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1 Diagnóstico del crecimiento económico y desarrollo boliviano Carlos Gustavo Machicado S. I. Introducción En los últimos 20 años muchos países de América Latina y el Caribe (ALC) han tenido tasas de crecimiento importantes que les ha permitido reducir sus brechas de crecimiento intra-regionales. Entre estos países destaca Bolivia que durante varios años se ha mantenido a la cabeza en materia de crecimiento ente los países sudamericanos. En los últimos 20 años Bolivia ha crecido en promedio en 4.27% en términos del Producto Interno Bruto (PIB) y en 2.54% en términos del PIB per cápita. Ambos indicadores superiores a los de ALC que creció en 2.61% (PIB) y 1.41% (PIB per cápita) El presente documento presenta un diagnóstico del crecimiento de Bolivia en los últimos 10 años desde varias perspectivas. Se analizan los determinantes del crecimiento desde una perspectiva de demanda (PIB por tipo de gasto) y desde una perspectiva de oferta (PIB por sectores productivos). Ambos análisis comparan el periodo 2008-2013 con el período 2014-2018 identificados como los períodos de bonanza y post-bonanza de la economía boliviana. En general se identifica al período 2004-2019 como todo un ciclo económico que todavía no ha llegado a su fin y que tampoco ha tocado fondo es decir todavía no presenta signos de recesión o de crisis. De acuerdo a Kehoe, et al. (2019), este período es el segundo de mayor crecimiento en la historia económica moderna de Bolivia. El primero fue entre 1960 y 1978. También se realiza un análisis de contabilidad del crecimiento para descomponer el mismo en crecimiento vía factores de producción y vía productividad. Una vez identificada que la productividad es la que explica el crecimiento en ambos períodos se procede a identificar algunas variables que podrían ser los determinantes de la productividad. Entre estos determinantes aparece la innovación como proxy de cambio tecnológico y las instituciones como aquellos elementos que toda política que promueva un crecimiento económico sostenible debe promover. Seguidamente se presenta un análisis de crecimiento y desarrollo departamental poniendo énfasis en lo que se denomina convergencia del crecimiento que es un fenómeno que se debe verificar en cualquier país que tiene regiones similares idiosincráticamente pero diferentes en cuanto a recursos y capital. Finalmente se presenta un análisis de la estabilidad macroeconómica, entendida esta como un control de la inflación que promueve el crecimiento. La inflación baja y controlada es muy importante para la economía boliviana porque la peor crisis que ha sufrido ha sido una crisis de hiperinflación que tuvo como consecuencia que gran parte del producto que se había acumulado durante el período 1960-1978 se perdió en pocos años. Por eso es muy importante preservar la estabilidad macroeconómica, precisamente 2 para no perder el producto acumulado en este ciclo de crecimiento que poco a poco está llegando a su fin y se espera que no sea un fin catastrófico. A lo largo del documento se pretende responder a varias preguntas relacionadas como ser: ¿Cuáles son los principales rasgos del crecimiento económico y desarrollo boliviano en la última década? ¿Cuáles podrían ser los escenarios futuros de crecimiento de largo plazo y qué requerirían en términos de inversión, productividad e incentivos para la innovación productiva? ¿Cómo podrían ampliarse las mediciones convencionales del crecimiento económico para dar cuenta de su sostenibilidad? ¿Cuál es la relación de esos rasgos, escenarios y mediciones con las dimensiones social y ambiental? regionales? ¿Cuáles son los senderos posibles para un cambio estructural? ¿Qué incentivos a nivel macroeconómico y de políticas productivas existen y se necesitarían para operar dicho cambio? Muchas preguntas se responde directamente, otras se las deja abiertas, pero se identifican los caminos a seguir para poder responderlas. II. Crecimiento en América Latina La coyuntura económica externa de los últimos años, reflejada en elevados precios de las materias primas, ha permitido que muchos países de ALC hayan tenido tasas de crecimiento favorables, lo que les ha permitido cerrar las brechas de crecimiento. Tal es el caso de Bolivia, que ha logrado cerrar su brecha del PIB per cápita con respecto a ALC, como se observa en el siguiente gráfico. Entre el 2003 y 2008 la brecha del PIB per cápita de Bolivia con respecto al PIB per cápita de ALC se había abierto ligeramente en un punto porcentual, pero a partir de 2009 Bolivia empieza a cerrar esta brecha de manera importante pasando de un 39.4% a un 41.1% en 2018, es decir, casi 10 puntos porcentuales. Gráfico 1: Brecha del PIB per cápita (Bolivia vs ALC) 30 32 34 36 38 40 42 44 46 48 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 P o rc e n ta je 39.4 38.4 47.1 3 Fuente: Elaborado en base a información de IDM1 Ciertamente han sido las altas tasas de crecimiento que ha tenido Bolivia en los últimos años, pero también las bajas tasas de crecimiento de la región lo que ha contribuido a cerrar esta brecha, como se observa en el gráfico 2. La correlación entre la tasa de crecimiento del PIB per cápita de Bolivia y de ALC durante todo el período es baja (0.27), pero en el período 2010-2018 que es cuando se cierra la brecha se observa que Bolivia todavía tiene tres años de tasas de crecimiento crecientes, mientras que ALC presenta tasas de crecimiento decrecientes desde el 2010. De hecho el año 2013, es cuando Bolivia presenta el mayor crecimiento per cápita (5.1%). Gráfico 2: Tasa de crecimiento del PIB per cápita -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 P o rc e n ta je BoliviaBolivia ALC Fuente: Elaborado en base a información de WDI En el gráfico 2 también destaca la fuerte caída de la tasa de crecimiento de ALC en 2009 (-3%) producto de la crisis financiera de 2008, que si bien también afectó a Bolivia con una caída de 4.37% en 2008 a 1.64% en 2009, mientras que la recuperación el siguiente año en ALC fue transitoria, la recuperación en Bolivia duro hasta el año 2013. Es a partir del año 2014 que se observa una caída sostenida en el crecimiento del PIB per cápita. Tipificando el crecimiento económico de Bolivia en los últimos años, se podría decir que este ha tenido tres fases: La primera fase que va desde 1996 a 2004, que podría denominarse anterior a la bonanza o pre-bonanza, la segunda fase que va desde 2005 a 2013 que podría denominarse de bonanza y la tercera fase que va desde 2014 hasta hoy que podría denominarse posterior a la bonanza o post-bonanza. Empleando un lenguaje de ciclos económicos, se podría afirmar que Bolivia ha transitado entre 2005 y 2018 las fases de crecimiento y decrecimiento de su ciclo económico, alcanzando el máximo nivel de crecimiento el año 2013 y que representa el punto de inflexión de su ciclo económico. 