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577© 2018. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente Addison K. May, Bradley M. Dennis, Oliver L. Gunter, Jose J. Diaz Í N D I C E Bases de las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente Acercamiento del quirófano a la cabecera del paciente Prácticas de seguridad para las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente Selección de pacientes para las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente Laparotomía junto a la cabecera del paciente Traqueostomía Gastrostomía endoscópica percutánea Broncoscopia Las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente se han convertido en la referencia en muchas unidades de cuidados intensi- vos (UCI), sustituyendo al quirófano como el lugar de elección para operaciones seleccionadas en pacientes en estado crítico.1 Realizar estas intervenciones correctamente seleccionadas dentro de la UCI limita el riesgo de transportar a estos pacientes, facilita la flexibilidad en el tiempo y la programación, y reduce los costes.2-12 La capacidad para realizar algu- nas operaciones junto a la cabecera puede salvar la vida de los pacientes en estado crítico demasiado inestables para ser transportados de forma segura al quirófano. Los avances en el seguimiento y la sedación, en las técnicas endoscópicas y percutáneas, y en las pruebas de imagen junto a la cabecera han permitido la transición a la UCI de varias intervenciones que tradicionalmente se realizaban en el quirófano y las salas de endos- copia y radiología intervencionista. Algunas intervenciones que se realizan ahora de forma habitual en la UCI son la laparotomía, la traqueotomía, el acceso a la alimentación endoscópica percutánea, el drenaje percutáneo y la colocación de filtros en la vena cava inferior. Por ejemplo, entre 2006 y 2014 se realizaron más de 2.800 traqueostomías percutáneas, 900 gas- trostomías endoscópicas percutáneas (GEP) o colocación de sondas de gastroyeyunostomía, 450 exploraciones e irrigaciones de abdomen abierto, y 50 laparotomías exploratorias junto a la cabecera del paciente en la UCI del Vanderbilt University Medical Center. En los pacientes inestables también pueden realizarse otras intervenciones, como la irrigación y el des- bridamiento de heridas, la estabilización ortopédica con fijación externa, fasciotomías, amputaciones y la laparoscopia diagnóstica. Aunque las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del pacien- te son seguras, con tasas de complicaciones iguales a las del quirófano, llevarlas a cabo obliga a que los casos estén seleccionados adecuada- mente y que se incorporen de un modo sistemático las prácticas de seguridad apropiadas. La UCI representa un medio ambiente complejo en el que realizar procesos e intervenciones complejos. Es importante tomar conciencia del potencial de errores y acontecimientos adversos en estos casos. Según la experiencia empresarial y de otras organizaciones de alta fiabilidad, la prevención de los errores y los acontecimientos adversos requiere la estandarización de los procesos y la eliminación de la variabilidad.13 Deben establecerse protocolos y prácticas de seguridad específicos para las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente para asegurar que estas intervenciones pueden realizarse con seguridad, con bajas tasas de infecciones, y garantizando la comodidad y la amnesia. En este capítulo se analizan los siguientes temas: 1. Bases de las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente. 2. Proceso para acercar el quirófano junto a la cabecera del paciente. 3. Metodología y prácticas de seguridad sistemáticas para asegurar la seguridad en las intervenciones junto a la cabecera del paciente. 4. Selección de pacientes para las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente. 5. Consideraciones especiales sobre intervenciones frecuentes junto a la cabecera del paciente: a. Laparotomía. b. Traqueostomía percutánea. c. Sondas de alimentación endoscópicas percutáneas. d. Broncoscopia. BASES DE LAS INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS JUNTO A LA CABECERA DEL PACIENTE Hay buenas razones para realizar la mayor parte de las intervenciones quirúrgicas en el quirófano. La centralización de recursos, incluidos personal y equipamiento de anestesia, equipamiento quirúrgico, radiología, personal de enfermería especializado y principios y prác- ticas de seguridad, convierten al quirófano moderno en el lugar ideal para la mayor parte de las intervenciones (fig. 22-1). Sin embargo, la demanda de quirófanos puede exceder los recursos disponibles, lo que complica el acceso oportuno al quirófano y la programación de los casos no previstos, urgentes o emergentes. La competencia por el espacio del quirófano puede retrasar o impedir las intervenciones quirúrgicas oportunas para los pacientes en estado crítico. Además, para realizar las intervenciones es imprescindible el traslado de estos pa- cientes desde y hacia la UCI, y esto requiere el uso de importantes recursos y supone costes. A medida que aumentan la complejidad y la gravedad de la enfermedad, también lo hace el riesgo relacionado Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org III Traumatismos y cuidados críticos578 con el transporte. El