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Levenberg 31 de agosto teorico desgrabado doc

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HISTORIA DE LOS MEDIOS – CÁTEDRA LEVENBERG
2º CUATRIMESTRE 2011
TEÓRICO Nº 2 Fecha: 30/8/11
Docente: Julio Moyano
1.16´
Hola, buenas noches.
En estas primeras clases, hemos estado recorriendo un lapso histórico muy largo desde la Edad
Moderna, y hemos pasado de la época que Chartier, denomina como “La primera revolución del libro”,
la invención de la imprenta. La época en la cual, la lectura comienza un proceso de expansión a fines
del medioevo. Primero en lo letrado, en las recientes creadas universidades, y luego, lo que implicó la
Reforma Protestante, esto como punto de partida. Y, estamos llegando ahora, a la finalización de todo
este período histórico donde nos encontramos ya, con las principales potencias europeas, no sólo
consolidadas como Estados nacionales: Gran Bretaña, Francia, Holanda, Suiza … Digo, Estados
nacionales como configuración de un espacio único de presencia de la autoridad estatal, y cierto
patrón de cultura compartida. Uds. saben ya, que Europa tienen Estados Modernos, que son
supranacionales, con realidades linguísticas diferentes pero en general hacia el siglo XVIII y en las
primeras décadas del siglo XIX, todo el tiempo histórico del Estado absolutista de la Europa occidental
comienza a morir y lo que termina de pasar en Holanda y Gran Bretaña, termina pasando en Francia,
Bélgica de un modo particular pero también sucede en Europa central, Alemania, Italia.
Entonces, esta realidad de fin de época en la cual, ya no solamente continúa su destino el capitalismo,
que viene desarrollándose muy fuertemente desde el siglo XVI sino que el aparato estatal, ya va a
tener la forma, las prácticas, la identidad política y cultural de la burguesía que predomina, en todo
este movimiento del mundo plebeyo contra la aristocracia.
Respecto de Habermas, Uds. trabajaron la conformación de la esfera pública y cómo esa esfera pública
es inescindible de la sociedad civil, en la conformación de las ciudades, a medida que el
capitalismo iba avanzando, necesita un requisito indispensable, una vez que comienza a desarrollarse,
la presencia no sólo de ámbitos urbanos de reunión, sino los periódicos.
Hay un fragmentito del texto de Habermas que ilustra con esto, y entra en el segundo módulo y que
va de las páginas 93 a la 109 y que sigue en la misma línea del texto anterior que veníamos trabajando
pero hace hincapié en los casos modélicos de revolución burguesa en Europa occidental, el caso
británico y el francés, con una notable diferencia que en el caso británico, las tensiones entre
aristocracia y burguesía, son reales y fuertemente conflictivas, y hasta atraviesan dos momentos de
guerra civil, pero son tensiones que no concluyen con el aniquilamiento de la nobleza como clase
dominante, sino como una larga transición “amigable” mientras que en Francia, el capitalismo, avanza
casi al mismo ritmo que Gran Bretaña, pero el aparato estatal queda fuertemente atrasado, no sólo en
el monopolio por la aristocracia, sino en el enorme costo fiscal que tiene mantener una aristocracia
parasitaria en ese mundo versallesco que Uds. han visto en películas en numerosas oportunidades.
Entonces, cuando nosotros nos imaginamos fines del siglo XVIII, principios del siglo XIX estamos en un
momento en que el Estado moderno parlamentario se va a convertir en la forma generalizada de
organización de los Estados capitalistas de Europa occidental.
En alguna clase anterior, habíamos recordado que apenas se forman estos Estados, como su orden de
legitimidad, ya no se basan en el sistema de la aristocracia, que detentaban el poder al monarca por
derecho divino; estos Estados que aún conservan sus monarcas y una parte del aparato aristocrático,
remiten la autoridad última a un pacto constitucional, y éste invariablemente contiene en sus
declaraciones dogmáticas, es decir, sus reglas claramente constitutivas de esos textos el conjunto de
reivindicaciones que se ha ido desarrollando en la esfera pública. Empezando porque el Estado debe
defender la esfera pública, no sólo que no debe suprimirla ni dañarla, sino que debe cuidarla y, darle el
mayor espacio posible, con todos los derechos del individuo. Libre de desplazamiento, libre para
contratar, libre de reunión, libre para expresarse, libertad de prensa, pero también limitando el alcance
de poder del Estado, no poder juzgar, si no es por ley, basada y publicada con anterioridad al momento
de la sanción. Se obliga a hacer públicos todos los actos del gobierno, salvo pocas excepciones y este
gobierno constitucional, empieza a caracterizar Europa sobre todo a partir de la década de 1830 y Uds.
recuerdan que la Revolución Francesa es una ola gigantesca que barrió los últimos estadios feudales
presentes en Europa occidental pero que pagó el costo de la derrota napoleónica de 1814 y que son
los quince años de la llamada Restauración, el último intento
por retomar el Estado absolutista pero esto se cae, prácticamente todo en simultáneo en Europa
occidental en las revoluciones de 1830.