1 IDM=Indicadores de Desarrollo Mundial del Banco Mundial 4 El gráfico 3 muestra la trayectoria de crecimiento del PIB a precios constantes con sus respectivas tasas de crecimiento promedio de cada una de las fases citadas anteriormente. Se observa que durante la fase de bonanza la tasa de crecimiento promedio fue de 5.12% alcanzando su máximo nivel el año 2013 con una tasa de crecimiento de 6.8%. En la fase siguiente el crecimiento promedio fue de 4.62% y se observa que de alguna manera se ha estabilizado entre 2016 y 2018 en un promedio de 4.2%. Sin embargo, los datos existentes al primer semestre de 2019 muestran una variación acumulada de 3.2%, lo que hace prever que el 2019 el PIB seguirá decreciendo. En promedio no existe una gran diferencia entre la tasa de crecimiento de la post- bonanza y la tasa de crecimiento de la bonanza, dehecho todavía está muy por encima de la tasa de crecimiento observada en la pre-bonanza. Sin embargo, aquí hay que mencionar que el período pre-bonanza captura un período de crisis que duro entre 1998 y 2003 y que fue denominado de crisis financiera por Jamio (2006). Es importante mencionar esto porque todavía el período post-bonanza no captura una situación de crisis económica aunque hay signos que apuntan a que puede desatarse una en cualquier momento. Gráfico 3: Tasa de crecimiento del PIB a precios constantes 0 1 2 3 4 5 6 7 8 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 P o rc e n ta je 3.41 5.12 4.62 Fuente: INE En todo caso, a pesar de que Bolivia ha tenido tasas de crecimiento importantes, ha sido líder del crecimiento sudamericano durante muchos años y ha cerrado su brecha con ALC, sigue siendo el país más pobre de Sudamérica, tal como se observa en la siguiente tabla. Si bien Bolivia ha aumentado su ingreso per cápita de USD 5871 en la fase de bonanza a USD 7147 en la fase post bonanza, este todavía sigue siendo inferior a los USD 10000, que todos los demás países de Sudamérica muestran. Por tanto de entrar Bolivia a una fase recesiva y de crisis, es difícil que este panorama se revierta. Quizás se pueda 5 superar a Venezuela, que es el único país en el que el ingreso per cápita se está deteriorando aceleradamente por una crisis económica que no tiene visos de solución. Tabla 1: Ingreso per cápita de economías sudamericanas (en dólares de 2018) 2000-2007 2008-2013 2014-2019 Argentina 16,664 21,057 20,870 Bolivia 4,919 5,871 7,147 Brasil 13,424 16,306 16,242 Chile 18,128 22,605 25,570 Colombia 10,487 13,141 15,263 Ecuador 9,259 11,130 12,141 Perú 8,186 11,611 14,074 Uruguay 14,380 19,773 23,418 Venezuela 16,717 20,034 13,932 Fuente: Conference Board De todas maneras, como ya se vio, Bolivia ha acortado algunas distancias con otras economías de la región, lo que significa un avance importante que se tiene que tratar de mantener, con políticas económicas adecuadas. III. Determinantes del crecimiento económico de Bolivia Tomando en cuenta que el ciclo económico está acercándose a su fin, resulta importante analizar cuáles han sido los determinantes del crecimiento tanto por el lado de la oferta como por el lado de la demanda. Pero también resulta importante hacer un ejercicio de contabilidad del crecimiento que nos permita descomponer el crecimiento en factores de producción y productividad, entendiéndose esta última como un concepto amplio que deberá ser analizado a profundidad. III.1. Factores de demanda que explican el crecimiento económico en la última década Los factores de demanda que explican el crecimiento económico son los componentes del PIB por tipo de gasto que representan a la demanda interna más las exportaciones netas. El gráfico 4 muestra los factores de demanda que han contribuido al crecimiento en la etapa de bonanza como de post-bonanza en los últimos 10 años. Gráfico 4: Crecimiento del PIB por tipo de gasto (Tasa de crecimiento anual promedio) 6 6.62 3.87 11.17 4.81 5.37 5.13 2.6 -0.1 6.66 4.6 5.52 4.62 -2 0 2 4 6 8 10 12 Importaciones Exportaciones Formacion bruta de capital fijo Consumo Gasto del gobierno PIB Porcentaje 2014-2018 2008-2013 Fuente: INE Si bien la fase post-bonanza todavía no se puede calificar como una fase recesiva puesto que el PIB sigue creciendo a una tasa interesante y superior al 4%, se observan diferencias importantes en lo que es la formación bruta de capital fijo (FBCF) y en los componentes de la balanza comercial (exportaciones e importaciones). Otros componentes de la demanda interna como ser el consumo de los hogares y el gasto del gobierno mantienen sus tasas de crecimiento, por lo que de alguna manera ayudan a sostener la tasa de crecimiento del PIB. De hecho el gasto de gobierno crece a una tasa mayor en la etapa de post-bonanza, reflejo de las políticas keynesianas aplicadas por el gobierno de turno. Un primer elemento que se debe considerar al analizar la FBCF es la composición de la misma. Como se observa en el gráfico 5, ésta ha ido cambiando a lo largo de estos años, concentrándose cada vez más en la inversión pública a costa de la inversión privada. Este cambio se inicia mucho antes, en el 2000 la inversión privada representaba un 70% y la pública solo un 30%. Esto se debe al modelo económico vigente desde 2006 que se basa en otorgarle un rol protagónico al sector público en la economía, el cual debía materializarse a través de la inversión pública, especialmente en empresas públicas dedicadas a distintos rubros. Tal como lo señalan Bolivar y Ugarte (2015) al referirse al rol del Estado en la economía, indican que el Estado tiene que ser todo, planificador, empresario, inversionista, banquero, regulador y productor del desarrollo. Gráfico 5: Composición de la formación bruta de capital fijo 7 56.8 57.7 57 55.6 57.4 59.4 59.2 63.2 62.62 64.73 65.89 43.2 42.3 43 44.5 42.7 40.7 40.9 36.8 37.38 35.27 34.11 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 Publica Privada Fuente: INE Por tanto la caída en la FBCF en el período 2014-2018 se explica principalmente por una desaceleración de la inversión pública, la cual fue disminuyendo su ritmo de crecimiento de 15.3% el 2013 a 2.4% el 2016. Ante este panorama y a fin de sostener la demanda interna, el gobierno el 2017 da un impulso fuerte a la inversión pública, creciendo la misma a una tasa de 14.6%, pero luego se vuelve a desacelerar el 2018 cayendo su tasa a 3.9%. La inversión privada a diferencia de la inversión pública muestra signos de crecimiento entre 2015 y 2017, pasando de un crecimiento de 0.4% a 7.8%, pero luego desacelerándose también el 2018 a 2.2%. Claramente hasta antes del 2018 se estaba en un escenario de “crowding out” donde la inversión pública desplazaba a la inversión privada, escenario