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Poblacion, economia de Sudáfrica

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SUDÁFRICA
	
	
	POBLACIÓN
Sudáfrica tiene una población (según estimaciones para 2008) de 43.786.115 habitantes, de los que aproximadamente el 75% son negros africanos, el 13,6% blancos, el 8,6% mestizos (llamados coloureds) y el 2,6% asiáticos. La población negra cuenta con nueve grupos étnicos: zulú, xosa, tswana, venda, sotho, ndebele, tsonga, suazi y pedi. Los zulúes constituyen el grupo más numeroso, con un 20% de la población total. Los blancos son en su mayoría descendientes de colonos británicos, holandeses, alemanes y franceses hugonotes (protestantes). La población de ascendencia holandesa, los afrikáners o bóers, forman alrededor del 60% de la población blanca. La población mestiza, que se concentra principalmente en las ciudades de la provincia de El Cabo, está compuesta sobre todo por descendientes de negros y afrikáners. Los asiáticos son mayoritariamente de ascendencia india y viven fundamentalmente en la provincia de KwaZulu-Natal; entre la población asiática se engloba un pequeño grupo de malayos residentes en las provincias de El Cabo.
Desde 1948 hasta los primeros años de la década de 1990, el gobierno de Sudáfrica practicó una política de fuerte segregación racial conocida como apartheid; su propósito era garantizar la dominación social y política de la minoría blanca sobre el resto de la población. Desde el primer asentamiento blanco en 1652, la segregación racial ha sido parte del modelo social y económico del país en un intento de los blancos por imponer lo que consideraban superioridad de su raza y su cultura. En el siglo XX, la segregación comenzó a ser un programa explícitamente formulado en toda Sudáfrica. La ley sobre las tierras nativas de 1913, que delimitaba las zonas rurales de residencia y propiedad para europeos y no europeos, fue una de las primeras manifestaciones de esta política segregacionista; esta ley y otras posteriores de 1936 establecían que la población negra (más del 75% de la población) fuera propietaria de sólo el 13% de la tierra. En 1960 fueron abolidos los pocos derechos políticos que poseían desde 1948. A principios de la década de 1970, el gobierno estableció diez bantustanes para negros, que fueron la principal residencia de estos grupos étnicos; cuatro de estos bantustanes se declararon independientes aunque prácticamente no gozaron del reconocimiento internacional, excepto el de Sudáfrica. A finales de la década de 1980 y principios de 1990, las presiones internas y externas obligaron al gobierno a desmantelar la base legal del apartheid.
	
	
	Divisiones administrativas
Hasta 1994, Sudáfrica estuvo dividida en cuatro provincias (El Cabo, Natal, el Estado Libre de Orange y el Transvaal), además de diez bantustanes para la población negra. En 1994 entró en vigor un texto constitucional con carácter provisional, al que años más tarde se le realizaron algunas modificaciones, al tiempo que se celebraron las primeras elecciones plenamente democráticas, por el que se estableció la división de Sudáfrica en nueve provincias (con su respectiva capital entre paréntesis): Gauteng (Johannesburgo), Limpopo, antes conocida como Septentrional y Transvaal de Norte (Polokwane), Mpumalanga (Nelspruit), Noroeste (Mmabatho), Estado Libre (Bloemfontein), KwaZulu-Natal (Pietermaritzburg), El Cabo Oriental (Bisho), El Cabo Septentrional (Kimberley) y El Cabo Occidental (Ciudad de El Cabo). La elección de algunas de estas capitales, como por ejemplo la de KwaZulu-Natal, sigue siendo hoy motivo de serios debates. Los antiguos bantustanes como Transkei, Bophuthatswana, Venda y Ciskei, fueron disueltos y reincorporados a Sudáfrica cuando entró en vigor la Constitución.
	
	
	Principales ciudades
Las mayores aglomeraciones urbanas de Sudáfrica; Ciudad de El Cabo (2.967.000 habitantes), la capital legislativa; Durban (3.090.122 habitantes), un destacado puerto marítimo a orillas del Índico; Pretoria (1.209.000 habitantes), la capital administrativa, también denominada Tshwane; Port Elizabeth (1.005.779 habitantes), ciudad industrial e importante puerto comercial; Soweto (858.649 habitantes); y Bloemfontein (381.000 habitantes), la capital judicial y un notable núcleo comercial de ganado. Otras ciudades destacadas del país, además de las ya mencionadas capitales provinciales, son Germiston (164.252 habitantes) donde se encuentra la mayor refinería de oro del mundo, Springs (80.776 habitantes), Mafikeng, Vereeniging, Roodepoort-Maraisburg, Boksburg, Benoni, Randfontein y East London.
Alrededor del 58% de la población de Sudáfrica vive en ciudades. Más del 25% de la población vive en el área metropolitana de Gauteng, que se extiende en un radio de 70 km alrededor de Johannesburgo. 
	
