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40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 1 de 10 ENFERMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN ► Estados de hipercoagulabilidad o trombofilias ► Síndromes trombóticos microangiopáticos ► Diátesis hemorrágica ► CID Estados de hipercoagulabilidad o trombofilias Condición que predispone a la trombosis, como consecuencia de factores genéticos, adquiridos o ambos PATOGENIA Según su etiología se puede clasificar en dos grupos: ► Trombofilia primaria o hereditaria: tendencia determinada genéticamente a desarrollar trombosis. El defecto hereditario más frecuente es la resistencia a la proteína C activada (RPCa) ► Trombofilia secundaria o adquirida: corresponde a una serie de trastornos adquiridos en los que existe mayor riesgo de desarrollar trombosis. También se incluye en este aparato los procesos tromboembólicos que resultan de la interacción de factores genéticos y ambientales. Características clínicas de las trombofilias: 1. Historia familiar de trombosis 2. Trombosis venosa o arterial antes de los 40 años 3. Trombosis recurrente 4. Trombosis venosa en sitios no usuales como cerebral, mesentérica, portal o venas hepáticas, renales, intestino, ojo y mano. 5. Trombosis venosa idiopática o secundaria a estímulos mínimos (Ej: embarazo) 6. Trombosis arterial y venosa 7. Resistencia a la heparina 8. Púrpura neonatal fulminante 9. Necrosis cutánea inducida por cumarínicos RESISTENCIA A LA PROTEÍNA C ACTIVADA (FACTOR V LEIDEN) El factor V Leiden es el nombre dado a una variante del factor V de la coagulación humana que con frecuencia causa un trastorno de hipercoagulabilidad. En este trastorno la variante del factor V Leiden no puede ser inactivada por la proteína C activada. Fenómeno que se asocia a un aumento en el riesgo de trombosis venosa. Clínicamente las manifestaciones más frecuentes están dadas por trombosis venosas profundas y superficiales. Se ha descrito en un 25% de los pacientes con insuficiencia venosa, úlcera de los MI, pacientes con trombosis cerebrales, hepáticas y de otras localizaciones; además existe una asociación importante entre la presencia del factor V de Leiden, cuadros de tromboembolismo venoso y uso de anticonceptivos orales en mujeres. 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 2 de 10 SÍNDROMES TROMBÓTICOS MICROANGIOPÁTICOS (STMa) Son entidades clínicas poco frecuentes, caracterizadas por la presencia de una anemia hemolítico microangiopática (AHM), trombocitopenia periférica, afección renal y, en ocasiones, trastornos neurológicos. Cursan con la presencia de esquistocitos u otras alteraciones morfológicas en los hematíes; que confirman la existencia de fragmentación eritrocitaria y hemolisis intravascular aguda. En estos síndromes, se han distinguido clásicamente entidades, la púrpura trombótica trombocitopénica (PTT) y el síndrome urémico-hemolítico (SUH). Ambas enfermedades son consideradas expresiones clínicas diferentes de un mismo proceso patológico, cuya lesión cardinal es la formación de trombos plaquetarios en la microcirculación. El SUH se diferencia de la PTT por: ► Aparición en la infancia (edad media 12 años) ► Mayor afección renal ► Menor trastorno neurológico ► Pronóstico algo más leve. La patogenia de los STMa no está esclarecida del todo. Se ha señalado como mecanismo patogénico la deficiencia de precursores de la prostaciclina, o por la presencia en el plasma de factores agregantes plaquetarios, inmunocomplejos circulantes, o Ac citotóxicos para la célula endotelial. El pronóstico es grave. La evolución espontánea del STMa del adulto es desfavorable, con tasas de mortalidad del 80%. El Tto con plasmaféresis ha conseguido supervivencias superiores al 70%. El pronóstico del SUH es algo mejor. La IR aguda intensa y las alteraciones de la conciencia son signos pronósticos desfavorables, ya que constituyen lesiones irreversibles, aunque la plasmaféresis logre frenar la progresión de la enfermedad. COAGULACIÓN INTRAVASCULAR DISEMINADA (CID) Conceptos: 1. La coagulación intravascular diseminada (CID) o síndrome de desfibrinación es un proceso patológico que se produce como resultado de la formación excesiva de trombina, y que induce el consumo de factores de coagulación y plaquetas en la sangre. 