que puede estar relacionado con factores institucionales o también con factores impositivos. Las exportaciones son otra variable que cambian radicalmente su tasa de crecimiento, pasando de un crecimiento positivo de 3.87% en el período 2008-2013 a un crecimiento negativo de 0.1% en el período 2014-2018. Es precisamente el año 2014 en que la balanza comercial empieza a reportar déficit después de haber reportado 10 años de superávit gracias a las exportaciones de gas natural principalmente al mercado de Brasil. Precisamente el 2004, Bolivia empieza a enviar gas al Brasil a la máxima capacidad del gasoducto y esto es un cambio fundamental en los ingresos del Estado, primero a través de impuestos y luego a través de la nacionalización que sigue recaudando los ingresos del gas a través de impuestos. Sin duda alguna, esto contribuyó en forma significativa a generar la bonanza económica que vivió el país en los años siguientes, pues represento un incremento importante del ingreso nacional. En el gráfico 6, se puede ver que durante el período 2008-2013, las exportaciones son altamente dependientes de los hidrocarburos, de hecho el 2013 representan 21.8% del PIB, muy por encima de las manufacturas que representan un 9.6% del PIB. A partir del 8 2014, las exportaciones de hidrocarburos (gas) caen abruptamente llegando a representar el 7.6% del PIB en 2018. Es precisamente esta caída que explica principalmente la caída en la tasa de crecimiento de las exportaciones del gráfico anterior y que se refuerza con la caída de las exportaciones en los otros sectores. Hay una recuperación transitoria tanto en minería como en hidrocarburos el 2016. Gráfico 6: Exportaciones como porcentaje del PIB 0 5 10 15 20 25 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 P o rc e n ta je d e l P IB Hidrocarburos Manufacturas Minerales Agricultura Fuente: INE La caída en la tasa decrecimiento de las importaciones que se observa durante el período 2014-2018 en el gráfico 4, ayuda también a amortiguar la caída en la tasa de crecimiento del PIB, lo que es bueno. Las importaciones en proporción al PIB siguen la tendencia del ciclo económico, es decir empiezan a crecer a partir del 2004 hasta el 2014, pasando de 26.3% a 42% del PIB. A partir de ese año caen a 31.1% del PIB en 2018. Este aumento de las importaciones a partir del 2004 coincide con la apreciación del tipo de cambio real producto de la bonanza de ingresos de exportación. Esta apreciación real abarató las importaciones en relación a la producción nacional, por lo que los consumidores prefirieron consumir bienes importados en vez de bienes nacionales. Entre el período 2008-2018 no se observa un cambio importante en la composición de las importaciones, sin embargo hay dos elementos que son importantes de destacar en el gráfico 7. A partir del año 2012 hay un aumento en cuanto a las importaciones de maquinaria y equipo. Esto significa que el sector industrial tiene un componente de demanda de importaciones de maquinaria y equipo que es significativo. En ese sentido, no es sorpresa que a pesar de que el tipo de cambio real este apreciado, el sector industrial exportador no haya reclamado como en otras épocas por una devaluación, pues resulta claro que si bien el tipo de cambio les ha desfavorecido por el lado de las ventas, les ha favorecido por el lado de los costos. Gráfico 7: Composición de las importaciones 9 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 P o rc e n ta je d e l to ta l Maquinaria y equipo Manufacturas Materiales y combustibles Alimentos y bebidas Fuente: INE También ha incidido en el mayor peso de la FBCF en el PIB, debido principalmente a la mayor inversión de las empresas públicas, ya que éstas tienen un componente importado de maquinaria y equipo también alto. Sin duda, que la caída de las importaciones de maquinaria y equipo a partir de 2015, se debe en parte a los ajustes que hizo el gobierno a la inversión pública, especialmente a la inversión de las empresas públicas. Note que a partir de 2016 hay un aumento de las importaciones de materiales y combustibles, que si bien iguala a la participación que se tenía el 2012, es una señal de que Bolivia está importando cada vez más petróleo y productos derivados del petróleo. Esto es reflejo de la poca inversión que se ha hecho en los últimos años en la exploración de campos petrolíferos y gasíferos que garantice por lo menos el abastecimiento interno. A futuro es probable que la tasa de crecimiento de las importaciones caiga aún más, así como el peso de las mismas en el PIB, debido a la restricción externa que está enfrentando el país en la actualidad, y que muy probablemente se acentuará en el mediano plazo. Esta restricción externa se volverá potencialmente más restrictiva en el futuro, debido a la caída prevista en los ingresos de exportación y en las reservas internacionales. Además, una potencial devaluación futura del tipo de cambio nominal y real, tenderá a encarecer las importaciones en relación a la producción nacional. III.2. Factores de oferta que explican el crecimiento económico en la última década La dinámica presentada por la demanda agregada y explicada en el acápite anterior, ha tenido un efecto sobre el desempeño de los sectores económicos, por lo que, al igual que la demanda, la oferta muestra características diferentes entre el período de bonanza (2008-2013) y el período post bonanza (2014-2018), como se observa en el gráfico 8. 10 Gráfico 8: Crecimiento del PIB por actividad económica (Tasa de crecimiento anual promedio) 5.91 4.16 9.02 5.10 4.26 10.56 6.38 2.83 5.13 6.43 4.58 5.91 5.28 4.72 2.56 -2.04 5.32 4.60 -4 -2 0 2 4 6 8 10 12 Adm. Pública Comercio Construcción Servicios Manufacturas Mineria Hidrocarburos Agricultura PIB Porcentaje 2014-2018 2008-2013 Fuente: Elaborado en base a información del INE Los sectores que lideraron la bonanza económica fueron minería en primer lugar con una tasa de crecimiento promedio de 10.56%, en segundo lugar construcción con una tasa de 9.02% y en tercer lugar los hidrocarburos con una tasa de 6.38%. La minería y los hidrocarburos son sectores transables que se ven beneficiados por el aumento de las exportaciones de minerales provenientes de las inversiones realizadas por las minas San Cristobal y San Bartolomé y por las exportaciones de gas natural a la Argentina que comienzan el año 2007, pero llegan a su máximo potencial el año 2010. El boom de la construcción no es otra cosa que el reflejo del boom de ingresos generado por las exportaciones de gas y minerales que se ve reflejado en una expansión de la inversión pública y privada. Durante el periodo de post-bonanza, se observa un menor dinamismo de los sectores exportadores de minería e hidrocarburos, que habían contribuido en gran medida a generar el boom económico. Durante este periodo, la minería presenta una tasa de crecimiento promedio de 2.56% y los hidrocarburos presentan una tasa de decrecimiento de 2.04%. El sector de la construcción también se desacelera a una tasa de 5.91% en promedio, reflejo de los menores ingresos que tiene la economía. En este período destaca el repunte en crecimiento que tiene el sector agrícola. Mientras que durante la bonanza había crecido en 2.83%, ahora pasa crecer a una tasa de 5.32%. Este repunte se explica en gran medida por la expansión que hubo en los cultivos de soya, trigo y maíz en el Departamento de Santa Cruz principalmente a partir del año 2012 y que alcanza un máximo el año 2016. Este crecimiento del sector agrícola con un alto potencial futuro es lo que llevo al gobierno a promover un plan de extensión del agro que esperaba llegar a las 4 millones de hectáreas en 2020. 