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[1] La Gastronomía Experiencial como Oportunidad de Innovación 1 The Experiential Gastronomy as an Opportunity for Innovation Catalina Loaiza Jaramillo 2 Especialista en Gestión de Proyectos De Diseño e innovación catalinaloaiza@gmail.com Resumen En este documento se estará haciendo una reflexión acerca de las tendencias de la gastronomía y cómo el asociar experiencias adicionales a los espacios gastronómicos, se convierte en una oportunidad para agregar valor y generar productos diferenciados con potencial innovador. Desde las perspectivas mundiales hasta la mirada local, se revisan las diferentes aristas asociadas al mercado, al consumidor y a los productos, para luego establecer la relación, con la generación de innovación a través de la inclusión de experiencias en el escenario de la gastronomía. Palabras clave Gastronomía, Innovación, Valor Agregado, Experiencia, Mercado Gastronómico, Productos Gastronómicos Abstract This paper presents a reflection about the gastronomic trends and the additional experiences association as opportunity to add value and to generate new products with innovative potential. From worldwide perspectives to the local view, the different approaches associated to the market, the consumer and the products, are analyzed in order to stablish a relationship with the innovation generation through the experiences inclusion in the gastronomic field. 1 Datos de origen. El presente documento se elabora como requerimiento en el plan de estudios de la especialización en gestión de proyectos de diseño de la Universidad Católica de Pereira, bajo la asesoría del Tutor Juan Diego Gallego Gómez Diseñador Industrial, con MBA PhD en Diseño y Creación. 2 Estudiante Especialización en Gestión de proyectos de Diseño e Innovación, de la Universidad Católica de Pereira. Diseñadora industrial, con enfoque en consultoría empresarial. Email catalinaloaiza@gmail.com. [2] Keywords Gastronomy, Innovation, Added Value, Experience, Gastronomic Market, Gastronomic Products Introducción En la actualidad, existen diferentes fenómenos sociales y económicos que generan oportunidades a nivel de mercado, especialmente en lo que respecta a la gastronomía. La globalización, el aumento del poder adquisitivo en ciertos sectores de la sociedad, la reducción de los costos de transporte, la impulsión de la innovación y el apoyo del estado para la generación de empresa, han generado un nuevo campo con retos y oportunidades para muchos actores, que al igual que en cualquier mercado, deben competir por su participación y permanencia. Las nuevas generaciones, especialmente la de los millennials 3 y postmillennials han priorizado la vivencia de experiencia, dentro de sus percepciones de valor, consecuentemente, la demanda de este segmento, se direcciona a nuevos productos “experienciales”, lo cual es una oportunidad y un reto a la vez, ya que ante la diversidad de la oferta existente y creciente, el consumidor se hace más selectivo y resulta más difícil conquistarlo de manera “permanente”. Por lo anterior, la innovación se convierte en un medio que otorga diferenciación y originalidad, para “cautivar” un mercado creciente, dispuesto a invertir en experiencias, que definitivamente mueven la dinámica comercial del sector gastronómico. Turismo y Gastronomía: el enfoque hacia la gastronomía experiencial Entre las diferentes opciones gastronómicas que oferta el mercado, existe según Hjalager [10] una relación causal y contundente entre la gastronomía y el turismo. Aunque implícitamente se tiene la idea de que estas dos variables se encuentran relacionadas, cuantificar esta relación desde la perspectiva del mercado y la 3 millennials3 y postmillennials : Millennials, nacidos entre 1980 y 1995 y post-millennials a todos aquellos nacidos entre finales de la década de los 90 y principios de los 2000 [3] dinamización de los sectores, es significativo al momento de plantear perspectivas de negocio, ejemplos como este se puede apreciar en el contexto colombiano más precisamente el municipio de Salento ubicado en el departamento del Quindío. Ahora bien, este encadenamiento validado a través de cifras, ([4], [5]) presenta una tendencia que tiene que ser valorada y concebida como un hallazgo de oportunidad: la gastronomía experiencial. Aunque el término no está uniformemente acuñado por la literatura (entendiendo que en las fuentes de información en idioma inglés los términos son diferentes), sí es claro que las investigaciones van mostrando que el enriquecimiento de la acción de “comer” con experiencias complementarias, es una tendencia creciente a lo largo y ancho del planeta. Spence [16] y Beardsworth [3] hablan de la relación multidimensional, multisensorial de las personas con la comida y cómo sobre este basto campo de conexión, emergen oportunidades de enriquecimiento de la experiencia en dos dimensiones fundamentales: la inclusión de nuevos estímulos asociados a los ingredientes, las texturas, los colores y demás propiedades organolépticas de los alimentos y, la participación en interacciones humanas, sociales, culturales e históricas alrededor de la comida. Es así como la industria vinícola, por ejemplo, ofrece productos experienciales que sumergen a los usuarios en las diversas