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FOTOGRAFÍA (documento de la cátedra)
Antecedentes de la fotografía
La reproducción de imágenes visuales acompaña a la humanidad desde la prehistoria, bajo la
forma de pintura, dibujo y otras artes visuales. La fotografía como técnica de reproducción a
partir de procesos ópticos y químicos, en cambio, es mucho más reciente, contemporánea del
ascenso de la sociedad burguesa en los siglos XVIII y XIX, la primera revolución industrial y del
desarrollo de las ciencias experimentales modernas. Algunos antecedentes de la misma, sin
embargo, son más antiguos. Algunos de ellos son las proyecciones de sombras en movimiento
sobre una pantalla, propia de una variante del arte dramático chino desde la antigüedad
(sombras chinescas), la proyección sobre un plano por efecto de un haz de luz sobre imágenes
sobre papel traslúcido o vidrio (linterna mágica) y muy especialmente, la cámara oscura.
La cámara oscura
La palabra cámara proviene del latín "camera", que significa 'habitación' o 'cámara'. Algunas
lenguas romances -incluidas algunas variantes latinoamericanas del castellano- conservan el
término "cámara" como sinónimo de habitación o ambiente de una vivienda, así como
"recámara", referida al dormitorio, diferenciación que en la edad moderna sostiene la búsqueda
de mayor privacidad e intimidad: la 'cámara dentro de la cámara'.
La cámara oscura era, como su nombre lo indica, una habitación cerrada al paso de la luz,
excepto por un pequeño agujero en el centro de una de sus paredes. La luz producía un efecto
curioso: en la pared interior opuesta al agujero proyectaba una imagen de aquellos objetos que
se hallaban frente al mismo fuera de la habitación. La imagen era borrosa, dependía de que la
fuente de luz fuese muy potente (luz solar a pleno día o fuego) y además aparecía invertida (lo
de abajo arriba y viceversa). El fenómeno produjo, sin embargo, un enorme interés entre los
sabios de la antigüedad, con fines artísticos, científicos o lúdicos. Hacia el año 300 A.C. el
filósofo griego Aristóteles utilizó la cámara oscura para estudiar los eclipses de sol. Los artistas
utilizaron este fenómeno como técnica para esbozar en el plano las imágenes proyectadas por
la cámara, así como para generar espectáculos proyectados en una habitación oscura y para
generar juegos luminosos (linterna mágica). Es por este uso que la cámara reduce su tamaño
hasta convertirse en una pequeña caja. A comienzos de la modernidad se le incorpora una lente
al orificio para mejorar la nitidez de la imagen. Leonardo Da Vinci se interesó por el fenómeno y
lo utilizó él mismo como recurso para pintura y astronomía, apuntando que mientras la imagen
era reducida y más pequeña, conservaba las proporciones de forma, tono y color; Giovanni
Della Porta sistematizó el uso de la lente, y el jesuita alemán Athanasse Kircher (1602-1680)
construyó una linterna mágica para proyectar palabras. En la imagen 1 podemos observar una
cámara oscura de fines del siglo XVIII, utilizada en pintura, arquitectura y otras artes.
Sombras chinescas y linterna mágica
Las imágenes 2 a 5 nos muestran distintos momentos de la historia de la linterna mágica. Una
fuente de luz encausada por un tubo o caja angosta permitía proyectar la misma sobre un
plano. Bastaba entonces colocar lo que deseaba proyectar sobre un soporte translúcido o
transparente, usualmente papel manteca o vidrio. Como puede observarse en los modelos más
recientes, film de celuloide, acetato de seguridad fotográfico, o papel manteca, podían utilizarse
con este fin. Estas imágenes eran fijas. Las sombras chinescas, en cambio, jugaban con el
movimiento de las formas generadas por el contorno de las sobras a contraluz sobre una
pantalla. Esta técnica es considerada un antecedente de la reproducción de la imagen
movimiento. En las imágenes 70 y 71 veremos ejemplos de la misma, y en las 72 a 75 algunas
evoluciones de la linterna mágica que preparan el interés por los espectáculos de proyección.
Crisis del feudalismo y ascenso de la sociedad burguesa
En el texto de Gisèle Freund hemos estudiado el gran auge de las técnicas del retrato, el cual
entre mediados del siglo XVIII y mediados del siglo XIX tiende a hacerse accesible a las amplias
capas burguesas de las ciudades. Las nuevas técnicas se hallan disponibles inicialmente para los
nobles, pero pronto son apropiadas por los nuevos agentes sociales. En la imagen 6 vemos un
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retrato de Federico II de Prusia (1712-1786), con técnicas pictóricas y pose típicamente
nobiliarios. En la imagen 7 vemos al mismo personaje, pero ahora protagonista pionero de un
retrato miniatura, técnica que surge y se expande en este mismo siglo, inicialmente entre los
nobles. Las imágenes 8 a 11 nos muestran otros estilos de miniatura, pero también el acceso a
ellas de nuevos tipos de personajes plebeyos.
