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| Ghislaine D Martel Eres energia Como alcanzar el maximo bienestar fisico y mental e PARA ESTAR EN EL MUNDO Eres energia Como alcanzar el maximo bienestar fisico y mental i Pequenas gulias de autosuperacion eric Eres energia Como alcanzar el maximo bienestar fisico y mental @ Ghislaine D. Martel OCEANO [RosinBoox' Epitor: Rogelio Carvajal Davila ERES ENERGIA Cémo alcanzar el maximo bienestar fisico y mental Titulo original: JE SUIS ENERGIE Tradujo JOSE SERRA de la edicién original en francés © Les Editions de Mortagne D. R. © EDICIONES ROBINBOOK, S.L. __ Apartado 94.085, Barcelona 08080, Espafia D. R. © EDITORIAL OCEANO DE MEXICO, S.A. de C.V. Eugenio Sue 59, Colonia Chapultepec Polanco Miguel Hidalgo, Cédigo Postal 11560, México, D.E <P 282 0082 Ge) 282 1944 SEGUNDA EDICION (CUARTA REIMPRESION) ISBN 970-651-013-3 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacién escrita del editor, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién parcial o total de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, comprendidos la reprografta y el tratamiento informdtico, y la distribucién de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo publico. IMPRESO EN MEXICO / PRINTED IN MEXICO Indice Introducci6n, 13 1. La energia, 17 2. El aura, 39 3. Los chakras, 57 4. Los colores, 109 5. Los sonidos, 133 6. La respiracion, 151 7. La relajacién, 161 8. La meditacién, 179 9. El pensamiento, 191 ~ 10. La visualizacién, 213 11. La creatividad, 235 12. El amor, 253 Bibliograffa, 269 .~ ERSY ENERGIA * (re shreuar @) uke barns Genet ¢ eaeccall Fitwlo ogap Ff SPs fetece Teach: Lig Sem le lp ewe erie! oo ite * Leelee oy Movengre ‘e. ' = , ™ 5. ORD MOMAY Ree, BL. patois MOG, Banalene WDM Saemtia % ; #3 ATORTAL OCBAND Di MixaCe) Praggrraag Hoe 5 aye PP dele, | Aebagy Py Ste Ge 192 ees PO (ats cA taG NOSIS Gracias a Ti, Shekhinah, que guias mis pasos en la luz a cada instante... Gracias a ustedes, Raymond y Georgette, que me han dado la vida, ofreciéndome ast la oportunidad de explorar, de aprender y de crecer. Gracias ati, Marisol, hija mia, cuyo amor insufla mis alas para que vuele siempre mds alto. Gracias ati, Yolande Berteyac, mi amiga y cémplice, por las horas pasadas revisando este manuscrito bajo el cdlido sol de Espafia... Gracias a todos ustedes, compajieros y compaiieras de viaje, que me han apoyado, animado ¥ escuchado desde la concepcidn de este proyecto. Gracias a ustedes, queridos lectores y lectoras, que han elegido compartir esta aventura a mi lado... Un agradecimiento especial a Peter Reindeer Jort. Introduccién oy energia. Cierre los ojos y repita esta afirma- cién. Primero mentalmente, después en voz alta. Al principio, puede que realice este ejerci- cio timidamente. Pero, muy pronto, pronunciard esta frase con mas y mas vigor, hasta que sienta que una vaga sensacién de poder le invade. Entonces habra conseguido que surja la energia que subyace en usted. Un dia, decidf manejar el rumbo de mi vida, con- vertirme en la “capitana” de mi propio barco. Este paso no lo di de una forma instantdnea, sino mas bien con el paso de los dias, de los afios, navegando sobre un mar a veces en calma, y a veces con borrascas y tempestades. En varias ocasiones, perdi las riendas de mi tim6én. Algunas veces, me he dejado ir a la deriva 13 ERES ENERGIA hasta el borde del naufragio antes de darme cuenta, por fin, de que yo era lo mas importante que habia a bordo y que era la tinica responsable de mi embarca- cién. Todas mis aventuras y desventuras me han hecho comprender la importancia vital de conocer lo que realmente es este mar de energia sobre el que na- vegamos todos juntos. La presente obra tiene como finalidad develar la au- téntica realidad de la energia y de los beneficios que aporta a nuestra vida. Propone herramientas sencillas, faciles de integrar en nuestro quehacer cotidiano, para aprender a trabajar con la energfa. El objetivo consis- te en saber gobernarla para convertirse en el creador de su propia vida. En efecto, ;descubrir la energia es lo mismo que descubrirse a sf mismo! Este libro es el fruto de numerosos afios de investi- gacion y de-experiencias vitales que ahora pongo a su disposicién. Para encontrar respuestas a mis pregun- tas, me he dirigido a otros estudiosos, cuyas citas he reproducido con la mayor fidelidad posible. Al final de la presente obra, encontraré una bibliograffa que le indicaré las referencias de los libros que me han inspi- rado. Este libro quiere ser una herramienta de trabajo. 14 INTRODUCCION Como en todo aprendizaje, tenemos que pasar de la teorfa a la practica. Por esta razén, al final de cada ca- pitulo encontrard algunos ejercicios que contribuiran a su descubrimiento personal. Le sugiero que la primera vez que lea este libro lo haga de un tirén, como una novela. Después, podra demorarse con mayor detenimiento en los capitulos que usted crea mds convenientes para su experiencia. Esta aventura la emprendemos de manera conjun- ta, cada uno a nuestra manera, cada descubrimiento como tinico e indispensable. Cualquier baile, por complejo que sea, comienza con un primer paso; jde- mos juntos ese paso, en la luz! 15 ) mm? Pee. 00) ae et racbeceoentoun fay aregusn, +4. 0 pal eer ls oad ehterenpate WN ig SORE = ankutigs ahh decinsimiasteb roysct co Bre esata e freee. tk ning eg vee 3 sripaoasishemiol coger iqats hid -oiniaertdsesb gle yoann eee 0. sha agtuply Qo chien etal yobpdemg sacnizq- nese spam res Le 3 HNL gr hermaris pian ahemqonag cosy piopie vide En o$erndekeabrini mWHHO cere ieaubringe $13 cetera? Erte tivo c= 4 trun dengmnevesne Jacko) deeiperienciagvingics Gile ale Napoca, Fat ancottrar ret wpentte BG ba, me he dirgtths @ ottinp-eseliiiets | repo ductile con tncsimtpte Cadell de i prestnee obra, Cecio gid (mWeaes {ts ecvenciawde bap pert a ru om Vie ope al . ] La energia El universo se considera como un todo dindmico e indisociable, que incluye siempre a su observador de una manera esencial. Fritjof Capra, The Tao. of Physic Una “fuerza en accién” 1 mundo en el que vivimos, compuesto. por materia aparentemente sdlida, lo envuelve e impregna energia fluida, en movimiento conti- nuo como el mar. Los cientificos modernos lo afir- man: el organismo humano no es sdélo una estructura fisica compuesta por moléculas; al igual que el resto del universo, implica un campo energético. Por tanto, nosotros somos energia y estamos inmersos en un mar de energia, en perpetuo movimiento. La palabra energia procede del griego energia, que significa “fuerza en accién”. Esta fuerza constituye el vinculo fundamental y universal entre todo lo que 17 ERES ENERGIA existe. Como hemos dicho, estamos literalmente in- mersos en la energia. Existe energfa que nos “anima” y que nos hace sentir “vivos”, al igual que la hay para que se alumbre un foco o para que aparezcan imagenes en el televisor. Todas estas manifestaciones son for- mas de energia. Pero, ;qué es exactamente la energia? Armonizarse con el universo La energia es una fuerza invisible que no representa a la materia, sino al movimiento. Pensemos, por ejemplo, en un torbellino de viento que arrastra la nieve: la nieve que se mueve se puede ver, pero el viento (la energfa) permanece invisible. Incluso la persona mas escéptica debe admitir que allf existe una fuerza que, aunque invisible, es muy real. Esa fuerza es la energia.. Todo nuestro universo ffsico es “energfa”. De he- cho, podemos decir que la tinica cosa que existe en el universo es la energfa. Todo lo que vemos, tocamos y sentimos es energia que vibra a un determinado rit- mo. Por esa raz6n es posible percibir las vibraciones de todo lo que existe sobre el planeta: los seres huma- nos, las plantas,los minerales, etcétera. Al tomar con- 18 LA ENERGIA ciencia de esa fuerza, podemos “conectarnos” con esas vibraciones y, asf, armonizar con el universo. La pequena historia de la energia Nuestra visidn del mundo refleja, en gran medida, la visi6n del mundo cientifico. Gracias a ella, hemos pasado de un mundo en el que todo era aparentemen- te sdlido e independiente al concepto mas amplio de un mundo fluido, en el que todo esta interrelaciona- do. Para comprender mejor esta evolucidén, adentré- monos en la pequefia historia de la energfa. Esta teorfa, basada en el principio de que nuestro universo lo componen objetos sélidos, procede basi- camente de Isaac Newton y de sus colegas de los siglos XVII y XVIII. Las leyes newtonianas afirman que el tiempo y el espacio son absolutos y que el fendmeno fisico es estrictamente casual en la naturaleza. Por ejemplo, el impacto de dos bolas de billar puede expli- carse, segtin esta teoria, por el hecho de que toda reac- ci6n fisica parece tener una causa fisica. Nuestra vida cotidiana se basa todavia en las teo- tias mecdnicas newtonianas. Salvo por los sistemas eléctricos, nuestras viviendas son en gran parte new- 19 ERES ENERGIA tonianas. Todos tenemos relojes con los que conti- nuamos estructurando nuestras vidas de forma lineal. Dado que nos pasamos el dia intentando llegar siem- pre a la hora, es facil observar hasta qué punto nues- tra vida esta mecanizada. Definimos la mayor parte de nuestra experiencia basAndonos en el absoluto, en un espacio-tiempo tridimensional en el que todo parece poderse describir objetivamente. Esta forma de ver las cosas puede parecer reconfortante para aquéllos y aquéllas de nosotros que prefieren ver el mundo como una masa sdlida, estatica, gobernada por un sistema de leyes claras e inmutables. En tales condiciones, es muy facil desatender e incluso olvidar nuestra ex- periencia humana interior, que esté en constante evo- lucién. Todo es relativo En 1905, Albert Einstein publicé su