	
	Características de la población
El sistema del apartheid, dejó una profunda impronta en la sociedad sudafricana. Los blancos gozan de un nivel de vida comparable al de los países más desarrollados del mundo, pero no ocurre lo mismo con la población no blanca, en especial con los negros. Aunque éstos constituyen más del 75% de la población, sólo obtienen el 28% de los ingresos totales del país; el caso de la población blanca es justo a la inversa pues constituyen el 13% de la población y, sin embargo, disfrutan del 61% de la renta nacional. En cuanto a los asiáticos y los mestizos, los niveles de ingresos son del 4 y el 7% respectivamente, lo cual está más en proporción con su número. Esta enorme diferencia económica entre blancos y negros (unas doce veces más a favor de los primeros) es una de las mayores del mundo, y establece otras muchas diferencias en cuanto a viviendas, acceso al agua potable o electricidad, nivel de estudios, etc., que se agudizan en las zonas rurales. El desempleo está en torno al 30% de la población activa. La esperanza de vida es de 41,4 años para las mujeres y 43,3 para los varones. La mortalidad infantil es del 58‰.
Como consecuencia de las antiguas leyes de segregación, la mayoría de la población blanca se agrupa en el centro de las áreas urbanas más importantes y cerca de las zonas de negocios, mientras que los negros viven en municipios de la periferia. Como resultado, la mayor parte de los negros que trabajan en los centros de las ciudades recorren diariamente grandes distancias entre sus casas y sus puestos de trabajo. El recorrido medio es de 37 km, y no es raro pasar de dos a cuatro horas en los distintos transportes públicos.
Los granjeros blancos son propietarios de gran parte de la tierra y generan prácticamente toda la producción agrícola de Sudáfrica. A partir de 1975, ha aumentado el poder adquisitivo de algunos grupos de la población negra hasta acercarse a un nivel de vida similar al de los blancos. No obstante, durante este mismo periodo ha descendido también de una forma significativa el nivel de renta correspondiente al 40% del sector más deprimido de población negra, con lo cual la diferencia con el resto de la población se ha agudizado.
	
	
	Problemas sociales
La violencia política estuvo directamente unida al régimen de segregación, que estuvo en el poder hasta abril de 1994. A partir de esta fecha se reconoció de manera oficial que las fuerzas de orden (policía y Ejército) habían desempeñado en los últimos años de apartheid un importante papel en la represión violenta del movimiento en favor de la democratización del país. En este contexto cabe destacar, asimismo, las actividades del Partido de la Libertad Inkhata, dirigido entonces por el jefe zulú Gatsha Mangosutu Buthelezi. La abolición de las desigualdades sociales también se llevó a cabo, en algunos casos, bajo la presión ejercida mediante la práctica de algunos actos violentos por parte de los grupos anti-segregacionistas.
La carencia de vivienda para la población negra ha sido otro factor determinante; en las zonas urbanas habitadas por negros no era raro encontrar a unas 15 personas viviendo hacinadas en tres o cuatro habitaciones. Las mujeres y los jóvenes son las mayores víctimas de esta situación de desigualdad. En las zonas rurales las condiciones de vida son peores.Religión
La mayoría de población negra que se declara religiosa (45%) pertenece a las llamadas Iglesias independientes, que combinan elementos del cristianismo y de las religiones tradicionales africanas. Alrededor de un 30% de la población es cristiana protestante. La mayor parte de los afrikáners pertenecen a la Iglesia reformista holandesa, y casi la totalidad de los sudafricanos blancos que hablan inglés como lengua materna son anglicanos, metodistas, católicos o pertenecen a la Iglesia congregacionalista. En cuanto a la población asiática, la mayoría profesa el hinduismo o la religión musulmana; la población de origen judío asciende a 120.000 personas.
	
	
	Lenguas oficiales y habladas
Hay 11 lenguas oficiales en Sudáfrica: afrikáans e inglés (ambas de origen europeo); zulú, xosa, suazi, ndebele (del grupo de la lengua nguni); sotho meridional, sotho septentrional y tsuana (todas del grupo de lengua sotho); tsonga; y venda. El afrikáans es una variante del holandés, y la primera lengua de casi todos los afrikáners, así como de una gran parte de la población no blanca. El inglés es utilizado como primera lengua por los blancos y también lo hablan algunos asiáticos y negros. La mayoría de la población negra, sin embargo, utiliza dialectos de las lenguas africanas. 
	
