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YACHAYWASI 5

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Todavía tengo el sueño de que un día, cada 
hombre de este país, cada hombre de color en el 
mundo entero, será juzgado por su valor 
personal y no por el color de su piel. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Redactor jefe: 
Pericles Huamanculi 
Equipo de redacción: 
Magaly Incollingo 
Patricia Maguna 
Matías Mansilla 
Edición: 
Rolando Reynoso 
Equipo de corrección: 
Alejandra De la Cruz 
Rina Madrid 
Maia Candela Nadir 
Arte de tapa: 
José Arévalo 
Dibujo: 
Paula Herrera 
Difusión: 
Emilse Alegre 
Estelita Avalos 
Luis Fabian Cuadros 
Colaboradores: 
Ezequiel Rositto 
Leonardo Barreto 
Baltazar Duarte 
Santiago Delgado 
Victor Belchoir 
Silvia M. Vázquez
Martín Luther King. 
SUMARIO: 
• MEMORIA, VERDAD Y 
JUSTICIA POR FACUNDO. 
• EL JESUITA QUE AMO A 
LAS GUARANÍES. 
• CONSTRUYENDO UNA 
SOCIEDAD INCLUSIVA. 
• VICTORIA. 
• CON EL ALMA. 
• PROHIBIDO ABRAZARSE. 
• RELATOS. 
• POEMARIO. 
• CHAMAMÉ. 
 
 
3 
 
 
 
El pasado 30 de abril, Facundo 
Astudillo Castro salió de su casa en la 
localidad bonaerense de Pedro Luro 
rumbo a Bahía Blanca para visitar a su 
ex novia. El joven de 22 años caminó y 
viajó a dedo por la Ruta Nacional 3, 
pero nunca llegó a destino. 
En el camino, Facundo Astudillo 
Castro fue demorado por policías de la 
localidad de Mayor Buratovich, que lo 
cuestionaron por violar el Aislamiento 
social preventivo y obligatorio (ASPO) 
en el contexto del Coronavirus. Le hici-
eron un acta e informaron del hecho a 
su madre, Cristina Castro. 
Por la tarde de ese mismo día, el 
joven se comunicó con la mamá y le 
dijo: “No sabes dónde estoy, no me vas 
a volver a ver”. Más tarde fue interce-
ptado en el acceso a Teniente Origone. 
Ese mismo día, desde el teléfono de 
Facundo fue enviado un SMS a uno de 
sus amigos. El registro quedó en una 
antena de Bahía Blanca. 
El primero de mayo, un testigo se 
presentó en la comisaría para decir que 
vio cómo al joven lo ingresaban a un 
patrullero blanco y negro, pero no se le 
tomó declaración. Una semana despu-
és, la oficial Siomara Ayelén Flores 
desactivó WhatsApp y las redes socia-
les desde su teléfono celular. 
El 5 de junio, Cristina Castro form- 
alizó la denuncia por desaparición 
forzada. La causa quedó a cargo de 
Rodolfo De Lucía, titular de la UFI N°20 
de Bahía Blanca. Diez días más tarde, 
la policía allanó sin orden judicial el 
domicilio de los hermanos de la ex 
novia, a quiénes vinculan con la venta 
de drogas. El policía Alberto González 
dijo que demoró a Facundo en el kiló-
metro 750 y que le sacó una fotografía 
a su registro de conducir para verificar 
su identidad. Después, aseguró que el 
joven subió a una Renault Duster Oroch 
color gris, que lo levantó en la ruta. 
El 19 de junio, la agente Siomara 
Ayelén Flores le reconoció a Cristina 
Castro que había llevado a Facundo 
desde Buratovich hasta Teniente Origo-
ne. Siguiendo el protocolo, tendría que 
haberlo llevado a su casa. El 27 de 
junio, tres personas llamaron a Cristina 
Castro para decirle que vieron a unos 
policías en el momento que subían a 
Facundo a un móvil en la entrada de 
Mayor Buratovich. 
El 7 de julio, el Juzgado Federal 
de Bahía Blanca Nro. 2 aceptó a la 
madre de Facundo como querellante en 
la causa que investiga la presunta 
desaparición forzada. Un día después, 
la investigación quedó a cargo de la 
MEMORIA, VERDAD Y 
JUSTICIA POR FACUNDO 
Magali Incollingo 
magaincollingo@.com 
 