célebre teorfa sobre la relatividad; teorfa que convulsioné los prin- ciplos newtonianos. Seguin esta teoria, el espacio no es tridimensional y el tiempo no es una entidad aislada. Los dos estan fn- timamente ligados y conforman un continuo cuatridi- 20 LA ENERGIA mensional. Por tanto, segtin Einstein, el tiempo no es lineal, sino relativo. El tiempo y el espacio no son mas que elementos, dos puntos de referencia que sitven para describir un fendmeno. Una rosa no es una rosa sélo porque el hombre la defina como tal; sin el hombre, no seria mds que un esquema de torbellinos de energia. E. H. Shattuh Esta teorfa del tiempo y del espacio relativos nos abre una ventana hacia un mundo maravilloso, reple- to de infinitas posibilidades. Responde a numerosas preguntas que hasta ahora no habjan tenido respuesta. Por ejemplo, la capacidad de percibir nuestras vidas anteriores o de “ver” un suceso potencial (premoni- cién), en virtud de la nocidn del tiempo no lineal. ijQuién de entre nosotros no ha presentido, en alguna ocasién, lo que iba a ocurrir dentro de un momento? {Quién no ha “sofiado” con un acontecimiento de una manera tan intensa que, al despertarse, tenfa la clara impresién de haber “vivido” realmente ese suce- 21 ERES ENERGIA so? La Biblia nos ofrece numerosos testimonios de esos fenédmenos que evocan “suefios premonitorios”, “visiones”. Las impresiones de “ya visto” también tie- nen su origen en la nocién del tiempo no lineal. El tiempo que pasa y el Gran Tiempo El tiempo y el espacio son tan elementales en nues- tra descripcién de un fendmeno natural, o incluso de nosotros mismos, que su modificacién transforma la estructura de base sobre la que nos hemos apoyado hasta ahora. Atin no hemos integrado esa parte de la teorfa de la relatividad de Einstein a nuestras vidas cotidianas: Todavia nos basamos sobre la teorfa mecé- nica newtoniana para describir nuestras experiencias extrasensoriales. Tomemos el siguiente ejemplo: Louise tiene la viva impresién de que su amiga Josiane corre el riesgo de suftir un accidente automovilfstico. Para confirmar su “impresién”, Louise mira la hora y tele- fonea a Josiane, quien le asegura que todo esta bien, que no ha pasado nada. El primer reflejo de Louise (se- gtin el pensamiento newtoniano) es el de restar valor a esa “impresién” clasificandola como “fruto de su ima- ginacién”. Puesto que el tiempo no es lineal (pasado, 22 LA ENERGIA presente y futuro, segtin un orden establecido), el suce- so puede haber ocurrido ya, puede ocurrir en el mo- mento en que estamos, o con posterioridad en el tiempo. También es muy posible que el suceso esté inscrito en el orden de las probabilidades y que no se manifieste nunca. Sin embargo, incluso si el suceso en cuestién no se ha producido en el instante en que lo hemos presentido, eso no significa de ninguna manera que la posibilidad sea falsa. Ya es hora de dejar de infravalorar nuestras expe- riencias porque no se corroboran en la escala newtonia- na del tiempo lineal. Todos hemos vivido momentos en los que el tiempo parece detenerse, y otros, con fre- cuencia mas felices, en los que el tiempo parece pasar volando, mientras que el reloj (newtoniano) sigue in- dicando que han pasado las mismas horas. En la cul- tura amerindia, desprovista de relojes que reflejen el tiempo newtoniano, el tiempo esta dividido en dos: el “ahora” y “todos los demas tiempos”. Los aborfgenes australianos también tienen dos clases de tiempo: el “tiempo que pasa” y el “Gran Tiempo”. Lo que ocurre en el Gran Tiempo es secuencial, pero no puede ser datado. 23 ERES ENERGIA Las vidas pasadas y las vidas futuras La teorfa de Einstein sobre un continuo tiempo-es- pacio nos indica que la aparente linealidad de los suce- sos depende del observador. Nos empefiamos en acep- tar que nuestras “vidas pasadas” tuvieron lugar en un universo fisico, igual al que enmarca nuestro presente, pero en un pasado lejano. Edgar Cayce, el célebre médium norteamericano, nos habla de una realidad multidimensional segtin la cual nuestras “vidas pa- sadas” y nuestras “vidas futuras” se vivirfan de una for- ma simultanea, cada una en su propia dimensi6n. Por tanto, nuestra vida “pasada” puede transcurrir en el presente, en un continuo espacio-tiempo diferente. Muchos de nosotros hemos experimentado “vidas an- teriores” y hemos sentido sus efectos como si hubiesen tenido lugar hace muy poco tiempo. Por el contrario, pocas veces hablamos de la forma en que nuestras “vi- das futuras” influyen sobre nuestra vida actual, la que experimentamos “aqui y ahora”. Segtin Jane Roberts, una médium norteamericana que transmite los mensajes de una entidad (Seth), po- drfamos penetrar en esas dimensiones o “vidas”, con el objeto de aportar e! conocimiento y el amor nece- 24 LA ENERGIA sarios a su transformaci6n. En otras palabras, a partir de esta vida “presente” podemos transformar nuestras vidas “pasadas” o “futuras”. Cuando decidimos trabajar con nuestras vidas “pa- sadas” o “futuras”, el objetivo principal debe ser un proceso de transformacién. No se trata de un juego o de una forma de vanagloriarse. Es evidente que todos desearfamos pensar que habfamos sido faraones o pet- sonajes de alto rango antes que mendigos o incluso asesinos. Esa no es la finalidad de esta biisqueda. Cuando experimentamos con una vida anterior, el objetivo que se persigue consiste en liberarnos de pro- blemas que nos impiden alcanzar el pleno desarrollo potencial de nuestra vida presente, con el objeto de cumplir la tarea o misidn que nos hemos asignado. Los problemas que afectaron a nuestras experiencias pasadas tienen todavia su repercusién en nuestra vida presente. Una vez més, todo esta interrelacionado. Todo se transforma Una de las principales consecuencias de la teorfa de la relatividad de Einstein es la deadmitir que la materia y la energia son intercambiables. La masa no 25 ERES ENERGIA es mds que una forma de energia, mientras que la ma- teria constituye energia que ha cristalizado al ralen- tizar su movimiento. Nuestros cuerpos son “energia’. Cuanto mas estudiamos la “materia”, mas cuenta nos damos de que no existe “masa de base”, tal como sugiere la teorfa newtoniana. De hecho, los fisicos han tenido que abandonar esta teoria al descubrir que la “masa” la componen tantas particulas de energia, que ninguna puede calificarse como “masa de base”, ya que todas son complementarias e intercambiables. Como consecuencia, han tenido que llegar a la conclusién de que la “masa” o “materia” no existe con total certeza en un lugar determinado, sino que pre- senta “tendencia” a existir. Todas las particulas pue- den transmutarse (transformarse) en otras particulas. Pueden ser creadas a partir de la energia y desaparecer en esa misma energia. Recordemos que la energia esta en movimiento perpetuo, asf como en transformacién constante. Cuando miramos con nuestros ojos y nuestra pet- cepcion fisica los objetos y los seres que nos en- vuelven, se nos aparecen sdlidos y separados los unos de los otros. Por el contrario, en otro nivel, como aca- bamos de ver, estos objetos y seres estén compuestos 26 LA ENERGIA de mintsculas particulas en movimiento perpetuo, y representan de hecho la energfa pura. Lo mismo ocurre con nosotros. Estamos compuestos por energia. Nuestro cuerpo, que nos parece una masa sdlida, no es mds que una multitud de partfculas de energia en movimiento perpetuo. Todo es energia. Cuando observamos nuestro universo con una mirada no lineal, vemos que todo a nuestro alrededor, inclui- dos nosotros, es energia, y que esa energia se interrela- ciona para formar un todo integral. No somos entida- des separadas las unas de las otras, sino que formamos parte de un todo. Todas las formas-pensamientos, las acciones, las palabras y todos los gestos que emitimos son formas de energia que influyen sobre el resto del universo. jImagine la grandeza de nuestro poder y de nuestra responsabilidad! Yo soy el “todo” El universo se nos aparece como un tejido dina- mico con inseparables formas de energfa, que incluye siempre, como parte esencial, al observador. En este universo, ninguna parte esté aislada. No somos una parte del “todo”, somos el “todo”. 27 ERES ENERGIA Cuando hablamos de energfa, tenemos que hablar pensando en el “todo”, ya que todas las partes se in- terrelacionan de una forma inexorable, y de su dina- mismo depende todo el sistema. En otras palabras, todo lo que nos concierne, todo lo que nos afecta, todo lo que experimentamos influye sobre el “todo”, es de- cir, el universo en el que estamos inmersos. Todas las experiencias se interrelacionan. Cuando llegamos a ser conscientes de este proceso de percep- cién, podemos entonces ser conscientes de todos los acontecimientos, independientemente de su secuen- ciaci6n en el tiempo. Asf, podemos volver a ver nues- tras-acciones anteriores, al igual que podemos ver los probables sucesos futuros (premoniciones). Por el contrario, desde que tomamos conciencia de nuestro “yo”, volvemos a caer inmediatamente en la dualidad que nos separa del todo. No es facil experimentar esa nocién de interrelacién cuando toda nuestra vida se basa en la dualidad. La conciencia holistica (del todo) se sittia en el exterior del tiempo lineal y del espacio tridimensional y, por ello, no se reconoce facilmente. Entonces, debemos practicar la experiencia holistica para poder reconocerla. La meditacién es una de las formas de trascender 28 LA ENERGIA los limites de un pensamiento lineal y de experimen- tar la interrelacién entre todas las cosas. Esta realidad es dificil de explicar mediante palabras, porque utili- zamos las palabras de una manera lineal. Debemos in- ventar un vocabulario que pueda facilitar nuestra labor. En la