Logo Studenta

Algas_en_la_botica

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

283Avance y Perspectiva vol. 20
Algas en
la “botica”
Yolanda Freile Pelegrín ¿Qué es un alga?
El uso de las algas marinas como alimento humano y
como fertilizante en agricultura data de muchos siglos
atrás. Además de eso, las algas han sido explotadas desde
hace ya más de un siglo como fuente de coloides que son
usados exitosamente y con un amplio espectro de
posibilidades como espesantes, gelificantes y estabilizantes
en la industria alimentaria. Sin embargo, es desde hace
aproximadamente 30 años que las algas marinas han
sido reconocidas como fuentes potenciales de sustancias
con propiedades farmacológicas1.
La mayoría de las fármacos que el hombre usa
actualmente tienen su origen en la naturaleza, siendo las
plantas terrestres la principal fuente de estos productos.
Aunque aproximadamente el 70% de nuestro planeta está
cubierto por los océanos, los organismos marinos per-
manecen todavía inexplorados como fuentes potenciales
de nuevos fármacos y los pocos estudios que se han
realizado al respecto han estado enfocados a organismos
animales, olvidando a las algas pese a su gran diversidad
y abundancia.
Sin embargo, dejando la ciencia y la tecnología aparte,
algunas civilizaciones han usado algas marinas para curar
sus enfermedades desde tiempos ancestrales haciendo uso
de sus conocimientos, tradiciones y sobre todo de su
sentido común. En los “Ben Cao” o herbarios de diferentes
dinastías chinas, se encuentra documentación sobre al-
gas con propiedades medicinales. Así, los chinos y los
La Dra. Yolanda Freile Pelegrín es investigadora adjunta del
Departamento de Recursos del Mar de la Unidad Mérida del Cinvestav.
284 Septiembre-octubre de 2001
japoneses utilizaron las algas marinas para tratar la gota
y otros problemas glandulares desde el año 300 a.C. En
China, Laminaria japonica era un alga muy popular en-
tre la población femenina pues al ser usada en forma de
solución viscosa llamada “Haitai” o “Kwanpu” arreglaba
los problemas menstruales. En la India, otra especie del
mismo género, L. saccharina, era usada contra el bocio y
en el Himalaya contra la sífilis. Los romanos usaron al-
gas marinas para curar heridas, quemaduras y sarpullido.
Los ingleses utilizaban frecuentemente dos algas rojas,
Porphyra, para prevenir el escorbuto en los viajes largos,
y Chondrus para tratar varios malestares internos. En la
cultura maorí, Durvillea, un alga parda de considerables
dimensiones y a la que llamaban “rimuroa”, era usada
como antídoto para la sarna, enfermedad muy común
en la tribu debido probablemente a la estrecha convi-
vencia con animales domésticos. La misma tribu usaba
como laxante extractos de varias especies de algas pardas
(Durvillea y Ecklonia) fermentados con el veneno del
arbusto “Tutu”.
La historia de estos antecedentes no está hecha al
azar y puede quizás proveernos de algunas pistas. Lo
que podrían ser conocimientos empíricos y tradicionales
se puede traducir en propiedades “curativas” de com-
puestos que contienen las algas. No hay que olvidar que
las algas marinas son organismos que viven en un hábitat
complejo y están sometidos a condiciones a veces extremas
(cambios bruscos de salinidad, variación en la irradiación,
periodos de emersión por efecto de las mareas, oleaje y
predadores) por lo que tienen que saber adaptarse
rápidamente a las nuevas circunstancias produciendo
metabolitos que pueden ser de gran utilidad para el
hombre2 (tabla 1). Pero, ¿qué es un alga? Un alga es una
planta fotosintética, no vascular, sin raíces y que tiene
estructuras reproductoras simples. Estos organismos
marinos constituyen un total de veinticinco a treinta mil
especies, con una gran diversidad de formas y tallas, y
pueden existir como organismos unicelulares microscópicos
(microalgas) y pluricelulares de gran tamaño (macroalgas).
Y ahora , una vez hechas las presentaciones
pertinentes, ¡vamos a conocer un poco más sobre las
algas!
TTTTTabla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.abla 1. Estrategias de adaptación de las algas a si tuaciones de estrés.
