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283Avance y Perspectiva vol. 20 Algas en la “botica” Yolanda Freile Pelegrín ¿Qué es un alga? El uso de las algas marinas como alimento humano y como fertilizante en agricultura data de muchos siglos atrás. Además de eso, las algas han sido explotadas desde hace ya más de un siglo como fuente de coloides que son usados exitosamente y con un amplio espectro de posibilidades como espesantes, gelificantes y estabilizantes en la industria alimentaria. Sin embargo, es desde hace aproximadamente 30 años que las algas marinas han sido reconocidas como fuentes potenciales de sustancias con propiedades farmacológicas1. La mayoría de las fármacos que el hombre usa actualmente tienen su origen en la naturaleza, siendo las plantas terrestres la principal fuente de estos productos. Aunque aproximadamente el 70% de nuestro planeta está cubierto por los océanos, los organismos marinos per- manecen todavía inexplorados como fuentes potenciales de nuevos fármacos y los pocos estudios que se han realizado al respecto han estado enfocados a organismos animales, olvidando a las algas pese a su gran diversidad y abundancia. Sin embargo, dejando la ciencia y la tecnología aparte, algunas civilizaciones han usado algas marinas para curar sus enfermedades desde tiempos ancestrales haciendo uso de sus conocimientos, tradiciones y sobre todo de su sentido común. En los “Ben Cao” o herbarios de diferentes dinastías chinas, se encuentra documentación sobre al- gas con propiedades medicinales. Así, los chinos y los La Dra. Yolanda Freile Pelegrín es investigadora adjunta del Departamento de Recursos del Mar de la Unidad Mérida del Cinvestav. 284 Septiembre-octubre de 2001 japoneses utilizaron las algas marinas para tratar la gota y otros problemas glandulares desde el año 300 a.C. En China, Laminaria japonica era un alga muy popular en- tre la población femenina pues al ser usada en forma de solución viscosa llamada “Haitai” o “Kwanpu” arreglaba los problemas menstruales. En la India, otra especie del mismo género, L. saccharina, era usada contra el bocio y en el Himalaya contra la sífilis. Los romanos usaron al- gas marinas para curar heridas, quemaduras y sarpullido. Los ingleses utilizaban frecuentemente dos algas rojas, Porphyra, para prevenir el escorbuto en los viajes largos, y Chondrus para tratar varios malestares internos. En la cultura maorí, Durvillea, un alga parda de considerables dimensiones y a la que llamaban “rimuroa”, era usada como antídoto para la sarna, enfermedad muy común en la tribu debido probablemente a la estrecha convi- vencia con animales domésticos. La misma tribu usaba como laxante extractos de varias especies de algas pardas (Durvillea y Ecklonia) fermentados con el veneno del arbusto “Tutu”. La historia de estos antecedentes no está hecha al azar y puede quizás proveernos de algunas pistas. Lo que podrían ser conocimientos empíricos y tradicionales se puede traducir en propiedades “curativas” de com- puestos que contienen las algas. No hay que olvidar que las algas marinas son organismos que viven en un hábitat complejo y están sometidos a condiciones a veces extremas (cambios bruscos de salinidad, variación en la irradiación, periodos de emersión por efecto de las mareas, oleaje y predadores) por lo que tienen que saber adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias produciendo metabolitos que pueden ser de gran utilidad para el hombre2 (tabla 1). Pero, ¿qué es un alga? Un alga es una planta fotosintética, no vascular, sin raíces y que tiene estructuras reproductoras simples. Estos organismos marinos constituyen un total de veinticinco a treinta mil especies, con una gran diversidad de formas y tallas, y pueden existir como organismos unicelulares microscópicos (microalgas) y pluricelulares de gran tamaño (macroalgas). Y ahora , una vez hechas las presentaciones pertinentes, ¡vamos a conocer un poco más sobre las