11 También se observa un mayor crecimiento de los servicios de la administración pública, lo que muestra una mayor participación del sector público en la economía. El resto de los sectores presentan tasas más o menos similares entre uno y otro período y esto se debe a que el gobierno ha mantenido tasas positivas de crecimiento en el gasto e inversión pública, lo que ha mantenido la dinámica en estos sectores, tal es el caso de servicio y manufacturas. La expansión de los sectores extractivos, durante el período de bonanza económica, se explica en gran medida por las inversiones realizadas en la década del 90 y principios de los 2000, sumada a la coyuntura favorable de altos precios de materias primas en los mercados internacionales. Esta expansión, generó un aumento importante en los ingresos por exportación tanto del sector público como del sector privado, lo que a su vez posibilitó la expansión de la demanda interna, en gasto público y privado, tanto corriente como de capital y esto resultó en mayor crecimiento económico, mayor nivel de empleo y caída en la incidencia de la pobreza y la desigualdad. La desaceleración de la economía durante el periodo de post-bonanza también se explica por la caída en los precios y volúmenes exportados de minería e hidrocarburos, que han reducido los ingresos de los sectores públicos y privados, y por lo tanto su capacidad de gasto. El sector público ha tratado de mantener su nivel de gasto para evitar una caída significativa de la actividad económica, pero a costa de un mayor déficit fiscal, endeudamiento externo e interno, y pérdida de reservas internacionales, lo que no es sostenible en el mediano plazo. Gráfico 9: Crecimiento del PIB trimestral y precio del gas natural 0 1 2 3 4 5 6 7 8 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 2 0 0 8 ,0 1 2 0 0 8 ,0 3 2 0 0 9 ,0 1 2 0 0 9 ,0 3 2 0 1 0 ,0 1 2 0 1 0 ,0 3 2 0 1 1 ,0 1 2 0 1 1 ,0 3 2 0 1 2 ,0 1 2 0 1 2,0 3 2 0 1 3 ,0 1 2 0 1 3 ,0 3 2 0 1 4 ,0 1 2 0 1 4 ,0 3 2 0 1 5 ,0 1 2 0 1 5 ,0 3 2 0 1 6 ,0 1 2 0 1 6 ,0 3 2 0 1 7 ,0 1 2 0 1 7 ,0 3 2 0 1 8 ,0 1 P re c io d e l g a s n a tu ra l d e fl a c ta d o p o r IP P d e E E .U U . T a s a d e v a ri a c ió n d e l P IB Gas natural PIB Fuente: elaborado en base a información del INE y datos del FRED2 2 FRED = Datos económicos del Banco de la Reserva Federal de St. Louis. 12 El gráfico 9 muestra la alta correlación existente (al menos en tendencia) entre la tasa de crecimiento del PIB en Bolivia y el precio del gas natural que está asociado con el precio del petróleo. A partir de 2003, los precios internacionales del petróleo comenzaron a subir debido a la mayor demanda por materias primas y energía proveniente de China. Esta tendencia al alza continuó hasta 2008, cuando se produjo una brusca caída, debido a los efectos de la crisis financiera internacional ocurrida ese año. Sin embargo, los precios de materias primas se recuperaron rápidamente, debido a las políticas anticrisis aplicadas en varios países desarrollados. Es precisamente entre el 2008 y 2013 que se observa una tendencia creciente en la tasa de crecimiento del PB trimestral. A partir de 2013, el precio del gas natural ya muestra una tendencia decreciente asociado con la caída en general de los precios de las materias primas, fenómeno que se denominó “fin del super-ciclo” de precios de materias primas. Esta caída duro hasta el 2016 con una leve recuperación el 2017, que ayuda también a una recuperación de las tasas de crecimiento del PIB trimestral. Sin embargo, los precios vuelven a caer en 2018 producto de la volatilidad existente en los mercados internacionales generada por la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China. La alta correlación existente entre la tasa de crecimiento de la economía y los precios del gas natural muestra que la economía boliviana es altamente dependiente de sus ingresos de exportación de materias primas extractivas, como es el caso de los hidrocarburos. Esta dependencia ha sido histórica, en un primero momento fue la plata, luego el estaño y ahora es el gas natural. De no cambiar este patrón, el próximo ciclo de la economía boliviana dependerá de cuál sea la materia prima que se exporte. Alguno dicen que podría ser el litio. Otra opción y que siempre ha estado planteada pero nunca materializada consiste en diversificar el sector exportador a través de la industrialización, de tal forma que una reducción en los ingresos de un solo producto no sea tan determinante para el comportamiento de la economía en su conjunto. Pero mientras no se cambie la matriz productiva, no queda otra que seguir apostando en la exportación de materias primas, para eso es necesario que se hagan las inversiones necesarias para mantener el ritmo de crecimiento de los sectores extractivos. Lastimosamente, este no ha sido el caso y queda corroborado por el hecho de que la producción de gas natural está llegando a un límite tal que probablemente Bolivia no pueda cumplir con sus compromisos de exportación al Brasil y/o Argentina. Por tanto surge una incertidumbre acerca del futuro del sector hidrocarburífero y de la economía en su conjunto. Por otro lado, reactivar los sectores extractivos toma tiempo y eso es algo que Bolivia no tiene ya mucho. IV. Descomposición del crecimiento en la última década En esta sección se presenta una descomposición del crecimiento económico en la última década basada en un ejercicio de contabilidad del crecimiento. Este tipo de ejercicios tienen la ventaja de identificar si el crecimiento se ha basado en una acumulación de 13 factores productivos (capital y trabajo) o en productividad. La desventaja es que la productividad se la calcula como un residuo (residuo de Solow) y por tanto incluye todo lo que no explican los factores productivos, incluso el error de medida que estos pudieran tener. De todas maneras es un ejercicio valido y ampliamente usado para discutir