Lo mismo sucede con la técnica de la silueta o "silhouette": Las primeras técnicas manuales
suelen aplicarse a personajes nobles o ligados a la nobleza, en tanto que a medida que avanza
el siglo XIX se nota el influjo de las nuevas técnicas de origen fotográfico, y se hacen presentes
los protagonistas típicos de los burgos europeos. La imagen 12 nos muestra una silueta del
prestigioso médico William Heberlen (1710-1801), tomada a fines del siglo XVIII. Heberlen era
cercano a la corte y al rey George III. Las imágenes 13 a 16 muestran una secuencia temporal
hasta mediados de siglo XIX. Vemos una creciente mecanización del proceso, simplificación del
producto y cambio de protagonistas, en el mismo sentido que la serie anterior. La imagen 17,
finalmente, muestra una silueta de Horacio Quiroga realizada en París en 1900. La silueta se
conserva aún hoy como curiosidad artística y también como técnica fotográfica aprovechando el
uso del contraste (imagen 17b). Una técnica mixta de registro de contorno y pintura es el
fisionotrazo, que comienza a utilizarse en la última década del siglo XVIII (fue inventado por
Chretien en 1786) y que favorece la expansión del retrato. En las imágenes 18 a 20 podemos
observar dos fisionotrazos con distinta técnica artística, y un croquis del aparato que servía para
hacerlo exitosamente.
Investigaciones químicas
Durante el siglo XVIII, tan productivo en la historia de la química, se realizaron estudios acerca
de ciertos compuestos con plata, en especial el nitrato y el cloruro, que poseían ciertas
propiedades de sensibilidad a la luz. El origen de estos conocimientos es incierto y anónimo,
hundiendo sus raíces en la alquimia y la farmacia. Pero fueron los británicos Thomas Wedgwood
y Humphry Davy quienes, tal cual sucedía en otros campos del saber, sistematizaron con rigor
científico sus experimentos, hacia finales de este siglo, con la intención de obtener imágenes a
partir de las reacciones de estas sustancias a la luz. Utilizando papel impregnado de cloruro de
plata lograron reproducir objetos de formas sencillas y contrastantes como perfiles humanos,
siluetas de hojas y cuadros en la pared. Las imágenes, sin embargo, duraban poco tiempo.
Expuestas a la luz ambiental, el papel se ennegrecía por completo. La inquietud por lograr una
reproducción permanente continuó a comienzos del siglo XIX, impulsada por la creciente
investigación científica en el campo de la química y de la óptica, así como por el requerimiento
cada vez más amplio de retratos.
Niepce
Niepce, nos dice Freund, dio pasos decisivos inspirado por una nueva técnica para reproducir
dibujos: la litografía, que llegó a Francia en 1814. La imagen 21 nos muestra una litografía de
Aleksander Orlowsky, "Retrato de Denis Davydov", correspondiente al año 1814. Se trata de una
técnica de reproducción de altísima calidad para su tiempo, y muy económica. Probó con
numerosos soportes (comenzando con piedras) y emulsiones, y logró en 1816 la primer
fotografía de la historia, aunque aún no sabía cómo hacerla permanente. En 1826/27 obtuvo,
tras muchos intentos, la primera imagen conservable. En la imagen 22 vemos una reproducción
de dicha imagen.Se trata del patio de la casa de Niepce. En las imágenes 23 y 24 vemos al
propio Niepce pasar de protagonista de una miniatura en 1795 a serlo de un óleo en su
madurez ya que su invento aún no permitía retratar con libertad y calidad. Un fisionotrazo del
cardenal D'Amboise requirió, tras la heliografía, el trabajo de un grabador sobre zinc (imagen
25). En las imágenes 26 y 27 vemos otra heliografía, esta vez tomando una naturaleza muerta,
y la cámara que se utilizó.