2. Excesiva generación de trombina en el torrente sanguíneo, lo que conduce a una extensa coagulación de la sangre que circula por el árbol vascular, con disminución de las plaquetas y los factores plasmáticos de la coagulación (de ahí su otro nombre de coagulopatía de consumo) y conversión del fibrinógeno en fibrina (hipofibrinogemia); se obstruye así la microcirculación en diversos órganos de la economía y surgen las manifestaciones clínicas que dependen de: ► La hemorragia causada por el consumo de factores ► El territorio afectado por la microtrombosis No constituye por sí mismo una entidad nosológica sino un síndrome que complica a muchas enfermedades. Aunque las trombosis y hemorragias han sido consideradas como condiciones diametralmente opuestas, sin embargo. Luego se activa el mecanismo de la fibrinolisis encargado de destruir los microtrombos, pero que en ocasiones es exagerado y puede causar también sangramiento. Fisiopatología La CID se le conoce comúnmente como "coagulopatía de consumo" precisamente porque las proteínas que controlan la cascada de la coagulación están hiperactivas hasta el punto de agotarse. Clínicamente, es una enfermedad trombohemorrágica, es decir, se pueden observar tanto eventos trombóticos como hemorrágicos en el mismo paciente. Pese a la gran cantidad de posibles causas de CID, todas tienen en común un esquema similar de patogénesis con cuatro puntos principales: zim://A/Prote%C3%ADna.html zim://A/Hemorragia.html 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 3 de 10 1. Activación de la cascada de la coagulación: la CID siempre se inicia tras la activación de la vía extrínseca de la coagulación; el factor tisular producido por las células lesionadas, los macrófagos o las células neoplásicas estimula la activación del factor VII, y esto conduce finalmente a la producción de trombina 2. Generación de trombina: se produce secundaria a la activación de la cascada de la coagulación; la trombina induce agregación de las plaquetas y convierte el fibrinógeno en fibrina. Es, por lo tanto, responsable directa de la aparición de trombos difusos en la circulación 3. Estímulo de la fibrinólisis: cada vez que se activa la cascada de la coagulación empiezan a operar, en forma simultánea, los mecanismos encaminados a hacer fibrinólisis. La plasmina, que es el efector principal de la fibrinólisis endógena, tiene la capacidad de destruir los complejos de fibrina que se depositan en la circulación. Tras la interacción plasmina-fibrina, se liberan sustancias que normalmente no están presentes en el torrente sanguíneo, las cuales se comportan como neoantígenos que secundariamente estimulan la respuesta inflamatoria del individuo. El más importante de estos productos de degradación de la fibrina es el dímero D, que es fácil de medir y fiel reflejo de la activación fibrinolítica 4. Activación de respuesta inflamatoria: como ya se mencionó, la inflamación que inicialmente se presenta asociada al proceso patológico subyacente se ve favorecida por la estimulación secundaria del sistema del complemento y de las quininas que se produce tras la aparición en la sangre de neoantígenos como el dímero D. Además de lo anterior, hay una lesión difusa del endotelio que le hace perder sus propiedades antitrombóticas y facilita la aparición de trombosis. Las afectaciones que causan CID se relacionan a continuación, en cada causa se ha identificado un mecanismo desencadenante.Factores modificadores: Bloqueo del sistema monuclear fagocítico (SMF) Inhibición de la fibrinolisis potenciación del sistema adrenérgico Aumento de los lípidos plasmáticos Shock en el que ocurre hipoxia aguda Hipotensión Liberación de factor tisular de órganos o tejidos lesionados Acidosis CUADRO CLÍNICO 1. Sus principales expresiones son el sangramiento y las trombosis. Sin embargo, la CID severa predomina el sangramiento 2. El síndrome se presenta de forma aguda o crónica. La forma aguda se presenta comúnmente en las complicaciones obstétricas y en las infecciones por gérmenes Gram negativos. 