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796 Oncología ginecológica SECCIÓ N 4 invasor, pero los autores recomiendan que las mujeres con displa- sia vulvar moderada o intensa deben recibir tratamiento defi nitivo temprano (cap. 29, pág. 759). SÍNTOMAS El cuadro inicial en mujeres con VIN y cáncer de vulva incluye el prurito y una lesión visible (fig. 31-2). Sin embargo, las manifes- taciones iniciales pueden ser dolor, hemorragia y úlceras. Muchas mujeres presentan síntomas durante semanas o meses antes del diagnóstico; muchas de ellas sienten vergüenza o no conceden importancia al cuadro anormal. Por consiguiente, en el comienzo la paciente puede restar importancia a síntomas de poca monta y ello contribuye al retraso en el diagnóstico. Como aspecto adi- cional, los clínicos también contribuyen al retraso al emprender tratamiento médico incluso durante 12 meses antes de obtener tejido para biopsia o considerar el referimiento a un especialista (Canavan, 2002). No siempre aparece una masa perfectamente defi nida, en par- ticular en mujeres jóvenes con enfermedad multifocal. Además, a veces es muy difícil escoger el sitio apropiado para obtener una muestra de tejido en tales casos y obliga a múltiples tomas. La colposcopia de la vulva llamada en ocasiones vulvoscopia, permite orientar al operador para la selección del sitio de toma de mate- rial de biopsia. Otras entidades clínicas pueden tener un cuadro inicial similar y comprenden neoplasia preinvasora, infecciones, enfermedad infl amatoria crónica y ataque granulomatoso. Sobre tales bases, el objetivo de la biopsia será llegar a un diagnóstico histopatológico preciso y defi nitivo. DIAGNÓSTICO ■ Valoración inicial de la lesión En el comienzo de la vulvoscopia se aplica ácido acético al 3% durante 5 minutos a la vulva, para que penetre en la capa de queratina; ello facilita la identifi cación de áreas “acetoblancas” y perfi les vasculares anormales característicos de la neoplasia de esa zona (cap. 29, pág. 759). El explorador debe revisar sistemáti- camente toda la vulva y la piel perianal. Las lesiones pueden ser sobresalientes, ulceradas, hiperpigmentadas o verrugosas y con- viene obtener fragmentos de las zonas más sospechosas, como se describió en el capítulo 4 (pág. 112). Los fragmentos obtenidos con la pinza de Keyes en sacabocado deben abarcar la lesión epite- lial superfi cial y el estroma subyacente en busca de la lesión inva- sora, y para valorar su profundidad. Se recomienda la exploración colposcópica del cuello uterino y la vagina y la valoración cuida- dosa del área perianal, para identifi car cualquier lesión sincrónica o neoplasia coexistente en la zona inferior del aparato genital feme- nino. ■ Valoración de la paciente de cáncer Después del diagnóstico histológico, es importante en la mujer con cáncer vulvar conocer la extensión clínica de la enfermedad y de cuadros médicos coexistentes. En este renglón, la exploración física detallada comprende medir el tumor primario y valorar su extensión a otras áreas del aparato genitourinario, conducto anal, pelvis ósea y ganglios linfáticos inguinales. En la institución en que laboran los autores, si es imposible realizar una exploración física cabal por molestias de la paciente o extensión de la enfermedad, se realiza la exploración bajo anestesia, que incluye cistouretroscopia o proctosigmoidoscopia o los dos métodos si es grande la sospecha de que el tumor haya invadido la uretra, la vejiga o el conducto anal (fig. 31-3). Las mujeres con tumores pequeños y ganglios de la ingle sin metástasis (clínicamente negativos) necesitan pocos estudios diag- nósticos adicionales, salvo los necesarios para la preparación ope- ratoria (cap. 39, pág. 958). En mujeres con masas neoplásicas de mayor tamaño se recomiendan más estudios radiológicos como la tomografía computarizada (CT), la resonancia magnética (MR) o la tomografía con emisión positrónica (PET, positron emission tomography), en busca de invasión local, afectación de ganglios linfáticos y metástasis a distancia. En algunas enfermas con tumo- FIGURA 31-2. Cáncer epidermoide incipiente de la vulva. FIGURA 31-3. Fotografía de un cáncer vulvar invasor. La lesión abarca los labios menores de ambos lados, el orificio uretral y la mitad inferior anterior de la vulva y comprime el clítoris. (Fotografía por cortesía del Dr. David Miller.) 31_Chapter_31_Hoffman_4R.indd 79631_Chapter_31_Hoffman_4R.indd 796 06/09/13 21:5506/09/13 21:55 GINECOLOGÍA������������������������������������������������� SECCIÓN 4 ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA���������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 31. CÁNCER INVASOR DE LA VULVA���������������������������������������������������������������������������������������������������������� SÍNTOMAS���������������������������������������� DIAGNÓSTICO�������������������������������������������������
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