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Lunes 17 de Abril de 2017
ALTERNATIVAS DE DIVERSIFICACIÓN DE USO Y AUSPICIOSO ESCENARIO PARA LAS ALGAS CHILENAS
Paola Antequera Roa/Ing. Pesquero-Mg. en Enseñanza
paolaantequera@yahoo.es
En Chile existen más de 800 especies de macroalgas nativas que habitan las costas continentales e insulares de nuestro país, sin embargo actualmente no son más de 10 las especies que sustentan el desarrollo económico del país. El 90% de las algas que se exportan son obtenidas a partir de la explotación de bancos naturales y el 10 % restante proviene de praderas de cultivo (Mundoacuícola, 2016). Respecto del valor de las exportaciones, la comercialización de hidrocoloides (agar, alginato y carragenina) ascienden al 57% y el 43% restante corresponde al retorno por concepto de comercialización de alga seca (Santelices, 2012). Es así como se explican los importantes logros económicos para las empresas chilenas exportadoras de hidrocoloides cuyos productos son destinados a la industria de alimentos entre otras (Jara y Antequera, 1996). Paralelamente a este desarrollo, las comunidades dedicadas a su cultivo y/o recolección no evidencian mejoras significativas en sus ingresos y calidad de vida. Por ejemplo, el problema de las comunidades emplazadas en la ribera norte del río Maullín de manera particular, es la mono dependencia del recurso algal que cultivan para la generación de los ingresos de los pescadores y sus familias, que las hace dependientes de un único poder comprador, con las consecuencias económicas que de esta situación se derivan.
Por otro lado, las algas en general gozan de ser valoradas como alimentos  saludables. Las altas concentraciones de proteína que resultan de los análisis proximales de numerosas algas chilenas (Ortiz, 2011; Ortiz et al., 2008) respaldan esta percepción. Científicamente, respecto de ellas se ha inferido que son un alimento equilibrado, de bajo contenido calórico, rico en ácidos grasos insaturados, por lo que podrían incluirse dentro del grupo de las verduras y hortalizas pues aportan una amplia gama de nutrientes esenciales. En este sentido, una de las oportunidades que se vislumbra para la producción de algas está relacionada con las nuevas demandas alimenticias que busca el mercado. En la actualidad, la sociedad está evidenciando significativos cambios en la gastronomía. No sólo ha  cambiado la forma en que nos alimentarnos y lo que ingerimos, también ha cambiado la forma en que los preparamos. Estas tendencias no sólo se relacionan con una preocupación por la recuperación de productos y preparaciones tradicionales, también se relacionan con la búsqueda de información respecto de la composición y el origen de sus ingredientes, de esta manera se tiende hacia una “alimentación funcional” que tiene que ver con la mantención de la salud asociada a un progresivo envejecimiento de la población y también, a los niveles de sobre peso existentes. La comida funcional se define como aquella que incluye componentes altamente beneficiosos para la salud más allá de una nutrición básica y nace como un concepto científico que ha ganado adeptos con los últimos descubrimientos del genoma humano.
Quiero hacer presente también que, las recientes investigaciones señalan que la ingesta de algas de manera habitual, provoca efectos favorables en la salud, relacionando dichos efectos con los componentes químicos derivados de la biosíntesis de estas células; por lo tanto, moléculas como polifenoles, ácidos grasos esenciales, pigmentos, fitoestrógenos, proteínas, vitaminas y minerales; son objeto de estudios y son buscados incesantemente para ser utilizados como base de alimentos funcionales (Quitral et al., 2013).
