Logo Studenta

BarberoCardenasCarolina2015

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

APROPIACIONES TERRITORIALES Y USO DE LA BIODIVERSIDAD DE LOS 
NÜKAK EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO 
RESILIENCIA SOCIAL Y CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAROLINA BARBERO CÁRDENAS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA 
FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES 
MAESTRÍA EN CONSERVACIÓN Y USO DE LA BIODIVERSIDAD 
BOGOTÁ, 2015 
 
 
 
 
 
! 2!
 
 
APROPIACIONES TERRITORIALES Y USO DE LA BIODIVERSIDAD DE LOS 
NÜKAK EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO 
RESILIENCIA SOCIAL Y CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAROLINA BARBERO CÁRDENAS 
 
Monografía para optar al título: Magistra en conservación y uso de la biodiversidad 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
 
Carlos Luis del Cairo Silva 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA 
FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES 
MAESTRÍA EN CONSERVACIÓN Y USO DE LA BIODIVERSIDAD 
BOGOTÁ, 2015 
 
 
! 3!
TABLA%DE%CONTENIDO%
!
TABLA!DE!CONTENIDO!.............................................................................................................................!3!
AGRADECIMIENTOS!..................................................................................................................................!5!
RESUMEN!......................................................................................................................................................!6!
2.!ESCOPETAS!CONTRA!CERBATANAS!.................................................................................................!7!
ANÁLISIS!DE!LOS!CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES ENTRE LOS NÜKAK Y LOS 
CAMPESINOS DE LA ZONA DE PRESERVACIÓN SERRANÍA DE LA LINDOSA EN 
SAN JOSÉ DEL GUAVIARE!...................................................................................................................!7!
2.1.!RESUMEN!................................................................................................................................................................!7!
2.2.!INTRODUCCIÓN!......................................................................................................................................................!7!
2.3.!LA!ECOLOGÍA!POLÍTICA!DE!LOS!CONFLICTOS!SOCIOAMBIENTALES!INTERCULTURALES!...........................!9!
2.4.!NÓMADAS!VERDES,!CAMPESINOS!ECOLÓGICOS!E!INSTITUCIONES!AMBIENTALES!...................................!13!
2.5.!POLÍTICAS!PÚBLICAS!Y!DESARROLLO!HISTÓRICO!DEL!CONFLICTO!............................................................!25!
2.6.!CONCLUSIONES!...................................................................................................................................................!37!
2.7.!BIBLIOGRAFÍA!.....................................................................................................................................................!39!
2.!ESCOPETAS!CONTRA!CERBATANAS!..............................................................................................!44!
ANÁLISIS!DE!LOS!CONFLICTOS SOCIO-AMBIENTALES ENTRE LOS NÜKAK Y LOS 
CAMPESINOS DE LA ZONA DE PRESERVACIÓN SERRANÍA DE LA LINDOSA EN 
SAN JOSÉ DEL GUAVIARE!................................................................................................................!44!
2.1.!RESUMEN!.............................................................................................................................................................!44!
2.2.!INTRODUCCIÓN!...................................................................................................................................................!44!
2.3.!LA!ECOLOGÍA!POLÍTICA!DE!LOS!CONFLICTOS!SOCIOAMBIENTALES!INTERCULTURALES!........................!46!
2.4.!NÓMADAS!VERDES,!CAMPESINOS!ECOLÓGICOS!E!INSTITUCIONES!AMBIENTALES!...................................!50!
2.5.!POLÍTICAS!PÚBLICAS!Y!DESARROLLO!HISTÓRICO!DEL!CONFLICTO!............................................................!62!
2.6.!CONCLUSIONES!...................................................................................................................................................!74!
2.7.!BIBLIOGRAFÍA!.....................................................................................................................................................!76!
 
 
 
! 4!
 
 
 
! 5!
AGRADECIMIENTOS%
!
Agradezco! todos! los! instantes que han influido mi pensar y sentir, las motivaciones que 
vienen y se van, las charlas, discusiones, libros y momentos compartidos con personas que 
han dejado huella en mi forma de pensar, ya que un poco de aquellas experiencias quedan 
plasmadas en el presente trabajo. 
 
Agradezco principalmente a las y los Nükak, por permitirme conocerlos y compartir con 
ellos y ellas rutinas, jornadas de trabajo, tiempos de ocio, alegrías y tristezas, por dejarme 
hacer parte de sus vidas y convertirse en parte de la mía. A mi director Carlos Luis del 
Cairo, por su dedicación, buenos consejos, guías pero ante todo por su paciencia. A mi 
familia por ser incondicional. 
 
Este viaje no hubiese sido el mismo sin mis queridos amigos y amigas de Casa Estudio, 
quienes me acompañaron en mis ires y venires durante el desarrollo de mi investigación, 
cada uno puso su granito de arena, y agradezco especialmente a Álvaro por ayudarme a 
revisar los textos y por sus sugerencias y buenos consejos. 
 
Agradezco a los profesores y profesoras de la maestría por la dedicación en cada clase, a 
mis compañeras y compañeros, por los momentos de risa, de catarsis, y a aquellas 
amistades encontradas. 
 
Quiero agradecer a Socios para la conservación de la Amazonía Colombiana pues nada de 
esto hubiera sido posible sin el apoyo financiero que me brindaron a través de la beca 
 
Por último, agradezco a Felipe mi compañero de vida y soporte incondicional, pues esto es 
algo que logramos juntos… 
 
!
! %
! 6!
RESUMEN%
!
La presente investigación explora las percepciones, representaciones y significados sobre la 
naturaleza y el medio ambiente de los Nükak que se encuentran en situación de 
desplazamiento y la relación de estas representaciones con las dinámicas ambientales, 
económicas y políticas locales, regionales y globales. De este modo los resultados del 
trabajo de campo etnográfico se desarrollan en dos artículos autosuficientes y 
complementarios. El primero de ellos Movilidad y resiliencia: Apropiaciones territoriales 
de los nükak en situación de desplazamiento, se centra en analizar las estrategias de 
adaptación de los Nükak desde el enfoque teorico de las ontologías relacionales. En este 
articulo, se evidencia su resiliencia social de los Nükak manifiesta en estrategias para 
enfrentar y asumir la situación de desplazamiento forzado. El segundo articulo Escopetas)
vs)cerbatanas:Análisis)del)conflicto)Socio6Ambiental)entre)los)Nükak)y)los)campesinos)de)
la) Zona) de) Preservación) Serranía) de) la) Lindosa) en) San) José) del) Guaviare, explora el 
conflicto socioambiental que se genera en la relación cotidiana de los Nükak con los 
campesinos, a partir del enfoque multiescalar, multitemporal y multisituado de la ecología 
política. 
 
 
 
!
! !
! 7!
2.%ESCOPETAS%CONTRA%CERBATANAS%
Análisis%de%los%conflictos Socio-Ambientales entre los Nükak y los 
campesinos de la Zona de Preservación Serranía de la Lindosa 
en San José del Guaviare 
2.1.%Resumen%
Este artículo analiza los conflictos socio-ambientales que se presentan entre el pueblo 
indígena Nükak y los campesinos de la zona de Preservación Serranía de la Lindosa 
aplicando perspectivas de la ecología política. Con el objetivo de entender los factores que 
devienen en una confrontación entre dos grupos poblacionales, el artículo utiliza los 
enfoques multiescalar, multisituado y multitemporal, para mostrar que la exacerbación 
violenta de las tensiones entre indígenas y campesinos es producto de procesos 
sociohistóricos, que se articulan con políticas y discursos globales,nacionales y locales de 
protección/explotación de la naturaleza, los cuáles en diferentes momentos estimulan o 
desestimulan formas disimiles de apropiar y utilizar la naturaleza. 
 
Palabras clave: Nükak, ecología política, conflicto socioambiental 
2.2.%Introducción%
En el mes de marzo de 2015 un campesino de la Zona de Preservación Serranía de La 
Lindosa en el área rural de San José del Guaviare, resultó gravemente herido por un disparo 
de escopeta que un indígena Nükak le propinó durante una jornada grupal de cacería. El 
indígena respondió al tiro al aire que segundos antes había disparado el campesino para 
evitar que los indígenas ingresaran a su predio. Este evento, que años atrás habría sido 
interpretado en la localidad como accidental, ha resultado el punto más álgido de una serie 
de confrontaciones, amenazas, robos, querellas y denuncias interpuestas por unos y otros, 
como resultado de la convivencia a la que se han visto obligados estos dos grupos 
poblacionales tras la ubicación en una finca cercana al casco urbano de San José del 
! 8!
Guaviare de un grupo local Nükak desplazado de su resguardo. Lo que comenzó como una 
serie de quejas aisladas de unos y otros ha escalado a acciones violentas que ponen en 
riesgo la integridad de todos. 
 
En este artículo analizaré los conflictos entre campesinos y Nükak en esta localidad, como 
un caso de estudio en clave de ecología política de conflictos socio-ambientales, que 
permite demostrar cómo en diferentes momentos de la configuración regional del Guaviare, 
sectores institucionales han instrumentalizado la imagen de indígenas y colonos-
campesinos para delimitar el tipo de población convergente con los intereses locales, 
regionales, nacionales y supranacionales de explotación/conservación de la naturaleza. Al 
entender la naturaleza como una dimensión imbricada en relaciones de poder, en la que no 
es posible aislar sus dimensiones ecológica y social (Escobar, 2012), es posible entender 
que la violencia interétnica es sólo la punta del iceberg (Maya, Ramos, Acevedo, Garrido, 
Tobón, & Rojas, 2009) que oculta las confrontaciones políticas, económicas y sociales que 
se tejen sobre la naturaleza como sujeto-objeto de poder. 
 
