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131Monográfico
Introducción
La magnitud de los esfuerzos humanos y de la inver-
sión en investigación de todo tipo justifica que, desde 
hace unos años, la evaluación de su impacto social se 
considere una necesidad pública. Para decirlo en pala-
bras de Weiss referidas a la investigación biomédica: 
“Así como la financiación de la investigación ha contri-
buido a cambios espectaculares en todo tipo de conoci-
miento médico, la cuantificación del impacto específico 
de esta financiación en la prevención y mejora de las 
enfermedades representa un reto abierto. ¿Cuál es la 
mejor manera en que nosotros, vinculados a la comu-
nidad de investigación biomédica, podemos comunicar 
al contribuyente y a los filántropos el valor que el dinero 
que nos han confiado ha producido para la sociedad”?.1
* El contenido de este artículo recoge de manera inevitable las contribu-
ciones de los miembros del equipo de la evaluación de la investigación 
de la AATRM (ahora AIAQS) que durante los últimos años han trabajado 
en ello. Los autores también agradecemos a Imma Guillamón la revisión 
que ha hecho del documento.
1. A.P. Weiss, 2007.
Teniendo en cuenta que se destaca la relevancia 
de la evaluación del impacto de la investigación, qui-
zás otra cita literal sirva para ejemplarizar la comple-
jidad de perspectivas, procesos e impactos de la in-
vestigación. Como escribía el editor de una de las 
más importantes revistas médicas: “Mucha de la in-
vestigación que los científicos juzgan como de alta 
calidad no tiene un efecto medible en la salud, en 
gran parte por el largo intervalo entre la investigación 
y su impacto. Los científicos, pues, juzgan como im-
portantes los trabajos originales sobre la apoptosis 
(muerte celular programada genéticamente), sin em-
bargo, décadas después de que fuera descrita, no ha 
habido ningún impacto medible en la salud. En cam-
bio, una investigación que difícilmente sería juzgada 
como de alta calidad, pongamos por ejemplo un es-
tudio coste-efectividad sobre los diferentes pañales 
para tratar la incontinencia en personas mayores, 
puede tener un impacto social inmediato e im-
portante”.2
2. R. Smith, 2001.
El impacto social de la investigación biomédica 
en Cataluña*
Paula Adam
Agencia de Información, Evaluación y Calidad
CIBER en Epidemiología y Salud Pública, CIBERESP
Gaietà Permanyer-Miralda
Unidad de Epidemiología, Servicio de Cardiología, Hospital Vall d’Hebron
CIBER en Epidemiología y Salud Pública, CIBERESP
Joan M.V. Pons
Departamento de Salud, Generalitat de Catalunya
CIBER en Epidemiología y Salud Pública, CIBERESP
132 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
En España y en 2008, un 1,2% del PIB se destina-
ba a investigación científica y desarrollo (I+D), y la 
I+D en salud era de poco más del 0,2% del PIB. El 
PIB catalán es de unos 202.000 millones de euros 
(2008); representa en torno al 18,6% del PIB español. 
El porcentaje de este PIB catalán destinado a I+D es 
del 1,67%.3 A pesar de que no haya datos concretos 
de la proporción de I+D en salud, respecto al presu-
puesto del Departamento de Salud y en 2009, un 
0,33% (30.927.000 euros) de éste se destina, de for-
ma directa, a I+D en ciencias de la salud. Como en 
muchos otros países, la adjudicación de estos recur-
sos se rige por las decisiones estratégicas de los pla-
nificadores. No obstante, la evaluación del retorno 
de esta inversión es una asignatura pendiente, ya sea 
el objetivo de esta orientar futuras decisiones estra-
tégicas, abogar por ciertas tipologías de investigación 
o evaluar la responsabilidad de las agencias financia-
doras y evaluadoras de la investigación y los propios 
investigadores.
Objetivo
El objetivo de este artículo es presentar una síntesis 
del proceso de I+D en el ámbito de las ciencias de 
la salud, la importancia y necesidad de evaluar su 
impacto social, los diferentes modelos propuestos, 
cuestiones metodológicas relacionadas con estos 
modelos y problemas que comparten. Por último, 
se presentan dos experiencias de evaluación del 
impacto de la investigación realizadas en nuestro 
país: en un caso, la investigación biomédica finan-
ciada por una fundación y, en el otro, por una agen-
cia pública financiadora de investigación clínica y 
en servicios sanitarios (o investigación aplicada). 
No tenemos constancia de otras experiencias catala-
nas (y españolas) que hayan realizado un análisis de 
este tipo.
3. Generalitat de Catalunya, 2010.
1
Evaluación del impacto social de la 
investigación biomédica
1.1
Razones económicas el apoyo público 
a la investigación
El interés económico por la ciencia no es nuevo, viene 
de lejos, y responde a varias razones. La primera y 
más importante reside en el impacto económico que 
la ciencia y la tecnología tienen y en el efecto de la 
última en la productividad y el crecimiento. Es lo que 
el economista Schumpeter calificó de “destrucción 
creativa”, mediante la cual el recambio tecnológico 
empuja al progreso.4 El aumento en el stock de cono-
cimiento y en su aplicación conduce a una mejora en 
la eficiencia, sea para obtener productos con menos 
recursos (costes más bajos) o para producir nuevos o 
mejores productos y servicios. Mientras nadie discu-
te la importancia de este elemento en el crecimiento, 
otros economistas dan también relevancia a factores 
como el aumento del stock de capital, especialmente 
para el ahorro, la expansión comercial, también in-
fluidos por el progreso tecnológico y el crecimiento 
en la población, y efectos de escala.5
Está, también, el mercado de trabajo en el ámbito 
científico y el capital humano que los científicos per-
sonifican. En tercer lugar, la particularidad de las re-
compensas que incentivan la actividad científica. Por 
último, teniendo en cuenta que hoy en día tenemos 
que hablar de “big-science” y del interés de la economía 
por la ciencia, hay que considerar el gran volumen de 
recursos, públicos y privados, que se dedican a la in-
vestigación científica.6
Desde la perspectiva económica, el conocimiento 
científico es un bien peculiar, sin rival, en el que nadie 
se empobrece por compartirlo y donde difícilmente, 
4. N. Rosenberg, 1993.
5. J. Mokyr, 1992.
6. P. Stephan, 1996.
133Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
teóricamente, se puede excluir a nadie de utilizarlo. 
Tiene, pues, características de un bien público y, de 
acuerdo con eso, la teoría económica predice que el 
mercado o el sector privado no dará los incentivos 
suficientes para su producción. Eso se debe, según se 
interpreta, a los efectos del conocimiento científico 
sobre otros agentes fuera del investigador (knowledge 
spillovers) y a la información asimétrica, en la que los 
diferentes agentes no disponen de la misma informa-
ción (como puede ser el caso entre los investigadores 
y los inversores de capital o agencias financiadoras de 
la investigación).
El amplio abanico que ofrece el conocimiento cons-
tituye uno de los argumentos principales para la fi-
nanciación pública de la investigación, pero también 
para defender y reforzar la apropiación de los resul-
tados del trabajo creativo (incluida la investigación) 
en forma de derechos a la propiedad intelectual (pa-
tentes, marcas, modelos de utilidad, derechos de au-
tor). Esta posibilidad de excluir a otras personas de 
su utilización ha pasado a ser considerada, si no erró-
neamente sí exageradamente,7 elemento imprescin-
dible para el ingenio y la invención. Como consecuen-
cia de la asimetría de la información, puede surgir la 
selección adversa (investigadores o grupos poco cua-
lificados que acaban recibiendo financiación), que la 
revisión por parte de semejantes procura minimizar 
(pero sin eliminar potenciales amiguismos y el cono-
cido conservadurismo ante proyectos innovadores), y 
el riesgo moral (modificaciones de la conducta al no 
ser observado y al no sufrir sobre uno mismo las 
consecuencias de la conducta), que sin duda se ha ido 
modificando en la medida en que se haido acentuan-
do el grado de dependencia de los investigadores a 
financiación externa y la propia competitividad en la 
búsqueda de estos fondos.8
Los sociólogos han delimitado con acierto los me-
canismos, no basados en el mercado, de recompensa 
de la actividad científica, y han destacado el papel de 
la prioridad en la descubierta y el reconocimiento 
7. M. Boldrin, 2007.
8. P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008.
(reputación) que otorgan los semejantes.9 La publi-
cación científica tiene un papel fundamental, no so-
lo en la difusión del conocimiento, sino también en 
este reconocimiento de la comunidad científica, has-
ta el punto de considerar que las citas que un artícu-
lo recibe son una medida de la importancia de la 
contribución o aportación científicas. De la misma 
forma que las patentes, la prioridad supone un juego 
de todo o nada, ya que el primero es quien recibe toda 
la recompensa, cuando propiamente, todo el mundo 
lo sabe, no es así por el hecho de haber siempre pre-
cedentes.
A pesar de estas particularidades del conocimiento 
científico como bien público, es innegable que puede 
haber apropiación de éste a través de la patente, la cual, 
a la vez que excluye a otras personas de su utilización 
y acaba favoreciendo conductas monopolísticas, supo-
ne poner el conocimiento en el dominio público y 
facilitar subsiguientes investigaciones y progresos. Sin 
embargo, se ha ido constatando repetidamente en los 
últimos años un crecimiento en la comercialización 
de la investigación, en especial de la investigación 
biomédica, lo cual, aparte de generar un encendido 
debate social, preocupa a los propios investigadores, 
que pueden ver frenadas sus líneas de investigación 
(patentes genéticas, de líneas celulares y de organismos 
modificados genéticamente).10
La consideración de que el mercado no funciona lo 
bastante bien en la producción del conocimiento cien-
tífico, en particular de aquél que se tiene como funda-
mental o sin aplicaciones prácticas a la vista, ha hecho, 
desde la Segunda Guerra Mundial, que la investigación 
científica reciba importantes subsidios por parte de 
los poderes públicos. Sin embargo, ya a finales del 
siglo xix, los estados europeos desarrollaron sus ins-
titutos y centros de investigación para responder a las 
necesidades de expansión colonial (medicina tropical) 
y de los sectores productivos como la agricultura y la 
industria.