Y, a partir de 1830, más allá de las diferencias de un país a otro, Europa está de lleno en el capitalismo
industrial, y en forma de Estado-parlamentario. Es un momento de oro para la expansión
capitalista, es un momento increíble de creación de sociedades anónimas, de innovaciones
tecnológicas, las estadísticas son increíbles como momento de productividad en la alineación de
mercado mundial.
Entonces, vamos a analizar un poquito las continuidades y las diferencias, con la época anterior. Si
venimos de una época en la cual, el capitalismo de manufactura, el llamado capitalismo mercantil, y la
comercialización que se da con ello, en Europa crea las condiciones para la configuración de la esfera
pública y permite que en países donde triunfan las revoluciones burguesas como Holanda y Gran
Bretaña, surjan los primeros periódicos modernos; un ámbito de circulación bastante libre de distintos
tipos de textos, libros, folletos, panfletos, hojas sueltas, diarios, revistas. Y, cuando decimos diarios, por
ejemplo en la Gran Bretaña de siglo XVIII, ya estamos diciendo no, del nombre genérico para todo
periódico sino hablamos de diario, propiamente dicho, de una publicación que sale todos los días,
porque hay mercado para eso, hay lectores, y porque hay una organización de la producción
manufacturera que ya toca al mundo de las empresas, ya hay gente trabajando en imprentas y talleres
de imprenta donde ya hay 10 personas coordinando trabajo entre sí. Este fenómeno que se empieza a
desplegar claramente en la Gran Bretaña de fines de siglo XVII – XVIII se va a ampliar al conjunto de
Europa occidental.
En Francia, se empieza a notar esto con la Revolución pero contando los retrocesos de la Restauración,
por eso contando de 1830 en adelante. Va a ser impactante, cómo de golpe una vez resuelta, este
conflicto político, con esta nueva forma de Estado, toda Europa occidental se va a llenar de periódicos
muy prósperos económicamente en manos de propietarios privados y, van a cumplir una función
política muy decisiva con los partidos y el Parlamento pero a diferencia de la época del absolutismo,
los periódicos son fundados y dirigidos por protagonistas de la sociedad civil no, del Estado.
Y, van a tener tanta prosperidad que pronto, va a aparecer un fenómeno nuevo que antes no existía
con la prensa periódica y es que son una fuente de negocio gigantesca.
En la época, inmediatamente anterior o posterior a la Revolución Burguesa británica, por ejemplo, es
cierto que los periódicos eran hechos por gente de la burguesía y suponía obtener una ganancia con
ellos, pero la función del periódico era cumplir las necesidades políticas, de los grupos de afinidad,
propios de la esfera pública, con lo cual no era raro que los lectores pagasen los periódicos a precios
bastante significativos.
Entonces, les decía que un periódico del siglo XVIII era una mirada empresaria pero a diferencia a lo
que en este momento podría ser considerado como lagran industria, la función principal era política y
no era raro, que los miembros del club político o aún los lectores, subsidiaran el funcionamiento de
este periódico pagando costos o aportes especiales, porque su función principal era justamente la
política.
Cuando nos metamos de lleno sobre los defectos de la Revolución Industrial sobre la prensa vamos a
ver que este rol político va a entrar en tensión con los lectores, y el rol de la empresa a la que se le
pide que optimice los niveles de ganancia y realmente, la utilización de la prensa va a llevar a eso, a
una escala tan gigantesca que incluso, en el último cuarto del siglo XIX va a poner en crisis la propia
función política de estos medios.
Entonces, pensemos un poco este siglo XIX, acelerado en comparación con las etapas anteriores.
Por un lado, tenemos una esfera pública burguesa, una publicidad burguesa altamente afectada ya, en
la élite de los países europeos, la aristocracia está en rápido retroceso y, la burguesía y los demás
sectores sociales de las castas plebeyas de la población en vez de organizarse por lazos directos de
sangre, se agrupan por afinidades linguales, netamente política en el sentido moderno de la expresión,
a través de mecanismos más o menos imperfectos de representación pero ya, basados en la opinión
pública y el acto de tipo electoral.
Frente a eso, los periódicos tienen un proceso, fuertemente expansivo.
Recuerdan que en una clase anterior, les mencionaba París, un diario estatal y un par de revistas de
grupos ilustrados quincenales a la fundación de cuatrocientos diarios, sólo en París en el año 1792,
¿no? Es decir, que el estallido del modo de organización social propio del absolutismo a manos de una
forma mucho más impersonal y abierta como el sistema parlamentario, produce el mismo estallido en
la prensa. Esa expansión en la calidad del periódico sólo se va a ver limitada, en primer lugar por la
lógica del capitalismo. Es decir, la competencia va a lograr que la cantidad de oferentes se reduzca y, en
segundo lugar, las tierras van a dar la excusa incluso los nuevos Estados parlamentarios para mantener
cierto nivel de censura que potencia cada vez más, la concentración.
Entonces, por ejemplo en París en 1811 de aquéllos cuatrocientos diarios de 1792, nos encontramos
con cuatro grandes diarios y, una decena de periódicos más chiquitos, y rápidamente
estabiliza una cantidad pero no se vuelve totalmente para atrás en esa lógica del absolutismo que sólo
era imaginable una empresa o dos, del Estado o una gaceta sin ninguna otra posibilidad.
