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BARBIER y LAVENIR: LA EDITORIAL DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1751-1790) El modelo francés Se vera una rápida descripción de las editoriales del antiguo régimen: permitirá ver camino de socavamiento- destrucción y superación de los viejos sistemas. Revolución intelectual: el conocimiento es objetivo, establecido por el trabajo de la razón humana. Los hechos de creencia y opinión escapan a la categoría de juicio científico. evolución de los textos, de las lecturas y de las prácticas : proceso general de apertura. Se ve cómo el equilibrio alcanzado por un cierto sistema (aquí, el de las Luces) contiene ya en sí mismo la lógica de su propia superación y, en el límite, de su destrucción. ◎ La editorial tradicional El Antiguo Régimen tipográfico: la fórmula pone el acento sobre las continuidades de un sistema económico y cultural de lo impreso que se extendería aproximadamente desde los primeros sucesores de Gutenberg -en los años 1500-hasta el nacimiento del siglo xix. Esta lógica del Antiguo Régimen se caracteriza por tres elementos: 1. Un mercado cerrado El taller tipográfico es un negocio de familia. En esta estructura, las funciones profesionales se organizan según una simple: un lado, el maestro imprentero, por el otro un editor de fondos, propietario de los títulos a publicar. Con respecto a la distribución, el modelo de la editorial propiamente dicha parece el más extraño. Por último, editorial del Antiguo Régimen privilegian los procedimientos que no exigen capitales ◎ La lógica corporativa: Imprenteros tipógrafos, editores de fondos o libreros mayoristas se organizan en corporaciones, que, a cambio de su trabajo, y de la autocensura que ellas ejercen sobre e! sector, son beneficiarías de un privilegio de exclusividad por parte de las autoridades (imprentero del rey, etc.); la acción y la psicología del empresario permanecen necesariamente ajenas a estas lógicas, aun cuando se hacen sentir las primicias de la revolución de las técnicas. Los poderes establecidos encuentran sus intereses bien custodiados por este sistema de control: limitando el número de los imprenteros profesionales, el poder asegura a cada uno un privilegio de exclusividad. Censura y privilegios, entonces: éstos son los rasgos que caracterizan la lógica de la actividad editorial. El poder monárquico está comprometido, a partir de Luís XIV con la afirmación inequívoca de un sistema cultural que funciona enteramente alrededor de la persona del Rey y del Estado centralizado. El dominio de la cultura francesa en la Europa de las Luces contribuye a acentuar aún más esta conjunción de intereses; los principales editores franceses, y especialmente los parisinos, se hacen ricos, y se convierten del modo más natura! en los primeros interesados en la perpetuación del sistema. En cambio, las librerías minoristas desarrollan una actividad prácticamente libre, bajo el control, relativamente teórico, de las cámaras sindicales. En la práctica, las disposiciones previstas por el reglamento de 1723. que establecía sobre todo un control de las capacidades profesionales de los candidatos a instalarse, no son cumplidas. ◎ Lectura y distinción Carácter muy limitado del público de lectores. Siguen perteneciendo a los micro ambientes ilustrados, miembros geográficamente muy alejados entre si. En cambio, es necesario subrayar la extrema riqueza material y la apertura intelectual de una franja cuantitativamente muy limitada de la población. Al lado de las viejas colecciones eclesiásticas, ciertas bibliotecas nobiliarias son muy importantes, y constituyen un elemento de afirmación de un status social privilegiado. Las bibliotecas monumentales de los príncipes son progresivamente copiadas por los grandes señores. A pesar de que el libro y lo impreso penetran en una franja estrecha de la sociedad, es posible constatar la expansión de esta franja en dirección, sobre todo, a los grupos de intelectuales 1 -escribanos, profesores, sacerdotes, abogados y jurista, puede apreciarse la real apertura de un heterogéneo grupo socioprofesional hacia lo escrito. La ausencia de un publico importante impide el surgimiento hasta la segunda mitad del siglo XVIII de un proceso de autonomización de las de escritura: si no posee fortuna personal, el escritor está obligado, para vivir, a asegurarse una posición profesional (por ejemplo, un cargo en la Iglesia), o a procurarse la protección de un noble. La práctica de la consagración interesada es característica de una situación donde la insuficiencia de público es compensada por la acción de los príncipes y de los mecenas. Apertura, entonces, hacia los "talentos", hacia aquellos a quienes se llamará más tarde INTELECTUALES, pero también en dirección a las mayorías, aun si los