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Revista de la Construcción ISSN: 0717-7925 revistadelaconstruccion@uc.cl Pontificia Universidad Católica de Chile Chile VEAS, L.; PRADENA, M. El Administrador Integral de Proyectos en la Industria de la Construcción Revista de la Construcción, vol. 7, núm. 2, 2008, pp. 47-55 Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago, Chile Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=127612584004 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1276 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=127612584004 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=127612584004 http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1276&numero=12584 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=127612584004 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1276 http://www.redalyc.org Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 [ 47 The Integral Project Manager in the Construction Industry El Administrador Integral de Proyectos en la Industria de la Construcción Autores Fecha de recepción Fecha de aceptación 15/09/08 VEAS, L. Doctor en Ciencias Aplicadas, Universidad Católica de Lovaina Académico, Escuela de Construcción Civil Pontificia Universidad Católica de Chile email: lveas@uc.cl 30/10/08 PRADENA, M. Magíster en Construcción, Pontificia Universidad Católica de Chile Académico, Departamento de Ingeniería Civil Universidad de Concepción, Chile email: mpradena@udec.cl [48 ] Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 páginas: 47 – 55 Veas, L. - Pradena, M.] El presente artículo es el primero de una serie que trata sobre la Administración Integral de Proyectos en el mercado de la construcción de Chile, aun cuando mu- chos de los conceptos aquí vertidos son extrapolables a la realidad de otros países. Esta etapa del estudio trata sobre la base teórica que define y sustenta el accionar en esta disciplina y los profesionales que se desempeñan en ella. De esta manera, The present article is the first of a series of articles about the Integral Project Management in the construction business in Chile, even though many of the concepts here exposed are extrapolated to the reality of other countries. This phase of the study, discusses the theoretical foundation that defines and sustains the action in this discipline and the professionals who serve in it. In this se presenta la definición más amplia y pura asociada al “Project Management”, las ne- cesidades del sector construcción que han determinado el surgimiento y desarrollo del Administrador Integral de Proyectos (AIP), la asesoría que este profesional puede rea- lizar al mandante, los beneficios de esta, y las áreas del conocimiento de un proyecto de construcción que forman parte de su ámbito de acción. way, the most pure an broader definition associated with the “Project Management” is presented, the needs of the construction sector who have given the emergence and development of Integral Project Manager (IPM), the consultancy tha these professional can give to the client, the benefits of it, and the areas of knowledge of the construction project that are part of the action field. Abstract Key words: Integral Project Management, PMI, construction, project. Palabras clave: Administrador Integral de Proyectos, AIP, construcción, proyecto. Resumen páginas: 47 – 55 [ 49 Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 [Veas, L. - Pradena, M.] 1. Introducción 1.1. Antecedentes Un proyecto es un esfuerzo temporal que se lleva a cabo para crear un producto, servicio o resultado único (PMI, 2004), es decir, tiene hitos de inicio y término definidos y reconocibles. Otra definición indica que, proyecto, corresponde a la decisión acerca del uso de recursos con el objetivo de incrementar, mantener o mejorar la producción de bienes o la prestación de servicios. Se materializa, por lo general, en una obra física: ampliación, conservación, reparación, construcción, reposición, restauración, entre otros. En su materialización, los agentes económicos compran insumos, los combinan y transforman de manera que el producto obtenido genere beneficios que excedan el valor de esos insumos. El máximo excedente económico se alcanza si los insumos son combinados eficientemente (Vilaboa, 2001). Un proyecto de inversión es aquel que exige realizar un alto gasto inicial al materializar en terreno la iniciativa, dinero que será recuperado con la explotación posterior de las instalaciones. Los proyectos tienen entre sus características la elaboración gradual. Esto significa ser desarrollados en etapas e ir aumentando mediante incrementos. El proceso comien- za con una idea y termina con la iniciativa implantada en la realidad, esto permite desechar ideas o posibles soluciones menos adecuadas en etapas tempranas e ir