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Todavía tengo el sueño de que un día, cada hombre de este país, cada hombre de color en el mundo entero, será juzgado por su valor personal y no por el color de su piel. Redactor jefe: Pericles Huamanculi Equipo de redacción: Magaly Incollingo Patricia Maguna Matías Mansilla Edición: Rolando Reynoso Equipo de corrección: Alejandra De la Cruz Rina Madrid Maia Candela Nadir Arte de tapa: José Arévalo Dibujo: Paula Herrera Difusión: Emilse Alegre Estelita Avalos Luis Fabian Cuadros Colaboradores: Ezequiel Rositto Leonardo Barreto Baltazar Duarte Santiago Delgado Victor Belchoir Silvia M. Vázquez Martín Luther King. SUMARIO: • MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA POR FACUNDO. • EL JESUITA QUE AMO A LAS GUARANÍES. • CONSTRUYENDO UNA SOCIEDAD INCLUSIVA. • VICTORIA. • CON EL ALMA. • PROHIBIDO ABRAZARSE. • RELATOS. • POEMARIO. • CHAMAMÉ. 3 El pasado 30 de abril, Facundo Astudillo Castro salió de su casa en la localidad bonaerense de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca para visitar a su ex novia. El joven de 22 años caminó y viajó a dedo por la Ruta Nacional 3, pero nunca llegó a destino. En el camino, Facundo Astudillo Castro fue demorado por policías de la localidad de Mayor Buratovich, que lo cuestionaron por violar el Aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) en el contexto del Coronavirus. Le hici- eron un acta e informaron del hecho a su madre, Cristina Castro. Por la tarde de ese mismo día, el joven se comunicó con la mamá y le dijo: “No sabes dónde estoy, no me vas a volver a ver”. Más tarde fue interce- ptado en el acceso a Teniente Origone. Ese mismo día, desde el teléfono de Facundo fue enviado un SMS a uno de sus amigos. El registro quedó en una antena de Bahía Blanca. El primero de mayo, un testigo se presentó en la comisaría para decir que vio cómo al joven lo ingresaban a un patrullero blanco y negro, pero no se le tomó declaración. Una semana despu- és, la oficial Siomara Ayelén Flores desactivó WhatsApp y las redes socia- les desde su teléfono celular. El 5 de junio, Cristina Castro form- alizó la denuncia por desaparición forzada. La causa quedó a cargo de Rodolfo De Lucía, titular de la UFI N°20 de Bahía Blanca. Diez días más tarde, la policía allanó sin orden judicial el domicilio de los hermanos de la ex novia, a quiénes vinculan con la venta de drogas. El policía Alberto González dijo que demoró a Facundo en el kiló- metro 750 y que le sacó una fotografía a su registro de conducir para verificar su identidad. Después, aseguró que el joven subió a una Renault Duster Oroch color gris, que lo levantó en la ruta. El 19 de junio, la agente Siomara Ayelén Flores le reconoció a Cristina Castro que había llevado a Facundo desde Buratovich hasta Teniente Origo- ne. Siguiendo el protocolo, tendría que haberlo llevado a su casa. El 27 de junio, tres personas llamaron a Cristina Castro para decirle que vieron a unos policías en el momento que subían a Facundo a un móvil en la entrada de Mayor Buratovich. El 7 de julio, el Juzgado Federal de Bahía Blanca Nro. 2 aceptó a la madre de Facundo como querellante en la causa que investiga la presunta desaparición forzada. Un día después, la investigación quedó a cargo de la MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA POR FACUNDO Magali Incollingo magaincollingo@.com 4 jueza federal María Gabriela Marrón y el fiscal Santiago Ulpiano Martínez. Se incorporó a la Policía Federal y en la Comisaría de Mayor Buratovich se secuestraron el libro de guardia y teléfonos celulares de policías involu- crados. Sergio Berni, ministro de Segu- ridad, aseguró que a Facundo se lo iba a encontrar vivo y mencionó que “no surge ninguna evidencia” de una posi- ble responsabilidad policial. El 11 de julio, la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió al Estado argentino “inmediatez y exhaustividad de la investigación” por la desaparición de Facundo. Dicho acontecimiento su- cedió tras la repentina aparición de una fotografía que registró el momento en que Facundo fue efectivamente demo- rado por la policía. En dicha imagen revelada a los medios después de 80 días desde su desaparición, mostraban a Facundo entre el móvil y un policía. Al otro día, se rastreó un basural de Mayor Buratovich por el hallazgo de presuntos restos humanos. El 13 de julio, los abogados de Cristina Castro denunciaron aprietes del subcomisario de Mayor Buratovich, Pablo Reguillón. El Ministerio de Segu- ridad bonaerense desafectó al efectivo. Y el 