A mediados de la década de 2000, miembros del grupo territorial Wayari muno 1 , 
perteneciente al pueblo Nükak fueron ubicados en la ZPSLL tras ser desplazados de sus 
territorios como consecuencia del conflicto armado (Barbero, et al, 2012). La ubicación de 
los grupos Wayari muno en esta zona genera una serie de conflictos, que, como me 
propongo demostrar en este artículo, son sólo la parte visible de un problema estructural y 
manifestación de una problemática compleja de múltiples causas, en variados ámbitos, 
escalas de procesos socio-históricos. 
 
En la primera parte del artículo desarrollo la idea de cómo la ecología política puede ayudar 
a entender el entramado de actores y tensiones que se involucran en este escenario, así 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
1Los Nükak se dividen en grupos de acuerdo a su ubicación ancestral en le territorio as: Wayari muno “gente del 
Guaviare”, Mipa muno o “gente del Inírida”, Taka yudn muno “gente del centro o pecho del territorio”, Meu muno “gente 
de las cabeceras de los caños o de la coronilla” y Juu muno o Düi muno “gente de las desembocaduras de los ríos y caños, 
o gente de río abajo” (Cabrera et al, 1999). Al llegar a San José del Guaviare los miembros de este grupo local se ubicaron 
junto a los Meo muno, otro grupo local, que había sido objeto de desplazamiento forzado un par de años atrás. Luego de 
las tensiones que ocasionó la competencia de recursos entre los Meo muno y los Wayari muno estos últimos fueron re-
ubicados por la alcaldía local de San José del Guaviare en un asentamiento “temporal” localizado en la vereda Altos de 
Agua Bonita, en el área rural del municipio de San José del Guaviare, a quince minutos del casco urbano del mismo. 
Desde ese entonces, los miembros de este grupo han encontrado zonas de cacería y recolección en los relictos de bosque 
de la Zona de Preservación Serranía de la Lindosa ZPSLL (Gutiérrez, 2012; Barbero, 2015). 
! 9!
como de procesos y relaciones que se tejen en torno a la naturaleza cuando convergen 
formas diferentes de apropiar la naturaleza en un mismo espacio socio-histórico En el 
segundo aparte elaboro una caracterización de los elementos visibles del conflicto. 
Posteriormente, operacionalizaré el enfoque de la ecología política para analizar el devenir 
histórico del caso de los Nükak y los colonos-campesinos en el área de estudio. Finalmente, 
avanzaré algunas interpretaciones que contribuyen a caracterizar, comprender y gestionar 
conflictos socio-ambientales de carácter intercultural. 
 
2.3.%La%ecología%política%de%los%conflictos%socioambientales%interculturales%
 
Para entender cualquier problema ambiental es necesario considerar las relaciones sociales 
de producción y la distribución del poder. En este sentido, la conservación y el manejo de 
los recursos naturales involucran una multiplicidad de actores con sus propias percepciones 
e intereses, los cuales interactúan entre sí. Estas interacciones emergen en un ámbito 
político, en donde juegan un papel fundamental las relaciones de poder entre los actores, 
quienes de acuerdo a su posición particular confieren valores, significados y usos 
determinados a la naturaleza y el entorno (Ulloa, 2001). 
 
Los conflictos socio-ambientales de carácter intercultural2 se han agudizado en Colombia 
como resultado de los procesos de reconfiguración territorial resultantes de la dinámica 
desplazamiento-colonización-conflicto-desplazamiento (Fajardo, 1989). Ésta dinámica ha 
forzado la localización de población campesina desplazada en territorios tradicionales de 
grupos étnicos. Así mismo, el conflicto armado ha forzado el desplazamiento de grupos 
étnicos indígenas y afrodescendientes a territorios rurales y urbanos no resguardados3, 
algunos de estos territorios habían sido previamente colonizados por poblaciones 
campesinas migrantes en procesos anteriores de desplazamiento. 
 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
2 Conflicto causado por el relacionamiento de formas diferentes de entender y apropiar el mundo. 
3 Así lo señala la Corte Constitucional en los Autos 004 y 005 de 2009 en los cuales se señala el riesgo de extinción física 
y cultural de los pueblos indígenas y de las poblaciones afrodescendientes, negras y raizales. 
! 10!
En este orden de ideas, en los últimos años se han configurado tres factores fundamentales 
que son causa del incremento de los conflictos socio-ambientales entre grupos étnicos: En 
primer lugar, el desplazamiento forzado ha transformado el mapa político del 
multiculturalismo (Jaramillo, 2014, Salcedo, 2015) y ha enfrentado a poblaciones de 
diferentes grupos étnicos y culturas que entran en tensión4. 
 
En segundo lugar, el cambio en las prácticas económicas locales en áreas en las que se 
había consolidado la siembra de cultivos de uso ilícito, resultado de la política mundial de 
lucha contra las drogas ha provocado cambios en el uso de la tierra (i.e. sustitución por 
pastos para ganadería), luchas legales y movilizaciones sociales para el reconocimiento de 
derechos territoriales en zonas colonizadas, así como puesta en marcha de prácticas 
políticas y ecológicas para legitimar la ocupación territorial. 
 
Por último, la puesta en marcha de las locomotoras de la economía -minera, hidrocarburos, 
biocombustibles- ha transformado los ecosistemas y ha dinamizado el mapa extractivo de 
recursos naturales del país. En este orden de ideas, una mirada a la cartografía de la 
explotación de recursos naturales en el país, evidencia claramente que en territorios étnicos 
sea de comunidades indígenas o afro descendientes se concentra gran parte de los intereses 
de explotaciónpara el desarrollo económico nacional. Si bien los derechos diferenciales de 
los pueblos indígenas los hace sujetos colectivos del derecho a consulta previa5, el volumen 
de los reclamos legales frente a estos procesos en los estrados judiciales, demuestra su 
inoperancia como garante del derecho a la autonomía territorial. Por otra parte, mientras los 
grupos étnicos cuentan con las herramientas legales y jurisprudenciales para garantizar la 
autonomía territorial a los campesinos no se les involucra en la toma de decisiones sobre 
estos procesos, razón por la cual se incrementan las tensiones. 
 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
4 A esto se suma que el Estado como respuesta al fenómeno del desplazamiento, ha tenido que generar jurisprudencia 
(Auto 004 de 2009, Auto 005 de 2009; Auto 008 de 2008, Auto 092 de 2008, Auto 173 de 2012) y legislación (Ley 1448 
de 2011, Decreto con fuerza de ley 4633) para la atención diferencial a las poblaciones victimizadas, dándole prioridad 
sobre otros proyectos de interés nacional, regional y municipal. Para ello ha invertido grandes cantidades de recursos 
públicos en procesos de asistencia y reubicación -temporal y permanente- en zonas de interés para los grupos 
poblacionales previamente asentados en las regiones más seguras. 
5 La ley 21 de 1991 aprobó para Colombia el convenio 169 de la OIT por el cual se reconoce el derecho a la consulta 
previa, libre e informada a grupos étnicos 
! 11!
Los dos primeros factores afectan directamente a los pueblos indígenas, comunidades 
negras, raizales y palenqueras en el marco del conflicto armado colombiano y de los 
procesos de colonización de territorios para producción de cultivos ilícitos especialmente el 
de la coca para la producción de cocaína. El tercer factor corresponde en general a las 
dinámicas de la economía mundial en el marco de los procesos de la globalización. Sin 
embargo, el conflicto colombiano y las dinámicas del narcotráfico están igualmente 
imbricados en mercados (armas y estupefacientes), políticas (capitalismo-comunismo, 
antinarcóticos) y redes de carácter global. 
 
Este fenómeno socio-histórico de desplazamiento ha localizado en un mismo espacio 
tiempo a un grupo territorial del pueblo indígena Nükak con un segmento de población 
campesina, lo que a la postre a devenido en un conflicto socio-ambiental que analizo en el 
presente artículo instrumentalizando la ecología política. Abordar este caso de estudio 
desde la ecología política siguiendo la propuesta de Del Cairo, Montenegro-Perini y Vélez 
(2014), permite analizar los conflictos socio-ambientales como producto de diferentes 
procesos históricos enmarcados en una geopolítica y en una diversidad de escenarios y de 
actores. En las últimas décadas la ecología política se ha configurado como un campo de 
análisis interdisciplinario (Escobar, 2010; Biersack, 2011), que permite caracterizar y 
articular relaciones sociales, políticas, económicas y de conocimiento, modos de uso del 
espacio, condiciones biofísicas y diferentes modos de entender y apropiar el entorno 
(Delgado, 2013). 
 
Los conflictos socioambientales son el resultado de una multiplicidad de factores y 
procesos que se han dado en el tiempo y que han generado una serie de subjetividades que 
entran en tensión dadas las diferentes concepciones de naturaleza que se encuentran en una 
localidad determinada. Así, para el caso concreto de los Wayari muno y de los campesinos 
de Serranía de la Lindosa, la configuración de unos como “nómadas verdes” y de otros 
como “campesinos ecológicos”, es el resultado de diferentes procesos socio-históricos, con 
causas y efectos en diferentes partes del globo, en la cual intereses económicos y políticos 
han movilizado vastos segmentos de población campesina, que al igual que los indígenas 
! 12!
desarrollan estrategias político-ambientales para acceder a derechos de los cuales muchas 
veces son excluidos. 
 
En este punto es posible intuir en el caso de estudio la convergencia de dos tipos de 
conflictos: Uno producto de las políticas económicas globales que han construido diferentes 
nociones sobre el territorio amazónico de acuerdo a los intereses de explotación de cada 
época. El otro referido a la conveniencia e instrumentalización de subjetividades 
ambientales de acuerdo a interés políticos de conservación-explotación de la selva tropical. 
 