9. R. Merton, 1973.
10. P. Webber, 2003; R. Nelson, 2003; T. Lemmens, 2004; G. Dutfield, 
2003.
134 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
En los diferentes ámbitos de la actividad científica, 
el apoyo público (infraestructura, equipamientos, con-
vocatorias de proyectos, becas, etc.) suele darse hoy en 
día a través, mayoritariamente, de vías competitivas. 
Está, también, sin embargo, el sector privado indus-
trial, que también invierte considerablemente en in-
vestigación, sea propia o externa, más en la investiga-
ción aplicada y desarrollo, las cuales, a pesar de estar 
previstas como fases adelantadas del proceso de I+D, 
no suponen una completa ausencia de riesgos o in-
certidumbres. Hay que añadir, en el caso del ámbito 
biomédico, todo un conjunto de organizaciones sin 
ánimo de lucro, fundaciones en especial, que invierten 
recursos, más o menos dirigidos, a este campo.
1.2
La producción del conocimiento científico
La investigación y el desarrollo experimental (I+D) 
son, según el Manual Frascati (1982) de la Organiza-
ción para la Cooperación y el Desarrollo Económico 
(OCDE),11 todo trabajo realizado sistemáticamente 
para incrementar el volumen de conocimientos, in-
cluido el conocimiento de los humanos, la cultura y 
la sociedad, y el uso de este conocimiento para crear 
nuevas aplicaciones. Con el término I+D se incluyen 
tres tipos de actividades principales: la investigación 
básica (trabajos experimentales o teóricos para averi-
guar el cimiento de los fenómenos y hechos observa-
bles sin pensar en ninguna aplicación o utilización 
determinada), la investigación aplicada (trabajos ori-
ginales dirigidos también a obtener un nuevo conoci-
miento, pero con un objetivo práctico específico) y el 
desarrollo experimental (trabajos sistemáticos que, 
aprovechando el conocimiento derivado de la investi-
gación y de la experiencia práctica, están dirigidos a 
la producción de nuevos materiales, productos o dis-
positivos, nuevos procesos, sistemas o servicios, o a 
la mejora sustancial de los ya existentes). El propio 
Manual Frascati de la OCDE, a través de la recopila-
ción de las actividades y de los recursos dirigidos a 
11. OCDE, 2002.
I+D, pone de manifiesto la importancia que los go-
biernos dan a esta actividad, su relevancia económica 
y la necesidad de unificar conceptos y estandarizar 
procedimientos que permitan una medida más es-
merada que posibilite el análisis, las comparaciones 
internacionales y el examen de tendencias.
El conocimiento es, a pesar de poder ser un bien 
apropiable en parte, un bien indivisible, y la inversión 
en la investigación básica, sin finalidad práctica a la 
vista, ha pasado a ser, en especial a mediados del siglo 
xx, una empresa que supone una gran inversión. 
Siendo considerada la investigación, casi por defini-
ción, una actividad de resultados muchas veces im-
previsibles, se puede hablar de inversión de riesgo o 
con retorno incierto. De aquí, la visión tradicional 
referida al hecho de que corresponde a los poderes 
públicos invertir en la investigación básica, con exter-
nalidades que puedan beneficiar a múltiples sectores, 
mientras que la investigación más aplicada y el desa-
rrollo tienen que quedar más en manos del sector 
privado. La primera se llevaría a cabo en el sector 
universitario y en centros de investigación (OPI, or-
ganismos públicos de investigación), mientras que la 
segunda quedaría para el sector con afán de lucro, sea 
manufacturero o de servicios.
El conocimiento, sin embargo, sea en forma de 
capital humano o tecnología, no solo es un producto 
de la investigación, sino que también es un elemen-
to del proceso productivo. Por otra parte, dentro de 
los sectores económicos, el sector salud se caracteri-
za por un uso intensivo de conocimiento, sea en las 
empresas de servicios (atención sanitaria, hospitales 
y centros de atención primaria) o en las empresas 
manufactureras de alta tecnología que proveen de los 
fármacos y los productos sanitarios (incluida toda la 
instrumentación) utilizados en la provisión de estos 
servicios.
La investigación en ciencias de la vida, en concreto 
la biomédica, presupone, con un lapso de tiempo va-
riable, una aplicación práctica que tiene que contribuir 
a la prevención de la enfermedad, a su diagnóstico y 
tratamiento. Es, por lo tanto, una investigación dirigi-
da a la mejora de la supervivencia (reducción de la 
135Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
muerte prematura o incremento en longevidad) y de 
la calidad de vida de los individuos y de las poblaciones. 
El hecho de que se pueda perseguir un conocimiento 
fundamental y, a la vez, que se hagan consideraciones 
de aplicabilidad y uso lleva a ubicar de manera multi-
dimensional la motivación o utilidad de la investiga-
ción biomédica:12 1) la investigación impulsada por la 
búsqueda del conocimiento por el conocimiento 
(knowledge-driven research); 2) la investigación del co-
nocimiento con finalidades sociales (societal-driven 
research), como las ganancias directas e indirectas en 
salud y calidad de vida; 3) la investigación impulsada 
por la economía (economic-driven research) y orienta-
da a la mejora del coste-efectividad y del coste-eficien-
cia del sistema de salud, i 4) la investigación orientada 
a identificar oportunidades o posiciones de mercado 
(market-driven research).
La investigación biomédica constituye uno de los 
ámbitos de investigación científica donde actualmen-
te se destinan más recursos, públicos y privados, aun-
que a nivel global persiste lo que se denominagap 
10/90 (solo un 10% del gasto global en I+D en salud 
se destina a problemas que afectan al 90% de la po-
blación mundial más pobre).13
La investigación biomédica es también de las más 
productivas en cuanto a revistas y artículos científicos, 
que se publican año por año. Igualmente, es crecien-
te la apropiación del conocimiento, sobre todo cuando 
las instituciones públicas pueden patentar (y licenciar) 
los nuevos hallazgos con aplicaciones prácticas que 
surgen de la investigación financiada públicamente. 
Además, las relaciones entre universidad e industria 
han tomado un cariz particular con las consecuencias, 
positivas y negativas, que eso comporta y que quizás 
son más manifiestas en el ámbito biomédico.14 Los 
conflictos de intereses, no solo financieros, ponen en 
riesgo la confianza pública inherente en la investiga-
ción (percepción de la independencia del investigador, 
12. J. Spaapen, H. Dijstelbloem y F. Wamelink, 2007; P. Adam y G. 
Permanyer-Miralda, 2009.
13. Global Forum for Health Research, 2009.
14. J. Kassirer, 2005; S. Krimsky, 2003.
fondos públicos para la investigación provenientes de 
los impuestos), y dejan al margen los debates sociales 
sobre algunos tipos o elementos particulares de la 
investigación (células madre embrionarias, generación 
de embriones para la investigación, clonación repro-
ductiva, semillas modificadas genéticamente, etc.).
1.3
Evaluación del impacto social 
de la investigación
En los últimos años se han propuesto diferentes 
modelos e indicadores para la evaluación de la I+D.15 
La razón principal que hay detrás de estos se puede 
sintetizar en cuatro objetivos fundamentales que se 
suelen perseguir y que no son excluyentes: 1) por 
responsabilidad o para rendir cuentas (accountabili-
ty), tanto por parte de los investigadores, como de los 
planificadores y las agencias financiadoras, en la 
mejora de la transparencia; 2) para promover y orien-
tar (steer/advocacy) el proceso de la investigación, de 
manera que se maximicen las posibilidades del re-
sultado deseado; 3) para informar de la gestión del 
proceso, a través de una mejor comprensión de éste 
y del aprendizaje sobre la base de las experiencias 
previas (learning), y 4) para dar apoyo a los rendi-
mientos óptimos, ya sean de buscadores y grupos, ya 
de planificadores y agencias financiadoras de la in-
vestigación (advocacy).
Detrás de las diferentes propuestas está presente 
el interés por configurar una política (pública) cientí-
fica más informada o fundamentada, y así favorecer 
el desarrollo económico y el bienestar social. Por eso 
no tiene que extrañar el número creciente de experien-
cias internacionales (Reino Unido, Canadá, Australia, 
etc.) en la modelización de evaluaciones ex-post, que 
se presentan en el cuadro 1. Por evaluación del impac-
to de la investigación se tiene que entender, pues, el 
proceso sistemático que analiza la relevancia, la efi-
ciencia y la efectividad, bien sean proyectos, programas 
15. P. Brutscher, P. Wooding y W. Grant, 2008; CAHS Panel Experts, 
2009a.
136 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
o, incluso, políticas, en la consecución de los objetivos 
planificados. Sus resultados tienen que retroalimentar 
el proceso de toma de decisiones, aportar transparen-
cia y rendir cuentas.16
Respecto a las medidas aplicadas en la evaluación, 
estas suelen incluir, siguiendo en gran parte el mode-
lo lineal: 1) entradas, los recursos consumidos, sean 
estructurales, de equipamiento, humanos o financie-
ros; 2) salidas primarias, como los bienes o servicios 
directamente producidos como consecuencia de la 
investigación, tales como las publicaciones o patentes; 
16. P. Adam y G. Permanyer-Miralda, 2009.
3) salidas secundarias, como resultados derivados de 
la producción, tales como nuevos proyectos o aplica-
ción industrial de los resultados, y 4) resultados fina-
les, los más tardíos con los cambios a más largo plazo 
como consecuencia de la investigación, el conocimien-
to producido y su aplicación práctica.17 El modelo Pay-
back18 y las posteriores derivaciones y adaptaciones19 
17. P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008; CAHS Panel Experts, 
2009d.
18. M. Buxton y S. Hanney, 1996; S. Hanney, J. Grant, S. Wooding y M. 
Buxton, 2004.