Con el otro profesor, estuvieron hablando de la Revolución Industrial, ¿no es cierto? Por lo tanto,
empezaron desde mediados del siglo XVIII, las primeras fábricas ligadas a la producción de carbón y
esto, condensa el uso de la máquina de vapor, luego aparecen algunos rubros de punta.
Recuerden el caso de Gran Bretaña con la industria textil, durante el último cuarto de siglo XVIII. Y, esto
continúa a lo largo del siglo XIX.
¿Cuándo empieza a producirse un impacto de esta revolución industrial en el plano de las
comunicaciones? Para dar ejemplos, la necesidad de publicar más, producto de la expansión de la
lectura, lleva a la industria a pensar en la baja de costos. Sólo por dar un ejemplo, prácticamente toda
la basura, el desecho que tira el algodón, la industria textil es absorbido por la industria del papel y
esto, baja los costos de un modo considerable igual estamos lejísimo de la industria de papel a base de
madera pero esto, permite bajar los costos.
A medida que avanzamos en el siglo XIX, los lugares más dinámicos del capitalismo, comienzan a tener
periódicos más grandes en sus contenidos, con mayor acceso geográfico, con mayor calidad de
editores, con mayores intereses, incluso a utilizar las ganancias. Es decir, más lectores, más ganancias,
¿no? Complementariamente, los avisos pagos, todavía no eran tan importantes pero ya empezaban a
tener vigencia.
¿Cuál es el país industrializado más avanzado de este momento, principios del siglo XIX? Inglaterra, ¿no
es cierto?
Entonces, el hombre en el “Times” de 1814 incorpora la máquina a vapor para el mejor
funcionamiento de la empresa.
Fíjense que cuando uno quiere dar cuenta de cambios en las prácticas culturales, se ve en la dificultad
de por dónde empezar y generalmente no hay una relación causa-efecto entre una dimensión político
económica de las mentalidades o lo que fuera, sino fenómenos complejos que van configurando
modos de vivir de los distintos actores sociales de su tiempo. Entonces, por ejemplo ¿son las
corrientes favorables a la alfabetización del siglo XVIII que vienen bregando por la alfabetización
masiva, Gran Bretaña, las que producen como efecto un mejoramiento de la mano de obra que
estimula la industria? Probablemente, sí. ¿Es la industria la que frente a la demanda pide mayor mano
de obra alfabetizada? Probablemente, también.
Alfabetización, gente que sepa leer y escribir y que fundamentalmente tenga el manejo de las
operaciones básicas y hasta de disciplina. Y, así nuestra propia escuela primaria con “huellas” de
enseñarnos de que en cierto momento entramos al aula, con los mismos conocimientos, todos al
mismo tiempo, ¿no? Y que tiene que ver con la invención de la escuela moderna, justamente en Gran
Bretaña, en este momento.
Uds. ¿recuerdan en la historia general, cuáles son los ejes importantes en Gran Bretaña? Díganme,
algunas ciudades.
Manchester, Birmingham, Lancaster…
No, casualmente, la escuela que empieza a hacer la transición hacia lo que hoy, conocemos como
escuela primaria, se llaman escuelas “lancastereanas” que resuelve con un método experimental la
escasez de maestros, entonces, los alumnos a medida que van creciendo en la gradación empiezan a
tomar funciones docentes.
Todo este fenómeno toma cuerpo con la fuerza que da la Revolución Industrial que aumenta
enormemente la productividad de trabajo, y por lo tanto, libera mucha fuerza productiva hacia otras
tareas, no ligadas a la producción directa y, libera algo que aún, hoy no tiene palabras que es “tiempo
libre”.
Cuando Uds. vieron en los prácticos el texto de Flichy, el primero de Flichy, vieron cómo todavía a pesar
de que Europa occidental de conjunto, está pasando del capitalismo mercantil, al industrial, las
realidades estatales son diferentes y esto, produce algunos fenómenos distintos por décadas como es
el caso, de la cercanía del Estado absolutista en Francia, todavía y los distintos modos en los que se
adopta el telégrafo, sistema completo y nuevo de comunicación que en Gran Bretaña no muestra
ninguna dificultad, ya que el capital privado se hace cargo del esfuerzo de ese medio.
Piensen por ejemplo, que cuando se crean las primeras máquinas a vapor se decide la enorme
capacidad de fuerza que tienen las máquinas para transformar la historia humana y, una unidad de
medida clásica, es el caballo de fuerza y, no es casual, el caballo es la medida clásica en la economía de
Occidente. Normalmente, son muy pocos los artefactos que pueden obtener caballos de fuerza sin
tener que poner caballos de carne y hueso, como mecanismos hidráulicos. En general, el
desplazamiento terrestre, el objeto supone que si yo quiero cuatro caballos de fuerza, necesito cuatro
caballos.
La máquina de vapor, no sólo muestra que puede reproducir esto, sino que lo reemplazar en una
escala inventable, un artefacto que requiere poco esfuerzo de producción y de pronto, termina
produciendo veinticuatro, treinta y seis caballos de fuerza, de modo continuo y sólo alimentándolo con
calor.