algas! TTTTTabla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés. Estrategias de adaptación de las algas Compuestos activos potenciales Lucha contra la deshidratación y regulación del Compuestos osmoreguladores: flujo hídrico (estrés salino, desecación, solutos minerales (Na+ , K+ , Cl-) y orgánicos variaciones térmicas) (polioles, prolina, manosa, sacarosa, floridoside), mucílago Protección contra los efectos de los rayos Filtros naturales, antioxidantes ultravioletas y el estrés oxidativo (carotenoides, polifenoles, tocoferoles), enzimas antiradicales, Cu, Zn, Se Mantenimiento de la integridad de los Mucílago, fibras elásticas, proteinas y polisacáridos tejidos en respuesta al oleaje estructurales (agar, carragenato, alginato) Mantenimiento de la integridad de los tejidos en Metabolitos secundarios halogenados: bromofenoles respuesta a microorganismos predadores 285Avance y Perspectiva vol. 20 Antibióticas, antifúngicas y antivirales En los últimos cincuenta años, los antibióticos han revolucionado la medicina. Sin embargo, han surgido desde entonces nuevos tipos de bacterias y virus resistentes a los antibióticos tradicionales. El problema se agrava debido a que en los últimos veinte años no se han descubierto nuevas sustancias, aunque algunas de ellas hayan sido modificadas para combatir posibles muta- ciones de estos microorganismos como estrategia de resistencia3. ¡Es claro que urge encontrar nuevas fuentes de antibióticos! Recientemente, investigaciones químicas llevadas a cabo sobre algas marinas (micro y macroalgas) han demostrado que estos organismos producen una amplia variedad de metabolitos secundarios biológicamente activos, con estructuras moleculares únicas, no en- contradas en otros organismos4. La actividad inhibitoria de estos compuestos no parece estar limitada a algún grupo de alga en particular. Miembros de los cinco grupos de algas marinas (rodofitas o algas rojas, feofitas o algas pardas, clorofitas o algas verdes, cianofitas o ciano- bacterias, y dinoflagelados) han mostrado ser capaces de inhibir el crecimiento de ciertas bacterias, virus y hongos. Además de ser las responsables de más de la mitad de la actividad fotosintética del mundo al pertenecer al llamado fitoplancton (parte vegetal del plancton marino), las microalgas son frecuentemente objeto de estudio científico y de interés comercial debido principalmente a su gran diversidad taxonómica (cerca de 40,000 especies unicelulares) y bioquímica. Es por esto que las microalgas son el foco de atención de numerosas investigaciones farmacológicas donde sus extractos han sido probados como nuevas sustancias con actividad biológica. Un valor añadido lo da el hecho de que las microalgas son fá- cilmente cultivables, con crecimientos muy rápidos, por lo que proveen una alternativa a la síntesis química para la producción a gran escala de estos compuestos activos. En cuanto a la actividad antibiótica de las microalgas, se pueden nombrar algunos de estos compuestos que ya han sido identificados: ácido acrílico obtenido en la microalga Phaeocystis, ácido λ-linolénico en los extractos metanólicos de S pirulina platensis, Chlorococcum, Dunaliella primolecta, amfidinol 2, hidroxilpolieno en el extracto del dinoflagelado Amphidinium klebsii. Las microalgas, y más especificamente las ciano- bacterias (algas verdiazules), constituyen una importante fuente de compuestos antivirales5. Un estudio reciente de 600 species de cianofitas mostraron que cerca del 10% de los extractos probados tuvieron actividad contra el virus Herpex simplex tipo 2 (VHS-2) y contra el virus de inmunodeficiencia tipo 1 (VIH-1). Entre los compuestos responsables de esta actividad se puede nombrar: a una molécula similar a la clorofila (feofórbido) aislada de Dunaliella primolecta, a un sulfolípidoobtenido de Lyngbya lagerheimii y a una proteína de bajo peso molecular (cianovirín) aislada de Nostoc ellipsosporum. Hace tan solo cuatro años, un grupo de científicos japoneses aisló de Spirulina