indicios, a menudo indirectos, son sobre este punto más raros y tenues. En el "país llano", donde no existen en general librerías, el libro y lo impreso no están radicalmente ausentes: las redes de vendedores ambulantes, pero también los revendedores sedentarios no especializados, difunden pequeños folletos, libros píos, almanaques y calendarios, imágenes, papelería, etc., con itinerarios y periodicidad relativamente estables. Pero el espacio privilegiado de aculturación es naturalmente el de la ciudad, donde los materiales escritos se presentan de manera abundante, y donde se concentra una población de intermediarios culturales (especialmente los empleados domésticos) que aseguran la transmisión de los modos de vida de las clases altas hacia una población más vasta. ◎ El libro y las Luces Importancia de dos etapas preliminares al establecimiento de la sociedad industrial del siglo XIX y de la sociedad de consumo de masas del XX: se hace sentir en la segunda mitad del siglo xviii-sobre todo a partir de 1760-, y la revolución política misma, la Gran Revolución de 1789. En resumen, la editorial del Antiguo Régimen se prolonga en muchos aspectos hasta el siglo XIX industrial. ◎ El crecimiento de la producción impresa francesa La experiencia industrial no comienza sino con la Restauración Las evaluaciones usuales de la producción impresa francesa del siglo xvín : en valores absolutos, tenemos cerca de 2000 títulos por año a comienzos del siglo, y más de 6000 en la década de 1770. Más tarde, la expansión continúa. Los editores del interior se lanzan a la edición de obras eruditas (historia regional, manuales escolares...) o de títulos más vinculados a la recreación, especialmente novelas. Definitivamente, se tiene la impresión de que el mercado se abre, y de que, ante un fenómeno de fondo, los parisinos ya no pueden garantizar su tradicional exclusividad. Las autorizaciones miden sobre todo la producción parisina, y conocen un aumento significativo entre los años 1730 y 1777. En la década de 1770, sin embargo, la curva de las autorizaciones se desploma rápidamente, lo que revela la nueva competencia hecha a los parisinos por los editores de provincia o por ciertos recién llegados que cuentan con apoyo oficia. La administración monárquica abandona entonces sus viejas posiciones, fundadas sobre la prerrogativa y la vigilancia, reemplazándolas el modelo de la autorización tácita, por la cual el poder autoriza, sin reconocerlo abiertamente (lo que no impide la inscripción), la publicación de obras o de ediciones teóricamente prohibidas ◎ Nuevos libros, nuevos lectores, nuevas prácticas La ampliación de los circuitos de distribución, sobre todo por la vía de los vendedores ambulantes y de los revendedores de todo tipo, da cuenta de una relación diferente de las mayorías con la cosa impresa. Otros indicadores confirman esta nueva posición de los medios de comunicación en la sociedad y las nuevas prácticas de lectura y de apropiación que son á la vez su motor y su resultado. Así, varían los formatos y la disposición material de los textos, pero también su misma naturaleza: la sensación es que el proyecto global de la sociedad tiende a modificarse, y que, al mismo tiempo, la relación de las mayorías con la cosa impresa cambia profundamente. 2 Loslibros: composición temática de los títulos se desplaza. Caída del sector religioso, y crecimiento, a contrario, de los sectores representativos de relaciones modernas : lecturas científicas o creativas. La historia, la geografía y los relatos de La afirmación de este nuevo dominio de reflexión y de trabajo da cuenta, sobre todo después de 1750, del proyecto fundamental de las Luces: organizar la sociedad racionalmente y de modo tal de permitir el aumento del bienestar general, y sus publicaciones conocen un rápido crecimiento en la segunda mitad del siglo.+ Aparecido en 1776, el trabajo de Adam Smith. Por otro lado, la década de 1780 ve desplazarse a los temas de economía política, por la vía de los folletos y de los artículos periodísticos, al corazón del debate público. Tipo de publicaciones q empiezan a caracterizar el movimiento en curso: periódicos. Accesibles que los libros- artículos variados-aceleran la circulación. En el dominio de los libros: crecimiento sensible del francés como lengua de publicación, en detrimento del latín, a partir de la década de 1760. En un conjunto más complejo, como Alemania, donde la tradición erudita en latín permanece más viva. Paralelamente, cambian también las formas materiales: El formato del libro, su espesor, la elección de una tipografía, la organización del texto en la página (bajo la forma de parágrafos más o menos individualizados, etc.). la relación eventual con las ilustraciones, la existencia o no de dispositivos múltiples de referencia (portada, paginación, folios explicativos, cuadro de temas, índice) son otros tantos indicadores" que reflejan las elecciones hechas por el editor y el imprentero, pero que sobre todo enmarcan las lecturas y los usos posibles de cada volumen, de una arqueología del objeto —ya sea que se trate de un libro, de un periódico, de un modo más preciso sobre la evolución de las prácticas de sus usuarios corrientes. "Por cierto, en París se lee diez veces más que hace cien años, si se considera esta multitud de pequeños libreros distribuidos por todas partes y que, parapetados en sus puestos en las esquinas ◎ La administración de la editorial Reorientación de la producción impresa. cada publicación es objeto de todo un conjunto de procedimientos administrativos, que la autorizan y la protegen, y entre los cuales los principales son la autorización para imprimir, acordada por un censor, y el privilegio otorgado por el rey, que garantiza al editor la exclusividad del texto por un cierto plazo. Aparece la preocupación mercantilista por no privar al Estado de una renta nada despreciable, ya que no se puede impedir la publicación de libros prohibidos en el extranjero, y la circulación de ejemplares a través de toda Europa, incluso en la misma Francia. "Ya que de todos modos se imprimirá, yo, como buen francés, no puedo menos que decir que es mejor que sea para nosotros. '" Sin embargo, el interés bien entendido del Estado debe también ser tenido en centa. Lo esencial de la reforma se refiere a la abolición de los privilegios perpetuos, y al reconocimiento de la noción de propiedad literaria: los privilegios no serán ya acordados más que por los libros nuevos, convirtiéndose las reimpresiones en objeto de permisos simples y no quedando ya, por lo tanto, sujetas al monopolio parisino. Las prórrogas de los privilegios, hasta entonces automáticas, son suprimídos. Por último, esta nueva curiosidad de la sociedad con respecto a sí misma, le da un nuevo estatuto a periodistas, editores, hombres de letras y autores. En Francia, sin embargo, la apertura de los mercados, alfabetización relativamente amplia y la posibilidad de procurarse libros casi en cualquier parte permiten sin duda a ciertos autores liberarse más rápidamente de la tutela del mecenas. Esta evolución se ve acompañada, con las figuras de Voltaire y de Rousseau, por el surgimiento de un cipo nuevo de autores, a la vez héroes y símbolos reconocidos por todas partes, y cuyo éxito da cuenta de la afirmación del público como entidad autónoma- El autor simboliza una posición filosófica o política (y se convertirá, en Francia, en el INTELECTUAL), o la emergencia de una nacionalidad (en Alemania, en Rusia, etc.). A contrarío, la apertura de los mercados no deja de producir efectos perversos, con la cohorte de defraudados, de intelectuales y autores 3 fracasados, los "Rousseau vulgares", que constituyeron una fuerza nada despreciable en la critica de los poderes establecidos, tanto del Rey como de la Iglesia", (unión con texto de DARNTON) ◎ Geografía, redes y sociabilidad del libro Una producción en vías de desarrollo y de redistribución rápidas, una discusión recurrente sobre el lugar de lo Impreso en la sociedad y sobre la política a seguir a ese respecto, una reorganización en profundidad de las vías reglamentarias de publicación; son estos otros tantos índices que no sólo revelan con mucha precisión el lugar nuevo ocupado por lo impreso y por la lectura en la sociedad francesa y occidental sino que subrayan también la importancia de la ruptura de los años 1760-1770, que abren definitivamente el pasaje a la lógica de la segunda revolución del libro. Un primer indicador de esto es el de la innovación técnica: *comienzo de un cambio del sistema técnico de conjunto y al lento pasaje de las técnicas basadas en la madera y el agua a las del metal y, mis tarde a las de la fuerza motriz *el aumento de la demanda editorial *más tarde a la máquina de papel continuo de Didot-Saint-Léger (por medio de la cual la lógica del cilindro, capital para las invenciones que vendrían, es introducida por primera vez en el ciclo de la impresión) y a la prensa metálica inglesa. Puede verificarse la multiplicación de solicitudes de autorización para instalarse como editor o entitulares ya establecidos no alcanzan a cubrir el conjunto de un mercado que —según se subraya— se encuentra en expansión. ◎ La venta ambulante El libro y el impreso penetran en todas partes, en primer lugar por medio de la librería establecida, sedentaria, especializada y bien conocida por las autoridades, pero también por toda una multitud de revendedores o expositores a los que podríamos considerar regulares (porque están instalados todos los días en el mismo sitio, donde se puede estar seguro de encontrarlos), y también de vendedores itinerantes de