Fíjense, cómo todavía Gran Bretaña a cien años de su revolución parlamentaria y burguesa tiene
algunos tips que provienen del régimen anterior, por ejemplo, en el transporte, como suele pasar
cuando se incorporan técnicas nuevas se intenta reemplazar las prácticas existentes así como cuando
Gutenberg desarrolló su imprenta, más bien no pensó que estaba cambiando la relación entre libroy
sociedad, sino más bien que pensó que lo que antes se ofrecía a mano, ahora, se ofrecía en una
versión más rápida y eficiente.
Los que empezaron a pensar en la máquina a vapor en el transporte, los primeros vehículos a vapor
que circulaban por Gran Bretaña, y más allá de las dificultades técnicas pues imagínense una máquina
a vapor teniéndose que desplazarse entre adoquines y piedras del sistema de transporte de ese
tiempo, era bastante viable pero con qué chocó con las licencias exclusivas que tenían las empresas de
carruajes con el Estado y, uno podía imaginarse que la lógica del capital debía prevalecer y un sistema
más fuerte de maquinaria debería imponerse pero no fue así. Es decir, el mejor contacto político de las
corporaciones vinculadas a los carruajes aplastó a los inventores de estos carros autómatas, si se
quiere decir.
Pero, fíjense cómo es una época transicional, en la época del Absolutismo, si yo quería desprestigiar a
alguien y tenía un contacto en el poder, ¿qué hacía? Simplemente por calumnia e injurias, en menos
de lo que cantaba un gallo, se sabía. Ahora, en esta época no es tan fácil, porque los actos de autoridad
están mediados por el Parlamento, entonces quienes intentaban mantener ciertos privilegios, tenían
que apelar a algunas prácticas típicas, modernas y burguesas, desprestigiando a través de la prensa,
diciendo que estas máquinas eran ineficientes y que destruían las calles y demás.
Efectivamente, estas máquinas hasta 1804-1805 prácticamente dejan de funcionar.
El Estado dice, sí pueden funcionar, pero no pueden hacerlo a no más de 5 km por hora, con una
persona tirando una sortija, adelante y otra, atrás y otra con bocina, adelante y atrás, imagínense, el
efecto económico.
Ahora, justamente porque estamos en una época de transición, buscan una solución y encuentran una
solución alternativa que todos conocemos – dejemos de luchar para ser dos porque vamos perdiendo
autorización para tripular, hagamos un trato para comprar licencias privadas y concluir en el famoso
camión de hierro que además tiene una solución técnica brillante que permite el transporte de
mercadería.
Entonces, cuando Flichy habla de que se consiguió una disposición capitalista, ya no se habla de un
Estado que sólo tendrá problemas de privilegio, habiendo ya pasado más de trescientos años – con
esto quiero decir, que la red telegráfica eléctrica e inalámbrica, encuentra un blanco perfecto que sabe
muy bien lo que es invertir grandes volúmenes de capital muchísimo antes de ver reflejada la
ganancia. Imagínense, cuánto hay que trabajar a pérdida para ser completa las líneas férreas antes de
ser un verdadero servicio de transporte.
Y, las líneas telegráficas se van a tender en paralelo, a las férreas. Una sirve a la otra.
El telégrafo sirve para evitar accidentes, para marcar horarios.
Estos fenómenos se van acrecentando a medida que avanzamos en las primeras décadas del siglo XIX
pero, a partir de 1830, esto es un boom gigantesco porque el Estado, en las principales potencias
capitalistas, es un Estado parlamentario, burgués, en sentido clásico.
Esta segunda parte de Habermas que pusimos en el segundo módulo, cuando habla de posguerra,
Habermas tira datos muy simbólicos, como la Revolución del ´88 y del ´25, mismo año en que el
Parlamento elimina la “censura” y crea el Banco de Inglaterra. Marco pensado para estimular la
cantidad de negocios, el surgimiento de sociedades anónimas y para dejar actividades de negocios en
el mundo entero.
Esto, imagínenselo, elevado a la enésima potencia, cuando todos los Estados de la Europa occidental,
están “cortados por la misma tijera.”
Cuando Habermas, menciona la revolución de julio, está hablando de eso.
Alumno: Esos Estados parlamentarios, ¿cómo estaban compuestos y qué roles tenían con la monarquía
u otros representantes?
Más allá de las variaciones de un país a otro, qué tienen en común – que en principio, puede acceder
cualquiera, cualquiera que a comparación de hoy, todavía era limitado (voto censitario), tenían
capacidad legislativa, por ejemplo, Gran Bretaña que hizo su revolución muy temprana, respecto del
resto, tenía sistema bicameral, donde una de las dos cámaras, está formada especialmente en su
mayoría por la nobleza. En ese momento, vitalicio.
Hacia fines del siglo XVIII, la burguesía británica le sacará poder, pero piensen que los últimos “lores
hereditarios”, de esta cámara, todavía viven hoy.
Hay, otros casos, como España, cuya condición de monarquía parlamentaria se terminó de consolidar
en 1987. Hay, casos como el de Francia, por el delirio de la opulencia de la aristocracia, y, convulsión
social, hace que en el transcurso del gobierno, hace desaparecer la nobleza, en su conjunto. Hay, gente
francesa que muestra ser descendiente de ciertos nobles.
