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Fosa de las Marianas

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Fosa de las Marianas
Contenido
Fosa de las marianas	3
Ubicación de la fosa de las Marianas	4
Formación de la fosa de las Marianas	4
Vida en la fosa de las Marianas	4
Fosa de las marianas
Es una depresión del suelo oceánico, es decir, una fosa oceánica o fosa marina, considerada como el área más profunda de los océanos conocidos. Ubicada en el océano Pacífico y con forma de medialuna, se trata de un hundimiento de unos 2550 km de largo y 69 km de ancho, cuyo punto más profundo conocido ronda los 11 km por debajo de la superficie del mar.
Esta fosa obtiene su nombre de su cercanía con las islas Marianas, un archipiélago formado por las cumbres de distintas montañas volcánicas submarinas y ubicado unos 200 km al oeste de la fosa, cuyo nombre proviene, a su vez, del de Mariana de Austria (1634-696), esposa del rey Felipe IV de España.
Por otro lado, en el extremo sur de la fosa se encuentra un pequeño valle oceánico conocido como el Abismo de Challenger, cuyo nombre proviene de la embarcación que descubrió esta fosa oceánica entre 1872 y 1876: la corbeta británica HMS Challenger.
Al igual que ocurre en otras fosas oceánicas, en lo profundo de la fosa de las Marianas la luz solar escasea, por lo que las aguas oscurecen y se tornan gélidas, registrando temperaturas de entre 1 y 4 °C. Además, el peso de la columna de agua a semejantes profundidades genera una presión equivalente a más de mil veces la de la atmósfera en la superficie del mar. La vida en estas regiones tan complejas se ha adaptado a las condiciones circundantes y, por ende, es sustancialmente distinta de la que habita en las regiones superficiales de los océanos.
Ubicación de la fosa de las Marianas
La fosa de las Marianas se encuentra a 200 km al este de las islas Marianas, en el océano Pacífico, en las cercanías de Guam y a cierta distancia de las costas de Japón, Taiwán, Filipinas y Papúa Nueva Guinea.
Con forma de medialuna, la fosa se extiende a lo largo de 2550 kilómetros y se sumerge hasta los 11 kilómetros por debajo de la superficie del mar: una profundidad tan grande que en ella podría sumergirse la montaña más alta del planeta, el monte Everest (8849 m) de la cordillera de los Himalayas, y su cúspide quedaría casi dos kilómetros por debajo de la superficie.
Formación de la fosa de las Marianas
La formación de la fosa de las Marianas se debió, como ocurre con la mayoría de las fosas oceánicas, al encuentro de dos placas tectónicas: en este caso, la placa del Pacífico y la placa de las Marianas. Este choque hizo que la primera se subduzca por debajo de la segunda, es decir, que se interne hacia las profundidades del planeta, lo cual generó un significativo hundimiento del suelo marino.
Las regiones cercanas a la mayoría de las fosas oceánicas presentan una importante actividad sísmica, ya que son regiones inestables en las que suelen producirse sismos y volcanes submarinos.
Vida en la fosa de las Marianas
Al contrario de lo que se podría pensar, la vida en las profundidades del abismo de las Marianas no constituye una rareza. Naturalmente, al ser tan extremas las condiciones de temperatura, presión y luminosidad, la vida difiere significativamente de la que se puede hallar en la superficie. Así, por ejemplo, la vida vegetal es inexistente, ya que resulta imposible llevar a cabo la fotosíntesis.
En cambio, la fauna abarca un conjunto de animales ciegos o bioluminiscentes (o sea, capaces de generar luz con ciertas partes del cuerpo), caracterizados por metabolismos muy lentos y cuerpos diseñados para nadar con el mínimo esfuerzo. En un entorno tan hostil, los animales tienden a ser solitarios. Por su parte, la depredación y la lluvia de nutrientes en forma de desperdicios, que caen desde las regiones superiores del océano, son la única fuente de alimento.
La mayoría de las especies animales de la fosa de las Marianas tienden a habitar en los 8 kilómetros de profundidad y disminuyen notablemente en número conforme se cruza ese límite. El fondo de la fosa fue descrito por James Cameron como “un viaje a la más absoluta soledad”.
Entre los seres vivos observados en la fosa de las Marianas se conocen:
· Microorganismos protistas unicelulares gigantes, pertenecientes a la clase xenophyophorea.
· Crustáceos pequeños (anfípodos) similares a las gambas.
· Peces de cuerpo gelatinoso y flexible, con grandes bocas y organelos para atraer a las presas incautas.
· Cefalópodos y otros invertebrados marinos de pequeño tamaño, como gusanos, esponjas y medusas.
· Pequeñas anguilas y otros animales alargados y traslúcidos.

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