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La Habana, 2012 Edición y corrección: Lic. María Luisa Acosta Hernández Diseño de cubierta: D.I. Meylín Sisniega Lorigados Realización: Elvira M. Corzo Emplane: Teresa Bernabeu Castrisano © Luis Velázquez Pérez, 2012 © Sobre la presente edición: Editorial Ciencias Médicas, 2012 ISBN 978 -959- 212-713-5 Editorial Ciencias Médicas Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas Calle 23, No. 654, entre D y E, El Vedado, La Habana, Cuba Correo electrónico: ecimed@infomed.sld.cu Teléfono: 836 1893 Catalogación Editorial Ciencias Médicas Velázquez Pérez, Luis. Ataxia espinocerebelosa tipo 2. Diagnóstico, pronóstico y evolución.—3 ed.——La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2012. 120 p. : il., tab. - - Ataxias Espinocerebelosas WL 390 ecimed@infomed.sld.cu A la memoria de mi madre, principal artífice de mis metas. Ella me enseñó que merece la pena tener un objetivo e ir hacia este, independientemente de las circunstancias. A mi padre, por inculcarme los valores más puros que deben caracterizar al hombre de cualquier tiempo. A mi querida esposa, que me acompaña desde hace más de veinte años, y a su extraordinaria paciencia, la cual me permitió lograr este noble empeño. Ella es un claro ejemplo de que el amor eterno es posible. A mis adorados hijos, que me imprimen los deseos de vivir y luchar por la vida. Sin ellos nada tendría sentido . http://booksmedicos.org En esta nueva edición, quiero agradecer a todos mis familiares, amigos y compañe- ros de trabajo que me apoyaron en la realización de esta obra; en especial, al doctor Gilberto Sánchez Cruz, quien me estimuló y aportó sus ideas para desarrollar la primera edición, así como a los licenciados Roberto Rodríguez Labrada y José Miguel Laffita Mesa por sus valiosos aportes y ayuda en la revisión del texto. También, a los doctores Raúl Aguilera Rodríguez y Jacqueline Medrano Montero; a los licenciados Nalia Canales Ochoa, Julio C. Rodríguez Díaz, Yanetza González Zaldívar, Dany Coello Almarales, Dennis Almaguer Gotay, Luis Enrique Almaguer Mederos y Yaimeé Vázquez Mojena. A la Universidad Médica “Mariana Grajales Coello”, de Holguín, por todo su apoyo en estos últimos años, en la ejecución de diferentes investigaciones, prin- cipalmente a las doctoras Marieta Cutiño Rodríguez y Katia Ochoa Aguilera. A los colaboradores internacionales que han contribuido al desarrollo y la capaci- tación científica de nuestra institución. A todos los trabajadores del Centro de Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias (CIRAH) que, desde sus puestos de trabajo, facilitan el desa- rrollo de todo nuestro trabajo. Es el momento de dar agradecimientos a todos los enfermos con ataxias heredi- tarias y sus familiares, que durante tres décadas han contribuido con todas las investigaciones que se realizan en el país, sobre esta enfermedad. A todos, mis más sinceros agradecimientos. http://booksmedicos.org El desarrollo vertiginoso de la biología molecular y el estudio del genoma humano ha permitido delinear el vínculo entre el genotipo y el fenotipo en su sentido más amplio, así como la influencia del medio ambiente en múltiples enfermedades. Uno de los campos más impactados y, además, el más retador, es el de las neurociencias. Cientos de enfermedades neurodegenerativas son muy estudiadas y la gran ma- yoría de las investigaciones están dirigidas a entender este vínculo entre lo que se lleva dentro y lo que se expresa. Las investigaciones clínicas y neurofisiológicas sobre las ataxias hereditarias en Cuba son un ejemplo fehaciente de lo anterior y constituyen la base del contenido de este libro en todas sus ediciones. He sido testigo y partícipe de varias generaciones de investigadores y fue un honor que el autor me pidiera prologar esta tercera edición del libro, por diversas razones: primero porque Cuba es el país que concentra las más altas tasas de prevalencia e incidencia para un tipo particular de ataxia, la ataxia espinocerebelosa tipo 2 (SCA2; del inglés Espinocerebellar Ataxia Type 2 ), siendo la provincia de Holguín la más afectada; en segundo lugar, el autor es un científico que ha dedica- do casi la mitad de su vida a las investigaciones de esta enfermedad de manera integral, pero con particular énfasis en las alteraciones neurofisiológicas, él ha obtenido resultados únicos internacionalmente en este campo y le ha impreso nuevas aplicaciones a la neurofisiología clínica desde el ángulo molecular. En esta edición, el autor ha introducido importantes cambios para la actualiza- ción de los diferentes capítulos, así como la incorporación de otros. Refleja las investigaciones neurofisiológicas que durante más de 20 años ha realizado en sujetos con la mutación SCA2. Aborda la interpretación fisiopatológica y su rela- ción con las alteraciones moleculares. Describe marcadores electrofisiológicos relacionados con el daño genético, la progresión de la enfermedad y predicción del inicio de esta; por lo cual incorpora nuevos conceptos y aplicaciones de esta ciencia en el campo de las ataxias hereditarias, pero que son extensibles a otras enfermedades neurodegenerativas. Un capítulo que merece atención especial es el segundo, donde el autor carac- teriza la enfermedad y brinda las herramientas para el diagnóstico clínico positivo y diferencial, y las principales alternativas terapéuticas, lo cual permite que el médico se actualice sobre el manejo de los enfermos y sus familiares. Por lo tanto http://booksmedicos.org se convierte en una guía de prácticas clínicas e investigación para neurofisiólogos, genetistas, biólogos y otros profesionales involucrados en investigaciones de indi- viduos con trastornos neurológicos relacionados con las ataxias. Los demás capítu- los abordan las principales alteraciones de la conducción nerviosa, las vías sensoria- les aferentes, los movimientos oculares sacádicos, la actividad eléctrica cerebral, los principales trastornos del movimiento durante el sueño, así como el estado funcional del sistema nervioso autónomo. Sin duda, el presente libro es sui generis, al establecer nexos entre los hallazgos electrofisiológicos y los moleculares, evocando el concepto de “neurofisiología molecular”; por lo que, coincidiendo con el prólogo a la primera edición considero que el texto resume el trabajo de muchos años dedicado a la comprensión de la fisiopatología de la SCA2 y la búsqueda de biomarcadores para el desarrollo de ensayos clínicos, lo que la convierte en obligada referencia nacional e internacional. Dra. PURA CONCEPCIÓN AVILÉS CRUZ Doctora en Ciencias Profesora Titular Investigadora Demérito Académica Titular http://booksmedicos.org La ataxia espinocerebelosa tipo 2 (SCA2) representa un problema de salud para Cuba, especialmente para la provincia de Holguín, que concentra la población enferma y en riesgo más grande que se haya reportado a nivel mundial hasta el momento. Lo anterior ha permitido la ejecución de importantes investigaciones durante más de 30 años, así como la creación del Centro para la Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias (CIRAH), único de su tipo en el área de Iberoamérica y uno de los pocos, internacionalmente; estas investigaciones han tenido un impacto significativo en los enfermos y los descendientes con riesgo de enfermar. Por otra parte, la SCA2 constituye la segunda forma molecular más fre- cuente a nivel mundial; sin embargo, muchas veces el manejo y la conducta sobre estos pacientes no son los más adecuados por diversas razones. Estos elementos, de conjunto, constituyen razones importantes para transmitir la experiencia cuba- na mediante un texto que, de manera práctica, pone al servicio de los especialistas y del médico general herramientas para la comprensión, y el manejo de los enfer- mos con estas entidades nosológicas. Esta nueva edición incluye importantes cambios en la mayoría de los capítulos y la ampliación de otros. En el primero se elimina el acápite de las ataxias heredita- rias en Cuba y se actualizan los tiposmoleculares de ataxias, en los que ya se ha mapeado el locus cromosómico y se conoce la mutación; se incluyen las SCA29, SCA30, SCA31 y SCA32. El segundo capítulo surge con el objetivo de brindar una información actualiza- da, a los especialistas, en el manejo de los enfermos con ataxias hereditarias en general y, específicamente, de la SCA2, así como de los sujetos portadores de la mutación. Se plantean las principales características epidemiológicas, clínicas, fisiopatología, el diagnóstico