Hay, casos en que la transición parlamentaria-burguesa ha sido tan amigable entre nobles y burgueses,
por estancamiento de plebeyos y sobre todo, por la conversión capitalista de ciertos nobles que
favoreció una relación simbiótica y moderna.
Pero, en todos los casos, lo más importante es la naturaleza del Estado, el monarca ya no es – como
diría Habermas – quien representa el poder soberano, sino que es alguien que está ahí, porque yo,
como ciudadano, decido en la constitución.
Recuerden que la Revolución Francesa, en su primera etapa, el monarca aceptaba una constitución
dentro de un Parlamento, no había aún República. La República estalla, cuando el Rey conspira contra
el espíritu de la revolución.
Estos parlamentos, son parte de la naturaleza de los nuevos Estados; electivos, renovables. Y, es en
este contexto de la década de 1830, donde acontecen fenómenos que son una locura, a comparación
con lo visto, en décadas anteriores, y no se imaginaban cuán rápido, iban a acontecer sucesos en
décadas posteriores. Estamos frente a grandes transformaciones sociales.
Esta década es muy fuerte y por qué. Porque, por un lado, la Revolución Industrial, entra en su mejor
momento, toda la manufactura del capitalismo mercantil ha pasado a ser industrializado. Casi, no hay
talleres que ya no hayan incorporado las máquinas a vapor, y las nuevas prácticas de producción. Hay,
gran productividad en los gremios mecánicos, los relojeros, y aplican estos conocimientos al
maquinismo industrial.
Además, en la década de 1830, la máquina de vapor, se incorpora masivamente al transporte, y, como
si fuera poco, la producción capitalista, tendrá un impacto tremendo en la circulación de la mercancía.
Y, recuerden, cuántas veces, el capital se reproduce, cuando entra en circuito – es decir, el consumo y
si yo hago la productividad más rápido, el capital entonces, se reproduce.
Además, se incorpora a gran escala, la aeronavegación. Entonces, en esta década, apenas países en
formación, que son totalmente periféricos, se encuentran con que llegan los barcos que les demandan
gran cantidad de materias primas y se acrecienta la reproducción burguesa y crece de manera
considerable la venta indivisa.
Fíjense en Hosbawn que es un tipo al que han leído en Historia y que es muy cuidadoso al utilizar
términos, le pone “La era del capital”. Él, sobre todo la denomina así, a partir de 1848 a 1875 pero
arranca un poquito antes que del ´30.
Y, en la etapa anterior a la era del capital, como se podrán imaginar, le pone “La era de la revolución”,
en medio de la revolución política, el Estado parlamentario afrontaba la Revolución Industrial.
Entonces, en este contexto, en pocas décadas, sobre todo en Francia y en países de formación
reciente, ha pasado de publicar, teniendo bastantes problemas con la edición de 800 ejemplares, por
decir algo, a publicar aproximadamente 5000 ejemplares.
La gente cuando incorpora maquinaria, da respuesta a problemas de impresión, y la producción es
exitosa.
En esta década, la década siguiente se van a programar máquinas que por ejemplo, tiren 15000
ejemplares, entonces, el tema es que si la tecnología responde, creapúblico.
Y, ¿dónde está el público en 1830-1840?
Nosotros, acá venimos hablando del texto de Barbier, cómo un público lector, está formando todo un
mercado.
En Gran Bretaña, sucede un poco antes, y, recuerden que este país, tenía el peso adicional de una
cultura religiosa que tendía a impulsar a la lectura como un mandato moral. Por lo tanto, esto
perneaba capas sociales muy por debajo de la élite. Esto hablaba de papeles impresos muy baratos
que no tienen acceso al libro, por ejemplo, pero que se interesa por la lectura.
Los vendedores de libros muy baratos, venden libros muy pequeñitos sin encuadernar, o incluso, miren
cuánta pobreza material hay, también se venden por entrega, por editores.
Hay familias que no tienen los recursos para comprarse un folleto sin encuadernar, de papel rústico,
entonces, lo compran en cuatro entregas mensuales, por ejemplo.
En Gran Bretaña, la cultura va a sufrir un peso substancial más que en Alemania, todavía. En Alemania,
como Uds. saben, hay una relación con la lectura más abierta que en el sur, que es la que queda atada
a la Reforma.
Pero, Gran Bretaña que tiene fenómenos muy fuertes hacia el siglo XVII-XVIII y tiene que ver con la
conformación de EE.UU, impulsa la lectura en sectores culturales, a su vez con la organización social y
demás.
Pero, Francia, tampoco se queda atrás y a mediados del siglo XVIII, se empieza a notar el efecto de la
información de un público lector, bastante más amplio que la reducida élite letrada preexistente y
tiene que ver con la idea de que los libros son más baratos ampliando la oferta para que la gente
pueda armar sus bibliotecas, no como una elección de temáticas propias, sino por el orden de la
colección.
Como se podrán imaginar, en una época en la cual, los diferentes emprendimientos capitalistas que
permean toda la sociedad, no pasa mucho tiempo hasta que algún propietario de periódico, empieza a
ver que no sólo se venden periódicos, sino también que se pueden vender libros, folletos.