En congruencia con lo expuesto, este reconocimiento de su valor nutricional  abre también nuevas oportunidades para los recolectores y cultivadores de algas, e invita a explorar alternativas que diversifiquen su uso. Es decir, hay que trabajar por generar nuevas oportunidades de negocios que representen una alternativa frente a la única línea de elaboración a que se destinan actualmente las algas como es la extracción de geles o hidrocoloides; dicho proceso con sus características de bajo rendimiento y contaminante del medio ambiente. En relación al primero y de acuerdo a lo descrito por Luning (Critchley, 1993, cit. Olivarí, et al., 1994) se establece un rendimiento de 7,5% de alga seca a carragenano. La situación puede aún ser más mezquina para el alginato. El mismo estudio reporta un rendimiento nominal, en términos globales, de 3,6% de materia prima de alga seca a alginato. Para el caso de Lessonia y Durvillaea indica que el rendimiento del alga a peso seco es del 14% y del 24%, ello entregaría rendimientos inferiores a 4,8% de alginato para ambas algas. O sea que, de 1.000 Kilos de alga seca con humedad de entre el 15% y el 20%, sólo el 4,8% como máximo se convierte en alginato utilizable en la industria alimentaria como espesante o gelificante.
En virtud de lo antes expuesto, surge el cuestionamiento respecto del adecuado  uso que se hace actualmente de las algas en general. ¿No será más provechoso para el ser humano, considerando la situación de inseguridad alimentaria mundial que se prevé (FAO, 2009), aprovechar 1 tonelada de alga seca como ingrediente para adicionar a nuevas formulaciones de alimentos, en las que se utilice el 100%, en vez de reducirla a un 7,5% o una fracción inferior de porcentaje útil?
Según, la FAO, en el siglo XXI la alimentación volverá a ser un reto de primer orden para la humanidad. Las previsiones apuntan a que la producción mundial de comida debe crecer un 70% entre 2010 y 2050 para hacer frente al aumento de la población, a los cambios en la dieta relacionados con los incrementos en la renta de los países y la creciente urbanización. La globalización y la inter conexión entre mercados hará que estos cambios afecten a todos los países del mundo sin excepción, aun cuando su población en particular no aumente de tamaño, ni mejore sustancialmente su riqueza. Esta coyuntura probablemente se agrave con el cambio climático, que supondrá alteraciones en los modelos productivos tradicionales y en los flujos comerciales (APROMAR, 2012; FAO, 2009; Müller, 2008).
La necesidad de generar usos alternativos para las algas, de forma paralela a la línea de extracción de hidrocoloides también encuentra respaldo a partir del análisis de la proyección de crecimiento de la población mundial, en particular frente al aumento del poder adquisitivo en países orientales. Este análisis ha permitido estimar que en los próximos diez años se incrementará la demanda por algas marinas y sus productos, lo que abre escenarios insospechados para el desarrollo de la acuicultura de pequeña escala de nuestro país y la cadena de valor que se construya para estos recursos. La necesidad de diversificar el uso se acrecienta si se considera el actual problema de mercado que ha generado Indonesia con su agresiva política de producción de agar -agar que ha logrado impactar el mercado mundial de hidrocoloides con precios más competitivos en comparación con los que ofrece Chile.
En este escenario y como manifestación de la necesidad de satisfacer la demanda de consumidores que buscan una óptima nutrición a través de la elección de los alimentos que consumen, y la urgencia de ampliar las investigaciones en este sentido, el año 2014 el Fondo de Administración Pesquera-FAP financió el proyecto titulado “Valor agregado e innovación gastronómica con algas marinas para potenciar el desarrollo productivo de las mujeres de Lepihué” cuyo objetivo fue la preparación de masas para la elaboración de pan y otras pastas teniendo como ingrediente el pelillo (Res. Ex. N°64 del 10 de Enero de 2014; Antequera, 2014). El objetivo fue incorporar las algas, específicamente “pelillo” (Gracilaria chilensis) en la elaboración de masas de pan y otras pastas a la luz de las siguientes conclusiones reportadas por publicaciones científicas nacionales:
“si se comparan las algas con los vegetales terrestres, se encuentran máscomponentes beneficiosos para la salud como ácidos grasos, Omega 3 y moléculas con efecto antioxidante, anti inflamatorio, anticancerígeno y anti diabético, por tal motivo se avala su incorporación en los alimentos ayudando a mejorar la calidad de vida del consumidor”. Consecutivamente, en Agosto del año 2015 el Fondo de Innovación Competitiva aprobó el financiamiento para el proyecto titulado “Modelo piloto de producción y comercialización de algas para consumo humano directo para la pesca artesanal” cuyo objetivo fue la elaboración de mermeladas con cochayuyo como ingrediente principal (Sesión Ordinaria N°16 del día 19 de Agosto de 2015 del Consejo Regional de los Lagos). Recientemente se ha repetido la experiencia de elaboración de masas de pan y otras pastas en la localidad de Lolcura también en la ribera norte del río Maullín (Res. Ex. N°3859/19 de Diciembre de 2016).