transporte de los pacientes críticos suele requerir la participación de varios miembros del personal, como personal de enfermería, de transporte, de cuidados respiratorios y de anestesia. Por otra parte, el cambio de lugar y del personal que atiende al paciente re quiere la comunicación detallada del traspaso y representa una fuente potencial de errores médicos.2 El transporte de un paciente de la UCI al quirófano consume muchos recursos, añade costes y aumenta el riesgo, por lo que debe valorarse de la misma forma que otros tratamientos, evaluando los riesgos frente a los beneficios para cada paciente individual. ACERCAMIENTO DEL QUIRÓFANO A LA CABECERA DEL PACIENTE Es posible reproducir los principales beneficios del quirófano en la cirugía junto a la cabecera del paciente, mediante la creación y la apli- cación de un sistema bien construido (fig. 22-2). Como se observa en esta figura, se necesitan varios factores para crear y mantener un sistema eficaz para realizar intervenciones fuera del quirófano. Las directrices de gestión pueden abarcar procedimientos operativos estandarizados, lis- tas de comprobación previas a la intervención, como los procedimientos de la fase de «pausa quirúrgica», y protocolos de sedación. El personal de apoyo de las intervenciones no solo reduce la variabilidad en la reali- zación de una técnica concreta, sino que también es muy importante para cumplir las directrices, factores ambos que son relevantes en la reducción de errores. El acceso adecuado a los suministros puede exigir un almacenamiento temporal de equipamientos esenciales en una UCI concreta con mecanismos regulares de reposición, haciendo así que la cadena de suministros sea fluida. Por último, una disposición facilitadora por parte del personal es crucial para el éxito de esos sistemas. PRÁCTICAS DE SEGURIDAD PARA LAS INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS JUNTO A LA CABECERA DEL PACIENTE Para garantizar la seguridad de las intervenciones quirúrgicas realizadas junto a la cabecera del paciente en la UCI deben adoptarse medidas sistemáticas para la selección adecuada de los pacientes; la experiencia adecuada del personal de apoyo; la variabilidad limitada de la inter- vención; el seguimiento y la anestesia adecuados, y la facilitación de la comunicación concisa, precisa y específica dentro del equipo. Las medidas que aumentan la seguridad en el quirófano también sonapropiadas para las intervenciones realizadas junto a la cabecera del paciente en la UCI. La aplicación del programa Safe Surgery Saves Lives desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha asociado a una disminución significativa de la morbilidad y la mortalidad perioperatorias.14 Los 10 objetivos de seguridad descritos en las Guidelines for Safe Surgery 2009 de la OMS son los siguientes:15 1. El equipo operará al paciente correcto en el lugar correcto. 2. El equipo utilizará métodos conocidos para prevenir lesiones asociadas a la administración de anestésicos, al mismo tiempo que se protege al paciente del dolor. 3. El equipo reconocerá y se preparará eficazmente para pérdidas potencialmente mortales del acceso a las vías respiratorias o de la función respiratoria. 4. El equipo reconocerá y se preparará eficazmente para el riesgo de hemorragias graves. 5. El equipo evitará provocar una reacción alérgica o reacción adversa a aquellos fármacos para los cuales se sabe que el paciente tiene un riesgo importante. 6. El equipo utilizará constantemente los métodos conocidos para minimizar el riesgo de infección en el sitio quirúrgico. 7. El equipo deberá prevenir el olvido involuntario de instrumentos y gasas en las heridas quirúrgicas. 8. El equipo obtendrá e identificará todas las piezas quirúrgicas. 9. El equipo se comunicará e intercambiará eficazmente la informa- ción crucial para la realización segura de la intervención. 10. Los hospitales y los sistemas públicos de salud establecerán un control rutinario de la capacidad quirúrgica, su volumen y sus resultados. El uso de personal formado en los procedimientos para servir de apoyo a las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente en la UCI facilita enormemente la reducción en la variabilidad, el cumplimiento de los procedimientos operativos estándar, la disminución de los errores de comunicación y el mantenimiento de las capacidades adecuadas. Según FIGURA 22-2 Elementos cruciales para el éxito de las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente. FIGURA 22-1 Recursos disponibles en el quirófano. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 22 Intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente 579 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. el volumen de las intervenciones, este personal puede pertenecer a la unidad o al servicio, o bien puede dedicarse a servir de apoyo para los procedimientos junto a la cabecera del paciente de numerosos servicios en varias UCI. Limitar esta función de apoyo a la cirugía a un pequeño número de personas permite que se desarrolle un mayor grado de maestría y, en nuestra experiencia, ha resultado extremadamente útil para mantener la seguridad de las intervenciones. Esto resulta especialmente cierto en lo que respecta a la manipulación de las vías respiratorias y el tubo endo- traqueal en las traqueostomías percutáneas. Además, este personal recibe el encargo de desarrollar y vigilar las prácticas de seguridad, y se cerciora de su aplicación en todas las intervenciones. Directrices de gestión, protocolos y procedimientos operativos estándar deberían estar disponibles antes de la realización rutinaria de intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente. Deben estar en concordancia con los procedimientos desarrollados para el quirófano, ser de acceso fácil y hay que vigilar su cumplimiento. Por las variaciones respecto al personal concreto y los patrones de práctica en las distintas UCI, los documentos pueden estar adaptados a cada localización para asegurar que se aplican adecuadamente durante las intervenciones junto a la cabecera del paciente. Estos documentos deberían abordar temas tales como la selección de casos apropiados, personal, equipamiento, medi- camentos y vigilancia necesarios. El cuadro 22-1 presenta un ejemplo de las directrices para cirugía junto a la cabecera del paciente.7 En todos los pacientes hay que vigilar la presión arterial, la electrocardiografía, la pulsioximetría y la respiración a lo largo de toda la intervención. Debe estar presente el personal adecuado para permitir la realización de la intervención, la vigilancia de la sedación y la anestesia, la administración de medicamentos, la manipulación de la ventilación, en caso necesario, y la documentación. El número total de personal necesario es variable, según la intervención y la experiencia de los participantes. Tanto la analgesia como la sedación son imprescindibles, y deben lograrse con los medicamentos apropiados, bajo la dirección del personal con las credenciales adecuadas. Además, las directrices y los protocolos tienen que incluir los procedimientos estándar para una preparación adecuada, el equipamiento idóneo y el recuento de instrumental. El empleo de las listas de comprobación previas a la intervención, de la fase de pausa quirúrgica y la posterior a la cirugía ayuda a garantizar las prácticas de seguridad adecuadas. El uso de estas herramientas es útil para limitar los errores de comunicación y facilita el cumplimiento de los procedimientos operativos estándar, y también pueden emplearse como ayuda en la documentación y la vigilancia del cumplimiento. Estas herramientas deberían concordar con las prácticas empleadas en el quirófano para reducir la variabilidad, cuando sea apropiado. La figura 22-3 muestra un ejemplo de una lista de comprobación. Sería deseable que estas herramientas se combinaran con los formularios requeridos para el registro y se pudiera capturar la información para los análisis de calidad y de rendimiento. Asegurar un grado elevado de seguridad en las intervenciones qui- rúrgicas junto a la cabecera del paciente y aportar la documentación de las mismas, cuando se precise, obliga a que los mecanismos dirigidos a controlar la realización de las intervenciones, la vigilancia del cum- plimiento y la revisión y comunicación de efectos adversos, hayan sido creados. Estos mecanismos deben ser aplicables localmente para facilitar la constancia y la invariabilidad de las intervenciones, y su interacción con las iniciativas y los mecanismos de la seguridad hospitalaria global. La creación de procesos para producir tablas y diagramas de flujo facilita la integración de los procesos específicos de unidades, departamentos y de todo el hospital, y ayuda a definir líneas de comunicación y de autoridad. SELECCIÓN DE PACIENTES PARA LAS INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS JUNTO A LA CABECERA DEL PACIENTE Como se mencionó, las intervenciones junto a la cabecera del paciente pueden realizarse con un riesgo de complicaciones similar al observado en quirófano, con un coste menor, y sin los riesgos del traslado, siempre y cuando se seleccionen adecuadamente.2,6-10,12 Sin embargo, ningún estudio aleatorizado y muy pocas revisiones retrospectivas han evaluado la seguridad de las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente, ni ayudado a definir las poblaciones de pacientes o las inter- venciones idóneas. La seguridad y la eficacia de la cirugía junto a la cabecera del paciente variarán según la experiencia local y la aplicación de las prácticas de seguridad. A medida que aumente la experiencia, las indicaciones pueden ampliarse y la frecuencia puede incrementarse. La decisión de llevar a cabo una intervención quirúrgica junto a la cabecera del paciente debe considerar el equilibrio entre la dificultad y el riesgo del traslado, la complejidad de la intervención, la capacidad de conseguir un quirófano en el momento oportuno y la seguridad, sencillez y ahorro de realizar la intervención junto a la cabecera del paciente. La mayoríade las intervenciones quirúrgicas importantes debería realizarse en el quirófano. En general, las indicaciones para cirugía junto a la cabecera del paciente se encuadran en estas dos categorías: 1) el paciente está demasiado inestable como para trasladarle al quirófano y la intervención es una cirugía necesaria y salvará su vida, CUADRO 22-1 Protocolo de cirugía junto a la cabecera del paciente Indicaciones Laparotomía descompresora para el síndrome compartimental abdominal Laparotomía exploradora para hemorragias intraabdominales tras