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PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL, Otto J Ajalcriña Hernández (1)

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FONDO EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL
© Otto J. Ajalcriña Hernández
Editado por:
© UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO
Av. América Sur N° 3145, 
Urb Monserrate, Trujillo, Perú
Teléfono (51) 44 604444, anexo 2087
wwww.upao.edu.pe
Primera edición digital del Fondo Editorial UPAO, Setiembre 2020
ISBN N° 978-612-4479-11-3
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 5
PREFACIO
 
La Cirugía Bucal, siendo vista sobre sus dos columnas que la soportan, se 
consagra al estudio, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación 
de las diferentes patologías congénitas o adquiridas de toda la estructura 
facial. 
Cabe resaltar que, como toda ciencia de la salud, su máximo objetivo es 
lograr que el paciente, percibido de manera holística, vea ARTE basado en 
CIENCIA, que son las columnas antes mencionadas. Como profesionales 
de la salud, no podríamos transitar en armonía sin la praxis de cada una 
de ellas. 
Si la trasmisión de conocimiento es una muestra del brillo de un letrado 
que busca ser maestro, esta publicación tiene como objetivo contribuir 
al enriquecimiento de la cultura, dentro del campo clínico y quirúrgico 
del aparato estomatognático. Siempre, claro está, bajo la fiel guía de un 
adecuado protocolo de historia clínica, que empieza con la anamnesis, 
seguido del examen físico y el uso de exámenes auxiliares, facilitadores 
del diagnóstico correcto de nuestro paciente, que permiten aplicarle el 
tratamiento adecuado para su retorno a un estado de bienestar físico, 
mental y social, trinomio de la salud.
La recopilación de conocimientos y experiencias con base científica que 
el autor ha logrado plasmar, conseguirá iluminar a los neófitos y actualizar 
a los versados, y así motivarlos en su vida profesional, sin dejar de lado 
criterios humanísticos que son fundamentales para el desarrollo y 
crecimiento de la sociedad. Se deja al lector la valoración y el aprecio de 
la utilidad práctica que contiene este libro para la consolidación de sus 
saberes. 
Luis Jonathan Díaz Cadillo
Cirujano de Cabeza y Cuello
CMP 52192 RNE 38561
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 7
DEDICATORIA
La siguiente obra está dedicada a mis padres 
José y Margarita, por haberme inculcado los 
valores y el estudio.
A mi amada esposa María victoria, por el apoyo 
incondicional que en todo momento me brindó, 
así como a mis hijos, hermanos y sobrinos 
Otto Fabricio, Tatiana, Andrea, Zoe, Luis, José 
Félix, Ronald, Raciel, Jimmy y Jhoanna, por 
estimularme en busca del conocimiento. 
Y a mis hermanos espirituales del Silencio Nº 
99 del valle de Trujillo, que han hecho de mí un 
hombre libre y de buenas costumbres.
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL8
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 9
AGRADECIMIENTOS
Mi especial agradecimiento al doctor Helard 
Ventura Ponce, cirujano oral y maxilofacial de la 
Universidad Peruana Cayetano Heredia, por sus 
enseñanzas.
 
Mi agradecimiento eterno al Dr. Henry Miranda 
Gutiérrez, especialista en medicina y patología 
estomatológica de la Universidad Particular 
Antenor Orrego y del Hospital Regional Docente 
de Trujillo por su valioso aporte en el capítulo de 
biopsia en la cavidad bucal.
Al Dr. Juan Sánchez Haro, cirujano bucal y 
maxilofacial, por sus valiosos aportes y por la 
confianza depositada en mi persona
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 11
CONTENIDO
Cap.1 
Historia clínica y evaluación 
del paciente
Cap. 2 
Imagenologia en cirugía 
bucal y maxilofacial
Cap. 3 
Anestésicos locales
Cap. 4
Infecciones de origen 
odontogénico
Cap. 5 
Instrumentos básicos en 
cirugía bucal
Prefacio
Dedicatoria
Agradecimientos
Cap. 6 
Principios básicos en cirugia 
bucal
Cap. 7 
Accidentes y complicaciones en 
cirugía dentoalveolar
Cap. 8 
Extracción de dientes 
(exodoncia) 
Cap. 9 
Cirugia de dientes incluidos, 
impactados o retenidos
Cap. 10 
Lesiones de los nervios en 
cirugía bucal
Cap. 11 
Autotransplante de diente
Cap. 12 
Cirugía periapical o endodóntica
13
109
131
139
147
05
07
09
27
17
41
83
93
61
71
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL12
Cap. 13 
Cirugía preprotésica
Cap. 14 
Traumatología dentoalveolar
Cap. 15 
Lesiones de los tejidos blandos
Cap. 16
Biopsia en cavidad bucal 
Lectura 
recomendada 
187
195
153
165
181
Capítulo
13
Según la definición del Diccionario de la Real Academia 
Española, la semiótica es el estudio de los signos de las 
enfermedades; la semiotecnia es la técnica de la búsqueda 
del signo y la clínica propedéutica es la enseñanza que 
ayuda a reunir y explicar los signos y síntomas para llegar a 
un diagnóstico que reconoce la enfermedad.
La semiología bucal se preocupa de llevar al cirujano 
dentista al diagnóstico en base a una entrevista, a un examen 
detallado de las alteraciones y a la interpretación de los 
diferentes exámenes complementarios que nos permiten 
planificar un tratamiento y establecer un pronóstico.
La evaluación en el preoperatorio tiene por objetivo reducir 
el riesgo quirúrgico del paciente y la morbilidad de la 
cirugía, basándose en la premisa de modificar la atención al 
paciente y mejorar los resultados.
Se requiere que todos los pacientes reciban una evaluación 
anestésica en el preoperatorio y la Sociedad Americana 
de Anestesiología (ASA) ha aprobado normas básicas para 
el cuidado preoperatorio con los requisitos mínimos para 
una evaluación correcta. La evaluación preoperatoria del 
paciente es de suma importancia para el desarrollo de un 
plan anestésico quirúrgico, seguro y apropiado tanto para 
el clínico como para el propio paciente.
Historia clínica y 
evaluación del paciente
01
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL14
Historia clínica del paciente a 
intervenir quirúrgicamente
En cirugía bucal es importante una detallada 
historia clínica médica estomatológica, 
ya que proporciona el marco en el que el 
clínico construye un diagnóstico y un plan de 
tratamiento preciso y efectivo. La evaluación 
inexacta o incompleta, así como los exámenes 
extraclínicos o complementarios innecesarios o 
un mal diagnóstico pueden dar lugar a un retraso 
o complicación en el tratamiento.
Es de suma importancia revisar los antecedentes 
médicos del paciente porque pueden 
proporcionar información importante y ahorrar 
tiempo durante el proceso de la entrevista. 
El paciente debe describir la historia de la 
enfermedad actual, para reunir información 
con respecto a la aparición, intensidad, calidad, 
ubicación, duración, radiación, y cualquier 
exacerbación. Los síntomas que se relacionan 
con la enfermedad actual también deben 
tenerse en cuenta. La queja o motivo principal de 
consulta pueden incluir dolor, movilidad dentaria, 
hemorragia, fiebre, escalofríos, pérdida de peso, 
debilidad, etc.
La historia médica, por otro lado, alerta al 
odontólogo clínico o al cirujano bucal de 
cualquier enfermedad preexistente que pueda 
tener un impacto en las cirugías programadas. 
Una historia familiar puede revelar factores de 
riesgo para los pacientes, así como la posibilidad 
de enfermedades hereditarias tales como la 
hemofilia o la hipertermia maligna.
La historia social de un paciente debe incluir 
información en relación a los hábitos como el 
consumo de tabaco, alcohol o drogas. Estos 
hábitos pueden afectar de forma negativa a 
la curación y aumentar el riesgo del paciente 
para someterse a un procedimiento quirúrgico 
planificado.
La revisión anamnésica de los sistemas y 
aparatos tiene que ser un método integral, 
hay que indagar acerca de los síntomas de un 
paciente. Esta revisión de los sistemas puede 
revelar condiciones médicas no diagnosticadas 
desconocidas para el paciente.
Exploración física
En la exploración física se refuerza aún más la 
parte de la anamnesis y se refuta las impresiones 
obtenidas en el resto de la historia clínica. 
Los signos vitales se registran al comienzo 
del examen físico y estos incluyen la presión 
arterial, el pulso, la frecuencia respiratoria y la 
temperatura. El aspecto general del pacientedebe tenerse en cuenta.
Morbilidades / enfermedades 
sistémicas
El cirujano dentista clínico debe evaluar los 
posibles factores de riesgo que se presentan 
en el paciente y entender su efecto sobre el 
tratamiento. Los cambios en la frecuencia 
respiratoria, la frecuencia o ritmo cardiaco, la 
presión arterial pueden ocurrir durante la cirugía 
y tener efectos perjudiciales, especialmente 
en aquellos pacientes con alguna morbilidad. 
Los riesgos de complicaciones son mayores 
cuando se atiende a pacientes que ya están 
médicamente comprometidos. Muchos eventos 
adversos se pueden prevenir mediante la 
evaluación preoperatoria, junto con la atenta 
monitorización intraoperatoria.
Sistema cardiovascular
Enfermedad del corazón
Las complicaciones cardiacas tras la cirugía 
constituyen una enorme carga para la morbilidad 
y la mortalidad perioperatoria. En el Perú y 
Latinoamérica, al año algunas operaciones se 
complican por eventos adversos cardiovasculares, 
como el infarto agudo de miocardio o muerte 
por causas cardiacas. Los factores de riesgo 
son la diabetes, la hipertensión, antecedentes 
familiares de enfermedades del corazón, la 
hipercolesterolemia y la obesidad. Ciertas 
poblaciones de pacientes como los ancianos, 
diabéticos o mujeres pueden presentarse con 
características atípicas.
