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Síndromes de neoplasia endocrina múltiple Terry C. Lairmore, Jeffrey F. Moley Í N D I C E Neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple de tipo 2 Conclusiones Por favor, visite ExpertConsult.com para ver los vídeos corres- pondientes a este capítulo. Los cambios genéticos en un gen supresor tumoral (MEN1) y un protooncogén (RET) dan lugar a los síndromes de neoplasia endocrina múltiple (MEN) de los tipos 1 y 2, respectivamente. Estos síndromes de cáncer hereditario se caracterizan por transformación neoplásica en numerosos tejidos diana endocrinos, así como por afectación patológica de algunos tejidos no endocrinos. Los tumores endocrinos asociados pueden ser benignos o malignos y desarrollarse de forma sincrónica o metasincrónica. En el tejido diana endocrino afectado, una hiperplasia preneoplásica difusa suele preceder al desarrollo de invasión microscópica o al carcinoma multifocal macroscópicamente evidente. En los síndromes de MEN, la predisposición genética a la MEN con potencial maligno es conferida a personas jóvenes por lo demás sanas. Es importante reseñar que el reciente descubrimiento de la base genética de los síndromes de MEN1 y 2 ha permitido el desarrollo de estrategias destinadas a la con- secución de pruebas genéticas directas, de intervención quirúrgica precoz y de tratamientos sistémicos. La tiroidectomía precoz está indicada en pacientes con diagnóstico genético de MEN2, con el fin de prevenir el desarrollo subsiguiente de metástasis de carcinoma medular tiroideo (CMT) regionales o a distancia. La intervención quirúrgica precoz más idónea para evitar la diseminación metastásica de tumores neuroendo- crinos (TNE) potencialmente malignos en pacientes con diagnóstico genético de MEN1 se mantiene como cuestión controvertida. Los síndromes de MEN se caracterizan por distintos patrones de afectación de órganos endocrinos. En la MEN1 es típico el desarrollo de enfermedad paratiroidea multiglandular, TNE en el sistema gas- troenteropancreático, adenomas en la hipófisis anterior, carcinoides en intestino anterior y timo, y otras neoplasias no endocrinas asociadas, como angiofibromas, lipomas y colagenomas faciales. El síndrome de MEN2A se caracteriza por hiperplasia de las células C tiroideas, CMT,1 hiperplasia de la médula suprarrenal, feocromocitomas y tumores para- tiroideos. Las características de la MEN2B son hiperplasia de células C, CMT, hiperplasia de la médula suprarrenal, feocromocitomas, neu- romas mucosos, anomalías esqueléticas, ganglioneuromatosis del tubo digestivo y un hábito distintivo (denominado, a veces, marfanoide). NEOPLASIA ENDOCRINA MÚLTIPLE DE TIPO 1 Estudios genéticos y patogenia La MEN1 es un síndrome autosómico dominante de cáncer heredi- tario, con una prevalencia de alrededor de 2-3 por 100.000 personas. El síndrome de MEN1 se debe a mutaciones de pérdida de función de la línea germinal, heterocigóticas, en el gen MEN1, que inducen la aparición de neoplasias en múltiples tejidos diana endocrinos y no endocrinos. El gen MEN1 codifica una proteína denominada menina, que actúa como supresora de tumores en tejidos endocrinos. Una proteína supresora de tumores suele conferir una influencia negativa o frenar el crecimiento y la proliferación celular, de manera que la pérdida de su función determina una proliferación celular no regulada o inapropiada y transformación neoplásica. La mayoría de las mutaciones causales del gen MEN1 dan por resultado la producción de una menina truncada o no funcional. De acuerdo con el modelo de oncogenia de «doble impacto», el primer episodio es una mutación heredada en la línea germinal que confiere sensibilidad al cambio neoplásico en los tejidos afectados. La eliminación de la copia funcional remanente del gen en una determinada célula a través de un episodio mutacional somático fortuito, o segundo impacto (p. ej., la deleción de un gen), da lugar a expansión clonal y desarrollo del cáncer. El hecho de que se produzcan segundos impactos individuales en varias células de órganos diana explica la afectación multifocal característica en los tejidos endo- crinos afectados. El gen MEN12 codifica un producto de 610 aminoácidos que es, principalmente, una proteína nuclear, aunque hay cantidades más pequeñas en el citoplasma y en la membrana celular. La menina se expresa de manera ubicua en tejidos tanto endocrinos como no endocrinos, pero los niveles de expresión varían según los diferentes tejidos. Desde el punto de vista evolutivo, la secuencia de la proteína menina está conservada desde Drosophila hasta los seres humanos, y el gen MEN1 murino presenta homología del 98%. En los ratones, la desactivación de ambos alelos MEN1 causa letalidad embrionaria, lo que demuestra que la menina es esencial para el desarrollo tem- prano y que tiene una participación más amplia en la regulación del crecimiento celular que no se limita a los tejidos endocrinos afectados en la MEN1. Los ratones heterocigóticos MEN1+/– muestran pérdida somática del alelo MEN1 salvaje en los tumores y presentan una cons- telación de tumores endocrinos notablemente similar al síndrome de MEN1 humano. La menina se une a múltiples proteínas con diversas funciones y puede actuar como un represor o un activador de la transcripción. Si bien la menina ejerce acciones supresoras de tumores en los tejidos endocrinos, es un cofactor esencial de las proteínas de fusión MLL (leucemia de linaje mixto) oncógenas.3,4 Los reordenamientos cromo- sómicos del gen MLL en la banda cromosómica 11q23 determinan la fusión del producto de MLL con más de 60 proteínas asociadas diferentes. La alteración del gen MLL por estos reordenamientos regula de manera positiva la expresión de los genes de la caja homeótica http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 40 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple 997 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. HOXA9 y MEIS1, que son cruciales para la génesis de la leucemia. El papel dicótomo de la menina es específico de tejido, según demuestra su función supresora de tumores en tejidos endocrinos y su papel esencial en la aparición de leucemias asociadas con MLL. Estudios de la estructura cristalina de la menina y su interacción con proteínas asociadas revelan que la menina es una proteína de andamiaje clave que regula de manera diversa la transcripción génica a través de su relación recíproca con múltiples vías de señalización.5 La menina interviene en diversos procesos celulares, como la regu- lación de la transcripción génica, la progresión del ciclo celular, las vías apoptósicas, el procesamiento y la reparación del ADN, la inte- gridad citoesquelética y la estabilidad del genoma. Se une a JunD, un miembro de la familia de factores de transcripción AP-1, y reprime la transcripción mediada por JunD.6 Además, interactúa con múltiples proteínas que median otras importantes vías de señalización celular. Estas comprenden las proteínas SMAD, que son transductoras de la señalización del factor de crecimiento transformador β; la β-catenina, un miembro de la vía de señalización Wnt; los receptores nucleares, como receptor de estrógeno y receptor γ activado por proliferadores de peroxisomas, y la proteína SOS1 activadora de Ras. Es impor- tante destacar que a través de su interacción como corregulador del receptor de estrógeno α, la menina ha sido implicada en la progresión del cáncer de mama. Las pacientes de sexo femenino con MEN1 presentan mayor riesgo de cáncer de mama y, por consiguiente, las mutaciones de MEN1 están implicadas en la carcinogenia mamaria humana.7 Si bien ahora se están expandiendo con rapidez los cono- cimientos acerca de diversas interacciones e influencias de la menina sobre distintas funciones y vías celulares, todavía no hay un conoci- miento completo de sus complejas funciones en estos procesos. En 2008, Lhemos y Thakker crearon una base de datos de más 1.330 mutacionesindependientes de MEN1 publicadas,8 y, aunque después no se han compilado otras bases de datos, hay casi tantas mutaciones únicas como familias. La distribución aproximada de las mutaciones de MEN1 comprende un 20% de mutaciones de cambio de sentido, un 23% de mutaciones sin sentido, un 41% de inserciones o deleciones con cambio del marco de lectura, un 6% de inserciones o deleciones en el marco de lectura, un 9% de mutaciones en el sitio de corte y empalme del ARN, y un 1% de mutaciones grandes.9 Estos distintos cambios genéticos aparecen en toda la secuencia de codificación y las uniones intrón-exón del gen,10 sin «puntos calientes» de mutación, como se ilustra en la figura 40-1. Alrededor del 80% de las mutaciones de MEN1 dan por resultado una proteína menina truncada que no llega al núcleo celular y ejerce su papel como oncosupresor. Las mutaciones somáticas del gen MEN1 son frecuentes en los adenomas paratiroideos esporádicos, los tumores del páncreas endo- crino, los tumores hipofisarios y los carcinoides bronquiales, lo que indica que la pérdida alélica del gen MEN1 es un acontecimiento genético clave en la aparición de algunos tumores endocrinos no hereditarios. La investigación de mutaciones directas del ADN permite identi- ficar a individuos asintomáticos afectados por el síndrome de MEN1, lo que posibilita mayor vigilancia e intervención temprana en las neo- plasias endocrinas que presentan estos pacientes. La aplicación clínica de las pruebas genéticas tiene limitaciones asociadas. Las pruebas de ADN en una familia con una mutación previamente definida se sim- plifican