meditacién zen japonesa, los maestros utilizan los koans. Se trata de frases cortas sobre las que los alumnos deben concentrarse, con el objeto de ayudarles a trascender el tiempo lineal. He aqui un ejemplo de koan: “Qué sonido emite una mano al aplaudir?” El ser humano forma parte de un todo que se llama universo. Una parte limitada en el tiempo y el espacio. Percibe su persona, sus pensamientos, sus sentimientos, como si estuvieran separados del res- to. Se trata de una especie de ilusién dptica surgida de su conciencia. Esta ilusi6n es para nosotros como una prisién que nos limita a nuestros deseos personales, asf como al afecto por las personas que nos son cercanas. Nuestra misidn deberia ser liberarnos de esa prisidn ampliando nuestro circulo de compasi6n para incluir a todos los seres vivos y 19 ERES ENERGIA a toda la naturaleza en su belleza. Nadie puede conseguirlo completamente, pero el hecho de per- seguir ese objetivo constituye ya en sf una libe- raci6n parcial y el fundamento de la paz interior. Albert Einstein El campo energético jHa llegado a “sentir” la presencia de alguien en una habitacién sin haberlo visto o escuchado ante- riormente? ;O ha experimentado una “sensacién” de simpatfa o antipatfa por alguien al que ha visto por primera vez? Esa “impresidn” se explica por una armo- nfa o desarmonfa en nuestro campo energético. Bernard Simon Nagy, en su libro La magie du sub- conscient, describe este fendmeno del siguiente modo: [...] la ley de la gravedad universal significa que to- dos los cuerpos se atraen. Por ejemplo, si yo tiro una piedra, cae al suelo. Es atraida hacia el centro de la Tierra. Del mismo modo, la Luna es atrafda hacia la Tierra y la Tierra hacia la Luna. Existe una especie de linea recta invisible, entre la Tierra y la 30 LA ENERGIA Luna, a lo largo de la cual se desplaza la energia de atracciOn. Esta lfnea puede ser imaginada como un hilo blanco, de luz y de fuerza, a lo largo del cual se desplaza la energia entre dos cuerpos. Esta atrac- cidn existe, del mismo modo, entre dos atomos. El aire que respiramos esta compuesto de moléculas y Atomos. Estos estén igualmente interrelacionados por pequefios hilos de energia. De hecho, todos los cuerpos vivos se relacionan por esos pequefios hilos de energfa y, cuando hablo de seres vivos, incluyo a todo lo que vive, es decir, todo lo que compone los reinos animal, vegetal y mineral. El descubrimiento del fendmeno electromagnético conduce al concepto de campo. Un campo es una con- dicién espacial (en el espacio) que tiene la capacidad de producir una fuerza. Asf, cada partfcula crea una “per- _ turbacién” en el espacio que lo envuelve. Como con- -secuencia, al existir otras particulas en ese mismo es- pacio, ellas sienten una “fuerza”. Piense en una piedra que lanza al agua, provocaré una “fuerza” que formar ondas en la superficie del agua. Este concepto cientffico puede explicar nuestra ca- pacidad para interaccionar con los otros, a distancia, 31 ERES ENERGIA por otros medios que no sean la palabra o la vista. A todos nos ha ocurrido descolgar el teléfono “sabien- do” quién era la persona que estaba al otro lado de la linea, al igual que todos hemos vivido la experiencia de pensar la misma cosa que otra persona y en el mis- mo momento. Lo que percibimos es la energia que emana de su “campo energético” o de su “campo mag- nético”. Hablaremos de ello con mas profundidad en el préximo capitulo. Un trampolin hacia el amor Tras este rapido repaso acerca de la energia, pode- mos llegar a la conclusién, de acuerdo con los cientt- ficos, de que realmente estamos constituidos por una multitud de partfculas energéticas en movimiento y transformacién perpetuos. Todas esas particulas in- terrelacionadas reaccionan de forma continua entre ellas, creando fuerzas, ya sean armoniosas o discor- dantes, pero siempre “conectadas”. Esta conexidn instanténeanos proporciona la po- sibilidad de leer en nuestros espiritus a voluntad. Asi podemos comprendernos y ayudarnos mejor los unos a los otros. Esta toma de conciencia nos permite asi- 32 LA ENERGIA mismo evaluar hasta qué punto nuestros pensamien- tos, asf como nuestras acciones, influyen sobre los otros de una manera que, antes, hubiéramos crefdo imposible. De ahi la importancia de aprender a cono- cer esta energia y sus usos, para poder transformar nuestro universo en un trampolfn desde el que nos po- dremos impulsar cada vez mas hacia arriba, hacia la més alta forma de energia que es el amor. Ejercicios Tomar conciencia de la energia Este ejercicio puede realizarse en el lugar que usted desee: en una sala de espera, en un centro comercial, en el bosque, etcétera. De hecho, es muy interesante explorar diversas situaciones. En el lugar en que se encuentra, cierre los ojos e inspire en siete tiempos. Después espire, también en siete tiempos. Repita esa secuencia unas cuantas ve- ces, con el objeto de aumentar su percepcidn. A con- tinuaci6n, siempre con los ojos cerrados, comience a tomar conciencia de su entorno inmediato, prestando atenciOn a los sonidos (0 ruidos) que lo envuelven, a 33 ERES ENERGIA la calidad del aire que respira, al movimiento que per- cibe, etcétera. Ahora, tome conciencia de su lugar en el universo. Tras cada inspiracién, repita mentalmente: “Yo estoy aqui y ahora”. Después, tras cada espiracién, déjese ir. Repita este proceso al menos durante cinco minutos, para poder asimilarlo bien. En seguida, abra los ojos y témese algunos minutos para hacer una pequefia eva- luacién de esa experiencia. ;Cdémo se siente? jEsta a gusto en su universo? jHay ciertos aspectos que le gus- tarfa cambiar? Recuerde. que usted es el creador de su universo y que sdlo usted puede decidir la introduccién de las transformaciones necesarias pata poder sentirse en perfecta armonfa. Si asf lo decide, encontraré a lo lar- go de su camino los instrumentos necesarios para pro- tegerse en su trayecto. “Sentir” la energia Coloque las palmas de sus manos frente a frente, a una distancia de unos cinco o diez cm. Ahora, acer- que y aleje sus palmas en un suave movimiento de vaivén, reduciendo la distancia entre ellas. Sienta 34 LA ENERGIA cémo va construyendo algo entre sus manos. {Qué sensacion le produce? Ahora, aleje sus manos a una distancia de unos treinta cm. Suavemente, acérquelas de nuevo hasta que sienta una ligera presién. En ese momento, usted ha tocado los lfmites de sus cuerpos de energfa. Si no est4 seguro, comience nuevamente el ejercicio, pero antes frote con fuerza sus manos para activar la energia. Si tiene ocasidn, practique este ejercicio con un ni- fio, como un juego. Aproximen lentamente sus pal- mas (su palma derecha y la izquierda del nifio), pidiéndole que diga “si” cuando sienta alguna cosa. Se sorprendera de la rapidez con que él sentira esa ener- gia. Lo mismo ocurrira con usted, ya que la energia de los nifios es muy pura y poderosa. He aqui otro “juego” que puede practicar usted so- lo, con un nifio o con cualquier persona. Sittie sus dos manos con las palmas enfrentadas a una distancia de unos diez cm. Apunte con su indice derecho hacia la palma de su mano izquierda, asegurandose de que la punta del dedo esta a un cm de la palma izquierda. Ahora, mediante su indice derecho, trace circulos (rotaci6n hacia la derecha) sobre la palma izquierda, 35 ERES ENERGIA sin que todavia se produzca contacto ffsico. jQué siente? ;Un cosquilleo? ;Calor? “Ver” la energia Sittiese en una habitacién donde la iluminacién esté suavemente tamizada. Frote vigorosamente entre si las palmas de sus manos. A continuacién, péngalas frente a frente, a una distancia de unos seis cm, y haga un movimiento de pulsacién rapida, sin que sus ma- nos lleguen a tocarse. Asf, “excita” usted su energfa. Mire ahora entre las palmas de sus manos. {Qué ve? Ahora, pruebe, suavemente, a separar sus manos. {Qué ve? ;Qué siente? Realice los ejercicios hasta que se convenza de lo que esté viendo. No hay nada misterioso ni extrafio en todo ello. Por el contrario, jes completamente natural! Experimentar el tiempo no lineal Este ejercicio, extraido del libro Stalking the Wild Pendulum, de Itzhak Bentov, esta dirigido especial- mente a aquéllos y aquéllas que practican la medita- cién con bastante regularidad. 36 LA ENERGIA Siéntese confortablemente para meditar, compro- bando que tiene ante usted un reloj o un despertador con segundero. El reloj debe colocarse en un lugar en el que usted pueda verlo entreabriendo ligeramente los ojos, es decir, que sdlo una pequefia abertura debe aparecer ante sus Ojos. Ahora, relajese y comience la meditacién. Cuando haya alcanzado un elevado nivel de conciencia, en- treabra los ojos, de modo que se abra la pequefia aber- tura que le permita ver la aguja del segundero. ;Qué ocurre? Para muchas personas, la aguja del segundero parece completamente parada o ralentizada en su mo- vimiento. Seguramente, cuando usted se dé cuenta de ello, su reaccién emotiva le inducira a volver a la tranquilizadora realidad del tiempo lineal, y la aguja del segundero recuperard raépidamente su ritmo ha- bitual. {Qué sucede entonces? Segtin Bentov, el tiempo es una experiencia subjetiva y no lineal. Nosotros hemos creado una estructura de tiempo lineal para podernos acomodar a ella. 37 ; OUTS es Cs. {G190 fil aga Siis SAG seoenisiae ssiaiied weul au a9 sere2uloy sdb joie 14 242 1c Sitsmtesbeobrendesum ols sbatiq Be dob aunisds sitsupoq anv olde sto 7135 (Gc a uny Hebiteciiin domme obiaenin. pind shatardurno yee nn saiviemondo ule heviro obbvele tums tab ‘rodbasiimepure et sninte ouprobdensliyag vet roorsbnege: dohelape ah, 1p inti orsblivgertob spugesel Andodted Wuruelrceheritia dha otha qdeataom ob ethene Shree bosvancbese> oii Ancwlot le Qaeahei ol