19. CAHS Panel Experts, 2009d; Canadian Institutes of Health Re-
search, 2005.
Cuadro 1
Modelos de evaluación de la investigación en ciencias de la salud
Modelo Payback
y posteriores 
adaptaciones
(CIHR y CAHS ROI) PART Vinnova MORIA CDMRP LUMC DIUS UE
Principales objetivos
rendir cuentas + +
dirigir el proceso de investigación +
informar de la gestión del proceso + + + + + +
dar apoyo al rendimiento + +
Medidas de evaluación
entrada (consumo recursos) + +
salida (bienes/servicios producidos) + + + + + + +
resultado (impacto inicial) + + + + + + + +
impacto (cambios a largo plazo) + + + + +
Agrupación de medidas
científicas + + + + +
sociales + + + + + +
culturales + + +
económicas + + + + + +
Nivel de agregación
bajo (investigador, grupo, proyecto) + + + +
intermedio (centro, programa) + + +
alto (disciplina, fundación, universidad) + + +
Payback (2001): desarrollado por Health Economic Research Group en la Universidad de Brunel y aplicado en diferentes contextos (Reino Unido, Cana­
dá); CIHR (2005): Canadian Institutes of Health Research adopta y modifica el modelo de Payback; CAHS ROI (2009): Canadian Academy of Health 
Science adopta y modifica los modelos Payback y de CIHR; PART (2001): Program Assessment Rating Tool es introducido por la Administración ameri­
cana para evaluar todos los programas federales, incluido los National Institutes of Health; Vinnova (2001): desarrollado por la agencia sueca (Vinnova) 
de innovación; MORIA (2005): Measure of Research Impact and Achievement, desarrollado por el National Health and Medical Research Council de 
Australia; CDMRP (2005): Congressionally Directed Medical Research Programs, desarrollado por US Army Medical Research and Material Command; 
LUMC (2007): Leiden University Medical Center; DIUS (2007): desarrollado por UK Department of Innovation, University, and Skills; UE (2007): 7o 
programa marco de la Unión Europea.
Fuente: P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008.
137Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
incorporan, en esta relación lógica de producción y 
trazo de vías hacia los impactos, una categorización 
multidimensional de impactos de la investigación en 
cinco grandes categorías de impacto (véase cuadro 2): 
avance en el conocimiento, capacitación, toma de de-
cisiones informadas, resultados en salud y beneficios 
económicos.
Todos los modelos propuestos para la evaluación de 
la investigación miden las salidas y los resultados, en 
el sentido del conocimiento generado, el desarrollo de 
recursos humanos (investigadores) y la translación del 
conocimiento a una utilidad práctica. Las medidas 
de resultados se pueden combinar con las de salidas 
en dirección hacia arriba (bottom-up) o en dirección 
Cuadro 2
Niveles de impacto de la investigación biomédica según el modelo CAHS ROI
Niveles de impacto Definición Ejemplos
Avance en el 
conocimiento
• Medidas de calidad de la investigación producida
• Medidas de la actividad de investigación
• Medidas de alcance a otros investigadores
• Medidas estructurales de las estrategias de 
investigación
Media de citas.
Número de artículos originales producidos.
Medidas de interacción entre investigadores, facilita­
dores o barreras.
Capacitación • Medidas relacionadas con los investigadores
• Medidas relacionadas con la financiación de la 
investigación
• Medidas de infraestructuras
La información resultante de la investigación que 
permite emprender otras líneas de investigación; 
desarrollo en el ámbito individual y de grupo de las 
capacidades y habilidades como investigadores; ca­
pacidad de hacer uso y compartir la investigación 
local e internacionalmente.
La capacidad de captar fondos o participaren pro­
yectos y colaboraciones.
Aspectos relacionados con la infraestructura necesa­
ria para llevar a cabo la actividad de la investigación.
Toma de 
decisiones 
informadas
• Decisiones relacionadas con la salud
• Decisiones relacionadas con la investigación
• Decisiones relacionadas con productos de la 
industria
• Decisiones relacionadas con el público en general
Los beneficios clínicos y administrativos derivados 
de un mejor conocimiento y una toma de decisiones 
más informada, lo cual supone su implementación 
(por ej., las guías de práctica clínica). Beneficios en 
el ámbito del producto o los servicios que traducen 
los resultados de la investigación en una innovación 
que se puede comercializar.
Beneficios en el 
ámbito de la 
salud y el sistema 
sanitario
• Estado de salud
• Determinantes del estado de salud
• Funcionamiento y resultados del sistema sanitario
Mejoras en la esperanza de vida y en la calidad de 
vida por los avances en la prevención, el diagnóstico 
y el tratamiento que se derivan de la investigación. 
Mejoras en la eficiencia de los servicios y las organi­
zaciones que los proveen. Mejoras en la equidad del 
sistema.
Beneficios 
económicos en 
sentido amplio
• Actividad de la investigación en sí misma
• Comercialización
• Valor de la salud
• Bienestar
• Beneficios sociales
Beneficios en la economía como consecuencia de la 
investigación biomédica. Puede incluir el retorno de 
la inversión derivada de la comercialización de nue­
vos productos y servicios y la mejora en salud de la 
población activa.
Fuente: CAHS Panel Experts, 2009d.
138 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
hacia abajo (top-down), muy en función de los objetivos 
que se planteen. Así, como se ha sugerido, si lo que se 
pretende es rendir cuentas y dar apoyo a un buen ren-
dimiento, serán más apropiadas las medidas de resul-
tados y de salidas (bottom-up), que tienen más inme-
diatez; mientras que, si el objetivo pretende orientar e 
informar de la gestión de la investigación, se tenderá 
a medidas de resultados y de impacto (top-down), que 
son las que muestran mejor los efectos, tempranos o 
tardíos, en los individuos y la sociedad.20 Las evalua-
ciones de arriba a abajo (top-down) se han aplicado 
mucho en la evaluación del impacto económico de la 
investigación, y los casos más ilustrativos son los de 
The Lasker Foundation21 y de Australia,22 que muestran 
unos rendimientos económicos de la investigación 
biomédica de gran magnitud.
En el ámbito de las ciencias de la salud, hay varios 
ejemplos recientes de evaluaciones top-down con la 
aplicación de modelos econométricos, que monetarizan 
las ganancias en esperanza y calidad de vida y aportan 
propiamente lo que se denomina retorno de la inver-
sión.23 Sin embargo, se tiende a considerar un concep-
to de retorno más amplio; por eso, la preferencia por el 
término impacto, en el sentido de los resultados eco-
nómicos y sociales de las innovaciones en cuanto a 
competitividad, creación de bienestar y calidad de vida. 
El retorno de la inversión, pues, tendría que ir más allá 
del rendimiento obtenido por el sector privado de la 
comercialización de productos y servicios, e incorporar 
los beneficios sociales relacionados con la calidad de 
vida de los ciudadanos y la difusión del conocimiento.24 
El modelo Payback y sus posteriores derivaciones y 
adaptaciones parten de esta premisa en el afán de cap-
turar un amplio abanico de beneficios (multidimen-
sional), sin dejar al margen los beneficios económicos 
en el sentido más común de este término.
20. P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008.
21. L.E. Rosenberg, 2002.
22. Access Economics Australia Economic Consulting, 2003.
23. K. Murphy y R. Topel, 2003b; A. McGuire y M. Raikou, 2007.
24. CAHS Panel Experts, 2009d; Canadian Institutes of Health Re-
search, 2005.
En la evaluación de la investigación se tiene que 
considerar, también, el nivel de agregación en el que 
se realiza el análisis. Éste puede ser bajo (investigador 
individual, grupo de investigación, proyecto de inves-
tigación), intermedio (centro de investigación, progra-
ma de investigación) y alto (ámbito científico, funda-
ción o agente financiador de la investigación, industria 
o universidad). Las medidas de resultados y su direc-
ción (hacia arriba con salidas o hacia abajo con impac-
tos) tienen relación con los objetivos de la evaluación, 
y estos también se relacionan con el nivel de agrega-
ción. Parece lógico pensar que en medidas de resulta-
dos y de impactos (hacia abajo) interese más un alto 
nivel de agregación, mientras que en medidas de re-
sultados y salidas (hacia arriba) se favorezcan niveles 
más bajos de agregación. Sin embargo, a medida que 
se baja en el nivel de agregación, los problemas de 
atribución (poder establecer una clara relación entre 
la investigación y los efectos subsiguientes) se acen-
túan por el hecho de intervenir un número mayor de 
factores de confusión.25
Por último, está el tiempo en el que se hace la eva-
luación. Los análisis pueden ser longitudinales, que 
examinan los diferentes efectos resultantes de un so-
lo punto de partida (un proyecto, un programa, una 
disciplina), o transversales, en un período concreto, a 
modo de corte, que examinan diferentes efectos que 
pueden surgir de diferentes puntos de partida (grupo 
de investigación, institución). Hay que decir que estas 
dos perspectivas, longitudinal y transversal, no son 
excluyentes. Como las salidas, los resultados y los im-
pactos se dan en diferentes intervalos una vez un pro-
yecto ha finalizado (por ejemplo, las publicaciones 
científicas, a pesar de ser más inmediatas, suelen apa-
recer al cabo de uno o dos años de acabar el proyecto; 
las patentes tienen una vigencia limitada de veinte 
años), la selección de medidas que se realice determi-
nará en gran parte el período temporal de análisis.26
25. P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008; CAHS Panel Experts, 
2009d.
26. P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008; CAHS Panel Experts, 
2009d.
139Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
1.4
Retos en la evaluación del impacto
Las diferentes experiencias internacionales en la eva-
luación del impacto de la investigación, específica-
mente de la investigación biomédica, han constatado 
una serie de dificultades comunes.27
La primera es la atribución, en el sentido de la di-
ficultad de asociar las salidas y los resultados con las 
mejoras subsiguientes (impacto), sea en términos de 
salud, bienestar o prosperidad. Este vínculo no es fácil 
de establecer, menos aún para un proyecto concreto, 
precisamente por el hecho de ser la misma actividad 
científica una tarea incremental, pero también social, 
con múltiples investigadores trabajando en campos 
próximos con el apoyo de diferentes agencias finan-
ciadoras de la investigación.
