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GINECOLOGIA (799)

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778 Oncología ginecológica
SECCIÓ
N
 4
trial sutil ni la invasión del estroma cervical profundo. La razón es 
que su resolución en los tejidos blandos es defi ciente y por lo tanto 
es difícil distinguir entre invasión del tumor local y el parametrio 
normal. Asimismo, la CT es limitada por su imposibilidad para 
detectar metástasis pequeñas en ganglios linfáticos de tamaño nor-
mal. Tampoco defi ne con precisión la arquitectura interna de los 
ganglios. Esto difi culta la distinción entre una hiperplasia reactiva 
de ganglios linfáticos y metástasis verdaderas.
 ■ Tomografía por emisión de positrones
Como se describió en el capítulo 2 (pág. 52), la PET es una téc-
nica imagenológica de medicina nuclear que crea una imagen de 
procesos funcionales dentro del organismo. Con la FDG-PET, se 
inyecta un análogo de la glucosa marcado con radioisótopos, fl uo-
rodesoxiglucosa (FDG), por vía intravenosa y éste es captado por 
las células con actividad metabólica como las células tumorales. La 
PET ofrece un esbozo defi ciente de la anatomía detallada, por lo 
que a menudo el estudio se interpreta a un lado de la tomografía. 
Esta combinación permite correlacionar la información metabó-
lica y la anatómica. El resultado es que los tomógrafos de PET 
más modernos están integrados con un tomógrafo de CT y de esta 
manera es posible llevar a cabo ambos estudios simultáneamente.
La FDG-PET es mejor que la CT o MR para identifi car metás-
tasis en los ganglios linfáticos y es útil para la evaluación inicial de 
estas estructuras en el caso de un cáncer avanzado (Belhocine, 2002; 
Havrilesky, 2005). En un estudio, Grigsby et al. (2001) demostraron 
que la supervivencia después de la radioterapia pélvica en pacien-
tes con captación de FDG en los ganglios paraaórticos (PET+) 
y con una anatomía paraaórtica normal en la CT es idéntica a 
una extensión parametrial mínima (Mitchell, 2006). Asimismo, en 
los cánceres pequeños y en los focos de tejido donde no es posible 
distinguir al cáncer de otros tejidos como las cicatrices o la necrosis 
se obtienen resultados falsamente negativos. En estos casos, una 
herramienta complementaria es la PET, que permite identifi car 
cambios metabólicos en lugar de anatómicos.
Como herramienta para la estadifi cación del cáncer cervicoute-
rino primario, la resonancia magnética es mejor que la tomografía 
para establecer el tamaño del carcinoma, la extensión del tumor y 
la participación de los ganglios linfáticos (Bipat, 2003; Mitchell, 
2006; Subak, 1995). Sin embargo, en general tanto la resonancia 
magnética como la CT son similares para evaluar el cáncer cervi-
couterino (Hricak, 2005). La resonancia magnética se lleva a cabo 
con más frecuencia en las pacientes en quienes se contempla la 
posibilidad de llevar a cabo una traquelectomía radical, mante-
niendo la fertilidad (Abu-Rustum, 2008; Olawaiye, 2009).
 ■ Tomografía computarizada
Este método es la herramienta imagenológica más utilizada para 
la evaluación de las lesiones en ganglios linfáticos y metástasis a 
distancia. Ofrece imágenes de alta resolución de la anatomía, prin-
cipalmente cuando se utiliza con medio de contraste. No forma 
parte de la estadifi cación de la FIGO. Sin embargo, se realiza 
en muchas mujeres con cánceres cervicouterinos para evaluar el 
tamaño del tumor y su extensión voluminosa más allá del cuello 
uterino. También ayuda a detectar ganglios linfáticos hipertrófi cos, 
obstrucción ureteral y metástasis a distancia (Follen, 2003).
Sin embargo, la CT tiene limitaciones similares a las de la reso-
nancia magnética. No es precisa para evaluar la invasión parame-
CUADRO 30-5. Etapas clínicas del cáncer cervicouterino de acuerdo a la FIGO
Etapa Características
I
 IA
 IA1
 IA2
 IB
 IB1
 IB2
Carcinoma estrictamente confinado al cuello uterino (debe descartarse la extensión al cuerpo)
La invasión del carcinoma puede ser diagnosticada solamente por microscopia, con una profundidad invasiva 
≤5 mm y de extensión ≤7 mm
La invasión medida del estroma no es mayor de 3 mm de profundidad y no es más ancha que 7 mm
Invasión medida del estroma mayor de 3 mm y no mayor de 5 mm de profundidad, no más ancha de 7 mm
Lesiones clínicas confinadas al cuello uterino o lesiones preclínicas mayores de IA
Lesiones clínicas no más grandes de 4 cm
Lesiones clínicas mayores de 4 cm
II
 IIA
 IIA1
 IIA2
 IIB
El carcinoma se extiende fuera del cuello uterino, pero no se extiende a la pared pélvica; afecta 
la vagina, pero no hasta el tercio inferior
Sin compromiso parametrial evidente
Lesiones clínicas no más grandes de 4 cm
Lesiones clínicas mayores de 4 cm
Compromiso parametrial evidente
III
 IIIA
 IIIB
El carcinoma se extendió a la pared pélvica; en el examen rectal no hay espacio libre de cáncer 
entre el tumor y la pared pélvica; el tumor afecta el tercio inferior de la vagina; deben incluirse 
todos los casos con hidronefrosis o falta de función renal, a menos que se conozca otra causa 
de ellos
Sin extensión a la pared pélvica, pero con compromiso del tercio inferior de la vagina
Extensión a la pared pélvica y/o hidronefrosis o falta de función renal por el tumor
IV
 IVA
 IVB
El carcinoma se extendió fuera de la pelvis verdadera, o hay compromiso clínico de la mucosa vesical 
o rectal
Diseminación del crecimiento a los órganos pélvicos adyacentes
Diseminación a órganos distantes
FIGO, International Federation of Obstetricians and Gynecologists.
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