svitoas nluibiradiey: Jnseniecxjct Nubetoaliieetag vet crniitinn on tmbbinie ees 1G waht ello. Sorel Conrail, jee ports « oqmst lo -vornell abgsd esononts comabery stay issail Const shige 38 hee syericiy, Caride del Hier al Pendulum, de itthak a nan roerihe a aquéllog > apaies chon ote haaamite peg 2 El aura EI aliento de vida | aura humana es un campo energético alta- mente cargado, que envuelve e impregna el cuerpo humano vivo. Este campo magnético que circunda el cuerpo con un espesor de tres o mas milimetros se llama habitualmente cuerpo etérico, cuerpo vital o aura. La palabra “aura” procede del -griego avra, que significa “soplo, aliento”. Esta estre- cha banda es sensible al tacto y su existencia puede comprobarse sin dificultad. De hecho, la mayorfa de la gente puede aprender a ver el aura en unos diez minutos. Asi, usted podra también, gracias a los ejercicios 39 ERES ENERGIA sugeridos al final de este capitulo, tomar conciencia de su propia aura y de la de aquéllos que le rodean. El campo energético universal (aura) se ha obser- vado y estudiado a través de todas las épocas. Cada civilizacién le ha asignado un nombre diferente, pero las observaciones denotan similitudes en sus propie- dades fundamentales. En una primera aproximacién descubrimos, por ejemplo, que la tradicién espiritual de la India, con una antigtiedad de cinco mil afios, menciona una energia universal a la que denomina prana. Este pra- na, o aliento de vida, anima todas las formas y les insufla vida. Los yoguis trabajan con esta energia a través de la respiracién, la meditacién y ejercicios fi- sicos (yoga), con el fin de elevar su nivel vibratorio y conservar una vitalidad y una juventud que superan ampliamente su edad fisica. En China, esta energfa vital recibe el nombre de chi. Segtin los chinos, toda materia, animada o no, la compone e impregna esta energia universal. Este chi comprende dos fuerzaspolarizadas, el yin y el yang. Una fuerza yang demasiado acusada desemboca en una actividad organica excesiva, mientras que una fuerza yin predominante provoca un funcionamiento 40 EL AURA insuficiente. Por el contrario, cuando ambos polos estén equilibrados y en armonia dentro del sistema, la persona goza de una excelente salud. El antiguo arte chino de la acupuntura se basa en el equilibrio del yin y el yang. Mas prdéxima a nosotros, la cabala, una teosofia mistica judfa, da a esa misma energia el nombre de “luz astral”. En la religién cristiana, se encuentran nu- merosas pinturas e iconos que representan a Jestis y otros personajes espirituales envueltos por ese campo luminoso. Antiguamente, en el catecismo, se explicaba este fendmeno hablando de aureolas (aura). Consul- tando el diccionario, encontramos la siguiente defi- nicién: aureola, del latin aureola, que quiere decir corona de oro, del latin corona. Como podemos comprobar, esta energia, observada desde la noche de los tiempos y conocida bajo dife- rentes denominaciones, es, de hecho, una sola y tinica manifestacidn: el campo energético universal. El campo energético universal Si definimos la materia como energia condensada, podriamos describir el campo energético universal 41 ERES ENERGIA como el situado entre el 4mbito de la materia y el de la energfa. El campo energético universal impregna todo el es- pacio, tanto el de los objetos animados como el de los inanimados, y relaciona esos objetos entre sf. Circula desde un objeto a otro, variando de densidad, segtin la distancia de su punto de origen. jRecuerda los peque- fios hilos de energia? Ese campo obedece a la ley de la inductancia arménica y de la resonancia simpatica, es decir, el fendmeno que se produce cuando se hace vi- brar un diapasén que, a su vez, hara vibrar la misma frecuencia y producira el mismo sonido. Los observadores revelan que el campo energético universal lo compone una serie de puntos geométricos muy organizados, de puntos luminosos aislados y en pulsaci6n, de espirales, de una trama de lineas, asf co- mo de chispas y vaho. Este campo emite pulsaciones que pueden percibirse por el tacto, el gusto, el olfato y el ofdo. Su luminosidad pueden detectarla los senti- dos mas agudizados. Algunos observadores sefialan que este campo energético universal es sinérgico, esto es, que'la ac- cién simultdnea de sus partes tiene un mayor efecto que su accién individual. 42 EL AURA El campo energético humano El campo energético humano es la manifestaciédn de la energfa universal que engloba de forma mas fn- tima la vida humana. Se le describe como un cuerpo luminoso que impregna y envuelve el cuerpo fisico y que emite una radiacién caracterfstica, comiinmente llamada “aura”. Por tanto, el aura humana o “campo energético humano” es aquella parte de la energia universal asociada al cuerpo humano. El campo energético humano tiene un efecto orga- nizador sobre la materia y las formas estructuradas. Dicho campo parece sustentarse sobre mas de tres di- mensiones. Todos los cambios manifestados en el mundo material estén precedidos por transformacio- nes en ese campo. Volveremos a hablar en profundi- dad sobre ello en el capitulo 9. Parece ser que el campo energético humano crea energfa de forma perpetua. Cuanta més energia inver- timos, mayor cantidad se genera, como un cuerno de la abundancia. Las resetrvas son infinitas. Este concep- to es fantastico y nos proporciona esperanzas en lo que se refiere a nuestra evolucidn futura y a la de nuestro planeta. 43 ERES ENERGIA Los diferentes niveles del campo energético El campo energético humano varfa en un nivel de conciencia que puede ir desde el grado mas primitivo hasta el mas desarrollado. Seguramente, usted habra encontrado seres que dan una imagen muy “sombrfa”, de estar muy encerrados en sf mismos. Esas personas no parecen emanar ningtin tipo de luz y su nivel de conciencia suele ser muy primitivo. Otras personas, en cambio, parecen resplandecer por todos sus poros. Con frecuencia las encontramos participando en cau- sas humanitarias, con el nico objetivo de aportar bienestar a su alrededor y de difundir amor. Esta conciencia, desarrollada a un nivel muy alto, corres- ponde a vibraciones elevadas y a unos niveles superio- res de energia. Utilizando las técnicas de la respiracién y la medi- tacién, una persona puede aumentar su nivel de con- ciencia y, por tanto, la densidad de su aura. Como he- mos visto, estamos en evolucidn constante. ;Podemos adentrarnos profundamente en esta energia universal, alimentarnos de ella y, asf, transformarnos en seres ra- diantes de luz! 44 EL AURA La historia cientifica del aura En su libro Future Science, John White nos da una lista de 97 culturas diferentes que describen el fené- meno 4urico bajo 97 denominaciones distintas. Remontdandonos en el tiempo, observamos que los pitagdricos (500 afios a.C.) fueron los primeros en re- gistrar, en la literatura occidental, el fendmeno de una energia vital bajo la forma de un cuerpo luminoso. Compilaron los numerosos efectos que esta luz produ- cfa en el organismo humano, incluidas sus propiedades curativas. A principios del siglo XII, los investigadores Boirac y Liebeault descubrieron que los seres humanos esta- ban dotados de una energia que podfa crear una in- teracci6n con otras personas, y esto, a distancia. En la Edad Media, Paracelso llamé a esta energia “illiastre”, y afirmé que la componfan una fuerza vital y una fuerza-materia. Con un equipamiento cientifico cada vez mas per- feccionado, los investigadores occidentales estuvie- ton capacitados para observar e incluso medir este campo energético. Lo que anteriormente habia sido considerado un fendmeno vago e impreciso, reservado 45 ERES ENERGIA sdlo a iniciados en las ciencias ocultas, acababa de hacer su entrada en el mundo cientifico. Las observaciones médicas A partir del afio 1900, numerosos miembros del sector médico se interesaron por el fenédmeno del aura y sus repercusiones en el cuerpo humano. Al compro- bar que a partir de la observacién del aura se podia diagnosticar un buen ntimero de patologias, el sector médico multiplicd sus investigaciones, lo que dio lu- gar a sorprendentes descubrimientos. En 1911, el doctor William Kilner estudié el cam- po energético humano (aura) con la ayuda de panta- llas y filtros de color. Afirmé haber visto un vapor luminoso que envolvia el cuerpo de las personas ana- lizadas, y que la intensidad de ese vapor luminoso va- riaba de unos individuos a otros. Llegé a la conclusién de que ‘esas variaciones eran atribuibles al sexo, a la capacidad mental y al estado de salud de la persona. Al percibir que algunas patologias se manifestaban por irregularidades en el aura, desarroll6 un sistema de diagnéstico basado en la apariencia general de la en- voltura: su color, su textura y su volumen, De esa ma- 46 EL AURA nera, pudo diagnosticar la epilepsia, tumores, apendi- citis y desequilibrios psicolégicos como la histeria. A mediados de la primera década del siglo, los doc- tores George De La Warr y Ruth Brown desarrollaron un sistema de deteccién, diagnéstico y tratamiento a distancia, sirviéndose del campo energético. Este sis- tema se conoce bajo el término de “radidénico”. A principios del siglo Xx, el doctor Wilhelm Reich, psiquiatra y colega de Freud, se interesé también por el campo energético, al que denomin6 “orgona”. El doc- tor Reich estudié principalmente la relacién entre las irregularidades del movimiento de la orgona y las en- fermedades fisicas 0 psicoldgicas. Por medio de técni- cas freudianas, desarrollé un método psicoterapéutico para liberar esos “bloqueos” de la orgona. Al hacerlo se dio cuenta de que, al liberar esos bloqueos energéticos, liberaba al individuo de sus bloqueos emocionalesy ‘mentales. Reich prosiguié sus experimentos, utilizando los instrumentos electrénicos y médicos mds innova- dores de la época. Con ese equipamiento, pudo obser- var cémo vibraba la energfa en el espacio y alrededor de todos los objetos orgdnicos e inorganicos. Mediante un microscopio muy potente, observé la misma enet- gia irradiando de los microorganismos. 