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FONDO EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL © Otto J. Ajalcriña Hernández Editado por: © UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO Av. América Sur N° 3145, Urb Monserrate, Trujillo, Perú Teléfono (51) 44 604444, anexo 2087 wwww.upao.edu.pe Primera edición digital del Fondo Editorial UPAO, Setiembre 2020 ISBN N° 978-612-4479-11-3 PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 5 PREFACIO La Cirugía Bucal, siendo vista sobre sus dos columnas que la soportan, se consagra al estudio, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las diferentes patologías congénitas o adquiridas de toda la estructura facial. Cabe resaltar que, como toda ciencia de la salud, su máximo objetivo es lograr que el paciente, percibido de manera holística, vea ARTE basado en CIENCIA, que son las columnas antes mencionadas. Como profesionales de la salud, no podríamos transitar en armonía sin la praxis de cada una de ellas. Si la trasmisión de conocimiento es una muestra del brillo de un letrado que busca ser maestro, esta publicación tiene como objetivo contribuir al enriquecimiento de la cultura, dentro del campo clínico y quirúrgico del aparato estomatognático. Siempre, claro está, bajo la fiel guía de un adecuado protocolo de historia clínica, que empieza con la anamnesis, seguido del examen físico y el uso de exámenes auxiliares, facilitadores del diagnóstico correcto de nuestro paciente, que permiten aplicarle el tratamiento adecuado para su retorno a un estado de bienestar físico, mental y social, trinomio de la salud. La recopilación de conocimientos y experiencias con base científica que el autor ha logrado plasmar, conseguirá iluminar a los neófitos y actualizar a los versados, y así motivarlos en su vida profesional, sin dejar de lado criterios humanísticos que son fundamentales para el desarrollo y crecimiento de la sociedad. Se deja al lector la valoración y el aprecio de la utilidad práctica que contiene este libro para la consolidación de sus saberes. Luis Jonathan Díaz Cadillo Cirujano de Cabeza y Cuello CMP 52192 RNE 38561 PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 7 DEDICATORIA La siguiente obra está dedicada a mis padres José y Margarita, por haberme inculcado los valores y el estudio. A mi amada esposa María victoria, por el apoyo incondicional que en todo momento me brindó, así como a mis hijos, hermanos y sobrinos Otto Fabricio, Tatiana, Andrea, Zoe, Luis, José Félix, Ronald, Raciel, Jimmy y Jhoanna, por estimularme en busca del conocimiento. Y a mis hermanos espirituales del Silencio Nº 99 del valle de Trujillo, que han hecho de mí un hombre libre y de buenas costumbres. PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL8 PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 9 AGRADECIMIENTOS Mi especial agradecimiento al doctor Helard Ventura Ponce, cirujano oral y maxilofacial de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, por sus enseñanzas. Mi agradecimiento eterno al Dr. Henry Miranda Gutiérrez, especialista en medicina y patología estomatológica de la Universidad Particular Antenor Orrego y del Hospital Regional Docente de Trujillo por su valioso aporte en el capítulo de biopsia en la cavidad bucal. Al Dr. Juan Sánchez Haro, cirujano bucal y maxilofacial, por sus valiosos aportes y por la confianza depositada en mi persona PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 11 CONTENIDO Cap.1 Historia clínica y evaluación del paciente Cap. 2 Imagenologia en cirugía bucal y maxilofacial Cap. 3 Anestésicos locales Cap. 4 Infecciones de origen odontogénico Cap. 5 Instrumentos básicos en cirugía bucal Prefacio Dedicatoria Agradecimientos Cap. 6 Principios básicos en cirugia bucal Cap. 7 Accidentes y complicaciones en cirugía dentoalveolar Cap. 8 Extracción de dientes (exodoncia) Cap. 9 Cirugia de dientes incluidos, impactados o retenidos Cap. 10 Lesiones de los nervios en cirugía bucal Cap. 11 Autotransplante de diente Cap. 12 Cirugía periapical o endodóntica 13 109 131 139 147 05 07 09 27 17 41 83 93 61 71 PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL12 Cap. 13 Cirugía preprotésica Cap. 14 Traumatología dentoalveolar Cap. 15 Lesiones de los tejidos blandos Cap. 16 Biopsia en cavidad bucal Lectura recomendada 187 195 153 165 181 Capítulo 13 Según la definición del Diccionario de la Real Academia Española, la semiótica es el estudio de los signos de las enfermedades; la semiotecnia es la técnica de la búsqueda del signo y la clínica propedéutica es la enseñanza que ayuda a reunir y explicar los signos y síntomas para llegar a un diagnóstico que reconoce la enfermedad. La semiología bucal se preocupa de llevar al cirujano dentista al diagnóstico en base a una entrevista, a un examen detallado de las alteraciones y a la interpretación de los diferentes exámenes complementarios que nos permiten planificar un tratamiento y establecer un pronóstico. La evaluación en el preoperatorio tiene por objetivo reducir el riesgo quirúrgico del paciente y la morbilidad de la cirugía, basándose en la premisa de modificar la atención al paciente y mejorar los resultados. Se requiere que todos los pacientes reciban una evaluación anestésica en el preoperatorio y la Sociedad Americana de Anestesiología (ASA) ha aprobado normas básicas para el cuidado preoperatorio con los requisitos mínimos para una evaluación correcta. La evaluación preoperatoria del paciente es de suma importancia para el desarrollo de un plan anestésico quirúrgico, seguro y apropiado tanto para el clínico como para el propio paciente. Historia clínica y evaluación del paciente 01 PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL14 Historia clínica del paciente a intervenir quirúrgicamente En cirugía bucal es importante una detallada historia clínica médica estomatológica, ya que proporciona el marco en el que el clínico construye un diagnóstico y un plan de tratamiento preciso y efectivo. La evaluación inexacta o incompleta, así como los exámenes extraclínicos o complementarios innecesarios o un mal diagnóstico pueden dar lugar a un retraso o complicación en el tratamiento. Es de suma importancia revisar los antecedentes médicos del paciente porque pueden proporcionar información importante y ahorrar tiempo durante el proceso de la entrevista. El paciente debe describir la historia de la enfermedad actual, para reunir información con respecto a la aparición, intensidad, calidad, ubicación, duración, radiación, y cualquier exacerbación. Los síntomas que se relacionan con la enfermedad actual también deben tenerse en cuenta. La queja o motivo principal de consulta pueden incluir dolor, movilidad dentaria, hemorragia, fiebre, escalofríos, pérdida de peso, debilidad, etc. La historia médica, por otro lado, alerta al odontólogo clínico o al cirujano bucal de cualquier enfermedad preexistente que pueda tener un impacto en las cirugías programadas. Una historia familiar puede revelar factores de riesgo para los pacientes, así como la posibilidad de enfermedades hereditarias tales como la hemofilia o la hipertermia maligna. La historia social de un paciente debe incluir información en relación a los hábitos como el consumo de tabaco, alcohol o drogas. Estos hábitos pueden afectar de forma negativa a la curación y aumentar el riesgo del paciente para someterse a un procedimiento quirúrgico planificado. La revisión anamnésica de los sistemas y aparatos tiene que ser un método integral, hay que indagar acerca de los síntomas de un paciente. Esta revisión de los sistemas puede revelar condiciones médicas no diagnosticadas desconocidas para el paciente. Exploración física En la exploración física se refuerza aún más la parte de la anamnesis y se refuta las impresiones obtenidas en el resto de la historia clínica. Los signos vitales se registran al comienzo del examen físico y estos incluyen la presión arterial, el pulso, la frecuencia respiratoria y la temperatura. El aspecto general del pacientedebe tenerse en cuenta. Morbilidades / enfermedades sistémicas El cirujano dentista clínico debe evaluar los posibles factores de riesgo que se presentan en el paciente y entender su efecto sobre el tratamiento. Los cambios en la frecuencia respiratoria, la frecuencia o ritmo cardiaco, la presión arterial pueden ocurrir durante la cirugía y tener efectos perjudiciales, especialmente en aquellos pacientes con alguna morbilidad. Los riesgos de complicaciones son mayores cuando se atiende a pacientes que ya están médicamente comprometidos. Muchos eventos adversos se pueden prevenir mediante la evaluación preoperatoria, junto con la atenta monitorización intraoperatoria. Sistema cardiovascular Enfermedad del corazón Las complicaciones cardiacas tras la cirugía constituyen una enorme carga para la morbilidad y la mortalidad perioperatoria. En el Perú y Latinoamérica, al año algunas operaciones se complican por eventos adversos cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio o muerte por causas cardiacas. Los factores de riesgo son la diabetes, la hipertensión, antecedentes familiares de enfermedades del corazón, la hipercolesterolemia y la obesidad. Ciertas poblaciones de pacientes como los ancianos, diabéticos o mujeres pueden presentarse con características atípicas. Los diversos métodos para evaluar el riesgo cardíaco de un paciente antes de la cirugía bucal incluyen una historia médica estomatológica cuidadosa, y la interconsulta con el medico cardiólogo que realizará estudios sobre la tolerancia al ejercicio, la exploración física y un electrocardiograma (ECG). Sobre la base de esta información, los diversos índices de riesgo y las directrices pueden ayudar al cirujano bucal y maxilofacial para decidir qué pacientes pueden someterse a una cirugía del sistema estomatognático. La evaluación de riesgos consiste en evaluar las morbilidades de los pacientes