el tema de la productividad que es la variable que debería explicar el crecimiento de largo plazo. En ese sentido este ejercicio permite también abrir la discusión del crecimiento a los determinantes de la productividad.3 La siguiente tabla muestra la descomposición del crecimiento en los períodos de bonaza y post-bonanza. El PIB por trabajador se define como el PIB dividido entre la población en edad de trabajar (15-64 años), la productividad corresponde a la productividad total de factores (PTF), el capital es la razón capital-producto y el trabajo es la razón trabajadores entre la población en edad de trabajar. Las tasas de crecimiento reportadas son tasas promedio de cada período. Tabla 2: Descomposición del crecimiento del PIB por trabajador Período PIB por trabajador Productividad Capital Trabajo 2008-2013 2.86 3.22 -0.45 0.09 2014-2018 2.47 1.95 1.09 -0.56 Fuente: Elaborado en base a información del INE Se observa claramente que el crecimiento durante la época de bonanza estuvo basado principalmente en un crecimiento de la productividad muy por encima del crecimiento del trabajo. El factor capital muestra un decrecimiento que significa que el stock capital ha crecido a una tasa menor que el producto. Esto es normal cuando se tienen tasas de crecimiento elevadas del producto, que superan a la acumulación de capital que es más rígida por la composición del capital físico. En el período post-bonanza sigue siendo el factor más importante la productividad, pero también es importante el capital, lo que se explica principalmente por el impulso que se la ha dado a la inversión pública a fin de mantener activa la demanda interna. Destaca la contribución negativa del empleo lo que significa que el número de trabajadores ha crecido menos de lo que ha crecido la población económicamente activa (PEA), por tanto si bien el PIB por trabajador no ha decaído sustancialmente, si hay evidencias de una desaceleración asociada con un aumento del desempleo. Una vez identificada la productividad como el elemento fundamental del crecimiento económico en Bolivia en ambos períodos, se debe explicar que está detrás de la misma. Desde una perspectiva teórica, al definirse la productividad como productividad total de factores, es decir aquello que mejora la eficiencia en la combinación de factores, entonces debería ser cambio o progreso tecnológico. Sin embargo, al medirse como un residuo sabemos que pueden ser todo lo que no está explicado por progreso tecnológico. En ese 3 Aspectos técnicos acerca del ejercicio de contabilidad del crecimiento lo pueden encontrar en Machicado (2018). 14 sentido a continuación se realiza un análisis correlacional que si bien no implica causalidad, nos ayudará a entender algunos elementos e identificar algunas variables que pueden estar explicando la productividad4. Un primer elemento a analizar lógicamente será el cambio tecnológico, para lo cual al no tener una variable que mida efectivamente cuanto ha sido el progreso tecnológico, lo vamos a aproximas con el índice de innovación correspondiente al pilar 12 del Índice de Competitividad Global (ICG). El gráfico 10 muestra la evolución del valor de este índice versus la tasa de crecimiento de la PTF. Gráfico 10: Crecimiento de la PTF e índice de innovación -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 P o rc e n ta je Indice de innovación Crec. PTF Fuente: elaborado en base a información del INE y datos del ICG Se observa que la PTF tiene un crecimiento bastante volátil a partir del 2013, pero con una tendencia marcada al ascenso entre el 2010 y 2012. Si bien el índice de innovación no muestra lavariabilidad de la PTF, si se puede evidenciar una tendencia creciente del mismo entre 2010 y 2015, para luego decrecer. Por tanto, pareciera que algo de la productividad esta explicada por la innovación, pero ciertamente no es el elemento fundamental de la misma. Esto no es algo menor porque está demostrado que la innovación es un elemento fundamental para garantizar un crecimiento y desarrollo sostenible de una nación. Según el reporte 2019 del ICG, Bolivia ocupa el puesto 124 de 141 países en capacidad de innovación y el puesto 119 en investigación y desarrollo. Por tanto hay que plantear una verdadera política de innovación que aglutine al sector público y al privado. Varios estudios indican que países que exportan materias primas, tienen un crecimiento que depende mucho de los términos de intercambio. Algo ya vimos en el gráfico 9 al 4 A menudo también este tipo de análisis de productividad requieren el uso de variables microeconómicas. 15 mostrar que hay una correlación notoria entre la tasa de crecimiento del PIB y el precio del gas natural. En el gráfico 11 se presenta la correlación entre la productividad y los términos de intercambio. Gráfico 11: Crecimiento de la PTF e índice de términos de intercambio -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 0 20 40 60 80 100 120 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 P o rc e n ta je Ín d ic e ( 2 0 1 2 = 1 0 0 ) Crec. PTF Índice de TI Fuente: Elaborado en base a información del INE El índice de términos de intercambio captura de una mejor manera la variación de la tasa de crecimiento de la productividad, especialmente en la etapa de bonanza, lo que indica que claramente la bonanza de la economía boliviana estuvo fuertemente influenciada por una mejora de los términos de intercambio. En el período post bonanza, el crecimiento de la productividad tiene una caída fuerte en 2016 y es el año en que los términos de intercambio muestran su nivel más bajo. Por tanto esta variable si es un fuerte candidato a explicar la evolución de la productividad en los últimos 10 años. Y ya se dijo que el período de bonanza que se explica por productividad, se explica por el super ciclo de precios de las materias primas. Muchos autores sostienen que la productividad captura también una serie de factores institucionales que afectan al crecimiento. Empleando un índice de institucionalidad calculado por Machicado (2019)5, verificamos si evidentemente la evolución del marco institucional en Bolivia, explica la evolución de la productividad en los últimos 10 años, los resultados se muestran en el gráfico 12. Gráfico 12: Crecimiento de la PTF e índice de institucionalidad 5 Este índice se construye en base a los indicadores de gobernanza del Banco Mundial (Kaufmann, et al., 2011). 