Así mismo, la singularidad de este caso de estudio me permite abordar analíticamente las 
complejidades que comporta la articulación de los discursos supranacionales de la 
diversidad ecológica y cultural en contextos donde los procesos de colonización han 
materializado diferentes formas de gobernanza sobre la naturaleza y los grupos 
poblacionales. Al respecto, Suarez y Ruggerio (2012) engloban los factores de conflictos 
socio-ambientales en dos grandes grupos: los que son producto de las políticas de 
desarrollo y aquellos que surgen como producto de la consolidación del paradigma de la 
sustentabilidad (2012, p. 2)En este ejercicio relacional podemos ubicar aquellos factores 
generados por el surgimiento entrecruzado de políticas públicas para la protección de la 
diversidad ecológica y la diversidad cultural, y analizar que muchas veces entran en 
contradicción con aquellas que promueve el desarrollo económico regional y nacional. 
 
Maya et al. (2009. P. 33) siguiendo a Fischer (1988) plantean una propuesta para la 
elaboración de un diagnóstico de conflictos socio-ambientales con los siguientes pasos: 
identificar tipo de conflicto; especificar los contenidos del conflicto y los intereses de los 
involucrados; identificar relaciones y alianzas existentes; definir las fases del desarrollo del 
conflicto; describir la historia del conflicto, para finalmente identificar la posición de los 
interesados en manejar el conflicto. Por su parte del Cairo, et al. (2014, p.17) proponen un 
análisis desde la ecología política no procesual sino interrelacional de sus diferentes 
dimensiones. Si bien, la primera herramienta analítica permite caracterizar el conflicto 
desde sus manifestaciones visibles, en la cotidianidad local y en la experiencia de los 
actores por medio de los cuales se manifiesta, la segunda nos permite analizar las causas 
! 13!
estructurales que subyacen a estas manifestaciones. No obstante, para poder objetivar el 
conflicto y entender sus dimensiones multitemporal, multisituada, multiescalar, y 
multiagente se hace necesario partir del análisis en sus manifestaciones visibles y 
progresivamente develar las múltiples dimensiones que convergen en la materialización del 
conflicto. 
 
El conflicto entre los Nükak y los colonos- campesinos de la Serranía de la Lindosa puede 
ser analizado en clave de ecología política a partir de una perspectiva etnográfica, que 
permita tal como lo manifiesta Ulloa “un acercamiento cuidadoso a cómo se dan las 
construcciones culturales y ambientales, los conflictos, las luchas y los consensos sobre los 
significados y las prácticas ambientales” (2011, p. 210). De este modo, los procesos 
relacionales alrededor del conflicto y sus causas objetivas y subjetivas son el centro de la 
investigación. Por tanto en lo que sigue presento esa caracterización contextual del 
conflicto, permitiendo al lector entender las dinámicas, tensiones, así como acercarse a los 
actores que construyen el referido conflicto. 
2.4.%Nómadas%verdes,%campesinos%ecológicos%e%instituciones%ambientales%
 
El presente aparte busca contextualizar al lector sobre la forma en la que se ha generado un 
conflicto socio-ambiental en la región noroccidental de la Amazonía colombiana conocida 
como Guaviare. Específicamente en un área del municipio de San José del Guaviare que ha 
sido históricamente objeto de diferentes políticas de incorporación a la geografía nacional. 
En menos de menos de un siglo este lugar pasó de ser considerado como territoriobaldío a 
espacio para la promoción de la colonización y posteriormente a zona de preservación 
ambiental. 
 
La Zona de Preservación Serranía de la Lindosa hace parte del Distrito de Manejo 
Integrado Ariari-Guayabero “que se caracteriza por el afloramiento rocoso, el cual brinda 
particularidades paisajísticas, ambientales, culturales y especialmente de producción de 
agua” (CDA-Cindap, 2007). Según la delimitación hecha en el marco del proyecto 
“Formulación e Implementación de una propuesta de Comanejo comunitario e 
interinstitucional para la recuperación y conservación de la Zona de Preservación y Reserva 
! 14!
Forestal de la Serranía de La Lindosa (ZPSLL) en el municipio de San José, departamento 
del Guaviare” (CDA-CINDAP 2007) esta zona comprende un área de 36.607 hectáreas en 
las que se encuentran 18 veredas, con 1737 personas, que corresponden aproximadamente a 
347 familias; dentro de las cuales, 146 familias tienen sus predios con algún porcentaje de 
su terreno en la Zona de Preservación de la Serranía de La Lindosa. De acuerdo con 
Cárdenas, Castaño, Zubieta y Jaramillo (2008) las primeras familias de colonos llegaron a 
la región sobre la década de 1950 y entre 1957 y 1986 se asentaron en este territorio un 
total de 133 familias (p. 46). Los mismos autores manifiestan que: 
 
“La Serranía de La Lindosa ha tenido una histórica intervención antrópica que hoy en día ha 
puesto en riesgo gran parte de sus elementos naturales. La transformación de las coberturas 
naturales por pastoreo ha compactado el suelo e introducido especies foráneas que en muchos 
casos compiten y desplazan las especies nativas. El creciente desarrollo de la región ha 
requerido de materiales de construcción que tradicionalmente han sido abastecidos a través 
de actividades de minería a cielo abierto en la Serranía, que han generado además graves 
problemas de erosión. Por último, las quemas en la región cobran día a día un mayor número 
de hectáreas destruidas y en los últimos años han alcanzado los sectores rocosos más altos de 
la Serranía, generando una transformación de algunos de los ecosistemas más vulnerables” 
(2008, p. 46) 
 
Las diferentes formas de apropiar y entender el territorio de los Nükak y colonos-
campesinos ha intensificado las disputas entre estos dos grupos poblacionales. Este 
contexto de creciente tensión social y presión sobre los recursos del área, permite analizar 
cómo surgen un entramado de tensiones que se dan por la cohabitación forzada de dos 
grupos que no sólo difieren en sus aspiraciones políticas y culturales sino que también 
tienen concepciones diferentes de territorio que fluyen entre el lugar y la propiedad (Jacob 
Levi en Kolers, 2009). En particular me propongo tomar este caso de estudio para ahondar 
en cómo se ha configurado histórica y políticamente el territorio que hoy se conoce como 
San José del Guaviare y cómo ocurre su integración a las dinámicas políticas y económicas 
nacionales e internacionales. En ese proceso se produce una afectación diferenciada de las 
relaciones entre naturaleza y cultura, una coexistencia de formas diferentes de aprehender 
! 15!
esta naturaleza que se ha materializado recientemente en un conflicto socio ambiental. Este 
tipo de conflictos es aquél: 
 
“donde la controversia de información, intereses o valores se refieren a aspectos 
relacionados con el acceso, disponibilidad y calidad de los recursos naturales y de las 
condiciones ambientales del entorno que afectan la calidad de vida de las personas” 
(CIPMA, 1995 en Maya et al., 2009). 
. 
Uno de los principales actores de este conflicto es el grupo Wayari muno del pueblo 
Nükak, Este pueblo indígena es altamente reconocido a nivel nacional por haber sido el 
último pueblo indígena contactado en Colombia (Cabrera, Franky & Mahecha, 1999). 
Precisamente, un factor determinante en el devenir histórico del conflicto es que en 1988, 
momento en el que se da el contacto oficial de este pueblo nómada, el relacionamiento 
político de los pueblos indígenas y el estado colombiano se soportaba en la noción del 
“nativo ecológico” (Ulloa 2001) promoviendo la idea de los indígenas como guardianes 
tradicionales de la biodiversidad. Dado que, como lo señala del Cairo (2011) el viraje a las 
políticas de preservación ambiental en el gobierno de Virgilio Barco (1986- 1990), 
transformó la imagen política de los indígenas de habitantes de tierras baldías en aliados de 
la protección ambiental. En este sentido, el contacto con un pueblo, que vivía en 
“equilibrio” con la selva tropical hizo famosos a los Nükak internacionalmente como los 
últimos nómadas verdes de la Amazonía6. 
 
El mismo año que los Wayari muno se ubican en Agua Bonita comenzaron a establecer 
rutas de movilidad para encontrar relictos de bosque que les permitan acceder a los algunos 
productos de su dieta tradicional (Gutiérrez 2012, Barbero 2015). La orografía y 
especialmente la dureza de los afloramientos rocosos se convirtieron en las principales 
dificultades para que los Nükak accedan a las áreas boscosas en los primeros años de la 
situación de desplazamiento. No obstante, los Wayari muno se movilizan en jornadas de 
varios días buscando las áreas menos afectadas por la tala de los bosques nativos y 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
6 Tras la producción de un documental etnográfico sobre el contacto (Rendon & Lamy, 1993) los Nükak fueron 
ampliamente reconocidos como “los últimos nómadas verdes de la Amazonía” (Del Cairo, 2012). 
! 16!
accediendo a zonas donde encuentran micos, frutos de palmas, miel y otros elementos 
indispensables para los Nükak. 
 
Tras la ubicación de los Nükak desplazados en ZPSLL, las tensiones con los campesinos 
habitantes de ZPSLL no tardaron en surgir. La vocación cazadora y recolectara de los 
Nükak afectó las posesiones de los colonos. La ruptura de cercas, el robo de gallinas, la 
tumba de palmas para la producción de artesanías, se hicieron frecuentes, así como los 
reclamos de los campesinos ante las instituciones del Estado. A su vez, los campesinos 
compran los mercados entregados como ayuda humanitaria de emergencia a los Nükak, han 
robado tejas y otros insumos destinados para la construcción del albergues temporales, y 
permiten que el ganado paste en la finca de los Nükak y defeque en las fuentes de agua de 
los indígenas. Así, con el tiempo el conflicto se ha intensificado y se pasó de las quejas a 
las autoridades a las amenazas directas entre grupos poblacionales. 
 