	
	Educación
El legado del apartheid también se advirtió durante la década de 1990 en el ámbito educativo, pero poco a poco se acabó con la segregación que diferenciaba departamentos educativos en función del color de la piel y se ha establecido un sistema unificado en el que todos tienen los mismos derechos y se están erradicando las desigualdades en la formación del profesorado, en las infraestructuras y recursos de equipamiento y en las facilidades para acceder a determinadas disciplinas (informática y deportes). En 1999 el gasto estatal en educación supuso el 5,7% del total estatal. La media en todo el país es de 34 alumnos por profesor en el nivel primario. La tasa de alfabetización de la población negra está por debajo del 50% mientras que es del 100% en los blancos, siendo del 87,1% para el total de la población sudafricana.
En 2000 se inscribieron 7.444.802 alumnos en las 21.367 escuelas primarias existentes.
La tasa de escolarización en la enseñanza superior era del 15% en 2002–2003. Una vez desmantelado el apartheid, aumentó el número de estudiantes no blancos que empezó a acudir a las instituciones educativas que en su día estaban dedicadas en exclusiva a los blancos, sobre todo, las de las principales áreas metropolitanas. La mayoría de la población negra que asiste a estas escuelas pertenece a las familias de mayor nivel adquisitivo. Las instituciones, que tradicionalmente estuvieron frecuentadas por blancos, son la Universidad de Ciudad de El Cabo (1829), la Universidad de Natal (1910) en Durban y Pietermaritzburg, la Universidad del Estado Libre de Orange (1855) en Bloemfontein, la Universidad de Pretoria (1908), la Universidad de Rhodes (1904) en Grahamstown, la Universidad de Stellenbosch (1918) y la Universidad de Witwatersrand (1922) en Johannesburgo. Históricamente los estudiantes negros han acudido a la Universidad de Fort Hare (1916) en Alice, la Universidad del Norte (1959) cerca de Pietersburg, la Universidad de Zululand (1960) cerca de Empangeni, la Universidad de Medicina de Sudáfrica (1976) en Medunsa, la Universidad de Transkei (1977) en Umtata y la Universidad de Bophuthatswana (1979), en Mafikeng. En la Universidad de Western Cape (1960) en Bellville son mayoría los estudiantes mestizos o coloureds. Los asiáticos estudian en la Universidad de Durban-Westville (1961).
	
	
	CULTURA
La segregación histórica de los grupos raciales y étnicos en Sudáfrica ha promovido un desarrollo cultural desigual. Dentro de la población blanca, la cultura inglesa ha emergido de nuevo como la dominante, especialmente tras la desintegración del sistema de segregación racial impuesto por los afrikáners y el fin del aislamiento internacional que este provocó. La distinción histórica entre los afrikáners, más nacionalistas y religiosos, y los hablantes de lengua inglesa, más cosmopolitas, está disminuyendo entre los más jóvenes. La cultura negra urbana es multiétnica y ejerce cada vez mayor influencia en el ámbito internacional, como por ejemplo entre los afroamericanos. Estas influencias han aumentado, en particular, desde el final de las sanciones internacionales contra Sudáfrica que no permitían la entrada de artistas extranjeros en el país. En la mayoría de las zonas urbanas el fin del apartheid ha contribuido a crear una cultura interracial. En las zonas rurales de mayoría negra se tiende a reafirmar las tradiciones de algunos grupos étnicos. La cultura tradicional afrikáner está también más afianzada en estas áreas. En los últimos años, la comunidad formada por la población mestiza ha experimentado un nuevo sentimiento de autovaloración, que ha encontrado su máxima expresión en la literatura, el teatro y la música.
	
	
	Instituciones culturales
Casi todas las ciudades de Sudáfrica cuentan con bibliotecas públicas, la mayor de las cuales es la Biblioteca de Johannesburgo, con unos 2 millones de volúmenes. Entre otras cabe destacar la Biblioteca de África del Sur, en Ciudad de El Cabo, la Biblioteca del Estado en Pretoria y otras asociadas a instituciones de enseñanza superior.
Entre los museos destacan: el Museo Nacional en Bloemfontein, que alberga destacadas colecciones arqueológicas, paleontológicas y antropológicas; el Museo africano en Johannesburgo, con colecciones históricas y etnológicas relativas a Sudáfrica, y, en Ciudad de El Cabo, la Colección Michaelis, la Galería Nacional de Sudáfrica y el Museo de Historia Cultural Africana.
	