positivo y diferencial, evolución y pronóstico, trata- miento, y los programas de diagnóstico presintomático y prenatal. El resto de los capítulos constituyen una extensión y ampliación del se- gundo, se analiza parte de las investigaciones neurofisiológicas que, duran- te más de 20 años, se realizaron en enfermos y portadores asintomáticos cubanos de la mutación; se aborda la interpretación de los principales aspec- tos fisiopatológicos y su relación con las alteraciones moleculares. En el tercero se estudia la cuantificación de los principales signos clínicos de la http://booksmedicos.org enfermedad, como trastornos de la coordi nación, estabilidad postural y reflejos osteotendinosos; se eliminan algunas figuras e introducen otras nuevas. En el cuarto se resumió parte del contenido introductorio para centralizar las alteraciones básicas oculomotoras de la SCA2. El quinto actualiza y describe los principales marcadores de progresión de la enfermedad durante un período de 20 años. En el sexto se introdu- cen aspectos de los capítulos quinto y sexto de la anterior edición, y se incluyen otras alteraciones relacionadas con el daño olfatorio y el estado funcional de la actividad eléctrica cerebral. El séptimo es nuevo, aborda las principales alteraciones motoras durante el sueño, lo cual completa el fenotipo de la SCA2. El octavo trata las principa- les alteraciones del sistema nervioso autónomo (SNA). Mis propósitos fundamentales están encaminados a entregar información científi- ca con claridad sobre la SCA2 cubana, que permita utilizar las herramientas prácticas en la evaluación y análisis no solo de esta forma molecular, sino que es aplicable a otros tipos de ataxias, ya sean hereditarias o esporádicas y que, de manera conse- cuente, se puedan aplicar para bien de las personas que necesitan atención. No creo que sea una obra acabada ni mucho menos perfecta. He querido ofrecer también la experiencia acumulada durante años en el trabajo diario, con sencillez, claridad, obje- tividad y actualidad. El texto va dirigido, en particular, a neurofisiólogos, neurólogos, internistas, fisiatras, biólogos, genetistas, médicos generales, neurocientíficos y, en general, a todos los profesionales y personal técnico que desde diferentes áreas trabajen con personas discapacitadas. EL AUTOR http://booksmedicos.org Capítulo 1. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LAS ATAXIAS ESPINOCEREBELOSAS/ 1 Antecedentes históricos universales sobre las ataxias hereditarias/ 1 Características generales de las ataxias espinocerebelosas autosómicas dominantes/ 3 Bibliografía/ 21 Capítulo 2.ATAXIA ESPINOCEREBELOSATIPO 2/ 27 Epidemiología/ 27 Fisiopatología/ 29 Caracterización molecular/ 31 Caracterización bioquímica/ 35 Caracterización neuropatológica/ 38 Diagnóstico semiológico/ 39 Evolución y pronóstico/ 41 Tratamiento/ 42 Bibliografía/ 47 Capítulo 3.ALTERACIONES CUANTITATIVAS DEL SÍNDROME CEREBELOSO EN LAATAXIA ESPINOCEREBELOSATIPO 2/ 51 Coordinación/ 52 Estabilidad postural/ 54 Reflejos osteotendinosos/ 58 Bibliografía/ 60 Capítulo 4. MOVIMIENTOS OCULARES/ 62 Estructuras que forman el aparato oculomotor/ 63 Movimientos oculares sacádicos/ 63 Movimientos oculares sacádicos en los enfermos de ataxia espinocerebelosa tipo 2/ 65 Estudio longitudinal y evolución de las alteraciones sacádicas/ 70 Movimientos oculares sacádicos en portadores de la mutación de ataxia espinocerebelosa tipo 2/ 70 Bibliografía/ 72 Capítulo 5. ESTUDIOS DE CONDUCCIÓN NERVIOSAY POTENCIALES EVOCADOS EN LAATAXIA ESPINOCEREREBELOSA TIPO 2/ 75 Estudios de conducción nerviosa periférica/ 75 Potenciales evocados / 81 Bibliografía/ 85 http://booksmedicos.org Capítulo 6.ALTERACIONES FUNCIONALES MULTISISTÉMICAS DE LAATAXIA ESPINOCEREBELOSATIPO 2/ 88 Respuestas tardías (onda F y reflejo H)/ 89 Electromiograma convencional/ 91 Daño olfatorio/ 93 Cerebro y electroencefalograma/ 94 Bibliografía/ 95 Capítulo 7. MOVIMIENTOS PERIÓDICOS YACTIVIDAD MOTORA DURANTE EL SUEÑO/ 97 Aspectos fisiológicos y genéticos del sueño/ 97 Trastornos motores durante el sueño/ 99 Trastornos motores durante el sueño en pacientes con ataxia espinocerebelosa tipo 2/ 101 Bibliografía/ 106 Capítulo 8. RESPUESTA SIMPÁTICA DE LA PIEL EN ENFERMOS Y PORTADORESASINTOMÁTICOS DEATAXIA ESPINOCEREBELOSA TIPO 2/ 108 Características anatomofuncionales del sistema nervioso autónomo/ 108 Respuesta simpática de la piel en enfermos de ataxia espinocerebelosa tipo 2/ 110 Respuesta simpática de la piel en portadores asintomáticos de ataxia espinocerebelosa tipo 2/ 112 Bibliografía/ 112 Anexo/ 114 Siglas/ 116 http://booksmedicos.org El término ataxia se refiere a un estado patológico de la coordinación de los movimientos. Se utiliza para describir un trastorno de la marcha que se manifiesta por inestabilidad, incoordinación y aumento de la base de sustentación. Es una disfunción a nivel del cerebelo y sus vías, así como alteraciones en la médula espinal, nervios periféricos o una combinación de estas tres condiciones. El conocimiento científico sobre las ataxias hereditarias transitó por dife- rentes etapas, desde las primeras observaciones clínicas y morfológicas del siglo XIX, hasta los más novedosos descubrimientos de la década de los 90, relacionados con la identificación de nuevos genes, caracterización de las mutaciones dinámicas y modelos animales transgénicos, lo que contribuyó a la profundización del conocimiento fisiopatológico de estas enfermedades. Las observaciones iniciales sobre la marcha atáxica se realizaron por Galen en 1821, quien sustentó el efecto de la senilidad como desencadenante de esta. A estos supuestos se le añadieron las enfermedades venéreas, como la sífilis. Flourens, en 1824, planteó la hipótesis de que la lesión de la médula espinal, más que la del cerebelo, era la base para este trastorno de la marcha. Jowitt, citando a Platón, en 1892 dio valor a las teorías iniciales del efecto del alcoholismo y el estado de senilidad. En 1963, Rolando consideró el valor de las alteraciones de la médula espinal sobre la ataxia de la marcha, por lo que coincidió con los argumentos iniciales expuestos por otros autores. Con el desarrollo sistemático de la neuroanatomía y la fisiología, la aten- ción médica y científica se concentró en la “ataxia locomotora”, causada por lesiones cerebelosas. Nicolás Friedreich realizó la primera descripción clínica en 1863, de una forma de ataxia familiar progresiva que observó en los habitantes de los pueblos de la región de Heidelberg, en Alemania. Este trastorno se caracterizaba por tener un modo de herencia autosómico recesivo y una edad de inicio promedio de 10,5 años. La enfermedad co- menzaba con ataxia de la marcha progresiva, abolición de los reflejos pro- fundos de miembros inferiores, voz escandida, hipopalestesia en las cuatro http://booksmedicos.org extremidades con predominio de los miembros inferiores y manifestaciones de un síndrome piramidal de inicio en las piernas e hipotonía (síndrome ataxo- tabeto-piramidal). Además, aparecían alteraciones esqueléticas, oculares, car- díacas y endocrinológicas. En 1891, Menzel describió una familia en la cual cuatro miembros presen- taron ataxia de las extremidades, disartria y movimientos coreicos. Él nombró este síndrome como atrofia olivopontocerebelosa (OPCA, del inglés Olivo- ponto-cerebellar-atrophia). Estos casos se diferenciaban, de los descritos por Dejerine y Thomas (1900), únicamente en su presentación familiar. En 1893, Pierre Marie publicó bajo el término de Ataxia hereditariatipo Pierre Marie un grupo de ataxias familiares descritas por otros autores. Es- tas se distinguían, de la ataxia de Friedreich, por el modo de herencia autosómico dominante y la edad de inicio tardía; así como el predominio de los signos cerebelosos, reflejos profundos normales o exaltados, oftalmoplejías, atrofias de los nervios ópticos y el hallazgo morfológico de una degeneración acentuada del cerebelo. Muchos intentos se realizaron para establecer una clasificación de las ataxias hereditarias de inicio tardío, a partir de elementos clínicos y anatomopatológicos. Según las alteraciones morfológicas, los casos se divi- dieron en atrofia olivopontocerebelosa, degeneración cerebelo-olivar y cerebelosa cortical. En los pacientes con atrofia olivopontocerebelosa, además del síndrome cerebeloso, se describieron otras características adicionales, según Eadie en 1975. Por tanto, se demostró la existencia de una variabilidad dentro de las mismas familias. Los elementos clínicos que se asociaron fueron la