3. Es frecuente en las sepsis del recién nacido y en los abortos sépticos 4. La mayoría de los pacientes tienen sangramientos en la piel y las mucosas (manifestaciones por petequias y hemorragias) en múltiples sitios de la economía (comúnmente en incisiones quirúrgicas, en las venipunturas o en el sitio de implantación de catéteres) 5. El cuadro de alteraciones funcionales por la microtrombosis puede estar localizado en distintos órganos: en los riñones con anuria, en los pulmones con un distrés respiratorio del adulto, en el SNC con estados confucionales, en el hígado con necrosis hepatocelular, en el corazón con isquemia del miocardio, etc. 6. La forma crónica se observa sobre todo en las neoplasias malignas y en los hemangiomas gigantes, generalmente con pocas manifestaciones clínicas. 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 4 de 10 EXÁMENES COMPLEMENTARIOS Se puede sospechar clínicamente, pero el diagnóstico definitivo y la conducta terapéutica correcta descansan en su mayor parte en los resultados de las pruebas de coagulación TRATAMIENTO Las líneas generales del Tto de la CID son: Tto del proceso causal: Control de la enfermedad primaria variará de acuerdo al diagnóstico e incluirá desde antibióticoterapia, hasta quimioterapia o cirugía, entre muchas otras. También es imprescindible la administración de productos sanguíneos para suplir los déficits que tiene el paciente en ese momento: los factores de la coagulación faltantes se tratan con plasma fresco congelado, se utiliza el tiempo de protrombina y TPK-kaolin como guías terapéuticos Tto ideal con heparina sería profiláctico, antes de activarse el proceso de coagulación. Una vez desarrollada la CID, parece aconsejable en las formas no agudas cuando no existen heridas vasculares Tto antifibrinolítico podría estar justificado excepcionalmente, asociado siempre a Tto heparínico, en los casos graves cuando los accidentes hemorrágicos por hiperfibrinolisis dominan el cuadro. DIÁTESIS HEMORRÁGICA Cuando falla alguno o algunos mecanismos hemostáticos, sobrevienen alteraciones que se traducen por un cuadro hemorragíparo CLASIFICACIÓN 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 5 de 10 PÚRPURA DE SCHÖNLEIN-HENOCH La púrpura de Schönlein-Henoch, también llamada síndrome de Schönlein-Henoch (PSH), púrpura anafilactoide, púrpura reumatoidea, peliosis reumática y púrpura alérgica, es una enfermedad de etiología desconocida y patogenia autoinmune. Es una vasculitis sistémica que se manifiesta por lesiones cutáneas bastante típicas, acompañadas en ocasiones de dolores articulares y abdominales, con un daño renal puede ser importante. Cursa con valores de trombocitos normales y un estad coagulatorio sin particularidades Etiopatogenia Esta afección, de cierta frecuencia, tiene como hallazgo patológico característico una vasculitis de pequeños vasos, sobre todo de vénulas postcapilares con depósitos de IgA y C3 en sus paredes. El atrapamiento vascular de inmunocomplejos circulantes IgA con activación del complemento, da origen primero a una vasodilatación, más tarde a edema y diapédesis y a veces, ruptura con hemorragias. Esto explica que en la piel de estos enfermos se vean distintos tipos de lesiones elementales: petequias, eritemas, urticaria, etc. El aumento de inmunocomplejos circulantes IgA, así como de sus niveles séricos, provocan una exagerada respuesta humoral a antígenos que penetran a través de las mucosas. Entre ellos se han señalado una serie de drogas que incluyen aspirina, fenacetinas, penicilina, tetraciclina, diuréticos, así como alimentos, picadura de insectos, inmunización, etc. Es relativamente común el antecedente de una infección del tracto respiratorio superior. Cuadro clínico La púrpura de