	
	Literatura
Sudáfrica cuenta con tres importantes tradiciones literarias, desarrolladas en inglés, afrikáans y bantú. La literatura sudafricana en inglés comienza con la publicación en 1883 de The Story of an African Farm (Historia de una hacienda africana), de Olive Schreiner. Entre los escritores posteriores cuyos temas fueron la problemática de la tierra y las gentes sudafricanas, y en particular, los de carácter político, destacan Laurens van der Post, Alan Paton, novelista y escritor de relatos cortos, Nadine Gordimer y John Michael Coetzee, ganadores del Premio Nobel de Literatura en 1991 y 2003, respectivamente, y el dramaturgo Athol Fugard. La poesía está representada por figuras de la talla de Roy Campbell, de F.T Prince y Roy McNab. 
Los escritores afrikáners han generado una poesía muy rica que encontró su máxima expresión en la década de 1930 con poetas como N. P. van Wk Louw, Uys Krige y Elisabeth Eybers. Como poeta, dramaturgo y crítico literario cabe destacar a D. J. Opperman y al poeta Breyton Breytenbach, enemigo declarado de las políticas opresivas del primer gobierno minoritario constituido por blancos. Entre los novelistas afrikáners destacan Étienne Leroux y André Brink.
Los sudafricanos negros tienen una larga y rica tradición oral. Con la llegada de los europeos, los temas tradicionales encontraron una forma de expresión escrita; en estos últimos años, un significativo número de escritores negros ha contribuido de forma importante al desarrollo de la literatura sudafricana en las principales lenguas, como el sotho, el xosa y el zulú, además del afrikáans y del inglés. Entre los escritores no blancos que tienen un lugar destacado en la literatura del siglo XX están Thomas Molofo, B. W. Vilakazi, J. R. Jolobe, Bloke Modisane, Alex La Guma y Ezekiel Mphahlele. También han destacado en la literatura africana otros como Lewis Nkosi, Christopher Hope y Peter Abrahams. 
	
	
	ECONOMÍA
Hasta la I Guerra Mundial (1914-1918), la economía suradricana estuvo basada principalmente en la minería (diamantes y oro) y en la agricultura. A partir de entonces, y en particular tras la II Guerra Mundial, en 1945, la industria se desarrolló rápidamente y hoy es un sector fundamental de la economía del país. El presupuesto nacional estimado para 2006 establecía unosingresos de 81.199 millones de dólares y unos gastos de 77.496 millones. Sudáfrica pertenece a la Unión Africana (UA) y al Banco de Pagos Internacionales (BPI).
	
	
	Agricultura
Las escasas precipitaciones y el suelo estéril hacen que las áreas aptas para el cultivo sean muy limitadas. Como resultado, alrededor del 87,1% de la superficie agrícola está dedicada a la ganadería, en especial ganado ovino, caprino, vacuno, porcino y avícola. No obstante, el país produce casi todo lo necesario para autoabastecerse. Los blancos generalmente dirigen grandes y modernas granjas, mientras que la mayoría de la población no blanca cuenta con granjas pequeñas y métodos tradicionales poco productivos. El balance agrícola anual de Sudáfrica (en 2006) era de 20,3 millones de t de caña de azúcar, 6,94 millones de t de maíz, 1,86 millones de t de patatas (papas), 2,10 millones de t de trigo, 96.000 t de sorgo y 5,69 millones de t de frutas, principalmente uvas (1.550.415 t), cítricos y manzanas. En el sector ganadero las producciones estimadas (en millones) son: 25 de ovino, 13,8 de vacuno, 6,40 de caprino, 1,62 de porcino y 127 de aves de corral.
	
	
	Silvicultura y pesca
La producción maderera en Sudáfrica procede principalmente de las distintas especies de pinos, eucaliptos y zarzos plantados siguiendo programas gubernamentales de reforestación. La corteza del zarzo, utilizada en la industria maderera, es una de las más destacadas exportaciones. La tala en 2006 fue de 30,1 millones de metros cúbicos.
La pesca costera tanto para el mercado interior como para la exportación a otros países es una de las industrias más importantes. La mayor parte de la pesca se procesa para su consumo. En 2005 el volumen de capturas totales fue de 830.369 toneladas, principalmente en la costa occidental, más productiva debido a la corriente de Benguela. Los peces demersales (que viven en la zona marina más próxima al fondo) suponen la mitad de las capturas. Destacan algunas especies de merluza, boquerón, sardina, arenque y caballa.
	