47 ERES ENERGIA La doctora Dora Kunz, presidenta de la Sociedad Teosdfica, ha trabajado durante muchos afios en cola- boracién con médicos. En su libro The Spiritual Aspects of the Healing Arts, sefiala que, cuando el cam- po energético esté sano, emana un ritmo regular, y que cada érgano del cuerpo tiene un ritmo que se co- tresponde con el campo etérico. Estos diferentes rit- mos interacttian entre cada érgano. Asi pues, se puede llegar a la conclusién de que las emisiones luminosas (aura) del cuerpo pueden descri- bir con precisién el estado de salud del individuo. Un gran ntimero de “medicinas naturales” se basan en la observacidén del aura para reequilibrar el ritmo ener- gético de la-persona, restableciendo asf el tono armo- nioso de una buena salud, tanto en un plano fisico como psicoldégico. La fotografia Kirlian Descubierta por un ruso, Semiran Kirlian (conde- corado con la Orden al Mérito por el Soviet Supremo en 1978), la fotografia Kirlian permite registrar la energia (el aura) que emanan los seres vivos. Uno de los ejemplos mas célebres de este procedi- 48 EL AURA miento es la fotografia de una hoja partida en dos partes. La foto Kirlian muestra la hoja de forma fnte- gra, es decir, el campo energético (el aura) de la parte “qusente” permanece intacto. El fenémeno remite al de una persona con un miembro amputado, al que “siente” todavia de forma muy viva: sensacién de frio, embotamiento, etcétera. Incluso si falta la parte fisica, el cuerpo etérico permanece intacto. Del mismo modo, se han realizado experimentos de fotografia Kirlian en personas que gozan de una salud perfecta, primero en un estado normal y después en una situacidén de estrés. Su aura se habfa modificado considerablemente. Los resultados de esta investiga- cidn demuestran que nuestros campos energéticos pueden transformarse por el cansancio, el agotamiento, la enfermedad o un estado de 4nimo negativo. Cuan- do nuestros campos energéticos (aura) no vibran en armonja, la enfermedad amenaza con instalarse. En- fermedad=desarmonfa. De ahi la importancia de aprender a conocer y a trabajar con nuestra energia, con el fin de poder reconocer, desde su aparicién, los sintomas mas sutiles y poder remediarlos inmedia- tamente. Podemos transformar de manera notable nuestro 49 ERES ENERGIA campo energético por medio de pensamientos y visua- lizaciones positivas, mediante ejercicios de respira- cién, meditacién, yoga, etcétera. ;Una vez mas, po- seemos ese inmenso poder para crear nuestra vida “a la medida”! Los siete cuerpos del aura Los investigadores han descubierto que el aura se divide en siete estratos diferentes. Estos estratos, lla- madas “cuerpos”, se suceden alrededor del cuerpo ff- sico, penetrandose mutuamente. A medida que esos cuerpos se alejan del cuerpo fisico, la sustancia que los compone se vuelve cada vez més pura, refinada y con una vibracién més elevada que la del cuerpo al que envuelve e interpenetra. Cada una de esas capas con- tiene todas las formas del cuerpo ffsico, incluyendo los 6rganos internos, los vasos sangufneos, etcétera. Ade- mas, cada cuerpo del aura se distingue por su empla- zamiento, su color, su brillo (radiacién), su forma, su densidad, su fluidez y su funcién. Es evidente que, de estos siete cuerpos, los prime- ros, de mayor densidad, seran los més facilmente observables. Para poder distinguir los cuerpos superio- 50 EL AURA res, serfa preciso desarrollar nuestra “visidn”. Cada uno de los siete cuerpos del aura est4 asociado a un chakra. Hablaremos con mas detalle en el préximo capitulo. Los nidos de energia Todo nuestro espacio esté impregnado de nuestra energia. Asi, creamos pequefios nidos en cuyo interior nos sentimos mas o menos bien, segtin el caso. Pruebe a sentir los espacios que la gente se crea. A partir de esas observaciones, usted podra conocer previamente a su propietario, su estado de dnimo, su nivel de con- ciencia, etcétera. Cuando entre en una habitacién, témese tiempo para “sentir” la energfa que se despren- de. ;Cémo se siente? jTiene ganas de quedarse o de marcharse? Realice la misma prueba en un lugar pti- - blico, cuando entre en un restaurante, por ejemplo. jCémo se siente? jRelajado o tenso? El simple hecho de aprender a prestar atencién a las diferentes calidades energéticas que nos rodean puede ayudarnos enormemente a estar atentos a nosotros mismos. Nos volveremos mas selectivos en lo que concierne a nuestra calidad de vida. Un nivel 51 ERES ENERGIA cualitativo superior no se consigue gracias a grandes cantidades de dinero, sino simplemente conociéndose a si mismo y seleccionando las energfas que deseamos que nos envuelvan. Esto es lo que vamos a aprender a lo largo del presente libro. Al tomar conciencia de que todos somos una forma de energfa, podemos comprender mejor la raz6n por la que hay personas junto a las que nos sentimos muy bien y otras junto a las que nos es desagradable estar. jPor qué un nifio se acurruca junto a su madre cuando se siente inseguro? Para fundirse en el aura materna en la que se encuentra completamente seguro. Desde ese-refugio, puede, con total seguridad, observar el mundo que lo envuelve. Hablaremos de ese fenémeno en mayor profundidad en el préximo capitulo. Ejercicios - “Ver” el aura Una de las formas mas simples de observar el cam- po de energia universal consiste en tenderse sobre la hierba, en un hermoso dia de sol, y contemplar fija- mente el cielo. 52 j EL AURA Después de algunos minutos, podra discernir mi- nusculos glébulos de prana danzando ante sus ojos. Pueden recordar a mintsculas bolitas blancas y, a ve- ces, puede aparecer entre ellas un pequefio punto ne- gro, qué desaparece a los pocos segundos. En mi experiencia, encuentro que se parecen a mintisculos renacuajos. Durante los dias soleados, esas pequefias bolas de energfa se presentarén vivas y brillantes. Cuando el cielo esté nublado, serdn més trasltcidas, més lentas y menos numerosas. Aparentemente, la luz solar proporciona energia a los glébulos. A medida que su visién se vaya ampliando, todo el campo de energia se le aparecera de forma vibrante y con una pulsaci6n sincronizada. Siempre tendido sobre la hierba, vuelva su mirada hacia la copa de los Arboles, contra el cielo azul. Vera una especie de vapor verdoso alrededor de los arboles. Si observa los pequefios glébulos de energia en el cie- lo azul, comprobara seguramente que parecen desapa- recer en el citado vapor verdoso. Aparentemente, el aura del arbol absorbe los glébulos de energia para sus- tentar su vida, tal como lo hacemos nosotros. Observara el mismo fendmeno con una planta de interior. Profundice en la experiencia utilizando un 53 ERES ENERGIA cristal de cuarzo, que acercara al aura de la planta. Suavemente, retire el cristal. Podra observar como la piedra “atrae” al aura, que intenta mantener el con- tacto. “Ver” el aura de otra persona Para ver el aura de otra persona, sittiese en una ha- bitacién con iluminaci6n indirecta. La persona se dis- pondra (de pie o sentada) de espaldas a una pared sin ningtin tipo de decoracién y, preferentemente, de co- lor neutto (evite el papel tapiz). La luz debe ser la suficiente para poder distinguir la silueta de la perso- na. Para mirarla, sittiese a algunos metros de distancia y concentre su mirada sobre su rostro 0 a la altura del cuello y los hombros. Amplie su campo de visién, mi- rando més.a un espacio que a un punto preciso (un poco comocuando estamos “en babia”). Para aumen- tar la densidad de su aura, la persona podra respirar profundamente. Habitualmente, el aura se percibe como una especie de vapor luminoso, parecido a los vahos de calor que emanan de los radiadores en in- vierno o del sol durante los calurosos dias de verano. Creerd ver algo que, al momento, desaparece. El fené- 54 EL AURA meno 4urico es muy rapido e inestable. Esta en pulsa- cidn constante. Esta experiencia sera igualmente interesante si se hace en grupo, con el fin de poder comparar lo obser- vado. Una vez mas, se trata de un fenédmeno muy notr- mal. Por regla general, usted conseguira “ver” un aura en pocos minutos. Si no ocurre asf, relajese y comien- ce de nuevo el ejercicio. Puede ser que la ansiedad de “querer demasiado” provoque tensiones que dificulten la experiencia. “Ver” su propia aura Del mismo modo, usted puede ejercitarse en “ver” su propia aura. Nuevamente, preste atencidn a la ilu- minaci6n tamizada de la habitacién y sitdese ante un espejo. Inspire profundamente y jobserve! Ese vapor luminoso que se desprende de su cabeza no es una alu- - cinacion. jEs su aura! Con la practica, usted sera capaz de distinguir co- lores en su cuerpo energético. 55 Lit e ar} OB uu spiel sm > Aone re te . ‘ 31 98% ; . ALR ROU LF, SSRIS Te fd sae of 19400 ol] IsteqoTo2 15009 Sh 111 19.003 COR ton yun onemons) nu sb elid 32 eben 2 — eX, | BY, ei VPA Qe 9 LT iy & mind ¥ uilon ee snus} od i¢ 2008 ‘a ob bsbpiaae a! aun rae abu. aaiga9 \ nealundlib aun Reais) spoeacbell : pond: oA Kc c 5 lec) semytarda) aie espaidas "1 vinguin toa de de COLACIEN ¥, perfesentae at lor néuttadevive eb papel nee aciente pana poder distigeuit la silue pe npsaiiptaiacbaua a Phin ules qQiopeng 214. ROMY Meu Cue SAO AN POLS WOMY, % 3. averse ag idades Rhoaadionaal Doh << rar la-densidad de sw: aura : ease —— cutee Hahitnal epee aet ome ’ vues de calot que cruel ~ lemmary de} selcharamnee bs alae Creera wer alpen que, al ROmeRee, « $4 3 Los chakras Los “botones de mando” emos comprobado que somos una masa de energia en movimiento perpetuo y que ema- namos esa energfa bajo la forma de aura. Ahora, vamos a aprender la manera de trabajar con esa energia a partir de nuestros “botones de mando”, es decir, nuestros chakras. Un chakra es un centro de energfa, un vortice, una abertura que favorece la circulacién de la energfa. Re- cuerda a un cono 0 a un embudo (si se prefiere), cuya punta, llamada “corazén” del chakra, se conecta a la corriente energética vertical, de la que extrae la energia vital (prana) para, en seguida, redistribuirla. 