16 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 36 37 38 39 40 41 42 43 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 P o rc e n ta je Ín d ic e Crec. PTF Índice de institucionalidad Fuente: Elaborado en base a información del INE La tendencia del marco institucional ha sido decreciente a lo largo de estos últimos 10 años, aunque la varianza es fuerte también. Mientras que el 2010 las instituciones mejoran, la tasa de crecimiento de la PTF cae y al revés pasa el 2015. Esto puede deberse a efectos rezago, aunque también hay algunos años como el 2017 en que mejoran las instituciones y también se recupera en algo la tasa de crecimiento de la PTF. Desde una perspectiva de largo plazo (tendencia) parece que las instituciones son un candidato para explicar la PTF. Es evidente que ha habido un deterioro del marco institucional en los últimos años que ha repercutido en el crecimiento. Por lo general es durante la crisis que los países son conscientes de la importancia de las instituciones y es cuando llevan adelante las reformas necesarias. En épocas de bonanza generalmente no se promueven políticas de mejora institucional. Hay muchas otras variables que son potenciales candidatos para explicar la PTF, entre ellas destaca el capital humano, la estabilidad macroeconómica y la apertura comercial, por citar algunas. Sin embargo testear estas variables es más complejo porque por ejemplo, el capital humano típicamente se los aproxima con algún índice basado en escolaridad. Bolivia muestra un avance importante en años de escolaridad por lo que sus índices de capital humano son siempre crecientes, pero esto no quiere decir que haya mejorado su capital humano porque más escolaridad no es sinónimo de mejor educación. Bolivia tiene serias deficiencias en la calidad de educación, especialmente en educación superior y esto muy difícil de medir, más aun si en el país no se aplican pruebas estandarizadas de medición de la calidad de la educación. De igual manera para medir la inestabilidad macroeconómica típicamente se usa la inflación, pero en Bolivia ésta está controlada al estar anclada al tipo de cambio nominal, por lo tanto hay una inflación controlada pero por un ancla nominal que tiene poca variabilidad, por lo que seguro no nos va a capturar la variabilidad de la PTF. Sin embargo Machicado (2018) demuestra que en el largo plazo la estabilidad macroeconómica si es importante para explicar la productividad. 17 V. Convergencia del PIB per cápita departamental En esta sección se analiza si durante el período 2000-2018 hubo convergencia entre los departamentos de Bolivia. El fenómeno de convergencia es una de las predicciones del modelo de crecimiento neoclásico (Solow, 1957) que sostiene que los países o regiones más pobres deberían crecer a tasas más aceleradas que los países o regiones más ricas. Esto sucede porque una región pobre, al tener un stock de capital menor, éste resulta ser más productivo, entonces al acumular más capital crece también más rápidamente. Cuando se habla de convergencia regional se asume que son regiones que comparten algo en común, en este caso se trata de los Departamento de Bolivia, cuyo común denominador es la pertenencia a un mimo país con características idiosincráticas similares. Esto nos permite hablar de convergencia condicional que es la que generalmente se verifica.6 El gráfico 13 muestra la dispersión entre el PIB per cápita de 2000 (expresado en dólares constantes) y la tasa de crecimiento promedio del PIB per cápita entre 2000 y 2018. Se parte el análisis el año 2000 porque la convergencia es un fenómeno de largo plazo, por eso un plazo mayor a 10 años es lo apropiado. Claramente se observa que existe una relación negativa entre los puntos de dispersión que representan a cada uno de los departamentos incluida Bolivia. El Departamento con menor PIB per cápita que es Potosí presenta la mayor tasa de crecimiento promedio, mientras que el Departamento con mayor PIB per cápita que es Pando presenta la tasa de crecimiento promedio más baja. El resto de los Departamentos se encuentran ubicados alrededor de la línea de tendencia a excepción de Tarija que claramente resulta ser un “outlier”. Tarija tiene una tasa de crecimiento similar a la de Potosí con un PIB per cápita en 2000 similar al de Oruro que esta después de Santa Cruz. Un poco la historia de Tarija en los últimos años se explica por la gran cantidad de recursos que ha recibido por hidrocarburos, lo que le ha permitido crecer a tasas superiores a las que debería haber crecido dado su stock de capital. Gráfico 13: Convergencia departamental 6 La otra convergencia que es la incondicional, es entre regiones heterogéneas y por lo general esta no se cumple. 18 BOL CHQ LP CBB OR PTS TAR SCZ BEN PAN 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 400 600 800 1000 1200 1400 1600 T a s a d e c re c . p ro m e d io 2 00 0 -2 0 1 8 PIB per cápita 2000 Fuente: Elaborado en base a información del INE Es importante hacer este análisis de convergencia departamental, porque la predicción de la convergencia es que en el largo plazo todos los departamentos deberían converger a un mismo nivel de capital de estado estacionario. Esto no quiere decir que deberían llegar al mismo nivel de PIB per cápita, sino deberían llegar a un punto en el que su crecimiento este determinado solamente por el crecimiento de la productividad y las diferencias entre departamentos deberían explicarse solamente por diferencias en productividad. Al parecer Bolivia esta camino a este modelo de crecimiento, basado en productividad, por tanto toda política de fomento a la productividad como impulso a la innovación, mejora institucional, etc, son aplicables a cada uno de los Departamentos. Un error que muchas veces se comete al hacer un análisis de convergencia es interpretar los resultados como que cada Departamento tiene su dinámica propia en cuanto a acumulación de capital (inversión) y si los más pobres invierten más, no tiene nada que ver con lo que sucede con los más ricos. Evidentemente esto no es así, existen interrelaciones entre los Departamentos que no se pueden negar y que hacen que el crecimiento este correlacionado. Para ver esto, en la siguiente tabla se presenta un matriz de correlación entre el crecimiento que muestra cada Departamento entre el 2008 y 2018. Tabla 3: Matriz de correlación del crecimiento departamental 2008-2018 CHQ LPZ CBB ORU PTS TAR SCZ BEN PAN CHQ 1 LPZ 0.88 1 CBB 0.95 0.94 1 ORU 0.65 0.84 0.69 1 PTS 0.5 0.76 0.6 0.96 1 TAR 0.81 0.71 0.73 0.44 0.23 1 SCZ 0.92 0.91 0.93 0.66 0.51 0.87 1 19 BEN 0.67 0.73 0.74 0.77 0.82 0.3 0.59 1 PAN 0.77 0.85 0.85 0.78 0.67 0.63 0.86 0.59 1 Fuente: Elaborado en base a información del INE Si tomamos en cuenta solamente aquellas correlaciones mayores 0.9, vemos que el crecimiento económico de Chuquisaca y La Paz ha estado correlacionado con el de Cochabamba y Santa Cruz, el de Cochabamba con el de Santa Cruz y el de Oruro con el de Potosí. Este último es un vínculo principalmente de carácter minero, el resto de los departamentos es un vínculo claramente de mercado en el sentido de que claramente Santa Cruz, en los últimos 10 años, se