Estrategias de adaptación de las algas Compuestos activos potenciales
Lucha contra la deshidratación y regulación del Compuestos osmoreguladores:
flujo hídrico (estrés salino, desecación, solutos minerales (Na+ , K+ , Cl-) y orgánicos
variaciones térmicas) (polioles, prolina, manosa, sacarosa,
floridoside), mucílago
Protección contra los efectos de los rayos Filtros naturales, antioxidantes
ultravioletas y el estrés oxidativo (carotenoides, polifenoles, tocoferoles),
enzimas antiradicales, Cu, Zn, Se
Mantenimiento de la integridad de los Mucílago, fibras elásticas, proteinas y polisacáridos
tejidos en respuesta al oleaje estructurales (agar, carragenato, alginato)
Mantenimiento de la integridad de los tejidos en Metabolitos secundarios halogenados: bromofenoles
respuesta a microorganismos predadores
285Avance y Perspectiva vol. 20
Antibióticas, antifúngicas y
antivirales
En los últimos cincuenta años, los antibióticos han
revolucionado la medicina. Sin embargo, han surgido
desde entonces nuevos tipos de bacterias y virus resistentes
a los antibióticos tradicionales. El problema se agrava
debido a que en los últimos veinte años no se han
descubierto nuevas sustancias, aunque algunas de ellas
hayan sido modificadas para combatir posibles muta-
ciones de estos microorganismos como estrategia de
resistencia3. ¡Es claro que urge encontrar nuevas fuentes
de antibióticos!
Recientemente, investigaciones químicas llevadas a
cabo sobre algas marinas (micro y macroalgas) han
demostrado que estos organismos producen una amplia
variedad de metabolitos secundarios biológicamente
activos, con estructuras moleculares únicas, no en-
contradas en otros organismos4. La actividad inhibitoria
de estos compuestos no parece estar limitada a algún
grupo de alga en particular. Miembros de los cinco grupos
de algas marinas (rodofitas o algas rojas, feofitas o algas
pardas, clorofitas o algas verdes, cianofitas o ciano-
bacterias, y dinoflagelados) han mostrado ser capaces
de inhibir el crecimiento de ciertas bacterias, virus y hongos.
Además de ser las responsables de más de la mitad
de la actividad fotosintética del mundo al pertenecer al
llamado fitoplancton (parte vegetal del plancton marino),
las microalgas son frecuentemente objeto de estudio
científico y de interés comercial debido principalmente a
su gran diversidad taxonómica (cerca de 40,000 especies
unicelulares) y bioquímica. Es por esto que las microalgas
son el foco de atención de numerosas investigaciones
farmacológicas donde sus extractos han sido probados
como nuevas sustancias con actividad biológica. Un valor
añadido lo da el hecho de que las microalgas son fá-
cilmente cultivables, con crecimientos muy rápidos, por
lo que proveen una alternativa a la síntesis química para
la producción a gran escala de estos compuestos activos.
En cuanto a la actividad antibiótica de las microalgas,
se pueden nombrar algunos de estos compuestos que ya
han sido identificados: ácido acrílico obtenido en la
microalga Phaeocystis, ácido λ-linolénico en los extractos
metanólicos de S pirulina platensis, Chlorococcum,
Dunaliella primolecta, amfidinol 2, hidroxilpolieno en el
extracto del dinoflagelado Amphidinium klebsii.
Las microalgas, y más especificamente las ciano-
bacterias (algas verdiazules), constituyen una importante
fuente de compuestos antivirales5. Un estudio reciente de
600 species de cianofitas mostraron que cerca del 10%
de los extractos probados tuvieron actividad contra el
virus Herpex simplex tipo 2 (VHS-2) y contra el virus de
inmunodeficiencia tipo 1 (VIH-1). Entre los compuestos
responsables de esta actividad se puede nombrar: a una
molécula similar a la clorofila (feofórbido) aislada de
Dunaliella primolecta, a un sulfolípidoobtenido de Lyngbya
lagerheimii y a una proteína de bajo peso molecular
(cianovirín) aislada de Nostoc ellipsosporum. Hace tan
solo cuatro años, un grupo de científicos japoneses aisló
de Spirulina platensis un polisacárido sulfatado, el calcio-
spirulán que presentó actividad contra el VHS-1 y el VIH-
1. La actividad antiviral de esta molécula fue comparada
con un sulfatodextrano mostrando una actividad supe-
rior. El calcio-spirulán inhibe la replicación del virus
creando una perturbación en las interacciones iónicas
entre las membranas glicoproteícas del virus y los
286 Septiembre-octubre de 2001
fosfolípidos presentes en las membranas de la célula del
huésped, inhibiendo así la fusión celular de ambos.