Hay muchas maneras de hacer esto, por ejemplo, la hoja tamaño sábana, y adentro del pliego, le doy
el folleto.
Esto empieza, como se podrán imaginar, primeramente en Inglaterra.
Pero, para que estas búsquedas empiecen a tener resultado, la sociedad debe pensar en el
capitalismo, no, con la lógica medieval. Todavía, esta lógica no existe en la mentalidad de la gente.
Entonces, estas hojitas, que primero se ven mucho en Gran Bretaña y, más adelante en Francia y otros
países, van a venir en números de hojitas sueltas, o también, impreso como parte del periódico.
La forma más típica, era el periódico en forma de hoja sábana, cuyas columnas eran información –
pasan 200 años para que haya un nuevo diseño de página – y, muy abajo, el título de un libro, con
parte de la obra que continuaba en la próxima edición. Montones de bibliotecas se han formado así.
Gran parte del siglo XVIII británico, está atravesado por esta lógica. Lo más correcto, sería que adentro
del periódico, viniese una hoja suelta con los capítulos de la obra, ¿no es cierto?
Y, en los países periféricos, como la Argentina hay una práctica que perdura hasta la década del ´80-´90
y aún, después cuando en la época industrial los libros se empiezan a abaratar, de todos modos, la
costumbre queda y, se venden novelas baratas con el mismo formato, hasta avanzado el 1900.
La práctica recién desaparece con la radio.
En Francia, esto es un adaptado y en plena revolución industrial, hablamos de la década 1830, se usa
de manera masiva, tan masiva como Inglaterra.
Prácticamente todos los países de Europa, hasta los más atrasados como Rusia, adoptan la misma
práctica. Por un lado, es visto como un servicio a la sociedad y, por otro, como una fuente de negocio.
En Francia, estos materiales – ya que se usaba la práctica de la hojita suelta. Y, qué se publicaba en
estos materiales sueltos.
Novelas.
Claro. Al principio, no tanto la novela. Porque en la Gran Bretaña del siglo XVIII, se publicaba cosas
como partituras del himno, material ensayístico, obra de orden moral con el fin de llegar a los sectores
populares.
La Biblia. La Biblia, era el único material que se publicaba con algún tipo de subsidio o donaciones,
debido a la Reforma. Y, era el único libro que circulaba a escala satelital pero está bueno lo que decís
porque era bueno pensar que la filosofía cristiana a través de la Biblia, llegara a todo el universo.
Acá, estamos en el siglo XVIII, ¿qué más puede haber circulando?
Además de éstos, circulan materiales que se van ampliando a temas más variados pero que siempre
tienen que ver con el aprendizaje, con la difusión de medios culturales.
A medida que avance el siglo XVIII, lo que en realidad circula más masivamente en los periódicos en
Gran Bretaña son las hojas sueltas y, en Francia lo que más circula es “La Biblioteca Azul”, textos
también de orden moral, religioso, cultural, histórico.
Pero, efectivamente en el siglo XVIII, la esfera pública burguesa que viene desarrollando un nuevo
mundo político que conformará decisiones de Estado y que por otro lado, en ámbitos públicos y
literarios, se vienen conformando lugares de debate político empiezan a surgir espacios que antes no
existían. Y, así surgen géneros como narraciones y ficciones por autores individuales donde no,
necesariamente hacía falta explicitar un objetivo moral o religioso.
“Gargantúa y Pantagruel” es un caso paradigmático, pues es uno de los primeros textos que se anticipa
a la crítica; texto pensado para criticar al poder, aprovechando uno de los pocos lugares, desde dónde
esto, se podía hacer.
Pero, en el siglo XVIII ya empiezan a aparecer las primeras formas de novela moderna.
Gente que para divertirse, consume novelas de terror o gente que consume ensayos de Roussau.
Éste escribió una novela que para la época era bastante novedosa y la escribió en formato de carta.
Así, se involucra con la subjetividad e interactúa con el lector, en cuestiones que tienen que ver con el
amor, con la moral pero que no es un texto escrito como subsidiario de una novela moral.
Cuando empiezan a aparecer estas novelas, poco después existen pagas y esto hace que haya sectores
más vastos. Y, la publicación en los periódicos también crece.
¿Qué novelas muy viejas, ya son propias del mundo burgués?
El compañero señala “Hamlet” y está muy bien. Pero, hablamos del género teatro.
“Pamela”, muy bien pero vayamos más atrás.
¿Cuál es el ideal del burgués británico de comienzos de siglo XVIII?
Vos, marcás el sujeto clásico norteamericano de silgo XIX – nos adelantamos un poco.
Gulliver - Ahí, está.
Los viajes de Gulliver de Swift, habla del ideal del burgués que es capaz de meterse en los lugares más
extraños del universo, portarse bien y no dañar al otro y, salir ileso.
El otro caso, es Allan Poe que junto con Johnathan Swift son grandes escritores y grandes periodistas
de esta época, de comienzos de siglo XVIII.
Entonces, como verán en estos espacios va creciendo la posibilidad de leer libros.
Ahora, ¿qué sucede cuando los periódicos en la década de 1830 se encuentran con que tienen una
unidad de negocio mucho más grande?