potenciando la solución óptima. Entre ambos hitos, inicio y término, cada proyecto pasa por muchas fases, de modo que, dependiendo de su grado de madurez, sus características son distintas. Esto se representa en la Figura 1.1. En efecto, el proyecto puede encontrarse en diferentes momentos, como por ejemplo, en el anteproyecto pre- liminar, el diseño definitivo, la materialización física, o la puesta en marcha. En el contexto de una economía de mercado, el principal criterio para la toma de decisiones, usado al interior de las empresas, radica en estudiar la rentabilidad econó- mica asociada a cada iniciativa. Esto último puede ser estimado recurriendo al cálculo de diversos índices de rentabilidad, tales como, Valor Actualizado Neto (VAN), la Tasa Interna de Retorno (TIR), y otros. Sin embargo, antes de estimar la rentabilidad del pro- yecto, es necesario realizar un prediseño, es decir, un diseño aproximado de todos los elementos involucrados en la iniciativa. Para que el proyecto prospere es nece- sario realizar esto de un modo ingenioso y creativo. Los proyectos que siguen las orientaciones anteriores, están constantemente siendo sometidos a evaluaciones privadas, las cuales tendrán mayor precisión en la medida que se va generando mayor información. 1.2. Administración Integral de Proyectos Referencias tempranas acerca de la definición de este término se encuentran en Arriagada, 1988. Una defi- nición más actual indica que la dirección de proyectos, o gerencia de proyectos, o administración integral de proyectos es la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas a las actividades de un proyecto para satisfacer los requisitos del mismo. Lo anterior se logra mediante la integración de los procesos de inicio, planificación, ejecución, seguimiento y control, y cierre. El director, o gerente, o administrador integral es la per- sona responsable de alcanzar los objetivos del proyecto (Adaptado de PMI, 2004). De la definición anterior se desprende que la dirección o administración integral de proyectos constituye una herramienta para abordarlos, sean estos de distinta índole, tanto públicos como privados, como asimismo de distintos sectores productivos. En particular este artículo trata sobre la manera de abordar los proyectos en el ámbito del sector construcción. Figura 1.1 Grados de madurez y definiciones de los proyectos [50 ] Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 páginas: 47 – 55 Veas, L. - Pradena, M.] 2. Desarrollo 2.1. Evolución y necesidades del mercado de la construcción Hasta mediados de la década de los ochenta, aproxima- damente, la ejecución de obras de construcción dependía básicamente de la idiosincrasia del constructor y la natu- raleza de las obras. A partir de esta fecha gradualmente la planificación de los proyectos comienza a adquirir importancia debido a múltiples factores entre los que se pueden mencionar:la mayor complejidad de los proyectos, los plazos más exigentes, el dinamismo de la realidad, las exigencias asociadas a tratados comerciales internacionales, la exigencia de certificaciones, los compromisos de ventas a futuro, la necesidad de aprovechar las oportunidades económicas, los compromisos que generan las ventas a futuro, la creciente forma de abordar los proyectos bajo la modalidad denominada fast track, la disponibilidad de recursos no siempre ilimitada, el creciente interés por incorporar conceptos de sustentabilidad, cuidado del me- dio ambiente y uso eficiente de la energía y la necesidad de abordar proyectos rentables y seguros, debido a los grandes volúmenes de inversión y los elevados índices de competencia en el mercado. Algunas de las causas que producen ineficiencias, erro- res, retrasos, sobrecostos, y que en definitiva afectan el normal desarrollo de los proyectos de construcción, son el desconocimiento de la totalidad de los requisitos desde un comienzo, la falta de comunicación entre las partes, el poco tiempo para desarrollar los diseños, prejuicios, expe- riencias anteriores incorrectas no asumidas, la inclinación a aplicar soluciones ya probadas y poca innovación, los cambios en los programas y en los criterios de trabajo durante el diseño, entre muchos otros factores. Lo ante- rior puede traer consecuencias importantes en la calidad final de las obras, particularmente en las patologías y/o colapsos que se producen en estas cuando están en uso, asimismo afectan los plazos y los “presupuestos” originales del proyecto. En este sentido, en el sector construcción, lamentablemente, los ejemplos de lo tratado anteriormente son múltiples, tanto a nivel nacional como internacional. Si, por otra parte, se consideran para el caso chileno, las responsabilidades estipuladas en la Ley Nº 20.016 de la calidad de la construcción, los problemas antes descritos aumentan en dificultad