y la tolerancia al ejercicio, así como el tipo de procedimiento a realizar para determinar el riesgo general de posibles complicaciones cardiacas perioperatorias. La tolerancia al ejercicio es un determinante importante del riesgo cardíaco y la necesidad de realizar más pruebas. Hipertensión arterial Dentro de las enfermedades cardiovasculares la hipertensión arterial es una enfermedad que puede aumentar el riesgo cardíaco perioperatorio. La hipertensión se ha asociado PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 15 con un aumento en la incidencia de la isquemia de miocardio. El comité nacional conjunto sobre prevención, detección, evaluación y tratamiento de la hipertensión arterial de los EEUU de América ha revisado su definición. Los pacientes hipertensos con hipertrofia ventricular izquierda están en un riesgo cardiaco perioperatorio mayor que los pacientes no hipertensos. Actualmente existen controversias en cuanto a si se debe demorar un procedimiento quirúrgico en un paciente con hipertensión no tratada o mal controlada. El tratamiento agresivo de la presión arterial alta hace disminuir el riesgo a largo plazo. Los pacientes con hipertensión arterial severa son más propensos a la isquemia miocárdica perioperatoria y a las arritmias ventriculares. Para los pacientes con presión arterial superior a 180/110 mmHg, no existe evidencia absoluta de que el aplazamiento de la cirugía disminuya el riesgo cardiaco. Los pacientes sin cambios en la presión, tales como la insuficiencia renal o la hipertrofia ventricular izquierda, pueden estar adecuadas para proceder con el acto quirúrgico. Sin embargo, los pacientes con una presión arterial marcadamente elevada y la aparición de un dolor de cabeza, se debería retrasar la cirugía para un tratamiento médico posterior. Los pacientes con hipertensión arterial pueden tener un volumen intravascular contraído y por lo tanto tienen una mayor susceptibilidad a los efectos de los vasodilatadores, sedantes y agentes anestésicos. Para la cirugía electiva lo mejor es tener la presión arterial del paciente en forma óptima antes de la cirugía. Los factores de riesgo para los pacientes con presión arterial alta incluyen el tabaquismo, la hipercolesterolemia, el aumento de la edad, los antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular y la diabetes. La hipertensión arterial no tratada causa la enfermedad coronaria, cardiomegalia, insuficiencia cardíaca congestiva y lesión de órganos diana. Al evaluar un paciente con hipertensión, es importante determinar la presencia de daño a un órgano (corazón, pulmón y sistemas cerebrovasculares). Una presión arterial sistólica elevada puede ser un mejor presagio de la isquemia miocárdica postoperatoria que la presión arterial diastólica elevada. Sistema pulmonar En el sistema respiratorio las complicaciones pulmonares son una causa importante de morbilidad en pacientes sometidos a una intervención quirúrgica y son más frecuentes que las complicaciones cardiacas con una incidencia de 5-10%. Estas complicaciones pulmonares perioperatorias incluyen atelectasia, neumonía, bronquitis, broncoespasmo, hipoxemia y complicaciones respiratorias. En los pacientes con enfermedad del tracto respiratorio superior, la cirugía debe retrasarse al menos 2 semanas después de la resolución de la enfermedad. Los estudios indican una incidencia de 10% de complicaciones respiratorias graves, así como paro cardíaco, neumonía y la intubación prolongada debido al aumento de esputo, cuando la cirugía se realiza en pacientes con una infección del tracto respiratorio superior activa. Durante la evaluación prequirúrgica, el cirujano bucomaxilofacial debe pedir una interconsulta con el neumólogo o médico internista para obtener información acerca de la tolerancia al ejercicio, tos crónica o disnea inexplicada. En el examen físico realizado por el especialista son de importancia los hallazgos de ronquidos, sibilancias, disminución de los ruidos respiratorios, ruidos a la percusión y una fase de espiración prolongada. Las pruebas de función pulmonar preoperatorias son reservados para los pacientes con resección pulmonar o aquellos sometidos a cirugía mayor, que tienen signos y síntomas pulmonares inexplicables después de una historia y examen físico. Obesidad Un paciente se considera obeso cuando su peso corporal es 20% mayor de su peso ideal. La obesidad se puede medir por el índice de masa corporal (IMC), que se obtiene dividiendo el peso corporal en kilogramos por la altura en metros al cuadrado (IMC = PC/K x Am2). Los estudios indican que un IMC superior a 30% sugiere un aumento de la morbilidad debida a un accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca y diabetes. Estas condiciones indican la necesidad de una evaluación del médico especialista, con respecto a la vía aérea del paciente y del estado cardíaco y pulmonar. Incluso con una vía respiratoria adecuada, la ventilación puede ser difícil debido al tamaño del paciente y una tendencia a la hipoxemia. Además se debe tener en cuenta que puede haber cambios cardiovasculares importantes. El cirujano bucomaxilofacial también debe tener presente el bajo índice de masa corporal, especialmente el que sugiere un trastorno alimentario. La deficiencia nutricional puede estar presente junto a cambios significativos en el sistema cardíaco, desequilibrios de electrolitos y fluidos, retraso del vaciado gástrico y anormalidades endocrinas graves. Exámenes imaginológicos Dentro del plan de trabajo para el diagnóstico, se determinará que las radiográficas son PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL16 obligatorias. Las radiografías simples, la tomografía computarizada de haz en abanico o de haz cónico (TC), la arteriografía son útiles de acuerdo al caso. Los riesgos asociados a la radiación con estos estudios deben ver el riesgo beneficio frente a la ventaja por parte de ellos. Exámenes de laboratorio Algunas instituciones médicas y estomatológicas tienen protocolos de pre admisión basados en factores comola edad del paciente. En el preoperatorio las pruebas de laboratorio deben ser ordenadas en base a indicaciones de la historia y al examen físico. Una historia clínica y un buen examen físico se deben utilizar para identificar condiciones médicas que puedan afectar el manejo perioperatorio, así como para indicar pruebas de laboratorio más directas o realizar interconsultas con el medico especialista. Evaluación del riesgo anestésico y quirúrgico Una vez que el cirujano bucomaxilofacial ha reunido información a través de la entrevista y la examinación del paciente puede clasificarlos, según la Sociedad Americana de Anestesiología (ASA), usando la clasificación del estado físico (Tabla 1.2). Los pacientes con una clasificación ASA inferior representan un riesgo quirúrgico menor que los pacientes con una enfermedad sistémica grave. Este sistema es muy útil en la identificación de factores de riesgo por lo que cualquier modificación en el plan de tratamiento se puede llevar a cabo. Estado Estado de enfermedad ASA 1 Sin perturbación orgánica, fisiológica, bioquímica o psiquiátrica ASA 2 Leve a moderada perturbación sistémica que puede no estar relacionada con la razón para la cirugía ASA 3 Severa perturbación sistémica que pueden o no estar relacionado con la razón de la cirugía ASA 4 Severa perturbación sistémica que es potencialmente mortal con o sin cirugía ASA 5 paciente moribundo que tiene pocas posibilidades de sobrevivir, pero se sometió a la cirugía como último recurso (los esfuerzos de reanimación) Operación de emergencia (E) Cualquier paciente en el que se requiere una operación de emergencia Tabla 1.2 Sociedad Americana de Anestesiología clasificación del estado físico. Paciente ambulatorio vs pacientes hospitalizados Una vez que el cirujano ha recogido la información pertinente durante el estudio preoperatorio debe decidir la mejor forma de realizar el procedimiento quirúrgico. Los factores de riesgo del paciente también deben ser una parte importante de la decisión sobre dónde realizar el procedimiento. Los pacientes con condiciones sistémicas como un mal control de la obesidad o hipertensión mal controlada deben ser cuidadosamente evaluados y las pruebas preoperatorias deben llevarse a cabo para determinar el riesgo quirúrgico. Los factores como la edad avanzada, un tiempo quirúrgico mayor a 120 minutos, los diagnósticos cardíacos, enfermedad vascular periférica, enfermedad cerebrovascular, cáncer, inmunodeficiencias pueden poner a los pacientes en un mayor riesgo de hospitalización inmediata. Las ventajas de realizar la cirugía en un hospital incluyen la incorporación de un anestesiólogo para administrar anestesia durante el procedimiento quirúrgico. Las técnicas de imágenes como la ecografía, TAC, radiografías de tórax están fácilmente disponibles, así como las de química sanguínea para diagnosticar y tratar las complicaciones rápidamente. Igualmente procedimientos como la radiología intervencionista y la embolización están disponibles. En última instancia la decisión sobre dónde realizar una cirugía depende del cirujano y del paciente informado, teniendo en cuenta el tipo y duración del procedimiento, los factores de salud y seguridad del paciente. Resumen La evaluación preoperatoria es de suma importancia para evaluar el estado de salud bucal y el estado de salud general del paciente, así como determinar los factores de riesgo y la educación sobre ellos. El objetivo de la evaluación preoperatoria es reducir el riesgo del paciente y la morbilidad de la cirugía. Capítulo 17 Imagenología en cirugía bucal y maxilofacial De los exámenes imaginológicos la radiología es el medio auxiliar fundamental en cirugía bucal y maxilofacial, porque confirma muchos de los datos observados en la historia clínica. La patología quística es normalmente diagnosticada como un hallazgo radiográfico. Los exámenes radiográficos más comunes en cirugía bucal y maxilofacial son las radiografías intraorales y las panorámicas. Sin embargo, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) también son comunes en los exámenes imaginológicos de muchas condiciones nosológicas. Es importante tratar de minimizar la dosis de radiación al paciente (especialmente niños). La tomografía computarizada puede dar dosis absorbidas, potencialmente significativas para el paciente y la tendencia actual es el uso de una técnica de dosis baja de radiación, pero esto puede ser a expensas de la calidad de la imagen y su uso dependerá del problema clínico. 