La propia atribución a las innovaciones médicas de 
la gran mejora en la esperanza de vida de finales del 
siglo xix y principios del xx en los países industriali-
zados no resulta tan evidente. En gran parte, se con-
sidera que esta fue debida a las mejoras en la higiene, 
la alimentación, la vivienda y las condiciones laborales 
y sociales, aunque muchas de estas mejoras derivaran 
también de procesos de investigación. Son conocidas 
las tesis de Thomas McKeown, quien, examinando el 
importante crecimiento de la población en los países 
desarrollados a finales del siglo xix y principios del xx, 
no lo atribuía a innovaciones médicas, sino a cambios 
sociales, espoleados muchos de ellos por la salud pú-
blica y la investigación subyacente.28 La mortalidad 
por enfermedades infecciosas había ido bajando bas-
tante antes de que aparecieran tratamientos efectivos 
o de que se introdujeran vacunas para su prevención. 
Que las medidas en el ámbito social, la salud pública, 
puedan ser más determinantes, se puede ver apoyado 
por estudios más recientes, donde se muestra que el 
tratamiento inicialde las aguas de consumo, prime-
ramente mediante filtros y posteriormente con la clo-
27. P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008; CAHS Panel Experts, 
2009d; CAHS Panel Experts, 2009c.
28. J. Colgrove, 2002.
ración, marcó claramente el declive de la morbilidad 
y mortalidad asociadas a las infecciones transmitidas 
por esta vía.29
Así pues, poder trazar un camino y retroceder has-
ta los hallazgos primordiales que posteriormente 
comportaron innovaciones tecnológicas no es un pro-
ceso simple de emprender. Sobre todo en medicina, 
donde son conocidas técnicas de las cuales, a pesar 
de demostrar de manera práctica su efectividad, se 
desconocía en los momentos iniciales de su aplicación 
su cimiento racional (la tecnología digital, la vacuna 
de la viruela, el lavado de manos en la prevención de 
la fiebre puerperal, etc.). No hace falta mencionar, 
tampoco, la serendipidad que se puede encontrar en 
muchos de los medicamentos y técnicas de amplia 
utilización actual (los rayos X, la penicilina, la ciclos-
porina, etc.).30
Algunos estudios han buscado, a partir de la apli-
cación tecnológica, el trazo del progreso científico en 
biomedicina. Uno de los más citados es el de Comroe 
y Dripps sobre las técnicas aplicadas a las enfermeda-
des cardiovasculares y pulmonares.31 Este estudio, 
mencionado muchas veces abusivamente a favor de 
una mayor financiación de la investigación biomédica 
básica, mostró que el 41% de los artículos considerados 
esenciales en los avances clínicos posteriores no pro-
venían de una investigación clínicamente orientada y 
que el 62% de los artículos eran resultado de la inves-
tigación básica. Estudios posteriores, también de ca-
rácter bibliométrico, no constatan los mismos resul-
tados y en ellos pierde precedencia la investigación 
considerada básica.32
La segunda dificultad, relacionada con la de atri-
bución, hace referencia a qué habría pasado si la in-
vestigación no hubiera tenido lugar. Este problema 
(counterfactual) es difícil de determinar, ya que no acos-
tumbra a haber controles apropiados en este sentido 
(contextos muy parecidos pero sin los resultados de la 
29. D. Cutler y G. Miller, 2005.
30. M. Meyers, 2007.
31. J. Comroe y R. Dripps, 1976.
32. J. Grant, L. Green y B. Mason, 2003.
140 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
investigación). La medida del impacto de la investiga-
ción asume que esta ha contribuido a los efectos que 
se están midiendo sin necesidad de establecer un vín-
culo definido entre investigación e impacto (saber y 
hacer).33
Otro elemento problemático lo encontramos en las 
medidas. Incluso los indicadores bibliométricos (pu-
blicaciones, citas, factor de impacto), sobradamente 
aceptados entre la comunidad científica, presentan sus 
equívocos y dificultades.34 Los análisis del valor econó-
mico, en términos monetarios, del impacto de la in-
vestigación se suelen centrar en los beneficios (valor) 
obtenidos por una sociedad concreta y por una deter-
minada investigación (coste). El mayor interés en este 
tipo de análisis es para proveer a los que toman las 
decisiones (políticos, planificadores) de estimaciones 
del retorno de la inversión que pueda ser comparable 
con otras inversiones sociales (infraestructuras, edu-
cación, medio ambiente, etc.). En estos análisis, mayo-
ritariamente realizados en los EEUU, los beneficios se 
pueden categorizar en cuatro tipos principales: ahorros 
en los costes directos del sistema sanitario; ahorros en 
costes indirectos de las pérdidas de producción como 
consecuencia de una población activa más sana; bene-
ficios obtenidos de la comercialización de nuevos o 
mejores (innovación) productos y servicios, y el valor 
intrínseco para la sociedad de las ganancias en salud 
(esperanza de vida y calidad de vida).35
Los estudios más conocidos que analizan el impac-
to de la investigación en forma de análisis coste-bene-
ficio, con expresión monetaria, tanto de la inversión 
(en investigación y en la implantación de las innova-
ciones subsiguientes) como de los resultados (años de 
vida ganados, años de vida ajustados a la calidad), son 
los de Murphy y Topel.36 Para estos autores, la inver-
sión pública en investigación biomédica básica puede 
tener un gran retorno social,37 aunque algunas de las 
33. C. Frank y E. Nason, 2009.
34. D. Adam, 2002.
35. M. Buxton, S. Hanney y T. Jones, 2004.
36. K. Murphy y R. Topel, 2003b.
37. K. Murphy y R. Topel, 2003a.
asunciones son discutidas.38 Por su parte, Cutler ha 
estimado el valor actual de los costes del tratamiento 
a largo plazo de la enfermedad coronaria. La reducción 
en las últimas décadas de la mortalidad, ganancia en 
longevidad, se atribuye en 2/3 partes a las mejoras 
en el tratamiento (1/3 a los tratamientos invasivos y 
1/3 al tratamiento farmacológico) y en 1/3 a los cambios 
en la conducta y estilos de vida, y también estos últimos 
son consecuencia de la investigación (prevención pri-
maria y tratamiento de los factores de riesgo). Com-
parando los beneficios de mejora en la supervivencia 
con los costes del tratamiento a largo plazo, la razón 
resultante era de 10.000 $ por año de vida ganado, 
bastante por debajo de los umbrales actualmente apli-
cados en los estudios coste-efectividad para determinar 
la introducción o no de nuevas prestaciones sanitarias. 
Atendiendo a todos los costes incurridos (investigación 
y tratamiento) y a todos los beneficios obtenidos (años 
productivos, reducción mortalidad prematura, ahorros 
sanitarios), la razón en ganancias resultante era de 4 
a 1 para el tratamiento de la enfermedad coronaria. En 
el caso de la enfermedad depresiva, se obtenía una 
razón próxima a este margen. El mismo autor estima-
ba que el coste-efectividad de la modificación conduc-
tual en la reducción de la mortalidad coronaria y el 
rendimiento todavía era superior: 30 a 1.39
Unido al problema de la trazabilidad y de la atribu-
ción, está la cuestión del lapso de tiempo que puede 
transcurrir, incierto muchas veces, entre la descubier-
ta y su aplicación práctica (puesta en el mercado, co-
mercialización), un aspecto que se tiene que tener en 
cuenta. Desde la investigación básica hasta las inter-
venciones aplicadas a la práctica, puede haber lapsos 
de dos a treinta años, y se puede añadir la dificultad 
de evaluar un retorno en un momento determinado. 
Los estudios longitudinales, mayormente retrospecti-
vos, aunque puedan ser los más idóneos, pueden pasar 
por alto importantes impactos.40
38. M. Siegler, A. Weisfeld y D. Cronin, 2003.
39. D.M. Cutler y S. Kadiyala, 2003.
40. C. Frank y E. Nason, 2009.
141Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
2
Experiencias en la evaluación del impacto 
social de la investigación en Cataluña
A pesar de la proliferación de modelos conceptuales 
para la aplicación real (véase cuadro 1), son pocos los 
países con larga trayectoria en la implementación de 
este tipo de evaluación. Destacan Gran Bretaña y 
Canadá41 con un predominio de estudios bottom-up. 
El objetivo común es responder a la necesidad, por 
parte de las organizaciones financiadoras de investi-
gación, de saber su impacto y definir estrategias fu-
turas. Apar te del impacto de programas u organiza-
ciones específicas, también ha habido estudios 
(menos numerosos) del impacto a nivel nacional 
desde una orientación bottom-up en el caso de Gran 
Bretaña,42 y top-down en el caso de los Estados Uni-
dos43 y Australia.44
En la mayoría de los estudios con orientación 
bottom-up, se consigue una estimación detallada de 
los impactos en producción de conocimiento, en ca-
pacitación y (en menor medida) en impacto en toma 
de decisiones o tecnologías adoptadas. Los análisis 
orientados bottom-up más difícilmente capturan resul-
tados generalizables sobre el impacto en salud o im-
pactos económicos. En cambio, las aproximaciones 
top-down acostumbran a capturar el impacto económi-
co de manera más representativa a niveles de agrega-
ción elevados,45 pero son de menosutilidad para res-
ponder a las necesidades de planificación estratégica 
de las agencias financiadoras.
En Cataluña y en el resto del Estado, no se ha iden-
tificado ninguna evaluación del retorno en crecimien-
to y en ganancias en salud de la inversión pública en 
investigación competitiva biomédica. No obstante, sí 
41. P. Brutscher, W. Wooding y J. Grant, 2008; S. Marjanovic, S. Hanney 
y S. Wooding, 2009.