 
4 
 
jueza federal María Gabriela Marrón y 
el fiscal Santiago Ulpiano Martínez. Se 
incorporó a la Policía Federal y en la 
Comisaría de Mayor Buratovich se 
secuestraron el libro de guardia y 
teléfonos celulares de policías involu-
crados. Sergio Berni, ministro de Segu-
ridad, aseguró que a Facundo se lo iba 
a encontrar vivo y mencionó que “no 
surge ninguna evidencia” de una posi-
ble responsabilidad policial. 
El 11 de julio, la Organización de 
Naciones Unidas (ONU) pidió al Estado 
argentino “inmediatez y exhaustividad 
de la investigación” por la desaparición 
de Facundo. Dicho acontecimiento su-
cedió tras la repentina aparición de una 
fotografía que registró el momento en 
que Facundo fue efectivamente demo-
rado por la policía. En dicha imagen 
revelada a los medios después de 80 
días desde su desaparición, mostraban 
a Facundo entre el móvil y un policía. Al 
otro día, se rastreó un basural de Mayor 
Buratovich por el hallazgo de presuntos 
restos humanos. 
El 13 de julio, los abogados de 
Cristina Castro denunciaron aprietes 
del subcomisario de Mayor Buratovich, 
Pablo Reguillón. El Ministerio de Segu-
ridad bonaerense desafectó al efectivo. 
Y el 17 de julio se realizaron peritajes a 
patrulleros, y en el auto particular de la 
agente Siomara Ayelén Flores se en-
contraron rastros hemáticos. Apareci-
eron los libros de Guardia de la co-
misaría de Origone que habían perma-
necido pedidos durante los 10 días 
previos. Castro pidió la recusación del 
fiscal Martínez por supuesto "oculta-
miento de información". 
El 31 de julio, en un allanamiento 
de la delegación policial de Teniente 
Origone se encontró un elemento per-
sonal de Facundo, regalo de su abuela 
que él llevaba como amuleto. El objeto 
fue encontrado dentro de una bolsa de 
nylon, junto con otros elementos que se 
encontraban en un calabozo viejo, en 
los fondos de la dependencia. 
El 5 de agosto durante un rastri-
llaje en una zona de Mayor Buratovich, 
se encontró una mochila semiente-
rrada, ropa y huesos, que más tarde 
fueron catalogados como pertenecien-
tes a algún animal. 
El 10 de agosto, se dieron a cono-
cer chats entre los policías investigados 
que datan del 16 de junio hasta el 19 de 
julio, y en algunos de los cuales se re-
fieren a Facundo. Dos días más tarde, 
la jueza Marrón rechazó el pedido de 
Cristina Castro de detener a los policías 
Mario Gabriel Sosa, Jana Curuhinca 
(quienes retuvieron a Facundo en Bu-
ratovich), Alberto González y Siomara 
Flores. 
El 14 de agosto se hallaron imá-
genes del DNI de Facundo en el teléfo-
no celular de la agente Jana Curuhinca. 
Este hecho desmintió la declaración de 
Alberto González, que aseguró que al 
joven solo se le pidió su licencia de 
conducir. 
El día 16 de agosto, en un 
cangrejal de la zona de Villarino Viejo 
se halló un cuerpo esqueletizado. La 
Justicia notificó a la madre, que viajó 
hasta el lugar y reconoció que una 
zapatilla encontrada en los alrededores 
era similar a unas que usaba su hijo. 
El 21 de agosto, Cristina Castro y 
 
 
5 
 
su abogado Leandro Aparicio fueron 
recibidos por el presidente Alberto 
Fernández, en la Quinta de Olivos. “Re-
nuevo la confianza en el Presidente”, 
dijo Castro al salir. Al día siguiente, el 
Equipo Argentino de Antropología Fore-
nse comenzó con la autopsia del 
cuerpo encontrado en Villarino, a fin de 
identificarlo y establecer las posibles 
causas de la muerte. 
El 27 de agosto, Cristina Castro 
se reunió con el gobernador bonae- 
rense, Axel Kicillof. Le pidió la renuncia 
de Sergio Berni y a la salida del encu-
entro manifestó: “La reunión ha sido 
 
 
 
 
 
 
Antonio Ruiz de Montoya nació en 
Lima, Perú, el 13 de junio de 1585, 
siendo un jovencito, recibió el llamado 
de Jesús. Se le apareció marcándole 
una misión, ser en el futuro protector de 
los indios. 
Así ingresó en laCompañía de 
Jesús en 1606, a los 21 años de edad. 
Luego conoció al Padre Diego Torres, 
encargado de fundar la Provincia del 
Paraguay, a quien acompañaría al sur 
del río Tebicuary. Con el tiempo comen- 
zó a trabajar con los padres Cataldini y 
Mascetta en la misión de Loreto, donde 
se ganó el aprecio de los indios. 
Colaboró en la creación de pue- 
productiva. Necesitaba pedir respues- 
tas y me llevo algunas. Otras han 
quedado en el tintero”. 
Finalmente, el 2 de septiembre se 
confirmó oficialmente que los restos 
hallados en Villarino Viejo pertenecían 
a Facundo Astudillo Castro. Otro desa-
parecido en democracia, otra vida y 
otra historia para no olvidar. Es 
necesario, tanto para la familia de 
Facundo, como para toda la sociedad, 
esclarecer qué pasó con él. Es 
necesario tener memoria, que se 
conozca la verdad y se haga justicia. 
 
 
 
 
blos como San Javier, San Miguel, San 
Antonio, San Pablo, San Pedro, Santo 
Tomás y Jesús María. En 1620 fue 
nombrado superior de todas las 
reducciones. 
Fue un héroe protagonizando “el 
éxodo” de 12.000 almas de las misi-
ones del Guairá, para protegerlas de 
los cazadores lusitanos de esclavos, 
recorriendo más de mil kilómetros de 
ríos, selvas y montes, hacia el sur-oeste 
donde se encontraban las demás 
reducciones. 
 Los ataques de los esclavistas 
portugueses continuaron, entonces via-
jó a España en 1638 y para el 21 de 
EL JESUITA QUE AMO A 
LOS GUARANÍES 
Santiago Delgado. 
santiago@yahoo.com.ar 
 
 
6 
 
CONSTRUYENDO UNA 
SOCIEDAD INCLUSIVA 
mayo de 1640 consiguió del rey la cé-
dula real, por la cual los guaraníes 
tuvieron la autorización para defende-
rse con armas de fuego de los ataques 
“bandeirantes”. 
 Regresó a las misiones y a 
principios de 1650 tuvo que viajar a 
Lima a defender otros intereses de los 
jesuitas. 
Su salud comenzó a flaquear y 
falleció en los brazos de su viejo com-
pañero el padre Francisco del Castillo, 
en su Lima natal, el 11 de abril de 1652. 
Cuando los indios de la misión de 
Loreto (actual Misiones, Argentina), se 
enteraron de su fallecimiento, enviaron 
a cuarenta de sus mejores guerreros 
que atravesaron el continente para 
cumplir el último deseo del Padre Mon-
toya, hacer descansar sus restos en la 
sacristía de dicha misión: “No permitan 
que mis huesos queden entre españo- 
les, aunque muera entre ellos; procuren 
que vayan donde están los indios, mis 
queridos hijos, que allí donde trabaja-
ron y se molieron he de descansar.” 
 