platensis un polisacárido sulfatado, el calcio- spirulán que presentó actividad contra el VHS-1 y el VIH- 1. La actividad antiviral de esta molécula fue comparada con un sulfatodextrano mostrando una actividad supe- rior. El calcio-spirulán inhibe la replicación del virus creando una perturbación en las interacciones iónicas entre las membranas glicoproteícas del virus y los 286 Septiembre-octubre de 2001 fosfolípidos presentes en las membranas de la célula del huésped, inhibiendo así la fusión celular de ambos. Asimismo, el calcio-spirulán mostró un tiempo de vida media en la sangre de ratón significativamente más largo (150 minutos) que el sulfatodextrano (30 minutos). Los resultados de este estudio son prometedores. El calcio- spirulán presenta todas las características necesarias de un buen antiviral: no estimula la replicación del virus, tiene actividad a bajas concentraciones, posee elevados tiempos de vida media en la sangre y tiene poca actividad anticoagulante. Aunado a esto, la tecnología del cultivo del género Spirulina está totalmente desarrollada, por lo que el abastecimiento de materia prima no presenta problema. Queda sin embargo la puesta a punto de los procedimientos de extracción a nivel industrial de este principio activo. Por otro lado, las algas pluricelulares o macroalgas marinas también presentan actividad farmacológica. Existen en la literatura numerosos estudios basados prin- cipalmente en la evaluación de la actividad de extractos algales de diferentes partes del mundo contra un espectro bastante amplio de bacterias patógenas (Gram + y Gram –), virus y hongos, además de la caracterización química de alguno de los compuestos activos. Algunos trabajos van enfocados a dilucidar el porqué se pueden producir variaciones en dichas actividades en función de efectos estacionales y de la propia biología de la planta6. Un ejemplo de esto último lo tenemos en los trabajos realizados desde 1996 por un grupo de investigadores italo- franceses sobre la variación estacional de la actividad de los extractos de Schizymenia dubyi contra el virus VIH-1. Esta macroalga es una alga roja colectada en las costas de Sicilia y cuya particularidad es la de poseer un elevado TTTTTabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioxidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas. COMPUESTOS FUENTES DE ALGAS Vitamina E (Tocoferol) Ishige okamurae, Fucus spp., Ascophyllum nodosum, Laminaria digitata, Palmaria palmata Astaxantina Haematococcus pluvialis ß -caroteno Dunaliella salina Fucoxantina Hijikia fusiformis, Undaria pinatifida, Sargassum fulvellum Fosfolípidos Fucus spp., Ascophyllum pinatifida, Eisenia bicyclis Clorofila y derivados Enteromorpha sp., Eisenia bicyclis Bromofenoles Eisenia bicyclis, Polysiphonia urceolate Polifenoles Eisenia bicyclis, Chlamydomonas nivalis C-ficocianina Spirulina platensis Vitamina C (ácido ascórbido) Fucus, Ascophyllum nodosum, Chlorella pyrenoidosa Enzima (SOD) Porphyridium cruentum 287Avance y Perspectiva vol. 20 contenido en ácido gulurónico, ácido que no es propio de las algas rojas. Esta alga contiene efectivamente un polisacárido denominado glucorono-galacto-sulfato responsable de la actividad antiviral. Esta actividad disminuye en ciertas épocas del año (otoño-invierno) y llega al máximo de abril a julio, con la correspondiente disminución en el contenido de galactosa y sulfatos en el polisacárido. Antioxidantes “Nuestro cuerpo está constituido por billones de diminutas células hechas de miles de moléculas que contienen electrones que van por parejas. A veces, una molécula tiene un electrón sin pareja, y eso es un radical libre”. Es normal tener radicales libres en el cuerpo. Sin embargo, en condiciones de estrés o por la influencia de factores ambientales como radiaciones UV, contaminación, etc., se puede producir una formación de estos radicales libres por encima de los niveles aceptables. La formación excesiva de estas formas provoca la peroxidación