Schönlein-Henoch ocurre en cualquier edad, pero la mayoría de los casos se ve en la infancia y adolescencia. Hay un predominio de 1,5: 1 en el sexo masculino. Tiene cuatro formas clínicas fundamentales: purpúrica, articular, abdominal y renal. Éstas se presentan a menudo combinadas, aunque ocasionalmente lo hacen en forma aislada. En la mayoría de los casos la púrpura inicia el proceso y le siguen los síntomas articulares y abdominales. Forma purpúrica: Se inicia con petequias y equimosis, unas veces confluentes y otras papuliformes, casi siempre bilaterales, que se encuentran sobre todo en los glúteos y miembros inferiores, aunque no es raro que se extiendan a los superiores, el tronco y la cara. Las lesiones purpúricas a veces comienzan con brusquedad y en ocasiones son francamente hemorrágicas, que pueden evolucionar a flictenas y sufrir necrosis Forma abdominal: Se caracteriza por cólicos abdominales debidos a la extravasación serosanguínea en la pared de los intestinos. Cualquier segmento intestinal es afectado, aunque los más frecuentes son el yeyuno y el íleon. El cólico suele acompañarse de náuseas, vómitos, diarreas o constipación y más comúnmente por el paso de sangre y mucus por el recto. En los niños se presenta una invaginación intestinal como complicación del proceso. Forma articular: Las manifestaciones articulares varían desde una simple artralgia hasta verdaderas poliartritis, que casi siempre se resuelven sin dejar secuelas. La inflamación, periarticular por lo general, se extiende a más de una articulación (rodillas, tobillos y codos, sobre todo), aunque también se afectan las pequeñas articulaciones. Forma renal: desde sólo anormalidades en el sedimento urinario hasta una nefritis aguda capaz de progresar a una insuficiencia renal y en raras ocasiones hasta la muerte del enfermo. En todas las formas clínicas puede haber fiebre moderada y se ha descrito en el adulto afección del miocardio Diagnóstico El estudio de la coagulación es negativo, aunque la prueba del lazo (Rumpel–Leede) es moderadamente positiva en el 25 % de los casos. Cuando hay participación renal se encuentran proteinuria y hematuria microscópica, con cilindros hemáticos. En la mitad de los pacientes hay un aumento del IgA sérico. Evolución y pronóstico El pronóstico es bueno y la mayoría se recobre espontáneamente, aunque en ocasiones recurre por semanas o meses. La aparición de síntomas viscerales importantes, sobre todo renales, ensombrece el pronóstico Tratamiento El tratamiento consiste en medidas sintomáticas hasta que la enfermedad se resuelva. En caso de que las manifestaciones sean severas se puede administrar prednisona, en dosis de 1mg/ kg/día, que alivia los signos articulares y abdominales, aunque no tiene efecto sobre la duración de la enfermedad ni sobre la recurrencia de ésta. En los pacientes con glomerulonefritis rápidamente progresiva se han reportado beneficios con la plasmaféresis combinada con drogas inmunosupresoras. Cuando se comprueba una alergia a drogas o alimentos, éstos deben ser suprimidos. También hay que combatir toda manifestación séptica 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página6 de 10 PÚRPURA TROMBOCITOPÉNICA IDIOPÁTICA La púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) o enfermedad de Werlhof, es una afección que se presenta con mayor frecuencia en la infancia y adultos jóvenes, caracterizada por trombocitopenia, asociada a un número normal o aumentado de megacariocitos en la medula ósea, un acortamiento de la vida media de las plaquetas y ausencia de una enfermedad de base como causa de la plaquetopenia. En la actualidad se sabe que responde a una patogenia inmunológica y el factor responsable de la disminución de los trombocitos es un anticuerpo dirigido contra algunos de los constituyentes de la membrana plaquetaria, por lo que se ha incluido dentro de las llamadas trombocitopenias inmunes; sin embargo, la demostración de estos anticuerpos antiplaquetarios no siempre es posible, incluso ni con el empleo de las