02 PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL18 Tomografía computarizada (TC) Dentro de la imagenología la tomografía computarizada es una técnica digital que proporciona imágenes de cortes muy delgados en el paciente, cuyo grosor de corte puede ser inferior a 1 mm mediante el uso de pequeños detectores de rayos X y un haz de rayos X en forma de abanico transmitido a través del paciente. Al escanear simultáneamente varias secciones del cuerpo (TC multicorte), el tiempo del ciclo se puede reducir significativamente de tal manera que en los detalles más pequeños se puedan obtener imágenes con un tiempo de análisis muy cortos y tridimensionales (3D). Estas permiten una amplia gama de aplicaciones clínicas a través del uso de un software de computadora. Las imágenes se pueden ver en un plano axial, coronal y sagital o en función de la tarea de diagnóstico. Esto se conoce como formación de imágenes multiplanar reformateado (IMR), cuyas imágenes también se pueden ver en cualquier otro plano decidido por el operador. La tomografía computarizada tiene la ventaja sobre otras técnicas radiográficas porque elimina la superposición de imágenes de aquellas estructuras fuera del área de interés y tiene una resolución que las diferencias entre los tejidos que difieren en densidad física. Para la visualización de cada imagen, a cada píxel se le asigna un número de TC (Unidades Hounsfield - UH) que representa la densidad. Por ejemplo, la densidad del aire se define como 1000 UH, la del agua como 0 UH y la del tejido óseo tiene más de 400 UH. Para que el observador pueda interpretar la imagen, se muestran sólo un número limitado de UH. A escala de grises clínicamente útil se consigue estableciendo el nivel y anchura de la ventana en la pantalla de la computadora a un intervalo adecuado de UH, dependiendo del tejido que se está estudiando. El término “nivel de la ventana” representa la UH central de todos los números dentro del ancho de la ventana. La anchura de la ventana cubre la UH de todos los tejidos de interés y éstos se muestran como varios tonos de gris. Tomografía computarizada de haz cónico (TC de haz cónico) La TC de haz cónico se basa en la tomografía volumétrica, en contraste con la TC de haz en abanico convencional en la que se exploran las rebanadas. A partir de esto, las rebanadas de volumen pueden ser reconstruidas en varios planos. Una de las ventajas de la TC de haz cónico en comparación con la TC convencional es la menor dosis de radiación. La dosis de radiación se reduce hasta en un 98% en comparación con TC convencional y es comparable a 2 o 3 radiografías panorámicas como promedio. El tiempo de exploración es relativamente corto (alrededor de 10 segundos) y la resolución es alta (es decir, alrededor de 0,125 mm) y se aproxima a la de la TC de haz en abanico. El software está generalmente adaptado a la imagen maxilofacial y es en tiempo real interactivo, por ejemplo para la planificación de implante. En la TC de haz cónico y la TC convencional los artefactos son producidos por objetos metálicos y es importante evitar la exposición de los empastes de metal y coronas. Resonancia magnética (RM) Este tipo de imagenología no usa radiación ionizante, sino que utiliza campos magnéticos para alinear protones en el cuerpo, los que luego pueden ser grabados electrónicamente a medida que vuelven a suorientación de referencia y formatear para construir una imagen. Hay, sin embargo, algunas contraindicaciones ya que la presencia de metales ferromagnéticos es un peligro potencial. Los pacientes con objetos magnéticos o paramagnéticos metálicos, marcapasos y clips metálicos no deben ser examinados. En la paciente gestante es una contraindicación relativa. Con relación a su ventaja la RM ofrece una mejor resolución sobre los tejidos de bajo contraste y tiene una excelente resolución de contraste en los tejidos blandos. Por otro lado, la desventaja es relativa porque el tiempo de imagen es largo y los pacientes que sufren de claustrofobia no pueden ser examinados. En los pacientes claustrofóbicos se utilizan a veces escáneres de resonancia magnética abiertos, pero las imágenes son de baja resolución y son generalmente inadecuadas para las imágenes de cabeza y el cuello. Dientes impactados La evaluación preoperatoria de un diente impactado por lo general consta de dos radiografías intraorales expuestos a diferentes ángulos (Fig. 2.1 A y B) o una radiografía panorámica. El uso de placas intraorales en proyecciones diferentes, da una idea de la verdadera anatomía de los terceros molares cuando se compara con la observación clínica. Las radiografía intrabucal y panorámica suelen ser suficientes para mostrar la relación entre las raíces del tercer molar y el conducto mandibular. Sin embargo el estrechamiento del conducto, el aumento de radiolucidez y la interrupción de la cortical alveolar puede justificar un examen con TC. La TC Conebeam ha demostrado tener PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 19 Fig. 2.1 Tercer molar inferior impactado en una posición horizontal y mesioangular. (a) Radiografía periapical tomada con + 10 ° angulación vertical del tubo de rayos X. se observan raíces fusionadas en relación al conducto mandibular. (b) radiografía periapical tomada con +10 ° angulación vertical del tubo de rayos X. Se observa dos raíces la distal corta y curvada y la mesial cerca al canal mandibular. (c) TC de haz cónico de 1 mm de espesor. Imagen superior izquierda; sección transversal de la mandíbula a través de las raíces. El canal mandibular se ve por debajo de las raíces mesiales, lingual a la raíz vestibular y vestibular a la raíz lingual. La imagen superior derecha es una vista sagital de la pieza vestibular del diente y la raíz mesiovestibular recta. La sección inferior muestra una vista axial de los dientes, que está situado cerca del hueso compacto lingual. (d) Igual que (c), pero la sección se coloca en lingual. La raíz mesio-lingual curva se muestra en la vista sagital. una alta precisión diagnóstica para predecir la exposición del paquete dentario inferior (VAN) durante la extracción de los terceros molares impactados. Fig. 2.1 muestra un tercer molar mandibular con una complicada anatomía de la raíz tomada con TC de haz cónico. Este tipo de TC de haz cónico también ha demostrado ser útil cuando se examinan los dientes incluidos en otras regiones, como en la localización de los caninos superiores incluidos y de la misma forma se observa mejor la reabsorción radicular en los incisivos adyacentes en comparación con la radiografía convencional. La fig. 2.2 muestra un examen de TC de haz cónico de un canino maxilar no erupcionado provocando la reabsorción de la raíz del incisivo lateral. Lesiones inflamatorias, quistes, tumores benignos y malignos El principal objetivo del examen radiográfico es dar una información que lleve al diagnóstico más probable para que el tratamiento sea oportuno y óptimo. El examen debe cubrir toda la zona patológica en al menos dos dimensiones. Una combinación de diferentes técnicas radiográficas puede conducir a un diagnóstico más seguro, pero siempre se debe de tener en cuenta que el tratamiento no debe ser afectado por los exámenes prolongados, en tal caso deben estar justificados. Hay algunos signos radiológicos que siempre deben buscarse en la interpretación radiológica de estados patológicos, tales como: • Ubicación y tamaño • Periferia y forma • Estructuras internas • Efectos sobre las estructuras circundantes a b c d PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL20 Fig. 2.2 Examen con TC de haz cónico de un canino no erupcionado maxilar provocando la reabsorción de la raíz del incisivo lateral. La corona del canino se encuentra por palatino a la raíz del incisivo. (a) Parte superior izquierda, vista sagital. Parte superior derecha, la sección transversal de la maxila. Inferior, vista axial. (b) Igual que (a), pero las de 1 mm de sección gruesa se coloca más palatina en la sección sagital. La punta de la raíz del canino es mesial curvada. Lesiones de origen inflamatorio En la región de los maxilares existen varias lesiones que se presentan como zonas radiolúcida, una de ellas las lesiones inflamatorias localizadas en el área periapical y que son los cambios más comunes. No es posible diferenciar radiológicamente entre un quiste radicular y una periodontitis apical. Los quistes radiculares tienden a ser más grande que los granulomas periapicales, pero una gran variación en el tamaño se ha demostrado para ambos tipos de lesiones. Esto no es un problema de diagnóstico para las pequeñas radiotransparencias periapicales y con un tratamiento endodóntico tiene una alta tasa de éxito y la prevalencia de verdaderas lesiones quísticas es baja. En el seguimiento después del tratamiento de la endodoncia y la cirugía periapical es importante estandarizar el examen radiográfico con respecto a la proyección, la densidad y el contraste de la imagen para poder comparar diferentes exámenes. Por ejemplo, en la Fig. 2.3, la proyección se cambió entre las dos radiografías tomadas en la misma ocasión y parece que el tamaño de la destrucción del hueso periapical ha cambiado. La TC de haz cónico será considerada cuando ninguna patología detectable sea posible con las