“A nosotros al principio si nos gustó que los makuses se estuvieran por aquí. Ellos llegaban 
como de a 50 o más y en tres días se comían todos los micos maiceros. El problema es que 
después comenzaron a robar la comida de la fincas, eso no se llevaban una o dos matas de 
yuca sino que le arrasaban con toda la yuquera, las matas de plátano y los árboles de fruta los 
dejaban pelados, pelados” (Entrevista, María Eugenia Montenegro, vereda El Capricho, 
Notas de Campo Junio de 2013). 
 
“El problema es que apenas llega el camión con la remesa, llega el colono de los helados en 
su bicicleta, vienen y cambian la remesa por un helado, los niños, los niños entregan el arroz, 
la pasta, los frijoles y la panela, por un helado de quinientos pesos … También se robaron el 
zinc y sacaron el mercado de la escuela” (Entrevista Dajadath Nijbé, asentamiento de 
desplazados Nükak de la vereda Agua Bonita, Agosto de 2013) 
 
En los reclamos, denuncias, querellas y discursos en reuniones los campesinos apelaron a 
que ellos estaban conservando la Serranía de la Lindosa para que los “Makuses” (Nükak) 
lleguen a destruirla. En este orden de ideas, es importante mencionar que Altos de Agua 
Bonita ha sido reconocida en los últimos 15 años como una de las veredas en la cual los 
campesinos de la Zona de Preservación han transformado sus prácticas económicas para 
! 17!
reducir el impacto queestas generan al medio ambiente de la Serranía de la Lindosa (Del 
Cairo et al., 2014). La emergencia de procesos de eco-turismo, grupos de ganaderos 
ecológicos y organizaciones campesinas ambientales da cuenta de cómo los colonos que 
llegaron a la región desde la década de 1950, medio siglo después han transformado sus 
prácticas de explotación- deforestación por unas de producción agrícola y ganadera de 
mayor sostenibilidad ecológica. 
 
Como señala la señora Montenegro, secretaria de la extinta Asociación de Campesinos 
Ambientales del Ariari y Guayabero -Acarigua-, una organización campesina que en la 
primera década del siglo XXI reivindicó derechos territoriales en función de la 
protección ambiental de los afluentes hídricos, los campesinos al principio vieron con 
buenos ojos la presencia de los Nükak. De igual manera, en estos primeros años los 
dueños de plantaciones de coca valoraban altamente la habilidad de los Nükak como 
recolectores de hoja o raspachines. Además, para la época eran pocas las personas 
dedicadas a este oficio dado el inicio del proceso de erradicación manual de coca de La 
Macarena, por lo que la mano de obra era escasa y costosa mientras los Nükak eran 
mano de obra especializada a bajo costo. 
 
Esta relación económica en las veredas retiradas del asentamiento comenzaba a afectar a 
las familias Nükak de Agua Bonita. Mientras los padres trabajaban en las chagras 
coqueras los niños jugaban a atrapar pollos, gallinas y cerdos de los vecinos. Las 
mujeres que habían aprendido de las Meo muno el comercio de manillas de fibra de 
palma, enviaban a los jóvenes a buscar materias primas por lo que estos ingresaban a las 
fincas, tumbando la palma y dejando abierto el broche por donde salía el ganado. La 
queja más común, sin embargo, era por el envenenamiento de las fuentes de agua para el 
ejercicio de la pesca tradicional. Así lo señala un funcionario de la corporación CDA: 
 
“Eso era un problema, porque a un campesino se le enfermaba una vaca por tomar 
esa agua y venía aquí a decir que se le habían muerto tres o cuatro vacas, que para 
evitar el olor tenían que enterrarla así que no habían pruebas y que tocaba pagársela 
por que quién iba a comprar la carne de un animal embarbascado, como no se podía 
hacer nada al otro día salían por la radio diciendo que la Corporación (CDA) no 
! 18!
servía a para nada”. (Diálogo personal funcionario de la CDA, Notas de campo 
Marzo de 2015) 
 
En 2007, la consolidación del Plan de Manejo Ambiental de ZPSLL se convirtió en un hito 
histórico de este proceso. Los campesinos de la zona aprovechan lo que consideran la 
publicación inconsulta del documento para organizar procesos que les permitan usos 
económicos más convenientes en el área preservada. Bajo la figura de organizaciones 
campesinas ecológicas como Corpolindosa se convierten en detractores del plan de manejo 
y promueven procesos de zonificación más convenientes, respaldados por figuras de 
comanejo entre la autoridad ambiental y los propietarios de las fincas. La emergencia de 
estas subjetividades ambientales7 se contrapone a la presencia de los Nükak, que algunas 
instituciones y defensores de derechos humanos promueven como los legítimos dueños de 
la zona, confrontando ambas poblaciones. 
 
En las reuniones comunitarias para la construcción participativa del Plan de Manejo de la 
ZPSLL en 2006, los campesinos comenzaron a quejarse del impacto generado por los 
Nükak en la Serranía. Según el coordinador del Proyecto de fortalecimiento de Acarigua 
para la implementación del Plan de Manejo de la ZPSLL, los campesinos “se quejaban por 
que los Nükak tumbaron una palma que antes ni siquiera sabían que estaba en su finca” 
Los líderes campesinos manifiestaron “conservar para qué… para que vengan los guajibos 
y ellos si pueden tumbar, a ellos si los dejan cazar” (Notas de campo junio de 2015). 
 
Los reclamos de los campesinos sobre la consulta del Plan de Manejo hacen eco en la 
Autoridad Ambiental. Como estrategia para la implementación del plan de la CDA8 la 
corporación CINDAP crea el documento de comanejo comunitario e institucional para la 
recuperación y protección de la ZPSLL. Esta figura hace que suba el tenor de los discursos. 
Para el 2008, el presidente de Corpolindosa manifiesta, en el marco de una Mesa Nükak 
organizada por la Alcaldía de San José del Guaviare, “que los antropólogos les dicen a los 
Nükak que ellos son los legítimos dueños, pero eso no es verdad ellos tienen su resguardo 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
7 Las subjetividades ambientales se entienden como formas de entender, apropiar y relacionarse con el medio ambiente 
que se definen en la relación entre la agencia de las poblaciones locales y un contexto sociohistórico más amplio. 
8 Corporación Para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente Amazónico. 
! 19!
allá en la montaña, los legítimos dueños de la Serranía somos nosotros que tenemos los 
títulos” (Acta de reunión 16 de septiembre de 2008- Realizada por Ramón Rodríguez de 
Acción Social. Archivo Acción Social). Para este momento los Wayari muno se encuentran 
desmoralizados por la situación de desplazamiento y la cohabitación con los campesinos. 
Así lo señala el documento entregado por el antropólogo Héctor Mondragón el 31 de mayo 
de 2007 en el que refiere que los Nükak se encuentran cansados de que los colonos los 
regañen por salir a cazar y a buscar comida. (Mondragón, Héctor, Informe de la comisión 
realizada entre el 16 y 24 de marzo 2008, Archivo Dirección de Patrimonio Ministerio de 
Cultura). 
 
En diciembre de 2009 la Corte Constitucional se pronunció a favor de los pueblos 
indígenas víctimas del desplazamiento forzado. La sanción del Auto 004 de 2009 visibiliza 
la amenaza de extinción física y cultural de 34 pueblos indígenas que enfrentan dicho 
riesgo. La inclusión de los Nükak dentro del Auto incrementa la atención institucional 
prestada para los pueblos indígenas. Es mismo año el PNUD y la Universidad Nacional de 
Colombia habían generado procesos de concertación con los grupos Wayari y Meo muno en 
los que señalaron las tensiones que se presentaban con los colonos. Señalaron que a los 
Nükak les era muy difícil moverse porque los campesinos y colonos los restringían. En 
2010 en el marco del proyecto realizado por la CDA con financiación de la Unión Europea, 
algunos líderes manifestaron “los colonos tienen muchas cosas y no les gusta compartir, 
por eso nosotros les quitamos, para que aprendan que deben compartir” (Diálogo personal 
con Felipe Cabrera. Junio de 2015. Notas de campo). En esta afirmación encontramos un 
primer detonante de la situación de conflicto socio-ambiental. Por supuesto mientras para 
los campesinos la tierra es de quien la trabaja, la explota, para los Nükak, la tierra es un 
bien común que se puede explotar conjuntamente, en las justas proporciones para el 
mantenimiento de la familia, pero siempre regulado por la capacidad de compartir con los 
demás miembros del grupo local. 
 
Ahondar en esta idea del conflicto entre territorialidades nos obliga a entender un poco 
sobre la apropiación simbólica del espacio de los Nükak. Desde la cosmología de este 
pueblo indígena el universo se divide en tres niveles. Un nivel de arriba /Jea/, un nivel de 
! 20!
abajo /Bak/ y un nivel medio /Yee/ donde habitan actualmente los Nükak. La movilidad 
entre estos niveles es permitida para aquellos individuos que alcanzan la capacidad de ver 
de verdad, o llegan a ser Nükak verdaderos, Nükak Baka´ (Franky, 2011). En oníricos 
viajes chamánicos, los Nükak Baka pueden moverse entre un nivel y otro para visitar 
parientes, los cuales han pasado a otro nivel después de la muerte física o siempre han 
habitado allí, y así acompañarse y compartir. El vínculo entre los niveles y el equilibrio del 
cosmos se mantiene por el complimiento de las actividades cotidianas yrituales de todas las 
personas de los grupos. Como señala Franky (2011) el acompañarse, el compartir tiempo, 
espacio y bienes permite el mantenimiento del equilibrio ecológico del universo Nükak9. La 
ruptura de este equilibrio genera, como ya ocurrió alguna vez según las historias de los 
Nükak, que se queme o se inunde el mundo. Este principio ecológico regula por ende las 
relaciones con la naturaleza de cada individuo Nükak (Franky, 2011, Barbero et al, 2012) . 
 