 
 
 
 
 
Los mandatos sociales (dictamen 
que nos dicen o escuchamos desde 
chicos, y que asumimos como absolu-
tas verdades sin cuestionamientos) pu-
eden ser ataduras de por vida. Sin 
La peregrinación aborigen que 
llevaba el cuerpo de Montoya era 
saludada por todas las ciudades del 
camino con muestras de respeto y 
cariño. Ese fue su último viaje por las 
tierras que tanto había amado junto a 
sus indios tan queridos. 
En vida conoció profundamente la 
lengua guaraní y sus obras monumen-
tales contribuyeron a la preservación de 
la misma, ya que esta era oral, muchos 
elementos se hubieran perdido si no 
hubiera escrito los libros: “Conquista 
Espiritual”, “Tesoro de la Lengua Gua-
raní”, “Arte y Vocabulario” y “Largas 
memorias” en donde defendió apasio-
nadamente el trabajo de la Compañía 
de Jesús en la Misiones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
embargo, cada vez son más los que 
transgreden esa dura barrera impuesta 
por la sociedad. Desde hace tiempo, 
muchas mujeres deciden cómo vivir sus 
vidas sin respetar el mandato de género. 
Patricia Maguna 
patomaguna@gmail.com 
 
 
7 
 
Hubo un día en que comenzamos 
a pensar. ¿Por qué debemos casarnos, 
tener hijos, ser ama de casa, estar 
siempre bellas y sonrientes? Toda la 
gente espera algo de vos, pero pocas 
veces, se preguntan ¿qué queremos 
nosotras? Descartando que podemos 
desear y por sobre todas las cosas, que 
tenemos derecho a elegir en todos los 
aspectos de la vida. 
Es común escuchar a los padres 
decir: “mi hija se va a casar y tendrá una 
gran familia”, “mi hija me dará muchos 
nietos, es la más bella, será buena es-
posa”, etc. Pero qué pasa cuando una 
dice ¡no! Seguramente comienza el 
cambio. 
Hay estadísticas que indican que 
aumenta el número de mujeres que 
postergan la maternidad, por diversas 
razones, y eso no está mal. También 
crecen las familias homoparentales. 
Como dice el dicho “hoy las mujeres 
tienen voz y voto” y no por eso dejan de 
ser, buenas, bonitas y simpáticas, el 
éxito depende de cada una. 
No hay matrimonio, ni familia 
perfecta, nada te garantiza la felicidad, 
si haces algo que no te gusta o sientes. 
Cada mujer debe desarrollarse dentro 
del ámbito que elija. Ocupando su lugar 
en la sociedad, sin ser señalada o 
juzgada. 
 A veces una pregunta puede 
dañar la sensibilidad del otro. Por eje-
mplo, hay mujeres que eligen no tener 
hijos, mientras otras no pueden. Y la 
típica frase que suelen hacerles, cua-
ndo saben que superan los 35 años es: 
¿vos, para cuándo eh? Y si lleva tiempo 
en pareja, lo mismo. ¿Ustedes no pien-
san tener hijos? Debemos aprender a 
ser empáticos solo así podremos vivir 
en comunidad, como seres humanos. 
La interiorización de los manda-
tos de género hacen que anticipemos 
que nos vamos a sentir mal y nos 
critiquemos si no cumplimos alguno. 
Criticarnos, juzgarnos, vigilarnos, casti-
garnos, etc. Estas acciones habitual-
mente dañan la autoestima gravem-
ente. 
Por lo cual uno se debe detener a 
pensar en el otro, para poder compre-
nder el porqué de sus acciones, todo 
sucede por algo. Recordemos que si 
bien hombres y mujeres somos difere-
ntes. Sin embargo, somos iguales en 
términos de derechos y posibilidades. 
Sólo educando a los niños y reeduca-
ndo a los adultos podremos vivir en esa 
sociedad que tanto anhelamos, inclusi-
va y respetuosa. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
 
 
“…pero el aullido continuaba en 
una gota aguda e ininterrumpida”. 
 
No se asomó el sol aquella tarde. 
Parecía que se había ahuyentado con 
el olor a desgracia. La tribu estaba 
inquieta. Cada un-o de ellos tenía una 
misión. Cada uno de ellos sabía qué 
destino tendría esa noche. 
 
Los niños eran los únicos que se 
mantenían casi ignorantes de todo. Ya 
no quedaban sonrisas en los rostros ni 
atisbos de esperanza. Lihuel tenía 
sobre sus hombros la mayor 
responsabilidad. Mucho había ocurrido 
desde la presencia de aquel soberbio 
capitán, invitando a la batalla. Pero 
ellos estaban preparados. Habían 
invocado, suplicado y prometido, y 
sabían que la Pachamama no iba a 
defraudarlos. 
 
El atardecer se hizo noche. Las 
paredes pedregosas estaban más frías 
que nunca. Los únicos caldenes en pie 
ya no albergaban hojas, ni pájaros. 
Hasta ellos habían huido. Estaban 
solos. El, sentado con la vista fija en el 
horizonte, calmaba su ira. No debía 
sentirla. No estaba educado para sentir 
ira, sino para defender a su pueblo. Los 
nativos quedaban de guardia. 
Encargados de avisar la llegada del 
enemigo, apostados mirando al norte, 
permanecían con los ojos abiertos. 
 
Ya cerca de medianoche, el 
aullido de los lobos los alertó. 
 
Apostados detrás de las rocas 
más altas, los hombres de la tribu, se 
prepararon. Sobre la cima de la colina 
baja, una negra hilera de sombreros se 
adelantaba. 
 