17 de julio se realizaron peritajes a patrulleros, y en el auto particular de la agente Siomara Ayelén Flores se en- contraron rastros hemáticos. Apareci- eron los libros de Guardia de la co- misaría de Origone que habían perma- necido pedidos durante los 10 días previos. Castro pidió la recusación del fiscal Martínez por supuesto "oculta- miento de información". El 31 de julio, en un allanamiento de la delegación policial de Teniente Origone se encontró un elemento per- sonal de Facundo, regalo de su abuela que él llevaba como amuleto. El objeto fue encontrado dentro de una bolsa de nylon, junto con otros elementos que se encontraban en un calabozo viejo, en los fondos de la dependencia. El 5 de agosto durante un rastri- llaje en una zona de Mayor Buratovich, se encontró una mochila semiente- rrada, ropa y huesos, que más tarde fueron catalogados como pertenecien- tes a algún animal. El 10 de agosto, se dieron a cono- cer chats entre los policías investigados que datan del 16 de junio hasta el 19 de julio, y en algunos de los cuales se re- fieren a Facundo. Dos días más tarde, la jueza Marrón rechazó el pedido de Cristina Castro de detener a los policías Mario Gabriel Sosa, Jana Curuhinca (quienes retuvieron a Facundo en Bu- ratovich), Alberto González y Siomara Flores. El 14 de agosto se hallaron imá- genes del DNI de Facundo en el teléfo- no celular de la agente Jana Curuhinca. Este hecho desmintió la declaración de Alberto González, que aseguró que al joven solo se le pidió su licencia de conducir. El día 16 de agosto, en un cangrejal de la zona de Villarino Viejo se halló un cuerpo esqueletizado. La Justicia notificó a la madre, que viajó hasta el lugar y reconoció que una zapatilla encontrada en los alrededores era similar a unas que usaba su hijo. El 21 de agosto, Cristina Castro y 5 su abogado Leandro Aparicio fueron recibidos por el presidente Alberto Fernández, en la Quinta de Olivos. “Re- nuevo la confianza en el Presidente”, dijo Castro al salir. Al día siguiente, el Equipo Argentino de Antropología Fore- nse comenzó con la autopsia del cuerpo encontrado en Villarino, a fin de identificarlo y establecer las posibles causas de la muerte. El 27 de agosto, Cristina Castro se reunió con el gobernador bonae- rense, Axel Kicillof. Le pidió la renuncia de Sergio Berni y a la salida del encu- entro manifestó: “La reunión ha sido Antonio Ruiz de Montoya nació en Lima, Perú, el 13 de junio de 1585, siendo un jovencito, recibió el llamado de Jesús. Se le apareció marcándole una misión, ser en el futuro protector de los indios. Así ingresó en laCompañía de Jesús en 1606, a los 21 años de edad. Luego conoció al Padre Diego Torres, encargado de fundar la Provincia del Paraguay, a quien acompañaría al sur del río Tebicuary. Con el tiempo comen- zó a trabajar con los padres Cataldini y Mascetta en la misión de Loreto, donde se ganó el aprecio de los indios. Colaboró en la creación de pue- productiva. Necesitaba pedir respues- tas y me llevo algunas. Otras han quedado en el tintero”. Finalmente, el 2 de septiembre se confirmó oficialmente que los restos hallados en Villarino Viejo pertenecían a Facundo Astudillo Castro. Otro desa- parecido en democracia, otra vida y otra historia para no olvidar. Es necesario, tanto para la familia de Facundo, como para toda la sociedad, esclarecer qué pasó con él. Es necesario tener memoria, que se conozca la verdad y se haga justicia. blos como San Javier, San Miguel, San Antonio, San Pablo, San Pedro, Santo Tomás y Jesús María. En 1620 fue nombrado superior de todas las reducciones. Fue un héroe protagonizando “el éxodo” de 12.000 almas de las misi- ones del Guairá, para protegerlas de los cazadores lusitanos de esclavos, recorriendo más de mil kilómetros de ríos, selvas y montes, hacia el sur-oeste donde se encontraban las demás reducciones. Los ataques de los esclavistas portugueses continuaron, entonces via- jó a España en 1638 y para el 21 de EL JESUITA QUE AMO A LOS GUARANÍES Santiago Delgado. santiago@yahoo.com.ar 6 CONSTRUYENDO UNA SOCIEDAD INCLUSIVA mayo de 1640 consiguió del rey la cé- dula real, por la cual los guaraníes tuvieron la autorización para defende- rse con armas de fuego de los ataques “bandeirantes”. Regresó a las misiones y a principios de 1650 tuvo que viajar a Lima a defender otros intereses de los jesuitas. Su salud comenzó a flaquear y falleció en los brazos de su viejo com- pañero el padre Francisco del Castillo, en su Lima natal, el 11 de abril de 1652. Cuando los indios de la misión de Loreto (actual