radiografías periapicales y la exploración física indique alguna patología existente, como las lesiones periapicales. Esto es especialmente importante en los pacientes con enfermedades crónicas como la sinusitis maxilar, cuya causa odontogénica puede encontrarse hasta en un 40% de los pacientes con esta patología. Por otro lado, las radiografías de los senos paranasales no se indican rutinariamente cuando se sospecha de sinusitis. La radiografía panorámica no debe utilizarse para la detección de pequeñas lesiones osteolíticas en el seno maxilar y los cambios en los tejidos blandos puede ser difícil de detectar con estas radiografías, pero dependiendo de si las estructuras circundantes se proyectan en los senos maxilares. La TC es más gratificante que la radiografía convencional en el examen de los senos paranasales. Se recomienda la TC de alta resolución a dosis baja, cuando el tratamiento estomatológico ha fallado, sobre todo cuando surgen complicaciones o si se sospecha de malignidad. La Fig. 2.4 muestra unos casos de sinusitis maxilar crónica examinada con radiografía panorámica y TC de baja dosis. a b PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 21 Fig. 2.3. La evaluación de la cicatrización después de la cirugía apical del canino superior izquierdo. Las radiografías (a) y (b) se toman en la misma ocasión, pero con diferentes proyecciones. La destrucción ósea apical tiene un aspecto diferente en función del cambio de la proyección. a b Fig. 2.4. Un paciente con sinusitis maxilar crónica. Radiografía panorámica (a) y TC de baja dosis (b, c) se llevaron a cabo. (a) Radiografía panorámica que muestra fragmentos de raíz del tercer molar superior izquierdo con la destrucción ósea periapical. Los senos maxilares son difíciles de evaluar. (b) TC axial que muestra radiopacificación completa del seno maxilar izquierdo. Las paredes óseas son un poco escleróticas. (c) Corte coronal que muestra la misma imagen que (b). a b c PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL22 Quistes y tumores benignos Dentro deestas lesiones, el quiste radicular es el quiste más común que se encuentran en los maxilares, seguido del quiste dentígero y el queratoquiste odontogénico (QQO). Los quistes grandes en la región del seno maxilar pueden ser difíciles de observar con las radiografías convencionales, en tal caso la TC suele estar indicada para ver la extensión, ubicación y compromiso con estructuras anatómicas del quiste (Fig. 2.5). El quiste dentígero, el ameloblastoma y el QQO suelen ser hallazgos en las radiografías panorámicas. (Fig. 2.6). Tumores malignos Las neoplasias óseas malignas primarias son raras en los maxilares. El carcinoma de células escamosas es el cáncer más común de cabeza y cuello y puede invadir el hueso subyacente. La imagen típica en una radiografía panorámica de una lesión maligna que afecta el hueso mandibular es la destrucción ósea, con bordes mal definidos. La Fig. 2.7 muestra un carcinoma de seno maxilar que implica el maxilar superior detectado en una radiografía panorámica. Las lesiones malignas que crecen rápidamente destruyen el hueso alveolar, pero por lo general no hay reabsorción radicular. Un signo típico son los “dientes flotantes”. El examen imaginológico de las neoplasias malignas a menudo comprende una tomografía computarizada y una resonancia magnética para determinar la extensión del tumor y para evaluar la presencia de linfadenopatía cervical. Actualmente la combinación de tomografía computarizada y tomografía por emisión de positrones (TEP) es ahora ampliamente usada como una herramienta clínica avanzada para el diagnóstico, estadificación y reestadificación del cáncer y para la evaluación de la terapia de tumores. La combinación de resonancia magnética y TEP también se está volviendo disponible. La tomografía por emisión de positrones es un estudio funcional en el que se administra por vía intravenosa un isótopo marcado radiactivamente de glucosa y las zonas de alta actividad metabólica se pueden grabar. La absorción se registra mediante un sistema de imagen nuclear y normalmente se combina con tomografía computarizada o resonancia magnética para una mejor localización. Articulación temporomandibular (ATM) En los pacientes con desorden temporomandibular las imágenes juegan un papel menor en el manejo de estos pacientes, ya que se ha demostrado que el resultado del tratamiento no se ve afectado por los hallazgos radiológicos. A pesar del éxito del tratamiento conservador, algunos pacientes no mejoran y la cirugía de la articulación temporomandibular puede estar indicada. En estos casos la radiografía se indica, así como en pacientes con trauma, tumores, anquilosis y anomalías del desarrollo. En aquellos pacientes con condiciones poliartríticas, como la artritis reumatoide, también está indicado el examén radiográfico para evaluar el grado de destrucción de las articulaciones. Una alternativa es la exploración ósea con isótopos de fosfato de tecnecio, que podría estar indicada para determinar el nivel de actividad del crecimiento de la hiperplasia condilar. Actualmente existen diferentes técnicas para obtener imágenes de la articulación temporomandibular como la radiografía panorámica, la radiografía de ATM simple, la tomografía computarizada convencional, artrografía y la resonancia magnética. La radiografía panorámica no es un método fiable para mostrar con precisión la forma del cóndilo mandibular y la cavidad glenoidea del temporal porque son mal visualizados. La radiografía simple de ATM muestra la parte mineralizada de la articulación, pero la superposición de estructuras anatómicas adyacentes puede dificultar la interpretación. La tomografía convencional muestra mejor las estructuras óseas, pero sin embargo los cambios óseos menores no se mostrarán. Las imágenes con TC proporcionan detalles excelentes para las anormalidades óseas, como la anquilosis, fracturas, tumores óseos y la artrosis, y las imágenes en 3D pueden ser reproducidas. La Fig. 2.8 muestra una TC de haz cónico donde se aprecia una hipoplasia del cóndilo mandibular del lado derecho y su reconstrucción en 3D a boca abierta y la Fig. 2.9 en boca cerrada del mismo paciente. La resonancia magnética ha reemplazado a la artrografía y puede proporcionar información sobre la posición del disco, el líquido articular, cambios en la médula ósea y la estructura ósea en múltiples niveles de la articulación. La resonancia magnética es la técnica de diagnóstico por imagen privilegiada en pacientes con desordenes temporomandibular. La técnica es costosa y no hay estudios que muestren que los resultados del examen se traducirán en un mejor resultado del tratamiento para el paciente típico con desorden temporomandibular. La obtención de imágenes de la ATM se debe indicar antes de la cirugía de la ATM y el método preferido es la resonancia magnética si el tejido blando que se debe mostrar es de importancia y la tomografía computarizada si el tejido duro es de interés primordial. En casos de tumores los dos métodos a menudo se combinan. PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 23 Fig. 2.5. Paciente con una fístula en la región canina superior derecho, inflamación bucal y síntomas de la sinusitis. Menciona que un diente se extrajo en la región hace unos 10 años cuando tuvo síntomas similares. El diagnóstico final fue un quiste residual. (a) Rx panorámica que es difícil de interpretar. (b) La TC con una sección axial que muestra la destrucción ósea bien definida en la región canino superior derecho. (c) Corte coronal que muestra la lesión quística con huesos engrosados alrededor del quiste, inflamación de tejidos blandos se ven en el seno maxilar. (d) La TC axial tomada hace 10 años, cuando el paciente tenía síntomas de la sinusitis. Una lesión quística se ve alrededor de la punta de la raíz del canino superior derecho. El diente se extrae más tarde. a b c d Fig. 2.6. Rx panorámica que muestra una destrucción ósea multilocular en el área del cuerpo mandibular del lado izquierdo y sínfisis mentoneana. El paciente no tenía síntomas y los diagnósticos radiológicos presuntivos fueron ameloblastoma o tumor odontogénico queratoquistico (TOQ). El informe diagnóstico del patólogo fue Ameloblastoma quístico. Fig. 2.7 Carcinoma de seno maxilar en un corte de radiografiá panorámica. PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL24 Fig. 2.8. Tomografía computarizada de ATM muestra una hipoplasia condilar del lado derecho con reconstrucción en 3D. Boca abierta Fig. 2.9. Tomografía computarizada de ATM del mismo paciente. Boca cerrada. PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 25 En el tratamiento con implantes dentales La radiografía panorámica es la primera opción para el estudio radiológico antes del tratamiento con implantes. La técnica depende de la colocación apropiada del paciente durante la exposición de los rayos. Las mediciones confiables se han encontrado en la radiografía panorámica digital y los errores en la radiografía panorámica convencional, siempre se debe de tener en cuenta cuando se requiere una evaluación exacta de la distancia, debido a su magnificencia del 20 a 25%. La radiografía panorámica tiene menor posibilidad que la tomografía computarizada en la visualización y la toma de medidas relacionadas con el canal mandibular. Hoy en día la tomografía computarizada de haz cónico ha reemplazado casi totalmente a la tomografía convencional. No es igual en exactitud, de modo que la tomografía computarizada de haz cónico debe preferirse ya que en esta técnica la dosis de radiación es menor en comparación con la tomografía computarizada convencional multicorte y tiene un software superior para la planificación y procedimientos en la colocación de implantes dentales. Cuando un paciente totalmente desdentado recibe exposiciones con tomografía computarizada de haz cónico es necesario un tamaño de campo