. El modelo del dedo del pie del pueblo sedentario de Natufian permanece 
confinado a los entornos más ricos, las regiones costeras, 
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4 
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5 
Los primeros vülages preagrícolas: los natufienses I9 
 
los bordes de ríos o lagos, donde el aporte regular de recursos acuáticos (peces, crustáceos, 
aves acuáticas, etc.), siempre bien representados en los restos faunísticos, ayudaba a hacer 
viable y estable la ocupación durante todo el año.10 
La economía de Toe Natufian en general se ha definido como una economía de caza 
y recolección de "amplio espectro", es decir, una estrategia muy ecléctica que explotó 
una variada selección de recursos alimenticios silvestres. Los primeros ejemplos de 
ocupación sedentaria parecen respaldarse en esta variedad, con recursos 
suficientemente repartidos a lo largo del año para hacer innecesarias las expediciones 
de recolección de alimentos a largas distancias. Este modelo, antes bastante hipotético, 
parece consolidarse con el progreso de la experiencia de excavación. 
Sin embargo, este es un punto muy importante donde podemos modificar nuestras 
concepciones: es aquí donde uno puede aprender que es posible discernir 'preferencias 
culturales' operar en los márgenes de ese eclecticismo, en el área de la carne a favor de 
la caza de gacelas y entre las plantas cosechadas para cereales. Si siempre hay gacelas 
representadas entre los restos faunísticos es porque la gacela estuvo ornnipresente en 
todo el Levante. Basta con que haya sido un poco menos abundante que otros animales 
en cualquier localidad, y que estas otras especies dominen efectivamente los desechos 
de la cocina (por ejemplo, la cabra en Beidha y las aves en Hayonim). No había, pues, 
ningún «filtro cultural» (DO Henry) a favor de la gacela; menos aún hubo intentos de 
domesticación de la especie, 
El caso de los cereales es aún más elocuente. En Abu Hureyra entre rr,ooo y10,000BC 
los natufienses cosecharon intensamente cereales silvestres. Sin embargo, al final de la 
ocupación de este sitio,11como con el natufiense final de Mureybet,12estas plantas se 
volvieron raras y fueron otras especies (hierba nudo (Pol,ygonum)y arveja de 
leche(Astrágalo))que

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