para los actores de este sector. Actualmente, entonces, el énfasis debiera estar en la ade- cuada planificación, coordinación, seguimiento, control y mejoramiento continuo de los proyectos de construcción, de manera tal de lograr alcanzar los objetivos planteados en cada uno de ellos. Lo anterior se sustenta en que algunas experiencias nacionales, como asimismo la internacional, demuestran que la visión integral, la anticipación y la sistematicidad son las actitudes que permiten alcanzar el éxito de los proyectos. Se estima que un proyecto ad- ministrado integralmente no debiera tener una variación mayor al 5% en el costo final respecto del originalmente proyectado. En contraposición, un proyecto mal adminis- trado puede tener un sobrecosto del 25% y más respecto del original. Por otra parte, para proyectos de mediana y gran envergadura, los costos asociados a la contratación de profesionales dedicados a la administración integral de ellos, representan valores despreciables respecto del costo total de dichos proyectos; de ahí se desprende que, con mayor razón, destinar recursos y asumir que un determinado proyecto será abordado con el apoyo de las herramientas que entrega la administración integral, es una definición clave para el éxito de estos. Tradicionalmente en el mercado inmobiliario, el arquitecto ha realizado una coordinación de proyectos, más que una administración integral propiamente tal. Esto surge de manera más bien intuitiva, debido a la génesis que tiene este tipo de proyectos, donde generalmente este profesional es el primero al cual el mandante acude bus- cando asesoría para el diseño. Generalmente, sucede que cuando el mandante no conoce el mercado inmobiliario solicita asesoría a este profesional en otros aspectos. Las Figuras 2.1 y 2.2 muestran las posibilidades que tradicio- nalmente se han dado en esta coordinación. También se ha dado el caso que los Inspectores Técnicos de Obra tradicionales (ITO), han comenzado a asesorar a los mandantes antes de la construcción de las obras, realizando una coordinación de proyectos. Quizás de- bido a la necesidad observada en los problemas que se generan en la correcta ejecución de la obra, tales como, planos y especificaciones técnicas incompletas, con incongruencias, omisiones o errores, que se traducen en incertidumbre y por lo tanto en dificultades para materializar las obras. Así, es posible señalar que una parte importante de los problemas que se producen en la ejecución de las obras, ocurren porque al diseñar no se han tomado en consideración los problemas de la ejecución (constructabilidad). Efectivamente, puntos no definidos en los diseños son problemas a solucionar en terreno, y una ambigüedad o error en gabinete puede producir pérdidas, situaciones urgentes que en el extremo pueden paralizar una obra, o finalmente productos no conformes, con lo cual se deben rehacer el o los trabajos. páginas: 47 – 55 [ 51 Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 [Veas, L. - Pradena, M.] De esta manera, el enfoque tradicional del Inspector Técnico de Obra ha sido transformado por las necesidades insatisfechas de los mandantes. Entonces el ITO ya no se restringe al control de calidad de las obras, sino que tiene cada vez mayor participación en la coordinación de los proyectos, siendo el control de calidad en obra solo unos de los aspectos. Esto, normalmente permite mejorar los resultados técnicos y económicos de los proyectos, salvo en los caso que dicho profesional destina demasiado tiempo a aspectos administrativos y despreocupa lo técnico. Entonces, los problemas en los proyectos pueden ser superados si el mandante, proyectistas y el coordinador de proyecto conforman un equipo de trabajo destina- do a maximizar la calidad del proyecto, previendo los eventuales problemas, disminuyendo la posibilidad de errores u omisiones y de esta forma acercarse a una optimización del producto final. 2.1.1. El administrador integral de proyectos (AIP) en el mercado de la construcción En el mercado de la construcción los límites característicos de un proyecto son el costo, la calidad y el tiempo, como se representa en la Figura 2.3. A estos deben sumarse los recursos en cantidad y oportunidad, la rentabilidad, y el alcance, entre otros. Considerando estas restricciones del mercado, la admi- nistración integral de proyectos puede generar impor- tantes beneficios en este sentido, lo que se traduce en un mejor desempeño. Esto, debido a que la asesoría al mandante se realiza desde etapas tempranas del ciclo de vida del proyecto, con una mayor participación del mandante, entregando a este un valioso apoyo en todo el proceso de elaboración gradual del proyecto. De esta manera se presta asesoría desde la idea, considerando las alternativas tempranas más rentables, prestando un valioso apoyo en