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707Principios de quimioterapia CA P ÍTU LO 2 7 IV administrados cada tres semanas, con o sin quimioterapia cito- tóxica. En la mayoría de los casos, la toxicidad de bevacizumab es mínima. Sin embargo, se produce perforación gastrointestinal hasta en 10% de las pacientes. El aumento de la presión arterial es frecuente y puede causar una crisis hipertensiva. Otros efectos tóxicos posibles incluyen cicatrización incompleta de heridas, debi- lidad, dolor, epistaxis o proteinuria. Trampa de VEGF El VEGF-A es la principal isoforma de VEGF. Se puede acoplar al bevacizumab, como ya se describió, o a una “proteína de fusión” recombinante llamada trampa de VEGF. La trampa de VEGF se construye fusionando dos porciones específi cas del receptor de VEGF y la región constante “Fc” de la molécula de IgG. Las porciones receptoras proporcionan un enlace de gran afi nidad del VEGF (fi g. 27-7B). Sunitinib Los receptores de tirosina cinasas (RTK, receptor tyrosine kinases) son proteínas que abarcan la membrana plasmática de las célu- las y actúan como receptores (fi g. 27-7C). Cuando dos receptores adyacentes se unen a un ligando, se forma un dímero activo. Los ligandos para los RTK incluyen citocinas, hormonas y factores de crecimiento. A continuación el dímero activado fosforila los residuos de tirosina. Al principio los activa la fosforilación de la tirosina cinasa misma y posteriormente la de otras proteínas. Los receptores de tirosina cinasa son reguladores de los procesos celula- res normales pero tienen una función fundamental en la formación y avance del cáncer. El sunitinib es un fármaco oral que inhibe diversos receptores de tirosina cinasas como los que se unen a los factores de creci- miento proangiógenos como VEGF y el factor de crecimiento deri- vado de las plaquetas. ■ Diana de los inhibidores de rapamicina en mamíferos La diana de inhibidores de rapamicina en mamíferos (mTOR, mam- malian target of rapamycin) es una proteína cinasa que regula el tráfi co, transcripción, traslación y mantenimiento de membrana en el citoesqueleto de la célula. La mTOR tiene efectos reguladores en sentido descedente, uno de los cuales es la mayor producción de VEGF. Por lo tanto, el esfuerzo por inhibir las señales de mTOR también inhibe la angiogénesis. La rapamicina inhibe a mTOR y se está estudiando la efi cacia de los análogos de este fármaco como temsirolimús (CCI-779) y everolimús (RAD001) para el trata- miento de los cánceres ginecológicos. ■ Inhibidores de poli (ADP) ribosa polimerasa Otro grupo prometedor para los tratamientos dirigidos, los inhi- bidores de la poli (ADP)-ribosa polimerasa (PARP) aprovechan las diferencias entre las células normales y malignas para reparar el daño del DNA. Durante el ciclo celular, el DNA se daña miles de veces. La proteína BRCA repara las roturas bicatenarias y las PARP reparan las roturas monocatenarias. En la célula funcional, cuando la BRCA no repara la rotura, lo hace la PARP. Entre 5 y 10% de las pacientes con cáncer ovárico posee una mutación en línea germinativa de BRCA1 o BRCA2, que les pre- dispone a perder esa función de reparación. Otras pacientes sin mutaciones desarrollan defectos en la vía de BRCA que también tienen como resultado una reparación defi ciente. Las células tumo- rales en ambos tipos de pacientes dependen completamente de la reparación a través de PARP. Cuando no es posible la reparación a través de PARP, las células cancerosas no pueden ser reparadas y mueren. Por el contrario, las células sanas no se modifi can. En la actualidad se están estudiando diversos inhibidores de PARP para aprovechar esta sensibilidad singular de las células tumorales sin modifi car los tejidos sanos circundantes. Olaparib (AZD2281) Este inhibidor de PARP ha sido probado en una población con numerosas portadoras de las mutaciones BRCA1 y BRCA2. Se observó actividad antitumoral únicamente en las pacientes con las mutaciones, quienes padecían cáncer de ovario, mama o próstata. Es interesante señalar que se observaron muy pocos de los efectos adversos de la quimioterapia convencional (Fong, 2009). En otros estudios se están evaluando los efectos del olaparib en los pacien- tes con cáncer sin mutaciones de la línea germinativa pero cuyos cánceres exhiben defectos similares en la reparación del DNA. El iniparib y el veliparib son otros inhibidores de la PARP diseñados para resaltar de manera similar esta estrategia. ■ Vacunas Modifi cadores biológicos, iguales a las vacunas terapéuticas para el cáncer están diseñadas para activar los componentes del sis- tema inmunitario a fi n de que reconozcan y ataquen a los tumo- res. Por lo tanto, pueden ubicarse y destruirse las células malignas que expresan antígenos de superfi cie específi cos. Por ejemplo, en el cáncer cervicouterino, se ha sometido a objetivos clínicos a los péptidos virales derivados de oncoproteínas del virus del papiloma humano (HPV) E6 y E7 (Borysiewicz, 1996). Además, se han estudiado pacientes con cáncer ovárico con una vacuna dirigida contra CA-125 (Reinartz, 2004). En su mayor parte, estas estrategias no han tenido efi cacia clí- nica a causa de varios obstáculos. Sólo se ha identifi cado una canti- dad limitada de antígenos compartidos asociados con tumores; aún no se defi nen bien los epitopos para la inmunidad celular, y pocos antígenos tumorales son únicos. A menudo, los tumores pierden la expresión de su antígeno distintivo y sufren mutación. En gene- ral, los estudios con vacunas se realizan con pacientes en etapa avanzada de la enfermedad. Sin embargo, en estas situaciones, la respuesta clínica es difícil de valorar y no aporta información estadística. Además, es probable que la inmunodepresión sistémica inherente de las mujeres con enfermedad avanzada impida una res- puesta inmunitaria adecuada. En contraste, las vacunas profi lácticas, como el surgimiento reciente de la vacuna para HPV, parecen muy prometedoras para prevenir el cáncer cervicouterino (Massad, 2009; Romanowski, 2009). Estas vacunas actúan mediante la inducción de respuestas inmunitarias humorales con la producción de anticuerpos capaces de neutralizar al virus antes de la infección (cap. 29, pág. 737). EFECTOS SECUNDARIOS DE LA QUIMIOTERAPIA Los regímenes de quimioterapia, principalmente los que compren- den fármacos citotóxicos, son tóxicos y exhiben un margen muy estrecho de seguridad. Varios agentes se asocian con efectos tóxicos clásicos que a menudo pueden anticiparse, por lo que es posible evitarlos. Por sus intervalos terapéuticos reducidos, la mayor parte 27_Chapter_27_Hoffman_4R.indd 70727_Chapter_27_Hoffman_4R.indd 707 07/09/13 12:3107/09/13 12:31 GINECOLOGÍA������������������������������������������������� SECCIÓN 4 ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA���������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 27. PRINCIPIOS DE QUIMIOTERAPIA������������������������������������������������������������������������������������������������������������� EFECTOS SECUNDARIOS DE LA QUIMIOTERAPIA�������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������
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