oftalmoplejia, atrofia óptica, demencia, signos extrapiramidales, retinosis pigmentaria y amiotrofia. Los reflejos osteotendinosos se encontraban aumentados o disminuidos en miembros de una misma familia, lo que fue descrito por Schut en 1954. Por consiguiente, la clasificación, a partir de los elementos clínicos, tampoco per- mitió agrupar correctamente a estos enfermos debido a la gran heterogenei- dad clínica. Schut en 1954 y Currier en 1972 estudiaron dos grandes familias con ataxia cerebelosa dominante procedentes de los Estados Unidos de Norteamérica. Posteriormente, en 1974, Yakura y colaboradores localiza- ron el locus del gen de esta ataxia hereditaria [ataxia espinocerebelosa tipo 1 (SCA1)] en el cromosoma 6p. Jackson, en 1977, demostró ligamiento entre el locus de esta ataxia y el sistema HLA con un lod score de + 3,15 a una distancia del HLA de 12 cM. El diagnóstico prenatal en familiares con riesgos de desarrollar la enfermedad se pudo establecer con 90 % de seguridad por medio del HLA. http://booksmedicos.org En 1978, Countinho y Andrade describieron una familia con más de 200 enfer- mos con ataxia cerebelosa autosómica dominante en las Islas Azores, bajo el término enfermedad de Machado-Joseph (MJD), con una prevalencia de 1 por cada 140 habitantes. Los criterios diagnósticos propuestos fueron el modo de herencia autosómico dominante, ataxia de la marcha, signos piramidales, síndrome extrapiramidal, neuropatía periférica, disfagia y oftalmoplejía. Desde el punto de vista anatómico se reportó la ausencia de lesión en el núcleo olivar inferior. Entre 1992 y 1994 se identificaron, por Kawaguchi y Orr, las mutaciones de estos dos tipos de ataxias espinocerebelosas (SCA1 y SCA3/MJD). Estas se producen por expansiones de un trinucleótido en la región de codificación de los genes respectivos. En noviembre de 1996, se publicó el locus del gen productor de la SCA2, así como la mutación génica, que consistió en la expansión del trinucleótido CAG. Estos estudios demostraron que, para las familias con SCA2 proceden- tes de Francia, los alelos normales eran de 17-29; para las de Japón, 15-24; y de 22 para las de los Estados Unidos de Norteamérica; sin embargo, en los enfermos, estos alelos alcanzaron valores de 37-50, 35-59 y 36-52, respecti- vamente. Después, se realizaron valiosos aportes que en la actualidad permiten co- nocer parte de las características genéticas de al menos 30 formas moleculares de ataxias espinocerebelosas autosómicas dominantes. Según la edad de inicio de las ataxias hereditarias, estas suelen clasificarse en dos grandes grupos: las de inicio temprano y las tardías. Dentro del primer grupo se encuentran las que se heredan con un patrón de herencia autosómico recesivo, asociadas o no a trastornos metabólicos. Entre las asociadas con trastornos metabólicos se incluye una extensa gama de enfermedades que se caracterizan por ataxia intermitente o progresiva. Las ataxias recesivas no asociadas con trastornos metabólicos definidos, son progresivas y entre estas se encuentran las ataxias de Friedreich, por déficit de vitamina E, telangiectásica y otros síndromes que cursan con trastornos en la reparación del ácido desoxirribonucleico (ADN), con apraxia oculomotora, espástica autosómica recesiva y mioclónica recesiva. Las ataxias hereditarias de inicio tardío o del adulto, generalmente se trans- miten con un patrón de herencia autosómico dominante. Estas se caracteri- zan por la degeneración aislada o predominantemente combinada del cerebe- lo, la médula espinal y sus vías de conexión, por lo que tradicionalmente se les http://booksmedicos.org ha llamado ataxias espinocerebelosas (SCA; del inglés Spinocerebellar Ataxia). Dentro de las ataxias con patrón de herencia autosómico dominante se encuentran las SCA, los síndromes atáxicos, las ataxias episódicas y otros síndromes dominantes que cursan con ataxia. La clasificación de las ataxias hereditarias autosómicas dominantes de tipo SCA ha transitado por diferentes etapas, pero no fue hasta el desarrollo de la “Era Genómica”, en la década de los 90, cuando realmente se pudo establecer una verdadera y objetiva clasificación. Esta se basa en aspectos moleculares, en dependencia de la mutación o del gen que las origina. Hasta la fecha se conocen 32 formas moleculares de SCA; de estas, la SCA9 no tiene locus asignado aún. La SCA16 es causada por una variante alélica del gen de la SCA15, mientras que la SCA24 tiene un patrón de heren- cia autosómico recesivo y, actualmente, no se trata como una SCA, sino como la ataxia espinocerebelosa autosómica recesiva tipo 4 (SCAR4). De los 29 subtipos con asignación de locus se conoce el gen y la mutación causante en 17 formas (SCA1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 10, 12, 13, 14, 15/16, 17, 23, 27, 28 y 31). En las restantes todavía no se ha identificado el gen (SCA 4, 11, 18, 19, 20, 21, 22, 25, 26, 29, 30 y 32; Anexo). La heterogeneidad genética de las ataxias autosómicas dominantes sugiere que, por lo menos, faltan por identificar 20 % de la etiología molecular de estas. La ataxia espinocerebelosa tipo 1 (SCA1), también se conoce como en- fermedad de Schut, atrofia hereditaria olivopontocerebelar (OPCA) y ataxia de Marie. Esta fue la primera de las SCA, en la que se identificó el defecto genético. En la mayor parte del mundo es menos común que las SCA2, SCA3 y SCA6; los mayores porcentajes se encuentran en Italia y Sudáfrica. Las investigaciones de la SCA1 empezaron en la década de los 40 del pasado siglo, conducidas por dos neurólogos americanos, cuyas familias tenían riesgo de desarrollarla. El éxito en la investigación de la SCA1 llegó en 1993, cuando investigadores de Minnesota y Texas identificaron el gen responsable en el brazo corto del cromosoma 6 (6p22-23). Se trata de un desorden neurodegenerativo y progresivo que se caracteri- za por una disfunción cerebelar, amiotrofia y oftalmoparesias. Los síntomas iniciales se caracterizan por incoordinación de las manos y trastornos del equilibrio, a una edad promedio de 30 años. Existe la forma juvenil, con inicio antes de los 15 años de edad, la cual se asocia con el fenómeno de la “antici- pación genética”, en el cuadro clínico predominan las manifestaciones cerebelosas. La disfagia y disartria son, comúnmente, progresivas después de varios años de evolución. En algunos enfermos existen neuropatía periférica, espasticidad, debilidad y dificultades de la memoria. Cuando el inicio ocurre a http://booksmedicos.org edades tempranas, los síntomas neurológicos son más severos y los adiciona- les más frecuentes. También se presentan nistagmo y trastornos de la motilidad ocular que progresan hasta la oftalmoparesia. La amiotrofia distal de las extremidades, la espasticidad y la coreoatetosis se pueden observar, pero el parkinsonismo es infrecuente. El intelecto se conserva hasta los estadios más avanzados, cuando puede ocurrir un síndro- me parecido al del lóbulo frontal. La expresión fenotípica de la SCA1 tiene variabilidad intrafamiliare interfamiliar. Sin embargo, la enfermedad siempre es moderada a lo largo de los años. La SCA1 se produce por una repetición expandida del trinucleótido de CAG el cual codifica para la síntesis de una proteína con expansión de poliglutamina, la Ataxina-1. Las repeticiones normales de CAG, en el gen SCA1, son de 6 a 38 unidades y las mayores de 21 se interrumpen por 1 a 4 repeticiones de CTG. Los alelos patológicos presentan repeticiones ininterrumpidas de CAG, desde 39 hasta 82 unidades. Al igual que en otras enfermedades producidas por poliglutaminas (poli-Q), las grandes repeticiones de CAG se correlacionan, significativamente, con el inicio temprano de la enfermedad. Mediante los estudios de Orr y Zoghbi (2001), se profundizó en la patogenia de la SCA1, lo que permitió obtener resultados para la terapia génica en esta enfermedad. Se demostró que la proteína mutada forma agregados intranucleares en neuronas específicas, lo que constituye un elemento crítico en la patogénesis y la expresión de los genes específicos, con la temprana aparición de la enfermedad. La mayor descripción de enfermos con ataxia espinocerebelosa tipo 2 (SCA2), se produjo en las familias cubanas, lo que se abordará en el capítulo 2. Se caracteriza por un síndrome cerebeloso asociado con alteraciones de los movimientos oculares sacádicos y alteraciones de los reflejos osteotendinosos. Los estudios genéticos demuestran que la SCA2 es una de las formas moleculares de SCA más encontradas a nivel mundial. Los síntomas se