la toma de decisiones en las distintas etapas, contratación de los diseños, especialidades, construcción, procesos de licitación, documentación, contratos, revisión, coordinación y compatibilidad de los proyectos y especialidades, alternativas de sistemas constructivos y materiales a utilizar y análisis de cons- tructabilidad. Esto cobra mayor relevancia cuando se trata de man- dantes ajenos al sector construcción que invertirán en este, como se muestra en el ejemplo de la Figura 2.4, en proyectos complejos o mandantes extranjeros. Figura 2.1 Coordinación tradicional: arquitectura (especialidades) - estructuras Figura 2.2 Coordinación tradicional: arquitectura (especialidades) - estructuras Figura 2.3 Límites de costo, calidad y tiempo en proyectos de construcción [52 ] Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 páginas: 47 – 55 Veas, L. - Pradena, M.] Entre las interrogantes acerca del proyecto, que evalúa y ayuda a solucionar el Administrador Integral de Pro- yectos, AIP, se encuentran las siguientes: ¿Qué se hará? ¿Dónde se construirá? ¿Cuándo se construirá? ¿Cuánto costará? ¿Quién lo hará? ¿Cómo se realizará? ¿Qué se necesitará?¿Cómo se medirá el progreso? ¿Cómo se enfrentarán los cambios? ¿Cuándo se considerará terminado?, entre otras. Por ejemplo, en el caso de la pregunta ¿Dónde se construirá?, el AIP deberá asesorar al mandante en la determinación de la óptima localización del proyecto. La pregunta ¿Cómo se realizará?, se refiere al tipo de contrato a utilizar, pudiendo ser suma alzada, serie de precios unitarios, administración delegada, llave en mano u otro. El AIP deberá asesorar al mandante respecto al tipo de contrato que mejor desempeño permitirá al proyecto. Para poder determinar lo que se necesitará, es necesario definir el objeto de la pregunta. Si por ejemplo, esto se refiere a lo que se necesitará para cumplir los plazos, entonces se requerirá determinar la velocidad del pro- yecto total. Para esto, se debe establecer, luego de la planificación (programa maestro), una programación que identifique los hitos relevantes y la ruta crítica asociada al cumplimiento de estos. La programación, será la base para controlar los plazos (internos y externos) de preparación de documentos para licitación, diseños, especialidades, ajustes de plazos de la constructora, ente otros. En el caso particular del mercado inmobiliario, el admi- nistrador integral o director del proyecto debiera ase- sorar al mandante, en etapas tempranas del proyecto, a responder preguntas como: ¿Cuánto hago? ¿Cuándo hago? ¿De qué tipología?, entre otras. Ejemplos de las posibles configuraciones de la asesoría se muestran en las Figuras 2.5 y 2.6. Los frutos de la asesoría del AIP serán visibles con mayor notoriedad mientras más temprano aborde el proyecto. En la fase de estudio del proyecto se pueden identificar cuatro etapas, a saber, la identificación de la idea, el anteproyecto preliminar, el anteproyecto definitivo y el proyecto definitivo. En la identificación de la idea, se establecen las necesi- dades y requerimientos a ser resueltos por el proyecto. Estos deben ser identificados, definidos y cuantificados. También en esta etapa se identifican las exigencias y restricciones a ser respetadas por el proyecto, y se es- tablece la información adicional para abordar la etapa siguiente. El énfasis del anteproyecto preliminar está en la ilustración de las soluciones apropiadas para cumplir los objetivos del proyecto, sus características principales, programas preliminares de ejecución, presupuestos asociados y el Figura 2.4 Consorcio: Mandante ajeno al mercado de la construcción Figura 2.5 Administración integral de proyectistas y especialidades Figura 2.6 Administración integral de proyectistas páginas: 47 – 55 [ 53 Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 [Veas, L. - Pradena, M.] flujo de caja. Además, se consideran los requisitos para abordar la etapa siguiente. El anteproyecto definitivo es una profundización de la etapa anterior. Entrega el anteproyecto de la solución reco- mendada con sus características técnicas, requerimientos para el desarrollo, costos y programas de ejecución con mayor exactitud. Además, se identifican los requisitos para seguir avanzando a la siguiente etapa. Finalmente, el proyecto definitivo da por concluida la fase de estudio. En este proyecto definitivo se genera el diseño de la solución expresado en planos y especi- ficaciones técnicas. Esto permite generar el programa de obra detallado, el presupuesto oficial y preparar los documentos para la licitación de la construcción. Es importante destacar que el AIP debe establecer me- todologías que permitan evaluar cualitativa y cuantita- tivamente las ofertas recibidas y así poder emitir juicios fundados para proceder a la contratación de los diseños y la