Los diversos métodos para evaluar el riesgo 
cardíaco de un paciente antes de la cirugía bucal 
incluyen una historia médica estomatológica 
cuidadosa, y la interconsulta con el medico 
cardiólogo que realizará estudios sobre la 
tolerancia al ejercicio, la exploración física y 
un electrocardiograma (ECG). Sobre la base de 
esta información, los diversos índices de riesgo 
y las directrices pueden ayudar al cirujano 
bucal y maxilofacial para decidir qué pacientes 
pueden someterse a una cirugía del sistema 
estomatognático. La evaluación de riesgos 
consiste en evaluar las morbilidades de los 
pacientes y la tolerancia al ejercicio, así como el 
tipo de procedimiento a realizar para determinar 
el riesgo general de posibles complicaciones 
cardiacas perioperatorias. La tolerancia al ejercicio 
es un determinante importante del riesgo cardíaco 
y la necesidad de realizar más pruebas. 
Hipertensión arterial
Dentro de las enfermedades cardiovasculares 
la hipertensión arterial es una enfermedad 
que puede aumentar el riesgo cardíaco 
perioperatorio. La hipertensión se ha asociado 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 15
con un aumento en la incidencia de la isquemia 
de miocardio. El comité nacional conjunto sobre 
prevención, detección, evaluación y tratamiento 
de la hipertensión arterial de los EEUU de 
América ha revisado su definición. Los pacientes 
hipertensos con hipertrofia ventricular izquierda 
están en un riesgo cardiaco perioperatorio mayor 
que los pacientes no hipertensos.
Actualmente existen controversias en cuanto a 
si se debe demorar un procedimiento quirúrgico 
en un paciente con hipertensión no tratada o mal 
controlada. El tratamiento agresivo de la presión 
arterial alta hace disminuir el riesgo a largo plazo. 
Los pacientes con hipertensión arterial severa 
son más propensos a la isquemia miocárdica 
perioperatoria y a las arritmias ventriculares. 
Para los pacientes con presión arterial superior 
a 180/110 mmHg, no existe evidencia absoluta 
de que el aplazamiento de la cirugía disminuya 
el riesgo cardiaco. Los pacientes sin cambios en 
la presión, tales como la insuficiencia renal o la 
hipertrofia ventricular izquierda, pueden estar 
adecuadas para proceder con el acto quirúrgico. 
Sin embargo, los pacientes con una presión 
arterial marcadamente elevada y la aparición 
de un dolor de cabeza, se debería retrasar la 
cirugía para un tratamiento médico posterior. Los 
pacientes con hipertensión arterial pueden tener 
un volumen intravascular contraído y por lo tanto 
tienen una mayor susceptibilidad a los efectos 
de los vasodilatadores, sedantes y agentes 
anestésicos. Para la cirugía electiva lo mejor es 
tener la presión arterial del paciente en forma 
óptima antes de la cirugía.
Los factores de riesgo para los pacientes con 
presión arterial alta incluyen el tabaquismo, la 
hipercolesterolemia, el aumento de la edad, 
los antecedentes familiares de enfermedad 
cardiovascular y la diabetes. La hipertensión 
arterial no tratada causa la enfermedad coronaria, 
cardiomegalia, insuficiencia cardíaca congestiva 
y lesión de órganos diana. Al evaluar un paciente 
con hipertensión, es importante determinar la 
presencia de daño a un órgano (corazón, pulmón y 
sistemas cerebrovasculares). Una presión arterial 
sistólica elevada puede ser un mejor presagio 
de la isquemia miocárdica postoperatoria que la 
presión arterial diastólica elevada.
Sistema pulmonar
En el sistema respiratorio las complicaciones 
pulmonares son una causa importante de 
morbilidad en pacientes sometidos a una 
intervención quirúrgica y son más frecuentes que 
las complicaciones cardiacas con una incidencia 
de 5-10%. Estas complicaciones pulmonares 
perioperatorias incluyen atelectasia, neumonía, 
bronquitis, broncoespasmo, hipoxemia y 
complicaciones respiratorias. En los pacientes 
con enfermedad del tracto respiratorio superior, 
la cirugía debe retrasarse al menos 2 semanas 
después de la resolución de la enfermedad. 
Los estudios indican una incidencia de 10% 
de complicaciones respiratorias graves, así 
como paro cardíaco, neumonía y la intubación 
prolongada debido al aumento de esputo, 
cuando la cirugía se realiza en pacientes con una 
infección del tracto respiratorio superior activa.
Durante la evaluación prequirúrgica, el cirujano 
bucomaxilofacial debe pedir una interconsulta con 
el neumólogo o médico internista para obtener 
información acerca de la tolerancia al ejercicio, tos 
crónica o disnea inexplicada. En el examen físico 
realizado por el especialista son de importancia los 
hallazgos de ronquidos, sibilancias, disminución 
de los ruidos respiratorios, ruidos a la percusión y 
una fase de espiración prolongada. 
Las pruebas de función pulmonar preoperatorias 
son reservados para los pacientes con resección 
pulmonar o aquellos sometidos a cirugía mayor, que 
tienen signos y síntomas pulmonares inexplicables 
después de una historia y examen físico.
Obesidad
Un paciente se considera obeso cuando su peso 
corporal es 20% mayor de su peso ideal. La 
obesidad se puede medir por el índice de masa 
corporal (IMC), que se obtiene dividiendo el peso 
corporal en kilogramos por la altura en metros al 
cuadrado (IMC = PC/K x Am2).
Los estudios indican que un IMC superior a 30% 
sugiere un aumento de la morbilidad debida 
a un accidente cerebrovascular, enfermedad 
cardíaca y diabetes. Estas condiciones indican 
la necesidad de una evaluación del médico 
especialista, con respecto a la vía aérea del 
paciente y del estado cardíaco y pulmonar. 
Incluso con una vía respiratoria adecuada, la 
ventilación puede ser difícil debido al tamaño del 
paciente y una tendencia a la hipoxemia. Además 
se debe tener en cuenta que puede haber 
cambios cardiovasculares importantes.
El cirujano bucomaxilofacial también debe 
tener presente el bajo índice de masa corporal, 
especialmente el que sugiere un trastorno 
alimentario. La deficiencia nutricional puede 
estar presente junto a cambios significativos 
en el sistema cardíaco, desequilibrios de 
electrolitos y fluidos, retraso del vaciado gástrico 
y anormalidades endocrinas graves.
Exámenes imaginológicos
Dentro del plan de trabajo para el diagnóstico, 
se determinará que las radiográficas son 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL16
obligatorias. Las radiografías simples, la 
tomografía computarizada de haz en abanico 
o de haz cónico (TC), la arteriografía son útiles 
de acuerdo al caso. Los riesgos asociados a la 
radiación con estos estudios deben ver el riesgo 
beneficio frente a la ventaja por parte de ellos.
Exámenes de laboratorio
Algunas instituciones médicas y estomatológicas 
tienen protocolos de pre admisión basados 
en factores comola edad del paciente. En el 
preoperatorio las pruebas de laboratorio deben 
ser ordenadas en base a indicaciones de la 
historia y al examen físico. Una historia clínica 
y un buen examen físico se deben utilizar para 
identificar condiciones médicas que puedan 
afectar el manejo perioperatorio, así como para 
indicar pruebas de laboratorio más directas o 
realizar interconsultas con el medico especialista.
Evaluación del riesgo anestésico y 
quirúrgico
Una vez que el cirujano bucomaxilofacial ha 
reunido información a través de la entrevista y 
la examinación del paciente puede clasificarlos, 
según la Sociedad Americana de Anestesiología 
(ASA), usando la clasificación del estado físico 
(Tabla 1.2). Los pacientes con una clasificación 
ASA inferior representan un riesgo quirúrgico 
menor que los pacientes con una enfermedad 
sistémica grave. Este sistema es muy útil en la 
identificación de factores de riesgo por lo que 
cualquier modificación en el plan de tratamiento 
se puede llevar a cabo. 
Estado Estado de enfermedad
ASA 1 Sin perturbación orgánica, fisiológica, bioquímica o psiquiátrica
ASA 2
Leve a moderada perturbación sistémica que puede no estar relacionada con 
la razón para la cirugía
ASA 3
Severa perturbación sistémica que pueden o no estar relacionado con la razón 
de la cirugía
ASA 4 Severa perturbación sistémica que es potencialmente mortal con o sin cirugía
ASA 5
paciente moribundo que tiene pocas posibilidades de sobrevivir, pero se 
sometió a la cirugía como último recurso (los esfuerzos de reanimación)
Operación de 
emergencia (E)
Cualquier paciente en el que se requiere una operación de emergencia
Tabla 1.2 Sociedad Americana de Anestesiología clasificación del estado físico.
Paciente ambulatorio vs pacientes 
hospitalizados
Una vez que el cirujano ha recogido la 
información pertinente durante el estudio 
preoperatorio debe decidir la mejor forma de 
realizar el procedimiento quirúrgico. Los factores 
de riesgo del paciente también deben ser una 
parte importante de la decisión sobre dónde 
realizar el procedimiento. Los pacientes con 
condiciones sistémicas como un mal control 
de la obesidad o hipertensión mal controlada 
deben ser cuidadosamente evaluados y las 
pruebas preoperatorias deben llevarse a cabo 
para determinar el riesgo quirúrgico. Los factores 
como la edad avanzada, un tiempo quirúrgico 
mayor a 120 minutos, los diagnósticos cardíacos, 
enfermedad vascular periférica, enfermedad 
cerebrovascular, cáncer, inmunodeficiencias 
pueden poner a los pacientes en un mayor riesgo 
de hospitalización inmediata.
Las ventajas de realizar la cirugía en un hospital 
incluyen la incorporación de un anestesiólogo 
para administrar anestesia durante el 
procedimiento quirúrgico. Las técnicas de 
imágenes como la ecografía, TAC, radiografías 
de tórax están fácilmente disponibles, así como 
las de química sanguínea para diagnosticar 
y tratar las complicaciones rápidamente. 
Igualmente procedimientos como la radiología 
intervencionista y la embolización están 
disponibles. En última instancia la decisión sobre 
dónde realizar una cirugía depende del cirujano 
y del paciente informado, teniendo en cuenta el 
tipo y duración del procedimiento, los factores 
de salud y seguridad del paciente.
Resumen
La evaluación preoperatoria es de suma 
importancia para evaluar el estado de salud 
bucal y el estado de salud general del paciente, 
así como determinar los factores de riesgo 
y la educación sobre ellos. El objetivo de la 
evaluación preoperatoria es reducir el riesgo del 
paciente y la morbilidad de la cirugía.
