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El-Comercio-28-11-2015-pp 18

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Trujillo. Los pescadores artesa-
nales de Huanchaco han co-
menzado a reemplazar la totora 
por botellas de plástico. Ante la 
escasez de esta milenaria plan-
ta, sus tradicionales embar-
caciones son ahora más livia-
nas y la totora solo sirve para 
forrar el caballito y elaborar la 
proa. “Lo demás es botella o tec-
nopor, aunque este último ma-
terial ya se utiliza desde hace un 
tiempo”, revela Jaime Arroyo 
Ucañán, hombre de mar cuyos 
antepasados cosecharon los pri-
meros totorales de Huanchaco.
El caballito de totora, utiliza-
do por mochicas y chimúes pa-
ra hacerse a la mar y alimentar a 
sus poblaciones, es aún parte de 
la cultura viva de Huanchaco. 
Su uso, además, fue declarado 
Patrimonio Cultural de la Na-
ción en el 2013. Sin embargo, 
en los últimos dos años el mar 
ha destruido más de 200 hua-
chaques –pozas naturales don-
de crece la totora– y la planta co-
rre el riesgo de no crecer más en 
el mismo hábitat donde comen-
zó a hacerse trascendental para 
la supervivencia de la sociedad.
La totora se extingue en 
Huanchaco por la erosión cos-
tera que afecta el litoral de La Li-
bertad. Las autoridades locales 
y regionales prefieren llamar a 
este fenómeno oleaje anómalo, 
pero los huanchaqueros lo ha-
cen por su nombre, indignados 
por haber perdido más de 300 
metros lineales de playa y 100 
metros de amplitud. Hoy, en 
la zona de El Boquerón, no hay 
arena y las olas revientan en los 
oídos de los transeúntes.
Desde el 2004, Huancha-
co, considerado quinta reserva 
mundial de surf, ha ido perdien-
do ocho a nueve metros anuales 
de amplitud de playa en El Bo-
querón o La Curva. La pobla-
ción tiene claro que el causante 
de esta “desgracia” es el molón 
retenedor del puerto de Salave-
rry. Esta estructura de piedras 
de 1.050 metros de largo ha re-
tenido 90 millones de m3 de are-
na en Salaverry y ha impedido 
que esta llegue a Huanchaco. En 
su camino ha destruido los bal-
nearios de Las Delicias y Buenos 
Aires, también en Trujillo. 
“En un país como el Perú, se 
prefiere cuidar un puerto y no 
preservar la cultura viva de un 
pueblo”, lamenta Elfri Navarre-
te Narro, presidente del Movi-
miento Huanchaquero en De-
fensa del Medio Ambiente, que 
ha denunciado penalmente al 
Estado por los daños en la playa.
Este es el ocaso de Huancha-
co, un balneario que vive del 
turismo. En el 2014 arribaron 
139.232 visitantes, según el 
municipio. Si bien hubo un in-
cremento de 3,6% con relación 
al 2013, llegaron menos extran-
jeros (-10,7%). Como sucede en 
Trujillo, el 95% de viajeros na-
cionales proviene de Lima, mu-
chos de ellos surfistas. ‘Piccolo’ 
Clemente, campeón mundial 
CRÓNICA DE UN BALNEARIO EN EXTINCIÓN
La erosión que afecta el litoral liberteño hace desaparecer las pozas de totora. Ahora, los caballitos se arman con botellas plásticas.
FOTOS: DANTE PIAGGIO
UNA CANTERA. Solo piedras quedan en la playa en la que antes había una amplia orilla. Aun así, allí siguen entrenando surfistas de talla mundial como ‘Piccolo’ Clemente.
Caballitos de totora rellenos 
de plástico, playas que ca-
da año pierden entre ocho y 
nueve metros de orilla, y una 
población mortificada por la 
inacción de las autoridades. 
Ese es el panorama que se vi-
ve en el aún turístico balnea-
rio trujillano de Huanchaco.
JOHNNY AURAZO MURRUGARRA
Corresponsal
El triste ocaso de Huanchaco
Finalmente las dos mitades son unidas. 
Mientras una persona tensa la cuerda, otra, 
agarrando las dos ‘madres’, va dando a la proa 
esa forma tan característica de los caballitos.
Las totoras más largas, denominadas 
‘madres’, se extienden en el suelo y, una vez 
colocados los ‘hijos’, el pescador procede a 
su atadura con una cuerda de nailon y 
forma así la mitad del caballito. 
Las totoras más cortas se 
colocan en el centro. Una 
vez atadas se procede a 
envolverlas con otras más 
largas. De esta manera se 
da forma a los 
denominados ‘hijos’. 
Una vez que la totora está seca 
se extiende en el suelo. 
Actualmente se colocan en el 
borde botellas de plástico para 
ahorrar totora y para que dure 
más tiempo. 
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PURO CASCARÓN. Ante la desaparición de pozas de totora, ahora los caballitos se rellenan de botellas.