5¢ ERES ENERGIA Un chakra funciona del siguiente modo. La co- rriente energética vertical circula en sentido descen- dente por la médula espinal, a lo largo de la columna vertebral. Se extiende mas alld de la cabeza y del céc- cix. Esta corriente energética extrae su energia del prana, y la hace circular a lo largo de la médula espi- nal. En esta ultima se alimenta el coraz6n del chakra, que después distribuye la energfa a todas las partes del cuerpo que estan bajo su dominio. En el interior del co- raz6n del chakra se ubica una valvula que acciona la abertura y el cierre, y que regula la cantidad de flujo energético. De hecho, el funcionamiento del chakra puede compararse al de los vértices que nos son mas familiares, como los ciclones, los huracanes, los torbe- llinos, etcétera. Los siete chakras mayores Segtin David Tansely, en su libro Radionics and the Subtle Bodies of Man, los siete chakras mayores tienen su origen allf donde las lineas energéticas se cruzan en 21 ocasiones. Los 21 chakras menores se sittian en pun- tos donde esas lineas de energfa se entrecruzan 14 ve- ces, y asi sucesivamente. Existen otros puntos donde 58 Los CHAKRAS las lineas energéticas se cruzan menos veces; esos mi- nusculos chakras se corresponden con los puntos de la acupuntura. El emplazamiento de los siete chakras mayores © Chakra raiz: situado en la base de la espina dor- sal, a la altura del céccix. » ® Chakra sexual: situado bajo el ombligo, ligera- mente a la izquierda. ® Chakra del plexo solar: situado en la citada regién, entre los costados. ¢ Chakra del coraz6n: situado en la regidn del co- razon. ¢ Chakra de la garganta: situado a la altura de la garganta. ¢ Chakra del tercer ojo: situado entre las cejas. ¢ Chakra corona: situado en la base de la cabeza, en _ la regién que coincide con el punto més delicado de los bebés. Asimismo, cada chakra situado en la parte anterior del cuerpo posee su contrapartida en la posterior. Los chakras frontales se asocian a los sentimientos de la 59 ERES ENERGIA persona. Su contrapartida dorsal representa los aspectos relacionados con su voluntad. Asimismo, los tres cha- kras de la cabeza se asocian a los procesos mentales. Los chakras y los colores En la literatura esotérica oriental, cada chakra se describe como poseedor de un cierto ntimero de péta- los. Estos pétalos aparecen como minitsculos vértices (torbellinos de energfa), girando sobre sf mismo a una gran velocidad. Cada uno de esos vértices metaboliza una vibracién energética que resuena en su frecuencia particular, produciendo un sonido y un color. Por ejemplo, el chakra rafz posee cuatro pequefios vortices que metabolizan cuatro frecuencias energéticas de ba- se, produciendo el color rojo, y lo mismo ocurre con el resto de los chakras. Asf pues, los colores que pue- den observarse en cada chakra se relacionan con una determinada frecuencia de energia, metabolizada en una vibraci6n particular. 60 Los CHAKRAS Chakra Niimero Color de v6rtices Chakra rafz 4 vortices Rojo Chakra sexual 6 vortices Naranja Chakra del plexo solar 10 vortices Amarillo Chakra del corazén 12 vértices Verde Chakra de la garganta 16 vortices Azul Chakra del tercer ojo 96 vértices Pirpura Chakra corona 972 vortices Violeta-blanco El papel de los chakras Como hemos visto con anterioridad, cada uno de nuestros chakras extrae del prana la energia vital y la distribuye por nuestro cuerpo. Asf pues, podemos de- cit que nuestros chakras son aberturas que permiten a la energia circular, en un movimiento de vaivén con- tinuo, entre el campo energético universal (prana) y nuestro cuerpo fisico. El prana representa el campo de conocimiento uni- versal. Por ello, la energfa vital que los chakras nos aportan despierta en nosotros una concienciacién que se manifiesta a través de emociones, intuiciones, sen- saciones diversas; ademas, despierta nuestro propio 61 ERES ENERGIA “conocimiento”. Asf, podemos decir que, cuando nuestros chakras estén abiertos, por una parte meta- bolizamos una gran cantidad de energia procedente del campo universal y, por otra, nos integramos en la concienciacién asociada a esa energfa que penetra en nosotros. Se podria pensar que es preferible que nuestros chakras estén completamente abiertos todo el tiempo, para sentirnos inmersos totalmente en el flujo de energfa universal y para que asf nos sintamos “conec- tados” a la fuente de vida y conocimiento. Es un ideal al que aspiramos todos y que nos pro- porciona el valor para caminar sobre la via del apren- dizaje. De hecho, como en todas nuestras empresas, hay que hacerlo lentamente y con mucho cuidado porque, al querer precipitar la abertura de nuestros chakras, podemos procurarnos muchos mas perjuicios que beneficios. He aqui el motivo. El hecho de “for- zar” la abertura de un chakra podria precipitar la en- trada de un importante flujo de energfa, que puede a su vez provocar una reaccién psicolégica muy fuerte en el individuo. No hay que olvidar que debemos tra- tar con todo ese material antes de integrarlo en nues- tro ser. Es preferible, pues, que las aberturas se reali- 62 Los CHAKRAS cen cada una a su ritmo, sin forzarlas, con el objetode facilitar esa nueva concienciacién. De todas maneras, las valvulas situadas en el inte- rior de cada chakra se hubieran encargado de volver a cerrar un chakra abierto con demasiada brusquedad. No podemos precipitarnos con la energia. Hay que aprender a trabajar en armonfa con ella, con respeto y discernimiento. Es muy importante trabajar en la abertura de nues- tros chakras para aumentar nuestro caudal de energia, porque cuanta mayor cantidad de prana dejemos cir- cular por nosotros, nos sentiremos mas fuertes y llenos de salud. Recordemos que la enfermedad esta con fre- cuencia ligada a un bloqueo energético en el nivel de los chakras. Al final del presente capitulo, encontrard algunos -ejercicios que facilitaran la abertura de los chakras de una manera “suave” y respetuosa con nuestro ritmo evolutivo. Las principales funciones de los chakras Ahora que conocerros el papel de los chakras, vamos a examinar sus funciones. ERES ENERGIA La primera funcién: vitalizar el cuerpo fisico canali- zando la energia del campo energético universal. La segunda funcién: estimular el desarrollo de los distintos aspectos de nuestra concienciacién; cada chakra est relacionado con una funcién psicolégica determinada, que estudiaremos con mas detalle a lo largo de este capitulo. La tercera funcion: transmitir la energfa entre los di- ferentes estratos duricos (es decir, nuestra aura), Cada estrato durico tiene su propia agrupacidén de siete cha- kras mayores, situados en el mismo lugar que en el cuerpo fisico. Esto es posible por el hecho de que cada uno de los estratos duricos se presenta de una forma progresiva, en octavas de frecuencia que van en au- mento. Por ejemplo, para el cuarto chakra, el del ple- xo solar, existen en realidad siete chakras, situados cada uno en una frecuencia mas elevada que el prece- dente. La energfa se transmite desde un estrato a otro a través de la parte extrema de los chakras (el cora- z6n). En la mayorfa de las personas, estos puntos estan sellados. Nosotros podemos abrirlos mediante un tra- bajo de purificacién espiritual: visualizacién, medita- cidén y algunos ejercicios (véase la pagina 183). De esta manera, se convierten en los transmisores de 64 Los CHAKRAS energia desde un estrato durico a otro, porque cada uno de los chakras en lo etérico esta directamente relacionado con el mismo chakra del cuerpo mas sutil que lo envuelve e interpenetra. El funcionamiento psicodindmico de los chakras Con el objeto de poder revitalizar el cuerpo fisico, cada chakra debe relacionarse directamente con su anatomia. Veamos cémo funciona este principio. Cada chakra se asocia a una glandula endocrina, as{ como al sistema nervioso. Los chakras absorben la energfa universal (chi, prana, orgona, etcétera) y la des- componen en sus mas pequefias partes para, en segui- da, mandarlas a través de los canales de energia, lla- mados nadis. Estos tltimos la distribuyen al sistema nervioso, a las glandulas endocrinas y, finalmente, a la sangre, pata alimentar al cuerpo. ' El funcionamiento psicodinamico de los chakras se relaciona principalmente con los tres primeros cuerpos del aura, que se asocian a las interacciones fisicas, mentales y emocionales en el Ambito terrenal. Por ejemplo, cuando el chakra del corazén funciona bien, la persona muestra una buena disposicién para amar, es 65 ERES ENERGIA decir, dar y recibir. Cuando el chakra rafz goza de bue- na salud, la persona ama la vida y se siente perfecta- mente conectada a la vida terrenal. Cuando el chakra del tercer ojo funciona bien, la persona piensa de for- ma clara (tiene el espfritu abierto). He aqui un cuadro de los chakras y de las glandulas endocrinas con los que se relacionan, asf como de la parte del cuerpo que se encuentra bajo su dominio respectivo. Chakra Gléndula Anatomia endécrina Raiz Suprarrenal Columna vertebral, rifiones ; (por debajo de los rifiones) Sexual Génada Sistema reproductor (ovarios/testiculos) Plexo