Capítulo
17
Imagenología en cirugía 
bucal y maxilofacial
De los exámenes imaginológicos la radiología es el medio 
auxiliar fundamental en cirugía bucal y maxilofacial, porque 
confirma muchos de los datos observados en la historia 
clínica. La patología quística es normalmente diagnosticada 
como un hallazgo radiográfico.
Los exámenes radiográficos más comunes en cirugía 
bucal y maxilofacial son las radiografías intraorales y las 
panorámicas. Sin embargo, la tomografía computarizada 
(TC) y la resonancia magnética (RM) también son comunes 
en los exámenes imaginológicos de muchas condiciones 
nosológicas. Es importante tratar de minimizar la dosis de 
radiación al paciente (especialmente niños). La tomografía 
computarizada puede dar dosis absorbidas, potencialmente 
significativas para el paciente y la tendencia actual es el 
uso de una técnica de dosis baja de radiación, pero esto 
puede ser a expensas de la calidad de la imagen y su uso 
dependerá del problema clínico.
02
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL18
Tomografía computarizada (TC)
Dentro de la imagenología la tomografía 
computarizada es una técnica digital que 
proporciona imágenes de cortes muy delgados 
en el paciente, cuyo grosor de corte puede ser 
inferior a 1 mm mediante el uso de pequeños 
detectores de rayos X y un haz de rayos X 
en forma de abanico transmitido a través del 
paciente. Al escanear simultáneamente varias 
secciones del cuerpo (TC multicorte), el tiempo 
del ciclo se puede reducir significativamente de 
tal manera que en los detalles más pequeños 
se puedan obtener imágenes con un tiempo 
de análisis muy cortos y tridimensionales (3D). 
Estas permiten una amplia gama de aplicaciones 
clínicas a través del uso de un software de 
computadora. Las imágenes se pueden ver en 
un plano axial, coronal y sagital o en función de 
la tarea de diagnóstico.
Esto se conoce como formación de imágenes 
multiplanar reformateado (IMR), cuyas imágenes 
también se pueden ver en cualquier otro 
plano decidido por el operador. La tomografía 
computarizada tiene la ventaja sobre otras 
técnicas radiográficas porque elimina la 
superposición de imágenes de aquellas 
estructuras fuera del área de interés y tiene 
una resolución que las diferencias entre los 
tejidos que difieren en densidad física. Para la 
visualización de cada imagen, a cada píxel se le 
asigna un número de TC (Unidades Hounsfield - 
UH) que representa la densidad. Por ejemplo, la 
densidad del aire se define como 1000 UH, la del 
agua como 0 UH y la del tejido óseo tiene más de 
400 UH. Para que el observador pueda interpretar 
la imagen, se muestran sólo un número limitado 
de UH. A escala de grises clínicamente útil se 
consigue estableciendo el nivel y anchura de la 
ventana en la pantalla de la computadora a un 
intervalo adecuado de UH, dependiendo del 
tejido que se está estudiando. 
El término “nivel de la ventana” representa la UH 
central de todos los números dentro del ancho 
de la ventana. La anchura de la ventana cubre 
la UH de todos los tejidos de interés y éstos se 
muestran como varios tonos de gris.
Tomografía computarizada de haz 
cónico (TC de haz cónico)
La TC de haz cónico se basa en la tomografía 
volumétrica, en contraste con la TC de haz en 
abanico convencional en la que se exploran las 
rebanadas. A partir de esto, las rebanadas de 
volumen pueden ser reconstruidas en varios 
planos. 
Una de las ventajas de la TC de haz cónico en 
comparación con la TC convencional es la 
menor dosis de radiación. La dosis de radiación 
se reduce hasta en un 98% en comparación 
con TC convencional y es comparable a 2 o 3 
radiografías panorámicas como promedio. El 
tiempo de exploración es relativamente corto 
(alrededor de 10 segundos) y la resolución es alta 
(es decir, alrededor de 0,125 mm) y se aproxima 
a la de la TC de haz en abanico. El software está 
generalmente adaptado a la imagen maxilofacial 
y es en tiempo real interactivo, por ejemplo para 
la planificación de implante.
En la TC de haz cónico y la TC convencional los 
artefactos son producidos por objetos metálicos 
y es importante evitar la exposición de los 
empastes de metal y coronas.
Resonancia magnética (RM)
Este tipo de imagenología no usa radiación 
ionizante, sino que utiliza campos magnéticos 
para alinear protones en el cuerpo, los que 
luego pueden ser grabados electrónicamente 
a medida que vuelven a suorientación de 
referencia y formatear para construir una imagen. 
Hay, sin embargo, algunas contraindicaciones ya 
que la presencia de metales ferromagnéticos es 
un peligro potencial. Los pacientes con objetos 
magnéticos o paramagnéticos metálicos, 
marcapasos y clips metálicos no deben ser 
examinados. En la paciente gestante es una 
contraindicación relativa.
Con relación a su ventaja la RM ofrece una mejor 
resolución sobre los tejidos de bajo contraste y 
tiene una excelente resolución de contraste en 
los tejidos blandos. Por otro lado, la desventaja es 
relativa porque el tiempo de imagen es largo y los 
pacientes que sufren de claustrofobia no pueden 
ser examinados. En los pacientes claustrofóbicos 
se utilizan a veces escáneres de resonancia 
magnética abiertos, pero las imágenes son de 
baja resolución y son generalmente inadecuadas 
para las imágenes de cabeza y el cuello.
Dientes impactados
La evaluación preoperatoria de un diente 
impactado por lo general consta de dos 
radiografías intraorales expuestos a diferentes 
ángulos (Fig. 2.1 A y B) o una radiografía 
panorámica. El uso de placas intraorales en 
proyecciones diferentes, da una idea de la 
verdadera anatomía de los terceros molares 
cuando se compara con la observación clínica. 
Las radiografía intrabucal y panorámica suelen 
ser suficientes para mostrar la relación entre las 
raíces del tercer molar y el conducto mandibular. 
Sin embargo el estrechamiento del conducto, 
el aumento de radiolucidez y la interrupción de 
la cortical alveolar puede justificar un examen 
con TC. La TC Conebeam ha demostrado tener 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 19
Fig. 2.1 Tercer molar inferior impactado en una posición horizontal y mesioangular. (a) Radiografía periapical tomada con + 10 ° 
angulación vertical del tubo de rayos X. se observan raíces fusionadas en relación al conducto mandibular. (b) radiografía periapical 
tomada con +10 ° angulación vertical del tubo de rayos X. Se observa dos raíces la distal corta y curvada y la mesial cerca al canal 
mandibular. (c) TC de haz cónico de 1 mm de espesor. Imagen superior izquierda; sección transversal de la mandíbula a través de las 
raíces. El canal mandibular se ve por debajo de las raíces mesiales, lingual a la raíz vestibular y vestibular a la raíz lingual. La imagen 
superior derecha es una vista sagital de la pieza vestibular del diente y la raíz mesiovestibular recta. La sección inferior muestra una 
vista axial de los dientes, que está situado cerca del hueso compacto lingual. (d) Igual que (c), pero la sección se coloca en lingual. 
La raíz mesio-lingual curva se muestra en la vista sagital.
una alta precisión diagnóstica para predecir la 
exposición del paquete dentario inferior (VAN) 
durante la extracción de los terceros molares 
impactados. Fig. 2.1 muestra un tercer molar 
mandibular con una complicada anatomía de la 
raíz tomada con TC de haz cónico.
Este tipo de TC de haz cónico también ha 
demostrado ser útil cuando se examinan los 
dientes incluidos en otras regiones, como en la 
localización de los caninos superiores incluidos 
y de la misma forma se observa mejor la 
reabsorción radicular en los incisivos adyacentes 
en comparación con la radiografía convencional. 
La fig. 2.2 muestra un examen de TC de haz cónico 
de un canino maxilar no erupcionado provocando 
la reabsorción de la raíz del incisivo lateral.
Lesiones inflamatorias, quistes, 
tumores benignos y malignos
El principal objetivo del examen radiográfico es 
dar una información que lleve al diagnóstico más 
probable para que el tratamiento sea oportuno 
y óptimo. El examen debe cubrir toda la zona 
patológica en al menos dos dimensiones. Una 
combinación de diferentes técnicas radiográficas 
puede conducir a un diagnóstico más seguro, 
pero siempre se debe de tener en cuenta que 
el tratamiento no debe ser afectado por los 
exámenes prolongados, en tal caso deben estar 
justificados. Hay algunos signos radiológicos que 
siempre deben buscarse en la interpretación 
radiológica de estados patológicos, tales como:
• Ubicación y tamaño
• Periferia y forma
• Estructuras internas
• Efectos sobre las estructuras circundantes
a b
c d
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL20
Fig. 2.2 Examen con TC de haz cónico de un canino no erupcionado maxilar provocando la reabsorción de la raíz del incisivo lateral. 
La corona del canino se encuentra por palatino a la raíz del incisivo. (a) Parte superior izquierda, vista sagital. Parte superior derecha, 
la sección transversal de la maxila. Inferior, vista axial. (b) Igual que (a), pero las de 1 mm de sección gruesa se coloca más palatina 
en la sección sagital. La punta de la raíz del canino es mesial curvada.
Lesiones de origen inflamatorio
En la región de los maxilares existen varias lesiones 
que se presentan como zonas radiolúcida, una 
de ellas las lesiones inflamatorias localizadas 
en el área periapical y que son los cambios más 
comunes. 
No es posible diferenciar radiológicamente entre 
un quiste radicular y una periodontitis apical. Los 
quistes radiculares tienden a ser más grande 
que los granulomas periapicales, pero una gran 
variación en el tamaño se ha demostrado para 
ambos tipos de lesiones. 
Esto no es un problema de diagnóstico para las 
pequeñas radiotransparencias periapicales y con 
un tratamiento endodóntico tiene una alta tasa 
de éxito y la prevalencia de verdaderas lesiones 
quísticas es baja. En el seguimiento después 
del tratamiento de la endodoncia y la cirugía 
periapical es importante estandarizar el examen 
radiográfico con respecto a la proyección, la 
densidad y el contraste de la imagen para poder 
comparar diferentes exámenes. Por ejemplo, 
en la Fig. 2.3, la proyección se cambió entre las 
dos radiografías tomadas en la misma ocasión 
y parece que el tamaño de la destrucción del 
hueso periapical ha cambiado.