El primer disparo alertó al resto de 
la agrupación. Lihuel, dio la orden de 
ataque. Todo se convirtióen sangre, 
gritos y dolor. Todo había ocurrido en 
minutos. Cada cubierto en llagas, cubr-
ía la tierra que sus ancestros les habían 
heredado. Amontonados unos sobre 
otros yacían inertes. La esperanza es-
taba perdida. Lihuel y los pocos que 
quedaban vivos corrieron a cobijarse en 
las cuevas. Los esperaban sus muje-
res. Se oyó cerca el aullido de un lobo. 
Se hizo un profundo silencio, pero el 
aullido continuaba, en una nota aguda, 
ininterrumpida. 
 
Lihuel, puso la mano sobre la 
oreja. Fijó la vista. Ahí, como rogando, 
un lobo herido se acercó a él. Se 
preparó para defenderse, pero vio que 
el animal arrastraba algo. Se acercó 
con cautela. El bicho se detuvo, clavó 
su mirada en la de él, abrió su boca y 
tiró sobre la tierra el sombrero del 
capitán. 
 
Se volvió, se recostó sobre la 
piedra y cerró los ojos para siempre. 
VICTORIA 
Silvia M Vázquez 
smv1109@hotmail.com 
 
 
9 
 
 
 
 
Capítulo III: Tras la pelota 
 
Y llegó el día... El primero de 
octubre nació el niño Mario Nicasio 
Zanbria, para la alegría de toda la 
familia. Desde muy chiquito, de la mano 
oscuros de sus hermanos, se cruzaba 
al potrero 4 vías: una porción de tierra 
entre dos líneas de ferrocarril, que los 
pibes del barrio Quilmes habían 
convertido en canchita para los picados 
de todas las tardes. Mario tardó poco en 
comenzar a correr tras la pelota y 
demostrar claramente que la zurda era 
su pierna hábil. Con el paso del tiempo, 
las mi-radas lo seguían más y se iba 
convir-tiendo en figura comparado con 
chicos de su edad y con otros bastante 
más grandes. Fue así que lo tentaban a 
jugar torneos en Gimnasia y Esgrima, 
de Ciudadela. Siendo más lejos y con 
tan solo 9 años, debía convencer a 
Atilio para que lo dejara; y su papá ac-
cedía solo porque el yerno de su amigo 
era el organizador. El buen hombre, 
con sus dos trabajos de cobrador para 
mantener esa familia con cuatro hijos, 
llegaba rendido y a veces solo con 
deseo de descansar. 
 
Así que Marito comenzó a des-
collar en ese otro ámbito, pero seguía 
en el potrero, las veredas, los recreos 
del colegio y cualquier espacio donde 
viera rodar una pelota. Su maestra 
Delia, que le reprochaba los castigados 
delantales producto de agarrones y caí-
das, no podía desconocer que aquello 
le apasionaba por sobre las materias 
que ella dictaba. 
 
La vida comenzó a mostrarle que 
no eran todas alegrías cuando su padre 
enfermó y murió en poco tiempo. Una 
edad difícil donde no se pueden poste-
rgar las decisiones. Él estaba desenca-
ntado para seguir una carrera, porque 
el único sueño posible era por siempre 
ser jugador de fútbol. Una tarde, tuvo 
que afrontarlo frente a su madre y 
comunicarle la decisión… 
 
—Mira hijo, eres ya grande y puedes 
elegir. Solo te pido que aquello que 
desees lo hagas con el alma. 
 
Ella tenía esas palabras guarda-
das para el momento oportuno y Mario 
sintió que le daba el pasaporte espe-
rado para llegar muy lejos. 
 
Primero fueron las inferiores de 
Unión; hasta que un día, tuvo la oportu-
nidad en Primera. Jugaban frente a 
Temperley, de visitante; y fue la gene-
rosidad de Victorio Nicolás Cocco (ya 
referente del equipo), viéndolo con los 
nervios de un debutante, quien lo con-
tuvo, compartiendo su pieza en la con-
centración y garantizando que de ese 
CON EL ALMA 
(Segunda parte) 
Víctor Belchior 
vbelchior@live.com.ar 
 
 
10 
 
equipo él sería figura. Difícilmente los 
grandes se equivoquen. Y así fue: 
Unión salió campeón de la B y ascendió 
por primera vez a la máxima categoría. 
 
Ya muchos ojos se habían posa-
do sobre esa zurda prodigiosa. Pero un 
poco por sagacidad y otro por cercanía, 
le llegó la oferta del Gitano Juárez, 
quien lo incorporó a Newells Old Boys 
(Tan sabio sería ese hombre, que tenía 
de ayudante de campo a un joven 
recién retirado como jugador: César 
Luis Menotti). Para no perder la línea, 
Mario Zanabria se convirtió en la figura 
de ese equipo que obtuvo por primera 
vez en la historia el campeonato Metro-
politano de Primera división, empa-
tando la final y brindándole el título a su 
eterno rival, Rosario Central, en un 2 a 
2 , y hasta lo que era una utopía, el 
segundo gol y el de la consagración 
para que estalle el estadio atestado de 
gente, lo marcó un soberbio zurdazo de 
Mario Zanabria. 
 
Capítulo IV: Los planes del Toto 
 
Lorenzo estaba en su cuarto. 
Sentado en una silla junto a la mesita 
para desayunar, tenía desplegados sus 
papeles, llenos de números, recortes 
de diarios y anotaciones. Alguien golp-
eó y sin levantarse gritó: 
 
—Adelante. 
 
—Permiso. 
 
Ingresó Román, su ayudante de 
campo. 
 