Misiones, Argentina), se enteraron de su fallecimiento, enviaron a cuarenta de sus mejores guerreros que atravesaron el continente para cumplir el último deseo del Padre Mon- toya, hacer descansar sus restos en la sacristía de dicha misión: “No permitan que mis huesos queden entre españo- les, aunque muera entre ellos; procuren que vayan donde están los indios, mis queridos hijos, que allí donde trabaja- ron y se molieron he de descansar.” Los mandatos sociales (dictamen que nos dicen o escuchamos desde chicos, y que asumimos como absolu- tas verdades sin cuestionamientos) pu- eden ser ataduras de por vida. Sin La peregrinación aborigen que llevaba el cuerpo de Montoya era saludada por todas las ciudades del camino con muestras de respeto y cariño. Ese fue su último viaje por las tierras que tanto había amado junto a sus indios tan queridos. En vida conoció profundamente la lengua guaraní y sus obras monumen- tales contribuyeron a la preservación de la misma, ya que esta era oral, muchos elementos se hubieran perdido si no hubiera escrito los libros: “Conquista Espiritual”, “Tesoro de la Lengua Gua- raní”, “Arte y Vocabulario” y “Largas memorias” en donde defendió apasio- nadamente el trabajo de la Compañía de Jesús en la Misiones. embargo, cada vez son más los que transgreden esa dura barrera impuesta por la sociedad. Desde hace tiempo, muchas mujeres deciden cómo vivir sus vidas sin respetar el mandato de género. Patricia Maguna patomaguna@gmail.com 7 Hubo un día en que comenzamos a pensar. ¿Por qué debemos casarnos, tener hijos, ser ama de casa, estar siempre bellas y sonrientes? Toda la gente espera algo de vos, pero pocas veces, se preguntan ¿qué queremos nosotras? Descartando que podemos desear y por sobre todas las cosas, que tenemos derecho a elegir en todos los aspectos de la vida. Es común escuchar a los padres decir: “mi hija se va a casar y tendrá una gran familia”, “mi hija me dará muchos nietos, es la más bella, será buena es- posa”, etc. Pero qué pasa cuando una dice ¡no! Seguramente comienza el cambio. Hay estadísticas que indican que aumenta el número de mujeres que postergan la maternidad, por diversas razones, y eso no está mal. También crecen las familias homoparentales. Como dice el dicho “hoy las mujeres tienen voz y voto” y no por eso dejan de ser, buenas, bonitas y simpáticas, el éxito depende de cada una. No hay matrimonio, ni familia perfecta, nada te garantiza la felicidad, si haces algo que no te gusta o sientes. Cada mujer debe desarrollarse dentro del ámbito que elija. Ocupando su lugar en la sociedad, sin ser señalada o juzgada. A veces una pregunta puede dañar la sensibilidad del otro. Por eje- mplo, hay mujeres que eligen no tener hijos, mientras otras no pueden. Y la típica frase que suelen hacerles, cua- ndo saben que superan los 35 años es: ¿vos, para cuándo eh? Y si lleva tiempo en pareja, lo mismo. ¿Ustedes no pien- san tener hijos? Debemos aprender a ser empáticos solo así podremos vivir en comunidad, como seres humanos. La interiorización de los manda- tos de género hacen que anticipemos que nos vamos a sentir mal y nos critiquemos si no cumplimos alguno. Criticarnos, juzgarnos, vigilarnos, casti- garnos, etc. Estas acciones habitual- mente dañan la autoestima gravem- ente. Por lo cual uno se debe detener a pensar en el otro, para poder compre- nder el porqué de sus acciones, todo sucede por algo. Recordemos que si bien hombres y mujeres somos difere- ntes. Sin embargo, somos iguales en términos de derechos y posibilidades. Sólo educando a los niños y reeduca- ndo a los adultos podremos vivir en esa sociedad que tanto anhelamos, inclusi- va y respetuosa. 8 “…pero el aullido continuaba en una gota aguda e ininterrumpida”. No se asomó el sol aquella tarde. Parecía que se había ahuyentado con el olor a desgracia. La tribu estaba inquieta. Cada un-o de ellos tenía una misión. Cada uno de ellos sabía qué destino tendría esa noche. Los niños eran los únicos que se mantenían casi ignorantes de todo. Ya no quedaban sonrisas en los rostros ni atisbos de esperanza. Lihuel tenía sobre sus hombros la mayor responsabilidad. Mucho había ocurrido desde la presencia de aquel soberbio capitán, invitando a la batalla. Pero ellos estaban preparados. Habían invocado, suplicado y prometido, y sabían que la Pachamama no iba a defraudarlos. El atardecer se hizo noche. Las paredes pedregosas estaban más frías que nunca. Los únicos caldenes en pie ya no albergaban hojas, ni pájaros. Hasta ellos habían huido. Estaban solos. El, sentado con la vista fija en el