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988 Aspectos de cirugía ginecológica SECCIÓ N 5 ■ Bisturí y hojas Las hojas quirúrgicas típicas empleadas en cirugía ginecológica se muestran en la figura 40-9 e incluyen hojas de los números 10, 11, 15 y 20. La función sigue a la forma, y las hojas más grandes se utilizan para tejidos más duros o incisiones más grandes, mientras que la hoja número 15 se elige para incisiones más fi nas. El ángulo agudo y la punta afi lada de la hoja número 11 permiten cortar con facilidad abscesos de paredes gruesas para drenarlos, como los de la glándula de Bartholin. Con la sujeción correcta del bisturí, un cirujano puede dirigir el movimiento de la hoja. Los dedos pueden colocarse a ambos lados del bisturí, lo cual se conoce como “sujeción de poder”, “sujeción de violín” o “sujeción de arco” y aumenta el aprovechamiento del fi lo de la hoja. Otra opción es sujetar el bisturí a manera de lápiz, lo cual se llama “sujeción de lápiz” o “sujeción de precisión” (fig. 40-10). Con las hojas números 10 y 20, el bisturí se sujeta en un ángulo de 20 a 30 grados respecto de la piel y se desplaza con fi rmeza sobre ella mediante el movimiento del brazo, con movimiento mínimo de la muñeca y los dedos. Este desplazamiento ayuda a cortar con toda la longitud del fi lo del bisturí y evita que se clave la punta. En general, un cirujano corta hacia sí mismo y del lado no dominante al dominante. La incisión inicial debe penetrar la dermis, mientras el bisturí se mantiene perpendicular a la superfi cie para no formar un bisel en el borde de la piel. La tracción fi rme y simétrica sobre la parte lateral de la incisión mantiene la incisión recta y ayuda a evitar la creación de varios trayectos y bordes cutáneos irregulares. En contraste, las hojas números 15 y 11 casi siempre se sujetan a manera de lápiz para llevar a cabo incisiones fi nas y precisas. Con la hoja número 15, el bisturí se mantiene a unos 45 grados con respecto a la superfi cie cutánea. La disección fi na con bisturí se controla mejor con los dedos mientras la base de la mano puede estabilizarse en el tejido adyacente. La hoja de bisturí número 11 Además, los adhesivos crean su propio vendaje y parecen brindar cierta protección antibacteriana (Bhende, 2002). Se evita el retiro de material de sutura o las grapas y el adhesivo se desprende en siete a 10 días. Se permite el baño en regadera y el lavado suave del sitio, pero no nadar. La aplicación de productos con vaselina en la herida disminuye la fuerza de tensión del adhesivo y debe evitarse. Cinta adhesiva para heridas La principal indicación para el cierre con cinta es una herida recta superfi cial sometida a poca tensión. Por consiguiente, es apropiada para cerrar sitios de incisión para trocar de laparoscopia o incisio- nes de laparotomía en las que el cierre de los tejidos profundos aproximó mucho los márgenes cutáneos. El cierre del tejido es rápido, no es costoso y conlleva una alta satisfacción por parte de la paciente. Por lo general, la enferma retira las cintas varios días después de la cirugía. También puede usarse después de retirar las grapas para brindar fortaleza adicional, ya que las heridas sólo han recuperado cerca del 3% de su fuerza fi nal en la primera semana. Antes de aplicarlas, los bordes de la piel deben secarse bien para que la adhesión sea adecuada. Las tiras de cinta adhesiva se colo- can de forma paralela, no superpuestas, después de cubrir toda el área de aplicación con un adyuvante del adhesivo, como tintura de benjuí (Katz, 1999). Es probable que la cinta no sea adecuada para heridas húmedas o con secreción, para superfi cies cóncavas como la cicatriz umbilical, para áreas con tensión considerable en el tejido ni para regiones muy laxas. Además, es posible que la cinta se separe antes de tiempo en cerca de 3% de los casos. Un dato importante es que pueden aparecer vesículas cutáneas si la cinta se estira dema- siado sobre la herida (Lammers, 2004; Rodeheaver, 1983). INSTRUMENTOS Los instrumentos quirúrgicos se diseñaron para extender la capaci- dad de las manos del cirujano, por lo que están hechos para sepa- rar, cortar, sujetar y limpiar el campo quirúrgico. Es importante ajustar la iluminación del quirófano antes de que el grupo qui- rúrgico se lave y los cirujanos se sitúen en la mesa para obtener el acceso más ergonómico posible para el procedimiento planeado. El objetivo del manejo de instrumentos es llevar al máximo el uso efi ciente de los instrumentos, aunque hay variaciones para tareas específi cas. Los tipos de tejido que se manipulan durante la cirugía ginecológica varían y, por tanto, también cambian el tamaño, la fi nura y la fuerza de los instrumentos usados. A Se sujeta como lápiz Se sujeta con fuerzaB FIGURA 40-10. A. El bisturí se sujeta como un lápiz y el movimiento se dirige con los dedos pulgar e índice. B. El bisturí se sujeta entre el pulgar y el tercer dedo. Ambos ejercen presión hacia abajo y el extremo de la hoja se empuja contra los músculos de la región tenar de la mano. (Tomada con autorización de Wind, 1987.) A B C D FIGURA 40-9. Fotografía de hojas quirúrgicas usadas a menudo en ginecología. A. Núm. 10. B. Núm. 20. C. Núm. 15. D. Núm. 11. (Foto- grafía cortesía de Dave Gresham.) 40_Chapter_40_Hoffman_4R.indd 98840_Chapter_40_Hoffman_4R.indd 988 06/09/13 22:0706/09/13 22:07 GINECOLOGÍA������������������������������������������������� SECCIÓN 5 ASPECTOS DE CIRUGÍA GINECOLÓGICA���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 40. CONSIDERACIONES TRANSOPERATORIAS���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������� INSTRUMENTOS����������������������������������������������������
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