—Mirá, me lo buscás a este muchacho 
Zanabria de Newells. Sé que también 
se concentran acá en Necochea, a ver 
si puede venir a hablar conmigo. 
 
—Zanabria —repitió Román, como bus-
cando una explicación; y si bien ya 
tenía altamente superada la capacidad 
de asombro, sabía que su jefe lo tendría 
muy bien evaluado. 
 
—Si, Zanabria, Zanabria —repitió soca-
rronamente. —Mirá esto —y le señaló 
una hoja donde venía anotando... 
 
—Debuta en Unión y lo hace ascender 
por primera vez en su historia. Va a 
Newells y sale campeón también por 
primera vez. Este pibe lo que toca lo 
hace oro... ¿Yo qué te dije que quería 
hacer en Boca? 
 
—Ganar por primera vez la Libertado-
res y también por primera vez ser 
campeón de la Intercontinental. 
 
—Bueno, viste qué fácil. Entonces... 
este pibe va a ser el 10 de Boca. Anda, 
decile a Gatti, que seguro lo conoce. 
Búsquenlo y tráiganlo acá. 
 
Lorenzo tenía un manejo finísimo 
de las estadísticas y se informaba como 
nadie; trajo a Pantera Rodríguezo 
porque leía los puntajes que le daban 
los diarios en las ligas del Interior o 
afirmó en su puesto a Felman porque 
había visto su despliegue de goleador 
en Mendoza. Ese hombre sacaba 
ventajas de su trabajo y sagacidad; eso 
se veía en el resultado. ¡Pero nadie 
imaginaba la trastienda que lo llevaba 
allí! Gatti hizo las gestiones, pero no se 
pudo en esa temporada. De todas 
maneras, Lorenzo, como un cazador 
experimentado, se mantuvo con la mira 
 
 
11 
 
firme y fue solo cuestión de tiempo para 
dar el tiro certero. En el año siguiente, 
Zanabria firmaba con Boca. 
 
Debutó en un partido de prete-
mporada contra Santamarina de Tandil 
y salieron 2 a 2. Mario se sintió cómodo, 
puso algunos pases certeros y hasta 
tiró al arco, rozando el travesaño. Al 
otro día, en la práctica, mientras tro-
taban, Lorenzo desde el círculo central 
lo llamó. El jugador debutante sintió una 
íntima alegría; confiado en algún 
halago que lo estimularía por parte del 
técnico... Nunca estuvo más lejos. 
 
—A ver Zanabria —le dijo con esa voz 
latosa y penetrante— Escuche viejo... 
en este equipo hay un solo cafisho y se 
llama Mastrángelo, pero los domingos 
me la manda a guardar. ¡No hay lugar 
para ninguno más! 
 
Se lo quedó mirando fijo a los 
ojos. Y el jugador, con la cabeza gacha, 
volvió al pelotón de trote. 
 
Zanabria estaba devastado y con 
un sabor amargo en la garganta como 
hiel; pero mucho tiempo después, se 
dio cuenta que como aquellos horribles 
jarabes que de niño le daba Felicitas 
lograban el efecto de curarlo, Lorenzo 
le había dado una gran cucharada. 
Pero en su cabeza solo estaba la 
búsqueda del bien. El jugador comenzó 
a modificar su juego, pero no restaba ni 
dividía, solo se multiplicaba. Era capaz 
de tapar la salida, correr al marcador de 
puntahasta su córner, o tirarse a los 
pies para barrer una pelota. Pero cuan-
do Boca avanzaba, levantaba la cabeza 
y se convertía en ese Príncipe Valiente 
que acariciando la pelota llenaba de 
prestigio a toda la delantera. Organiza-
ndo el juego, cambiando los tiempos o 
sacando zurdazos como misiles, impo-
sibles de atajar. No había un nuevo 
Zanabria, había más Zanabria y el Toto 
lo veía en cada entrenamiento. 
 
En ese primer año de Mario, Boca 
llega a la final con River, en cancha de 
Racing; y terminando el primer tiempo, 
Comelles se tira a los pies de Felman 
con plancha y lo lesiona ocasionándole 
fisura de peroné. Román manda a 
calentar a Ovide que, si bien era un 
marcador de punta, iba bastante al 
ataque y podía cubrir la posición del 
mendocino. 
 
—Noooo— gritó Lorenzo desde el 
borde de la cancha —Hazlo entrar a 
Zanabria. 
 
El ayudante, con gesto de 
extrañeza, cambió el cartelito e indicó a 
Mario que precalentara. 
 
Así sucedió. Aquella noche, con 
un tiro libre antes de armar la barrera, 
el Chapa Suñé convirtió su gol memo-
rable que sacó campeón a Boca. Ya de 
regreso en el micro, Román quiso salir 
de duda y le preguntó al técnico. 
 
—¿Por qué me mandó poner a 
Zanabria y no a Ovide? 
 
—¿Esta fue la primera vez que Boca le 
ganó una final a River? 
 
—Si— respondió el ayudante. 
 
—Pensa, pensa ...dijo el Toto, con esa 
sonrisa pícara. 
 
 
 
12 
 
PROHIBIDO ABRAZARSE 
 
—¿Y eso qué? — murmuró Román, un 
tanto desconcertado. 
 
 —No te dije que este pibe lo que toca 
lo hace oro… 
 
 
 
 
 
Ramiro se despertó y trató de 
levantarse de la cama. Estaba lleno de 
cables y le costaba articular palabras, 
estaba entre dormido y con amnesia, 
quería saber que era él, quien era, y 
porque estaba en esa cama, en ese 
cuarto. Suena una alarma y aparece un 
enfermero. 
-Señor quédese acostado- 
-Eh- 
-No me toque, está prohibido todo 
contacto entre personas que no porten 
guantes y protección- 
- ¿Quién soy? - 
- ¿No lo recuerda? Estuvo en coma 
durante siete años por un accidente de 
moto, usted manejaba sin casco y lo 
chocaron, es un milagro que 
despertara… si seguía unos meses 
más lo iban a desconectar…- 
-Pero…¿yo quién soy?… ¿mi familia? – 
-Ya será informada su familia, usted 
tiene que seguir acostado, en un rato le 
vamos a cambiar los pañales, su 
nombre es Ramiro Jiménez- 
— Hubo un silencio prolongado, hasta 
que ambos estallaron en carcajadas. 
 