ha convertido en el Departamento que lidera el crecimiento económico y por ende es un departamento demandante de servicios de todo tipo, así como de mano de obra que claramente los departamento de La Paz, Cochabamba y Chuquisaca le han ido proveyendo. Seguramente hay muchos otros vínculos como el financiero por ejemplo y otros que seguramente merecen ser estudiados con más detalle. A modo de complementar el análisis de crecimiento departamental con un análisis de desarrollo, citando algunos resultados de Serrudo et al. (2019) podemos decir que solamente los departamentos del eje (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz) son capaces de transformar producto (PIB) en mayor progreso social medido por el Índice de Progreso Social (IPS) que es una medida de desarrollo que no incorpora variables económicas. Para una medición de que hacen los autores para el período 2013-2016, identifican que Santa Cruz y Tarija son los departamentos de mayor progreso social y esto se explica también por las rentas recibidas por los hidrocarburos que beneficiaron principalmente a estos departamentos. VI. Estabilidad macroeconómica y tipo de cambio real En la sección IV se mencionó que la estabilidad macroeconómica es considerada como un elemento fundamental para garantizar un crecimiento económico sostenible y la razón es muy sencilla: Cuando existe estabilidad macroeconómica, la inflación está controlada, esto a su vez permite controlar las expectativas de inflación hacia una baja inflación. Y si la inflación es baja y se espera que se mantenga así, tanto consumidores como empresarios dejan de preocuparse por el tema y dejan de destinar recursos a protegerse de la inflación y los destinan a las actividades productivas en el caso de las empresas. Entonces la economía tiene una dinámica eficiente que al final se traduce en crecimiento económico. La inflación en Bolivia está anclada al tipo de cambio nominal, que desde noviembre de 2011 se encuentra fijado a un valor de 6.96 Bs./$us. Éste es el tipo de cambio nominal relevante pues todo el comercio internacional se realiza en dólares y además Bolivia es una economía bi-monetaria donde el dólar y el boliviano se pueden usar indistintamente en cualquier transacción a nivel interno. Esto sucede porque un tipo de cambio nominal fijo por lo general está asociado a un tipo de cambio real apreciado que significa que se necesitan pocos bienes nacionales para adquirir un bien extranjero, es decir los bienes 20 extranjeros son baratos comparados con los nacionales y así si escasea algún producto nacional y esto genera una presión de demanda y de precios al alza, se lo importa y se controla esa presión. Así los desequilibrios de mercado que pudieran ajustarse vía precios se ajustan vía cantidades. El graficó 14 muestra la relación entre el tipo de cambio real bilateral (EEUU-Bolivia) con la inflación medida a través de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Se observa que el TCR comienza a apreciarse el 2004 y si bien todavía se observan unos picos de inflación el 2009 y el 2011, la tendencia es a una disminución de la misma. Eso es interesante porque nos está diciendo que durante el período de bonanza la inflación era volátil y respondía a otros impulsos del mercado y no solamente al tipo de cambio nominal. A partir del 2014, cuando comienza la post-bonanza se ve una clara disminución de la volatilidad, pero además una caída en la tasa de inflación correlacionada con la caída en el TCR. Gráfico 14: Tipo de cambio real e inflación 0 2 4 6 8 10 12 14 16 0 20 40 60 80 100 120 140 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 In fl a c ió n ( V a r % I P C ) Ín d ic e T C R ( 2 0 0 0 = 1 0 0 ) TCR Inflación Fuente: Elaborado en base a información del INE y WDI Si la inflación responde únicamente al tipo de cambio nominal, como parece ser el caso, una devaluación del mismo producirá un aumento de la tasa de inflación y por ende una inestabilidad macroeconómica que dependerá primero de la magnitud de la devaluación y segundo de como respondan las expectativas de inflación. Es decir, si los agentes perciben que la inflación es transitoria o es permanente. El “pass through” hace referencia al impacto que tiene en los precios un alza del tipo de cambio. Un cálculo preciso del mismo es fundamental para calcular el margen que se tiene para variar el tipo de cambio y afectar la estabilidad macroeconómica. En períodos de bonanza, cuando la economía es más rica y productiva, la apreciación del tipo de cambio real puede ser un buen signo, pero también hay una extensa literatura que argumenta que esto también puede ser un problema, porque la apreciación usualmente está ligada a una mayor producción de un recurso natural, en este caso el gas natural, en 21 desmedro de otros sectores. Esto es lo que se conoce como “enfermedad holandesa” que se la puede medir si se observa un aumento en el peso de las actividades exportadoras extractivas y de las actividades productoras de no transables y una caída en el peso de las actividades productoras de transables no-extractivas, diferentes a los sectores que están generando la bonanza económica (“windfall gain”), en el PIB. En el período de bonanza, se observa una disminución de los transables no extractivos de 41% a 39% del PIB, mientras que los no transables aumentan su participación de 45% a 48% del PIB. Los transables extractivos (minería e hidrocarburos) mantienen su participación.En el período post bonanza, los no transables siguen aumentando su participación llegando a casi el 50% del PIB en 2018, pero también aumentan su participación los transables no extractivos, lo que significa que en este período baja la participación de los transables extractivos en casi 3 puntos porcentuales. Esto nos permite concluir que evidentemente hay signos de enfermedad holandesa en el período de bonanza, pero no en el de post-bonanza. VII. Conclusiones Este documento ha desglosado en crecimiento de la economía Boliviana en los últimos 10 años en sus determinantes y en un crecimiento regional. Se ha hecho también una descomposición del crecimiento a través de una función de producción y se ha analizado la importancia de la estabilidad macroeconómica para que no se revierta los logros alcanzados que si bien no sacan a Bolivia del último lugar en ingresos per cápita en ALC, pero han ayudado a cerrar brechas con otras economías sudamericanas. El reto a futuro es preservar esto y más bien alcanzar un crecimiento sostenible. ¿Cuáles son los principales rasgos del crecimiento económico y desarrollo boliviano en la última década? En la última década se han identificado dos períodos: Bonanza (2008- 2013) y post-bonanza (2014-2018). El crecimiento en ambos períodos ha estado determinado por la inversión y las