42. Health Economics Research Group (HERG) BU, Office of Health 
Economics (OHE) y RAND Europe, 2008.
43. Funding First, 2000.
44. Access Economics Australia Economic Consulting, 2003.
45. K. Murphy y R. Topel, 2003b.
que existen experiencias promovidas por entidades 
financiadoras o promotoras de investigación desde 
una perspectiva bottom-up para rendir cuentas (o res-
ponsabilizarse) de la inversión hecha. En particular, 
la anterior Agencia de Evaluación de Tecnología e In-
vestigación Médica, AATRM (ahora Agencia de Infor-
mación, Evaluación y Calidad en Salud o AIAQS), 
promovió una evaluación del impacto de la investiga-
ción promovida a través de las diferentes ediciones de 
La marató de TV3 y, posteriormente, a través del pro-
yecto ISOR,46 ha evaluado el impacto de la investiga-
ción promovida a través de las convocatorias de la 
AATRM. A continuación, se detallan los resultados de 
estas evaluaciones.
2.1
La Marató de TV3
La Marató de TV3 es una Fundación de la Corpora-
ción Catalana de Radio y Televisión. Siguiendo la 
tradición del teletón que se realiza en otros países (el 
primero, el de Jerry Lee Lewis en los EEUU por la 
distrofia muscular en 1966), recauda fondos para 
la investigación biomédica, pero hay otra razón im-
portante, que es sensibilizar a la ciudadanía sobre las 
enfermedades a las cuales se dedica. La primera edi-
ción de La marató de TV3 fue en 1992 y, a diferencia 
de otros teletón, cambia de año en año su foco de 
atención y destina los recursos recaudados a proyec-
tos de investigación. A pesar de desarrollar activida-
des a lo largo del año, la culminación de la campaña 
de sensibilización de La marató de TV3 está en el pro-
grama televisivo de larga duración que se realiza en 
fechas próximas a la Navidad, que es cuando se hace 
la mayor recaudación de fondos.
Desde 2001 la AATRM (ahora AIAQS) de Cataluña 
gestiona la selección de proyectos que reciben finan-
ciación a través de la revisión por semejantes de ám-
bito internacional y de un panel ad hoc que selecciona 
un número determinado de proyectos que pueden ser 
financiables. La Agencia también hace un seguimien-
46. <http://impacte.aatrm.net/>
142 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
Cuadro 3
Impacto de La Marató de TV3 en la investigación biomédica de Cataluña
Entradas1
• 32,3 millones de euros invertidos
• inversión en infraestructuras, 2.054.610 €, y en material de inventario, 4.876.062 €
• recursos humanos: 2.620 investigadores, 432 investigadores principales
• 91 instituciones (47,5% hospitales, 31,7% universidades y 16,4% centros públicos de investigación) correspondientes a los 432 
investigadores principales
• colaboraciones: 79,2% de ámbito catalán, 10,1% al menos una institución estatal y 10,7% al menos una institución internacional
Salidas
• resultados primarios2
 – 9 patentes
 Ejemplo:3 identificación de nuevos marcadores moleculares con potencial aplicación en la clasificación y evaluación de pro­
nósticos de cáncer colorectal. Caracterización de la inestabilidad cromosómica presente en cánceres colorectales. Detección 
de vías de evolución convergente en tumores de colon de pacientes con poliposis adenomatosa familiar. Patente: Diagnosis 
of Epithelial Cell Abnormalities, como método de separación de células epiteliales de otros tipos celulares y contaminantes, 
con ventajas respecto a otros métodos.
• interfase de diseminación2
 – 1.710 referencias bibliográficas aportadas por los investigadores
 – 674 documentos atribuibles a la financiación de La Marató de TV3 por el hecho de haber un reconocimiento explícito
 – 5.951 citas recibidas por los 624 documentos (media de 9,5 citas/documento)
 – las citas recibidas superan en un 18% la media internacional y en un 60% la media española
• resultados secundarios2
 – 132 becarios financiados
 – 179 tesis doctorales
 – 117 becarios formados que continúan en investigaciones similares
 – 77% de los proyectos reutilizan el material inventariable en nuevos proyectos
 Ejemplo:3 mejora de los criterios diagnósticos de algunos tipos de cáncer colorectal y de la valoración del pronóstico de la 
enfermedad. Avance en el conocimiento de los procesos moleculares implicados en el cáncer.
 Puesta en marcha, por primera vez en España, de las técnicas de CGH y de M­FISH. El laboratorio ha sido centro de referencia 
para el aprendizaje de estas técnicas que actualmente son utilizadas por numerosos investigadores.
 Elaboración de nuevos proyectos centrados en el diseño de estrategias que permitan cuantificar la inestabilidad cromosómica 
numérica y estructural. Se tienen que buscar fármacos que restituyan los niveles de proteínas reguladoras del ciclo celular a 
sus valores normales.
Resultados e impacto2
• 219 nuevos proyectos
 Ejemplo:3 la invención tiene aplicación en el diagnóstico de determinados cánceres y de otras enfermedades. La detección 
de los factores implicados en su desencadenamiento puede ser muy importante a la hora de buscar nuevas estrategias te­
rapéuticas.
 A partir de los resultados sobre la inestabilidad cromosómica estructural, otros autores han empezado a considerar la posibi­
lidad de medirla, utilizando el modelo propuesto.
 Las técnicas de CGH y M­FISH desarrolladas en nuestro laboratorio se utilizan en otros centros de investigación.
• impacto final
 Ejemplo de un caso:3 en general, los tumores más agresivos presentan una mayor inestabilidad cromosómica y una peor res­
puesta a la terapia. Los resultados influyen en el manejo clínico, pero no afectan todavía a la selección de un tratamiento más 
eficaz. Una mejor identificación de los enfermos en riesgo comporta un diagnóstico precoz y, por lo tanto, menos mortalidad.
1. Estudio sobre 320 proyectos (10 convocatorias) de las ediciones 1993­2002 de La marató de TV3.
2. Estudio sobre 137 proyectos de las ediciones 1993­1999 de La marató de TV3 finalizados en diciembre de 2004 y validados por los investigadores 
principales.
3. Textos recogidos de los cuestionarios (preguntas abiertas) contestados por los principales investigadores de un mismo proyecto.
El análisis presentado se llevó a cabo el año 2005­2006.
Fuente: S. Berra y J.M. Pons, 2006.
143Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
to periódico de las memorias anuales que los investi-
gadores hacen sobre el desarrollo del proyecto, que 
acondiciona los subsiguientes pagos, y colabora en el 
simposio que se realiza cinco años después de su edi-
ción televisiva, donde se presentan los resultados de 
la investigación. La Agencia recibió el encargo de eva-
luar el impacto de La Marató de TV3 en la investigación 
biomédica de Cataluña, cosa que derivó en la publica-
ción, en 2006, del estudio que se presenta en este 
artículo.47
La Agencia, después de una amplia revisión de la 
literatura y de los diferentes esquemas presentados 
para evaluar (ex-post) el impacto de la investigación en 
ciencias de la salud, optó por considerar el modelo 
Payback examinando las entradas, las salidas, los re-
sultados y los impactos de los proyectos de investigación 
finalizados en diciembre de 2004. Solo se consideraban 
los efectos derivados de la investigación, sin tener en 
cuenta la otra misión importante de La Marató de TV3, 
la sensibilización ciudadana, que habría requerido una 
metodología diferente y de más amplio alcance.
La metodología aplicada, siguiendo una simplifica-
ción del modelo Payback, aprovecha datos recogidos 
en la gestión de los proyectos y en el análisis de bases 
de datos de la producción científica, así como en el 
análisisde cuestionarios dirigidos a los investigadores 
principales de los proyectos. Se aplicaron técnicas 
cuantitativas y cualitativas, con inclusión de las entra-
das y medidas de los efectos (resultados e impacto), 
siguiendo longitudinalmente los diferentes proyectos 
finalizados (cinco años posteriores a la adjudicación), 
pero con una ventana temporal (corte transversal) has-
ta finales de 2004. El nivel de agregación es múltiple, 
ya que se analizan proyectos (nivel bajo), convocatorias 
(nivel intermedio, en equivalencia a un programa y 
considerando cada edición como una convocatoria 
diferenciada por la temática) y una institución, la fun-
dación La Marató de TV3 (nivel alto). Al mismo tiem-
po, se analizaba La Marató de TV3 respecto de otras 
iniciativas parecidas de agencias financiadoras de la 
47. S. Berra y J.M. Pons, 2006.
investigación biomédica en España.48 Una síntesis de 
los resultados se presenta en el cuadro 3.
2.2
Convocatorias de la AATRM de investigación 
médica aplicada
Las convocatorias de la AATRM49 de investigación se 
han producido de forma bienal desde 1996. Ha habi-
do, por lo tanto, siete convocatorias hasta ahora. Se 
trata de convocatorias públicas de investigación clíni-
ca, epidemiológica, en salud pública y en servicios 
sanitarios, orientadas a favorecer e informar de la to-
ma de decisiones específicas en estos campos. Se 
trata, por lo tanto, de una orientación en cuanto a in-
vestigación aplicada, y queda excluida la investiga-
ción en ciencia básica. Siguiendo la clasificación de la 
investigación basada en la curiosidad (o el conocimien-
to) y la basada en las necesidades sociales,50 la investiga-
ción promovida en esta convocatoria es claramente 
del segundo tipo, en consonancia con la misión de la 
Agencia vinculada al uso racional y eficiente de las 
tecnologías médicas y al fomento de la reducción de 
los vacíos de conocimiento en investigación clínica y 
en servicios sanitarios. Éste es, como se verá, un pun-
to importante para considerar la evaluación del im-
pacto. Con el fin de favorecer que estas convocatorias 
representen la satisfacción de una necesidad de la 
comunidad profesional sanitaria, sus temas son prio-
rizados por su comité científico a partir de propuestas 
hechas por los propios investigadores y profesionales 
sanitarios relevantes de Cataluña, además de las prio-
ridades derivadas de los planes de investigación y sa-
lud. Un amplio abanico de usuarios (entre los que 
destacan investigadores y profesionales sanitarios) 
son convocados periódicamente con el fin de hacer 
propuestas en este sentido (call for topics).51
48. S. Berra y J.M. Pons, 2006.
49. <http://www.gencat.cat/salut/depsan/units/aatrm/html/ca/dir215/
index.html>
50. P. Adam y G. Permanyer-Miralda, 2009; J. Spaapen, 2008.
51. S. Berra, E. Sánchez, J.M. Pons, C. Tebé y M. Aymerich, 2008; S. 
Be rra, E. Sánchez, J.M. Pons, C. Tebé, J. Alonso y M. Aymerich, 2010.