horizonte, calmaba su ira. No debía sentirla. No estaba educado para sentir ira, sino para defender a su pueblo. Los nativos quedaban de guardia. Encargados de avisar la llegada del enemigo, apostados mirando al norte, permanecían con los ojos abiertos. Ya cerca de medianoche, el aullido de los lobos los alertó. Apostados detrás de las rocas más altas, los hombres de la tribu, se prepararon. Sobre la cima de la colina baja, una negra hilera de sombreros se adelantaba. El primer disparo alertó al resto de la agrupación. Lihuel, dio la orden de ataque. Todo se convirtióen sangre, gritos y dolor. Todo había ocurrido en minutos. Cada cubierto en llagas, cubr- ía la tierra que sus ancestros les habían heredado. Amontonados unos sobre otros yacían inertes. La esperanza es- taba perdida. Lihuel y los pocos que quedaban vivos corrieron a cobijarse en las cuevas. Los esperaban sus muje- res. Se oyó cerca el aullido de un lobo. Se hizo un profundo silencio, pero el aullido continuaba, en una nota aguda, ininterrumpida. Lihuel, puso la mano sobre la oreja. Fijó la vista. Ahí, como rogando, un lobo herido se acercó a él. Se preparó para defenderse, pero vio que el animal arrastraba algo. Se acercó con cautela. El bicho se detuvo, clavó su mirada en la de él, abrió su boca y tiró sobre la tierra el sombrero del capitán. Se volvió, se recostó sobre la piedra y cerró los ojos para siempre. VICTORIA Silvia M Vázquez smv1109@hotmail.com 9 Capítulo III: Tras la pelota Y llegó el día... El primero de octubre nació el niño Mario Nicasio Zanbria, para la alegría de toda la familia. Desde muy chiquito, de la mano oscuros de sus hermanos, se cruzaba al potrero 4 vías: una porción de tierra entre dos líneas de ferrocarril, que los pibes del barrio Quilmes habían convertido en canchita para los picados de todas las tardes. Mario tardó poco en comenzar a correr tras la pelota y demostrar claramente que la zurda era su pierna hábil. Con el paso del tiempo, las mi-radas lo seguían más y se iba convir-tiendo en figura comparado con chicos de su edad y con otros bastante más grandes. Fue así que lo tentaban a jugar torneos en Gimnasia y Esgrima, de Ciudadela. Siendo más lejos y con tan solo 9 años, debía convencer a Atilio para que lo dejara; y su papá ac- cedía solo porque el yerno de su amigo era el organizador. El buen hombre, con sus dos trabajos de cobrador para mantener esa familia con cuatro hijos, llegaba rendido y a veces solo con deseo de descansar. Así que Marito comenzó a des- collar en ese otro ámbito, pero seguía en el potrero, las veredas, los recreos del colegio y cualquier espacio donde viera rodar una pelota. Su maestra Delia, que le reprochaba los castigados delantales producto de agarrones y caí- das, no podía desconocer que aquello le apasionaba por sobre las materias que ella dictaba. La vida comenzó a mostrarle que no eran todas alegrías cuando su padre enfermó y murió en poco tiempo. Una edad difícil donde no se pueden poste- rgar las decisiones. Él estaba desenca- ntado para seguir una carrera, porque el único sueño posible era por siempre ser jugador de fútbol. Una tarde, tuvo que afrontarlo frente a su madre y comunicarle la decisión… —Mira hijo, eres ya grande y puedes elegir. Solo te pido que aquello que desees lo hagas con el alma. Ella tenía esas palabras guarda- das para el momento oportuno y Mario sintió que le daba el pasaporte espe- rado para llegar muy lejos. Primero fueron las inferiores de Unión; hasta que un día, tuvo la oportu- nidad en Primera. Jugaban frente a Temperley, de visitante; y fue la gene- rosidad de Victorio Nicolás Cocco (ya referente del equipo), viéndolo con los nervios de un debutante, quien lo con- tuvo, compartiendo su pieza en la con- centración y garantizando que de ese CON EL ALMA (Segunda parte) Víctor Belchior vbelchior@live.com.ar 10 equipo él sería figura. Difícilmente los grandes se equivoquen. Y así fue: Unión salió campeón de la B y ascendió por primera vez a la máxima categoría. Ya muchos ojos se habían posa- do sobre esa zurda prodigiosa. Pero un poco por sagacidad y otro por cercanía, le llegó la oferta del Gitano Juárez, quien lo incorporó a Newells Old Boys (Tan sabio sería ese hombre, que tenía de ayudante de campo a un joven recién retirado como jugador: César Luis Menotti). Para no perder la línea, Mario Zanabria se convirtió en la figura de ese equipo que obtuvo por primera vez en la historia el campeonato Metro- politano de Primera división, empa- tando la final y brindándole el título a su eterno rival, Rosario Central, en