de las membranas lipídicas (particularmente los ácidos grasos poliinsaturados), la degradación de las proteínas, azúcares y del ADN. Los radicales libres están involucrados pues en los procesos de envejecimiento prematuro de la piel y en numerosas patologías como el cáncer de piel o la arterioesclerosis. Los radicales libres, sin embargo, pueden ser neu- tralizados con antioxidantes y éstos se encuentran de forma natural en nuestro cuerpo o entran en él a través de dietas ricas en vegetales. Sin embargo, nuestro estilo de vida actual (estrés medioambiental, malos hábitos en alimen- tación, etc.) puede causar en nuestro cuerpo una defi- ciencia de antioxidantes. Las algas marinas, como organismos fotosintéticos, están expuestos a una combinación de luz y altas con- centraciones de oxígeno, lo cual permite la formación de radicales libres y otros agentes oxidantes. Los elementos del aparato fotosintético son especialmente vulnerables a l daño fo tod inámico ya que los ácidos grasos poliinsaturados son importantes componentes estruc- turales de la membrana de los tilacoides. La ausencia de tales daños en las algas sugiere, y nos lleva a pensar, que las células de estos organismos marinos deben tener mecanismos y compuestos que previenen y protegen de la oxidación. Efectivamente, las algas marinas constituyen una fuente importante de compuestos antioxidantes y de enzimas protectoras que permiten luchar contra las especies reactivas del oxígeno formadas a partir de nuestro metabolismo (tabla 2). Estos sustancias antioxidantes son de naturaleza variada y pueden estar aisladas, como se verá a continuación, a partir de extractos lipídicos y acuosos. Antioxidantes liposolubles (a) Tocoferol o vitamina E. La presencia de tocoferol en los extractos lipídicos del alga verde Fucus spp., y de las algas pardas Ascophyllum nodosum y Ishige okamurae, explican el poder antioxidante encontrado en estas especies. La forma ß del tocoferol ha sido identificada en Palmaria palmata y en Laminaria digitata mientras que las formas, α, δ y γ han sido aisladas en el orden de las fucales. Hay que añadir que la vitamina E, además de la actividad antioxidante, tiene poder antiinflamatorio. 288 Septiembre-octubre de 2001 (b) Carotenoides. Existen dos clases de carotenoides: los carotenos y la familia de las xantofilas, siendo ambos complejas cadenas de hidrocarburos. El a lga roja Laurencia obtusa posee un contenido en carotenos que la hacen una fuente importante de antioxidantes, al igual la microalga verde Dunaliella salina que habita en las salmueras. Esta microalga, en condiciones de alta irradiación y alta temperatura, produce importantes can- tidades de ß -caroteno, pigmento que le da la característica coloración rojiza y que tiene un alto poder antioxidante. Sin embargo, la astaxantina producida por otra mi- croalga, Haematococcus pluvialis, posee una actividad antioxidante diez veces superior a la del ß -caroteno producido por Dunaliella salina. La astaxantina protege contra los efectos de los rayos UV, generación de manchas y cánceres quimioinducidos, además de estimular las respuesta immunitarias, reducir la inflamación gástrica y disminuir las enfermedades coronarias y la arterioes- clerosis. (c) Clorofila y sus derivados. La clorofila a y sus derivados (feofitinas) contenidos en la fracción de los lípidos neutros son capaces de actuar con los radicales peróxidos. La feofitina a y la pirofeofitina a han sido identificados como responsables de la actividad anti- oxidante del alga verde Enteromorpha y del alga parda Eisenia bicyclis, respectivamente. Estos compuestos muestranun efecto sinérgico con la vitamina E. d) Fosfolípidos. El fosfatidil inositol ha sido aislado de la fracción fosfolipídica de las especies Fucus spp, y Ascophyllum nodosum. Otros fosfolípidos como son el fosfatidil etanolamina, colina y serina aislados de Eisenia bicyclis presentaron un efecto antioxidante sinérgico con la vitamina E. Antioxidantes hidrosolubles (a) Polifenoles. Los florotaninos del alga Chlamydomo- nas nivalis y Eisenia byciclis son capaces de bloquear la carcinogénesis producida por la irradiación UV. (b) Las ficobiliproteínas. Las ficobiliproteínas son los principales pigmentos accesorios colectores de la energía lumínica en las algas rojas y las cianobacterias. La razón principal del poder antioxidante reside en la c-ficocianina que presenta una actividad antiinflamatoria y neuropro- tectora. Es por esto que se puede utilizar en enfermedades neurodegenerativas causadas por el estrés oxidativo (Alzheimer, Parkinson), así como para las úlceras gástricas y el cáncer de colon. (c) Vitamina C o ácido ascórbico. Las algas con un mayor contenido en vitamina C son las que pertenecen al orden de las Fucales (Fucus spp., Ascophyllum nodosum). El ácido ascórbico es producido por fermen- tación en la microalga Chlorella pyrenoidosa. (d) Enzimas. La superóxido dismutasa (SOD) cataliza la transformación del radical anión superóxido en agua oxigenada. La SOD de la microalga roja Porphyridium cruentum está siendo estudiada para ayudar en la terapia 289Avance y Perspectiva vol. 20 contra el SIDA por reducir los efectos del virus y la replicación viral en las personas seropositivas. Anticoagulantes Los anticoagulantes son ampliamente usados en ciertas enfermedades tromboembólicas. Previenen la formación y el depósito de trombos, e inhiben la fabricación de la trombina y la protrombina, que son las enzimas responsables de la coagulación. El primer anticoagulante natural fue encontrado por McLean en el hígado y fue bautizado con el nombre de heparina por Howell y Holt en 1918. La heparina ha sido usada ampliamente en medicina y químicamente se define como un polisacárido en el cual los grupos O-sulfato y el N-sulfato forman parte del esqueleto de carbohidratos. Los polisacáridos contenidos en la pared celular de las algas difieren de los de la heparina en que no contienen grupos N-sulfato en su molécula. Sin embargo, una de las características principales de algunos polisacáridos algales es preci- samente el contenido de grupos O-sulfato, característica que no es propia de los polisacáridos de la pared celular de plantas terrestres. Entre estos polisacáridos encontramos el carragenato, polisacárido que se extrae de algunos géneros de algas rojas. El carragenato contiene entre un 22 y 35 % de grupos sulfato. En base a la cantidad de estos grupos y su ubicación dentro de la molécula el carragenato de clasifica en tres tipos: ι ,κ,λ. En 1977, Vargaftig revisó la actividad anticoagulante de todos estos tipos de carragenatos y encontró que el carragenato λ es el que presentaba la mayor actividad antitrómbica, debido probablemente al mayor contenido de sulfatos en su molécula en comparación con los otros dos tipos de carragenato. Similares resultados se obtuvieron en 1984 con el λ-carragenato de las algas Phyllophora brodiaei y Grateloupia dichotoma. 290 Septiembre-octubre de 2001 Otro polisacárido que ha mostrado actividad anticoagulante es el fucoidán o fucano, propio de las algas pardas, formado por L-fucosa monosulfato. Algunos autores fraccionaron el fucoidán con etanol a varias concentraciones y obtuvieron siete fracciones, las cuales mostraron una actividad anticoagulante correspondiente a un 60 y 80 % de la actividad de la heparina en la sangre humana. Durvillaea antarctica es un alga parda intermareal que habita en las costas chilenas y es de es- pecial importancia pues es explotada comercialmente como fuente de alginato, goma usada como aditivo alimenticio. Además de eso, esta especie posee impor- tantes cantidades de polisacáridos sulfatados por lo que ha sido seleccionada para probar la actividad anti- coagulante. La hidrólisis tota l del polisacárido de Durvillaea antarctica mostró una estructura heterogénea donde el pincipal azúcar mayoritario es la fucosa y donde las proporciones fueron: 55.8% de carbohidratos, 23.5% de sulfatos, 4.22% de ácidos urónicos