construcción. Esto permitirá cumplir con los hitos asociados a las etapas de diseño, ejecución y puesta en marcha del proyecto. Otro aspecto en que el aporte del Administrador Integral de Proyectos, AIP, puede ser muy importante es en el de agregar valor a los proyectos. Esto es relevante, sobre todo en un mercado tan competitivo como es la construcción, y significa que mediante análisis fundamentados, espe- cialmente en la etapa de diseños, se puedan implementar mejoras al proyecto, intentado respetar los presupuestos, plazos y estándares de calidad originales de este. El valor es la cantidad que los compradores están dispues- tos a pagar por lo que una empresa les proporciona y representa el grado de satisfacción obtenido por los com- pradores. Una empresa es lucrativa si el valor que impone es mayor que los costos implicados en crear el producto. De esta manera, la creación de valor debe ser el propósito de cualquier estrategia. Entonces, debe realizarse en el transcurso del proyecto un análisis valorativo. El análisis de valor está orientado a determinar las funciones esenciales de cada uno de los aspectos del proyecto, identificando aquellos elementos que añaden costos innecesarios o desproporcionados, con el propó- sito de reducirlos o suprimirlos, sin perjudicar la calidad, utilidad, confiabilidad, seguridad u otras cualidades del proyecto. Para esto, el AIP debe conducir al equipo del proyecto de tal manera de que una vez identificadas las funciones, se generen formas alternativas para alcanzar la misma función a un menor costo manteniendo o mejorando el rendimiento del proyecto. Este proceso se visualiza en la Figura 2.7. Considerando, a modo de ejemplo, el caso inmobiliario, antes de la obra se debe definir el valor. Esto, es producto de una segmentación de clientes y posterior selección considerando un enfoque de mercado. Posteriormente, se debe proporcionar el valor escogido previamente. Esto se realiza a través de los diseños y desarrollo de los productos y servicios asociados. Además, en esta etapa se fija el precio. La proporción de valor se realiza definitivamente en la construcción de la obra misma. Finalmente, este valor debe ser comunicado a través de la fuerza de venta y publicidad. El aporte del AIP, en el análisis de valor, conlleva la re- ducción del costo total del proyecto y la incrementación de su valor. Para el proyecto completo de construcción, la asesoría del AIP quedaría determinada como se muestra en la Figura 2.8. 2.1.2. Áreas de conocimiento del Administrador Integral de Proyectos de construcción Dentro de las áreas que debe abordar el AIP, para cumplir su labor adecuadamente, se encuentra la administración integral de las áreas que se observan en la Figura 2.9. Figura 2.7 Secuencia de un análisis de valor [54 ] Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 páginas: 47 – 55 Veas, L. - Pradena, M.] La administración integral del alcance se refiere a que el proyecto debe comprometerse con el trabajo requerido y solo el trabajo requerido. Esto, requiere la definición de lo que está y lo que no está incluido en el proyecto. El tener los límites claros desde un comienzo puede significar ahorro importante de futuros problemas. Puesto que la adminis- tración integral trata con los límites del proyecto (costo, calidad, tiempo) y con intereses disímiles y en ocasiones contrapuestos de los contratistas, mandantes y clientes, el alcance cobra decisiva importancia en el desarrollo de los proyectos. Esto, ha llevado a que pueda considerarse como otro límite del proyecto. De esta manera el triángulo de límites de la Figura 2.3 se torna un cuadrado tal como se muestra en la Figura 2.10. La administración integral del cronograma se refiere a los procesos para asegurar que el proyecto sea comple- tado conforme al programa (Adaptado de PMI, 2004). Consiste en la definición de las actividades, la secuencia de ellas, estimación de la duración de las actividades, desarrollo del programa y control de este. La administración integral de la calidad considera los pro- cesos necesarios para asegurar que el proyecto satisfaga las necesidades que fue llamado a atender (Adaptado de PMI, 2004). El concepto que debe manejar el AIP es el de calidad integral,es decir, para todas las etapas y entes del proyecto. El esfuerzo del AIP en la gestión de la calidad del proyecto debe realizarse principalmente en las etapas iniciales del ciclo de vida del proyecto. Además, puede apoyarse en los sistemas de gestión de la calidad para realizar su tarea. Respecto a los costos, la administración integral se en- carga de los procesos para asegurar que el proyecto sea completado conforme al presupuesto aprobado (Adap- tado de PMI, 2004). El enfoque tradicional considera solo los recursos para las actividades del cronograma. El enfoque actual