técnicas de laboratorio más modernas, por lo que en una pequeña proporción de casos (10 o 20 %), éstos no son detectados. Etiopatogenia Por las alteraciones que produce en la hemostasia primaria, la trombocitopenia constituye la causa más frecuente de enfermedad hemorrágica. Hoy se sabe que la PTI es inmunohematológica caracterizada por el desarrollo de anticuerpos dirigidos contra antígenos situados en la superficie de la membrana plaquetaria. En casi todos los enfermos se demuestran anticuerpos IgG y en menor cantidad IgM o complemento, o ambos, recubriendo las plaquetas, que opsonizadas son fagocitadas por las células del sistema reticuloendotelial (SRE) del bazo y en menor proporción en el hígado. La trombocitopenia de naturaleza inmunológica a veces se asocia a una anemia hemolítica autoinmune, lo que constituye el llamado síndrome de Evans–Fisher. Cuadro clínico La enfermedad se inicia de manera brusca o, por el contrario, de una forma más o menos lenta y casi siempre en niños, adolescentes y adultos jóvenes En los adultos predomina en el femenino. En niños no se ha encontrado diferencia en cuanto al sexo. En un porcentaje de casos se demuestra el antecedente de una enfermedad exantemática previa o una infección de las vías respiratorias superiores, 2 a 3 semanas antes del comienzo de las manifestaciones purpúricas. Las hemorragias cutáneomucosos integran el signo más llamativo del cuadro clínico y tienen diferentes expresiones: petequias, equimosis y víbices. La distribución de la púrpura es difusa en el tronco y extremidades. Las hemorragias mucosas asientan sobre todo en la cavidad bucal. Son frecuentes las epistaxis y la gingivorragia y puede haber sangramiento vaginal, sobre todo en pacientes jóvenes. En ocasiones esta metropatía hemorrágica constituye el único síntoma de la enfermedad. A veces aparecen hemorragias conjuntivales. También están descritas las hemorragias gastrointestinales y la hematuria. Los sangramientos en el SNC e intraperitoneales son raros. La esplenomegalia es infrecuente y cuando está presente es de pequeño tamaño, por lo que un bazo palpable obliga a analizar otras posibles causas. Cuando los síntomas hemorrágicos son muy intensos el paciente muestra palidez cutáneomucosa. Diagnóstico Como en toda trombocitopenia, el tiempo de sangramiento está prolongado, el coágulo es hipo o arretráctil y la prueba del lazo positiva. En el medulograma el sistema megacariopoyético está íntegro o hiperplástico con megacariocitos pequeños y basófilos. Para establecer el diagnóstico, demostrar de los anticuerpos antiplaquetarios, aunque esto no es posible en el 100 % de los casos. También es conveniente medir el tiempo de vida de las plaquetas circulantes (valores normales de 7 a 10 días), marcadas con un isótopo radiactivo (Cr 51 o Iridio 111), así como el sitio donde éstas se destruyen. 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 7 de 10 La trombocitopenia constituye en ocasiones la primera manifestación de un LED, o el primer signo de un proceso hematológico primario (leucemias, linfomas, mieloma, mielofibrosis, etc.), por lo que a estos pacientes se les debe realizar un examen de médula ósea (medulograma), así como la determinación de anticuerpos antinucleares, inmunocomplejos circulantes y electroforesis de proteínas. Se considera una PTI a todo estado trombocitopénico que reúna los siguientes criterios: Síndrome purpúrico con cifras de plaquetas inferiores a 100/109/L (< 100 000/ mm3). Medulograma con integridad o hiperplasia del sistema megacariopoyético y ausencia de alteraciones en los sistemas granulopoyético y eritropoyético. Ausencia de antecedentes o signos físicos que hagan sospechar una trombocitopenia secundaria. Ausencia de esplenomegalia. Demostración de anticuerpos antiplaquetarios (aunque éstos pueden ser positivos en otras trombocitopenias autoinmunes secundarias). Tratamiento Consideraciones generales Por lo común, los recuentos de plaquetas de más de 30/109/L no se asocian a manifestaciones hemorrágicas significativas, a