todo tipo. La segunda mitad del siglo xviii se caracteriza sobre todo como una época fuerte de la venta ambulante de libros. Las redes se organizan alrededor de ciertos puntos, donde las imprentas editan los llamados "libritos azules", impresos de difusión (almanaques) y obras piratas o prohibidas. Ciertas regiones se prestan muy especialmente a este tipo de actividad; la frontera del norte, difícil de controlar. Son pues los marginales, los vendedores ambulantes, los que aseguran lo esencial de la difusión. Aun si algunos pueden alcanzar un cierto éxito, la estadística de libreros y revendedores encarcelados revela los peligros de una actividad siempre incierta. Estas redes son siempre difíciles de sorprender por la policía. ◎ La sociabilidad del libro y lo impreso. Si la multiplicación de librerías minoristas y la presencia de un ejército de revendedores de todo tipo constituyen indicadores significativos del proceso de apertura hacia la civilización libresca es aun mas interesante subrayar la difusión de otras estructuras ligadas a lo impreso, que funcionan como estructuras de sociabilidad y de sustitución. Aludimos, sobre todo, a las sociedades y los gabinetes de lectura. En los dos casos, la idea es simple: reunir recursos para poner a disposición de todos un conjunto de títulos que individualmente no podrían tener. ◎ Los libreros innovadores: Nueva apertura psicologica por parte de ciertos profesionales. En el establecimiento de los Didot se combinan curiosamente los tradicionales del buen imprentero y las opciones más innovadoras. primogénito, a la vez mecánico, imprentero tipógrafo, enseguida librero, editor, y, para terminar, fundidor de carao hermanomenor, Pierre-Francois el joven, es desde 1777 imprentero del futuro Carlos X, por entonces señor y conde de Artois, pero se interesa, también las investigaciones y las aplicaciones técnicas, crea una fundición tipog: también la célebre papelera de Essonnes. La diagramación despojada y los caracteres neoclásicos grabados y fundidos por los Didot hacen de sus libros un modelo para las publicaciones de fines del Antiguo Régimen. ◎ La lectura como alienación y como peligro 4 La misma amplitud y la convergencia de este conjunto de fenómenos demuestran el hambre de lectura que parece haberse apoderado de los espíritus en el curso del último tercio del siglo XVIII. Por todas partes se tropieza con libros y se generaliza el interés por los grandes asuntos de la hora. la ampliación de la población alcanzada a través de tal o cual medio, la importancia de un conjunto de efectos psicológicos que se teme no poder controlar, provocan un sentimiento de malestar y, en ciertos casos, de inquietud social. Es en Alemania (con la Leserevoltttion, la revolución de la lectura) donde el fenómeno es más nítido, pero la discusión que se abre allí encontrará su prolongación igualmente en Francia, e incluso en el siglo xix. La crítica de la "locura de leer" (Lesewut) permite subrayar uno de los elementos característicos de la mediación: los efectos de rechazo de una transformación relativamente rápida de las técnicas y de las prácticas ligadas a los medios dominantes, y las inquietudes o las oposiciones que suscitan. Para el príncipe mercantilista, es útil que la población sea alfabetizada y tenga un mínimo de educación, pero es inútil, e incluso peligroso, que supere ese mínimo. El problema central será, con la Revolución, de orden casi exclusivamente político: tan pronto como se plantea la cuestión de la participación de todos en los asuntos del Estado, la definición del espacio público se desplaza profundamente, y la cuestión de la alfabetización general y de la ampliación social de las prácticas de lectura se vuelve fundamentalmente política. La religión parece hasta cierto punto secundaria. Se tendría así, con Alemania y Francia, dos modelos, dos casos típicos diferentes: *Alemania: la revolución de la lectura, un publico ampliado da paso a una forma moderna de lectura: una lectura extensiva, pero sobre todo erudita, y que busca responder a la problemática del tiempo". *Francia: la Revolución será en primer lugar política, porque lo esencial de lo que habría debido permanecer como una reforma profunda de! Estado había sido encarado por los grupos dirigentes y las clases privilegiadas: el libro y lo impreso son su vector principal. Es esta voluntad de reforma la que pasará, por la fuerza del entrenamiento y de los medios, a la acción revolucionaría propiamente dicha. *Inglaterra: que se encuentra ya comprometida en la lógica de la Revolución Industrial, está sin duda más cercana al modelo alemán; si la alfabetización está allí largamente extendida, la red y la calidad de las escuelas son todavía mediocres, y el nivel de instrucción sigue determinado por la posición social. La imposición de una