Asimismo, el calcio-spirulán mostró un tiempo de vida
media en la sangre de ratón significativamente más largo
(150 minutos) que el sulfatodextrano (30 minutos). Los
resultados de este estudio son prometedores. El calcio-
spirulán presenta todas las características necesarias de
un buen antiviral: no estimula la replicación del virus,
tiene actividad a bajas concentraciones, posee elevados
tiempos de vida media en la sangre y tiene poca actividad
anticoagulante. Aunado a esto, la tecnología del cultivo
del género Spirulina está totalmente desarrollada, por lo
que el abastecimiento de materia prima no presenta
problema. Queda sin embargo la puesta a punto de los
procedimientos de extracción a nivel industrial de este
principio activo.
Por otro lado, las algas pluricelulares o macroalgas
marinas también presentan actividad farmacológica.
Existen en la literatura numerosos estudios basados prin-
cipalmente en la evaluación de la actividad de extractos
algales de diferentes partes del mundo contra un espectro
bastante amplio de bacterias patógenas (Gram + y
Gram –), virus y hongos, además de la caracterización
química de alguno de los compuestos activos. Algunos
trabajos van enfocados a dilucidar el porqué se pueden
producir variaciones en dichas actividades en función de
efectos estacionales y de la propia biología de la planta6.
Un ejemplo de esto último lo tenemos en los trabajos
realizados desde 1996 por un grupo de investigadores italo-
franceses sobre la variación estacional de la actividad de
los extractos de Schizymenia dubyi contra el virus VIH-1.
Esta macroalga es una alga roja colectada en las costas
de Sicilia y cuya particularidad es la de poseer un elevado
TTTTTabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioabla 2. Compuestos antioxidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas.xidantes en diversas especies de algas.
COMPUESTOS FUENTES DE ALGAS
Vitamina E (Tocoferol) Ishige okamurae, Fucus spp., Ascophyllum nodosum, Laminaria
digitata, Palmaria palmata
Astaxantina Haematococcus pluvialis
ß -caroteno Dunaliella salina
Fucoxantina Hijikia fusiformis, Undaria pinatifida, Sargassum fulvellum
Fosfolípidos Fucus spp., Ascophyllum pinatifida, Eisenia bicyclis
Clorofila y derivados Enteromorpha sp., Eisenia bicyclis
Bromofenoles Eisenia bicyclis, Polysiphonia urceolate
Polifenoles Eisenia bicyclis, Chlamydomonas nivalis
C-ficocianina Spirulina platensis
Vitamina C (ácido ascórbido) Fucus, Ascophyllum nodosum, Chlorella pyrenoidosa
Enzima (SOD) Porphyridium cruentum
287Avance y Perspectiva vol. 20
contenido en ácido gulurónico, ácido que no es propio de
las algas rojas. Esta alga contiene efectivamente un
polisacárido denominado glucorono-galacto-sulfato
responsable de la actividad antiviral. Esta actividad
disminuye en ciertas épocas del año (otoño-invierno) y
llega al máximo de abril a julio, con la correspondiente
disminución en el contenido de galactosa y sulfatos en el
polisacárido.
Antioxidantes
“Nuestro cuerpo está constituido por billones de diminutas
células hechas de miles de moléculas que contienen
electrones que van por parejas. A veces, una molécula
tiene un electrón sin pareja, y eso es un radical libre”. Es
normal tener radicales libres en el cuerpo. Sin embargo,
en condiciones de estrés o por la influencia de factores
ambientales como radiaciones UV, contaminación, etc.,
se puede producir una formación de estos radicales libres
por encima de los niveles aceptables. La formación
excesiva de estas formas provoca la peroxidación de las
membranas lipídicas (particularmente los ácidos grasos
poliinsaturados), la degradación de las proteínas, azúcares
y del ADN. Los radicales libres están involucrados pues
en los procesos de envejecimiento prematuro de la piel y
en numerosas patologías como el cáncer de piel o la
arterioesclerosis.