Dado que compartir es el punto de equilibrio ecológico de los Nükak, un sistema 
económico soportado en la acumulación de capitales y territorios como el capitalista resulta 
contradictorio para su modo de vida. Por otro lado, para un modelo económico y ecológico 
acumulativo, en el que el tema ambiental se vincula directamente con la productividad del 
suelo, una ecología de libre recolección resulta una amenaza latente para el mantenimiento 
del orden social. Este tipo de conflicto por valores, como señala Walter (2009) se vinculan 
con una disputa en torno de distintos sistemas de creencias. En este sentido, se evidencia 
que donde existen conflictos ambientales irresueltos, existe discrepancia entre sistemas de 
valoración que muchas veces son inconmensurables (Martínez-Alier 2001). 
 
En este orden ideas, el conflicto enfrenta dos formas de apropiar y significar el territorio, 
dos territorialidades distintas. Sack (1986) afirma que “la territorialidad está incrustada en 
las relaciones sociales (y) es siempre socialmente construida (...) en un acto de voluntad 
que involucra múltiples niveles de razones y significados” (Sack, 1986: 5). De esta manera, 
afirma el autor, “la territorialidad es el telón de fondo de las relaciones humanas espaciales 
y las concepciones del espacio” (Sack, 1986: 5). Así el concepto de territorio está vinculado 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
9 Por ejemplo al cernir las pepas recolectadas para hacer jugos en /Jea/ se logra que llueva en /Bak/, lo mismo ocurre en 
/Jea/ cuando cuelan los frutos en /Bak/ y consecuentemente, la lluvia que cae en /Yee/ es producto de la elaboración de 
jugos en /Jea/ (Franky, 2011; Barbero et al, 2012). 
! 21!
a lo que los actores sociales proyectan sobre el y a las reglas sociales que lo regulan, estas 
últimas pueden entrar en tensión entre diferentes grupos poblacionales generando conflictos 
(Bottaro, 2012). 
 
Las disputas entre campesinos y Nükak se incrementaron considerablemente entre 2011 y 
2013. El aumento de robos en las fincas de los campesinos se evidencia por el número de 
denuncias que estos colocan en la inspección de policía, de 3 reportadas en 2011 se pasa a 
más de 25 para agosto de 2013. Así lo hizo saber el inspector de policía en una reunión de 
emergencia citada por la Alcaldía, la Unidad de Víctimas y el Ministerio del Interior en el 
marco de una reunión con líderes de todos los asentamientos Nükak. Los campesinos, 
mostraron fotos de una vaca apuñaleada, una señora de la vereda Agua Bonita manifestó 
haber perdido más de 200 gallinas, otro vecino señala que un grupo de Nükak lo amenazó 
por pedirles que no tumbaran las palmas. El presidente de la Junta de Acción Comunal, en 
vocería de los habitantes de la vereda manifiestó: “… Vamos a seguir poniendo denuncias 
hasta que hagan algo… nosotros pagamos impuestos y también tenemos derechos, los 
derechos de ellos son allá en la tierra que tienen, no aquí” . En la reunión con los Nükak, 
estos se defendieron explicando que habían herido la vaca por que intentaron ahucharla 
para que no defecara en el reservorio de agua, “ siempre pedimos a los colonos que no 
pongan a pastar el ganado dentro de la finca, pero es que ellos lo hacen de adrede para 
provocarnos si hay que pelear nosotros también sabemos” (Notas de campo. Agosto de 
2013). 
 
A lo largo de 2014 las peleas, amenazas, querellas señaladas por uno y otro grupo se 
volvieron recurrentes. La alcaldía de San José del Guaviare citó a diferentes espacios en los 
que el grupo de resolución de conflictos del Ministerio del Interior y el equipo del Auto 
acompañaronlas reuniones. Se lograron algunos acuerdos para pagar los perjuicios 
ocasionados por los daños en las fincas de los colonos. No obstante, las amenazas 
continúan. El presidente de Corpolindosa señala ser un hombre pacífico, pero que ha sido 
amenazado varias veces, sus hijos tienen miedo de ir a la escuela y encontrarse con un 
Nükak, pues ellos saben que es él quien ha puesto las denuncias. “Si alguien de mi familia o 
de la vereda resulta herido o muerto por este problema ustedes qué van a hacer, nada, 
! 22!
porque a los Nükak nunca les hacen nada” (Acta de reunión, vereda altos de Agua Bonita. 
Mayo de 2014) sentenció. En efecto ocho meses después de la reunión se presentó el 
incidente en el que resultó herido de bala el campesino de ZPSLL. 
 
Como estrategia para buscar una solución pacífica de los conflictos el grupos de resolución 
de conflictos del Ministerio del Interior y la oficina de la gestora social del municipio, 
realizaron una serie de reuniones en San José del Guaviare para hacer una tipología de los 
conflictos que se presentaban desde la llegada de los Wayari muno. Luego de una análisis 
de los conflictos, el Ministerio del Interior dictaminó que estos tenían como causa 
estructural la desarticulación de las formas tradicionales de resolución de conflictos 
internos de los Nükak luego del contacto, además de la ambigüedad de las relaciones de 
estos con campesinos-colonos. Se evidenció que el Estado había sido incapaz de generar 
un modelo de gestión de los conflictos, por lo que no existe ninguna ley ni consuetudinaria 
ni ordinaria que regulara las relaciones de los Nükak con otros grupos poblacionales. 
Además de esto el Ministerio generó una tipología dentro de la que incluyó “Presencia de 
colonos en el territorio Nükak, presencia de Nükak en zonas ajenas a su territorio, robos 
recíprocos, representaciones recíprocas sesgadas, relaciones interculturales conflictivas, 
realización de prácticas tradicionales de caza, pesca, recolección en fronteras de colonos 
que reaccionan a las mismas” (DAIRM, 2012, Documento de trabajo)10. 
 
Para rastrear los actores y las tensiones que se generan en el conflicto es posible seguir los 
discursos que se tejen en torno al conflicto entre los Nükak y los colonos campesinos y 
analizar los contextos, las posiciones asumidas, y las referencias al conflicto que se 
presentan entre unos y otros en los diferentes espacios donde se ha abordado el tema. Así 
por ejemplo en el comité de justicia transicional ampliado del día 13 de abril de 2015, que 
se citó de urgencia tras el incidente del cruce de disparos algunos líderes Nükak y el 
presidente de la junta de acción de la vereda Altos de Agua Bonita tuvieron el siguiente 
debate: 
 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
10 Documento de trabajo elaborado por el profesional Carlos Ariel Ruiz en el marco del proceso de resolución de 
conflictos liderado por la Alcaldía de San José del Guaviare y el ministerio del Interior 
! 23!
-Monika Nükak: -Cuando uno quiere coger un mico, los colonos lo critican pero ellos tienen 
ganado. Que creativos de ellos. No nos dejan recolectar, ni pescar, ni conseguir miel, antes si 
podíamos, muchos problemas, no se puede vivir como antes. Una vez fuimos a cacería y un 
colono hace cosas malas a nosotros. Nos sacan con su escopeta. A mi me sacó un señor en la 
Lindosa, y no aguanto perdonar y le hacemos mal a él. No es culpa de nosotros. ¿Quien era 
primero los nükak o los kawene11?. Ustedes pueden matarnos y si nos morimos nos morimos- 
 
-Arnulfo León- Presidente JAC: - Nosotros no queremos que pesquen y cacen, es verdad, que 
no acaben la fauna y la flora. Pero es que a nosotros también las entidades nos han dicho que 
nos amonestan, que hay que conservar y una cosa y la otra… Este territorioera de indígenas 
pues si, pero desde el descubrimiento de América todo es de pueblos indígenas. No es verdad 
que la tierra es de ellos, nosotros tenemos títulos legales. El Estado nos cobra, las palmas en 
están zona están en peligro, nosotros entendemos la forma de ser de ellos, pero cuando yo los 
conocí en Charras ellos bajaban las pepas sin tumbar la palma y porque hoy si lo tumban, 
ellos no tienen la culpa, la culpa es de las entidades que les han traído esos machetes. Y 
donde está lo de la cultura, hablan de cultura pero hacen cosas que no son ciertas. Ellos 
pueden subirse, tienen la capacidad. Subirse a la palma es cultura. Tanta publicidad que se les 
hace a los Nükak Makú, eso tiene que ser un negocio para alguien. Los Nükak que los 
nómadas pero ya no tienen nada de eso. Hoy día están en casa igual a la de nosotros, estamos 
totalmente equivocadas con la cultura de ellos (Grabación del Comité de justicia 
Transicional, 13 de abril de 2015). 
 