y 0.14% de proteínas. Por otro lado, estudios muy recientes llevados a cabo en el Instituto Francés de Investigación y Explotación del Mar (IFREMER) han mostrado al alga parda Ascophyllum nodosum como una especie prometedora para combatir la trombosis. Nuevamente, el fucano es el agente activo. Menos atención han recibido las algas verdes en cuanto a sus propiedades anticoagulantes. Sin embargo, existe en la literatura un trabajo reciente sobre la inhibición de los mecanismos de coagulación de los polisacáridos sulfatados y de un proteoglicano encontrados en el alga verde Codium fragile. Este proteoglicano contiene un 8.6% de proteína y un 18.4% de sulfatos. Los otros dos polisacáridos obtenidos por cromatografía contienen repectivamente 7.7 y 10.2% de grupos sulfato. En este trabajo se muestra que los polisacáridos inhiben la acción de la trombina y que esta inhibición es directamente proporcional al peso molecular y al contenido de sulfatos del polisacárido. Por otro lado, el proteoglicano inhibe la trombina de forma indirecta, activando otra enzima inhibitoria de la trombina. Aunque los autores del trabajo muestran las propiedades anticoagulantes de esta especie precisan, por razones que no son mencionadas, que es improbable que estas moléculas sean el objeto de un desarrollo industrial, pero que pueden ser herramientas muy valiosas en el estudio de los mecanismos de coagulación, no completamente dilucidados hasta la fecha. Como se ha visto, las algas marinas se presentan como fuentes alternativas, directa o indirectamente, de compuestos con propiedades anticoagulantes y anti- trombósicas, con propiedades comparables con la actividad de la heparina, pero sin el riesgo de posibles alergias debidas a contaminación en la fase de aisla- miento, como suele suceder con los anticoagulantes de origen animal. 291Avance y Perspectiva vol. 20 Otros usos terapéuticos Las propiedades mencionadas anteriormente (antibac- teriana y antiviral, antioxidante y anticoagulante) no constituyen las únicas aportaciones a nuestra salud que nos proporcionan las algas marinas. Un gran número de especies, como por ejemplo las algas verdes Enteromorpha compressa y Ulva pertusa, las algas pardas Sargassum muticum, Fucus gardneri y las algas rojas Chondrus y Porphyra, contienen esteroides (ergoesterol, chondriosterol, fucoseterol, etc.) que poseen actividad hipocolestero- lémica. Esta misma actividad se encuentra en algunos polisacáridos algales (alginato de sodio, fucoidán y carragenato) que son capaces de disminuir el colesterol en la sangre debido a que son polisacáridos acidificados que actúan como fibra dietética. Otras especies han mostrado tener actividad hipoglicémica, como es el caso del alga Corallina rubens, cuyo extractos disminuyeron el contenido de azúcar desde 110 a 85 mg en un tiempo de 120 minutos, comparado con la actividad de la insulina cuya disminución fue desde 100 a 75 mg en el mismo tiempo. Sería muy largo, y quizás aburrido, hacer una revisión de todas las especies algales que poseen algún compuesto activo con propiedad farmacológica. Sin embargo, y en el afán de dar una información actualizada, podemos nombrar las noticias de última hora sobre los avances, tanto de investigación como de industrialización, que se están llevando a cabo sobre el uso de las algas en medicina7. Como ejemplos podemos nombrar que algunos extractos del alga parda Padina pavonica están siendo utilizados para tratar enfermedades de los huesos por su elevada capacidad para fijar el calcio en los tejidos biológicos. El alginato de sodio, a su vez (transformado en alginato de calcio in situ), es usado para evitarla adherencia entre tejidos después de una intervención quirúrgica. El material formado es biocompatible y se degrada con el tiempo, sin necesidad de una intervención quirúrgica para eliminarlo. La última invención para combatir carencias de iodo es un parche cutáneo impregnado con un extracto algal rico en este elemento, el cual es