Los radicales libres, sin embargo, pueden ser neu-
tralizados con antioxidantes y éstos se encuentran de forma
natural en nuestro cuerpo o entran en él a través de dietas
ricas en vegetales. Sin embargo, nuestro estilo de vida
actual (estrés medioambiental, malos hábitos en alimen-
tación, etc.) puede causar en nuestro cuerpo una defi-
ciencia de antioxidantes.
Las algas marinas, como organismos fotosintéticos,
están expuestos a una combinación de luz y altas con-
centraciones de oxígeno, lo cual permite la formación de
radicales libres y otros agentes oxidantes. Los elementos
del aparato fotosintético son especialmente vulnerables
a l daño fo tod inámico ya que los ácidos grasos
poliinsaturados son importantes componentes estruc-
turales de la membrana de los tilacoides. La ausencia de
tales daños en las algas sugiere, y nos lleva a pensar, que
las células de estos organismos marinos deben tener
mecanismos y compuestos que previenen y protegen de
la oxidación. Efectivamente, las algas marinas constituyen
una fuente importante de compuestos antioxidantes y de
enzimas protectoras que permiten luchar contra las
especies reactivas del oxígeno formadas a partir de nuestro
metabolismo (tabla 2). Estos sustancias antioxidantes son
de naturaleza variada y pueden estar aisladas, como se
verá a continuación, a partir de extractos lipídicos y
acuosos.
Antioxidantes liposolubles
(a) Tocoferol o vitamina E. La presencia de tocoferol en
los extractos lipídicos del alga verde Fucus spp., y de las
algas pardas Ascophyllum nodosum y Ishige okamurae,
explican el poder antioxidante encontrado en estas
especies. La forma ß del tocoferol ha sido identificada
en Palmaria palmata y en Laminaria digitata mientras que
las formas, α, δ y γ han sido aisladas en el orden de las
fucales. Hay que añadir que la vitamina E, además de la
actividad antioxidante, tiene poder antiinflamatorio.
288 Septiembre-octubre de 2001
(b) Carotenoides. Existen dos clases de carotenoides:
los carotenos y la familia de las xantofilas, siendo ambos
complejas cadenas de hidrocarburos. El a lga roja
Laurencia obtusa posee un contenido en carotenos que
la hacen una fuente importante de antioxidantes, al igual
la microalga verde Dunaliella salina que habita en las
salmueras. Esta microalga, en condiciones de alta
irradiación y alta temperatura, produce importantes can-
tidades de ß -caroteno, pigmento que le da la característica
coloración rojiza y que tiene un alto poder antioxidante.
Sin embargo, la astaxantina producida por otra mi-
croalga, Haematococcus pluvialis, posee una actividad
antioxidante diez veces superior a la del ß -caroteno
producido por Dunaliella salina. La astaxantina protege
contra los efectos de los rayos UV, generación de manchas
y cánceres quimioinducidos, además de estimular las
respuesta immunitarias, reducir la inflamación gástrica y
disminuir las enfermedades coronarias y la arterioes-
clerosis.
(c) Clorofila y sus derivados. La clorofila a y sus
derivados (feofitinas) contenidos en la fracción de los
lípidos neutros son capaces de actuar con los radicales
peróxidos. La feofitina a y la pirofeofitina a han sido
identificados como responsables de la actividad anti-
oxidante del alga verde Enteromorpha y del alga parda
Eisenia bicyclis, respectivamente. Estos compuestos
muestranun efecto sinérgico con la vitamina E.
d) Fosfolípidos. El fosfatidil inositol ha sido aislado de
la fracción fosfolipídica de las especies Fucus spp, y
Ascophyllum nodosum. Otros fosfolípidos como son el
fosfatidil etanolamina, colina y serina aislados de Eisenia
bicyclis presentaron un efecto antioxidante sinérgico con
la vitamina E.
Antioxidantes hidrosolubles
(a) Polifenoles. Los florotaninos del alga Chlamydomo-
nas nivalis y Eisenia byciclis son capaces de bloquear la
carcinogénesis producida por la irradiación UV.