un 2 a 2 , y hasta lo que era una utopía, el segundo gol y el de la consagración para que estalle el estadio atestado de gente, lo marcó un soberbio zurdazo de Mario Zanabria. Capítulo IV: Los planes del Toto Lorenzo estaba en su cuarto. Sentado en una silla junto a la mesita para desayunar, tenía desplegados sus papeles, llenos de números, recortes de diarios y anotaciones. Alguien golp- eó y sin levantarse gritó: —Adelante. —Permiso. Ingresó Román, su ayudante de campo. —Mirá, me lo buscás a este muchacho Zanabria de Newells. Sé que también se concentran acá en Necochea, a ver si puede venir a hablar conmigo. —Zanabria —repitió Román, como bus- cando una explicación; y si bien ya tenía altamente superada la capacidad de asombro, sabía que su jefe lo tendría muy bien evaluado. —Si, Zanabria, Zanabria —repitió soca- rronamente. —Mirá esto —y le señaló una hoja donde venía anotando... —Debuta en Unión y lo hace ascender por primera vez en su historia. Va a Newells y sale campeón también por primera vez. Este pibe lo que toca lo hace oro... ¿Yo qué te dije que quería hacer en Boca? —Ganar por primera vez la Libertado- res y también por primera vez ser campeón de la Intercontinental. —Bueno, viste qué fácil. Entonces... este pibe va a ser el 10 de Boca. Anda, decile a Gatti, que seguro lo conoce. Búsquenlo y tráiganlo acá. Lorenzo tenía un manejo finísimo de las estadísticas y se informaba como nadie; trajo a Pantera Rodríguezo porque leía los puntajes que le daban los diarios en las ligas del Interior o afirmó en su puesto a Felman porque había visto su despliegue de goleador en Mendoza. Ese hombre sacaba ventajas de su trabajo y sagacidad; eso se veía en el resultado. ¡Pero nadie imaginaba la trastienda que lo llevaba allí! Gatti hizo las gestiones, pero no se pudo en esa temporada. De todas maneras, Lorenzo, como un cazador experimentado, se mantuvo con la mira 11 firme y fue solo cuestión de tiempo para dar el tiro certero. En el año siguiente, Zanabria firmaba con Boca. Debutó en un partido de prete- mporada contra Santamarina de Tandil y salieron 2 a 2. Mario se sintió cómodo, puso algunos pases certeros y hasta tiró al arco, rozando el travesaño. Al otro día, en la práctica, mientras tro- taban, Lorenzo desde el círculo central lo llamó. El jugador debutante sintió una íntima alegría; confiado en algún halago que lo estimularía por parte del técnico... Nunca estuvo más lejos. —A ver Zanabria —le dijo con esa voz latosa y penetrante— Escuche viejo... en este equipo hay un solo cafisho y se llama Mastrángelo, pero los domingos me la manda a guardar. ¡No hay lugar para ninguno más! Se lo quedó mirando fijo a los ojos. Y el jugador, con la cabeza gacha, volvió al pelotón de trote. Zanabria estaba devastado y con un sabor amargo en la garganta como hiel; pero mucho tiempo después, se dio cuenta que como aquellos horribles jarabes que de niño le daba Felicitas lograban el efecto de curarlo, Lorenzo le había dado una gran cucharada. Pero en su cabeza solo estaba la búsqueda del bien. El jugador comenzó a modificar su juego, pero no restaba ni dividía, solo se multiplicaba. Era capaz de tapar la salida, correr al marcador de puntahasta su córner, o tirarse a los pies para barrer una pelota. Pero cuan- do Boca avanzaba, levantaba la cabeza y se convertía en ese Príncipe Valiente que acariciando la pelota llenaba de prestigio a toda la delantera. Organiza- ndo el juego, cambiando los tiempos o sacando zurdazos como misiles, impo- sibles de atajar. No había un nuevo Zanabria, había más Zanabria y el Toto lo veía en cada entrenamiento. En ese primer año de Mario, Boca llega a la final con River, en cancha de Racing; y terminando el primer tiempo, Comelles se tira a los pies de Felman con plancha y lo lesiona ocasionándole fisura de peroné. Román manda a calentar a Ovide que, si bien era un marcador de punta, iba bastante al ataque y podía cubrir la posición del mendocino. —Noooo— gritó Lorenzo desde el borde de la cancha —Hazlo entrar a Zanabria. El ayudante, con gesto de extrañeza, cambió el cartelito e indicó a Mario que precalentara. Así sucedió. Aquella noche, con un tiro libre antes de armar la barrera, el Chapa Suñé convirtió su gol memo- rable que sacó campeón a Boca. Ya de regreso en el micro, Román quiso salir de duda y le preguntó al técnico. —¿Por qué me mandó poner a Zanabria y no a Ovide? —¿Esta fue la primera vez que Boca le ganó una final a River? —Si— respondió el ayudante. —Pensa, pensa ...dijo el Toto, con esa sonrisa pícara. 