inician, generalmente, entre la tercera y la cuarta déca- das de la vida, con una evolución de 10 a 15 años. La enfermedad progresa muy rápido cuando se inicia antes de los 20 años. Belal y colaboradores, en 1994 describieron en 23 % la presencia de distonía y corea, así como de mencia en un tercio de los pacientes. Durr y colaboradores, en 1996, enfatizaron en el predominio de demencia en la SCA2 y reportaron un estado mental anormal en 29 % de sus pacientes. Geschwind y colaboradores (1997) encontraron la presencia casi universal de ataxia cerebelosa y movimientos oculares lentos en el exámen clínico, así http://booksmedicos.org como distonía o corea (38 %) y demencia (37 %). En una serie de 111 pacien- tes procedentes de 32 familias con diversos orígenes, Cancel y colaboradores (1997) reportaron similares resultados e identificaron movimientos oculares lentos en 56 %, fasciculaciones en 25 % y distonía en 9 %. La ataxia es poco progresiva y puede asociarse con nistagmo. Los refle- jos osteotendinosos están incrementados en los primeros años de evolución, pero desaparecen después. No hay rasgos clínicos que permitan un diagnós- tico con certeza, este depende del estudio genético molecular, porque los movimientos oculares sacádicos enlentecidos son muy frecuentes, pero no patognomónicos. Los estudios radiológicos y anatomopatológicos muestran una atrofia olivopontocerebelosa, que se distingue de la SCA3, pero no de la SCA1. El gen de la SCA2 se localiza en el brazo largo del cromosoma 12 (12q23-24,1) y la mutación consiste en una repetición expandida del trinucleótido de CAG que oscila entre 32 y 77 unidades. Se reportaron ex- pansiones súbitas de hasta 200 repeticiones. El gen SCA2 codifica para la síntesis de una proteína citoplasmática, la ataxina-2, cuya función no se cono- ce. Se caracteriza por un dominio poliglutamínico, por lo que la SCA2 clasifi- ca dentro del grupo de las enfermedades producidas por poli-Q. Los alelos normales tienen interrupciones de citosina adenina adenina (CAA), que se pierden en los expandidos. Los alelos expandidos entre 32 y 34 repeticiones tienen una penetrancia reducida, por lo que no todos los individuos que los portan manifiestan signos de la enfermedad a lo largo de sus vidas. Al compa- rar los alelos de la SCA2 con los de la SCA1, SCA3 y SCA7, el rango de patogenicidad en la SCA2 es el de menor repetición de CAG. La ataxia espinocerebelosa tipo 3 (SCA3) se conoce como enfermedad de Machado-Joseph (MJD), por la combinación de los nombres o apellidos de las primeras dos familias descritas con esta dolencia en el año 1972. Los enfermos que, originalmente, se describieron residían en América del Norte y tenían sus orígenes en las Islas de Azores, Portugal. Se piensa que la muta- ción genética quizás se originó en Portugal, y se concentró en Azores en los siglos XV y XVI, donde 1/3 de la población se relacionaba con esta. Se diseminó por todo el mundo a lo largo de las rutas portuguesas de comercio por el negocio ballenero, en el siglo XIX, por lo cual también se le conoce como enfermedad neurológica azoriana, así como atrofia espinopontina y degene- ración nigroespinodentada. Primero se pensó que era una enfermedad poco frecuente, solo encontra- da en ciertos grupos étnicos aislados, pero con la posibilidad actual del diag- nóstico molecular confirmativo se conoce que es la más frecuente de todas http://booksmedicos.org las SCA a nivel internacional, fundamentalmente en Portugal, Brasil, Alema- nia, China y Japón, pero rara en Rusia e Italia. El gen responsable de la SCA3/MJD se localiza en el brazo largo del cromosoma 14 (14q32.1) y se identificó por un equipo de investigadores de Japón, en 1993. La mutación se reportó por Kawaguchi y colaboradores, en 1994, como una repetición expandida de CAG en el gen MJD1. Esta muta- ción resulta en la síntesis de una proteína con una expansión de poliglutamina, la ataxina-3. La repetición de CAG en el alelo normal es de 12 a 42 unidades y en el patológico de 60 a 84 repeticiones. Este espacio entre el nivel de repeticiones de CAG del alelo normal y del patológico es superior que en cualquier otra de las enfermedades por poli-Q. Solo en pocos individuos se han identificado alelos con tamaños intermedios (53 y 54 repeticiones), en los cuales se puede observar el síndrome de las piernas inquietas y polineuropatía. Se trata de una degeneración espinocerebelosa de carácter progresivo, que se caracteriza por una disfunción cerebelar asociada con manifestacio- nes piramidales y oftalmoplejía. Se inicia hacia la mitad de la vida en los adultos (tercera o cuarta décadas) y la progresión se extiende durante varios años (un promedio de 15), con una duración de unos 30 años. Existen enfermos con inicio en la adolescencia y en edades tan avanzadas como los 70 años. El primer síntoma se manifiesta con deterioro del equilibrio, seguido por incoordinación de las manos o dificultades del lenguaje. También presentan limitación de los movimientos oculares, con enlentecimiento de estos, lo que da la apariencia de “observar fijamente”. Otros signos son la distonía y las contracciones de los músculos faciales periorbital, perioral y linguales, así como la oftalmolplejía externa progresiva que, inicialmente, afecta la mirada fija hacia arriba, después la horizontal y por último la mirada hacia abajo. Existen manifestaciones piramidales y extrapiramidales, trastornos de nervios periféricos, amiotrofia e inteligencia normal. Pueden asociarse manifestaciones sistémicas, como las infecciones pulmonares, diabetes mellitus e hiperuricemia. También se reportan la pre- sencia de hipotensión ortostática y otras alteraciones disautonómicas. También son síntomas la fatiga, la depresión, las perturbaciones del sueño y el temblor. Un tercio de los enfermos muestra retracción del párpado y disminución del pestañeo, lo que le imprime a los ojos la característica de “ojos en bamboleo”. La disartria se inicia, normalmente, después de varios años de evolución, seguida de disfagia y disfonía. Las fasciculaciones son más frecuentes en la SCA3 que en otras SCA. Los pacientes evolucionan a la postración y fallecen en unos 15 a 25 años, conservando las funciones cognitivas. El fenotipo también muestra variabilidad intrafamiliar y depende en gran medida del tamaño de la repetición de CAG. En los pacientes con grandes expansiones, la edad de inicio suele ser juvenil y clínicamente evidencian http://booksmedicos.org rigidez y distonía. Existen cuatroformas clínicas: la tipo 1 cursa con distonía y la tipo 2 es la más común, comienza en la adultez, y cursa con manifesta- ciones cerebelosas y piramidales; la tipo 3 tiene una edad de inicio tardía, mayor de los 40 años, y se caracteriza por una ataxia ligera que se acompaña de neuropatía periférica y pérdida de neuronas motoras; la tipo 4 se caracteriza por parkinsonismo sensible a la dopamina. La mayor variabilidad del cua dro de la SCA3 se produce en el grado de afectación periférica, por lo que algunos pacientes desarrollan hiperreflexia, mientras que otros evidencian marcada amiotrofia distal con arreflexia. En la SCA3 tampoco existen hallazgos patognomónicos. Las alteraciones neuropatológicas incluyen la degeneración de las vías cerebelosas aferentes y eferentes, el puente, el núcleo dentado, la sustancia nigra, los núcleos subtalámicos, el globo pálido, los núcleos motores de pares craneales y las células del asta anterior de la médula espinal. Existe una reducción de las poblaciones neuronales de la corteza cerebral, la cerebelosa, el striatum y la oliva. En los estudios de resonancia magnética nuclear (RMN) se reportan el agrandamiento del cuarto ventrículo, la atrofia espinopontina severa y la dis- minución de las olivas. La tomografía por emisiones de positrones y emisión de fotón simple demuestran la disminución del metabolismo de la glucosa y del flujo sanguíneo en estructuras del tallo cerebral. La ataxia espinocerebelosa tipo 4 (SCA4) también se conoce como “ataxia con síndrome cerebeloso, trastornos piramidales y neuropatía axonal”. El locus genético del gen se mapeó en el brazo largo del cromosoma 16 (16q22, 1) por Nagaoka y colaboradores, en el año 2000, pero la mutación aún no se ha reportado. Es una forma de ataxia hereditaria autosómica dominante de inicio tardío, en la que la rigidez piramidal, la lentitud de los movimientos y la neuropatía axonal sensitiva son los síntomas predominantes. Los movimientos de los ojos se describen como normales, aunque las familias japonesas presentaron alte- raciones de la persecusión