solar _ Pancreas Estémago, higado, vesicula biliar, sistema nervioso Coraz6n Timo Corazén, sangre, sistema circulatorio (delante de la traquea) Garganta _Tiroides Bronquios, cuerdas vocales, pulmones, aparato digestivo (delante de la traquea) 66 Los CHAKRAS Chakra Gléndula Anatomia endécrina Tercer ojo Hipéfisis Zona inferior del cerebro, ojo izquierdo, orejas, nariz, sistema nervioso (bajo el encéfalo) Corona Epifisis Zona superior del cerebro, ojo derecho (situado en la parte superior del encéfalo) El proceso de evolucién de los chakras Cada etapa importante de la vida corresponde a un nivel de energia cada vez mas elevado, asf como a la activacién de diferentes chakras. Como consecuen- cia, en cada una de estas escalas se producen una nueva energia y una nueva concienciacién que ayu- dan al desarrollo de la persona. Cada etapa nos ofrece nuevas ocasiones para aprender y experimentar. La vi- da esta llena de descubrimientos y desaffos para el alma. Cuanto més progresa un individuo en su camino, mayor es su capacidad para soportar los elevados nive- les de vibracién energética que proceden de sus cuer- pos duricos y de sus chakras. Cuando un individuo 67 ERES ENERGIA avanza, lo hace toda la humanidad. Formamos parte de un todo indisociable. Asf pues, si queremos cam- biar el mundo, debemos comenzar por transformarnos a nosotros mismos. ;Nos sorprenderemos entonces de comprobar hasta qué punto evoluciona el mundo! Por regla general, cada generacién es capaz de so- portar un nivel energético més elevado que la pre- cedente. De esta manera, la humanidad prosigue su evolucién hacia un nivel de vibracién cada vez mas sutil. A continuacién, examinaremos el proceso evolu- tivo de los chakras en la encarnacion, es decir, el na- cimiento tras la muerte (inspirado en el libro de Barbara Ann Brennan, Hands of Light). La encarnacién La encarnacién podria describirse del siguiente modo: el movimiento organico del alma en el que sus aspectos mds elevados, los més puros, irradian conti- nuamente hacia los aspectos mds densos y, final- mente, hacia el cuerpo fisico. Esta sucesién de energfa la utiliza el individuo a lo largo de toda su vida. El proceso de encarnacién, tal como lo describe 68 Los CHAKRAS Eva Pierrakos, se desarrolla asf: antes de nacer, el alma encuentra sus gufas espirituales y, juntos, planifican la vida que ha de llegar en aspectos como las tareas que el alma necesita cumplir para asegurar su crecimiento, las creencias negativas que necesita clarificar, etcétera. Por ejemplo, una persona puede tener necesidad de desarrollar su sentido del liderazgo. En su vida fisica, esa persona se encontrard en situaciones en las que su sentido del liderazgo centrara todo su interés. Las cir- cunstancias pueden diferir completamente de una persona a otra, pero el foco de interés sera siempre el del liderazgo. Por ejemplo, una persona puede nacer en el seno de una familia cuyo pasado esté lleno de personajes directivos: grandes polfticos, presidentes de compafifas, etcétera. Otra persona, en cambio, puede nacer en una familia en la que esa cualidad de dirigir a otros hombres sea inexistente e, incluso, esté mal vista. Entonces, deberd aprender a actuar con esos antecedentes, pero de una forma enriquecedora para su crecimiento. En la planificacién de su vida futura, el grado de preparaci6n que un alma recibe de sus gufas espiri- tuales depende de su madurez. A continuacién, se es- cogeran los padres que procuraran el entorno propicio 69 ERES ENERGIA para la manifestacién de la experiencia fisica. Esta eleccién determinaré la amalgama de energfa que conformaré el vehiculo ffsico en el que su alma se en- carnara. Esta amalgama es extremadamente precisa y asegurara al alma todo aquello que le seré necesario para llevar a cabo su misién. El alma emprenderd unatarea personal de apren- dizaje (como el ejemplo del sentido del liderazgo, mencionado anteriormente) y una tarea global, mas universal (un regalo para el universo). Cumpliendo su labor individual (0 personal), el individuo se prepara para acometer su misién universal. De hecho, la labor personal libera al alma, propiciando la liberacién de las energfas utilizadas para cumplir la misién universal. Nuestro plan de vida contiene numerosas posibili- dades, permitiéndonos utilizar nuestro libre arbitrio para decidir nuestras elecciones. Entrelazada en este tejido de vida se encuentra la relacién de causa-efecto. Nosotros creamos nuestra propia realidad. Una vez realizada la planificacién con sus gufas es- pirituales, el alma emprende un proceso de “pérdida de conciencia” del mundo espiritual. En el momento de la concepci6n, se forma un vinculo energético entre el alma y el évulo fertilizado. También se forma una 70 Los CHAKRAS matriz etérica que protege el alma contra toda inter- ferencia exterior que no sea la de la madre. Durante el crecimiento del cuerpo fisico en el interior de la ma- dre, el alma va tomando conciencia progresivamente de su conexidn con esta forma ffsica. El nacimiento El momento de nacer representa un aconteci- miento “tnico” para el alma. En ese instante, esta Giltima pierde la proteccién de su matriz etérica y, por primera vez, se encuentra totalmente expuesta a las in- fluencias de su nuevo entorno. En efecto, se encuentra sola en el mar de energfa que nos envuelve a todos, el prana. El alma entra en contacto con ese campo energético y, a su vez, el campo de energia contacta con ese nuevo componente que viene a ampliarlo y enriquecerlo. Es como si una nueva nota contribuyese con su tonalidad a la sinfonfa ya existente de la vida. Los recién nacidos Tras el nacimiento, el proceso de despertar al mun- do prosigue lentamente. El recién nacido duerme du- fel ERES ENERGIA rante largos periodos, mientras que su alma habita los cuerpos energéticos superiores. De esta forma, libera a los cuerpos fisico y etérico, ocupados en la cons- truccién del cuerpo. Durante este periodo de la infancia, el pequefio debe habituarse a las limitaciones del cuerpo fisico y de un mundo tridimensional. El proceso se revela dificil para algunos nifios, ya que permanecen ligados a sus compafieros y padres del mundo etérico. Deben aprender a romper esas ataduras para poder crear otras con sus nuevos padres. En los recién nacidos, el chakra corona esta muy abierto. Se.resisten a confinarse en un cuerpo tan pe- quefio. Realizan grandes esfuerzos para abrir el primer chakra, el rafz, que los conectaré a la tierra. Durante ese periodo de abertura del chakra rafz, el alma entra y sale frecuentemente por el chakra corona. Durante esa fase, el chakra rafz recuerda a un embudo dema- siado estrecho, y el corona a uno provisto de una abertura muy grande. Por lo que respecta a los restan- tes chakras, se parecen a pequefias tazas chinas, con un hilo de energia muy fino que los relaciona con la médula espinal (corriente energética vertical). El campo energético (aura) del recién nacido permane- 72 Los CHAKRAS ce borroso, sin forma precisa, y con un color azulado O grisaceo. Cuando un recién nacido fija su atencién sobre un objeto, su aura se concreta y amplifica, sobre todo, en la regién de la cabeza. Cuando distrae su atencién, su aura palidece y retiene una parte de la experiencia como color. El trabajo de construccién del aura ha co- menzado. Cada una de las experiencias que ese sujeto vivird a lo largo de su existencia se imprimiran en su aura. Por eso, cuando miramos el aura de un adulto, podemos ver la suma total de sus experiencias. Después de nacer, entre la madre y el nifio se man- tiene una corriente energética muy poderosa. Ese “cordén umbilical” psfquico es mas fuerte durante el nacimiento. Persiste a lo largo de toda la vida, pero se atentia a medida que crece el nifio. Esto puede expli- car que, con frecuencia, la madre o el hijo sienten la experiencia traumatica sufrida por el otro, aunque se encuentren separados por una gran distancia. El campo energético del nifio esta completamente abierto y es muy sensible a la atmésfera en la que esta inmerso. Todos sus chakras estan abiertos; ningun fil- tro protector los protege de las influencias exteriores. Por tanto, es muy vulnerable. El nifio puede sentir lo 73 ERES ENERGIA que sucede entre sus padres (armonia o desarmonjia), incluso si toman todas la precauciones posibles para no expresar sus sentimientos negativos ante el peque- fio. Esto repercutira en su entorno energético, segin su temperamento. Podra manifestarse en cdleras, mie- dos imprecisos, una imaginaci6n fantasiosa 0, incluso, enfermedades. Aun cuando los chakras del nifio no estén tan de- sarrollados como los del adulto, la energia que penetra en ellos se impregna directamente de su campo ener- gético y el nifio debe tratar con dicha energfa de una determinada manera. Aproximadamente, a los siete afios se formara un filtro protector sobre la abertura de los chakras. A través de él se filtraran las influencias procedentes del campo energético universal y el nifio se hard menos vulnerable. En ese estadio, conoce una fase de individualizaci6n. Se trata del acercamiento a la edad del uso de razén. La vulnerabilidad de los nifios pequefios con res- pecto a la energia exterior explica el hecho de que a menudo los veamos refugiarse en sus padres cuando no se sienten seguros. Al entrar en el campo energé- tico de sus padres, en el que encuentran seguridad y confort, se protegen de las influencias exteriores. 