12 PROHIBIDO ABRAZARSE —¿Y eso qué? — murmuró Román, un tanto desconcertado. —No te dije que este pibe lo que toca lo hace oro… Ramiro se despertó y trató de levantarse de la cama. Estaba lleno de cables y le costaba articular palabras, estaba entre dormido y con amnesia, quería saber que era él, quien era, y porque estaba en esa cama, en ese cuarto. Suena una alarma y aparece un enfermero. -Señor quédese acostado- -Eh- -No me toque, está prohibido todo contacto entre personas que no porten guantes y protección- - ¿Quién soy? - - ¿No lo recuerda? Estuvo en coma durante siete años por un accidente de moto, usted manejaba sin casco y lo chocaron, es un milagro que despertara… si seguía unos meses más lo iban a desconectar…- -Pero…¿yo quién soy?… ¿mi familia? – -Ya será informada su familia, usted tiene que seguir acostado, en un rato le vamos a cambiar los pañales, su nombre es Ramiro Jiménez- — Hubo un silencio prolongado, hasta que ambos estallaron en carcajadas. Él se acuesta. El enfermero le quita algunos cables, le coloca un suero y se va. Ramiro espera largas horas y decide ir al baño solo. Sale al pasillo. Hay personas con trajes protectores sentados que se alteran al verlo casi desnudo. Él los quiere alcanzar con la mano y todos le rehúyen. Aparecen unos policías y camilleros todos con trajes aislantes y arrastran por la fuerza a Ramiro que no entiende nada. -No hice nada, quiero ir al baño- -Usted no puede tocar a nadie con la mano y no puede salir así, hay una gripe fatal que mata, y es ley que nadie se puede tocar con nadie, porque es penado y aislado en un calabozo- Pasa una semana atado en la cama Ramiro, una vez por día le cambian los pañales. Tiene 40 años, pero se siente envejecido por las circunstancias. -Hola hijo- Ezequiel Rositto rositto2015@gmail.com 13 -Mamá- -No me toques- - ¡Pero mamá! Abrázame- -Ni loca está prohibido y es contagioso, nos puede matar a todos- - ¿Qué nos puede matar? - - ¡Cualquier abrazo o contacto… es terrible la gripe que asola al mundo! - - ¿Y papá? … - -Murió… se suicidio- - ¡Como! ¿Por qué? - -No soportó este contexto de no tocarse nadie con nadie, fue detenido porque quiso abrazar a tu sobrino Nahuel, tu hermana lo denunció, y no le hizo bien estar 3 meses aislado, por eso se ahorcó … este aislamiento lleva cinco años … vos hace siete que estas en coma…- - ¿Y mi mujer, Karina? - -Se juntó con otro tipo y tuvo dos hijos … es rara las maneras de tener sexo hoy con los trajes puestos pero muchas cosas han cambiado …- Ramiro llora, llora con mucha bronca. - ¿Vos lloras? ¿Vos sabes cómo sufrimos todos por tu accidente? - Le reprocha la madre. Ramiro siente la existencia como una mala broma. Cumplió un mes atado en la cama hasta que el Estado le envió un traje aislante para que pudiera salir y circular. - ¿Qué es este papel? - -Firme- Lo lee un poco. - ¿Como que me pueden arrestar o matar si me lo quito en la calle? - - ¿Queres seguir atado acá? - Preguntó el doctor. Él firmó y el doctor le dejó el traje y se fue. Ramiro había pasado un mes en esa condición hasta que le dieron la autorización para salir y circular hasta su casa. Su madre le dejó vivir en el fondo de su casa, solo. Cuando pudo fue a ver a su hija, emocionado, recibió un duro rechazo. - ¡No me toques papá! - -Quiero un abrazo- -Está prohibido papá- La hija le dio la espalda. Y su ex lo amenazó. - Está prohibido ¿no podes entender eso? ¡Es difícil para todos, no para vos sólo! - Luego de verla por diez minutos a su hija volvió a su cuarto al fondo del terreno de su madre a quien apenas veía. - Que locura este mundo … suicidios, asesinatos permitidos por la policía, 14 represalia mediática, los enfermos que no salen con vida de los hospitales … las redes te censuran… - Pensaba mientras trabajaba en line para el gobierno. Pedía todo por delivery porque no podía salir todos los días a la calle sin autorización. -Flaco ¡te doy 1000 pesos pero abrázame un momento sólo eso quiero!