etapas de la producción del vino, haciendo del consumo del producto sólo uno de los componentes de la experiencia completa. Desde esa perspectiva, se establece la siguiente premisa de reflexión: ¿Es posible enriquecer la gastronomía de un lugar (turismo) con un conjunto de experiencias que complementen el producto y así se perciba un mayor valor por parte del cliente? Mathieu [13] y el mismo Spence [16] establecen por ejemplo que, la gastronomía ofrece una profunda oportunidad de inmersión cultural, consecuentemente, un campo experiencial. La diferencia entre proveer un platillo a proveer un platillo acompañado de una historia y un “ritual”, se ve no sólo en el servicio sino en los números. Mathieu establece que la mayor participación en el mercado chino (entendiendo este mercado como los turistas chinos) de la gastronomía francesa no obedece sólo a la oferta clásica, sino a los servicios complementarios que fluyen en la inmersión cultural y experiencial que acompaña a los platillos galos. Experiencias como las que se muestran en la literatura referenciada, confirman que la comida no hace la diferencia únicamente. El servicio, el entorno y la experiencia desde [4] una visión integral, son las verdaderas variables que mueven la balanza y atraen el dinero de los clientes. Lugar, Cultura y Gastronomía, elementos para construir marca y experiencia Las experiencias locales han dado la oportunidad de representad bajo nombres o seudónimos la especificidad de la riqueza gastronómica como bien inmaterial y como riqueza de una nación, así lo deja entrever Sanín [15] que expone los componentes de construcción de “Colombianidad” como una marca que se refleja en las diferentes vertientes de la oferta turística de nuestro país. A partir de estos componentes, se concluye que la sumatoria de las singularidades expuestas por Sanín, son un elemento diferenciador, que se debe tomar como principal componente en la construcción de productos diferenciados en todos los campos, incluyendo la gastronomía. Como se mencionó con anterioridad, existen dimensiones para la creación de valor y enriquecimiento de la experiencia ([3], [16]), conjugando esa tendencia con las improntas propias de nuestro territorio, se genera una oportunidad de crear experiencias únicas, que compiten en el mercado mundial precisamente por la unicidad. Aunque se podría encontrar comida colombianaen diversos países y lugares, vivir la experiencia de sentir esa comida desde las dimensiones de la cultura y el entorno, sólo es posible en Colombia, consecuentemente, el enriquecimiento de esa experiencia con componentes adicionales como música, proceso culinario, utensilios y menaje típico, entre otras posibilidades, dan como resultado, una apuesta ganadora a la hora de generar diferenciación y participación del mercado. El reto entonces ya no está sólo en enriquecer con experiencia la oferta gastronómica, o con gastronomía la oferta experiencial del país, sino en generar un atractivo tan contundente en el mercado mundial, que motive a los turistas y comensales de todas las latitudes a “vivir” la gastronomía colombiana, por encima de las potencias reconocidas como Italia, Francia o Japón. Innovación en la gastronomía a través de la oferta de experiencia [5] Kivela [12] y Sánchez [14] hablan de las oportunidades asociadas al mercado de la gastronomía, no obstante, hay muchas aristas desde las cuales atacar el problema con miras a generar innovación. Tendencias como la cocina molecular, que es la aplicación de la ciencia en los procesos gastronómicos, así como , la comida orgánica se compone de alimentos saludables productos de las buenas prácticas del medio ambiente y la combinación de ingredientes exóticos son sólo la punta del iceberg. Entendiendo que, elementos propios de la cultura y el lugar son agentes diferenciadores naturales [15], parece que la apuesta en el contexto colombiano, no es competir en campos en los que estamos tan atrasados; sino en los que tenemos una ventaja natural. De la mano de los ingredientes nativos, están los materiales nativos, los sonidos nativos y demás elementos que sólo son posibles de encontrar y generar en Colombia. Allí, hay un afluente que apenas está siendo explotado, en la dimensión de generación de innovación. Por qué si nuestra culinaria se diferencia en el sabor y los ingredientes, no se diferencia también en el menaje, los utensilios y en la inmersión que ofrece la contemplación (y la participación) en los métodos de preparación. Se tiene entonces una deconstrucción del paradigma tradicional, que enciende la llama de la innovación a través de la cocina experiencial. Poder participar de la artesanía de Ráquira expresada en una olla o plato donde se degusta un cocido boyacense, escuchar las marimbas que acompañan a la cocina del pacífico son por ejemplo, oportunidades para innovar, acrecentando multidimensionalmente la experiencia de vivir la comida colombiana. En Colombia, y más precisamente en el eje cafetero (Manizales) restaurantes como “La Beautiful” muestran el valor diferencial de ofrecer experiencias más allá de lo que puede ofrecer el plato como tal. Desde las diferentes opciones y concepciones de la innovación (producto, modelo de negocio, proceso, etc.), la cocina experiencial, coloca sobre la mesa diferentes