74 Los CHAKRAS Amamantar a un bebé, proporciondndole el ali- mento necesario para el desarrollo de su cuerpo, lo pone en contacto con la energia etérica. De hecho, en cada seno se encuentra un chakra diminuto que pro- cura energia al pequefio. Es preciso recordar que los chakras del recién nacido no estan todavia desarrolla- dos y que no pueden metabolizar la energfa universal necesaria para el sustento de la vida. La tierna infancia Durante la tierna infancia, el segundo chakra del nifio se desarrolla y enriquece su vida emotiva. El ni- fio comienza a inventar mundos fantasticos en los que evoluciona y se ve actuando sin su madre, aun cuando prosiga conectado a ella por el cordén umbilical eté- rico. El nifio recubre de energifa los objetos de los que se sirve pata crear sus mundos de fantasfa. Cuanto mas importante es el objeto para él, mayor cantidad de energfa lo envuelve. Ese objeto forma parte de él. Si se le quita de las manos, esto provocara un desga- tramiento doloroso, tanto en el plano fisico como emocional. Hacia la edad de dos afios, el nifio petcibe a sus pa- 15 ERES ENERGIA dres como de su propiedad: “mi papa, mi mama”. Los colores rojo, anaranjado y rosa aparecen en su aura. Aprende a establecer contacto con los demas y co- mienza a desarrollar los primeros cimientos del gran principio del amor. Durante ese periodo de apren- dizaje, el ego del nifio no es todavia demasiado fuerte para establecer un vinculo claro entre “sf mismo” y los otros. El nifio se afana por encontrar su caracter tni- co, sintiéndose todavia conectado con el todo. Los objetos personales se convierten en el mejor sistema para definirse como individuo. El espacio energético privado contribuye a estable- cer esa individualizacién. Cuando un nifio va a jugar a la habitacién de otro de entre cinco y siete afios, es- te ultimo se debate entre su deseo de comunicarse y el de preservar su individualidad. Lucha por mostrar su dominio sobre los objetos personales que definen su in- dividualidad y en torno a los cuales ha depositado su energia. El debate tiene lugar entre la identificacién y la preservacién de la autoindividualizacién del nifio frente al establecimientode una conexién con otro individuo. Hacia la edad de siete afios, el nifio comienza a destilar mayor cantidad de “energia dorada” en su es- 76 Los CHAKRAS pacio, lo que lo hace més libre y abierto a los demas. Mientras adquiere un mayor sentido de “sf mismo”, comienza a percibir similitudes con los otros seres hu- manos. Entonces, puede concederles un mayor campo de expresiOn en el interior de su espacio privado. Esta apertura hace las cosas mds interesantes y sus mundos fantdsticos cobran una nueva dimensién. Es el co- mienzo de la etapa de los grupos de amigos. Esta transformacién encuentra su explicacién en el hecho de que, hacia la edad de siete afios, todos los chakras poseen sus filtros protectores. Estos filtros tie- nen como finalidad tamizar las influencias energéticas del exterior. El nifio se siente cada vez mas seguro. En realidad, ahora se encuentra protegido en sus cuerpos 4uricos. De los siete anos a la pubertad Entre los siete afios y la pubertad, las facultades mentales del nifio se desarrollan al mismo tiempo que su tercer chakra: el del plexo solar. El color amarillo se afiade entonces a su aura. A pesar de que acude a la escuela, el nifio consagra sus facultades mentales, sobre todo, a su mundo de 77 ERES ENERGIA fantasfa. Se convierte en un jefe indio, un principe, un héroe, etcétera. En esas personificaciones idealizadas, una persona observadora puede descubrir las aspiracio- nes secretas del alma del nifio y, asf, entrever la natu- raleza de la misién universal que se ha asignado. Los juegos infantiles se convierten en el espejo de sus aspi- raciones espirituales mds profundas, de los objetivos que se ha fijado para su vida presente. Entonces pode- mos, en tanto que padres o educadores, observar con una mirada nueva las actividades de nuestros nifios en la sala de juegos, o también en el patio del colegio. En esta etapa del crecimiento del ser, los tres pri- meros centros del plan terrenal (ya sea en el plano fi- sico, emotivo o mental) trabajan conjuntamente en la expresién de la primera fase de la encarnacién del alma. La adolescencia El reto de la adolescencia, como en todas las etapas de crecimiento, consiste en encontrar una identidad propia y mantenerse fiel a ella, a pesar de todos los cambios emotivos y ffsicos inherentes a esta fase de la evolucién. Esta etapa anuncia la abertura del cuarto 78 Los CHAKRAS chakra: el del coraz6n. El color verde se afiade ahora al aura. Con la abertura del chakra del corazén, el adoles- cente se inicia en el terreno de sus sentimientos, de Eros, y del amor que emerge de las profundidades de su psique. El chakra del tercer ojo se activa también por la transformacién del cuerpo del nifio en adulto. De hecho, todos los chakras se ven afectados por la in- fluencia de estos cambios. El recibimiento que se dé a estas nuevas vibra- ciones, situadas en un plano més elevado, puede ser entusiasta en algunas personas o més apagado en otras, porque aportan una vulnerabilidad y unos de- seos hasta ahora desconocidos. Asi, el individuo se enfrenta a grandes cambios emocionales y toda esa confusion se refleja en sus acciones. En ocasiones, su campo energético estar4 en total desarmonia, y sus _ chakras, desequilibrados. En otros casos, no existird una época tan armoniosa como ésta. Por otra parte, el adolescente vuelve a experimen- tar todas las etapas de crecimiento, pero en otro nivel. Las tres primeras fases situaban el “yo” en el centro del universo: el “yo”, “mi mama”, “mi papa”, “mis amigos”, “mis juguetes”, etcétera. Una vez pasadas 79 ERES ENERGIA estas etapas, se desarrolla la relacidn “yo-ti”. El “yo” no existe por sf solo, sino en relacién al otro. El sujeto se da cuenta de que “el objeto de su amor” ya no le “pertenece”, como en el caso de sus padres 0 sus ju- guetes. Ahora, su bienestar reside en el hecho de que debe “convencer” a la persona amada de que lo ame. Bueno, eso es lo que cree. De esa manera, ejerce una mayor tensién sobre su psique entre lo que “es” y lo que el piensa que “deberia ser”. La cuestién es muy delicada porque, en cualquier momento, la persona amada puede rechazarlo, a menudo en ptblico, para escoger a otro, como sucede con frecuencia en ese pe- tiodo de la adolescencia. La fase adulta Al final del periodo de la adolescencia, todos los chakras, al igual que el campo energético, se encuen- tran en una secuencia muy establecida. Ahora revis- ten su aspecto adulto. En esta etapa, algunos individuos escogen no intro- ducir cambios en su vida. Se instalan en un conforta- ble estado sedentario y orquestan los movimientos de su vida de una forma previsible, en el confinamiento 80 Los CHAKRAS de una realidad segura. Otros, en cambio, escogen continuar con su btisqueda de conocimientos. Esta ac- titud los conducira hacia nuevos desafios y experien- cias cada vez mas profundos y enriquecedores. Con el desarrollo de la madurez, el “yo-tt” conti- nua expandiéndose para incluir a la familia, creando asf una nueva forma de energia. En esta etapa, el cha- kra de la garganta deja penetrar mayor cantidad de energia para facilitar el movimiento de “dar-recibir”. También el chakra del corazon puede abrirse atin més para incluir, ademas del afecto por el cényuge y los hijos, el amor por toda la humanidad. En ese estado, se puede observar el color violeta en el aura. Es la to- ma de conciencia de la integraci6én del “sf mismo”, del “otro” y del “grupo”. Cuando el chakra del tercer ojo se abre a un nivel vibratorio mas elevado, el individuo comienza a entrever el cardcter tinico de cada ser en el seno de la unidad universal. La madurez A medida que aumenta la edad de una persona y se acerca a la muerte, un nivel energético atin més ele- 81 ERES ENERGIA vado se afiade a los cuerpos duricos. La luz blanca que circula por su cuerpo aumenta su afinidad con el mundo espiritual, al mismo tiempo que sus cabellos se vuelven de un blanco luminoso. A la relacién “yo-td” se suma una relacién muy particular con Dios. La energfa de los chakras inferiores ligados al plano ffsico disminuye, mientras que la de los niveles supe- riores se acenttia al caminar hacia la dimensi6n espi- ritual. El individuo se prepara para regresar al mundo del espfritu. Cuando este proceso se comprende y asi- mila, el ser goza de una gran serenidad y percibe su vida personal con los ojos del amor. Todo parece en- contrat su lugar. El chakra del plexo solar se vuelve mas armonioso. El sujeto ve como aumenta su sentido de la percepcidén, lo que transforma su vida (a pesar de la disminuci6én de sus facultades fisicas) en una expe- riencia muy enriquecedora. Por esta raz6n, hasta hace muy poco, los ancianos eran respetados por su gran sa- biduria. Asimismo, en muchas civilizaciones se les consulta a la hora de tomar decisiones que conciernen a la comunidad. 82 Los CHAKRAS La muerte Segtin Phcebe Bendit, en su libro Man Incarnate, cuando, al morir, un individuo abandona el plano ff- sico, un tayo luminoso se escapa del chakra corona. Esta experiencia de la energia que escapa por el cra- neo ha sido descrita frecuentemente como un pasaje a través de un gran tiénel oscuro, que desemboca en una luz resplandeciente. El pasaje del “tinel” puede describirse también como el viaje del alma que re- monta la corriente energética principal del cuerpo. Corriente energética que recorre la columna verte- bral para salir como una luz brillante por el chakra corona. Durante esa transicién, el alma es acogida por las almas de los amigos 0 parientes muertos, asi como por sus gufas espirituales. La persona ve destilar ante ella toda su vida, muy rapidamente y con toda claridad. Entonces puede constatar sin error todo lo que le ha ocurrido: las decisiones tomadas, las lecciones apren- didas, lo que le queda por aprender en una
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