La intervención del presidente veredal en respuesta a los Nükak permite intuir a un grupo 
de actores que va más allá de los Nükak y las familias campesinas que habitan ZPSLL. Un 
primer grupo son las instituciones locales, que deben priorizar la atención a los grupos por 
grados de vulnerabilidad. Así el papel desplegado por la Corporación de Desarrollo 
Sostenible -CDA- que ha instado a los campesinos a cuidar las palmas y especies nativas 
por medio de medidas regulatorias y sancionatorias. Por otro lado, es importante ver que las 
manifestaciones políticas de los campesinos de la zona las hacen por medio de las juntas de 
acción comunal, convirtiendo a los líderes en la primera autoridad para gestionar y dar 
solución a conflictos interétnicos. Esta autoridad tramita los conflictos a la autoridades 
correspondientes. No obstante, dado que en temas étnicos por temor a sanciones por no 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
11 Esta es la denominación que los Nükak dan a las personas no Nükak y que no pertenecen a otros pueblos indígenas. 
! 24!
aplicar la jurisdicción especial indígena, casi nunca encuentra una respuesta efectiva. 
Cuando los conflictos llegan a las autoridades civiles, se activa una red de actores 
defensores de uno u otro grupo. Mientras las autoridades policiales exigen a las civiles se 
defina un mecanismo de sanción, los defensores de derechos y las instituciones de atención 
a exigen que antes de definir una sanción se garantice las condiciones reales para el 
desarrollo de la vida material y espiritual de los Nükak, que hasta entonces no se proceda a 
generar ningún castigo. 
 
Hasta el momento he reseñado a grandes rasgos las manifestaciones visibles de la 
confrontación por la divergencia entre las territorialidades de los indígenas y campesinos de 
ZPSLL. No obstante, como señala Gutiérrez Puebla (2011) la adopción de distintas escalas 
espaciales en una investigación es la clave para entender la realidad en toda su complejidad. 
En este orden de ideas argumentaré en lo que sigue, que este conflicto socio-ambiental se 
encuentra arraigado en una complejidad de relaciones multiescalares que han insertado de 
forma desigual a ambas poblaciones en una geopolítica económica contingente, para la cual 
se han instrumentalizado políticas públicas para la configuración de subjetividades 
ambientales de acuerdo a intereses económicos y políticos regionales, nacionales y 
supranacionales en diferentes momentos de la historia colombiana reciente. 
 
La emergencia del conflicto entre estos dos grupos poblacionales ha llevado a que otros 
actores intervengan en la tensión que se desarrolla. Así, la institucionalidad local ha 
reaccionado pretendiendo encontrar una solución pacífica por medio del diálogo, y lograr 
así una coexistencia entre ambos grupos poblacionales. No obstante, la desarticulación 
institucional, la variedad de intereses políticos y/o la falta de constancia y continuidad en 
las acciones, terminan por incrementar las tensiones y llevarlas a un punto de desborde de 
la capacidad institucional. 
 
Otro factor fundamental para entender el conflicto es la diferencia de los intereses en las 
políticas públicas de origen local y aquellas definidas desde los centros de poder político 
nacional. Así, por un lado, se pretende garantizar a los campesinos las condiciones para la 
producción sostenible, y por el otro se busca la salvaguarda física y cultural de los pueblos 
! 25!
indígenas, siguiendo la jurisprudencia de la Corte Constitucional. Sin embargo, en un 
contexto como este ambos paquetes de políticas no logran conciliarse en la realidad. 
 
Pero más que interesarme en los actores del conflicto, me llama la atención que los 
discursos de los campesinos de prevención y cuidado de la naturaleza, reducir las 
actividades de cacería y el cuidado de las palmas, no está de acuerdo con las descripciones 
sobre el impacto generado por los colonos a la serranía, las prácticas de praderización, o la 
introducción de especies invasoras. Así mismo la imagen que se promueve de los Nükak en 
San José del Guaviare como nómadas, sujetos ecológicos por naturaleza y pacíficos, 
contrasta con la de los indígenas rencorosos, vengativos y destructores de la naturaleza. 
Estas contradicciones tienen un sustrato histórico en las relaciones de poder sobre la 
naturaleza como lo exploro en el siguiente aparte. 
2.5.%Políticas%públicas%y%desarrollo%histórico%del%conflicto%
 
En los apartados anteriores presenté de manera general las manifestaciones visibles del 
conflicto socioambiental que existe entre colonos-campesinos de la ZPSLL y los Nükak 
Wayari muno en situación de desplazamiento. Sin embargo, para lograr una comprensión 
integral de este conflicto es menester considerar su carácter multicausal a partir de las 
cuatro perspectivas de análisis propuestas por Del Cairo, et al (2014): histórica, política, 
económica y de las subjetividades. La articulación de estas dimensiones permite consolidar 
una estrategia más compleja y crítica para analizar el conflicto, la cual propende por 
evidenciar los procesos que subyacen a las manifestaciones visibles de las relaciones entre 
campesinos y Nükak para este caso de estudio particular. 
 
En este orden de ideas, es clave entender que esta relación ha estado marcada por las 
formas en las que se ha configurado el territorio en el departamento del Guaviare histórica 
y políticamente y la forma como ambos grupos se han visto involucrados en estos procesos 
de conformación territorial. El conflicto socio-ambiental evidencia, entonces, un cambio en 
la interpretación institucional y social de los campesinos y los indígenas del Guaviare que 
parece denotar una trayectoria contradictoria: mientras que los colonos pasaron de ser 
representados como héroes del proceso civilizador a ser la principal amenaza para la 
! 26!
conservación de la Amazonia y luego aliados estratégicos en la conservación de las áreas 
protegidas; los Nükak, dejaron de ser los habitantes no conocidos “aislados” de territorios 
baldíos, a ser los indios prístinos o en términos de Astrid Ulloa los “nativos ecológicos” 
(sensu Ulloa, 2005) para posteriormente, convertirse en amenaza a las áreas de protección 
ambiental. 
Ese complejo movimiento de representaciones evidencia la forma en que las políticas 
públicas ambientales y sociales han configurado espacios políticos y formas de generar 
poblaciones en función de la preservación ambiental. En lo que sigue propongo que una de 
las principales razones por las que se ha complejizado progresivamente este conflicto es 
que en la búsqueda de soluciones que intentan identificar diferentes instituciones del orden 
territorial y nacional a este conflicto, sólo se le ha caracterizado como un conflicto de 
intereses. A partir de esa concepción que simplifica las causas de este conflicto 
socioambiental, es difícil reconocer las causas multidimensionalesy estructurales que se 
han forjado históricamente y que están asociadas a unas estrategias geopolíticas que 
resultan oponiendo de manera radical en el contexto local dos formas de apropiar la 
naturaleza, desconociendo la agencia que los diferentes actores despliegan para controlar y 
legitimar dicha apropiación. 
Entender que una de las múltiples causas del conflicto socio-ambiental se encuentra 
relacionada con las divergencias entre los ideales de configuración y explotación de los 
territorios entre los órdenes nacional y regional en la construcción de las políticas de 
estado, resulta fundamental para un análisis real de las dimensiones del conflicto. 
 
Para abordar el tema en su complejidad debemos analizarlo en diferentes escalas o 
contextos (local, regional, nacional, internacional). Justamente en cada nivel las relaciones 
que se establecen entre los actores van a cambiar, de allí la necesidad de mirar la escala 
también como una forma de analizar las relaciones (Reboratti, 2001). Así por ejemplo, en 
los últimos años en el municipio de San José y el departamento del Guaviare se han elegido 
alcaldes y gobernadores respectivamente que han promovido el desarrollo regional en 
función de la apertura de mercados y negocios para los colonos-campesinos. Por ejemplo, 
los planes de gobierno y de gestión política del actual alcalde (2011- 2015) se titula 
! 27!
“abriendo campo para el desarrollo”, mientras que en el mismo periodo la gobernación 
denomina su plan de gobierno “así marcamos huella”. Esta idea del progreso es 
contradictoria con los objetivos nacionales de integración de esta región en la economía 
nacional, en la que más que verse como un municipio o un departamento productor de 
alimentos, se percibe como una reserva natural, un área selvática que puede aportar a la 
economía en tanto desarrolle las empresas turísticas y la oferta de servicios ambientales. 
Mientras la racionalidad ecológica como fundamento del desarrollo regional planteado 
desde lo nacional da cumplimiento a varios de los acuerdos internacionales de protección 
de la Amazonía, la racionalidad política local y regional de producción agrícola da 
cumplimiento a lo ordenado por la población en el ejercicio democrático de elección de 
autoridades locales. Esta última se plantea a partir de las necesidades que se generan en los 
procesos de colonización de la región como resultado de diferentes procesos sociales, 
económicos y políticos por los que transitó la nación colombiana en el siglo XX, y que 
generaron diferentes oleadas de colonización en la región12. Rastrear este proceso histórico 
es fundamental para identificar el por qué de la dicotomía entre la producción política del 
espacio dadas las dos racionalidades en la formulación de políticas públicas se convierten 
en el factor determinante para el incremento de las tensiones entre los Nükak y los colonos-
campesinos. Por supuesto, esto hace necesario un recorrido por la progresividad de las 
políticas públicas y su relación con estos dos grupos poblacionales13. La comprensión de 
que el hecho de un cruce de disparos es producto de un devenir histórico contingente en 
tanto producto de relaciones interculturales enmarcadas en luchas de poder, es fundamental 
para la comprensión total del conflicto. 
 