y se pueden realizar mediante una prueba dirigida solo a ese cambio genético específico. En cambio, en una familia con MEN1 recién identificada, en la que no se conoce por adelantado la mutación específica, es necesaria una búsqueda completa en la secuencia de codificación y las uniones intrón-exón para investigar todas las posi- bles mutaciones, y solo se identificará la mutación específica mediante pruebas convencionales de todo el gen en alrededor del 80% de estas nuevas familias. Por esta razón, una detección sistemática completa negativa de mutaciones del gen MEN1 no descarta MEN1. El aseso- ramiento genético formal y el consentimiento informado, incluidas declaraciones respecto de la privacidad de la información médica, y la posible repercusión de la información genética en el tratamiento son esenciales para un programa integral de investigación genética. No se han establecido correlaciones genotipo-fenotipo frecuentes para MEN1, aunque se han descrito variantes fenotípicas (hiperpa- ratiroidismo aislado, prolactinomas frecuentes). Sin embargo, como no se han asociado mutaciones específicas del gen MEN1 con mayor progresión de la enfermedad en los pacientes afectados, por ahora no es posible recurrir a pruebas genéticas para predecir el potencial maligno y el pronóstico. Cuando un paciente índice con sospecha de MEN1 es diagnosticado clínicamente, ha de procederse a evaluación genética del paciente y de los familiares de primer grado. Los individuos pre- sintomáticos en los que resulta positiva la prueba para detección de una mutación en MEN1 han de someterse posteriormente a pruebas bioquímicas más frecuentes y más intensas, con especial atención a los tumores enteropancreáticos e intratorácicos potencialmente malignos. La observación estrecha y la vigilancia frecuente de los pacientes con mutaciones en MEN1 facilitan la detección mucho FIGURA 40-1 Mutaciones de línea germinal en el gen MEN1 en un conjunto de 25 grupos familiares independientes. Las mutaciones se distribuyen en los nueve exones que codifican el gen. Las alteraciones genéticas pueden ser mutaciones sin sentido, de sentido erróneo, por cambio de marco de lectura y defectos de corte y empalme del ARN que se localizan en cualquier parte de los exones codificantes y flanqueando en posición inmediata las secuencias de intrones. En la parte superior del gen MEN1 se ubican cinco defectos de corte y empalme, así como dos mutaciones de sentido erróneo, mientras que en la inferior se indican siete mutaciones sin sentido y seis por cambio del marco de lectura. (Tomado de Mutch MG, Dilley WG, Sanjurjo F, et al: Germline mutations in the multiple endocrine neoplasia type 1 gene: Evidence for frequent splicing defects. Hum Mutat 13:175–185, 1999.) Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org VIII Sistema endocrino998 más temprana de las anomalías bioquímicas asociadas a neoplasia.11 Por su parte, un resultado de las pruebas negativo en un paciente cuya mutación específica es conocida hace innecesarios el cribado o las pruebas de por vida, con la consiguiente reducción de costes y del impacto psicológico. Las mutaciones de la línea germinal que desactivan el gen CDKN1B, que codifica la proteína p27kip1 inhibidora de la cinasa dependiente de ciclina, se asocian con el síndrome de MEN de tipo 4 descrito en forma reciente (OMIM #610755), en el que los pacientes presentan un fenotipo similar a MEN1, con hiperparatiroidismo secundario a agrandamiento paratiroideo multiglandular y TNE enteropancreáticos, sin mutaciones del gen MEN1.12 Manifestaciones clínicas y tratamiento La manifestación clínica que aparece en más del 90% de los individuos con una mutación de MEN1 es el hiperparatiroidismo secundario a neoplasias paratiroideas multiglandulares. Los pacientes con MEN1 también presentan, con menor frecuencia, TNE de páncreas y duo- deno, carcinoides bronquiales y tímicos, y adenomas de la hipófisis anterior. Además, se observa mayor frecuencia de hiperplasia nodular corticosuprarrenal, lipomas, colagenomas y angiofibromas faciales en pacientes con MEN1. Los angiofibromas, colagenomas y lipomas asociados a MEN1 tienen pérdida alélica del gen MEN1, lo que sugiere una relación causal con las mutaciones asociadas a la enfermedad. Desde el punto de vista clínico, la MEN1 se define como aparición en una persona de neoplasias en al menos dos tejidos endocrinos diana (paratiroides, páncreas endocrino, hipófisis). La MEN1 familiar se define como desarrollo adicional de al menos un tipo tumoral en un familiar de primer grado. Como predice el patrón de herencia autosómica dominante, hom- bres y mujeres se ven afectados en igual medida por la MEN1. El síndrome se ha descrito en numerosas regiones geográficas y gru- pos étnicos, sin que se haya constatado preferencia étnica alguna. El carácter de la MEN1 es transmitido con una penetrancia de casi el 100%, aunque con expresividad variable, por lo que cada persona afectada puede presentar algunos de los componentes del síndrome, aunque no necesariamente todos. En más del 90% de los individuos afectados, sobreviene hiperparatiroidismo. El TNE enteropancreático, que presenta potencial maligno, se registra entre el 30 y el 80% de los casos, mientras que los tumores hipofisarios son clínicamente evidentes en un porcentaje de pacientes comprendido entre el 15 y el 30%. En estudios de autopsia, la afectación anatomopatológica en los tres tejidos endocrinos se ha detectado en casi todos los pacientes. Cuando se comparan con los tumores endocrinos esporádicos, los tumores endocrinos desarrollados en asociación con síndrome de MEN1 familiar se caracterizan por edad de aparición más temprana, afectación multifocal en tejido endocrino diana y desarrollo de tumores en tejidos endocrinos diana múltiples. Las manifestaciones clínicas de los pacientes con MEN1 dependen del tejido endocrino afectado, la hormona específica sobreproducida, el efecto de masa local y la progresión maligna de la neoplasia. Ante- riormente, las complicaciones relacionadas con el exceso de hormonas,como enfermedad ulcerosa grave o hipoglucemia, eran los motivos de consulta que se presentaban con mayor frecuencia. En la actualidad, la principal causa de mortalidad en pacientes con MEN1 son la pro- gresión maligna de los cánceres neuroendocrinos enteropancreáticos o los carcinoides malignos intratorácicos. Recientemente se han propuesto directrices clínicas de consenso para la evaluación clínica, la detección sistemática bioquímica y la vigilancia imagenológica de los pacientes con MEN1.13 Se deben proponer investigaciones de mutaciones germinales de MEN1 a los pacientes índice y a sus familiares directos, incluidos pacientes asintomáticos y pacientes con enfermedad evidente desde el punto de vista clínico. La investigación de mutaciones del ADN debe ser precedida de asesoramiento gené- tico, y se debe proponer lo antes posible, porque las manifestaciones patológicas de la MEN1 pueden aparecer a los 5 años de edad. Las pruebas específicas y la cronología de la detección sistemática y la vigilancia dependen de los recursos disponibles, la pericia y el criterio clínicos, y de factores del paciente. La figura 40-2 muestra un resumen de nuestras recomendaciones sobre vigilancia clínica y bioquímica de los pacientes con MEN1. Glándulas paratiroideas El hiperparatiroidismo es la alteración endocrina más frecuente en pacientes con MEN1 (que aparece en más del 90% de los indivi- duos que heredan una mutación de MEN1), con un inicio clínico dependiente de la edad a fines de la segunda década de la vida y con un máximo alrededor de los 21-30 años de edad. En la MEN1, el hiperparatiroidismo se asocia con enfermedad paratiroidea multi- glandular. Por contra, menos del 15% de los pacientes con hiperpara- tiroidismo primario esporádico presentan afectación multiglandular. El característico aumento de tamaño de las glándulas paratiroideas en los pacientes con MEN1 es asimétrico (fig. 40-3) en cualquier punto en la intervención.14 La hipercalcemia suele ser la primera anomalía bioquímica en pacientes con MEN1 y puede preceder en varios años a la presentación clínica de un TNE pancreático. El diagnóstico se realiza demostrando hipercalcemia en asociación con una concentración inadecuadamente elevada de hormona paratiroidea (PTH). También hay aumento de la calciuria en orina de 24 h. La detección sistemática genética prospectiva permite el diagnóstico de hiperparatiroidismo varios años antes de que aparezca la enfermedad clínicamente evidente (fig. 40-4).11 Aunque el hiperparatiroidismo es la principal endocrinopatía asociada con MEN1, la neoplasia paratiroidea subyacente al hiper- paratiroidismo es benigna. En cambio, los TNE enteropancreáticos, bronquiales y tímicos que aparecen en estos pacientes conllevan un riesgo de progresión maligna. Las tasas de hipoparatiroidismo pos- toperatorio e hiperparatiroidismo recidivante son más altas en el tratamiento quirúrgico del hiperparatiroidismo en la MEN1 que en la paratiroidectomía por hiperparatiroidismo esporádico, que se debe la mayoría de las veces a un único adenoma. El momento óptimo de la intervención quirúrgica y la extensión de la resección plantean características y dificultades singulares. El cirujano debe identificar las cuatro glándulas paratiroideas y llevar a cabo una búsqueda de glándulas ectópicas o supernumerarias, incluida una timectomía parcial transcervical, en pacientes con MEN1. Por esta razón, las pruebas de localización radiográfica tienen limitada utilidad en la evaluación preoperatoria. La medición