ocular sacádica en 57 %. Se describió, inicialmente, en seis familias japonesas; en las que se obser- vó variabilidad interfamiliar en su expresión clínica, manifestada como un síndrome cerebeloso puro. Los enfermos mostraron una edad de inicio tardía (desde 45 hasta 59 años, con una media de 56). En algunos casos de familias escandinavas y alemanas, se asociaron manifestaciones neurológicas extracerebelosas de tipo piramidales, extrapiramidales y neuropáticas. Las fa- milias escandinavas mostraron una edad de inicio más temprana que las japo- nesas (mínimo de 19 años y máximo de 59, con una media de 39 años). Existe http://booksmedicos.org el fenómeno de la anticipación genética. El síntoma inicial, por lo común, es la ataxia de la marcha. Las familias japonesas con síndrome cerebeloso puro evidenciaron los trastornos de la marcha en 100 % de los casos, con predomi- nio proximal; también expresaron dismetría, disartria, hipotonía, alteraciones de la persecusión sacádica, movimientos anormales de los dedos y evolución lenta durante décadas. Otras manifestaciones son la polineuropatía, la respuesta plantar presente en 20 % de los casos y la ausencia de oftalmoplejías. La polineuropatía se manifiesta por trastornos pansensoriales distales y faciales, alteraciones de los reflejos osteotendinosos, debilidad distal y manifestacio- nes electrodiagnósticas de pérdida axonal con predominio sensitivo. Los estudios de RMN evidencian una atrofia cerebelosa y el examen morfológico refleja una atrofia cerebelosa generalizada con pérdida de las células de Purkinje, de los axones de los cordones posteriores de la médula espinal, disminución de las células de los ganglios de la raíz dorsal y de los axones de los nervios periféricos sensitivos. Las primeras descripciones clínicas de la ataxia espinocerebelosa tipo 5 (SCA5) se realizaron en 1907, por Holmes, en cuatro hermanos, de ahí que se conoce también como “ataxia de Holmes”. Otros autores la llaman “ataxia de Lincoln”, por la relación de esta con la familia del ex presidente de los Esta- dos Unidos de Norteamérica, Abraham Lincoln. Los estudios moleculares se iniciaron en 1993. El gen de la SCA5 se localizó en el brazo corto del cromosoma 11q13.2 y codifica para la proteína espectrina ß-III. Ikeda y colaboradores (2006) demostraron que la enfermedad es causada por tres mutaciones dis- tintas en este gen: dos deleciones de 39 pb y 14 pb en los exones 12 y 14, respectivamente, así como una transición de timina a citosina en la posición 758 del séptimo exon que produce una mutación sin sentido en el dominio proteico correspondiente. Los efectos de estas mutaciones se limitan más al cerebelo que en otras SCA. El inicio de los síntomas suele ser tardío, generalmente después de los 50 años, aunque la edad promedio es a los 33 años. Estas características permiten una evolución favorable. El fenotipo se restringe al síndrome cerebeloso con trastornos de la coordinación, del equilibrio, la marcha y el lenguaje. Se conservan la fuerza muscular, las funciones cognitivas, esfinterianas, vesicales, intestinales y esofágicas. Esta enfermedad tiene una frecuencia de presentación baja; se limita a una familia de descendientes de los abuelos paternos de Abraham Lincoln, en los Estados Unidos de Norteamérica y a otra en Alemania. Los estudios de RMN muestran atrofia del vermis y de los hemisferios cerebelosos, así como conservación de las estructuras supratentoriales y del tallo cerebral. Los es- tudios de conducción nerviosa son normales. http://booksmedicos.org La ataxia espinocerebelosa tipo 6 (SCA6), junto con la SCA2 y SCA3, es una de las SCA más frecuentes encontradas. En contraste con las anteriores, la SCA6 es una enfermedad menos severa. Se caracteriza por un síndrome cerebeloso puro, aunque pueden asociarse manifestaciones neurológicas extracerebelosas, fundamentalmente en estadios avanzados de la enfermedad. La SCA6 se produce por una expansión de CAG/poli-Q, la cual es relati- vamente pequeña. El gen (CACNL1A4) se localiza en el brazo corto del cromosoma 19 (19p13.1) y codifica para una subunidad de los canales de calcio dependientes del voltaje, los cuales existen en todas las células nervio sas. Esta subunidad, llamada alfa1A, crea un poro en la membrana de la neurona que permite la entrada de calcio, con el consecuente efecto excitador e interviene en la comunicación celular. El gen de la SCA6 es el mismo, que con otras mutaciones, codifica para la ataxia episódica tipo 2 (AE2) y para la migraña hemipléjica familiar. En el alelo normal, la repetición de CAG oscila entre 3 y 17 unidades, mientras que el alelo expandido tiene desde 21 hasta 30 repeticiones, por lo que el rango patológico del nivel de CAG para producir la SCA6 difiere del de otras enfermedades por poli-Q, lo que sugiere la existencia de otro mecanis- mo patogénico en esta enfermedad. No obstante, recientes evidencias sugie- ren que la proteína mutada aumenta, anormalmente, dentro de las neuronas afectadas. En la SCA6 no existe el fenómeno de la anticipación genética. Las manifestaciones clínicas son uniformes, inespecíficas y de lenta evo- lución. La edad de inicio oscila entre 19 y 71 años, y el término medio está entre 43 y 52 años. Los primeros síntomas son los trastornos de la marcha en 90 % de los casos y la disartria en el resto. Otras alteraciones son la diplopia, los problemas visuales que se relacionan con dificultad para fijar los objetos en movimiento, así como el nistagmo horizontal y vertical. Existe hiperreflexia, repuesta de los músculos plantares, disfagia y signos de lesión de los ganglios basales, como distonía y blefaroespamos. Las capacidades mentales están preservadas, pero 10 % tienen demencia. Existe una superposición fenotípica entre la SCA6 y la EA2. Los pacien- tes con SCA6, ocasionalmente, manifiestan ataxia episódica. Geschwind y colaboradores (1997) observaron en 33 % de los pacientes con más de 21 repeticionesde CAG, la presencia de rasgos episódicos prominentes y sufi- cientes para el diagnóstico de EA2. En una familia, varios miembros afecta- dos tuvieron ataxia progresiva y otras ataxias episódicas, todos con 23 repe- ticiones CAG en el alelo anormal. http://booksmedicos.org La ataxia espinocerebelosa tipo 7 (SCA7) está dada por una expansión de CAG superior a 37 unidades en el brazo corto del cromosoma 3 (3p21-p12), pudiendo llegar hasta 200 repeticiones. El alelo normal tiene un rango de 7 a 17 unidades, mientras que los alelos intermedios oscilan entre 28 a 36. En relación con el resto de las enfermedades por poli-Q, esta SCA pre- senta mayor inestabilidad intergeneracional, dependiente del sexo del proge- nitor. Las grandes expansiones se producen con la transmisión paterna; en algunos casos originan la enfermedad en la infancia o se manifiestan como un “embrión abortivo”. La SCA7 se caracteriza, clínicamente, por la presencia de degeneración retiniana y un síndrome cerebeloso. Las personas con ataxia pueden perder la visión por muchas razones: retinopatía diabética, esclerosis múltiple, dege- neración macular relacionada con la edad y otras; por lo que el estudio molecular es un pilar importante para el diagnóstico confirmativo de la SCA7. El electrorretinograma demuestra la degeneración retiniana con funciones anormales de los conos y los bastones, así como defectos en los exámenes de la visión en color (azul/amarillo). Con la progresión de la enfermedad apare- cen cambios maculares en el fondo de ojo. Las alteraciones de la visión de colores y la agudeza visual son los signos iniciales de la enfermedad y se presentan al final de la adolescencia o al comienzo de la segunda década de la vida, antes del inicio de los signos cerebelosos. La degeneración retiniana es progresiva hasta la ceguera. De la misma forma, las manifestaciones cerebelosas progresan, severamente. Cuando los síntomas cerebelosos se manifiestan muy temprano, la degene- ración retiniana progresa más rápido hacia la ceguera. Por ejemplo, en los ca- sos que la enfermedad se inicia antes o durante la adolescencia, la ceguera se presenta en el transcurso de una década o menos. En el inicio infantil, la dege- neración cerebelosa y del tronco cerebral es tan rápida que la lesión retiniana no tiene tiempo de manifestarse y la pérdida visual no se expresa clínicamente. El inicio tardío se relaciona, igual que en otras SCA, con un curso evolu- tivo más lento. Los signos cerebelosos y demás síntomas progresan hacia un estado de postración. Otra manifestación que se puede presentar en el adulto es