La TC de haz cónico será considerada cuando 
ninguna patología detectable sea posible con 
las radiografías periapicales y la exploración 
física indique alguna patología existente, como 
las lesiones periapicales. Esto es especialmente 
importante en los pacientes con enfermedades 
crónicas como la sinusitis maxilar, cuya causa 
odontogénica puede encontrarse hasta en un 
40% de los pacientes con esta patología.
Por otro lado, las radiografías de los senos 
paranasales no se indican rutinariamente 
cuando se sospecha de sinusitis. La radiografía 
panorámica no debe utilizarse para la detección 
de pequeñas lesiones osteolíticas en el seno 
maxilar y los cambios en los tejidos blandos puede 
ser difícil de detectar con estas radiografías, pero 
dependiendo de si las estructuras circundantes 
se proyectan en los senos maxilares. La TC es 
más gratificante que la radiografía convencional 
en el examen de los senos paranasales. Se 
recomienda la TC de alta resolución a dosis baja, 
cuando el tratamiento estomatológico ha fallado, 
sobre todo cuando surgen complicaciones o si se 
sospecha de malignidad. La Fig. 2.4 muestra unos 
casos de sinusitis maxilar crónica examinada con 
radiografía panorámica y TC de baja dosis.
a b
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 21
Fig. 2.3. La evaluación de la cicatrización después de la cirugía apical del canino superior izquierdo. Las radiografías (a) y (b) se 
toman en la misma ocasión, pero con diferentes proyecciones. La destrucción ósea apical tiene un aspecto diferente en función 
del cambio de la proyección.
a b
Fig. 2.4. Un paciente con sinusitis maxilar crónica. Radiografía panorámica (a) y TC de 
baja dosis (b, c) se llevaron a cabo. (a) Radiografía panorámica que muestra fragmentos 
de raíz del tercer molar superior izquierdo con la destrucción ósea periapical. Los senos 
maxilares son difíciles de evaluar. (b) TC axial que muestra radiopacificación completa del 
seno maxilar izquierdo. Las paredes óseas son un poco escleróticas. (c) Corte coronal que 
muestra la misma imagen que (b).
a
b c
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL22
Quistes y tumores benignos
Dentro deestas lesiones, el quiste radicular es 
el quiste más común que se encuentran en los 
maxilares, seguido del quiste dentígero y el 
queratoquiste odontogénico (QQO). Los quistes 
grandes en la región del seno maxilar pueden 
ser difíciles de observar con las radiografías 
convencionales, en tal caso la TC suele estar 
indicada para ver la extensión, ubicación y 
compromiso con estructuras anatómicas 
del quiste (Fig. 2.5). El quiste dentígero, el 
ameloblastoma y el QQO suelen ser hallazgos 
en las radiografías panorámicas. (Fig. 2.6).
Tumores malignos
Las neoplasias óseas malignas primarias son 
raras en los maxilares. El carcinoma de células 
escamosas es el cáncer más común de cabeza 
y cuello y puede invadir el hueso subyacente. 
La imagen típica en una radiografía panorámica 
de una lesión maligna que afecta el hueso 
mandibular es la destrucción ósea, con bordes 
mal definidos. La Fig. 2.7 muestra un carcinoma 
de seno maxilar que implica el maxilar superior 
detectado en una radiografía panorámica. Las 
lesiones malignas que crecen rápidamente 
destruyen el hueso alveolar, pero por lo general 
no hay reabsorción radicular. Un signo típico son 
los “dientes flotantes”.
El examen imaginológico de las neoplasias 
malignas a menudo comprende una tomografía 
computarizada y una resonancia magnética 
para determinar la extensión del tumor y para 
evaluar la presencia de linfadenopatía cervical. 
Actualmente la combinación de tomografía 
computarizada y tomografía por emisión de 
positrones (TEP) es ahora ampliamente usada 
como una herramienta clínica avanzada para el 
diagnóstico, estadificación y reestadificación 
del cáncer y para la evaluación de la terapia 
de tumores. La combinación de resonancia 
magnética y TEP también se está volviendo 
disponible. La tomografía por emisión de 
positrones es un estudio funcional en el que 
se administra por vía intravenosa un isótopo 
marcado radiactivamente de glucosa y las zonas 
de alta actividad metabólica se pueden grabar. 
La absorción se registra mediante un sistema 
de imagen nuclear y normalmente se combina 
con tomografía computarizada o resonancia 
magnética para una mejor localización.
Articulación temporomandibular (ATM)
En los pacientes con desorden 
temporomandibular las imágenes juegan un 
papel menor en el manejo de estos pacientes, 
ya que se ha demostrado que el resultado del 
tratamiento no se ve afectado por los hallazgos 
radiológicos. A pesar del éxito del tratamiento 
conservador, algunos pacientes no mejoran y 
la cirugía de la articulación temporomandibular 
puede estar indicada. En estos casos la 
radiografía se indica, así como en pacientes con 
trauma, tumores, anquilosis y anomalías del 
desarrollo.
En aquellos pacientes con condiciones 
poliartríticas, como la artritis reumatoide, también 
está indicado el examén radiográfico para evaluar 
el grado de destrucción de las articulaciones. 
Una alternativa es la exploración ósea con 
isótopos de fosfato de tecnecio, que podría estar 
indicada para determinar el nivel de actividad del 
crecimiento de la hiperplasia condilar.
Actualmente existen diferentes técnicas 
para obtener imágenes de la articulación 
temporomandibular como la radiografía 
panorámica, la radiografía de ATM simple, 
la tomografía computarizada convencional, 
artrografía y la resonancia magnética. La 
radiografía panorámica no es un método fiable 
para mostrar con precisión la forma del cóndilo 
mandibular y la cavidad glenoidea del temporal 
porque son mal visualizados. La radiografía 
simple de ATM muestra la parte mineralizada de la 
articulación, pero la superposición de estructuras 
anatómicas adyacentes puede dificultar la 
interpretación. La tomografía convencional 
muestra mejor las estructuras óseas, pero sin 
embargo los cambios óseos menores no se 
mostrarán. Las imágenes con TC proporcionan 
detalles excelentes para las anormalidades 
óseas, como la anquilosis, fracturas, tumores 
óseos y la artrosis, y las imágenes en 3D pueden 
ser reproducidas. La Fig. 2.8 muestra una TC 
de haz cónico donde se aprecia una hipoplasia 
del cóndilo mandibular del lado derecho y su 
reconstrucción en 3D a boca abierta y la Fig. 2.9 
en boca cerrada del mismo paciente.
La resonancia magnética ha reemplazado a la 
artrografía y puede proporcionar información 
sobre la posición del disco, el líquido articular, 
cambios en la médula ósea y la estructura ósea 
en múltiples niveles de la articulación. 
La resonancia magnética es la técnica de 
diagnóstico por imagen privilegiada en pacientes 
con desordenes temporomandibular. La técnica 
es costosa y no hay estudios que muestren que 
los resultados del examen se traducirán en un 
mejor resultado del tratamiento para el paciente 
típico con desorden temporomandibular. La 
obtención de imágenes de la ATM se debe 
indicar antes de la cirugía de la ATM y el método 
preferido es la resonancia magnética si el tejido 
blando que se debe mostrar es de importancia y 
la tomografía computarizada si el tejido duro es 
de interés primordial. En casos de tumores los 
dos métodos a menudo se combinan.
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 23
Fig. 2.5. Paciente con una fístula en la región canina superior derecho, inflamación bucal y síntomas de la sinusitis. Menciona que 
un diente se extrajo en la región hace unos 10 años cuando tuvo síntomas similares. El diagnóstico final fue un quiste residual. (a) Rx 
panorámica que es difícil de interpretar. (b) La TC con una sección axial que muestra la destrucción ósea bien definida en la región 
canino superior derecho. (c) Corte coronal que muestra la lesión quística con huesos engrosados alrededor del quiste, inflamación 
de tejidos blandos se ven en el seno maxilar. (d) La TC axial tomada hace 10 años, cuando el paciente tenía síntomas de la sinusitis. 
Una lesión quística se ve alrededor de la punta de la raíz del canino superior derecho. El diente se extrae más tarde. 
a
b c d
Fig. 2.6. Rx panorámica que muestra una destrucción ósea 
multilocular en el área del cuerpo mandibular del lado izquierdo 
y sínfisis mentoneana. El paciente no tenía síntomas y los 
diagnósticos radiológicos presuntivos fueron ameloblastoma 
o tumor odontogénico queratoquistico (TOQ). El informe 
diagnóstico del patólogo fue Ameloblastoma quístico. 
Fig. 2.7 Carcinoma de seno maxilar en un corte de radiografiá 
panorámica.
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL24
Fig. 2.8. Tomografía computarizada de ATM muestra una hipoplasia condilar del lado derecho con reconstrucción en 3D. 
Boca abierta
Fig. 2.9. Tomografía computarizada de ATM del mismo paciente. Boca cerrada.
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 25
En el tratamiento con implantes 
dentales
La radiografía panorámica es la primera 
opción para el estudio radiológico antes del 
tratamiento con implantes. La técnica depende 
de la colocación apropiada del paciente durante 
la exposición de los rayos. Las mediciones 
confiables se han encontrado en la radiografía 
panorámica digital y los errores en la radiografía 
panorámica convencional, siempre se debe 
de tener en cuenta cuando se requiere una 
evaluación exacta de la distancia, debido a 
su magnificencia del 20 a 25%. La radiografía 
panorámica tiene menor posibilidad que la 
tomografía computarizada en la visualización y 
la toma de medidas relacionadas con el canal 
mandibular. 
Hoy en día la tomografía computarizada de haz 
cónico ha reemplazado casi totalmente a la 
tomografía convencional. No es igual en exactitud, 
de modo que la tomografía computarizada de 
haz cónico debe preferirse ya que en esta técnica 
la dosis de radiación es menor en comparación 
con la tomografía computarizada convencional 
multicorte y tiene un software superior para la 
planificación y procedimientos en la colocación 
de implantes dentales. Cuando un paciente 
totalmente desdentado recibe exposiciones 
con tomografía computarizada de haz cónico es 
necesario un tamaño de campo estrecho (Fig. 