 
 
 
Él se acuesta. El enfermero le 
quita algunos cables, le coloca un suero 
y se va. 
Ramiro espera largas horas y 
decide ir al baño solo. Sale al pasillo. 
Hay personas con trajes protectores 
sentados que se alteran al verlo casi 
desnudo. Él los quiere alcanzar con la 
mano y todos le rehúyen. 
Aparecen unos policías y 
camilleros todos con trajes aislantes y 
arrastran por la fuerza a Ramiro que no 
entiende nada. 
-No hice nada, quiero ir al baño- 
-Usted no puede tocar a nadie con la 
mano y no puede salir así, hay una 
gripe fatal que mata, y es ley que nadie 
se puede tocar con nadie, porque es 
penado y aislado en un calabozo- 
Pasa una semana atado en la 
cama Ramiro, una vez por día le 
cambian los pañales. Tiene 40 años, 
pero se siente envejecido por las 
circunstancias. 
-Hola hijo- 
Ezequiel Rositto 
rositto2015@gmail.com 
 
 
13 
 
-Mamá- 
-No me toques- 
- ¡Pero mamá! Abrázame- 
 -Ni loca está prohibido y es contagioso, 
nos puede matar a todos- 
- ¿Qué nos puede matar? - 
- ¡Cualquier abrazo o contacto… es 
terrible la gripe que asola al mundo! - 
- ¿Y papá? … - 
-Murió… se suicidio- 
- ¡Como! ¿Por qué? - 
-No soportó este contexto de no tocarse 
nadie con nadie, fue detenido porque 
quiso abrazar a tu sobrino Nahuel, tu 
hermana lo denunció, y no le hizo bien 
estar 3 meses aislado, por eso se 
ahorcó … este aislamiento lleva cinco 
años … vos hace siete que estas en 
coma…- 
- ¿Y mi mujer, Karina? - 
-Se juntó con otro tipo y tuvo dos hijos 
… es rara las maneras de tener sexo 
hoy con los trajes puestos pero muchas 
cosas han cambiado …- 
Ramiro llora, llora con mucha 
bronca. 
- ¿Vos lloras? ¿Vos sabes cómo 
sufrimos todos por tu accidente? - 
Le reprocha la madre. Ramiro 
siente la existencia como una mala 
broma. 
Cumplió un mes atado en la cama 
hasta que el Estado le envió un traje 
aislante para que pudiera salir y 
circular. 
- ¿Qué es este papel? - 
-Firme- 
Lo lee un poco. 
- ¿Como que me pueden arrestar o 
matar si me lo quito en la calle? - 
- ¿Queres seguir atado acá? - 
Preguntó el doctor. Él firmó y el 
doctor le dejó el traje y se fue. 
Ramiro había pasado un mes en 
esa condición hasta que le dieron la 
autorización para salir y circular hasta 
su casa. 
Su madre le dejó vivir en el fondo 
de su casa, solo. 
Cuando pudo fue a ver a su hija, 
emocionado, recibió un duro rechazo. 
- ¡No me toques papá! - 
-Quiero un abrazo- 
-Está prohibido papá- 
La hija le dio la espalda. Y su ex 
lo amenazó. 
- Está prohibido ¿no podes entender 
eso? ¡Es difícil para todos, no para vos 
sólo! - 
Luego de verla por diez minutos a 
su hija volvió a su cuarto al fondo del 
terreno de su madre a quien apenas 
veía. 
- Que locura este mundo … suicidios, 
asesinatos permitidos por la policía, 
 
 
14 
 
represalia mediática, los enfermos que 
no salen con vida de los hospitales … 
las redes te censuran… - 
Pensaba mientras trabajaba en 
line para el gobierno. Pedía todo por 
delivery porque no podía salir todos los 
días a la calle sin autorización. 
-Flaco ¡te doy 1000 pesos pero 
abrázame un momento sólo eso 
quiero!- 
-Ni loco, flaco, págame el pedido o te 
denuncio por querer abrazarme, mi 
casco tiene cámara y graba la voz… - 
 Ramiro pagó el pedido y se metió 
a lo que se había convertido en su 
nueva prisión. 
-Mi cuerpo, mi voluntad, mi alma, nada 
me pertenece … ¿cómo puede aceptar 
esto, este mundo idiota?... ¿los 
médicos porque no descubrieron nada 
aún? - 
Ramiro se la pasaba postrado, 
engordando, masturbándose con los 
videos porno que el Estado permitía 
difundir, en otros momentos escuchaba 
por televisión a pastores, políticos, 
periodistas que condenaban a las 
personas que se tocaban corpora-
lmente, toda la gente porta tobillera que 
generan alarmas que hacen que la 
policía reprima, incluso que fusile a 
quienes hayan tocado a otros sin 
protección. Se miró el pie y el chip 
estaba detrás de su talón. 
-Este no es mi mundo, esto no es 
vida… quiero un abrazo… no quiero un 
video de mi hija, quiero ver a mi hija … 
quiero ver a mi vieja, a mis amigos que 
tengo a pocas cuadras de acá, yo 
quiero verlos… ¿porque me reprimen y 
me deciden qué día puedo salir? ¿Qué 
clase de peste es esta que me prohíbe 
el contacto real con los demás? ¿Por 
qué todos los que entran al hospital por 
este covid salen muertos? ¿Por qué los 
incineran? ¿Por qué somos tantos y 
nadie hace nada? - 
Ramiro contó 7 meses de su 
despertar. Llegó navidad y la angustia 
era superior. Su hija celebraba la fiesta 
con su padrastro. Su madre llorando y 
rezando a un Dios ausente. Su noche 
buena fue pésima. Tortuosa. 
- ¡Es irremediable!¡tengo que matarme! - 
Vio por Internet que era legal 
adquirir ciertas armas. 
- ¡Para fomentar la muerte! ¡El suicidio! 
¡Ese es su juego! … ¡Matarnos! ¡Somos 
muchos en el planeta! … ¡Ya no es útil 
al capital el excedente humano! - 
Pensó Ramiro, y compró un arma 
para terminar con su dolor inútil. 
-Gracias por estaencomienda… toma 
mil pesos más- 
-Gracias, pero no se le ocurra 
abrazarme- 
-No, no hace falta… puede irse- 
Entró con el paquete, agarró el 
arma, y observó Ramiro que ya estaba 
cargada como lo había solicitado. Los 
que se la habían vendido le enviaron las 
mínimas indicaciones para su uso. 
Ramiro lo pensó, pero no podía 
seguir así, aislado, muerto en vida… no 
era su mundo... así que salió al patio, 
luego de imprimir una carta donde se 
 