el enlentecimiento de los movimientos oculares sacádicos. Existe el fenómeno de la anticipación genética y puede ser tan dramático que, en ocasiones, se diagnostica un niño con una “enfermedad neurodegenerativa esporádica” muchos años antes que los padres o abuelos . La SCA7 puede confundirse, clínicamente, con otros tipos de ataxia. En tre los diagnósticos por descartar se encuentran las ataxias mitocondriales que cursan con degeneración visual. Estas se distinguen de la SCA7 por el patrón http://booksmedicos.org de herencia materno y la no asociación con el fenómeno de la anticipación genética. En niños, la combinación de la afección retiniana y de la ataxia puede ser confundida con enfermedades producidas por almacenamiento de lípidos. También se deben diferenciar las ataxias secundarias a la diabetes mellitus y la esclerosis múltiple, en las cuales se presentan alteraciones visuales. La ataxia espinocerebelosa tipo 8 (SCA8) representa alrededor de 3 % de todas las SCA a nivel mundial. Las manifestaciones clínicas están dadas por un síndrome cerebeloso de inicio tardío, aunque la edad de comienzo varía desde 1 hasta 65 años. La evolución, por lo general progresa lentamente durante décadas. La SCA8 se inicia con disartria e inestabilidad al caminar. Algunos pacien- tes presentan nistagmo, dismetría sacádica y raramente oftalmoplejía. La hiperreflexia osteotendinosa y la respuesta plantar extensora están presentes en los pacientes más afectados. La mutación se identificó por Koob y colaboradores en 1999 y consiste en la expansión repetida del trinucleótido CTA/CTG. Se localiza en el brazo largo del cromosoma 13 (13q21) y tiene una escasa penetrancia. La asociación de repeticiones de CTA polimórfico hace difícil determinar un nivel de afectación, por lo que se sugiere combinar la cuantificación de ambos tripletes (CTA/ CTG) y realizar una sumatoria de estas para el diagnóstico molecular. Esta expansión se transcribe en el ácido ribonucleico (ARN), pero no se traduce en una proteína. Algunos individuos con grandes expansiones de CTG no desarrollan la enfermedad, probablemente por no tener una penetrancia completa. También se piensa que la verdadera mutación que origina la SCA8 se produzca en otras regiones del gen, por lo que se debe interpretar con cautela el diagnóstico molecular confirmatorio. Por estos motivos se plantea que el mecanismo patogénico de la SCA8 todavía es incierto. El rango normal de repeticiones de CTA/CTG combinado es de 15 a 50 unida- des, mientras que el patológico alcanza valores de 80 a 250 unidades . Sin embar- go, en algunos enfermos, estas repeticiones varían de 71 a 800 unidades. El fenómeno de poca penetrancia es más frecuente entre los individuos con menos de 100 repeticiones. En contraste con otras SCA, en las cuales la transmisión paterna se aso- cia con el incremento de la expansión del triplete, en la SCA8 este fenómeno se relaciona con la transmisión materna, lo que se puede explicar por la desaparición de los espermatozoides con grandes expansiones, durante el pro- ceso de espermatogénesis. http://booksmedicos.org La ataxia espinocerebelosa tipo 10 (SCA10) se caracteriza por ser lenta- mente progresiva, asociada con convulsiones. Se inicia con trastornos del equilibrio, disartria y disfagia. Los movimientos oculares anormales son fre- cuentes. Las convulsiones periódicas están presentes entre 20 y 100 % de los pacientes. Algunos tienen trastornos cognitivos, alteraciones del compor- tamiento, signos piramidales y neuropatía periférica. La anticipación genética también se observa en este tipo de SCA. El gen se localiza en el brazo largo del cromosoma 22 (22q13). Esta enfermedad se describió en familias de procedencia mexicana, aunque en los años 2002 y 2003 se comunicó la identificación de esta en familias de etnias brasileñas y francesas. Su prevalencia mundial aún se desconoce, pero en México ocupa el segundo lugar, después de la SCA2. Matsuura y colaboradores (1999) identificaron el defecto genético como una expansión repetida, sumamente grande, del pentanucleótido ATTCT en el noveno intrón del gen SCA10. La repetición de ATTCT en los alelos normales es de 10 hasta 22. En los alelos patológicos la expansión puede llegar hasta varios miles de repeticiones (desde 800 hasta 4 500 repeticiones). La ataxia espinocerebelosa tipo 11 (SCA11) no tiene definición molecular. Worth y colaboradores (1999) identificaron el ligamiento en el brazo largo del cromosoma 15 (15q14-21,3), en dos familias británicas. Se trata de una ataxia cerebelosa de intensidad moderada, de inicio a los 25 años y lenta progresión, lo que permite una expectativa de vida normal. El cuadro clínico se caracte- riza por manifestaciones cerebelosas, trastornos de los movi -mientos ocula- res sacádicos e hiperreflexia. No existen manifestaciones extrapiramidales, toma de la fuerza muscular ni alteraciones sensoriales. La RMN muestra una atrofia cerebelosa aislada y los estudios de conducción nerviosa son normales. La descripción clínica de la ataxia espinocerebelosa tipo 12 (SCA12) deriva del reporte de Holmes y colaboradores (1999), a partir de una familia america- na descendiente de alemanes. Posteriomente se realizaron estudios en la India, que demostraron la implicación de 25 familias, donde representa 7 % de todas las ataxias cerebelosas autosómicas dominantes. El fenotipo es inconstante, pero se caracteriza poruna ataxia espino- cerebelosa. El rango de edad de inicio varía entre los 8 y 55 años, fundamental- mente en la cuarta década de la vida. La enfermedad comienza con tem blor de http://booksmedicos.org acción de los brazos y la cabeza, lo que la distingue de otras SCA. También existe enlentecimiento de los movimientos oculares y demencia en los pacien- tes mayores. Los estudios imagenológicos evidencian la atrofia cerebelosa y cortical. En el año 1999, Holmes y colaboradores identificaron la mutación. Esta se caracteriza por una expansión de CAG en la región 5´ del gen que codifica para la proteína fosfatasa 2A. Se localiza en el brazo largo del cromosoma 5 (5q32). La repetición de CAG en el alelo normal oscila entre 7 y 32 unidades, mientras que en el expandido es de 55 hasta 93 repeticiones ininterrumpidas. La proteína fosfatasa 2A interviene en una gran variedad de procesos reguladores del crecimiento y la división celular, y la transcripción del gen, entre otros. Esta proteína está compuesta por 36-kD de subunidades catalizadoras, 65-kDa de subunidades estructurales y por una subunidad reguladora que controla su especificidad. La ataxia espinocerebelosa tipo 13 (SCA13) se conoce como ataxia auto- sómica dominante con retraso mental. Se reportó por Herman-Bert y colabo- radores (2000) en 8 miembros de una extensa familia francesa. Los estudios de ligamiento indican la localización del locus en la región 19q13.33. En el año 2006, Waters y colaboradores identificaron dos mutaciones en el gen KCNC3, que codifica para un canal de K dependiente de voltaje. Estas consisten en el cambio de una adenina por guanina en la posición 1554 y una adenina por citosina en la posición 1639. La enfermedad se inicia en la niñez temprana con síntomas cerebelosos, retardo en el desarrollo psicomotor, retrazo mental y lenta progresión. Se asocian piramidalismo e hiperreflexia osteotendinosa. No existe el fenómeno de la anticipación genética y los estudios de RMN evidencian una atrofia del puente y el cerebelo. La ataxia espinocerebelosa tipo 14 (SCA14) se describió, inicialmente, en una familia de origen japonés. La enfermedad comienza entre los 12 y 42 años de edad, con una lenta progresión. Se caracteriza por ataxia, temblor y mioclono axial, así como manifestaciones extrapiramidales, cuando se inicia por debajo de los 20 años. En el año 2003, Van de Warrenburg y colaboradores estudiaron una fami- lia holandesa y publicaron la mutación. Se localiza en el brazo corto del cromosoma 19 (19q13,4), al igual que los genes de la SCA6 y SCA13. Se caracteriza por un cambio de guanina por adenina en el nucleótido 353 del http://booksmedicos.org cuarto exón de la proteína C kinasa (PRKCG), lo que implica una sustitución del aminoácido glicina por ácido aspártico en el residuo 118 de este polipéptido. La proteína PRKCG pertenece a un grupo de kinasas de serina y treonina que desempeña un papel importante en la transducción de señales, la prolife- ración celular, así como la transmisión sináptica; presenta altos niveles de expresión en el cerebro y las neuronas de Purkinje, y la médula espinal. La RMN muestra una atrofia