144 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
La evaluación de impacto de esta convocatoria se 
ha elaborado sobre la plantilla sugerida por el modelo 
CAHS ROI de la Canadian Academy of Health Scien-
ce,52 dado que muestra especificidades propias del 
tipo de investigación aplicada y por el interés de los 
indicadores que se proponen. El gráfico 1 muestra el 
modelo CAHS ROI, consistente en una modelización 
lógica de la investigación y en la definición multidi-
mensional de los cinco niveles de impacto antes men-
cionados. El modelo presenta diferentes versiones de 
los impactos según el tipo de investigación objeto 
de evaluación. Este gráfico se muestra en referencia 
a uno de los tipos de investigación prioritario en las 
convocatorias de la AATRM: la investigación en servi-
cios sanitarios. En el proyecto ISOR se analizan, en 
primer lugar, las diferentes características, y se conti-
núa con un análisis, tanto cuantitativo (descriptivo de 
los proyectos, bibliométrico, etc.) como cualitativo, 
de la contribución al conocimiento científico que los 
diferentes proyectos han llevado a cabo.53 Posterior-
52. CAHS Panel Experts, 2009d.
53. P. Adam, S. Berra, I. Guillamón, G. Permanyer-Miralda y J. Pons, 
2010a; P. Adam, S. Berra, I. Guillamón, G. Permanyer-Miralda y J. Pons, 
2010b.
mente, se analiza la contribución que estos proyectos 
han tenido en la capacitación y el apoyo para la toma 
de decisiones clínicas y sanitarias.54 Dado que la in-
vestigación evaluada es, como ha quedado bien paten-
te, eminentemente aplicada, este punto es tanto o más 
importante que el análisis de la contribución al cono-
cimiento, y justifica una orientación múltiple. Es im-
portante recordar que el apoyo a la toma de decisiones 
representa la justificación de las convocatorias de la 
Agencia y de la inversión social realizada, y que, por 
lo tanto, es el punto prioritario donde evaluar el cum-
plimiento de la misión de la Agencia en términos de 
responsabilización o accountability. Es por este motivo 
que la fase de estudio sobre el impacto en la toma de 
decisiones se ha profundizado con un estudio cuali-
tativo para el caso de un grupo de proyectos, los espe-
cíficos en enfermedades respiratorias.55
En el cuadro 4 se puede ver la evolución de las ca-
racterísticas de cada convocatoria respecto a número 
de temas priorizados, proyectos presentados, proyectos 
seleccionados y financiación. La financiación media 
para cada proyecto ha sido de 37.600 euros. En total, 
54. M. Solans, G. Permanyer-Giralda, I. Guillamón y P. Adam, 2010.
55. P. Adam, G. Permanyer-Miralda, I. Guillamón y M. Solans, 2010.
Gráfico 1
Modelo CAHS ROI de retorno de la inversión en investigación biomédica
 
Iniciación y difusión de los impactos de la investigación en salud
Retroalimentación de los impactos en entradas para futura investigación
Estados de 
salud, 
capacidades 
funcionales, 
bienestar, 
condiciones 
económicas
Investigación
global
Industria
biomédica
Público general
Información
Grupos
R
es
ul
ta
do
s 
de
 la
 in
ve
st
ig
ac
ió
n
Capacitación de
y para la
investigación
Mejoras en
salud y
bienestar
Prosperidad
económica
y social
Investigación en 
Cataluña / España
• Biomédica
• Clínica
• Servicios
sanitarios
• Población y salud 
pública
C
on
oc
im
ie
nt
o
In
te
ra
cc
io
ne
s/
R
et
ro
ac
ci
ón
Servicios sanitarios
y asistenciales
appropriateness,
efectividad, acceso,
seguridad, etc.
Prevención y
tratamiento
Determinantes
de la salud
Progreso en el conocimiento Beneficios económicos globales Toma de decisiones informadas CapacitaciónBeneficios en salud
Otras industrias
Gobiernos
Planificación de la
investigación
145Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
entre 1996 y 2004 (período objeto de la evaluación), 
se invirtieron casi cuatro millones de euros. Más de la 
mitad de la financiación ha representado una inversión 
en recursos humanos, hecho representativo de esta 
convocatoria, en que no se delimita la proporción de 
gasto en recursos humanos ni en material inventaria-
ble. Desde la publicación del call for topics (de la pro-
puesta de temas) hasta la finalización de los proyectos 
seleccionados y la presentación pública de sus resul-
tados, transcurren unos cinco años de cada convoca-
toria. El proceso de priorización de temas y de evalua-
ción y selección de proyectos es llevado a cabo por un 
comité científico de expertos que realiza esta función 
de forma sistemática y rigurosa.
En el gráfico 2 se presenta la distribución de los 
proyectos según el carácter de la investigación. Aunque 
la clasificación se realizó con el consenso de tres ob-
servadores independientes, hay que mencionar la di-
ficultad que presenta este tipo de agrupación en cuan-
to a la delimitación de uno u otro tipo de investigación. 
En el análisis de la clasificación, destaca que una cuar-
ta parte de proyectos se consideró de investigación 
clínica pura y otra cuarta parte, de servicios sanitarios, 
mientras que el resto, una combinación de estas con 
la epidemiología.Esta distribución da una idea bastan-
te orientativa del carácter de la investigación evaluada.
En las convocatorias participaron 1.320 investiga-
dores, con una media de 10,4 por proyecto (225 inves-
tigadores repitieron en más de un proyecto).
2.2.1
Evaluación del impacto en el avance 
del conocimiento
Análisis de los indicadores CAHS ROI
Este estudio se realizó analizando el rendimiento en 
términos de producción científica de las convocato-
rias de la Agencia, excluyendo la de 2006, al conside-
rar que era demasiado reciente para disponer de un 
intervalo de tiempo válido para la generación de citas. 
La obtención de los datos sobre citas se hizo median-
te solicitud de información a cada investigador, com-
Cuadro 4
Características de las convocatorias de la AATRM
Edición
Característica 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008
Núm. temas presentados a la 
propuesta de temas
- 205 116 216 190 210 241
Núm. temas seleccionados por 
convocatoria
15 20 30 35 30 29 20
Núm. proyectos presentados a 
la convocatoria
71 51 120 103 176 99 121
Núm. proyectos seleccionados 18 19 25 25 22 18 14
Financiación (€) 510.860 540.911 841.417 841.417 1.021.721 1.021.721 1.021.214
Fuente: P. Adam, S. Berra, I. Guillamón, G. Permanyer­Miralda y J. Pons, 2010a.
Gráfico 2
Distribución de los proyectos según el tipo de investigación. 
Convocatoria de la AATRM, 1996-2006 (n = 127)
Epidemiología
y salud pública
11,8%
Epidemiología
y salud pública + 
servicios sanitarios
18,1%
Clínica
12,6%
Clínica + servicios 
sanitarios
25,2%
Clínica + epidemiología 
y salud pública
7,9%
Servicios sanitarios
24,4%
Fuente: P. Adam, S. Berra, I. Guillamón, G. Permanyer­Miralda y J. Pons, 
2010a.
146 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
plementada con una revisión sistemática de las bases 
Web of Science ISI-Reuters (WOS), Google Scholar y 
Índice Médico Español.
Se adaptaron los resultados de la búsqueda al con-
junto general de indicadores56 propuestos por el mo-
delo canadiense CAHS ROI, clasificados en cuatro 
ámbitos que se ilustran en el gráfico 3: calidad, activi-
dad, alcance y contexto/estructura.
Respecto a los indicadores de calidad, tanto el núme-
ro de artículos derivados de los proyectos de las con-
vocatorias de la AATRM, como el impacto de las pu-
blicaciones donde se han dado a conocer y el número 
de citas alcanzado por estas, son destacables: se obser-
vó, por ejemplo, un total de 102 artículos originales 
(definidos en términos específicos), un 32% de los 
cuales habían sido citados en revistas con un factor de 
impacto superior a 4. El número absoluto de citas que 
estos artículos recibieron fue de casi 2.000, una media 
de 17 por artículo cuando se eliminan las autocitas. En 
el 15% de artículos más citados, el número de citas 
recibidas osciló entre 30 y 459. Asimismo, se observó 
que, con el paso del tiempo, el número de proyectos 
que no había recibido ninguna cita tendía a cero. Es 
difícil evaluar estas cifras, ya que no es fácil de definir 
ni es asequible un comparador adecuado. No obstan-
te, resulta evidente que las convocatorias de la Agencia 
han generado una producción científica de volumen 
56. CAHS Panel Experts, 2009d; CAHS Panel Experts, 2009b.
e impacto visibles. Esta producción, sin embargo, tie-
ne que ser considerada teniendo en cuenta tanto el 
problema de la atribución (en qué medida un produc-
to científico se puede considerar derivado de un de-
terminado fenómeno, en este caso, la convocatoria de 
la Agencia), nada sencillo de analizar, como el desfase 
temporal entre los artículos de las diferentes convoca-
torias. Se llama así a la tendencia a disminuir el nú-
mero de citas con el tiempo al reducirse la oportunidad 
de un artículo de ser citado.