control del daño y compresión hemostática Reexploración de un abdomen abierto previamente para lavados o cierre Laparotomía exploradora para descartar septicemia intraabdominal cuando la necesidad de respiración asistida impide un traslado seguro al quirófano Protocolo El médico de la UCI y el responsable de la intervención estarán presentes durante toda la intervención quirúrgica Consentimiento informado firmado por el paciente (si es posible) Lista de comprobación previa a la intervención revisada por el profesional de enfermería encargado del paciente El profesional de enfermería del paciente y un terapeuta respiratorio vigilarán al paciente y registrarán la intervención (formulario de sedación consciente) Indicaciones para trasladar al quirófano (nivel 1): • Hemorragia quirúrgica • Intestino necrosado • Es preciso abrir otra cavidad corporal • Preferencia del cirujano Para laparotomías: • Se construye un perímetro estéril en la habitación del paciente. Todas las personas deben llevar gorro y mascarilla quirúrgicos. • El médico de la UCI supervisará el tratamiento anestésico del paciente. • La anestesia general incluirá: opiáceos, benzodiacepinas, propofol, bloqueantes neuromusculares y manejo del respirador. • El equipo quirúrgico realizará un lavado de manos estéril. • Los antibióticos preoperatorios solo están indicados si se va a realizar una nueva herida quirúrgica (p. ej., cefazolina, 1-2 g i.v.). • Se empleará una preparación abdominal con povidona yodada-clorhexidina. • Se preparará un bisturí eléctrico estándar (si está indicado). • Bombas de aspiración conectadas a la pared preparadas. • Se utilizará irrigación templada con 4 l de solución salina normal. • Se dispondrá una bandeja de laparotomía junto a la cabecera del paciente estándar con suturas en un campo estéril. Adaptado de Vanderbilt University Medical Center, Division of Trauma and Surgical Critical Care: Emergency general surgery protocols: Bedside surgery protocol, 2005 (https://medschool.vanderbilt.edu/trauma-and-scc/ files/trauma-and-scc/public_files/Protocols/Bedside%20Surgery%20.pdf). Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org III Traumatismos y cuidados críticos580 FIGURA 22-3 Lista de control de pausa («tiempo muerto») para las intervenciones quirúrgicas en la unidad de cuidados intensivos. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 22 Intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente 581 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. o 2) la intervención es lo suficientemente simple para que el riesgo del transporte, las dificultades de la programación del quirófano, los costes y la utilización de los recursos del quirófano favorezcan la intervención junto a la cabecera del paciente.16 Los factores que suelen respaldar la realización de intervenciones en el quirófano son intervenciones com- plejas, riesgo de hemorragia de estructuras vasculares importantes, nece- sidad de colocación de material protésico, intervenciones prolongadas y necesidades importantes de iluminación. Intervenciones realizadas con frecuencia junto a la cabecera del paciente son traqueostomías percutá- neas y abiertas, GEP o inserción de sondas de alimentación mediante gastroyeyunostomía endoscópica percutánea (GYEP), broncoscopias, desbridamiento de tejidos blandos, laparotomía descompresora para la hipertensión abdominal, lavado y retirada de esponjas hemostáticas tras laparotomías de control del daño, inserción de filtros de la vena cava inferior y cirugía traumatológica de control del daño. A veces, en pacientes con enfermedades absolutamente críticas, es posible ganar tiempo realizando una intervención junto a la cabecera del paciente y, posteriormente, llevando a cabo la operación definitiva en el quirófano. LAPAROTOMÍA JUNTO A LA CABECERA DEL PACIENTE La laparotomía junto a la cabecera del paciente fue inicialmente una intervención de último recurso en pacientes demasiado enfermos para trasladarlos al quirófano, como un intento heroico de identificar pro- blemas intraabdominales reversibles en pacientes moribundos.7 Sin embargo, la identificación del síndrome compartimental abdominal (SCA) como una complicación frecuente de la reanimación de pacientes con trastornos agudos, y la aceptación de la estrategia de «control del daño» para el tratamiento de pacientes con problemas intraabdominales agudos, ha resultado en un aumento espectacular de las laparotomías junto a la cabecera del paciente en entornos más controlados.6,7,16-18 Tanto el control del daño como el tratamiento del SCA utilizan la estrategia del abdomen abierto, en la que la fascia permanece abierta y precisa el empleo de varias técnicas de cierre abdominal temporal. Las indicaciones para la laparotomía junto a la cabecera del paciente pueden clasificarse como urgentes o semiprogramadas. Las indicaciones urgentes frecuentes son: 1) laparotomía descompresora para un SCA; 2) control y hemos- tasia por compresión de hemorragias recidivantes tras una laparotomía anterior de control del daño, y 3) sospecha de infección intraabdominal en pacientes demasiado enfermos como para trasladarlos al quirófano. Las indicaciones semiprogramadas habituales comprenden las siguientes: 1) retirada de taponamientos hemostáticos tras una laparotomía de control del