del vermis y de los hemisferios cerebelosos. La ataxia espinocerebelosa tipo 15 (SCA15) y su variante SCA16 se ca- racteriza por un trastorno genéticamente heterogéneo, ataxia cerebelosa pura de intensidad moderada, edad de inicio tardío y lenta progresión. Los indivi- duos severamente afectados también presentan hiperreflexia, temblor de ac- ción y postural en las manos, el cuello y el tronco. Se describió, inicialmente, por Storey y colaboradores (2001), en una descendencia australiana. Posteriormente, Hara y colaboradores (2004) reportaron otras dos familias que procedían del norte de Japón, con iguales características clínicas. Knight y colaboradores (2004) encontraron, en los descendientes australianos reportados por Storey y colaboradores (2001), que la alteración se localiza en el brazo corto del cromosoma 3. Por otra parte, Hara y colaboradores (2004) identificaron la región candidata, en las familias japonesas, en la región 3p26,1, donde se localiza el gen del receptor de inositol-trifosfato tipo 1 (ITPR1). La mutación causante de la enfermedad consiste en la deleción de un segmento del gen. Los estudios de conducción nerviosa evidenciaron velocidades normales. La RMN demostró atrofia del vermis superior, conservación de las amígdalas y de los hemisferios. La ataxia espinocerebelosa tipo 17 (SCA17) o “ataxia con deterioro inte- lectual” es una enfermedad producida por poli-Q, cuya alteración genética se localiza en el brazo largo del cromosoma 6 (6q27). La mutación fue identifi- cada por Nakamura y colaboradores (2001) y consiste en la repetición ex- pandida de CAG en el gen que codifica para la proteína de unión a la secuen- cia de bases nitrogenadas TATA. La proteína de unión a TATA (TBP, del inglés TATA binding protein) es un componente importante de las reaccio- nes bioquímicas que intervienen en el proceso de transcripción. El tamaño de la expansión en el alelo normal es de 29 a 42 repeticiones de CAG, mientras que en el patológico es de 47 a 55. En esta enfermedad existe el fenómeno de la anticipación genética. Este tipo de ataxia se reporta, http://booksmedicos.org fundamentalmente, en familias japonesas y menos frecuentes en Europa, sin conocerse el comportamiento en los Estados Unidos de Norteamérica. La edad de inicio de la enfermedad varía desde la primera hasta la sépti- ma décadas de la vida, con mayor frecuencia en la tercera. El cuadro clínico se caracteriza por ataxia, disminución de la capacidad intelectual y manifes- taciones extrapiramidales. Aunque las manifestaciones cerebelosas suelen constituir los síntomas iniciales, algunos pacientes pueden debutar con parkinsonismo, trastornos psiquiátricos o demencia. También se presentan disfagia, movimientos oculares sacádicos lentos, hiperreflexia, Babinski y con- vulsiones de gran mal y crisis de ausencia. Los signos extrapiramidales se caracterizan por distonías (del pie, blefaroespasmos, tortículis y espasmo del escribiente), corea, bradicinesia y parkinsonismo. El hipogonadismo hipogonadotrópico ocurre en casos aislados. La ataxia espinocerebelosa tipo 18 (SCA18) también se conoce como “ataxia con trastornos sensoriales y atrofia muscular neurogénica”. El defec- to genético está ligado al brazo largo del cromosoma 7 (7q31-32) y aún no se conoce la mutación. Se describió, recientemente, por Brkanac y colaboradores (2002) como una ataxia asociada con neuropatía sensoriomotora en una familia americana de origen irlandés. Se inicia con dificultad de la marcha, fundamentalmente nocturna, en edades comprendidas entre 13 y 27 años. Otras características son las alteraciones piramidales, pérdida de la audición en 20 % de los casos, cognición normal, progresión lenta, postración en la silla de ruedas en edades tardías y expectativa de vida normal. Los estudios de conducción nerviosa evidencian una neuropatía axonal sensitiva, con denervación en el electromiograma. Los estudios de RMN muestran una ligera atrofia cerebelosa. La ataxia espinocerebelosa tipo 19 (SCA19) también se denomina “ataxia con daño cognitivo”. La alteración genética está ligada al cromosoma 1 (1p21- q21) según reportó Verbeek (2002), en una familia holandesa descrita, clínicamente, por Schelhaas y colaboradores (2004). Se caracteriza por ataxia moderada, mioclonus, temblor postural de baja frecuencia y deterioro cognitivo moderado. También existen manifestaciones de lesión del tracto piramidal y neuropatía periférica. La edad de inicio oscila entre 20 y 45 años. No se observa la anticipación genética. http://booksmedicos.org La ataxia espinocerebelosa tipo 20 (SCA20) o “ataxia con disfonía y cal- cificación del núcleo dentado”, fue descrita por Knight y colaboradores (2004) en una familia del sudeste australiano, de origen anglocéltica. La edad prome- dio de inicio de los síntomas es de 46,5 años (desde 19 hasta 64). Existe una anticipacióngenética de aproximadamente 10 años. La disartria es el síntoma más común, seguido por la ataxia de la marcha y de los miembros superiores. También existen manifestaciones piramidales, bradicinesia, sácadas hipermétricas y nistagmo ligero, así como movimientos involuntarios de los dedos, disfonía tipo espasmódica, temblor palatino y mioclonus. El defecto genético se localiza en el cromosoma 11 (11p13-q11), muy próxima a la región candidata de la SCA5. Aunque la homogeneidad del sitio con el de la SCA5 no se excluye, los autores consideran bastante improbable que se trate de una misma enfermedad por las características epidemiológicas y el fenotipo. En la tomografía de cráneo se describe una pronunciada calcificación del núcleo dentado. La RMN evidencia una atrofia cerebelosa generalizada. Los estudios de conducción nerviosa son normales. La ataxia espinocerebelosa tipo 21 (SCA21) o “ataxia con manifestacio- nes extrapiramidales” se describió por Devos y colaboradores (2001), en una familia francesa. La alteración genética se mapeó en el cromosoma 7 (7p21.3- 15.1) por Vuillaume y colaboradores (2002). Las principales manifestacio nes clínicas se relacionan con el síndrome cerebeloso, acinesia, hiporreflexia, tem- blor postural, rigidez y deterioro cognitivo. La progresión de la enfermedad es más lenta que en otras SCA. La edad de inicio varía entre 6 y 30 años, con una media de 17 años, y se asocia con el fenómeno de anticipación genética. Los estudios de RMN muestran atrofia cerebelosa con normalidad del tallo encefálico y los ganglios basales. La ataxia espinocerebelosa tpo 22 (SCA22) se reportó por Chung y cola- boradores (2003), como una nueva forma molecular de SCA ligada al cromosoma 1 (1p21-q23). Se observó en cuatro generaciones de una familia china, cuya edad de inicio tuvo un rango de 10 hasta 46 años. Se caracteriza por la presencia de un síndrome cerebeloso asociado con hiporreflexia, mani- festaciones bulbares, persecución microsacádica intermitente, velocidad sacádica normal y nistagmo horizontal evocado por la mirada, con lenta evo- lución. También existe una anticipación de 10 años en la edad de inicio. http://booksmedicos.org En los estudios de resonancia se demuestra una atrofia cerebelosa homo- génea con compromiso del tallo cerebral. El electromiograma y los estudios de conducción nerviosa son normales. Aunque Chung y colaboradores (2003) excluyeron las SCA conocidas, a principios del año 2004 Schelhaas y colaboradores refirieron que el sitio cromosómico para la SCA22 (1p21-q23) ya se había designado para la SCA19 por el Comité de Nomenclatura del Genoma, con evidencias de solapamiento para los genes de ambas SCA. Estos autores señalan que no puede excluirse la íntima aproximación de los genes de ambas SCA, pero es más probable que las familias holandesas y chinas presenten una mutación en el mismo gen, por lo que la SCA19 y la SCA22 representarían una misma condición patoló gica. En el año 2004, Verbeek y colaboradores mapearon la región candidata del gen de la ataxia espinocerebelosa tipo 23 (SCA23) en el brazo corto del cromosoma 20 (20p13-12.2), en familias holandesas. Se caracteriza por una edad de inicio tardía, promedio de 50 años (rango desde 43 hasta 56). Las manifestaciones clínicas más frecuentes son las cerebelosas, pérdida de la sensibilidad vibratoria en las piernas, signos piramidales y curso evolutivo len- to. La RMN muestra atrofia cerebelosa. El defecto genético consiste en una mutación sin sentido en el gen de la prodinorfina. Los estudios patológicos evidencian atrofia del cerebelo, tallo cerebral y médula espinal, con pérdida de las neuronas de Purkinje y del núcleo dentado. El