- -Ni loco, flaco, págame el pedido o te denuncio por querer abrazarme, mi casco tiene cámara y graba la voz… - Ramiro pagó el pedido y se metió a lo que se había convertido en su nueva prisión. -Mi cuerpo, mi voluntad, mi alma, nada me pertenece … ¿cómo puede aceptar esto, este mundo idiota?... ¿los médicos porque no descubrieron nada aún? - Ramiro se la pasaba postrado, engordando, masturbándose con los videos porno que el Estado permitía difundir, en otros momentos escuchaba por televisión a pastores, políticos, periodistas que condenaban a las personas que se tocaban corpora- lmente, toda la gente porta tobillera que generan alarmas que hacen que la policía reprima, incluso que fusile a quienes hayan tocado a otros sin protección. Se miró el pie y el chip estaba detrás de su talón. -Este no es mi mundo, esto no es vida… quiero un abrazo… no quiero un video de mi hija, quiero ver a mi hija … quiero ver a mi vieja, a mis amigos que tengo a pocas cuadras de acá, yo quiero verlos… ¿porque me reprimen y me deciden qué día puedo salir? ¿Qué clase de peste es esta que me prohíbe el contacto real con los demás? ¿Por qué todos los que entran al hospital por este covid salen muertos? ¿Por qué los incineran? ¿Por qué somos tantos y nadie hace nada? - Ramiro contó 7 meses de su despertar. Llegó navidad y la angustia era superior. Su hija celebraba la fiesta con su padrastro. Su madre llorando y rezando a un Dios ausente. Su noche buena fue pésima. Tortuosa. - ¡Es irremediable!¡tengo que matarme! - Vio por Internet que era legal adquirir ciertas armas. - ¡Para fomentar la muerte! ¡El suicidio! ¡Ese es su juego! … ¡Matarnos! ¡Somos muchos en el planeta! … ¡Ya no es útil al capital el excedente humano! - Pensó Ramiro, y compró un arma para terminar con su dolor inútil. -Gracias por estaencomienda… toma mil pesos más- -Gracias, pero no se le ocurra abrazarme- -No, no hace falta… puede irse- Entró con el paquete, agarró el arma, y observó Ramiro que ya estaba cargada como lo había solicitado. Los que se la habían vendido le enviaron las mínimas indicaciones para su uso. Ramiro lo pensó, pero no podía seguir así, aislado, muerto en vida… no era su mundo... así que salió al patio, luego de imprimir una carta donde se 15 despedía de su familia, se disparó un balazo al corazón. Pero no murió, si bien le dolió el impacto. Volvió apuntarse al pecho y se disparó otra vez perdiendo el conocimiento, pero sin caer al piso. Quedó como sonámbulo, lo que le llevó a caminar como mareado hacia la calle. La madre estaba durmiendo la siesta, ni oyó el disparo. Ramiro camino hasta desplomarse en el asfalto mirando el cielo y murmurando palabras. Mientras se le fueron acercando personas con sus trajes aislantes que decían: - ¡Que le paso joven! ¡Cómo pudiste? - - ¿Quién le hizo esto? – - ¡Hay que llamar a una ambulancia! – GRIETAS ¡GRIETAS! Grietas por todos lados. Grietas en el piso, en el cielo, en tu cabeza y en la mía. ¡GRIETAS! Grietas abstractas, que no llevan a ningún lugar, a pesar de siempre tener un sentido. ¡GRIETAS! Que no dan para más. Que se vuelven abismos, cuya profundidad cautiva, pero llama al vuelo, hacia abajo, como única dirección posible. Decían los transeúntes que se acercaron a ver al agonizante. -Prohibido abrazar, prohibido abrazar, prohibido juntarse, prohibido besarse, prohibido hablar en contra de la cuarentena, prohibido amar, prohibido reunirse, prohibido vivir … prohibido vivir…- Alcanzó a decir con burla Ramiro y murió en el asfalto ante la cara de las personas que lo rodeaban. El más viejo del grupo comentó en voz alta: -Pobre joven!… si hubiera sabido a tiempo que hoy a la medianoche se iba a levantar esta cuarentena! - Grietas… No las mires sin quebrarte. Podrías descubrir que sentir es parte de amarte. Grieta. Respiran. Hablan. Ríen. Lloran. Matan. Viven. Observan... LAS MASAS Son masas que se mueven en la oscuridad. Inseguras de sí mismas, como yo al verlas. A lo lejos se ven como bultos y luego, van cobrando forma cuanto más uno se RELATOS Matías Mansilla Ig:@matiasmansillaliteratura 16 acerca. Son masas que acechan, masas que miran tanto como yo las miro, aunque todavía no las comprenda del todo. MBORAYJHU ASY (DOLOR DE AMOR) LÁGRIMAS DE DOLOR Por cada lágrima tuya un poco un poco de mi alma se desvanece, una parte de mi se apaga. No llores que mi corazón sufre y entristece y en su tristeza, llora tu dolor, llora tu pena. Que puedo hacer para calmar tu pena, tu dolor, dímelo. Quisiste tanto y no te supieron amar, entregaste todo el amor, que había en tu corazón para dar y a cambio no te dieron nada ni siquiera una mentira piadosa, conozco el sendero, es el sendero de la angustia del dolor y la soledad, déjame ayudarte o al menos déjame intentarlo. QUE NO ACABE EL AMOR No dejemos que la luz que ilumina nuestro amor por el camino oscuro de la vida, Son masas que no son masas. Son entes que persiguen, persiguen aunque parezcan los perseguidos. se apague, que el silencio y la soledad nos lleve al vacío de la mano de la pena y el dolor. No dejemos que nuestro amor se vaya apagando poco a poco en su brillo mágico que alguna vez lo mantuvo vivo, que no se vuelva frágil, temeroso lleno