	
	Industria
La industria minera ha sido el subsector más importante de la economía sudafricana desde el siglo XIX, cuando comenzó la producción de oro y diamantes a gran escala. No se conocen grandes depósitos de petróleo, pero sí de aceite y gas, producidos de forma sintética a partir del carbón.
Antes de la I Guerra Mundial, el sector fabril era de menor importancia que la minería y la agricultura. A partir de la II Guerra Mundial, tuvo lugar una sustancial expansión de la industria; en 2006 este sector contribuyó al 30,9% del producto interior bruto (PIB). La mayor parte del capital invertido era privado tanto nacional como extranjero, aunque el gobierno también desempeñó un papel importante. Las industrias más importantes son las de productos químicos, alimentos procesados y bebidas, equipamiento de transporte y metalúrgicas del hierro y del acero. Los principales centros industriales son Ciudad de El Cabo, la región de Witwatersrand (Johannesburgo), Durban y Port Elizabeth.
	
	
	Energía
Casi toda la energía de Sudáfrica se produce en plantas térmicas, muchas de las cuales son incineradoras de carbón. En 2003 el país contaba con una producción anual de 215.880 millones de KWh. Sólo la mitad de las viviendas del país disponen de electricidad, pero se están llevando a cabo programas de electrificación y el gobierno espera facilitar luz a 2,5 millones de casas rurales para 2015, instalando colectores solares.
	
	
	Moneda y banca
El rand, dividido en 100 céntimos, es la moneda oficial de Sudáfrica (6,80 rand equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El Banco de Reservas Sudafricano (1920) es el único banco emisor de moneda, aunque el país cuenta con otros muchas entidades bancarias de comercio, de ahorro y de inversión. La Bolsa de Johannesburgo, fundada en 1887, desempeña un papel financiero muy importante.
	
	
	Comercio exterior
A principios de la década de 1990, las exportaciones anuales de Sudáfrica, eran mayores que las importaciones, por las enormes ganancias que suponía la venta de oro al extranjero. En 2004 las exportaciones anuales se estimaron en 40.206 millones de dólares y las importaciones en 47.794 millones. El 22% del valor anual de las exportaciones se debe a la minería, principalmente de oro, aunque también se exportan metales y sus derivados, productos alimenticios, diamantes y otras piedras preciosas, hierro, acero y compuestos químicos. Las importaciones se centran principalmente en maquinaria, equipamientos eléctricos y de transporte, compuestos químicos y artículos alimenticios. Entre sus socios comerciales destacan Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Suiza, Italia, Canadá y los Países Bajos.
	
	
	Transporte
El sistema de transporte ferroviario une los principales centros y está controlado por la Agencia Gubernamental de Servicios de Transportes de Sudáfrica, de carácter estatal. En 2006 esta agencia controlaba cerca de 20.247 km de líneas férreas. El país estaba también comunicado por 275.971 km de carreteras, de las que el 21% estaban completamente pavimentadas, y había 144 vehículos por cada 1.000 habitantes. La compañía aérea más importante es la South African Airways, aunque también operan otras compañías extranjeras. El aeropuerto de mayor actividad es el de Johannesburgo y los principales puertos marítimos son los de Ciudad de El Cabo, Mossel Bay, Port Elizabeth, East London, Durban, Saldanha y Richards Bay. Las vías de comunicación interior no son de gran importancia comercial.
	
	
	Comunicaciones
Los servicios postales, telegráficos y telefónicos son controlados por el Estado. Las estaciones de radio están también bajo dirección estatal y emiten muchos programas en las lenguas africanas nativas. Las emisiones televisivas comenzaron en 1976. El país cuenta con 18 periódicos, la mayoría de los cuales se publican en inglés; entre ellos sobresalen el Die Burger (afrikáans) de Ciudad de El Cabo, The Star (inglés) de Johannesburgo y The Sowetan (inglés) distribuido entre los municipios de población negra mayoritaria.
	
	
	Trabajo
Los principales organismos de este sector son el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica, el Ministerio Nacional de Sindicatos, la Confederación de Trabajadores de Sudáfrica y la Federación de Sindicatos de Sudáfrica. A finales de la década de 1970, la población negra inició la creación de sus propios sindicatos, mientras que algunos sindicatos no aceptaron otros miembros que no fueran blancos. La mayoría de los trabajadores negros de las fábricas y minas tienen contratos de carácter temporal, y algunos de estos trabajadores son de países vecinos. La tasa de desempleo es el 33% de la población activa, que en 2002 superaba los 18 millones.

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