ética religiosa de inspiración protestante hace por otro lado connotar favorablemente la practica de lecturas excesivamente recreativas, de las que se subrayan los peligros para aquellos que estarían menos capacitados para protegerse -entre quienes se cuentan primer lugar, naturalmente las mujeres y niños. Se trasluce ya aquí el modernismo de una nueva relación de fuerzas de la que aún no nos hemos desprendido; a la imposibilidad, material y moral, de prohibir el acceso de un "muy grande número" a los medios, sucede una lógica que hace corresponder el nivel de cultura a la posición social. La literatura popular y su género privilegiado, que es la novela, es presentada como una producción mediocre; muy pronto se convertirá, en Alemania, en la Triviaüiteratur. y en Francia, en la "literatura de la puerta de servicio"... LO IMPRESO, LA REVOLUCIÓN Y LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA (1790-1820) Lo impreso en revolución: el modelo francés La revolución política que se produce en Francia a partir de 1789 da bruscamente una nueva dimensión al proceso hasta entonces apenas iniciado. En Inglaterra, el pasaje al mundo contemporáneo se hace sobre la base privilegiada de la transformación económica —la Revolución Industrial se inició allí en los años 1780- y del cortejo de transformaciones sociales que la acompañan (urbanización, cambios en el modo de vida), mientras que la misma estructura de los poderes permitirá una suerte de democratización interior. En Alemania, estamos ante una geografía donde los factores culturales e ideológicos constituyen los principales elementos de integración; el-cambio pudo ser provocado allí en primer lugar por una revolución de la lectura que reviste una dimensión sobre todo moral e individual. Sin embargo, el peso de la Gran 5 Nación, Francia, la importancia de los acontecimientos políticos que se desencadenan allí y la política de expansionismo a la vez político y cultural que sostienen los gobiernos franceses entre 1792 y 1813-15, imponen la democracia como el modelo alrededor del cual se jugará una parte esencial de la historia político-cultural de Europa en el siglo XIX: la innovación es en primer lugar francesa, aun si su lectura y su aplicación en otros marcos geohis-tóricos se hacen en función de problemáticas diferentes. ◎ Las categorías jurídicas: el estatuto y el rol de lo impreso si "los libros no hicieron la Revolución", al menos la volvieron posible, mientras que, por su parte, la Revolución misma conmovía profundamente las actividades y las prácticas ligadas a la edición y a los medios. En la lógica directa de la Ilustración, es la razón la que debe triunfar. La afirmación del primado del derecho natural, desde la Declaración de los Derechos en 1789, implica la desaparición de toda censura y de todo control: La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano revela, por su perspectiva a la vez universal (el hombre) y nacional (el ciudadano) la influencia de Jean-Jacques Rousseau, y expresa el crecimiento del contrapoder representado por la voluntad general de la Nación frente al absolutismo real La necesidad evidente de proteger la propiedad literaria supone el inmediato replanteo del principio de libertad absoluta. ◎ La Revolución y sus libros La producción impresa conoce un crecimiento exponencial y una reorientación radical, con multitud de publicaciones ligeras: hojas volantes, caricaturas, afiches y diarios. La tirada de periódicos y de las publicaciones ocasionales aumenta. "Desde 1789 hasta hoy, mi comercio ha sido completamente aniquilado por la supresión de casas religiosas encargadas de la educación y por la inactividad de los colegios. Los libros de texto y de religión que componen la casi totalidad de mi fondo editorial me quedan sin vender, a pura pérdida (...) He podido evaluar en 60.000 libras el deterioro del valor de libros clásicos que ya no sirven para nada..." ◎ ¿Hombres nuevos? La nueva producción editorial de la Revolución es producida por una cohorte de hombres nuevos, a los que la desreglamentación les permite instalarse como impresores y, sobre codo, como editores. En síntesis: aunque las evaluaciones en curso tienden reevaluar positivamente la cantidad de difusores de impresos en las últimas décadas del Antiguo Régimen, sigue verificándose una ruptura muy marcada a partir de los primeros años de la Revolución. *aumento de piezas impresas mas ligeras *la densificación de las redes paralelas de difusión * afirmación de prácticas nuevas de lectura y de apropiación de los textos. ◎ Prácticas de lectura, aculturación, apropiación Con la Revolución, a partir de 1789, las correspondencias escritas de los diputados a los Estados Generales son objeto de lecturas públicas en la plaza principal de ciertas ciudades, y muy pronto se adopta la