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1 INTRODUCCIÓN El hierro ó fierro es un elemento esencial para los seres vivos, debido a su amplia participación en diversos procesos metabólicos, sin embargo, se considera potencialmente tóxico en su estado libre, ya que puede generar especies reactivas de oxígeno mediante la Reacción de Fenton. La ferritina es una proteína citosólica cuya principal función es almacenar hierro (hasta 4,500 átomos de Fe+3 por molécula de proteína) para ser utilizado cuando el organismo lo requiera, además de destoxificar a la célula secuestrando al fierro en su cavidad interior, evitando con ello que este elemento se encuentre libre en el citosol (Harrison y col., 1996; Drysdale y col., 2002; Arosio y col., 2008). La ferritina sin hierro, conocida como apo-ferritina, es un heteropolímero con masa molecular promedio de 450 kDa, conformado por 24 subunidades de 2 tipos: una subunidad pesada (H) y una ligera (L) (Wade y col., 1991; Moss y col., 1994; Harrison y col., 1996; Arosio y col., 2008). La subunidad H presenta una masa molecular de 20 kDa y cumple las funciones de ferroxidasa y ferroreductasa (Ford y col., 1984; Boyd y col., 1985; Broyles y col., 2001), mientras L-ferritina, posee una masa molecular de 19 kDa e interviene de manera importante en la formación del núcleo o centro de Fe (Chasteen y col., 1999). Actualmente se han descrito varias isoformas de ferritina, tales como ferritina mitocondrial, sérica y citosólica, siendo ésta última, la mejor caracterizada. La ferritina sérica presenta una alta homología con la ferritina citosólica, alrededor de un 80% (Cai y col., 1997; Orino y col., 2008), sin embargo, existen diferencias importantes, ya que la isoforma sérica está conformada casi exclusivamente por subunidades L, razón por la cual esta proteína no almacena fierro, además se encuentra glicosilada de manera 2 heterogénea, a diferencia de la isoforma citosólica (Harrison y col., 1996; Arosio y col., 2008). Actualmente la función específica de la ferritina sérica se desconoce, lográndose caracterizar solamente de manera parcial (Wang y col., 2010). Existe controversia acerca del origen de esta isoforma las teorías más recientes sugieren que esta molécula es un producto de secreción de la célula, mediante un mecanismo aún no descrito (Cragg y col., 1981; Santambrogio y col., 1987, Wang y col., 2010). Otra teoría sugiere, que la ferritina sérica es liberada de los tejidos cuando estos sufren algún daño que origina lisis celular, sin embargo, a la fecha no existen evidencias contundentes para esta afirmación (Cohen y col., 2010). En la actualidad la ferritina sérica se utiliza como marcador clínico de algunas patologías, tales como daño hepático, osteoartritis, neoplasias y diabetes mellitus (Torti y col., 1994; Harrison y col., 1996; Koorts y col., 2007; Arosio y col., 2008; Ghosh y col., 2004). Sin embargo, su participación en estos procesos dismetabólicos se desconoce, observándose solamente alteraciones en los niveles séricos de esta biomolécula (Arosio y col., 2008, Ghosh y col., 2004; Wang y col., 2010). Una posible justificación para lo anterior, radica en la ausencia de la caracterización de la proteína, por consiguiente, es necesaria la caracterización completa de esta isoforma, con la intención de conocer a detalle sus características estructurales y funcionales y con ello, contribuir en definir su participación en los mecanismos bioquímicos y dismetabólicos antes mencionados (Jacobs y col., 1975; Cazzola y col., 1986; Torti y col., 1994; Koorts y col., 2007; Arosio y col., 2008). Por lo anterior, es necesario llevar a cabo la purificación de la proteína para lograr caracterizar y descifrar su participación en un proceso metabólico específico. La cromatografía es el método más eficiente y confiable para aislar y/o purificar biomoléculas. Existen diversos tipos de cromatografía con distintos fundamentos, basados en las interacciones molécula de interés-ligando. La 3 cromatografía de afinidad con anticuerpos es el método más utilizado debido a la especificidad del reconocimiento anticuerpo-molécula de interés. Esta característica permite obtener altos porcentajes de recuperación, y en muchas ocasiones menor tiempo para realizar dicha técnica experimental (Cuatrecasas y col., 1970; Lee y col., 2003). En base a lo anterior, en el presente trabajo se estandarizó el proceso de aislamiento de ferritina sérica mediante cromatografía de afinidad con anticuerpos policlonales que reconocen ferritina.
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