daño; 2) irrigación y desbridamiento del abdomen abierto; 3) con- trol de la fuente en septicemias causadas por problemas intraabdominales, y 4) tratamiento de los defectos abdominales secundarios a traumatismos. Históricamente, la indicación urgente más frecuente de una lapa- rotomía junto a la cabecera del paciente era para la descompresión de la hipertensión abdominal. La identificación y el reconocimiento de la fisiopatología del aumento de la presión intraabdominal, que conduce a la disfunción de órganos (SCA), ha aumentado significativamente desde que Kron et al. describieron por primera vez la medición de la presión intraabdominal como una indicación de reexploración quirúrgica del abdomen.17,19-21 El SCA puede clasificarse como primario, causado por procesos intraabdominales, o secundario, debido a edema intestinal y líquido intraabdominal motivados por el tratamiento y la reanimación de problemas extraabdominales. El aumento de la presión intraabdominal provoca alteraciones en la presión de perfusión abdominal, reducción del retorno venoso y disminución de la distensibilidad pulmonar. Estas alteraciones pueden provocar insuficiencia cardíaca, descompensación pulmonar y oliguria. Los aumentos graves de la presión abdominal son capaces de producir hipoperfusión e isquemia de los órganos, aunque la presión con la que sucede esto es variable, dependiendo de la presión arterial media. Se han propuesto sistemas de grados para la hiperten- sión abdominal; los grados III (21-25 mmHg) y IV (> 25 mmHg)se consideran significativamente elevados y definen el SCA.22 El tratamiento del SCA puede consistir únicamente en medidas destinadas a asegurar que las presiones de perfusión abdominal sean adecuadas con presiones más bajas; no obstante, cuando aumenta la presión intraabdominal, está indicada la descompresión abdominal mediante una laparotomía. El tra- tamiento adecuado exige la identificación de este síndrome. La vigilancia rutinaria de la presión vesical de los pacientes está indicada en todos los que hayan precisado una reanimación importante tras intervenciones abdominales, y en aquellos pacientes reanimados por un shock grave (deficiencia de bases > 10) que hayan recibido 6 l o más de cristaloides o 6 unidades o más de concentrados de eritrocitos en un período de 6 h.17 Los cambios en las estrategias de reanimación en los pacientes críticos inestables pueden estar reduciendo la incidencia del SCA. La aceptación del control del daño, una laparotomía acortada para rescatar pacientes con traumatismos y hemorragias masivas, ha conducido a una mayor aplicación de la laparotomía junto a la cabecera del paciente para controlar las hemorragias recidivantes intraabdominales antes de la corrección de la fisiología sistémica del paciente, y para la retirada de las esponjas hemostáticas abdominales, la irrigación y el desbridamiento.23 La laparotomía junto a la cabecera del paciente es frecuente en la mayoría de los centros de traumatismos de nivel I, en los que se usan a menudo el con- trol del daño y el cierre abdominal temporal para pacientes agonizantes. Se han descrito numerosos métodos de cierre abdominal temporal, y continúan evolucionando. Nosotros preferimos emplear los sistemas con presión negativa, y es precisa la experiencia con la aplicación de estos sistemas para aplicarlos en el tratamiento de los pacientes. La estrategia del abdomen abierto también se aplica a pacientes de cirugía general, habitualmente para el tratamiento de pancreatitis necrosante, infección necrosante de tejidos blandos de la pared abdo- minal, isquemia mesentérica y peritonitis difusa en pacientes con riesgo elevado de fracaso en el control de la fuente.7,16 En estos pacientes tan complejos pueden emplearse las técnicas de control del daño con reconstrucciones gastrointestinales en fases, lavados abdominales repetidos para el control de la fuente y el cierre diferido de la pared abdominal. Los estudios controlados de estas técnicas son escasos, y aún no se han determinado por completo las indicaciones y los casos en los que resulta más adecuada la estrategia del abdomen abierto. TRAQUEOSTOMÍA La traqueostomía es la intervención quirúrgica más frecuente en los pacientes en estado crítico que requieren ventilación mecánica prolon- gada.24 La traqueostomía por dilatación percutánea (TDP) y abierta puede realizarse con seguridad junto a la cabecera del paciente en la UCI.5,8,9,25,26 La facilidad y la conveniencia de la traqueostomía junto a la cabecera en los pacientes críticos la han convertido en la norma en muchas instituciones.27 Las indicaciones para realizar una traqueos- tomía en los pacientes en estado crítico son las siguientes: • Presencia de trastornos patológicos predictivos de ventilación mecá- nica prolongada, incapacidad para proteger las vías respiratorias, o ambos. • Edema de las vías respiratorias y vías respiratorias de alto riesgo tras cirugía y traumatismos maxilofaciales. • Vías respiratorias de alto riesgo por inmovilización cervical debida a fijación de fracturas. • Necesidad de un acceso quirúrgico a las vías respiratorias por la imposibilidad de intubar al paciente. No siempre es sencillo identificar estas indicaciones, y la toma de decisiones clínicas sigue siendo difícil. Según los estudios aleatorizados, parece