2.10). La tomografía computarizada está indicadasiempre, cuando el volumen del hueso se debe 
evaluar con precisión y se requiera precisar la 
localización del canal mandibular. La Fig. 2.11 
muestra una tomografía computarizada de haz 
cónico del canal mandibular. Otra indicación 
para esta técnica es a la hora de evaluar los 
procedimientos de injerto óseo en relación con 
los implantes dentales, ya que las radiografías 
bidimensionales subestiman la resorción ósea. 
Los exámenes de seguimiento postoperatorio 
después de un tratamiento con implantes se 
suelen hacer con las radiografías intraorales 
tomadas de una manera estandarizada.
Fig. 2.10. Estudio con tomografía computarizada multicorte para planificar el tratamiento con implantes en el maxilar superior. (a) 
Radiografiá panorámica, (b) corte axial o transversal, (c) reconstrucción panorámica o coronal, (d) cortes para sagitales de 3 mm de 
espesor realizadas perpendicularmente al hueso alveolar. 
a b
c d
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL26
Fig. 2.11. Tomografía computarizada de haz cónico de la mandíbula para visualizar el canal mandibular. (a) Sección anterior que 
muestra el foramen mentoneano. (b) Sección posterior en la región molar que muestra el canal mandibular.
a b
Capítulo
27
Anestésicos 
locales
La anestesia local (AL) es causada por depresión de la 
excitación de las terminaciones nerviosas o la inhibición 
del proceso de conducción de los nervios periféricos. En 
la práctica clínica solo debe utilizarse aquellos métodos 
o sustancias que inducen una transitoria y completa 
reversibilidad del estado anestésico.
En la actualidad los anestésicos locales utilizados 
clínicamente no son solo específicos para los nervios 
sensoriales periféricos, también afectan la transmisión de 
cualquier tejido excitable, tal como los nervios motores, el 
sistema nervioso central y el tejido cardiovascular.
03
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL28
Mecanismo de acción de los 
anestésicos locales
Los anestésicos locales logran su acción 
inhibiendo la entrada de sodio en las células 
nerviosas durante el ciclo de cocción que es 
el principal conductor de despolarización, 
por lo que el bloqueo de la transferencia de 
sodio causa la inhibición de la actividad neural. 
Debe señalarse que el canal de sodio no es 
una estructura singular y que al menos nueve 
variaciones diferentes han sido identificadas. En 
teoría, esto significa que los anestésicos locales 
muy selectivos podrían desarrollarse. 
Ventajas de los anestésicos locales
• Evitan los efectos adversos de la anestesia 
general.
• Paciente permanece consciente.
• Complicaciones mínimas.
• Rara vez se presenta mortalidad.
• Tratamiento ambulatorio.
• Técnicas a emplear son sencillas.
• Reducen costo económico
Desventajas de los anestésicos locales
• En pacientes de corta edad
• En pacientes con retardo mental
• Posibilidad de alergia a alguno de los 
componentes de la anestesia.
• En tratamientos quirúrgicos largos
• En procesos infecciosos agudos
• Posibilidad de anomalías anatómicas
Propiedades ideales de los 
anestésicos locales
• Tener excelentes propiedades anestésicas.
• Efecto selectivo sobre el tejido nervioso.
• Bajo grado de toxicidad y efectos colaterales.
• No ser irritante para los tejidos.
• No provocar reacciones alérgicas.
• Acción absolutamente reversible.
• Acción rápida y duración suficiente, y el 
periodo de recuperación debe ser rápido
• No ser demasiado sensible a las variaciones 
de pH.
Técnicas de anestesia local en cirugía 
bucal y maxilofacial
En la actualidad existen diferentes técnicas 
que pueden proporcionar anestesia local en 
y alrededor de la boca y los maxilares. Estas 
incluyen métodos que se utilizan en otras partes 
del cuerpo, tales como la anestesia tópica, la 
infiltrativa y las técnicas de bloqueo regional. Sin 
embargo hay métodos que son exclusivos de la 
cavidad bucal y los maxilares, como la intraósea, 
la intraligamentosa y las inyecciones intrapulpar.
Anestesia tópica
La anestesia tópica es útil cuando se aplica a la 
mucosa bucal y se puede emplear antes de las 
inyecciones del anestésico local en la boca, para 
disminuir el dolor durante la penetración de la 
aguja. Los de uso intrabucal están disponibles en 
una serie de formulaciones que incluyen cremas, 
ungüentos y aerosoles, siendo los más utilizados 
la lidocaína y benzocaína. También existe una 
combinación de lidocaína y prilocaína diseñada 
específicamente para una anestesia tópica 
intrabucal más profunda.
Los avances en la anestesia tópica han hecho que 
algunos procedimientos en los tejidos blandos se 
puedan realizar utilizando anestesia tópica como 
agente único. Sin embargo, la anestesia para 
los dientes y los maxilares no es posible en la 
actualidad por este método.
Anestesia infiltrativa
La anestesia con la técnica infiltrativa es útil 
en la piel y las mucosas bucales, por lo que es 
una anestesia localizada que también se puede 
utilizar para proporcionar anestesia para algunos 
dientes. Es la técnica de elección en el maxilar 
superior para la anestesia de las piezas dentarias 
(exodoncia) en adultos, también se puede utilizar 
para este fin en la mandíbula de los niños para 
la anestesia de la dentición temporal y de la 
misma forma también puede tener éxito en los 
dientes incisivos de la mandíbula en adultos con 
enfermedad periodontal. 
Cuando se utiliza por vía intrabucal, el acceso 
al punto de penetración de la aguja es más fácil 
cuando el paciente tiene la boca entreabierta. La 
técnica se lleva a cabo mediante la penetración 
de la aguja a través de la mucosa, en la 
profundidad del surco vestibular. Si se pone en 
contacto la aguja con el hueso debe ser retirada 
ligeramente de modo que sea supraperióstica, 
por que la inyección por debajo del periostio es 
dolorosa en el momento de la inyección y puede 
causar incomodidad después de la aplicación. 
Luego viene la aspiración seguida del depósito 
lento de 1,0 a 2,0 de solución a una velocidad de 
30 s/ml. La inyección lenta tiene una serie de 
ventajas: reduce la incomodidad y aumenta los 
éxitos en el paciente, además de disminuir los 
efectos de los problemas sistémicos.
Esta técnica permite unos 45 minutos de 
anestesia para las exodoncias, cuando se utiliza 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 29
una solución que contiene un vasoconstrictor 
como lidocaína con epinefrina. De la misma forma 
esta anestesia en los tejidos blandos es más 
larga y el paciente puede tener una sensación de 
anestesia durante 1,5 a 2 horas.
Anestesia regional
Cuando implica la pérdida de sensibilidad de 
un tronco nervioso. Existen varias técnicas de 
bloqueo regional que se describen para anestesiar 
a las estructuras de los huesos maxilares.
Anestesia mandibular
En la actualidad se describen una serie de 
técnicas utilizadas para anestesiar el maxilar 
inferior, sus dientes y las estructuras asociadas 
(ejemplo lidocaína al 2% con epinefrina, articaína 
4% con adrenalina). Además hay que recordar 
que las estructuras en la línea media, como los 
incisivos centrales inferiores a menudo reciben 
alimentación bilateral, por lo tanto, éstos no 
pueden ser anestesiados de forma eficaz por un 
solo bloqueo nervioso regional.
Bloqueo del nervio alveolar inferior 
(técnica de Halstead)
Esta técnica anestesia los dientes y el hueso de 
un lado de la mandíbula junto con los tejidos 
blandos que la rodean. La técnica Halstead logra 
su efecto mediante el depósito de la solución 
anestésica en el espacio pterigomandibular, por 
el lado medial o interno de la rama mandibular, 
específicamente en la región del foramen o 
agujero mandibular o agujero dentario inferior 
por detrás de la espina de spix. Esta técnica de 
bloqueo anestesia al nervio alveolar inferior, que 
suministra inervación a los dientes y al hueso en 
el mismo lado de la mandíbula, además de los 
tejidos blandos del labio inferior, encía vestibular 
de premolares hasta la línea media. Además 
con esta inyección generalmente anestesia el 
nervio lingual que suministra inervacióna los dos 
tercios anteriores de la lengua, a la encía lingual 
y a la mucosa del piso de la boca del mismo lado.
El paciente debe tener la boca abierta y el 
operador colocar el dedo pulgar de la mano 
que no coge la jeringa a nivel de la apófisis 
coronoides de la mandíbula dentro de la boca, 
el dedo índice es extraoral a la misma altura en 
el borde posterior de la rama ascendente (Fig. 
3.1.). La jeringa se hace avanzar hasta el punto de 
penetración de la aguja a través de los dientes 
premolares inferiores del lado opuesto. El punto 
de penetración de la aguja está entre la cresta 
o línea oblicua interna de la mandíbula (que se 
palpa con el dedo pulgar del operador antes de 
descansar en la muesca coronoides) y el rafe 
pterigomandibular (que es visible). La altura de 
penetración de la aguja está a medio camino 
de la uña del pulgar del operador, se utiliza una 
aguja larga de 35 mm de longitud de calibre 
27 y se hace avanzar hasta que tome contacto 
con el hueso, esto es por lo general alrededor 
de 25 mm de inserción de la aguja. Después 
de ponerse en contacto con el hueso se retira 
la aguja ligeramente, se aspira y la solución se 
deposita lentamente (1,5-2,0 ml).
Con esta técnica se presentan dos problemas 
comunes, en primer lugar el contacto con el 
hueso demasiado pronto (después de 5-10 mm 
de inserción) y en segundo lugar el fracaso de 
no tocar el hueso. El primero (debido al tocar la 
línea oblicua interna de la mandíbula) se corrige 
mediante la retirada de la aguja del hueso, pero no 
completamente fuera de la mucosa. Enseguida 
la aguja se hace avanzar unos 25 mm y se vuelve 
de nuevo sobre los dientes premolares opuestos, 
el resto de la inyección se completa como se 
describió anteriormente. Esta es una modificación 
de la técnica indirecta para el bloqueo del nervio 
alveolar inferior. Y el segundo si el hueso no se 
pone en contacto después de aproximadamente 
30 mm de penetración de la aguja, esta debe ser 
retirada del tejido aproximadamente 15 mm y la 
jeringa se balancea sobre los dientes molares del 
Fig. 3.1. (a) y (b) Posición de la aguja durante el abordaje de Halstead al nervio alveolar inferior. 
a b
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL30
lado opuesto y después se hace avanzar hasta 
que se pone en contacto con el hueso. La falta de 
contacto con el hueso puede conducir al depósito 
del agente anestésico en la glándula parótida, 
afectando al nervio facial y conduciendo a una 
parálisis hemifacial (paresia).