considera, además, el análisis valorativo y la elaboración gradual de los proyectos. El esfuerzo del AIP debe estar, entonces, en las primeras etapas de la elaboración de tal manera de establecer los criterios de la gestión de costos a ser aplicados en el proyecto. La administración integral de las personas que participan en el proyecto se refiere a los procesos que se requieren para organizar y dirigir el equipo del proyecto (Adaptado de PMI, 2004). El éxito en esta función requiere, por parte del AIP, manejar adecuadamente las capacidades de liderazgo, comunicación y motivación. Figura 2.8 Asesoría del AIP en un proyecto completo de construcción Figura 2.9 Áreas que pueden ser administradas integralmente (Adaptado de PMI, 2004) Figura 2.10 Límites de costo, calidad, tiempo y alcance en proyectos de construcción páginas: 47 – 55 [ 55 Revista de la Construcción Volumen 7 No 2 – 2008 [Veas, L. - Pradena, M.] En lo relativo a las comunicaciones, el AIP debe prestar especial atención a los procesos para asegurar la ge- neración, recopilación, distribución, almacenamiento y disposición final de la información del proyecto en tiempo y forma (Adaptado de PMI, 2004). Esto permite generar los enlaces cruciales entre personas e información. La adecuada transmisión de la información y sobre todo su oportunidad y comprensión permiten cumplir los objetivos del proyecto. Por otra parte, una deficiente comunicación es fuente de incumplimientos y conflictos. Los procesos relacionados con la identificación, análisis, repuesta, seguimiento y control de los riesgos del proyecto es lo que considera la administración integral del riesgo (Adaptado de PMI, 2004). Entendiendo al riesgo como un evento incierto, que si se produce, tiene un efecto sobre, al menos, un objetivo del proyecto. La administración integral de las adquisiciones trata sobre los procesos para adquirir fuera del equipo ejecutor del proyecto los bienes y servicios que permitan realizar el trabajo (Adaptado de PMI, 2004). Esto incluye entonces la provisión de materiales, equipos y maquinarias, entre otros bienes. Pero también considera parte de los diseños, u otras asesorías entre los servicios. Finalmente, todas estas áreas deben ser administradas integralmente, lo que da lugar a la generación de un plan de proyecto, la ejecución de este plan y el control integrado de los cambios. 3. Conclusiones En el actual sector construcción debiera existir una nece- sidad de los mandantes por enfrentar los proyectos bajo una visión de la Administración Integral de Proyectos. Esto cobra mayor relevancia, cuando se trata de mandantes ajenos al sector construcción, en proyectos complejos o mandantes extranjeros. Los mejores resultados en el desarrollo y cumplimiento de los objetivos de un proyecto se consiguen cuando el AIP asesora al mandante desde las etapas tempranas de los proyectos. Esto, permite además mayor participación del mandante en las decisiones. Considerando los costos totales del proyecto y los ahorros que genera la Administración Integral de Proyectos, los servicios de este asesor se justifican claramente. El análisis de valor permite mantener o mejorar la fun- cionalidad buscada en el proyecto, incrementando su valor y reduciendo los costos totales del proyecto. Las tipologías y características de los proyectos de construc- ción, los resultados esperados y las áreas del conocimiento del AIP determinan requerimientos y competencias, tanto duras como blandas, al profesional o empresa que preste este servicio, en términos de la experiencia, prestigio y equipo profesional con el que debe contar. Referencias 1. Albala, A. El Arte/Ciencia de Dirigir Proyectos. Santiago, Ediciones del Colegio de Ingenieros de Chile. 2003. 117 pp. 2. Arriagada, G. Administración Integral de Proyectos. Santiago, Ediciones del Colegio de Ingenieros de Chile. 1988. 674 pp. 3. Esterkin, J. La Administración de Proyectos en un Ámbito Competitivo. Buenos Aires, Thomson Learning. 2007. 200 pp. 4. Pradena, M. Apuntes de clases Inspección de Obras y Gerencia de Proyectos. [en línea]. Concepción: Departamento de Ingeniería Civil, Universidad de Concpeción. 2008 [fecha de consulta: 09 Julio 2008]. Disponible en: < http://infoda.udec.cl/INFODA_entrar.php> 5. Project Management Institute (2004). Guía de los Fundamentos de la Dirección de Proyectos. Tercera Edición. Pennsylvania, Estados Unidos, 392 pp. 6. Veas, L. Apuntes de clases. Administración Integral de Proyectos. [en línea]. Santiago: Escuela de Construcción Civil, Pontificia Universidad Católica de Chile. 2008 [fecha de consulta: 10 Julio 2008]. Disponible en: < http://cursos.puc.cl/cco3801-1/> 7. Vilaboa, J. La Generación de Ideas para Proyectos. Concepción, Universidad de Concepción. Facultad de Ingeniería. 2001. 125 pp.
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