Los indicadores de actividad utilizados mostraron 
que, de todos los tipos de documentos derivados de 
las convocatorias de la Agencia, un 12% corresponde 
a artículos científicos registrados en el WOS, y se ob-
serva una tendencia con el tiempo al aumento de la 
proporción de productos revisados por expertos sobre 
los no revisados.
Respecto al alcance de la producción, cabe destacar 
que solo un 5% se publicó en revistas de epidemiolo-
gía, salud pública y medio ambiente. El resto se pu-
blicó en revistas consideradas clínicas. Éste es un 
hallazgo interesante, si se recuerda la proporción me-
nos importante que tuvo la investigación clínica pura 
entre los proyectos. Aunque su análisis es complejo, 
puede reflejar el mayor prestigio de este tipo de revis-
tas a la hora de escoger un portal de comunicación, o 
la dificultad consiguiente de comunicación de los pro-
yectos dedicados a epidemiología, servicios sanitarios 
o salud pública. Respecto a la lengua de los artículos, 
Gráfico 3
Selección y adaptación de los indicadores CAHS ROI sobre impacto en el avance en el conocimiento para el proyecto ISOR
 
Fundamentalmente basada en el análisis de: 
• Citas de artículos de originales
• Publicaciones científicas altamente citadas
• Artículos originales sin citas
• Revistas
Calidad
Análisis condicionada a estándares de 
calidad:
• Ratio de documentación producida sobre 
publicaciones científicas / artículos 
originales
Actividad
Análisis de coautorías y lengua vehicular: 
• Afiliaciones de los autores
• Lengua de las publicaciones y de las citas
• Especialidad de la revista
Alcance
% investigación básica sobre el total
Tipología de instituciones participantes
 Contexto/Estructura
147Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
el artículo original fue escrito en castellano en un 82% 
de los artículos originales, mientras que un 89% de 
citas estaban en artículos escritos en inglés.
En cuanto a la estructura, la investigación ha sido 
primordialmente llevada a cabo en hospitales univer-
sitarios (46% del total de instituciones involucradas), 
aunque el 76% de los proyectos fueron multicéntricos, 
es decir, con la participación de más de un centro. En 
cuanto al resto, el 21% de las instituciones fueron otros 
centros públicos de investigación, el 13% fueron hos-
pitales no universitarios y un 9% fueron universidades 
(véase gráfico 4).
Evaluación cualitativa de los proyectos con 
mayor impacto y citas
Aparte de los indicadores CAHS ROI, se analizó el 
contenido y el carácter de un grupo de proyectos se-
leccionados por su calidad en términos de impacto 
bibliométrico. Se seleccionaron los diez primeros 
proyectos en función de tres criterios: factor de im-
pacto acumulado, número de citas en revistas de ex-
celencia (ISI WOS) y número de citas acumuladas en 
un ámbito más extenso (Google Scholar). Resultó 
que nueve de estos diez proyectos estaban represen-
tados como mínimo en dos de estas tres escalas. És-
tos fueron, por lo tanto, los nueve escogidos con ma-
yor exce lencia, según estos criterios, para analizar su 
con tenido y características. Se leyeron los proyectos 
originales, las memorias de sus resultados y, como 
mínimo, los resúmenes de los artículos que se deri-
varon de ellos, y fueron analizados por el equipo in-
vestigador del proyecto ISOR.
La temática de estos proyectos corresponde con 
algunas de las áreas de la medicina que son respon-
sables de mucha de la problemática sanitaria actual, 
como cáncer, infecciones, depresión, insuficiencia 
cardíaca o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. 
Llama la atención la ausencia de la enfermedad coro-
naria y del ictus, pero este pequeño número de pro-
yectos solo permite constatarlo.
El diseño de estos nueve proyectos corresponde a 
ensayos clínicos en tres casos y a estudios prospectivos 
observacionales o de cohortes en cuatro; el resto tienen 
otros diseños, como una metanálisis. Es tentador pen-
sar que esta proporción de ensayos clínicos, como 
di seño más preciado y sofisticado, es la que permitió 
un mayor impacto bibliométrico. Pero no es así, o al 
menos de manera directa, dado que los artículos de-
rivados del proyecto que fueron objeto de publicación 
con resultado brillante eranestudios observacionales 
derivados del proyecto original y no directamente este. 
En todo caso, el hecho ilustra la actividad productiva 
de los grupos capaces de diseñar un ensayo clínico.
Una característica señalada de estos nueve proyec-
tos de excelencia es su procedencia: ocho de los nueve 
procedían de grandes hospitales o centros de investi-
gación, y solo uno del ámbito de la atención primaria. 
Por lo tanto, a pesar de la intención de la Agencia de 
promover la investigación a nivel de centros pequeños 
y de la atención primaria, este hallazgo (de sentido no 
demasiado diferente, ciertamente, del conjunto de la 
investigación biomédica actual) ilustra que la mayor 
parte de la investigación de impacto continúa en ma-
nos de los centros más potentes y con más posibilida-
des. Es destacable, por lo tanto, la presencia de un 
proyecto de atención primaria en el grupo de excelen-
cia. Saber en qué medida las convocatorias de la Agen-
cia han fomentado publicaciones valiosas en grupos 
Gráfico 4
Distribución de las tipologías de afiliaciones de los 
investigadores principales de los proyectos de investigación 
de las convocatorias de la AATRM
Hospitales 
universitarios
46%
Otros centros públicos
de investigación
21%
Hospitales
no universitarios
13%
Universidades
9%
Centros privados
de investigación
6%
Atención primaria
5%
148 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
más modestos que disponían solo de su financiación 
es un punto a aclarar en otras fases del proyecto ISOR. 
Alguna observación en este sentido se podrá encontrar 
en el estudio de los proyectos sobre patología respira-
toria que se está finalizando actualmente.
Otra característica de estos proyectos de excelencia 
es que una pequeña proporción de los artículos gene-
rados a partir de estos se hizo con colaboradores de 
ámbito estatal o internacional no incluidos en el equi-
po investigador original. Aunque el número absoluto 
de estos artículos es pequeño (6), destaca el hecho que 
la gran mayoría de los artículos con colaboración ex-
terna fueron publicados en revistas de impacto supe-
rior a 5. Esto sugiere, por una parte, que puede haber 
un efecto de la colaboración asociado con la excelencia, 
mientras que, por otra, queda bien patente, a partir de 
la alta proporción de artículos escritos por el equipo 
original, la capacidad productiva de algunos de los 
grupos de investigación locales.
2.2.2
Evaluación del impacto en la toma 
de decisiones
Siguiendo el esquema conceptual del modelo CAHS 
ROI, el impacto en la toma de decisiones se puede 
ilustrar a través de una batería de indicadores que, tal 
como muestra el gráfico 5, se agrupan en los ámbitos 
siguientes: decisiones relacionadas con la salud, deci-
siones relacionadas con la investigación, decisiones 
relacionadas con la industria y decisiones del público 
en general.
Dado que la misión de la AATRM es muy clara en 
cuanto en cuál de los ámbitos de impacto en la toma 
de decisiones quiere incidir, la evaluación de este as-
pecto se ha estructurado en dos subestudios en que 
se tienen solo en cuenta las decisiones clínicas y sani-
tarias. El primero, las tiene en cuenta de forma gene-
ral para todos los proyectos financiados y el segundo, 
para un subgrupo de proyectos seleccionados.
El primero de los subestudios57 analiza los resulta-
dos de una encuesta enviada a todos los investigadores 
principales de los proyectos financiados y finalizados 
en febrero de 2009 en las convocatorias de la Agencia 
sobre el efecto que, a su parecer, su proyecto ha tenido 
en la toma de decisiones clínicas y sanitarias, y en la 
evolución ulterior del propio proceso de investigación. 
El cuestionario remitido en este subestudio incluía 
preguntas sobre la utilidad potencial de los hallazgos 
del proyecto, los destinatarios directos de sus resulta-
dos (clínicos, gestores, planificadores, pacientes, bases 
de datos, etc.), las posibles acciones de transferencia 
57. M. Solans, G. Permanyer-Miralda, I. Guillamón y P. Adam, 2010.
Gráfico 5
Indicadores CAHS ROI sobre impacto en la toma de decisiones informadas
 
• Ámbito sanitario (ejemplo: uso de los hallazgos en guías 
de práctica clínica)
• Salud pública
• Servicios sociales
• Otros (uso en otros ámbitos como transportes, medio 
ambiente, etc.)
• Educación relacionada con aspectos de la salud
Decisiones en el ámbito de la salud
• Financiación de investigación nueva (usar citas en 
memorias de nuevos proyectos)
• Políticas de I+D
• Formación (uso de resultados o citas en libros de texto)
Decisiones en el ámbito de la investigación
• Número de patentes
• Clusterización o co-location (análisis de la ubicación de la 
industria en relación con los centros de investigación)
• Consultas a la industria (número de investigadores que 
han recibido consultas por parte de la industria)
• Colaboraciones con la industria
• Uso de descubrimientos para informes de la industria
Decisiones en el ámbito de la industria
• Grupos de abogacía (ejemplo: investigación citada en 
documentos editados por grupos de pacientes)
• Educación del público en general (conferencias hechas 
ante el público en general)
Decisiones del público en general
149Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
hacia estos, si los resultados habían sido utilizados o 
tenidos en cuenta en la práctica y si habían influido 
en cambiarla. Asimismo, se preguntaba si otros inves-
tigadores habían recogido, promovido o utilizado los 
resultados para desarrollar nuevas hipótesis o proyec-
tos. Se obtuvo una tasa global de respuesta lo bastan-
te adecuada (71%) para dar validez a los resultados que 
se presentan del cuestionario. Este subestudio repre-
senta una primera aproximación a la evaluación del 
impacto de los proyectos de investigación sobre la 
toma de decisiones clínicas y sanitarias, y puede ser 
ampliado en investigaciones ulteriores.