Cuando se utiliza una solución con vasoconstrictor 
como la lidocaína con epinefrina, se logra 
anestesiar los tejidos duros, incluyendo los dientes, 
alrededor de 45 minutos. El entumecimiento 
de los tejidos blandos, sin embargo, puede ser 
evidente hasta 3 horas. En las soluciones de 
acción prolongada, la anestesia de los dientes 
puede durar hasta un lapso de 6 a 8 horas.
Técnica de Gow-Gates
Además de la anestesia del nervio alveolar inferior, 
esta técnica puede anestesiar el nervio lingual, 
bucal largo, milohioideo y auriculotemporal. Esto 
es útil para contrarrestar el suministro de nervios 
accesorios a los dientes y la mandíbula. 
Esta técnica deposita la solución más superior 
que la técnica de Halstead y es la razón por 
la cual más ramas del nervio mandibular son 
afectadas por esta inyección. El objetivo es el 
cóndilo mandibular (Fig. 3.2).
Al igual que con la técnica de Halstead el 
paciente tiene la boca abierta de par en par. 
La jeringa se avanza en un plano paralelo a una 
línea visualizada entre la comisura de la boca y 
la muesca intertragal. La jeringa, provista de una 
aguja larga, se introduce en la boca a través del 
diente canino superior del lado opuesto al que se 
inyecta y avanza a través de las cúspides palatinas 
del segundo molar superior en el lado a inyectar. 
Esta técnica es a menudo más exitosa para 
anestesiar los dientes que la técnica de Halstead. 
Técnica de Akinosi Vaziran
La técnica de Akinosi Vaziran difiere de las 
técnicas descritas anteriormente en dos 
aspectos. En primer lugar, se administra con la 
boca cerrada del paciente y, por lo tanto, es útil en 
personas que no pueden abrir completamente la 
boca y es útil en individuos con lenguas grandes 
incontrolables o cuando es difícil obtener acceso 
al punto de inserción de un bloqueo de Halstead. 
En segundo lugar, no hay punto óseo para la 
inserción de la aguja (fig. 3.3).
Así como en todas las técnicas utilizadas para 
anestesiar el nervio mandibular, se requiere una 
aguja larga de calibre 27. La jeringa se introduce 
dentro de la cavidad bucal en el surco vestibular 
a lo largo de un plano paralelo a la unión 
mucogingival de la mucosa maxilar. Se avanza 
a este nivel hacia la parte posterior del maxilar 
hasta que el cilindro de la jeringa es adyacente 
a la superficie distal del segundo molar superior. 
En este punto la aguja habrá penetrado en la 
mucosa y alcanzará la profundidad correcta 
de penetración. Se realiza la aspiración y se 
inyectan lentamente 2,0 ml de solución. Si se 
pone en contacto la parte anterior de la rama 
mandibular, el cilindro de la jeringa se puede 
girar más lateralmente o se indica al paciente 
que mueva su mandíbula hacia el lado que 
se está inyectando. Esta técnica anestesia los 
nervios alveolar inferior, lingual, milohioideo y 
ocasionalmente el nervio bucal largo.
Bloqueo del nervio mentoneano e 
incisivo
Esta técnica anestesia a los dientes premolares, 
el canino e incisivos de la mandíbula, así como 
a los tejidos blandos del labio inferior y el 
mentón hasta la línea media. En algunos casos 
se consigue anestesiar al primer molar. Se 
basa en el depósito de la solución anestésica 
alrededor del nervio mentoneano que sale por 
el agujero mentoneano, la solución se deja a 
nivel de este agujero. También bloquea la rama 
incisiva que suministra inervación a los dientes 
anteroinferiores en el mismo lado, Fig. 3.4. 
La técnica habitual es intrabucal aunque también 
se puede utilizar un abordaje extraoral. La aguja 
se inserta en la profundidad del surco vestibular 
entre los dientes premolares inferiores y se 
avanza a una zona por debajo de los ápices 
premolares. Se deben depositar alrededor de 
1,5 ml de solución y después de la inyección 
se deben masajear los tejidos para favorecer la 
entrada de la solución en el agujero mentoneano.
Bloqueo del nervio bucal largo
Si el nervio bucal largo no ha sido anestesiado 
por las técnicas ya descritas de bloque regional 
(por ejemplo, la técnica de Halstead) este nervio 
debe ser anestesiado por separado. El área 
anestesiada es la encía bucal o vestibular, la 
mucosa alveolodentaria y parte de la mejilla de 
la región molar mandibular, Fig. 3.5. El nervio 
puede ser anestesiado por infiltración bucal 
en la zona de interés o por bloqueo regional. El 
bloqueo regional se logra depositando 0,5 ml de 
solución en la región de la muesca coronoidea 
de la mandíbula (el punto en el que descansa el 
pulgar durante la técnica de Halstead).
Anestesia del nervio maxilar
En el nervio maxilar superior se utilizan varias 
técnicas de bloqueo regional y son como sigue.
Bloqueo del nervio maxilar
Existen los abordajes intrabucal y extrabucal 
del bloqueo del nervio maxilar. Los métodos 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 31
Fig. 3.4. Agujero mentoneano para el depósito de la solución 
anestésica para el bloqueo del nervio mentoneano e incisivo.
Fig. 3.2. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo mandibular de Gow Gates.
a b
Fig. 3.3. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo mandibular de Akinosi Vaziran.
a b
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL32
Fig. 3.6. Ubicación de la tuberosidad del maxilar para la posición de la 
jeringa para el bloqueo del nervio maxilar.
Fig. 3.7. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo del nervio maxilar, técnica por el agujero palatino mayor.
Fig. 3.5. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo del nervio bucal largo.
a b
ba
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 33
Fig. 3.8. (a) y (b) Posición de la jeringa parael bloqueo del nervio alveolar superior posterior.
intrabucales son el abordaje de la tuberosidad 
y el abordaje del foramen palatino. El bloqueo 
del nervio maxilar anestesia los dientes y hueso 
maxilar de un lado, junto con la mucosa bucal y 
palatina, la piel y la mucosa del labio superior, el 
párpado inferior y la cara lateral de la nariz.
Técnica por la tuberosidad del maxilar
Esta técnica se administra depositando una 
solución de agente anestésico en la parte alta del 
surco vestibular en el plano de la superficie distal 
del segundo molar maxilar, Fig. 3.6. La aguja 
se hace avanzar en un ángulo de 45 ° superior, 
posterior y medial hasta una profundidad de 
30 mm, en cuyo punto se depositan 2,0 ml de 
solución después de la aspiración.
Técnica por el agujero palatino mayor
Conocida también como técnica de Nevin, en 
este caso hay que ir a buscar el agujero palatino 
posterior o palatino mayor. Una vez introducida 
la aguja en el interior del conducto palatino 
mayor se ha de penetrar la aguja siguiendo el 
plano sagital. 
Esta técnica consiste en insertar una aguja a 
nivel de la región pterigopalatina a través del 
agujero palatino mayor o posterior. El paciente 
tiene la boca abierta de par en par y el agujero 
palatino mayor se identifica como una depresión 
a distal del segundo molar superior. La aguja 
se inserta en el agujero palatino mayor y se 
avanza en un ángulo de 45 ° superior y posterior 
a una profundidad de 30 mm. En este punto se 
depositan lentamente 2,0 ml de solución. Fig. 3.7.
Bloqueo del nervio alveolar superior 
posterior
Esta inyección anestesia los dientes molares 
maxilares, el hueso y encías vestibular asociados 
a los dientes molares superiores. En los individuos 
con un nervio alveolar superior medio, el primer 
molar no será satisfactoriamente anestesiado 
con este método, ya que la raíz mesio vestibular 
de este diente es suministrada por dicho nervio, 
para esta situación se mesializa unos 5 mml la 
aguja sin retirar la jeringa, Fig. 3.8. La técnica es 
casi idéntica a la descrita para la aproximación 
de la tuberosidad al nervio maxilar, excepto 
que la penetración de la aguja es solamente 20 
milímetros.
Bloqueo del nervio alveolar superior 
medio
Esta tipo de inyección anestesia las raíces 
de los dientes premolares, así como la raíz 
mesiovestibular del primer molar permanente 
superior. La técnica se realiza mediante la 
infiltración en el surco vestibular a nivel del ápice 
del segundo premolar superior.
Bloqueo del nervio alveolar superior 
anterior
El nervio alveolar superior anterior suministra 
inervación a los dientes incisivos y el canino de 
un lado del maxilar. Puede ser anestesiado por 
un bloqueo al nervio infraorbitario o por una 
infiltración vestibular en la región del ápice del 
canino.
Bloqueo del nervio infraorbitario
El nervio infraorbitario puede ser abordado por 
vía intrabucal o extrabucal. El abordaje intraoral 
(Fig. 3.9) consiste en insertar una aguja larga en 
el surco vestibular entre los dientes premolares 
y luego avanzar hacia el agujero infraorbitario, 
que se palpa por fuera de la cavidad bucal con la 
mano del operador sin jeringa. En este punto se 
depositan entre 1 - 1,5 ml de solución anestésica 
después de la aspiración.
Esta inyección anestesia los dientes y el hueso 
ba
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL34
maxilar, desde el segundo premolar al incisivo 
central (este último puede obtener algún 
suministro colateral desde el lado opuesto). 
Además se ven afectadas las encías vestibulares 
de estos dientes y las superficies mucosas y 
cutáneas de la mitad del labio superior y parte 
de la piel en la cara lateral de la nariz y parpado 
inferior.
