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599La mujer de edad madura CA P ÍTU LO 2 2 ■ Prevención de la demencia senil de Alzheimer La demencia se defi ne como el deterioro progresivo de la función intelectual y cognitiva. Sus causas se clasifi can en tres grandes gru- pos: 1) aquellos casos en los que el cerebro constituye el objetivo de una enfermedad generalizada; 2) causas estructurales primarias, como un tumor, y 3) causas degenerativas primarias del sistema nervioso, como demencia senil de tipo Alzheimer (SDAT, senile dementia of the Alzheimer type). Se calcula que hasta 50% de las mujeres de 85 años de edad o más padece demencia senil o SDAT. Los primeros signos de la demencia son leves. Para compensar- los, la mujer suele limitar su esfera de actividad para seguir funcio- nando. De esta manera, la demencia no siempre se manifi esta hasta que la paciente intenta funcionar en un contexto más amplio. En estos casos, ella se pierde o sufre confusión considerable. Para prevenir o retrasar la demencia senil, es importante buscar y corregir lo antes posible las causas reversibles de demencia. Un método de detección inicial fácil es el Mini-Cog en que se pide a los pacientes que recuerden tres reactivos. En el capítulo 1 (pág. 27), se describe la gradación y la “selección” de pacientes con base en los resultados de la prueba. En lo que se refi ere a algunas formas de demencia senil, es posible revertir el deterioro de las funciones cognitivas, con la identifi cación y el tratamiento de trastornos de orden general, como hipovitaminosis B12, hipotiroidismo, infec- ciones por microorganismos oportunistas, como la criptococosis en hospedadoras inmunodeprimidas y la defi ciencia de tiamina. Las complicaciones del sistema nervioso central de la sífi lis son raras. Sin embargo, en la población con síndrome de inmuno- defi ciencia adquirida (sida), la frecuencia de sífi lis terciaria se ha elevado. La participación de los estrógenos en la demencia es controver- sial. Diversos estudios epidemiológicos sugieren que el HT previene la SDAT. Además, los metaanálisis de estudios por observación identifi caron que el HT se acompaña de menor riesgo de demencia senil, pero sin mejorar la enfermedad ya establecida (Yaff e, 1998; Zandi, 2002). No obstante, los resultados de un gran estudio com- parativo, con asignación al azar y doble ciego, no demuestran nin- guna participación preventiva. Las mujeres inscritas en el Women’s Health Initiative Memory Study (WHIMS), anexo de la WHI, mostraron mayor tasa de demencia que las que recibieron placebo (Shumaker, 2003, 2004). El riesgo mayor mencionado sólo tuvo importancia estadística en el grupo de mujeres >75 años de vida, pero a pesar de ello, la observación despierta interés y preocupación en el caso de las posmenopáusicas de edad más avanzada. Como ocurre con la CHD, no se sabe si los conceptos de intervalo crítico e hipótesis de la distribución cronológica o la duración del HT ejer- cen algún efecto en la profi laxis de la SDAT. Por desgracia, estos datos tan contradictorios no han aclarado la efi cacia del HT en la prevención de la demencia en las posmenopáusicas. Hoy día, no se recomienda el HT para esta indicación. ■ Prevención de las enfermedades dentales relacionadas con la menopausia Un indicador de osteoporosis es la caída y el deterioro de los dien- tes. Los datos de los benefi cios que tiene en la dentadura el HT provinieron del Nurses’ Health Study. El riesgo relativo de pérdida de piezas dentales en usuarias actuales de HT fue de 0.76, en com- paración con quienes no utilizaron tal tratamiento. CUADRO 22-8. Principales causas de morbilidad en mujeres mayores de 40 años de edada Artritis Asma Cáncer Cefalea o migraña Depresión Diabetes mellitus Dorsalgia Enfermedad cardiovascular Enfermedades de transmisión sexual Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Hipertensión Infecciones del aparato urinario Infecciones respiratorias Menopausia Neumonía Obesidad Osteoporosis Trastornos de la piel Trastornos mentales Trastornos visuales Úlceras Vértigo a Listadas en orden alfabético. es reducir la frecuencia y los efectos de estas causas. Además de rea- lizar estudios, para prevenir las enfermedades es necesario educar a las pacientes para que participen activamente en la conservación de su propia salud. A través del diálogo y la asesoría, los médicos y sus pacientes pueden obtener grandes benefi cios del cuidado pre- ventivo. En el capítulo 1 se mencionan varias recomendaciones preventivas para muchas de estas causas de morbilidad, pero algu- nas son más comunes en las mujeres mayores y se mencionan a continuación. ■ Prevención de enfermedades cardiovasculares Las enfermedades cardiovasculares son un grave problema de salud de las posmenopáusicas, constituyen la causa principal de falle- cimiento en mujeres y explican en promedio 45% de las muer- tes. Entre los factores de riesgo no modifi cables están edad y antecedentes familiares, en tanto que entre los modifi cables están tabaquismo, obesidad y modo de vida sedentario. Entre las enti- dades clínicas que se acompañan de un mayor riesgo de cardio- patías están diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia. Según la American Heart Association, en Estados Unidos un elevado porcen- taje de mujeres entre los 45 y los 54 años tiene hipertensión (30%), hipercolesterolemia (20%) y obesidad (40%) (Perez-Lopez, 2009). La atención integral de la mujer en la etapa media de su vida debe incluir comentarios en cuanto a disminuir los factores modi- fi cables de riesgo y combatir efi cazmente las enfermedades médicas primarias coexistentes. Hoy día, el HT es inútil para evitar car- diopatías en mujeres. Las medidas más efi caces para aminorar el riesgo de CHD en posmenopáusicas son auxiliarlas para cambiar factores de riesgo modifi cables e identifi car y tratar la diabetes, la hipertensión y la hipercolesterolemia. 22_Chapter_22_Hoffman_4R.indd 59922_Chapter_22_Hoffman_4R.indd 599 06/09/13 21:2806/09/13 21:28
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