Daguerre
Hemos visto que el perfeccionamiento de la heliografía fue logrado por Daguerre después del
fallecimiento de Niepce. Daguerre logra avances decisivos ya en 1833, y en 1839 patenta su
innovación con el nombre de daguerrotipo. El carácter único de la pieza copiada hace que
muchas obras de gran belleza lleguen a nuestros días rayadas o deterioradas y sólo a través del
retoque digital suele recuperarse tales imágenes. En la imagen 28 vemos un retrato de
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Daguerre hecho en daguerrotipo, con algunas marcas y ralladuras. La imagen 29 nos permite
constatar cuánto había mejorado la capacidad de reproducir fielmente la imagen en 1839. Las
imágenes 29 a 35 ejemplifican los primeros usos sociales del daguerrotipo, según la propuesta
del mismo Daguerre: uso científico, uso artístico (estudios previos a pinturas y esculturas) y
cultural (dar a conocer obras y monumentos) y el retrato, en el cual se utiliza el coloreado a
mano tanto como en las técnicas que le precedieron. También se reproducen usos
antropológicos que tienen relación con el resguardo de la memoria visual de los seres
queridos en sus últimas despedidas (imagen 35). El sistema de Daguerre se expande por el
mundo occidental en forma inmediata. A Montevideo llegará en 1839, y a Buenos Aires en
1841, sólo demorado por el bloqueo anglofrancés. En la imagen 36 podemos apreciar el palacio
imperial en Río de Janeiro, en un daguerrotipo tomado en enero de 1840, alcanzando ya la
nitidez y legibilidad de la litografía (imagen 36b, litografía humorística de la misma época hecha
en el taller de Hipólito Bacle, Buenos Aires). Las imágenes 36c a 41 nos muestran retratos de
mediados de siglo en Argentina, Estados Unidos y Colombia. Los daguerrotipos son pronto
superados por nuevas técnicas fotográficas. Continúan existiendo, sin embargo, como opción
artística. El artista plástico tucumano Carlos Darío Albornoz, especialista en fotografiado antiguo
utiliza, entre otras técnicas, el daguerrotipo (imagen 42).
William Talbot
También durante la década de 1830, mientras Daguerre buscaba perfeccionar su invento, el
británico William Talbot lograba nuevos avances. Entre otros logros, inventó el procedimiento
que permitía evitar la reacción de la parte del papel con emulsión que no se expusiese
directamente a la luz, y revolucionó el arte fotográfico al organizar un sistema en soporte papel
con un negativo que permitía lograr infinidad de copias de una misma exposición. Mejoró,
además, el tiempo de exposición necesario y la calidad de la imagen. Talbot llamó a su invento
"calotipo" y lo presentó el mismo año 1839 en que Daguerre presentó el suyo. En las imágenes
43 a 49 puede constatarse el mejoramiento de calidad que significó su aporte. En los ejemplos:
Retrato del mismo Talbot, una naturaleza muerta, un estudio botánico, monumentos, retratos
de interés familiar (uno de ellos coloreado a mano), retratos de interés histórico-antropológico
(imagen 49b).
Nuevas indagaciones técnicas
Con la enorme aceptación que adquirió la fotografía en la vida social de la segunda mitad del
siglo XIX, las investigaciones para mejoras técnicas no se hicieron esperar. La cantidad de
innovaciones y variantes en paralelo es numerosa y no la agotaremos aquí. Mencionaremos
como ejemplo:
a) Ambrotipo (imagen 50): Este sistema se desarrolló en las décadas de 1850 y 1860. Con un
procedimiento similar al del daguerrotipo, pero utilizando como soporte el cristal o vidrio y como
emulsión el colodión húmedo sensibilizada con plata. El colodión se formaba por disolución de
algodón, ácido nítrico y ácido sulfúrico en éter (lo que hacía bastante peligrosa la manipulación)
y las placas eran subexpuestas a la luz. Registraban una imagen negativa, pero lograban una
apariencia de positivo estéticamente agradable (algo brillante), cuando se colocaban para ser
vistos sobre una superficie negra, lo cual se lograba pintando su reverso de ese color, o
colocándole una tela o cartón. Este sistema no permitía el copiado, por lo que pronto quedaría
en desuso.
B) Ferrotipo (imagen 51): Contemporáneo del ambrotipo (nacido en Francia en 1856), duró
bastante más que éste, hasta después de la primera guerra mundial. A diferencia del anterior,
su soporte es una placa de metal económico (hojalata) lacada en negro. Estos sistemas
convivieron, siendo el último más económico y de buena calidad. El ferrotipo fue muy utilizado
para elaborar cartas de visita, dada su versatilidad y poca fragilidad. No era raro que una familia
tuviese ejemplares de ambas técnicas (ambrotipo y ferrotipo).
