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1141Cirugía de mínima invasión CA P ÍTU LO 4 2 Fletcher, 1996; Iverson, 1996). Por lo gene- ral, se inyecta la vasopresina en la incisión o incisiones planeadas en la serosa, entre el miometrio y la cápsula del leiomioma (fig. 42-9.1). Para la inyección conviene colocar una aguja laparoscópica a través de uno de los portales accesorios o una aguja para bloqueo raquídeo de calibre 22 directamente a través de la pared abdominal. Es indispensable aspirar con la aguja antes de inyectar la solución, para evitar la introducción de este vasoconstrictor potente en algún vaso. Es necesario señalar al anestesiólogo que se inyectó vasopresina, por- que después de tal maniobra puede haber un incremento repentino en la presión arterial de la paciente. Es frecuente que se produzca pali- dez en el sitio de la inyección. La vida media plasmática del agente es de 10 a 20 min, y por tal razón hay que interrumpir la inyección de vasopresina 20 min antes de la reparación del útero, para valorar la presencia de hemorragia por las incisiones miometriales (Hutchins, 1996). Los principales riesgos que conlleva la inyección local de vasopresina son consecuen- cia de la infi ltración intravascular inadvertida e incluyen incremento transitorio de la pre- sión arterial, bradicardia, bloqueo auriculo- ventricular y edema pulmonar (Hobo, 2009; Tulandi, 1996). Por las razones anteriores, posiblemente no sean elegibles para utilizar vasopresina mujeres con el antecedente clí- nico de angina, infarto del miocardio, mio- cardiopatía, insufi ciencia cardiaca congestiva, una medida útil para tener una visión gene- ral del útero. De manera típica, se necesitan como mínimo tres accesos adicionales como se muestra en la fi gura 42-1.30 (pág. 1116). Como mínimo, una de las cánulas debe tener 12 mm para acomodar el fragmentador eléc- trico si se le emplea. Después de la penetración abdominal segura se realiza laparoscopia diagnóstica y el operador debe revisar la superfi cie serosa del útero para identifi car los leiomiomas por extirpar (Sección 42-2, pág. 1121). Al corre- lacionar con los estudios imagenológicos reali- zados antes de la operación, el cirujano escoge la incisión uterina óptima, para reducir al mínimo las perturbaciones del endometrio y extraer el número máximo de tumoraciones a través de una incisión. ➌ Uso de vasopresina. La pitresina (8-argi- nina vasopresina) es una solución acuosa estéril de vasopresina sintética y es efi caz para limitar la pérdida de sangre durante la miomectomía, porque es capaz de lograr el espasmo vascular y la contracción del miometrio. En compara- ción con el placebo, se ha demostrado que la inyección de vasopresina disminuye signifi cati- vamente la pérdida de sangre durante la mio- mectomía (Frederick, 1994). Se ha estandarizado la pitresina de modo que cada ámpula contenga 20 unidades vaso- constrictoras/ml, y las dosis utilizadas en la miomectomía varían de 20 U diluidas en 30 a 100 ml de solución salina (Bieber, 1998; ble emprender la profi laxis como se señala en el cuadro 39-9 (pág. 962). TRANSOPERATORIO ■ Instrumentos Muchos de los instrumentos necesarios para la miomectomía laparoscópica son parte del instrumental estándar de laparoscopia. Sin embargo, a veces se necesita una aguja para inyección laparoscópica para administrar vasopresina y un sistema de aspiración/irriga- ción para extraer sangre después de enuclear la tumoración. Son útiles la pinza erina o el tornillo de leiomioma para generar la tensión hística y la contratensión necesaria para la enu- cleación. Después de esta última maniobra y para la extracción del leiomioma separado del plano muscular suelen utilizarse fragmentado- res eléctricos para disminuir el volumen del tumor (Sección 42-1, pág. 1103). Los instru- mentos anteriores posiblemente no se usen en todos los quirófanos y por ello hay que solici- tarlos antes de la operación. ETAPAS QUIRÚRGICAS ➊ Anestesia y posición de la paciente. Tal como ocurre en muchos de los métodos laparoscópicos, hay que colocar a la paciente en posición de litotomía dorsal después de practicar la anestesia general adecuada; en tal posición será factible la colocación de un manipulador uterino si se desea, y tener acceso al fondo de saco posterior para practicar la colpotomía, si se requiere. El operador reali- zará una exploración ginecológica bimanual para conocer el tamaño del útero para guiar la colocación del acceso laparoscópico. Ante el riesgo de histerectomía y la posibilidad de que se use la colpotomía para extraer el tumor, se hace preparación preoperatoria de la vagina y el abdomen. Se introduce una sonda de Foley en la vejiga. También se puede colocar un manipulador uterino que incluya algún ins- trumento que permita la introducción de un colorante para delinear las trompas al fi nal del método (Sección 42-1, pág. 1102). Para tal técnica se mezcla una ampolleta de 5 ml de índigo carmín con 50 a 100 ml de solución salina estéril y se inyecta a través de la cánula endocervical. ➋ Colocación del trócar y del laparos- copio. Los trócares principal y accesorio se sitúan como se describió en la Sección 42-1 (pág. 1110). Se individualiza la ubicación del acceso de modo que sea adecuado para la manipulación uterina, la extirpación del leiomioma y la reparación de la histerotomía. Según la altura del útero, se necesita a veces un acceso principal en situación supraumbilical. En términos generales, la distancia de 3 a 4 cm por arriba del nivel del fondo del útero es FIGURA 42-9.1 Inyección de vasopresina debajo de la serosa. 42_Chapter_42_Hoffman_4R.indd 114142_Chapter_42_Hoffman_4R.indd 1141 06/09/13 22:1906/09/13 22:19
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