que la mortalidad perioperatoria relacionada con la TDP es inferior al 0,2%.3,5,8,9,25,28 La seguridad de la TDP junto a la cabecera se confirmó en un análisis retrospectivo de más de 3.000 intervenciones consecutivas.5 Este análisis reveló una tasa de complicaciones mayores relacionadas con la intervención del 0,15% y una mortalidad perio- peratoria inferior al 0,1% en esta población de pacientes en estado crítico. Además, esta revisión demostró la seguridad de la TDP junto a la cabecera en pacientes obesos y superobesos. Estos datos son útiles para tomar decisiones relativas a las indicaciones para la traqueostomía Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org III Traumatismos y cuidados críticos582 en pacientes en estado crítico; debe considerarse la traqueostomía en los pacientes en los que se estima que los riesgos de que el fracaso de la extubación o la pérdida de la vía respiratoria tengan consecuencias mortales son mayores de 1 por 1.000. El momento oportuno de la traqueostomía es controvertido en pacientes que previsiblemente estarán sometidos a ventilación mecánica durante mucho tiempo. Estudios han respaldado la traqueostomía precoz (antes de 7 días), frente a la tardía (después de 7 días), con ingresos más cortos en la UCI y menos ventilación mecánica, pero sin diferencias en la mortalidad, en poblaciones de pacientes con traumatismos y de otro tipo.28,29 Sin embargo, un estudio aleatorizado de pacientes en la UCI médica ha demostrado una reducción significativa de la mortalidad (32 frente a 62%), las neumonías (5 frente a 25%) y la extubación accidental (0 frente a 6%) cuando se comparó a la traqueostomía precoz (48 h) con la traqueostomía diferida (14-16 días) en pacientes con una previsión de 14 días de duración de la ventilación mecánica.30 El grupo precoz también mostró descensos significativos de la duración del ingreso en UCI y de los días con respiración asistida. La TDP se utiliza ampliamente para las traqueostomías programadas en pacientes adultos con enfermedades críticas. Ciaglia et al.31 fueron los primeros en describir la TDP programada en 1985 y, desde entonces, se han producido varias modificaciones en la técnica. Cuando se com- para la TDP con la traqueostomía quirúrgica habitual realizada en el quirófano, la TDP demuestra menos infecciones de la herida, una cifra menor de hemorragias clínicamente importantes, y una mortalidad más reducida.8,25 La traqueostomía percutánea también ha demostrado ser más rentable en los pacientes con enfermedades críticas de la UCI.3,9,26 No es posible obtener conclusiones porque las complicaciones a largo plazo no han sido evaluadas mediante estudios aleatorizados. Las complicaciones perioperatorias descritas de la traqueostomía percutánea son las siguientes: • Hemorragia periestomal secundaria a lesión de las venas yugulares anteriores o del istmo de la glándula tiroidea. • Lesión de la tráquea y del esófago, o ambas, por laceraciones a través de la pared posterior de la tráquea. • Inserción extraluminal mediante la creación de una falsa vía durante la colocación de la cánula de traqueostomía. • Pérdida del acceso a las vías respiratorias. Las complicaciones perioperatorias principales pueden minimizarse empleando las medidas de seguridad definidas anteriormente. Hemos encontrado que la manipulación de las vías respiratorias por parte del personal de apoyo específicamente formado resulta especialmente útil para limitar los percances en estas. Además, hay que emplear una o dos técnicas para cerciorarse de que la cánula de traqueostomía está en una posición correcta, y minimizar el riesgo de pérdida del acceso a las vías respiratorias por extubaciones inadvertidas durante la intervención: guía broncoscópica o técnica semiabierta con disección roma de la parte anterior de la tráquea.32,33 Sin embargo, la guía broncoscópica no elimina laposibilidad de lesiones traqueales graves, y es importante la partici- pación de personal con experiencia para prevenir estas complicaciones. La realización de traqueostomías por TDP es segura en pacientes con obesidad mórbida, pero hay que ser cuidadoso al seleccionar el tamaño y la longitud de la cánula de traqueostomía.5 No existen estudios que des- criban adecuadamente los métodos para seleccionar la longitud apropiada de las sondas de traqueostomía en los pacientes con obesidad mórbida. Sin embargo, nuestro análisis del desplazamiento de la traqueostomía dentro de nuestra institución indicó que la longitud inadecuada de la traqueostomía con una sonda estándar en los pacientes con obesidad mórbida ha contribuido como un factor principal. El uso habitual de sondas de traqueostomía extendidas proximalmente en lugar de las son- das de longitud estándar en pacientes con un índice de masa corporal superior a 35 o en pacientes con anasarca grave elimina este problema. A largo plazo, la incidencia de estenosis traqueal grave tras la tra- queostomía percutánea es baja, con informes del 6%,34 y generalmente se produce al principio en la posición subglótica. Se ha observado estenosis traqueal subclínica en el 40% de los pacientes.35 Es impor- tante el seguimiento de los pacientes dados de alta de la UCI con traqueostomía para minimizar e identificar las complicaciones. Se ha demostrado que los equipos