estrecho (Fig. 2.10). La tomografía computarizada está indicadasiempre, cuando el volumen del hueso se debe evaluar con precisión y se requiera precisar la localización del canal mandibular. La Fig. 2.11 muestra una tomografía computarizada de haz cónico del canal mandibular. Otra indicación para esta técnica es a la hora de evaluar los procedimientos de injerto óseo en relación con los implantes dentales, ya que las radiografías bidimensionales subestiman la resorción ósea. Los exámenes de seguimiento postoperatorio después de un tratamiento con implantes se suelen hacer con las radiografías intraorales tomadas de una manera estandarizada. Fig. 2.10. Estudio con tomografía computarizada multicorte para planificar el tratamiento con implantes en el maxilar superior. (a) Radiografiá panorámica, (b) corte axial o transversal, (c) reconstrucción panorámica o coronal, (d) cortes para sagitales de 3 mm de espesor realizadas perpendicularmente al hueso alveolar. a b c d PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL26 Fig. 2.11. Tomografía computarizada de haz cónico de la mandíbula para visualizar el canal mandibular. (a) Sección anterior que muestra el foramen mentoneano. (b) Sección posterior en la región molar que muestra el canal mandibular. a b Capítulo 27 Anestésicos locales La anestesia local (AL) es causada por depresión de la excitación de las terminaciones nerviosas o la inhibición del proceso de conducción de los nervios periféricos. En la práctica clínica solo debe utilizarse aquellos métodos o sustancias que inducen una transitoria y completa reversibilidad del estado anestésico. En la actualidad los anestésicos locales utilizados clínicamente no son solo específicos para los nervios sensoriales periféricos, también afectan la transmisión de cualquier tejido excitable, tal como los nervios motores, el sistema nervioso central y el tejido cardiovascular. 03 PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL28 Mecanismo de acción de los anestésicos locales Los anestésicos locales logran su acción inhibiendo la entrada de sodio en las células nerviosas durante el ciclo de cocción que es el principal conductor de despolarización, por lo que el bloqueo de la transferencia de sodio causa la inhibición de la actividad neural. Debe señalarse que el canal de sodio no es una estructura singular y que al menos nueve variaciones diferentes han sido identificadas. En teoría, esto significa que los anestésicos locales muy selectivos podrían desarrollarse. Ventajas de los anestésicos locales • Evitan los efectos adversos de la anestesia general. • Paciente permanece consciente. • Complicaciones mínimas. • Rara vez se presenta mortalidad. • Tratamiento ambulatorio. • Técnicas a emplear son sencillas. • Reducen costo económico Desventajas de los anestésicos locales • En pacientes de corta edad • En pacientes con retardo mental • Posibilidad de alergia a alguno de los componentes de la anestesia. • En tratamientos quirúrgicos largos • En procesos infecciosos agudos • Posibilidad de anomalías anatómicas Propiedades ideales de los anestésicos locales • Tener excelentes propiedades anestésicas. • Efecto selectivo sobre el tejido nervioso. • Bajo grado de toxicidad y efectos colaterales. • No ser irritante para los tejidos. • No provocar reacciones alérgicas. • Acción absolutamente reversible. • Acción rápida y duración suficiente, y el periodo de recuperación debe ser rápido • No ser demasiado sensible a las variaciones de pH. Técnicas de anestesia local en cirugía bucal y maxilofacial En la actualidad existen diferentes técnicas que pueden proporcionar anestesia local en y alrededor de la boca y los maxilares. Estas incluyen métodos que se utilizan en otras partes del cuerpo, tales como la anestesia tópica, la infiltrativa y las técnicas de bloqueo regional. Sin embargo hay métodos que son exclusivos de la cavidad bucal y los maxilares, como la intraósea, la intraligamentosa y las inyecciones intrapulpar. Anestesia tópica La anestesia tópica es útil cuando se aplica a la mucosa bucal y se puede emplear antes de las inyecciones del anestésico local en la boca, para disminuir el dolor durante la penetración de la aguja. Los de uso intrabucal están disponibles en una serie de formulaciones que incluyen cremas, ungüentos y aerosoles, siendo los más utilizados la lidocaína y benzocaína. También existe una combinación de lidocaína y prilocaína diseñada específicamente para una anestesia tópica intrabucal más profunda. Los avances en la anestesia tópica han hecho que algunos procedimientos en los tejidos blandos se puedan realizar utilizando anestesia tópica como agente único. Sin embargo, la anestesia para los dientes y los maxilares no es posible en la actualidad por este método. Anestesia infiltrativa La anestesia con la técnica infiltrativa es útil en la piel y las mucosas bucales, por lo que es una anestesia localizada que también se puede utilizar para proporcionar anestesia para algunos dientes. Es la técnica de elección en el maxilar superior para la anestesia de las piezas dentarias (exodoncia) en adultos, también se puede utilizar para este fin en la mandíbula de los niños para la anestesia de la dentición temporal y de la misma forma también puede tener éxito en los dientes incisivos de la mandíbula en adultos con enfermedad periodontal. Cuando se utiliza por vía intrabucal, el acceso al punto de penetración de la aguja es más fácil cuando el paciente tiene la boca entreabierta. La técnica se lleva a cabo mediante la penetración de la aguja a través de la mucosa, en la profundidad del surco vestibular. Si se pone en contacto la aguja con el hueso debe ser retirada ligeramente de modo que sea supraperióstica, por que la inyección por debajo del periostio es dolorosa en el momento de la inyección y puede causar incomodidad después de la aplicación. Luego viene la aspiración seguida del depósito lento de 1,0 a 2,0 de solución a una velocidad de 30 s/ml. La inyección lenta tiene una serie de ventajas: reduce la incomodidad y aumenta los éxitos en el paciente, además de disminuir los efectos de los problemas sistémicos. Esta técnica permite unos 45 minutos de anestesia para las exodoncias, cuando se utiliza PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 29 una solución que contiene un vasoconstrictor como lidocaína con epinefrina. De la misma forma esta anestesia en los tejidos blandos es más larga y el paciente puede tener una sensación de anestesia durante 1,5 a 2 horas. Anestesia regional Cuando implica la pérdida de sensibilidad de un tronco nervioso. Existen varias técnicas de bloqueo regional que se describen para anestesiar a las estructuras de los huesos maxilares. Anestesia mandibular En la actualidad se describen una serie de técnicas utilizadas para anestesiar el maxilar inferior, sus dientes y las estructuras asociadas (ejemplo lidocaína al 2% con epinefrina, articaína 4% con adrenalina). Además hay que recordar que las estructuras en la línea media, como los incisivos centrales inferiores a menudo reciben alimentación bilateral, por lo tanto, éstos no pueden ser anestesiados de forma eficaz por un solo bloqueo nervioso regional. Bloqueo del nervio alveolar inferior (técnica de Halstead) Esta técnica anestesia los dientes y el hueso de un lado de la mandíbula junto con los tejidos blandos que la rodean. La técnica Halstead logra su efecto mediante el depósito de la solución anestésica en el espacio pterigomandibular, por el lado medial o interno de la rama mandibular, específicamente en la región del foramen o agujero mandibular o agujero dentario inferior por detrás de la espina de spix. Esta técnica de bloqueo anestesia al nervio alveolar inferior, que suministra inervación a los dientes y al hueso en el mismo lado de la mandíbula, además de los tejidos blandos del labio inferior, encía vestibular de premolares hasta la línea media. Además con esta inyección generalmente anestesia el nervio lingual que suministra inervacióna los dos tercios anteriores de la lengua, a la encía lingual y a la mucosa del piso de la boca del mismo lado. El paciente debe tener la boca abierta y el operador colocar el dedo pulgar de la mano que no coge la jeringa a nivel de la apófisis coronoides de la mandíbula dentro de la boca, el dedo índice es extraoral a la misma altura en el borde posterior de la rama ascendente (Fig. 3.1.). La jeringa se hace avanzar hasta el punto de penetración de la aguja a través de los dientes premolares inferiores del lado opuesto. El punto de penetración de la aguja está entre la cresta o línea oblicua interna de la mandíbula (que se palpa con el dedo pulgar del operador antes de descansar en la muesca coronoides) y el rafe pterigomandibular (que es visible). La altura de penetración de la aguja está a medio camino de la uña del pulgar del operador, se utiliza una aguja larga de 35 mm de longitud de calibre 27 y se hace avanzar hasta que tome contacto con el hueso, esto es por lo general alrededor de 25 mm de inserción de la aguja. Después de ponerse en contacto con el hueso se retira la aguja ligeramente, se aspira y la solución se deposita lentamente (1,5-2,0 ml). Con esta técnica se presentan dos problemas comunes, en primer lugar el contacto con el hueso demasiado pronto (después de 5-10 mm de inserción) y en segundo lugar el fracaso de no tocar el hueso. El primero (debido al tocar la línea oblicua interna de la mandíbula) se corrige mediante la retirada de la aguja del hueso, pero no completamente fuera de la mucosa. Enseguida la aguja se hace avanzar unos 25 mm y se vuelve de nuevo sobre los dientes premolares opuestos, el resto de la inyección se completa como se describió anteriormente. Esta es una modificación de la técnica indirecta para el bloqueo del nervio alveolar inferior. Y el segundo si el hueso no se pone en contacto después de aproximadamente 30 mm de penetración de la