 
15 
 
despedía de su familia, se disparó un 
balazo al corazón. Pero no murió, si 
bien le dolió el impacto. Volvió 
apuntarse al pecho y se disparó otra 
vez perdiendo el conocimiento, pero sin 
caer al piso. Quedó como sonámbulo, 
lo que le llevó a caminar como mareado 
hacia la calle. La madre estaba 
durmiendo la siesta, ni oyó el disparo. 
Ramiro camino hasta desplomarse en 
el asfalto mirando el cielo y 
murmurando palabras. Mientras se le 
fueron acercando personas con sus 
trajes aislantes que decían: 
- ¡Que le paso joven! ¡Cómo pudiste? - 
- ¿Quién le hizo esto? – 
- ¡Hay que llamar a una ambulancia! – 
 
 
 
 
GRIETAS 
 
¡GRIETAS! 
Grietas por todos lados. Grietas en el 
piso, en el cielo, en tu cabeza y en la 
mía. 
 
¡GRIETAS! 
Grietas abstractas, que no llevan a 
ningún lugar, a pesar de siempre tener 
un sentido. 
 
¡GRIETAS! 
Que no dan para más. Que se vuelven 
abismos, cuya profundidad cautiva, 
pero llama al vuelo, hacia abajo, como 
única dirección posible. 
Decían los transeúntes que se 
acercaron a ver al agonizante. 
-Prohibido abrazar, prohibido abrazar, 
prohibido juntarse, prohibido besarse, 
prohibido hablar en contra de la 
cuarentena, prohibido amar, prohibido 
reunirse, prohibido vivir … prohibido 
vivir…- 
Alcanzó a decir con burla Ramiro 
y murió en el asfalto ante la cara de las 
personas que lo rodeaban. El más viejo 
del grupo comentó en voz alta: 
-Pobre joven!… si hubiera sabido a 
tiempo que hoy a la medianoche se iba 
a levantar esta cuarentena! - 
 
 
 
 
Grietas… 
No las mires sin quebrarte. Podrías 
descubrir que sentir es parte de amarte. 
 
Grieta. 
Respiran. Hablan. Ríen. Lloran. Matan. 
Viven. Observan... 
 
LAS MASAS 
 
Son masas que se mueven en la 
oscuridad. Inseguras de sí mismas, 
como yo al verlas. 
A lo lejos se ven como bultos y luego, 
van cobrando forma cuanto más uno se 
RELATOS 
Matías Mansilla 
Ig:@matiasmansillaliteratura 
 
 
16 
 
acerca. Son masas que acechan, 
masas que miran tanto como yo las 
miro, aunque todavía no las comprenda 
del todo. 
 
 
 
 
 
 
 
 MBORAYJHU ASY 
 (DOLOR DE AMOR) 
 
LÁGRIMAS DE DOLOR 
 
Por cada lágrima tuya 
un poco un poco de mi alma 
se desvanece, 
una parte de mi se apaga. 
No llores que mi corazón sufre 
y entristece y en su tristeza, 
llora tu dolor, llora tu pena. 
Que puedo hacer 
para calmar tu pena, 
tu dolor, dímelo. 
Quisiste tanto 
y no te supieron amar, 
entregaste todo el amor, 
que había en tu corazón para dar 
y a cambio no te dieron nada 
ni siquiera una mentira piadosa, 
conozco el sendero, 
es el sendero de la angustia 
del dolor y la soledad, 
déjame ayudarte 
o al menos déjame intentarlo. 
 
QUE NO ACABE EL AMOR 
 
No dejemos que la luz 
que ilumina nuestro amor 
por el camino oscuro de la vida, 
Son masas que no son masas. 
Son entes que persiguen, persiguen 
aunque parezcan los perseguidos. 
 
 
 
 
 
 
se apague, que el silencio 
y la soledad nos lleve al vacío 
de la mano de la pena y el dolor. 
No dejemos que nuestro amor 
se vaya apagando poco a poco 
en su brillo mágico que alguna vez 
lo mantuvo vivo, 
que no se vuelva frágil, 
temeroso lleno de dudas 
envolviendonos en la desconfianza. 
No dejemos que muera el hoy, 
viva sólo el ayer y que su realidad 
sólo sea recuerdos y nos lleve al 
olvido. 
 
