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GINECOLOGIA (1110)

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1089Cirugías para trastornos ginecológicos benignos
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tico al 3 a 5% en la vulva, que se examina de 
nuevo con el colposcopio para confi rmar la 
ausencia de lesiones cancerosas.
POSOPERATORIO
Se debe tener cuidado de evitar la formación 
de adherencias (coaptación de los labios) en las 
regiones tratadas. Se recomienda a la paciente 
que evite la ropa apretada y que se separen 
los labios por lo menos una vez al día. Los 
baños de asiento dos o tres veces al día ayudan 
a limpiar y proporcionan alivio temporal de 
las molestias vulvares del posoperatorio. Otras 
medidas útiles son la aplicación de crema de 
sulfadiazina de plata al 1% dos o tres veces al 
día, analgésicos orales, anestésicos tópicos y el 
secado de la vulva con aire frío.
La paciente deberá abstenerse de tener rela-
ciones sexuales hasta que la cicatrización sea 
completa.
La primera consulta del posoperatorio se 
programa entre cuatro y seis semanas después 
de la vaporización con láser. Un programa 
aceptable de seguimiento para buscar per-
sistencia o recurrencia de la VIN es citar a 
la paciente cada seis meses durante un año y 
posteriormente cada año. Este seguimiento es 
igual al de la escisión local amplia o CUSA. 
Sin embargo, en algunos casos las citas debe-
rán ser más frecuentes el primer año del trata-
miento, dependiendo de las características de 
cada paciente.
láser, incorporando un margen de 5 mm o 
1 cm hacia arriba del tejido de aspecto normal 
(Helmerhorst, 1990; Hoff man, 1992).
➍ Ablación. La ubicación de la VIN deter-
mina la necesidad de profundizar la penetra-
ción del rayo láser para el tratamiento. Los 
folículos pilosos muchas veces contienen VIN 
hasta una profundidad de 2.5 mm, por lo 
que en las áreas vellosas de la vulva, el láser 
debe penetrar hasta la dermis reticular (Mene, 
1985). Wright y Davies (1987) recomiendan 
una profundidad de 3 mm para las regiones con 
pelo y consideran que esta profundidad corres-
ponde con la destrucción hasta el tercer plano 
quirúrgico descrito por Reid et al. (1985). 
Además, Cardosi et al. (2001) no recomiendan 
el tratamiento con láser de la VIN que abarca 
regiones con pelo por la probabilidad de des-
truir tejido excesivamente profundo y la posi-
ble formación de cicatrices y desfi guración. Un 
punto importante para recordar es que la zona 
de necrosis térmica se extiende más allá de la 
profundidad del cráter producido por el rayo 
láser. Las áreas lampiñas no contienen anexos 
y por lo tanto, cuando se utiliza el láser, no 
necesitan un tratamiento profundo. Basta con 
1 mm o menos de penetración del láser para 
el tratamiento de la VIN en estas áreas, esto 
es, no más profundo que la membrana basal.
➎ Inspección. Los restos carbonizados se 
extraen y se aplica una solución de ácido acé-
lleva a cabo como procedimiento ambulatorio 
en el consultorio o un quirófano, dependiendo 
de la disponibilidad del láser. El procedi-
miento se realiza con anestesia general, regio-
nal o local. Ferenczy et al. (1994) utilizaron 
una lesión mayor de 6 cm2 como criterio para 
utilizar anestesia general. La paciente se coloca 
en posición dorsal de litotomía. Para reducir 
el peligro de lesión al dirigir incorrectamente 
el láser hacia tejidos más allá de los que se van 
a tratar, se colocan toallas húmedas alrededor 
del campo quirúrgico. Es importante evitar el 
papel por el peligro de incendio. Se introduce 
una esponja húmeda en el recto para evitar que 
se enciendan los gases de los fl atos.
➋ Programación del láser. El láser se 
conecta a un colposcopio y se enfoca hacia la 
vulva. La densidad de potencia (PD, power den-
sity) que se utiliza es de 600 a 1 200 W/cm2 en 
modo continuo, pero Reid et al. (1985) advier-
ten que es difícil regular una PD mayor de 600 
W/cm2 en la vulva. PD promedio = 100 × W/
D2, donde D = diámetro del punto en milí-
metros a 10 W y con pulsaciones de 0.1 s. Una 
potencia de 10 W con un diámetro del punto 
de 1 mm suministra una PD de 1 000 W/cm2.
➌ Exploración del área tratada. Después 
de aplicar una solución de ácido acético de 3 a 
5% en la vulva, la zona del tratamiento se exa-
mina por medio de colposcopio para delimitar 
el área de vaporización. Se marca con el rayo 
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