Empiezan a buscar libros que llamen más la atención, pues cuánto más lectores tengan más grande
será el negocio.
Por si fuera poco, la industria cambia las relaciones del mercado. Piensen que cuando produzco
insumos industriales, el costo es fijo y es muy alto. Entonces, cuando hay costos fijos muy altos, no
tengo más remedio que asegurarme en un mínimo, una gran cantidad y para eso, necesito un mercado
muy grande.
Y, ¿cómo hago para llegar a un mercado lector amplio? Si todavía, no gané confianza, no me conocen.
Antes, los fabricantes por ejemplo conocían a sus clientes, los bienes eran vendidos en cantidades
específicas, a granel. La leche, la manteca, por ejemplo, se vendían en estas condiciones.
Todo este proceso entra en crisis, cuando los costos exigen una mayor velocidad de producción a
grandes mercados, y el rol de los diariosera ése: acostumbrar a gente muy lejana al reconocimiento de
dos cosas, la confiabilidad de la marca original y convencerlo de que consuma.
Muchos productos eran consumidos por cierta gente y el resto, no.
En 1902-1905, los grandes diarios argentinos, tenían mucha publicidad. Había que convencer al
mercado, le toma menos tiempo pagarlo que hacerlo. Entonces, comienza a haber un enorme
mercado de avisos publicitarios, es en esta década que el paradigma comercial de la prensa cambia. Es
decir, ya no proviene la mayor ganancia de los subscriptores, sino ahora, las ganancias provienen de
cobrar los avisos. Y, para cobrar esos avisos, necesito garantizar al mercado, múltiples lectores.
Muchos dueños de periódicos de varios países al mismo tiempo, se juegan por este modelo para
sumar el número de lectores debido al mayor ingreso de avisos.
En Francia, el dueño del Diario La Prensa de París no, casualmente en 1836-1837, una de las
novedades es implementar este cambio y en el lapso de un año, se pasa de 3000 a 66000 ejemplares
por día.
Esta rueda que se retroalimenta, viene cada vez mejor. Con semejantes ingresos, les permite comprar
maquinarias más caras, de punta.
En la década de 1840, se inventan las primeras rotativas, es decir, una máquina de imprimir, que
elimina todo el trabajo humano, de colocar la tinta, el papel, subir y bajar la prensa. Esta máquina saca
a gran velocidad, el papel y lo corta. Entonces, pasamos de las impresiones mecánicas, a máquinas que
pueden tirarnos 125.000 pliegos por hora.
A partir de 1840, se dan grandes transformaciones y se patenta la producción del papel a base de
madera, celulosa que permite reducir el costo.
Pero, había muchísimo más que en la dinamia del algodón del siglo XVIII.
Hoy, para nosotros, el papel representa un capital y uno, lo va a comprar a la industria.
Entonces, imagínense a los lectores en esta década y además, el papel del Estado que después bregará
por derechos como libertad de prensa, libertad de expresión.
Alumna: ¿el único método para regular las ventas era bajar los precios o además, el mismo periódico
contaba con publicidades propias?
Por ahora, el mecanismo era bajar los precios.
Como curiosidad, Bagley, un norteamericano que viene a la Argentina a vender Hesperidina, es el
primero que hace campañas publicitarias en el país y hablamos de 1871.
Estamos en un momento de transformación que requiere más lectores, pone más información,
aumenta el tamaño del pliego y lo lleva a ocho páginas pero para alcanzar un público más amplio, se
implementará el folletín.
El libro, preexiste a este género.
La pregunta, ahora es: ¿cómo hago ahora, algo más interesante?
Estamos en esta década, en 1830 se estaba pensando el formato. En esta época, podemos citar a las
obras de Balzac, Dumas (padre), en Rusia por ejemplo, los cuentos de Tolstoi, en Gran Bretaña, Dickens
quien es el que marca la transición de escribir el libro y después publicarlo a escribirlo, pensarlo y en
paralelo, ir publicándolo.
Todo esto, en la década del ´30 y en 1840 empiezan a aparecer los genios del folletín y tienen mucha
influencia sobre América Latina, Dumas, Balzac, Eugenio Sue, uno de los primeros en este fenómeno
de masas que escribe en 1842, temas como el deseo, el sufrimiento en la gente pobre, “Los misterios
de París”
Y, esto produce un boom.
Y, poco tiempo después, esto hace crecer tanto a la industria que se quedan sin escritores, es decir
gastan todos los recursos humanos de los que disponen en la comunidad que entonces, los contratan
por anticipado.
En vez de pagar a uno, ahora, se paga a diez y aparece esta lógica que Uds. conocen y que atraviesa
toda la industria cultural, la mayor parte de las veces, se va escribiendo y se va modificando en base a
la aceptación del público con un interés fuertemente económico, y se aprende a producir con un
ritmo, donde cada episodio, queda sujeto al gusto del lector o contribuyente. Es decir, se resuelve el
conflicto que atrapaba y comienza otro.
Esto se da en el folletín, en el radioteatro, en el cine, en el teleteatro (muchos después). Esta lógica
arranca en esta década.
El diario en esta época, tiene toda la simpatía con los proyectos políticos liberales o conservadores,
dependiendo los matices.