de traqueostomía multidisciplinares dedicados reducen el tiempo hasta la descanulación, la duración de la estancia y los acontecimientos adversos.36 GASTROSTOMÍA ENDOSCÓPICA PERCUTÁNEA Gauderer et al.37 fueron los primeros en describir la GEP en 1980 como un acceso al estómago para nutrición enteral, mediante una técnica «de tracción». Desde entonces se han descrito otras técnicas. El principio de una aproximación sin suturas del estómago a la pared abdominal anterior ha permitido que la técnica de tracción sea el método más utilizado. Las otras dos técnicas más usadas son la técnica de empuje a través de una guía y la del introductor, requiriendo ambas un uso de suturas de fijación para aproximar el estómago a la pared abdominal anterior. Las sondas más modernas de GYEP combinan un acceso gástrico con otro yeyunal para permitir la alimentación distal y la descompresión proximal. Las indicaciones primarias aceptadas para una GEP o una GYEP son incapacidad de deglutir, riesgo elevado de aspiración, traumatismo facial grave y las indicaciones de ventilación mecánica durante más de 4 semanas.4,38 Otras indicaciones son el acceso para la nutrición en pacientes debilitados o con demencia que sufran desnutrición grave. Las sondas de la GEP se han asociado con menores costes hospitalarios globales.39 Están comercializadas varias sondas de gastrostomía y gastroyeyu- nostomía. La mayoría permiten un acceso simple a la gastrostomía, con o sin una válvula. Algunas se alinean con la piel y solo precisan unir la sonda durante la alimentación. Para los pacientes con enfermedades críticas, con mayor riesgo de aspiración, existen sondas de yeyunos- tomía transgástrica endoscópica percutánea con múltiples luces. Estas sondas permiten el vaciamiento del estómago al mismo tiempo que se hace llegar la nutrición al yeyuno proximal. Una tercera vía conec- ta con un balón que mantiene la aposición de la pared gástrica y la abdominal.40 Aunque la alimentación puede empezar el mismo día que se inserta la GEP, en la mayoría de los pacientes con enfermedades críticas la nutrición no comienza hasta que transcurren 24 h.41 Las contraindicaciones de GEP son: • Ausencia de acceso endoscópico. • Coagulopatía grave. • Obstrucción al vaciamiento gástrico. • Supervivencia menor de 4 semanas. • Incapacidad de aproximar la pared gástrica a la pared abdominal. También existen unas pocas contraindicaciones relativas, como la incapacidad de conseguir una transiluminación a través de la pared abdominal anterior, varices gástricas y cáncer gástrico difuso. Las inflamaciones o infecciones de la pared anterior deben tratarse antes de la intervención. La ascitis se drena antes de la intervención, y no es una contraindicación absoluta.42 Las sondas de GEP pueden colocarse en presencia de derivaciones ventriculoperitoneales o catéteres de diálisis; no obstante, la intervención debería realizarse en 1-2 semanas o incluso más tiempo después de las otras técnicas.43,44 Los antecedentes de laparotomía previa o reciente no son una contraindicación para la GEP; sin embargo, hay que cerciorarse de la presencia de una discreta indentación del estómago, al palpar la pared abdominal anterior, y de una transiluminación adecuada.45 La GEP se considera una técnica segura, ya se realice en el servicio de aparato digestivo, el quirófano, o junto a la cabecera del paciente en la UCI. Sin embargo, como la inserción de sondas de GEP suele pro- ducirse en pacientes debilitados o muy enfermos, sus complicaciones se asocian con una mortalidad más elevada de la que sería esperable para la mayor parte de las intervenciones programadas.46 El aire intraperitoneal libre tras la GEP es frecuente, y puede persistir hasta 4 semanas.47 La infección de la pared abdominal es una complicación precoz de las GEP; una incisión cutánea amplia que impida la creación de un espacio cerrado alrededor de la sonda de alimentación y la adminis- tración de antibióticos antes de la intervención han demostrado que Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 22 Intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente 583 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. reducen las infecciones en la localización de la GEP.48 La sonda de GEP puede desprenderse del estómago, y esto resulta potencialmente mortal. Es posible que suceda de forma aguda durante la aplicación de tracción a la sonda de gastrostomía, sacándola parcial o totalmente a través de la pared abdominal. También puede ocurrir que la sonda induzca una necrosis a través de la pared gástrica, si el anillo o el balón de la GEP aplican demasiada presión a la pared del estómago. Si esta complicación se produce antes del desarrollo de un tracto fibroso en los primeros 10-14 días, debería considerarse una urgencia quirúrgica, porque el contenido gástrico se derramaría a la cavidad abdominal. Es preciso el cierre quirúrgico de la gastrostomía, para minimizar el riesgo de esta complicación hay que emplear métodos que prevengan el desplazamiento inadvertido de la sonda de gastrostomía, y seguirlos al pie de la letra. Estos son asegurar una fijación adecuada de la sonda a la pared abdominal externa, el registro de la posición de la sonda de gastrostomía en la superficie de la piel inmediatamente después de la intervención y su