C) Albúminas (imágenes 52 y 53): En 1849 el francés Luis Désiré Blanquard solucionó una
seria dificultad del sistema de Talbot: las imágenes se fijaban en el papel tratado a la sal por
contacto directo con el negativo. Las fibras del papel afectaban por ello gravemente la
definición de la imagen. Blanquard, francés al fin, optó por una solución culinaria: Impregnar la
cara activa del papel con clara de huevo salada y batida a punto nieve. Luego sensibilizaba
dicha cara con nitrato de plata. El extraño merengue impedía así que el nitrato impregnase las
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fibras, en tanto que la superficie quedaba brillante. (Hay quienes dicen que la sal es
fundamental para cambiar la consistencia viscosa del huevo, y las malas lenguas afirman que es
para que el francés no se tentase de comerlo antes de trabajar, sobre todo porque se requería
el fermentado del huevo). Este sistema fue muy exitoso y desde 1855 el más utilizado para
imprimir copias papel a partir de negativos de colodión húmedo. Su uso sólo cedió frente a los
grandes avances de fin de siglo, pero continuó utilizándose aún en la década de 1930.
Desarrollado en pleno auge industrialista y en la cresta de la ola del creciente uso social de la
fotografía, ya en 1854 se producía industrialmente el papel a la albúmina que -para bien o mal-
liberaba a los laboratoristas de hacer ellos artesanalmente el fermentado. El sitio Web del
Museo Etnográfico de Gran Canaria (España) brinda un dato contundente: En Dresden,
Alemania, donde se incuba la segunda revolución industrial, "en 1988 una sola fábrica rompió
más de 6 millones de huevos para la preparación de papel albuminado".
Este mismo sitio nos permite ver dos albúminas de gran calidad: "procesada por uno de los
mejores fotógrafos históricos de Gran Bretaña, Thompson, quien en 1870 obtenía esta
magnífica albúmina en la primera expedición organizada por el Imperio Británico por las riberas
del Yan-Tse, China" (imagen 52) y otra "de las islas obtenidas por el fotógrafo alemán Carl
Norman en su estancia en Canarias en 1893" (imagen 53), ambas de colecciones resguardadas
por ese museo.
Este sistema permitió resultados de gran calidad, aunque a riesgo de un deterioro del soporte
con el tiempo (se amarillea).
D) Colodión seco: El desarrollo del colodión húmedo continuó durante toda la segunda mitad
del siglo XIX. Su utilización sobre vidrio permitió mejorar radicalmente los tiempos de
exposición. Pero el hecho de que la emulsión tuviese que prepararse en el momento y utilizarse
fresca traía grandes inconvenientes de logística. El fotógrafo debía trasladarse con un enorme
laboratorio, lo que dificultaba un uso más libre de la técnica en exteriores, o en situaciones
inesperadas. En la década de 1855 a 1865 comenzó a utilizarse un principio desarrollado por
Richard Hill Norris: recubrir la placa de colodión húmedo ya sensibilizada con goma arábiga o
gelatina. La sensibilidad de estas placas era mucho menor, pero se conservaban hasta seis
meses,por lo que permitieron una búsqueda más versátil de objetivos en exteriores. En la
imagen 54, un típico paisaje de exteriores en colodión seco.
E) La goma bicromatada: Como tantas otras técnicas, fue lograda a mediados de los años
'50 (en 1855) por Louis-Alphonse Poitevin, químico e ingeniero francés. Décadas después, en
1894, el fotógrafo francés A. Rouillé-Ladèveze, integrante de una generación de fotógrafos
artistas, retomó la técnica para ampliar la libertad de intervención estética del fotógrafo. Se
produjo entonces el momento de máximo acercamiento de la fotografía a la pintura, pues el
fotógrafo pudo alterar y producir efectos de color, tono, textura, sombras y detalles de los
objetos fotografiados. El papel se impregnaba con goma arábiga (un producto vegetal)
mezclada con un químico sensible que se endurecía al exponerse a la luz. Luego la capa de
goma se lavaba con agua dejando una impresión capaz de modificarse con diferentes
instrumentos (brocha, pincel, cincel, etc.). Uno de los más grandes exponentes de esta
corriente artística "pictorialista" fue el francés Robert Demachy (1859-1936), de quien
presentamos una imagen de 1900 (imagen 55). Este sistema fue superado en el siglo XX, pero
continúa siendo utilizado en la actualidad con intenciones artísticas, con algunas mejoras
técnicas. En la imagen 56 vemos una típica pintura impresionista, donde se notan las
semejanzas estéticas con la producción fotográfica de Demachy.