de las concen- traciones de PTH con análisis rápidos intraoperatorios permite pruebas biomecánicas para determinar la extensión adecuada de la resección de tejido paratiroideo.15 Se han empleado dos procedimientos quirúrgicos frecuentes para el tratamiento del hiperparatiroidismo en pacientes con MEN1. El primero es la paratiroidectomía total con autotrasplante intramuscular heterotópico de injertos de tejido paratiroideo en músculo esquelético. El fundamento de este abordaje es reducir de manera adecuada el volumen de tejido paratiroideo para lograr normocalcemia, mientras se reseca todo el tejido paratiroideo del cuello y se crean autoinjertos vas- cularizados en un sitio heterotópico, por ejemplo, el músculo braquio- rradial del antebrazo. Si sobreviene hiperparatiroidismo recidivante, los pacientes pueden ser sometidos, después, a una reducción del tejido paratiroideo injertado bajo anestesia local y sin necesidad de una segun- da cirugía de cuello. Con esta estrategia quirúrgica, se deben alcanzar altas tasas de función del injerto paratiroideo para tener una tasa aceptablemente baja de hipoparatiroidismo permanente. Un segundo abordaje quirúrgico es una paratiroidectomía subtotal (3½ glándulas), que deja un remanente vascularizado de una glándula paratiroidea in situ en el cuello. El fundamento de este abordaje es reducir el volumen de tejido paratiroideo funcionante a la cantidad apropiada y evitar la necesidad de injerto de tejido paratiroideo en un sitio alternativo, lo que quizá reduzca el hipoparatiroidismo permanente al mínimo nivel alcanzable. Pese a las posibles ventajas y desventajas de estas Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 40 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple 999 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. dos operaciones practicadas con frecuencia, estudios retrospectivos previos demostraron tasas similares de hiperparatiroidismo recidivante e hipoparatiroidismo postoperatorio permanente en pacientes sometidos a una u otra operación. Un estudio prospectivo, aleatorizado,16 que comparó los resultados de la paratiroidectomía total más autotrasplante con paratiroidectomía subtotal en el tratamiento de pacientes con hiperparatiroidismo y MEN1, no reveló diferencias significativas de resultados para los criterios de valoración mayores de hipoparatiroidis- mo permanente e hiperparatiroidismo recidivante de las dos estrategias quirúrgicas. Si bien ambos procedimientos se asocian con excelentes resultados, se sugirió que la paratiroidectomía subtotal puede ofrecer ventajas al practicarse con una única incisión quirúrgica y evitar un período obligado de hipoparatiroidismo postoperatorio transitorio. El trasplante retardado de tejido paratiroideo autólogo criopreser- vado facilita la recuperación de una proporción de pacientes afectados de hipocalcemia postoperatoria permanente tras cada una de las téc- nicas. En un estudio,17 aproximadamente el 60% de los autoinjertos paratiroideos criopreservados retardados mostraron indicios de función del injerto, en función de los gradientes de PTH venosa entre los brazos injertados y no injertados. El 40% de los autoinjertos alcanzaron una función completa sin suplementos. Tumores neuroendocrinos enteropancreáticos El segundo componente más frecuente de la MEN1 es el desarrollo de TNE en duodeno o páncreas. Dependiendo del método de estudio, del 30 al 80% de los pacientes con MEN1 padecen tumores clínicamente evidentes. Estos tumores (junto con los tumores carcinoides tímicos y bronquiales) se asocian con un riesgo de progresión maligna y causan FIGURA 40-2 Vigilancia clínica y bioquímica en pacientes con MEN1. (Tomado de Whaley JG, Lairmore TC: Multiple endocrine neoplasia type 1: Current diagnosis and management. In Morita SY, Dackiw APB, Zeiger MA, editors: McGraw-Hill’s manual of endocrine surgery, New York, 2009, McGraw-Hill, pp 334–347.) FIGURA 40-3 Fotografía de cuatro glándulas paratiroideas y astas del timo resecadas de un paciente con síndrome de MEN1, dispuestas según su localización en el cuello. Obsérvese la afectación asimétrica de los tumores paratiroideos.Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org VIII Sistema endocrino1000 la mayor parte de la morbimortalidad relacionada con la enfermedad en la MEN1. La alteración patológica suele ser multifocal y, en áreas del páncreas distantes del tumor macroscópicamente evidentes, pue- de haber hiperplasia difusa de células de los islotes y formación de microcarcinoma. Los gastrinomas son comunes en la submucosa del duodeno y muy poco frecuentes en localizaciones extrapancreáticas. Los tumores enteropancreáticos en pacientes con MEN1 originan síntomas causados por hipersecreción de hormona o efecto de masa debido al propio crecimiento del tumor. Si bien un TNE de páncreas provoca un síndrome clínico específico basado en la hormona dominante secretada en exceso, este se puede teñir para múltiples péptidos por inmunohis- toquímica. Algunos TNE no son secretores o secretan productos, como polipéptido pancreático, que no se asocian con síntomas clínicos. Se dispone de varios métodos de imagen radiográfica para la detec- ción preoperatoria de los TNE gastroenteropancreáticos. Una prueba de imagen transversal (tomografía computarizada [TC] o resonancia magnética [RM]) puede efectuarse inicialmente en casi todos los pacientes, a fin de descartar neoplasias primarias o metástasis de gran tamaño. Se ha comunicado que la TC helicoidal multifásica tiene una sensibilidad de hasta el 94% para TNE de páncreas. Sin embargo, las sensibilidad se reduce en tumores pequeños (< 1 cm), tumores múltiples (frecuentes en la MEN1), tumores en localizaciones extrapan- creáticas (p. ej., pared duodenal) o localizados en la cola del páncreas distal. Algunos especialistas recomiendan la RM, que puede detectar tumores pequeños. En cualquier caso, no se ha constatado una ventaja clara de la RM sobre la TC. La ecografía endoscópica (EE) es un estudio diagnóstico útil para los TNE de páncreas, con una sensibilidad algo menor para los TNE duodenales pequeños, pero depende de la disponibilidad y la habili- dad del operador en determinados centros. En 1992, Rosch et al.18 comunicaron una sensibilidad del 82% y una especificidad del 95% de la EE para detectar TNE de páncreas. La sensibilidad de la EE en la detección de insulinomas es similar a la de la TC helicoidal o de múltiples cortes, entre el 82 y el 94%, y en estudios recientes, la combinación de TC y EE identificó el 100% de los insulinomas.19 En muchos centros, la EE es el siguiente estudio diagnóstico en orden de preferencia después de una TC inicial. La EE puede detectar pequeños tumores submucosos del duodeno y ganglios linfáticos aumentados de tamaño, y se puede practicar aspiración con aguja para un diagnós- tico citológico. Asimismo, la EE es útil para determinar la relación anatómica de los tumores respecto del conducto pancreático principal. Sin embargo, puede no detectar pequeños gastrinomas duodenales y, cuando se los detecta, se los puede visualizar solo por endoscopia y no por ecografía. El estudio con octreótido, o gammagrafía de receptores de somatostatina (GRS), es un método sensible para la localización dirigida de tumores endocrinos, pero su sensibilidad depende del número de receptores de somatostatina en la superficie de las células tumorales y del tamaño del tumor. La GRS localiza gastrinomas, que tienen receptores de somatostatina en la superficie celular que se unen a octreótido. La combinación de TC o RM y EE aporta la mejor información, incluida la detección de pequeños tumores primarios del duodeno, otros TNE de páncreas, metástasis ganglionares y metás- tasis a distancia o localizaciones extrapancreáticas inusuales dentro del abdomen.20 Por último, se puede practicar arteriografía pancreática selectiva e inyección intraarterial de un secretagogo, seguidas de medición del incremento de secreción de la hormona a intervalos periódicos a través de un catéter en la vena hepática. La inyección arterial selectiva de un secretagogo (IASS) es una prueba invasiva, pero puede ser el estudio de localización aislado más exacto. Esta prueba proporciona localización regional de tumores funcionales (insulinoma, gastrinoma) dentro del páncreas o del duodeno, y es especialmente útil para identificar el tumor funcional específico en pacientes con MEN1 que, típicamente, tienen múltiples TNE.21 La sensibilidad y la especificidad de la IASS FIGURA 40-4 Concentraciones séricas de calcio frente a edad en seis pacientes genéticamente positivos para MEN1. Los datos se obtuvieron de manera prospectiva, basándose en el diagnóstico genético. La curva de cada paciente se representa con color y puntos de datos diferentes según la leyenda del ángulo superior izquierdo. La concentración sérica de calcio (mg/dl) se traza como función de la edad (años). El límite superior del calcio normal es señalado por la línea discontinua. En este subgrupo seleccionado de pacientes genéticamente positivos sometidos a seguimiento prospectivo, se hace patente una rápida elevación de los niveles de calcio entre los 10 y los 15 años. (Tomado de Lairmore TC, Piersall LD, DeBenedetti MK, et al: Clinical genetic tes- ting and early surgical intervention in patients with multiple endocrine neoplasia type 1 [MEN1]. Ann Surg 239:637–645, 2004.) Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 40 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple 1001 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. para la detección tanto de gastrinomas como de insulinomas ha mos- trado ser mayor del 90%.22 Según el estudio, alrededor del 40-60% de los TNE enteropan- creáticos que aparecen en pacientes con MEN1 son gastrinomas. Los signos y síntomas de presentación en pacientes con hipergastrinemia, o síndrome de Zollinger-Ellison (SZE), son dolor epigástrico, esofagitis por reflujo, diarrea secretora y pérdida de peso. Gracias al uso gene- ralizado de inhibidores de la bomba de protones para el tratamiento médico, solo se observa enfermedad ulcerosa péptica activa en menos del 20% de los pacientes en el momento del diagnóstico. Rara vez los pacientes pueden presentar enfermedad ulcerosa péptica activa o estenosis o perforación de esófago debido a esofagitis por reflujo grave. El diagnóstico de gastrinoma es bioquímico. Las recomendaciones sobre la determinación de las concentraciones séricas de gastrina en ayunas y tras pruebas de provocación procedieron de un estudio pros- pectivo de 309 pacientes de los National Institutes of Health y la comparación con 2.229 pacientes de la bibliografía disponible.23 Las concentraciones séricas de gastrina en ayunas (GSA) que decuplicaban los valores normales indicaban la presencia de gastrinoma. Sin embargo, dos tercios de los pacientes con gastrinoma tienen concentraciones de GSA menores del décuplo del valor normal que se superponen con las de pacientes con hipergastrinemia secundaria a otras afecciones más frecuentes, como infección por Helicobacter pylori e hiperplasia de las células G del antro. En estos casos, las concentraciones de GSA no son diagnósticas de SZE, y se necesitan pruebas de provocación con gastrina para confirmar el diagnóstico. Entre el 60 y el 90% de los gastrinomas asociados a MEN1 son malignos, y alrededor de la mitad tendrán metástasis ganglionares regionales o a distancia en el momento del diagnóstico. Los gastri- nomas son de 3 a 10 veces más frecuentes en la submucosa duodenal que en una localizaciónintrapancreática16 (fig. 40-5), y casi siempre son múltiples. Los tumores pueden medir tan solo 1 o 2 mm, y a veces la TC o la angiografía no permiten la localización preoperatoria del gastrinoma primario. Con frecuencia, estos estudios identifican el gastrinoma metastásico en un ganglio linfático regional como la masa tumoral dominante. Se han descrito posibles gastrinomas primarios que aparecen en los ganglios linfáticos, pero estos casi siempre se han comunicado en pacientes con SZE esporádico.24 Si bien tanto los gastrinomas pancreáticos como duodenales metastatizan a ganglios linfáticos regionales, las metástasis hepáticas se asocian más a menudo con gastrinomas pancreáticos y se correlacionan con un tumor primario de más de 3 cm, así como con menor supervivencia. Hay estudios que respaldan la separación de formas agresivas y no agresivas de gas- trinoma. La forma agresiva representa alrededor del 24% de los casos y es más frecuente en mujeres y en los que no tienen MEN1. Los pacientes con la forma agresiva de gastrinoma tienden a tener concen- traciones séricas más altas de gastrina, tiempo de evolución más breve de la enfermedad, tumores primarios pancreáticos de mayor tamaño y metástasis hepáticas.20 La supervivencia a largo plazo de la forma agresiva es de alrededor del 30%, en comparación con el 96% en la forma no agresiva. El valor de la resección quirúrgica con intención curativa del gastri- noma en pacientes con MEN1 continúa siendo un tema controvertido. La revisión de las series existentes indica que los pacientes con SZE y MEN1 rara vez muestran curación bioquímica a largo plazo después de la operación sin pancreatoduodenectomía.20,25 No obstante, en determi- nados pacientes, la resección localizada o la pancreatoduodenectomía pueden estar indicadas para controlar el proceso tumoral y prevenir la diseminación maligna ulterior. Dado el reconocimiento de que los gas- trinomas primarios suelen localizarse en la pared duodenal y se asocian con una alta incidencia de metástasis en los ganglios linfáticos, algunos han sugerido que la pancreatoduodenectomía combinada con una linfoadenectomía regional completa puede mejorar las tasas de curación de la cirugía por SZE en el contexto de MEN1. Por ahora, no se ha definido el papel preciso de la pancreatoduodenectomía, que no ha mostrado prolongar la supervivencia en pacientes con SZE que presen- tan, o no, MEN1.20 En los pacientes con gastrinoma no está indicada la gastrectomía total para controlar la hipersecreción ácida, dado que el tratamiento médico con inhibidores de la bomba de protones previene de manera eficaz los síntomas o las complicaciones secundarios a este exceso de gastrina. Aparecen carcinoides gástricos en cuadros hipergas- trinémicos, y en el 13-37% de los pacientes con SZE y MEN1. La mayoría de estos carcinoides son pequeños y pasibles de vigilancia y resección endoscópicas; en cambio, en un subgrupo de individuos aparecen tumores más grandes, invasivos y agresivos, y la gastrectomía parcial o total puede ser un tratamiento adecuado para determinados pacientes. Se necesita vigilancia endoscópica, porque la administración a largo plazo de inhibidores de la bomba de protones a pacientes con MEN1 y SZE se ha asociado con la aparición de tumores carcinoides gástricos.20,26 Los pacientes con hiperparatiroidismo primario deben ser sometidos a paratiroidectomía, porque la normalización de la concen- tración sérica de calcio mejora mucho el SZE.20 Los insulinomas representan alrededor del 10-27% de los TNE que aparecen en pacientes con MEN1, y son el segundo tumor funcional en orden de frecuencia después del gastrinoma. Suelen ser pequeños (< 2 cm) y se pueden presentar en todo el páncreas. Los pacientes se presenten con síntomas recurrentes de neuroglucopenia, tales como sudor, mareo, confusión o síncope. La documentación de hipoglucemia sintomática, en asociación con concentraciones plasmáticas anormal- mente elevadas de insulina y péptido C durante un ayuno supervisado FIGURA 40-5 Gastrinoma en la pared duodenal de un paciente con MEN1. A. Ecografía intraoperatoria que muestra un tumor hipoecoico circunscrito en la submucosa de la pared duodenal, localizado en posición inmediatamente superior a la luz duodenal. B. Aspecto macroscópico del tumor de la pared duodenal desde la superficie serosa. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org VIII Sistema endocrino1002 de 72 h, confirma el diagnóstico de insulinoma. Los insulinomas suelen estar ocultos y puede resultar difícil localizarlos mediante estudios por imagen preoperatorios convencionales, como TC, ecografía, RM o angiografía. Los tratamientos médicos del insulinoma tienen limitada eficacia y son mal tolerados; por consiguiente, el abordaje terapéutico prefe- rido se centra en la localización precisa y la resección quirúrgica del tumor funcional para corregir la hiperinsulinemia de potencial riesgo vital. Los pacientes con MEN1 desarrollan de forma característica TNE múltiples, lo que puede complicar la identificación del tumor funcional específico responsable del hiperinsulinismo. La localización regional preoperatoria del tumor funcionante dentro del páncreas se puede realizar por IASS utilizando gluconato de calcio como secretago- go, con medición de los gradientes de insulina en las venas hepáticas. El abordaje quirúrgico incluye movilización completa del páncreas y examen minucioso de la glándula mediante inspección y palpación. La ecografía intraoperatoria es esencial para la identificación de los tumores pequeños, en especial en la cabeza o el proceso unciforme del páncreas. Los tumores benignos pequeños son susceptibles de enu- cleación. La pancreatectomía parcial es a veces necesaria en tumores múltiples o potencialmente malignos.21 Cuando el insulinoma no se identifica a pesar de proceder a una investigación intraoperatoria exhaustiva, no se recomienda la pancreatectomía subtotal a ciegas. En torno al 10% de los insulinomas que se registran en pacientes con MEN1 son malignos. Los pacientes con insulinoma maligno y metás- tasis diseminadas pueden responder al tratamiento con estreptozocina y, mediante administración de diazóxido u octreótido, es posible lograr cierto control de la hipoglucemia. Otros TNE funcionales de páncreas, como glucagonoma, somatos- tatinoma y tumores que secretan péptido intestinal vasoactivo (VIP), aparecen rara vez (menos del 2-4%) en asociación con MEN. Los efectos de la secreción excesiva de hormona en los glucagonomas son una erupción característica (eritema necrolítico migratorio), pérdida de peso y anemia. Por lo general, los TNE productores de glucagón se localizan en la cola del páncreas y, a menudo, son metastásicos en el momento del diagnóstico. Los tumores productores de VIP causan una diarrea secretora profusa (más de 1 l/día durante un ayuno), hipo- potasemia, aclorhidria, acidosis e inestabilidad vasoactiva (rubefacción e hipotensión). Los VIPomas también se suelen localizar en la cola del páncreas y, en general, son tumores grandes con alto potencial maligno. Los TNE no funcionales o que producen predominantemente polipéptido pancreático son responsables de alrededor del 20 al 55% de los TNE en la MEN1, lo que depende de la serie. Se pueden detectar tumores pancreáticos pequeños, relativamente inactivos, productores de polipéptido pancreático con mayor frecuencia debido a los estudios de imagen más sensibles, y su evolución natural no está bien definida. Para estos tumores se han comunicado tasas de supervivencia a 10 años estimadas del 23 al 62%.27 La afectación inducida por los TNE en el páncreas de pacientes