comprobación frecuente, y la aplicación de fajas o de otros dispositivos que limiten la tracción involuntaria del tubo. BRONCOSCOPIA La fibrobroncoscopia del paciente quirúrgico tiene indicaciones diag- nósticas y terapéuticas. Las indicaciones terapéuticas comprenden la inserción de una sonda endotraqueal, la extracción de cuerpos extraños aspirados involuntariamente, la eliminación de tapones mucosos, la corrección de la atelectasia en pacientes con ventilación mecánica, la aspiración de secreciones espesas persistentes y el diagnóstico de neumonía obstructiva.49 La broncoscopia diagnóstica se usa con más frecuencia con el fin de obtener muestras pulmonares para el diagnóstico y el tratamiento de las neumonías.50 Los cultivos cuantitativos obtenidos gracias al fibrobron- coscopio han demostrado que desechan el diagnóstico de neumonía en casi el 50% de los pacientes con signos clínicos de neumonía, reducenel uso inadecuado de antibióticos y mejoran la mortalidad, cuando se los compara con técnicas no cuantitativas. Debería procederse a la estandarización de las técnicas del cultivo. Los riesgos asociados a la broncoscopia se relacionan más con la necesidad de sedación consciente y con los medicamentos que requiere cuando se realiza en pacientes no intubados. Estos pueden provocar un descenso del nivel de conciencia que progrese a hipoventilación, vulnerabilidad de las vías respiratorias y riesgo de aspiración. Los riesgos del procedimiento en sí mismo son neumotórax, hipoxia, hiperreacti- vidad de las vías respiratorias, hemorragia pulmonar e hipotensión o hipertensión sistémica. BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA Delaney A, Bagshaw SM, Nalos M: Percutaneous dilatational tra- cheostomy versus surgical tracheostomy in critically ill patients: A systematic review and meta-analysis, Crit Care 10:R55, 2006. Es el metaanálisis más actualizado de comparación entre la traqueostomía con dilatación percutánea (TDP) y la traqueos- tomía quirúrgica abierta estándar, cuyos resultados respaldan los beneficios de la TDP. Dennis BM, Eckert MJ, Gunter OL, et al: Safety of bedside percuta- neous tracheostomy in the critically ill: Evaluation of more than 3,000 procedures. J Am Coll Surg 216858-865, discussion 865-867, 2013. En este artículo, que es la mayor revisión de la seguridad de la traqueostomía por dilatación percutánea junto a la cabecera del paciente, se documenta la seguridad a través de la dis- tribución del índice de masa corporal. Diaz JJ Jr, Mejia V, Subhawong AP, et al: Protocol for bedside laparotomy in trauma and emergency general surgery: A low return to the operating room, Am Surg 71:986-991, 2005. Artículo importante que evalúa los resultados de la laparoto- mía junto a la cabecera del paciente con un protocolo para indicaciones y soporte. Fagon JY: Diagnosis and treatment of ventilator-associated pneu- monia: Fiberoptic bronchoscopy with bronchoalveolar lavage is essential, Semin Respir Crit Care Med 27:34-44, 2006. Revisión de las indicaciones, los beneficios y la realización de la broncoscopia para el diagnóstico de neumonía. Griffiths J, Barber VS, Morgan L, et al: Systematic review and meta- analysis of studies of the timing of tracheostomy in adult patients undergoing artificial ventilation, BMJ 330:1243, 2005. En este metaanálisis de los estudios que evalúan el momento de la traqueostomía se definió la traqueostomía precoz como aquella realizada antes de 7 días. Moore AF, Hargest R, Martin M, et al: Intra-abdominal hyper- tension and the abdominal compartment syndrome, Br J Surg 91:1102-1110, 2004. Este artículo ofrece una revisión de la fisiopatología y el trata- miento del síndrome compartimental abdominal. Rumbak MJ, Newton M, Truncale T, et al: A prospective, rando- mized, study comparing early percutaneous dilational tracheotomy to prolonged translaryngeal intubation (delayed tracheotomy) in critically ill medical patients, Crit Care Med 32:1689-1694, 2004. Este artículo básico examina los beneficios de la traqueos- tomía realizada antes de 48 h, comparándola con la estableci- da a los 14 días y demostró una reducción significativa de las complicaciones y la mortalidad con la traqueostomía precoz. Shapiro MB, Jenkins DH, Schwab CW, et al: Damage control: Collective review, J Trauma 49:969-978, 2000. Este artículo es una revisión global de la historia, las indica- ciones y la realización de laparotomías de control del daño. Van Natta TL, Morris JA Jr, Eddy VA, et al: Elective bedside surgery in critically injured patients is safe and cost-effective, Ann Surg 227:618-624, 1998. Este artículo es la primera descripción de la seguridad y la eficacia de las intervenciones quirúrgicas junto a la cabecera del paciente. BIBLIOGRAFÍA 1. Barba CA: The intensive care unit as an operating room, Surg Clin North Am 80:957-973, 2000. 2. Beckmann U, Gillies DM, Berenholtz SM, et al: Incidents relating to the intra-hospital transfer of critically ill patients. An analysis of the reports submitted to the Australian Inci- dent Monitoring Study in Intensive Care, Intensive Care Med 30:1579-1585, 2004. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 21, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Push Button1: Push Button0:
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