 LA LENGUA GUARANÍ: 
MONUMENTO ESPIRITUAL 
 
 
 
Concepción natural y espíritu 
 sin palacios, ni templos, sólo el verbo 
amoroso poema del paisaje, 
alma indómita inmortal de nuestro 
acervo. 
 
Monumento extraordinario a los sonidos, 
sabia voz de la Naturaleza, 
de la fauna, de los montes y los ríos 
onomatopeya musical, es tu riqueza. 
POEMARIO 
Leonardo Barreto 
barretoleonardo621@gmail.com 
Santiago Delgado. 
santiago@yahoo.com.ar 
 
 
17 
 
Fundamento del ser es tu palabra, 
la Historia vive en tu garganta 
postergada, 
 sosteniendo lo que somos y seremos 
oralidad que resistió a ser silenciada. 
 
Palabra no escrita sólo hablada, 
lengua madre vencedora de atropellos 
herencia divina de la selva, 
patrimonio del humilde en los silencios. 
 
Recorriste los verdes infinitos, 
bautizando milenarios vegetales, 
buscando entre los yuyos esa esencia 
secreto de los médicos chamanes. 
 
Y los nombres botánicos que diste 
se hallan en las ciencias de las plantas, 
y las lenguas del mundo reconocen 
el aporte de tu esencia originaria. 
 
Bolaños te escribió por vez primera. 
 
Y enamorado de vos toda la vida 
montoya te guardó como un tesoro 
ataviado con tu brisa en su partida. 
 
Nicolás Yapuguay, fue ese cacique 
que escribió en guaraní para tu gente 
 halló la voz, la melodía de la tierra 
aprendiendo y escuchando 
humildemente. 
 
Cuando quisieron callarte muchas veces, 
surgiste como un sol en la alborada, 
resistiendo en los humildes de tu pueblo 
¡Herido purahéi de madrugadas! 
 
¡Ava Ñe’ẽ, del ánimo vehemente! 
 conciencia popular, lengua sagrada, 
altivo, guaraní, canto valiente 
¡Sos la voz de la Patria Americana! 
 
OPRIMIDOS 
 
 
 
Ellos saben y no saben, 
se creen dioses altaneros 
y arrojan flechas de odio 
a pueblos que creen menos. 
Ellos dicen ser mejores, 
no pueden ser compradores 
de lo que se les antoje 
porque a pesar de todo 
y mal que les pese, 
existe la unión 
de los que llaman peste. 
No pueden comprar el aire, 
ni tampoco la alegría, 
menos aún el orgullo 
de ser América Latina. 
No comprarán la paciencia 
ni el sentido de unión, 
podrán comprar las empresas 
pero ningún corazón. 
No comprarán con dinero 
el sonido de la voz 
que levante al pueblo unido 
ante un emperador. 
No se compra ni se vende 
el amor por la tierra 
y tampoco están en venta 
las montañas, sí la piedra 
que se roban cada día. 
Pero el agua todavía 
es nuestra. 
La nieve, el sol, la cosecha, 
las manos agrietadas y viejas 
de sentir el grano puro, 
de amanecer con la niebla. 
Ellos, dioses altaneros 
cobrarán sus deudas, 
las que hoy nos atormentan. 
Y serán mañana historia, 
mantendremos el orgullo 
Silvia M Vázquez 
smv1109@hotmail.com 
 
 
18 
 
con valor, esfuerzo y trabajo 
haremos que de una vez 
se queden con lo suyo 
 
 
 
 
 
 I 
Contarles quiero, de una gran persona, 
"Patrón" Duarte, padre ejemplar, 
Precursor, de la alegría, 
Acordeonista, muy popular. 
 II 
Alegraste en otros tiempos, 
Grandes bailes y santo ara, 
Acompañando, el dulce dúo, 
De tus cantores, en serenatas. 
 III 
Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", 
En tu rodilla, tu fiel acordeón, 
Ejecutando, viejos chamamé, 
En mi alma, me brota un lagrimón. 
 IV 
Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", 
En tu rodilla, tu fiel acordeón, 
Ejecutando, viejos chamamé, 
En mi alma,me brota un lagrimón. 
 V 
Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", 
En tu rodilla, tu fiel acordeón, 
Ejecutando, viejos chamamé, 
En mi alma, me brota un lagrimón. 
 VI 
Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", 
En tu rodilla, tu fiel acordeón, 
Ejecutando, ancestrales chamamé, 
En mi alma, me brota un lagrimón. 
 (Fin) 
 
 
y nunca más opriman 
al resto del mundo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 I 
Nunca imaginé, no puedo creer, 
Que tu hayas matado, a mí fiel amor, 
Con tanta crueldad, malvada mujer, 
Destrozándome, con tu desamor. 
 II 
Hoy estoy sufriendo, esa gran herida, 
Que tú has causado, a mí corazón, 
No encuentro sosiego, a mí pobre vida, 
Para disipar, mí desilusión. 
 III 
Se que algún día, tú las pagará, 
También sufrirás, como sufro yo, 
Tu hipocresía, te condenará, 
Tu propia falsía, será tu dolor. 
 IV 
Es muy tormentoso, hoy mi soledad, 
Me pasó las horas, preguntándome, 
Si cuál fue el motivo, de tanta maldad, 
Truncar la pasión, que ayer nos unió. 
 (Fin) 
 
 
CHAMAMÉ 
PATRÓN DUARTE Y SU 
ACORDEÓN 
ALGÚN DÍA PAGARÁS 
Letra: Baltazar (Toy) Duarte 
baltazarduarte008@gmail.com 
Música: Santiago (Chinchu) Delgado 
santiago@yahoo.com.ar 
Letra: Baltazar (Toy) Duarte 
baltazarduarte008@gmail.com 
 
Música: Ernesto Otazo 
Otazoernesto15@gmail.com

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