(b) Las ficobiliproteínas. Las ficobiliproteínas son los
principales pigmentos accesorios colectores de la energía
lumínica en las algas rojas y las cianobacterias. La razón
principal del poder antioxidante reside en la c-ficocianina
que presenta una actividad antiinflamatoria y neuropro-
tectora. Es por esto que se puede utilizar en enfermedades
neurodegenerativas causadas por el estrés oxidativo
(Alzheimer, Parkinson), así como para las úlceras gástricas
y el cáncer de colon.
(c) Vitamina C o ácido ascórbico. Las algas con un
mayor contenido en vitamina C son las que pertenecen
al orden de las Fucales (Fucus spp., Ascophyllum
nodosum). El ácido ascórbico es producido por fermen-
tación en la microalga Chlorella pyrenoidosa.
(d) Enzimas. La superóxido dismutasa (SOD) cataliza
la transformación del radical anión superóxido en agua
oxigenada. La SOD de la microalga roja Porphyridium
cruentum está siendo estudiada para ayudar en la terapia
289Avance y Perspectiva vol. 20
contra el SIDA por reducir los efectos del virus y la
replicación viral en las personas seropositivas.
Anticoagulantes
Los anticoagulantes son ampliamente usados en ciertas
enfermedades tromboembólicas. Previenen la formación
y el depósito de trombos, e inhiben la fabricación de la
trombina y la protrombina, que son las enzimas
responsables de la coagulación. El primer anticoagulante
natural fue encontrado por McLean en el hígado y fue
bautizado con el nombre de heparina por Howell y Holt
en 1918. La heparina ha sido usada ampliamente en
medicina y químicamente se define como un polisacárido
en el cual los grupos O-sulfato y el N-sulfato forman parte
del esqueleto de carbohidratos. Los polisacáridos
contenidos en la pared celular de las algas difieren de los
de la heparina en que no contienen grupos N-sulfato en
su molécula. Sin embargo, una de las características
principales de algunos polisacáridos algales es preci-
samente el contenido de grupos O-sulfato, característica
que no es propia de los polisacáridos de la pared celular
de plantas terrestres.
Entre estos polisacáridos encontramos el carragenato,
polisacárido que se extrae de algunos géneros de algas
rojas. El carragenato contiene entre un 22 y 35 % de
grupos sulfato. En base a la cantidad de estos grupos y
su ubicación dentro de la molécula el carragenato de
clasifica en tres tipos: ι ,κ,λ. En 1977, Vargaftig revisó la
actividad anticoagulante de todos estos tipos de
carragenatos y encontró que el carragenato λ es el que
presentaba la mayor actividad antitrómbica, debido
probablemente al mayor contenido de sulfatos en su
molécula en comparación con los otros dos tipos de
carragenato. Similares resultados se obtuvieron en 1984
con el λ-carragenato de las algas Phyllophora brodiaei y
Grateloupia dichotoma.
290 Septiembre-octubre de 2001
Otro polisacárido que ha mostrado actividad
anticoagulante es el fucoidán o fucano, propio de las
algas pardas, formado por L-fucosa monosulfato. Algunos
autores fraccionaron el fucoidán con etanol a varias
concentraciones y obtuvieron siete fracciones, las cuales
mostraron una actividad anticoagulante correspondiente
a un 60 y 80 % de la actividad de la heparina en la
sangre humana. Durvillaea antarctica es un alga parda
intermareal que habita en las costas chilenas y es de es-
pecial importancia pues es explotada comercialmente
como fuente de alginato, goma usada como aditivo
alimenticio. Además de eso, esta especie posee impor-
tantes cantidades de polisacáridos sulfatados por lo que
ha sido seleccionada para probar la actividad anti-
coagulante. La hidrólisis tota l del polisacárido de
Durvillaea antarctica mostró una estructura heterogénea
donde el pincipal azúcar mayoritario es la fucosa y donde
las proporciones fueron: 55.8% de carbohidratos, 23.5%
de sulfatos, 4.22% de ácidos urónicos y 0.14% de
proteínas. Por otro lado, estudios muy recientes llevados
a cabo en el Instituto Francés de Investigación y
Explotación del Mar (IFREMER) han mostrado al alga
parda Ascophyllum nodosum como una especie
prometedora para combatir la trombosis. Nuevamente,
el fucano es el agente activo.