cartas para jugar. Crear nuevas experiencias, diseñar propuestas de valor que permitan al usuario prolongar la experiencia vivida en la mesa, son sólo el abrebocas a las diferentes alternativas, que se tienen en el campo de la gastronomía. Hacer de la cocina una experiencia teatral, musical o artesanal, son retos que suponen réditos y encadenamiento productivo en muchas direcciones, generando dinamización de las economías locales y el aprovechamiento de la diversidad cultural, con la que cuenta el país. Es claro que, a partir de las variables que naturalmente generan diferenciación, la innovación es la [6] clave para convertir a Colombia en un jugador de talla mundial en el mercado gastronómico. Conclusiones En lo recogido y revisado se evidenciaron los hallazgos de diversas investigaciones, que encontraron una correlación directa entre el turismo y la gastronomía. Dado que las motivaciones del ejercicio del turismo son principalmente experienciales, la gastronomía experiencial genera un elemento diferencial complementario, lo cual permite aportar innovación desde la inmersión en las diferentes etapas del proceso, o en los diferentes eslabones de la cadena de valor. Elementos como la cultura, la biodiversidad y la impronta gastronómica propia de cada lugar, son agentes que facilitan la generación de identidad y diferenciación, pudiendo ser colocados como eje central, en la creación de valor a través de la experiencia. Es así como la inclusión del comensal en la recolección y el cultivo de los ingredientes, en la preparación, en la oralidad y la historia detrás de cada plato, se coloca como ejemplos en la creación de experiencias asociadas a la gastronomía. En la misma línea del turismo, se evidencia que uno de los principales motivadores de los viajeros, no es sólo el reconocimiento de los lugares y la contemplación espacial o arquitectónica, sino también la inmersión cultural. Esa inmersión cultural, permite generar escenarios comerciales asociados a los recuerdos, los suvenires o los artículos a través de los cuales el viajero, desea perpetuar la recordación de la experiencia. Asociando lo anterior a la gastronomía experiencial, se observa que es posible generar diferentes artículos como el menaje, la ornamentación de la mesa, los utensilios asociados a la preparación del plato o a su consumo. Estos artículos pueden convertirse en ejes centrales o complementarios de la experiencia gastronómica, ampliando el valor percibido por el usuario y por consiguiente, ampliando el margen transaccional asociado al servicio y el producto. [7] La premisa más relevante de este documento, gira en torno al enriquecimiento de la gastronomía a través de la creación de experiencias subyacentes, no obstante, la lógica de correlación, funciona de manera inversa con la misma fluidez y generando oportunidades de la misma envergadura. El encadenamiento del turismo con la gastronomía, el cual se da de manera natural, fluye en el escenario experiencial, complementando los productos turísticos con inmersión culinaria y gastronómica. De esta manera, puede complementarse la oferta turística con la generación de experiencias asociadas a la culinaria y la gastronomía, produciendo un incremento en el valor percibido por el usuario, una diferenciación en la oferta y conscientemente, un umbral de estímulos más amplio para el usuario, gracias a la interacción organoléptica adicional, resultante de la combinación de estas dos vertientes experienciales. Al igual que los demás sectores de la economía y la industria, la gastronomía no está ajena a la inclusión de la innovación, como una herramienta para conquistar una mayor participación del mercado y generar diferenciación, en propuestas de valor de más alto nivel. La gastronomía experiencial, abre todo un abanico de posibilidades al generar oportunidades de innovación en el desarrollo de nuevos productos, modificar los modelos de negocio tradicionales e implementar prácticas diferenciales en la producción, comercialización y distribución de productos y servicios. La oportunidad de dar un paso atrás y ver “the big picture” contemplando las diferentes instancias de la cadena de valor y la asociación de las mismas, con la generación de experiencias, reduce la tensión asociada a la generación de innovación, al incluir otras variables sobre las cuales se puede actuar para generar valor. Así como se incrementan las oportunidades, también los retos toman otros matices, emergiendo la necesidad de tener equipos no solamente culinarios en el proceso, sino participantes de toda la cadena de valor, que puedan aportar en la construcción de experiencias asociadas a la gastronomía. [8] Bibliografía [1] Arnould, E., & Price, L. River magic: Extraordinary experience and the extended service encounter. Journal of Consumer Research, 20(1), Pp. 24-45.1993. [2] Barthes, R. Mythologies (A. Lavers, Trans.). New York: Hill and Wang. 1972. [3] Beardsworth, A., & Keil, T. Sociology on the menu. London: Routledge. 2007 [4] Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío. 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Consultado en: https://es- la.facebook.com/LaBeautifulCocinaInusual/ Mayo de 2018. https://es-la.facebook.com/LaBeautifulCocinaInusual/ https://es-la.facebook.com/LaBeautifulCocinaInusual/