aguja, esta debe ser retirada del tejido aproximadamente 15 mm y la jeringa se balancea sobre los dientes molares del Fig. 3.1. (a) y (b) Posición de la aguja durante el abordaje de Halstead al nervio alveolar inferior. a b PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL30 lado opuesto y después se hace avanzar hasta que se pone en contacto con el hueso. La falta de contacto con el hueso puede conducir al depósito del agente anestésico en la glándula parótida, afectando al nervio facial y conduciendo a una parálisis hemifacial (paresia). Cuando se utiliza una solución con vasoconstrictor como la lidocaína con epinefrina, se logra anestesiar los tejidos duros, incluyendo los dientes, alrededor de 45 minutos. El entumecimiento de los tejidos blandos, sin embargo, puede ser evidente hasta 3 horas. En las soluciones de acción prolongada, la anestesia de los dientes puede durar hasta un lapso de 6 a 8 horas. Técnica de Gow-Gates Además de la anestesia del nervio alveolar inferior, esta técnica puede anestesiar el nervio lingual, bucal largo, milohioideo y auriculotemporal. Esto es útil para contrarrestar el suministro de nervios accesorios a los dientes y la mandíbula. Esta técnica deposita la solución más superior que la técnica de Halstead y es la razón por la cual más ramas del nervio mandibular son afectadas por esta inyección. El objetivo es el cóndilo mandibular (Fig. 3.2). Al igual que con la técnica de Halstead el paciente tiene la boca abierta de par en par. La jeringa se avanza en un plano paralelo a una línea visualizada entre la comisura de la boca y la muesca intertragal. La jeringa, provista de una aguja larga, se introduce en la boca a través del diente canino superior del lado opuesto al que se inyecta y avanza a través de las cúspides palatinas del segundo molar superior en el lado a inyectar. Esta técnica es a menudo más exitosa para anestesiar los dientes que la técnica de Halstead. Técnica de Akinosi Vaziran La técnica de Akinosi Vaziran difiere de las técnicas descritas anteriormente en dos aspectos. En primer lugar, se administra con la boca cerrada del paciente y, por lo tanto, es útil en personas que no pueden abrir completamente la boca y es útil en individuos con lenguas grandes incontrolables o cuando es difícil obtener acceso al punto de inserción de un bloqueo de Halstead. En segundo lugar, no hay punto óseo para la inserción de la aguja (fig. 3.3). Así como en todas las técnicas utilizadas para anestesiar el nervio mandibular, se requiere una aguja larga de calibre 27. La jeringa se introduce dentro de la cavidad bucal en el surco vestibular a lo largo de un plano paralelo a la unión mucogingival de la mucosa maxilar. Se avanza a este nivel hacia la parte posterior del maxilar hasta que el cilindro de la jeringa es adyacente a la superficie distal del segundo molar superior. En este punto la aguja habrá penetrado en la mucosa y alcanzará la profundidad correcta de penetración. Se realiza la aspiración y se inyectan lentamente 2,0 ml de solución. Si se pone en contacto la parte anterior de la rama mandibular, el cilindro de la jeringa se puede girar más lateralmente o se indica al paciente que mueva su mandíbula hacia el lado que se está inyectando. Esta técnica anestesia los nervios alveolar inferior, lingual, milohioideo y ocasionalmente el nervio bucal largo. Bloqueo del nervio mentoneano e incisivo Esta técnica anestesia a los dientes premolares, el canino e incisivos de la mandíbula, así como a los tejidos blandos del labio inferior y el mentón hasta la línea media. En algunos casos se consigue anestesiar al primer molar. Se basa en el depósito de la solución anestésica alrededor del nervio mentoneano que sale por el agujero mentoneano, la solución se deja a nivel de este agujero. También bloquea la rama incisiva que suministra inervación a los dientes anteroinferiores en el mismo lado, Fig. 3.4. La técnica habitual es intrabucal aunque también se puede utilizar un abordaje extraoral. La aguja se inserta en la profundidad del surco vestibular entre los dientes premolares inferiores y se avanza a una zona por debajo de los ápices premolares. Se deben depositar alrededor de 1,5 ml de solución y después de la inyección se deben masajear los tejidos para favorecer la entrada de la solución en el agujero mentoneano. Bloqueo del nervio bucal largo Si el nervio bucal largo no ha sido anestesiado por las técnicas ya descritas de bloque regional (por ejemplo, la técnica de Halstead) este nervio debe ser anestesiado por separado. El área anestesiada es la encía bucal o vestibular, la mucosa alveolodentaria y parte de la mejilla de la región molar mandibular, Fig. 3.5. El nervio puede ser anestesiado por infiltración bucal en la zona de interés o por bloqueo regional. El bloqueo regional se logra depositando 0,5 ml de solución en la región de la muesca coronoidea de la mandíbula (el punto en el que descansa el pulgar durante la técnica de Halstead). Anestesia del nervio maxilar En el nervio maxilar superior se utilizan varias técnicas de bloqueo regional y son como sigue. Bloqueo del nervio maxilar Existen los abordajes intrabucal y extrabucal del bloqueo del nervio maxilar. Los métodos PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 31 Fig. 3.4. Agujero mentoneano para el depósito de la solución anestésica para el bloqueo del nervio mentoneano e incisivo. Fig. 3.2. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo mandibular de Gow Gates. a b Fig. 3.3. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo mandibular de Akinosi Vaziran. a b PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL32 Fig. 3.6. Ubicación de la tuberosidad del maxilar para la posición de la jeringa para el bloqueo del nervio maxilar. Fig. 3.7. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo del nervio maxilar, técnica por el agujero palatino mayor. Fig. 3.5. (a) y (b) Posición de la jeringa para el bloqueo del nervio bucal largo. a b ba PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 33 Fig. 3.8. (a) y (b) Posición de la jeringa parael bloqueo del nervio alveolar superior posterior. intrabucales son el abordaje de la tuberosidad y el abordaje del foramen palatino. El bloqueo del nervio maxilar anestesia los dientes y hueso maxilar de un lado, junto con la mucosa bucal y palatina, la piel y la mucosa del labio superior, el párpado inferior y la cara lateral de la nariz. Técnica por la tuberosidad del maxilar Esta técnica se administra depositando una solución de agente anestésico en la parte alta del surco vestibular en el plano de la superficie distal del segundo molar maxilar, Fig. 3.6. La aguja se hace avanzar en un ángulo de 45 ° superior, posterior y medial hasta una profundidad de 30 mm, en cuyo punto se depositan 2,0 ml de solución después de la aspiración. Técnica por el agujero palatino mayor Conocida también como técnica de Nevin, en este caso hay que ir a buscar el agujero palatino posterior o palatino mayor. Una vez introducida la aguja en el interior del conducto palatino mayor se ha de penetrar la aguja siguiendo el plano sagital. Esta técnica consiste en insertar una aguja a nivel de la región pterigopalatina a través del agujero palatino mayor o posterior. El paciente tiene la boca abierta de par en par y el agujero palatino mayor se identifica como una depresión a distal del segundo molar superior. La aguja se inserta en el agujero palatino mayor y se avanza en un ángulo de 45 ° superior y posterior a una profundidad de 30 mm. En este punto se depositan lentamente 2,0 ml de solución. Fig. 3.7. Bloqueo del nervio alveolar superior posterior Esta inyección anestesia los dientes molares maxilares, el hueso y encías vestibular asociados a los dientes molares superiores. En los individuos con un nervio alveolar superior medio, el primer molar no será satisfactoriamente anestesiado con este método, ya que la raíz mesio vestibular de este diente es suministrada por dicho nervio, para esta situación se mesializa unos 5 mml la aguja sin retirar la jeringa, Fig. 3.8. La técnica es casi idéntica a la descrita para la aproximación de la tuberosidad al nervio maxilar, excepto que la penetración de la aguja es solamente 20 milímetros. Bloqueo del nervio alveolar superior medio Esta tipo de inyección anestesia las raíces de los dientes premolares, así como la raíz mesiovestibular del primer molar permanente superior. La técnica se realiza mediante la infiltración en el surco vestibular a nivel del ápice del segundo premolar superior. Bloqueo del nervio alveolar superior anterior El nervio alveolar superior anterior suministra inervación a los dientes incisivos y el canino de un lado del maxilar. Puede ser anestesiado por un bloqueo al nervio infraorbitario o por una infiltración vestibular en la región del ápice del canino. Bloqueo del nervio infraorbitario El nervio infraorbitario puede ser abordado por vía intrabucal o extrabucal. El abordaje intraoral (Fig. 3.9) consiste en insertar una aguja larga en el surco vestibular entre los dientes premolares y luego avanzar hacia el agujero infraorbitario, que se palpa por fuera de la cavidad bucal con la mano del operador sin jeringa. En este punto se depositan entre 1 - 1,5 ml de solución anestésica después de la aspiración. Esta inyección anestesia los dientes y el hueso ba PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL34 maxilar, desde el segundo premolar al incisivo central (este último puede obtener algún suministro colateral desde el lado opuesto). Además se ven afectadas las encías vestibulares de estos dientes y las superficies mucosas y cutáneas de la mitad del labio superior y parte de la piel en la cara lateral de la nariz y parpado inferior. Bloqueo del nervio palatino mayor A través de esta técnica se anestesian los tejidos blandos del paladar desde el agujero palatino mayor a la región canina. El nervio puede ser anestesiado en cualquier