no ser que estén presentes otras alteraciones de la hemostasia. Las hemorragias cutáneomucosas aparecen con facilidad cuando el número de plaquetas desciende por debajo de 20/109/L (< 20 000/ mm3). Los pacientes con trombocitopenia severa y tendencia al sangramiento, deben evitar los traumatismos, las inyecciones por vía IM y las técnicas invasivas de investigación o tratamiento (endoscopias, biopsias, cateterismos, cirugía, etc.), así como los medicamentos que inhiban la agregación plaquetaria. Terapéutica específica Corticosteroides. La prednisona constituye la droga de elección y se utiliza en dosis de 1 a 2 mg/kg/ día, repartida en 2 o 3 tomas que se mantendrán hasta que se consiga la remisión clínica y hematológica de la enfermedad, lo cual generalmente se logra en un plazo de 2 a 4 semanas. Después se reduce la dosis poco a poco hasta alcanzar la dosis mínima o de sostén (alrededor de 10 mg diarios) que se mantendrá de 3 a 6 meses. Se lo se logra una mejoría se reduce la dosis y se realiza una esplenectomía. Esplenectomía. Con la esplenectomía se consiguen remisiones prolongadas en alrededor del 60 o 70 % de los casos Inmunosupresores. La Azatioprina (Imurán) en dosis de 3 mg/kg/día y la ciclofosfamida (Endoxán) en dosis de 100 a 150 mg/ kg/día, respectivamente, utilizados por períodos hasta de 6 meses o un año, figuran entre los más empleados, aunque también se han usado los derivados de la vinca (vincristina y vinblastina), la mercaptopurina y la tioguanina. HEMOFILIA La hemofilia es una enfermedad hereditaria ligada al cromosoma X, que causa una ausencia, una disminución o un defectuoso funcionamiento del factor VIII (hemofilia A) o del factor IX (hemofilia B) de la coagulación. Aproximadamente el 85 % de los pacientes padecen de hemofilia A. Etiopatogenia El trastorno se caracteriza sobre todo por hemorragias en los tejidos blandos, músculos y articulaciones, y hay una estrecha correlación entre la gravedad clínica y la concentración plasmática de factor VIII (F VIII). Se reporta en todos los países y en todas las razas. Una tercera parte de los casos son el resultado de una mutación reciente y espontánea, ya que no se encuentra una historia familiar de sangramiento anormal. El gen que codifica el F VIII está situado en el brazo largo del cromosoma X. 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 8 de 10 La enfermedad se trasmite por ambos sexos, pero con ciertas características de uno a otro. La mujer portadora casada con un hombre sano, eventualidad más frecuente, la trasmite a la mitad de sus hijos, de lo que resultan varones hemofílicos y hembras portadoras, así como hijos sanos. El hombre hemofílico casado con una mujer sana, tendrá una descendencia enla cual todas las hembras son portadoras y los varones sanos. Finalmente, la unión de un hombre hemofílico y una mujer portadora, tendrá una descendencia en la cual la mitad de los hijos varones será sana y la otra mitad hemofílica. De las hembras, la mitad será portadora y la otra mitad hemofílica. Cuadro Clínico Se califican como graves, aquellos enfermos que tienen menos de un 1 % de actividad del factor; ellos sangran frecuentemente, incluso con traumatismos no identificables. Son considerados moderados cuando la actividad del factor está entre 1 y 5 %, y tienen una enfermedad más tolerable con menos episodios de sangramiento. Es leve en aquéllos con valores superiores al 5 %, con sangramientos por lo general secundarios a traumatismos o a cirugía. Las hemorragias constituyen el síntoma más relevante de la hemofilia A y aparecen en relación con traumatismos, pero muchas veces dan la impresión de ser espontáneas, porque éstos son tan leves que pasan inadvertidos (una simple contracción muscular puede provocarlas). Los pacientes con hemofilia A se diagnostican usualmente poco después del nacimiento, debido a un cefalohematoma o a un profuso sangramiento por una circuncisión. En otras ocasiones no se diagnostica hasta que comienzan a caminar, por los traumatismos que sufren en el