con MEN1 es característicamente multifocal (fig. 40-6). Existe cierta controversia en lo que se refiere a cuáles son el momento óptimo y la operación más adecuada para los TNE de páncreas y duodeno en casos de MEN1. Este debate es reflejo de la incertidumbre sobre la evolución natural de los tumores pequeños,potencialmente benignos o no funcionales, que ha de ser valorada teniendo en cuenta los ries- gos de las intervenciones pancreáticas mayores iniciales o repetidas, que comportan a su vez riesgo significativo de morbilidad. Algunos investigadores se muestran reacios a recomendar la exploración pan- creática de rutina o inicial en pacientes jóvenes por lo demás sanos con la finalidad de detectar tumores no funcionales pequeños, que pueden ser clínicamente no significativos. Por otro lado, estos tumores presentan potencial maligno, por lo que el retraso del diagnóstico y el tratamiento eficaz conlleva riesgo de desarrollo de metástasis locales o a distancia. Es evidentemente deseable intervenir de forma precoz, a fin de prevenir la diseminación maligna y reducir al mínimo la morbilidad y la mortalidad (por cáncer o cirugía). Entre los factores de posible complicación se cuentan ausencia de correlación genotipo-fenotipo en MEN1 (que puede por lo demás favorecer la estratificación genética de quienes están expuestos a alto riesgo de progresión maligna) y ausencia de estudios que establezcan una relación clara entre tamaño del tumor y riesgo de metástasis en ganglios linfáticos regionales o a distancia.28 El grado y la extensión del tumor son los determinantes principales del pronóstico de los TNE malignos. Ki67 es un marcador celular asociado con proliferación celular, y los tumores neuroendocrinos bien y moderadamente diferenciados se caracterizan por la presencia de antígeno Ki67 en menos del 20%. El espectro de estrategias clínicas propuestas va desde el abordaje más agresivo, consistente en exploración y resección quirúrgica inicial de tumores cuando los marcadores tumorales de péptido del paciente se elevan (incluso sin detección radiográfica de tumores),29 hasta el planteamiento más conservador, que reserva la operación solo para tumores que superen un tamaño aproximado de 1 cm en los estudios radiográficos o que muestren hiperfunción hormonal.21,30 El potencial maligno de estas neoplasias es evidente, con hasta un 50% de los pacientes que en última instancia desarrollan metástasis en ganglios linfáticos regionales o a distancia.21 Numerosos grupos recomiendan actualmente la intervención precoz y la escisión de estos tumores a fin de evitar la progresión maligna.21,30,31 Un extenso estudio retrospectivo ha indicado mejora de la supervivencia global en pacientes sometidos a cirugía, especialmente en jóvenes con tumores localizados y en los que presentaban tumores hormonalmente funcionales. La estrategia quirúrgica para los TNE en pacientes con MEN1 debe enfocarse hacia la extirpación de todos los tumores macroscópicamente evidentes, con preservación de las funciones exocrina y endocrina pancreáticas y evitación de una morbilidad operatoria excesiva. Estos factores son complejos y han de individualizarse en cada paciente. Hipófisis Los adenomas de la glándula hipofisaria anterior se registran en pro- porción variable (15-30%) en los pacientes con MEN1. Los tumores de hipófisis inducen síntomas por hipersecreción de hormonas o por compresión de estructuras adyacentes. Los adenomas grandes pueden causar defectos del campo visual, por presión sobre el quiasma óptico, o manifestaciones de hipopituitarismo, por compresión de la glándula normal adyacente. El tumor hipofisario más frecuente en esta población es el prolactinoma. Los tumores secretores de prolactina producen amenorrea y galactorrea en mujeres o hipogonadismo en hombres. Los casos de MEN1 con tumores hipofisarios pueden presentar acro- megalia, derivada de sobreproducción de hormona del crecimiento, o enfermedad de Cushing, causada por un tumor hipofisario productor de hormona adrenocorticótropa. La detección sistemática bioquímica consiste en la determinación anual de las concentraciones plasmáticas de prolactina y factor de FIGURA 40-6 Tumores neuroendocrinos múltiples pancreáticos en una muestra de pancreatectomía distal de un paciente con MEN1. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 40 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple 1003 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. crecimiento similar a la insulina I, así como RM de hipófisis cada 3-5 años, lo que depende del criterio clínico y las características específicas del paciente. El tratamiento médico con un agonista de la dopamina, como bromocriptina o cabergolina, es eficaz para controlar la hiper- prolactinemia en la mayoría de los pacientes con prolactinoma. El trata- miento médico de los tumores productores de hormona de crecimiento (somatotropinomas) consiste en análogos de la somatostatina, como octreótido y lanreótido. Está indicada la hipofisectomía transesfenoidal selectiva en los macroadenomas no funcionales de crecimiento rápido que no responden al tratamiento médico o que causan síntomas com- presivos locales por efecto de masa, y se reserva la radioterapia para el tejido tumoral residual irresecable. Otros tumores Los tumores carcinoides bronquiales y tímicos, tumores carcinoides gástricos de tipo II, lipomas, angiofibromas cutáneos faciales y colage- nomas,32 así como los meningiomas y ependimomas del sistema nervio- so central, también se asocian con MEN1. Se recomienda TC o RM de tórax cada 1 a 2 años para detectar tumores carcinoides intratorácicos. La resección quirúrgica completa de los tumores carcinoides tímicos y bronquiales es el tratamiento preferido, cuando es factible, y se indica quimioterapia o radioterapia en pacientes con tumores avanzados no pasibles de cirugía curativa. Corresponde considerar timectomía preventiva en pacientes de sexo masculino, en especial fumadores, o en familias en las que ha habido tumores tímicos malignos.33 Alrededor del 30% de los pacientes con MEN1 presentan nódulos corticosu- prarrenales o hiperplasia suprarrenal nodular bilateral. La detección sistemática de los tumores suprarrenales debe incluir estudios por imagen transversales (TC o RM) cada 3 años o más frecuentes según las alteraciones clínicas y bioquímicas. Se deben realizar pruebas bio- químicas en tumores corticosuprarrenales de más de 1 cm, que se deben centrar en hiperaldosteronismo e hipercortisolismo. Las indicaciones de tratamiento quirúrgico de los tumores suprarrenales son similares, ya sea que estén asociados a MEN1 o no, y comprenden tumores fun- cionantes, tumores con signos radiográficos atípicos, tamaño superior a 4 cm y crecimiento significativo en el intervalo entre estudios por imagen seriados. La vigilancia y el tratamiento óptimos de los tumores carcinoides gástricos de tipo II continúan siendo controvertidos. En la actualidad, las directrices sugeridas son gastroscopia cada 3 años en pacientes con hipergastrinemia y vigilancia endoscópica de lesiones pequeñas (< 10 mm). En caso de tumores más grandes, se debe prac- ticar resección endoscópica o local, con gastrectomía parcial o total. No se ha definido con claridad el papel de los análogos de la somatostatina en el tratamiento de los carcinoides gástricos de tipo II.13 SÍNDROMES DE NEOPLASIA ENDOCRINA MÚLTIPLE DE TIPO 2 Perspectiva general Los síndromes de MEN2 son MEN2A, MEN2B y CMT familiar no asociado a MEN (CMTF). El signo distintivo de los síndromes de MEN2 es el CMT,1 en el contexto de hiperplasia de células C, que tiene una penetrancia casi completa. Otras manifestaciones, de penetrancia variable, son hiperplasia de la médula suprarrenal y feocromocitomas, en la MEN2A y la MEN2B, e hiperparatiroidismo, en la MEN2A (fig. 40-7). La tabla 40-1 resume estas características. Los síndromes de MEN2 presentan un patrón de herencia autosómico dominante y son causados por activaciónde mutaciones en el protooncogén RET en el cromosoma 10.34 Las características clínicas y el comportamiento tumoral observados en los síndromes de MEN2 se correlacionan estre- chamente con la mutación de línea germinal específica presente en el gen RET. El tratamiento de los pacientes y los familiares afectados FIGURA 40-7 Características de los síndromes de MEN2A y MEN2B. A. Muestra de tiroidectomía biseccio- nada que presenta tumores de carcinoma medular de tiroides multifocales bilaterales. B. Muestra de supra- rrenalectomía de un paciente con MEN2B con feocromocitoma. C. Megacolon en un paciente con MEN2B. D. Nódulos linguales en un paciente con MEN2B. (A, por cortesía del Dr. S. A. Wells; B-D, por cortesía del Dr. R. Thompson; tomado de Moley JF: Medullary thyroid cancer. In Clark OH, Duh QY, editors: Textbook of endocrine surgery, Philadelphia, 1997, WB Saunders.) Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org VIII Sistema endocrino1004 por estos síndromes ha de partir de la base de que se ha alcanzado un conocimiento idóneo de la correlación genotipo-fenotipo asociada a la mutación RET específica presente en los miembros de la familia. La comprensión de la base genética de los síndromes de MEN2 ha dado lugar a un cambio paradigmático en el cribado y el tratamiento de los pacientes afectados y de sus familias. El tratamiento actualmente se centra en la identificación precoz de los portadores de la mutación RET y la tiroidectomía asimismo temprana, a fin de prevenir el CMT cuando sea posible. A continuación, se describen la genética, las carac- terísticas clínicas, el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con síndromes de MEN2. Protooncogén RET El protooncogén RET (REordenado durante la Transfección) codifica una proteína receptora de la tirosina cinasa implicada en el crecimiento, la diferenciación y la migración de los tejidos en desarrollo. La proteína de longitud completa incluye un dominio extracelular de unión a ligando rico en cisteína, un dominio transmembrana, un dominio yuxtamem- brana intracelular y un dominio de tirosina cinasa intracelular (fig. 40-8). Las mutaciones responsables del CMT son mutaciones sin sentido inductoras de cambios aminoacídicos aislados que inducen alteracio- nes de la ganancia de función en la proteína. Existen sólidas asocia- ciones entre la mutación del gen RET específica (genotipo) y el fenotipo clínico de los pacientes con formas familiares de CMT,35 como la edad de aparición, agresividad del CMT y presencia o ausencia de otras neo- plasias endocrinas. Los pacientes con MEN2B que expresan la mutación M918T padecen las formas más agresivas de CMT, con evidencias de enfermedad presentes a menudo en las primeras etapas de la lactancia. En pacientes con MEN2A, la evolución de la presentación y la progresión del CMT es variable, mientras que los afectados de CMTF muestran una forma gradual, que en su mayoría se manifiesta en décadas posteriores de la vida. Las mutaciones del gen RET en la MEN2 se heredan según un patrón autosómico dominante. Así, los portadores de MEN2 confieren un riesgo de transmisión genética del 50% a su descendencia. El gen RET se expresa en numerosos tejidos descendidos de la cresta neural, como las células parafoliculares tiroideas (células C), las glándulas paratiroideas, las células cromafines suprarrenales, los ganglios entéricos y otras neuronas centrales y periféricas. Basándose en estudios de modelos animales, se ha constatado que la señalización del RET es necesaria para el desarrollo normal del riñón, el sistema nervioso parasimpático, el tejido linfoide asociado al intestino y el sis- tema nervioso entérico. En ratones con el gen RET inactivado se han puesto de manifiesto características entre las que se cuentan agenesia renal y neurofisiología intestinal aberrante. En humanos, la inactivación (pérdida de función) de las mutaciones en el gen RET se asocia a enfermedad de Hirschsprung (HSCR), un defecto en la migración y el desarrollo de las neuronas entéricas que produce megacolon en lactantes. La activación (ganancia de función) de las mutaciones de línea germinal en RET se asocia, por su parte, a síndromes de MEN2, mientras que la activación de las mutaciones somáticas se relaciona con carcinomas tiroideos esporádicos. Este mecanismo es diferente del de la MEN1 y la mayoría de los demás síndromes de cáncer hereditario (incluidos los cánceres hereditarios de mama y colon), que son causados por mutaciones con pérdida de función en el gen predisponente (genes supresores tumorales). La proteína RET tiene cuatro ligandos que inducen su activación: factor neurotrófico derivado de las células gliales (GDNF), artemina, persefina y neurturina, que en conjunto son conocidos como ligandos de la familia GDNF. La activación de RET por cada uno de estos ligan- dos de la familia GDNF es medida por uno de los cuatro correceptores específicos de ligando, pertenecientes al grupo de receptores α de la familia GDNF (GFRα). Estos correceptores GFRα están anclados a la membrana plasmática por un residuo glucosilfosfatidilinositol, lo que probablemente facilita su interacción con la proteína RET unida a membrana. La activación normal de RET se produce con el ensam- blaje de un complejo dimérico, constituido por dos proteínas RET, dos moléculas de ligando y dos correceptores GFRα. Las actuales evidencias indican que este complejo completo es necesario para la señalización de RET y que la unión a ligandos y la activación hacia 3’ precisa de la presencia del correceptor. El complejo receptor RET dimerizado activa diversas vías de seña- lización intracelular implicadas en la supervivencia y la diferenciación celular. Entre ellas se cuentan las vías Ras/ERK y PI3K/AKT, que son importantes para la proliferación, la diferenciación y la supervivencia celulares. Otras vías activadas por RET son p38 MAPK, fosfolipasa C-γ, JNK y ERK5, lo que indica funciones adicionales para RET en la diferenciación y la migración celulares, y en la producción de citocinas. La RET activada también presenta un residuo de serina fosforilado (S696) en el dominio yuxtamembrana. Esta localización se ha visto implicada en la mediación mediada por Rac de las células entéricas de la cresta neural durante el desarrollo normal. En ratones, una mutación inactivadora en esta localización dio lugar a falta de neuronas entéricas en el colon distal, de manera similar a lo que sucede en el fenotipo de la HSCR en humanos. MEN2A y CMTF En los años sesenta, Sipple y Steiner describieron la asociación del cáncer tiroideo al feocromocitoma y al hiperparatiroidismo, respecti- vamente.36 La MEN2A se caracteriza por su predisposición hereditaria a padecer CMT. La penetrancia de este rasgo es casi completa, es decir, TABLA 40-1 Características clínicas de los síndromes de neoplasia endocrina múltiple ENTORNO CLÍNICO CARACTERÍSTICAS DEL CMT PATRÓN DE HERENCIA ANOMALÍAS ASOCIADAS DEFECTO GENÉTICO CMT esporádico Unifocal Ninguno Ninguna Mutaciones somáticas del gen RET en > 20% de los tumores MEN2A Multifocal bilateral Autosómico dominante Feocromocitomas, hiperparatiroidismo Mutaciones de sentido erróneo de línea germinal en codones de cisteína de RET extracelulares MEN2B Multifocal bilateral Autosómico dominante Feocromocitomas, neuromas mucosos, megacolon, anomalías óseas Mutaciones de sentido erróneo de línea germinal en el dominio de tirosina cinasa de RET CMTF Multifocal bilateral Autosómico dominante Ninguna Mutaciones de sentido erróneo de línea germinal en codones de cisteína de RET extra- o intracelulares Adaptado de Moley JF, Lairmore TC, Phay JE: Hereditary endocrinopathies. Curr Probl Surg 36:653–764,1999. CMT, carcinoma medular de tiroides; CMTF, carcinoma medular de tiroides familiar; MEN, neoplasia endocrina múltiple. Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 40 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple 1005 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. que casi todos los pacientes que heredan una mutación asociada a MEN2A de línea germinal en el protooncogén RET desarrollan CMT. Los pacientes con MEN2A desarrollarán un CMT a lo largo de su vida, aunque la edad de inicio puede variar, desde la primera infancia a la edad adulta, dependiendo de la mutación específica y de la familia (fig. 40-9). Del 40 al 50% de los pacientes con MEN2A desarrollan un feocromocitoma, que puede ser o no sincrónico con el CMT en su presentación. El feocromocitoma se registra en un 42-46% de los casos de MEN2A en conjunto, aunque la prevalencia oscila entre el 5 y el 100% según los grupos familiares. El grado de penetrancia del feocromocitoma en la MEN2A se correlaciona con mutaciones del RET específicas, alcanzándose la máxima expresión en portadores de muta- ciones en el codón 634.37 La hiperplasia paratiroidea, en una o varias glándulas, da lugar a hiperparatiroidismo primario en un 20-35% de los pacientes con MEN2A, aunque también varía en función de las familias (fig. 40-10). La amiloidosis cutánea liquenoide (ACL) se ha descrito en diversas familias y pacientes con MEN2A. Se trata de un trastorno infrecuente caracterizado por depósito de amiloide en la dermis papilar, que da lugar a placas cutáneas pruriginosas que a menudo se localizan en la región interescapular o las superficies extensoras de las extremidades. En estas familias con MEN2A, el fenotipo de ACL coincide con las características clínicas de la MEN2A. Hasta la fecha, todas las muta- ciones del gen RET comunicadas en familias con rasgos combinados de MEN2A y ACL se sitúan en el codón 634. La HSCR se ha asociado a MEN2A y CMTF. Esta enfermedad, relativamente común (1 de cada 5.000 nacimientos), se caracteriza por la ausencia congénita de células ganglionares en los plexos mientérico y submucoso del colon distal. Los pacientes con HSCR neonatal se presentan con obstrucción neonatal distal y megacolon. La HSCR no asociada a MEN2A frecuentemente se relaciona con mutaciones del RET inactivadoras (con pérdida de función). Los grupos familiares con MEN2A o CMTF y HSCR cosegregantes presentan mutaciones en los codones del RET 609, 618 y 624.35,38 En las familias afectadas, la penetrancia comunicada en portadores de mutaciones de RET generadoras de HSCR oscila entre el 16 y el 50%. Los pacientes que heredan el CMTF también desarrollan CMT, pero no feocromocitoma o hiperplasia paratiroidea. El CMTF es causado por las mismas mutaciones que la MEN2A, así como por mutaciones menos frecuentes en la porción intracelular de la proteí- na. Los pacientes con MEN2A experimentan una evolución variable de la presentación y la progresión del CMT, mientras que los que padecen CMTF sufren una forma gradual, que suele presentarse en décadas más tardías de la vida. Existe un considerable solapamiento entre los codones RET afectados en el CMTF y los de la MEN2A, lo que da apoyo a la teoría de que el CMTF es una variante de la MEN2A y no una entidad clínica diferenciada.39 Algunos pacientes con CMTF no llegan a manifestar indicios clínicos de CMT (sínto- mas o masa cervical palpable), aunque las pruebas bioquímicas y la FIGURA 40-8 Sitios de mutaciones del gen RET asociados a síndromes de MEN2. Los codones previamente comunicados en asociación a síndromes de MEN2 se enumeran en función de su dominio estructural en la proteína RET. El nivel de riesgo se basa en directrices de consenso o en los informes clínicos más recientes. Se muestran los fenotipos previamente referidos para cada codón. *, nivel de riesgo basado en informes clínicos recientes (no disponible en el momento de la publicación de las directrices de consenso); CMT, carcinoma medular de tiroides; CMTF, carcinoma medular de tiroides familiar; Feo, feocromocitoma; HPT, hiperparati- roidismo; HSCR, enfermedad de Hirschsprung. (Tomado de Traugott AL, Moley JF: The RET protooncogene. Cancer Treat Res 153:303–319, 2010.) Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org VIII Sistema endocrino1006 evaluación histológica de la glándula tiroidea pongan de manifiesto la existencia de CMT. Las mutaciones más frecuentes asociadas a MEN2A y CMTF se producen en los exones 10 y 11, en el dominio rico en cisteína extra- celular de la proteína RET. Los residuos de cisteína en los codones 609, 611, 618, 620, 630 y 634 quedan en esta región. Los cambios aminoacídicos causados por estas mutaciones desestabilizan la estruc- tura terciaria normal de la proteína RET, lo que induce dimerización independiente de ligandos y señalización intracelular persistente por parte de la RET. MEN2B Al igual que en la MEN2A, en la MEN2B todos los pacientes desa- rrollan CMT. Todos los afectados por MEN2B presentan neuromas mucosos y megacolon, y entre el 40 y el 50% de los pacientes pade- cen feocromocitomas. Los pacientes con MEN2B no desarrollan hiperparatiroidismo. El CMT en la MEN2B se presenta a muy corta edad, en la lactancia, y parece ser la forma más agresiva de CMT hereditario. Los pacientes que lo padecen a menudo tienen un aspecto físico característico, con labio superior central prominente, párpados evertidos, nódulos linguales múltiples y constitución corporal mar- fanoide, con extremidades y dedos largos y delgados. Los neuromas mucosos son proliferaciones engrosadas no encapsuladas de nervios que aparecen principalmente en labios y lengua, aunque también se desarrollan en encías, mucosa oral, mucosa nasal, cuerdas vocales y conjuntiva. Los pacientes con MEN2 también desarrollan ganglio- neuromas intestinales en los plexos submucoso y mientérico. Tienen nervios aumentados de tamaño (fig. 40-11). Todos los pacientes con MEN2B presentan megacolon y suelen padecer problemas intes- tinales crónicos. La disfunción del intestino se puede manifestar en etapas tempranas de la vida, con mala alimentación, retraso en el desarrollo, estreñimiento o seudoobstrucción. Los adultos con este trastorno padecen en ocasiones disfagia por dismotilidad esofágica. En ocasiones poco frecuentes se dan casos de megacolon tóxico. No obstante, los afectados por MEN2B no desarrollan HSCR, cosa que sí hacen algunos pacientes con MEN2A. FIGURA 40-9 Tiroidectomía total y disección cervical central en un paciente con MEN2A y carcinoma medular de tiroides (CMT) multifocal. Las flechas indican los tumores de CMT visibles. FIGURA 40-10 A. TC que muestra focos bilaterales múltiples de un carcinoma medular de tiroides en un paciente de edad avanzada con MEN2A. B. Fotografía operatoria del mismo paciente que muestra un foco de carcinoma medular de tiroides en la tiroides (flecha superior) y una paratiroides aumentada de tamaño (flecha inferior). Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 40 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple 1007 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lito. Mutaciones de RET en carcinomas tiroideos esporádicos Las mutaciones somáticas o los reordenamientos somáticos que afectan al RET se han identificado en el 40-50% de los CMT espo- rádicos y en hasta el 70% de los carcinomas papilares de tiroides (CPT) esporádicos.40 La mayor parte de las mutaciones identificadas en los CMT son mutaciones puntuales que afectan a los mismos codones asociados a los síndromes de MEN2, incluidos el 918, el 634 y el 883. En CMT esporádicos con alteraciones del RET, se ha observado que entre el 60 y el 80% de los casos presentan la mutación M918T.40,41 Los pacientes con CMT esporádico portadores de una mutación del gen RET (en particular la M918T) presentan un estadio más avanzado en el momento del diagnóstico, mayores tasas de enfermedad recurrente o persistente tras la resección y peor supervivencia a largo plazo (de 10 a 20 años) que los que carecen de la mutación en el RET.40,41 Los reordenamientos cromosómicos del RET, más que las muta- ciones puntuales, se asocian a CPT esporádicos Se han comunicado numerosos reordenamientos que son consecuencia de la fusión del dominio de tirosina cinasa del RET a porciones activadoras de otros genes. Colectivamente, estos genes de fusión se designan como de RET/CPT —se han detectado hasta la fecha 13 variantes de los mismos—, resultantes de episodios de reordenamiento de los dife- rentes genes.42 Cribado y pruebas genéticas para la MEN2 Antes de que la base genética de la MEN2 quedara bien tipificada, la prueba de calcitonina estimulada con pentagastrina se empleaba en el cribado de la MEN2 y el CMT en pacientes expuestos a riesgo de heredar un síndrome de MEN2. Sin embargo, ocasionales pruebas con resultados falsos positivos y falsos negativos dieron lugar a inter- venciones quirúrgicas innecesarias o a pérdida de la oportunidad de intervenir más precozmente. La secuenciación del gen RET para detec- tar mutaciones de línea germinal es actualmente la prueba de cribado estándar para los síndromes de MEN2. La prueba de las mutaciones del RET permite identificar a los portadores de menor edad en un estadio temprano de la enfermedad, a menudo antes de que se desarrolle el cáncer, y se registra, además, menor número de falsos positivos y falsos negativos que con la prueba de calcitonina. Se recomienda que, antes de la prueba, los pacientes o sus familiares consulten a un asesor genético. El consejo genético es un importante componente del consentimiento informado y de la impartición de instrucciones a estos pacientes, que han de afrontar un episodio que afectará decisivamente a su propia vida y a la de sus familiares. La prueba de mutaciones del gen RET ha de aplicar de rutina a todos los miembros de riesgo de familias con MEN2 y CMTF. Si es posible, la prueba se realiza en el momento del nacimiento, ya que la condición de portador determina la necesidad de proceder a cribado clínico y cirugía preventiva. En familias en las que la mutación en el gen RET heredada ya se conoce, la secuenciación del RET puede limitarse al sitio de la mutación conocida. Los familiares que sean negativos para la mutación conocida de su familia presentan el mismo riesgo de MEN2 que la población general, por lo que no necesitan someterse a nuevas pruebas de cribado. Cuando, en un paciente con CMT y sin antecedentes familiares conocidos de CMT o MEN2, se detecta una mutación en el RET (probando inicial), todos los familiares de primer grado han de recibir consejo genético y someterse a las pruebas pertinentes. La prueba de mutaciones del RET también está indicada para pacientes adultos o pediátricos que se presentan con CMT o feo- cromocitoma, con independencia de cualquier posible antecedente familiar de tumores endocrinos. Aproximadamente entre el 5 y el 7% de los pacientes que se considera que padecen CMT esporádico presentan una mutación del RET de línea germinal. Hasta el 24% de los feocromocitomas son hereditarios, con un 5% originado por mutaciones del RET.43 Los lactantes que se presentan con HSCR han de ser sometidos a pruebas de mutaciones del RET. Todos los casos comunicados de MEN2A asociados a HSCR afectan a pacientes con mutaciones en el exón 10 del RET, en los codones 609, 618 y 620. Carcinoma medular de tiroides El CMT1 representa entre el 3 y el 9% de los cánceres y se desarrolla a partir de células C. El CMT puede ser esporádico (en el 75% de los casos) o hereditario, afectando a todos los pacientes con síndrome de MEN2 (25% de los casos). El CMT hereditario es a menudo multifocal y bilateral. Se ha constatado que la hiperplasia de células C multicén- trica precede al desarrollo de CMT hereditario.44 El CMT es una neoplasia maligna de desarrollo relativamente gradual, con tasas de supervivencia a 10 años referidas del 69-89%.45 En contraste con lo que sucede en el cáncer de tiroides diferenciado, las células del CMT no concentran yodo radiactivo y no son sensibles a la manipulación de la hormona estimulante de la tiroides. Tales rasgos han de considerarse cuando se planifica el tratamiento de un paciente con CMT.46 Los pacientes con diagnóstico establecido de CMT pueden presen- tarse con una masa o nódulo tiroideos palpables. En aproximadamente el 15% de los casos hay síntomas de disfagia, disnea o ronquera. Las metástasis en ganglios linfáticos cervicales regionales se dan hasta FIGURA 40-11 Reintervención con disección cervical central izquierda en un joven paciente con MEN2B. Obsérvense el gran tamaño del nervio laríngeo recurrente (flecha) y el nódulo de carcinoma medular de tiroides recurrente adyacente al cricoides. (Tomado de Moley JF: Medullary thyroid carcinoma: Management of lymph node metastases. J Natl Compr Canc Netw 8:549–556, 2010.) Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org VIII Sistema endocrino1008 en el 75% de los casos presentados con enfermedad palpable.47 Las localizaciones más frecuentes de la diseminación linfática se sitúan en el compartimento central del cuello (nivel VI), las segundas son los ganglios yugulares ipsolaterales (niveles del II al V) y las terceras los ganglios linfáticos contralaterales. Otras localizaciones metastásicas frecuentes son mediastino, pulmones, hígado y hueso.48 Las células C tiroideas y las células del CMT producen calcitonina. Se trata de un marcador tumoral sensible y específico que puede ser medido en sangre, en estado basal o tras administración de secretagogos como calcio o pentagastrina (ya no disponible en EE. UU.). Los niveles de calcitonina están casi siempre elevados en pacientes con CMT. La medición de los niveles de calcitonina resulta útil para el cribado de pacientes con riesgo de CMT y para el seguimiento posterior al tratamiento. Tras cirugía primaria para tratar un CMT, las elevaciones persistentes o recurrentes de las concentraciones de calcitonina indican metástasis ganglionar regional persistente o metástasis a distancia. Algunos CMT también secretan antígeno carcinoembrionario, aunque su prolongada semivida y su escasa especificidad hacen que este sea menos útil como marcador. En la TC, el CMT se manifiesta en forma de nódulos con cal- cificaciones y, en ocasiones, se detecta enfermedad extratiroidea. La aspiración con aguja fina del nódulo tiroideo palpable o de la metástasis en un ganglio cervical es una manera sensible de establecer el diagnós- tico de CMT. La exploración ecográfica del cuello resulta de utilidad en la identificación de metástasis en ganglios cervicales. Cirugía para el carcinoma medular de tiroides establecido en MEN2 y CMTF Directrices recientemente publicadas incluyen una serie de recomen- daciones para el tratamiento del CMT en múltiples entornos clínicos, quesin duda resultarán de utilidad para tratar a estos pacientes.39 Los afectados por CMT establecido (palpable o presente en estudios de imagen, con concentraciones de calcitonina elevadas) han de someterse a tiroidectomía total, disección del cuello central y disección unilateral o bilateral de los ganglios presentes en los niveles comprendidos entre el II y el V. La decisión de resecar los ganglios laterales depende del alcance de la afectación de los ganglios cervicales centrales y de los resultados de los estudios de imagen preoperatorios.39,47,49 El examen ecográfico de los ganglios cervicales, con marcado preoperatorio de los ganglios anómalos o sospechosos, resulta útil en la planificación del alcance de la cirugía.50 Sin embargo, en pacientes con metástasis en ganglios linfáticos centrales y estudios de imagen del cuello lateral normales, se ha de considerar la realización de al menos una disección de ganglios linfáticos del compartimento ipsolateral de los niveles com- prendidos entre el II y el IV, dada la elevada probabilidad de afectación ganglionar microscópica.47 La disección de los ganglios centrales a menudo afecta a la irrigación de las glándulas paratiroideas. La preservación de la función parati- roidea puede conseguirse mediante una combinación de preservación cuidadosa de las glándulas en un pedículo vascular, cuando sea posible, y el autotrasplante de las glándulas desvascularizadas. En el centro del autor, el abordaje se centra en la resección y el autotrasplante de las dos paratiroides del lado del tumor primario, así como de la parati- roides inferior contralateral, dejando si es posible la glándula superior contralateral in situ, en un pedículo vascular. Todas las paratiroides extirpadas deben ser cuidadosamente trituradas en fragmentos de 1 × 3 mm y trasplantados a bolsas musculares individuales (dos o tres fragmentos por bolsa) que se cierran con sutura.51 El trasplante del conjunto de las glándulas trituradas a una sola bolsa no se recomienda. Los fragmentos de paratiroides se pueden trasplantar a bolsas mus- culares individuales en el músculo esternocleidomastoideo en caso de enfermedad esporádica, CMTF o MEN2B. En caso de MEN2A es posible trasplantarlos al antebrazo no dominante cuando exista riesgo significativo de futuro hiperparatiroidismo (p. ej., en portadores de mutación del RET en el codón 634). La razón de esta diferencia es el riesgo de ulterior hiperparatiroidismo dependiente del injerto en ciertos pacientes con MEN2A, en los que es más fácil localizarlo y tratarlo si los injertos se hallan en el antebrazo. Cirugía preventiva Aunque la edad de aparición y la velocidad de progresión de la enfer- medad son variables, la penetrancia a lo largo de la vida del CMT es de cerca del 100% en portadores de mutaciones del RET asociadas a síndromes de MEN2. En consecuencia, todos los pacientes diagnos- ticados de MEN2 han de someterse a tiroidectomía total. Numerosos estudios han constatado mejoras en la tasa de curación bioquímica y/o reducción de las tasas de recidiva con la tiroidectomía temprana, reali- zada tras cribado positivo mediante pruebas de calcitonina o pruebas de mutaciones del gen RET.52 Se han modificado las categorías de riesgo de la American Thyroid Association para CMT hereditario. La anterior categoría de nivel D se ha cambiado a máximo riesgo (HST, highest), que incluye a los pacientes con MEN2B y mutación del codón M918T de RET. La anterior categoría de nivel C se ha cambiado a una nueva categoría, alto riesgo (H, high), que incluye a los pacientes con MEN2A y mutaciones del codón C634 de RET. Las anteriores categorías de nivel A y B se han combinado en una nueva categoría, riesgo moderado (MOD), que incluye a los pacientes con CMT hereditario y mutaciones de RET distintas de los codones M918T y C634.39 Los pacientes con MEN2B (HST) tienen la forma más agresiva de CMT, con enfermedad invasiva observada en pacientes menores de 1 año.48 A estos pacientes se les debe practicar una intervención quirúrgica preventiva lo antes posible en el primer año de vida, siempre que ello sea viable.53 La identificación y la preservación de las glándulas paratiroideas son, en ocasiones, extremadamente difíciles en estos lactantes, debido a su pequeño tamaño, al aspecto translúcido y a la presencia de tejido ganglionar peritiroideo exuberante. Tales técnicas han de ser efectuadas, pues, por cirujanos con experiencia en interven- ciones paratiroideas y en tiroidectomía pediátrica. Los afectados de MEN2A debido a mutaciones en los codones 634 se consideran de alto riesgo (H). Estos pacientes han de someterse a tiroidectomía total a los 5 o 6 años de edad. Existen evidencias de que, en pacientes con MEN2A de menos de 8 años con concentraciones de calcitonina normales, el riesgo de metástasis en ganglios linfáticos es muy bajo.54,55 La disección de ganglios linfáticos centrales se asocia a mayor riesgo de hipoparatiroidismo y lesión del nervio laríngeo recurrente, por lo que se reserva para pacientes con niveles elevados de calcitonina.39,44,56 Un amplio subgrupo de mutaciones del gen RET, asociado a MEN2A o CMTF, se consideran de riesgo moderado (MOD). Estas comprenden mutaciones en codones distintos de 918 y el 634.39,48 Para casos de riesgo moderado se recomienda la tiroidectomía total; la intervención es apropiada antes de entre los 5 y los 10 años. Como en las mutaciones de alto riesgo (H), la necesidad de proceder a disección de los ganglios linfáticos centrales ha de determinarse en virtud de las concentraciones de calcitonina y las características clínicas del paciente y la familia. Nuestro grupo de la Washington University ha referido seguimiento a largo plazo de una serie de 50 pacientes jóvenes con MEN2A tras tiroidectomía total, disección de ganglios centrales y paratiroidectomía total, con autotrasplante de todo el tejido paratiroideo al músculo del antebrazo no dominante durante el abordaje quirúrgico primario.51 El control de la enfermedad a largo plazo resultó excelente. La función paratiroidea a largo plazo fue normal (sin suplementación) en 47 de los 50 pacientes. Otros grupos han comunicado buenos resultados con extirpación selectiva de ganglios linfáticos y paratiroides en pacientes jóvenes expuestos a riesgo.1,57 Los estudios de seguimiento recientes han indicado que la probabilidad de metástasis ganglionares en casos de MEN2A y CMTF es extremadamente baja en pacientes de menos de 8 años y en pacientes con concentración basal de calcitonina inferior a 40 pg/ml.51,54 Así pues, en niños con concentraciones de calcitoni- na bajas (< 40 pg/ml), actualmente nosotros solemos practicar una Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Nacional Autonoma de Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en octubre 05, 2017. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2017. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 40 Síndromes de neoplasia endocrina múltiple 1009 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iza ci ón e s u n de lit o. tiroidectomía total, dejando las paratiroides in situ. Con niveles eleva- dos de calcitonina, optamos por la tiroidectomía total con disección de ganglios centrales y autotrasplante de paratiroides. En cualquier caso, estas operaciones solo han de ser llevadas a cabo por cirujanos experimentados en cirugía tiroidea y paratiroidea infantil. Desde la publicación de las directrices de consenso, se han descrito varias nuevas mutaciones en asociación a síndromes de MEN2 en los codones 912, 630, 631, 606 y 533 y una duplicación de 9 pares de bases en el exón 8. Se trata de mutaciones inhabituales y, ante la falta de experiencia clínica, su penetrancia y agresividad no están bien tipificadas. Seguimiento Tras la tiroidectomía, la reposición de hormona tiroidea se hace necesaria de por vida. Los pacientes requieren varias
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