Así, la violencia bipartidista que inició a mediados de la década de 1940 generó oleadas de 
campesinos desplazados desde diferentes regiones del país. La presencia de terratenientes 
latifundistas para la producción pecuaria, en su mayoría conservadores, incrementó las 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
12 Los primeros poblamientos de colonos se produjeron como consecuencia de economías extractivistas en la región. Tras 
esto, se presentó una migración masiva de campesinos hacia diferentes regiones del país producto de las disputas 
bipartidistas en la época conocida como “La Violencia”. En la Amazonía, estas oleadas migratorias se concentraron 
principalmente en el piedemonte, y significaron transformaciones en la estructura económica y social de la región 
(Molano, 1987). Para la década de 1960 se da la colonización “dirigida”, impulsada desde el Gobierno central como parte 
de programas de ocupación rural y urbana, la fundación y desarrollo de cabeceras municipales y el regreso al campo 
después de la Violencia (Molano, 1987). 
13 Por política pública se entiende “un conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios 
o deseables… que se condensan en programas y proyectos que impactan poblaciones particulares, y son instrumentos de 
transformación o mantenimiento del orden social” (Roth, 2010) 
! 28!
tensiones con los colonos minifundistas liberales de tradición agrícola. Estos 
desplazamientos sucesivos impactaron de manera dramática el medio ambiente de los 
territorios colonizados. Para 1959, las oleadas migratorias en diferentes regiones obligan al 
Estado a crear medidas de gobernanza territorial en estas áreas, generando una primera 
política de regulación medio ambiental por medio de la ley segunda de este año14. 
 
Diez años después, los impactos sociales de la violencia han transformado el mapa político 
del país, por lo que las políticas medio ambientales son reformuladas en función de la crisis 
social desatada. Por esto en 1971 el Inderena sustrajo 181.200 hectáreas de la Reserva 
Forestal de La Amazonía (Arcila, et al, 1999). La política de colonización de baldíos se 
difundió con rapidez por medio de programas radiales desde la década de 1960, en los que 
se garantizó transporte aéreo para movilizar personas a la región amazónica motivados con 
la promesa de créditos para agricultura y ganadería otorgados por hectáreas de bosque 
tumbado y praderizado. Por este motivo la frontera agrícola y ganadera se ensanchó con 
rapidez sin contar con el acompañamiento estatal prometido. 
 
Un elemento común en varios de los relatos de vida de los colonos hoy habitantes de las 
veredas cercanas a San José del Guaviare, tiene que ver con el carácter heroico en el 
proceso civilizatorio para la construcción de nación en estos territorios “baldíos”. La 
colonización de estas zonas como un objetivo dentro del proyecto de nación mestiza, 
reduccionista de indios y selvas que no contribuían al desarrollo nacional, y por tanto el 
estatus de héroes y heroínas que tenían los colonos de la época puede ser entendida como la 
legitimación de la colonización del departamento del Guaviare. Esto repercutió en el 
gobierno que por medio del decreto 1926 de 197515 comenzara a administrar los territorios 
nacionales, promoviendo y auspiciando la colonización. Es claro, que al asegurar la 
propiedad estatal de los territorios denominados baldíos se negó la titularidad de posesión 
colectiva de los territorios tradicionalmente habitados por pueblos indígenas y que no 
tenían títulos de propiedad. Así, en este momento desde los discursos moralizantes de 
acuerdo al modelo económico, los campesinos eran asumidos como los encargados de 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
14 Por el cual se dictan normas sobre economía forestal de la Nación y conservación de recursos naturales renovables. 
15 Artículo 4. Corresponde al Gobierno Nacional, en relación con las Intendencias y Comisarías: Literal. b) Auspiciar su 
colonización; promover la construcción, conservación y mejora de las vías y la mejor prestación de los servicios públicos; 
impulsar la fundación y el establecimiento de nuevas poblaciones y orientar el desarrollo de las ya fundadas. 
! 29!
llevar el desarrollo a zonas alejadas del país, mientras los pueblos indígenas y su estilo de 
vida eran percibidos como un obstáculo para este desarrollo. 
 
La promesa incumplida de créditos para los colonos, sumada al abandono por parte del 
Estado abrió la selva a la incursión del negocio de la marihuana. Los campesinos alistaron 
el terreno para la siembra de laplanta, no obstante, los compradores comercializadores del 
producto no llegaron en la cantidad esperada por lo que la tierra quedó lista para una 
siembra más prometedora (Molano, 1987). Para la segunda mitad de la década de 1970 el 
boom de la coca explota en el Guaviare. El alistamiento de tierras hecho para la marihuana 
facilitó la siembra de la coca, se configuró una importante red de comercio y oferta de 
trabajadores e inversores de diferentes partes del país, quienes comenzaron a abrir trochas y 
a fundar veredas para la siembra de hoja, producción de cocaína y el tráfico del 
estupefaciente. La tupida selva sirvió de camuflaje para los cultivos del producto, que 
tenían salida por los ríos Guayabero, Ariari y Güejar, Orinoco (Arcila et al, 1999). 
 
Durante la década de 1980 el negocio llegó a su máxima producción. En veredas remotas se 
conseguía la revista Times de la semana, para hacer seguimiento al precio del dólar. Los 
billetes por su volumen no se contaban sino que se pesaban en balanzas romanas y el 
comercio llevó a algunos caseríos de no más de 30 casas a albergar una población flotante 
superior a las 2000 personas. Para Toño, habitante de la vereda el Raudal del Guayabero: 
 
“Para ese entonces era mucha la vida que tenía este caserío. Todas las noches había 
peleas de gallos y por lo menos tres locales de venta de trago abiertos. Venía gente 
vendiendo joyas de oro, ropa de marca y hasta televisores, equipos de sonido y radios, 
la residencia siempre estaba llena… Cómo mi hermano y yo éramos paceros bravos 
(motorista del río quienes conocen el raudal y lo pueden navegar) hacíamos al menos 
cuatro cruces por día, de esas falcas de cuatro toneladas, subíamos insumos (para 
producción coquera) y bajábamos con la pasta base por kilos… Aquí en el Raudal, 
había mucho chichipato (compradores de pasta base) dispuestos a comprar de acuerdo 
a la calidad del producto, y esto parecía siempre un hormiguero, con gente 
moviéndose todo el día y toda la noche” (Notas de campo. Junio de 2013). 
 
! 30!
Este proceso incrementó la frontera agrícola hasta las áreas de movilidad de los grupos 
Nükak. Aquellos grupos habitantes de la parte occidental del territorio tradicional, fueron 
los primeros en entrar en un contacto prolongado con los colonos (Cabrera et al, 1999). La 
presencia de los Kawene, denominación que dan los Nükak a las personas no Nükak se 
incluye en los relatos de apropiación territorial, dotándolos de poderes chamanísticos que 
les permiten afectar a los Nükak, por lo que enfermedades como la gripe, y la alta 
mortalidad de personas que esta ocasionó se incorporaron dentro de la tradición oral del 
pueblo. 
 
En el nivel nacional la segunda mitad de la década de 1970 y a lo largo de la de 1980 
representó el cambio en las políticas gubernamentales para los territorios Amazónicos. 
Como lo señala Arcila et al, (1999), por medio del programa Proradam (1974-1979)16, 
enmarcado en las investigaciones científicas ordenadas por la ley segunda del 1959 se 
inician los procesos para el aprovechamiento del área amazónica. El programa recomendó 
en su momento “la no utilización de suelos para la producción agrícola, dada su baja 
calidad para la producción” (p:72). De igual manera tal como lo evidencian Del Cairo et al 
(2014) Proradam al clasificar la economía de los campesinos como extractivista, evidencia 
cómo desde el discurso cientificista se generó la imagen del sujeto campesino como 
depredador del medio ambiente, entre tanto, las prácticas de los indígenas fueron 
catalogadas como compatibles con la conservación. De esta manera se evidencia un cambio 
en la representación de estas dos poblaciones que permea el discurso estatal, a lo que se 
suma los prejuicios que se generan con la incursión de los campesinos al negocio de la 
coca, siendo percibidos así como depredadores del medio ambiente e ilegales (Del Cairo, 
2014). Todos estos procesos económicos y políticos configuran diferentes subjetividades y 
agencias entre los habitantes de un espacio geográfico determinado, lo que lleva a una 
confrontación política de instrumentalización de dichas agencias. 
 
También, en el ámbito de lo medio ambiental desde 1978 se da la iniciativa financiada por 
el gobierno de los Países Bajos, encaminada a la investigación científica en territorios 
Amazónicos conocida como Corporación Araracuara. Por otra parte, de acuerdo con Del 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
16 Programa Radargramétrico para la Amazonía. 
! 31!
Cairo (2012) el presidente Virgilio Barco Vargas (1986-1990) profundizó en la estrategia 
de su predecesor, Belisario Betancur (1982-1986), quien cambio la confrontación por la 
negociación en los procesos de relacionamiento con pueblos indígenas. Por su parte Barco 
da inicio a una transformación legal y simbólica sobre los pueblos indígenas, y 
específicamente para el caso amazónico vincula asuntos ambientales con étnicos como eje 
de una propuesta de desarrollo integral para la región (p. 164). Un legado de esto fue la 
formulación de La política de protección de la diversidad cultural y biológica de la 
Amazonia, con las directrices de esta política se crearon 44 resguardos indígenas, y se 
constituyeron varios parques naturales nacionales; además de esto se hizo gran énfasis en la 
importancia que tienen los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas en la 
comprensión de las dinámicas territoriales y la conservación de la biodiversidad (Giraldo, 
2011). 
 
Este punto de quiebre en las políticas públicas de protección del medio ambiente representa 
también un importante paso en el reconocimiento de derechos de la diversidad cultural. Así, 
en palabras de Ulloa (2004) “las representaciones sobre los indígenas han sido 
transformadas del “sujeto colonial salvaje” en el “actor político- ecológico””(2004, p. 2). 
Para el pueblo Nükak, referente de mutualismo ecológico con el ecosistema, esto representa 
que sean reconocidos a nivel nacional como “los últimos nómadas verdes” avocándoles esta 
connotación de sujetos ecológicos. No obstante, la transformación política de lo indígena en 
el imaginario nacional, en el ámbito regional los pueblos indígenas siguen siendo 
percibidos desde el punto de vista económico, como un “obstáculo” para materializar las 
políticas de desarrollo hegemónicas, al requerir grandes cantidades de territorio para la 
producción y reproducción de su vida material y espiritual. Esto se complejiza, si se 
consideran las tensiones regionales por el uso y el control de los recursos, y las diferentes 
lógicas de uso del medio que se entrecruzan en contextos tan diversos como el del 
departamento del Guaviare. 
 