Sobre la utilidad potencial de los resultados, tanto 
como un 44% de los que respondieron consideraron 
que sus resultados podían ser útiles para la toma de 
decisiones o cambios organizativos, y fue más limita-
da la utilidad reconocida para el uso de tecnologías e 
innovaciones. El grueso de los destinatarios poten-
ciales de los proyectos se consideraron los clínicos, 
gestores y planificadores. Aunque solo un 14% de los 
encuestados reconocieron no haber hecho ninguna 
acción de transferencia de sus resultados, las caracte-
rísticas del cuestionario no permitían evaluar la mag-
nitud o relevancia de estas acciones.
Un hallazgo destacable fue que el 30% reconoció 
que no se habían tenido ulteriormente en cuenta sus 
resultados para la práctica o que no lo sabía. Por otra 
parte, un 70% contestaba afirmativamente y, de éste, 
el 41% declaró que la acción correspondiente fue lle-
vada a cabo por gestores o planificadores. En contras-
te con este 70% que había declarado que los resultados 
habían sido utilizados o tenidos en cuenta, solo un 
59% reconoció que efectivamente habían provocado 
algún cambio.
Una evaluación global de esta parte de la encuesta 
permite un juicio globalmente positivo: una buena 
proporción de encuestados reconoció que sus hallaz-
gos habían provocado cambios en la práctica. No se 
puede juzgar actualmente la magnitud o la relevancia 
de estos cambios y, por otra parte, no abundan los 
estudios similares que se pudieran utilizar de com-
paradores válidos. Vale la pena destacar que, en un 
ámbito muy lejano a nosotros, la Alberta Heritage 
Foundation for Medical Research, en Canadá, en un 
estudio58 similar, recogió que el 51% de beneficiarios 
de sus ayudas reconocían que su trabajo no había 
provocado cambios en la práctica, cifra no alejada de 
las nuestras. Hasta qué punto son aceptables estas 
proporciones en la investigación clínica financiada es 
una cuestión a debatir, y, actualmente, todavía poco 
analizada y que justifica la existencia de iniciativas 
para la evaluación del impacto de la investigación y la 
rentabilidad de su financiación.A pesar de este juicio positivo, la encuesta muestra 
también puntos mejorables, como sugiere el 30% de 
respuestas negativas o el desconocimiento en la pre-
gunta de si los resultados habían sido ulteriormente 
tenidos en cuenta por clínicos o gestores.
La segunda parte de la encuesta hacía referencia a 
la capacitación. Es destacable que el 58% de los inves-
tigadores que contestaron admitían que otros investi-
gadores o centros habían recogido los resultados de 
sus proyectos en ulteriores trabajos para la continua-
ción del estudio inicial o para el desarrollo de nuevas 
hipótesis a partir de éste. Por otra parte, el 64% de los 
que respondieron reconocieron que, a partir del pro-
yecto inicial, habían colaborado con otros equipos. Es 
decir, el 36% declaró ausencia de colaboración y, hecho 
de interpretación difícil, otro 36% no respondió esta 
pregunta. Es interesante asociar este hallazgo con el 
que se hizo en el estudio mencionado antes sobre el 
alto rendimiento bibliométrico de las colaboraciones, 
y señala una clara área de eventual mejora. Sin em-
bargo, la visión global es positiva (aunque, otra vez, 
no se puede medir el alcance) y, además, se refiere al 
conjunto de las convocatorias y no a proyectos selec-
cionados. Hay que recordar, sin embargo, que una 
evaluación completa de la capacitación no se podría 
llevar a cabo sin un estudio más exhaustivo y preciso 
de la actividad generada y, muy especialmente, de las 
oportunidades formativas y profesionales provocadas.
En conjunto, pues, y a pesar de las limitaciones 
impuestas por el hecho de tratarse de una encuesta y, 
además, una encuesta dirigida a los propios interesa-
58. Barrington Research Group, 2003.
150 Nota d’economia 97-98. 3.er cuatrimestre 2010
dos, este estudio ofrece un panorama de la utilidad o 
impacto global que las convocatorias de la Agencia 
pueden haber tenido en la toma de decisiones clínicas 
u organizativas y la capacitación ulterior para la inves-
tigación. Este panorama tendría que ser continuado y 
complementado por otros estudios con otras orienta-
ciones. No tan solo en nuestro ámbito, sino de forma 
generalizada, el conocimiento de los efectos e interac-
ciones de la investigación con el mundo de la toma de 
decisiones sanitarias es todavía una tarea pendiente o 
solo iniciada, a pesar de las poderosas razones que 
existen para ponerla en práctica.
En un segundo subestudio,59 en fase adelantada de 
ejecución, se ha querido conocer con más profundidad 
el impacto sobre la toma de decisiones en el subgrupo 
de proyectos (estudio de casos). Este estudio se está 
llevando a cabo mediante entrevistas semiestructuradas 
a los principales investigadores de los proyectos anali-
zados, a otros investigadores de su equipo y a gestores 
sanitarios implicados en las decisiones correspondien-
tes. En la entrevista se han abordado temas similares a 
los explorados en el primer subestudio, pero con mayor 
profundidad, y se ha inquirido también sobre cuál ha 
sido la interacción de los investigadores con los gesto-
res sanitarios con el fin de aplicar los resultados del 
proyecto, y cuáles han sido las barreras encontradas por 
el investigador para esta aplicación. Como la extensión 
de esta investigación más profundizada no permitía 
aplicarla a la totalidad de los proyectos de las convoca-
torias de la Agencia, se decidió realizarla solo a la tota-
lidad de proyectos de una área específica. Por diferentes 
razones, se decidió que esta área fuera la correspon-
diente a los proyectos sobre patología respiratoria. Este 
estudio es en estos momentos objeto de análisis.
2.3
Valoración conjunta del impacto de ambas 
convocatorias
¿Cuál es, pues, el impacto social de estas dos convo-
catorias? Los estudios con metodologías bottom-up 
59. P. Adam, G. Permanyer-Miralda, I. Guillamón y M. Solans, 2010.
han permitido conocer con bastante detalle los im-
pactos en el avance en el conocimiento, en la capa-
citación y en la toma de decisiones informadas si-
guiendo, en la medida de lo posible, la batería de 
indicadores del modelo CAHS ROI (véase el anexo). 
No hay que olvidar, sin embargo, que las comparacio-
nes tienen limitaciones, fundamentalmente por la 
gran diferencia en el intervalo de realización de cada 
estudio (tres años desde la última convocatoria en el 
caso de La Marató de TV3, y cinco años en el caso de 
la convocatoria de la AATRM) y por las diferencias 
entre convocatorias y medidas utilizadas para el aná-
lisis. En cuanto a los impactos en salud y a los impac-
tos económicos y sociales de amplio alcance, surge la 
necesidad de estudios con metodologías top-down 
que pueden dar respuesta no a nivel de convocatoria, 
sino a nivel territorial para la totalidad de Cataluña o 
de España.
El volumen de recursos invertidos en la convocato-
ria de la AATRM (aproximadamente un millón de 
euros cada dos años) representa una pequeña parte de 
la inversión en investigación biomédica realizada en 
Cataluña y en toda España. No obstante, la tipología 
de investigación que esta convocatoria financia (inves-
tigación aplicada y en gran parte llevada a cabo desde 
los centros sanitarios) está posiblemente menos re-
presentada en otras convocatorias. La singularidad de 
las convocatorias de la Agencia representa un elemen-
to cualitativo a tener en cuenta a la hora de evaluar los 
productos que se han derivado de estas.
A pesar de las limitaciones, la comparación presen-
tada en el anexo es de utilidad. Mientras la convoca-
toria de la AATRM no destina recursos a investigación 
básica y, por lo tanto, las salidas tienen menos proba-
bilidades de impacto bibliométrico, los estándares de 
calidad son altos en ambos casos. La distribución de 
las tipologías de instituciones que participaron en ge-
nerar el conocimiento difiere en una mayor participa-
ción de hospitales en la convocatoria de la AATRM 
(60% versus 51%) y una mayor participación de uni-
versidades en La Marató de TV3 (32% versus 9%); pa-
ra el resto de instituciones, las distribuciones son 
parecidas.
151Monográfico. El impacto social de la investigación biomédica en Cataluña
En cuanto a la capacitación, se observa en ambos 
casos que las ayudas han servido para capacitar beca-
rios y, potencialmente, carreras profesionales (89% 
de becarios en La Marató de TV3 y 75% en las convo-
catorias de la AATRM han continuado dentro del equi-
po investigador). Aunque una gran cantidad ha sido 
destinada a recursos humanos (40% de los recursos 
de La Marató de TV3 y 61% en las convocatorias de la 
AATRM), las instituciones también se han beneficiado 
de ello, sobre todo en el caso de La Marató de TV3: el 
17% de los recursos se destinaron a material inventa-
riable, tres cuartas partes del cual serían utilizadas 
para nueva investigación, mientras que, en el caso de 
las convocatorias de la AATRM, se destinó el 9% y, de 
éste, un 66% se reutilizó.
Finalmente, el cuadro A.3 del anexo muestra una 
comparativa de las respuestas de los investigadores 
principales cuando se les preguntó por aspectos rela-
cionados con la utilización de los resultados por parte 
de los destinatarios o actores implicados. En el caso 
de las convocatorias de la AATRM, un 70% declara 
que la investigación que llevó a cabo iba dirigida a 
personal sanitario, clínicos, gestores y planificadores. 
Este porcentaje contrasta con las bajas proporciones 
para otros destinatarios, tales como un 6% a otros 
investigadores y un 10% a pacientes y familiares. Si 
bien este dato no se puede comparar con La Marató 
de TV3 (por no tener resultados en este sentido), la 
elevada proporción de personal sanitario y gestores 
entre los destinatarios ilustra una característica propia 
de esta convocatoria. De hecho, el 57% de los investi-
gadores declaran haber producido resultados de apli-
cación clínica o sanitaria en el caso de la convocatoria 
de la AATRM, porcentaje que se eleva al 77% en el 
caso de La Marató de TV3. Cuando se pregunta sobre 
la utilización real en el ámbito clínico y sanitario,

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