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1187Cirugías para trastornos del piso pélvico CA P ÍTU LO 4 3 ❿ Endoprótesis ureteral. En pacientes en quienes se requiere una endoprótesis ureteral en el posoperatorio se usa el de doble espiral o cola de cerdo. Las asas proximal y distal de esta endoprótesis impiden la lesión de la pelvis renal y aseguran la colocación intravesical. Para la colocación, primero se introduce un alambre guía al orifi cio ureteral y se hace avanzar hasta la pelvis renal. Se coloca la endoprótesis de espiral o cola de cerdo sobre el alambre guía y se hace avanzar por un dis- positivo de avance hasta que su extremo distal entra a la vejiga. Se retira el alambre guía, lo que permite que los extremos espirales se enro- llen en la pelvis renal y la vejiga. ⓫ Biopsia. Las lesiones de la mucosa pue- den ser objeto de biopsia, con riesgo y moles- tias mínimos para la paciente. Se introduce un instrumento de biopsia por el acceso operato- rio del cistoscopio y se lleva hasta el campo quirúrgico. Con el instrumento directamente en el campo de observación, el cistoscopio se desplaza en forma directa hacia la lesión. Se toma el material para la biopsia y se retiran el cistoscopio y el instrumento juntos a través de la uretra. De esa forma no se impulsa a través de la vaina una pieza de biopsia, con su posible pérdida. La hemorragia suele ser menor y se detendrá sola. Si ocurre una hemorragia brusca, se puede usar coagulación electroquirúrgica si seleccionó una solución no electrolítica como medio de distensión. Como ya se describió en la Sección 42-12 (págs. 1159-1160), no es posible utilizar soluciones electrolíticas como solución fi siológica con la electrocirugía mono- polar. Estas soluciones conducen la corrien- te, disipando de esta manera la energía e inuti- lizando el instrumento. un orifi cio. Una vez que se coloca la endopró- tesis dentro del orifi cio se hace avanzar más allá del nivel de obstrucción que se sospecha. Si la endoprótesis pasa fácilmente, se descarta la obstrucción. En casi todas las operaciones ginecológicas esto no ocurre más allá del borde pélvico. Cuando se introduce un cabestrillo se evita la presión indebida durante su avance para impedir una perforación ureteral. ➒ Para delinear la anatomía. Para este propósito la endoprótesis se hace avanzar hasta que se encuentra resistencia, lo que indica que se ha llegado a la pelvis renal. Se anuda la endoprótesis con seguridad a la sonda trans- uretral y se hace drenar hacia la bolsa de reco- lección de orina. Al concluir la intervención quirúrgica se retira la endoprótesis. con dicho instrumento. Una vez en observa- ción, ambos dispositivos se desplazan juntos hacia la región de interés. ➐ Endoprótesis ureterales. Se pueden colocar endoprótesis ureterales en varias unio- nes durante la intervención quirúrgica. Quizá se coloquen al inicio de la operación y se dejen durante ésta para defi nir la anatomía de la paciente en quien hay riesgo de lesión quirúr- gica del uréter. Se pueden colocar durante el transoperatorio para demostrar la permeabi- lidad del uréter y descartar una lesión del mismo. Por último, las endoprótesis ureterales se pueden colocar y dejar en su sitio al con- cluir la intervención quirúrgica si se sospecha o identifi ca lesión ureteral. La duración de la endoprótesis en el posoperatorio es variable y se basa en las indicaciones clínicas. Se dispone de endoprótesis ureterales en diversos tamaños, y aquellas que van de 5 a 7F son las utilizadas con mayor frecuencia. Las endoprótesis varían en longitud de 12 a 30 cm y es apropiada la de 24 cm para la mayoría de los adultos. En general, se usan endopróte- sis de extremo abierto o punta de silbato para delinear la anatomía de pacientes en quienes el uréter está en riesgo quirúrgico o para des- cartar su obstrucción. Se usan endoprótesis dobles o de una sola espiral o cola de cerdo en situaciones donde se requiere drenaje ureteral prolongado. ➑ Para descartar obstrucción urete- ral. Se introduce una endoprótesis de extremo abierto o punta de silbato a través del conducto quirúrgico de un cistoscopio de 30° hacia el campo de observación. Mediante el avance de la endoprótesis y el cistoscopio a través del ori- fi cio, se hace pasar la endoprótesis por el orifi - cio ureteral. Después de que la endoprótesis ha entrado a través del orifi cio, se le hace avanzar en forma manual. Se puede usar un puente de Albarrán, vaina especializada que permite la defl exión y guía de una endoprótesis hacia FIGURA 43-1.3 La orientación durante la cistoscopia se mantiene sosteniendo la cámara mientras se rotan simultáneamente el cable de la luz y el cistoscopio. FIGURA 43-1.4 Teloscopia suprapúbica. 43_Chapter_43_Hoffman_4R.indd 118743_Chapter_43_Hoffman_4R.indd 1187 06/09/13 22:2306/09/13 22:23
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