Menos atención han recibido las algas verdes en
cuanto a sus propiedades anticoagulantes. Sin embargo,
existe en la literatura un trabajo reciente sobre la inhibición
de los mecanismos de coagulación de los polisacáridos
sulfatados y de un proteoglicano encontrados en el alga
verde Codium fragile. Este proteoglicano contiene un 8.6%
de proteína y un 18.4% de sulfatos. Los otros dos
polisacáridos obtenidos por cromatografía contienen
repectivamente 7.7 y 10.2% de grupos sulfato. En este
trabajo se muestra que los polisacáridos inhiben la acción
de la trombina y que esta inhibición es directamente
proporcional al peso molecular y al contenido de sulfatos
del polisacárido. Por otro lado, el proteoglicano inhibe la
trombina de forma indirecta, activando otra enzima
inhibitoria de la trombina. Aunque los autores del trabajo
muestran las propiedades anticoagulantes de esta especie
precisan, por razones que no son mencionadas, que es
improbable que estas moléculas sean el objeto de un
desarrollo industrial, pero que pueden ser herramientas
muy valiosas en el estudio de los mecanismos de
coagulación, no completamente dilucidados hasta la
fecha. Como se ha visto, las algas marinas se presentan
como fuentes alternativas, directa o indirectamente, de
compuestos con propiedades anticoagulantes y anti-
trombósicas, con propiedades comparables con la
actividad de la heparina, pero sin el riesgo de posibles
alergias debidas a contaminación en la fase de aisla-
miento, como suele suceder con los anticoagulantes de
origen animal.
291Avance y Perspectiva vol. 20
Otros usos terapéuticos
Las propiedades mencionadas anteriormente (antibac-
teriana y antiviral, antioxidante y anticoagulante) no
constituyen las únicas aportaciones a nuestra salud que
nos proporcionan las algas marinas. Un gran número de
especies, como por ejemplo las algas verdes Enteromorpha
compressa y Ulva pertusa, las algas pardas Sargassum
muticum, Fucus gardneri y las algas rojas Chondrus y
Porphyra, contienen esteroides (ergoesterol, chondriosterol,
fucoseterol, etc.) que poseen actividad hipocolestero-
lémica. Esta misma actividad se encuentra en algunos
polisacáridos algales (alginato de sodio, fucoidán y
carragenato) que son capaces de disminuir el colesterol
en la sangre debido a que son polisacáridos acidificados
que actúan como fibra dietética. Otras especies han
mostrado tener actividad hipoglicémica, como es el caso
del alga Corallina rubens, cuyo extractos disminuyeron el
contenido de azúcar desde 110 a 85 mg en un tiempo de
120 minutos, comparado con la actividad de la insulina
cuya disminución fue desde 100 a 75 mg en el mismo
tiempo.
Sería muy largo, y quizás aburrido, hacer una revisión
de todas las especies algales que poseen algún compuesto
activo con propiedad farmacológica. Sin embargo, y en
el afán de dar una información actualizada, podemos
nombrar las noticias de última hora sobre los avances,
tanto de investigación como de industrialización, que se
están llevando a cabo sobre el uso de las algas en
medicina7. Como ejemplos podemos nombrar que algunos
extractos del alga parda Padina pavonica están siendo
utilizados para tratar enfermedades de los huesos por su
elevada capacidad para fijar el calcio en los tejidos
biológicos. El alginato de sodio, a su vez (transformado
en alginato de calcio in situ), es usado para evitarla
adherencia entre tejidos después de una intervención
quirúrgica. El material formado es biocompatible y se
degrada con el tiempo, sin necesidad de una intervención
quirúrgica para eliminarlo. La última invención para
combatir carencias de iodo es un parche cutáneo
impregnado con un extracto algal rico en este elemento,
el cual es liberado gradualmente. En cuanto a los avances
en la lucha contra el cáncer, un lípido identificado como
curacín-A y extraído de la cianobacteria Lyngbya
majuscula, ha mostrado tener actividad anticancerosa.