punto por una infiltración palatina, sin embargo el bloqueo real implica la inyección de 0,5 ml de solución en la región del agujero palatino mayor. Además, esta técnica puede ser eficaz para contrarrestar cualquier suministro palatino a los dientes maxilares. La duración de la anestesia no es tan larga como en los bloqueos mandibulares. De hecho, tanto la infiltración palatina como los bloqueos proporcionan una duración similar alrededor de 45 minutos de anestesia en los tejidos blandos. Bloqueo del nervio nasopalatino Esta técnica anestesia los tejidos del paladar duro adyacente a los dientes incisivos bilateralmente. Se inyectan 0,2 a 0,5 ml de solución a nivel de la papila incisiva. Fig.3.10. Técnicas intrabucales complementarias de la anestesia local regional Anestesia intraósea Esta técnica se puede utilizar en cualquiera de los maxilares y aunque puede emplearse como técnica primaria, normalmente se reserva como una inyección suplementaria cuando las medidas convencionales no producen la anestesia adecuada de las pulpas de los dientes. El método es como se describe, en primer lugar, la gingiva vestibular alrededor del diente de interés se anestesia mediante una infiltración bucal de dosis pequeñas (0,2 a 0,5 ml). En segundo lugar se realiza una perforación a través de tejido blando y el hueso cortical con una pequeña fresa redonda Fig. 3.11. El punto de penetración es de 2 mm por debajo de la intersección de dos líneas imaginarias y estas son: una línea que une la parte más baja de la línea marginal vestibular (unión de la encía marginal y adherida) del diente de interés y su vecino posterior y una línea a 90 ° que divide la papila interdental. A 2 mm por debajo de la intersección se encuentra el punto de penetración y una vez que la perforación ha alcanzado el hueso esponjoso, la fresa se reemplaza con una aguja y se inyectan lentamente dentro del hueso 1,0 ml de solución anestésica. Como el depósito intraóseo de solución es equivalente a la entrada intravenosa, la deposición debe ser lenta y la limitación de la dosis es importante con esta técnica. Anestesia intraligamentosa Es una variante de la técnica intraósea y puede ser utilizado como un método primario de anestesia, pero se considera una técnica complementaria cuando la anestesia pulpar del diente es problemática. Existen jeringas especiales diseñadas específicamente para este método, sin embargo es igualmente eficaz con el sistema de suministro convencional. Se utiliza una aguja de calibre Nº 30, que se inserta en el punto de penetración en el lado mesiovestibular de la raíz del diente (cada raíz para un diente multirradicular). La aguja se introduce en la cresta del hueso interdental y no atravesará mucho el espacio periodontal. La administración de la solución (0,2 ml por raíz) se realiza lentamente, con presión controlada (Fig. 3.12). Con esta técnica se obtiene la anestesia debido a la entrada de la solución en el espacio esponjoso del hueso, a través de las perforaciones en la pared del alveolo. Como el número de estas perforaciones es bajo en los alveolos mandibulares anteriores, la técnica no tiene mucho éxito en los dientes incisivos inferiores. Anestesia intrapulpar Esta técnica anestésica tiene indicaciones limitadas, ya que la pulpa del diente tiene que estar expuesta. Es única entre las técnicas descritas, ya que la presencia de una solución de anestésico local no es esencial para el éxito y la solución salina ha demostrado ser tan eficaz. La clave del éxito es el depósito de la solución bajo presión (Fig. 3.13). Esto se puede conseguir con una aguja que encaja perfectamente en la exposición pulpar, mediante el avance de la aguja en el canal pulpar. Esta es la forma más localizada de anestesia descrita. Anestésicos locales Existen varios fármacos disponibles para la anestesia local regional de la región bucomaxilofacial, pudiendo ser clasificados de varias formas y se categorizan principalmente por su estructura química. Los anestésicos locales se dividen en dos grupos porsu composición, estos son los ésteres y las amidas. Los anestésicos locales de uso común como agentes inyectables son las amidas, porque son metabolizados primariamente en el hígado y sus metabolitos están libres de producir reacciones alérgicas. La procaína, que es un éster, sólo se utiliza en aquellos pacientes que han demostrado ser PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 35 Fig. 3.11. La inyección intraósea muestra (a) la preparación del sitio con una fresa redonda (b) la inserción de la aguja. Fig. 3.9. (a) y (b) Abordaje intrabucal del bloqueo del nervio infraorbitario. ba Fig. 3.10. (a) Técnica intrabucal del bloqueo del nervio nasopalatino unilateral y (b) agujero palatino anterior y la salida nervio nasopalatino. ba PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL36 3.12. Técnica intraligamentosa con el bisel de la aguja mirando al diente Fig. 3.13. Técnica intrapulpar en un diente molar. alérgicos a las amidas y estos casos son muy raros. Los anestésicos tópicos como benzocaína y tetracaína son ésteres. Existen dos diferencias principales entre ésteres y amidas; estos se relacionan con el metabolismo y la producción de alergia. Los ésteres se metabolizan en el plasma sanguíneo y en la mayoría de las amidas su metabolismo es hepático, aunque la Prilocaína también sufre alguna ruptura en los pulmones. La Articaína es una excepción, aunque se trata de una amida, su metabolismo primario se produce en el plasma. Además de clasificar los anestésicos locales por su estructura química, también pueden clasificarse con respecto a su duración de acción en agentes convencionales o de acción corta y de acción prolongada. Los agentes convencionales proporcionan una mejor anestesia operatoria, sin embargo pueden preferirse agentes de acción prolongada para el control del dolor postoperatorio, especialmente en combinación con anestesia general, cuando se trata de cirugías de mediana a mayor complejidad. Lidocaína La lidocaína es el agente anestésico de referencia con la que se comparan todos las demás anestésicos. Cuando se utiliza como solución simple, en concentraciones de hasta el 2% proporciona anestesia de tejido blando de corta duración. Dicha concentración no proporciona una anestesia aceptable en acción tópica. Cuando se le añade un vasoconstrictor al 2% de lidocaína, proporciona una anestesia satisfactoria para los dientes. El vasoconstrictor más empleado es epinefrina (adrenalina) generalmente en el rango de concentración de 1: 200 000 (5 μg / ml) a 1: 80 000 (12,5 μg / ml). Mepivacaína La Mepivacaína, cuando se inyecta a una concentración del 2% en combinación con 1: 100 000 epinefrina, proporciona una anestesia similar al 2% de lidocaína con epinefrina. También se encuentra en una concentración de solución simple al 3% y esto proporciona una mejor anestesia que el 2% de lidocaína cuando se requiere una solución libre de vasoconstrictor. Prilocaína La prilocaína se utiliza como una solución al 4% sin vasoconstrictor o como una concentración al 3% en combinación con el vasoconstrictor felypressin (un análogo sintético de la vasopresina). La formulación al 3% es una alternativa útil a la lidocaína al 2% con epinefrina si está indicada una solución libre de epinefrina. Articaína Según la literatura, la articaína es la única entre las amidas en el que su metabolismo inicial se produce en el plasma y, por lo tanto, con una semivida plasmática más corta, es más seguro sistemáticamente que las otras amidas. Esto significa que puede utilizarse en una concentración más alta y por lo tanto la mayoría de las concentraciones de articaína son 4% con epinefrina en concentraciones de 1: 100 000 o 1: 200 000. Hay algunas preocupaciones sobre los anestésicos locales usados en concentraciones altas que pueden producir toxicidad localizada, llevando a anestesia, parestesia o disestesia duradera cuando se utilizan para los bloques regionales. Una ventaja de la solución de articaína al 4% es que es superior a la solución de PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 37 lidocaína al 2%, al proporcionar anestesia de los dientes mandibulares después de la infiltración en la mandíbula del paciente adulto. Existe evidencia de que la infiltración en el surco vestibular con articaína al 4% es tan efectiva como el bloqueo del nervio alveolar inferior con lidocaína al 2% para proporcionar anestesia de los dientes mandibulares adultos. Etidocaína La Etidocaína es un agente anestésico en una concentración del 1,5% con 1: 200 000 epinefrina, se ha utilizado en cirugía bucal. Tiene una duración de acción más larga que la lidocaína al 2% con epinefrina 1: 100 000 cuando se usa como bloqueo regional, pero no es tan eficaz como la lidocaína con epinefrina cuando se usa para la anestesia infiltrativa. Bupivacaína La bupivacaína es un anestésico local de larga duración. Cuando se utiliza como inyección intrabucal complementaria durante la anestesia general, se ha demostrado que este fármaco reduce el número de analgésicos requeridos para el control del dolor postoperatorio después de la cirugía bucal. Se presenta en una serie de formulaciones que van desde 0,25 a 0,75% con y sin epinefrina (usualmente 1: 200 000). Levobupivacaína Este es un isómero único de bupivacaína y tiene la ventaja de ser menos cardiotóxico. Se ha demostrado que es tan efectivo como anestésico local como la bupivacaína y como este último fármaco, se usa como inyección intrabucal durante la anestesia general puede reducir los requerimientos analgésicos postoperatorios después de la cirugía bucal. Está disponible en concentraciones que van desde 0.25 a 0.75%. Ropivacaína Al igual que la levobupivacaína, se trata de un único isómero con cardiotoxicidad reducida en comparación con la bupivacaína. Hay una sugerencia de que puede ser tan eficaz con y sin vasoconstrictor, cuando se utiliza intrabucalmente, sin