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GINECOLOGIA (833)

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812 Oncología ginecológica
SECCIÓ
N
 4
cisplatino 50 mg/m2 cada 3 semanas en cáncer vaginal avanzado o 
recurrente en 26 pacientes. Sólo una mujer con carcinoma epider-
moide alcanzó una respuesta completa. Cinco de 16 pacientes con 
este último tuvieron enfermedad estable y 10 presentaron progre-
sión de la enfermedad. Con base en este estudio clínico, se consi-
dera que el cisplatino aislado tiene una actividad insignifi cante a 
esa dosis y régimen (Th igpen, 1986). Hasta la fecha, este ha sido 
el único estudio clínico prospectivo GOG en el que se evalúa la 
quimioterapia aislada para el cáncer vaginal.
Radioterapia
Este tipo de tratamiento para el tumor primario casi siempre 
comprende radioterapia con rayos externos en la pelvis con o sin 
braquiterapia y a menudo se combina con quimioterapia a base 
de cisplatino dependiendo del estadio y de otros factores que ya 
se describieron. Además, la radioterapia inguinal es efectiva en 
las pacientes con metástasis palpables en los ganglios linfáticos. 
También es posible administrar radioterapia electiva a los ganglios 
linfáticos inguinales que son negativos por medio de la clínica 
cuando se observa extensión hacia el tercio distal de la vagina. En 
una revisión retrospectiva, Perez et al. (1999) encontraron que de 
100 mujeres que no recibieron radioterapia inguinal, si el cáncer 
se encontraba confi nado a los dos tercios superiores de la vagina 
entonces ninguna manifestó metástasis inguinales. Sin embargo, 
10% de las pacientes con tumores primarios en el tercio inferior y 
5% de aquellas con tumores que abarcaban la longitud completa 
de la vagina manifestaron metástasis en los ganglios inguinales.
 ■ Vigilancia
Las fallas terapéuticas casi siempre ocurren en los dos años siguien-
tes al fi nal del tratamiento primario. Por lo tanto, las pacientes son 
generalmente examinadas cada tres meses durante los primeros dos 
años, luego cada seis meses hasta los cinco años de completada la 
vigilancia (Pingley, 2000; Rubin, 1985). Luego de cinco años del 
régimen terapéutico, las mujeres se valoran cada año. Se realiza un 
frotis de Papanicolaou y examen pélvico con atención cuidadosa en 
los ganglios inguinales y del escaleno. Las imágenes para vigilancia 
con CT o MR quedan a criterio del médico.
 ■ Enfermedad recurrente
La recurrencia de la enfermedad debe confi rmarse con biopsia, si 
se planifi ca tratamiento adicional. En mujeres con recurrencia pél-
vica central que recibieron radiación pélvica, las opciones terapéu-
ticas son limitadas. Puede considerarse la exenteración pélvica si la 
paciente es apta desde el punto de vista psicológico y médico para 
someterse a un procedimiento quirúrgico radical con morbilidad 
elevada. Además, sólo debe intentarse en aquellas con enfermedad 
limitada a la parte central de la pelvis. Por tanto, los médicos deben 
mantenerse alerta para detectar la tríada de dolor ciático, edema 
de la pierna e hidronefrosis, sugestiva de compromiso de la pared 
lateral de la pelvis. Estas mujeres no son elegibles para cirugía, pero 
pueden recibir quimioterapia y radiación, o quimioterapia sola si la 
paciente ya recibió radiación antes.
La supervivencia después de la recaída es baja. En una revisión 
de 301 pacientes, la supervivencia a cinco años fue de 20% en caso 
de recurrencia local y 4% para recurrencia con metástasis (Chyle, 
1996).
Estadio IVB
El cáncer vaginal metastásico no es curable pero el tratamiento 
comprende antineoplásicos o tratamiento paliativo para pacien-
tes terminales. Los puntos más frecuentes de diseminación son el 
hígado, los pulmones y hueso. De nuevo, la elección del fármaco 
antineoplásico por lo general se extrapola de la información sobre 
cáncer cervicouterino en vista del número tan pequeño de pacien-
tes con este tipo de cáncer.
Quimiorradioterapia
El número de mujeres con cáncer vaginal es demasiado pequeño 
como para permitir un estudio clínico prospectivo y aleatorizado. 
Sin embargo, por lo general se considera que la adición de anti-
neoplásicos a la radioterapia es útil en aquellas con cáncer vaginal 
local avanzado. En una serie pequeña se observó que la adición de 
antineoplásicos reduce entre 10 y 33% la cantidad total de radio-
terapia administrada (Dalrymple, 2004). Pese a que la intención 
de los autores no era demostrar una supervivencia más prolongada 
con la quimiorradioterapia, observaron que la contención del cre-
cimiento del tumor y la supervivencia eran similares a las obtenidas 
con dosis mayores de radioterapia aislada. Probablemente la menor 
dosis de radioterapia provoque una menor frecuencia de estenosis 
vaginal y formación de fístulas.
En un análisis reciente de una base de datos del Surveillance 
Epidemiology and End Results (SEER) de 326 pacientes tratadas 
con radioterapia con rayos externos y/o braquiterapia entre 1991 y 
el año 2005, se observó un incremento notable en el uso de anti-
neoplásicos sensibilizadores desde que el National Cancer Institute 
confi rmó en 1999 la efi cacia de la quimioterapia en el cáncer cer-
vicouterino. Es interesante señalar que los autores no observaron 
ventajas en cuanto a la supervivencia entre las pacientes con cáncer 
vaginal que recibieron quimiorradioterapia frente a radioterapia 
aislada (Gia, 2011).
Quimioterapia (antineoplásicos)
En general, la quimioterapia sola es inefi caz contra el cáncer 
vaginal, aunque hay pocos datos que apoyen esto. El Gynecologic 
Oncology Group (GOG) realizó un estudio fase II que valoró el 
100
75
50
25
0
0.0 2.5 5.0
Tiempo (años)
P
ro
ba
bi
lid
ad
 (
%
)
7.5 10.0 12.5
I (n=33)
II (n=23)
III (n=13)
IV (n=9)
FIGURA 32-4. Supervivencia específica para la enfermedad clasificada 
según la International Federation of Gynecology and Obstetrics (FIGO). 
(Tomada de Tran, 2007, con autorización.)
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	GINECOLOGÍA�������������������������������������������������
	SECCIÓN 4 ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA����������������������������������������������������������������������������������������������������������������
	32. CÁNCER VAGINAL����������������������������������������������������������������������
	CARCINOMA EPIDERMOIDE�������������������������������������������������������������������������������
	VIGILANCIA����������������������������������������������
	ENFERMEDAD RECURRENTE�������������������������������������������������������������������������������

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