MENTORÍA

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MENTORÍA
La mentoría es un vínculo de enseñanza y aprendizaje que se establece entre un individuo que dispone de mucha experiencia y otra persona que aspira a desarrollarse. De este modo, el mentor ayuda al discípulo a explotar sus capacidades.
Cabe destacar que el término mentoría no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, FundéuRAE aclara que el uso de la palabra es correcto ya que se trata de una derivación apropiada de mentor: un guía o maestro.
Incluso puede usarse la noción de mentorazgo para referirse a la relación entre el consejero y el aprendiz. En cambio, FundéuRAE recomienda evitar el vocablo inglés mentoring debido a que, como hemos visto, puede reemplazarse por expresiones de nuestro idioma.
Si tienes solo unos segundos, lee estos puntos claves:
La mentoría es un proceso de transmisión de saberes, donde el mentor guía al mentorado y también se beneficia de retroalimentación.
Este tipo de relación puede darse en varios ámbitos y su origen es muy antiguo, proviene de la época de la Odisea de Homero y ha cobrado gran importancia en el siglo XXI, especialmente en el ambiente corporativo.
Existen distintos tipos de mentorías que pueden ser formales e informales, grupales, inversas, entre pares, express o cruzadas, todas con el fin de promover la autorrealización, fomentar la creatividad y contribuir al desarrollo profesional.
La mentoría
La mentoría es un proceso a través del cual el mentor transmite conocimientos, estimula y guía al mentorado (también conocido como mentoreado o mentoreando). Aunque se plantea como un vínculo asimétrico, con el paso del tiempo la distancia entre el más experimentado y el aprendiz tiende a desaparecer y es posible que ambos terminen convirtiéndose en colaboradores o pares.
Asimismo, hay que considerar que se genera una retroalimentación entre los dos participantes, con lo cual el mentor también adquiere nuevos saberes y se beneficia del lazo establecido.
La mentoría puede darse en múltiples ámbitos. En un sentido general, puede afirmarse que se basa en el establecimiento de una relación para la transmisión de conocimientos y habilidades a través de la comunicación y el acompañamiento.
Su historia
La historia de la mentoría es muy antigua. La idea proviene de un personaje que aparece en la Odisea de Homero: Méntor, un amigo de Ulises (también llamado Odiseo). De acuerdo a la mitología, Ulises le pidió a Méntor que se encargue de la formación de su hijo Telémaco. A su vez, la diosa Atenea eligió adoptar la apariencia de Méntor para escoltar a Telémaco cuando salió en búsqueda de su padre.
Pueden encontrarse procesos de mentoría entre los ancianos y los jóvenes de tribus aborígenes, en la labor realizada por los gurús hindúes y en la enseñanza que se impartía en los gremios de la Edad Media. Incluso es posible considerar que Jesucristo y sus discípulos se vincularon de esta forma.
De todos modos, el concepto adquirió una fuerza renovada en el siglo XXI, sobre todo en el ámbito corporativo. Ante los cambios constantes y la inmediatez del mundo de hoy, este modelo de enseñanza aparece como una alternativa válida y útil que va más allá de la acumulación de conocimientos.
En este sentido, se asocia la mentoría al coaching. En este esquema, el coach es alguien que tiene más pericia que el coachee, lo que le permite orientarlo y brindarle consejos. No obstante, a diferencia de la mentoría, el coaching apunta a objetivos concretos o a actividades específicas y no se orienta a un progreso integral.
Características de la mentoría
La mentoría requiere de confianza para llevarse a cabo. El aprendiz tiene que confiar en la colaboración que le brinda el mentor, quien por su parte debe estar convencido del compromiso de su alumno.
La finalidad es que aquel que aprende gane autonomía y logre un avance o crecimiento progresivo en su desarrollo personal. En esa evolución, poco a poco, va logrando su empoderamiento.
Puede entenderse la mentoría como una forma de educación. No suele haber, sin embargo, una evaluación de la instrucción ni del rendimiento. La supervisión del cumplimiento de los objetivos es más bien informal: el resultado se refleja en la eventual transformación del aprendiz y en su mejora continua.
Clasificación según el tipo
La mentoría puede clasificarse de distintas maneras. Se habla de una mentoría informal cuando el vínculo se forja según los criterios del mentor y el mentoreando, quienes establecen los plazos y las características del proceso.
Una mentoría formal, en cambio, se enmarca en algún tipo de programa o esquema. En estos casos hay una estructura que delimita las reglas y fija los objetivos.
La mentoría grupal, como su denominación lo indica, se da cuando un mentor brinda su asesoramiento y acompañamiento a varias personas de manera simultánea. La orientación de este procedimiento, que se suele facilitar gracias al uso de recursos tecnológicos (como las redes sociales o los sitios wikis), es hacia el crecimiento del conjunto.
Si bien esta clase de vínculo siempre implica una retroalimentación, se alude a una mentoría inversa cuando el mentor aprende de las características del aprendiz. Otra posibilidad es que se desarrolle la denominada mentoría entre pares, que se nutre del intercambio de experiencias.
La mentoría express (mediante reuniones aisladas y sin un seguimiento) y la mentoría cruzada (con intercambios entre guías y aprendices de diferentes empresas) son otros tipos de mentoría. Siempre se espera que la interacción, en cualquiera de las modalidades, ayude a la autorrealización, fomente la creatividad, brinde inspiración y contribuya al éxito y el desarrollo profesional.