E) Platinotipia: Otro inventor británico, William Willis, patenta este sistema que también
consiste en contacto directo entre negativo y papel: la platinotipia. Utilizaba como emulsión
sensibilizante el oxalato férrico con cloro-platino potásico, cuyas propiedades sensibles había
estudiado Willis. El papel emulsionado se ponía en contacto con el negativo y se exponía a la
luz solar. Las imágenes se fijaban con un baño ácido. No interviene, pues, la plata, como en los
otros sistemas, sino el platino. El sistema es sumamente fiel en la reproducción, tiene
apariencia estética y una gran durabilidad, pero es más caro que sus contemporáneos. Willis
produjo industrialmente su papel emulsionado, creando la Platinotype Company en 1880,
expandiendo el sistema a otros países europeos -excepto Francia- y a Estados Unidos. Su costo,
sin embargo, impidió llevar el sistema al consumo de masas, manteniéndose en círculos
aristocráticos y de la alta burguesía. En la imagen 57, una platinotipia del Emperador de Brasil
Pedro II (Biblioteca Nacional, Brasil). El encarecimiento del platino producido con la guerra
mundial y el límite mencionado llevó el sistema a la decadencia. Eastman Kodak dejó de
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fabricarlo en 1916.
F) Negativos sobre nitrocelulosa: Aprovechando los avances químicos de la segunda
revolución industrial, en 1885 George Eastman introdujo en el mercado los negativos sobre
plástico sensibilizado con bromuro de plata fijado con gelatina. Esto permitió un notorio avance
en la manipulabilidad y transportabilidad de los negativos, en tanto que el positivazo quedó
reservado a las casas especializadas de Kodak. Los soportes fueron el nitrato de celulosa, el
diacetato de celulosa, el triacetato de celulosa y el poliéster. Con ellos el vidrio y la hojalata
quedaron rápidamente atrás como soportes. Los "formatos 9x12, 13x18 y 18x24 se usaron en
forma masiva" hasta los años 40 del siglo XX, dice el sitio del FEDAC. El nitrato de celulosa fue
reemplazado por material fílmico más seguro desde la década del 20 (por ser inflamable y
químicamente inestable) y dejó de fabricarse en 1951. La fácil manipulación de los negativos
que pronto tomaría la forma clásica de rollos de 35 milímetros de ancho, con una cantidad de
exposiciones disponibles (normalmente 12, 24, 36, etc.), completó los requerimientos para el
nacimiento del sistema Kodak de comercialización, que desde 1886 incluyó la venta masiva de
cámaras portátiles. En la imagen 69 se muestra una publicidad de la primera cámara portátil, en
la que se argumentan sus beneficios.
G) Papeles a la gelatina: El revolucionario avance de la industria química permitió ya en la
década de 1880 presentar al mercado el papel de revelado químico (la imagen surge por acción
química del revelador frente a la luz que pasa a través del negativo ya revelado), por iniciativa
de Eastman Kodak. Este nuevo papel permitió otro salto revolucionario: dada su sensibilidad,
podía lograrse el positivado con luz artificial y no sólo solar, y podía hacerse a distancia (sin
contacto directo) por lo que comenzó a vislumbrarse la técnica de la ampliación de copias. Para
1905 este papel era el más utilizado en el mundo.
Basado en gelatina-cloruro de plata, gelatina-bromuro de plata ó gelatina-clorobromuro de
plata, este sistema continúa siendo utilizado en la actualidad. Es lo que conocemos como
fotografía en blanco y negro, aún hoy en uso.
Utilizando el mismo soporte, tipo de emulsión y sistema comercial, Kodak logró en 1935 el
primer proceso fotográfico en color, el Kodachrome. El principio de esta nueva técnica es que
los colores no están en la emulsión cuando el obturador abre la cámara oscura, sino en el
proceso químico al que se la somete en el revelado. En 1942, el sistema Ektachrome incorpora
los colorantes a la misma emulsión. Los sistemas tuvieron nuevas oleadas de mejoras en los
últimos sesenta años, pero el principio básico y la capacidad de reproducir imágenes con
colores naturales y gran fidelidad en formas y detalles estaba en lo fundamental ya lograda
hacia fines de la segunda guerra mundial.
Nuevos usos sociales de la fotografía
En las imágenes 58 a 65 vemos ejemplificados algunos de los nuevos usos sociales de la
fotografía en la segunda mitad del siglo XIX, utilizando los desarrollos técnicos de su tiempo y
antes de la nueva revolución originada por Kodak: El retrato fotográfico de artista (se observan
dos fotografías de Nadar) y la tarjeta de visita (puede observarse distintas variantes de las
mismas). Considérense estos ejemplos en relación con lo leído en los textos de Freund y Flichy.

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