Desde la perspectiva medio ambiental, las oportunidades para las algas vienen dadas porque son reconocidas como restauradoras del hábitat por el impacto ambiental positivo que generan: son captadoras de nutrientes y generadoras de oxígeno. Desde la óptica productiva se documenta que son bajos los costos de producción en que incurren las distintas tecnologías de cultivo lo que hace factible pensar en ampliar la cobertura de la superficie destinada a esta actividad. Todo ello sumado a la discusión de la ley de bonificación al repoblamiento y la política nacional de algas está permitiendo progresar hacia la reconversión y diversificación de las actividades de la pesca artesanal y la sustentabilidad de esta actividad, considerada un pilar para la seguridad alimentaria (Avendaño, 2006).
Para Chile, este auspicioso escenario es la oportunidad para que los instrumentos de fomento productivo como la asignación de subsidios al repoblamiento se conviertan en una “palanca” de desarrollo para potenciar el verdadero progreso de las comunidades rurales dedicadas al cultivo y/o recolección; una oportunidad de cambiar el actual estatus de dependencia y carencia de los pescadores quienes son los que proveen los recursos algales y los que seguirán sustentando el desarrollo económico de este país en materia de algas. Todo ello requiere trabajar a la luz de una visión no fraccionada del concepto “desarrollo”, que distribuya congruentemente los beneficios económicos que generan estas materias primas, en el contexto mundial en que las algas son cada vez más valoradas como alimentos sanos e importantes para llevar una vida saludable.
En función de todo lo expuesto, resulta importante progresar en generar el conocimiento de todos los aspectos relacionados con las algas, no sólo los técnicos- productivos muy ampliamente abordados, hoy es necesario avanzar en el conocimiento del mercado demandante de los productos gelificantes y/o espesantes, los rendimientos en todas las etapas de la cadena de valor de cada una de las algas, las cantidades y los valores transados, los requerimientos y proyecciones de uso futuro, etc. incluyendo nuevas formulaciones de alimentos que permitan la transmisión de las beneficiosas cualidades nutricionales a través de la elaboración de un ente/producto que genere confianza y que en su elaboración como producto final demuestren buenos atributos (salud, calidad, placer), etc. Con la información de todas estas aristas, será factible plantear los nuevos escenarios de desarrollo que se requieren, para progresar de manera sustentable, armónica y equitativamente.
En resumen, actualmente las algas en Chile se encuentran sub utilizadas y reportan bajos precios a los recolectores/cultivadores (Altamirano, 2009) dado que  sólo abastecen la línea de extracción de  hidrocoloides los que finalmente son incorporados como espesantes en preparaciones alimenticias, productos de farmacia y otros. Como resultado, el negocio de los hidrocoloides tiene restringido el desarrollo y pleno potencial de uso de las propiedades nutricionales documentadas para las algas chilenas.
Finalmente, dado que el cultivo de macroalgas no fue incluida como actividad de actuación estratégica en el documento Estrategia Regional de Innovación-ERI diseñada por el Gobierno Regional de los Lagos para el período 2014-2019, estas iniciativas de diversificación de uso permitirán enmendar el rumbo, aportando alternativas para la resolución de los conflictos que surgieron a raíz de la aparición de fenómenos de marea roja el año 2016 lo que a su vez, también es coherente con la visión planteada en dicho documento de convertir a la región de Los Lagos en una “importante productora de alimentos”.
BIBLIOGRAFIA CITADA
Altamirano, J. 2009. Descripción y análisis de la cadena de valor para la producción de carragenina como un producto derivado de las algas en la región de Los Lagos. Tesina presentada como requisito para optar al Grado de Licenciado en Administración. UACH.