TRADICIÓN EN PELIGRO
A falta de totora, botellas
Los pescadores artesanales de Huanchaco utilizan ahora botellas plásticas 
y tecnopor para construir las embarcaciones milenarias.
de longboard, aprendió a sur-
fear en Huanchaco.
El sector hotelero y gastronó-
mico también ha sido golpeado 
por la erosión. Alcides Goico-
chea, dueño de una importante 
cadena de comida, asegura que 
el 30% de hoteles y restaurantes 
de Huanchaco ha cerrado sus 
puertas debido a la reducción 
de turistas. “Nosotros esperá-
bamos un crecimiento anual de 
8%, no de 3%. Un fin de semana 
yo podía atender a 500 perso-
nas, pero desde hace seis meses 
recibo 300”, refiere Goicochea, 
también presidente de la Aso-
ciación de Hoteles y Restauran-
tes (Ahora) de La Libertad.
Marisa Rosazza, presidenta 
del Patronato Huanchaco, ex-
plica la afectación en más nú-
meros: “Solo los fines de sema-
na se movían entre S/.5 y S/.8 
millones, hoy estas cifras no su-
peran los S/.3,5 millones”. Para 
la economista, el verano tarda-
rá en volver a Huanchaco.
 El Ministerio de Trans-
portes y Comunicaciones ha 
planteado la ejecución del pro-
yecto de inversión pública Me-
joramiento del Borde Costero 
de los Balnearios de Las Deli-
cias, Buenos Aires y Huanchaco 
para detener la erosión y recu-
perar parte de estas playas, to-
das ubicadas en la provincia de 
Trujillo. 
Según el proyecto, al que El 
Comercio tuvo acceso, “la al-
ternativa más recomendada” 
es la “regeneración de las playas 
con obras fijas”. En otras pala-
bras, se pretende construir di-
ques perpendiculares y aportar 
arena en los tres balnearios. La 
obra demandaría una inversión 
de S/.311’536.539.
Esta propuesta ha causado 
rechazo en Huanchaco, cuya 
población incluso evitó que se 
siguiera enrocando el balneario 
cuando fue declarado en emer-
gencia. Para el biólogo Carlos 
Bocanegra García, la construc-
ción de un espigón de 250 me-
tros de largo en la zona de El 
Boquerón modificaría la fauna 
marina y la ola, considerada 
por los surfistas como ideal pa-
ra aprender tabla o longboard. 
“Un espigón disminuye la 
energía de la ola y la corriente, 
además de modificar de todos 
modos el ecosistema al destruir 
el hábitat de muchas especies 
marinas. Huanchaco también 
son sus pescadores y caballitos 
de totora”, sostuvo Bocanegra. 
El gerente de Defensa Nacio-
nal del Gobierno Regional de La 
Libertad, Roger Torres, no des-
cartó que se busque otra solu-
ción a la erosión costera, pues la 
colocación de espigones podría 
originar un conflicto social. “Se 
ha iniciado la conversación con 
un grupo de holandeses para 
analizar la posibilidad de tras-
pasar la arena acumulada en 
Salaverry a Huanchaco, Las De-
licias y Buenos Aires”, reveló. 
Para la recuperación y mejo-
ramiento del balneario, la mu-
nicipalidad aspira a construir 
un moderno malecón de tres 
kilómetros de largo con una in-
versión de S/.50 millones. La 
obra es gestionada ante el Plan 
Copesco del Ministerio de Co-
mercio Exterior y Turismo.
El polémico proyecto 
de los espigones
DESAPARECE
Desde el 2004, 
Huanchaco ha perdido 
8 a 9 metros anuales de 
amplitud de playa en El 
Boquerón o La Curva.
 El fenómeno de El Niño también 
es una amenaza para Huancha-
co. Algunas reservas en hoteles y 
restaurantes fueron canceladas 
tras la declaración de emergen-
cia. En 1998, el balneario quedó in-
comunicado por lluvias e inunda-
ciones.
 En el 2014, arribaron a La Li-
bertad 1’687.695 turistas. De este 
total, solo 139.232 visitaron Huan-
chaco; o sea, el 8,24% de los que 
llegaron a la región fueron al tradi-
cional balneario, según datos de 
oficinas de turismo.
 La Gerencia Regional de Co-
mercio Exterior, Turismo y Arte-
sanía de La Libertad promoverá la 
ruta Disfrutando como los Dioses 
para recuperar el turismo en Huan-
chaco. El paqueteincluirá visitas a 
los huachaques, ubicados a un ki-
lómetro de la zona turística.
 Sin embargo, el área es destrui-
da por camiones que cruzan los to-
torales pese a que se emitió una or-
denanza municipal que lo prohíbe. 
Estos vehículos transportan car-
bón, que se impregna en la totora y 
hace que su calidad se afecte. 
 El muelle, otro de los atractivos 
de Huanchaco, debe ser cerrado 
constantemente por desperfectos 
en su estructura.
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