aprendizaje. Es frecuente que los hemofílicos sangren en las articulaciones (hemartrosis), ya que los vasos sinoviales tienen paredes finas. Las articulaciones más afectadas son rodillas, caderas, codos, tobillos y hombros. Esto causa inflamación sinovial, que erosiona el cartílago articular, con anquilosis de la articulación y a la larga, atrofia muscular. Son particularmente peligrosas las hemorragias orofaríngeas porque pueden precisar intubación de urgencia, y las del SNC, poco frecuentes, pero en muchos casos fatales. Alguna que otra vez el sangramiento ocurre en la mucosa bucal, epistaxis y hematuria y cuando es en el músculo psoas simula una apendicitis aguda. Es posible que en los hemofílicos leves no haya historia de sangramiento y sólo se reconozcan después de un traumatismo o cirugía. Exámenes complementarios Tiempo de coagulación. No es una prueba sensible para el diagnóstico de hemofilia, ya que suele encontrarse dentro de límites normales cuando existe un 2 a 3 % de actividad del F VIII, aunque en los hemofílicos graves siempre está prolongado. Tiempo de sangramiento. Es normal. Tiempo de protrombina. Es normal. Prueba del lazo. Es negativa. Consumo de protrombina. Está acortado a menos de 20 segundos. Tiempo parcial de tromboplastina. Está prolongado. La prueba se realiza con facilidad y resulta muy útil para el diagnóstico. Test de generación de tromboplastina. Prueba sensible pero complicada, que permite clasificar el tipo de hemofilia. Dosificación del factor VIII. El diagnóstico de laboratorio se establece con la dosificación cuantitativa del F VIII. Tratamiento Sangre fresca. Eleva muy poco el F VIII y sólo debe emplearse en casos de hipovolemia y de anemia intensa. Plasma fresco. que elevaba el nivel del F VIII hasta un 20 % y actualmente se utiliza en traumatismo pequeños. Crioprecipitado. Concentrado de factor VIII. Factor VIII recombinante. A continuación, se expone la conducta que debe seguirse en las complicaciones más frecuentes de la hemofilia A. 1. Hemartrosis aguda a) Elevar el nivel del F VIII de 5 a 20 % por algunas horas. Cuando es postraumática deben alcanzarse niveles entre 15 y 30 % por 24 a 48 h. b) Bolsa de hielo. Provoca vasoconstricción y reduce las demandas metabólicas de los tejidos. c) Inmovilización con férula de yeso. Cuando es muy dolorosa y existe deformidad en flexión, es recomendable la tracción de partes blandas. d) Prednisona, 1 a 2 mg/kg durante una semana. 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 9 de 10 e) Después de la etapa aguda, comenzar con programa de rehabilitación. 2. Extracciones dentarias a) Crioprecipitado inmediatamente antes de la extracción, para obtener un nivel entre 30 y 50 % del factor. b) Ácido epsilón-aminocaproico, 0,1 mg/kg cada 6 h por 10 días. c) Si se produce sangramiento, debe repetirse la dosis de crioprecipitado. 3. Intervenciones quirúrgicas a) Mantener los niveles de F VIII tan cerca de la normalidad como sea posible y acortar el tiempo entre las dosis (cada 6 u 8 h) en el primer y segundo días después de la intervención. b) Dosificación de inhibidores. c) Mantener durante 10 a 14 días niveles de F VIII entre 25 y 30 %, según la evolución. 4. En la hemofilia moderada se ha utilizado el acetato de desmopresina: 0,3 g/kg en infusión durante 3 h. Incrementa los niveles de F VIII de 3 a 5 veces sus niveles basales. 5. No se deben utilizar los antifibrinolíticos en la hematuria, por la posible formación de coágulos en el tracto urinario. ENFERMEDAD DE VON WILLEBRAND La enfermedad de von Willebrand (EvW) es un trastorno hemorrágico heredado, con una gran heterogeneidad desde el punto de vista clínico y genético, causado fundamentalmente por una deficiencia o anormalidad del factor de von Willebrand (FvW). Esto trae como resultado una defectuosa interacción de las plaquetas con la pared vascular. El FvW es sintetizado por las células endoteliales vasculares y los megacariocitos, y es secretado en el plasma como una serie de formas multiméricas de diferente tamaño. Además