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Algas marinas en el registro arqueológico del Norte Grande de Chile: algunos tips 
 
Magdalena García B.1 
Manuscrito inédito 
Fuente: comunicación personal María Eliana Ramírez (MNHN) agosto 2017 
 
PRESENTACIÓN: Se sintetizan elementos claves de las especies de algas marinas que crecen en las 
costas del norte de Chile, a partir de una sesión que tuve con María Eliana Ramírez (MNHN), 
quien amablemente compartió sus conocimientos conmigo. Espero que sea de utilidad para quienes se 
enfrentan con esta clase de restos en el laboratorio. 
 
A modo de introducción, destaco que toda la flora marina de las costas de Chile tiene su 
núcleo de origen en el círculo subantártico, desde donde es “arrastrada” hacia el norte por la 
acción de la corriente de Humboldt. En el Ecuador se produce otro núcleo de flora marina con 
especies completamente diferentes al núcleo anterior, con un número reducido de especies que 
llegan a las costas del norte de Chile. En la costa de Perú se produce la transición. 
 
La corriente cálida del Niño afecta los huirales, incluso pudiendo hacerlos desaparecer, con lo 
cual desaparecen también múltiples comunidades de moluscos y otros invertebrados así como 
muchos peces que son de importancia económica para el país. En este sentido, las algas son 
“bioingenieras”, prestan muchos servicios ecológicos a los ecosistemas marinos donde ellas 
habitan. Por eso la importancia de la regulación actual de su recolección. 
 
Las algas pardas no son del reino vegetal son protistas multicelulares. Otras algas como Nostoc 
sp. (bofedales altoandinos) pertenecen al reino de las bacterias. En este sentido “alga” es un 
genérico muy heterogéneo, con entes de distintos reinos que tienen en común tener estructuras 
muy simples. En algunos casos como en los “huirales”, hay macroalgas que poseen un aspecto 
similar a una planta, pero no alcanzan la complejidad de una planta terrestre. 
 
En relación a las partes del alga: talo es todo el cuerpo de un alga. El estipe es el que sostiene 
las frondas. Las frondas son tipo hojas. Los aerocistes permiten que las frondas floten para 
poder realizar la fotosíntesis. 
 
Huirales del Norte Grande y distribución 
En el Norte Grande hay solo tres especies que conforman comunidades que se denominan 
“huirales” con las que nos podemos encontrar en el registro arqueológico: 
1. Macrocystis pyrifera, “sargaso”, “canutillo” (se fusionó con M. integrifolius). Distribuida en 
profundidad (hasta 18-20 m) de aguas maás calmas tipo bahías pero afloran sus frondas 
a la superficie gracias a los aerocistes o “flotadores” que son diagnósticos de esta 
especie. Tienen un estipe corto. 
																																																								
1 Colegio de Arqueólogos de Chile, A.G. manegarciab@yahoo.com 
2. Lessonia trabeculata, “huiro palo”. Distribuida en profundidades someras (2-3 m), de 
aguas más calmas tipo bahías protegidas. 
3. Lessonia berteroana, “huiro negro” (ex Lessonia nigrescens). Distribución en mar expuesto, 
rocas donde rompe la ola. Hasta los 30 grados de latitud aproximadamente. 
 
 
Elementos diagnósticos para identificar especies en el registro arqueológico 
Macrocystis pyrifera 
· Estipe corto 
· Aerocistes en la base de las frondas 
· Bifurcación unilateral de las frondas 
· Frondas de color claro con estrías o rugosidades paralelas muy marcadas 
· Disco rizomatoso 
 
Lessonia 
· Estipes de mayor tamaño y diversidad morfológica (mayores tamaños y dureza vinculados a 
L. trabeculata), muchos originándose desde el grampón o disco adhesivo 
· Frondas sin aerocistes 
· Bifurcación de la frondas dicotómica (los estipes se bifurcan o dividen dando origen a dos 
frondas). 
· Frondas lisas (sin estrías). En L. trabeculata las frondas poseen “espinas” en los bordes y un 
color mas claro que en L. berteroana. 
· Disco liso 
· Del disco salen varios estipes 
 
 
Usos probables 
· Medicinal cenizas (Ramírez y Quevedo 2000). 
· Artesanal como cordelería (Vidal y García 2009; Morton 1839 en Ballester y San Francisco 
2017) 
· Construcción en mortero o relleno (Nuñez y Varela 1967-8; Zlatar 1983; Urbina et al. 2011). 
· Combustible (Ramírez y Quevedo 2000; Urbina et al. 2011). 
· Comestible. El alto contenido de otros polisacáridos (alginatos), además de la celulosa de 
todas estas especies (fibrosas) las hace difícilmente digeribles por lo que en primera instancia 
no serían comestibles. No obstante, es perfectamente posible pensar que éstas pudieron ser 
procesadas (molidas?) o incluso su consumo en el tiempo pudo ir adaptando los cuerpos a 
partir del desarrollo de microorganismos (microbiota intestinal) capaces de digerir estos 
polisacáridos complejos (¿los bioarqueólogos podrán ver esto?). 
 
 
 
FIGURAS (fuente García 2017) 
 
 
Fronda (arriba con estrías) y aerocistes de Macrocystis pyrifera. 
 
 
 
Resto de disco adhesivo (izq.) con varios estipes y frondas lisas aff. Lessonia spp. 
 
 
Frondas lisas aff. Lessonia spp. 
 
 
Talos duros aff. Lessonia spp. y aerocistes de Macrocystis pyrifera. 
 
Referencias bibliográficas 
· algaebase.org 
 
· Ballester, B. y A. San Francisco 2017. Cuerpo del convite. Colección Bergatín Águila No 3, 
Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y de las Artes, región de Antofagasta. 
· García, M. 2017 Análisis arqueobotánico de los sitios asociados al proyecto minero Quebrada 
Blanca-Fase 2. Manuscrito en poder de la autora. 
· Hoffmann A. y B. Santelices 1997. Flora Marina de Chile Central. Ediciones Universidad 
Cato ́lica de Chile. 434 pp. 
· Núñez, L. y J. Varela 1967-68. Sobre los recursos de agua y el poblamiento prehispánico de la 
costa del Norte Grande de Chile. Estudios arqueológicos, N° 3-4, p. 7-41. 
· Ramírez M.E. y B. Santelices. 1991. “Catalogo de las algas marinas bentónicas de la Costa del 
Pacifico Temperado de Sudamérica”. Monografías Biológicas, 5. Pontificia Universidad 
Católica de Chile. Santiago. 
· Ramírez, M. E. y S. Quevedo 2000. Hallazgo de Lessonia nigrescens (Phaeophyceae) en 
enterratorio del cementerio Tiahuanaco Atacameño Pisagua (Colección Max Uhle). Boletín del 
Museo Nacional de Historia Natural 49: 99-108. 
· Urbina, S., L. Adán, C. Moragas, S. Olmos y R. Ajata 2011. Arquitectura de asentamientos de 
la costa de Tarapacá, norte de Chile. Estudios Atacameños 41:63–96 
 
· Vidal, A. y García, M. 2009. Uso del espacio e interacción con la flora de la costa de 
Tarapacá. Análisis del material vegetal de asentamientos vinculados al Periodo Formativo. 
Informe proyecto Fondecyt 1080458. 
· Zlatar V. 1983. Replanteamiento sobre el problema Caleta Huelén 42. Chungara 10: 21-28.

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