liberado gradualmente. En cuanto a los avances en la lucha contra el cáncer, un lípido identificado como curacín-A y extraído de la cianobacteria Lyngbya majuscula, ha mostrado tener actividad anticancerosa. Por otro lado, el clerosterol, un esteroide oxigenado extraído del alga verde Codium sp por un solvente orgánico, ha mostrado tener actividad contra el cáncer de pulmón, faringe y cólon con mejores resultados que los obtenidos con otros esteroides usados. Estado de las investigaciones en México Como se ha visto, las investigaciones científicas y el desarrollo tecnológico sobre el uso farmacológico de las algas en el mundo van en ascenso. No sólo se identifican especies algales con propiedades farmacológicas, sino que se tienen caracterizados una gran cantidad de compuestos, que inclusive se pueden llegar a sintetizar en el laboratorio. Aunque México se caracteriza por tener una amplia zona costera, la investigación en este campo es apenas incipiente y los estudios en este sentido son muy escasos. La costa mexicana es rica en diversos tipos de hábitats con diferentes tipos de interacciones biológicas. Las zo- nas tropicales, por ejemplo, se caracterizan por tener alta herbivoría por parte de peces e invertebrados, así como condiciones cambiantes en el clima (alta pluviosidad, irradiaciones solares elevadas, huracanes, etc). Como todo organismo vivo, las algas marinas responden de manera diferente a la acción de predadores, a cambios que se producen en su propio ambiente (factores abióticos) y a cambios propios de su biología (factores bióticos). Estas respuestas están relacionadas tanto con la variación en la producción de metabolitos como con cambios en su estructura química. Las latitudes tropicales se convierten así en zonas de gran interés por parte de los ficólogos. En el laboratorio de Ficoquímica Marina de la Unidad Mérida del Cinvestav se están llevando a cabo investigaciones sobre la actividad antibiótica de algunas macroalgas marinas (5 rojas, 2 pardas y 8 verdes) colectadas en la costa de Yucatán. Hasta ahora se tienen evaluadas 6 especies, de las cuales los extractos lipídicos y etanólicos de dos especies del género Caulerpa, C. ashmeadii y C. prolifera, han mostrado tener actividad contra bacterias Gram + (Micrococcus luteus y Bacillus subtillis para la primera especie, y Streptococcus feacalis y también Ba- cillus subtillis para la segunda). Caulerpa es un alga verde tropical que crece en forma abundante y de la que se han aislado dos importantes compuestos: caulerpín (C 24 H 18 N 2 O 4 ) y caulerpecina (C 48 H 87 O 2 N)8. Estos compuestos probablemente sean los responsables de esta actividad antibiótica. 292 Septiembre-octubre de 2001 Estas especies nos muestran así resultados promete- dores que sirven de base para futuras investigaciones encaminadas tanto a la detección como al aislamiento de sustancias con actividad antibiótica. Asimismo, el estudio del papel que juega la producción de estos metabolitos en el ambiente marino, ayudará sin duda a dilucidar sus mecanismos de acción y su especificidad. ¡Todavía nos quedan muchas preguntas que resolver y muchas especies de algas a quienes preguntar...! Notas 1. V. J. Chapman y D. J Chapman. Seaweed and Their Uses. Chapman y Hall eds. (Londres, EC4P4EE, 1980) p. 327. 2. D. Pesando, en Introduction to Applied Phycology, I. Akatsuka ed. (Holanda, SPB Academic Publishing, 1990) p. 671 3. J. Burgess, E. Jordan, M. Bregu, A. Mearns-Spragg y K. Boyd, J. Biotechnology 70, 27 (1999). 4. M. Carlucci, L. A. Scolaro y E. B. Damonte, Chemo- therapy 45, 429 (1999). 5. W. Borowitzka, en Chemicals from Microalgae, Z. Cohen ed. (Taylor y Francis Ltd., 1999). 6. V. Vlachos, A. T. Critchley y A. von Holy, Botanica Marina 42, 165 (1999). 7. Revista ALGORYTHME (Centre d’Étude et de Valorisation des Algues, CEVA eds.) números: 36, 37, 38, 43, 49. 8. K. D. Meyer y V. J. Paul, Mar. Ecol. Prog. Ser. 82 , 249 (1992).
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