Caso contrario ocurre con los colonos que pasan de ser los héroes de la colonización a 
amenaza para el ecosistema, mientras que los ingresos del mercado de narcóticos son la 
base de la economía local de la época. Así, en palabras de Chaves (2002) “los indígenas 
! 32!
entran en el juego político que les permite su representación como sujetos étnicos 
poseedores de derechos, protectores del medio ambiente, mientras los campesinos son 
sujetos no étnicos, carentes de cultura y depredadores de los recursos naturales” (2002, p. 
168) 
 
Las movilizaciones campesinas de 1986 logran una segunda sustracción del área de reserva 
forestal, esta vez una extensión de 221.000 hectáreas. Para 1987 por medio del acuerdo 030 
de 1987 se reconoce la presencia de colonos en las cuencas de los ríos Guayabero y 
Guaviare. Las dos sustracciones del área protegida, dinamizan la colonización así como el 
mercado de tierras en el Guaviare: antes de la segunda sustracción el porcentaje de tierras 
en manos de colonos fundadores era de 47% frente a 52% de propiedad de nuevos colonos, 
posterior a la reducción del área protegida el porcentaje es de solo el 3% contra el 97% 
restante. Estos colonos no retornan a sus lugaresde origen, sino que en su mayoría se 
dedican a abrir nuevos fundos ensanchando la frontera de colonización al margen 
occidental del casco urbano de San José (Arcila et al. 1999). Estos elementos de 
organización y movilización, comienzan a manifestar un cambio en el interés en la 
propiedad de la tierra, y una búsqueda de los campesinos por entablar negociaciones con las 
autoridades civiles nacionales que permita obtener títulos legales a cambio de dejar las 
actividades ilegales. 
 
En este sentido se puede decir que los movimientos sociales, la guerra contra los cárteles de 
la droga, el surgimiento de grupos paramilitares, y especialmente la movilización de 
campesinos entre las diferentes regiones del país reconfiguraron el mapa político nacional. 
Como señala Margarita Chaves (2002): “en los años ochentas y noventas tuvo lugar la 
generación de discursos indigenistas y ambientalistas en círculos técnicos, políticos, 
académicos e institucionales, y su apropiación por parte de comunidades y dirigentes 
indígenas en el contexto de su lucha por los derechos culturales y territoriales” “(2002, p. 
171). Sin embargo, para el caso específico del Guaviare, estos discursos sólo aterrizaban en 
esporádicos programas y proyectos, que generalmente se quedaron en el centro poblado de 
San José. Sin desconocer el carácter ilegal de la producción cocalera los colonos de la zona 
se aferraron a utopías reforzadas por las dos sustracciones al área de reserva. En este 
! 33!
sentido, los caseríos y veredas se organizaron y fueron adentrándose cada vez más en áreas 
boscosas para el camuflaje de los cultivos ilícitos. En ese contexto se da en 1988 el 
contacto oficial de los Nükak con la sociedad mayoritaria. 
 
La reforma constitucional de 1991, fue sin lugar a dudas el hecho político de la última 
década del siglo XX. No solo por el reconocimiento como nación pluriétnica y 
multicultural que elevó a la máxima categoría legal el convenio 169 de la OIT, suscrito en 
Colombia por medio de la ley 21 de marzo del mismo año. La constitución del 1991 
modificó el concepto de planificación territorial que hasta la fecha se venía trabajando e 
introdujo el esquema de ordenamiento territorial articulándolo a procesos de división 
político administrativa para la conformación de provincias y regiones. En la nueva 
legislación el proceso de ordenamiento territorial dejó de ser el arreglo de espacios físicos, 
y fue redefinido en función de las actividades y relaciones humanas sobre un territorio, 
producto de acuerdos y concertaciones al interior de las comunidades y en relación con el 
Estado (Sinchi, 2004. P:53-7). Para los pueblos indígenas significó el reconocimiento legal 
de los resguardos como entidades autónomas jurídica y judicialmente. 
 
 
Para el caso de Colombia las políticas multiculturales han estado ligadas a la representación 
del indígena como sujeto ecológico. Esta nueva concepción del indígena dentro del estado 
multicultural, ha sido analizada desde diferentes enfoques. Según Del Cairo (2012) existen 
tres puntos de vista al respecto. En primer lugar, se ubican investigadores que asumen que 
las reformas multiculturales en Colombia se constituyen como formas de alienar los 
objetivos de los grupos étnicos para adaptarlos a las lógicas, necesidades e intereses del 
Estado. En segundo lugar se encuentran aquellos para quienes estas reformas son resultados 
positivos de las luchas de los mismos movimientos sociales. Y por último, se encuentra una 
posición intermedia que si bien reconoce la ambigüedad de las reformas multiculturales, 
también reconoce su potencialidad para empoderar a las minorías étnicas. 
 
En cualquiera de los casos, se evidencia como la construcción de indígena como sujeto 
político ecológico ha tenido fuerte influencia en el discurso multicultural, y al mismo 
! 34!
tiempo ha sido apropiado por los pueblos quienes han creado subjetividades ambientales en 
relación con el imaginario sobre su relación con la naturaleza. Sin embargo, en contextos 
específicos, como el amazónico, la realización de dichas subjetividades ambientales se 
restringe por el impacto de procesos políticos y económicos a diferentes escalas que inciden 
en las dinámicas ambientales. En muchos contextos prácticas de subsistencia o cosmologías 
se contraponen al discurso de desarrollo que impone unas formas particulares de 
relacionamiento con la naturaleza ligadas a las lógicas del mercado. Para el caso especifico 
de pueblos amazónicos, el sistema de relaciones políticas y económicas trasgrede su 
autonomía y les obliga a adoptar formas ajenas de explotación de los recursos naturales a 
partir de unas lógicas no sostenibles (Del Cairo, 2012). 
 
El papel de los indígenas dentro de las políticas ambientales adquiere un carácter dual, así 
por ejemplo en la constitución política de 1991 se reconoce la autonomía política de las 
poblaciones indígenas en sus territorios formalmente reconocidos como resguardos, 
situándolos como portadores de formas amigables de subsistencia acordes con las 
pretensiones de conservación de la biodiversidad pero al mismo tiempo estos no pueden ser 
la autoridad ambiental en su territorio, y su incidencia en la toma de desiciones es exigua 
(Ulloa, 2004). 
 
En el nivel regional la inclusión de la parte norte del Guaviare dentro del Distrito de 
Manejo Integral –DMI- del Área de Manejo Especial de la Macarena -AMEM- definió una 
primera figura legal de protección sobre el territorio de ocupación campesina mediante el 
decreto 1989 de 1989. En este sentido y buscando una mejor gobernanza de lo ambiental en 
regiones de ocupación reciente se expidió la ley 160 de 1994 que creo las zonas de reserva 
campesina. En el artículo 81, la ley señala “Salvo lo dispuesto en el artículo 83 de la 
presente Ley, las Zonas de Colonización y aquellas en donde predomine la existencia de 
tierras baldías, son Zonas de Reserva Campesina”17 . Los procesos de organización 
campesina surgen como actores político-ecológicos, bajo la esperanza de legalización de 
territorios y apoyos económicos para superar la dependencia de la economía de la coca. 
 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
17 Solo hasta el año 2014 el artículo fue declarado exequible bajo el condicionamiento de la no existencia de territorios 
indígenas, casos para los cuales se debe realizar la consulta previa. 
! 35!
Durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2006 y 2006-2010) la política bandera 
fue la “Seguridad Democrática” con los respectivos plan Colombia y Plan Patriota. Esta 
política se centró en diezmar la capacidad de grupos armados ilegales, direccionando los 
recursos al tema de defensa y al fortalecimiento de las fuerzas militares. A esta política 
subyace un ideal de desarrollo motivado por visiones extractivistas que responden a 
algunos intereses de capitales privados (Barbero, 2014). Desde esta perspectiva las zonas de 
reserva quedaron al margen, y muchos líderes de movimientos sociales fueron asesinados o 
amenazados por los grupos paramilitares. Del mismo modo, las políticas antinarcóticos 
como sustitución de cultivos ilícitos y las fumigaciones contravienen las pretensiones de 
conservación ambiental, con consecuencias en el medio ambiente que afectan el bienestar 
de poblaciones tanto campesinas como indígenas 
 
El incremento de recursos nacionales e internacionales para auspiciar la lucha contra el 
terrorismo18 y la producción de narcóticos, sumado a la arremetida paramilitar en la región, 
implicó fuertes enfrentamientos por ganar el control militar del medio río Guaviare. Las 
acciones hostiles perpetradas incluyeron acciones contra la población civil, como la que se 
presentó en la localidad de la Charrasquera, que presenciaron los Nükak Meo muno en 
2003, y que fue la causa principal del desplazamiento de este grupo. Un par de años más 
tarde por amenazas del grupo subversivo

Continuar navegando

Materiales relacionados

277 pag.
848 pag.
plan-nacional-de-desarrollo-2022-2026-colombia-potencia-mundial-de-la-vida

Centro Educativo Sergio Arboleda

User badge image

Mike Andres Lopez Rivera