Bloqueo del nervio palatino mayor
A través de esta técnica se anestesian los tejidos 
blandos del paladar desde el agujero palatino 
mayor a la región canina. El nervio puede ser 
anestesiado en cualquier punto por una infiltración 
palatina, sin embargo el bloqueo real implica la 
inyección de 0,5 ml de solución en la región del 
agujero palatino mayor. Además, esta técnica 
puede ser eficaz para contrarrestar cualquier 
suministro palatino a los dientes maxilares. La 
duración de la anestesia no es tan larga como 
en los bloqueos mandibulares. De hecho, 
tanto la infiltración palatina como los bloqueos 
proporcionan una duración similar alrededor de 
45 minutos de anestesia en los tejidos blandos.
Bloqueo del nervio nasopalatino
Esta técnica anestesia los tejidos del paladar duro 
adyacente a los dientes incisivos bilateralmente. 
Se inyectan 0,2 a 0,5 ml de solución a nivel de la 
papila incisiva. Fig.3.10. 
Técnicas intrabucales 
complementarias de la anestesia 
local regional
Anestesia intraósea
Esta técnica se puede utilizar en cualquiera de 
los maxilares y aunque puede emplearse como 
técnica primaria, normalmente se reserva como 
una inyección suplementaria cuando las medidas 
convencionales no producen la anestesia 
adecuada de las pulpas de los dientes. El 
método es como se describe, en primer lugar, la 
gingiva vestibular alrededor del diente de interés 
se anestesia mediante una infiltración bucal de 
dosis pequeñas (0,2 a 0,5 ml). En segundo lugar 
se realiza una perforación a través de tejido 
blando y el hueso cortical con una pequeña fresa 
redonda Fig. 3.11. 
El punto de penetración es de 2 mm por debajo 
de la intersección de dos líneas imaginarias y 
estas son: una línea que une la parte más baja 
de la línea marginal vestibular (unión de la encía 
marginal y adherida) del diente de interés y su 
vecino posterior y una línea a 90 ° que divide 
la papila interdental. A 2 mm por debajo de la 
intersección se encuentra el punto de penetración 
y una vez que la perforación ha alcanzado el 
hueso esponjoso, la fresa se reemplaza con una 
aguja y se inyectan lentamente dentro del hueso 
1,0 ml de solución anestésica. Como el depósito 
intraóseo de solución es equivalente a la entrada 
intravenosa, la deposición debe ser lenta y la 
limitación de la dosis es importante con esta 
técnica.
Anestesia intraligamentosa
Es una variante de la técnica intraósea y 
puede ser utilizado como un método primario 
de anestesia, pero se considera una técnica 
complementaria cuando la anestesia pulpar del 
diente es problemática. 
Existen jeringas especiales diseñadas 
específicamente para este método, sin embargo 
es igualmente eficaz con el sistema de suministro 
convencional. Se utiliza una aguja de calibre Nº 
30, que se inserta en el punto de penetración en 
el lado mesiovestibular de la raíz del diente (cada 
raíz para un diente multirradicular). La aguja se 
introduce en la cresta del hueso interdental y 
no atravesará mucho el espacio periodontal. La 
administración de la solución (0,2 ml por raíz) se 
realiza lentamente, con presión controlada (Fig. 
3.12). Con esta técnica se obtiene la anestesia 
debido a la entrada de la solución en el espacio 
esponjoso del hueso, a través de las perforaciones 
en la pared del alveolo. Como el número de 
estas perforaciones es bajo en los alveolos 
mandibulares anteriores, la técnica no tiene 
mucho éxito en los dientes incisivos inferiores.
Anestesia intrapulpar
Esta técnica anestésica tiene indicaciones 
limitadas, ya que la pulpa del diente tiene que 
estar expuesta. Es única entre las técnicas 
descritas, ya que la presencia de una solución 
de anestésico local no es esencial para el éxito 
y la solución salina ha demostrado ser tan eficaz. 
La clave del éxito es el depósito de la solución 
bajo presión (Fig. 3.13). Esto se puede conseguir 
con una aguja que encaja perfectamente en la 
exposición pulpar, mediante el avance de la 
aguja en el canal pulpar. Esta es la forma más 
localizada de anestesia descrita.
Anestésicos locales
Existen varios fármacos disponibles para 
la anestesia local regional de la región 
bucomaxilofacial, pudiendo ser clasificados de 
varias formas y se categorizan principalmente por 
su estructura química. Los anestésicos locales se 
dividen en dos grupos porsu composición, estos 
son los ésteres y las amidas. Los anestésicos 
locales de uso común como agentes inyectables 
son las amidas, porque son metabolizados 
primariamente en el hígado y sus metabolitos 
están libres de producir reacciones alérgicas. 
La procaína, que es un éster, sólo se utiliza en 
aquellos pacientes que han demostrado ser 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 35
Fig. 3.11. La inyección intraósea muestra (a) la preparación del sitio con 
una fresa redonda (b) la inserción de la aguja.
Fig. 3.9. (a) y (b) Abordaje intrabucal del bloqueo del nervio infraorbitario. 
ba
Fig. 3.10. (a) Técnica intrabucal del bloqueo del nervio nasopalatino unilateral y (b) agujero palatino anterior 
y la salida nervio nasopalatino.
ba
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL36
3.12. Técnica intraligamentosa con el bisel de la aguja 
mirando al diente
Fig. 3.13. Técnica intrapulpar en un diente molar.
alérgicos a las amidas y estos casos son muy 
raros. Los anestésicos tópicos como benzocaína 
y tetracaína son ésteres. 
Existen dos diferencias principales entre 
ésteres y amidas; estos se relacionan con el 
metabolismo y la producción de alergia. Los 
ésteres se metabolizan en el plasma sanguíneo 
y en la mayoría de las amidas su metabolismo 
es hepático, aunque la Prilocaína también sufre 
alguna ruptura en los pulmones. La Articaína es 
una excepción, aunque se trata de una amida, su 
metabolismo primario se produce en el plasma. 
Además de clasificar los anestésicos locales 
por su estructura química, también pueden 
clasificarse con respecto a su duración de acción 
en agentes convencionales o de acción corta y de 
acción prolongada. Los agentes convencionales 
proporcionan una mejor anestesia operatoria, 
sin embargo pueden preferirse agentes de 
acción prolongada para el control del dolor 
postoperatorio, especialmente en combinación 
con anestesia general, cuando se trata de 
cirugías de mediana a mayor complejidad. 
Lidocaína
La lidocaína es el agente anestésico de referencia 
con la que se comparan todos las demás 
anestésicos. Cuando se utiliza como solución 
simple, en concentraciones de hasta el 2% 
proporciona anestesia de tejido blando de corta 
duración. Dicha concentración no proporciona 
una anestesia aceptable en acción tópica. 
Cuando se le añade un vasoconstrictor al 2% de 
lidocaína, proporciona una anestesia satisfactoria 
para los dientes. El vasoconstrictor más empleado 
es epinefrina (adrenalina) generalmente en el 
rango de concentración de 1: 200 000 (5 μg / ml) 
a 1: 80 000 (12,5 μg / ml).
Mepivacaína
La Mepivacaína, cuando se inyecta a una 
concentración del 2% en combinación con 1: 
100 000 epinefrina, proporciona una anestesia 
similar al 2% de lidocaína con epinefrina. También 
se encuentra en una concentración de solución 
simple al 3% y esto proporciona una mejor 
anestesia que el 2% de lidocaína cuando se 
requiere una solución libre de vasoconstrictor.
Prilocaína
La prilocaína se utiliza como una solución 
al 4% sin vasoconstrictor o como una 
concentración al 3% en combinación con el 
vasoconstrictor felypressin (un análogo sintético 
de la vasopresina). La formulación al 3% es una 
alternativa útil a la lidocaína al 2% con epinefrina 
si está indicada una solución libre de epinefrina.
Articaína
Según la literatura, la articaína es la única entre 
las amidas en el que su metabolismo inicial 
se produce en el plasma y, por lo tanto, con 
una semivida plasmática más corta, es más 
seguro sistemáticamente que las otras amidas. 
Esto significa que puede utilizarse en una 
concentración más alta y por lo tanto la mayoría 
de las concentraciones de articaína son 4% con 
epinefrina en concentraciones de 1: 100 000 o 1: 
200 000. Hay algunas preocupaciones sobre los 
anestésicos locales usados en concentraciones 
altas que pueden producir toxicidad localizada, 
llevando a anestesia, parestesia o disestesia 
duradera cuando se utilizan para los bloques 
regionales. Una ventaja de la solución de 
articaína al 4% es que es superior a la solución de 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 37
lidocaína al 2%, al proporcionar anestesia de los 
dientes mandibulares después de la infiltración 
en la mandíbula del paciente adulto. 
Existe evidencia de que la infiltración en el surco 
vestibular con articaína al 4% es tan efectiva 
como el bloqueo del nervio alveolar inferior con 
lidocaína al 2% para proporcionar anestesia de 
los dientes mandibulares adultos.
Etidocaína
La Etidocaína es un agente anestésico en una 
concentración del 1,5% con 1: 200 000 epinefrina, 
se ha utilizado en cirugía bucal. Tiene una 
duración de acción más larga que la lidocaína 
al 2% con epinefrina 1: 100 000 cuando se usa 
como bloqueo regional, pero no es tan eficaz 
como la lidocaína con epinefrina cuando se usa 
para la anestesia infiltrativa.
Bupivacaína
La bupivacaína es un anestésico local de larga 
duración. Cuando se utiliza como inyección 
intrabucal complementaria durante la anestesia 
general, se ha demostrado que este fármaco 
reduce el número de analgésicos requeridos 
para el control del dolor postoperatorio después 
de la cirugía bucal. Se presenta en una serie de 
formulaciones que van desde 0,25 a 0,75% con y 
sin epinefrina (usualmente 1: 200 000).
Levobupivacaína
Este es un isómero único de bupivacaína y tiene 
la ventaja de ser menos cardiotóxico. Se ha 
demostrado que es tan efectivo como anestésico 
local como la bupivacaína y como este último 
fármaco, se usa como inyección intrabucal 
durante la anestesia general puede reducir los 
requerimientos analgésicos postoperatorios 
después de la cirugía bucal. Está disponible en 
concentraciones que van desde 0.25 a 0.75%.