del plasma, este factor se encuentra en las plaquetas, las células endoteliales y en la membrana basal de los vasos sanguíneos. Sus valores normales en el plasma son de 5 a 10 g/ml. El factor VIII / factor von Willebrand forman un complejo macromolecular con dos componentes: Una proteína de alto peso molecular, detectada por antisueros precipitantes, cuya actividad biológica está relacionada con la interacción plaqueta – endotelio y con la agregación plaquetaria con ristocetina. Está disminuida o alterada en la EvW y se encuentra bajo control autosómico. Una proteína de menor peso molecular que tiene actividad coagulante (F VIIIC), la cual se encuentra alterada en la hemofilia A y es controlada por el cromosoma X. En el proceso de la coagulación, el FvW liberado de las plaquetas se une a la glicoproteína Ib en la superficie plaquetaria y a componentes de la membrana basal. Es necesario para la adhesión de las plaquetas al área dañada. Posteriormente, junto con otras proteínas adhesivas (fibrinógeno, fibronectina y trombospondina), interacciona con el receptor plaquetario IIb - IIIa y contribuye a la agregación plaquetaria. Manifestaciones clínicas Los enfermos con los tipos I y II tienen sangramientos moderados con hemorragias gastrointestinales y en regiones mucocutáneas, en ocasiones sólo después de cirugía, traumatismos o extracciones dentales. Es posible epistaxis y en las mujeres, metrorragias. En los casos severos (tipo III) el cuadro clínico se diferencia poco de una hemofilia clásica. Puede comenzar al nacimiento con sangramiento por el cordón umbilical y no son raros los hematomas profundos y la hemartrosis. El cuadro clínico en ocasiones mejora durante el embarazo, el uso de contraceptivos orales y con la edad. Aunque la mayoría de los casos de EvW son heredados, hay también formas adquiridas, que se observan en las siguientes afecciones: gammapatías monoclonales, trastornos linfoproliferativos y mieloproliferativos, enfermedades autoinmunes, tumores sólidos y algunas drogas. Por lo general son causados por anticuerpos que inhiben la función del FvW o por tumores que lo absorben de forma selectiva. Diagnóstico El diagnóstico se confirma con el hallazgo de niveles reducidos de FvW, FvW: Ag, F VIII y un tiempo de sangramiento prolongado. Por otra parte, hay casos en que estas cuatro pruebasde laboratorio son normales o sólo una de ellas es anormal, lo que dificulta el diagnóstico de esta entidad. Estas pruebas se repiten cada cierto tiempo, ya que los resultados cambian, algunas veces, en cuestión de semanas. Una observación que contribuye al diagnóstico es la respuesta característica a la infusión de F VIII que, a diferencia de la hemofilia, provoca una elevación de este factor en el plasma de los enfermos por más de 24 horas. Tratamiento Plasma: 10 a 15 ml/kg. En general, esto es suficiente para detener la mayoría de los episodios hemorrágicos. Crioprecipitado: 8 a 12 U/kg. Es capaz de detener las manifestaciones hemorrágicas más frecuentes en estos enfermos. Concentrado de F VIII: Sólo se utiliza en casos muy severos con sangramientos intensos. s al día. En la hemartrosis, además del tratamiento sustitutivo, se deben utilizar bolsa de hielo, inmovilización con férula de yeso y prednisona: 2 mg/kg/día durante una semana. En las extracciones dentarias, además del tratamiento sustitutivo, se administra ácido epsilón amino caproico, 0,1 g/kg cada 6 h durante 8 a 10 días. Otra opción terapéutica es el uso de DDAVP (Desmopresín), 0,2 a 0,3 g/kg EV en 30 min diluido en una solución de 50 a 100 ml, que aumenta los niveles del FvW y de F VIII. 40- ENFEREMEDADES POR TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN RANDY MEJÍAS GONZÁLEZ Página 10 de 10 El tratamiento en la forma adquirida debe intentar controlar la enfermedad de base, ya que los derivados del plasma y el DDAVP son poco efectivos. Se han reportado buenos resultados, en algunos casos, con el uso de altas dosis EV de gammaglobulina.
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