Por otro lado, el clerosterol, un esteroide oxigenado extraído
del alga verde Codium sp por un solvente orgánico, ha
mostrado tener actividad contra el cáncer de pulmón,
faringe y cólon con mejores resultados que los obtenidos
con otros esteroides usados.
Estado de las investigaciones
en México
Como se ha visto, las investigaciones científicas y el
desarrollo tecnológico sobre el uso farmacológico de las
algas en el mundo van en ascenso. No sólo se identifican
especies algales con propiedades farmacológicas, sino que
se tienen caracterizados una gran cantidad de compuestos,
que inclusive se pueden llegar a sintetizar en el laboratorio.
Aunque México se caracteriza por tener una amplia
zona costera, la investigación en este campo es apenas
incipiente y los estudios en este sentido son muy escasos.
La costa mexicana es rica en diversos tipos de hábitats
con diferentes tipos de interacciones biológicas. Las zo-
nas tropicales, por ejemplo, se caracterizan por tener alta
herbivoría por parte de peces e invertebrados, así como
condiciones cambiantes en el clima (alta pluviosidad,
irradiaciones solares elevadas, huracanes, etc). Como todo
organismo vivo, las algas marinas responden de manera
diferente a la acción de predadores, a cambios que se
producen en su propio ambiente (factores abióticos) y a
cambios propios de su biología (factores bióticos). Estas
respuestas están relacionadas tanto con la variación en
la producción de metabolitos como con cambios en su
estructura química. Las latitudes tropicales se convierten
así en zonas de gran interés por parte de los ficólogos. En
el laboratorio de Ficoquímica Marina de la Unidad Mérida
del Cinvestav se están llevando a cabo investigaciones
sobre la actividad antibiótica de algunas macroalgas
marinas (5 rojas, 2 pardas y 8 verdes) colectadas en la
costa de Yucatán. Hasta ahora se tienen evaluadas 6
especies, de las cuales los extractos lipídicos y etanólicos
de dos especies del género Caulerpa, C. ashmeadii y C.
prolifera, han mostrado tener actividad contra bacterias
Gram + (Micrococcus luteus y Bacillus subtillis para la
primera especie, y Streptococcus feacalis y también Ba-
cillus subtillis para la segunda). Caulerpa es un alga verde
tropical que crece en forma abundante y de la que se
han aislado dos importantes compuestos: caulerpín
(C
24
H
18
N
2
O
4
) y caulerpecina (C
48
H
87
O
2
N)8. Estos
compuestos probablemente sean los responsables de esta
actividad antibiótica.
292 Septiembre-octubre de 2001
 Estas especies nos muestran así resultados promete-
dores que sirven de base para futuras investigaciones
encaminadas tanto a la detección como al aislamiento
de sustancias con actividad antibiótica. Asimismo, el
estudio del papel que juega la producción de estos
metabolitos en el ambiente marino, ayudará sin duda a
dilucidar sus mecanismos de acción y su especificidad.
¡Todavía nos quedan muchas preguntas que resolver y
muchas especies de algas a quienes preguntar...!
Notas
1. V. J. Chapman y D. J Chapman. Seaweed and Their
Uses. Chapman y Hall eds. (Londres, EC4P4EE, 1980)
p. 327.
2. D. Pesando, en Introduction to Applied Phycology, I.
Akatsuka ed. (Holanda, SPB Academic Publishing, 1990)
p. 671
3. J. Burgess, E. Jordan, M. Bregu, A. Mearns-Spragg y
K. Boyd, J. Biotechnology 70, 27 (1999).
4. M. Carlucci, L. A. Scolaro y E. B. Damonte, Chemo-
therapy 45, 429 (1999).
5. W. Borowitzka, en Chemicals from Microalgae, Z.
Cohen ed. (Taylor y Francis Ltd., 1999).
6. V. Vlachos, A. T. Critchley y A. von Holy, Botanica
Marina 42, 165 (1999).
7. Revista ALGORYTHME (Centre d’Étude et de
Valorisation des Algues, CEVA eds.) números: 36, 37,
38, 43, 49.
8. K. D. Meyer y V. J. Paul, Mar. Ecol. Prog. Ser. 82 ,
249 (1992).

Continuar navegando