Ropivacaína
Al igual que la levobupivacaína, se trata de un 
único isómero con cardiotoxicidad reducida 
en comparación con la bupivacaína. Hay 
una sugerencia de que puede ser tan eficaz 
con y sin vasoconstrictor, cuando se utiliza 
intrabucalmente, sin embargo la presencia de 
epinefrina aumenta la eficacia. Está disponible en 
concentraciones que van del 0.2 a 1.0%.
Complicaciones de la anestesia local 
en la región bucomaxilofacial
Con respecto a este punto, además del fracaso de 
la anestesia local, existen varias complicaciones 
que pueden ocurrir después del uso de los 
anestésicos locales en la región bucal y 
maxilofacial. Estos pueden ser separados en 
complicaciones locales y sistémicas.
Complicaciones locales
Las complicaciones locales pueden surgir ya sea 
como resultado de un daño físico por parte de 
la aguja o un daño químico como resultado del 
anestésico local.
• Daño en el nervio
El daño nervioso puede ocurrir con las 
técnicas de bloqueo regional. El nervio que 
es más comúnmente afectado es el nervio 
lingual. El mecanismo es desconocido pero 
se supone que esto puede ser debido a un 
trauma físico de la aguja, que puede dar 
lugar a una sensación alterada que dura 
unas pocas semanas. La sensación normal 
debe recuperarse en la mayoría de los casos 
después del trauma. Debe evitarse el depósito 
de anestésico local en el haz de los nervios, ya 
que esto puede causar daños, tanto como el 
resultado de la alteración física y química. 
Como se ha mencionado, la concentración 
del anestésico local ha sido implicada en la 
producción de parestesias de larga duración. 
Según los estudios in vitro, la supervivencia 
de las células nerviosas disminuye a medida 
que aumenta la concentración del anestésico 
local. Existen algunas pruebas circunstanciales 
tanto de América del Norte como de 
Europa de que los anestésicos locales en la 
concentración del 4% están asociados con 
más parestesias (particularmente del nervio 
lingual) que las soluciones al 2% y 3%, aunque 
otras investigaciones no lo han confirmado.
Si la función nerviosa no vuelve a la 
normalidad en pocas semanas el pronóstico 
es pobre. 
La exploración quirúrgica no revela 
generalmente ningún defecto obvio y la 
reparación del nervio no es posible, encontraste con el tratamiento de los nervios 
dañados quirúrgicamente.
• Parálisis del nervio motor
Los anestésicos locales no son solo específicos 
para los nervios sensoriales periféricos y la 
vía motora también puede verse afectada. La 
función del nervio facial puede verse afectada 
si la solución se inyecta en la glándula 
parótida. Afortunadamente, cualquier parálisis 
producida es temporal. Esto puede ocurrir 
durante las técnicas de bloqueo mandibular, 
pero se puede evitar cuando se usa el método 
de Halstead si se palpa el hueso antes de 
que se administre la solución. Esto debe 
asegurar que la aguja no avance más allá 
del borde posterior de la rama mandibular. 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL38
La consecuencia más grave es la pérdida del 
reflejo parpadeante y, por lo tanto, el paciente 
debe tener algún tipo de protección ocular 
hasta que el efecto se desvanezca.
• Trismo
Las diferentes técnicas de bloqueo mandibular 
implican una penetración profunda de la aguja 
y esto puede causar sangrado menor. Si esto 
ocurre en el músculo pterigoideo interno, 
puede conducir a espasmos musculares y 
la incapacidad para abrir completamente la 
boca. Aunque este problema puede tardar 
unas semanas para resolverse.
• Inyección intravascular
La inyección intravascular puede causar 
complicaciones localizadas y sistémicas. 
El uso de una técnica de aspiración reduce 
las posibilidades de inyección dentro de los 
vasos sanguíneos. Los problemas localizados 
pueden ser resultado de la inyección dentro 
de la arteria. Es más difícil penetrar una arteria 
en comparación con una vena, sin embargo no 
es imposible y pueden producirse una serie 
de efectos adversos por la toxicidad que va a 
producir sobre el sistema nervioso central.
La entrada o el contacto con una arteria es 
doloroso y el arterioespasmo puede producir 
un detenimiento vascular localizado, que 
aparece como blanqueamiento a nivel de 
la mucosa. Al inyectar el anestésico local en 
una arteria que tiene un curso intracraneal 
puede resultar en una serie de secuelas. La 
visión puede verse afectada y tanto la diplopía 
como la pérdida de la visión se han registrado 
después de las inyecciones intrabucales. 
También se ha notado algunas veces la 
pérdida auditiva. 
El efecto más dramático reportado es la 
hemiparesia. Esto podría ser el resultado del 
fenómeno conocido como flujo carotídeo 
inverso. Esto ocurre cuando se inyecta 
anestésico local en una rama de la arteria 
carótida externa bajo presión. Esto puede 
enviar parte del agente a la bifurcación 
carotídea, dando como resultado el transporte 
de algún anestésico intracraneal a través de la 
carótida interna. Este efecto se ha demostrado 
en animales después de la inyección en la 
arteria facial. Esta complicación rara se puede 
reducir aspirando e inyectando lentamente.
Complicaciones sistémicas
Las siguientes complicaciones sistémicas 
causadas por la inyección de los anestésicos 
locales de forma intravascular son la alergia, 
la infección, la toxicidad e interacciones con 
fármacos. Otras complicaciones sistémicas 
como el síncope no están relacionadas con la 
solución inyectada.
• Alergia
La reacción alérgica al grupo amida de los 
anestésicos locales es extremadamente rara. 
Muchas personas afirman ser alérgicas pero 
no se deben considerar así hasta después de 
las pruebas formales. Sin embargo, cualquier 
individuo que se queja de hinchazón no 
localizada, erupción cutánea o dificultad 
para respirar después de la inyección debe 
ser considerado alergico, ya que se ha 
reportado la gama completa de reacciones 
alérgicas, incluyendo anafilaxia después de 
la inyección intraoral. En los esteres la alergia 
es más común, porque son metabolizados 
primariamente por la Pseudocolinesterasa 
de la sangre, esta ruta metabólica lleva a la 
formación de un subproducto, el ácido para-
amino-benzoico, que ha sido implicado en el 
desarrollo de una respuesta alérgica. 
Algunos cartuchos de anestésicos contienen 
látex en sus émbolos o diafragmas y éstos 
deben ser evitados en pacientes con alergia 
grave al látex. Los anestésicos locales más 
antiguos contenían conservantes relacionados 
con parabenos y esto podría causar reacciones 
alérgicas en pacientes susceptibles, sin 
embargo la mayoría de anestésicos modernos 
están libres de conservantes.
• Infección
Las precauciones son imprescindibles durante 
la administración de la anestesia local para 
evitar la contaminación del paciente y evitar 
las infecciones cruzadas o la transferencia 
de infección entre el operador y el paciente. 
Se ha demostrado que el uso de jeringas 
descartables, o aquellas que eliminan por 
reciclaje las agujas usadas, reduce las 
posibilidades de lesión por pinchazos. Se 
recomienda el cambio de aguja cada vez que 
se administra un cartucho o vial de anestesia.
• Toxicidad
En teoría, es posible tener una reacción tóxica 
a cualquiera de los componentes, sin embargo 
como resultado de sus concentraciones 
relativas, es más probable que un paciente 
sufra una reacción tóxica al anestésico. Los 
sistemas más susceptibles a la toxicidad son 
el sistema nervioso central y el cardiovascular. 
Los casos más graves de sobredosis son el 
resultado de los efectos al sistema nervioso 
central. Una reacción tóxica del agente 
anestésico se manifiesta inicialmente como 
sobreexcitación, hablar excesivamente y 
temblores en el cuerpo. Las etapas posteriores 
son signos de depresión del sistema 
PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 39
nervioso central que finalmente conduce a la 
inconsciencia y a la fatalidad como resultado 
de la depresión respiratoria. El tratamiento es 
detener la inyección, monitorear los signos 
vitales y brindar soporte vital básico.
La sobredosis de epinefrina se presenta como 
ansiedad, dolor de cabeza y palpitaciones. Si 
esto ocurre, el paciente debe estar sentado en 
posición vertical y administrar oxígeno.
La toxicidad sistémica de los anestésicos 
locales puede ser el resultado de la inyección 
intravascular, el uso de dosis excesivas o la 
incapacidad del paciente para metabolizar el 
fármaco. La inyección intravascular se debe 
evitar mediante el uso de una técnica de 
aspiración. Esto es esencial. Algunos cirujanos 
dentistas reportan aspirados positivos en 
más del 10% de las inyecciones en el bloque 
mandibular.
La sobredosis de anestesia local puede ocurrir 
particularmente en niños. La dosis máxima 
está relacionada con el peso del paciente. 
Esto significa que la sobredosis y una reacción 
tóxica resultante es más probable que ocurra 
en los niños.
La enfermedad hepática reduce el 
metabolismo de los anestésicos locales y 
esto debe ser considerado al decidir las 
dosis máximas para los pacientes con tales 
condiciones.
• Interacciones con drogas
La interacción medicamentosa puede 
ocurrir entre los medicamentos indicados 
por alguna enfermedad sistémica y los 
anestésicos locales o vasoconstrictores. No 
hay medicación simultánea que contraindique 
de forma absoluta el uso de anestésicos 
locales o vasoconstrictores, sin embargo 
hay momentos en que se requiere una 
reducción de la dosis. El principal grupo de 
fármacos que requieren la reducción de la 
dosis son los fármacos cardiovasculares. En 
teoría, todos los fármacos antihipertensivos 
pueden interactuar con epinefrina, por 
ejemplo, los fármacos bloqueadores beta-
adrenérgicos pueden dar lugar al aumento sin 
oposición en la presión arterial sistólica, y los 
bloqueadores de los canales de calcio y los 
diuréticos pueden aumentar la hipopotasemia 
inducida por epinefrina. De forma similar, los 
fármacos bloqueadores beta-adrenérgicos 
pueden aumentar la toxicidad de los 
anestésicos locales mediante la reducción 
del flujo sanguíneo hepático, que inhibe el 
metabolismo.
Además de la medicación prescrita, las drogas 
de abuso como la cocaína y la metanfetamina 
pueden interactuar con la epinefrina, por lo 
tanto la reducción de la dosis de anestésicos 
que contienen epinefrina es aconsejable para 
los pacientes

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