embargo la presencia de epinefrina aumenta la eficacia. Está disponible en concentraciones que van del 0.2 a 1.0%. Complicaciones de la anestesia local en la región bucomaxilofacial Con respecto a este punto, además del fracaso de la anestesia local, existen varias complicaciones que pueden ocurrir después del uso de los anestésicos locales en la región bucal y maxilofacial. Estos pueden ser separados en complicaciones locales y sistémicas. Complicaciones locales Las complicaciones locales pueden surgir ya sea como resultado de un daño físico por parte de la aguja o un daño químico como resultado del anestésico local. • Daño en el nervio El daño nervioso puede ocurrir con las técnicas de bloqueo regional. El nervio que es más comúnmente afectado es el nervio lingual. El mecanismo es desconocido pero se supone que esto puede ser debido a un trauma físico de la aguja, que puede dar lugar a una sensación alterada que dura unas pocas semanas. La sensación normal debe recuperarse en la mayoría de los casos después del trauma. Debe evitarse el depósito de anestésico local en el haz de los nervios, ya que esto puede causar daños, tanto como el resultado de la alteración física y química. Como se ha mencionado, la concentración del anestésico local ha sido implicada en la producción de parestesias de larga duración. Según los estudios in vitro, la supervivencia de las células nerviosas disminuye a medida que aumenta la concentración del anestésico local. Existen algunas pruebas circunstanciales tanto de América del Norte como de Europa de que los anestésicos locales en la concentración del 4% están asociados con más parestesias (particularmente del nervio lingual) que las soluciones al 2% y 3%, aunque otras investigaciones no lo han confirmado. Si la función nerviosa no vuelve a la normalidad en pocas semanas el pronóstico es pobre. La exploración quirúrgica no revela generalmente ningún defecto obvio y la reparación del nervio no es posible, encontraste con el tratamiento de los nervios dañados quirúrgicamente. • Parálisis del nervio motor Los anestésicos locales no son solo específicos para los nervios sensoriales periféricos y la vía motora también puede verse afectada. La función del nervio facial puede verse afectada si la solución se inyecta en la glándula parótida. Afortunadamente, cualquier parálisis producida es temporal. Esto puede ocurrir durante las técnicas de bloqueo mandibular, pero se puede evitar cuando se usa el método de Halstead si se palpa el hueso antes de que se administre la solución. Esto debe asegurar que la aguja no avance más allá del borde posterior de la rama mandibular. PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL38 La consecuencia más grave es la pérdida del reflejo parpadeante y, por lo tanto, el paciente debe tener algún tipo de protección ocular hasta que el efecto se desvanezca. • Trismo Las diferentes técnicas de bloqueo mandibular implican una penetración profunda de la aguja y esto puede causar sangrado menor. Si esto ocurre en el músculo pterigoideo interno, puede conducir a espasmos musculares y la incapacidad para abrir completamente la boca. Aunque este problema puede tardar unas semanas para resolverse. • Inyección intravascular La inyección intravascular puede causar complicaciones localizadas y sistémicas. El uso de una técnica de aspiración reduce las posibilidades de inyección dentro de los vasos sanguíneos. Los problemas localizados pueden ser resultado de la inyección dentro de la arteria. Es más difícil penetrar una arteria en comparación con una vena, sin embargo no es imposible y pueden producirse una serie de efectos adversos por la toxicidad que va a producir sobre el sistema nervioso central. La entrada o el contacto con una arteria es doloroso y el arterioespasmo puede producir un detenimiento vascular localizado, que aparece como blanqueamiento a nivel de la mucosa. Al inyectar el anestésico local en una arteria que tiene un curso intracraneal puede resultar en una serie de secuelas. La visión puede verse afectada y tanto la diplopía como la pérdida de la visión se han registrado después de las inyecciones intrabucales. También se ha notado algunas veces la pérdida auditiva. El efecto más dramático reportado es la hemiparesia. Esto podría ser el resultado del fenómeno conocido como flujo carotídeo inverso. Esto ocurre cuando se inyecta anestésico local en una rama de la arteria carótida externa bajo presión. Esto puede enviar parte del agente a la bifurcación carotídea, dando como resultado el transporte de algún anestésico intracraneal a través de la carótida interna. Este efecto se ha demostrado en animales después de la inyección en la arteria facial. Esta complicación rara se puede reducir aspirando e inyectando lentamente. Complicaciones sistémicas Las siguientes complicaciones sistémicas causadas por la inyección de los anestésicos locales de forma intravascular son la alergia, la infección, la toxicidad e interacciones con fármacos. Otras complicaciones sistémicas como el síncope no están relacionadas con la solución inyectada. • Alergia La reacción alérgica al grupo amida de los anestésicos locales es extremadamente rara. Muchas personas afirman ser alérgicas pero no se deben considerar así hasta después de las pruebas formales. Sin embargo, cualquier individuo que se queja de hinchazón no localizada, erupción cutánea o dificultad para respirar después de la inyección debe ser considerado alergico, ya que se ha reportado la gama completa de reacciones alérgicas, incluyendo anafilaxia después de la inyección intraoral. En los esteres la alergia es más común, porque son metabolizados primariamente por la Pseudocolinesterasa de la sangre, esta ruta metabólica lleva a la formación de un subproducto, el ácido para- amino-benzoico, que ha sido implicado en el desarrollo de una respuesta alérgica. Algunos cartuchos de anestésicos contienen látex en sus émbolos o diafragmas y éstos deben ser evitados en pacientes con alergia grave al látex. Los anestésicos locales más antiguos contenían conservantes relacionados con parabenos y esto podría causar reacciones alérgicas en pacientes susceptibles, sin embargo la mayoría de anestésicos modernos están libres de conservantes. • Infección Las precauciones son imprescindibles durante la administración de la anestesia local para evitar la contaminación del paciente y evitar las infecciones cruzadas o la transferencia de infección entre el operador y el paciente. Se ha demostrado que el uso de jeringas descartables, o aquellas que eliminan por reciclaje las agujas usadas, reduce las posibilidades de lesión por pinchazos. Se recomienda el cambio de aguja cada vez que se administra un cartucho o vial de anestesia. • Toxicidad En teoría, es posible tener una reacción tóxica a cualquiera de los componentes, sin embargo como resultado de sus concentraciones relativas, es más probable que un paciente sufra una reacción tóxica al anestésico. Los sistemas más susceptibles a la toxicidad son el sistema nervioso central y el cardiovascular. Los casos más graves de sobredosis son el resultado de los efectos al sistema nervioso central. Una reacción tóxica del agente anestésico se manifiesta inicialmente como sobreexcitación, hablar excesivamente y temblores en el cuerpo. Las etapas posteriores son signos de depresión del sistema PRINCIPIOS EN CIRUGÍA BUCAL 39 nervioso central que finalmente conduce a la inconsciencia y a la fatalidad como resultado de la depresión respiratoria. El tratamiento es detener la inyección, monitorear los signos vitales y brindar soporte vital básico. La sobredosis de epinefrina se presenta como ansiedad, dolor de cabeza y palpitaciones. Si esto ocurre, el paciente debe estar sentado en posición vertical y administrar oxígeno. La toxicidad sistémica de los anestésicos locales puede ser el resultado de la inyección intravascular, el uso de dosis excesivas o la incapacidad del paciente para metabolizar el fármaco. La inyección intravascular se debe evitar mediante el uso de una técnica de aspiración. Esto es esencial. Algunos cirujanos dentistas reportan aspirados positivos en más del 10% de las inyecciones en el bloque mandibular. La sobredosis de anestesia local puede ocurrir particularmente en niños. La dosis máxima está relacionada con el peso del paciente. Esto significa que la sobredosis y una reacción tóxica resultante es más probable que ocurra en los niños. La enfermedad hepática reduce el metabolismo de los anestésicos locales y esto debe ser considerado al decidir las dosis máximas para los pacientes con tales condiciones. • Interacciones con drogas La interacción medicamentosa puede ocurrir entre los medicamentos indicados por alguna enfermedad sistémica y los anestésicos locales o vasoconstrictores. No hay medicación simultánea que contraindique de forma absoluta el uso de anestésicos locales o vasoconstrictores, sin embargo hay momentos en que se requiere una reducción de la dosis. El principal grupo de fármacos que requieren la reducción de la dosis son los fármacos cardiovasculares. En teoría, todos los fármacos antihipertensivos pueden interactuar con epinefrina, por ejemplo, los fármacos bloqueadores beta- adrenérgicos pueden dar lugar al aumento sin oposición en la presión arterial sistólica, y los bloqueadores de los canales de calcio y los diuréticos pueden aumentar la hipopotasemia inducida por epinefrina. De forma similar, los fármacos bloqueadores beta-adrenérgicos pueden aumentar la toxicidad de los anestésicos locales mediante la reducción del flujo sanguíneo hepático, que inhibe el metabolismo. Además de la medicación prescrita, las drogas de abuso como la cocaína y la metanfetamina pueden interactuar con la epinefrina, por lo tanto la reducción de la dosis de anestésicos que contienen epinefrina es aconsejable para los pacientes
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