defecto genético de la ataxia espinocerebelosa tipo 25 (SCA25) se mapeó en el brazo corto del cromosoma 2 (2p15-21) por Stevanin y colabora- dores (2004). Se describió en familias procedentes del sudeste de Francia, con una penetrancia incompleta. Los síntomas, generalmente, se inician en la edad pediátrica, con un rango desde 17 meses hasta 39 años, sin anticipación genética. El cuadro clínico evidencia variabilidad intrafamiliar y se caracteriza por trastornos cerebelosos, neuropatía sensitiva, vómitos, dolor gástrico episódico y otras alteraciones gastrointestinales. También se observan movimientos de persecución ocular enlentecidos Los estudios de conducción nerviosa periférica muestran res- puestas sensitivas ausentes y motoras normales. La RMN evidencia una atrofia cerebelosa severa y global, con tallo encefálico normal. En el año 2005, Yu y colaboradores publicaron que la región candidata del gen de la ataxia espinocerebelosa tipo 26 (SCA26) se localiza en el brazo http://booksmedicos.org corto del cromosoma 19 (19p13,3), adyacente a los genes de la ataxia de las Islas Gran Caimán (Hipoplasia Cerebelosa) y la SCA6, en descendientes de una familia noruega. Se caracteriza por una ataxia cerebelosa de lenta pro- gresión, con ataxia de tronco y de las extremi dades, disartria y nistagmo en algunos casos. La inteligencia es normal y no se alteran la fuerza muscular, los sistemas sensitivos, ni la vía piramidal. La edad de inicio es variable, entre los 26 y 60 años, sin demostrarse la anticipación genética. Los estudios de RMN demostraron una atrofia limitada al cerebelo. La ataxia espinocerebelosa tipo 27 (SCA27) es causada por una muta- ción en el gen que codifica para el factor 14 de crecimiento de fibroblastos (del inglés Fibroblast Growth Factor-14, FGF14 ), el cual interviene en el desarrollo y el funcionamiento del cerebro. Este gen se localiza en el brazo largo del cromosoma 13 (13q33.1). Fue descrita por van Swieten y colaboradores (2003), en una familia ho- landesa con temblor de inicio en la infancia, disquinesias orofaciales y ataxia cerebelosa de lenta progresión. Existe dismetría sacádica, trastornos en los movimientos de persecución ocular, nistagmo evocado por la mirada e hipopalestesia. No se ha demostrado anticipación genética. La expectativa de vida llega hasta los 80 años de edad. Los trastornos del aprendizaje, el déficit cognitivo y la agresividad-depresión en algunos de los pacientes se han relacionado con cambios en el desa rrollo y la supervivencia de poblaciones neuronales en la corteza cerebral, la amígdala y los ganglios basales. La RMN es normal o evidencia atrofia cerebelosa en algunos de los pacientes. Existe neuropatía axonal periférica en los estudios de conducción nerviosa. Hay dos variantes alélicas conocidas, la de la familia holandesa descrita por Van Swieten y colaboradores (2003) en la que encontraron una mutación en este gen (fenilalanina por serina en la posición 145, F145S), la cual concurre de conjunto con el cuadro clínico en el ratón Knockout Fgf14. Esta mutación le confirió una pérdida de la estabilidad estructural de la proteína. La otra se identificó en un paciente con retraso mental moderado e inicio temprano de la enfermedad, caracterizada por la delección heterocigótica de la adenina ubi- cada en la posición 487 (487delA), en el exón 4 del gen FGF14, produciendo truncamiento prematuro de la proteína y pérdida de un tercio de los residuos aminoacídicos. Esta mutación no se identificó en sujetos controles. Ataxia espinocerebelosa tipo 28 (SCA28) fue descrita por Cagnoli y colabo- radores (2006), en una familia italiana con ataxia cerebelosa de inicio juvenil, http://booksmedicos.org lenta progresión y sin anticipación genética. Los síntomas iniciales son el des- equilibrio a la estancia de pie, la incordinación de la marcha y el nistagmo evo- cado por la mirada. Después de largo tiempo de evolución aparecen la oftalmoparesia, sácadas enlentecidas, ptosis palpebral e hiperreflexia osteotendinosa. La enfermedad es causada por una mutación sin sentido en el gen AFG3L2 que se encuentra en el brazo corto del cromosoma 18 (18p11,22-q11,2) y codifica para una metaloproteasa involucrada en el desarrollo axonal. La RMN muestra atrofia cerebelosa. Los estudios de conducción nerviosa son norma- les, igual que la morfologíay las enzimas oxidativas mitocondriales en la biop- sia de músculo. La ataxia espinocerebelosa tipo 29 (SCA 29) es también conocida como “ataxia cerebelosa congénita no progresiva” debido a su inicio temprano y la lenta evolución de los síntomas. Se caracteriza por un síndrome cerebeloso ligero con nistagmo bilateral horizontal y la ocurrencia de vértigos en pacien- tes con edades más avanzadas. Los estudios de imagenología por RMN re- velan una atrofia o aplasia del vermis cerebeloso y conservación del tallo cerebral. Los estudios genómicos desarrollados por Dudding y colaboradores (2004) en una familia caucasiana identificaron ligamiento al cromosoma 3p26, en una región muy cercana al locus definido por la SCA15, por lo que algunos autores la consideran como una variante de esta última. El gen asociado con la enfermedad no se ha identificado aún. La ataxia espinocerebelosa tipo 30 (SCA 30) se identificó en una familia australiana por Storey y colaboradores (2009). Se caracteriza por un síndro- me cerebeloso puro, asociado con signos piramidales. Su inicio es después de la tercera década de la vida y su progresión es lenta. Los estudios de RMN muestran una atrofia cerebelosa con preservación del tallo cerebral. El análi- sis del ligamiento ubicó al gen en el cromosoma 4 (4q34.3q35). Se considera que el gen ODZ3 ubicado en esta región sea el más probable en provocarla. La ataxia espinocerebelosa tipo 31 (SCA31) fue identificada en familias japonesas y representa la tercera forma de ataxia dominante más común en Japón, detrás de la SCA3 y la SCA6. Se caracteriza por un síndrome cerebeloso moderadamente puro, con hipotonía y pérdida auditiva ligera, que puede o no estar asociada con la ataxia. Los pacientes no presentan signos piramidales y http://booksmedicos.org desde el punto de vista oculomotor poseen nistagmo horizontal. La edad de inicio es tardía, aproximadamente en la quinta década de vida. Los estudios de RMN indican una atrofia cerebelosa. La región candidata de la mutación fue primeramente identificada por Nagaoka y colaboradores (2000) en el cromosoma 16q y posteriormente refinada por Hirano y colaboradores (2004) en la región 16q22.1. En el año 2005, Ishikawa y colaboradores reportaron que la enfermedad era causada por una sustitución de un nucleótido 16 C-T en el gen PLEKH64 que codifica para la purotrofina 1; sin embargo, la presencia de dos individuos afectados sin esta mutación condujo a una reconsideración del locus relacio- nado con la SCA31, a partir de lo cual Sato y colaboradores demostraron que esta era causada por la inserción del pentanucleótido TGGAA ,en una región intrónica de los genes BEAN (del inglés brain expressed, associated with Nedd4) y TK2 (del inglés thymidine kinase 2), los que se localizan en cade- nas opuestas y se transcriben en direcciones contrarias. La ataxia espinocerebelosa tipo 32 (SCA32) fue identificada en familias chinas por Jiang y colaboradores (2010). Se caracteriza por una edad de inicio variable, generalmente anterior a los 40 años. La presentación clínica está dada por ataxia cerebelosa, deterioro cognitivo y azoospermia en los individuos del sexo masculino. Los estudios de RMN muestran una atrofia cerebelosa. Los estudios moleculares demostraron un ligamiento de enfer- medad a un locus en el cromosoma 7q32-q33. Teniendo en cuenta la alta prevalencia de la SCA2 en Cuba, y por consti- tuir la segunda forma molecular más frecuente a nivel internacional, se dedi- cará el capítulo 2 al estudio de las características epidemiológicas, clínicas, fisiopatológicas y los principales pilares para el diagnóstico, así como la evo- lución, pronóstico y tratamiento de esta. ALEMAN, T. S. et al. (2002): “Spinocerebellar ataxia type 7 (SCA7) shows a cone-rod dystrophy phenotype”, Exp Eye Res. 74:737-745. AMINO, T. et al. (2007): “Redefining the disease locus of 16q22.1-linked autosomal dominant cerebellar ataxia”, J. Hum. Genet. 52:643-649. BABOVIC-VUKSANOVIC, D. K., M. C. SNOW, V. PATTERSON AND V. MICHELS (1998): “Spinocerebellar ataxia type 2 (SCA 2) in an infant with extreme CAG repeat expansion”, Am. J. Med. Genet. 79:383-387 BASRI, R., I. YABE, H. 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