exportaciones cuando se lo ve por el lado del gasto, mientras que ha estado determinado por los sectores extractivos (minería e hidrocarburos) cuando de lo ve por el lado de los sectores económicos. Claramente han sido estos sectores que han exportado de manera importante durante la bonanza y se han relegado durante la post-bonanza influido por los cambios en los precios de exportación. ¿Cuáles podrían ser los escenarios futuros de crecimiento de largo plazo y qué requerirían en términos de inversión, productividad e incentivos para la innovación productiva? Bolivia, al ser una economía pequeña y abierta, los ciclos externos de comercio, históricamente han determinado los ciclos de bonanza y crisis por los que ha atravesado. Esto se ha visto exacerbado porque el país depende en forma importante de las exportaciones de materias primas provenientes de sectores extractivos, los cuales han demostrado tener precios muy volátiles en los mercados externos. El último periodo de bonanza de precios de materias primas por el que atravesó la economía en los últimos años, ha sido significativo, en términos de la magnitud de la bonanza de precios, así como 22 en la duración de la misma. Sin embargo, en la coyuntura actual la bonanza de precios parece haber terminado, lo que genera incertidumbre sobre el desempeño futuro de la economía. Los menores ingresos de exportación de productos extractivos, sin embargo, podrían generar una depreciación cambiaria real, lo que incentivaría una diversificación de las exportaciones, que favorecerían el desarrollo de sectores no tradicionales, como ocurrió en la década de los 90. Esto sin embargo tomaría bastante tiempo, y será necesario implementar políticas de largo plazo que garanticen la seguridad jurídica a las inversiones privadas, y también se amplié el acceso a mercados más grandes y de mayor poder adquisitivo, mediante la firma de acuerdos comerciales y tratados de libre comercio. ¿Cómo podrían ampliarse las mediciones convencionales del crecimiento económico para dar cuenta de su sostenibilidad? El análisis de descomposición del crecimiento identifico a la productividad total de factores como la variable que explica el crecimiento de largo plazo. Hablar de crecimiento de largo plazo significa hablar de un crecimiento sostenible que se refiere al desarrollo económico que intenta satisfacer las necesidades de los humanos pero de una manera que sustenta los recursos naturales y el medio ambiente para las futuras generaciones. Este tipo de crecimiento no se logra a través de los recursos naturales, se logra diversificando la economía y promoviendo el cambio tecnológico que es en esencia la productividad. Para esto resulta importante promover un cambio institucional que aliente la innovación, pero además es importante incentivar la acumulación de capital humano. Tanto las instituciones, como el capital humano no están medidos apropiadamente en Bolivia y en general en el mundo, así que sería bueno ampliar las mediciones a estos rubros para adecuar bien las políticas de incentivos a los mismos. ¿Cuál es la relación de esos rasgos, escenarios y mediciones con las dimensiones social y ambiental? regionales? En el documento se ha analizado el crecimiento regional, específicamente el departamental y se ha verificado la existencia de una covergencia condicional y de ciertas correlaciones entre grupos de departamentos que vale la pena identificar a que se deben exactamente y cómo funcionan. Ciertamente La Paz y Santa Cruz son los departamentos que mueven el crecimiento nacional, pero Tarija también ha jugado un rol fundamental en la generación de recursos que han sido transferidos a otros departamentos. Esto hace pensar que Bolivia a diferencia de otros países ya no es una economía centralizada, sino que se mueve en torno a dos ejes y quizás tres. ¿Cuáles son los senderos posibles para un cambio estructural? Los períodos de bonanza y post-bonanza han generado cambios estructurales en la economía boliviana. Uno de ellos es el aumento de la participación del Estado en la economía. En la coyuntura actual esto representa un problema, ya que la menor disponibilidad de recursos por parte del Estado, genera dudas sobre su capacidad para seguir liderando el crecimiento futuro de la misma, por lo que la economía deberá transitar hacia una economía no totalmente concentrada en el sector privado, pero si con un sector privado que promueva mayores inversiones y además innove no solamente en productos sino también en procesos. 23 Otro cambio observado en la estructura económica del país, ha sido la mayor dependencia que ésta tiene de los productos importados. Esto podría representar un problema a futuro, ya que la menor disponibilidad de divisas reducirá la capacidad de importar del país, insumos intermedios y bienes de capital que no son producidos localmente. Este es el caso de los bienes de capital e insumos intermedios importantes como los combustibles. Bolivia tendrá que revisar su política de exploración de petróleo a fin de no perder su capacidad de autoabastecimiento. Por otro lado la política cambiaria deberá tomar en cuenta las restricciones externas que existen, especialmente en aquellas empresas que importan sus insumos. ¿Qué incentivos a nivel macroeconómico y de políticas productivas existen y se necesitarían para operar dicho cambio? Todo esto no quiere decir que se prescinda de los recursos naturales y de las actividades extractivas, ya que el país tiene potencial para producirlos y hay nuevo productos como el litio que alientan un panorama favorable para las exportaciones. Estos sectores han generado históricamente excedentes, que dotan al Estado de los recursos con los cuales éste puede emprender proyectos en los sectores de infraestructura, salud, educación y servicios básicos, sectores que son fundamentales para el desarrollo. En ese sentido Bolivia deberá promover la inversión en estos sectores extractivos, para lo cual será necesario garantizar la seguridad jurídica a los inversionistas privados, nacionales y extranjeros. Bibliografía Bolivar, O. y D. Ugarte (2015). “Demanda Interna, Motor del Crecimiento Económico en Bolivia”, Cuadernos de Investigación Económica Boliviana, Vol 1(1), Octubre. Jemio, L.C. (2006). “Volatilidad externa y el sistema financiero en Bolivia.” Informe de consultoría elaborado para la Corporación Andina de Fomento (CAF). La Paz, Bolivia. Kaufmann, D., Kraay, A. y Mastruzzi, M. (2011). The Worldwide Governance Indicators: Methodologyand Analytical Issues. Hague Journal on the Rule of Law, 3, pp-220-246. Kehoe, T., C.G. Machicado and J. Peres-Cajías. (2019). “The Monetary and Fiscal History of Bolivia, 1960-2017,” NBER Working Paper 25523. February. Machicado, C.G. (2018). 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