de dudas envolviendonos en la desconfianza. No dejemos que muera el hoy, viva sólo el ayer y que su realidad sólo sea recuerdos y nos lleve al olvido. LA LENGUA GUARANÍ: MONUMENTO ESPIRITUAL Concepción natural y espíritu sin palacios, ni templos, sólo el verbo amoroso poema del paisaje, alma indómita inmortal de nuestro acervo. Monumento extraordinario a los sonidos, sabia voz de la Naturaleza, de la fauna, de los montes y los ríos onomatopeya musical, es tu riqueza. POEMARIO Leonardo Barreto barretoleonardo621@gmail.com Santiago Delgado. santiago@yahoo.com.ar 17 Fundamento del ser es tu palabra, la Historia vive en tu garganta postergada, sosteniendo lo que somos y seremos oralidad que resistió a ser silenciada. Palabra no escrita sólo hablada, lengua madre vencedora de atropellos herencia divina de la selva, patrimonio del humilde en los silencios. Recorriste los verdes infinitos, bautizando milenarios vegetales, buscando entre los yuyos esa esencia secreto de los médicos chamanes. Y los nombres botánicos que diste se hallan en las ciencias de las plantas, y las lenguas del mundo reconocen el aporte de tu esencia originaria. Bolaños te escribió por vez primera. Y enamorado de vos toda la vida montoya te guardó como un tesoro ataviado con tu brisa en su partida. Nicolás Yapuguay, fue ese cacique que escribió en guaraní para tu gente halló la voz, la melodía de la tierra aprendiendo y escuchando humildemente. Cuando quisieron callarte muchas veces, surgiste como un sol en la alborada, resistiendo en los humildes de tu pueblo ¡Herido purahéi de madrugadas! ¡Ava Ñe’ẽ, del ánimo vehemente! conciencia popular, lengua sagrada, altivo, guaraní, canto valiente ¡Sos la voz de la Patria Americana! OPRIMIDOS Ellos saben y no saben, se creen dioses altaneros y arrojan flechas de odio a pueblos que creen menos. Ellos dicen ser mejores, no pueden ser compradores de lo que se les antoje porque a pesar de todo y mal que les pese, existe la unión de los que llaman peste. No pueden comprar el aire, ni tampoco la alegría, menos aún el orgullo de ser América Latina. No comprarán la paciencia ni el sentido de unión, podrán comprar las empresas pero ningún corazón. No comprarán con dinero el sonido de la voz que levante al pueblo unido ante un emperador. No se compra ni se vende el amor por la tierra y tampoco están en venta las montañas, sí la piedra que se roban cada día. Pero el agua todavía es nuestra. La nieve, el sol, la cosecha, las manos agrietadas y viejas de sentir el grano puro, de amanecer con la niebla. Ellos, dioses altaneros cobrarán sus deudas, las que hoy nos atormentan. Y serán mañana historia, mantendremos el orgullo Silvia M Vázquez smv1109@hotmail.com 18 con valor, esfuerzo y trabajo haremos que de una vez se queden con lo suyo I Contarles quiero, de una gran persona, "Patrón" Duarte, padre ejemplar, Precursor, de la alegría, Acordeonista, muy popular. II Alegraste en otros tiempos, Grandes bailes y santo ara, Acompañando, el dulce dúo, De tus cantores, en serenatas. III Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", En tu rodilla, tu fiel acordeón, Ejecutando, viejos chamamé, En mi alma, me brota un lagrimón. IV Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", En tu rodilla, tu fiel acordeón, Ejecutando, viejos chamamé, En mi alma,me brota un lagrimón. V Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", En tu rodilla, tu fiel acordeón, Ejecutando, viejos chamamé, En mi alma, me brota un lagrimón. VI Cuando te veo, Ciriaco "Patrón", En tu rodilla, tu fiel acordeón, Ejecutando, ancestrales chamamé, En mi alma, me brota un lagrimón. (Fin) y nunca más opriman al resto del mundo. I Nunca imaginé, no puedo creer, Que tu hayas matado, a mí fiel amor, Con tanta crueldad, malvada mujer, Destrozándome, con tu desamor. II Hoy estoy sufriendo, esa gran herida, Que tú has causado, a mí corazón, No encuentro sosiego, a mí pobre vida, Para disipar, mí desilusión. III Se que algún día, tú las pagará, También sufrirás, como sufro yo, Tu hipocresía, te condenará, Tu propia falsía, será tu dolor. IV Es muy tormentoso, hoy mi soledad, Me pasó las horas, preguntándome, Si cuál fue el motivo, de tanta maldad, Truncar la pasión, que ayer nos unió. (Fin) CHAMAMÉ PATRÓN DUARTE Y SU ACORDEÓN ALGÚN DÍA PAGARÁS Letra: Baltazar (Toy) Duarte baltazarduarte008@gmail.com Música: Santiago (Chinchu) Delgado santiago@yahoo.com.ar Letra: Baltazar (Toy) Duarte baltazarduarte008@gmail.com Música: Ernesto Otazo Otazoernesto15@gmail.com
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