costumbre de reunirse en plena calle para escuchar la lectura de los diarios y gacetas; las galerías y los patiosdel Palacio Real, en París, son el sitio de encuentro de innumerables curiosos que llegaban en busca de noticias y se reunían alrededor de oradores improvisados Con la Revolución las mayorías entran pues en el mundo de la aculturación por lo escrito. Se desarrolla el moldeo de la lectura extensiva: lo impreso, al acercarse a las clases populares y al investir el nuevo espacio público, tiende a perder su estatuto de objeto raro y a banalizarse. La antigua lógica del libro raro, costoso, leído y constantemente releído, abre paso a la lógica revolucionaria de lo impreso corriente, al que no se le otorga un precio particular, y cuyo mismo contenido lo destina a un consumo inmediato y rapido. por último, esta Revolución, que pudo ser considerada la revolución de la racionalidad escrita De la revolución política a la reorganización imperial 6 ◎ Especificidades de la cronología francesa los años 1800 ven imponerse en las artes del libro opciones estéticas como las de los Didot, que serán consideradas, durante un tiempo, como los cánones de un modelo insuperable. Pero el modelo más acabado en las artes del libro lo ofrecerán dos ediciones de las Obras de Virgilio y de Racine publicadas por Didot en 1799 y en 1801. Perfección geométrica del carácter tipográfico, inmensidad virgen de páginas en nuevo papel vitela producido por las máquinas de Didot-Saint-Léger en Essones Desde entonces, y durante una quincena de años, la evolución de la editorial y de la literatura francesas aparecerá, bajo la influencia de las condiciones políticas, como bastante específica en relación con las de los otros países europeos, donde la cuestión dominante pasa a ser la de la industrialización (en el caso de Inglaterra), o la construcción nacional (en el caso de Alemania, etc.). Cuando la dinastía parisina de los Didot es considerada una referencia en el campo de las producciones gráficas, se vuelve muy significativo observar que la emergencia de literaturas —y por lo tanto de editoriales— nacionales se acompaña de una puesta en cuestión del estilo Didot y de su misma economía. ◎ La administración de la. Editorial Las condiciones están objetivamente reunidas, desde el Consulado, para poner la actividad editorial bajo control. Sin embargo, las opciones del emperador se revelarán más sutiles: censura y vigilancia no se reconocerán como tales sino que serán ejercidas por la policía y la administración. 1805, el Emperador se preocupa por organizar las opciones intelectuales de la Nación, y declara, en una carta a Fouché: "El tiempo de la Revolución ha terminado, y no hay en Francia más que un solo partido. No toleraré jamás que los diarios digan ni hagan nada en contra de mis intereses..." Como bajo el Antiguo Régimen, el número de imprenteros tipográficos -patentados y juramentados- se encuentra autoritariamente limitado para cada ciudad (60, más tarde 80, en París), y, si los editores no están sometidos al numerus clausus, también ellos deben ser titulares de una concesión y prestar juramento. Europa: lo impreso y las nacionalid; Hemos visto que esta afirmación de la Nación (sobre una religión, una cultura, una lengua, una literatura, y en consecuencia sobre un sistema de medios, pero también sobre una historia en primer lugar política) podía ubicarse en el corazón del sistema contemporáneo. Más allá de las fronteras francesas, la nueva definición de una Nación fundada primordialmente sobre una cultura, una lengua y una literatura nacionales constituye el factor esencial de integración y apertura de los mercados. ◎ Las incomprensiones de Napoleón "Nunca pienso a más de dos años". I Lo impreso, y especialmente lo impreso industrial de gran difusión, se convierte pues, en la lógica rousseuauniana, en el medio privilegiado de la construcción y de la afirmación de las nacionalidades. La ruptura se va definiendo. Inglaterra, la revolución económica ya ha comenzado: la prensa metálica inaugura la serie de invensiones técnicas que se prolonga hasta la mecanización de la composición. En Francia, los progresos de las Luces y el retraso relativo del sistema sociopolítico vuelven posible una revolución que hace de la cuestión de los medios y de lo impreso una cuestion central e introduce la problemática política contemporánea. En Alemania, la integración de un área cultural y de un mercado del libro coextensívos con las dimensiones de la Nación permite responder a la demanda nacida de la "revolución de la lectura". Por último, más lejos, hacia el este y el sudeste, la influencia del modelo político-cultural de la Europa "dura" se apoya muy particularmente en la integración en las redes occidentales del libro. 7
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