Fíjense que el periódico del siglo XVIII británico, es una actividad periodística, pero además está
pensado como una actividad, principalmente de la esfera pública y el periódico del siglo XIX es una
empresa capitalista, y, si tiene que dejar de decir ciertas cosas, lo va a hacer.
Cuando vean el texto de Rivera, “El folletín en la Argentina” van a ver cómo en Argentina y en otros
países, a comienzos del siglo XX, en los kioscos, se vendían novelas por entrega y a eso, también se le
decía folletín. Pero, el clásico folletín era el otro, y esto en Argentina, no sucede hasta recién 1910.
Como el mercado crece y ya no hay casi tiempo, en Francia aparecen distintos nombres. Por ejemplo,
nadie desconoce a Dumas, nadie desconoce a Balzac, nadie desconoce a Julio Verne.
Gran parte de la obra de Julio Verne, la Argentina la conoce al mismo tiempo que en Francia.
Poco tiempo después, van a ver la aparición del fenómeno en EE.UU del siglo XIX que aporta formatos
muy novedosos, folletistas muy conocidos. Entre ellos, Mark Twain.
Justamente, por las libertades que va generando la demanda burguesa empiezan a colocar los
contenidos femeninos que en la época victoriana no se daba.
Entonces, queda claro lo del folletín que arranca como un elemento subsidiario del periódico, y que
lucha en la esfera pública por el papel de la lectura, pero subordinado a la ley del mercado, a diferencia
del libro en épocas anteriores.
Bourdieu ha estudiado mucho esto, Baudelaire, por ejemplo, “Las reglas del arte”, “Las lógicas del
campo” y se estudian las tensiones entre quienes venden más periódicos y son genios pero
supeditados al mercado.
Quienes están afuera de esta lógica, dicen: esto, es una porquería.
Genera campos autónomos de escritores que van formando y trabajan sobre la conciencia de estos, si
te vendés al mercado, sos mal escritor y si tus pares te reconocen como tal, entonces lo es.
Una compañera acota: se escribe en función del ritmo de respuesta que se va teniendo.
La obra se va a modificar cuántas veces sea necesario, pero la van a estirar todo lo que se pueda.
Como en la televisión. Muchas veces se tiene una miniserie, en adaptación libre, de una novela.
Hay, mercado de libro, pero todavía no hay industria del libro. El libro no es un bien masivo.
Entonces, se está creando la industria. Pues quien se convierte en lector, por este medio, tarde o
temprano va a querer comprar libros, y va a querer que sus hijos tengan libros y sus hijos, crecerán
leyendo.
Al tipo, lo que le interesaba era cobrar. Imagínense a Dumas, que escribió más de 300 novelas, qué
hacía: contrataba “pobres diablos” que eran conocidos como negros.
Dumas tenía seis o siete negros que escribían para él y en el apuro de esta producción seriada,
aparecen errores como: un hermano resultó ser hermana, un personaje desaparece y nadie se acordó
de hacerlo aparecer, típico de esta lógica industrial en la que empiezan a pensar mucho los autores.
Esta lógica, no sólo atraviesa el positivismo. En EE.UU, en la década del ´20 y ´30, Edgar Allan Poe,
reflexiona mucho sobre esta lógica industrial.
El lector de entretenimiento, se entretiene más con la lectura unitaria. Es decir, que empieza y termina.
Son los primeros escritores que empiezan a pensar, desde el punto de vista del trabajo.
En la segunda mitad del siglo XIX se vive repensando esto, pues el mundo del mecenazgo ha muerto y
el mercado es el que manda.
Es un círculo, primero aparece la bohemia, luego se convierte en vanguardia. Entonces, están los que
tratan de llegar al mercado y les va bien y se consagran y están los que llegan al mercado y les va mal y
se preguntan cómo hacer. Por ejemplo, en Argentina, Horacio Quiroga reflexiona sobre cómoescribir
un buen cuento y que va en la contratapa de un diario todas las semanas, digitando la cantidad de
caracteres y, están los otros, que son todo lo contrario a lo que el mercado quiere y afianzan el “ser
distintos” y van a lugares que la sociedad moral considera malos.
Por ejemplo, Eugenio Sue, frecuentaba lugares bajos, vivía en pensiones habitadas por chicas de
prostíbulos, y termina muriendo por una sobredosis.
Todas estas acciones autodestructivas, autodiferenciadoras de la sociedad, eran parte de esta
resistencia, de la búsqueda por diferenciarse del mundo aceptado.
Y, así se van renovando las vanguardias que luego son aceptadas por el mercado y marcan tendencias.
Por ejemplo, el Museo de Cera de Londres – y perdonen, el ejemplo, guardan en una cajita materia
fecal de un artista plástico italiano que hizo eso, como protesta pero el Museo pagó por esa muestra
más de u$2000.
Bueno, en vista a la próxima clase, vamos a trabajar estos textos que describen cómo el mercado va
organizando a la sociedad en su conjunto.
Sobre todo, la segunda parte de Flichy, tiene que ver con esto.
Y, vamos a ver también qué está pasando en Argentina en el siglo XIX – irrupción de la prensa gráfica y
la fotografía.

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