Antequera, 2014. Proyecto: Valor agregado e innovación gastronómica con algas marinas para potenciar el desarrollo productivo de las mujeres en las actividades turísticas, STI Acuícolas, algueros, pescadores artesanales, recolectores y rubros afines y prestaciones a terceros. Progreso Marino  de  Lepihué. Concurso  de proyectos  “Apoyo al  emprendimiento con  enfoque  de  género  a organizaciones de la pesca artesanal, Región los Lagos”. Fondo de Administración Pesquera-FAP. http://www.soychile.cl/Puerto-Montt/Sociedad/2014/03/25/238694/Elaboran-pan-con-algas-en-Maullin.aspx
Antequera, P. y M. Arce. 2010. Certificación de Competencias Laborales. Aporte al ordenamiento en el sector Pesca y Acuicultura: 1ª experiencia Sub sector Pesca Artesanal. Programa SENCE-Chile Califica. Programa de Magister en Enseñanza de las Ciencias. 1er Foro de ensayistas. Universidad del Bío Bío, sede Chillán.
http://paolayelmar.blogspot.cl/2015/11/aporte-al-ordenamiento-competencias.html
Avendaño, P. 2006. La pesca en el Foro Tierra, Territorio y Dignidad. Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca. Porto Alegre, Brasil.
Jara, F., Antequera, P. 1996. Evaluación del impacto de gusanos poliquetos en praderas de algas gracilarias en la marisma de Coihuín. Puerto Montt, Chile. (Convenio UACH-F.N.D.R.).             
Müller, A. 2008. La biodiversidad: un freno a la inseguridad alimentaria mundial. http://www.fao.org/Newsroom/es/news/2008/1000841/index.html
Mundo Acuícola, 2016. Subpesca avanza en consolidar Política Nacional de Algas e impulsar producción acuícola. http://www.mundoacuicola.cl/?/5/62105/subpesca-avanza-en-consolidar-politica-nacional-de-algas-e-impulsar-produccion-acuicola
Olivarí, R.; R. Cerda; O. Paredes. 1994. Factibilidad de cultivo de algas nativas a través de transferencia o adaptación de tecnologías. FIP 94/04. UCV.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. FAO, 2009. “Alimentar la mente para combatir el hambre”. www.fao.org
Ortiz, J. 2011. Composición nutricional y funcional de algas rodofíceas chilenas. Laboratorio de Química y Análisis de Alimentos, Departamento de Ciencia de los Alimentos y Tecnología Química. U. de Chile.
Ortiz, J., E. Uquiche, P. Robert, N. Romero, V. Quitral and C. Llantén. 2008. Functional and nutritional value of the Chilean seaweeds Codium fragile, Gracilaria chilensis and Macrosystis pyrifera. Eur. J. Lipid Sci. Technol.
Quitral, V., C. Morales, M. Sepúlveda y M. Schwartz. 2013. Propiedades nutritivas y saludables de algas marinas y su potencialidad como ingrediente funcional. Rev. Chil. Nutr. Vol. 39, N°4.
Santelices, B. 2012. Importancia económica y ecológica de las macro algas marinas. Facultad de Ciencias Biológicas, PUC. Seminario Fomento al cultivo y repoblamiento de algas. Santiago, Chile.
Subpesca, 2005. Informe Técnico (R. Pesq.) N°46 “Veda biológica para el recurso luga Gigartina skottsbergii en la XII Región.
APROMAR, 2012. La acuicultura marina en España. Extraído el 10 de Mayo de 2015. https://gradocienciasdelmar.files.wordpress.com/2012/09/informe-apromar-2012.pdf
Publicación en revista Aqua:
http://www.aqua.cl/wp-content/uploads/sites/3/2017/04/Alternativa-de-diversificaci%C3%B3n-de-uso-y-auspicioso-escenario-para-las-algas-chilenas.pdfhttp://www.aqua.cl/2017/04/18/destacan-diversificacion-de-uso-de-algas-chilenas/

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